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In: Manuel
González González; María-Dolores Sánchez-Palomino; Inés Veiga Mateos. (Org.). Terminoloxía : a
necesidade da colaboración. 1ed.Madrid: Vervuert, 2018, v. 1, p. 343-368.
RESUME
En este trabajo se presentarán cuestiones que se refieren al trabajo con el léxico en
lenguas minoritarias, en especial, con el de las lenguas indígenas brasileñas. Los
estudios de estas lenguas empiezan a centrarse en el léxico, y me pregunto si es posible
considerar en algunos casos la existencia de una subárea de la Terminología, lo que
llamo aquí «Terminología etnográfica», cuando se estudian ámbitos temáticos
específicos y se cuestiona la existencia de tipos de «ciencia», o «saberes», en culturas
diferentes.
PALABRAS CLAVE: Lenguas indígenas | Cultura | Terminología etnográfica
ABSTRACT
Issues related to the work on the lexicon within minority languages will be hereby
presented, focusing particularly on Brazilian indigenous languages. The literature on
these languages is beginning to analyze their lexicon, and I wonder whether it is
possible to think in some cases of a sub-area of Terminology, which I refer to as
«Ethnographic Terminology», when specific fields are studied, and which question the
existence of types of «science», or «knowledes», in different cultures.
KEYWORDS: Indigenous languages | Culture | Ethnographic Terminology
1. INTRODUCCIÓN
*
Este trabajo está financiado por el Projecto «Uma proposta de obra lexicográfica para os
Juruna/Yudjá do Xingu» - Edital Universal CNPq, referencia 477669/2013-1, y por FAPESP, referencia
2015/14569-0.
*
Agradezco la lectura y sugerencias de Angel Corbera Mori, Odair Luiz Nadin, Anise de Abreu
Gonçalves D'Orange Ferreira, Clotilde de Almeida Azevedo Murakawa, de mis alumnos y de miembros
de mi Grupo LINBRA. Todos los errores son de mi responsabilidad.
1
Líder del Grupo LINBRA – Grupo de Pesquisas de Línguas Indígenas Brasileiras – CNPq.
cmfarget@gmail.com
Campos (2001), esto es también una devaluación de «saberes» que no conocemos en
profundidad ¿cómo se pueden estudiar los campos semánticos específicos en las lenguas
minoritarias? ¿Es correcto pensar en estos estudios como terminología en lenguas
indígenas? La denominación Etnoterminología ¿resuelve o plantea más dudas?
Abordaré a continuación estas cuestiones y expondré mi postura al respecto, para
contribuir así a la ampliación de los estudios en el área, que precisa de mayores
esfuerzos de investigación, dada la multiplicidad de situaciones que tenemos en Brasil,
que cuenta con al menos 180 lenguas indígenas. Las discusiones tienen como punto de
partida los estudios mencionados y los que se llevan a cabo actualmente en la lengua
juruna. Todos ellos forman parte de mi proyecto principal de desarrollo de un
diccionario bilingüe, de naturaleza enciclopédica, que está en curso.
3.TERMINOLOGÍA Y CULTURA
Así, para Lara, solo es terminología lo que es universal y todo lo que está fuera
de la cultura. Él quita la cultura de la formación de la terminología. ¿Sería «ciencia» y,
por tanto, implicaría terminología solamente lo que el no-indígena piensa? ¿No
existirían para los indígenas sus propias ciencias, sus propios campos del conocimiento?
¿Qué es la «ciencia»? ¿Solo lo que es universal, lo global?
Lara (op. cit.: 364) apunta la necesidad de un término técnico válido para todos
los humanos y lo relaciona con el pensamiento de una lengua universal, «ortolengua»,
lo que nos remite claramente a la Gramática Universal de Chomsky, en mi opinión,
relacionándolo entonces con el pensamiento de la lógica. Se puede, entretanto, pensar
en las lenguas como sistemas únicos por ser herramientas de sus culturas (Everett,
2012) y estar ligadas a ellas intrínsecamente y, por ello, los términos técnicos no
podrían ser pensados como universales, pues ni toda cultura los tendría, o los tendría de
maneras bien diferentes. Everett muestra que la lengua pirahã (familia mura, Brasil) no
presenta recursividad, lo que fue incluso comprobado por pruebas informáticas en el
MIT y, si tenemos en cuenta que Chomsky dijo que la recursividad es una característica
de toda lengua humana, ¿no serían humanos los pirahã? ¡Por supuesto que los pirahã
son humanos! Entonces, hay que contraponer al universalismo chomskiano la gran
variabilidad de las lenguas, a pesar del hecho de que en ocasiones se busquen
correlaciones tipológicas e histórico-comparativas. Es decir, no se niegan las relaciones
entre culturas, que se reflejan obviamente en las lenguas, pero esto no apunta hacia lo
universal e invariable en la definición del qué es humano. La diversidad es lo que nos
define, no la universalidad.
Podríamos pensar que vivimos en una «aldea global» y que con eso las lenguas
deberían todas compartir la misma manera de estructurar la realidad, que se describiría
en diccionarios terminológicos que reflejarían la visión global de cualquier ámbito
temático; de otra manera, las lenguas tenderían a desaparecer o a tener reducido su uso.
Esta es la posición de Diki-Kidiri (2015), quien llevó a cabo estudios terminológicos de
áreas de especialización como la justicia, la administración, las matemáticas, la
agricultura, las finanzas o la lingüística en lenguas y culturas africanas como el sängö.
Pero podemos preguntarnos si realmente sin el léxico del colonizador, sin su cultura, sin
su ciencia o sin sus terminologías desaparecería una lengua/cultura. Aunque podemos
estar de acuerdo en que el mundo se globaliza, veo, sin embargo, hoy en día, que la
globalización ha propiciado una búsqueda por las tradiciones, por las costumbres
antiguas, por lo que hace un pueblo diferente. Y esto ha ocurrido principalmente a
consecuencia de la reivindicación de la identidad, de la valoración de lo que es diferente
y único, incluso con vistas al turismo y a un comercio de lo que es típico, de lo
tradicional. Por lo tanto, la globalización tal vez siga un camino distinto al que siguen
los estudios del léxico, que pueden aportar contribuciones para el registro de lenguas y
culturas, ayudando a revitalizarlas. Creo, entonces, en la posibilidad de una
terminología que contemple lo que sea propio de una cultura o de un pueblo específico,
lo que nos puede aportar una riqueza inmensa por permitirnos conocer otras formas de
pensar e incluso de estar en el mundo. Esto presupone la bienvenida de los «saberes»
indígenas como «ciencias» específicas, cuyos límites e interrelaciones no siempre
quedan claros, sino que se contraponen como otras voces (en el pasado, marginadas,
olvidadas) a un discurso único, universal de «Ciencia» y «Tecnología».
Barbosa (2007) presenta la propuesta de la Etnoterminología como una
disciplina específica, en el dominio de la Terminología, al igual que la Terminología
aplicada. Para la Etnoterminología, propone el «estudo das unidades multifuncionais»
(442). Barbosa centra los estudios en los discursos literarios en que los vocablos podrían
ser también términos, y por ello unidades multifuncionales, ya que poseen significados
especializados referentes a matices culturales. Explica que el vocablo boi, utilizado en la
expresión bumba-meu-boi en la cultura de Maranhão, al norte de Brasil, tiene
significados específicos, que se relacionan con una fiesta tradicional. La
Etnoterminología estudiaría dichas unidades vistas como términos específicos de obras
literarias.
Algunos autores presentan una transposición de tal enfoque para estudios del
léxico de lenguas indígenas, presentando la Etnoterminología como posibilidad de
tratamiento de léxico especializado en culturas diferentes, teniendo en cuenta la
etnografía. Ellos entonces asumen posturas metodológicas, pero por sus proposiciones,
uno se da cuenta de que los autores parten de una determinación a priori de las unidades
que iban a buscar en la lengua/cultura indígena, a través de tipos textuales también
elegidos previamente. En realidad, se percibe que los autores dejan de realizar un
trabajo etnográfico más concreto, pues esperan encontrar en la lengua/cultura del otro
sus propias clasificaciones y maneras de ver el mundo. Este es un problema del que
siempre trató de huir la etnobiología, por ejemplo, con investigadores como Posey
(1987), quien se preocupó de establecer metodologías para el trabajo de campo que
siguieran los presupuestos de la etnografía.
Buscando una posibilidad diferente para estudios del léxico en lenguas
minoritarias, en especial, las indígenas, paso a proponer un posicionamiento teórico-
metodológico.
4. EN BUSCA DE METODOLOGÍAS
5. ETNOGRAFÍA
Los estudios con recogida de datos junto a hablantes de la lengua son conocidos
como estudios con trabajo de campo. Hay muchas definiciones para esto, algunas más
restrictivas y otras más amplias. Para Sakel y Everett (2012: 5): «Fieldwork describes
the activity of a researcher systematically analysing parts of a language, usually other
than one’s native language and usually within a community of speakers of that
language».2 Con esta definición amplia, el trabajo de campo se aplica incluso a estudios
de la lengua del investigador en su propia comunidad, pero el más prototípico ha sido
siempre el trabajo con otra lengua distinta a la del investigador y hablada por otra
comunidad que está lejjos El estudio será siempre de una parte de una lengua en
particular, ya que es imposible abarcar este trabajo en su totalidad.
La antropología estaba relacionada con la lingüística ya en las primeras décadas
del siglo XX, con Lévi-Strauss y las bases del Estructuralismo. La distinción entre
émico y ético que se hizo entonces es importante para la antropología de hoy ya que
nació de la diferencia entre fonémico y fonético (sin embargo, el trabajo de los
antropólogos no siempre es claro a este respecto). A pesar de la evidente relación, la
investigación lingüística difiere de la etnografía o la antropología en el sentido de que,
para la comprensión de la estructura del lenguaje necesitamos muchas sesiones de
recogida de datos con grabaciones en un lugar tranquilo y con la posibilidad de tener
una mesa y una silla tanto para el investigador como para el informante. Rara vez un
lingüista de campo hará largas excursiones por la selva, por ejemplo. Su observación se
limita a la lengua, pero desde un punto de vista cultural, y con esto la investigación
lingüística, por supuesto, debe tener en cuenta los presupuestos de la etnografía y no
partir de un conocimiento preestablecido, sino comprender la lengua del otro en su
propia estructura.
¿Qué es realmente hacer etnografía? Según Guber (2001), la palabra etnografía
apareció en Rusia en 1770, para designar «la ciencia de los pueblos y las naciones»,
siguiendo la necesidad del zar de adquirir conocimientos y diferentes estadísticas sobre
los pueblos del imperio para su expansión oriental. Por supuesto, el concepto ha
cambiado con el tiempo, incluso con el desarrollo de la antropología en el siglo XX. La
comprensión del otro y la busca por disminuir el etnocentrismo cambiaron la manera de
observar otras culturas y lenguas, llevaron a una nueva disciplina.
2
En cursiva en el original.
Guber (2001:11-22) presenta tres significados de etnografía:
6. ESTUDIOS EN JURUNA
Portanto, como demonstramos para o caso dos Juruna, a categorização das aves
está mais ligada àquilo que eles consideram relevante considerar, uma escolha
de critérios de similaridade e de julgamento de pertencimento a categorias
relacionadas à sua cosmologia e interesses do que a supostas estruturas
universais classificatórias ou propriedades naturais das espécies que
classificam. Por exemplo, as aves pertencentes ao gênero etnobiológico juruna
aurupadaka, ainda que segundo critérios naturais, seja do ponto de vista da
ciência ocidental, seja do ponto de vista das regras universais de nomenclatura
postuladas por Berlin et al. (1973), tenham pouco em comum, são consideradas
aparentadas pelos falantes, por corresponderem a personagens importantes de
eventos míticos. (Berto, 2013: 98)
aparu itxïïtxïï [aparu it t] n.c. beiju grosso Observações: beiju
produzido a partir de massa mole de mandioca, combinado com peixe, e
embrulhado na folha de bananeira. Modo de preparo: pilar a massa de
mandioca; umedecer com um pouco de água e peneirar (em peneira de buracos
largos); sobre o tacho sobre o fogo, colocar duas camadas sobrepostas de
folhas de bananeira, sobre essas espalhar uma camada grossa e uniforme de
massa de mandioca, assentando com as mãos, sem apertar e sem deixar
buracos; em seguida, colocar os pedaços de peixes (peixes sem espinhos,
limpos e fatiados); cobrir o peixe com uma nova camada de massa de
mandioca e outras duas camadas de folha de bananeira. Sobre todo o conjunto
colocar um peso (por exemplo: uma bacia com uma pedra pesada dentro).
Esperar torrar um lado, virar todo o conjunto para torrar do outro lado. Pode-se
adicionar ou não sal sobre o peixe. As mulheres mais velhas retiram o feixe
central das folhas de bananeira, e gostam de mostrar como o fazem; já as
jovens não retiram o feixe central. O consumo deste beiju é imediato e sua
oferta ocorre durante todo o ano. Ver: pitxa; cont. mayaka ikïasa. (Mondini,
2014: 101-102).
Las entradas están bien estructuradas y con frecuencia documentan con fotos las
etapas del proceso. En ellas se presenta no solo un equivalente, sino que se define el
tipo de alimento en cuestión con datos importantes para la cultura. Este tipo de trabajo,
que podemos considerar terminográfico, es el resultado de una terminología con sólida
base etnográfica y es relevante para la documentación de los términos específicos del
ámbito de la culinaria, con la información suficiente para la comparación con otras
lenguas y culturas así como para el registro para las generaciones futuras.
Estos trabajos realizados entre los juruna tienen en común una propuesta
diferente, que no parte de un conocimiento a priori que supone una «ciencia» y
«tecnología» universales, sino que trata de entender procesos y clasificaciones propios
de la cultura indígena. A este trabajo teórico-metodológico lo llamo «terminología
etnográfica», que hace una relación entre la «teoría comunicativa» de la terminología y
la etnografía, entre la lingüística y la antropología.
7. TERMINOLOGÍA ETNOGRÁFICA
Estas etapas están sujetas a cambios, ya que para la redacción de las definiciones
enciclopédicas, por ejemplo, a menudo será necesario volver a la observación
participante y a las entrevistas con especialistas de la comunidad de habla. Esto requiere
un trabajo más lento, más a largo plazo, para que los conocimientos sean descritos en
profundidad y con más seguridad, lo que implica muchos contactos con hablantes de la
lengua en la metodología etnográfica.
8. CONCLUSIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS