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En este sentido, el autor enumera algunos pasos que deben ser considerados para
ello. Primero se debe proceder a desmantelar los planes del enemigo, si esto falla,
se debe tratar de disolver sus alianzas, y si todo esto fracasa, se deberá atacar a
su ejército. Otro aspecto importante es el de la importancia de conocerse a sí mismo
y al enemigo, pues esto conduce a la invencibilidad.
Se debe ser flexible en la batalla y saber adaptarse a las circunstancias, así como
saber visualizar las señales que permitan al general conducir a su ejército a la
victoria. Lo ideal es vencer sin luchar y que la guerra se basa en el engaño y la
confusión del enemigo. Asimismo, se destaca la importancia de saber ajustarse a
las condiciones, ser capaces de defender las ventajas, aprovechar las
oportunidades y tener claridad de visión y un sólido liderazgo.
Según Sun Tzu, la necesidad de saber practicar el arte del engaño para confundir y
debilitar al enemigo, es algo muy esencial. Además, también aconseja el
aprovechamiento y mantenimiento no solo de las ventajas, sino aún más importante,
aprovechar todas las oportunidades que se presenten. De allí la importancia de
mantenerse en todo momento atento a lo que está aconteciendo.
Abordar y reconocer la cuestión del terreno y reconocerlo, es muy importante para
entender las ventajas y desventajas que ofrece cada tipo de terreno, es otro aspecto
clave para lograr la victoria. Del mismo modo, se previene sobre los beneficios y
perjuicios del uso de fuego en la batalla, y se analiza las ventajas e importancia del
uso de espías como instrumento de información.
Este es un aspecto clave: el arte del engaño, ya que es lo que supone una estrategia
militar, para trazar estratagemas que confundan al enemigo y así dificultarle el
identificar tus acciones, todo mediante el engaño y la sorpresa para lograr vencer al
enemigo.
Los que consiguen que se rindan, impotentes los ejércitos ajenos sin luchar,
son los mejores maestros del arte de la guerra.
Los buenos guerreros hacen que los demás vengan a ellos, y de ningún
modo se dejan atraer fuera de su campo.