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2018

ESTUDIO DEL IMPACTO


AMBIENTAL
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA
FACULTAD DE INGENIERIA ELECTRICA Y ELECTRONICA
CURSO DE LEGISLACION INDUSTRIAL, LABORAL Y
TRIBUTARIA
ALUMNOS: LAURENTE ALFARO, ALBERTO
JIMENEZ MAMANI, VICTOR
VEGA HUAPAYA, ROOSEVELT
PRÓLOGO
Durante la década de los noventa, el Perú inicia una década con reformas en su economía que atraen
consecuentemente capitales externos acompañados de inversión interna, factores que permitieron
un crecimiento sostenido que convirtió la economía peruana en la de mayor crecimiento en la región
con un producto bruto interno (variación porcentual promedio) de 4.0 en el periodo 1991-2000,
monto que se incrementó a 5.7 en la primera década del 2000. En cuanto a la inflación, se pasó de
369.5 variación porcentual promedio (registrada en la década de 1980-1990) a 24.6 en el periodo
1991-2000 e incluso se dedujo hasta 2.3 en la primera década del 2000, lo que generó una senda de
crecimiento sostenido. Estos cambios en nuestra economía significaron la aparición de grandes
proyectos; no obstante, si bien dicho crecimiento económico y presupuestal fue positivo, este no
fue acompañado por un crecimiento similar de la capacidad del Estado de gastar bien lo que
recaudaba y de generar las condiciones para un crecimiento sostenible que conlleve a un desarrollo
económico y social equitativo. Es por ello que la ciudadanía en general demanda la presencia de un
Estado activo, eficiente, transparente y oportuno. Las deficiencias del estado tienen impacto en la
vida de los ciudadanos y en las actividades empresariales, lo que tiene consecuencias en el bienestar
de las personas, en la competitividad empresarial, en la legitimidad de los gobiernos y por lo tanto
en el sistema democrático y sus instituciones.

Al iniciarse la década del 2000, los conflictos socioambientales se intensificaron y crecieron


exponencialmente como resultado de las malas prácticas en la ejecución de proyectos y de la
ausencia de instituciones públicas para hacer frente a este problema.

En el quinto informe publicado por la Defensoría del Pueblo (2002), se señala: “el tema de medio
ambiente ha tocado la puerta de la institución a través de varios acontecimientos y requerimientos
que llegan desde diferentes lugares del país, habiéndose evidenciado en diversas ocasiones un
desencuentro entre desarrollo económico, desarrollo social y promoción de los derechos
ambientales”. Así mismo, el sexto informe de la Defensoría del Pueblo (2003) manifiesta que existe
desconfianza de la población en respuesta a funcionarios públicos encargados de solucionar los
problemas ambientales, esto se debe a que un número significativo de organismos públicos
involucrados en materia ambiental con percepciones y políticas diferentes en relación a los
problemas ambientales y no siempre con actitudes favorables a la participación ciudadana y la
transparencia de la gestión pública.

La evaluación de impacto ambiental sobre proyectos de inversión se inicia formalmente en los


Estados Unidos de América, a finales de la década de los sesenta, con la aprobación de la Ley
Nacional de Política Ambiental (National Environmental Policy Act - NEPA), la cual establece que las
agencias federales deben evaluar los efectos ambientales de sus acciones propuestas antes de
tomar una decisión para su implementación. Por ello, el gobierno federal debe hacer uso de todos
los medios posibles para crear y mantener las condiciones bajo las cuales el hombre y la naturaleza
pueden existir en armonía productiva. En Latinoamérica, la evaluación del impacto ambiental fue
acogida décadas después, siendo Colombia uno de los primeros países en incorporar la evaluación
de impacto ambiental en los proyectos de inversión, a través del Código de los Recursos Naturales
(1973). Posteriormente, se sumaron México (1978) y Brasil (1988) a los países que aplicaban las
evaluaciones de impacto ambiental. No obstante, en nuestros países, estas evaluaciones
respondieron a un requerimiento u obligación administrativa más que a un criterio para incorporar
la variable ambiental en la formulación de un proyecto, y menos aún se constituyó como una
herramienta para la toma de decisiones.

¿POR QUÉ INTRODUCIR LA VARIABLE AMBIENTAL EN LOS PROYECTOS DE INVERSIÓN EN EL PERÚ?

De acuerdo con el análisis realizado por el Banco Mundial6 , la degradación en el Perú referida a la
calidad de vida y la salud, le cuesta al estado peruano 8 200 millones de soles, o 3,9 % del PBI (ver
gráfico 3), siendo los principales problemas identificados el inadecuado abastecimiento de agua,
sanidad e higiene, la contaminación atmosférica urbana, los desastres naturales, la exposición al
plomo, la contaminación del aire en locales cerrados, la degradación de la tierra, la deforestación y
la inadecuada recolección municipal de desechos. Dichos problemas, sumados a una débil
institucionalidad, son fuente de conflictos ambientales; de ahí la importancia de atender estos
aspectos mediante medidas que permitan corregir y prevenir escenarios de degradación ambiental.
La incorporación de la variable ambiental —entendida como una expresión representativa de un
elemento, cualidad o función, que refleja una preocupación social con respecto al estado del
ambiente— es fundamental en el proceso de toma de decisiones para determinar la viabilidad de
un proyecto de inversión. La incorporación de la variable ambiental en los proyectos de inversión
garantiza que dicho proyecto pueda ser desarrollado de manera sostenible; es decir, con medidas y
mecanismos óptimos que permitan manejar cualquier indicio de deterioro del entorno físico,
biológico o social, o la afectación de la salud de las personas; aspectos que pueden causar conflictos.
Asimismo, la variable ambiental debe estar enlazada con las variables económica y técnica, para
tomar la decisión de si se ejecuta o no un proyecto de inversión. El componente ambiental no puede
estar desligado de GRÁFICO 3. COMPARACIÓN DEL COSTO DE DEGRADACIÓN AMBIENTAL Fuente:
Líbano y Túnez: Sarraf, Larsen y Owaygen (2004); Argelia Ministerio de Gestión Territorial y
Ambiental, 2002; Egipto: Banco Mundial (2003); Marruecos: Banco Mundial (2003); Siria: Saffaf, Bolt
y Larsen (2004); Jordania METAP (2000). Nota: Los costos en el Perú incluyen efectos sobre la salud
y desastres naturales. 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 Porcentaje del PBI Costo de la degradacion
ambiental (salud y calidad de vida) EVALUACIÓN DEL IMPACTO AMBIENTAL 27 la formulación de un
proyecto o ser dejado para etapas posteriores de su formulación, porque no se estaría estimando
el costo real de inversión (incluyendo el costo ambiental), con consecuencias de paralización de las
obras o de una posterior remediación de áreas como producto de las actividades de los
inversionistas, con costos que luego el Estado tendría que asumir.
PRESERVACION LEGAL DE LA DIVERSIDAD GENETICA
Y LOS ECOSISTEMAS
Perú goza de una diversidad de ecosistemas, especies y recursos genéticos exuberante,
encontrándose entre los diez países más biodiversos del mundo (MINAM 2010a). El 10% de todas
las especies de flora identificadas a nivel mundial se encuentran presentes en su territorio (Pastor
Soplín 2004), y con menos del 1% de la superficie global terrestre, alberga 20375 especies de plantas
vasculares (MINAM 2010b); es decir, el 7.5 % del total registrado globalmente. De ellas, al menos
5509 son endémicas (León et al. 2006). En relación con la fauna, si bien se encuentra menos
estudiada, el país también presenta una riqueza extraordinaria: Perú se halla en cuarto lugar a nivel
mundial en relación con el número de especies de anfibios -538- (Aguilar et al. 2010), segundo si se
considera las especies de aves -1835- (Plenge 2010) y quinto si se trata de mamíferos -508 especies-
(Pacheco et al. 2009). Tal diversidad biológica convierte al Perú en un proveedor innato de recursos
genéticos altamente valiosos para el sector biotecnológico; habiéndose estimado en este sentido,
que cerca de 400 especies de plantas nativas son potencialmente utilizables por la industria
farmacológica (Kámiche Zegarra 2010).

Desde esta perspectiva, Perú podría beneficiarse si implementase a nivel nacional un régimen
eficiente y efectivo de acceso a recursos genéticos y distribución de beneficios, mecanismo conocido
como "ABS" por sus siglas en inglés de Access and Benefit-Sharing. El ABS es capaz de lograr dos
objetivos fundamentales. En primer lugar, desacelerar la pérdida de biodiversidad -y
específicamente de la diversidad genética- mediante la distribución de los beneficios que se deriven
de la utilización de recursos genéticos con los países que los proveen, quienes generalmente son
ricos en biodiversidad pero pobres en recursos financieros (Godt 2009). En segundo término,
compensar a las comunidades indígenas y locales por el uso de su conocimiento tradicional en
relación con la biodiversidad; ya que si bien dicha información ha sido utilizada frecuentemente para
el avance de la ciencia, ellas nunca han sido retribuidas (Aguilar 2001).

El marco normativo internacional: Convenio sobre la Diversidad Biológica y Protocolo de Nagoya

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es un acuerdo casi global, con la notoria ausencia
de Estados Unidos, que trata de conjugar los diferentes, y a veces divergentes, intereses de las
Partes que lo negociaron: mientras que los países desarrollados priorizaron la conservación de la
biodiversidad (Glowka et al. 1994), sus pares en vías de desarrollo privilegiaron el desarrollo
humano, el uso sostenible de la biodiversidad, la transferencia de tecnología, el financiamiento para
la conservación y el reparto de beneficios provenientes de la utilización de recursos genéticos
(Cabrera Medaglia 1994, Raustiala & Victor 1996). Surgido como un acuerdo que busca satisfacer a
todas las Partes se caracteriza, al menos en los que respecta al ABS, por sus claras implicaciones
redistributivas (Raustiala 1997).

El CDB, en vigor desde el 29 de diciembre de 1993, reiteró el reconocimiento del principio de


soberanía de los Estados sobre los recursos naturales que se encuentran bajo su jurisdicción (art. 3).
Además dispuso la potestad de las Partes para regular el acceso a sus recursos genéticos (art. 15.1),
estableciendo que si éstas deciden reglamentarlo, quien desee entonces acceder a ellos deberá
contar con el consentimiento fundamentado previo de dicha Parte (art. 15.5) y acordará las
condiciones del acceso y uso de recursos genéticos con ella (art. 15.4). El CDB también protege el
conocimiento tradicional asociado a la utilización de la biodiversidad en posesión de comunidades
indígenas y locales, obligando a las Partes a fomentar el reparto equitativo de los beneficios
derivados de la utilización de este conocimiento con las comunidades que lo proveen (art. 8 j).

A pesar de las disposiciones del CDB, la falta de medidas de control en el país del usuario de recursos
genéticos que sirvieran para verificar que éstos hubieran sido accedidos de acuerdo con la
legislación del país proveedor, socavaba todo el sistema. Como consecuencia de ello, un grupo de
países mega-diversos, constituido por Brasil, China, Costa Rica, Colombia, Ecuador, India, Indonesia,
Kenia, México, Perú, Sudáfrica y Venezuela, decidió buscar una nueva instancia negociadora sobre
ABS a fin de resolver la falta de medidas de control (Lago Candeira 2007). El interés de dichos países
que fue plasmado primero en la Declaración de Cancún de Países Mega-Diversos Afines y recogido
posteriormente en el Plan de Aplicación de las Decisiones de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible (punto 44 o) concretado en 2002 en Johannesburgo, Sudáfrica, dio origen al Protocolo
de Nagoya.

El Protocolo de Nagoya entró en vigor el 12 de octubre de 2014. El acuerdo dispone que el acceso a
recursos genéticos se deba producir únicamente cuando medie consentimiento fundamentado
previo del país proveedor (art. 6.1) y una distribución justa y equitativa de beneficios entre el
solicitante de acceso y el proveedor de los recursos, concretada en condiciones mutuamente
acordadas (art. 5.1). Entre estos beneficios, los cuales pueden ser monetarios y no monetarios, el
Protocolo privilegia el acceso y transferencia de tecnología a favor del país proveedor y la
colaboración y cooperación científica con él (art. 23). Asimismo, el Protocolo de Nagoya regula el
acceso al conocimiento tradicional asociado a la utilización de recursos genéticos que se encuentra
en posesión de comunidades indígenas y/o locales; disponiendo que tal acceso se realice
únicamente cuando medie consentimiento fundamentado previo de las comunidades y con la
participación de éstas en los beneficios que del uso del conocimiento pudieran derivarse (art. 7).

Finalmente, el Protocolo establece las famosas medidas de cumplimiento. En tal sentido, el


Protocolo obliga a adoptar medidas legislativas, administrativas o de política apropiadas, eficaces y
proporcionales para asegurar que los recursos genéticos utilizados dentro de la propia jurisdicción
hayan sido accedidos de conformidad con el consentimiento fundamentado previo del país
proveedor y que se han establecido con él condiciones mutuamente acordadas de acuerdo con su
legislación nacional (art. 15.1). Además se dispone la misma obligación con respecto al conocimiento
tradicional asociado a la utilización de recursos genéticos (art. 16.1). Como corolario de lo anterior,
las Partes deben además adoptar medidas para abordar situaciones de incumplimiento con
respecto a las medidas de cumplimiento anteriormente mencionadas (art. 15.2 para recursos
genéticos) y (art. 16.2 para conocimiento tradicional).

Si bien las medidas de cumplimiento no han sido especificadas, ellas deben ofrecer un control
efectivo y eficiente sobre el status legal de los recursos genéticos y/o conocimiento tradicional que
se utilizan en la propia jurisdicción ya que de otra manera todo el régimen articulado por el
Protocolo sería inútil. Una medida de cumplimiento que obligatoriamente debe establecerse es la
designación de un "punto de verificación" encargado de controlar la legalidad del acceso a los
recursos genéticos (art. 17.1 (a)). No se aclara qué organismo deberá actuar como punto de
verificación pero éste podría ser la oficina de patentes, el organismo nacional encargado de financiar
investigación sobre recursos genéticos u otro que la Parte desee y cumpla con los requisitos
enunciados en el Protocolo (art. 17.1 (a) (iv)).

También es novedosa la introducción del "permiso" (art. 6.3 (e)) o "certificado de cumplimiento"
(art. 17.2), el cual acredita el cumplimiento del consentimiento fundamentado previo y el
establecimiento de condiciones mutuamente acordadas con el país proveedor de los recursos
genéticos. El certificado será exigible más tarde en la jurisdicción del propio usuario de recursos
genéticos en el momento en que él pase por alguno de los puntos de verificación establecidos (art.
17.1 (a) (i) (ii) (iii)). De esta manera se demostrará que efectivamente se ha cumplido con la
legislación nacional del país proveedor de recursos genéticos al acceder a ellos.

Desafíos que presenta la legislación peruana

Procedimiento de acceso a recursos genéticos.- El procedimiento de acceso a recursos genéticos


de Perú se encuentra principalmente regulado mediante la Decisión Andina 391 y el Decreto
Supremo N° 003-2009-MINAM que aprueba el Reglamento de Acceso a Recursos Genéticos, la
principal norma de ABS del país. Asimismo, los novedosos Decreto Supremo N° 018-2015-MINAGRI
y Decreto Supremo N° 019-2015-MINAGRI que aprueban respectivamente el Reglamento para la
Gestión Forestal y el Reglamento para la Gestión de Fauna Silvestre han introducido disposiciones
de importancia con respecto al tema.

Rol de la institución nacional de apoyo.- El rol de la "institución nacional de apoyo", pensada en la


Decisión 391 como una contraparte nacional, dedicada a la investigación científica o técnica, que
acompañe al solicitante de acceso a recursos genéticos y participe junto con él en las actividades de
acceso (art. 1), ha sido desvirtuado. En la actualidad tanto el Decreto Supremo N° 003-2009-MINAM
que la regula en sus artículos 18 y 19, como la práctica administrativa del país han impreso a la
institución un marcado sesgo de control. Con ello la función real que ejerce la institución nacional
de apoyo se circunscribe a verificar que las actividades de acceso e investigación que el solicitante
de recursos genéticos lleva a cabo se ajustan a la resolución que autoriza el acceso. Este giro ha
llevado a pensar que la exigencia de hacerse acompañar por una institución nacional de apoyo es
una forma solapada de seleccionar quién será el "espía" que controle el proyecto; repercutiendo
dicha percepción negativa, en el efectivo comienzo de varias iniciativas de bioprospección. Se estima
por lo tanto que debido a este cambio sustancial de funciones se han perdido valiosas
oportunidades para la participación del sector científico peruano en la investigación biotecnológica,
o al menos en alguna de sus etapas.

Retroactividad.- El cuadro normativo de ABS de Perú posee claros efectos retroactivos. Con ello se
vulnera el principio de seguridad jurídica que busca crear certidumbre sobre los derechos y
obligaciones que corresponden a un determinado sujeto y que debe, dada la universalidad del
principio, primar en todo ordenamiento normativo. Disposiciones del Decreto N° 003-2009-MINAM
tales como las que obligan a quien detente recursos genéticos, productos derivados o componente
intangible originarios de Perú a regularizar el acceso en el plazo de un año desde la entrada en
vigencia de la legislación bajo apercibimiento de aplicar diversas sanciones (disposición transitoria
segunda), o a ajustar a la reglamentación vigente los contratos o convenios que se hubieren
suscripto con terceros sobre recursos genéticos, sus productos derivados o los recursos biológicos
que los contengan bajo pena de no poder acceder nuevamente a recursos genéticos (disposición
transitoria tercera), o facultan al Estado para ejercer acción reivindicatoria y para cobrar la
indemnización correspondiente con respecto a recursos genéticos peruanos (disposición transitoria
sexta), claramente amplían las consecuencias jurídicas establecidas por la reglamentación a hechos
(accesos y acuerdos) acaecidos con anterioridad a su entrada en vigencia. En cualquier caso resulta
mencionable que el impacto real de estas disposiciones ha sido nulo ya que no se ha producido el
pretendido "saneamiento" o "regularización".

Medidas de cumplimiento y punto de verificación.- Perú había implementado a través del Decreto
Supremo N° 003-2009-MINAM una serie de medidas de cumplimiento con anterioridad al Protocolo
de Nagoya en coincidencia con las que éste pretende ahora que los países adopten. Una de ellas es
el "Mecanismo Nacional de Supervisión y Seguimiento Integrado de los Recursos Genéticos", cuyo
objetivo es asegurar que se haya otorgado consentimiento fundamentado previo y se hayan
establecido condiciones mutuamente acordadas al acceder a recursos genéticos (art. 38). El
mecanismo propone un intercambio de información entre diferentes autoridades y el registro
público de contratos de acceso a recursos genéticos. Otra medida de cumplimiento dispuesta por la
legislación peruana incluye una serie de infracciones y sanciones entre las que destacan la
suspensión o cancelación de la autorización de acceso, el decomiso del material y multas para
quienes realicen actividades de acceso sin contar con la respectiva autorización o en contravención
de lo establecido por el Decreto (arts. 34 y 35).

Conclusiones

Perú ha ejercido efectivamente el derecho soberano para regular el acceso a sus recursos genéticos.
Su marco normativo se encuentra principalmente configurado por el Decreto Supremo N° 003-2009-
MINAM que reglamenta el acceso a recursos genéticos. A pesar de que el régimen es completo y
detallado, el país enfrenta graves dificultades a la hora de implementar un régimen efectivo y
eficiente de ABS a nivel nacional.

En primer lugar, el procedimiento de acceso a recursos genéticos es demasiado complejo y


burocrático; como consecuencia de ello, no existen experiencias exitosas sobre ABS en el país. Amén
de ello, el Decreto no incorpora las novedades del Protocolo de Nagoya en materia de acceso; por
ejemplo, el permiso o consideraciones especiales para los recursos genéticos útiles para la
alimentación y la agricultura no comprendidos en el Tratado Internacional sobre Recursos
Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (FAO 2009). Esto último no sería del todo
reprochable si al menos el proyecto de reglamento que se encuentra bajo tratamiento las incluyese,
cuestión que lamentablemente no hace. Tal carencia supone que cualquier nuevo proyecto de
reglamentación sobre ABS quede ya obsoleto aún antes de haber sido aprobado.

Una segunda debilidad destacable es el hecho de que el rol de la "institución nacional de apoyo" ha
sido adulterado, limitándolo simplemente al mero control de las actividades que ejerce el solicitante
de recursos. Con ello se ha perdido una gran oportunidad para promover el sector científico nacional
el cual podría beneficiarse si se requiriese establecer con él una verdadera relación de colaboración
científica.
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS
PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL
Definición de patrimonio cultural: De acuerdo a la ley General del Patrimonio Cultural de la Nación,
en el artículo II se dispone:

“Articulo II.- Se entiende por bien integrante del Patrimonio Cultural de la Nación toda
manifestación del quehacer humano –material o inmaterial– que por su importancia, valor y
significado paleontológico, arqueológico, arquitectónico, histórico, artístico, militar, social,
antropológico, tradicional, religioso, etnológico, científico, tecnológico o intelectual, sea
expresamente declarado como tal o sobre el que exista la presunción legal de serlo. Dichos bienes
tienen la condición de propiedad pública o privada con las limitaciones que establece la presente
Ley.”(Ley N° 28296, 2004)

Definición de patrimonio natural: De acuerdo a la Ley de Áreas Naturales Protegidas (Ley N° 26834)

“Las Áreas Naturales Protegidas son los espacios continentales y/o marinos del territorio nacional,
expresamente reconocidos y declarados como tales, incluyendo sus categorías y zonificaciones, para
conservar la diversidad biológica y demás valores asociados de interés cultural, paisajístico y
científico, así como por su contribución al desarrollo sostenible del país.”(Ley N° 26834, 2005)

De acuerdo al artículo 2 de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación. Se da como objetivos
generales:

“Artículo 2.- La protección de las áreas a que se refiere el artículo anterior tiene como objetivos:

a. Asegurar la continuidad de los procesos ecológicos y evolutivos, dentro de áreas suficientemente


extensas y representativas de cada una de las unidades ecológicas del país.

b. Mantener muestras de los distintos tipos de comunidad natural, paisajes y formas fisiográficas,
en especial de aquellos que representan la diversidad única y distintiva del país.

c. Evitar la extinción de especies de flora y fauna silvestre, en especial aquellas de distribución


restringida o amenazadas.

d. Evitar la pérdida de la diversidad genética.

e. Mantener y manejar los recursos de la flora silvestre, de modo que aseguren una producción
estable y sostenible.

f. Mantener y manejar los recursos de la fauna silvestre, incluidos los recursos hidrobiológicos, para
la producción de alimentos y como base de actividades económicas, incluyendo las recreativas y
deportivas.

g. Mantener la base de recursos, incluyendo los genéticos, que permita desarrollar opciones para
mejorar los sistemas productivos, encontrar adaptaciones frente a eventuales cambios climáticos
perniciosos y servir de sustento para investigaciones científicas, tecnológicas e industriales.

h. Mantener y manejar las condiciones funcionales de las cuencas hidrográficas de modo que se
aseguren la captación, flujo y calidad del agua, y se controle la erosión y sedimentación.
i. Proporcionar medios y oportunidades para actividades educativas, así como para el desarrollo de
la investigación científica.

j. Proporcionar oportunidades para el monitoreo del estado del medio ambiente.

k. Proporcionar oportunidades para la recreación y el esparcimiento al aire libre, así como para un
desarrollo turístico basado en las características naturales y culturales del país.

l. Mantener el entorno natural de los recursos culturales, arqueológicos e históricos ubicados en su


interior.

m. Restaurar ecosistemas deteriorados.

n. Conservar la identidad natural y cultural asociada existente en dichas áreas.”(Ley N° 26834, 2005)

Así mismo existe la Ley General de ambiente (Ley N° 28611) del 2005 que indica la obligación
ciudadana hacia la protección del patrimonio ambiental.

“Artículo 28.- De la obligación ciudadana

El ciudadano, en forma individual u organizada, debe participar en la defensa y protección del


patrimonio ambiental y los recursos naturales de su localidad.

Los Gobiernos Locales podrán celebrar convenios con organismos públicos y privados especializados
en materia ambiental para capacitar a las organizaciones vecinales para la defensa y protección del
patrimonio ambiental y los recursos naturales.

Los organismos públicos de alcance nacional, los Gobiernos Regionales y Locales impulsarán el
otorgamiento de compensaciones y gratificaciones honoríficas para aquellos ciudadanos que
colaboren activamente en la defensa y protección del patrimonio ambiental y los recursos
naturales.” (Ley N° 28611, 2005)
SISTEMA NACIONAL DEL AMBIENTE
Para el entendimiento de la gestión del ambiente se utiliza como base la Ley marco del sistema
nacional de gestión ambiental (Ley Nº 28245) de junio del 2004.

En esta ley se establece el rol que corresponde al CONAM (Consejo Nacional del ambiente), y a las
entidades regionales y locales en sus ejercicios de sus atribuciones ambientales al fin de cumplir con
sus funciones, así mismo también se establece la participación del sector privado y la sociedad civil.

En síntesis el Sistema Nacional de Gestión Ambiental tiene por finalidad orientar, integrar,
coordinar, supervisar, evaluar y garantizar la aplicación de las políticas, planes, programas y acciones
destinados a la protección del ambiente y contribuir a la conservación y aprovechamiento sostenible
de los recursos naturales.

En el artículo 5 de esta ley se establece los criterios generales que considera el sistema nacional de
gestión del medio ambiente.

“Artículo 5.- De los Principios de la Gestión Ambiental

La gestión ambiental en el país, se rige por los siguientes principios:

a. Obligatoriedad en el cumplimiento de la Política Nacional Ambiental, el Plan y la

Agenda Nacional de Acción Ambiental y las normas transectoriales que se dicten para alcanzar sus
objetivos;

b. Articulación en el ejercicio de las funciones públicas, de acuerdo con el carácter transectorial de


la gestión ambiental;

c. Coherencia, orientada a eliminar y evitar superposiciones, omisiones, duplicidades y vacíos en el


ejercicio de las competencias ambientales;

d. Descentralización y desconcentración de capacidades y funciones ambientales;

e. Simplificación administrativa, a fin de unificar, simplificar y dar transparencia a los procedimientos


y trámites administrativos en materia ambiental;

f. Garantía al derecho de información ambiental;

g. Participación y concertación, a fin de promover la integración de las organizaciones


representativas del sector privado y la sociedad civil en la toma de decisiones ambientales;

h. Promoción y apoyo a las iniciativas voluntarias dirigidas a la prevención de la contaminación;

i. Promoción de mecanismos alternativos para la resolución de conflictos ambientales;

j. Priorización de mecanismos e instrumentos de prevención y producción limpia;

k. Aplicación del criterio de precaución, de modo que cuando haya peligro de daño grave o
irreversible, la falta de certeza absoluta no debe utilizarse como razón para postergar la adopción
de medidas eficaces y eficientes para impedir la degradación del ambiente;
I. La inversión nacional y la extranjera se sujeta a las mismas condiciones y exigencias establecidas
en la legislación ambiental nacional y en la internacional, aplicable al Perú;

m. Complementariedad entre los instrumentos de incentivo y sanción, privilegiando la protección


efectiva, la eficiencia, la eficacia, la prevención, el mejoramiento continuo del desempeño ambiental
y la recuperación y manejo del pasivo ambiental o zonas ambientalmente degradadas;

n. Valorización e internalización de los costos ambientales, bajo el principio contaminador - pagador;

o. Permanencia, continuidad y transparencia de las acciones de fiscalización; y,

p. Articulación del crecimiento económico, el bienestar social y la protección ambiental, para el


logro del Desarrollo Sostenible.” (Ley Nº 28245, 2004).
Bibliografía
 Ley Marco Del Sistema Nacional De Gestión Ambiental. Ley N° 28245, de 08 de junio del
2004. Recuperado el 22 de noviembre del 2018 de http://www.minam.gob.pe/wp-
content/uploads/2013/10/ley-SNGA-28245.pdf.
 Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, Ley N° 28296, de 2004. Recuperado el 22
de noviembre del 2018 de
http://www.cultura.gob.pe/sites/default/files/archivosadjuntos/2016/08/marcolegalokver
siondigital.pdf.
 Ley General Del Ambiente, Ley N° 28611, de 15 de octubre del 2005, Recuperado el 22 de
noviembre del 2018 de http://www.minam.gob.pe/wp-content/uploads/2013/06/ley-
general-del-ambiente.pdf.

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