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TRANSICIÓN

DE LA CAPA
LÍMITE

15/10/2018 Mecánica de Fluidos II

Integrantes:
Lau Shigyo, Luis Augusto
Flores Llanos, Alfredo Cristian
Mogrovejo Revilla, Brad
Sana Ayta, Gabriel Fernando

Docente:
Mg. Lester Silva Vidal
Universidad Nacional de San Agustín

Transición de la capa límite


MECÁNICA DE FLUIDOS II

INTRODUCCIÓN
En el diseño de intercambiadores de calor compactos, es critica la determinación precisa del
comportamiento hidrodinámico y térmico de la capa límite que se desarrolla en la entrada de los
conductos. Por ello es necesario incluir la zona de transición de flujo laminar a turbulento, y además definir
la longitud para la cual son importantes los efectos de entrada del flujo dentro de un conducto. La
simulación numérica de este comportamiento requiere un modelo de turbulencia que permita representar
la transición del flujo laminar al turbulento de manera continua.

CAPA LÍMITE
Un cuerpo que este inmerso en un flujo experimenta una fuerza resultante debido a la acción entre el flujo
y el cuerpo. Esta es la fuerza resultante de los esfuerzos de corte en la pared del cuerpo (𝜏𝑤 ) y de los
esfuerzos normales a la superficie. La resultante de las fuerzas en dirección horizontal se denomina
Arrastre (D) y las fuerza con dirección vertical se denomina Empuje o sustentación (L).

Figura 1: Resultante de fuerzas horizontal y vertical sobre un perfil alar.


La magnitud de estas fuerzas dependerá de la forma que tome el flujo alrededor del cuerpo y por lo
tanto de la forma del cuerpo, de las condiciones del flujo y de la posición relativa del cuerpo con respecto
al flujo. La figura 2 muestra el flujo alrededor de 3 cuerpos con distinta forma.

Figura 2: Flujo alrededor de diferentes cuerpos.

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Transición de la capa límite

Se denomina Capa límite a la región alrededor de un cuerpo en la cual los efectos viscosos (𝜏) no son
despreciables. Como se vio anteriormente los esfuerzos de corte están asociados a gradientes de
velocidad por lo que en la capa límite los gradientes de velocidad no son despreciables. Se debe
recordar que las partículas fluidas en contacto con un cuerpo tienen la misma velocidad del cuerpo. Lo
anterior indica que existe una diferencia de velocidades entre el contorno del cuerpo y el flujo libre lejos
del cuerpo. Fuera de la capa límite se puede considerar el flujo como ideal.

Desarrollo de la capa límite


La figura 4 muestra el desarrollo de la capa límite sobre una placa plana inmersa en un flujo para un
número de Reynolds elevado. δ es el espesor de la capa límite, es decir, es el límite de la región donde
los esfuerzos de corte no son despreciables. El número de Reynolds se define como:
ρ𝑈𝑥
𝑅𝑒 =
μ
En una primera parte se desarrolla la capa límite laminar (x pequeño  Re pequeño). En esta región el
flujo es laminar por lo que las partículas se encontraran sometidas a esfuerzos de corte laminar y no
existirá mezcla entre las capas. El espesor de la capa límite δ aumenta con x debido al flujo que entra en
esta región desde la corriente libre. Como Re es una función de la posición x sobre la placa, éste aumenta
con x. Lo anterior indica que para una placa dada y una velocidad de la corriente libre U dada siempre
se alcanzará el régimen turbulento siempre y cuando la placa sea lo suficientemente larga. Por lo tanto, si
la placa es lo suficientemente larga, existirá un punto de transición (en realidad existe una zona de
transición) donde el régimen se torna turbulento. La aparición de un régimen turbulento está asociado a un
aumento notable en el espesor de la capa límite. En esta región las partículas estarán sometidas a
deformaciones en todas direcciones y existirá mezcla o difusión entre las distintas capas del fluido.

Figura 4: Desarrollo de la capa limite sobre una placa plana.

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En la zona cercana a la placa las velocidades relativas entre el flujo y la placa son pequeñas generando
una zona donde el flujo es laminar. Esta región se denomina subcapa laminar. Se puede ver también de la
figura 4 que las partículas que pasan fuera de la capa limite no se encuentran sometidas a deformaciones
y, por lo tanto, tampoco a esfuerzos de corte.
En cuerpos curvados existe una aceleración de las partículas fluidas en la parte anterior del cuerpo hasta
el punto de mayor espesor (líneas de corriente se juntan). Pasado este punto el flujo se desacelera (líneas
de corriente se abren) y aumenta la presión. Si la curvatura del cuerpo es muy grande, y dependiendo de
las condiciones del flujo, se puede generar un flujo inverso y lo que se denomina desprendimiento de la
capa límite. Detrás del cuerpo se generará un zona denominada estela (Fig. 5).

Figura 5: Desprendimiento y flujo inverso en un cuerpo curvo.

Espesor de capa límite


Hasta aquí se ha definido la capa limite como la región del flujo donde los esfuerzos viscosos, y por lo
tanto los gradientes de velocidad, son importantes. Ya que la aproximación de la velocidad del flujo entre
el cuerpo y el flujo libre es asintótica, no existe en realidad un límite determinado para definir el espesor
de la capa limite. Debido a lo anterior se ha definido (en forma arbitraria) el espesor δ como la distancia
a la pared donde la velocidad es igual a un 99% la velocidad de la corriente libre (Fig. 6).

Figura 6: Espesor de la capa limite 𝛿

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DESPRENDIMIENTO DE LA CAPA LÍMITE


Un fenómeno de gran interés y dificultad para el estudio de la capa límite, y posiblemente de la mecánica
de fluidos, sea el del desprendimiento.

FIGURA 7. Esquema que muestra el desprendimiento en divergencias fuertes de conductos y en cuerpos poco
aerodinámicos.
Una posible explicación del fenómeno es la siguiente: consideremos el movimiento alrededor de un cuerpo
aerodinámico, o en un conducto de sección variable, suficientemente corto para que la capa límite no
llegue al centro del mismo. En el cuerpo indicado en la Figura 7, A y C serían puntos de remanso, y en el
conducto en A y O debería haber menor velocidad que en B . El fluido de A a B se acelera y de B a C se
decelera, por tanto de A a B hay un gradiente de presión reducida que tiende a acelerar el fluido y de B
a C otro que tiende a decelerarlo. Fuera de la capa límite lo único que tiende a acelerar o decelerar el
fluido es este gradiente de presión, según nos indica la ecuación de Bernoulli, en cambio, dentro de la
capa límite, tenemos además las fuerzas viscosas que siempre tienden a decelerar el fluido, debido a esto,
en la zona BC, donde:
𝑑𝑃 𝑑𝑈
= −ρ𝑈 >0
𝑑𝑥 𝑑𝑥
que es la ecuación (1), ambas fuerzas, de fricción y presión, tienden a decelerar el fluido y más todavía
cuanto más en el interior se esté dentro de la capa límite, por ser mayor la fricción.
Si la inercia que trae el fluido de aguas arriba no es demasiado grande, tal como muestra la Figura 8,
puede darse la circunstancia de que el fluido cerca de la pared se vuelva para atrás, si se cumple la
condición. El punto de desprendimiento se define como el punto donde la corriente está a punto de
volverse para atrás, tal como se indica en el punto D dela Figura 8:

Figura 8. Esquema de la evolución de los perfiles de velocidad cerca del punto de desprendimiento.

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𝜕𝑣𝑥
| | =0
𝜕𝑦 𝑦=0

Esta ecuación (2) indica que no sólo en la pared, sino muy cerca de ella, la velocidad se ha anulado y que
probablemente un poco más aguas abajo la velocidad 𝑣𝑥 , se haría negativa. Experimentalmente se
observa que, más abajo de donde se cumple (2), la capa límite se ensancha bruscamente, y la velocidad
𝑣𝑥 se hace del mismo orden que U. Es como si la corriente reversa que entra por la pared actuase como
una cuña que levanta la capa límite, creando los torbellinos típicos asociados al desprendimiento. Una
dificultad importante para el cálculo del desprendimiento estriba en que, para saber dónde se cumple (2),
es necesario conocer la estructura de la capa límite y, para ello, necesitamos conocer el gradiente de
presión reducida, dP/dx, pero este dato se obtiene de resolver el problema ideal, para flujo interno en
conductos o para flujo externo. Para resolver este problema, necesitamos a su vez conocer donde se
aplican las condiciones de contorno del fluido ideal. Mientras la capa límite sea muy delgada, podemos
poner la condición de contorno en el cuerpo, pero cuando la capa límite se desprende, ya no sabemos
dónde está situada la línea de corriente que separa las regiones viscosa y no viscosa. Según se verá a
continuación, sólo cuando hay una esquina se sabrá que en ella se desprende la capa límite. Sin embargo
se puede indicar que, si la capa límite permanece laminar, el punto de desprendimiento sólo depende de
la forma geométrica de las paredes y no de la viscosidad, o del número de Reynolds. La única
dependencia del punto de desprendimiento con el Re está asociada a que cuando la capa límite pasa de
laminar a turbulenta, el punto de desprendimiento se retrasa. Esto se puede comprender si se considera
que la condición equivalente a esta ecuación es:
τ0 = 0
Y como el esfuerzo cortante turbulento es mayor que el laminar, cuesta más trabajo anularlo y hacer que
la corriente vuelva para atrás.
La ecuación se particulariza para la pared de manera que,
𝑑𝑃 𝜕 2 𝑣𝑥

𝑑𝑥 𝜕𝑦 2
En el punto de desprendimiento se debe cumplir (2), 𝜕𝑣𝑥 /𝜕𝑦 = 0, y para que la velocidad aumente hasta
su valor exterior, la única manera es que en la pared la derivada segunda sea positiva, con lo que de la
Ecuación (3) se recobra la (1). En el punto de desprendimiento la condición (1) es necesaria, pero no
suficiente. Cuanto mayor sea la deceleración de la corriente exterior, mayor probabilidad hay de que la
corriente se des- prenda. El problema es que no hay una forma teórica directa de adivinar lo que se
puede desacelerar la corriente sin desprenderse. Para evitar el desprendimiento, lo mejor es desacelerar
poco la corriente, esto es, conductos que se abran o cuerpos muy perfilados paralelos a la corriente. En la
Figura 7 de B a C hay peligro de que se desprende la corriente. Nótese que la parte convergente del
conducto ola parte delantera del perfil, donde éste se ensancha, son considerablemente más cortas que
las partes posteriores, donde la tobera diverge o el perfil disminuye su espesor. Si el mismo cuerpo
perfilado se pone a un ángulo de ataque grande respecto a la corriente, puede haber desprendimiento,
siendo este fenómeno el responsable de las llamadas pérdidas por choque en turbomaquinaria o de la
entrada en pérdida de las alas de avión.

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Un caso en que es posible predecir el punto de desprendimiento es en las esquinas, cuando la corriente
tiene que doblarlas. Tal como se muestra en la Figura 9, en B la velocidad sería infinita, y de B a C habría
una deceleración altísima, que daría lugar al desprendimiento.
Otro caso interesante lo constituye el punto de remanso, mostrado en la Figura 9; en A la velocidad es
cero y de A a B la corriente se acelera y no hay desprendimiento. Sin embargo, si ponernos una placa A'A
paralela a la corriente, la capa límite de A' a A se desprende al decelerarse la corriente a lo largo dela
placa.

Figura 9. Esquema de las zonas de peligro de desprendimiento en esquinas.


Casi todas las pérdidas locales estudiadas están relacionadas con el desprendimiento. En general, el
desprendimiento es un fenómeno indeseable, y suele estar asociado a la formación de torbellinos que
tienen una energía que suele ser irrecuperable.

FIGURA 10. Esquema que muestra cómo, cuándo se coloca una placa plana en la línea de simetría del punta
de remanso, se desprende la capa límite, debido a que a lo largo de la misma aumenta la presión.

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Resistencia de cuerpos
Se va a tratar de justificar algunos de los resultados del análisis dimensional. Se vio que la resistencia al
avance de cuerpos era de la forma:
1
𝐹 = ρ𝑈 2 𝐶𝐷
2
donde para cuerpos no aerodinámicos el coeficiente de resistencia, 𝐶𝐷 , es de orden unidad y sólo
depende de la forma del cuerpo, y para cuerpos perfilados 𝐶𝐷 es pequeño.

Figura 11. Esquema que ilustra la aparición de una zona de depresión en la parte posterior del cuerpo cuando
hay desprendimiento, que se hace muy pequeña o desaparece cuando el cuerpo es aerodinámico.
La explicación reside en que para cuerpos no aerodinámicos hay desprendimiento de la capa límite, y en
la parte posterior del cuerpo BC, indicada en la Figura 11, afectada por el desprendimiento, hay una
zona de baja presión que no compensa la sobrepresión por impacto dela corriente en la parte frontal AB,
del orden de la presión dinámica. El efecto de fricción de la capa límite es pequeño comparado con este
otro efecto. En cuerpos perfilados, en cambio, la sobrepresión de AB se compensa por una sobrepresión en
BC, ya que, al no desprenderse la capa límite el movimiento alrededor del cuerpo sería el de un fluido
ideal, tendiendo a cumplirse la paradoja de D'Lambert, que establece que el cuerpo no experimenta
resistencia al avance.

Figura 12. Esquema que ilustra cómo se reduce la zona de corriente desprendida cuando la capa límite es
turbulenta.

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Mencionaremos un efecto curioso conocido con el nombre de efecto Eiffel. En la Figura 13 se observa que
𝐶𝐷 experimenta una bajada brusca alrededor de un Re de 300.000, para una esfera. Esto se debe a lo
que indicamos antes de que el punto de desprendimiento se va más aguas abajo, cuando la capa límite se
hace turbulenta, con lo que la zona desprendida se hace más pequeña, y como se indica en la Figura 12,
de B a B' la presión se recupera algo, disminuyendo la resistencia. Si la esfera es rugosa, la transición de
laminar a turbulento sería para Re más bajos, con lo que, aunque aumentase la resistencia por fricción,
disminuiría la correspondiente a la presión. Este efecto se utiliza en las bolas de golf, que tienen una
superficie con protuberancias.

Figura 13. Coeficiente de resistencia en una esfera en función del número de Reynolds.

TURBULENCIA
Al analizar el flujo reptante alrededor de una esfera vimos que el arrastre tiene dos contribuciones: el
arrastre de forma y la fricción de piel. La fricción de piel siempre estará presente ya que todos los fluidos
tienen una cierta viscosidad y la única manera de reducirla es disminuir la superficie mojada del sólido. En
cambio, el arrastre de forma depende fuertemente de la forma del sólido y puede disminuirse
sustancialmente cambiándola.
Para entender la influencia de la forma sobre el arrastre es necesario analizar el fenómeno de la
separación de la capa límite. Para ello consideremos el flujo de un fluido alrededor de un cilindro:

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Analicemos un elemento de volumen que circula en una línea de corriente cercana al cilindro. En la
interfase fluido-sólido se formará una capa límite análoga a la analizada en la placa plana. Fuera de la
capa límite debe existir la distribución de presión de un flujo inviscido: una distribución simétrica con
valores máximos en “A” y “C” y mínimo en “B”. De acuerdo con el modelo de la capa límite dentro de ésta
existirá la misma distribución de presión.
Para 00<θ<900 el elemento de volumen que circula dentro de la capa límite, muy próximo al sólido, tiene
las fuerzas viscosas en contra y las de presión favorables. En consecuencia alcanza el punto “B”
acelerándose. Para 900<θ<1800 este elemento de volumen tiene las fuerzas viscosas y las de presión en
contra. En consecuencia se desacelera.
En cambio el elemento de volumen que está más cerca del borde externo de la capa límite sólo necesita
vencer el gradiente de presión adverso, pues el efecto del roce es mucho menor. En consecuencia, los
elementos de volumen más cercanos a la pared se desaceleran más rápidamente, pudiendo ser forzados
a retroceder por el gradiente adverso de presión.
En el punto en el cual ocurre este flujo inverso por primera vez la pendiente del perfil de velocidad en la
pared del sólido es cero. Este punto se denomina punto de separación de la capa límite. La presión del
punto de estancamiento “A” recién se recupera en “C”.

Como en el punto “C” la presión es mayor que en “B” y el elemento de volumen no posee inercia para
vencer este gradiente de presión adverso se genera un flujo de retroceso hacia el punto “B”.

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La separación de capa límite origina torbellinos en la parte posterior del objeto.


El desprendimiento de la capa límite es un fenómeno no deseado desde el punto de vista del arrastre, ya
que detrás del cilindro aparece una zona de menor presión que en el punto de estancamiento “A”
aumentando el arrastre. Cuando la velocidad de circulación del fluido v∞ aumenta (lo que implica un
aumento en el número de Re) el punto de separación de la capa límite se desplaza hacia menores valores
de θ hasta alcanzar un valor mínimo en θ ≅ 800. Cuando más alejado está el punto de separación del
punto de estancamiento posterior mayor será el arrastre.
Los torbellinos inicialmente son estacionarios pero a medida que crecen cambian en el tiempo apareciendo
a uno y otro lado del cilindro, generando los llamados vórtices de Von Karman. Cuando sopla viento
alrededor de cables de luz se escucha un zumbido proveniente de estos vórtices. El desprendimiento de
capa límite es un fenómeno característico de sistemas en los cuales el fluido circula con un gradiente de
presión adverso. Por este motivo, cuando el fluido circula sobre una placa plana no ocurre, pues la presión
fuera de la capa límite no varía en la dirección del flujo. Además del fenómeno descripto es necesario
tener en cuenta que si bien un elemento de volumen es retrasado por aquellos más cercanos al sólido
también es acelerado por aquellos que se encuentran más cerca del borde externo de la capa límite. Por
este motivo, si el gradiente de presión adverso no es muy grande (la presión aumenta lentamente en la
dirección del flujo) puede ser que los elementos de volumen reciban energía desde el borde exterior de la
capa límite, pudiendo avanzar más, evitándose el fenómeno del desprendimiento de la capa límite.
Por este motivo es que los objetos sumergidos se alargan en su parte posterior para reducir el gradiente
de presión adverso evitándose la separación de la capa límite y reduciéndose el arrastre de forma. Esto
incrementa algo la fricción de piel, pero en el balance total siempre se disminuye el arrastre. Así surgieron
las formas aerodinámicas como el perfil del ala de un avión.

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Cuando se analiza un fluido que fluye sobre una placa plana lo suficientemente larga se alcanza una
posición en que se generan inestabilidades dentro de la capa límite con la aparición de torbellinos
transitorios y turbulencia. En contacto inmediato con el sólido sigue existiendo una subcapa límite muy
delgada que sigue siendo laminar. Antes de la transición de capa límite laminar en turbulenta existe una
zona de transición que por momentos es laminar y por momentos turbulenta.

La transición de capa límite laminar a turbulenta depende del denominado Reynolds “x”. Para valores de
Rex superiores a determinados valores críticos se produce la transición. Estos valores dependen de las
perturbaciones que el fluido experimenta mientras circula en la capa límite laminar. Si en los primeros
tramos de la placa existen rugosidades o protuberancias aparecerán componentes de velocidad
transversales al flujo que facilitarán la generación de turbulencias y la transición para valores menores de
“x”.
La presencia de torbellinos en la capa límite turbulenta provoca un gran mezclado entre los elementos de
volumen lo que conduce a una mayor transferencia de cantidad de movimiento entre estos que en el caso
de la capa límite laminar. La transición de capa límite laminar a turbulenta también ocurre cuando los
objetos sumergidos son curvos. Este fenómeno permite explicar el brusco descenso que experimenta la
fuerza de arrastre que ejerce un fluido sobre un cilindro al aumentar la velocidad del fluido, o sea el Re.
Ya se vio que al aumentar el Re la zona del desprendimiento de la capa límite se corre hacia menores
valores de θ, alcanzándose un valor mínimo de θ ≅ 800. Esto provoca un aumento del arrastre. La capa
límite se mantiene laminar. Si antes del desprendimiento de la capa límite ocurre la transición de laminar
en turbulenta, la mayor transferencia de cantidad de movimiento entre los elementos de volumen permite
que estos avancen más venciendo el gradiente adverso de presión. Por lo tanto, la zona del
desprendimiento se corre hacia valores mayores de θ y ocurre una brusca disminución de la fuerza de
arrastre. Si el Re sigue aumentando la zona de desprendimiento vuelve a desplazarse hacia valores de θ
menores y la fuerza de arrastre vuelve a incrementarse.

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Transición de la capa límite

La transición no solo es función de v∞ (Rex) sino que también depende de la existencia de rugosidades o
protuberancias en la zona de crecimiento de la capa límite. Por lo tanto es posible "forzar" la transición
de capa límite laminar en turbulenta y disminuir el arrastre sin cambiar la forma. Este efecto se utiliza por
ejemplo en las pelotas de golf donde la incorporación de hoyuelos aumenta el alcance de la pelota en
casi 5 veces.

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