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Bulbo raquídeo

También llamado mielencéfalo, el bulbo raquídeo es una estructura subcortical


situada en la parte baja del tronco del encéfalo. Con una forma semejante a un cono,
se trata de la estructura del sistema nervioso que conecta el encéfalo y la médula
espinal (de ahí otro de sus nombres, médula oblongada), limitando con la decusación
de los haces piramidales y la protuberancia.

En el bulbo raquídeo se pueden encontrar conexiones nerviosas tanto motoras como


sensoriales, pasando a través de él los diferentes tractos nerviosos. Se trata de un núcleo
neurovegetativo, encargándose del mantenimiento y funcionamiento de los órganos de
forma automatizada y ajena a la consciencia. Mantiene asimismo las constantes vitales.
Se trata pues de una zona de gran importancia para la supervivencia del ser humano.

Cerebelo humano
Hace ya años que se viene relacionando el funcionamiento del cerebelo y la
coordinación de la activación de los músculos. Así, se consideraba que la tarea del
cerebelo era, básicamente, hacer posible que mantengamos el equilibrio, que podamos
coordinar movimientos simples y complejos y, en general, que los músculos de nuestro
cuerpo respondan de manera fiel y eficaz a las órdenes que emite el cerebro.

Por ejemplo, se consideraba que uno de los principales síntomas de alteraciones en el


cerebelo es la pérdida del equilibrio después de beber demasiado alcohol. Sin embargo,
en los últimos años se ha ido descubriendo que la idea de que el papel del cerebelo tiene
que ver con la coordinación motora resulta demasiado simplista. Así, el cerebelo no
interviene únicamente en los procesos motores, sino que además juega un rol
importante en otras muchas funciones.
ALIMENTOS INTELIGENTES
1. El pescado azul

El atún, las sardinas, las anchoas, el salmón


o la anguila son algunos de los pescados
azules que deberían formar parte de la dieta
diaria para mejorar el rendimiento del
cerebro por su alto contenido en ácidos
graso Omega 3.

2. Frutos secos

Los frutos secos, especialmente las nueces,


almendras y avellanas protegen al cerebro y
ayudan a preservar la memoria por su alto
contenido en vitamina E, según un estudio
publicando en New England Journal of
Medicine que resalta que la vitamina E puede retardar el avance de
la enfermedad de Alzheimer y mejora la actividad neuronal.
3. Aceite de oliva

Otro alimento estrella para el cerebro es el aceite de oliva extra


virgen. Según un estudio de la Unidad de Lípidos del Hospital Clínic
de Barcelona, España, el consumo habitual de este producto
mediterráneo mejora la memoria verbal es decir, la capacidad para
recordar palabras o situaciones verbalizadas, por alguien o por
nosotros mismos.
4. Frutos del bosque

Comer fresas, cerezas, arándanos y otros frutos del


bosque ayuda a mantener la agudeza mental y
disminuir la pérdida de memoria.
5. Alimentos integrales

Arroz, avena, cebada y otras harinas integrales son


grandes estimulantes del cerebro, ya que
contienen una gran cantidad de ácido fólico y
vitamina B6, muy importante para su correcto desarrollo. Además, al
ser ricos en fibra ayudan a que los alimentos se absorban lentamente
y el cerebro reciba la cantidad adecuada de glucosa.
6. Huevos

La yema del huevo contiene colina, un nutriente que pertenece al


grupo de las vitaminas B que fortalece la conexión nerviosa de las
neuronas. Según una investigación de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Boston, Estados Unidos, el aumento de la ingesta
dietética de colina puede mejorar el rendimiento cognitivo y
protegería contra la pérdida de memoria.

7. ¡Ábrete sésamo!

El sésamo es una excelente fuente de


aminoácidos y de triptófano, un
precursor de las hormonas melatonina
y serotonina que se relacionan con el
buen humor y el aprendizaje. De
acuerdo a un estudio publicado por el Journal of Agricultural and Food
Chemistry de EE.UU., las semillas de sésamo representan la mayor
fuente de fitoesteroles.
8. Manzana

Una investigación de la Universidad de Massachusetts Lowell indica


que el consumo del jugo de manzana puede aumentar la producción
en el cerebro del acetylcholine, un neurotransmisor que mejora la
memoria y transmiten mensajes a otras células. Dicha comunicación
es vital para prevenir la enfermedad de Alzheimer.
9. Verduras de hoja verde

Los resultados de un estudio la Universidad


Rush de Chicago mostró que comer tres
porciones de verduras de hoja verde al día
puede retrasar el deterioro mental en un 40%
y preservar la agudeza mental. La
investigación también encontró que la ralentización del declive
cognitivo es mayor en las personas de mayor edad que comían por
lo menos dos porciones de verduras al día.

10. Chocolate negro

Un revelador estudio de la Escuela de


Medicina de Harvard sugiere que beber dos
tazas de chocolate caliente a diario durante
un mes mejora la puntuación en test cognitivos y aumenta el flujo de
sangre que llega al cerebro. Además, estimula la producción de
endorfinas (que mejoran el ánimo) y tiene cafeína que ayuda a la
concentración.

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