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REPRODUCTOR
HEMBRA
Malvina O.
Aparato reproductor de la hembra
Está formado por los ovarios, trompas, útero, glándulas accesorias, vagina y genitales
externos.
Sus funciones son la producción y transporte de ovocitos, el transporte de
espermatozoides, la fecundación y alojar al feto hasta el nacimiento.
OVARIOS
Se consideran glándulas exocrinas (producen los ovocitos) y endocrinas (producen
hormonas, principalmente estrógenos y progesterona). Son órganos pares, funcionales en
las hembras sexualmente maduras.
Presentan dos partes sin separación evidente entre ambas, la externa o corteza y la
interna o médula. En la yegua estas áreas están invertidas y el tejido cortical sólo existe
en la superficie externa a nivel de la fosa de ovulación. La corteza presenta un epitelio de
superficie plano o cúbico denominado epitelio germinal. A nivel del hilio ovárico, el
epitelio se continúa con el mesotelio del repliegue peritoneal. Debajo del epitelio aparece
una capa de tejido conjuntivo fibroso no modelado denominada túnica albugínea y hacia
el interior se dispone un tejido conjuntivo laxo y aparecen los ovocitos (células
primordiales) y los folículos en diferentes fases de evolución. La médula está constituida
por tejido conjuntivo laxo con fibras musculares lisas y numerosos vasos sanguíneos
(grandes y arrollados), vasos linfáticos y nervios.
Desarrollo y maduración de folículos ováricos
Las células germinales u ovocitos, se localizan en el tejido conjuntivo laxo de la corteza,
por debajo de la túnica albugínea. Su número es mayor cuanto más joven es la hembra, ya
que el número de ovocitos con el que nace es el que tendrá durante toda su vida.
En cada ciclo sexual, aproximadamente entre 5-30 ovocitos según la especie, van a
evolucionar hacia folículos para ser expulsados, pero solamente unos pocos llegaran a
serlo, ya que los restantes se detendrán en diferentes fases de evolución y degenerarán
mediante un proceso de atresia folicular.
El número de folículos irá disminuyendo progresivamente a lo largo de la vida de la
hembra.
Los ovocitos se distribuyen homogéneamente por toda la corteza en rumiantes y cerda y
aparecen formando agrupaciones en perra y gata. Conforme se produce la maduración de
los folículos, éstos se van acercando más a la médula, donde existe una mayor
vascularización, y cuando van a ser expulsados se aproximan de nuevo a la corteza.
El folículo primordial
Es la primera fase de evolución folicular del ovocito.
Está constituido por un ovocito rodeado de un epitelio simple plano, que descansa sobre
una membrana basal.
El ovocito tiene un núcleo excéntrico grande y vesiculoso, con un nucléolo muy
desarrollado.
En el citoplasma aparece un Golgi yuxtanuclear, mitocondrias esféricas, RER, lisosomas y
numerosas vesículas. Se desarrollan antes del nacimiento, aunque en la perra también
lo pueden hacer en el periodo postnatal.
El folículo primario
Se caracteriza porque se produce un aumento de tamaño en el ovocito y las células
foliculares pasan de ser planas a cúbicas. En las células del epitelio folicular se produce un
aumento de la actividad mitótica y se va a transformar en un epitelio estratificado cuyas
células reciben en nombre de células de la granulosa.
La membrana basal que rodea al folículo aumenta de grosor y se denomina lámina
limitante externa. Las células del estroma circundante del folículo se van diferenciando y
concentrando alrededor de la limitante externa constituyendo la teca.
En el ovocito hay un mayor desarrollo en los organelos citoplasmáticos: Golgi, RER,
mitocondrias y se produce un aumento del número de polirribosomas libres.
En el límite entre el ovocito y las células de la granulosa se forma un espacio denominado
zona pelúcida, que está relleno por una sustancia glicoproteica PAS +, secretada por las
células de la granulosa y posteriormente, también por el ovocito. Hacia esta zona se
proyectan las microvellosidades del ovocito y las de las células de la granulosa para
favorecer el intercambio de elementos.
El folículo secundario
Se caracteriza porque se produce un aumento de las células de la granulosa, que
inician la secreción de líquido folicular que forma cavidades y espacios intercelulares.
Los espacios intercelulares van aumentando de tamaño y número y confluyendo,
dando lugar a una cavidad principal denominada antro folicular, por lo que a este
folículo también se le denomina antral.
En esta fase el ovocito alcanza su tamaño máximo.
Las células de la teca se van a diferenciar en dos zonas: una interna, muy vascularizada
y adyacente al folículo, cuyas células presentan actividad secretora, y otra externa,
constituida principalmente por tejido conjuntivo, con función de soporte.
El folículo terciario o de Graaf
Se le denomina ovulación al proceso de salida del ovocito junto con los componentes
foliculares.
Se produce una mayor secreción de líquido folicular y la zona de la granulosa orientada a la
superficie ovárica se hace más delgada, dando lugar al estigma ovárico.
La circulación sanguínea perifolicular se detiene, lo que provoca que las células de la zona
de contacto con la superficie ovárica se degeneren y el epitelio germinal que cubre el
estigma desaparezca.
Además, se produce la liberación de colagenasa por parte de las células foliculares, que
ayuda a la digestión de la pared. Como consecuencia de ello el estigma forma una
prominencia en forma de cono sobre la superficie que termina rompiéndose y provocando
la salida del ovocito rodeado por la corona radiada y su caída al oviducto.
Formación del cuerpo lúteo
Tras la ovulación, el folículo se colapsa y se retrae, la pared folicular se pliega
notablemente y los vasos sanguíneos de la teca pueden pasar al interior del folículo
provocando una hemorragia que llena de sangre el antro y forma un coágulo,
denominándose cuerpo hemorrágico.
Las células de la granulosa y de la teca sufren una serie de transformaciones: se hacen
más grandes, se llenan de lípidos y adquieren una forma poligonal, transformándose en
células luteínicas. Este hecho marca el comienzo de la estructuración del cuerpo lúteo.
Se pueden distinguir dos tipos de células luteínicas: pequeñas, que derivan de las células
de la teca interna y se localizan en la periferia, y grandes, que derivan de las células de la
granulosa y se localizan en el centro.
Conforme avanza el proceso los dos tipos pueden mezclarse en el cuerpo lúteo y son
difíciles de distinguir.
Estas células tienen características de células productoras de esteroides y presentan en
vaca, yegua y carnívoros un pigmento amarillento denominado luteína.
En yegua aparece un pigmento negro. A partir de los capilares de la teca, penetran vasos
que arrastran tejido conjuntivo hacia el interior del cuerpo lúteo, invadiendo el coágulo
central.
Si no se produce la fecundación, el cuerpo lúteo involuciona rápidamente. Las células
luteínicas se llenan de lípidos y degeneran y el cuerpo lúteo se transforma en un
tejido cicatricial blanco denominado cuerpo albicans o blanco, que va migrando
hacia el interior del ovario y desaparece progresivamente.
Si se produce la fecundación, las células luteínicas se mantienen durante toda la
gestación, denominándose cuerpo lúteo persistente.
La función de las células luteínicas es la producción de progesterona, aunque
algunas de ellas pueden transformarse al final de la gestación y producir relaxina,
hormona que presenta importantes funciones como evitar la contracción del
miometrio durante la gestación, y al final provocar la relajación del cuello uterino y
de la sínfisis pubiana.
Las células productoras de relaxina tienen características de células productoras de
proteínas.
Formación del Cuerpo Albicans
Es la cicatriz de tejido fibroso que aparece en la superficie del ovario como
consecuencia de la degeneración del cuerpo lúteo.
Es la involución completa del cuerpo Lúteo al no haber estimulo hormonal de
gestación.
Atresia folicular