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Agradecimientos Premio ANDA 2010

Rodrigo Jordan

… entonces de verdad me enorgullece recibir este


reconocimiento. Que un grupo tan destacado de
empresas le diga a uno que está comunicando algo
valioso, es particularmente importante y compromete a
hacerlo mucho mejor.

Creo que un premio es algo que rompe la rutina, que


refresca, que muestra lo bueno pero también creo que
un premio es una gran responsabilidad que obliga a
buscar un nivel de excelencia aún mayor en lo que uno
hace. Así me lo tomo, como un desafío por mejorar,
una nueva cumbre que alcanzar...

Creo que comunicar y compartir nuestras experiencias,


como ha sido mi humilde intención, para el aprendizaje
con otros es impulsar el ejercicio de la ciudadanía,
perfeccionar la democracia y promover la buena
convivencia entre nosotros.
Si los “33 de Atacama” nos conmovieron con su
capacidad de organización, de hacer equipo y de
comunicarse entre ellos y con el resto del mundo, uno
piensa que los seres humanos somos capaces de
todo. Por ellos todos crecimos como personas, a todos
nos reafirmó o devolvió la fe en la humanidad.

Los millones de personas que siguieron el rescate en


directo agradecieron la generosidad chilena de
compartir este momento con todos los rincones del
planeta. Una vez más la comunicación fue la clave, no
hay barrera ni metros bajo tierra que puedan contra
esta necesidad humana fundamental.

Creo firmemente que los comunicadores o quienes


tenemos la posibilidad de influir en espacios donde la
comunicación es relevante, debemos tener conciencia
del impacto que nuestras prácticas tienen en la
construcción de realidad. Estamos llamados, diría
obligados éticamente, a trabajar por la reducción de
las prácticas sociales de discriminación y exclusión, y
por la construcción de una realidad más libre de
estereotipos estigmatizantes. Esto es válido en todos
los desafíos que enfrenta la humanidad: la relación
armoniosa y sustentable con el medio ambiente
natural, la superación de la pobreza, el acceso amplio
a servicios de salud y educación de calidad y el
cambio climático entre muchos otros.

Desde el Grupo Vertical y desde las organizaciones de


la Sociedad Civil donde participo, soy espectador
privilegiado de los grandes esfuerzos que miles de
personas hacen por la construcción de un Chile
mejor… por la integración, en un país tan desigual
como el nuestro, que mira cada vez más de cerca el
desarrollo pero que arrastra todavía esa deuda
dolorosa. Veo también lo difícil que resulta a veces
comunicar esos esfuerzos de creatividad, innovación y
emprendimiento a la que tantos echan mano para salir
adelante.
¿Por qué no comunicar el mensaje que el principal
capital de Chile, no son sus recursos naturales ni sus
ventajas competitivas? Comunicar que el principal
capital de Chile son, como nos mostraron tan
claramente los 33 mineros, sus personas.

Y que por ello la pobreza representa una pérdida


absurda de talentos, innovación, creatividad y
emprendimiento.

Creo que la comunicación tiene algo que decir al


respecto. El uso de las tecnologías, de las redes
sociales, de los nuevos y universales lenguajes que
estamos creando, nos obligan a reflexionar sobre la
democracia, sobre el derecho a opinar y sobre lo
preparados que estamos para ejercer una libertad de
expresión potencialmente ilimitada. Es probable que
de esta generación dependa terminar con la pobreza y
es probable que una buena parte de la lucha contra la
inequidad se juegue en la comunicación y con la
comunicación.
Creo que las empresas avisadoras y los medios de
comunicación somos o podemos ser, la bisagra que
articula la existencia de una opinión pública que
promueva el desarrollo sustentable en equilibrio con el
medio ambiente natural, que se haga cargo de la
comprensión de los problemas humanos y de las
estrategias para superarlos. Cuando la comunicación,
el periodismo o la publicidad cumplen este rol, siempre
se asegura una buena calidad y una audiencia fiel y
leal.

Tenemos, entonces, muchas razones para


comunicarnos entre nosotros y con ello comprender
mejor el mundo en que vivimos. Comunicarnos mejora
decisivamente la calidad de la vida humana. Por eso,
me honra profundamente ser reconocido por una labor
en este ámbito.

Muchas gracias.

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