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Los conductistas tienden a concebir a los seres vivos como “tabulas rasas” cuya conducta está
determinada por los refuerzos y castigos que reciban más que por predisposiciones internas. El
comportamiento, por tanto, no depende principalmente de fenómenos internos, como los
instintos o los pensamientos (que no dejan de ser, por otra parte, conductas encubiertas) sino
más bien del entorno, y no podemos separar ni la conducta ni el aprendizaje del contexto en
que tienen lugar.
De hecho, aquellos procesos que ocurren en el sistema nervioso y que para muchos otros
psicólogos son la causa de cómo actuamos, para los conductistas no son más que otro tipo de
reacciones generadas a través de nuestra interacción con el entorno.
Orígenes:
Hace 100 años, en 1913, J.B. Watson publicó un artículo titulado "Psychology as the
behaviorist views it" que tuvo gran influencia en la comunidad psicológica de comienzos del
siglo XX. El sistema psicológico propuesto por Watson buscaba ser el fundamento de una
psicología basada en las ciencias naturales, la experimentación y el estudio objetivo del
comportamiento. Se indican sus orígenes, el contexto en el cual se desarrolló, su autor,
y la forma como el conductismo evolucionó y se diversificó. Se señala el legado de Watson,
las críticas recibidas y su evaluación histórica.
(PDF) Los orígenes del conductismo, Watson y el manifiesto conductista de 1913. Available
from:
https://www.researchgate.net/publication/274242203_Los_origenes_del_conductismo_Wats
on_y_el_manifiesto_conductista_de_1913 [accessed Oct 10 2018].
La teoría conductista, desde sus orígenes, se centra en la conducta observable intentando
hacer un estudio totalmente empírico de la misma y queriendo controlar y predecir esta
conducta. Su objetivo es conseguir una conducta determinada para ello analizara el modo de
conseguirla
Los conductistas tienden a concebir a los seres vivos como “tabulas rasas” cuya conducta está
determinada por los refuerzos y castigos que reciban más que por predisposiciones internas. El
comportamiento, por tanto, no depende principalmente de fenómenos internos, como los
instintos o los pensamientos (que no dejan de ser, por otra parte, conductas encubiertas) sino
más bien del entorno, y no podemos separar ni la conducta ni el aprendizaje del contexto en
que tienen lugar.
De hecho, aquellos procesos que ocurren en el sistema nervioso y que para muchos otros
psicólogos son la causa de cómo actuamos, para los conductistas no son más que otro tipo de
reacciones generadas a través de nuestra interacción con el entorno.