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CIENCIA Y MÉTODO CIENTÍFICO

CONCEPTO DE CIENCIA

Arturo Rosenblueth propone, no sin humor e ironía, una noción de ciencia y de método científico: "Ciencia es el tema que tratan los libros
y las revistas científicas, y método científico es el que siguen los hombres de ciencia cuando se dedican a la tarea de la investigación
científica".
Esta aseveración nos conduce a un hecho, aparentemente trivial, que ha sido motivo de discusión a través de la historia: las particularidades
del conocimiento científico y los rasgos que definen la ciencia.
Francisco Larroyo define la ciencia como "un conjunto de verdades sistematizadas de manera demostrativa " Y establece como principales
características las siguientes:
a. La ciencia es una multiplicidad de saber
b. Posee un conjunto de verdades fundamentadas, es decir, que pueden demostrarse, lo que no significa que presentan una exactitud
absoluta, sino que se justifican en probabilidades (más o menos elevadas).
c. Estas probabilidades están sistematizadas, estrechamente vinculadas entre sí y dispuestas en cierto orden, lo que conforma, además, un
todo unitario de conocimientos.

La definición anterior coincide con la de Russell: "La ciencia es un conjunto de conocimientos ciertos y probables, metódicamente
fundados y sistemáticamente dispuestos según los grupos naturales u objetos".
Ambas definiciones son descriptivas, señalan qué es la ciencia; sin embargo, existen otras que destacan la finalidad de la ciencia (el
porqué); por ejemplo, Fina Pizarro señala que:"... [Ciencia] es la empresa humana que persigue explicar el acontecer del mundo que nos
rodea mediante el llamado método hipotético-deductivo"
La definición anterior no es útil para las intenciones del presente trabajo, en virtud de que la autora, al interpretar su noción de ciencia,
excluye del concepto "las actividades que no tienen como referencia el mundo observable"; por ejemplo, el objeto de estudio de la teología,
el de las "ciencias exactas" y por extensión no incluye la materia de estudio de la ciencia jurídica (entendida en el sentido "dogmático").
Por último, citaremos la definición y descripción que de la ciencia hace Ruy Pérez Tamayo:
[Ciencia es] la actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensión de la naturaleza y cuyo producto es el conocimiento, obtenido
por medio de un método organizado en forma deductiva y que aspira a alcanzar el mayor consenso posible.

Pérez Tamayo desglosa su definición de la siguiente manera:

1. Es una actividad humana creativa. En primer lugar, se restringe como actividad de los seres humanos, es privativa de ellos. Las
conductas de los demás seres, por muy completas que sean, no constituyen ciencia.

Es creativa, aunque se caracteriza por ser opuesta a la fantasía y a la imaginación, ya que el científico estudia y describe la
realidad como le parece que es; trata de proporcionar un retrato fiel de ésta, utilizando constantemente la creatividad. Respecto de
ésta, existen dos posturas que no son irreconciliables: una indica que el objeto principal de la ciencia es la observación de la
naturaleza (considera que la mente del ser humano es una tabla rasa donde puede escribirse la realidad); otra indica que la principal
tarea del científico es la invención de modelos e hipótesis para explicar la realidad.
Para Pérez Tamayo ambas posiciones no son contradictorias, sino complementarias, pues por sí solas son incapaces de explicar el
proceso científico, es decir, la simple observación no conduce a la construcción de generalizaciones en· torno de los fenómenos de
la naturaleza, ni la reflexión pura, despojada de la observación, sus productos con la realidad. Ambas resultan indispensables para
el proceso de construcción del conocimiento científico y, en consecuencia, para los efectos que provocan en la realidad social.
Pérez Tamayo establece que se necesita mayor creatividad pm elaborar teorías y modelos.
2. El objetivo de la ciencia es la comprensión de la naturaleza. Naturaleza es un sinónimo de realidad, referida no sólo al mundo de la
materia, sino a todo aquello cuya existencia puede verificarse de manera objetiva, ya sea directa o indirectamente.

Pérez Tamayo anota:


Cuando la ciencia declara que su objetivo es la comprensión de la naturaleza, quiere decir que su meta es la explicación de la
realidad, el sometimiento de todos Los fenómenos que ocurren en ese vasto compartimiento de la naturaleza.

3. El producto de la ciencia es el conocimiento. El conocimiento, indica Tamayo, se entiende de dos formas: una amplia, que se
refiere a todo aquello de lo que tenemos conciencia y que proviene de ideas personales; y la restringida, que denomina la
información cuya veracidad se puso a prueba al confrontarla con la realidad. De esta manera entendemos el producto de la ciencia.

4. El conocimiento obtenido por medio del método científico, cuyas características tienden a garantizar que el conocimiento,
producto de la actividad científica, tenga un menor grado de falibilidad que el obtenido por otros procedimientos o que ofrezca
soluciones más firmes a los problemas planteados.

Estas definiciones resaltan algunas características de la ciencia, dependiendo de los intereses intelectuales propios de los autores. Unos
describen en qué, consiste la ciencia como actividad, es decir, qué la caracteriza del resto de las conductas y actos humanos; otros ponen
énfasis en el producto que se obtiene: un tipo de conocimiento que pretende describir y explicar la Naturaleza o la realidad de manera
objetiva y libre (aparentemente) de consideraciones morales y religiosas o de especulaciones filosóficas; y otros hacen mención al
método que se utiliza para obtener conocimientos y conseguir e interpretar datos.
Una explicación detallada de la ciencia, que abarque sus peculiaridades como actividad humana y su objetivo, además de su método y el
producto que se obtiene, debería ser tan precisa como la que propone Ruy Pérez. Lo importante es estar conscientes de sus notas
principales sin sacralizarlas.

PERCEPCIÓN DE CIENCIA, LO CIENTÍFICO Y EL CIENTÍFICO

La ciencia y conocimiento científico tienen características peculiares que los distinguen de otras actividades y productos del hombre,
amén de que los seres humanos los practican. Cualquier individuo dotado de los instrumentos adecuados, entendiendo· por éstos la razón,
la creatividad y cierta capacitación, es capaz, le obtener conocimientos científicos.

Éstos no son ni aspiran a convertirse en verdades absolutas, sólo establecen cierto grado de certidumbre entre la explicación que ofrecen
y los fenómenos hechos que estudian. Esa certidumbre es constantemente sometida a prueba.

Los científicos no son distintos de los demás seres humanos, pues desarrollan habilidades que cualquier otro individuo puede lograr. El
estudio de la ciencia no dota a sus practicantes de mejores cualidades; un científico, un obrero y un artesano pueden tener las mismas
motivaciones egoístas o lúdicas al efectuar su trabajo. De igual forma, las condiciones sociales e históricas afectan a los tres.

La supuesta "pureza" de la investigación científica sobre todo de las ciencias naturales:-era, hasta hace poco tiempo, incuestionable; la
actividad científica estaba, según esa concepción, más allá de los condicionamientos sociales; su desarrollo era en cierto modo
independiente del de la sociedad; la historia de la ciencia natural se expresaba como un continuo de descubrimientos debidos
exclusivamente a la creatividad y capacidad de mentes individuales (véase, por ejemplo, Cazadores de microbios, de Paul de Kruif) o,
mejor dicho, era su motor; la evolución de la sociedad se debía en gran medida a los descubrimientos hechos por un selecto grupo de
gente. Estudios más profundos intentan vincular el desarrollo científico con la dinámica de la sociedad, no en una relación de simple
dependencia (la ciencia sometida a los paradigmas de una determinada sociedad), sino de mutua interdependencia: es cierto que algunos
descubrimientos e innovaciones tecnológicas generan cambios profundos en la sociedad, pero también las condiciones sociales y
económicas repercuten en las actividades científicas.

Socialmente, la percepción que se tiene de la ciencia y de sus practicantes es muy variada; hay sociedades que tienen en alta estima
ambos, e incluso en cada sociedad existen grupos sociales que consideran aceptable el desempeño de la actividad científica, otros a los que
les parece indiferente y algunos más para los que significa m peligro latente. La situación es extrema para los practicantes de las ciencias
sociales, cuya utilidad práctica cuestionan con frecuencia la mayoría de los grupos sociales.

CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS E INTERDISCIPLINA


En la actualidad, las distinciones anotadas anteriormente respecto de la ciencia parecen no ser tan importantes. Algunos autores las
mencionan como simple información; por ejemplo, Larroyo no utiliza las clasificaciones que cita para desarrollar su discurso sobre la
lógica de las ciencias. Otros la reducen a la división en dos grandes grupos de ciencias: naturales y sociales (como Ernest Nagel y Elí de
Gortari). Algunos autores destacan la interdisciplinariedad con que abordan, o deberían abordar, los fenómenos susceptibles de observación
y estudio.

Suele establecerse una división de las ciencias, unas cuyo uso del método experimental somete a contraste sus hipótesis y gracias a ello
derivan en leyes (entre éstas, la física, la química y la biología); y las que por no usar la experimentación, sino sólo la verificación, se
consideran "menos científicas"(es el caso de las ciencias sociales). Esto parte del prejuicio formado a partir de las ciencias que alcanzaron
primero un alto grado de sistematización, y construcción de teorías y leyes. Así, el acelerado desarrollo que experimentaron la física, la
química y la biología en el siglo anterior motivó a los investigadores sociales a suponer que el desarrollo de las ciencias sociales debía
copiar o seguir los pasos de aquéllas.

Una clasificación muy usada en las ciencias parte de la división que establece Husserl respecto de la naturaleza del objeto del que se
ocupan:

Se reconocen dos clases de objetos según su existencia: los reales y los ideales. Los primeros son aquellos que existen en el tiempo y en el
espacio (como los cuerpos), o simplemente en el tiempo (como los hechos psíquicos). Lo real, en suma, puede ser psíquico, corporal o
ambas cosas a la vez, esto es, psicofísico, como en el caso de los animales superiores. De ahí que las ciencias que estudian estos objetos
reciban el nombre de ciencias reales.

Los objetos ideales no poseen este carácter espacio-temporal o simplemente temporal; no son objetos de experiencia empírica. Sin
embargo, son portadores de una consistencia tal que nadie puede dudar que existan, ya que son susceptibles de ser pensados por todo
sujeto.
Con base en esta división de objeto, las ciencias se clasifican en ciencias formales o eidéticas y ciencias reales o fácticas; entre éstas se
encuentran las ciencias naturales y sociales. Esta distinción es importante para ubicar a la ciencia jurídica.

Eli de Gortari clasifica las ciencias en naturales y sociales, ambas como parte de estudio del universo:

Las ciencias naturales son disciplinas que estudian la naturaleza en sus diversos niveles y en sus distintos aspectos. En cambio, el estudio
de la sociedad en todas sus formas y aspectos de su organización y su desarrollo, lo mismo que de las diversas actividades que el hombre
realiza y de los productos resultantes de esas actividades, junto con la historia de la propia sociedad en sus múltiples aspectos constituye
el dominio de las ciencias sociales.

Kédrov y Spirkín plantean una clasificación basada en "el descubrimiento de las interrelaciones entre tres grandes sectores del saber
científico las ciencias naturales, las ciencias sociales y la filosofía, cada una de las cuales abarca un grupo de ciencias"

a. CIENCIAS FILOSÓFICAS: dialéctica y lógica.

b. CIENCIAS MATEMÁTICAS: lógica matemática, matemática y cibernética.

c. CIENCIAS NATURALES Y TÉCNICAS: mecánica, astronomía, astrofísica, física y fisicoquímica, química-física, química (y
ciencias aplicadas derivadas de las anteriores, por ejemplo, mecánica aplicada, astronáutica, metalurgia, etc.), geoquímica, geología,
geografía' bioquímica, biología, fisiología humana y antropología.

d. CIENCIAS SOCIALES: historia, arqueología, etnografía, geografía económica, estadística económico-social; ciencias que
estudian la base y las superestructuras: políticas y económicas, ciencias estatales, jurisprudencia, lingüística, psicología, etcétera.
Kédrov y Spirkin centran la utilidad de las clasificaciones de las ciencias principalmente en razones pedagógicas para facilitar la enseñanza
de estas disciplinas, así como en la confección de obras muy específicas y de planificación de la labor científica, incluidos los planes del
gasto estatal en las diversas disciplinas y la construcción de los centros de enseñanza e investigación.

En ocasiones, la investigación científica, a pesar de tener un alto grado de especialización, y en particular cuando acomete problemas
sociales, requiere la colaboración de investigadores que provienen de otros campos del conocimiento. En este sentido, es necesario
referimos a la noción que Larroyo expresa sobre interdisciplina:

Las ciencias son unidades de saber, conjuntos de conocimientos unificados merced a ciertos principios; pero no son cuerpos de verdades
cerrados. Al contrario: toda ciencia se halla en relación viva con otras ciencias; influye sobre otras y es influida por otras.

¿PREGUNTAS?

1. ¿Escriba cuál es el concepto de Ciencia?

la ciencia es el conjunto de conocimientos objetivos y verificables sobre una materia determinada que son obtenidos mediante la
observación y la experimentación la explicación de sus principios y cusas la formulación y verificación de hipótesis que se caracteriza
además por la utilización de una metodología adecuada por el objeto de estudio y la sistematización de los conocimientos

2. ¿Cuál es el concepto que propone Arturo Rosenblueth?

Propone el método científico: "Ciencia es el tema que tratan los libros y las revistas científicas, y método científico es el que siguen los
hombres de ciencia cuando se dedican a la tarea de la investigación científica".
Esta aseveración nos conduce a un hecho, aparentemente trivial, que ha sido motivo de discusión a través de la historia: las particularidades
del conocimiento científico y los rasgos que definen la ciencia.

3. ¿Escriba las características de la Ciencia?

 Multiplicidad de saberes
 Conjunto de verdades fundamentales que pueden llegar a demostrarse.
 Probabilidades sistematizadas y vinculadas entre sí.
 Actividad creativa (estudia y describe la realidad).
 Compresión de la naturaleza (realidad).
 El producto de la ciencia es el conocimiento.
 Garantizar el conocimiento.
 Conductas y actos humanos.
 Método que se utiliza para obtener conocimientos e interpretar ideas

4. ¿indique cuál es la clasificación de la ciencia e interdisciplina?

. Ciencias filosóficas: dialéctica y lógica.

. Ciencias matemáticas: lógica matemática, matemática y cibernética.

. Ciencias Naturales y Técnicas: mecánica, astronomía, astrofísica, física y fisicoquímica, química-física, química (y ciencias aplicadas
derivadas de las anteriores, por ejemplo, mecánica aplicada, astronáutica, metalurgia, etc.), geoquímica, geología, geografía' bioquímica,
biología, fisiología humana y antropología.

. Ciencias Sociales: historia, arqueología, etnografía, geografía económica, estadística económico-social; ciencias que estudian la base y
las superestructuras: políticas y económicas, ciencias estatales, jurisprudencia, lingüística, psicología, etcétera.
CONCEPTOS DE CIENCIA.

C * La ciencia es el conjunto de conocimientos objetivos


I y verificables sobre una materia determinada que son
E obtenidos mediante la observación y la experimentación,
N la explicación de sus principios y causas y la formulación
C y verificación de hipótesis y se caracteriza, además, por la
I utilización de una metodología adecuada para el objeto de
A estudio y la sistematización de los conocimientos.
*Empresa humana que busca explicar el acontecer del mundo
Y que nos rodea mediante la hipótesis deductiva.
*La ciencia es la actividad humana creativa cuyo objetivo es la
M compresión de la naturaleza y cuyo producto es el conocimiento.
E *Conjunto de verdades sistematizadas de manera demostrativa.
T *Conjunto de conocimientos ciertos y probables, metódicamente
O fundados y sistemáticamente dispuestos según los grupos
D naturales u objetivos.
O CARACTERISTICAS DE LA CIENCIA.

C * Multiplicidad de saberes
I *Conjunto de verdades fundamentales que pueden llegar a
E demostrarse.
N * Probabilidades sistematizada y vinculadas entre sí.
T * Actividad creativa (estudia y describe la realidad).
I * Compresión de la naturaleza (realidad).
F * El producto de la ciencia es el conocimiento.
I * Garantizar el conocimiento.
C * Conductas y actos humanos.
O * Método que se utiliza para obtener conocimientos e interpretar ideas.

1.1. MÉTODO CIENTÍFICO

CONCEPTO DE MÉTODO

Comúnmente se entiende por método una forma de elaborar con orden determinados procesos para obtener un resultado. Así lo señala
Villoro Toranzo, y esto permite un primer acercamiento a la definición de método.

Procedemos con método al realizar una actividad cuando tenemos la certeza del orden que debemos seguir en cada acción y ésta se
encamina a cumplir un determinado objetivo.

En un sentido muy parecido, Teresa Miralles sostiene que método es “ un procedimiento regular, explícito, y repetible para hacer algo, para
tratar un conjunto de problemas, siendo que cada tipo de problema pide un método específico”.

Larroyo afirma que el método tiene dos sentidos, uno general: designa habitualmente la ruta mediante la que se llega a un fin propuesto, se
alcanza un resultado prefijado; y otro que es propio de la lógica como teoría de las ciencias: “el procedimiento o plan que se sigue en el
descubrimiento de las crecientes verdades de la investigación”.

Con método se puede llevar a cabo todas las actividades humanas, desde la elaboración de panes hasta conducir un auto incluso hacer
ciencia; basta proceder ordenadamente en una secuencia preestablecida de pasos y concluir lo que de antemano nos habíamos propuesto; de
esta manera, empleamos lo que Larroyo denomina el aspecto general del método.

Sin embargo, en el ámbito de la investigación científica, en general, y en la investigación jurídica, en particular, la noción de método que se
utiliza es más restringida, identificable con la visión restrictiva que propone Larroyo en su segundo sentido.

Villoro Toranzo, por su parte, menciona cuatro clases de método que se dividen en dos grupos, según dos criterios de clasificación:

a) Por la forma en que lo manifiesta el sujeto:


Método espontáneo: si quien actúa no tiene conciencia del modo de proceder.
Método reflejo: si conscientemente se emplea determinado procedimiento.
b) Por su modo de proceder:
Método empírico: si el procedimiento empleado se basa en los resultados prácticos de la experiencia.
Método racional: si ese procedimiento se fundamenta en una reflexión del fin que se pretende y de los medios más aptos para
alcanzarlo.

De acuerdo con esta explicación, el método de las ciencias debe ser racional y reflejo. En el ámbito de la investigación jurídica el
método debe tener características similares, a diferencia de lo que puede ocurrir en la práctica profesional del abogado, en la que la
repetición de esquemas o de proceso de búsqueda de soluciones a conflictos concretos, es decir, los planteados por el cliente,
convierten la labor en algo empírico y casi espontáneo, no tanto porque la tarea del litigio sea de esa naturaleza, sino porque la
preparación profesional carece en la actualidad de una adecuada vinculación con la práctica, a pesar de que el 2 de Septiembre de
1993 se implantaron (modificadas en Julio de 1997) las “ clínicas procesales” en los programas de la Facultad de Derecho de la
UNAM.

MÉTODO CIENTÍFICO Y METODOLOGÍA

La ciencia como actividad humana tiene un método o conjunto de métodos.


Para Fina Pizarro, el método de la ciencia es el hipotético-deductivo, …[que] consiste en formular una hipótesis (según un
procedimiento), derivar predicciones de la misma, con la ayuda de ciertas condiciones iniciales y determinados supuestos o
hipótesis auxiliares, averiguar (mediante observación y experimento) si se cumple las predicciones y argumentar en favor o en
contra de las hipótesis según aquellas se hayan cumplido o no. La argumentación no lleva al rechazo (refutación) o a la aceptación
(justificación) de la hipótesis de una manera necesariamente definitiva. Cualquier conclusión en ciencia se considera provisional y
revisable.

Para algunos autores el método científico es privativo de las ciencias que, en su opinión merecen tal título, es decir, las ciencias
fácticas, más no las formales o del “espíritu”. Esta es la posición de Pizarro, quien aclara en su obra que se refiere sólo a las ciencias
fácticas; sin embargo, su definición sobre el método científico también la emplean implícitamente autores que tienen una visión más
amplia acerca de la ciencia; por ejemplo, Jorge Witker señala que el método científico es aplicable para “cualquier área (de
conocimiento) y consta de tres partes:

1) La selección del tema y la pertinente recolección de la información


2) La elaboración de una hipótesis
3) La comprobación de la misma.

Cuando Miralles habla de método distingue entre el método general de la ciencia, que se aplica a todo el ciclo de la investigación en
el marco de estudio del problema específico, y los métodos especiales de cada etapa de la investigación. El primero se aplica
independientemente del tema que se estudia; los segundos son un conjunto de reglas (conceptuales y empíricas, según Bunge) que
sirven para arbitrar experimentos, llevar a cabo mediciones, así como registrar y elaborar datos.

Millares denomina el método general como el método científico moderno: análisis y deducción.

Villoro toranzo diferencia entre métodos generales, que se aplican a cualquier investigación científica y los propios de la ciencia del
derecho.

Entre los primeros incluye otros sistemas, según el tipo de ciencia:

En las ciencias empíricas, como la física, el método consistirá en la observación, formulación cuantitativa de lo observado y comprobación
experimental de las hipótesis propuestas, en ello en virtud del objeto de estudio, constituido por la realidad de los hechos captados por la
experiencia.

En las ciencias matemáticas, el método es la corrección del proceso lógico por el cual se concluyen analíticamente unas afirmaciones a
partir de otras que se dan como ciertas. En este caso el objeto de estudio son cantidades matemáticas.
Las ciencias históricas, por su parte, tienen un método consistente en la búsqueda de fuentes que aluden a acontecimientos, la valoración de
su credibilidad, la explicación. De los diversos puntos de vista y la valoración. De la coherencia entre unos actos y otros. El objeto de
estudio consiste en la verdad sobre determinados acontecimientos.

Para Villoro Toranzo, el método general tiene virtud de proveer al investigador de una actitud psicológica científica que lo ayuda en su
búsqueda de la verdad. Esta actitud se compone de varios elementos:

1. Apertura intelectual
2. Deseo de aceptación de toda idea constructiva
3. Serenidad en toda discusión
4. Interés por los temas
5. Paciencia
6. Procurar entender más que memorizar
7. Fomentar el ansia por aprender

La utilización del método científico dota, según Villoro, de actitudes peculiares al investigador, que se acercara al objeto de conocimiento
de una forma distinta de la de otro sujeto que no esté inmerso en él. El uso de método científico debe transformar al investigador; siendo
idealistas, le proporcionan las virtudes anotadas por Villoro , pero también le exige que las emplee ; Por ejemplo , el largo proceso de la
investigación enseña a tener paciencia y a utilizarla en posteriores investigaciones ; contesta a algunas preguntas , soluciona problemas ; sin
embargo , en general abre la puerta a más interrogantes y exige en todo momento una mentalidad abierta a cualquier respuesta , siempre
que sea posible argumentarla.

La sexta acritud mencionada por Villoro es en realidad una sugerencia, “entender más que memorizar “. Aunque la memoria es un paso del
proceso de aprendizaje, debe procurarse la comprensión y la síntesis para llegar en alguna circunstancia a la recreación del conocimiento.

Del planteamiento de Villoro se concluye que la actitud científica: no es algo acabado, sino un proceso interactivo entre el sujeto
(científico) y el objeto de estudio, e incluso la materia que se encarga de dicho objeto de estudio, por medio del que, conforme el sujeto
efectúa el proceso de investigación, se inmiscuye en él; el mismo proceso le otorga distintas herramientas y actitudes para enfrentar los
nuevos problemas que surgen.

Recordemos la idea adoptada en torno de la relación entre sujeto y objeto de conocimiento, la teoría modificada del reflejo, en la que sujeto
y objeto de conocimiento interactúan, se condicionan y se modifican. Algo similar ocurre en el proceso de investigación, como lo describe
Villoro.

Un problema que genera el constante uso de la noción de método es la variedad de situaciones en las que se le considera, y su constante
confusión con las técnicas y con la metodología. Para evitar esta confusión, José Antonio Alonso propone denominar de forma distinta los
cuatro niveles en los que el método suele confundirse:

a. Método en el sentido filosófico: es el nivel más alto de abstracción y designa los procedimientos lógicos, inherentes a toda
investigación científica y por tanto, independientes de todo contenido concreto que el investigador debe conseguir para obtener la
verdad y verificarla. Así, se habla del método materialista o del idealista.
b. Método como actitud concreta frente al objeto: una vez aclarada la posición filosófica anterior, el método en este nivel dicta los
modos concretos de organizar la investigación de manera precisa y completa.
Por ejemplo, el método experimental o el método clínico.
c. Método ligado a una tentativa de explicación: esta explicación se refiere a determinada posición filosófica, y como tal influye en
las etapas de la investigación. En este nivel se habla en las ciencias sociales del método dialectico y del funcional.
d. Método ligado a un ámbito particular: el método histórico o el psicoanalítico. en este nivel, el método se refiere a un dominio
especifico e implica a una manera específica de actuar.

En el primer nivel, Alonso se refiere a la posición filosófica; en el segundo, a la teoría, en el tercero, a la metodología, y en el último, a las
técnicas .el nivel de mayor abstracción está en la posición filosófica y decrece conforme pisa el terreno de las técnicas.
En la ciencia jurídica al hablar de metodología nos referimos al nivel en que se establecen las distintas corrientes del pensamiento jurídico,
que finalmente determina las posiciones doctrinarias; por ejemplo, el iusnaturalismo, el iusnormativismo , y el iussociologismo y el
iusmarxismo , entre otros . sobre este punto abundaremos en el próximo capitulo.

Por otra parte, cuando nos referimos a las técnicas, entendemos, al igual que Lara Sáenz.

“…el conjunto de uso, reglas o procedimientos de los que se sirve una ciencia o un arte para conformar su objeto… es un procedimiento
para hacer las cosas, ejecutar diversas acciones y , en el caso de investigación , es el conjunto de reglas que implica el uso , identificación
y clasificación de las fuentes de conocimiento en una investigación científica”.

Ese es finalmente, el propósito de este guía.

1.2. MÉTODO Y METODOLOGÍA

1.3. EL MÉTODO

El hombre, a fin de percibir la realidad y expresarla, se ha visto valido a normas o modelos de pensar. Estas formas, esquemas de
representación o métodos, como también se les conoce, le han permitido elaborar y desarrollar perspectivas en virtud de las cuales
pretenden explicar el mundo y los fenómenos materiales espirituales que se les presente.

El ser humano, en su afán de conocer y alcanzar la verdadera, en sus diferentes épocas y circunstancias ha ampliado y perfeccionad cuatro
caminos o formas de conceptos del mundo: la filosofía, la ciencia, la religión, y el arte; y en el cometido de su tarea ha logrado presentar
propuestas de cómo se ha de conocer, en sus diversos aspectos, la realidad así estas propuesto para comprender el mundo, el medio que
rodea al hombre, con toda su riqueza ontológica, e incluso las formas para auto entendernos construyendo las bases metodológicas que
cada generación ha de analizar y actualizar con una visión crítica a fin de transmitir a la siguiente, que a su vez necesitara volverlos a
cuestionarlos y mejóralas.

Si procedemos a análisis etimológico de la palabra método, encontramos que deriva de dos raíces griegas: meta y odos; el modo de, a lo
largo de “; y la segunda, posee el significado de “camino, vía o ruta”. De ahí que exista un método cuando se sigue un camino, cuando se
procede conforme a una regla o vía, cuando se efectúa un procedimiento para investigar en cualquier nivel, cuando mediante una serie de
actividades sujetas a un plan previo se obtiene un determinado fin o se logra hacer algo.

Aunque los tratados del método todavía no se acuerdan una definición única de este, las concepciones brindadas a lo largo de los siglos no
pueden considerarse contradictorios, antes bien, han de estimarse complementarias.

En una primera aproximación apreciamos que el método, por ser el camino que debemos recorrer a fin de alcanzar una meta propuesta
requiere precisamente, el conocimiento previo de ese destino o meta que se intenta conseguir, es decir, resulta indispensable la
determinación clara de los problemas cognoscitivos, saber de antemano cual es la naturaleza de la realidad que pretendemos abordar; así,
de acuerdo con el tipo de realidad que va a tratarse, será el modelo del método por seguir.

Basado en la perspectiva anterior que es de carácter teológico, el fin contemporáneo determinaras las vías que se van a transmitir. Este fin
puede ser de índole gnoseológica o el desarrollo de una actividad práctica.

Una concepción básica del método lo presenta como modo de obrar o de proceder en cualquier actividad, es decir, una forma concreta de
proceder en el discurso racional; como esta visión, el método contribuye a formar hábitos o costumbres en diferentes campos de la
actuación humana, lo que asegura además un resultado previsto.

En un sentido filosófico el método hace referencia al método idóneo para alcanzar el saber, el camino que nos conduce al conocimiento, el
método presidido por la lógica, establecer los procedimientos, tanto teóricos como prácticos, que utilizan las ciencias, con lo que se
manifiesta, al mismo tiempo, el dominio del hombre sobre el propio conocimiento.

La dimensión lógica de los métodos es esencial, pues esta disciplina filosófica muestra el método general de las ciencias, que lo adapta a su
naturaleza y características específicas. El análisis lógico en el campo de cada ciencia es indispensable, pues facilita la percepción de las
relaciones que se establecen entre dos objetos de nuestro estudio, pero podemos aplicar la manera univoca un método a todas las ciencias
representa caer en un apriorismo de carácter idealista.

El método visto desde otra perspectiva introduce orden en las actividades y tareas del hombre. Al intentar superar la casualidad, establece
su orden en el que se apoyan un conjunto de normas o reglas por seguir.

Si prescindimos del método se dificulta llevar a feliz término la investigación y arribar a una comprensión objetiva y coherente de la
realidad. El método no sustituye el talento, pero si representa un apoyo eficaz de este. Por tanto, actuar sin método trae aparejado un
obstáculo para la adquisición sistemático de conocimientos.

Por ser diferente de la casualidad o la serte, el método, por el mismo presenta, o es susceptible de presentar, un valor.

El método se nos muestra también como un instrumento valioso, un procedimiento implícito en toda actividad científica, que permite
evaluar el proceso de investigación que se efectúa en el desarrollo de las ciencias.

Vinculada a la faceta anterior se encuentra la concepción del método como forma o modo concreto de organiza la investigación en
determinado campo de la realidad, que facilita, además, la selección y coordinación de las actividades que se llevaran a cabo.

Otro concepto de método es el que lo circunscribe a un conjunto de operaciones intelectuales que permiten alcanzar y comprender la
verdad. En este sentido, Ario Garza concibe el método con un sistema de supuestos y reglas que se proponen para descubrir y comprobar la
verdad.

Relacionada con la óptica anterior tenemos la postura de Aníbal Bascuñán, para quien el método es el camino del pensamiento científico
enfocado hacia las búsquedas de la verdad, y que, por tanto, comprende la formulación, la ordenación de juicios en un sistema
teoréticamente eficaz, así como su exposición adecuada de manera racional para el convencimiento o la enseñanza.

También, el método es un plan reflexivo de trabajo, un procedimiento sujeto a un designo que se traza con antelación y que garantiza la
eficacia de la acción por realizar.

Con una visión sistemática, el método permite, transformar lo desconocido en conocidos; si parte de un conocimiento explicito, posibilita
obtener un conocimiento más acabado.

Para Ezequiel Ander-Egg el método se refiere a un conjunto de actividades intelectuales que prescinde de los contenidos específicos y
establece procedimientos lógicos formas de razones, reglas, et, que permiten el acceso a la realidad que ha de ser captada.

El método es importante porque facilita encauzar el esfuerzo, tanto, mental o ambos, hasta la solución del problema cotidianos, científicos
o filosóficas fantasías, establece los medios más adecuados para lograr al interior los fines propuestos y proyecta orden en el trabajo. El
método dirige al intelecto en su intento de explicar la realidad.

Los métodos, por ser guías, nos ayudan a utilizar de una forma mejor los medios racionales existentes, a fin de acceder al conocimiento de
la realidad y a actuar sobre ella, pero por sí mismos no llevan al conocimiento, a la acción más eficaz, ni a la mejor manera de evaluar los
resultados. Ningún método es un camino infalible; Y aún más, es necesario cambiar de método para el progreso científico. Si siempre se
utiliza el mismo debemos pensar en un estancamiento del conocimiento.

El prestigio del método consiste, a juicio de Miguel Villoro Toranzo, en que nos enseña a usar los instrumentos de trabajo, no suple el
ingenio, pero si enseñar el trabajar, a no desperdiciar esfuerzos, a poner los pies donde los demás han colocado con firmeza los suyos.

La postura frente al método no es homogénea, pues mientras algunos filósofos hacen depender todo de él, otros, actitud contraria,
propugnan por una emancipación de cualquier sujeción metódica. Frente a estas perspectivas, que por extremas no facilitan una visión
mesurada, es conveniente aceptar los métodos que proporcionan márgenes de libertad y creatividad. “El método, aunque asuma el rigor
lógico que le es propio, debe partir de ciertas consideraciones preliminares y apoyarse en determinados juicios de valor”.

La objetividad de los métodos significa que son independientes del sujeto que los utiliza; es decir, de acuerdo con esta característica de los
métodos no interesa la capacidad intelectual de una persona, sino la idoneidad del o de los métodos que se aplican en la solución de
problemas.

El método, a juicio de Adriana Yurén, tiene una función de fundamento, ya que constituye un núcleo común de normas que comparten
todas las ciencias, Y proporciona un principio a partir del cual se afrontan problemas interdisciplinarios, lo que contribuye a solucionar
problemas primordiales; asimismo, considera que el método es trascendental porque los resultados no se limitan a las categorías de un
sujeto o de un campo particular, sino que se refieren a cualquier resultado que puedan tener oas nociones trascendentales, que son
totalmente abiertas.

El método también puede concebirse como un procedimiento racional, lógico, que tiene la finalidad de adquirir, sistematizar y transmitir
conocimientos, tanto en el nivel científico como filosófico.

EL MÉTODO Y LA TÉCNICA

Toda actividad humana, a fin de obtener mejores resultados, requiere del método y de la técnica; ambos son instrumentos fundamentales
para la actuación humana.

El método, advierte Ezequiel Ander-Egg, no basta ni es todo, se necesitan procedimientos y medio a que hagan operativos los métodos.
Este autor considera que las técnicas, igual que los métodos, son respuestas al “Como Hacer” para alcanzar un fin o resultado propuesto;
pero que ese sitúa en el nivel de los hechos o de las etapas prácticas, que actúan a modo de dispositivos auxiliares y que permiten aplicar el
método por medio de elementos prácticos, concretos y adaptados a un objeto definido. Estima que si el método es el camino o
procedimiento general del conociendo científico, las técnicas son los procedimientos de actuación concretos que deben seguirse para
recorrer las fases del método científico; por tanto, algunas técnicas, cuando no se utilizan en forma rutinaria, llegan a ser verdaderos
instrumentos de ruptura con el conocimiento espontáneo y contribuyen eficazmente a la construcción del conocimiento científico.

Así como nos encontramos un concepto único de método, tampoco existe acuerdo entre los autores respecto a lo que deje significar la
palabra técnica. En el diccionario el vocablo técnico designa un conjunto de procedimientos de que se vale una ciencia o un arte; pero esta
concepción, por amplia, no precisa su diferencia específica, que nos permitirá distinguirla con claridad de otros conceptos afines.

Según Garza Mercado, la técnica se define, desde un punto de vista estricto, como un sistema de dispuestos y reglas que permite hacer bien
una cosa; el autor agrega que la técnica se justicia exclusivamente en función de su utilidad práctica, a diferencia del método, que se
propone para descubrir y comprobar la verdad, y por oposición al arte, que persigue la realización de objetos estéticos.

Las técnicas de se incluyen en un método y, a la inversa, un método conlleva el manejo de técnicas diferentes. El método es el plan
general, la guía para llevar a cabo el proceso de la investigación; y las técnicas, que se integran a los métodos, sin son los procedimientos
específicos, dotados de eficacia, para realizar bien algo. Lo mismo que los métodos, las técnicas coadyuvan en la búsqueda de la verdad, así
como en la adquisición, sistematización y transmisión de los conocimientos.

Las técnicas, por ser formas concretas y directas de aplicar los métodos, permiten combinar diversos; por ello, la interrelación metódica se
hace patente mediante la aplicación de técnicas. Como simples ejemplos de la vinculación más adecuada entre técnicas y métodos podemos
señalar la que se da legislación jurídica, la relación de la técnica de análisis de leyes con los métodos histórico, descriptivo, sistemático y
comparativo.

Si de investigación se trata, la técnica en este ámbito, comprende tanto la búsqueda, la individualización y el aprovechamiento de las
fuentes de conocimiento como el registro, la clasificación y el señalamiento de los datos que arrojan; el método, por su parte, será
preponderadamente deductivo si la investigación referida se da en el plano teórico, o tendrá un carácter más inductivo si la indagación se
presenta en el terreno empírico.

Para José Antonio Alonso las técnicas son los procedimientos operativos, rigurosos, bien definidos, transmisibles y susceptibles de
aplicarse repetidas veces en las mismas condiciones; este autor puntualiza que la elección de las técnicas depende del objetivo que se busca
y el método de trabajo que se utiliza.

Con el propósito de distinguir, no con el de separar de manera concluyente, podemos señalar que en el nivel teórico los métodos se
presentan con un carácter más general, global y coordinación de actividades, mientras que en las técnicas de percibe un rasgo práctico y
operativo, un carácter acentuado de aplicación. De cierta manera, los métodos serían el género, mientras que la técnica, la especie. Por otra
parte, si nos ubicamos en un delimitar con precisión las fronteras de ambos procedimientos; aunque no puedan establecerse con claridad los
límites entre ellos, con frecuencia es innecesario.
Con la misma finalidad de señalar las características que permitan distinguir, en términos generales, el método método de la técnica,
observamos que en tanto el primero ayuda primordialmente a pensar las acciones a realizar, la segunda auxilia para llevarlas a cabo, a
hacerlas, a ejecutarlas; en idéntico sentido, el primero está presidido por normas lógicas; la segunda, en cambio, por reglas referentes al
uso. Aún a pesar diferencias, detectados entre ellos una necesidad de integración recíproca.

Leoncio Lara Sáenz precisa que la técnica se diferencia de la práctica en que ésta es el resultado de la acción personal o particular de cada
individuo al aplicar una técnica especifica; es decir, la práctica es la forma en la que el individuo pone en acción, de conformidad con sus
propias aptitudes y habilidades, las reglas de la técnica para la consecución de un fin científico o artístico determinado.

PREGUNTAS

1.- ¿Que es método?

La palabra Método hace referencia a ese conjunto de estrategias y herramientas que se utilizan para llegar a un objetivo preciso, el método
por lo general representa un medio instrumental por el cual se realizan las obras que cotidianamente se hacen. Puede asimilarse el método a
la manera habitual basada en la experiencia, la costumbre, la sabiduría de realizar una tarea en la vida cotidiana.

2. ¿Cuáles son los elementos que provee el investigador en la búsqueda de la verdad?

1. Apertura intelectual
2. Deseo de aceptación de toda idea constructiva
3. Serenidad en toda discusión
4. Interés por los temas
5. Paciencia
6. Procurar entender más que memorizar
7. Fomentar el ansia por aprender

3.- ¿Cómo se muestra el método también?

El método se nos muestra también como un instrumento valioso, un procedimiento implícito en toda actividad científica, que permite
evaluar el proceso de investigación que se efectúa en el desarrollo de las ciencias.

4.- Una con líneas según corresponda:

Método Modo ordenado y sistemático de proceder para

Llegar a un resultado o fin determinado.

Técnica
Conjunto de procedimientos o recursos que se

Usan en un arte, en una ciencia o en una actividad

Determinada, en especial cuando se adquieren por medio de su práctica y requieren habilidad

LA METODOLOGÍA

La relación entre método y metodología es de especie a género; los métodos se incluyen en la metodología.

La palabra metodología, desde el punto de vista etimológico, significa el estudio o tratado de los métodos; pero si asumimos una
perspectiva global se presenta como una teoría de procedimientos para alcanzar el conocimiento.

La metodología es una disciplina filosófica, perteneciente al ámbito de la lógica (porque todos los problemas referentes al método son de
naturaleza lógica), que tiene por objeto el estudio sistematizado de los métodos, y que nos indica, de una manera orientadora, las vías
convenientes a fin de lograr determinada actividad.

La metodología estudia y analiza los métodos con el propósito de describirlos y dirigir el intelecto hacia la consecución de conocimientos;
en sentido semejante se pronuncian Ernesto de la Torre y Ramiro Navarro de Anda, pues consideran que la metodología es un conjunto de
proposiciones lógicas, graduadas y jerarquizadas, destinadas a facilitar y mejorar el ejercido intelectual, la capacidad creadora de la mente
humana en cualquier rama del saber. Estos autores puntualizan que toda inteligencia, disciplinada por una labor constante y reflexiva,
producirá resultados positivos y válidos, y una mente por brillante que sea, nada alcanzará sin constancia ni orden en su ejercicio, pues solo
la inteligencia aplicada con orden y disciplina origina frutos abundantes.

Con el ánimo de precisar algunas acepciones de la palabra metodología, consideramos que es:

1. Una disciplina que estudia y analiza los métodos. Desde este punto de vista es una rama de la lógica, es lógica aplicada, cuyo objeto
consiste en el estudio de las formas metódicas que se enfocan a la adquisición y comprobación de conocimientos científicos.
2. Una propuesta de concepción del mundo o de la realidad. Desde esta perspectiva encontramos diferentes corrientes del
pensamiento: matematicismo, mecanicismo, biologicismo, logicismo, cientificismo, etcétera.

Si la metodología, de acuerdo con esta acepción, es una forma de entender el mundo, cada perspectiva que ha surgido a través de los siglos
contiene una propuesta básica para captar la realidad: para el matematicismo, corriente de pensamiento que deriva de la escuela pitagórica,
la clave para entenderla es mediante los números, pues considera que estos son una especie de sustancia de la que se componen las cosas y
hace posible comprender el universo en su conjunto; el mecanismo, corriente de pensamiento derivada de los éxitos de la física, la
mecánica y la astronomía, afirma que las cosas pueden explicarse a partir de las dimensiones, el movimiento y el equilibrio de fuerzas; para
el organicismo o biologismo, postura que proviene del auge de la biología y de las teorías de Charles Darwin sobre la evolución de las
especies, la vida de todo cuanto existe esta sujeta a cambios, y precisamente estos nos permiten saber la constitución ultima de lo existente.

Estas corrientes de pensamiento, lo mismo que el logicismo, el cientificismo, el economicismo, entre otras, tienen el defecto de considerar
un solo elemento para explicar la realidad en su conjunto; un solo elemento para explicar la realidad en su conjunto, son visiones
unilaterales del mundo que dejan fuera los demás elementos para una captación integral de la realidad.

3. Una forma sistemática de abordar una realidad, por ejemplo, la realidad física, psicológica, social, jurídica, etc., que incluye la
crítica del conocimiento.
4. Un conjunto de etapas y reglas por seguir para la investigación de un objeto; es lo que se conoce como metodología de la
investigación, y que incluye el análisis y la valoración critica de los múltiples métodos y sus combinaciones.

LA METODOLOGÍA GENERAL Y LA METODOLOGÍA ESPECIAL


La metodología se clasifica en general y especial. La primera aborda el estudio de los métodos que tienen aplicación en todas las ciencias;
se refiere a los procedimientos comunes que utilizan las disciplinas científicas tanto para adquirir como para sintetizar y transmitir sus
conocimientos. La metodología especial, por su arte, remite al estudio del o de los métodos propios de cada ciencia, al análisis de los
métodos particulares que se emplean en toda parcela del saber.

La metodología, debido a que promueve el estudio y el análisis de los métodos, propicia que estos se particularicen de acuerdo con la
naturaleza y las características de cada disciplina científica, para que generen, a su vez, una metodología apropiada a fin de conseguir sus
respectivos objetivos, con el auxilio de las técnicas idóneas.

Ya que la naturaleza de los objetos de las ciencias es diversa, el método o métodos que se seguirán en cada una de ellas también lo serán;
en otras palabras, la especialización científica reclama un procedimiento adecuado; exige el empleo de métodos (que también pueden
utilizarse en otras disciplinas, como el analítico, sintético, inductivo y deductivo) que cuenten con matices especiales, con gradaciones
particulares y aplicaciones singulares. En este sentido se ha señalado, habida cuenta de sus excepciones, que el método más adecuado para
las ciencias racionales es el deductivo; que el de las ciencias experimentales es el inductivo, y que el mas apropiado para las ciencias del
espíritu, o ciencias sociales, es el método de comprensión o deliberativo.

BREVE RESEÑA HISTORICA DE LAS CONCEPCIONES METODOLÓGICAS

Los grandes pensadores de todas las épocas, en las diferentes áreas del saber humano, han recurrido a métodos con el propósito de alcanzar
conocimientos cada vez más sólidos; la finalidad ha sido la misma: abordar de una mejor manera la realidad y expresarla de tal forma que
propicie el progreso del hombre.

Aristóteles (siglo IV a. C.), aborda el estudio de la realidad física (específicamente en el campo de la biología) con base en el método
inductivo; su propuesta consiste en partir del conocimiento empírico para, en primer lugar, analizar los fenómenos y, después, considerar
las opiniones que se han vertido de ellos, contrastarlas con las que se han observado, a fin de refutarlas y corregirlas, y proceder, en todo
caso, a verificar las propias observaciones. Aristóteles recomienda partir de la experiencia y elaborar teorias para someterlas a la
verificación empírica; afirma que la realidad es susceptible de ser captada por nuestro entendimiento, que es el que descubre mediante la
abstracción, las ideas ocultas en los objetos. Respecto al estudio de los objetos ideales, como los pensamientos, logra sistematizar el
método deductivo; en este campo de la realidad desarrolla sus estudios de lógica. El método dialectico que concibió Aristóteles se lleva a
cabo cuando se da un movimiento que va de una idea original a la opuesta, para pasar enseguida a la siguiente afirmación, y así
sucesivamente. Aristóteles, en el campo filosófico, propone obtener el conocimiento con fundamento causal, que se logra, principalmente,
por medio de la deducción, la inducción y la analogía.

Euclides (315-225 a. C.), por su parte, desarrolla el método deductivo en el campo de la geometría: descubre en las matemáticas la vía para
expresar las relaciones entre los objetos por el estudiados. Este pensador tiene el merito de haber ordenado y sistematizado las propuestas
de la escuela pitagórica, con base en una simbología matemática, que formaliza el lenguaje especial de los signos que emplea.

En la época medieval se consolidan las bases del método experimental, lo que permite la aparición de nuevas inquietudes para abordar la
realidad; así surge el método científico. Con las ideas de Galileo Galilei (siglo XVII) se procede de una manera distinta en el estudio de la
realidad; pero el mérito de sistematizar los asuntos relativos al método y sus problemas se debe a Francis Bacon y a Descartes; a Bacon
porque propuso procedimientos científicos de investigación mas firmes, basados en el desarrollo del método inductivo, que nos permite, de
acuerdo con él, tanto la manipulación de los hechos como hacer posible la generalización-, a Descartes por expresar que la duda es un
instrumento metódico, así como por considerar que todo conocimiento se fundamenta en la evidencia.

Refiere Ezequiel Ander-Egg que desde los comienzos del siglo XVII los temas concernientes a la metodología comenzaron a adquirir
importancia. El autor precisa que como consciencia de la gran expansión y del progreso de la ciencia se hizo necesario desarrollar nuevos
procedimientos eh instrumentos para hallar caminos de acceso al a realidad, y que por ello el problema que se planteo a algunas de las
mentes mas lucidas de la época fue el siguiente: ¿Como abordar de manera científica la realidad sin distorsionarla con factores Objetivos y
subjetivos que dificultan o perturban el conocer?; considera que este fue precisamente uno de los problemas básicos que preocupo a Bacon
y a Descartes cuando plantearon la cuestión “ del mejor camino para llegar a un conocimiento efectivo y a la vez riguroso de la naturaleza”,
es decir, nuevos procedimientos e instrumentos que fueran vías de acceso a la realidad.

IMPLICACIONES DE LOS METODOS

Hablar de implicaciones de los métodos es referirnos a materias, problemas y campos conexos con aquellos; es reconocer que los métodos
no subsisten de manera aislada, sino que dependen de una serie de factores que permiten su aplicación adecuada y la consiguiente
obtención de beneficios o utilidades susceptibles de producirse. Ubicar, pues el problema metodológico en una perspectiva mas amplia
permite tener una mejor visión de la materia y relacionar armónica e integralmente cada faceta que presenta los métodos.

Las implicaciones principales de los métodos se refieren a los aspectos ontológico, gnoseológico, lógico y de matriz disciplinaria.

Si los métodos posibilitan una mejor manera de relacionarse con la realidad, será precisamente esta, la clase de realidad que se estudia, la
que determine la forma idónea de llevar a cabo la vinculación mencionada. En primer lugar, es recomendable establecer la clase de realidad
que se ha de abordar y, luego, indagar el método o métodos mas convenientes. A esto se refiere la implicación de carácter ontológico.

El método esta en estrecha dependencia con el tipo de objeto al que se aplica, por eso, aunque se determinen las reglas relativas al método
en general, se presenta particularidades metodológicas en cada ciencia, debido a las diversidades de objetos que estudian las disciplinas
científicas. Se trata de adaptar el instrumental lógico al as características propias de cada ciencia, de tomar en cuenta que el objeto es
específicamente múltiple. Lo anterior nos motiva a no aceptar la existencia de un solo procedimiento, que hasta en sus ultimas
consecuencias pudiera aplicarse por igual a todas las ciencias; no puede haber un tratamiento metodológico uniforme para ellas.

En la constitución del método de una ciencia intervienen también, de manera reflexiva y, por tanto, en buena medida aposterioristica, la
praxis y el fieri de la misma ciencia en cuestión. Prueba de ellos es que primero se procede a la constricción de algunos elemente de una
ciencia en cuestión. Pueda de ellos es que primero se procede a las construcciones de algunos elementos de una ciencia de manera
tentativa, según lo va requiriendo su objeto; y, después de tenerla de modo incipiente, con ciertos contenidos, se reflexiona más
detenidamente sobre el modo correcto de proceder en ella. Pero, una vez determinado el método en sus líneas generales, la practica y el
desarrollo posterior de la ciencia confirman (o des-confirman) la adecuación del método al objeto. Así, primero se tuvieron contenidos.
De ahí que, basado en contenidos, el método involucra supuestos ontológicos.

Como dicen Ernesto de la Torre Villar y Navarro de Anda, cada ciencia tiene su propia sustancia y su propio método. La sustancia, que es
su contenido, se enriquece continuamente debido a la ampliación del conocimiento, que se origina en nuevas observaciones,
descubrimientos y experiencias alcanzados tanto por el ejercicio reflexivo de la inteligencia como por el empleo de nuevos métodos que la
perfeccionen y enriquezcan. De esta manera, en toda ciencia se da una relación íntima entre su contenido y su método o procedimiento para
manejar ese contenido, mejorarlo y enriquecerlo. Esa relación implica, agregan los autores, que en la medida en que le contenido de una
disciplina se amplié, se presente como una necesidad ineludible el enriquecimiento, la perfección y el remozamiento de sus métodos, y que
este enriquecimiento provoque a su vez un mayor acrecentamiento del contenido de esa rama del saber.

Las implicaciones de carácter gnoseológico o de naturaleza epistémica, hacen referencia a todos los problemas que suscita la teoría del
conocimiento. Si, como se indicó, los métodos son los procedimientos que nos permiten adquirir, sistematizar y transmitir conocimientos,
la disciplina que se encarga de estudiarlos influirá de manera decisiva en el planteamiento y en la proyección de ellos. Si tomamos en
cuenta que la teoría del conocimiento es una disciplina filosófica que atiende a la adecuación del pensamiento con la realidad, que indaga
las razones últimas del proceso cognoscitivo y de sus problemas relativos a la posibilidad, al origen, a la esencia y a las formas del
conocimiento, así como a las normas o principios que nos ayudan a conocer la verdad, nos percataremos de que la gnoseología esta
presente y vinculada con toda metodología.

Ario Garza Mercado señala que en este nivel, el de la gnoseología, se discute, por ejemplo, la importancia de la intuición, la razón y la
revelación como fuentes del conocimiento; asimismo se discute el valor de la deducción, la inducción y el experimento; señala que este
sector se proyecta sobre una o varias disciplinas a fin de valorar los métodos que se proponen para el desarrollo de estas, y dice, a manera
de ejemplo, que en la filosofía del derecho se discute la eficacia de métodos como el iusnaturalista, el formalista y el sociológico para
identificar y valorar las normas jurídicas.

Las implicaciones de carácter lógico se refieren a los métodos propiamente dichos, a los procedimientos que se llevan a cabo en el
conocimiento científico. La lógica, por ser una disciplina filosófica que tiene como misión estudiar la forma en que el hombre ordena su
pensamiento para entender el mundo que le rodea, la relación entre el pensamiento y la realidad, desde le punto de vista formal, también
esta presente en la problemática metodológica.

La lógica es una ciencia de las relaciones que indaga las formas simples del pensamiento, como concepto, juicio y razonamiento; esta
disciplina se ocupa de las formas metódica, de los procedimientos dirigidos a la adquisición y sistematización de los conocimientos. Si
ponemos nuestra atención en el proceso cognoscitivo, podremos percatamos de que esta sujeto a funciones y operaciones lógica, como el
análisis, la síntesis, a deducción y la inducción, y que estas funciones son esenciales para le avance del conocimiento. ´por estas razones, en
el campo metodológico, las implicaciones de carácter lógico revisten un papel importante.
Francisco Larroyo indica que juicio, concepto, aporía y norma son instrumentos de la investigación o, si se quiere, etapas del trabajo
creador de la ciencia. Añade que las disciplinas científicas, además, emplean estructuras mas complicadas para obtener resultados, por
medio de la combinación de series de juicios, y que tales estructuras permiten concluir, inferir, es decir, derivar, con la legalidad lógica, de
uno o varios juicios dados (premisas) otro diferente (conclusión); sin embargo, aclara que los métodos son instrumentos de trabajo que no
se aplican en una sola ciencia; ejemplifica con la inducción que emplean diferentes ciencias, como la física, la química, la biología y la
astronomía.

Las implicaciones de carácter disciplinario, por su parte, hacen referencia a los asuntos básicos, a los problemas propios de la cada ciencia.
Dependiendo de los campos de trabajo de cada disciplina científica, así como de sus límites, será el método o métodos que se utilicen.

Podemos establecer que de acuerdo con los distintos fines y de acuerdo con la naturaleza del fenómeno o hecho por estudiar, caben
diferentes métodos. Sin embargo, no hay que incurrir en el error de pensar que para cada din existe un método único; si puede afirmarse
en cambio, que entre todos los métodos hay uno que es mas adecuado al fin propuesto […] los métodos de una ciencia se usan en otras, o -
pueden decirse también- hay métodos que son validos para diferentes ciencias […] Digamos -como otro aspecto del método- que esta
también debe considerarse como ligado a un dominio especifico o particular; así se habla del método de la física, del método de la
biología, del método de la sociología, y -a nivel de las tecnologías sociales- del método o los métodos de trabajo social, de acción social,
de animación cultural, etc. Cada uno de estos dominios comporta objetivos específicos y una manera de proceder que le es propia. La
aspiración de un método científico aplicable a todos los fenómenos es solo eso: una aspiración. No obstante, puede afirmarse que los
métodos están emparentados entre si y que existen unos requisitos básicos a todo método que quiere se científico.

Al particularizar los métodos en las disciplinas científicas surgen las respectivas metodologías especiales; así, la metodología jurídica, la
metodología matemática y la metodología de la biología son ejemplos de metodologías especiales.

NOCIONES GENERALES DE DIVERSOS TIPOS DE MÉTODOS

Método inductivo. La palabra inducción proviene del latín inductio, y significa “acción y efecto de inducir, conducir”. Desde el punto de
vista de la lógica, la inducción es un argumento que, partiendo de extensión universal; es un razonamiento que va de lo particular a lo
general.

El método inductivo es un proceso que va de los singular a lo universal, de lo concreto a los abstracto; parte de la experiencia pasada para
predecir la futura; en otras palabras, se trata de un procedimiento lógico que se emplea para generalizar la experiencia. Comienza con la
observación de casos singulares para llegar a una ley universal; por ejemplo, se observa que los metales como el oro, el hierro, el cobre,
etc., son buenos conductores de la electricidad, y de ahí se infiere que todos los metales son buenos conductores de la electricidad. En
virtud de este método se formulan las leyes científicas.

También, el método inductivo es una operación lógica que nos permite pasar de la comprobación de varios hechos particulares a la ley de
todos los hechos del mismo género, de conocimientos particulares a conclusiones generales. Este método puede combinarse con el
deductivo, con el de análisis y el de síntesis. Que la inducción se refiera al movimiento del pensamiento que va de los hechos particulares a
afirmaciones generales, implica pasar de los resultados obtenidos de observaciones o experimentos a síntesis racionales, al planteamiento
de hipótesis, leyes y teorías, que abarcan no solamente los casos de los cuales se partió, sino a otros de la misma clase.

Existen dos tipos de inducción: la completa o total y la incompleta o amplificadora, también llamada científica. La primera es la que,
después de observar los casos de una clase, atribuye la propiedades, cualidades o características captadas en cada uno de ellos a la clase en
cuestión; se funda, por lo tanto, en la totalidad de los casos observados. Mas que tratarse de un raciocinio, en esta operación se da una
totalidad de datos o pormenores observados, una generalización uniforme o completa.

La inducción incompleta o parcial parte de un numero limitado de casos para inferir la universalidad de la conclusión. Este tipo de
inducción se utiliza para formular la mayor parte de las leyes científicas. Aunque su utilidad y utilización en el terreno científico esta fuera
de duda, formalmente la inferencia no queda tan clara. El razonamiento efectuado en esta operación consiste en pasar de los casos
particulares hasta la totalidad. Este tipo de inducción solo es probable, pero no por ello menos cierta.

Sin embargo, la inducción requiere, a fin de conseguir generalizaciones validas, un procedimiento que contemple la manera de impugnar
las hipótesis falsas. “La debilidad de la inducción nace de que nunca podamos estar absolutamente seguros de haber rechazado todas las
hipótesis falsas, ni de haber usado un método absolutamente eficiente para refutarlas.
Bacon rechazó la inducción completa por considerar que no permite el progreso de los conocimientos; preconizó la inducción incompleta
(llamada a veces baconiana), a la que concibe como un procedimiento en el que, mediante operaciones sucesivas, se elimina, de lo que se
observa, lo que no les pertenece como tales, y enseguida se elaboran tablas de ausencia, presencia y graduación, que establecen una
inducción legítima. A partir de este procedimiento, señala Bacon, puede pasarse de la observación de los fenómenos a la formulación de las
leyes que los rigen; así se suscita en nuestro ánimo la certeza moral respecto a la esencia y causa de los fenómenos estudiados mediante la
observación o el experimento. Insiste en que toda investigación científica ha de partir de los datos de evidencia inmediata.

Hay que torturar a la naturaleza, dice Bacon, y poner plomo, no alas, al pensamiento. La naturaleza, por sí misma, no revela sus secretos.
Es preciso arrancárselos mediante experiencias, creando las situaciones más propicias para observarla [...] Hay que comparar las
experiencias, registrándolas de manera que, a través de sus semejanzas y diferencias y variaciones, puedan descubrirse los principios que
las rigen.

Las experiencias deben registrarse en las que Bacon llamó tablas. En la tabla de presencia se señalarán los casos en que de acuerdo con la
circunstancia que se considere productora del fenómeno, éste se da; es decir, en ella se anotaran los casos en que se da el mismo fenómeno.
Si ante la presencia de un fenómeno siempre se presenta otro (por ejemplo, si al fenómeno frío sigue siempre el fenómeno migración de
ciertas especies de aves) tenemos una importante señal o indicio de que el primer fenómeno interviene en el origen del segundo.

En la tabla de ausencia se registrarán los casos en que el fenómeno que se investiga no se da, a pesar de que existen circunstancias que se
consideran como productoras de él; se anotarán las ocasiones en que la ausencia de un agente conlleva la carencia de un fenómeno; por
ejemplo, si siempre que está ausente la luz deja de producirse la fotosíntesis, es posible concluir que este fenómeno depende, en algún
modo, de ese agente.

En la tabla de variantes o de diferencia de grados se situarán los casos en que el fenómeno presenta variaciones o diferencias; se apuntarán
las ocasiones en que, ante el aumento o la disminución de la intensidad del agente que se supone causa el fenómeno, aumenta o disminuye
la intensidad de éste. Se asentará la variación del agente y la proporción con que se presenta el fenómeno; por ejemplo, si la ingestión de
yodo aumenta o decrece provoca una mayor o menor producción de hormonas tiroideas, entonces puede inferirse que este fenómeno
depende en algún modo de aquel agente.

María Elena Chapa refiere que el propósito de Bacon es encontrar fenómenos que cuando se presenta uno de ellos, también se da el otro;
cuando no se da uno, no se produce el otro; y cuando uno varía, de igual manera varía el otro. Al comprobar esta conexión, entonces resulta
posible enunciar la relación forzosa que existe entre los hechos; de éstos se pasa a la afirmación general. La inducción es, según Bacon, el
paso de los hechos a la expresión de la relación constante que los vincula; es decir, el paso de los hechos a la ley que los rige.

Según John Stuart Mill (siglo XIX), los métodos para la investigación experimental son cinco: el de concordancias, el de diferencias, el que
combina concordancias y diferencias, el de variaciones concomitantes y el de residuos; cada uno de ellos está sujeto a un principio
regulador.

De estos métodos, los primeros cuatro guardan cierta semejanza con los que estableció Bacon; el último se reserva para los casos en que
ninguno de los anteriores es aplicable.

Método de concordancias. Su propuesta consiste en estudiar casos diferentes para comprobar en qué concuerdan, en comparar fenómenos
que, aunque se dan en diversas circunstancias, presentan una conformidad entre ellos. De acuerdo con la lógica tradicional, si se da la
causa, se produce el efecto, y esto no quiere decir otra cosa que, cuando se trata de la labor que desarrolla un investigador, al buscarse la
causa de un hecho y encontrar su presencia en casos totalmente diferentes, surge la probabilidad de que tal hecho, que se repite en todas las
circunstancias, sea la causa que se busca. El principio a que se sujeta este método establece: si dos o más casos del fenómeno que se
investiga sólo tienen una circunstancia en común, pero ésta concuerda, es la causa o el efecto del fenómeno estudiado.

Método de diferencias. Su planteamiento estriba en que hay que buscar casos que se parezcan en todas sus circunstancias, con excepción
de una, en comparar casos que difieren solamente en la presencia o ausencia de ciertos hechos. La lógica afirma que excluida la causa, se
elimina el efecto, lo que significa que un hecho cuya causa se busca, por ejemplo, una enfermedad, se presenta en varias personas que no
tienen entre sí más que un solo síntoma en común, entonces se tiene la presunción de que tal aspecto es la causa que se busca; después se
comprueba que, al desaparecer el mencionado síntoma, desaparece la enfermedad. Este método lo regula el principio siguiente: si un caso
en el que el fenómeno se presenta y otro caso en el que no tiene lugar presentan todas las circunstancias en común, excepto una, que sólo se
da en el primero, tal circunstancia única en la que difieren es la causa o el efecto, o una parte indispensable de la causa del fenómeno que se
estudia.

Método combinado de concordancias y diferencias. Este procedimiento utiliza en forma conjunta los métodos anteriores y está sujeto al
principio que dice: si dos o más casos en los que se da el fenómeno que se investiga tienen solamente una circunstancia en común, mientras
dos o más casos en los que no se presenta, tienen en común la ausencia de dicha circunstancia, la circunstancia única en la que los dos
grupos de casos difieren es la causa o el efecto, o una parte indispensable de la causa del fenómeno que se estudia. Podemos señalar el
ejemplo siguiente: las personas que siguen una dieta balanceada y hacen ejercicio tienden a ser saludables; quienes llevan una dieta
inadecuada y una vida sedentaria tienden a presentar serios problemas de salud. Podemos, pues, afirmar que la nutrición y el ejercicio
influyen en la salud de las personas.

Método de variaciones concomitantes. Esta operación consiste en determinar el grado en que se dan los cambios en los fenómenos por
estudiar, y lo rige el principio que instituye: todo fenómeno que varía de alguna manera, en tanto que otro fenómeno cambia de una forma
particular, es la causa o el efecto de ese fenómeno, o está relacionado con él por alguna causa. La lógica tradicional establece que al variar
la causa, varía el efecto, por lo que este método trata de detectar las diferencias que se presenten en la evolución de un fenómeno, en
correspondencia con las diferencias en el desarrollo de otros fenómenos. Un ejemplo de la utilización de este método es el registro de las
variaciones en la concentración de alergenos en el ambiente, de acuerdo con las estaciones del año.

Método de residuos. En virtud de este método se tiene la posibilidad de averiguar las causas cuya presencia no puede eliminarse por medio
de la experimentación; hace factible analizar un residuo excedente en un compuesto del que se separaron previamente los elementos
conocidos. Este método lo rige el principio que afirma: si se sustrae de cualquier fenómeno la parte que, por inducciones anteriores,
constituye el efecto de ciertos antecedentes, resultará que el residuo del fenómeno es el efecto de los antecedentes restantes; por ejemplo, si
se efectúa un estudio de la bóveda celeste y se observa un cuerpo luminoso fuera de nuestro sistema solar que no está registrado en las
tablas astronómicas, ello indica la presencia de una estrella nueva.

Nicola Abbagnano refiere que la inducción se justifica desde el punto de vista pragmático, que es la interpretación contemporánea de
carácter probabilista de la inducción: cuando un carácter determinado concurre en una proporción de las muestras examinadas, puede
considerarse que esta proporción vale para todos los otros ejemplos del caso, salvo prueba en contrario. Esto significa que cuando el valor
numérico de tal proporción se toma como medida de la posibilidad de que el carácter de que se trata suceda en un nuevo ejemplo, se tiene
un juicio de probabilidad. De acuerdo con esta postura, la inducción es un medio para obtener previsiones: la vida cotidiana muestra casos
en los que, en una situación dada, se requiere una decisión, que se toma según los indicios que muestran algún grado de seguridad; sin
embargo, cabe aclarar que la decisión no se deduce de aquella indicación ni la conducta contraria implica contradicción. Además, esta
visión pragmática de la inducción incluye la posibilidad constante de revisar y eliminar los posibles errores.

Método deductivo. Etimológicamente, la palabra deducción proveniente del latín deductio, significa "sacar consecuencias", por tanto,
expresa la relación por medio de la cual una conclusión se obtiene de una o más premisas.

El método deductivo es una operación lógica que parte de principios admitidos comúnmente como ciertos o conocimientos de carácter
general, a fin de inferir conclusiones particulares a partir de ellos. Es un proceso de carácter racional que pasa de una proposición a otras
proposiciones, con el objetivo de llegar a una proposición límite, que es la conclusión del proceso. Las proposiciones de las que
obtenemos las conclusiones se denominan antecedentes o premisas, y a la conclusión, que es otra proposición, se le llama consecuencia.
Tomada en un sentido amplio, la deducción se presenta como el acto de inferir una verdad de otra u otras; en este contexto, en todo
razonamiento o discurso hay deducción, pues conseguimos una verdad desconocida de otra u otras que conocemos. “Una definición hoy
muy común y que se aplica a todas las formas de deducción, es la que sostiene que en el proceso deductivo se derivan ciertos enunciados
de otros enunciados de modo puramente formal, esto es, en virtud sólo de la forma (lógica) de los mismos".

Si para deducir partimos de una sola proposición o premisa, estamos frente a la deducción inmediata; si nuestra operación la efectuamos
por medio de dos o más proposiciones o premisas, la deducción se llama mediata.

En el silogismo, forma típica del método deductivo, encontramos únicamente dos premisas, de las cuales la primera, por ser más general
que la segunda, recibe el nombre de mayor, y a la otra se le conoce como premisa menor. Ejemplos: todos los hombres son sujetos de
derecho (premisa mayor), los negros son hombres (premisa menor), luego los negros son sujetos de derecho (conclusión); todos los
planetas tienen forma redonda (premisa mayor), la Tierra es un planeta (premisa menor), luego la Tierra tiene la forma redonda
(conclusión).
Las conclusiones se obtienen mediante la aplicación de la primera proposición o premisa (mayor) a la segunda (menor); a su vez, cada
premisa cuenta con dos términos, y la conclusión también, pero entre las dos premisas sólo existen tres términos: el mayor, el menor y el
medio; este último sirve de enlace para efectuar la inferencia o aplicación de la primera premisa a la segunda y obtener así la conclusión.

A juicio de Abbagnano, las características fundamentales de la teoría deductiva aristotélica , son: la multiplicidad de las premisas y la
universalidad de las mismas; respecto del término medio, señala que es indispensable porque la atribución de un predicado a una cosa
puede sólo hacerse con referencia a la sustancia de la cosa misma, y sólo en virtud de esta referencia se determina la cualidad
(afirmación o negación), la cantidad (universal o particular) y la modalidad (esencial o accidental) de la atribución deducida; estima que
la universalidad de las premisas se deduce del hecho de que deben referirse al objeto en su totalidad, o sea, a la sustancia o esencia
necesaria del objeto mismo; así, pone como ejemplo, que para Aristóteles el silogismo perfecto es la deducción perfecta, es decir, aquella
en la que las premisas contienen lo necesario para la deducción de la conclusión.

Siendo la deducción un tránsito de lo universal a lo particular o menos universal, supone principios conocidos de antemano, que
son las verdades universales, de las cuales inferimos otra verdad particular o menos universal. Y como nada
podría demostrarse si todo se hubiese de demostrar, hay que admitir que la deducción, que es una especie de demostración,
supone verdades o principios indemostrables, pero que no necesitan de demostración a causa de la gran evidencia de que están
dotados.

Para Elí De Gortari la deducción es un proceso lógico mediante el que, partiendo de uno o más juicios que expresan conocimientos
adquiridos o por lo menos postulados, se deriva otro juicio en que se expone un conocimiento menos general o, lo que es lo mismo,
particularizado e implicado en los antecedentes; es una operación analítica para descubrir la interconexión de los
conocimientos adquiridos y para formar hipótesis de trabajo en la investigación científica, no obstante, aclara que en ésta se expresa de
manera más completa la conexión entre los conceptos y los juicios.

Irving M. Copi y Carl Cohen sostienen que la distinción entre deducción-de la que se dice que es una inducción que va de lo general a lo
particular- e inducción -que va de lo particular a lo general- es insatisfactoria. Estos autores consideran que un argumento deductivo
tiene la pretensión de que sus premisas proporcionen fundamentos concluyentes para su conclusión. Cuando el razonamiento en un
argumento deductivo es correcto, se le llama válido; cuando es incorrecto, se le llama inválido. Si un argumento de este tipo no es sólido,
por no ser válido o porque sus premisas no son verdaderas, no sirve para establecer la verdad. En cambio, un argumento inductivo tiene
una pretensión muy diferente; no que sus premisas sean fundamentos para la verdad de su conclusión, sino que solamente proporcionan
cierto apoyo a su conclusión. Los argumentos inductivos, por tanto, no pueden ser "válidos" o "inválidos" en el sentido en que estos
términos se aplican a los argumentos deductivos. Aclaran que es posible evaluar los argumentos inductivos como mejores o peores, de
acuerdo con el grado de apoyo que sus premisas dan a sus conclusiones, y que cuanto mayor sea la probabilidad o verosimilitud que sus
premisas confieran a la conclusión, más alto será el mérito de un argumento inductivo. Pero esa probabilidad, puntualizan, aunque las
premisas sean todas verdaderas, está muy lejos de la certeza.

La diferencia fundamental entre estos dos tipos de argumentos radica en las afirmaciones que se hacen acerca de las relaciones entre
premisas y conclusión. Los argumentos deductivos son aquellos en los cuales se afirma la existencia de una relación muy estrecha y
rigurosa entre premisas y conclusión. Si un argumento deductivo es válido, entonces, dada la verdad de sus premisas; su conclusión
debe ser verdadera sin importar qué otra cosa sea cierta. Por ejemplo, si es verdad que todos los humanos son mortales y si es verdad que
Sócrates es humano, entonces debe ser verdad que Sócrates es mortal, independientemente de cualquier otra verdad que pueda haber en
el mundo y de qué premisas se añadan o qué información se descubra [...] Si un argumento es válido, ningún hecho adicional del mundo
puede hacerlo más válido; si una conclusión se ha inferido válidamente de un conjunto de premisas, ningún otro elemento que se añada
al conjunto puede otorgarle una validez mayor o más estricta al argumento.

Para José Antonio Alonso la deducción es, ante todo, un método de demostración, en el que se infieren las consecuencias lógicas a partir
de unas premisas ciertas, ya que a partir de premisas válidas llegamos a la verdad de la conclusión por medio de la aplicación de
estructuras lógicas adecuadas. Por el contrario, la inducción para este autor es la lógica de la justificación de los nuevos enunciados de la
ciencia empírica.

Una gran parte de nuestros razonamientos en la vida cotidiana es una combinación tanto de argumentos inductivos como deductivos:
partimos de la inducción y enseguida usamos las conclusiones inductivas como premisas del razonamiento deductivo; integramos
conclusiones deductivas a resultados inductivos, después efectuamos otras deducciones y así sucesivamente.
El método deductivo se utiliza en todas las disciplinas científicas; pero es más apropiado al procedimiento que siguen las ciencias
abstractas y racionales, por ejemplo la filosofía, la lógica, las matemáticas, las ciencias culturales; es decir, disciplinas que requieran
pruebas formales y que no tengan directamente como objeto la experiencia, sino el desarrollo de conceptos y juicios, a partir de ciertas
premisas; la inducción, por otro lado, es el de las ciencias experimentales.

Que las observaciones empíricas impliquen ciertos principios racionales, como al principio de causalidad, del cual estamos seguros, aun
antes de haber efectuado ninguna experiencia, así como el papel preponderante que desempeña la hipótesis en las denominadas ciencias
fácticas, implica un cierto desplazamiento del método inductivo en favor del deductivo.

Giorgio Del Vecchio refiere que las ciencias suelen clasificarse en deductivas e inductivas, dependiendo del método que empleen; pero
que esta distinción tiene un valor relativo, porque en general las ciencias se sirven, en distinta medida, de ambos métodos. Señala que se
observa que muchas ciencias fundadas en la inducción, a medida que avanzan, tienden a convertirse en deductivas. Esto acontece en
especial cuando después de llegar de manera inductiva a ciertos resultados, éstos se toman como premisas, para proceder en forma
deductiva al conocimiento de otros hechos particulares. Menciona como ejemplo a la astronomía, que asumió un carácter deductivo
después de fijar, sobre la base de numerosas experiencias, el principio de la gravitación universal. Reconoce que si bien los dos métodos
(deductivo e inductivo) son distintos, no son, empero, contradictorios ni excluyentes, sino que en cierto aspecto se combinan, se integran
y es posible entre ellos una mutua ayuda y avenencia. Luego de realizar un determinado número de observaciones, es posible llegar a la
generalidad -que tendrá en tal caso origen inductivo- y proceder ulteriormente por deducción.

Con el argumento de que poseemos dos especies de cognición: la empírica, que se funda sobre la observación externa (a posteriori), y la
racional, que deriva directamente de nuestro intelecto (a priori), Del Vecchio precisa que la primera nos indica que algunos hechos
suceden de cierto modo; pero no implica que no pudieran acontecer de manera diversa (señala sólo que hasta un momento dado de la
investigación experimental las cosas se han mostrado de cierta manera); el hecho, menciona por ejemplo, de que los cisnes que se ven en
Italia sean blancos, no significa que no existan también de otro color; en efecto, en Australia se descubrieron cisnes negros. La verdad
racional, por el contrario, jamás puede desmentirse por medio de la experiencia; así, pone como ejemplo que si afirmamos que la suma
de los ángulos internos de un triángulo vale dos rectos, decimos que esto es y será siempre verdad para cualquier triángulo posible,
porque afirmamos una verdad correspondiente a las leyes de nuestro pensamiento, que siempre serán válidas y se imponen a los hechos
o, mejor, están necesariamente en correspondencia con ellos. Concluye que podremos fundarnos siempre, y con absoluta seguridad, en
razonamientos deductivos, en verdades racionales, a diferencia de lo que sucede en relación con las verdades empíricas, en las que
conviene proceder con cautela a fin de evitar convertirlas en axiomas o dogmas.

Sin la capacidad deductiva, mencionan Pedro Olea Franco y Francisco L. Sánchez Del Carpio, el hombre estaría condenado a repetir
siempre los mismos errores, pues tendría que esperar cada caso particular sin que lo precediera ningún recuerdo. En cambio, al emplear
la deducción ubica un problema o fenómeno sin aparente conexión con los datos ya conocidos. Con el método teórico deductivo,
agregan, es posible organizar el pensamiento y generar otros métodos; nos ayuda a conceptuar, de manera más general, toda clase de
circunstancias; nos permite adelantarnos a los hechos y abstraer, para su consideración individual, partes de un todo.

Método de análisis. La palabra análisis, de acuerdo con su sentido etimológico proviene del griego analysis, y significa "desatar,
desligar, deshacer, distinguir y separar las partes de un todo".

El método de análisis consiste en una operación que se realiza con el propósito de conocer los principios o elementos del objeto que se
investiga, para examinar con detalle un problema. Al desintegrar o descomponer un todo en sus partes se nos posibilita el estudio, con
mayor detenimiento, de cada uno de sus elementos, y la determinación de los tipos de relaciones que se establecen entre ellos y con
respecto del todo. El conocimiento de la naturaleza de las partes o los elementos hace posible la comprensión de la esencia de un todo.

El procedimiento de este método consiste en una resolución, esto es, una actividad encaminada a transformar lo complejo en simple; por
eso también se conoce como método de resolución o método resolutivo.

El todo -del que se realiza un análisis- puede ser cualquier objeto, es decir, real, ideal o cultural. En otras palabras, es posible que sea de
carácter material (por ejemplo, objetos del reino mineral) o de índole racional (como en el caso de las leyes, las hipótesis, las teorías,
etc.), y por ello se clasifica en análisis empírico y análisis racional.

El método de análisis puede combinarse con el método comparativo, y así se logra efectuar un estudio para encontrar las semejanzas y
diferencias de una serie de elementos que han sido separados. Asimismo, puede vincularse con procedimientos empíricos, por ejemplo
las observaciones, las encuestas y las experimentaciones, o también con el método descriptivo, y así se señalan, se detallan y caracterizan
cada uno de los elementos de un objeto.

La abstracción desempeña un papel importante en el análisis de objetos ideales pues en virtud de ella se aíslan las partes de un objeto de
esta naturaleza. Podemos proceder, como sugiere Descartes, dividiendo cada una de las dificultades, comenzando por los objetos más
simples y más fáciles de conocer, para luego ascender gradualmente hasta el conocimiento de los más complicados.

Como momentos del método de análisis se precisan: la observación, la crítica, la comprensión y la generalización. El análisis de los objetos
″ puede realizarse separando uno de los otros conceptos de que la cosa analizable se compone, como en el análisis químico, o considerando
aparte las cualidades que no pueden naturalmente existir más que unidas, como la forma y el color de un objeto.

El análisis se efectúa en el procedimiento de la investigación y en toda actividad que pretenderla ir de lo concreto a lo abstracto, de los
efectos a sus causas. Las operaciones de análisis se realizan en los procesos de investigación científica y filosófica, con el fin de
desentrañar, describir e interpretar los objetos; la intención es la misma: poner en descubierto sus partes integrantes, proceder al estudio de
sus elementos constitutivos y descubrir sus causas y propiedades.

El método analítico procede de lo complejo lo simple, a sus elementos componentes; se dirige a conseguir previo conocimiento del todo, el
entendimiento de sus partes. El análisis es útil silo que buscábamos es establecer relaciones e implicaciones en los objetos de nuestras
indagaciones.

Como una variante de este método de análisis está el método e análisis lógico-lingüístico o método analítico-lingüístico, que tiene la
finalidad como lo indica Mauricio Beuchot, de desentrañar los elementos y los principios lógicos de lo que se examina.

Este análisis se ha diversificado mucho, advierte e autor, pero tiene la característica común de ser un método que borda los problemas a
partir de la expresión para llegar a lo factico, y hacerlo con la única finalidad de clarificar el lenguaje sin tratar de reformularlo o
reconstruirlo.

En dirección semejante al método analítico-lingüístico está el método de análisis conceptual, cuyo propósito estriba en clasificar los
conceptos y llegar a las definiciones que gocen del máximo posible de precisión y rigor.

Estos dos métodos, el analítico-lingüístico y el de análisis conceptual, llevados hasta el extremo por el neopositivismo, nos conducen hasta
un empirismo de corte radical. El defecto de esta corriente, respecto de la aplicación del análisis, es reducir la filosofía a la lógica y limitar
todos los problemas a conflictos derivados del lenguaje. Sin embargo, debemos reconocer que el análisis, lejos de detenerse en la
disolución o ceración de los elementos de los problemas, nos ayuda a solucionarlos

Método de síntesis. Etimológicamente, la palabra síntesis, qu proviene del griego sythesis, denota unificación, coordinación o composición.
El significado actual es muy parecido: acto de indagar las partes del todo, operación de reconstrucción de elementos que están separados.

Mediante este método se une diversas representaciones y se construyen una totalidad única. Esto presupone el conocimiento de los aspectos
las relaciones básicas de las partes que integran tal unidad. Con una perspectiva de totalidad de unidad, podemos pasar de los
constituyentes a lo constituido, del simple a lo compuesto.

La síntesis, así como el análisis, puede versar tanto sobre objetos reales como ideales y culturales; es decir existen síntesis materiales
(como las que realizan los físicos, los químicos y los biólogos) y síntesis racionales, que se efectúan con productos del pensamiento (corno
la de psicólogos, sociólogos, historiadores y juristas, por ejemplo). El método de síntesis, que es un procedimiento fundamental del
conocimiento porque implica un proceso de integración- nos permite proceder a la combinación de los elementos más simples en formas
más elaboradas, reunir las partes de un todo de una manera ordenada y sistematizada.

El método de síntesis consiste en una actividad que se realiza con el propósito de organizar, con una visón global e integral, los elementos
componentes; la vía es ir de los detalles al conjunto. Al proceder de esta forma integrando en un ante compuesto sus elementos
constitutivos, se consigue el conocimiento del todo mediante el previo conocimiento de las partes que lo componen. Con el nombre de
síntesis también se designa el resultado de dicha actividad.
Mediante este procedimiento no se busca la simple tarea de agregación de elementos, sino un complejo que goce de nuevas cualidades, que
se manifiestan precisamente por la combinación y conjunción de los componentes. Como ejemplos de síntesis racionales tenemos las leyes,
las hipótesis, los principios y los conceptos universales, pues cada uno de estos incluye la organización de datos o elementos en una forma
determinada.

De acuerdo con Raúl Gutiérrez Sáenz, la síntesis permite a los científicos encontrar unidad en donde parece haber elementos
desconectados, captar en una amplia visión el orden que hay entre elementos al parecer dispersos, o incluso opuestos y armonizar y dar
congruencia a los fenómenos. Añade que las grandes teorías explicativas del universo tienen origen en la mente del científico, en concreto
cuando logra captar relaciones en apariencia lejanas, pues al proceder así simplifica de manera notable la formulación del fenómeno
estudiado.

Eli De Gortari menciona que, en la ciencia, cada concepto representa una síntesis y que, igualmente, la hipótesis científicas se constituyen
como síntesis relacionadas que establecen la superación de los datos fragmentario y de las determinaciones particulares, y se generalizan a
manera de unidad en el plano de la posibilidad; asimismo, considera que las teorías científicas representan la síntesis superiores del
conocimiento logrado.

Veamos enseguida la operación de síntesis en el ámbito del método dialectico, de la psicología y de la lógica. Con enfoque del método
dialectico se considera que la síntesis es la actividad que logra la conexión coherente de dos proporciones o perspectivas contradictorias
(tesis y antítesis), con lo que se obtiene (en este tercer momento) un punto de vista superior.

La asociación desde la perspectiva de la psicología, es una tendencia espontanea del individuo, que está presente en la sensación en la
precepción y en la representación y es la forma más elemental de la síntesis.

La actividad lógica es esencialmente sintética. Cada operación lógica es una síntesis o reunión de elementos de otras operaciones más
simples. El progreso lógico se realiza componiendo o dividiendo, pero es siempre la síntesis la que fija y da carácter a una nueva forma de
conocimiento […] La primera operación lógica es l concepto, cuya esencia es el ser unidad de representaciones. Sigue el juicio, que es una
síntesis de conceptos o de un concepto y una representación. Por último, la inferencia, cualquiera que sea forma, es una síntesis de juicios o
una nueva relación de concepto de carácter mediato.

1.

Conjugación del método analítico y del método sintético. El análisis y la síntesis son dos actividades inversas entre sí; mientras una va del
todo a la parte, de lo uno a lo múltiple, la otra se dirige de la pare al todo, de lo múltiple, la otra se dirige de la parte al todo, de lo múltiple a
la unidad. En cierto momento del proceso cognoscitivo se contraponen, pero en otros se complementaran, pues la mayor parte de los
métodos se apoyan en ellos de manera conjunta.

Ambas operaciones abarcan tanto al mundo ral como el ideal, y se enriquecen recíprocamente. En el desarrollo de un trabajo intelectual
completo se recurre a esta doble operación. Si tomamos como paradigma el silogismo, observaremos que en él hay análisis y síntesis de
juicios.

Análisis y síntesis son dos operaciones que se dan en la evolución de las ciencias: no son excluyentes entre sí. En la elaboración de una ley
científica, por ejemplo, se parte de observaciones y experimentaciones, que son procedimientos analíticos, para llegar a la inducción,
procedimiento sintético que efectúa una generalización.

La marcha del pensamiento se caracteriza por una alternancia, por movimientos sucesivos de análisis y síntesis. Par Eli De Gortari el
proceso es el siguiente: en primer lugar se analizan las manifestaciones inmediatas de la existencia, descubriendo sus aspectos elementales;
luego estos elementos se sintetizan en la reconstrucción cognoscitiva de la existencia que se formula en la hipótesis explicativa; después,
cuando la hipótesis se convierte en teoría , se analiza la evolución de esta sencilla forma sintética, y se descubre los elementos necesarios
para practicar una síntesis superior.

De Gortari señala que el avance continuo del conocimiento científico va de la síntesis racional al análisis experimental, de la síntesis que se
realiza en el experimento al empleo de la razón analizadora, del análisis del experimento al empleo de la razón analizadora, del análisis del
experimento al desenvolvimiento sintético de la razón, y del análisis racional a la síntesis experimental. Con fundamento en lo anterior, este
autor considera que las leyes objetivas descubiertas por la ciencia, como síntesis del conocimiento logrado, sirven a manera de
instrumentos eficaces para analizar concretamente los nuevos descubrimientos de la investigación científica.
Método dialectico. Se apoya tanto en la inducción como la deducción, recurre al análisis y la síntesis y se caracteriza por la confortación de
ideas, el contraste de puntos de vista, a fin de llegar a un nuevo conocimiento.

Para Platón, el método dialectico implica un intercambio de afirmaciones y negaciones, en un contexto de dialogo. Para Hegel, el método
dialectico constara de tres frases: tesis, antítesis y síntesis, ante un primer planteamiento de la realidad (tesis) surge que la niega (antítesis),
y frente a ambas se presenta la síntesis como punto de vista que supera la contradicción.

Al método dialectico desde otro Angulo se lo concediera el arte de la discusión bien organizada. Así, para la confortación de pareceres o
posiciones y para la superación de las controversias, este método se presenta como o el más útil.

A veces se dice que la filosofía es una disciplina dialéctica. Esto significa que la filosofía procede por medio de un mecanismo de
argumentación y contrargumentacion. Por supuesto, todas las disciplinas dependen en alguna medida de la argumentación, pero en la
filosofía el razonamiento lógico desempeña un papel especialmente predominante. La explicación de esto es que la filosofía trata de
responder a preguntas tan fundamentales que es difícil encontrar algunos hechos empíricos específicos que resuelvan los problemas.
Cuando dos personas no estén de acuerdo sobre algún tema filosófico, el único camino de progreso abierto a ellas es considerar y evaluar
los argumentos y las objeciones de ambas partes. Por lo tanto, la investigación filosófica debe ser crítica y lógica si ha de resultar de
algún provecho. Para facilitar tal investigación debemos aprender a formular preguntas críticas sobre los argumentos con los que nos
topamos y a examinar las respuestas con perspicacia lógica. Estas son cuestiones de lógica y de sistemática.

Metido mayéutico. Se debe a Sócrates y se caracteriza por ser un procedimiento que ayuda a encontrar conocimientos mediante el uso de
interrogantes, hábilmente graduadas, que se plantean al interlocutor o a uno mismo; mediante el perfeccionamiento de las respuestas
brindadas nos acercamos a la verdad.

José Villanova refiera que para Sócrates el método de investigación filosófica era la mayéutica que consistía, según una imagen del mimo
Sócrates en ″partear″ las ideas, esto es, ayudar al parto de estas. Relata que partear ideas consiste en ir a la plaza pública e interrogar, a
cualquier que pasara, sobre algo presumiblemente su interlocutor tenía que conocer.
Hecho esto y obtenida una respuesta, Sócrates la criticaba de manera que obligaba a rectificarla. Una vez que conseguía la rectificación
volvía a criticar la nueva versión de la respuesta para obtener otra rectificación. Aclara que Sócrates no emitía un dictamen final, se
limitaba a criticar las opiniones ajenas, y su interlocutor iba mejorándolas conforme dicha critica.

Método experimental. Se caracteriza por crean las situaciones propias a fin de establecer científicos mediante la comprobación; por medio
de este se efectúa un estudio deliberado y controlado de los cambios que se presentan en un fenómeno determinado.
La experimentación es decir, el provocar artificialmente el hecho a los hechos que se quieren observar, per ite detectar los nexos casuales y
así, con base en estos, realizar la formulación de los principios científicos que los rigen.
Método fenomenológico. Propone considerar la esencia de los hehos y no los hechos en su individualidad concreta; es decir, buscar la
esencia de las cosas fenómenos, mediante la abstracción, omitiendo todo dato de carácter empírico. La finalidad de este método es
determinar las estructuras del objeto de investigación.
El punto medular de este método consiste en volver de los objetos a los actos de conciencia (vivencias) que nos ofrece, y en estudiar las
estructuras de conciencia con su generalidad ideal; es decir, como esencia.
Su proceso en el siguiente, según Husserl: La actitud natural consiste en recibir fielmente, del modo más natural, el fenómeno tal como se
da o se presenta. La reducción eidética consiste en practicar una selección entre los elementos esenciales y los accidentales. Por ejemplo, al
recordar un pentágono, le acompañamos de su tamaño y su color; estas son notas accidentales, no esenciales, del resultado de la exclusión
de esas cualidades no esenciales, obtenemos un residuo de notas que si son esenciales; esto es, el polígono de cinco lados; luego vemos
pues, que la actitud natural se ha reducido o trasformando en una conciencia empírica a la conciencia pura.

Método Sociológico. Este método que también se conoce con el nombre de método positivo por seguir los lineamientos que planteo el
positivismo de Comte y Spencer, se caracteriza por analizar y comparar los hechos que se observan en busca de la relación causal entre
ellos; es inductivo en el sentido de que parte de la observación empírica a fin de establecer leyes científicas.

Manuel Rodriguez Lapuente menciona que, para conocer cómo está formulada la sociedad y cómo funciona, es necesario aplicar el método
analítico; al igual que hacen los científicos, es preciso observar y distinguir las partes que componen el objeto de estudio, para después en
una operación de síntesis contraria a la anterior, ver cómo se conecta y actúan unas partes en relación con las otras hasta reconstruir la
unidad que constituye el conjunto. El autor india que este doble movimiento metodología implica también dos posibles enfoques en el
estudio de la sociedad: en primer término es posible detenerse en los elementos que conforman una sociedad, en sus estructuras (enfoque
estructuralista) y, en segundo lugar, determinar cómo funciones estos elementos, como se relaciona cada estructura tanto en sí misma como
con las demás (enfoque funcionalista). Agrega que el primer caso se trata de una visión estática (puramente conceptual) y, en el segundo d
una visión dinámica que permite percibir las estructuras sociales por medio de los procesos sociales.
De acuerdo con Juan Malde, los caracteres del método sociológico durkhemiano son: su independencia de todo la filosofía y de toda
doctrina práctica, su objetividad (los hechos sociales no deben reducirse a sus condiciones elementales, sean físicas, u orgánicas, y solo
reducirse a sus condiciones elementales, sean físicas u orgánicas, y solo pueden explicar, mediante otros hechos sociales). Este método
consiste en comparar los casos en los que los dos fenómenos están presentes o ausentes de manera simultánea e investigar si las variaciones
que adopten estas diferentes combinaciones de circunstancias demuestren que uno es la causa del otro. Más que ser de naturaleza
descriptiva, este método pretende dar cuenta de los hechos.

EL MÉTODO CIENTÍFICO
El método científico es el proceso y razonado que se sigue para la obtención de la verdad en el ámbito de la ciencia. Se integra una serie de
procedimientos racionales por medio de los que se plantean los problemas científicos y se ponen a prueba las hipótesis científicas.

Por método científico se entiende un procedimiento planeado y riguroso que se emplea en la investigación con el propósito de encontrar, en
el interior de cada parcela del saber científico, conocimientos generales, criterios y comprobabes; de acuerdo con esta perspectiva, es una
forma de adquirir conocimientos un proceso que concierne a la formulación de nueva ideas que han de validarse o justificarse con rigor
racional.

Luis Ponce de León Armenta considera que las características del método científico son: a) se sustenta en la conformación sistemática del
saber, partiendo de la hipótesis para sí comprobación o desaprobación; b) busca la verdad; c) es un método abierto, puesto que permite la
concurrencia de hipótesis no puede comprobarse, se rechaza automáticamente, y e) es un método dinámico, porque permite el
planteamiento del problema investigado, su discusión y comprobación.

Asi este metodo científico –que recurre al análisis, a la síntesis y a la inducción como a la deducción- se constituye por un proceso lógico
que se proyecta, de manera articulada, para la solución de problemas, la adquisición y la explicación de conocimientos científicos, con
garantía de progreso y ahorros de esfuerzos. El método científico también puede enfocarse como el resultado de la actividad de las ciencias;
en este sentido se nos presenta como un producto de la experiencia racionalizada y probada, como un conocimiento adquirido que permite,
a su vez el desarrollo ulterior de la ciencia.
Debido a que el método en general es el procedimiento a que debe sujetarse nuestra mente para alcanzar el conocimiento, Jaime Mans
Puigarnau considera que el método científico será dicho procedimiento pero dirigido a conseguir el conociendo científico, esto es, el
conocimiento general, verdadero y cierto. A justo de este autor el método científico consiste en un conjunto de reglas que han de seguirse
para la investigación e las verdades que constituyen el objeto de las diversas ramas del saber y para su disposición articulada.

Para Eli De Gortan, el método científico comprende tres frases que tiene la característica d ser inseparables, pero que pueden distinguirse:
una fase indagatoria, de descubrimiento de nuevos procesos objetivos o de aspectos nuevos de los procesos conocidos; otra fase
demostrativa, de conexión racional entre resultados adquiridos y de comprobación experimental de los mismos; y una tercera fase
expositiva, en la que se afinan ls resultados para serir de material a nuevas investigaciones y comunicar a los demás el conocimiento
adquirido.

El método científico tiene aplicación en todo tipo de ciencias, tanto en las denominadas naturales como en las sociales. El método de la
ciencia es único, sin embargo, se particulariza y especializa en cada disciplina científica existente; esto es, se adapta a cada uno d los
dominios de las ciencias en razón d sus respectivos problemas, características y planteamientos singulares. En realidad, el método científico
procura lineamientos generales par que, con fundamento en ellas, se deriven los particulares que necesitan todas las disciplinas referidas.
[…] dentro del método científico quedan incluidos todos los procedimientos que se aplican en la obtención y en la constitución del
conocimiento. De este modo, forman parte el método los procedimientos generales, las caracterizaciones específicas que ellos adquieren
en cada uno de los dominios científicos, las operaciones investigadoras, las secuelas demostrativas, las formas de exposición y las técnicas
de experimentación. Por su parte, los caracteres generales de los que particularizan en cada una de las disciplinas con arreglo a la
determinación especifica de los procesos estudiados: Por ello es que ni los procedimientos de investigación, ni las técnicas
experimentales, ni tampoco los desarrollos demostrativos son idénticos en todos los dominios científicos. No obstante características
comunes se mantienen en todas y cada una de sus determinaciones particulares.
Mediante la investigación metódica que realizan las disciplinas científicas, además de obtener nuevos conocimientos en las áreas
respectivas, se logra comprobar la eficacia del método o métodos empleados, ya que el método es un camino que se va perfeccionando en
cada investigación. El mejoramiento del método, a su vez conlleva el perfeccionamiento de conceptos, juicio y razonamientos y esto
redunda en beneficio de la actividad científica, en la actualización del método científico.

Los precursores del método científico, como la conoceremos en la actualidad, fueron Decartes, Galileo, Bacon, quienes se preocuparon por
dar con un método riguroso, con un método ″inventivo″, que les permitiera alcanzar nuevos conocimientos que pudieran comprobarse.
Descartes propone, en el desarrollo s su método, partir dl criterio de la evidencia de una manera gradual y ascendente desde el punto de
vista de su complejidad, y hacer enumeraciones completa y generales a fin de evitar omisiones; Galileo recomienda confiar en os sentidos,
apoyarse en las experiencias y basarse en la observación; por su parte, Bacon proclama el uso del experimento y el razonamiento inductivo.

Las fases del método científico son: 1. El planteamiento del problema; 2 la formulación de la hipótesis; 3. La comprobación y
comunicación y comunicación de resultados.

Los elementos básicos de este método son: la observación, los problemas para resolver, el sistema conceptual que esta presenta en las tres
fases de este procedimiento lógico, la hipótesis, la experimentación repecto de ciertos fenómenos, el modelo científico, la comprobación y
su diseño las ciertos fenómenos el médelo científico, la comprobación y su diseño, las leyes, teorías, principios o nociones y la
comunicación de conocimientos adquiridos.

La observación. Es una actividad que incluye el examen atento del hecho o fenómeno que se estudia; en el ámbito social implica utilizar
los sentidos a fin de captar los hechos y realidades sociales presentes y al individuo en su contexto real; se trata de escudriñar los objetos
para encontrar en ellos problemas que han de resolver de manera científica.

Para conocer la realidad señala María Elena Chapa, es necesario observarla antes; aclara que toda observación exige una actividad
selectiva: quien quisiese observarlo todo, no observarla nada; observar es, entonces, observar algo, y ese algo depende del interés del
observador. Esta autor considera que observar no es, por tanto, hacer las cosas que se presente a la conciencia, sino que la conciencia se
presente a la cosas y, al hacerlo, llevar a cabo una elccion; observar es una actitud que implica una actividad del espíritu. Puntualiza que la
observación científica es la actitud que busca metódicamente ciertas relaciones.

Planteamiento del problema. Por problema científico se entiende todo dificultad teórica o practica que le compete resolver a la ciencia,
toda cuestión que trata de aclararse, las situaciones que no tienen solución conocida y las preguntas que derivan de la observación
científica.

Cabe aclarar que las soluciones a las preguntas que surgen en la investigaciones científica originan nuevas preguntas, nuevos problemas
que motivan líneas novedosas de indagación de la realidad, y así sucesivamente. Se trata del hecho patente de la insatisfacción del hombre
respecto al conocimiento.
El planteamiento correcto de un problema y su descomposición facilitan obtener su solución, pues en el mismo problema encontramos las
bases para lograrla, además de que se parte de una serie de conocimientos adquiridos con anterioridad.

Leoncio Lara Sáenz propone las siguientes pautas para identificar y formular problemas: 1. el problema debe establecerse e identificarse
explícitamente; 2. el planteamiento del problema debe ser consecuente con el conocimiento actual y comprobado mediante la teoría
científica; 3. la resolución del problema debe ser viable, y es necesario apreciar las posibilidades reales del investigador -para llevarla a
cabo; 4. el problema debe tener importancia como asunto no resuelto en la investigación científica, es decir, debe ser relevante; 5. los
problemas deben identificarse y plantearse en forma clara y precisa, y de manera lógica; 6. el problema debe localizarse en algún sector del
conocimiento; 7. el método debe seleccionarse adecuadamente en la identificación y el planteamiento del problema; 8. el problema deberá
ofrecer soluciones adecuadas, es decir, de los componentes del problema se derivarán los elementos de la solución; 9. el problema debe ser
cierto y no un seudo problema; y 10. Para identificar el problema deben aplicarse los conocimientos existentes y no inventar información
80.

Sistema conceptual. Los conceptos o, más propiamente dicho, el sistema, conceptual, son el elemento básico que facilita. La operación del
método científico. Los conceptos que crean los científicos, aunque algunos carecen de correlato empírico, son útiles y significativos en todo
contexto teórico.
Ander-Egg menciona que la ciencia se caracteriza porque se expresa mediante un lenguaje especial (que es un modo de leer la realidad) y
que los conceptos que utiliza son abstracciones, construcciones lógicas que produce el científico, expresadas de modo que den cuenta del
hecho o fenómeno que representan (simbolismo lógico) y que se expresan en un término concreto (simbolismo gramatical). Señala que el
concepto, que es distinto del fenómeno o cosa que representa, designa o simboliza, es un instrumento básico del método científico que
cumple con una serie de funciones generales: facilitar la comunicación, el diálogo y la discusión (función que comparte con el lenguaje
común); suministrar un esqueleto formal para categorizar y elaborar leyes y teorías; organizar la percepción mediante la descripción de lo
fáctico (por ejemplo, los conceptos de aire o luz), por medio de la interpretación (como son, entre otras, la tasa de mortalidad o la
evolución) o utilizando la -forma prescriptiva (normas o reglas de acción).

La hipótesis. Esta palabra, que proviene del griego hypothesis, significa, etimológicamente, "poner por debajo"; en la actualidad, por
hipótesis se entiende un enunciado o proposición que antecede a otros y constituye su fundamento.

En el ámbito científico, la hipótesis significa la explicación plausible, de tipo racional, de los hechos y fenómenos, y que se acepta
provisionalmente con el objeto de someterla a comprobación posterior. Admitida como principio, da lugar, por medio de deducciones, a un
sistema de proposiciones o teoremas, es decir, proposiciones demostrables, que junto con las definiciones constituyen el sistema hipotético-
deductivo.

La hipótesis es la tentativa de explicación verosímil de los hechos y fenómenos que se estudian. Constituye la respuesta o respuestas que,
como argumento interino, se dan a los problemas detectados, una suposición que permite establecer y explicar relaciones entre los hechos
que se analizan.

Rosaura Ruiz Gutiérrez señala que el valor de la hipótesis consiste en que es un incentivo para buscar la verdad y una clave para saber
dónde podemos encontrarla.

La experimentación. Actividad _dirigida a. modificar la realidad con el propósito de crear el fenómeno que se investiga y observarlo; se
trata de una operación en virtud de la que se determinan los fenómenos para probar en ellos sus propiedades y encontrar sus causas.

Respecto a la experimentación, Mario Bunge indica que es capaz de calar más hondo que la observación, ya que efectúa cambios en lugar
de limitarse a registrar variaciones: aísla y controla las variables sensibles o pertinentes. En este orden de ideas manifiesta que, sin
embargo, los resultados experimentales pocas veces son interpretables de una sola manera y que no todas las ciencias pueden experimentar.
Pone el ejemplo de ciertos sectores de la astronomía y de la economía, que alcanzan una gran exactitud sin ayuda del experimento, lo que
prueba que las ciencias fácticas no son por necesidad de tipo experimental.

El modelo científico. El modelo en el terreno científico se intriga conjunto de acciones referentes al planteamiento de problemas, a la
formulación de hipótesis y a la forma de comprobación de estas últimas.

Por modelo se entiende la abstracción que se realiza de la realidad que se investiga, a fin de facilitar el examen de las relaciones entre los
elementos de un sistema.

Esencialmente, un modelo es una representación de la realidad, con la que se trata de reducir la variedad y complejidad del inundo
real mediante el uso del lenguaje simbólico. En ello reside su ventaja (facilitar la manipulación de datos) y su desventaja (la
complejidad y variedad de la realidad se escapa a las excesivas simplificaciones). Sin embargo, los modelos constituyen auxiliares
efectivos y útiles para hacer avanzar el pensamiento por los caminos más seguros y precisos, aunque nunca son sustitutos de la tarea de
pensar".
Existen diferentes tipos de modelos: físicos, lógicos, matemáticos, teóricos y empíricos, entre otros. Cada uno provee determinadas formas
para el diseño de prueba de las hipótesis, en razón de la naturaleza o tipo de objeto que se investiga y de las características de los problemas
que se abordan.

Diseño de la comprobación científica. Mediante este elemento se procede a elaborar un plan o esquema de la comprobación de las
hipótesis planteadas al inicio de la investigación; comprende la adecuación de formas metódicas con el propósito de proyectar las
validaciones de los conocimientos adquiridos.

Si el objeto de conocimiento es ideal, dice Lara Sáenz, la comprobación científica requiere la demostración, lo que implica el uso de
razonamientos, la formulación de postulados, el establecimiento de definiciones o la determinación de leyes. En cambio, si la
comprobación científica se refiere a objetos reales, se utilizará la verificación, que reclama especialmente las vías de la observación; esto
es, la toma de datos directamente de fenómenos o conductas, por medio de testimonios de terceros, de la experimentación o de
instrumentos que permiten, a su vez, obtener datos y estadísticas que, generalizados hagan posible validar una hipótesis.
La comprobación. Ya que una característica de los conocimientos científicos es que se trata de conocimientos probados, la comprobación
de la o las hipótesis es un elemento básico del método científico; se trata de poner a prueba los conocimientos adquiridos, para que puedan
explicarse de forma crítica.

La sistematización permite enlazar los nuevos conocimientos con el conjunto de los conocimientos anteriores; de tal manera que, partiendo
de uno de sus elementos, se puede llegar racionalmente a cualquier otro de los elementos del sistema, ya sea de manera directa o mediata.
Por consiguiente, por medio de la sistematización de la ciencia se consigue explicar recíprocamente a unos conocimientos por otros.

De este modo, la sistematización consiste primordialmente en probar o demostrar racionalmente un nuevo conocimiento, con fundamento
en el sistema va establecido con los conocimientos anteriores. Para esto se • emplean generalmente la deducción y la inducción. Así,
partiendo de un juicio comprobado se infieren sus consecuencias y se consigue una prueba por síntesis deductiva.

Rosaura Ruiz establece que la prueba de las hipótesis o teorías implica, por lo menos, cuatro actividades:

1. La hipótesis debe examinarse en cuanto a su consistencia interna, lo que supone que si una hipótesis es seudocontradictoria, ambigua o
no está lógicamente bien formulada, debe rechazarse, a menos que la inconsistencia o ambigüedad se elimine.

2. La estructura lógica de una hipótesis debe examinarse para averiguar si tiene valor explicativo; esto es, si hace inteligible, en algún
sentido, b al fenómeno observado, si ayuda a comprender por qué el fenómeno observado de hecho ocurre como se observa.

3. La hipótesis debe examinarse en cuanto a su consistencia con hipótesis y teorías comúnmente aceptadas en el campo particular de la
ciencia; es decir, si representa algún avance respecto a otras hipótesis bien establecidas. Esto es lo que por lo común se presenta; sin
embargo, la falta de consistencia con otras teorías no siempre es razón para rechazar una hipótesis, motivo por el que se reconoce que
algunos de los grandes avances científicos ocurren cuando se muestra que una hipótesis ampliamente sostenida se reemplaza por otra
nueva, que explica los mismos fenómenos como la hipótesis preexistente, así como otros que ésta no podía explicar.

4. En el ámbito de las ciencias fácticas, la hipótesis científica debe probarse de manera empírica, indagando si las predicciones acerca del
mundo de las experiencias derivadas como consecuencias lógicas de la hipótesis, concuerdan o no con lo que se observan.

Leyes, teorías, principios o nociones explicativas. Las leyes son proposiciones de carácter general que exponen una relación regular que
ha sido probada respecto a ciertas clases de hechos; implican el principio de causalidad, ya que se refieren a la vinculación constante entre
el antecedente y el consecuente. Mediante leyes e hipótesis confirmadas podemos relacionar determinado orden de fenómenos.

El conocimiento científico inserta los hechos singulares en pautas generales llamadas leyes naturales o leyes sociales. Tras el desorden y la
fluidez de las apariencias, la ciencia fáctica descubre las pautas regulares de la estructura y del proceso del ser y del devenir. En la medida
en que la ciencia es legal, es esencialista: intenta llegar a la raíz de las cosas. Encuentra la esencia en las variables relevantes y en las
relaciones invariantes entre ellas [...] Solía creerse que explicar es señalar la causa, pero en la actualidad se reconoce que la explicación
causal no es sino un tipo de explicación científica. La explicación científica se efectúa siempre en términos de leyes, y las leyes causales no
son sino una subclase de las leyes científicas. Hay diversos tipos de leyes científicas y, por consiguiente, hay una variedad de tipos de
explicación científica: morfológicas, cinemáticas, dinámicas, de composición, de conservación, de asociación, de tendencias globales,
dialécticas, teleológicas, etcétera.

Las teorías científicas son instrumentos metódicos, porque implican un sistema deductivo en el que se obtiene consecuencias observables
de la combinación de hechos observados con hipótesis fundamentales.

Por teoría se entiende un esquema explicativo que expone los hechos con una naturaleza y características particulares, que muestra la
constitución de los fenómenos de manera determinada. Las teorías pueden provenir de hipótesis generales o de la vinculación coherente de
leyes científicas.

Arturo Rosenblueth, citado por Ponce De León Armenta, concibe la teoría como un cuerpo de doctrina científica aplicable a un grupo
amplio de hechos o fenómenos y que implica correlaciones entre eventos de distinta índole.

Con el término teoría también se designa a los sistemas de hipótesis cuyas consecuencias se aplican a toda una ciencia o parte de ella, y que
son susceptibles de comprobarse. La teoría es una construcción de tipo especulativo que establecemos para vincular las consecuencias a los
principios. Es una síntesis hipotética, de carácter explicativo, que acepta la comunidad científica.

Por principio científico se entiende el elemento básico, fundamental, de la construcción científica; el origen o la razón primordial de un
razonamiento o discurso en el interior de la ciencia.
Los principios que rigen la formación metódica de teorías, según Elí De Gortari, son la simplicidad, la regularidad y la continuidad. De
acuerdo con el primero hay que adoptar la explicación más simple entre todas las posibles, además de que los postulados iniciales
expresados en lenguaje lógico o matemático deben ser el número más reducido posible. El segundo se refiere a que los procesos universales
se rigen por leyes. El tercero establece la imposibilidad de efectuar una división radical en el continuo uniforme que es el universo; este
principio permite la conexión entre las teorías, como partes del continuo indisoluble del conocimiento que, a su vez, refleja el continuo
inseparable del universo.

La comunicación de conocimientos adquiridos. El conocimiento adquirido en el ámbito científico es comunicable. Se expresa mediante
información, que se divulga a fin de hacer posible la confirmación y contribuir al mejoramiento de la educación general. Utiliza por lo
común el procedimiento deductivo.

EL MÉTODO JURÍDICO Y LA METODOLOGÍA JURÍDICA

Método jurídico. Por método jurídico entendemos un proceso lógico que permite relacionar las dimensiones jurídicas y está orientado tanto
a la adquisición, sistematización y transmisión de conocimientos jurídicos, como a la solución de conflictos en el ámbito del derecho. Se
trata de una forma de acceso a la realidad jurídica.

En el análisis del primer concepto de método jurídico encontramos los elementos siguientes:

1. Decimos que es un proceso lógico porque el procedimiento que caracteriza al método Jurídico es de tipo racional; es decir, trata de una
Serie de operaciones que están presididas por la facultad discursiva y se emplean para transitar de lo conocido a lo desconocido, a fin de
vincular los juicios y conceptos jurídicos de tal forma que representen un nuevo producto jurídico.

2. Relaciona las dimensiones jurídicas, en virtud de que la realidad integral del derecho la obtendremos de la vinculación armónica de las
dimensiones normativa, fáctica y valorativa, y no de un análisis de una sola dimensión que no considere las otras dos. Los análisis que se
efectúan en las anteriores dimensiones son valiosos porque esclarecen y determinan sus límites, naturaleza y conjunto de problemas, pero
de manera aislada no agotan la realidad total del derecho.

3. Está orientado a la adquisición, sistematización ansmisión conocimientos jurídicos, así como a la solución de conflictos, que constituyen
las finalidades con base en las que utilizamos el método jurídico. Las tres primeras (adquisición, sistematización y / transmisión)
representan finalidades de tipo gnoseológico, y la última (solución de conflictos) implica una actividad de tipo práctico, que pudiera darse,
por ejemplo, en la creación legislativa o en la función jurisdiccional.

Por método jurídico también entendemos, desde otro punto de vista, una forma de acceso a la realidad jurídica. Puesto que el derecho es
una realidad compleja, -integrada por varias dimensiones (normativa, fáctica y valorativa), por varios aspectos (normativo, lógico,
ontológico, lingüístico, sociológico, axiológico, etc.), vinculada con diferentes realidades (biológicas, psicológicas, históricas, económicas,
ideológicas, éticas, etc.), y que sobre ella inciden diferentes puntos de vista (científico, filosófico y empírico-técnico), requiere un método
propio: el método jurídico, que permitirá, por ser un método particularizado, abordar, de manera racional y sistemática, la realidad jurídica
mencionada.

El método jurídico está particularizado, porque el método general se adapta a la naturaleza y a las características específicas del área
jurídica. Por ser un método adaptado, particularizado o ajustado a las características y necesidades del derecho, contribuye al mejoramiento
y perfeccionamiento de los saberes racionales de tipo jurídico, es decir, de la ciencia jurídica y de la filosofía jurídica.

Los conocimientos jurídicos, tanto de carácter científico como filosófico, se obtienen metódicamente; es decir, se alcanzan a partir de vías
adecuadas, de procesos lógicos; no se adquieren por mera casualidad, sino que exigen un esfuerzo intelectual de búsqueda. En este sentido,
el método jurídico desempeña un papel importante, pues además de ser un medio idóneo que nos conduce al conocimiento jurídico, nos
ayuda, como plan reflexivo de trabajo, a sistematizar, integrar y vincular de manera coherente los conocimientos mencionados, así como a
transmitirlos.

Por introducir orden y disciplina a la labor desarrollada por quienes trabajan en el ámbito del derecho, por ser una guía que nos facilita
encauzar el esfuerzo en la solución de conflictos jurídicos, por contribuir a la búsqueda de la certeza jurídica, por establecer los medios más
adecuados para lograr los fines propuestos por los juristas y por dirigir al intelecto en su intento por explicar la realidad jurídica, el método
jurídico resulta indispensable.

Para quienes se relacionan con el derecho de una u otra forma, como estudiantes, jueces, catedráticos, investigadores, técnicos del derecho,
notarios públicos, para quienes interpretan y aplican el derecho y para quienes lo elaboran, en fin, para todos los juristas el método jurídico
es de gran utilidad, pues mediante él se realizan las actividades más variadas de manera organizada. Apoyarse en él facilita la solución de
problemas; con base en él se traza un mejor rumbo de lo que se hará en el ámbito jurídico.

Villoro Toranzo señala que no son pocos los abogados con una actitud displicente hacia la aplicación de métodos en el trabajo jurídico,
pues suelen despreciar, como si se tratara de un exceso de intelectualismo, el estudio y la aplicación consciente de los métodos. En
resumen, creen que los métodos no son necesarios en el trabajo jurídico. Este autor puntualiza que a los que piensan así hay que
contestarles que, probablemente aun sin saberlo, ellos suelen seguir algún método; que se trataría de un método espontáneo y empírico,
aprendido en forma inconsciente durante sus estudios de derecho y practicado según sus experiencias personales, así como de acuerdo con
las costumbres de los medios profesionales en los que han trabajado.

Nosotros agregaríamos a la opinión de Villoro Toranzo que lo más é probable es que tales personas utilicen de manera correcta los métodos
inductivo y deductivo, así como los métodos de análisis y síntesis, el histórico, el descriptivo y el dialéctico, entre otros, pero sin percatarse
de fil que los emplean. Lo importante es conocer qué nos brindan cada uno para, de una manera reflexiva, introducirlos en nuestras
actividades. Por supuesto, hay que tener siempre presente que los métodos están a nuestro servicio y que depende de nosotros y de la
naturaleza de la actividad o o problema por resolver, la selección que hagamos.

Para Michel Villey, el derecho nace del choque de los alegatos contradictorios, no del razonamiento solitario de un sabio en un bufete; es
un producto colectivo que nace del diálogo. Refiere que el derecho surge en el momento en que los hombres que se hallan en conflicto, en
vez de resolverlo por la fuerza, deciden hacerlo mediante la palabra. Entonces la palabra queda establecida "en medio" de los hombres y se
convierte "en medio" de la paz y del orden político. En atención a estas consideraciones, afirma que la cuna del derecho fue la retórica, que
es la ciencia de la palabra; también por eso sostiene que el arte de discutir, controvertir argumentar, razonar y obtener la decisión de la
controversia está en el inicio del método jurídico.

Antonio Hernández Gil, citado por Rafael Sánchez, establece que la teoría del método jurídico implica una actitud previa ante el problema
de la esencia, el origen y el fin del derecho, que será determinada en gran medida por la posición que se adopte ante él, aunque esto no sea
un aspecto de la teoría del método, sino sólo un presupuesto.

Metodología jurídica. Por metodología jurídica entendemos una forma de abordar, desde los puntos de vista gnoseológíco, lógico y
axiológico, las realidades y dimensiones jurídicas. Se trata del estudio de las propuestas que se dan para resolver problemas en el ámbito
jurídico.

Desde el punto de vista gnoseológico los temas son teoría del conocimiento jurídico, enfoque epistemológico de corrientes, escuelas o
modelos jurídicos, metodología de la investigación jurídica, metodología del aprendizaje del derecho y metodología de la enseñanza del
derecho.

Desde el punto de vista lógico y axiológico incluye lógica jurídica, metodología legislativa, metodología de la interpretación jurídica,
metodología de la aplicación jurídica y metodología de la estimativa jurídica.

Rafael Sánchez Vásquez considera que la importancia de la metodología jurídica consiste en que es un aliado importante para los cultores
del derecho, pues facilita su quehacer científico. Señala que esta disciplina se convierte en una estrategia objetiva y racional para ordenar y
organizar de manera sistemática la actividad cognoscitiva del jurista.

La metodología jurídica es una metodología especial porque se trata de una disciplina que aborda el estudio de los métodos jurídicos. Esto
quiere decir que los métodos generales aplicables han sido adaptados o singularizados de acuerdo con la materia jurídica.
Preguntas

1.- ¿Qué es la metodología?

La metodología es una disciplina filosófica, perteneciente al ámbito de la lógica (porque todos los problemas referentes al método son de
naturaleza lógica), que tiene por objeto el estudio sistematizado de los métodos, y que nos indica, de una manera orientadora, las vías
convenientes a fin de lograr determinada actividad.

Metodología.-
2.- ¿Cuál Conjunto
es la diferencia entrede métodosinmediata
deducción que se siguen en una investigación
y deducción mediata? científica, un estudio o una exposición doctrinal.

Su diferencia se basa en que la deducción inmediata parte de una sola proposición o premisa, mientras que la deducción mediata surge del
Se refiere a los procesos comunes que utilizan las disciplinas científicas, tanto para adquirir
Metodología
planteamiento de dos General.
o más proposicionescomo
o premisas
para sistematizar y transmitir sus conocimientos.

3.- ¿Defina el concepto de Método Científico y cuantas fases tiene?

El método científico es el proceso razonado que seremite


Por su parte, sigue al
para la obtención
estudio de o los de la verdad
métodos en eldeámbito
propios cada de la ciencia, y consta de. El
ciencia.
Metodología Especial.
planteamiento del problema; 2 la formulación de la hipótesis; 3. La comprobación y comunicación y comunicación de resultados.

Aristóteles(siglo IV a.C.) aborda el estudio de la realidad física (específicamente el


campo de la biología ) con base en el método inductivo; su propuesta consiste en
4.- ¿Qué se entiende por método jurídico?
partir del conocimiento empírico para analizar los fenómenos y considerar las opciones
Reseña histórica de las
Por método que selógico
jurídico entendemos un proceso han que
vertido de ellos,
permite contrastarlas
relacionar con lasjurídicas
las dimensiones que se y han
estáobservado, a fina de
orientado tanto la adquisición,
concepciones refutarlas y corregirlas , y proceder, en todo caso, a verificar las propias teorías para
metodológicas
sistematización y transmisión de conocimientos
someterlas jurídicos, como aempírica;
a verificación la solución de conflictos
afirma en el ámbito
que la realidad del puede
sensible derecho.
ser captada
Zzcc
por nuestro entendimiento, que es el que descubre mediante la abstracción, las
ideas ocultas de los objetos

• Método de Concordancias.- Consiste en estudiar casos diferentes


C para comprobar en qué concuerdan.

• Método de Diferencias.- Buscar casos que se parezcan en todas sus


circunstancias.

• Método combinado de Concordancias y Diferencia.- Utiliza en forma


conjunta los métodos anteriores.

Nociones generales de • Método de Variaciones Concomitantes. - Determinar el grado en que se


diversos tipos de métodos dan los cambios en los fenómenos por estudiar.

• Método de Residuos. - Averigua las causas cuya presencia no puede


eliminarse por medio de la experimentación.

• MÉTODO DEDUCTIVO.- Operación lógica que parte


principios admitidos comúnmente como ciertos o conocimientos de
carácter general.
• Método de Análisis. -Operación que busca conocer los principios o
elementos del objeto que se investiga, para examinar con detalle un
problema.

Hacen referencia a todos los problemas que se suscita la teoría


del conocimiento

Las características de los procedimientos lógicos constituyen el soporte


de los diversos procesos cognoscitivos y determinan el método idóneo.
Implicaciones de los Métodos

La selección de los métodos se encuentra subordinada a la


problemática particular de cada ciencia.

Las principales implicaciones de los métodos se refieren a los aspectos


ontológicos, gnoseológicos, lógicos y de matriz disciplinaria.

 Ontológicos

 Gnoseológicos

 Lógica

 Matriz disciplinaria
M
El método científico es el proceso y razonado que se sigue para la obtención de la verdad en el ámbito de la ciencia. Se integra una
E serie de procedimientos racionales por medio de los que se plantean los problemas científicos y se ponen a prueba las hipótesis
científicas. Las fases del método científico son: 1. El planteamiento del problema; 2 la formulación de la hipótesis; 3. La comprobación y
T comunicación y comunicación de resultados.

O  La observación. Es una actividad que incluye el examen atento del hecho o fenómeno que se
estudia; en el ámbito social implica utilizar los sentidos a fin de captar los hechos y realidades
D sociales presentes y al individuo en su contexto real; se trata de escudriñar los objetos para
encontrar en ellos problemas que han de resolver de manera científica.
O  Planteamiento del problema. Por problema científico se entiende todo dificultad teórica o practica que
le compete resolver a la ciencia, toda cuestión que trata de aclararse, las situaciones que no tienen
solución conocida y las preguntas que derivan de la observación científica.
 La Hipótesis.- Proviene del griego hipótesis, significa, etimológicamente, “poner por debajo”,
C por hipótesis en la actualidad se entiende a un enunciado o proposición que antecede a otros
constituyendo su fundamento
I  Método Jurídico.- es el proceso que permite relacionar las
dimensiones jurídicas y está orientado tanto a la adquisición,
E El Método Jurídico y la sistematización, y trasmisión de conocimientos jurídicos como a la
Metodología Jurídica solución de conflictos en el ámbito del derecho.
N  Metodología jurídica.- Es una forma d abordar, desde los punto de
vista gnoseológico, lógico y axiológico, las realidades y dimensiones
T jurídicas.

F
Corrientes  Iusnaturalismo
I epistemológicas-  Iuspositivismo
jurídicas Metodologías  Iusociologismo
C jurídicas particulares  lusnormativismo

O
1.3 CORRIENTES EPISTEMOLÓGICO-JURÍDICAS

METODOLOGÍAS JURÍDICAS PARTICULARES

Bartolo Pablo Rodríguez, Ob. Cit

1.3. A. CONSIDERACIONES EPISTEMOLÓGICAS BÁSICAS

El pensamiento jurídico contemporáneo no es homogéneo, uno de sus rasgos es que se orienta hacia direcciones diferentes, muchas veces
antagónicas. La razón de las contradicciones que presentan las diversas trayectorias consiste en las concepciones que los tratadistas e
investigadores jurídicos están influidas por una serie de factores generales y particulares. Como factores de carácter general podemos
mencionar los siguientes: la concepción que se tenga de la filosofía (en especial en lo que se refiere a los problemas gnoseológicos) y de la
ciencia, así como las distintas concepciones del mundo; como factores de tipo particular encontramos la visión de la problemática y de los
temas de la filosofía del derecho y de la ciencia jurídica, al igual que la perspectiva que se asuma en el estudio de la realidad jurídica.

No cabe duda de que la filosofía del derecho es un buen termómetro para valorar una época, Gregorio Robles, quien argumenta que su
conexión con temas tan dispares (gnoseológicos, ontológicos, antropológicos, morales, políticos y los estrictamente jurídicos), y en especial
con la vida política y social de los hombres, haca posible considerarla una atalaya privilegiada, desde la que puede contemplarse la vida
humana. Este autor puntualiza que el intento del filósofo consiste hoy, como siempre, en encontrar nuevos caminos, no en cejar en el
empeño de encontrar la verdad.

La compleja realidad jurídica nos muestra que en ella intervienen, entre otros, los siguientes datos o elementos: bilógicos, psicológicos,
históricos, económicos, ideológicos, normativos, sociológicos, lógicos y éticos. El enfoque que se realice de estos elementos determinará
las respectivas posturas de los tratadistas: unos se centrarán exclusivamente en el normativo, y así tenemos la visión normativista del
derecho, otros, en elementos empíricos.

Lo que da lugar a diversas tendencias: biologicismo jurídico, economicismo jurídico, sociologicismo jurídico; otros dirigirán la mirada a
elementos valorativos o morales, lo que propiciará un eticismo jurídico; lo que se consideran que la realidad última del derecho es de un
orden estructurado racionalmente, originan el racionalismo jurídico.

A lo largo de la historia del derecho encontramos que han existido muchas explicaciones de qué es el derecho y cómo podemos conocerlo.
Sin embargo, la mayor parte son enfoques unilaterales que se realizan de un elemento determinado que constituye el derecho, por lo que se
presentan la desventaja de omitir el estudio de las demás dimensiones que lo integran.
Abundan posiciones extremas del pensamiento jurídico. Unos, al hablar del origen de la conciencia jurídica del hombre se circunscriben a
la consideración de las condiciones reales que imperan en la sociedad y desarrollan una teoría objetivista, sin interesarles el tema
axiológicos; otros, en cambio, han contribuido a erigir una teoría subjetivista en la que, al omitir las condiciones reales que imperaban las
condiciones reales que imperan efectivamente en un sociedad, hacen depender el elemento central de la espontaneidad y de la inspiración
del sujeto.

Lo que une a muchas posturas que investigadores y tratadistas del derecho han desarrollado es la forma en que se ha de abordar el
fenómeno jurídico, esto es, el método jurídico. Las consideraciones generales del derecho que han realizado ciertos autores se vinculan con
los postulados y las propuestas de otros. Por tanto, estas consideraciones pueden agruparse para, que un conjunto, se presenten a manera de
corrientes o escuelas del pensamiento jurídico. Las consideraciones generales del derecho que han realizado ciertos autores se vinculan con
los postulados y las propuestas de otros. Por tanto, estas consideraciones pueden agruparse, para que, en conjunto, se presenten a manera de
corrientes o escuelas del pensamiento jurídico. Proceder de esta forma, además de la ventaja de carácter sistemático que esto presenta, nos
permitirá analizar mejor cada propuesta de las escuelas.

Cabe aclarar que necesitamos reconocer que la ubicación de un autor determinado en cierta corriente del pensamiento jurídico no significa
que, desde otro aspecto, no pueda considerársele partidario de otra escuela; es decir, a manera de ejemplo, encontramos autores que
postulan el carácter normativo del derecho, pero sin desconocer la importancia del elemento social, o bien autores que centran su atención
en el estudio de los valores, aunque aceptan la dimensión de la positividad.

Una característica del pensamiento jurídico moderno es el problema de la posibilidad y la crítica del conocimiento jurídico, con lo que está
presente el asunto metodológico. Podemos considerar los postulados de las escuelas o corrientes, debido a las propuestas que realizan para
conocer la realidad jurídica, un enfoque epistemológico-jurídico, es decir, un método para conocer el derecho.

Como principales corrientes del pensamiento jurídico están el iuspositivismo y el iusnaturalismo. Si partimos del escepticismo filosófico
encontramos el positivo jurídico, que se centrará en el elemento normativo del derecho en la dimensión social que éste presenta. El
iusnaturalismo, por su parte, enfoca el estudio del derecho desde la perspectiva filosófica del realismo crítico; para ello realiza
investigaciones jurídicas de naturaleza ontológica y deontológica basadas en el análisis de la naturaleza humana. Cabe mencionar que estas
escuelas del pensamiento jurídico son las que orientan las tendencias de las demás escuelas o corrientes. Así, encontramos que están
vinculadas a la corriente del positivismo jurídico entre otras, la escuela de la exégesis, la de jurisprudencia de conceptos y la escuela del
sociologicismo jurídico. Las que se relacionan con el iusnaturalismo son la jurisprudencia de valores y el tridimensionalismo jurídico.
A pesar de la lucha doctrinal actual, se encuentran salvo posturas extremas, ciertas convergencias en el pensamiento jurídico: se reconoce la
necesidad de elaborar y sistematizar conceptos, no como un fin en sí mismo, sino como una actividad encaminada a la mejor comprensión
y aplicación del derecho; se acepta la importancia que tienen para el jurista el estudio y la observación de la realidad social del derecho; y
se admite la trascendencia del estudio objetivo de lo fines y de las funciones del derecho.

Enseguida se presentan la propuestas metodológicas de las corrientes siguientes: iuspositivismo, iusnaturalismo, escuela de la exégesis,
escuela del historicismo jurídico, escuela del utilitarismo jurídico, escuela del derecho libre, jurisprudencia de conceptos, jurisprudencia de
intereses, jurisprudencia valorativa, jurisprudencia sociológica y la del tridimensionalismo jurídico.

EL PENSAMIENTO JURIDICO

Esta corriente del pensamiento jurídico tiene como antecedente el positivismo, esto es, la corriente de la teoría del conocimiento que
pretende explicar, desde el punto de vista material, únicamente por medio de la experiencia, todos los fenómenos y todos los procesos
humanos, tanto individuales como colectivos. Desde el punto de vista gnoseológico, el positivismo, por renunciar sistemáticamente a
abordar problemas metafísicos y valorativos a los que considera vagos o inútiles, conduce hacia el escepticismo.

A raíz del éxito que se tuvo en las ciencias naturales del siglo XIX, el método del positivismo pretende implantarse en las ciencias sociales.
Así, en el ámbito del derecho surge el positivismo jurídico, que afirma categóricamente que la validez y la vigencia del derecho dependen
de que éste ha sido dictado por el Estado, y no porque la conciencia individual o la opinión publica lo haya admitido o elaborado.

Esta escuela surge como una reacción al carácter rígido que mostraban las doctrinas del derecho natural y contra la filosofía especulativa y
metafísica de su época, con el propósito de establecer las bases para una certeza jurídica.

El positivismo jurídico pretende explicar el derecho, sobre todo, a partir de bases inductivas. En este sentido, el concepto que debe
precisarse mediante propiedades fácticas o descriptivas, sin alusión a ningún criterio valorativo. Un postulado del positivismo, que consiste
en limitarse solo a los hechos, sostiene que el análisis del derecho debe centrarse exclusivamente en el derecho creado por los órganos
estatales y abstenerse, por tanto, de entrar en valoraciones éticas o considerar las implicaciones de las normas en la realidad social.

Algunas notas comunes de todo positivismo jurídico es el rechazo del derecho natural y estudiar el derecho desde un punto de vista
unilateral (dependiendo de lo que se considere en el derecho, si el hecho social o la norma, lo que da lugar a diversas escuelas positivista),
al margen de las otras realidades en las que está inmerso.

Para el positivismo jurídico lo importante es la voluntad del estado, en lugar de la razón; lo que debe considerarse es voluntad, la voluntad
incondicionada.

Con el predominio de la óptica estatal, la justicia se considerará, conjuntamente, como fin del derecho y del Estado, significará el equilibrio
de los derechos coexistentes entre los diferentes miembros de la sociedad, para que en la medida de su realización se logre la tranquilidad
y, como efecto de la paz social, la conservación del poder.

En este contexto, el derecho se caracteriza como un medio de control social, como un mero instrumento del Estado, en el que los juristas se
convierten, por ser intérpretes del único derecho existente, es decir, el derecho positivo, en colaboradores de la voluntad estatal referida.

El positivismo jurídico nace siempre del escepticismo filosófico, motivo por el que reduce la razón a un entendimiento técnico e
instrumental y se rehúsa a tomar en cuenta la racionalidad que toda ley debe presentar. No le interesa el contenido de la ley, sino solo su
base jurídica, su fuente, su modo de formación; estima que es la autoridad la que hace la ley, y que la ley es voluntad.

Si derecho es lo que determina la autoridad competente, el poder soberano puede imponer todo contenido jurídico, e incluso el
absolutamente inmoral. Da por supuesta la justicia, o más bien piensa que ese asunto es de orden ético y no de orden jurídico, razón por la
que los positivistas conciben lo justo y lo injusto como una conformidad o una inconformidad con la voluntad de hecho del legislador. “El
positivismo legalista material moderno penetra en el mundo jurídico con la corriente codificadora, junto a la que se desarrolla,
propugnándola, primero, y escoltándola, después, la escuela de la exegesis”.

FACETAS Y TIPOS DE POSITIVISMO JURÍDICO

De acuerdo con Bobbio, citado por Manuel Ovilla Mandujano, son tres los aspectos que hay que contemplar y distinguir al abordar el
estudio del positivismo jurídico: 1) como modo de entender la ciencia jurídica; 2) como teoría general del derecho, y 3) como una
ideología de la justicia.

Como modo de entender la ciencia jurídica. Es delimitar su objeto de estudio e investigación, un nivel de la problemática del derecho o una
forma de abordarlo. Considera el derecho tal cual es, un mero hecho histórico.

Como teoría general del derecho. Hay que comprender el conjunto de aseveraciones estrechamente ligadas, con las que se describen e
interpretan los fenómenos de la vida humana organizada en sociedad. La teoría formalista del derecho es la pretensión de establecer lo que
es jurídico y lo que no lo es. Ve el derecho como una técnica de organización de la sociedad, como la monopolización de la fuerza en una
comunidad política.
Como una ideología de la justicia. Es una toma de posición frente a una situación que se funda en un sistema de valores, con independencia
de su contenido.

(…) hay ocasiones en las que la expresión positivismo jurídico se utiliza también para designar un conjunto de teorías, concepciones y tesis
acerca, por decirlo así, de la “naturaleza” del derecho positivo, o de la normas jurídicas, o de las llamadas fuentes del derecho, o de las
características del orden jurídico, o de los métodos de aplicación del derecho positivo a casos concretos, etc. Varias de las cuales se
identifican con lo que se conoce como formalismo jurídico. A este significado Bobbio lo denomina positivismo jurídico como teoría. Sin
embargo, la adopción del positivismo jurídico.

Como enfoque metodológico -la tesis de que el derecho es un fenómeno social y de que no existe conexión necesaria entre el derecho y la
moral- no nos compromete a aceptar como verdaderas ninguna de las tesis o concepciones que caracterizan al positivismo jurídico como
teoría.

De la consideración general que establece el iuspositivismo, en el sentido de que únicamente es derecho el positivo, se deriva una serie de
tendencias que centran su atención en los hechos sociales o en las normas jurídicas, con lo que surgen las escuelas de jurisprudencia
sociológica y normativismo jurídico.

La tendencia sociológica del positivismo jurídico, conocida como jurisprudencia sociológica, establece que el elemento fundamental para la
comprensión del derecho es la realidad social, que en esa realidad deben efectuarse las indagaciones para saber cómo opera real y
efectivamente el derecho, así como para captar cuáles son las funciones que presenta. Esta corriente del pensamiento jurídico considera a
las normas jurídicas como hecho, como creación social, y su problemática central es estudiar su eficacia.

El positivismo jurídico de carácter normativo, de acuerdo con Brieskorn, es aquel que sólo califica como "derecho" las normas que
imponen los hombres en el espacio y en el tiempo, y que han sido establecidas mediante el poder. Considera que las normas jurídicas son
válidas única y exclusivamente porque las emitieron los órganos jurídicos competentes y por medio de un procedimiento reglamentado.

Como variantes de formalismo jurídico están las siguientes: “el legalismo, referido a la teoría de justicia, el normativismo relativo a la
teoría del derecho; el dogmatismo, que se expresa un modo de entender la ciencia del derecho, y el conceptualismo, que se manifiesta en la
teoría de la interpretación”.

El austriaco Hans Kelsen es un representante destacado de la tendencia normativista del positivismo jurídico. Este autor propone efectuar el
análisis del derecho sin intervención de criterios éticos, sociales o políticos, por considerar un carácter metajurídico. Su propuesta
metodológica estriba en sentar las bases para el estudio de un objeto puramente ideal, esto es, las normas jurídicas, para, a partir de ellas,
desarrollar la ciencia del derecho.

Víctor Manuel Rojas Amandi refiere que el primer paso en el sistema kelseniano consiste en la distinción entre juicio del ser y el deber ser,
y que esta diferencia lleva a Kelsen a la conclusión de que la ciencia jurídica, al ocuparse de lo mandado jurídicamente, es una ciencia
normativa que, para mantenerse en los límites científicos, aspira a elementos extraños, o sea, de juicios que no sean normativos. Esta
ciencia, por satisfacer la pureza de los supuestos metodológicos, el nombre de teoría pura del derecho.

La preocupación de Kelsen es indagar en las estructuras lógicas de las normas jurídicas a fin de desarrollar una ciencia de meras formas de
pensamiento, esto es, una ciencia normativa desvinculada de todo el contenido real. En este sentido, los seguidores de Kelsen estiman que,
por ser objetos ideales lo que estudia la ciencia jurídica, no les son aplicables las comprobaciones del tipo de la contrastación empírica, sino
el de la demostración lógica de sus enunciados científico-jurídicos.

Para la corriente kelseniana, los datos relacionados con las reglas primarias de obligación tienen carácter metajurídico por ser éticos, y la
justicia sólo es ideología. Para sus partidarios, el contenido de la norma jurídica es indiferente, por lo que el orden jurídico no es más que el
poder organizado, con lo que lo jurídico se reduce a la técnica de la coacción que se utiliza para provocar la conducta deseada o deseable en
la sociedad.

Miguel Reale menciona que, de acuerdo con Kelsen, el derecho es sólo un sistema escalonado de normas jurídicas, que valen
independientemente del reconocimiento y de la voluntad de los individuos; que a diferencia de las normas éticas, validez de la norma
jurídica no se liga a su contenido: cualquier contenido puede serlo del derecho; que no hay conducta humana que no pueda prever una
norma jurídica y que, ante la pregunta de por qué vale ésta, la respuesta sería: por sus caracteres formales, porque nace obedeciendo a un
método apropiado, a una técnica especial que está de acuerdo totalidad del sistema; esto es, porque se refiere - mediante sucesivas
concatenaciones- a la norma fundamental hipotética.

García Máynez menciona que un argumento de los positivistas para justificar el carácter libre del contenido de las normas es el siguiente: si
la positividad del derecho es ontológicamente anterior al contenido del mismo, este elemento depende sólo de aquella, y entonces habrá que
decir que legislador es " absolutamente libre" cuando establece lo que ha de "valer" como derecho.

Este autor estima que los positivistas subrayan unilateral e indebidamente, el aspecto existencial del derecho, la positividad, que identifican
la esencia del derecho con existencia de éste. Por ello declaran que, desde el punto de vista de la esencia, el contenido de las prescripciones
legales es indiferente.
CARACTERÍSTICAS

Respecto a las características de las diferentes tendencias del positivismo jurídico, podemos mencionar, entre otras, las siguientes:

a. La interpretación es esencialmente lógica; la que ha de llevar a cabo el jurista, respecto al de la norma vigente, se hará con fundamento
en el método lógico-sistemático. Se observa un marcado culto literal al texto de la ley, en especial en la escuela de la exégesis.
b. La concepción del derecho se da a partir del método descriptivo; es decir, se señalan las características de hechos o de normas, según las
perspectivas de la escuela positivista. Lo que le interesa es la descripción de las formas legales. El análisis jurídico es diferente del
sociólogo y del ético.

c. La supresión de toda exigencia de valoración del derecho, la separación entre el derecho y la moral o entre el derecho que es y el derecho
que debe ser. En la perspectiva sociológica lo que le interesa son los hechos, lo que puede observarse empíricamente. En este sentido se
propugna la utilización de los métodos de las ciencias naturales.

d. El derecho es un sistema lógico cerrado sin contradicciones ni lagunas. El sistema jurídico es suficiente para inferir decisiones correctas
de él, sin necesidad de tomar en cuenta la costumbre y la denominada naturaleza de las cosas. La tendencia a identificar todo el derecho con
la ley afirma la supremacía de la legislación.

e. Se desentiende de las explicaciones del contenido normativo. Lo que se ha de investigar son los alcances de cada sistema jurídico
particular. Como es indiferente el contenido normativo, se considera vinculante cualquier norma que cumpla con los requisitos que
preestablece el legislador.

f. La visión voluntarista del derecho. Sólo es derecho el que emane de la voluntad de legislador. La creación normativa es voluntad del
poder político y tiene carácter imperativo (escuelas de la exégesis, la jurisprudencia de conceptos y la postura normativa). El derecho ha de
guiar a los destinatarios de las normas hacia lo que impone el poder estatal.

g. La concepción del derecho de como un orden coactivo, como reacción social organizada, como un sistema de normas que se hacen valer
por medio de la fuerza o que reglamentan el uso de esta es un conglomerado social. Al faltar este elemento, el derecho se confundiría con la
moral.

h. La concepción formalista del derecho. La consideración del derecho según una vista normativa esto es, por medio de conceptos
elaborados a partir de derecho positivo. Lo que le interesa es la forma lógica del derecho, sin atender asuntos históricos, sociales o
valorativos.
CONSIDERACIONES CRÍTICAS AL POSITIVISMO JURÍDICO

El derecho no puede entenderse humanamente si supera las fronteras del derecho positivo. Por eso el positivismo fracasa ante el problema
de determinar quién hace el legislador el poder competente para la formulación del derecho. Kelsen, al tratar de superar, lo refiere a la
"norma hipotética fundamental" que explicaría el derecho como las disposiciones del detentador fáctico del poder. El positivista tiene que
recurrir en este punto a algo pre-jurídico, a la "naturaleza o esencia de las cosas" en una u otra forma, por lo que queda demostrada la
insuficiencia del derecho positivo. El derecho requiere ciertos fines- políticos, morales u otros-, pues estos le dan su orientación y le
imprimen su contenido.

Joseph Hóffner considera que un positivismo jurídico congruente tiene que llegar a la conclusión de que, por una parte, no puede haber
acción que de suyo, es decir, independientemente de la ley positiva, sea antijurídica y, por otra, que toda ley positiva, incluso la más
infame, crea derecho, ambas consecuencias funestas para el hombre y la sociedad, como ha mostrado la más reciente historia.

Carlos Ignacio Massini refiere que en la base de la legislación positiva, concebida como un factum, pueden colocarse los hechos sociales,
como la hace positivismo sociologista; las relaciones de producción económica, como sostiene el marxismo; el espíritu del pueblo,
entendido al modo de Savigny, o sostener lisa y llanamente que el derecho puede reducirse a un lenguaje convencional. En todas estas
direcciones del pensamiento jurídico positivista, agrega este autor, pretende explicarse o fundamentarse el hecho de la legislación estatal
remitiéndose a otro hecho: la ley se explica por lo social, lo económico el genio de un pueblo o su modo de expresión, pero lo que estas
teorías nos informan es el origen inmediato del dato legislativo y no nos dan razón del hecho jurídico; lo que intentan mostrarnos es su
génesis, pero no nos dicen lo que es el derecho; manifiestan cómo parece o mencionan datos referentes a su modo de producción material,
pero no nos proveen de su fundamento explicativo de los jurídico. Este autor estima el positivismo jurídico está imposibilitado para captar
la realidad jurídica total: se trata de una actitud que pretende trabajar sobre una realidad que renuncia a saber qué cosa es, es decir, de
elaborar y aplicar algo cuya verdadera naturaleza se desconoce.

Una teoría tan "pura" del derecho, como la que postula Kelsen, sin "ingredientes" metafísicos, morales sociales y políticos, caracterizadas
exclusivamente por su aspecto lógico-formal, da por resultado, como señala el iusnaturalismo, un derecho sin derecho, es decir, vacío, pues
en última instancia en derecho se da para estructurar, ordenar y regular la conducta social.

PREGUNTAS DEL GRUPO

1) ¿Qué son las corrientes epistemológico-jurídicas?


Las corrientes epistemológicas jurídicas son métodos que buscan, establecer las nociones o estimaciones sociales del conocimiento humano
sobre el derecho, en conceptos válidos argumentados, basándose en la unión de igualdad de criterios profesionales; en donde el derecho
nace principalmente desde tres puntos de vista básicos: los naturalistas, el positivista y los racionalistas.

2) ¿Cuáles son los tres aspectos que hay que contemplar y distinguir al abordar el estudio del positivismo jurídico?

1) Como modo de entender la ciencia jurídica


2) Como teoría general del derecho
3) Como una ideología de la justicia.

3) ¿Que establece la jurisprudencia sociológica?

Establece que el elemento fundamental para la comprensión del derecho es la realidad social, que en esa realidad deben efectuarse las
indagaciones para saber cómo opera real y efectivamente el derecho.

4) ¿A qué se refiere Carlos Ignacio Massini?

Carlos Ignacio Massini se refiere, que, en la base de la legislación positiva, concebida como un factum, puede colocarse los hechos
sociales, como la hace positivismo sociologista; las relaciones de producción económica, cómo sostiene el marxismo; el espíritu del pueblo,
entendido al modo de Savigny, o sostener lisa y llanamente que el derecho puede reducirse a un lenguaje convencional.

MAPA CONCEPTUAL

CONSIDERACIONE El pensamiento jurídico contemporáneo no es homogéneo, la razón de las contradicciones por una
S serie de factores generales y particulares. Abundan posiciones extremas del pensamiento jurídico
donde abordar el fenómeno jurídico, es el método jurídico. Ciertos autores se vinculan con los
EPISTEMOLÓGICA postulados y las propuestas de otros, por tanto, estas consideraciones pueden agruparse para, que un
S BÁSICAS conjunto, se presenten a manera de corrientes o escuelas del pensamiento jurídico. Proceder de esta
forma, además de la ventaja de carácter sistemático que esto presenta, nos permitirá analizar mejor
cada propuesta de las escuelas.
El pensamiento jurídico tiene como antecedente el positivismo, la validez y la vigencia del derecho
POSITIVISMO dependen de que éste ha sido dictado por el Estado, y no porque la conciencia individual o la opinión
pública. No le interesa el contenido de la ley, sino solo su base jurídica, su fuente, su modo de formación;
JURÍDICO
estima que es la autoridad la que hace la ley, y que la ley es voluntad. Los positivistas conciben lo justo y
CORRIENTES lo injusto como una conformidad o una inconformidad con la voluntad de hecho del legislador
La tendencia sociológica del positivismo jurídico establece que el elemento fundamental para la
EPISTEMOLÓGICO comprensión del derecho es la realidad social, que en esa realidad deben efectuarse las indagaciones para FACETAS Y
- JURÍDICAS saber cómo opera real y efectivamente el derecho, así como para captar cuáles son las funciones que TIPOS DE
presenta. POSITIVISMO
El positivismo jurídico de carácter normativo califica el "derecho" como las normas que imponen los JURÍDICO
hombres en el espacio y en el tiempo.

a. La interpretación es esencialmente lógica


b. La concepción del derecho se da a partir del método descriptivo
CARACTERÍS c. La supresión de toda exigencia de valoración del derecho
d. El derecho es un sistema lógico cerrado sin contradicciones ni lagunas.
TICAS e. Se desentiende de las explicaciones del contenido normativo.
f. La visión voluntarista del derecho.
g. La concepción del derecho de como un orden coactivo
h. La concepción formalista del derecho.

EL IUSNATURALISMO

Esta corriente del pensamiento jurídico, que es la más antigua, sostiene la concepción valorativa del derecho. El iusnaturalismo, esto es, el derecho
natural, afirma que el derecho no se limita a un simple hecho, sino que interviene en él una dimensión de valores; que todo ordenamiento jurídico
está sujeto a valores, que la realización de estos nos permita dar con el derecho justo, con el único derecho verdadero, que el orden jurídico deriva de
la realización de los valores que postulan las normas.

Existen múltiples concepciones del derecho natural, pero los elementos comunes de estas son las siguientes: la creencia en el derecho positivo ha de
ser valorado por un conjunto superior de principios, criterios y normas que constituyen precisamente el derecho natural; la tarea del jurista no se
circunscribe a analizar el derecho positivo, sino que debe ampliar su campo a fin de indagar la constante ética del derecho; el derecho obliga no por
haber sido creado por un legislador, sino por la bondad o justicia intrínseca de su contenido.
Desde que surgió la primera concepción del derecho natural, con los griegos, en el siglo V a.C. (especialmente con Heráclito, que plantea la idea de un
derecho natural que deriva de la ley natural inmutable), hasta la actualidad, esta escuela ha manifestado que se fundamenta en diversas disciplinas
filosóficas: en la axiología, la epistemología y la ontología o metafísica.

Enrique Rommen relata que todos los pueblos, los tiempos remotos de su historia, atribuyeron un origen exclusivamente divino a las instituciones de
la moral y del derecho, que se confundían, entre ellos, con las reglas del culto. Así ocurría entre los antiguos griegos, germanos y romanos.

Una concepción racional del derecho natural la encontramos en los estoicos. La corriente filosófica conocida como estoicismo consideraba que el
fundamento del derecho estaba en la naturaleza y, como la razón se identificaba con la naturaleza, su postulado era que había que vivir de acuerdo
con la naturaleza, de acuerdo con la razón.

En un periodo de más de 2 000 años, vigencia de esta escuela en diferentes latitudes, encontramos, como es de esperarse, muchos puntos de vista,
algunos contradictorios, respecto de que es el derecho natural, cuáles son sus principios y sus características, así como las vinculaciones que existen
entre este derecho y el derecho positivo. Como no es nuestra intención repasar cada uno de los enfoques que realizaron los diferentes autores en la
historia de las doctrinas del derecho natural, con limitaremos a señalar algunos de sus representantes: PLATÓN, ARISTÓTELES, CICERÓN, SAN
AGUSTÍN, SANTO TOMAS DE AQUINO, HUGO GROCIO, ROUSSEAU y KANT.

A partir del reconocimiento de que la historia y su mutabilidad constituyen un componente básico del derecho natural se ha concebido a este derecho, ya no con la
rigidez racionalista con que se propugnaba lo que es justo por siempre, sino una serie de principios fundamentales y directivos, que se presentan como axiomas, que
pueden ser conocidos mediante la simple actividad de la razón. Cabe aclarar al respeto que el derecho natural no consiste en las interpretaciones y precisiones que las
culturas formulan sobre las constantes, sino en las mismas constantes ontológicas, a las que cada cultura se acerca relativamente.

El derecho natural se ha concebido como la suma de los principios de la formación del orden social, a partir de las orientaciones que brindan la ética y
una visión ontológica relista, válidos para todas las relaciones humanas y que sirven de fundamento a la obligatoriedad de las normas jurídicas.

Para la corriente tradicional del pensamiento iusnaturalista, el derecho natural se conforma de un conjunto de criterios, principios y normas
racionales, que tienen la función de presidir y regir la organización verdaderamente humana de la vida social, con base en las exigencias ontológicas
del hombre. Esta postura señala como características de los principios referidos que son supremos, evidente y universales.

Una posición iusnaturalista contemporánea fundamenta el derecho en la “naturaleza de las cosas”. Esta corriente parte del análisis del ser para
establecer el deber ser. Sus partidarios afirman que al indagar los diversos papeles y las situaciones que pueden presentarse al hombre, los modos o
maneras de nuestra conducta en el mundo, que constituyen el fundamento ontológico, surgen o dominan exigencias justas y, correlativamente,
obligaciones naturales.

ENFOQUES EPISTEMOLÓGICOS Y ONTOLÓGICO Y ONTOLOGICO DEL DERECHO NATURAL. EL DERECHO NATURAL COMO MÉTODO

Podemos considerar al derecho natural desde los primeros puntos de vista epistemológico y ontológico. De acuerdo con el primero, el derecho
natural se presenta como una postura o doctrina, como una manera de entender el fenómeno jurídico. De acuerdo con el segundo, el derecho natural
hace referencia al contenido de la postura epistemológica, es decir, al conjunto de principios u normas de naturaleza ético-social que deben regular
toda convivencia humana. En este sentido, ese conjunto es de resultado de la forma específica de considerar el derecho.

El enfoque epistemológico se refiere al derecho natural como método, como una propuesta de carácter racional que nos indica, a fin de adquirir
conocimientos referidos al derecho, la forma en que ha de abordar la realidad jurídica y sus diferentes dimensiones, como un método para descubrir
y determinar lo justo. Desde este enfoque encontramos diversas concepciones del derecho natural; por tanto, distintas teorías o formas de pensar y
considerar el derecho.

A juicio de Gregorio Robles la característica de la epistemología iusnaturalista es la unión del ser y del deber ser o, lo que es lo mismo, de la naturaleza
y el valor. Menciona que la postura iusnaturalista parte de una concepción metafísica del ser en la que este corresponde a lo trascendente, y no a lo
contingente y mutable, producto del arte o del artificio humano. Para esta corriente del pensamiento jurídico la naturaleza no solo expresa lo
trascendente, sino también el ideal: lo que es, no solo es (en su esencia o naturaleza), sino que también, al mismo tiempo, expresa lo que debe ser; la
esencia no expresa solo el ser considerado de manera ontológica, sino también el ser en su plenitud, el ser perfectamente construido, el ser pleno de
valor.

En este orden de ideas concluye que para el iusnaturalismo el ser y el valor se identifican; el ser del derecho, el derecho que en verdad es, no puede
identificarse con el derecho puesto por los hombres, sino con un derecho trascendental que expresa La naturaleza de las relaciones humanas, y que
este derecho trascedente (verdadero derecho y realidad autentica del mismo) es el derecho que debe ser, es decir, el derecho justo, lo justo.

El derecho natural es un conjunto de principios ontológicos y éticos, que valen por su justicia intrínseca, cognoscibles por la razón del ser humano y congruentes con su
naturaleza racional, libre y social, que deben regular toda convivencia humana para hacer posible la consecuencia armónica de los fines individuales y colectivos de la visa
social; este derecho depende de la filosofía del ser, de la metafísica, y su fundamento racional descansa sobre las relaciones esenciales entre el ser y el deber ser entre la
realidad y el bien.

Para las concepciones iusnaturalistas estrictamente ontológicas, de acuerdo con Gregorio Peces Barba, derecho y derecho natural son términos
coincidentes: el verdadero derecho resulta ser así el derecho natural. Este autor considera que el derecho positivo lo es solo de forma derivada, en la
medida en que concuerda con el criterio de justicia que instituye ese derecho natural, por lo que la validez del derecho se identifica con la justicia.

Según Miguel Villoro, desde el punto de vista ontológico en derecho natural es el conjunto de principios ontológicos constantes (por consiguiente,
inmutables y universales) propios de la naturaleza humana, respecto a la coexistencia social. Desde el punto de vista gnoseológico, esos principios se
conocen con el relativismo propio de cada cultura.

A juicio Tomas Casares, los principios del derecho natural derivan de los fines de la persona, de las relaciones que establezca con sus semejantes.
Considera que todo lo que le es indispensable al hombre para la plenitud personal que debe procurar, y cuya obtención este de algún modo
supeditada a otro, le es debido, y que, correlativamente, el hombre está obligado a reconocer como propio de sus semejantes todo- cosas o
facultades-lo que sea condición necesaria a fin de satisfacer de manera adecuada las exigencias esenciales de su naturaleza. Para Cesares, esto
constituye, sustancialmente, el derecho natural.

Helmut Coing señala que el derecho natural pretende ser, además de un determinado contenido moral a realizar en el orden social, el esbozo de un
orden jurídico que satisfaga las exigencias morales de la idea del derecho, que frente a la idea del derecho-como puro contenido preciso- este tiene
que ser un sistema de principios jurídicos con un contenido preciso, en los que la idea del derecho tenga una configuración concreta y resulte
aplicable. Coing sostiene que el derecho natural convierte el contenido general de los valores morales ínsitos en la idea del derecho en una serie de
principios jurídicos que, por ser aplicables de la vida social, pueden servir como modelos para la legislación y la judicatura.

Precisa que este derecho no da máximas de comportamiento personal, sino principios del orden social, porque lo que importa es la estructura justa
del orden en la comunidad humana, y no tanto el comportamiento moral del individuo. Coing estima que el derecho natural, aunque conste nada mas
de principios, pretende der el prototipo eterno y valido del orden jurídico, modelo de toda la legislación positiva y capaz de suplir a esta cuando falta,
o de completarla cuando tiene lagunas, derecho al que los hombres pueden apelar en el momento en que falle el orden positivo, por considerar que
este es moralmente no vinculante en caso de ser contrario al derecho natural.

Las ideas que esgrimen los partidos de esta corriente del pasamiento jurídico para fundamentar los derechos y las obligaciones naturales son la
justica, la libertad moral y las regularidades que manifiesta la naturaleza humana.

Resumen:

 Es una corriente del pensamiento jurídico, que es la más antigua, sostiene la concepción valorativa del derecho.

 Dentro del Iusnaturalismo tenemos el derecho natural y el derecho positivo.


 La concepción del derecho natural surgió en Grecia en el siglo V a.C. Especialmente con Heráclito que plantea una idea
de un derecho natural que deriva de una ley inmutable.
 La corriente filosófica conocida como estoicismo consideraba que el fundamento del derecho estaba en la naturaleza.
 Dentro de la historia del derecho natural encontramos algunos autores como: Platón, Aristóteles, Cicerón, San Agustín,
Santo Tomas de Aquino, Hugo Grocio, Rousseau y Kant.
 El derecho natural es la suma de los principios de conformación del orden social, a partir de las orientaciones que
brindan la ética y una visión ontológica realista.
El iusnaturalismo
 El pensamiento iusnaturalista conforma un conjunto de criterios, principios y normas racionales como función de
presidir y regir la organización de la vida social.

 El derecho natural se presenta como una postura o doctrina, como una manera de entender el fenómeno jurídico.
 También el derecho natural hace referencia al contenido de la postura epistemológica, es decir al conjunto de
principios y normas de naturaleza ético-social que deben regular toda convivencia humana.
 Gregorio Peces Barba considera que el derecho positivo es solo de forma derivada con el criterio de la justicia que
instituye el derecho natural, por lo que el derecho se identifica con la justicia.
 Según Miguel Villoro, el derecho natural es el conjunto de principios ontológicos constantes (por consiguiente,
inmutable y universales) propios de la naturaleza humana, respecto a la coexistencia social.
El derecho natural  A juicio de Tomas Casares, los principios del derecho natural derivan de los fines de la persona, de las relaciones que
como método establezca con su semejante.
 Coing sostiene que el derecho natural convierte el contenido general de los valores morales, basándose a una serie de
principios jurídicos aplicables a la vida social como modelos para la legislación y la judicatura.
 Coing estima pretender ser el prototipo eterno y valido del orden jurídico.

Preguntas:

1.- ¿Qué es el Iusnaturalismo y escriba dos ejemplos?

Es la creencia de un orden objetivo de carácter universal. Este orden objetivo constituye al mismo tiempo el orden jurídico natural en el que ha de
inspirarse, fundarse y orientarse el ordenamiento jurídico positivo que regule las relaciones de convivencia.

Iusnaturalismo teológico: Son normas que habían sido establecidas por Dios, pero podían ser conocidas por la razón humana.

Iusnaturalismo racional: Son normas que habían sido establecidas por la razón humana, no derivan de los mandamientos de dios.

LA NATURALEZA HUMANA (EL HOMBRE COMO PERSONA), EJE CENTRAL DEL DERECHO NATURAL

La indagación de la naturaleza humana, manifiestan los iusnaturalistas, ha de ser global si quiere darse una explicación integral del
fenómeno jurídico; para ello debe utilizar, además de los métodos analítico, sintético, inductivo y deductivo. Señalan que el derecho natural
no tiene su origen en la naturaleza concreta e histórica de este o aquel hombre, sino en la naturaleza en cuanto tal, esto es, en ciertas
estructuras básicas de la naturaleza humana, en lo que, en todos los tiempos y culturas, define metafísicamente al hombre como tal.

Simón arguye que si se afirma que el hombre es una persona dotada de inteligencia y de libertad, que debe construir su destino en función
de un dato que le constituye como ser humano y según las finalidades que le expresan en el orden dinámico, y si, por otra parte, el
desarrollo del hombre no puede realizarse más que en la sociedad, lugar natural de su existencia, y en las relaciones objetivas multiformes
que mantiene con ella, quedará demostrado que existe un orden fundado en la naturaleza, un conjunto de derechos cuya raíz está en la
esencia del hombre.

El iusnaturalismo considera que el elemento clave para entender el derecho es la persona, pues ella, en virtud de su libertad y de su
dignidad, constituye el derecho: éste nace con la persona y para la persona. Sus partidarios consideran que el hombre es persona por ser el
sujeto o soporte en el que surgen derechos y obligaciones, por ser el centro axiológico autónomo, libre y original que justifica su conducta
por motivos de los que puede dar razón.

Juan Vallet De Goytisolo señala que la característica principal del derecho natural es tener una perspectiva omnicomprensiva de la
naturaleza, así como de los medios y modos de percibirla y escrutarla; por ello, en verdad, es el único derecho natural, en el pleno sentido
de ambas palabras, porque los dos términos que lo integran- naturaleza y derecho- se contemplan en él con toda la plenitud de los
conceptos que expresan respectivamente. Este autor propone observar la naturaleza de manera ontológica y criteriológica, proyectándola
con prudencia a la realidad política bajo la luz de la ética, y observando en ella tanto lo que es histórico, es decir, en su estática y en su
dinámica. Agrega que el hombre no puede contemplarse en abstracto, porque no aparece aislado, sino en sus relaciones de origen y de fin
con su creador, en su sociabilidad, en relación con su prójimo, integridad, integrado en cuerpos sociales- familias, oficio y profesión,
municipio, Estado, etc.-, en un medio geográfico, económico, político e histórico determinado, con todas sus circunstancias concretas,
como portador de una historia y heredero de una tradición, en movimiento, actuando, realizando y transmitiendo sus conocimientos y
logros.

CARACTERÍSTICAS Y PRINCIPIOS DEL DERECHO NATURAL

Las siguientes son las características de las normas del derecho natural que los seguidores de esta escuela señalan: inmutables, evidentes y
universales. Respecto a la inmutabilidad indican que deriva de lo permanente de naturaleza humana, pero cabe aclarar que reconocen que
únicamente es aplicable a los primeros principios y no a sus conclusiones remotas. Es evidente que no es posible cambiar ciertos principios,
como “dar a cada uno lo suyo”, “hay que hacer lo que es justo” y “hay que evitar lo injusto”, que por ser absolutamente comunes a todo
hombre y en cualquier circunstancia no pueden violarse sin que impliquen una falta notoria a la justicia y a la esencia del hombre.

[…] el término derecho natural abarca una elaboración doctrinaria sobre el derecho que, en el curso de su vigencia multisecular, presentó –
y presenta- vertientes de reflexión muy variadas y diferenciadas, que no permiten atribuirle univocidad. Sin embargo, existen algunas notas
que permiten identificar, en el término derecho natural, un paradigma de pensamiento. Entre esas notas, que determinan lo que una doctrina
del derecho natural normalmente considera merecedor de estudio, pueden destacarse: a) la idea de inmutabilidad –que presupone principios
que, por una razón u otra, escapan a la historia y por eso pueden ser visto intemporales-; b) la idea de universalidad de esos principios meta
temporales […] c) la idea de que los hombres tienen acceso a esos principios a través de la razón, de la intuición o de la revelación. Por eso
los principios del derecho natural son datos y no creados por convención. De ahí d) la idea de que la función principal del derecho no es
mandar, sino calificar como buena y justa o mala e injusta una conducta […] Esa calificación promueve una continua vinculación entre
norma y valor y, por lo tanto, una permanente aproximación entre derecho y moral.

El DERECHO NATURAL Y LOS DERECHOS HUMANOS

Hablar de derechos humanos, dicen los iusnaturalistas, es referirse a las facultades que, con carácter inexcusable, derivan de la naturaleza
del hombre.

Los derechos humanos, que constituyen el tema central del iusnaturalismo moderno, se basan en la exigencia moral de respetar la dignidad
del hombre como persona que se autorrealiza de una manera consciente, en la exigencia fundamental de reconocer los derechos naturales
del hombre, entre los que pueden mencionarse el de la vida, el de la libertad y el de la igualdad.

El término derechos humanos, empezó a ser utilizado a partir del triunfo del derecho natural en los Siglos XVII Y XVIII, denotando los
derechos naturales, inherentes y derivados de la misma esencia y naturaleza del hombre, que posee por el hecho de ser hombre, que son
anteriores a toda legislación positiva, la cual en ninguna forma puede suprimirlos; aclarando que no se trata de unos simples “hechos”, de
los que el Estado saque enseguida “consecuencias jurídicas”, como una concesión de la sociedad política, sino que tienen el carácter de
“pretensiones” que se hacen valer frente al derecho positivo y que exigen ser reconocidas y garantizadas por él.

Resumen:

* El Derecho natural es una ley u ordenamiento jurídico que emana y se funda en la naturaleza humana.

* El iusnaturalismo considera que la persona constituye el derecho; este nace con la persona y para la persona.

* Las características de las normas del derecho natural son: inmutables, evidentes y universales.
La naturaleza
* Hablar de derechos humanos, es referirse a las facultades que, con carácter inexcusable derivan de la naturaleza del
humana y eje
hombre.
central del
derecho natural * Los derechos humanos se basan en la exigencia moral de respetar la dignidad del hombre como persona que se autorrealiza
de una manera consciente.
* El término “derechos humanos”, empezó a ser utilizado a partir del triunfo del derecho natural en los Siglos XVII Y
XVIII.

Pregunta:

Explique. ¿Qué es Derecho Natural?

El Derecho natural es una elaboración doctrinaria sobre el derecho, que tiene su origen en ciertas estructuras básicas de la naturaleza
humana, este derecho es, inmutable, evidente y universal. La inmutabilidad se deriva permanente de la naturaleza humana, es evidente que
no es posible cambiar ciertos principios, por ser absolutamente comunes a todos y en cualquier circunstancia no pueden violarse sin que
impliquen una falta notoria a la justicia y a la esencia del hombre.

TENDENCIAS ACTUALES DEL DERECHO NATURAL

Vallet De Goytisolo siguiendo los lineamientos de Recasens Siches en este punto menciona que entre la gran diversidad de las tendencias
iusnaturalistas actuales pueden señalarse las siguientes notas concordantes.

a. Remisión a la metafísica como fundamentó primero del derecho natural, es decir que muestra al derecho natural, es decir a criterios
prepositivos o meta positivos, sin los cuales las normas positivas serian incomprensibles, puesto que su determinación indefectiblemente
implica y requiere un juicio de valor para preferirla a tantas otras posibles.

b. Reafirmación, críticamente depurada, de una estimativa jurídica iusnaturalista, que muestra al derecho natural muy lejos de ser una
doctrina conclusa, a diferencia de la escuela del derecho natural y de gentes que había creído poder formular una especie de código de
validez general para todos los hombres en cualquier lugar, tiempo y circunstancias

c. Desnormativacion del derecho natural. Esta nota se presenta frente al normativismo de las luces al respecto, Michel Villey considera que
las leyes se proponen para guiar, entre otras, en el hallazgo de lo justo natural. La propuesta de esta tendencia consiste en considerar las
normas jurídicas como un a posteriori de los principios del derecho natural

d. Recorte de la extensión del área de la naturaleza humana, indebidamente extendida por la escuela del derecho natural y de gentes de
Grocio, Puffendorf, Wolf y por algunos neoescoclasticos del siglo XIX, quienes de la naturaleza del hombre a-veces obtenida

Mediante la abstracción de lo que consideraban esencial – pretendían deducir unos códigos de leyes naturales que abarcan todo el derecho
y que fueran aplicables de modo general.

El hombre, necesaria y esencialmente, vive en sociedad y, por tanto, también está condicionado e influido por los factores de la realidad
social, en términos generales, y por la concreción particular de esos factores en cada situación histórica.

e. Concepción tridimensional del derecho, en el sentido de que los criterios del derecho natural deben ser apoyados por la normatividad
formal, obra humana por medio del derecho positivo, en relación con la realidad social de cada tiempo, lugar y situación histórica. Triada

de dimensiones: justicia, norma y conducta social, que están reciproca e inseparablemente vinculadas, pues cada una implica las otras dos.

García Máynez advierte al respecto que se dan zonas de no coincidencia; sin embargo, sirve para resaltar el triple dato de que la justicia es
el fin del derecho, el conducto social su objeto y las normas un medio para ayudar a lograrlo.

f. Reconocimiento del valor, como realidad primaria para el derecho, de dignidad y autonomía de la persona, que no puede desagradarse a
medio o instrumento, ni sumirse en una concepción absorbente de la sociedad o del Estado, que considera al hombre un mero átomo
integrante de su personificación en un todo.
g. Insistencia en la necesidad de grandes dosis de conocimientos sociológicos con que alimentar la estimativa jurídica, a fin de que esta
tenga el conocimiento preciso para obtener las adecuadas consecuencias prácticas más oportunas, eficaces y mejores en cada tiempo y
lugar, o sea, en cada situación histórica concreta.

h. Acentuación de un sentido histórico en los ideales jurídicos o programas del derecho justo, en armonía con cada realidad social concreta,
es decir, reconocimiento de que el ser humano contiene dimensiones esenciales e inmutables, pero al mismo tiempo se realiza y vive en
realidades muy diversas y siempre cambiables o inmutables.

i. Procedencia de la lógica formal pura del silogismo que debe reemplazarse por otro sector de la lógica: el logos de lo humano y de lo
razonable, de la razón vital e histórica.

EL DERECHO NATURAL Y EL DERECHO POSITIVO

El iusnaturalismo sostiene que el derecho positivo está subordinada al derecho natural, que este puede incorporarse en el sistema jurídico
positivo o actuar como fuente subsidiaria de él, y el derecho natural es el criterio ideal para valorar el derecho positivo, en razón de que los
derechos innatos de los hombres son el fundamento y la raíz de los derechos particulares.

En lo que el ámbito jurídico respecta, Aristóteles distingue entre la ley universal o natural y ley especial o positiva. Positiva es ‘la que
regula la vida de una comunidad determinada “; por ley natural se enriende un conjunto de principios objetivamente válidos, que reciben
aplicación para todos los países […] “Los principios de la equidad son permanentes e inmutables, y el derecho universal tampoco cambia,
pues es la ley de la naturaleza; las leyes

escritas, por lo contrario, a menudo varían “. En lo que atañe a las relaciones entre los dos órdenes, dice Aristóteles que el natural
representa, frente al positivo, el fin a cuyo logro este debe este aspirar. Pero como de acuerdo con la metafísica aristotélica, lo general solo
puede actuar y existir en lo individual, el derecho positivo, como accidens, da ‘existencia’ a sustancia jurídica “. Expresado de otro modo:
el derecho universal debe manifestarse en la ley positiva, la cual, por su parte, ha de tender hacia la realización del ius naturale. El
Estagirita reconoce, sin embargo, que los ordenamientos históricos no pueden cumplir del todo aquel desiderátum, y que en ellos existen
necesariamente imperfecciones y algunas.

Para Arthur Kaukmann, citado por García Máynez, lo que constituye la estructura ontológica real del derecho es la conjunción de la esencia
y la existencia jurídicas O, en otras palabras, la iusnaturalidad y la positividad. Agrega que la relación entre estos términos no es de
exclusión u oposición, sino de polaridad, Complementación y apoyo. Para este autor tanto el positivismo como el iusnaturalismo de
carácter idealista y absolutista son teorías monistas que captan solo un aspecto de la realidad jurídica: el primero solo es el aspecto o lado
existencial, y el segundo solo el lado o aspecto esencial.

H. Welzel, citado por Bockle, establece que la distinción entre derecho natural y el derecho positivo representa en la historia del espíritu
humano el fenómeno que con mayor claridad y firmeza refleja la convicción de que en las relaciones sociales humanas hay algo más que lo
que lo que se impone simplemente por su fuerza y lo que practicamos de hecho en virtud de un habito arraigado, algo que no tiene una
realidad puramente fáctica, algo que -independientemente de las ordenes y las costumbres – nos obliga, en la intimidad de nuestro ser, a un
determinado acto. Puntualiza que la idea de la obligación absoluta es el núcleo y la verdad permanente del derecho natural.

El derecho positivo está llamado a plasmar el derecho natural en realidad, y normalmente el derecho natural se manifiesta existencialmente
a través del derecho positivo, buscando amoldarse a las dimensiones históricas del hombre y a ñas desigualdades concretas, propugnando
que las leyes positivas se orienten a la realización del bien común. Pudiéramos decir que el derecho positivo vive y se complementa
constantemente del y por el derecho natural. Seria, sin embargo, utópico creer que los preceptos fundamentales del derecho natural son
suficientes para la ordenación jurídica de la convivencia humana y que las leyes positivas

son superfluas; antes bien son necesarias ciertas normas más particulares que, en contacto con las circunstancias y respondiendo en su
contenido a las exigencias.

El derecho positivo, como precisa Villoro Toranzo, no es más que la forma práctica por excelencia que tienen los hombres para realizar la
justicia; debe concebirse como la prolongación natural del mismo, y no como algo opuesto al derecho natural.

LA ESCUELA DE LA EXEGESIS JURIDICA

Recibe este nombre la escuela que surgió en Francia a raíz de la preocupación de los juristas por estudiar y comentar la codificación
napoleónica de principios del siglo pasado. La inquietud era buscar en los textos de la codificación, mediante razonamientos lógicos,
especialmente basado en el análisis, la solución a cualquier tipo de problema que la práctica jurídica pudiera presentar. Así, el método
exegético propuesto se vincula con el principio de plenitud del ordenamiento jurídico, es decir con el principio que postula que la norma
jurídica contempla todos los casos que puedan derivarse de su letra, de sus palabras.

Se denomina exegética la acción desarrollada por los juristas que realizan una labor de interpretación y explicación de textos, en este caso,
legales. La empresa codificadora se desentendió del ideario naturalista que contribuyo al triunfo de la Revolución francesa y redujo sus
esfuerzos jurídicos a los simples comentarios interpretativos de sus textos.

Esta escuela, que se desarrolló primero en Francia y se extendió luego a otros países europeos y americanos durante el siglo XIX, sostiene
que el derecho es la ley escrita, que en ella se manifiesta todo el derecho. Las características de esta corriente epistemológica jurídica son
las siguientes:

1)Culto al texto legal lo que implica que el jurista deba circunscribir todas sus consideraciones a la ley; 2) estimar que las leyes son
perfectas y completas, razón por la que no hay margen de arbitrio para el intérprete; 3) desconocimiento del papel de la costumbre ; 4)
rechazo a cualquier intento de labor creadora por parte del juez ( ya que este debe limitarse, mediante vías de carácter deductivo, a aplicar
el derecho que está en la ley).En este sentido la expresión de Dantón , uno de los representantes de esta escuela, es por demás evidente “ El
Juez es el siervo de la ley “
Enrique Aftalion y José Vilanova señalan que la escuela de exegesis muestra el principio iuspositivista con la forma de un positivismo a
valorativo, estatal y legalista: positivismo, a valorativo porque para ella no hay más derecho que el que se encarna en la ley, considera
como un hecho o suceso, con criterio crudamente naturalista; positivismo estatal porque considera que el derecho positivo emana del
Estado ; positivismo legalista porque el Estado establece el derecho positivo mediante una sola vía o fuente : la ley. Estos autores
puntualizan que entre los graves defectos de esta escuela están la inmovilidad social que acarrea y el descuido de los aportes valiosos de la
jurisprudencia.

Por juzgar que el intérprete se arrogaría atribuciones que le corresponden al legislador se intenta crear o elaborar el derecho, la tarea de este
se halla limitada por esta escuela a dos funciones; extraer las consecuencias que, por necesidad lógica, están inmersas en los textos legales,
en las palabras de la ley y, en caso de que sean oscuras, buscar la intención del legislador, realizar una labor reconstructiva, lo más fi
posible, del pensamiento de este.

La exegesis parte, pues de la ley para establecer una serie de raciocinios o silogismos [sic] , basados en los tres principios fundamentales de
la lógica formal: el de identidad , el de contradicción y el tertium non datur […] En cuanto al postulado básico de la doctrina de la exegesis,
es evidentemente falso por la simple razón que ya dio Aristóteles, al señalar que la ley, por muy detallista que sea , ni el legislador, por
mucho que prevea, no pueden tener en cuenta toda la mutabilidad de la vida , toda la enorme variedad de sus casos. Siempre habrá una
serie de supuestos que, aun cuando parezcan comprendidos en la letra de la ley, no están en su espíritu, porque el legislador ni los previo ni
los pudo prever […] Sin duda la letra de la ley ha de servirnos para entender, para comprender cuál es el contenido de su norma. Pero no
puede llevamos hasta aceptar un resultado que sea absurdo, que repugne a la naturaleza de las cosas o que no correspondan a la finalidad
para la cual la ley fue elaborada.

Resumen:

*Gran diversidad de tendencias iusnaturalistas actuales

* Remisión a la metafísica, fundamento primero del derecho natural

* Reafirmación críticamente depurada una estimativa jurídica iusnaturalista, muestra muy lejos de ser una
doctrina del derecho natural

* Desnormativacion del derecho natural: la propuesta de esta tendencia es considerar las normas jurídicas de
los principios del derecho natural

* Recorte del área de naturaleza humana x extendida por la escuela del derecho natural

* García Máynez advierte al respecto que se dan zonas de no coincidencia y que la justicia es el fin de derecho

*Reconocimiento del valor, como realidad primaria pata el de derecho, la dignidad y autonomía de la persona
Tendencias que no puede desagradarse a la sociedad o al estado
actuales del
* Insistencia en la necesidad de grandes dosis de conocimientos sociológicos que alimentan la estimativa
derecho
jurídica, a fin que tenga el conocimiento preciso para obtener adecuadas consecuencias prácticas más
natural oportunas y eficaces en tiempo y lugar de cada situación histórica concreta.

* Acentuación de un sentido histórico en los ideales jurídicos o programas del derecho justo, en armonía con
cada realidad social concreta, es decir, reconocimiento de que el ser humano contiene dimensiones inmutables
y vive en realidades muy diversas y siempre cambiables o mudables

*El iusnaturalismo sostiene que el derecho positivo está subordinado al derecho natural, que este puede
incorporarse al sistema jurídico positivo o actuar como fuente subordinaría de él.

*Se distinguen leyes en el ámbito jurídico: ley universal o positiva, ley especial o positiva

* Ley positiva es la regula la vida de una comunidad determinada

El derecho *Aristóteles dice que el natural representa frente al positivo, en fin, de cuyo logro debe este aspirar.
natural y el
derecho *El derecho universal debe manifestarse en la ley positiva.
positivo
*El derecho positivo está llamado a plasmar el derecho natural en la realidad y normalmente el derecho natural
se manifiesta esencialmente a través del derecho positivo, basándose a las dimensiones históricas del hombre y
desigualdades concretas, propugnando leyes positivas se oriente a la realización del bien común.

*El derecho positivo, como precisa Villoro Toranzo, no es más q la forma práctica por excelencia que tienen
los hombres para realizar la justicia.
*Recibe este nombre la escuela que surgió en Francia a raíz de la preocupación de los juristas por estudiar y
comentar la codificación napoleónica de principios de siglo pasado.

*Codificación mediante razonamientos lógicos, especialmente basados en el análisis, la solución de cualquier


tipo de problema que la práctica jurídica pudiera presentar.

*Se denomina exegética la acción desarrollada por los juristas que realizan una labor de interpretación y
explicación de textos, en este caso legales

La *Esta escuela, que se desarrolló primero en Francia y se extendió luego a los países europeos y americanos
escuela de durante el siglo XIX, sostiene que el derecho es ley escrita, que en ella manifiesta todo el derecho.
la
exegesis *Las características de esta corriente epistemológica jurídica son: Culto al texto legal, lo que implica que el
jurídica jurista deba circunscribir todas sus consideraciones a la ley, 2) estimar que las leyes sin perfectas y completas,
razón por la que no hay margen de arbitrario en el intérprete 3) desconocimiento del papel de la costumbre; 4)
rechazo a cualquier intento de labor creada por parte del juez.

*La exegesis parte, pues de la letra de la ley para establecer una serie de raciocinios o silogismos, basados en
los tres principios fundamentales de la lógica formal.

*Representante de esta escuela están: Proudhon, Aubry y Rau, Laurent, Pothier y Baudry – Lacantinerie

Pregunta:

1.) De acuerdo a la temática “LA ESCUELA DE LA EXEGESIS JURIDICA” ¿Que es la exegética?, ¿Dónde tuvo su
primer desarrollo y cuáles fueron sus principales representantes?

La exegética es la acción desarrollada por los juristas que realizan una labor de interpretación y explicación de textos
legales, esta escuela se desarrolló en Francia extendiéndose en el siglo XIX a países europeos y

americanos, finalmente esta escuela tuvo grandes representantes como son Proudhon, Aubry y Rau, Laurent, Pothier y
Baudry- Lacantinerie.

EL HISTORICISMO JURÍDICO

Es una escuela de la teoría de la naturaleza histórica del derecho al afirmar que este no deriva, de la abstracción de las leyes, sino que es
producto de la historia, del sentimiento de lo justo y de lo injusto, de la voluntad del pueblo o de la nación. Esta corriente del pensamiento
jurídico surge en Alemania y en Francia. Gustavo Hugu es su precursor y Federico Carlos de Savigny y es el difusor quien desarrolla
sistemáticamente las ideas medulares de la escuela los rasgos que explican la aparición del modelo historicista a juicio de Gregorio peces
Barba con los siguientes.

1. El paso de la concepción universalista del derecho a criterio particularista que toma en cuenta los rasgos propios de cada sistema jurídico
y conduce a su pensamiento jurídico que parte de esa realidad.

2. El paso de una concepción inmutable a una concepción del derecho que puede cambiar como consecuencia de la relación derecho poder.

3. El paso de una idea que situaba la producción normativa en un autor supra humano –Dios- en la naturaleza, a una concepción que lo
hacía depender del poder soberano.

4. El paso de una concepción que permitía el conocimiento del derecho por medio de la razón a una que necesitaba difundirse y
promulgarse como actos de voluntad del poder soberano.
5. El paso de una concepción que fundaba la validez del derecho en su racionalidad, es decir, en su acuerdo con la naturaleza o con el
mandato divino, a una concepción que lo funda en el apoyo, en última instancia, del poder político. Así, la validez y la eficacia del derecho
se vinculan a la efectividad del poder en una sociedad concreta.

El historicismo jurídico, con un carácter iuspositivista, prescindió del problema iusnaturalista y enfoco su atención en manifestación
histórica como las pandectas justinianeas y en el código napoleónico. Esta escuela tomo el modelo del derecho romano y d sus
instituciones, lo que implicó una contradicción, pues el postulado esencial de esta corriente era sostener que cada pueblo poseía un espíritu
propio y, por tanto, m un derecho propio. Debido a que reelaboro los conceptos del derecho roano, sus trabajos perfilaron una genealogía
de conceptos.

La escuela del historicismo jurídico surge como reacción contra el racionalismo filosófico y contra el imperialismo político. Emerge como
respuesta contra el racionalismo, porque esta corriente sigue el modelo de las matemáticas, de las ciencias exactas, y se atiene
exclusivamente a la razón, ignora la experiencia y la historia. La concepción jurídica de molde racionalista tenía una visión rígida del
derecho en la que todo estaba previsto, todo era exacto: el derecho como producto exclusivo de la razón humana. La pretensión de los
seguidores de esta concepción era establecer una legislación que implantaran, con carácter definido, el único modelo racional y digno de
vigencia, sin considerar las particularidades de los pueblos ni su dimensión social e histórica. El historicismo jurídico también reacción
contra el imperialismo francés, ya que reclama el respeto y la vigencia de las costumbres y tradiciones de cada pueblo Juan Alberto Matilde
señala que el historicismo que propuso Savigny representa un giro de la

atención hacia la realidad social: el derecho asciende de la historia de cada pueblo, en lugar de descender de un principio universal y
necesario.

El eje central del historicismo jurídico gira alrededor de un concepto de historia a modo de centro de gravedad, como el elemento sintético
que permite entender cualquier fenómeno social, incluido el derecho , En este orden de ideas, sus partidarios sostiene que en la historia
podemos encontrar el objeto sobre el que debe versar todo el conocimiento de lo jurídico . Para esta postura los derechos no los crea el
legislador, sino que los elabora la comunidad de una manera instintiva y no meditada, se fundan en las costumbres preexistentes, en las
creencias populares, surgen de lo más profundo del pensamiento del pueblo. Sus seguidores afirman que los derechos brotan de la
conciencia jurídica popular, y reconocen en ella la fuente autentica y genuina del derecho.

A diferencia de la escuela de la exegesis, que sostiene el primado de las leves, para el historicismo jurídico la ley tiene una función
secundaria: se construye según los principios que se dan por existentes en la conciencia jurídica nacional y adquiere sentido al relacionarla
con el desarrollo histórico de un pueblo concreto. En este orden de ideas lo consuetudinario (expresión inmediata del espíritu del pueblo,
según el leguaje que utilizan los seguidores de esta escuela) debido a su primacía se impone a la tarea del legislador; lo único que deben
hacer juristas es buscar en la tradición vigente y en las condiciones vitales de cada pueblo las auténticas formas populares y contribuir,
partiendo de estas mismas a su construcción técnica.

Los partidarios de esta afirman que en el espíritu del pueblo reside el derecho, al igual que la religión, el lenguaje, la moral y el arte.
Sostiene que el derecho popular es producto espontaneo de la esencia más íntima del pueblo, concreción vital de sus convicciones y
sentimientos nacionales, y que evoluciona en la misma que el pueblo o la nación.

Esta escuela eta en lo cierto al sostener la necesidad de la indagación historia en el ámbito jurídico, en evitas la formación de leyes de
espaldas a la historia, pero la apelación a lo histórico no es suficiente. Su defecto radica en eludir la función valorativa, pus tenemos que
reconocer que no es lo mismo explicar que justificar, porque para justificar hay que recurrir a conceptos y valores, y utilizar que va más allá
de lo histórico.

Jose Corts Grau menciona que el historicismo jurídico habría aceptado si se hubiese limitado acentuar la condicionalidad de todo contenido
del derecho, la importancia del factor del hecho , conformé al aforismo clásico ex facto oritur jus , pero que erro al intentar establecer
valoraciones jurídicas con criterio estrictamente historicista y al fragmentar la conciencia jurídica humana en conciencias jurídicas
nacionales, pues llego a ciertos exclusivismos de raza incompatibles con el sentido universal de la cultura, es decir, con el sentido universal
del hombre. A esta escuela se le ha criticado también por su extremada acentuación del carácter espontaneo de las instituciones jurídicas y
por propender a un distanciamiento entre la teórica y la práctica. Como se indicó, es importante el elemento histórico en el ámbito jurídico,
pero hay que contenerlo en sus límites precisos.

Miguel Reale señala que sin la participación activa y creadora del hombre no es posible penetrar en la verdadera naturaleza del fenómeno
jurídico que es siempre una subordinación de hechos y valores y, por consiguiente, una armonización de condiciones del mundo del der con
las exigencias del deber ser. Argumentando que tampoco es válido aceptar como naturales únicamente los productos de una formación
histórica lenta, que la historia del derecho presenta soluciones de continuidad, saltos bruscos y rupturas que han dado como resultado un
aumento en el activo de nuestro patrimonio cultural.

EL UTILITARISMO JURÍDICO

Esta corriente del pensamiento jurídico sostiene que el fundamento del vínculo jurídico está en la utilidad. Con base en el pragmatismo, que
afirma que los juicios son verdaderos cuando fomentan nuestra actividad y perfección que la verdad depende de la eficacia, equiparan la
justicia con la utilidad.

Entre los representantes de esta escuela están Jeremías Bentham, Jihn Stuart, Federico Nietzche. Para este último el derecho es una lucha
por el poder y tienen como objetivo lograr la paz entre dominadores y dominados.

Para Spencer, también el fundamento del derecho es la utilidad, pero la utilidad entendida no en sentido hedonista (o sea como placer) si no
en sentido biológico como adaptación de la especie – mediante la herencia-al ambiente y a las condiciones de existencia (. Apencer
considera) la conciencia moral y jurídica como la síntesis de las experiencias de las generaciones anteriores. Ya no se requeriría entonces el
cálculo individual de las generaciones anteriores ya no se requeriría entonces de cálculo individual para cada acción, sino que el individuo
encontraría ya en si preconstituidas en serie de disposiciones recibidas por vía hereditaria. Mas también este intento de fundar la Moral y el
Derecho sobre la biología se revela como insuficiente, en verdad, aun proveyéndose de la más vasta experiencia de la especie en lugar de la
restringida del individuo queda siempre en pie la circunstancias de que las condiciones de existencia en el sentido biológico expresan solo
hechos , conexiones empíricas entere antecedentes y consiguientes, ahora bien , de esto no se podrá nunca recabar un principio de
obligación es decir , la norma que debe regular nuestras acciones, solo cuando se haya establecido como valido éticamente un determinado
fin podrán estimarse aplicables del conocimientos que se tengan sobre los medios idóneos aquel fin, siempre que también esos medios sean
considerados éticamente plausibles. El problema de la licitud o de la justicia y el de la moralidad no pueden resolverse con solo las
nociones del orden físico.

Michel Villey menciona que esta corriente transforma el derecho en un instrumento de la política o de la economía, en una técnica de
control social que se lleva acabo a fin de obtener el mayor número de placeres o el aumento del poder colectivo.

Entre las críticas al utilitarismo jurídico están: evadir la indagación de soluciones justas, así como de la experiencia concreta del derecho e
implicar conceptos inconfundibles, como el de justicia y el de utilidad (que en realidad pueden tanto coordinarse como contraponerse) o el
de verdad y el de acción (la verdad no depende de nuestra

congruencia o incongruencia practica). Esta es incapaz de responder a las preguntas ¿Cómo y porque lo que consideramos útil debe
subordinarse a lo que los demás consideran útil? Si se han de satisfacer los deseos de cada uno, esta postura no proporciona un criterio que
pueda aplicarse en la conciliación de motivos opuestos.

EL TRIDIMENCIONALISMO JURÍDICO

Esta corriente del pensamiento jurídico propugna por una visión integral del derecho, en la que se consideren los tres aspectos que
conforman el fenómeno jurídico: la norma, el hecho y el valor. Los partidarios de esta escuela afirman que el derecho es, a la vez, norma,
hecho y valor, o lo que es lo mismo, que en el se da la eficacia, la validez extrínseca y la validez intrínseca, que serían las tres dimensiones
del derecho.

Considera esta escuela que el derecho representa una síntesis de ser y deber ser y que su fundamento está en la naturaleza humana. Propone
enfocar el derecho con una perspectiva realista y total, a partir de la observación del mundo jurídico de las normas, de las conductas
sociales y de los valores. Con el propósito de superar explicaciones unilaterales o sectorizadas, los seguidores de esa escuela rechazan que
el derecho se reduzca a un empirismo sociológico o a pura normatividad; afirman que no es puro hecho ni pura norma, sino un hecho social
con forma normativa de acuerdo con un cierto orden de valores.

Según Miguel Reale una regla de derecho positivo puede considerarse perfecta cuando la promulga una autoridad legítima con base en el
bien común, y encuentra, en virtud de su valor ético y de su racionalidad, la adhesión o sentimiento de los miembros de una comunidad,
declara que en esa regla se integran, plenamente armonizadas, la validez ética, la sociología y la formal o técnico jurídico.

Para Legas y Lacambra, así como García Maynez, el llamado caso ideal o norma perfecta solo se presenta en esos excepcionales, ya que en
el deberían coincidir a la vez la vigencia, la eficacia y la justicia. En cambio, según Miguel Reale se manifiesta en sasos ordinarito, pues
argumenta que si no fuese así no habría sido posible el progreso jurídico. De acuerdo con los tridimensionalitas, el derecho manifiesta una
integración incesante de valores. para ellos, valorar es normar el mundo practico, atendiendo el dinamismo humano y los fines de la vida
social. Sostienes, así mismo, que el concepto de norma es posterior al de valor, por lo que este, como productor de normas, determina lo
que debe der y lo que no debe ser.

El derecho es una realidad, digámoslo así, trivalente, o, en otras palabras, tridimensional (…) es siempre hecho, valor y norma, para quien
quiera que lo estudie, dándose tan solo una variación en el ángulo o prisma de investigación. La diferencia es pues, de orden metodológico,
según el objetivo que se tenga en mente alcanzar. Es lo que con agudeza Aristóteles llamaba diferencia específica, de tal modo que el
discurso del sociólogo, va de la norma hacia el valor y culminar en el hecho y finalmente, nosotros podemos ir del hecho a la norma hacia
el valor y culmina en el hecho y finalmente, nosotros podemos Ir del hecho a la norma, culminando en el valor, que es siempre una
modalidad del valor de lo justo, objeto propio de la filosofía del derecho.

De acuerdo con Miguel Rale , la teoría tridimensional del derecho permite una representación simbólica de los datos que componen la
experiencia jurídica los correlaciona dialécticamente de manera que los tres factores competentes se desarrollen interrelacionados en el
tiempo , con posibilidad de preverse , aunque sea de forma conjetural. Agrega que podrán influirse de manera recíproca, incluso, en función
de la supervivencia de nuevas mutaciones factuales, axiológicas y normativas.

Resumen:

EL HISTORICISMO JURÍDICO

Es una escuela de la teoría de la naturaleza histórica del derecho, púes este pensamiento jurídico surge en Alemania y en Francia afirma que
este no deriva de la abstracción de las leyes, sino que es producto de la historia, del sentimiento de lo justo y de lo injusto, de la voluntad
del pueblo o de la nación.

Los rasgos propios de cada sistema conducen a un pensamiento jurídico que parte de la realidad el historicismo jurídico que tiene un
carácter Iuspositivista, en la escuela del historiador jurídico surge como reacción contra el racionalismo filosófico y contra el imperialismo
político, pues la concepción jurídica que va siendo rígida en del derecho en la que todo está previsto de cada pueblo.

Puntos principales del historicismo jurídico:

 Los partidarios de esta corriente afirman que en el espíritu del pueblo reside el derecho, al igual que la religión el lenguaje, la moral
y el arte.
 Sostienen que le derecho popular es producto espontáneo de la esencia más íntima del pueblo.
 José Corts Grau menciona que le historicismo jurídico habría acertado si se hubiese limitado acentuar la condicionalidad de todo
contenido del derecho.
 Miguel Reale señala que sin la participación activa y creadora del hombre no es posible penetrar en la verdadera naturaleza del
fenómeno jurídico.

EL UTILITARISMO JURÍDICO

El pensamiento jurídico sostiene que el fundamento del vínculo jurídico está en la utilidad con una base de pragmatismo que firma que los
juicios son verdaderos cuando fomentan nuestra actividad y perfección, que la verdad depende de la eficacia, que equiparan la justicia con
la utilidad los representantes de esta escuela son Jermias Bentham, John Stuart Mill, Federico Nietzche tienen como objetivo lograr la paz
entre dominadores y dominados.

 Michel Villey, transforma el derecho en un instrumento de la política o de la economía en una técnica de control social
 Las críticas al utilitarismo jurídico están en evadir la indagación de soluciones justas, así como de la experiencia concreta del
derecho.
 Esta escuela es incapaz de responder a las preguntas ¿cómo y porque lo que consideramos útil debe subordinarse a lo que los demás
consideran útil?

EL TRIDIMENSIONALISMO JURÍDICO

Esta corriente del pensamiento jurídico propugna por una visión integral del derecho en la que tiene tres aspectos que conforman el
fenómeno jurídico: la norma, el hecho y el valor o lo que es lo mismo, en el que se da la eficacia de la validez extrínseca.

Se considera que en esta escuela que le derecho representa una síntesis de ser y deber ser, y que su fundamento está en la naturaleza
humana, con el propósito de superar explicaciones unilaterales o sectorizadas.

 Miguel Reale dice que una regla de derecho positivo puede considerarse perfecta cuando promulga una autoridad legítima con base
en el bien común y encuentra, en virtud de su valor ético y de su racionalidad.
 García Maynez, el llamado caso ideal o norma perfecta solo se presenta es casos excepcionales porque deberían coincidir a la vez la
vigencia, la eficacia y la justicia.
 Miguel Reale se manifiesta en casos ordinarios, pues argumenta que si no fuese así no habría sido posible el progreso jurídico.
 El derecho manifiesta una integración incesante de valores.
 Miguel Reale, para él la teoría tridimensional del derecho permite una representación simbólica de los datos que componen la
experiencia jurídica.

Pregunta

* ¿En el tridimensionalismo jurídico se consideran tres aspectos que conforman el fenómeno jurídico cuáles son?

En el fenómeno jurídico se consideran los tres aspectos que son la norma, el hecho y el valor.

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO Y EL CONOCIMIENTO DEL DERECHO


CONSIDERACIONES GENERALES DEL CONOCIMIENTO

El conocimiento es una actividad vital del hombre que le permite adecuar las condiciones para vivir congruentemente con el

medio que le rodea, con el mundo, con la realidad; sin embargo, esta actividad que pudiera parecer sencilla es un fenómeno complejo, pues

intervienen, entre otros elementos, sensaciones, percepciones, conceptos, juicios, razonamientos, sentimientos y emociones. "La realidad es

simplemente 'lo dado', 'lo existente'. Y lo existente, a su vez, es complicadamente la totalidad de aquello con lo que el hombre se relaciona

o puede relacionarse en su devenir; es el mundo en toda su riqueza ontológica".


El conocimiento, más que ser un simple reflejo directo de la realidad o de nuestro yo, es una forma de contactar e interpretar la

realidad, una forma de existir, de desentrañar el significado de la vida, tema siempre presente en la meditación -humana. En este sentido,

toda la experiencia Ola vida es conocimiento, pues abarca una relación consigo mismo y con el mundo.

El quehacer humano del conocimiento implica el pensamiento, el uso de la inteligencia, para caracterizarse como una relación

entre el sujeto que conoce y el objeto por conocer.

La aspiración o vocación natural del hombre por conocer, que señaló Aristóteles, recorre dos etapas: la primera responde a fines

utilitarios, pragmáticos, en la que se presenta el interés del sujeto por aplicar el conocimiento que posee de las cosas para usarlas y

manejarlas; la segunda, la que en el afán de conocimiento se manifiesta como satisfacción que el mero conocimiento le procura. El hombre

es Homo faber por su capacidad práctica, por servirse y utilizar la realidad para su progreso y perfeccionamiento y, al mismo tiempo, es

Homo sapiens por contar con una capacidad teorética, por captar esa realidad y dar respuesta a sus interrogantes. De la expansión y

profundización de ambas facultades dependerá el desarrollo armónico de las relaciones que establezca.

La verdad es que "l0 primero que aprehende el entendimiento es el ser y en él queda incluido todo lo que aprehenda después".

Entonces el hombre existe como realidad abierta al mundo. Estar abierto significa ver, oír, gusta; palpar las cosas. Pero también significa

pensar. Y pensar no es más que reconocer el ser. El hombre al estar en el mundo no se pregunta qué es el ser; se pregunta por el servicio:

¿para qué sirve esto? Hasta después, más allá del servicio, se pregunta por el ser: ¿qué es esto? Esta pregunta surge como el reconocimiento

de una ignorancia. El hombre pregunta qué son las cosas porque vito lo sabe y quiere saber.

El lema inscrito en Delfos "Conócete a ti mismo" lo propuso Sócrates al percatarse de que el hombre puede definirse como un ser

que quiere saber, por eso su famosa frase que reconoce con humildad su propia ignorancia: "Sólo sé que no sé nada." He ahí la sabiduría de

Sócrates: aceptar la inmensidad de lo desconocido. Epistemológicamente, esta frase es contradictoria, puesto que todo conocimiento es

siempre de algo (en la oración referida supone saber el significado de cada palabra, además de su estructura gramatical). Una aportación

decisiva de este pensador de la Grecia clásica fue qué fundamentó el plano del deber ser en el plano del ser, al sustentar que conocer lo

bueno lleva consigo la exigencia de su realización.

El conocimiento se funda necesariamente en la captación del ser, es una captación mental del objeto; ésta es una actividad que

manifiesta un objeto en su existencia y en su naturaleza. Como el hombre también es un ser, parte de la realidad, pero es un ser que puede

tener conocimiento de sí mismo. A esta forma de conocer se le llama reflexión o conciencia reflexiva.

Raúl Gutiérrez Sáenz señala que es importante conectar el tema de la conciencia con el del conocimiento, porque la conciencia es

el trasfondo, horizonte o perspectiva que le da sentido al conocimiento. Este autor considera que se conocen objetos limitados; la

conciencia es el lugar en donde se conocen esos objetos, y de acuerdo con su tipo de expansión será el sentido o significado que el

conocimiento de esos objetos tendrá para el sujeto cognoscente.

Puntualiza que una conciencia estrecha sólo ve problemas y que, en cambio, una conciencia amplia y optimista encuentra soluciones con

facilidad y avanza cómodamente entre las dificultades; la conciencia pesimista se da por vencida con rapidez. Lo importante es el cultivo

de una conciencia expandida, gracias a la cual los objetos adquieren un sentido positivo para el sujeto cognoscente.

El hombre es un ser-en-el-mundo, se constituye en la historia; es producto de su pasado al apropiárselo en forma personal. Por eso,

como dice Jean Wahl, el conocimiento es presencia y es también pasado, es prospectivo y al mismo tiempo retrospectivo.
El hombre está en la frontera entre el saber y la ignorancia. Sin embargo, es un ser que pregunta, que revela una constante

vocación por conocer cada vez más y mejor. Su amor por la sabiduría o por conocer se ha traducido en una serie de conocimientos

alcanzados a lo largo de los siglos. La apertura al mundo, a la realidad, el hecho de sobrepasar su entorno, dato que lo distingue del animal,

implica un aumento del saber, pero también un incremento sustancial en el volumen de lo cuestionable, es decir, entre más conocimientos

obtiene, mayores son las interrogantes. Seguimos en la frontera.

La pregunta que realiza el hombre implica saber qué se pregunta; éste es un saber previo que posibilita preguntar. Preguntar o

interrogar a la realidad requiere, para su correcta formulación, además del qué, a quién y cómo hay que plantearla. Las preguntas pueden

referirse a nuestra dimensión vital, a nuestra cotidianidad, a nuestra trascendencia o al origen y fin de todo. Pueden derivar de la profesión,

del ocio, de nuestros semejantes, pero en todo caso es cada uno el que, en ejercicio de su libertad, determinará de qué preguntas se ocupará

o sobre cuáles reflexionará.

Conocer, nos indica Alejandro Llano, no es aprehender una cosa como está en el entendimiento, sino aprehender en el

entendimiento la cosa tal como es.

Para Roger Verneaux el conocimiento es un acto espontáneo en cuanto a su origen inmanente en cuanto a su término, por el que

un hombre se hace intencionalmente presente en alguna región del ser. Precisa que hay movimiento cada vez que el hombre pasa de la

ignorancia al conocimiento o de un conocimiento a otro, pero que el conocimiento no es el movimiento, Aclara que las actividades

productoras de imágenes y de conceptos no son el conocimiento, sino sólo el medio. En este sentido, el conocimiento no modifica las

cosas, logra un perfeccionamiento del sujeto, que tiene el papel de objetivar o fenomenalizar el ser, mientras que el papel del objeto es

especificar el acto.

LA RELACIÓN ENTRE SUJETO Y OBJETO

El conocimiento es la relación entre un sujeto cognoscente y un objeto por conocer, que existe en sí. Ambos términos son

igualmente necesarios. No se da conocimiento sin sujeto que conozca, y tampoco sin un objeto que le provoque y dé un contenido a su

acto. Se establece una relación mutua o correlación, de tal forma que cada uno está en función del otro. Si no hay correlación no serán ni

sujeto ni objeto. Se trata de una acción simultánea del objeto sobre el sujeto, y de éste al querer ir hacia el objeto, al aprehenderlo; por

tanto, si el conocimiento resulta de la unión de estos dos elementos, se requiere un análisis de los términos con el propósito de mostrar

cómo es posible relacionarlos.

José Sanabria nos indica que sujeto y objeto existen de dos maneras, como entes, lo que son en sí, o sea en el nivel ontológico, y

como sujeto cognoscente y objeto-conocido, es decir en el nivel gnoseológico.

El sujeto, como ser consciente, es quien conoce, y construye la relación por la que surge el conocimiento. Éste no se da por el

simple hecho de la existencia de sujeto y objeto, pues el primero puede ignorar o no relacionarse con el segundo. Es el mismo sujeto quien

conoce, no sus órganos o su inteligencia, que son, en todo caso, los instrumentos o canales con que cuenta para captar la realidad.

El objeto es trascendente en el sentido de que tiene propiedades que no se ven alteradas por la actividad del sujeto. El objeto

determina al sujeto; éste sólo conocerá lo que el objeto le dé a conocer. El sujeto no es el origen de las cosas; ellas cuentan con una

objetividad, que se aprehende mediante una actividad intencional, razón por la que el conocimiento tiene carácter receptivo.
Objeto no es lo mismo que cosa; es lo que se opone al sujeto, lo que está presente ante el cognoscente, lo que el sujeto tiene frente

a sí. Ser objeto quiere decir que apunta a la cognoscibilidad de lo que se capta. En cambio, la cosa subsiste en sí misma, es la esencia del

ente.

Además, el objeto influye sobre el sujeto, éste asimila y se modifica con dicha influencia, pero a su vez también actúa sobre el

objeto. Al captar el objeto, el sujeto produce una representación interna de él. El objeto, por su parte, especifica el conocimiento, le da un

contenido y modifica al sujeto.

Empero, adueñarse del objeto no consiste, aclara García Morente, en tomar el objeto e introducirlo en el sujeto. No, eso acabaría

con la correlación. Lo que hace el sujeto al salir de sí mismo para hacerse dueño del objeto es captar el objeto mediante un pensamiento.

El sujeto forma parte del acto de conocer en cuanto ejerce la objetividad, es decir, en cuanto constituye el objeto, apunta hacia él y

se lo hace presente.

TIPO DE OBJETOS

No únicamente las cosas materiales pueden ser objeto de conocimiento, sino también los objetos ideales, las realidades

espirituales, que no ocupan un lugar en el espacio. Por ello, una clasificación de los objetos se refiere a otros objetos reales objetos ideales.

Objetos reales son los que existen con independencia del sujeto que los piensa y ocupa un lugar en el tiempo y espacio. Los

objetos reales tienen existencia fenoménica, corpórea: pueden captarse mediante sentidos. Flora, fauna, minerales, etc., son ejemplos de

ellos.

Cuando esta realidad se refiere a algo empírico, señala Gregorio Fingermann, hablamos de realidad física. Si evoca algo psíquico, decimos

que se trata de una realidad espiritual y, por último, si hace referencia a ambas cosas a la vez, decimos que es una realidad psicofísica,

neutra, por ejemplo, el hombre, según el punto de vista que lo considere.

Objetos ideales o entidades de razón, como también se les conoce, por el contrario, son los que no ocupan un lugar en el tiempo y el

espacio, no es posible aprehenderlos mediante los sentidos y exigen la intervención del pensamiento para captarlos. Las figuras

geométricas, los números, los valores, como la justicia, la prudencia, etc., los sentimientos, las emociones, los conceptos, los juicios y los

razonamientos son ejemplos de estos objetos que necesitan de un acto gnoseológico de intelección.

Los objetos culturales son un tipo especial de objetos. Se caracterizan por poseer un sustrato material y una significación espiritual o

sentido. Estos objetos encierran un sentido espiritual, porque el espíritu pone en ellos sus intenciones.

Al referirse a los objetos ideales, Luis Recasens Siches señala que las estatuas, las pinturas, las melodías, los utensilios, entre otros, tienen

una realidad externa a nosotros (son de piedra, madera, colores, sonidos, materiales varios); pero cuyo ser específico y peculiar no consiste

en tales ingredientes reales, sino en un sentido (estético, utilitario, etc.), que en ellos anida, en una proyección humana que ellos se expresa.

Agrega que se trata de objetos que, si bien contienen elementos reales, presentan en esencia un sentido humano. Se trata del mundo de las

cosas que el hombre realiza en su vida, por algo y para algo, el mundo de lo humano objetivado, el reino de la cultura.

El autor estima que mediante la cultura -el arte, la ciencia, la filosofía, la política, el derecho, etc.-, los hombres tratan de aplicar

valores con una validez ideal. La cultura, por tanto, trasciende el área de las actividades humanas que la producen, y se concreta con los

valores ideales.
Para Mario Gutiérrez el valor es la relación de las cosas respecto al autorrelación del hombre, la característica del objeto por la que

esté aparece al hombre como apetecible, amable, digno de aprobación. El valor agrega, es relación con el hombre, con el ideal de

perfección que éste se ha forjado. Este autor específico que las cosas son y valen; que, además del aspecto teórico e inteligible, tienen un

contenido de bondad por el que nos atraen y nos causan goce y satisfacción.

FUNDAMENTACIÓN METAFÍSICA DEL CONOCIMIENTO

El hombre se pregunta por el ser. La pregunta qué fórmula es ineludible, es la base o el apoyo de todo su interrogar, debido a que

su inteligencia se orienta necesariamente al ser, es apertura al ser. "Porque el hombre es, por eso sabe; porque el hombre no se identifica

con el ser, por eso pregunta [..] El ser es, en efecto, el valor fundamental al que tiende nuestro espíritu. El ser es ese horizonte que le da la

razón del espíritu al hombre y lo que descubre su dimensión trascendente. De ahí que el ser aparezca como ese bien, por medio del cual se

realiza la existencia humana".

En la filosofía se distingue entre ente y ser. Se llama ente a la cosa que presenta un modo concreto de ser, a lo existente, lo que

tiene ser, lo que participa del ser. El ente es cognoscible por ser ente, y no es ente porque es cognoscible. Sólo percibimos entes, pero no

preguntamos por el ser: ¿qué es esto? ¿Qué es aquello?

El ser es el fundamento del ente, aquello por lo cual las cosas son lo que son o pueden ser. Al ser no lo percibimos por medio de

los sentidos, sólo lo pensamos, lo captamos en los entes. El ser humano es la razón o principio de las cosas, de los entes. El ser es la raíz de

toda actuación humana. Sin embargo, el ser de las cosas no depende del conocimiento que de estas tenga el hombre.

La reflexión metafísica tiene como objeto el ser. Si queremos encontrar una respuesta verdadera acerca del ser del hombre, es

preciso hacer el esfuerzo de asumir el reto, de reflexionar metafísicamente, pues está visión, que es la más general, la más nos permitirá dar

con su ser su significado su grandeza y su fin.

El conocimiento humano se funda en los primeros principios. Se llaman primeros porque son evidentes, es decir, pueden

explicarse, más no demostrarse. Nos permiten, por ser juicios universales, verdades necesarias, llegar a la realidad de las cosas, dar con la

cognoscibilidad de los entes.

La explicación del hombre primitivo o del niño a los fenómenos naturales, nos dice José Sanabria, está muy lejos de ser científica,

pero es una explicación, el uso espontaneo de la inteligencia sin cultivar: su inteligencia actúa según las leyes de la inteligencia, los

primeros principios.

Los primeros principios son: 1) de identidad, que afirma que el ser es, o que el objeto es idéntico a sí mismo; 2) de contradicción,

que establece que el ser excluye necesariamente al no ser, que ningún objeto puede ser y no ser al mismo tiempo; 3) de tercero excluido,

que sostiene que todo tiene que ser o no ser; y 4) de razón suficiente, que dispone que todo lo que existe, existe por alguna razón.

También el conocimiento es causal porque las cosas, es decir, las que hacen que algo sea o actúe, encierran la cognoscibilidad de

la cosa.

Tradicionalmente se reconocen cinco causas: material, formal, ejemplar, eficiente y final. La primera hace referencia aquello de lo

que se hace algo; la segunda es la que apunta a la esencia de las cosas, lo que hace que algo sea lo que es; la tercera nos explica lo que

provoca el movimiento; la cuarta expone aquello a cuyo modelo se hace algo; y la quinta manifiesta aquello en vista de lo que se hace algo.
Que el conocimiento sea causal se prueba, de acuerdo con Mauricio Beuchot, porque las causas material y formal nos dan el

conocimiento intrínseco de la esencia de una cosa, y además porque el conocimiento eficiente y final de las causas completa el cuadro del

conocimiento cabal que podemos tener de una cosa o fenómeno. Este autor precisa que el mejor argumento del que podemos disponer para

apoyar el hecho de que las causas nos dan la cognoscíbilidad de algo es que la definición (junto con la división o clasificación) y la

demostración proceden por las causas de una cosa. En la definición descriptiva se procede por las causas extrínsecas (además de los

accidentes) de una cosa, y en la definición esencial se procede por las causas intrínsecas de la misma. Cuando demostramos algo, nos

basamos en las causas extrínsecas o intrínsecas. Agrega que cuando procedemos por las causas extrínsecas obtenemos una demostración

apropiada de la cosa, pero todavía más apropiada es la demostración cuando estamos en el terreno de las causas intrínsecas. Por eso, la

demostración más apodíctica o necesaria es en la que procedemos con apoyo en la causa formal de la cosa, que es tanto como demostrar

sus propiedades basándose en su esencia, ya que la esencia radica la necesidad más fuerte por la que una cosa es de cierta manera y ostenta

determinadas propiedades y no otras. En este orden de ideas, puntualiza que la forma es la estructura de la cosa, estructura en virtual de la

cual tiene ser y capacidad de ser conocida.

El conocimiento es trascendente por que rebasa el ámbito de la percepción meramente sensible, porque el sujeto, al ir hacia su

objeto, se transciende al dejar de permanecer en sí mismo y al captar los objetos desde la perspectiva del ser, que es trascendente.

Por darse en el campo de la conciencia, el conocimiento, es inmanente, porque el sujeto, al dirigirse intencionalmente al objeto, se

deja impresionar por él y desarrolla su asimilación. Por conciencia se entiende, desde el punto de vista cognoscitivo, la facultad que posee

el ser humano de darse cuenta de su acto de conocimiento y de su contenido. Que el hombre tenga conciencia significa que tiene conciencia

de su sentir y de su imaginar, de su comprensión de algo, de su acto de significación, es decir de sus juicios.

Los valores que son esencias, cualidades axiológicas y universales no se captan solamente por los sentidos, sino como rasgos

objetivos del ser, como percepciones afectivas de naturaleza intencional, que se manifiestan en la intuición emotiva con base en una

jerarquía.

Los valores que son esencias, cualidades axiológicas y universales no se captan solamente por los sentidos, sino como rasgos objetivos del

ser, como percepciones afectivas de naturaleza intencional, que se manifiestan en la intuición emotiva con base en una jerarquía.

La autotrascendencia cognoscitiva nos conduce a juzgar que algo es o no es; en cambio, la autotrascendencia moral, en los juicios de valor,

nos posibilita reconocer lo bueno, lo bello, lo verdadero y afirmar esto conscientemente en nuestra conducta.

Adriana Yuren indica que por estructura cognoscitiva se entiende la estructura formalmente dinámica de operaciones transitivas,

recurrentes y relacionadas: experiencia, comprensión, juicio y decisión que un proceso, que por lo general implica una dialéctica, llevan al

sujeto a conocer la realidad y actuar en consecuencia a lo que conoce como experimentado, entendido y enjuiciado.

La primera operación de la estructura cognoscitiva es experimentar. En esta fase o nivel de los objetos impresionan nuestros

sentidos, se capta lo concreto e individual: lo que vemos, oímos, tocamos, gustamos, imaginamos, sentimos, percibimos, recordamos y

experimentamos y se origina una imagen o representación de las cosas en un nivel sensible.

La imagen así captada por los sentidos es modificada por la abstracción. En los seres reales, la materia y la forma son inseparables;

pero mediante la abstracción, poder de la conciencia humana y proceso mental de desmaterialización, se separan. Por medio de la

abstracción se prescinde de las características individuales o materiales de la imagen, de lo irrelevante, para buscar la forma sustancial de

las cosas, la aprehensión consiente de lo esencial.


Mauricio Beuchot, de acuerdo con el planteamiento de Bernard Lonergan, considera que la imaginación constructora es la

actividad cognoscitiva que sirve de enlace entre el conocimiento sensible y el conocimiento intelectual, y que realiza dos funciones

fundamentales: la primera, de orden sensible, consistente en la organización de los datos para formar la imagen simbólica; la segunda, de

orden intelectual, mediante la cual se capta inteligibilidad particular de una imagen simbólica determinada (cualquier organización de los

datos, sensibles o de conocimiento intelectual, para lograr la intelección).

Este autor determina que el conocimiento de realidades y inmateriales la imaginación constructora realiza sólo la primera función,

en combinación con la inteligencia, y precisa que está que está no puede conocer, incluso las realidades es inmateriales, sin el concurso de

los sentidos.

Los datos de la experiencia sensible son |...| la condición de posibilidad del saber intelectual; este saber transciende estos datos, va

más allá de ellos y se le va el concepto universal [sic], que no es sino la esencia de la cosa en el entendimiento; pero aquellos datos revisten

la enorme importancia de constituir el vehículo por el que lo real penetran entendimiento humano.

La segunda operación es la de entender. Consiste en captar la inteligibilidad de los datos, en obtener una representación intelectual

de cosas, en la aprehensión directa de la mente, en comprender las cosas.

Mediante la intelección surge el concepto o la idea, que es la aprehensión de la esencia de una cosa, pensamiento de estructuras;

siempre es abstracto, a diferencia de la imagen o representación concreta de las cosas. En el nivel de la intelección o inteligencia (capacidad

que tenemos de entender) se dan los actos de concebir, pensar, considerar, preguntar, investigar, comprender, formular, ordenar y

sistematizar.

El proceso cognoscitivo forma una unidad, es inseparable. Sólo se habla de manera aislada de conocimiento sensible y

conocimiento intelectual, de acuerdo con su estudio y con el análisis de su naturaleza. Un examen atento de ambos conocimientos revela

que hay una estrecha continuidad entre ellos.

La tercera operación es la de juzgar, qué consiste en la operación reflexiva de la mente, cuyo objetivo es verificar lo entendido del

hecho; se trata del acto de significación por medio del cual asentimos o negamos un concepto de otro concepto."[...] el conocimiento es

objetivo, y es conocimiento concreto del ser y no simplemente del mundo de los sentidos. Significa también que no hay conocimiento si no

hay objetivación, y no puede haber objetivación si no llega al juicio, si no se han dado todos los actos que constituyen al conocimiento

humano".

El entendimiento o comprensión del lenguaje es tan un solo paso que nos conduce al entendimiento de las cosas, de ahí su

importancia; pero debemos aclarar que únicamente es un instrumento para el conocimiento de modo que este es la causa del lenguaje.

Como la vocación y el compromiso del hombre por conocer sus ilimitados, el objeto también es ilimitado. Sin embargo su afán se

satisfará progresivamente en la medida en que transforme el desconocido en conocido, como base en su saber previo, en la medida en que

se habrá a la realidad.

SITUACIÓN CONTEXTUAL Y ADQUISICIÓN DE CONOCIMIENTOS

Así como no podemos iniciar nuestro conocimiento mediante una decisión propia, puesto que nos encontramos existiendo en el

mundo y, por tanto, ya conociendo, tampoco podemos dar o contar con un conocimiento ‘’ puro’’, pues no podemos conocer sin supuestos,

sin condiciones previas.


La adquisición de conocimientos se da siempre a partir de una situación contextual determinada. Nuestro conocimiento está sujeto

a factores, límites y obstáculos.

… hay un sinnúmero de condiciones previas a la aparición del conocimiento

… Que vivimos, que respiramos, que nuestro cerebro está irrigado y que no carecemos de conciencia, sólo serían algunas de esas

condiciones previas.

Tampoco lo que se presenta como supuesto o suposición psicológica, social, biológica o cosa parecida, tendría que llamarse así,

sino más bien condición previa. Y esto es decisivo, porque se requiere un conocimiento sin suposiciones previas, pero no sin previas

condiciones, ya que esto es de hecho imposible para el hombre.

Nuestra forma de ver el mundo está modelada por el tiempo. Los conocimientos del hombre del siglo XX son diferentes, en

cantidad y calidad, de los del siglo pasado, y más de los que se tenían en la Edad Media

La sociedad a la que pertenecemos, y que se ubica en un lugar determinado, también influye en la forma en que leemos la realidad.

La posición que se ocupe en el ámbito social, las pautas de conducta vigentes en nuestra sociedad, los papeles que desarrollemos, los

procesos de socialización, las instituciones sociales (familiar, educativa, económica, política, religiosa etc.), los procesos de comunicación

y control social, la representación del mundo propuesta por el cine y la televisión son únicamente algunos elementos sociológicos que

inciden en nuestra manera de adquirir conocimientos. El ambiente familiar y cultural en el que nacemos, crecemos y nos educamos, la

influencia de nuestras generaciones pasadas, con sus tradiciones, son elementos con que contamos para acceder a la realidad.

Los datos biológicos y psíquico también desempeña un papel importante en nuestra adquisición de conocimientos. Nuestra

evolución biológica y psíquica configura nuestra capacidad cognoscitiva. E n la obtención de conocimientos entran en juego los sentidos, la

imaginación, la memoria y el entendimiento.

Entre los factores personales que intervienes en esta adquisición de conocimientos están:

La capacidad, la experiencia y los medios materiales de los que el sujeto disponga, el tiempo y el esfuerzo que pueda y quiera

dedicar a esta empresa, sus propósitos, preferencias e intereses, así como su motivación para captar la realidad.

A pesar de los conocimientos y la situación contextual, el hombre tiene la posibilidad de alcanzar la verdad y la esencia de las

cosas.

El conocimiento no es un fin en sí mismo. Responde a la necesidad de hacer eficaz nuestra acción en el mundo y darle un sentido.

Su logro es una meta regulativa en la realización y el perfeccionamiento de todo hombre y de la especie.

Para alcanzarlo tenemos que superar varios impedimentos. El primero está inscrito en las limitaciones de nuestra propia

naturaleza. Pero hay obstáculos que impiden el conocimiento: nuestros propios deseos e intereses. La mayoría no se genera en nuestra

naturaleza, responden a situaciones históricas, son producto de relaciones sociales concretas. El conocimiento es, en gran medida, el

resultado de una lucha contra los motivos que nos impiden alcanzar la realidad.

Esa lucha puede tomar la forma de un conflicto entre los intereses particulares y el interés general, pues muchos intereses

particulares propician formas de irracionalidad e intolerancia. Dogmatismo y escepticismo son las más importantes; ambas permiten

sujetar las creencias colectivas e intereses de personas o de grupos. La ética de las creencias enuncia reglas para liberarnos de esa sujeción.
Pero esas reglas son, al mismo tiempo, condiciones de un pensamiento racional. Así, al final convergen varios temas, se encuentran: la

realización del hombre por el conocimiento, su liberación, el acceso a una comunidad racional i las normas éticas para lograrla

Tenemos que responsabilizarnos de nuestra actitud frente a los conocimientos, debemos justificar éticamente nuestras

afirmaciones, como todas las actuaciones intencionales humanas, a fin de evitar caer en perjuicios. Estos, que son juicios previos a su

comprobación, nos pueden inducir a adheridos o a rechazar de manera crítica creencias religiosas, étnicas, partidistas, de clases, etc. Las

razones invocadas, todavía hasta el siglo pasado, para justificar la esclavitud, olas consideraciones de la inferioridad de la mujer en todos

sentidos respecto al hombre, son ejemplos de prejuicios.

Si el hombre llega a pensar que ya no hay nada por conocer, o bien niega lo desconocido, asume la ignorancia como actitud, y

quedará encerrado en una postura de prepotencia de la que no podrá salir y estrechará su mundo.

En cambio, sí reconoce que hay sectores de los que sabe nada o poco, asume la actitud cognoscitiva.

Es cierto que el hombre no puede abarcar todo el conocimiento por completo, que existen límites para su acceso; pero es capaz de

ampliar los horizontes del mundo al enfrentarse con lo desconocido y alcanzar la realidad, ese universo que presentan infinitas

posibilidades, en algunos de sus aspectos. Quien acepta los límites de su conocimiento sabe más que quien se cree capaz de hablar de todo.

Ése es el paradigma de la actitud cognoscitiva: estar abierto a todo aprendizaje.

A juicio de Ouspensky, lo objetivo de los sistemas puramente intelectuales de la filosofía y la ciencia está no en dar al hombre

ciertos datos de conocimiento, sino en elevar al hombre a una altura de pensamiento y sentimiento que lo coloquen en posibilidad de

alcanzar formas nuevas y superiores de conocimiento.

TIPOS DE CONOCIMIENTOS

El acto e conocer es una realidad en sí indivisible. Las distinciones que hacemos son para lograr su mejor comprensión. Una

clasificación de loa conocimientos se origina en la forma de discernir, y así encontramos el cotidiano y el racional.

El conocimiento cotidiano también recibe lo nombres de primario, vulgar; espontáneo o pragmático. Este tipo de conocimiento se

adquiere, como su denominación lo indica, mediante la experiencia cotidiana. Se conoce de manera natural por solo hecho de vivir. Se

adquiere conocimientos por el contacto con el medio físico, social y cultural. Es un conocer basado en los datos de la experiencia y se

orienta a fines prácticos, es decir, a fin de entender para qué sirven o cómo funcionan las cosas y satisfacer las necesidades primarias de la

vida. Se trata de un conocimiento fragmentario, particular y concreto, que se limita a lo que comprueban los sentidos. Este tipo de

conocimiento tiene como características ser superficial, no sistemático y acrítico.

De acuerdo con Ezequiel Ander-Egg, este conocimiento es superficial porque se conforma con lo aparente, con lo que se

comprueba con el simple pasar junto a las cosas. Se expresa en frases como ‘’porque me lo dijeron’’, ‘’porque lo vi’’, ‘’porque lo leí’’,

‘’porque todo el mundo lo dice ‘’. Para este tipo de conocimiento, el criterio de evidencia inmediata es suficiente. No es sistemático, tanto

en la forma de adquirirlo y vincularlo como en el modo de establecer cánones de validación.

Se limita a percibir lo inmediato por medio de experiencias, vivencias, estados de ánimo y emociones de la vida diaria. Es acrítico,

puesto que se apoya solo en la evidencia próxima, sólo percibe la epidermis de la realidad. Los conocimientos adquiridos pueden ser

verdaderos o no, lo cierto es que la pretensión de serlo no se plantea de una manera crítica o reflexiva. Es un saber que puede decir acerca

de lo que pasa, pero no por qué pasa.


Cabe anotar que este tipo de conocimiento está impregnado del conocimiento científico, debido los medios de comunicación.

El conocimiento racional; denominado también crítico o reflexivo, es el que utiliza la razón como instrumento de la apertura al

mundo, como medio para su relación con él. A diferencia del conocimiento cotidiano, presenta las características de ser crítico (porque

valora lo que se conoce) y sistemático (ya que los conocimientos se adquieren y ordenan mediante métodos). El conocimiento racional

puede ser empírico-técnico, científico o filosófico.

El conocimiento empírico-técnico es un saber práctico que se traduce en el uso adecuado, a partir de la experiencia, de los

instrumentos o reglas útiles a fin de realizar un quehacer determinado y accionar sobre la realidad.

El conocimiento científico se obtiene mediante procedimientos metódicos rigurosos e implica razonar lógicamente, la búsqueda

intencionada, la delimitación del o los problemas, la formulación de las hipótesis y los medios para comprobarlas. A diferencia del

conocimiento cotidiano, esta forma de conocimiento utiliza un lenguaje perfectamente definido. Es cierto que este tipo de saber pretende

ordenar de manera sistemática todos los conocimientos adquiridos respecto de un determinado ámbito de la realidad, pero no hay que

olvidar que la ciencia no es el único camino de acceso al conocimiento; pretenderlo es caer un fetichismo cientificista.

El conocimiento filosófico tiene un carácter explicativo del sentido y destino del hombre; además de una pretensión de índole

universal, pues busca una visión total de lo que existe.

El emocional y el sapiencial son tipos especiales de conocimiento.

Mientras las formas organizadas del conocimiento intelectual son la ciencia y la filosofía, las formas organizadas del conocimiento

emocional son la religión y el arte, refiere Ouspensky. Este autor menciona que en la presente etapa de su desarrollo el hombre comprende

muchas cosas por medio de su intelecto, pero, al mismo tiempo comprende muchas cosas por medio de sus emociones. En ningún caso son

las emociones simples órganos del sentimiento para el sentimiento; afirma que todas son órganos del conocimiento, en toda emoción el

hombre sabe algo que no podría conocer sin auxilio de ella, algo que no podría saber por ninguna otra emoción, por ningún esfuerzo del

intelecto. Plantea que, si consideramos que la naturaleza emocional del hombre tiene un contenido propio, como estar al servicio de la vida

y no del conocimiento, no comprenderemos nunca su verdadero contenido y su significación.

Las emociones sirven al conocimiento porque hay cosas y relaciones que pueden conocerse solo emocionalmente, y sólo por

medio de una emoción determinada. Sostiene que ciertas emociones son, por su naturaleza, destructoras, separadoras, discordes (el odio, el

temor, los celos, el orgullo, la envidia), y que hay emociones que son conectoras, armonizadoras, que hacen que el hombre se sienta como

parte de un gran todo (el amor, la simpatía, la amistad, la compasión, el amor a la tierra, el amor a la naturaleza, el amor a la humanidad).

Para Alejandro Llano el conocimiento sapiencial es el saber de las últimas causas y ordenación de la vida. Argumenta que el

conocimiento, en sí mismo, no hace bueno a hombre; lo que hace bueno al hombre es la voluntad buena, de la que procede el conocimiento

bueno. De ahí que el conocimiento sapiencial sea directamente moral y tenga una gran importancia porque se dirige el resto del saber.

Considera que el recto saber requiere disposiciones morales que ayudan al acto bueno de la voluntad, y que se conoce mejor lo que se ama,

porque el amor connaturaliza al que ama con lo amado.

Lo propio de la sabiduría es dar un juicio, y no solo percibir. El juicio se da porque se tiene ese conocimiento – el juicio expresa el

conocimiento, y también por una inclinación, pues aquel que vive una determinada virtud, esta naturalmente bien dispuesto para juzgar de

todo lo que se refiere a esa virtud, aunque no se haya dedicado a estudiar científicamente. Conviene a nuestro conocimiento sapiencial una

libertad bien ordenada y ejercida. En último término, conocer y amor son las más características actividades vitales del hombre.
También los conocimientos se clasifican en descriptivos, de procedimiento y contextuales, de acuerdo con María Teresa Serafini

o, lo que es lo mismo, declarativos, procedurales y condicionales, según las categorías que establece Anita E. Woolfolk. Los conocimientos

descriptivos o declarativos se refieren a lo “que” sabemos, las informaciones o nociones que poseemos: fechas, nombres, acontecimientos,

creencias, teorías, opiniones, pasajes, reglas, etc.; que utilizamos de modo directo o repetitivo, es decir, sin alterar su estructura. Este tipo

de conocimientos se refieren a hechos muy específicos, generalidades, eventos personales o reglas. Con frecuencia su conocimiento se

subestima por considerársela un aprendizaje mecánico y nemotécnico. Sin embargo, son piezas esenciales de los procesos mentales

complejos.

Los conocimientos de procedimiento o procedurales se refieren al “como” hacer algo, por ejemplo, las capacidades para

solucionar problemas mediante la elaboración de hipótesis, el uso de reglas de deducción, la aplicación de las informaciones, etcétera.

Los contextuales o condicionales aluden al “saber dónde y por qué”, con el fin de aplicar los conocimientos declarativos y de

procedimiento. Esta clase de conocimientos también recibe el nombre de estrategias cognoscitivas, dado que se requieren en una gran

cantidad de problemas que se plantean en un área determinada (jurídica, matemática, química, etc.), para saber cuándo aplicar un

procedimiento y cuando aplicar otro a fin de resolver cada uno.

De acuerdo con la actividad humana, los conocimientos se clasifican en teóricos o especulativos y prácticos. Los primeros se

dirigen al conocimiento de la verdad, al conocimiento de la naturaleza en su realidad; tienen la característica de conocer por el conocer

mismo, saber la verdad por la mera satisfacción que su posesión produce. Los segundos son los que se orientan a la realización del bien, al

bien obrar, se caracterizan por la dirección del obrar humano. Cabe mencionar que entre estos dos tipos de conocimiento existe una

relación de continuidad o correspondencia.

Pregunta: ¿a qué está sujeto nuestro conocimiento?

Nuestro conocimiento está sujeto a factores, límites y obstáculos

EL ESTUDIO E INVESTIGACIÓN SISTEMÁTICA DEL CONOCIMIENTO

La teoría del conocimiento es la disciplina filosófica que estudia e investiga el contenido del pensamiento, es decir, la

correspondencia o adecuación del pensamiento, y la realidad, la relación entre el sujeto y el objeto mediante la que se manifiesta el

conocimiento. Esta disciplina indaga las razones últimas del proceso cognoscitivo, a fin de fundamentar la posesión del ser que revela el

conocimiento.

Esta disciplina, que pretende averiguar al alcance del poder cognoscitivo de la inteligencia, que estudia la posibilidad, el origen y

la esencia del conocimiento, recibe también los nombres de gnoseología (término que proviene de las raíces griegas gnosis,

´´conocimiento” , y logros, ´´tratando” , por tanto, significa doctrina o tratado del conocimiento ) y, en sentido restringido, epistemología

(que de acuerdo con sus raíces etimológicas episteme, ´´ciencia” , y logros, ´´tratado” , significa tratado de la ciencia), ya que la ciencia es

una forma especial de conocer, por lo que los tres términos se refieren a la misma actividad.

El tema del conocimiento también puede estudiarse desde otras perspectivas. La psicología estudia el conocimiento en su aspecto

genético en los orígenes materiales del acto cognoscitivo, es decir, el proceso de abstracción y generalización. Lo estudia como praxis,

como actuación vital del hombre.


La filosofía del lenguaje y la semiótica, o ciencia de los signos, que presentan numerosos puntos e contacto con la teoría del

conocimiento, tiene que tratar el problema de la comunicabilidad de los conocimientos y el tema de los significados.

La lógica –otra disciplina filosófica –estudia el conocimiento en cuanto sus expresiones y su concatenación. Se ocupa delas formas

de pensar, es decir, no analizan el contenido del conocimiento sino validez formal del pensamiento. Pretende damos una teoría del

pensamiento correcto.

El estudio del sujeto y del objeto en sí mismo no es propiamente materia de estudio de la teoría del conocimiento, sino dela

antología o metafísica general. N consecuencia, toda la teoría el conocimiento, que inquiere la relación entre los términos referidos,

entraña una teoría metafísica; de ahí el imprensesible vínculo entre el enfoque ontológico y el gnoseológico.

UTILIDADAD DEL ESTUDIO DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

Son muchos los beneficios que obtienen las personas que dedican una parte de su tiempo al estudio de la teoría del conocimiento;

entre los que señalan Mario Bunge mencionaremos;

A. No serán prisioneras de una filosofía incoherente y adoptada inconscientemente; entonces podrán corregir, sistematizar y

enriquecer las opiniones filosóficas que de todas maneras integran su visión del mundo.

B. No confundirían lo que se postula con lo que se deduce, la cosa con sus cualidades, el objeto con su conocimiento, la verdad

con su criterio, y así sucesivamente. En general, se esforzarán por entender los términos que emplean, tal como se esforzarán, antes que

ellas, los científicos con mentalidad filosofía que construyeron la ciencia moderna.

C. Se habitarán a explicar las suposiciones e hipótesis, lo que les permitirá saber qué hay que corregir cuando la teoría no

concuerda satisfactoriamente con los hechos.

D. Se acostumbrarán a ordenar de manera sistemática las ideas ya depurar el lenguaje; se habituaran en suma, a buscar la

coherencia y la caridad
LOS PROBLEMAS DEL CONOCIMIENTO

El tema del conocimiento se divide, para su mejor estudio, en cinco problemas: 1) la posibilidad del conocimiento; 2) origen del
conocimiento; 3) la esencia del conocimiento; 4) las formas del conocimiento; y, 5) la verdad y su criterio. Cabe mencionar que estos
puntos están estrechamente vinculados, y la solución que se dé a cualquiera de ellos influye en el planteamiento y en la solución de los
demás.

EL PROBLEMA DE LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO

Este problema se refiere a la averiguación de la posibilidad que tiene el hombre de conocer los objetos, o si, por el contrario, existen
barreras insuperables para tal propósito. La interrogante a despejar es si el espíritu humano es capaz de alcanzar la verdad, si puede tener
certezas legitimas.

En la historia de la filosofía encontramos seis posturas o soluciones al problema de la posibilidad del conocimiento: el dogmatismo, el
escepticismo, el subjetivismo y el relativismo que pueden considerarse conjuntamente debido a las semejanzas que presentan, el
pragmatismo, el criticismo y el positivismo

EL DOGMATISMO(O REALISMO)

Se llama así a la postura filosófica que afirma la posibilidad del conocimiento; la que defiende que el espíritu humano goza de la facultad
de conocer la realidad tal cuales. Sostiene que el hombre tiene la capacidad cognoscitiva para alcanzar la certeza sobre la verdad, que el
sujeto es capaz de aprehender los objetos reales e ideales, así como los valores. Como representantes de esta postura se hallan Platón,
Aristóteles, Descartes y Leibniz.

Existen dos tipos de dogmatismo. Uno, de carácter exagerado, que defiende la posibilidad de llegar a un conocimiento adecuado y perfecto
de todas las cosas, con base en la confianza ilimitada que se tiene en la razón humana. Otro, que se conoce como moderado o racional, que
acepta los alcances de la razón, sin eludir los supuestos y condicionamientos del conocimiento, y asevera que en ocasiones tenemos
certezas absolutas y en otras no poseemos un conocimiento adecuado de las cosas.

El fundamento del dogmatismo está en el hecho de la conciencia, en virtud de la cual podemos percibir nuestra actividad anímica,
conciencia que nos permite captar al mismo tiempo el pensamiento y al sujeto pensante. En otras palabras, hace posible captar la esencia o
naturaleza del ser (el yo) y sus accidentes.

Tener conciencia de un sufrimiento es sentir que el yo sufre, afirma Samuel Vargas Montoya. Y después, señala, solo en virtud de un
proceso de abstracción puede separarse el sufrimiento, el pensamiento o la determinación del sujeto que vive o que es responsable de esta
actividad. Una vez que el conocimiento del yo se nos impone como experiencia metafísica, de un modo inmediato y evidente, cesa el riesgo
de la petición del principio.

EL ESCEPTICISMO

Se denomina así a la postura filosófica que afirma que el hombre no puede encontrar ninguna verdad, razón por la que, más que una teoría
del conocimiento, se trata de una argumentación del no-conocimiento.

Esta doctrina es una postura contraria al dogmatismo. El escepticismo duda de todo, no le concede validez alguna al conocimiento. Por
extender la duda a cualquier conocimiento, recomienda abstenerse de formular cualquier juicio. Puesto que no es posible afirmar nada con
certeza, sostiene, más vale no juzgar.

El escepticismo presenta la forma de un relativismo al sostener que nuestro conocimiento está influido por la naturaleza del sujeto, por las
limitaciones de los órganos del conocimiento y por hacer que el conocimiento dependa totalmente de factores de tiempo, lugar y ambiente.

Las principales formas que presenta el escepticismo griego son el pirronismo, el probabilismo, el fenomenismo y el empirismo. La primera
recomienda no creer en nada y de desconfiar incluso de las impresiones sensibles, vivir en una completa indiferencia, para lograr un
silencio imperturbable. Aristóteles critico esta actitud de manera acertada, al decir que esto equivaldría a vivir como una planta. La segunda
manifestación del escepticismo, que representaron Arcesilao y Carneades, sustentan que, por no estar seguros de nada, lo único que
podríamos hacer es aceptar las representaciones verosímiles o probables que bastan para la vida.

La tercera, que represento, entre otros, Enesidemo, postula que sólo hay que creer en las apariencias, en las cosas tal como aparecen, y
dudar de todo lo demás. La cuarta, cuyo representante es SEXTO EMPÍRICO, desarrolla lógicamente el fenomenismo y sostiene que los
fenómenos que observamos pueden preverse y es posible actuar sobre ellos. El escepticismo es el antecedente de la ciencia positiva y del
positivismo.

Es preciso no confundir el escepticismo sistemático con el escepticismo metódico. El primero asume la duda como principio y niega la
posibilidad de todo conocimiento, incluso vacila ante las pruebas más convincentes; el segundo, por su parte, es el que propugna Descartes
como una vía para llegar a la verdad para ir eliminando lo falso y llegar así a un conocimiento seguro. Para él, lo único de lo que tenemos
certeza es el “yo pienso”.

Al examinar la teoría de los escépticos se percibe que es una postura contradictoria, puesto que sus partidarios no pueden defenderla, ya
que en el momento en que llegaran a afirmar que sus argumentos son verdaderos, dejarían de ser congruentes con su actitud. Es
contradictoria al establecer que el conocimiento es imposible, ya que estarían asentando como verdadero un conocimiento: que es
imposible el conocimiento. También lo es porque si sostienen que la verdad es relativa, los demás con el mismo derecho pueden decir que
la verdad es absoluta.

El escepticismo suprime el diálogo y nos conduce a la intolerancia. Puede ser resultado de una ignorancia por falta de conocimientos para
enfrentar las afirmaciones de los demás, o talvez asumirse como obstinación con el pretexto de que no hay razones para admitir los
primeros principios de nuestro intelecto.

Como dice Verneaux, el escepticismo es una tentación constante para el espíritu humano desde que reflexiona y abandona el terreno firme
de las certezas de sentido común; es una manifestación de la inquietud congénita del hombre y de su perpetua insatisfacción. Sin embargo,
al mismo tiempo lleva la inquietud al límite y la rige en una especie de absoluto, lo que concede a una desesperación intelectual.

Los partidarios del escepticismo proponen seis argumentos: la ignorancia, los errores de los sentidos, el diadelo, el probabilismo, las
contradicciones humanas y la relatividad de los conocimientos.

PRIMER ARGUMENTO: LA IGNORANCIA. Ya que las verdaderas se implican y fundamentan mutuamente (en virtud de que en el
universo nada está aislado), resulta que, para conocer una, se necesita conocer todas y, debido a que nuestras limitaciones impiden
conocerlas todas, al final no conocemos nada.

Contraargumentación: Si bien es cierto que una cosa, si se considera de manera aislada, no puede conocerse en forma íntegra, hay que
aceptar que entre nada y todo hay cabida para una infinidad de conocimientos verdaderos. Del hecho que no conozcamos por completo una
cosa no se concluye que no sabemos nada de nada. Además, nadie pretende saberlo todo.

SEGUNDO ARGUMENTO: LOS ERRORES DE LOS SENTIDOS. Los sentidos no nos ofrecen conocimientos ciertos y seguros
porque son relativos al sujeto. Las ilusiones, los sueños, las alucinaciones, la embriaguez y la locura motivan a cuestionarse si no estaremos
equivocados siempre.

Contraargumentación: si aceptamos que nos equivocamos con frecuencia, no es posible que nos equivoquemos siempre. Además, si
viviéramos en el error de manera constante, no tendríamos la noción de error. De acuerdo con Roger Verneaux, el error solamente puede
conocerse en su relación con la verdad. la posibilidad de un error universal queda excluida desde el momento en que percibimos que nos
hemos equivocado. Esto vale en particular para el sueño y la alucinación.

Si soñásemos siempre, no tendríamos la noción de sueño, y si no distinguiéramos el sueño de vigilia, no se plantearía la cuestión de saber si
la vigila es un sueño. En cuanto a los errores de los sentidos, hay que negar pura y simplemente su existencia. El error sólo existe en los
juicios que rebasan los objetos propios de los sentidos y sus datos inmediatos.

TERCER ARGUMENTO: EL DIADELO. La razón no tiene la capacidad para demostrar el valor del conocimiento. No debe admitirse
como cierto nada que no haya sido demostrado. No puede probarse una cosa por sí misma.
Contraargumentación: no tiene sentido probar lo evidente, como los primeros principios. Es inútil la demostración de lo evidente, porque
el valor de la razón, por ejemplo, no se demuestra, sino simplemente se vive.

Por más que quieran argumentar en contra, establece Samuel Vargas, hay tres hechos que los escépticos admiten como indudables: su
propia existencia, pues para dudar es preciso existir; la veracidad de su conciencia, que les dice que dudan; y el principio de identidad o de
contradicción, que les impide pensar que están en lo cierto, puesto que dudan.

[…] es imposible que haya demostración de todas las cosas (ya que se procedería al infinito, de manera que tampoco así habrá
demostración) […] el que afirma algo, ha de reconocer que no es lo mismo que negarlo; luego acepta la contradicción del ser con respecto
al no-ser […] en una petición del principio, ya que tal supuesta argumentación tendría que suponer lo que pretende demostrar, es decir, que
el ser no es el no-ser. La única salida del circulo vicioso habría demostración […] Sólo se puede demostrar con base en un primer principio
indemostrable.

CUARTO ARGUMENTO: EL PROBABILISMO. Ya que no podemos tener certezas ni alcanzar la verdad de las cosas, debemos
guiarnos por la probabilidad.

Contraargumentación: si nada es cierto, no podemos acercarnos a la certeza. Nada es probable.

QUINTO ARGUMENTO: LAS CONTRADICCIONES HUMANAS. Los hombres no están de acuerdo con nada.

Contraargumentación: es un hecho innegable que existen contradicciones en las opiniones de los hombres; pero de esta realidad no
podemos concluir que nunca haya habido, ni exista, consenso. Si no lo hubiera no existirían, entre otras, la sociedad, el lenguaje, los
preceptos básicos en ciencias ni la moral.

SEXTO ARGUMENTO: LA RELATIVIDAD DE LOS CONOCIMIENTOS. Los conocimientos varían de acuerdo con el sujeto, el
lugar y la época.

Contraargumentación: si el conocimiento es relativo al sujeto, también es relativo a las cosas. El conocimiento humano no puede ser ni
subjetividad pura ni objetividad pura, esta entre ambos límites. No es aceptable un subjetivismo que haga desaparecer al objeto ni un
objetivismo que no considere al sujeto.

EL SUBJETIVISMO Y EL RELATIVISMO

Estas dos posturas –que derivan del escepticismo- afirman la existencia de la verdad, pero limitan su validez.

Para el subjetivismo la verdad depende por completo del sujeto, que es el que siente, conoce y juzga. Afirma que la verdad siempre deriva
de la forma o modo en que cada persona considera las cosas. Protágoras es representante de esta corriente, para quien “el hombre es la
medida de todas las cosas”. Su postura es un antropocentrismo radical.

Los subjetivistas no aceptan la existencia de los primeros principios de la razón, válidos para todos. El subjetivismo recibe también el
nombre de psicologismo, pues lo verdadero se hace depender de la estructura mental de cada quien, de lo que cada individuo asuma como
tal.

Según el relativismo la verdad está subordinada por completo a factores externos como la época, el medio social, político, cultural o
económico. Spengler fue adepto a esta postura, pues sostuvo que las verdades están en estrecha vinculación con una humanidad
determinada, y que solo valen en el ciclo cultural al que pertenecen. Para el biologismo será verdad lo que sea acorde con la especie; para el
sociologicismo, lo que prevalece en una época en particular; para el neopositivismo lo que manifiesta el lenguaje.

Las doctrinas materialistas y empiristas, apunta Alejandro Llano, al no distinguir entre conocimiento intelectual y sensible, y al no
reconocer la verdadera naturaleza de este último, reducen lo verdadero a la modificación corporal –espacio-temporalmente situada y, por
tanto, única e irrepetible- del órgano sensitivo. Desde esta perspectiva, todo conocimiento seria sensación, y toda sensación en esencia seria
contingente, relativa y, por ende, incierta.
Para este autor las doctrinas de referencia, por reducir todo a la materia, tienden a destacar la indeterminación que la materia conlleva.
Argumenta que una consideración metafísica del mundo corpóreo muestra que la materia esta siempre determinada por una forma, y que
conocemos las cosas más por la forma que por la materia: un objeto exclusivamente material seria incognoscible, y un sujeto por completo
material no podría abrirse como cognoscente a otras realidades.

Tanto los subjetivista como los relativistas sostienen que no hay verdades absolutas, pero incurren en un contrasentido desde el momento
en que aceptan la existencia de la verdad, con sus parámetros, por supuesto, y se da la alternativa: o la proposición es falsa, y carece de
validez por completo, o es verdadera, puesto que lo que se afirma es en sí mismo verdadero, y entonces es válida para todos, por tener
validez universal.

Ambas posturas niegan la posibilidad de la metafísica y fundan la objetividad en la subjetividad. Al respecto podemos hacer la siguiente
observación: la objetividad se apoya en la realidad; el ser de lo que percibimos es independiente de nuestra percepción; el ser no se limita a
ser para el hombre.

La tesis del relativo “todo lo que aparece es verdad”, nos guía a considerar todo como subordinado al sentido y a la opinión. Según este
compuesto no existirán las cosas cuando nadie las sintiera o pensara en ellas, lo que es totalmente falso.

Con la intención de fundamentar su crítica al relativismo, Alejandro Llano considera que no puede ser verdadero todo lo que aparente, ya
que lo aparente es aparente para alguien, de modo que quien dice que todas las cosas aparentes son verdaderas, convierte todos los entes en
relativos, precisa que no será lo mismo el ser que el aparecer, pues el aparecer da relación al sentido u opinión, ya que aparece ante alguien.
Con base en las reflexiones de Aristóteles, afirma que no se debe decir que lo que aparece es, sino que es lo que aparece a quien aparece,
cuando aparece y en cuanto y como parece.

EL PRAGMATISMO

Recibe este nombre la doctrina que acepta la posibilidad del conocimiento, pero reduce el concepto de la verdad a lo útil, lo valioso y
provechoso, lo que funciona, lo que cumple con su cometido respecto a la vida.

Gregorio Fingermann sostiene que el pragmatismo parte de una concepción especial del ser humano en la cual éste no es un ser pensante
exclusivamente, sino, ante todo, un ser práctico, destinado a actuar en la realidad. Señala que para los partidarios de esta corriente filosófica
será verdad todo lo que le permita al hombre actuar con congruencia en la vida, todo lo que le resulte útil y provechoso, en especial para la
vida social.

Como representantes de esta postura están William James, que es su fundador, John Dewey y Federico Nietzche. El error en que incurren
los partidarios de esta teoría es que confunden conceptos tan diferentes como lo verdadero y lo útil.

EL CRITICISMO

Esta doctrina argumenta que debido a que el conocimiento es el resultado de los conceptos y la intuición, y que se ubica entre el campo de
los noúmenos y el mundo sensible, no conocemos las cosas como son en sí mismas, sino sólo en la forma en que nuestra estructura nos lo
permite: las apariencias o fenómenos de las cosas.

Esta escuela -que recibe también el nombre de idealismo, por considerar que el objeto del conocimiento son nuestras ideas, el objeto
pensado, en tanto que pensamos en él- sostiene la imposibilidad de conocer la realidad como es en sí misma, lo que es. Al admitir que
nuestro conocimiento se reduce al mundo de los fenómenos, a la realidad en su aspecto formal, esta postura incurre en una especie de
relativismo.

Fundador de esta doctrina es Emmanuel Kant (1724-1804), quien considera que no es posible el conocimiento del mundo real. La cosa en
sí, que él llama noúmeno, no es asequible por la experiencia. El mundo real de las cosas en sí es un mundo cerrado al cual apenas podemos
acercarnos, pero nunca penetrar en él, porque nos separa una barrera infranqueable que es nuestra propia estructura psíquica. Lo único que
conocemos del mundo son las representaciones, las meras apariencias de los objetos, es decir, los “fenómenos” que nuestra inteligencia
ordena en el espacio y en el tiempo. Sin embargo, hay en nosotros una tendencia a sobrepasar los límites del mundo de los fenómenos y a
penetrar en el mundo de las cosas en sí, en los “noúmenos”, cuya existencia suponemos, pero que no podemos comprobar.

EL POSITIVISMO

Recibe este nombre la escuela que fundó Augusto Comte en el siglo XIX, que limita el valor del conocimiento al ámbito de la experiencia.
Esta postura, que es consecuencia del cristianismo, niega la posibilidad del conocimiento especulativo y acepta como único posible
experimental.

Por considerar la imposibilidad de conocer la esencia de las cosas, sus causas primeras y sus fines últimos, y restringir el conocimiento
humano al que se adquiere mediante las ciencias positivas, al que se basa únicamente en los hechos, esta doctrina también es una especie de
relativismo.

RESUMEN
PREGUNTAS

1.- ¿Qué es el dogmatismo?

Se llama así a la postura filosófica que afirma la posibilidad del conocimiento; la que defiende que el espíritu humano goza de la facultad
de conocer la realidad tal cual es.

2.- ¿Cómo se le denomina al escepticismo?

Se le denomina a la postura filosófica que afirma que el hombre no puede encontrar ninguna verdad, más que una teoría del conocimiento.

3.- ¿Cuál es la semejanza entre subjetivismo y relativismo?

Que los dos afirman la existencia de la verdad, pero limitan su validez, (no existe ninguna verdad universal valida).

4.- ¿Por qué el positivismo niega la metafísica?

Su contenido proviene de la experiencia, se niega a la creencia y su realidad son los hechos.

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO Y EL CONOCIMIENTO DEL DERECHO


CONSIDERACIONES GENERALES DEL CONOCIMIENTO

El conocimiento es una actividad vital del hombre que le permite adecuar las condiciones para vivir congruentemente con el medio que le

rodea, con el mundo, con la realidad; sin embargo, esta actividad que pudiera parecer sencilla es un fenómeno complejo, pues intervienen,

entre otros elementos, sensaciones, percepciones, conceptos, juicios, razonamientos, sentimientos y emociones. "La realidad es

simplemente 'lo dado', 'lo existente'. Y lo existente, a su vez, es complicadamente la totalidad de aquello con lo que el hombre se relaciona

o puede relacionarse en su devenir; es el mundo en toda su riqueza ontológica".

El conocimiento, más que ser un simple reflejo directo de la realidad o de nuestro yo, es una forma de contactar e interpretar la realidad,

una forma de existir, de desentrañar el significado de la vida, tema siempre presente en la meditación -humana. En este sentido, toda la

experiencia Ola vida es conocimiento, pues abarca una relación consigo mismo y con el mundo.

El quehacer humano del conocimiento implica el pensamiento, el uso de la inteligencia, para caracterizarse como una relación entre el

sujeto que conoce y el objeto por conocer.

La aspiración o vocación natural del hombre por conocer, que señaló Aristóteles, recorre dos etapas: la primera responde a fines utilitarios,

pragmáticos, en la que se presenta el interés del sujeto por aplicar el conocimiento que posee de las cosas para usarlas y manejarlas; la
segunda, la que en el afán de conocimiento se manifiesta como satisfacción que el mero conocimiento le procura. El hombre es Homo faber

por su capacidad práctica, por servirse y utilizar la realidad para su progreso y perfeccionamiento y, al mismo tiempo, es Homo sapiens por

contar con una capacidad teorética, por captar esa realidad y dar respuesta a sus interrogantes. De la expansión y profundización de ambas

facultades dependerá el desarrollo armónico de las relaciones que establezca.

La verdad es que "l0 primero que aprehende el entendimiento es el ser y en él queda incluido todo lo que aprehenda después". Entonces el

hombre existe como realidad abierta al mundo. Estar abierto significa ver, oír, gusta; palpar las cosas. Pero también significa pensar. Y

pensar no es más que reconocer el ser. El hombre al estar en el mundo no se pregunta qué es el ser; se pregunta por el servicio: ¿para qué

sirve esto? Hasta después, más allá del servicio, se pregunta por el ser: ¿qué es esto? Esta pregunta surge como el reconocimiento de una

ignorancia. El hombre pregunta qué son las cosas porque vito lo sabe y quiere saber.

El lema inscrito en Delfos "Conócete a ti mismo" lo propuso Sócrates al percatarse de que el hombre puede definirse como un ser que

quiere saber, por eso su famosa frase que reconoce con humildad su propia ignorancia: "Sólo sé que no sé nada." He ahí la sabiduría de

Sócrates: aceptar la inmensidad de lo desconocido. Epistemológicamente, esta frase es contradictoria, puesto que todo conocimiento es

siempre de algo (en la oración referida supone saber el significado de cada palabra, además de su estructura gramatical). Una aportación

decisiva de este pensador de la Grecia clásica fue qué fundamentó el plano del deber ser en el plano del ser, al sustentar que conocer lo

bueno lleva consigo la exigencia de su realización.

El conocimiento se funda necesariamente en la captación del ser, es una captación mental del objeto; ésta es una actividad que manifiesta

un objeto en su existencia y en su naturaleza. Como el hombre también es un ser, parte de la realidad, pero es un ser que puede tener

conocimiento de sí mismo. A esta forma de conocer se le llama reflexión o conciencia reflexiva.

Raúl Gutiérrez Sáenz señala que es importante conectar el tema de la conciencia con el del conocimiento, porque la conciencia es el

trasfondo, horizonte o perspectiva que le da sentido al conocimiento. Este autor considera que se conocen objetos limitados; la conciencia

es el lugar en donde se conocen esos objetos, y de acuerdo con su tipo de expansión será el sentido o significado que el conocimiento de

esos objetos tendrá para el sujeto cognoscente.

Puntualiza que una conciencia estrecha sólo ve problemas y que, en cambio, una conciencia amplia y optimista encuentra soluciones con

facilidad y avanza cómodamente entre las dificultades; la conciencia pesimista se da por vencida con rapidez. Lo importante es el cultivo

de una conciencia expandida, gracias a la cual los objetos adquieren un sentido positivo para el sujeto cognoscente.

El hombre es un ser-en-el-mundo, se constituye en la historia; es producto de su pasado al apropiárselo en forma personal. Por eso, como

dice Jean Wahl, el conocimiento es presencia y es también pasado, es prospectivo y al mismo tiempo retrospectivo.

El hombre está en la frontera entre el saber y la ignorancia. Sin embargo, es un ser que pregunta, que revela una constante vocación por

conocer cada vez más y mejor. Su amor por la sabiduría o por conocer se ha traducido en una serie de conocimientos alcanzados a lo largo

de los siglos. La apertura al mundo, a la realidad, el hecho de sobrepasar su entorno, dato que lo distingue del animal, implica un aumento

del saber, pero también un incremento sustancial en el volumen de lo cuestionable, es decir, entre más conocimientos obtiene, mayores son

las interrogantes. Seguimos en la frontera.

La pregunta que realiza el hombre implica saber qué se pregunta; éste es un saber previo que posibilita preguntar. Preguntar o interrogar a

la realidad requiere, para su correcta formulación, además del qué, a quién y cómo hay que plantearla. Las preguntas pueden referirse a

nuestra dimensión vital, a nuestra cotidianidad, a nuestra trascendencia o al origen y fin de todo. Pueden derivar de la profesión, del ocio,
de nuestros semejantes, pero en todo caso es cada uno el que, en ejercicio de su libertad, determinará de qué preguntas se ocupará o sobre

cuáles reflexionará.

Conocer, nos indica Alejandro Llano, no es aprehender una cosa como está en el entendimiento, sino aprehender en el entendimiento la

cosa tal como es.

Para Roger Verneaux el conocimiento es un acto espontáneo en cuanto a su origen inmanente en cuanto a su término, por el que un hombre

se hace intencionalmente presente en alguna región del ser. Precisa que hay movimiento cada vez que el hombre pasa de la ignorancia al

conocimiento o de un conocimiento a otro, pero que el conocimiento no es el movimiento, Aclara que las actividades productoras de

imágenes y de conceptos no son el conocimiento, sino sólo el medio. En este sentido, el conocimiento no modifica las cosas, logra un

perfeccionamiento del sujeto, que tiene el papel de objetivar o fenomenalizar el ser, mientras que el papel del objeto es especificar el acto.

LA RELACIÓN ENTRE SUJETO Y OBJETO

El conocimiento es la relación entre un sujeto cognoscente y un objeto por conocer, que existe en sí. Ambos términos son igualmente

necesarios. No se da conocimiento sin sujeto que conozca, y tampoco sin un objeto que le provoque y dé un contenido a su acto. Se

establece una relación mutua o correlación, de tal forma que cada uno está en función del otro. Si no hay correlación no serán ni sujeto ni

objeto. Se trata de una acción simultánea del objeto sobre el sujeto, y de éste al querer ir hacia el objeto, al aprehenderlo; por tanto, si el

conocimiento resulta de la unión de estos dos elementos, se requiere un análisis de los términos con el propósito de mostrar cómo es

posible relacionarlos.

José Sanabria nos indica que sujeto y objeto existen de dos maneras, como entes, lo que son en sí, o sea en el nivel ontológico, y como

sujeto cognoscente y objeto-conocido, es decir en el nivel gnoseológico.

El sujeto, como ser consciente, es quien conoce, y construye la relación por la que surge el conocimiento. Éste no se da por el simple hecho

de la existencia de sujeto y objeto, pues el primero puede ignorar o no relacionarse con el segundo. Es el mismo sujeto quien conoce, no

sus órganos o su inteligencia, que son, en todo caso, los instrumentos o canales con que cuenta para captar la realidad.

El objeto es trascendente en el sentido de que tiene propiedades que no se ven alteradas por la actividad del sujeto. El objeto determina al

sujeto; éste sólo conocerá lo que el objeto le dé a conocer. El sujeto no es el origen de las cosas; ellas cuentan con una objetividad, que se

aprehende mediante una actividad intencional, razón por la que el conocimiento tiene carácter receptivo.

Objeto no es lo mismo que cosa; es lo que se opone al sujeto, lo que está presente ante el cognoscente, lo que el sujeto tiene frente a sí. Ser

objeto quiere decir que apunta a la cognoscibilidad de lo que se capta. En cambio, la cosa subsiste en sí misma, es la esencia del ente.

Además, el objeto influye sobre el sujeto, éste asimila y se modifica con dicha influencia, pero a su vez también actúa sobre el objeto. Al

captar el objeto, el sujeto produce una representación interna de él. El objeto, por su parte, especifica el conocimiento, le da un contenido y

modifica al sujeto.

Empero, adueñarse del objeto no consiste, aclara García Morente, en tomar el objeto e introducirlo en el sujeto. No, eso acabaría con la

correlación. Lo que hace el sujeto al salir de sí mismo para hacerse dueño del objeto es captar el objeto mediante un pensamiento.

El sujeto forma parte del acto de conocer en cuanto ejerce la objetividad, es decir, en cuanto constituye el objeto, apunta hacia él y se lo

hace presente.
TIPO DE OBJETOS

No únicamente las cosas materiales pueden ser objeto de conocimiento, sino también los objetos ideales, las realidades espirituales, que no

ocupan un lugar en el espacio. Por ello, una clasificación de los objetos se refiere a otros objetos reales objetos ideales.

Objetos reales son los que existen con independencia del sujeto que los piensa y ocupa un lugar en el tiempo y espacio. Los objetos reales

tienen existencia fenoménica, corpórea: pueden captarse mediante sentidos. Flora, fauna, minerales, etc., son ejemplos de ellos.

Cuando esta realidad se refiere a algo empírico, señala Gregorio Fingermann, hablamos de realidad física. Si evoca algo psíquico, decimos

que se trata de una realidad espiritual y, por último, si hace referencia a ambas cosas a la vez, decimos que es una realidad psicofísica,

neutra, por ejemplo, el hombre, según el punto de vista que lo considere.

Objetos ideales o entidades de razón, como también se les conoce, por el contrario, son los que no ocupan un lugar en el tiempo y el

espacio, no es posible aprehenderlos mediante los sentidos y exigen la intervención del pensamiento para captarlos. Las figuras

geométricas, los números, los valores, como la justicia, la prudencia, etc., los sentimientos, las emociones, los conceptos, los juicios y los

razonamientos son ejemplos de estos objetos que necesitan de un acto gnoseológico de intelección.

Los objetos culturales son un tipo especial de objetos. Se caracterizan por poseer un sustrato material y una significación espiritual o

sentido. Estos objetos encierran un sentido espiritual, porque el espíritu pone en ellos sus intenciones.

Al referirse a los objetos ideales, Luis Recasens Siches señala que las estatuas, las pinturas, las melodías, los utensilios, entre otros, tienen

una realidad externa a nosotros (son de piedra, madera, colores, sonidos, materiales varios); pero cuyo ser específico y peculiar no consiste

en tales ingredientes reales, sino en un sentido (estético, utilitario, etc.), que en ellos anida, en una proyección humana que ellos se expresa.

Agrega que se trata de objetos que, si bien contienen elementos reales, presentan en esencia un sentido humano. Se trata del mundo de las

cosas que el hombre realiza en su vida, por algo y para algo, el mundo de lo humano objetivado, el reino de la cultura.

El autor estima que mediante la cultura -el arte, la ciencia, la filosofía, la política, el derecho, etc.-, los hombres tratan de aplicar valores

con una validez ideal. La cultura, por tanto, trasciende el área de las actividades humanas que la producen, y se concreta con los valores

ideales.

Para Mario Gutiérrez el valor es la relación de las cosas respecto al autorrelación del hombre, la característica del objeto por la que esté

aparece al hombre como apetecible, amable, digno de aprobación. El valor agrega, es relación con el hombre, con el ideal de perfección

que éste se ha forjado. Este autor específico que las cosas son y valen; que, además del aspecto teórico e inteligible, tienen un contenido de

bondad por el que nos atraen y nos causan goce y satisfacción.

FUNDAMENTACIÓN METAFÍSICA DEL CONOCIMIENTO

El hombre se pregunta por el ser. La pregunta qué fórmula es ineludible, es la base o el apoyo de todo su interrogar, debido a que su

inteligencia se orienta necesariamente al ser, es apertura al ser. "Porque el hombre es, por eso sabe; porque el hombre no se identifica con el

ser, por eso pregunta [..] El ser es, en efecto, el valor fundamental al que tiende nuestro espíritu. El ser es ese horizonte que le da la razón

del espíritu al hombre y lo que descubre su dimensión trascendente. De ahí que el ser aparezca como ese bien, por medio del cual se realiza

la existencia humana".
En la filosofía se distingue entre ente y ser. Se llama ente a la cosa que presenta un modo concreto de ser, a lo existente, lo que tiene ser, lo

que participa del ser. El ente es cognoscible por ser ente, y no es ente porque es cognoscible. Sólo percibimos entes, pero no preguntamos

por el ser: ¿qué es esto? ¿Qué es aquello?

El ser es el fundamento del ente, aquello por lo cual las cosas son lo que son o pueden ser. Al ser no lo percibimos por medio de los

sentidos, sólo lo pensamos, lo captamos en los entes. El ser humano es la razón o principio de las cosas, de los entes. El ser es la raíz de

toda actuación humana. Sin embargo, el ser de las cosas no depende del conocimiento que de estas tenga el hombre.

La reflexión metafísica tiene como objeto el ser. Si queremos encontrar una respuesta verdadera acerca del ser del hombre, es preciso hacer

el esfuerzo de asumir el reto, de reflexionar metafísicamente, pues está visión, que es la más general, la más nos permitirá dar con su ser su

significado su grandeza y su fin.

El conocimiento humano se funda en los primeros principios. Se llaman primeros porque son evidentes, es decir, pueden explicarse, más no

demostrarse. Nos permiten, por ser juicios universales, verdades necesarias, llegar a la realidad de las cosas, dar con la cognoscibilidad de

los entes.

La explicación del hombre primitivo o del niño a los fenómenos naturales, nos dice José Sanabria, está muy lejos de ser científica, pero es

una explicación, el uso espontaneo de la inteligencia sin cultivar: su inteligencia actúa según las leyes de la inteligencia, los primeros

principios.

Los primeros principios son: 1) de identidad, que afirma que el ser es, o que el objeto es idéntico a sí mismo; 2) de contradicción, que

establece que el ser excluye necesariamente al no ser, que ningún objeto puede ser y no ser al mismo tiempo; 3) de tercero excluido, que

sostiene que todo tiene que ser o no ser; y 4) de razón suficiente, que dispone que todo lo que existe, existe por alguna razón.

También el conocimiento es causal porque las cosas, es decir, las que hacen que algo sea o actúe, encierran la cognoscibilidad de la cosa.

Tradicionalmente se reconocen cinco causas: material, formal, ejemplar, eficiente y final. La primera hace referencia aquello de lo que se

hace algo; la segunda es la que apunta a la esencia de las cosas, lo que hace que algo sea lo que es; la tercera nos explica lo que provoca el

movimiento; la cuarta expone aquello a cuyo modelo se hace algo; y la quinta manifiesta aquello en vista de lo que se hace algo.

Que el conocimiento sea causal se prueba, de acuerdo con Mauricio Beuchot, porque las causas material y formal nos dan el conocimiento

intrínseco de la esencia de una cosa, y además porque el conocimiento eficiente y final de las causas completa el cuadro del conocimiento

cabal que podemos tener de una cosa o fenómeno. Este autor precisa que el mejor argumento del que podemos disponer para apoyar el

hecho de que las causas nos dan la cognoscíbilidad de algo es que la definición (junto con la división o clasificación) y la demostración

proceden por las causas de una cosa. En la definición descriptiva se procede por las causas extrínsecas (además de los accidentes) de una

cosa, y en la definición esencial se procede por las causas intrínsecas de la misma. Cuando demostramos algo, nos basamos en las causas

extrínsecas o intrínsecas. Agrega que cuando procedemos por las causas extrínsecas obtenemos una demostración apropiada de la cosa,

pero todavía más apropiada es la demostración cuando estamos en el terreno de las causas intrínsecas. Por eso, la demostración más

apodíctica o necesaria es en la que procedemos con apoyo en la causa formal de la cosa, que es tanto como demostrar sus propiedades

basándose en su esencia, ya que la esencia radica la necesidad más fuerte por la que una cosa es de cierta manera y ostenta determinadas

propiedades y no otras. En este orden de ideas, puntualiza que la forma es la estructura de la cosa, estructura en virtual de la cual tiene ser y

capacidad de ser conocida.


El conocimiento es trascendente por que rebasa el ámbito de la percepción meramente sensible, porque el sujeto, al ir hacia su objeto, se

transciende al dejar de permanecer en sí mismo y al captar los objetos desde la perspectiva del ser, que es trascendente.

Por darse en el campo de la conciencia, el conocimiento, es inmanente, porque el sujeto, al dirigirse intencionalmente al objeto, se deja

impresionar por él y desarrolla su asimilación. Por conciencia se entiende, desde el punto de vista cognoscitivo, la facultad que posee el ser

humano de darse cuenta de su acto de conocimiento y de su contenido. Que el hombre tenga conciencia significa que tiene conciencia de su

sentir y de su imaginar, de su comprensión de algo, de su acto de significación, es decir de sus juicios.

Los valores que son esencias, cualidades axiológicas y universales no se captan solamente por los sentidos, sino como rasgos objetivos del

ser, como percepciones afectivas de naturaleza intencional, que se manifiestan en la intuición emotiva con base en una jerarquía.

Los valores que son esencias, cualidades axiológicas y universales no se captan solamente por los sentidos, sino como rasgos objetivos del

ser, como percepciones afectivas de naturaleza intencional, que se manifiestan en la intuición emotiva con base en una jerarquía.

La auto trascendencia cognoscitiva nos conduce a juzgar que algo es o no es; en cambio, la autotrascendencia moral, en los juicios de valor,

nos posibilita reconocer lo bueno, lo bello, lo verdadero y afirmar esto conscientemente en nuestra conducta.

Adriana Yuren indica que por estructura cognoscitiva se entiende la estructura formalmente dinámica de operaciones transitivas,

recurrentes y relacionadas: experiencia, comprensión, juicio y decisión que un proceso, que por lo general implica una dialéctica, llevan al

sujeto a conocer la realidad y actuar en consecuencia a lo que conoce como experimentado, entendido y enjuiciado.

La primera operación de la estructura cognoscitiva es experimentar. En esta fase o nivel de los objetos impresionan nuestros sentidos, se

capta lo concreto e individual: lo que vemos, oímos, tocamos, gustamos, imaginamos, sentimos, percibimos, recordamos y experimentamos

y se origina una imagen o representación de las cosas en un nivel sensible.

La imagen así captada por los sentidos es modificada por la abstracción. En los seres reales, la materia y la forma son inseparables; pero

mediante la abstracción, poder de la conciencia humana y proceso mental de desmaterialización, se separan. Por medio de la abstracción se

prescinde de las características individuales o materiales de la imagen, de lo irrelevante, para buscar la forma sustancial de las cosas, la

aprehensión consiente de lo esencial.

Mauricio Beuchot, de acuerdo con el planteamiento de Bernard Lonergan, considera que la imaginación constructora es la actividad

cognoscitiva que sirve de enlace entre el conocimiento sensible y el conocimiento intelectual, y que realiza dos funciones fundamentales: la

primera, de orden sensible, consistente en la organización de los datos para formar la imagen simbólica; la segunda, de orden intelectual,

mediante la cual se capta inteligibilidad particular de una imagen simbólica determinada (cualquier organización de los datos, sensibles o

de conocimiento intelectual, para lograr la intelección).

Este autor determina que el conocimiento de realidades y inmateriales la imaginación constructora realiza sólo la primera función, en

combinación con la inteligencia, y precisa que está que está no puede conocer, incluso las realidades es inmateriales, sin el concurso de los

sentidos.

Los datos de la experiencia sensible son |...| la condición de posibilidad del saber intelectual; este saber transciende estos datos, va más allá

de ellos y se le va el concepto universal [sic], que no es sino la esencia de la cosa en el entendimiento; pero aquellos datos revisten la

enorme importancia de constituir el vehículo por el que lo real penetran entendimiento humano.
La segunda operación es la de entender. Consiste en captar la inteligibilidad de los datos, en obtener una representación intelectual de

cosas, en la aprehensión directa de la mente, en comprender las cosas.

Mediante la intelección surge el concepto o la idea, que es la aprehensión de la esencia de una cosa, pensamiento de estructuras; siempre es

abstracto, a diferencia de la imagen o representación concreta de las cosas. En el nivel de la intelección o inteligencia (capacidad que

tenemos de entender) se dan los actos de concebir, pensar, considerar, preguntar, investigar, comprender, formular, ordenar y sistematizar.

El proceso cognoscitivo forma una unidad, es inseparable. Sólo se habla de manera aislada de conocimiento sensible y conocimiento

intelectual, de acuerdo con su estudio y con el análisis de su naturaleza. Un examen atento de ambos conocimientos revela que hay una

estrecha continuidad entre ellos.

La tercera operación es la de juzgar, qué consiste en la operación reflexiva de la mente, cuyo objetivo es verificar lo entendido del hecho;

se trata del acto de significación por medio del cual asentimos o negamos un concepto de otro concepto."[...] el conocimiento es objetivo, y

es conocimiento concreto del ser y no simplemente del mundo de los sentidos. Significa también que no hay conocimiento si no hay

objetivación, y no puede haber objetivación si no llega al juicio, si no se han dado todos los actos que constituyen al conocimiento

humano".

El entendimiento o comprensión del lenguaje es tan un solo paso que nos conduce al entendimiento de las cosas, de ahí su importancia;

pero debemos aclarar que únicamente es un instrumento para el conocimiento de modo que este es la causa del lenguaje.

Como la vocación y el compromiso del hombre por conocer sus ilimitados, el objeto también es ilimitado. Sin embargo su afán se satisfará

progresivamente en la medida en que transforme el desconocido en conocido, como base en su saber previo, en la medida en que se habrá a

la realidad.

SITUACIÓN CONTEXTUAL Y ADQUISICIÓN DE CONOCIMIENTOS

Así como no podemos iniciar nuestro conocimiento mediante una decisión propia, puesto que nos encontramos existiendo en el mundo y,

por tanto, ya conociendo, tampoco podemos dar o contar con un conocimiento ‘’ puro’’, pues no podemos conocer sin supuestos, sin

condiciones previas.

La adquisición de conocimientos se da siempre a partir de una situación contextual determinada. Nuestro conocimiento está sujeto a

factores, límites y obstáculos.

… hay un sinnúmero de condiciones previas a la aparición del conocimiento

… Que vivimos, que respiramos, que nuestro cerebro está irrigado y que no carecemos de conciencia, sólo serían algunas de esas

condiciones previas.

Tampoco lo que se presenta como supuesto o suposición psicológica, social, biológica o cosa parecida, tendría que llamarse así, sino más

bien condición previa. Y esto es decisivo, porque se requiere un conocimiento sin suposiciones previas, pero no sin previas condiciones, ya

que esto es de hecho imposible para el hombre.

Nuestra forma de ver el mundo está modelada por el tiempo. Los conocimientos del hombre del siglo XX son diferentes, en cantidad y

calidad, de los del siglo pasado, y más de los que se tenían en la Edad Media
La sociedad a la que pertenecemos, y que se ubica en un lugar determinado, también influye en la forma en que leemos la realidad. La

posición que se ocupe en el ámbito social, las pautas de conducta vigentes en nuestra sociedad, los papeles que desarrollemos, los procesos

de socialización, las instituciones sociales (familiar, educativa, económica, política, religiosa etc.), los procesos de comunicación y control

social, la representación del mundo propuesta por el cine y la televisión son únicamente algunos elementos sociológicos que inciden en

nuestra manera de adquirir conocimientos. El ambiente familiar y cultural en el que nacemos, crecemos y nos educamos, la influencia de

nuestras generaciones pasadas, con sus tradiciones, son elementos con que contamos para acceder a la realidad.

Los datos biológicos y psíquico también desempeña un papel importante en nuestra adquisición de conocimientos. Nuestra evolución

biológica y psíquica configura nuestra capacidad cognoscitiva. E n la obtención de conocimientos entran en juego los sentidos, la

imaginación, la memoria y el entendimiento.

Entre los factores personales que intervienes en esta adquisición de conocimientos están:

La capacidad, la experiencia y los medios materiales de los que el sujeto disponga, el tiempo y el esfuerzo que pueda y quiera dedicar a esta

empresa, sus propósitos, preferencias e intereses, así como su motivación para captar la realidad.

A pesar de los conocimientos y la situación contextual, el hombre tiene la posibilidad de alcanzar la verdad y la esencia de las cosas.

El conocimiento no es un fin en sí mismo. Responde a la necesidad de hacer eficaz nuestra acción en el mundo y darle un sentido. Su logro

es una meta regulativa en la realización y el perfeccionamiento de todo hombre y de la especie.

Para alcanzarlo tenemos que superar varios impedimentos. El primero está inscrito en las limitaciones de nuestra propia naturaleza. Pero

hay obstáculos que impiden el conocimiento: nuestros propios deseos e intereses. La mayoría no se genera en nuestra naturaleza, responden

a situaciones históricas, son producto de relaciones sociales concretas. El conocimiento es, en gran medida, el resultado de una lucha contra

los motivos que nos impiden alcanzar la realidad.

Esa lucha puede tomar la forma de un conflicto entre los intereses particulares y el interés general, pues muchos intereses particulares

propician formas de irracionalidad e intolerancia. Dogmatismo y escepticismo son las más importantes; ambas permiten sujetar las

creencias colectivas e intereses de personas o de grupos. La ética de las creencias enuncia reglas para liberarnos de esa sujeción. Pero esas

reglas son, al mismo tiempo, condiciones de un pensamiento racional. Así, al final convergen varios temas, se encuentran: la realización del

hombre por el conocimiento, su liberación, el acceso a una comunidad racional i las normas éticas para lograrla

Tenemos que responsabilizarnos de nuestra actitud frente a los conocimientos, debemos justificar éticamente nuestras afirmaciones, como

todas las actuaciones intencionales humanas, a fin de evitar caer en perjuicios. Estos, que son juicios previos a su comprobación, nos

pueden inducir a adheridos o a rechazar de manera crítica creencias religiosas, étnicas, partidistas, de clases, etc. Las razones invocadas,

todavía hasta el siglo pasado, para justificar la esclavitud, olas consideraciones de la inferioridad de la mujer en todos sentidos respecto al

hombre, son ejemplos de prejuicios.

Si el hombre llega a pensar que ya no hay nada por conocer, o bien niega lo desconocido, asume la ignorancia como actitud, y quedará

encerrado en una postura de prepotencia de la que no podrá salir y estrechará su mundo.

En cambio, sí reconoce que hay sectores de los que sabe nada o poco, asume la actitud cognoscitiva.

Es cierto que el hombre no puede abarcar todo el conocimiento por completo, que existen límites para su acceso; pero es capaz de ampliar

los horizontes del mundo al enfrentarse con lo desconocido y alcanzar la realidad, ese universo que presentan infinitas posibilidades, en
algunos de sus aspectos. Quien acepta los límites de su conocimiento sabe más que quien se cree capaz de hablar de todo. Ése es el

paradigma de la actitud cognoscitiva: estar abierto a todo aprendizaje.

A juicio de Ouspensky, lo objetivo de los sistemas puramente intelectuales de la filosofía y la ciencia está no en dar al hombre ciertos datos

de conocimiento, sino en elevar al hombre a una altura de pensamiento y sentimiento que lo coloquen en posibilidad de alcanzar formas

nuevas y superiores de conocimiento.

TIPOS DE CONOCIMIENTOS

El acto e conocer es una realidad en sí indivisible. Las distinciones que hacemos son para lograr su mejor comprensión. Una clasificación

de loa conocimientos se origina en la forma de discernir, y así encontramos el cotidiano y el racional.

El conocimiento cotidiano también recibe lo nombres de primario, vulgar; espontáneo o pragmático. Este tipo de conocimiento se

adquiere, como su denominación lo indica, mediante la experiencia cotidiana. Se conoce de manera natural por solo hecho de vivir. Se

adquiere conocimientos por el contacto con el medio físico, social y cultural. Es un conocer basado en los datos de la experiencia y se

orienta a fines prácticos, es decir, a fin de entender para qué sirven o cómo funcionan las cosas y satisfacer las necesidades primarias de la

vida. Se trata de un conocimiento fragmentario, particular y concreto, que se limita a lo que comprueban los sentidos. Este tipo de

conocimiento tiene como características ser superficial, no sistemático y acrítico.

De acuerdo con Ezequiel Ander-Egg, este conocimiento es superficial porque se conforma con lo aparente, con lo que se comprueba con el

simple pasar junto a las cosas. Se expresa en frases como ‘’porque me lo dijeron’’, ‘’porque lo vi’’, ‘’porque lo leí’’, ‘’porque todo el

mundo lo dice ‘’. Para este tipo de conocimiento, el criterio de evidencia inmediata es suficiente. No es sistemático, tanto en la forma de

adquirirlo y vincularlo como en el modo de establecer cánones de validación.

Se limita a percibir lo inmediato por medio de experiencias, vivencias, estados de ánimo y emociones de la vida diaria. Es acrítico, puesto

que se apoya solo en la evidencia próxima, sólo percibe la epidermis de la realidad. Los conocimientos adquiridos pueden ser verdaderos o

no, lo cierto es que la pretensión de serlo no se plantea de una manera crítica o reflexiva. Es un saber que puede decir acerca de lo que pasa,

pero no por qué pasa.

Cabe anotar que este tipo de conocimiento está impregnado del conocimiento científico, debido los medios de comunicación.

El conocimiento racional; denominado también crítico o reflexivo, es el que utiliza la razón como instrumento de la apertura al mundo,

como medio para su relación con él. A diferencia del conocimiento cotidiano, presenta las características de ser crítico (porque valora lo

que se conoce) y sistemático (ya que los conocimientos se adquieren y ordenan mediante métodos). El conocimiento racional puede ser

empírico-técnico, científico o filosófico.

El conocimiento empírico-técnico es un saber práctico que se traduce en el uso adecuado, a partir de la experiencia, de los instrumentos o

reglas útiles a fin de realizar un quehacer determinado y accionar sobre la realidad.

El conocimiento científico se obtiene mediante procedimientos metódicos rigurosos e implica razonar lógicamente, la búsqueda

intencionada, la delimitación del o los problemas, la formulación de las hipótesis y los medios para comprobarlas. A diferencia del

conocimiento cotidiano, esta forma de conocimiento utiliza un lenguaje perfectamente definido. Es cierto que este tipo de saber pretende

ordenar de manera sistemática todos los conocimientos adquiridos respecto de un determinado ámbito de la realidad, pero no hay que

olvidar que la ciencia no es el único camino de acceso al conocimiento; pretenderlo es caer un fetichismo cientificista.
El conocimiento filosófico tiene un carácter explicativo del sentido y destino del hombre; además de una pretensión de índole universal,

pues busca una visión total de lo que existe.

El emocional y el sapiencial son tipos especiales de conocimiento.

Mientras las formas organizadas del conocimiento intelectual son la ciencia y la filosofía, las formas organizadas del conocimiento

emocional son la religión y el arte, refiere Ouspensky. Este autor menciona que en la presente etapa de su desarrollo el hombre comprende

muchas cosas por medio de su intelecto, pero, al mismo tiempo comprende muchas cosas por medio de sus emociones. En ningún caso son

las emociones simples órganos del sentimiento para el sentimiento; afirma que todas son órganos del conocimiento, en toda emoción el

hombre sabe algo que no podría conocer sin auxilio de ella, algo que no podría saber por ninguna otra emoción, por ningún esfuerzo del

intelecto. Plantea que, si consideramos que la naturaleza emocional del hombre tiene un contenido propio, como estar al servicio de la vida

y no del conocimiento, no comprenderemos nunca su verdadero contenido y su significación.

Las emociones sirven al conocimiento porque hay cosas y relaciones que pueden conocerse solo emocionalmente, y sólo por medio de una

emoción determinada. Sostiene que ciertas emociones son, por su naturaleza, destructoras, separadoras, discordes (el odio, el temor, los

celos, el orgullo, la envidia), y que hay emociones que son conectoras, armonizadoras, que hacen que el hombre se sienta como parte de un

gran todo (el amor, la simpatía, la amistad, la compasión, el amor a la tierra, el amor a la naturaleza, el amor a la humanidad).

Para Alejandro Llano el conocimiento sapiencial es el saber de las últimas causas y ordenación de la vida. Argumenta que el conocimiento,

en sí mismo, no hace bueno a hombre; lo que hace bueno al hombre es la voluntad buena, de la que procede el conocimiento bueno. De ahí

que el conocimiento sapiencial sea directamente moral y tenga una gran importancia porque se dirige el resto del saber. Considera que el

recto saber requiere disposiciones morales que ayudan al acto bueno de la voluntad, y que se conoce mejor lo que se ama, porque el amor

connaturaliza al que ama con lo amado.

Lo propio de la sabiduría es dar un juicio, y no solo percibir. El juicio se da porque se tiene ese conocimiento – el juicio expresa el

conocimiento, y también por una inclinación, pues aquel que vive una determinada virtud, esta naturalmente bien dispuesto para juzgar de

todo lo que se refiere a esa virtud, aunque no se haya dedicado a estudiar científicamente. Conviene a nuestro conocimiento sapiencial una

libertad bien ordenada y ejercida. En último término, conocer y amor son las más características actividades vitales del hombre.

También los conocimientos se clasifican en descriptivos, de procedimiento y contextuales, de acuerdo con María Teresa Serafini o, lo que

es lo mismo, declarativos, procedurales y condicionales, según las categorías que establece Anita E. Woolfolk. Los conocimientos

descriptivos o declarativos se refieren a lo “que” sabemos, las informaciones o nociones que poseemos: fechas, nombres, acontecimientos,

creencias, teorías, opiniones, pasajes, reglas, etc.; que utilizamos de modo directo o repetitivo, es decir, sin alterar su estructura. Este tipo

de conocimientos se refieren a hechos muy específicos, generalidades, eventos personales o reglas. Con frecuencia su conocimiento se

subestima por considerársela un aprendizaje mecánico y nemotécnico. Sin embargo, son piezas esenciales de los procesos mentales

complejos.

Los conocimientos de procedimiento o procedurales se refieren al “como” hacer algo, por ejemplo, las capacidades para solucionar

problemas mediante la elaboración de hipótesis, el uso de reglas de deducción, la aplicación de las informaciones, etcétera.

Los contextuales o condicionales aluden al “saber dónde y por qué”, con el fin de aplicar los conocimientos declarativos y de

procedimiento. Esta clase de conocimientos también recibe el nombre de estrategias cognoscitivas, dado que se requieren en una gran
cantidad de problemas que se plantean en un área determinada (jurídica, matemática, química, etc.), para saber cuándo aplicar un

procedimiento y cuando aplicar otro a fin de resolver cada uno.

De acuerdo con la actividad humana, los conocimientos se clasifican en teóricos o especulativos y prácticos. Los primeros se dirigen al

conocimiento de la verdad, al conocimiento de la naturaleza en su realidad; tienen la característica de conocer por el conocer mismo, saber

la verdad por la mera satisfacción que su posesión produce. Los segundos son los que se orientan a la realización del bien, al bien obrar, se

caracterizan por la dirección del obrar humano. Cabe mencionar que entre estos dos tipos de conocimiento existe una relación de

continuidad o correspondencia.

EL ESTUDIO E INVESTIGACIÓN SISTEMÁTICA DEL CONOCIMIENTO

La teoría del conocimiento es la disciplina filosófica que estudia e investiga el contenido del pensamiento, es decir, la correspondencia o

adecuación del pensamiento, y la realidad, la relación entre el sujeto y el objeto mediante la que se manifiesta el conocimiento. Esta

disciplina indaga las razones últimas del proceso cognoscitivo, a fin de fundamentar la posesión del ser que revela el conocimiento.

Esta disciplina, que pretende averiguar al alcance del poder cognoscitivo de la inteligencia, que estudia la posibilidad, el origen y la esencia

del conocimiento, recibe también los nombres de gnoseología (término que proviene de las raíces griegas gnosis, ´´conocimiento” , y

logros, ´´tratando” , por tanto, significa doctrina o tratado del conocimiento ) y, en sentido restringido, epistemología (que de acuerdo con

sus raíces etimológicas episteme, ´´ciencia” , y logros, ´´tratado” , significa tratado de la ciencia), ya que la ciencia es una forma especial de

conocer, por lo que los tres términos se refieren a la misma actividad.

El tema del conocimiento también puede estudiarse desde otras perspectivas. La psicología estudia el conocimiento en su aspecto genético

en los orígenes materiales del acto cognoscitivo, es decir, el proceso de abstracción y generalización. Lo estudia como praxis, como

actuación vital del hombre.

La filosofía del lenguaje y la semiótica, o ciencia de los signos, que presentan numerosos puntos e contacto con la teoría del conocimiento,

tiene que tratar el problema de la comunicabilidad de los conocimientos y el tema de los significados.

La lógica –otra disciplina filosófica –estudia el conocimiento en cuanto sus expresiones y su concatenación. Se ocupa delas formas de

pensar, es decir, no analizan el contenido del conocimiento sino validez formal del pensamiento. Pretende damos una teoría del

pensamiento correcto.

El estudio del sujeto y del objeto en sí mismo no es propiamente materia de estudio de la teoría del conocimiento, sino dela antología o

metafísica general. N consecuencia, toda la teoría el conocimiento, que inquiere la relación entre los términos referidos, entraña una teoría

metafísica; de ahí el imprensesible vínculo entre el enfoque ontológico y el gnoseológico.

UTILIDADAD DEL ESTUDIO DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

Son muchos los beneficios que obtienen las personas que dedican una parte de su tiempo al estudio de la teoría del conocimiento; entre los

que señalan Mario Bunge mencionaremos;

A. No serán prisioneras de una filosofía incoherente y adoptada inconscientemente; entonces podrán corregir, sistematizar y enriquecer

las opiniones filosóficas que de todas maneras integran su visión del mundo.
B. No confundirían lo que se postula con lo que se deduce, la cosa con sus cualidades, el objeto con su conocimiento, la verdad con su

criterio, y así sucesivamente. En general, se esforzarán por entender los términos que emplean, tal como se esforzarán, antes que ellas, los

científicos con mentalidad filosofía que construyeron la ciencia moderna.

C. Se habitarán a explicar las suposiciones e hipótesis, lo que les permitirá saber qué hay que corregir cuando la teoría no concuerda

satisfactoriamente con los hechos.

D. Se acostumbrarán a ordenar de manera sistemática las ideas ya depurar el lenguaje; se habituaran en suma, a buscar la coherencia y

la caridad.

Cuestionario

¿Cuál es la relación entre el sujeto y objeto?

El conocimiento es la relación entre el sujeto cognoscente y objeto por conocer que existe en sí. Ambos términos son igualmente

necesarios.

¿A qué está sujeto nuestro conocimiento?

Nuestro conocimiento está sujeto a factores, límites y obstáculos

¿A que se refiere el entendimiento?

El entendimiento o comprensión del lenguaje es tan un solo paso que nos conduce al entendimiento de las cosas, de ahí su importancia;

pero debemos aclarar que únicamente es un instrumento para el conocimiento de modo que este es la causa del lenguaje.

¿De qué manera se puede estudiar el conocimiento?

El tema del conocimiento también puede estudiarse desde otras perspectivas. La psicología estudia el conocimiento en su aspecto genético
en los orígenes materiales del acto cognoscitivo, es decir, el proceso de abstracción y generalización. Lo estudia como praxis, como
actuación vital del hombre.

-El conocimiento es una actividad vital del hombre que le permite adecuar las condiciones para vivir

Congruentemente en el medio que le rodea

Consideraciones Generales -El conocimiento es una forma de contactar en interpretar la realidad

Del Conocimiento -El quehacer humano del conocimiento implica el pensamiento, el uso de la inteligencia

-La vocación natural responde a 2 etapas:-a fines utilitarios pragmáticos y -se manifiesta como
satisfacción

-Ambos términos son necesarios

-Se establece una relación mutua o correlación cada uno está en función del otro

Relación Entre -El sujeto es quien conoce y construye la relación por la que surge el conocimiento

Sujeto y Objeto -El objeto tiene propiedades que no se ven alteradas por la actividad del sujeto

-El sujeto forma parte del acto de conocer en cuanto ejerce objetividad
OBJETOS REALES: flora, fauna, minerales.

TIPOS DE OBJETOS OBJETOS IDEALES O ENTIDADES DE RAZÓN: ocupan un lugar en el tiempo y espacio.

OBJETOS CULTURALES: encierran un sentido espiritual.

LA FILOSOFÍA: se distingue entre ente y ser.

LA REFLEXIÓN: tiene como objeto el ser.

1.- identidad

FUNDAMENTACIÓN METAFÍSICA LOS PRIMEROS PRINCIPIOS SON: 2.- contradicción

DEL CONOMIENTO 3.- excluido

4.- razón
suficiente

1.- experimental
EXISTEN 3 TIPOS DE EXTRUCTURA
COGNOSITIVA 2.- entender

3.- juzgar
adquisición de conocimientos
Situación contextual y

 En conocimiento es en gran medida, el resultado de una lucha contra los motivos que nos impiden
alcanzar la realidad.
 Nuestro conocimiento está sujeto a factores, límites y obstáculos.
 En la obtención de conocimientos entran en juego los sentidos, La imaginación, la memoria y el
entendimiento.
 La sociedad a la que pertenecemos, y que se ubica en un lugar determinado, también influye en la forma
en que vemos la realidad.

 Se clasifican en el cotidiano y el racional


 El conocimiento racional se adquiere mediante la experiencia cotidiana
 Conocimiento racional utiliza la razón como instrumento de la apertura al mundo.
 Conocimiento empírico- técnico saber práctico que se usa a partir de la experiencia.
 Conocimiento científico se obtiene mediante procesos metódicos, rigurosos e implica razonar lógicamente.

EL ESTUDIO E INVESTIGACIÓN SISTEMÁTICA DEL CONOCIMIENTO


 La teoría del conocimiento es la disciplina filosófica que estudia e investiga el contenido del pensamiento.
Tipos de conocimientos
 Esta disciplina, pretende averiguar el alcance del poder cognoscitivo de la inteligencia, que estudia la
posibilidad, el origen y la esencia del conocimiento.
 La psicología estudia el conocimiento en su aspecto genético en los orígenes materiales del acto cognoscitivo,
Estudia como praxis, como actuación vital del hombre.
 La lógica –otra disciplina filosófica –estudia el conocimiento en cuanto sus expresiones y su concatenación.

UTILIDADAD DEL ESTUDIO DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

 No serán prisioneras de una filosofía incoherente y adoptada inconscientemente.


 Los científicos con mentalidad filosofía que construyeron la ciencia moderna.
 Permitirá saber qué hay que corregir cuando la teoría no concuerda satisfactoriamente con los hechos.

El problema de origen del conocimiento

Es la averiguación de fuentes donde derivan nuestros conocimientos, de las vías por las que obtenemos el conocimiento cierto de verdad.

La situación de este origen tiene como propuestas del empirismo, el racionalismo y el intelectualismo.

El empirismo

El empirismo sostiene la tesis de que la experiencia es la única fuente del conocimiento humano

Para el empirismo no hay conocimiento a priori, es decir no existe en el hombre ideas innatas a toda experiencia

El defecto esencial del empirismo es privar al hombre de la inteligencia y la razón, limitando todo conocimiento a los objetos concretos que
nos da experiencia.

El Racionalismo

Esta teoría postula que los sentidos nos engañan, que ni podemos fiarnos de ellos, motivo por el que únicamente serán válidos los
conocimientos que partan del intelecto, que se derivan del uso de la razón. La afirmación esencial de esta doctrina que es la experiencia,
particular y contingente por su propia naturaleza, nunca podrá darnos juicios que hocen de la necesidad lógica y validez universal, como
nos la proporcionan las ideas racionales. Sócrates, Platón, Descartes, Spinoza, Leibniz, Kant, y Hegel son representantes de esta postura.
Los nacionalistas consideran que el pensamiento y la razón somos predominantes y anteriores de la experiencia. Sostiene que un
conocimiento solo existirá verdaderamente cuando sea universal y necesario, es decir cuando el juicio formulado por la razón reconozca
que tiene que ser así y no de otra manera, valido siempre y en todas partes.

Los partidarios de esta escuela señalan que el camino de la experiencia solo conduce al error, que no puede explicar el conocimiento
intelectual, y en especial el conocimiento científico, y no se ve más allá de los datos de la sensibilidad. Descartes y Leibinz, entre otros
racionalistas, afirman que tenemos ideas innatas que no proceden de la experiencia.

Según Kant, a quien refiere Einstein, todo lo que el conocimiento sea y origen empírico nunca es seguro. (168)

Para que el conocimiento sea científico, propugnan dos racionalistas, debe desarrollarse a priori, partir de ideas claras y deducir las
verdades por orden, al modo de los teoremas de la geometría. Puntualizan que en las matemáticas, prototipo de ciencia para los
racionalistas por ser rigurosas y progresivas, el pensamiento reina con exclusividad, y la experiencia no desempeña ningún papel.

Descartes propone que el método de la ciencia matemática, única ciencia satisfactoria para el espíritu humano según su opinión, debe
aplicarse para obtener cualquier conocimiento. Esta propuesta de Descartes tiene defecto de no considerar las implicaciones ontológicas de
los métodos, con lo que cae en una visión unilateral del mundo y de la realidad.

El intelectualismo o realismo

Esta escuela sostiene que el conocimiento humano resulta, conjuntamente, de la experiencia y de la razón. Coincide con el racionalismo de
la existencia de juicios que presentan las notas de necesidad y de universalidad. Sin embargo, no reconoce que los conceptos sean
productos a priori de la razón; afirma que tiene como fundamento la experiencia.

Establece la diferencia entre representaciones sensibles y conceptos; reconoce que estos últimos se originan en las representaciones, pero
que difieren sustancialmente de ellas.

Para el intelectualismo o realismo, el conocimiento es resultado de la unión activa que se da entre el conocimiento sensible y el
conocimiento intelectual. Representantes de esta postura son, entre otros, Aristóteles y Santo Tomas de Aquino.

El problema de la esencia del conocimiento

Este problema se refiere a la realidad de nuestros conocimientos, a la realidad de la existencia del mundo, que es distinta de la
representación y del conocimiento que de él tenemos. Trata de resolver si nuestros pensamientos corresponden a algo o en realidad, o si
bien, por lo contrario, se trata de una ficción, de ideas que nosotros elaboramos. Las principales escuelas que estudian este problema son el
idealismo y el realismo.

IDEALISMO

Idealismo sostiene la teoría de que no existen cosas reales con independencia de la conciencia del que las conoce.

Los idealistas argumentan que, si pensar es el fundamento del ser, quiere decir que el mundo entero es que percibimos es sólo un reflejo de
nosotros mismos.

El idealismo subjetivo postula la existencia de las cosas depende de la percepción que tengamos de ellas.

El idealismo de Kant es un fenomenismo según el cual el espacio y el tiempo no son propiedades reales de las cosas, si no productos de
nuestra conciencia.

El argumento de los idealistas es el principio de la inmanencia.

El inmanentismo que desarrollan la idealista cae en un antropocentrismo por situar al hombre como fundamento original de todo cuanto
existe.
REALISMO

Sostiene que en el espíritu humano puede conocer al ser ''en si'' y que la verdad consiste precisamente en la conformidad o identidad del
juicio con la realidad.

Para el realismo los objetos son entes reales independientes del sujeto, que este no los crea ni los altera.

El realismo acepta las limitaciones y los alcances de la inteligencia humana.

Juzgar la duda universal como la muerte de la inteligencia, ya que lleva a la inacción.

El realismo es una solución metafísica según la cual existen cosas reales en sí mismas, fuera de la conciencia. Dentro de esta postura se
encuentra el realismo ingenuo que no realiza ninguna reflexión sobre si es posible o no el conocimiento e identifica lo percibido con el
objeto sin ver la diferencia, atribuyéndoles todos los contenidos de la percepción. Por lo tanto, las cosas son tal cual las percibimos con
todas sus propiedades objetivas.

EL PROBLEMA DE LAS FORMAS DEL CONOCIMIENTO

Existen:

Forma mediata (conocimiento discursivo):

Se adquiere mediante la razón, se establece relaciones entre juicios, y se los compara con el fin de sacar conclusiones.

Forma inmediata (intuitiva)

Se toma en consideración el sentimiento, el pensamiento, y voluntad como las bases del conocimiento intuitivo situados en algún lugar de
la psiquis del hombre.

PREGUNTAS

1. ¿Qué entiende el empirismo?


El empirismo sostiene la tesis de que la experiencia es la única fuente del conocimiento humano

2 ¿Que argumentan los idealistas?

Sostienen que el mundo fuera de la propia mente no es cognoscible por sí mismo; por lo tanto, no es verdaderamente “real”. Para los
filósofos idealistas, toda realidad exterior no es más que el producto de una idea que proviene de la mente del hombre, o incluso de un ser
sobrenatural.

3 ¿De un criterio acerca del realismo e idealismo?

Idealismo: Se reconoce por aseverar la importancia de las ideas y, en algunos casos, incluso su independiente existencia de las cosas y los
objetos del mundo.

Realismo: Sostiene con argumentos la existencia de un mundo real independiente del pensamiento y de la experiencia, pero no afirma que
percibamos el mundo tal como es en realidad.

4. ¿Cuáles son las formas del conocimiento?

Forma mediata (conocimiento discursivo)

Forma inmediata (intuitiva)

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