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El acceso, por parte de un hacker, a las cookies (ficheros de texto que se guardan en el ordenador del
usuario a petición del servidor de la página que se está visitando). La información que contienen las
cookies puede incluir datos tales como nombres de usuario y passwords, preferencias a la hora de
navegar, etc.
Aunque la mayoría de los programas y softwares que usamos son seguros, algunos de estos están
diseñados para robar información del sistema y para después ser enviada a un usuario malicioso.
El phishing, que consiste en hacer creer al usuario que está visitando una página fiable cuando, en
realidad, se trata de una diseñada por un atacante con fines maliciosos.
Virus que pueden entrar en el sistema mientras se visitan páginas web. Normalmente suelen aprovechar
vulnerabilidades que les permiten instalarse en los equipos de forma oculta para el usuario, se encuentran
diseñados para robar información confidencial de los sistemas a los que afectan.
Riesgos de
información.
Riesgos de comunicación.
Bloqueo del buzón de correo. El adjuntar grandes archivos a los correos sin pedir previamente
autorización al receptor del mensaje puede bloquear temporalmente su buzón de correo.
Recepción de "mensajes basura"
Ante la carencia de una legislación adecuada, por e-mail se reciben muchos mensajes de
propaganda no deseada (spam) o con virus.
Acciones ilegales. Difundir determinadas opiniones o contenidos, insultar o amenazar a través
de Internet... puede acarrear responsabilidades judiciales.
Pérdida de intimidad. En ocasiones, hasta de manera inconsciente al participar en los foros, se
puede proporcionar información a gente desconocida.
Malas compañías. en los chats, se puede entrar en contacto con personas que utilizan
identidades falsas con oscuras intenciones
Riesgos de economía. Riesgos de tecnología.
El uso de internet también puede causar adicción, pudiendo considerar que una persona la
padece cuando ésta es incapaz de controlar el tiempo que está conectado. Además de que
Internet puede ser usado para potenciar otras adicciones como juego, compras compulsivas,
pornografía, etc.
Recomendaciones.
A la hora de realizar transacciones en Internet es conveniente comprobar que el proceso se realiza en un servidor seguro,
prestando atención a varios detalles, como que la dirección que aparece en el navegador comienza por https://.
Además, en la parte inferior del navegador figura un icono que representa un candado o una llave. En el caso de que el
candado esté cerrado, o la llave no se encuentre partida por la mitad, sabremos que ese servidor es seguro.
Desactivar el uso de cookies desde la barra de herramientas del navegador que estemos utilizando. Como algunos sitios
web exigen el uso de cookies, siempre pueden activarse momentáneamente.
Para evitar el phishing lo más adecuado es verificar que la página que se visita es auténtica. Para ello, puede comprobarse
en el navegador la URL del sitio en el que nos encontramos, copiándola y pegándola en la barra de direcciones.
Identificar y vigilar los Applets Java y JavaScripts que se encuentran en el sistema para evitar sorpresas desagradables.
Instalar un antivirus de reconocido prestigio, que se actualice al menos una vez al día, para evitar la entrada de cualquier
tipo de código malicioso en el sistema mientras navegamos en Internet.