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Análisis de la película "El Club de los Poetas Muertos"

octubre 20, 2017

EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS

Introducción

El presente trabajo es un análisis de la Película “El club de los poetas muertos” dado en el módulo
Pedagogía de la Educación Superior Basada en Competencias por el Lic. Carlos Franz Limachi
Lazarte. La película brindó la oportunidad de conocer el modelo educativo empleado en la
tradicional y estricta Academia Welton de los Estados Unidos durante la década de los 60.

El análisis de la película “El club de los poetas muertos” se centrará en la comparación de los dos
modelos educativos que se confrontan en la Academia Welton al incluir en el equipo a un nuevo
profesor de literatura llamado Sr. Keating, interpretado por el actor Robin Williams. Estos dos
modelos educativos se interpretarán bajo la óptica de las teorías de aprendizaje y se analizarán sus
diferencias y resultados.

Resumen

La película “La sociedad de los poetas muertos” explora el conflicto creado entre realismo y
romanticismo en los alumnos de un internado masculino. La Academia Welton es fundada bajo los
valores de tradición y excelencia y se basa en una educación estricta e inflexible. Con la
inauguración del nuevo semestre, cientos de padres dejan a sus hijos en las disciplinadas manos
del personal que Welton con la esperanza de cosechar prestigiosos doctores y abogados en el
futuro. En ese momento, se comunica la llegada de un nuevo profesor de literatura al centro, el
cual también fue alumno de la escuela, y con una intención ferviente de abrir un mundo
desconocido a sus estudiantes.

La historia se observa predominantemente a través de los ojos de Todd Anderson, un novato de


Welton, y su compañero de habitación Neil Perry. Todd es tremendamente tímido y teme que
cualquier cosa que diga pueda ser insignificante o sin sentido. Esto le perturba especialmente por
la presión social derivada de ser el hermano menor de un antiguo alumno de la academia con
resultados sobresalientes. Neil, por el contrario, es brillante y lleno de ambición, lo que
desafortunadamente se ve eclipsado por un padre autoritario y controlador. El Sr. Perry dictamina
cada pequeño detalle de la vida de su hijo, incluyendo sus actividades extraescolares o planes
futuros.

El nuevo profesor de literatura John Keating comienza sus clases con la lección de vida de que
todos moriremos algún día, explicando a sus alumnos que la vida es breve y que deberíamos
exprimirla a cada momento para que valga la pena, pensamiento condensado en la frase “carpe
diem”. Continúa sus clases animando a los alumnos a arrancar las páginas del libro donde se
describe un modo científico de determinar la grandeza de la poesía. Les enseña los trabajos de los
poetas románticos como Thoreau y Lord Byron y propone ejercicios al aire libre para advertirles de
los peligros de la conformidad y el poder de los deportes como medio en que los seres humanos
llevamos nuestras capacidades al límite.

En medio de todas estas excentricidades, los estudiantes, intrigados por el nuevo profesor,
descubren que éste fue miembro de “La sociedad de los poetas muertos”. Cuando le preguntan
sobre ello, Keating describe los momentos gloriosos pasados en esa sociedad creada para
fomentar la creatividad y nutrirse de la poesía. Los alumnos deciden escabullirse del campus y
formar su propia versión de “La sociedad de los poetas muertos”. En estas reuniones secretas, los
alumnos desarrollan su lado romántico y desinhibido fuera de los muros de la opresora Academia
Welton.

Neil, alimentado por esta ola de romanticismo, se da cuenta que su real pasión en la vida es actuar
y consigue el papel de Puck de la obra “El sueño de una noche de verano” en el teatro local del
pueblo. A partir de ese momento, Neil se deja llevar de lleno por sus emociones y participa en la
obra activamente a pesar de tener que mentir a Mr. Keating para poder acudir a los ensayos y de
no tener el consentimiento de su padre. El padre de Neil acaba descubriendo las intenciones de su
hijo y le advierte que si no deja la obra tendrá graves consecuencias, pero Neil sigue ciego por sus
deseos de experimentar la vida al máximo y de perseguir sus sueños y decide actuar el día que la
obra se presenta al público. Ese mismo día el Sr. Perry borra a Neil de la escuela Welton como
castigo y lo matricula en una escuela militar donde estará internado hasta el día que vaya a la
facultad de medicina. A consecuencia de esta decisión, Neil se levanta en medio de la noche,
empuña un arma del despacho de su padre y se quita la vida.

Este episodio hace que los muros de la Academia Welton de tambaleen y se vuelva incluso más
estricta, ejerciendo mayor presión sobre los Poetas Muertos. Los padres de Neil demandan una
investigación exhaustiva y la administración de Welton relaciona “la sociedad se los poetas
muertos” con la muerte del muchacho, por lo que sitúan al Sr. Keating en el ojo del huracán. Cada
miembro de la sociedad es llamado a declarar para firmar una confesión conjunta conforme el Sr.
Keating es el causante del suicidio de Neil. A pesar de que algunos de los miembros firman la
confesión, los alumnos más afines al Sr. Keating se niegan a hacerlo, pero el profesor es despedido
de todos modos.

Como escena final, mostrando al espectador el balance entre las dos vertientes de pensamiento,
Todd se sube a la mesa en un arranque de justicia cuando el Sr. Keating está recogiendo sus cosas
para marcharse y grita “O Capitán, mi capitán” enfrente de todos sus compañeros y del director
del centro. Muchos de sus compañeros, que saben que antes se estaban perdiendo algo en la vida
y que gracias al Sr. Keating lo habían descubierto, le siguen y muestran su apoyo al profesor, el
cual les había cambiado para siempre.

Análisis
En relación con los contenidos del módulo de Pedagogía de la Educación Superior Basada en
Competencias, esta película sirve para ilustrar claramente el contraste entre dos tipos opuestos de
modelos educativos. Uno, el ofrecido por la Academia Welton influenciado por la teoría
conductista del aprendizaje y dos, el modelo educativo alternativo del Sr. Keating que adopta una
perspectiva constructivista a la hora de transmitir sus contenidos.

El personal de la Academia Welton pretende educar a sus alumnos mediante la disciplina. Los
alumnos que cumplan con los objetivos del centro serán recompensados con buenas notas y el
reconocimiento de los docentes, mientras que aquellos que se salgan de la norma recibirán
castigos severos y una mala calificación. Este tipo de educación está basada en la teoría de
aprendizaje conductivista, donde los receptores de información aprenden en base a estímulos
positivos y negativos en función de su comportamiento. Además, los profesores refuerzan el
aprendizaje de los alumnos a través de la repetición e incluso recurren a la violencia física para
asegurarse que los muchachos cumplen con las normas.

Por el contrario, el modelo educativo adoptado por el Sr. Keating es completamente


constructivista. Los alumnos son los que construyen su propia visión del mundo a través de sus
experiencias personales al participar en los ejercicios planteados por el profesor. El docente trata a
cada alumno de manera diferente porque sabe que cada persona forma su conocimiento en base
a sus propias experiencias y percepciones. El aprendizaje es un proceso activo y colaborativo entre
todos los estudiantes de la clase. Los estudiantes no reciben pasivamente la información, sino que
activamente construyen sus ideas gracias al docente, que desafía los valores y conceptos
previamente establecidos.

Como reflexión final cabe destacar que la película evidencia que el el modelo de conductista de la
Academia Welton, a pesar conseguir llevar a alumnos brillantes a las mejores universidades,
fallaba en fomentar en los muchachos el espíritu crítico o la creatividad. Los alumnos obedecían
las normas impuestas por el centro, pero no pensaban por ellos mismos ni tomaban la iniciativa
para cambiar o influir en el mundo que les rodeaba. Por el contrario, aquellos estudiantes que
conectaron con la forma de enseñar del Sr. Keating, descubrieron sus pasiones y verdaderas
inquietudes llegando incluso a desafiar la filosofía del centro para perseguir sus sueños. El primer
modelo toma a los alumnos como robots, esperando que los estudiantes adopten una respuesta
en relación a un determinado estímulo. El constructivismo por el contrario no conceptualiza a los
seres humanos como máquinas, sino que les coloca en una posición central, donde se tiene en
cuenta la complejidad y singularidad de los procesos mentales.

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