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“DESEMPLEO”

¿Qué es el desempleo?

Desempleo o paro significa falta de empleo. Se trata de un desajuste en el


mercado laboral, donde la oferta de trabajo (por parte de los trabajadores) es
superior a la demanda de trabajo (por parte de las empresas).

Cuando existen más personas dispuestas a ofrecer su trabajo a las empresas que
puestos de trabajo disponibles se produce una situación de desempleo. Cuando
existe gente que no tiene empleo se conoce como desempleo o paro.

Tener una tasa de desempleo alta supone un grave problema para un país pues
afecta directamente al crecimiento económico, además del problema para las
personas que se encuentran en situación de desempleo. Así, los efectos del
desempleo, por un lado, pueden ser económicos como disminución de la
producción real, disminución de la demanda y aumento del déficit público. Pero
también puede causar efectos sociales como efectos psicológicos o efectos
discriminatorios.

¿Quiénes son desempleados?


Desempleo, desocupación, cesantía o paro, en el mercado de trabajo, hace
referencia a la situación del ciudadano que carece de empleo y, por lo tanto,
de salario. Por extensión es la parte de la población que estando en edad,
condiciones y disposición de trabajar —población activa— carece de un puesto
de trabajo.[1]
Para referirse al número de parados de la población se utiliza la tasa de
desempleo por país u otro territorio. La situación contraria al desempleo es
el pleno empleo.
Además de la población activa, en la que se incluye tanto a los que están
trabajando como al conjunto de los parados o desempleados de un país, las
sociedades cuentan con una población inactiva compuesta por aquellos
miembros de la población que no están en disposición de trabajar, sea por
estudios, edad —niños y población anciana o jubilada—, enfermedad o cualquier
otra causa legalmente establecida.
Para que exista el desempleo se necesita que la persona desempleada desee
trabajar y que acepte los salarios actuales que se están pagando en un momento
dado. Las causas de esta situación son múltiples, produciendo como
consecuencia distintos tipos de desempleo (cíclico, estructural, friccional y
monetario). Además existe el desempleo tecnológico que se origina cuando hay
cambios en los procesos productivos que hacen que las habilidades de los
trabajadores no sean útiles.[2]
Si bien el desempleo suele ser considerado un flagelo, en ocasiones se lo utiliza
como una herramienta de política pública, orientada a dinamizar la economía, por
medio de la competencia entre los trabajadores desocupados.

Tipos de desempleo
Podemos diferenciar diferentes tipos de desempleo que vienen a explicar también
las causas.

 Desempleo estacional: Es el originado por cambios en la demanda de


trabajo por parte de las empresas debido a la estación del año, a la
temporalidad o a otros factores estacionales. Como ocurre, por ejemplo, en el
sector turístico en España, que en temporada alta (verano, semana santa y
navidades) absorbe nuevos trabajadores y una vez la actividad del negocio
vuelve a su ritmo habitual van de nuevo al paro.
 Desempleo friccional: Es voluntario. Personas que pudiendo trabajar
deciden tomarse un tiempo para formarse, descansar o buscar el empleo que
mejor se ajusta a sus cualificaciones y gustos. Es independiente al propio
funcionamiento del mercado de trabajo.
 Desempleo estructural: Se debe a desajustes entre la cualificación o la
localización de la fuerza de trabajo y la cualificación requerida por el
empleador. Programas de formación y reciclaje o de adaptación a las nuevas
tecnologías, son algunas de las medidas que se llevan a cabo para reducir
este tipo de desempleo.
 Desempleo cíclico: Tiene lugar cuando los trabajadores, y en general los
restantes factores productivos, quedan ociosos debido al momento del ciclo
que se está atravesando, en el que la actividad económica no es suficiente
para emplear los factores productivos.
 Desempleo encubierto: Ocurre cuando existen personas que tienen un
puesto de trabajo pero su capacidad productiva está siendo infrautilizada.

Algunas causas del desempleo


 Los desajustes entre la demanda y la oferta de trabajo. A veces, las empresas
buscan trabajadores con una determinada cualificación y no los encuentran; al
mismo tiempo, hay trabajadores con otras cualificaciones profesionales que el
mercado ya no demanda. Se da así un exceso de oferta de determinadas
profesiones y escasez de otras.
 El mal reparto del empleo. Hay personas pluriempleadas o que sistemáticamente
hacen horas extras, impidiendo que otras accedan al mercado de trabajo
Oferta y demanda en el mercado laboral

Partiendo de una situación inicial, en donde todo el trabajo demandado por las
empresas es absorbido por la oferta de la población activa. Este mercado en
equilibrio se rompe cuando, por ejemplo, se produce una recesión económica en
un país (véase el concepto de oferta, el concepto de demanda y la ley de oferta y
demanda).

Las empresas van a demandar menos cantidad de trabajo en el mercado,


momento en el que se produce el paso 1º en la gráfica, desplazándose la
demanda de trabajo hacia la izquierda. Rápidamente, la oferta de trabajo tiene que
desplazarse en el 2º paso, para que el mercado laboral se ajuste de nuevo,
también hacia la izquierda.

El resultado final, es una menor cantidad de trabajo en la economía. Este


movimiento de oferta y demanda en muchas ocasiones puede ser tan drástico que
empuje a los salarios a la baja, aunque en este ejemplo se han mantenido igual.

Como comentábamos, ante una situación de recesión económica, habrá menos


demanda de trabajo por parte de las empresas, que puede incluso desplazar los
salarios a la baja. Lo que hará que los ciudadanos consuman menos bienes y
servicios, esto afectará a las empresas vendiendo menos y se obligarán a bajar
los precios y estrechar los márgenes. Este círculo vicioso de precios a la baja se
denomina espiral deflacionista y ocurre cuando hay deflación.

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