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La guerra Irán-Irak -conocida en Irán como la Guerra Impuesta -, fue un conflicto bélico

surgido entre Irán e Irak, que comenzó el 22 de septiembre de 1980 y duró hasta el 20 de
agosto de 1988, finalizando éste sin un claro vencedor. Sus orígenes se encuentran en la
larga animosidad árabe-persa y en las rivalidades regionales; en concreto, Irak quería
invertir la delimitación de fronteras entre los dos estados, establecida en los Acuerdos de
Argel (1975), para conseguir la anexión de la región de Shatt al-Arab.
Desde el comienzo y durante todo el tiempo de duración del conflicto, Irak siempre estuvo
en una clara desventaja demográfica frente a su rival, pues cabe recordar que, para
cuando empezó la guerra en el año 1980, Irak tenía una población en ese entonces de 13
millones de habitantes, en cambio Irán poseía ya una población de alrededor de 38
millones de habitantes (el triple que Irak). Cuando la guerra finalizó, los costos en vidas
humanas, así como los daños a los aparatos económicos de ambas naciones, fueron
sumamente graves, lo que redundó en cifras de desempleo de hasta dos dígitos -con un
millón de soldados iraquíes e iraníes y civiles de ambos bandos muertos, así como a
muchos hombres laboralmente activos con alguna discapacidad. Al final el conflicto se
resolvería solamente debido a la enorme presión internacional, sin reparaciones ni
cambios en las asignaciones fronterizas que habrían sido su causa.
Este conflicto bélico, suele ser comparado y similar con la Primera Guerra Mundial (1914-
1918) (70 años antes), esto debido por el uso de las mismas tácticas, incluyendo el fuego
de trinchera a gran escala, nidos de ametralladoras, cargas de bayoneta, uso de alambre
de púas atravesando trincheras, oleadas de ataques atravesando las tierras sin invadir y el
uso extensivo de armas químicas como el gas mostaza y el gas sarín por parte del
gobierno iraquí contra las tropas iraníes y civiles como los kurdos. Cabe recordar, que el
líder iraquí Saddam Hussein empezó a utilizar armas químicas con el objetivo de reducir o
compensar la gran desventaja poblacional que tenía su país y su ejército frente a las
numerosas tropas de Irán.

CAUSAS
Ya en 1971, Irak había roto relaciones diplomáticas con Irán, debido a conflictos
territoriales. Además, Irak estaba preocupado por la propaganda religiosa dirigida desde la
nueva República Islámica de Irán, contra el régimen baazista laico de Bagdad, y
especialmente temía perder la lealtad de los ciudadanos chiíes.
Sin embargo, la principal razón de la guerra fue la creencia del presidente de Irak, Saddam
Hussein, de que la potencia militar de Irán se había debilitado en gran medida por
la Revolución iraní de 1979, que derrocó al Sha Mohammad Reza Pahlevi, y que el apoyo
que conseguiría por parte de Occidente le permitiría obtener una fácil victoria,
reconquistando Shatt al-Arab y la provincia iraní de Juzestán para Irak.

Guerra de trincheras
Entre 1982 y 1987 las fuerzas iraníes organizaron la ofensiva a lo largo de la frontera,
fundamentalmente en el sur, donde el principal objetivo era la conquista de Al Ba'ra a la
vez que cortar la carretera que une Bagdad con Basora. Los ataques iraníes sobre las
posiciones atrincheradas iraquíes recordaron las tácticas de desgaste de la I Guerra
Mundial. Irán comenzó a usar numerosa infantería pobremente armada. En este tipo de
guerra tenía ventaja sobre su enemigo, pues entonces Irán tenía 38 millones de habitantes
e Irak 13 millones. Los iraquíes compensaron su inferioridad numérica con el uso de armas
químicas.
Se han relatado algunos casos en los que los infantes eran enviados al frente sin arma
alguna, usando la táctica de desbordamiento. En otros casos se mandó a jóvenes y niños
iraníes en masa y sin armas sobre los campos minados, para que detonaran los explosivos
y dejaran los caminos limpios para el paso de los tanques; a los chicos se les daba llaves
de plásticohechas en Taiwán, pues se les consideraba como las llaves del Paraíso.
Entre 1983 y 1988, años de constantes ofensivas iraníes contra Basora, murieron 60 mil
personas. Los años más decisivos fueron 1985 y 1986.
Con la ayuda de grandes donaciones y préstamos de los estados árabes de la región del
golfo Pérsico (sobre todo Arabia Saudita), y el suministro de armamento (entre otros, de
la Unión Soviética, Estados Unidos y Francia), Irak resistió en tierra, mientras su fuerza
aérea atacaba ciudades iraníes e instalaciones petrolíferas en el golfo Pérsico.
Irán tomó represalias contra los estados que apoyaban a Irak, mientras Saddam Hussein
buscaba implicar a otros países en el conflicto. En 1987, Estados Unidos y otras potencias
asumieron la responsabilidad de proteger el tránsito de buques petroleros en el golfo
Pérsico.
Irak recibió apoyo técnico y armas de Estados Unidos. Sus armas químicas fueron
producidas con materiales de doble uso otorgados por Estados Unidos y algunas
compañías alemanas.17 Se calcula que 50 000 soldados iraníes murieron a lo largo del
conflicto debido a armas químicas.

Posterior al conflicto
La Guerra Irán-Irak fue extremadamente costosa en vidas y en material, una de las
guerras más mortíferas desde la Segunda Guerra Mundial. Ambos países fueron
devastados por el efecto bélico. Se estima que el costo de Irán fue de 1 millón de bajas
entre muertos y heridos y los iraníes continúan sufriendo y muriendo a consecuencia del
uso de armas químicas. Las bajas iraquíes se estiman en 250,000-500,000 muertos o
heridos. Cientos de civiles murieron en ambos lados en ataques aéreos y de misiles
balísticos.
Las pérdidas financieras también fueron enormes y con el tiempo excedieron los 600 mil
millones de dólares para cada país (1,2 billones en total). Pero tras la guerra el coste
bélico era muy profundo y grande de lo que lo que sugerían las estimaciones después de
la guerra; el desarrollo económico fue pospuesto y las exportaciones de petróleo se
interrumpieron. Esas pérdidas económicas fueron de una naturaleza muy seria para Irak
que tuvo que incurrir a débitos durante la conflagración comparados con los realmente
pequeños débitos de Irán, como este país lo usó de forma sangrienta, pero
económicamente con tácticas baratas durante la guerra, en un efecto de sustituir las vidas
de los soldados por los fondos financieros durante su defensa. Después de la guerra Irak
acusó a Kuwait de ampliar la producción de petróleo para invadir dicho emirato.
Algunos prisioneros de ambos bandos no fueron liberados hasta más de 10 años después
del fin de la contienda. Las ciudades de ambos países también sufrieron daños
considerables. La Revolución Islámica de Irán se radicalizó y el diario del gobierno iraní
Etelaat escribió: “Ninguna escuela singular o ciudad está excluida de la felicidad de la
“santa defensa” de la nación, para probar el exquisito elixir del martirio o de la muerte de
los mártires que murieron para vivir eternamente en el paraíso.” Etelaat 4 de abril de 1983.

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