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PARA COMPRENDER
EL ESTRUCTURALISMO
2
PARA COMPRENDER
EL ESTRUCTURALISMO
EDITORIAL GALERNA
4
IMPRESO EN LA ARGENTINA.
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723,
© 1969, EDITORIAL GALERNA
Sociedad de Responsabilidad Limitada,
Calle Boulogne Sur Mer 580, Buenos Aires, Argentina.
5
Prólogo
Esta noble y estoica aceptación de uno de los representantes más calificados del
estructuralismo, resuelve con éxito la prueba de la "moda" y de lo "démodé" situando al
estructuralismo como un momento que habrá sido necesario en la progresión de las ciencias
humanas.
Este libro surge de un proyecto restringido, deliberadamente limitado: comprender y
traducir en términos claros, accesibles a los no-iniciados, las principales reglas del análisis
estructural y sus principales campos de aplicación.
De ningún modo este proyecto pretende instaurar ese "sistema superior" que, según
Roland Barthes, explicará el estructuralismo. Quiere hacer obra de iniciación, ni más ni
menos. De "vulgarización" si se quiere. Si en las ciencias físicas y "naturales" fue posible
hacerlo sin que las hipótesis, las pruebas y los resultados hayan sufrido notables
deformaciones o excesivas simplificaciones, ¿por qué no sería posible en las ciencias
humanas?
¿El estructuralismo todavía está de moda? "Lo exasperante de la moda es que al criticarla
también se cae en ella. Por otra parte esto permite reconocerla: está de moda aquello de lo
que hay que hablar, sin que importe si es a favor o en contra. Así por la etiqueta se aprecia
la mercancía, y se busca el estructuralismo donde se lo afirma sin que se encuentre
forzosamente allí, mientras se lo desconoce donde en realidad se lo practica, pero sin
proclamarlo ruidosamente. En otras palabras, no se reduce al entusiasmo que suscita y, sobre
todo, es preciso desembarazarlo de las falsas interpretaciones que éste favorece"3.
zación normal.
"Teoría lingüística que considera la lengua como un conjunto estructurado en el que las
relaciones definen los términos".
las realidades sociales y económicas de una región (las "infraestructuras"). Del mismo modo, todo
ordenamiento real que resulta de fenómenos "naturales", por ejemplo la cristalización de ciertos
minerales, las solidaridades biológicas, etc.
"Structural”: Con este término calificamos todo ordenamiento que en los lenguajes y signos
humanos produce significación, por ejemplo la oposición rojo/verde en la señalización caminera. A
diferencia del structurel, lo structural no puede ser directamente descubierto ni explicado. Para
dar cuenta de él hay que utilizar varias pruebas artificiales: reemplazar por ejemplo el rojo por el
violeta, el verde por el azul, en la señal caminera, y constatar que azul/violeta no quiere decir
nada. Dicho de otro modo, para estudiar lo structural, hay que ' reconstruirlo",
En el curso de este libro se hablará de estructura en el sentido structural y de
estructuralismo en tanto esté presente el modelo lingüístico.
Las precisiones y delimitaciones que anteceden permiten comprender el plan a seguir.
I. En la primera parte hablaremos de los MODELOS, a saber, de las dos ramas esenciales
de toda ciencia de los lenguajes: La Semiología que es la ciencia de las formas
significantes.
La Semántica que es la ciencia de las cosas significadas.
II. En la segunda parte despejaremos las principales REGLAS del análisis estructural.
III. En la tercera parte estudiaremos algunas APLICACIONES en diversos campos, particular-
mente la cocina, la moda vestimentaria, cine y televisión, información y publicidad,
mitos, cuentos, relatos literarios y literatura.
Ya es posible prever que todos estos campos de aplicación forman parte de ese vasto
dominio en el que la humanidad produce signos para el hombre.
El orden que acabamos de describir y que seguiremos a lo largo de la obra es sin duda un
orden lógico: va de los "principios" a las "aplicaciones concretas". Si por temperamento algunos
lectores prefieren el camino inverso, el que va de lo concreto a lo abstracto, puede comenzar
por leer la III parte, la que concierne a las APLICACIONES.
Por otra parte, si la atención se concentra hoy en el análisis estructural, es por la
cantidad de campos a los que éste es aplicable: cocina, moda vestimentaria, cine, televisión,
publicidad, cuentos populares y relatos literarios, mitos y sistemas de parentesco, retórica y
literatura, etc.
Los manuales de gramática5, la enseñanza de lenguas extranjeras6, buscan igualmente
utilizar pedagógicamente el estructuralismo.
¿Cómo se llega a ser estructuralista? La sabrosa anécdota que nos relata Bernard Pingaud
sobre Claude Lévi-Strauss, tiene aire de apólogo:
"Un domingo se dedica a contemplar una flor de diente de león. Ninguna razón aparenté
explica la forma perfecta de ese modesto globo. Existe, y para asirlo, para verlo, sólo
puede decirse que es necesario ver al mismo tiempo Otras plantas y oponerla a aquélla.
Ese diente de león no existe —y no se hará inteligible como tal, es decir como objeto
ofrecido a los sentidos, dado en su 'mucho más'— sino por las relaciones de semejanza y
diferencia que permiten aislarlo"7.
MODELOS
5
Grammaire Larousse du Francais Contemporain, Larousse, 1964.
6
François Requédat, Les exercisses structuraux, Coll. "Le Francas dans la monde", Hachette, 1966.
7
"Comment on devient structuraliste", por Bernard Píngaud, en l'Arc, nº 26, 1965, p. 3. (Hay trad. cast: "Cómo
se llega a ser estructuralista" en "Lévi-Strauss: Estructuralismo y dialéctica", Paidós, 1968. [N. del T.]),
8
Los teóricos y los que practican el análisis estructural reconocen al lingüista Ferdinand de
Saussure como pionero e inspirador del método. Desde principio de siglo hasta la actualidad una
tradición viva se ha instaurado que tiene como germen tres cursos de lingüística general8 en la
Universidad de Ginebra (1906-1907, 1908-1909, 1910-1911) y que florece en la mayoría de las
ciencias humanas con trabajos inspirados en el modelo lingüístico. Puesto que nos referiremos con
frecuencia a los instrumentos forjados por Saussure, ahorramos una historia de sus investigaciones.
Señalemos., simplemente que para el maestro de Ginebra, la lengua es una "institución social,
mientras que el habla es un acto individual. Como institución social, la lengua es un sistema
organizado de signos que expresan ideas. La lingüística tiene por tarea estudiar las reglas de ese
sistema organizado (de la lengua y no del habla).
A diferencia de sus predecesores gramáticos que enunciaban las leyes del buen decir,
filólogos que comentaban textos, historiadores que comparaban lenguas, Saussure distingue la
"lingüística interna" de las lingüísticas externas.
"La lingüística externa puede acumular detalle sobre detalle sin sentirse oprimida en el
torniquete de un sistema. Por ejemplo, cada autor agrupará como mejor entienda los hechos
relativos a la expansión de una lengua fuera de su territorio, si se estudian los factores que han
creado una lengua literaria frente a los dialectos, siempre se podrá utilizar la simple
enumeración; si se ordenan los hechos de un modo más o menos sistemático, será únicamente por
necesidad de claridad.
Para la lingüística interna la cosa es muy distinta: (...) la lengua es un sistema qué no
conoce más que su propio orden. Una comparación con el ajedrez lo hará comprender
mejor. Aquí es relativamente fácil distinguir lo que es interno de lo que es externo: el que
haya pasado de Persia a Europa es de orden externo; interno, en cambio, todo lo que con-
cierne al sistema y sus reglas. Si reemplazo unas piezas de madera por otras de marfil, el
cambio es indiferente para el sistema; pero si disminuyo o aumento el número de las
piezas, tal cambio afecta profundamente a la "gramática" del juego"9.
Se comprende entonces que la "lingüística interna", que estudia las reglas por las que una
lengua está organizada y produce sentido, esté en los orígenes de la lingüística estructural. Para
conservar la comparación con el ajedrez, se podrá decir:
- la lingüística externa (filología) estudiará los diferentes aspectos y materiales del
ajedrez;
- la lingüística externa (histórica) estudiará la difusión del ajedrez de país en país;
- la lingüística interna (estructural) estudiará las reglas que hacen que el ajedrez se
organice de un modo diferente que el juego de damas, y también las combinaciones que
engendran necesariamente esas reglas.
Faltarían las habilidades tácticas y la manera de jugar en una partida determinada. Saussure
8
Curso elaborado mediante la confrontación de los manuscritos del maestro y las notas de algunos alumnos: Cours
de linguistique générale, publicado por Charles Bally y Albert Sechéhaye, con la colaboración de Albert Riedlinger,
Payot, 1962. (Hay trad. cast: Curso de lingüística general, Losada, 1945. [N. del T.]).
9
Cours de Linguistique générale, p. 43.
9
diría que esta última concierne al habla concreta de cada uno y que depende de la psicología. En
cuanto a las tácticas, las podemos incluir en lo que el lingüista danés Hjemslev llamará uso. Nos
encontramos en el cruce de la sociología y la lingüística estructural.
Observamos que Ferdinand de Saussure nunca habló de "estructura". Se contentó con el
término sistema para designar las reglas interiores que organizan una lengua. El término
estructura aparece en lingüística en el primer "Congreso de filólogos eslavos" (Praga, 1929) en un
manifiesto anónimo cuyos principales inspiradores son los lingüistas rusos Jakobson, Karcevsky y
Trubetzkoy. La noción .de "estructura" se vincula estrechamente a la de "relación” en el interior
de un sistema.
Designa la dependencia reciproca de dos (o varios) rasgos de una lengua. Por ejemplo: la
p de padre y la m de madre están en dependencia recíproca; estas dos consonantes tienen en
común el hecho de ser "bilabiales", pero al mismo tiempo se oponen entre sí por ser una sorda
(p) y la otra nasal (m); esta relación, esta estructura permite dos significaciones distintas.
Trubetzkoy establece una distinción que será decisiva entre:
Volvemos a encontrar en semántica (2ª sección) esta oposición en el plano del significado.
Ferdinand de Saussure imaginó una ciencia general de todos los lenguajes (hablados o no
hablados), de todos los signos sociales: la semiología:
"Se puede concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida
social… la llamaremos semiología (del griego seméion, 'signo'). Nos enseñará en qué
consisten los signos y cuáles son las leyes que los rigen...”12.
10
Lalande, Vocabulaire de philosophie, III.
11
Hjemslev, citado por E. Benveniste, Problémes de Linguistique Générale, Gallimard, 1966, p. 97.
12
Las itálicas en el texto, Cours de Linguistique Générale, p. 33
10
La lingüística sería entonces una rama, una parte de esta ciencia más general de los
signos; pero debido a su elaboración más rigurosa, sería al mismo tiempo su modelo, su "patrón".
Tomaremos el término semiología en un sentido más restringido.
Semiología: ciencia de las "formas" significantes (ya sea que pertenezcan al lenguaje
hablado o a otros lenguajes tales como el gesto, la imagen, la vestimenta).
Semántica: ciencia de las "cosas" significadas (o más exactamente de las representaciones
mentales de las cosas, de las "ideas").
Esta restricción en nada disminuye la exactitud del amplio proyecto de Saussure. El
análisis estructural instaura una verdadera unidad en todas las ciencias humanas que lo aplican
por la analogía de los métodos. Esta unidad se sostiene por un “patrón" común: la lingüística.
¿Fue preciso esperar a Ferdinand de Saussure para hacer análisis estructural? Después de
haber mencionado a Panini, gramático indio (siglo IV a. C), E. Benveniste señala:
"Es necesario hacer justicia a los precursores que no eran gramáticos y cuya obra, ge-
neralmente anónima, fundamental y desconocida, subsiste tan presente en todos los ins-
tantes de nuestra vida que ya no se repara en ella: estoy hablando de los inventores de
nuestros alfabetos modernos (...) Estos alfabetos constituyen los más antiguos modelos de
análisis"13.
A. SEMIOLOGÍA
Este libro no intenta reunir todos los datos de la lingüística 14 y ni siquiera resumirlos. Nos
interesa sobre todo conocer los elementos fundamentales válidos tanto para la lingüística como
para las ciencias que en ella se inspiran. De acuerdo a Roland Barthes 15 ordenaremos estos
elementos en cinco secciones:
1. Lengua y habla.
2. Significante y significado.
3. Sistema y sintagma.
4. Denotación y connotación.
5. Lenguaje-objeto y metalenguaje.
1. LENGUA Y HABLA
13
Problèmes de Linguistique Générale, p. 24
14
Ver el importante manual de André Martínet, Éléments de linguistique générale, Armand Collin, 1964. (Hay
trad. cast: Elementos de lingüística general, Gredos, [N. del T.]).
15
"Éléments de Sémiologie" en Communications, 4, 1964. (Hay trad. cast: "Elementos de semiología" en
Cuadernos de psicología, 1, Caudex, [N. del T.]}
11
Lengua y habla no se oponen como dos aspectos irreductibles del lenguaje, sino que
mantienen relaciones de implicación mutua. Los actos de habla preceden a la lengua y la
construyen poco a poco; pero estos mismos actos de habla se alimentan de la reserva común y
obedecen a las reglas colectivas (esa reserva y esas reglas forman la lengua) de tal modo que,
desde otro punto de vista, la lengua precede al habla. De todos modos la cien cia semiológica
sólo puede ocuparse de lo que está organizado, de la lengua.
De todas maneras, entre lengua y habla se ubica un tercer elemento que no había previsto
Saussure: el uso (o mejor idiolecto). Por ejemplo, el modo de hablar propio de una provincia, el
"estilo" de un escritor, la escritura de una época, de un grupo, etc… Recordando el ejemplo del
ajedrez propuesto por Saussure, refirámonos al rugby:
Lengua = Conjunto de reglas que diferencian el rugby del hand-hall o del fútbol, y las
combinaciones que resultan de estas reglas.
Habla = Manera de jugar en un partido determinado: lenta o rápida, correcta o violenta.
Uso = Táctica y "estilo" de un equipo: preferencias por las aperturas, por el "tornillo",
etc.
16
En rigor, el juego de palabras es un juego con el código.
17
No podía conservarse el ejemplo del texto: "L’un dira: j’ai mal a la tete. L'autre: La tete me fait mal… mais
personne ne dira: le mal me fait la tete". (N. del T.)
12
2. SIGNIFICANTE Y SIGNIFICADO
La lengua es un sistema organizado de signos. Cada signo presenta un doble aspecto, uno
perceptible, audible: el significante; el otro, contenido en el precedente, inseparable de él: el
significado.
¿Por qué Saussure prefirió el término signo (con su doble aspecto de significante y
significado) al término símbolo? Porque en el caso del signo la relación entre significante y
significado es contractual; por ejemplo en la lengua francesa la palabra "bois" designa al mismo
tiempo la materia de un árbol y un grupo de árboles, mientras que en castellano se necesitan dos
palabras (“madera”= materia del árbol, "bosque" = grupo de árboles). Nada en la naturaleza
obliga a emplear "bois", "madera", "bosque", para designar esas realidades 18. A diferencia
del signo, el símbolo supone una relación natural y motivada entre el significante y el
significado; por ejemplo el agua: símbolo de pureza, de renovación, de vida. Mientras que en el
“signo” el significante y el significado se recubren exactamente (por un acuerdo arbitrario), en el
"símbolo" el significado, por su riqueza múltiple, desborda al significante: "el amor"
(significado) es más extenso que "fuego" (significante).
Otras distinciones: la señal (luz roja/luz verde) se refiere a una acción más que a una idea
y provoca un reflejo inmediato; el signo, en cambio, exige una reflexión aun cuando sea muy
breve; el índice es una huella incompleta, mientras que el signo está normalmente completo.
Todo el arte de una novela policial consiste en trabajar sobre índices que sólo se convertirán en
signos luego de una reflexión retrospectiva.
a) El significante: se sitúa en el plano de la expresión, es de orden material (sonidos,
gestos, imágenes, objetos…). En lo que concierne a los significantes del lenguaje hablado, hay
que hacer una distinción capital entre dos articulaciones:
— La primera articulación segmenta el léxico concierne a las palabras (“monemas”). Cada
palabra forma una unidad "significativa": papá, mamá, niño, hermano, hermana...
— La segunda articulación remite a la noción de alfabeto; sus unidades ("fonemas”) son
“distintivas”; tomadas aisladamente no significan nada, pero son necesarias para formar
"palabras", unidades que poseen el poder de significar19:
P/A/P/A… M/A/M/A…
Mientras que el número de las "unidades significativas" (palabras) de la primera
articulación es ilimitado, el número de las "unidades distintivas" (letras) de la segunda
articulación es limitado: entre 20 y 30. Se ve rápidamente la extraordinaria economía implicada
en una lengua.
La teoría de una doble articulación es de gran importancia para distinguir dos lenguas
que tienen un sistema organizado, un código, de los lenguajes que están desprovistos de éste. La
doble articulación está en la base del código, de la lengua. Estos lenguajes con doble
articulación merecen el nombre de lenguas. Por ejemplo:
— la lengua hablada con sus palabras y sus letras;
18
Sólo la onomatopeya tiene una relación directa, motivada con la naturaleza, aunque solo hasta cierto punto:
gritar "¡Ay !" para expresar dolor, no es universal.
19
Conviene señalar la diferencia que existe entre el alfabeto, noción que se refiere a la forma escrita con que ciertos
tipos de lenguas reproducen gráficamente los sonidos, y los sonidos en tanto que unidades fónicas (fonemas) que
componen a su vez las unidades de la segunda articulación. (N. del T.).
13
— La cocina con sus platos (bouillabaisse; brandade 20, paella) y los ingredientes de cada
plato (pescado de mar, de agua dulce, sal, pimienta…).
En cambio existen lenguajes sin código, sin sistema, 'lenguajes sin lengua" como la
fotografía y las imágenes cinematográficas. Cada imagen remite a varios significados, ya sea por
semejanza o por sugestión, pero los elementos que componen la imagen no pueden ser
sistematizados: blanco no quiere decir forzosamente "bueno" y negro no necesariamente
"malo"21 ".
b) El significado: se sitúa en el plano del contenido, Lo encontraremos en la segunda
sección de esta primera parte del libro, ya que la semántica lo estudia más especialmente.
Simplemente recordemos aquí que el significado no es "la cosa" misma, sino la representación
mental de la cosa,"la idea" 22
c) La relación de significación: Hemos dicho que el signo es el todo compuesto por el
significante y el significado. El vínculo entre estos dos elementos es la relación de
significación. ¿Cómo funciona esta relación? Saussure emplea diversas comparaciones
sugestivas:
— sea una hoja de papel: si la corto, corto al mismo tiempo el anverso (significante) y el
reverso (significado);
— sea una capa de agua y una capa de aire superpuestas: las olas en la superficie del
agua (significantes) indican diversas presiones de la capa de aire (significado).
Estas imágenes nos ayudan a comprender la relación estrecha y simultánea entre la
expresión (significante) y el contenido (significado) transcrita por Saussure:
Ste Significante
S= , es decir : Signo =
Sdo Significado
d) El valor es una noción central en análisis estructural a fin de comprender cómo está
organizada la lengua para permitir el intercambio de signos, la comunicación por significantes y
significados. Tomemos algunos ejemplos:
— sea de nuevo la hoja de papel: si escribimos las letras A, B, C, D, cada fragmento
adquirirá un valor por su posición frente a otros fragmentos: B frente a A y C…;
— sea un billete de banco de 100 pesos: su valor estará determinado por su posición
entre el billete de 50 y el de 500.
El valor de un signo está determinado por su posición. La lengua es, por así decirlo, el
sistema en el que los diferentes signos toman posición unos con respecto a otros. Roland Barthes
recurre a la imagen del cuadrante de un reloj, abanico de puntos recorrido por una aguja: el valor
20
Bouillabaisse: Sopa de pescado marsellesa; brandade: bacalao a la provenzal. (N. del T.).
21
Sobre este tema ver las decisivas reflexiones de Christian Metz: "Le cinéma; langue au langage?" en
Communications, 4, 1964
22
Saussure propone el término concepto
14
de cada punto depende de su posición con respecto a los que lo preceden y a los que lo siguen.
Cuando las agujas tocan los puntos 12 y 30, se produce un enunciado horario equivalente a la
frase "son las doce y treinta". Este enunciado es significante gracias al valor que tienen los
puntos 12 y 30, definidos por sus posiciones respecto a los otros puntos, El conjunto de los
puntos forma la reserva de significaciones, reserva a la que Barthes da el sugestivo nombre de
"memoria". La lengua es una memoria organizada23. ¿Cuál es esta organización? Lo que sigue
nos permitirá dar cuenta de ella.
3. SINTAGMA Y SISTEMA
Todo enunciado es entonces comprensible por el juego del sintagma y del sistema: el
sintagma se lee horizontalmente y el sistema verticalmente
s
i
23
Système de la Mode, Seuil, p. 189
24
La terminología de Jakobson, menos usual, es tal vez más fácil de retener: llama “contigüidad” al sintagma y
“similaridad” al paradigma.
15
SINTAGMA SISTEMA
Menú: - palmitos/fiambre/langostino/palta.
Alimento... palmitos + peceto - peceto/bife/pollo/pescado/cordero.
+ papas asadas. - papas/arvejas/cauchas/zanahorias.
Para obtener las unidades del sintagma hay que practicar la operación de segmentación;
para situar las unidades del sistema hay que instaurar la clasificación. Si segmento la frase “el
mulo transporta madera... ", se establece el significado de “mulo" por oposición a caballo, asno,
buey...
a) El sintagma. El ejemplo más corriente es ese continuo, ese encadenamiento de
palabras que se llama "frase". El sintagma, pues, está muy cerca del habla; las frases se agregan
unas a otras, el sintagma toma el aspecto de un "texto sin fin". Es necesario segmentarlo para
obtener unidades significativas.
Para hacerlo se utiliza la prueba artificial que los lingüistas llaman conmutación. Esta
prueba consiste "en introducir artificialmente un cambio en el plano de la expresión
(significantes) y en observar sí este cambio implica una modificación correlativa en el plano del
contenido (significados)" 26.
Si el cambio de un significante implica el cambio de un significado, obtenemos una
unidad significativa.
hasta ahora, cualquiera sea la forma de la frase y el orden de las palabras, el sentido sigue siendo
el mismo.
Voy a practicar tres pruebas de conmutación:
— Yo/tú/él -> yo tengo/tú tienes/él tiene
— dolor /calor/frío -> tengo dolor/tengo calor/tengo frío
— pierna/cabeza/brazo -> en la pierna/en la cabeza/en el brazo
Esta triple prueba hace surgir tres unidades significativas: yo-dolor-pierna, ya que toda
conmutación de yo (tú, él), de dolor (calor, frío), y de pierna (cabeza, brazo), implica un cambio
de sentido.
Por el contrarío, en las frases:
tengo un dolor en la pierna
en la pierna tengo un dolor
el cambio de orden no determina cambio de sentido. La conmutación no ha dado resultado, ya
que se obtienen las mismas unidades: yo-dolor-pierna.
Una vez segmentadas las unidades, será necesario establecer las reglas del
encadenamiento sintagmático. El flujo de las palabras y las frases parece deslizarse con toda
libertad, pero observando más detenidamente, esta libertad de combinación está "vigilada", está
sometida a cierta coacción. (Ya veremos que es preciso buscar las reglas de algunos "lenguajes"
como el cine en esta perspectiva.) Se pueden presentar varios tipos de relaciones sintagmáticas:
— relación de solidaridad, cuando dos unidades se implican necesariamente una a la
otra: "el general tiene un grado superior al coronel";
— relación de implicación simple, cuando una obliga a la otra (pero no recíprocamente):
"el cirujano opera al enfermo";
— relación de combinación cuando ninguna obliga a la otra: "el profesor es
'abucheado' en clase".
Agreguemos a lo anterior las relaciones que se repiten con tal frecuencia que terminan
por convertirse en "sintagmas fijos", tales como: pasado mañana, hasta luego, para que. El orden
de estas secuencias no puede alterarse.
Estas reglas de ordenamiento se estudian sobre todo en las tendencias más recientes de la
lingüística, particularmente la de Chomsky: "la gramática generativa"27. Hasta la frase en
apariencia más simple, resulta de una serie de transformaciones cuyas reglas es necesario
encontrar. De este modo se podría llegar a prever las transformaciones ulteriores de frases que
aún no han sido pronunciadas.
Por ejemplo, la frase: "Pedro cree que Pablo está enfermo" resulta de la transformación
de otras dos: "Pedro cree algo", y "Pablo está enfermo".
Estas tendencias actuales de la lingüística logran entonces encontrar reglas hasta en la
dinámica de la frase hablada. Cuando dos hombres se hablan deben estar en condiciones de
comprender las nuevas frases que crean e incluso detectar las frases mal construidas. Se
comprenden, porque los dos obedecen a las mismas reglas que guían el dinamismo de las frases.
(Esta es la razón por la cual en nuestras comparaciones con el ajedrez y el rugby hemos
vinculado las reglas y las combinaciones engendradas por esas reglas.)
27
"La grammaire générative", en Langages, diciembre 1966
17
lengua, pero el uso tiende frecuentemente a marcar un término más que otro, sobre
todo en francés32, donde el masculino y el neutro se superponen: doctora está "marcado",
mientras que doctor es "no marcado"; diácono es "no marcado", mientras que diaconisa
está "marcado".
7) Oposiciones constantes: yo trabajo/nosotros trabajamos 33
8) Oposiciones suprimibles: II travaille/ils travaillent; tienen la misma pronunciación 34.
Un tema permanece aún muy discutido entre los lingüistas: ¿Todas estas oposiciones
pueden reducirse a dos términos, o son series más amplias? Mientras Jakobson se inclina por el
sistema binario, Martinet, continuando a Saussure, es partidario del sistema serial, por ejemplo:
los colores del arco iris. Es de destacar que, sin embargo, las técnicas de la comunicación (el
alfabeto morse) y la programación de los ordenadores se inclinan por el sistema binario.
Hasta ahora hemos clasificado las oposiciones pertinentes, es decir, las que producen
significación: la oposición entre las consonantes p y m (padre/madre) es pertinente. No hemos
destacado las oposiciones que normalmente no tienen ninguna incidencia sobre la significación
(no-pertinentes); por ejemplo: la distinta pronunciación de la misma palabra (alargamiento
vocálico) por un cordobés y un porteño 35
Sin embargo, en ciertas circunstancias, estas oposiciones no-pertinentes se vuelven
importantes: en teatro, la pronunciación provinciana respecto de la pronunciación porteña puede
ser significativa. Otro ejemplo: los distintos matices del queso Roquefort. Estas oposiciones no-
pertinentes toman el nombre de variantes combinatorias36.
4. DENOTACIÓN Y CONNOTACIÓN
32
También en español (N. del T).
33
Es el caso de los significados que siempre tienen significantes diferentes (primera persona del singular y del
plural). (N. del T.).
34
En francés, a la oposición semántica "tercera persona del singular/tercera persona del plural" corresponden a ve ces
significantes diferentes, y a veces, como en el ejemplo (travaille/travaillent = trabaja/trabajan), significantes fo-
néticamente idénticos. (N. del T.).
35
Hemos sustituido el ejemplo en francés por uno equivalente en nuestra lengua. (N. del T.)
36
En el análisis de un sistema pueden distinguirse dos tipos de variantes: las combinatorias están determinadas por el
contexto (a nivel de unidades de primera articulación la variación e cuando la conjunción copulativa y se encuentra
ante inicial i de palabra), y las facultativas que responden a modalidades individuales o comunes a un grupo (por
ejemplo la diferente pronunciación de r en el habla porteña y del norte de Argentina, [N. del T.])
19
"Felicitaciones... me alegra mucho." Pero ni las relaciones sociales, ni las formalidades sociales,
ni las formas por las que debe expresarse la amistad permiten este lenguaje de base. Es necesario
que mis palabras, mi carta, testimonien mis sentimientos de un modo que salga de lo ordinario,
que sea "personal". Yo diría: "Sin duda debes estar sumergido en mensajes de felicitación... a
pesar de todo, quiero decirte que tu ascenso me ha alegrado en lo más profundo de mí mismo..."
Denotación: lenguaje de base o lenguaje primero;
Connotación: lenguaje "decorativo" o lenguaje segundo 37.
Pero no siempre es necesario agregar nuevas frases o términos afectados para instituir el
lenguaje segundo, el lenguaje de la connotación. Roland Barthes toma un ejemplo de Valéry:
"Soy un alumno de quinto en un liceo francés; abro mi gramática latina y leo una frase de
Esopo o Fedro; 'quia ego nominor leo'. Me detengo y reflexiono; hay una ambigüedad en
esta proposición: por un lado las palabras tienen un sentido simple: 'porque yo me llamo
león'. Por otro lado la frase está allí para significar otra cosa: en la medida en que se
dirige a mí, alumno de quinto, me dice claramente: soy un ejemplo de gramática
destinado a ilustrar la concordancia del atributo. Debo reconocer que la frase de ningún
modo significa su sentido, no intenta hablarme del león ni de cómo se llama; su
significación verdadera y última es la de imponerse a mí como presencia de una cierta
concordancia del atributo"38.
Ste. = Significante
37
Este ejemplo puede ampliarse con una definición del propio Roland Barthes: "En oposición a los metalenguajes,
las connotaciones impregnan las lenguas sociales en las cuales un primer mensaje o mensaje literal (denotación)
sirve de soporte a un sentido segundo, de orden afectivo o ideológico general" (Systéme de la mode, ed. du Seuil).
Este tema ha sido tratado ampliamente pot Luis Hjemslev, para quien el problema se presenta por la coinciden cia de
dos sistemas semánticos dentro de un solo enunciado (cf. L. Hjemslev, Essais linguistiques, ed. Mouton).
38
Mythologies, Seuil, pp. 223-225
39
Anisado. {N del T.)
20
Sdo. Significado
Ste. Sdo.
Ste. | Sdo.
Este esquema nos permite ver que el segundo lenguaje de la connotación es un derivado
"desprendido" del primer lenguaje de denotación. Se comprenderá sin dificultad que en las
relaciones humanas, el segundo lenguaje estará siempre presente y con frecuencia devorará al
primero. Los signos de connotación, presentes en toda forma de ideología (los "connotadores")
son numerosos, visibles o imperceptibles, burdos o sutiles. Greimas y Roland Barthes llaman
mítico al lenguaje de connotación, mientras que la denotación es de orden práctico.
5. LENGUAJE-OBJETO Y METALENGUAJE
Es una segunda forma de "desprendimiento" respecto del lenguaje usual (ya sea el
primero o el segundo, de denotación o de connotación). Cada vez que los hombres se distancian
del lenguaje que manipulan corrientemente, para interrogarlo o criticarlo, o incluso para
proponer otro lenguaje más preciso, más "científico", practican una operación llamada
"metalenguaje".
El lenguaje primero (denotación) y el lenguaje segundo (connotación) se convierten
entonces en lenguaje objeto, es decir, lenguaje tratado como un objeto. El tercer lenguaje o
metalenguaje es el que toma a su cargo y trata como objeto a los otros dos.
En una conversación normal, dos hombres hablan de "conductor". En un momento dado,
se dan cuenta que mantienen un "diálogo de sordos". Se detienen y preguntan: "¿Qué entiende
usted por 'conductor?'" Uno es físico y hablaba de algunos fenómenos eléctricos ("los
conductores de electricidad"); el segundo pensaba ingenuamente en el chofer. La operación de
verificación es una operación de metalenguaje.
Toda investigación científica tiene su propio metalenguaje: la fonética empleará términos
fisiológicos para estudiar los sonidos del lenguaje; la sociología tendrá su propio vocabulario
para estudiar la palabra humana; también el análisis estructural; la filosofía o la teología que
estudian al estructuralismo emplean su propio metalenguaje. Los metalenguajes son múltiples en
tanto el hombre multiplica sus pruebas de verificación y sus investigaciones científicas.
El esquema que puede ilustrar el metalenguaje se dispone en sentido inverso al que
ilustraba la connotación:
2. | Ste. Sdo. Metalenguaje
1. Ste. | Sdo. Lenguaje objeto
metalenguaje del nivel 2. Este lenguaje se manifiesta por sus propios signos, por su terminología
técnica y verificadora,
Esta sección de la primera parte ha comenzado por donde la lingüística estructural
inició su camino y tomó su mayor impulso. Antes de pasar a una segunda etapa, el análisis de
los significados, la lingüística se desarrolló como semiología o ciencia de los significantes.
Permitió la aparición y las primeras investigaciones de otras semiologías de lenguajes no
hablados (el código caminero, la fotografía) o lenguajes mixtos de habla y otra sustancia
(moda, publicidad, cine, prensa escrita...).
¿Por qué se comenzó por los significantes? Simplemente porque aquí el sistema era
menos evidente. Las palabras, imágenes, gestos, presentan en sus aspectos significantes, un
espectáculo rico y anárquico; no sistemático. El significado (mental) parecía, al contrario,
implicar por sí mismo un orden, una lógica, un sistema. La revolución de Saussure —la
palabra no es exagerada— consistió en descubrir un sistema en el aspecto más aparente, más
exterior de los signos, a nivel del significante.
Solo entonces se generaliza el problema, pero, nos preguntamos: ¿los estudios
tradicionales están suficientemente desarrollados como para permitir un análisis sistemático a
nivel del significado?
B. SEMÁNTICA
"El atraso histórico de los estudios semánticos, las dificultades propias de la definición de
su objeto y el auge del formalismo40 han sido determinantes y explican las reticencias de
los lingüistas respecto a las investigaciones sobre la significación.
Todo esto muestra la posición incómoda de aquel que, consciente de los problemas
semánticos, desea reflexionar sobre las condiciones que harían posible un estudio
científico de la significación"41.
40
Subrayado por nosotros. Se llama formalismo al estudio de las formas significantes que excluye los conte nidos
significados.
41
Sémantique structurale, Recherche et methode, Larousse, 1966, p. 7.
22
Admitir y desarrollar una ciencia de los significados, la semántica, y hacerlo según los
métodos estructurales, contribuye a disociar claramente el estructuralismo del formalismo.
Algunos críticos confunden con frecuencia estructuralismo y formalismo: partiendo de esta
asimilación acusan al análisis estructural de centrar su atención sobre las formas significantes
en detrimento de los contenidos significados42. Oponiéndose al formalista ruso (Vladimir
Propp), Claude Lévi-Strauss responde sin ambigüedad:
"El análisis de los dos planos debe realizarse separadamente aunque con los mismos
métodos (...) La unión de significado y significante, una vez realizada en la
comunicación, está destinada a ser disuelta desde el instante en que se quiere hacer
progresar el análisis de uno u otro plano del lenguaje. Lo que es necesario retener, es la
posibilidad y la necesidad de servirse del significado para estudiar el significante y del
significante para estudiar el significado" 45.
Dicho de otra manera, la semiología aborda el lenguaje por su cara significante haciendo
referencia a los significados, mientras que la semántica se introduce en los contenidos
42
Algunas expresiones utilizadas con frecuencia por los estructuralistas pueden prestarse a este tipo de acusación:
"formalizar", "formalización". En realidad, solo se trata de dar al meta-lenguaje científico el máximo de economía,
de rigor y de coherencia, y no sistematizar las formas con exclusión de los contenidos,
43
"La structure et la forme, réflexion sur un ouvrage de Vladimir Propp", en Cahiers de l’Institut de Science
economique appliquée, marzo 1960, p. 25.
44
Para los lingüistas americanos, influidos por el behaviorismo (Bloomfield, Z. Harris), solo cuenta el aná lisis del
significante, por ejemplo, el análisis de las distribuciones (de letras, de palabras) en el interior del discurso.
45
Greimas, Sémantique structurale, p. 31
23
(significados) haciendo referencia a los significantes (las formas que permiten la significación).
Por ejemplo la oposición padre/hijo es del orden del significado, pero para que funcione
es necesario que los significantes “padre” e “hijo” se distingan de otros términos (en el plano
del significante); “padre” se opondrá a “madre”, “ijo” a “ojo”. Las oposiciones entre p y m
y entre o e i permiten este funcionamiento; el significado de “padre” se determinará por
oposición al de “ijo”46
Esta sección se ordena de acuerdo con el siguiente plan 1º estructuras elementales de la
significación; 2º el análisis sémico que divide una gran unidad de comunicación en pequeñas
unidades de significación; 3º los niveles y resortes del discurso, es decir, los niveles en que se
manifiesta el discurso y los modelos según los cuales se organiza.
Los dos términos así opuestos son bi-polares (se sitúan como dos polos). Estos términos
tienen un elemento común, un eje que los une: el eje semántico. Al mismo tiempo ambos se
diferencian en los límites de este eje. En el caso de “ruta nacional/ruta provincial” el eje común
es la “ruta”; en el caso de “niño/niña” sería el “sexo”; en el caso de “grande/pequeño”, el eje
sería el “tamaño”.
Los dos términos que se articulan tienen un elemento que los diferencia respecto de este
eje común, por ejemplo:
Este elemento, este rasgo diferencial toma el nombre de sema, la más pequeña unidad
semántica. Ya podemos definir la estructura elemental desde el punto de vista semántico:
2. ANÁLISIS SÉMICO
Las estructuras elementales nos permiten identificar los semas, es decir, las más
pequeñas unidades semánticas. A partir de esto, podemos emprender el análisis sémico o
estudio sistemático de los elementos que constituyen el significado.
Ante todo, ya sea al leer o al oír, encontramos una unidad significante que recubre
globalmente una cantidad de semas: el lexema, por ejemplo, el lexema cabeza 47
Dentro de esa "urna" de significaciones encontramos varios empleos posibles: la cabeza
en tanto extremidad (del organismo), en tanto parte de un conjunto (pagar tanto por cabeza).
Cada uno de estos empleos es una colección "particular" de semas. Esta colección se llama
semema.
¿Cómo se organizan las unidades más pequeñas (semas) en el interior de cada colección?
Tomemos por ejemplo el empleo de cabeza en tanto extremidad:
— En la expresión, "de la cabeza a los pies", podemos encontrar los semas:
extremidad + preeminencia + verticalidad + continuidad.
— En las expresiones: "estar a la cabeza de un .ejército", "estar a la cabeza de una
empresa", "ponerse a la cabeza de...":
extremidad + preminencia + verticalidad (jerarquía) + discontinuidad.
— En las expresiones: "cabeza de línea", "cabeza de fresado":"
extremidad + preeminencia + horizontalidad + continuidad.
— En las expresiones; "encabezamiento de un capítulo", "cabeza de una columna
(militar)", "cabeza de puente":
extremidad + preeminencia + horizontalidad + discontinuidad.
Los semas que no pertenecen a este núcleo, por ejemplo los de “continuidad” o
“discontinuidad”, son semas variables.
Notemos en fin, que algunos semas que no pertenecen al núcleo, figuran en dos (o varias)
47
Conservamos el ejemplo propuesto por Greimas en Semántica estructural. (El ejemplo está ligeramente alterado
para adaptarlo al castellano, [N. del T.]).
25
Desde el punto de vista semántico, nos interesa conocer los distintos niveles y resortes de
esta organización de las frases y el discurso. Será preciso despejar la noción de isotopía o de
coherencia del discurso antes de analizar su funcionamiento.
a) El nivel práctico y el nivel mítico: distinción que en semántica coincide con la que
Roland Barthes instauró en semiología entre la denotación y la connotación. Parece posible una
estructuración a ambos niveles.
Pongamos un ejemplo: león, "gran mamífero carnívoro de la familia de los felinos, de
pelaje amarillento" (Petit Larousse): manifiestamente estamos aquí en un nivel práctico en el
que los términos descriptivos (pelaje) y técnicos (mamíferos felinos) permiten distinguir al león
de otros animales que pertenecen a especies y familias diferentes (batracios, primates).
En la metáfora este hombre es un león, accedemos a un nivel mítico donde "noble"
(como el león) se opone a "taimado" (zorro), a "cruel" (tigre), a "traicionera" (serpiente), etc.
b) Actantes y predicados del mensaje
Esta nueva distinción no divide los niveles del discurso sino que segmenta las unidades
que se organizan entre sí. Conocemos en gramática la distinción entre "sustantivo" y "adjetivo".
Preguntamos: ¿es suficientemente rigurosa? Comparemos dos enunciados: un hombre valeroso
= sustantivo + adjetivo; un hombre de valor = sustantivo + sustantivo.
En estos dos ejemplos, las formas gramaticales son diferentes y, sin embargo, el
significado idéntico. Por lo tanto es necesario recurrir a un corte más estricto. Para ello nos va a
ayudar la noción de unidad discreta: entre p de pala y b de bala podemos imaginarnos matices
intermediarios de pronunciación, pero llega un momento en que el corte se efectúa, el sentido
varía completamente: ningún punto intermedio es posible. Estamos en presencia de dos
unidades discretas. Podemos trasladar esta noción al nivel del significado. Tomemos, por
48
Roland Barthes, presentación en J. P. Boons y J. J. Brochier, L’analyse terminologique du langage des sciences
sociales, CECMAS, 1966 (miméog.).
49
Roland Barthes , “Introduction a l’analyse structurale des récits”, en Communications, 8, 1966, p. 3.
26
ejemplo, "el león valeroso". No es posible ser león un poco, mucho o enormemente; se es león
o gato o lince, sin puntos intermedios. Por el contrario, se puede ser un poco valeroso,
mucho o enormemente.
El actante designa entonces la unidad discreta: el león.
El predicado designa la unidad integrada: valeroso.
— Diversas categorías de actantes. Para evitar sobrecargar esta exposición remitimos
este análisis a la tercera parte de la sección análisis narrativo, donde tendremos
especial necesidad de estas categorías (sujeto, objeto, emisor, receptor, ayudante,
opositor).
— Dos modelos de predicado. Si examinamos la significación de los predicados, unos
aparecen como más "dinámicos" y nos informan sobre la actividad50 del actante; los otros,
más "estáticos", nos informan sobre su estado:
Pedro lee.
Pedro soporta la lectura.
En el primer caso "leer" designa una actividad (dinámica), en el segundo caso "soportar" un
estado (estático). Llamamos funciones a los predicados dinámicos y calificaciones a los predicados
estáticos51.
Con la ayuda de los niveles y modelos así despejados, retomamos con alguna libertad de
formulación el cuadro de los pequeños universos semánticos, tal como lo presenta Greimas52.
FUNCIONALES CALIFICATIVOS
MODELOS /
(dinámicos) (estáticos)
N IVELES
PRÁCTICO OPERATIVOS INDICADORES
Ejemplo: "el lobo devora al cordero": nivel práctico + modelo funcional = universo
operativo; "el lobo tiene pelaje gris": nivel práctico + modelo calificativo = universo indicador; "el
cobarde huyó como un conejo": nivel mítico + modelo funcional = universo mitogénico; "el
hombre es un lobo para el hombre": nivel mítico + modelo calificativo = universo mitológico.
Resumiendo, el universo significado se manifiesta a veces a nivel práctico y a veces a nivel
mítico (con todas las posibilidades de transferencia de un nivel a otro). Se organiza en actantes y
predicados, y estos últimos pueden ser funcionales o calificativos.
REGLAS
50
El término lingüístico apropiado sería proceso.
51
Los modelos así despejados pueden ayudarnos a distinguir diferentes tipos de relato o escritura: los predicados
funcionales predominarán en los textos narrativos (fabulación, dice Greimas), los predicados calificativos
predominarán en los textos descriptivos (cháchara, dice Greimas menos felizmente).
52
Op. cit., p. 128.
27
infracciones, y del mismo modo que los Estados mejor organizados son los que
dictan pocas leyes, pero de rigurosa observancia, creí que, en lugar de los
numerosos preceptos que contiene la lógica, bastaban cuatro reglas, pero
cumplidas de tal modo que ni por una sola vez fueron infringidas bajo ningún
precepto"53.
No parece excesivo afirmar que en la mayoría de los sectores de las ciencias humanas se
recurre a los modelos lingüísticos para aplicarlos a los inventarios, los análisis, las clasificaciones,
del" mismo modo en que "los teóricos de las ciencias físicas recurrían antes al "Discurso del
Método", Ya adivinamos — y esto se manifestará en la tercera parte— que estos modelos son
retomados y utilizados con variada libertad según los investigadores y el campo de aplicación. Pero
para comprender el paso de los modelos a las aplicaciones, es importante explicitar las reglas del
modelo lingüístico que mas claramente se impusieron a los autores estructuralistas.
1. REGLA DE INMANENCIA
Conocemos la declaración decisiva de Saussure: "La lengua es un sistema que solo conoce su
propio orden"54 . El maestro de Ginebra, oponía a la "lingüística interna" que estudia el sistema
interior de la lengua, la lingüística externa, que estudia los problemas de origen, de influencia, de
difusión, etc. De este modo establece el principio primordial de inmanencia para el análisis
estructural.
Demos algunos ejemplos:
— Lengua: si planteo el problema del origen del lenguaje humano a la manera de Rousseau, o
de Bonald, instauro una reflexión metafísica que irnplica relaciones entre la lengua, el hombre, Dios,
y el mundo.
También puedo hacer psicología individual o colectiva: cómo se manifiestan el individuo
Pedro o el medio obrero de las fabricas Renault, a través de su lenguaje.
Puedo hacer sociología, etnografía, estadísticas. En la gramática clásica encontrare las reglas
del buen decir, etc.
Pero el análisis inmanente exige que se descarten metodológicamente todos los puntos de
vista precedentes. El análisis inmanente estudia las leyes internas de funcionamiento y de
significación: las oposiciones y asociaciones, las compatibilidades e incompatibilidades, etc.
— Cine, televisión: puedo estudiar los sistemas de producción, la psicología del espectador, la
frecuencia de la audiencia, estudiar un autor, hacer critica de cine o de las emisiones, hacer una
sociología de las "estrellas".
Pero el análisis inmanente se ocupará de las reglas de organización interior de las imágenes,
de las palabras, de la sonorización, de la música, y de las leyes de construcción del relato.
— Prensa: puedo hacer estudios de mercado, o calcular la superficie de los artículos, la
tipografía de los títulos y subtítulos, la disposición de las fotografías y dibujos…
Pero el análisis inmanente estudia las reglas que rigen la escritura periodística, las leyes del
53
René Descartes, Discours de la méthode, Hachette, 1937, p. 35. (La cita fue transcripta de la trad, cast.:
Discurso del método, Edit. Schapire, 1965, p. 16, [N. del T.])
54
Cours de Linguistique Générale, p. 43
28
2. REGLA DE PERTINENCIA
En un sentido amplio, la pertinencia designa el punto de vista en el que se ubica una disciplina
científica o una estética para estudiar su objeto por ejemplo, pertinencia literaria, pictórica,
estadística, científica, etc., en el estudio de un árbol55.
"Frente al mismo árbol, un observador notará la majestad de su aspecto y el carácter
imponente de su follaje; otro observará las resquebrajaduras del tronco y los reflejos de sus hojas
tornasoladas; un tercero precisará cifras estadísticas; un cuarto indicará la forma característica de
cada órgano. Toda descripción será aceptable a condición de que sea coherente, es decir, construida
desde un punto de vista determinado. Una vez adoptado ese punto de vista, es necesario retener
ciertos rasgos llamados pertinentes; los otros, no pertinentes, deben ser resueltamente descartados. Es
evidente que desde el punto de vista del aserrador, el color o la forma de las hojas no son pertinentes,
como no es pertinente desde el punto de vista del pintor, el poder calorífico de la madera. Cada
ciencia supone la elección de un punto de vista particular: lo único pertinente en aritmética son los
números; en geometría, las formas; en calorimetría, las temperaturas"56.
¿Qué es pertinente en análisis estructural? En la introducción hemos distinguido claramente
entre “structural” y “structurel”. “Structural remite a la estructura como sintaxis, structurel remite a
la estructura como realidad “57
"El físico acústico y el fisiólogo estudian la realidad del sonido o de los órganos que lo
emiten. Una fracci6n cualquiera de la cadena sonora, puede ser considerado como un
fenómeno físico, como una serie de vibraciones que el físico acústico puede registrar
gracias a sus aparatos, y que describirá en términos de frecuencia y de amplitud. Un
fisiólogo podrá examinar su emisión, notará que órganos entran en juego y de qué modo
lo hacen. Así el físico acústico y el fisiólogo habrán contribuido a facilitar la tarea
descriptiva, pero de ningún modo la del lingüista.
El trabajo del lingüista solo comienza cuando se ha logrado aislar, de todos los hechos
físicos o fisiológicos, aquellos que contribuyen directamente al establecimiento de la
comunicación (...) Sólo son pertinentes en lingüística los elementos que proveen
información”58
Puesto que nos referimos al estructuralismo según el modelo lingüístico (el "structural" y no el
"structurel"), diremos que la pertinencia, en análisis estructural, caracteriza un cierto tipo de
elección de rasgos diferenciales que, en virtud de sus mismas diferencias, constituyen las
articulaciones del sistema y permiten las combinaciones del sintagma.
entre; caballo/mulo/asno/buey
entre: piedra/madera/paja/chatarra
Sintagma = Combinación
entre: mulo -> transporta -> madera
Diferencias distintivas
entre: campera/gabán/saco
entre: pantalón/short/bermudas
Combinación entre: pantalón + saco -> traje
El estudio de Roland Barthes sobre la moda constituye uno de los intentos más notables por
alcanzar la pertinencia rigurosa en el análisis de un sistema. Es necesario hacer una primer
elección entre vestimenta tecnológica (los “patrones” de los modistos), vestimenta-imagen (las
fotos de moda), vestimenta real (efectivamente usada), y vestimenta escrita. Los signos y la
ideología de la Moda están presentes en la vestimenta escrita, es decir, en la vestimenta de las
revistas de moda: no se trata de estudiar la lengua francesa ni la escritura de la revista en tanto
revista, sino el sistema soportado por esta escritura, es decir, las articulaciones y las combinaciones
(escritas) que significan y hacen a la Moda:
"La vestimenta escrita… solo existe en función de una información, para transmitir una
información cuyo contenido es la Moda" 59.
3. REGLA DE CONMUTACIÓN
pueden crear un halo de intimidad feliz alrededor de dos seres (Le chemin du ciel) mientras que los
de ángulo bajo ridiculizan al personaje (el tirano en Onze fioretti de Francois d'Assise). La prueba de
conmutación concluye negativamente: la oposición ángulo alto/bajo aparece como un
procedimiento técnico de uso polivalente y no como un rasgo básico de la "lengua" cinematográfica.
En cambio es necesario respetar la relación perseguidor/perseguido. La prueba de conmutación
arrastraría una alteración del sentido (¡el perseguidor se convertiría bruscamente en perseguido!) o un
cambio de registro (transformación de la tragedia en comedia). Puedo entonces considerar que este
tipo de alternancia forma parte de la "gramática" del relato cinematográfico.
La regla de conmutación revela que en un sistema de signos, el significado de un término
resulta de la posición de este con respecto a los otros términos más que de su relación con las cosas.
4. REGLA DE COMPATIBILIDAD/INCOMPATIBILIDAD
En gran medida esta regla está incluida en la precedente, ya que la prueba de conmutación
evidencia la validez de una combinación de términos: comer una granada-fruta es valido, en cambio
no es valido aplicar "comer" a la granada-explosivo… Sin embargo agrega nuevas precisiones,
puesto que permite distinguir lo que depende del sistema de oposiciones y lo que depende del
sintagma. Roland Barthes lo formula así:
hombre está capacitado para construir frases gramaticalmente correctas y distinguirlas de las
incorrectas. La noción de frase correcta o incorrecta es independiente, desde un punto de vista
gramatical, de la noción de estilo elegante, puesto que el lenguaje popular también tiene su propia
gramática.
Tampoco está necesariamente vinculada a la noción de frase comprensible; por ejemplo:
"Juan me ofrece ir a Paris" es gramaticalmente correcto, pero equivoco, mientras que:
"Juan me ofrece que yo vaya a Paris" es gramaticalmente incorrecto, pero inequívoco63. Las
reglas que determinan la corrección/incorrección de la construcción de las frases permiten evaluar los
grados de desviación y hacen posible la previsión del carácter correcto/incorrecto de frases que aún
no han sido "engendradas". No profundizaremos más esta reseña de las más recientes investigaciones
en lingüística. Queremos sugerir simplemente que la regla de compatibilidad/incompatibilidad
acrecienta su valor operativo"64.
5. REGLA DE INTEGRACIÓN
Continuemos con la integración de la frase en el conjunto del discurso. Una seria objeción
hecha al análisis estructural subraya aquí una real dificultad:
"La jerarquía de los niveles del lenguaje implica algo más que una serie de sistemas
articulados… Cambiamos verdaderamente de nivel cuando pasamos de las unidades de la
lengua a la nueva unidad constituida por la frase o el enunciado.
Esta unidad ya no pertenece a la lengua sino al habla o al discurso" 65.
La dificultad para los lingüistas es entonces la frase y su mas allá. Paul Ricoeur expresaba lo
que ya había dicho Emile Benveniste:
"La frase, creación indefinida, variedad sin limites, es la vida misma del lenguaje en
acción. Concluimos que con la frase abandonamos el campo de la lengua como sistema
de signos, y entramos en otro universo, el de la lengua como instrumento de
comunicación cuya expresión es el discurso"66.
Durante mucho tiempo, esta dificultad impidió buscar una estructuración del más allá de la
frase. Los estudios de Greimas sobre la coherencia o isotropía de los diversos niveles del discurso se
basan en el reconocimiento de que esa estructuración solo es posible si la integración en una unidad
más alta también lo es, es decir, que la regla de integración debe seguir actuando.
Ya habíamos hablado de los intentos de la gramática generativa por regular el dinamismo de
las frases. Ahora, el análisis estructural de los relatos hace intervenir la integración hasta en la
construcción narrativa: las funciones del relato (fraude, traición, lucha, contacto, seducción) se
prestan a oposiciones y combinaciones similares a las que hemos analizado para las palabras y las
frases.
—Las funciones se integran en las acciones o "caracteres" (Aristóteles) de los personajes; de
donde surge una nueva estructuración, la de los diferentes tipos de personajes.
—Estas acciones se integran a su vez en la narración, cuyas reglas son de orden retórico.
Los términos de una lengua se transforman: del "caballus" en latín vulgar, al "cavallo" en
italiano, al "chabal" en lengua de Oc, al "cheval" en francés, la trayectoria es evidente, y desde hace
tiempo ha concentrado la atención de los filólogos. El sentido se transforma, "civil" como opuesto a
"criminal” (sentido judicial) se aplicó a la sociedad global: "sociedad civil". Las frases se
transforman: "Pedro declaró que vendría", es el resultado de la transformación de dos o más frases:
Pedro hizo una declaración —esta declaración enuncia su intención de venir— su intención se
realizará en el futuro.
La gramática generativa se ocupa precisamente de las reglas de transformación de las frases.
Los relatos se transforman; esto es cierto tanto para las civilizaciones sin "memoria histórica" (por
65
Paul Ricoeur, "La structure, le mot, l’evénement" en Esprit, mayo 1967, p. 804.
66
Problèmes de linguistique générale, p. 130.
33
ejemplo los análisis de Claude Lévi-Strauss sobre las narraciones mitológicas de los indígenas de
América) como para las civilizaciones con "memoria histórica" (la Canción de Rolando, el Romance
del Cid).
Ferdinand de Saussure propuso una distinción decisiva: la sincronía, o "relaciones entre
términos coexistentes" de una lengua en un momento dado; y la diacronía o "relaciones entre
términos sucesivos que se substituyen en el tiempo"67.
El análisis estructural fue objetado y desconocido en su real alcance debido a que comenzó
por estudiar relaciones simultáneas, en "sincronía", y a que se limitó durante mucho tiempo a ese
nivel. Las objeciones se refieren a consideraciones históricas e implican problemas filosóficos de los
que hablaremos al final de este libro. El desconocimiento afecta un aspecto del programa que
Saussure había trazado con toda claridad:
"En efecto, la inmovilidad no existe: todas las partes de la lengua están sometidas al
cambio; a cada periodo corresponde una evolución más o menos considerable.
Ésta puede variar de rapidez o intensidad sin que el principio sea afectado; el río de la
lengua corre sin interrupción; que su curso sea apacible o torrencial es una consideraci6n
secundaria"68.
Puesto que el análisis estructural estudia los rasgos distintivos en el piano del significante y
del significado, ningún obstáculo de principio se opone a que las mismas variaciones estén marcadas
por los efectos de una evolución temporal.
"Es inútil abandonar el análisis estructural para describir el dinamismo que impide que
las cosas permanezcan siempre en el mismo estado. Por otra parte, si no se modificasen
nunca, el estructuralismo no tendría razón de ser: su objeto es dar cuenta de las varia -
ciones; el cambio es un modo particular de variación; por lo tanto, no puede desmentir al
estructuralismo. Es cierto que éste se dedicó en un principio al estudio de organizaciones
sincrónicas y de sistemas cerrados. Pero su historia demuestra que no se le puede
condenar por esto"69.
Sin abrir juicio sobre la noción de "historia", podemos constatar que para el estructuralismo el
tiempo no tiene una función privilegiada. Hablar de "diacronía" en lugar de hablar de historia es
afirmar precisamente que las diferencias sucesivas pueden ser estudiadas del mismo modo que las
diferencias en el espacio, o también que las transformaciones obedecen a reglas y que estas reglas son
susceptibles de un análisis estructural.
"Para cada una de esas variantes, se establecerá un cuadro donde cada elemento estará
dispuesto como para permitir la comparación con el elemento correspondiente de los
otros cuadros (...) Se obtendrán así varios cuadros de dos dimensiones dedicados cada
uno a una variante, y se los superpondrá como si fuesen pianos paralelos para obtener un
conjunto tridimensional, que puede ser "leído" de tres modos diferentes: de izquierda a
derecha, de arriba para abajo, de adelante para atrás, (o inversamente). Estos cuadros no
serán nunca exactamente idénticos. Pero la experiencia prueba que los rasgos
diferenciales que se observen, ofrecen entre si correlaciones significativas que permiten
someterlos a operaciones lógicas por simplificaciones sucesivas, hasta llegar finalmente a
la ley estructural del mito considerado".
Este esquema de Lévi-Strauss nos sugiere una comparación sumaria que pueda, tal vez, resultar útil.
El análisis estructural de términos simultáneos, en sincronía, puede ser comparado con las
operaciones de la geometría plana. El análisis estructura de términos sucesivos, en diacronía, puede
ser comparado con las operaciones de la geometría del espacio; o, si queremos complicar esta
comparación y hacer intervenir el coeficiente “tiempo” (4ª dimensión), podemos recordar que desde
los cálculos de Einstein sobre la relatividad, este coeficiente temporal también puede plegarse a las
reglas matemáticas.
71
Claude Lévi-Strauss, Anthropologie structurale, Plon, 1958, p. 241.
35
Último ejemplo: Vladimir Propp, uno de los pioneros del análisis estructural (al que se le
reprocha haber estudiado las formas excluyendo los contenidos) analiza las transformaciones de los
cuentos populares rusos a través del tiempo. El análisis revela que estas transformaciones no son
anárquicas ni dependen de la fantasía de los cuentistas, sino que están sometidas a leyes: reducción,
amplificación, deformación, inversión, intensificación, debilitamiento, substitución, asimilación, etc.
"La idea de una historia estructural no tiene por qué escandalizar a los historiadores… No
es contradictorio que una historia de los símbolos y de los signos engendre desarrollos
imprevisibles, aun cuando utilice un número limitado de combinaciones estructurales. Es
un caleidoscopio, combinaciones de elementos idénticos producen resultados siempre
nuevos"73
7. REGLAS DE FUNCIONAMIENTO
Gracias a que las exigencias de rigor y coherencia son cada vez más estrictas, el análisis
estructural puede emplearse en campos que a primera vista parecían escapar a su competencia.
Hemos seguido este proceso hasta más allá de la frase, hasta el discurso. De este modo hemos
pasado de una especie de "anatomía" del sistema a un estudio "fisiológico" de su funcionamiento.
Pero sería necesario preguntarse si el funcionamiento total del lenguaje también puede ser
sistematizado. En otros términos, si pertenece al orden del habla, del acontecimiento; o al orden de
la lengua, es decir de la estructura.
Es posible responder afirmativamente si se logran descubrir las reglas de su funcionamiento
dentro del mismo lenguaje, y no a nivel de la psicología de los usuarios. Roman Jakobson descubrió
y sistematizó las reglas de funcionamiento precisamente por un análisis inmanente. Presentemos
antes que nada el esquema de las funciones74
72
Tzentan Todorov, Théorie de la litterature, Seuil, 1965, pp. 234 a 262.
73
Claude Lévi-Strauss, lección inaugural en el College de France, citado por Marc Gaboriau, en Esprit, noviembre
1963, p. 587. Estas hipótesis sobre las leyes de transformación de los cuentos podrían ser verificadas
experimentalmente si se hiciese un análisis estructural del rumor, sobre las transformaciones sufridas por un relato a
lo de la cadena.
74
Essais de linguistique générale, Ed. de Minuit, 1963
36
CONTEXTO
(Función Referencial)
CONTACTO
(Función Pática)
CÓDIGO
(Función Metalingüística)
b) La función conativa acentúa el mensaje con el objeto de hacerlo efectivo sobre el receptor,
mediante, por ejemplo, el uso del imperativo.
Estas dos primeras funciones son correlativas: Yo/Tú.
En lo que concierne a este punto remitimos a los análisis de Emilio Benveniste sobre la
"estructura de las relaciones de persona en el verbo" 76.
"En las dos primeras personas se reconocen a la vez una persona implicada y un discurso
sobre esta persona. Yo designa al que habla e implica al mismo tiempo un enunciado
sobre yo; diciendo yo no puedo no hablar de mí.
En la segunda persona, tú es designado necesariamente por el yo y no puede ser pensado
fuera de una situación que no parte del yo" 77.
c) La función poética abarca un campo más amplio de lo que se entiende tradicionalmente por
"poesía". Engloba todos los procedimientos, todos los signos palpables que transforman el
lenguaje primero, en arte perceptible. Más precisamente, designa el tratamiento "artístico" en
75
Ibid., p. 214.
76
Problémes de linguistiquegénérale, pp. 225 a 236
77
Ibid., p. 228
37
81
Cuando en la televisión un señor se presenta en la pantalla para "explicar" la obra de teatro que se va a
desarrollar luego, cumple una función metalingüística. ¡Aprovechemos esta nota para exigir el máximo de claridad
hacia los telespectadores!
82
Op. Cit., pp. 39 a 104
83
Los ejemplos dados en el texto, fueron tornados del articulo "l'histoire drole" de Violette Morin, en
Communications, 8, 1966, p. 109, y que nos hemos visto obligados a reemplazar. [N. del T.])
39
84
Greimas, op. Cit., p. 75
85
Los ejemplos fueron modificados para adaptarlos al castellano. [N. del T,]).
86
Ibid., p. 78. Volveremos a encontrar estas categorías en las figuras de ret6rica: figura sintagmática = denominación
figurativa; figura sustitutiva paradigmática = denominación translativa.
40
CAMPOS DE APLICACIÓN
En esta tercera parte, no pretendemos agotar el inventario de las aplicaciones del análisis
estructural, ni analizar minuciosamente todas las investigaciones y publicaciones que se proclaman
"estructurales". Se trata simplemente de inventariar algunos campos, algunos "objetos" que
constituyen un sistema de significaciones, y observar cómo se practica o podría practicarse el
análisis estructural.
41
1. LA COCINA
a k
u i p t
El triángulo culinario, verdadero campo semántico, está compuesto por tres vértices: lo
crudo, lo cocido y lo podrido. "Es claro que, en relación a la cocina, lo crudo constituye el polo no
marcado, mientras que los otros dos lo están fuertemente pero en direcciones opuestas; en efecto,
lo cocido es una transformación cultural de lo crudo, mientras que lo podrido es una
transformación natural. Bajo el triángulo primordial, subyace una doble oposición entre
elaborado / no-elaborado por un lado, y entre cultura / naturaleza, por otro".
Estas primeras observaciones no solo son válidas para la cocina "salvaje": nuestra cultura
occidental también utiliza lo fermentado o pasado (donde lo podrido figura como elemento) y
redescubre los alimentos crudos. A partir del triángulo fundamental se originan distintas
modalidades y combinaciones de lo crudo, cocido y podrido.
Tomemos la cocción en sus dos modalidades: lo asado y lo hervido; el alimento asado está
directamente expuesto al fuego.
"mientras que el alimento hervido está doblemente mediatizado: por el agua en la que se
lo sumerge y por el recipiente que los contiene a los dos.
En consecuencia, podemos decir que lo hervido está doblemente del lado de la
cultura: en la realidad, porque lo hervido requiere el uso de un recipiente, objeto cultural;
simbólicamente, porque la cultura es una mediación de las relaciones del hombre y del
mundo, y la cocción por ebullición exige una mediación (por el agua) de la relación entre
el alimento y el fuego, ausente en el caso de lo asado..."
87
Mythologiques: le cru et le cuit, Plon, 1964. (Hay edic. castellana: F.C.E., México, 1969 [N. del T.]). Mytho -
logiques; du miel aux cendres, Plon, 1969
42
"Lo hervido esta cocido desde adentro (de un recipiente), mientras quo lo asado
lo está por fuera; uno evoca entonces lo cóncavo y el otro, lo convexo (...) por lo tanto lo
hervido remite a lo que se podría llamar una "endococina", hecha para el uso intimo y
destinada a un pequeño grupo cerrado; mientras que lo asado remite a la exo-cocina, la
que se ofrece a los invitados. En la antigua Francia, se comía la gallina a la cacerola en la
cena de familia, y la carne asada en el banquete..."
En el interior del triángulo se ubica por fin un tercer término, lo ahumado, que tiene gran
afinidad con lo cocido. En los dos casos interviene el utensilio, pero mientras que el de la cocción
subsiste, el que corresponde a lo ahumado es rápidamente destruido: duradero / provisorio. Por el
contrario, los resultados de lo ahumado son mas duraderos que los de la cocción, la relación
duradero / provisorio se invierte. Entre lo ahumado y lo asado hay un elemento común, el aire, y
una doble oposición: proximidad del fuego (para lo asado) / alejamiento (para lo ahumado);
rapidez (asado)/lentitud (ahumado).
A través de todas estas oposiciones o paralelismos, encontramos constantemente la
relación naturaleza/cultura. Toda adquisición cultural (por ejemplo la conservación de los
alimentos ahumados) implica una concesión a la naturaleza (destrucción de los utensilios). Del
mismo modo lo asado "quemado de un lado, cocido del otro, o tostado por fuera, poco hecho por
dentro... encarna la ambigüedad de lo crudo y lo cocido, de la naturaleza y la cultura".
CRUDO
asado
(-) (-)
AIRE AGUA
(+) (+)
ahumado hervido
COCIDO PODRIDO
88
Los signos (-) y (+), recuerdan que de un lado hay ausencia(o menor utilización) y del otro lado presencia del aire
y del agua
43
"Así, para cada caso particular es posible descubrir en qué sentido la cocina de una
sociedad constituye un lenguaje por el que traduce inconcientemente su estructura, a
menos que se resigne, siempre de manera inconciente, a revelar en él sus
contradicciones"89
Claude Lévi-Strauss nos presenta así las estructuras elementales del sistema culinario y
sugiere también el análisis de cocinas más elaboradas. Para no tomar más que el caso de Francia
sería interesante estudiar los sistemas de preparación: aceite/ grasa / manteca; de acornpañamiento:
salado / dulce…; de bebida: vino / cerveza / sidra. Luego sería necesario analizar las reglas de
asociación, simultanea (el plato) o sucesivas {el menú) y la retórica en los protocolos; y a través
de todos estos signos, la cultura, las ideologías del país, etc.
2. LA MODA VESTIMENTARIA
Los trabajos de Roland Barthes en este campo están ahora a disposición del público 90.
Antes que intentar un resumen imposible o arriesgar una traición demasiado evidente, es mejor
anticipar algunos extractos. En primer lugar, transcribimos algunos textos poco conocidos donde el
"investigador" comenta sus propios trabajos.
"La opinión publica, alimentada y sostenida por la prensa, los cronistas, etc., piensa que
la moda es un fenómeno caprichoso, surgido de la capacidad de invención del modisto.
Para la opinión, la moda se sitúa en una mitología de la creación libre y escapa a lo
sistemático, a la regularidad; mito de la profusión creadora, espontánea, en definitiva,
bastante romántica.
¿No se dice acaso que los modistos hacen todo con nada?"
89
Textos citados en "Claude Lévi-Strauss", l’Arc, nº 26, 1965, pp. 19 a 29.
90
Le Système de la mode, Seuil, 1967
44
"Así se constata que la vestimenta participa en la actividad que consiste en dar un sentido
a los objetos. La vestimenta siempre tuvo la función de codificar. Esto lleva a revisar un
punto de vista tradicional, a primera vista, sensato, que sostiene que el hombre inventó la
vestimenta por tres motivos: como protección contra la intemperie; por pudor, para
ocultar su desnudez; y como adorno para hacerse notar. Esto es valido, pero hay que
agregar otra función que me parece más importante: la función de significación. El hom-
bre se viste para ejercer su actividad significante. Vestirse es un profundo acto de
significación... por lo tanto un acto profundamente social instalado en el corazón mismo
de la dialéctica de las sociedades"91.
"En la vestimenta escrita, es decir, descripta por una revista de Moda mediante el
lenguaje articulado, no hay, por así decirlo, “habla”: la vestimenta descripta nunca
corresponde a una ejecución individual de las reglas de la Moda, es un conjunto
sistemático de signos y de reglas: es una lengua en estado puro..."
Por fin, en la vestimenta usada (o real), como lo había sugerido Trubetzkoy, se encuentra
la distinción clásica de Lengua y Habla. La lengua vestimentaria está constituida por 1)
las oposiciones de piezas, "detalles" cuya variación arrastra un cambio de sentido (llevar
una boina o un sombrero-hongo no tiene el mismo sentido); 2) las reglas que presiden) la
asociación de las piezas entre sí, ya sea a lo largo del cuerpo o superpuestas, "El habla
vestimentaria comprende todos los hechos (...) de uso individual (talle de la vestimenta,
grado de limpieza, de desgaste, manías personales, asociaciones libres de las piezas.. .)" 92.
la moda: hay que caminar con escarpines bicolores... porque esa es la moda. En este último caso (y
más indirectamente en el primero) el significado no es más que la moda misma. Rechazar o
descuidar los signos de moda equivale a ser sancionado como "démodé".
Entre las connotaciones de la Moda (retórica e ideología) Roland Barthes analiza (entre
otras) la cultura, lo afectivo, lo serio, el detalle, la euforia.
— Cultura: “El vestido que Manet hubiese querido pintar... Esta cultura es una cultura
'mundana', es decir, en definitiva escolar: Historia, Geografía, Arte, Historia natural.
Es la clasificación del saber de una alumna. Los modelos que propone la Moda están
tornados del bagaje de una joven 'sensata y al día' (como diría la Moda) que sigue los
cursos de la École du Louvre, visita algunas exposiciones, los museos cuando viaja y
leyó algunas grandes novelas"...
— Afectivo: "Se trata de un lenguaje doméstico articulado en la oposición de dos
términos principales: lo bueno y lo pequeño (...) Bueno (la buena ropa de lana gruesa)
supone una idea compleja de protección, de calor, de rectitud, de simplicidad, de salud,
etc; pequeño también remite a valores atractivos, pero el centro de la noción es una
idea de seducción más que de protección (lindo, graciosos forman parte del área de los
pequeño)… “
— Serio: “La retórica vestimentaria participa en suma de la ambigüedad misma de las
vestimentas infantiles en la sociedad moderna: el niño es excesivamente infantil en la
casa y excesivamente en la escuela; y este exceso debe ser tomado en su significación
literal; la moda es, a la vez, demasiado seria y demasiado fútil (…) Es probable, por
otra parte, que la yuxtaposición de lo excesivamente serio y de lo excesivamente fútil,
que funda la retórica de la Moda, no haga más que reproducir a nivel de la vestimenta
la situación mítica de la Mujer en la civilización occidental: sublime e infantil a la
vez.”
— Detalles: “Una nada que cambia todo (…) El detalle basta para transformar lo
“démodé” en Moda y, sin embargo, un detalle no cuesta caro; por esta técnica
semántica particular, la Moda deja lo lujosos y parece participar de una práctica de la
vestimenta accesible a los presupuestos modestos; pero sublimado, al mismo tiempo,
con el nombre de descubrimiento, ese mismo detalle de poco precio participa de la
dignidad de la idea: gratuito y glorioso como ella, el detalle consagra una democracia
de los presupuestos, respetando una aristocracia de los gustos…”
— Euforia (la mujer de la Moda): “No conoce el mal a ningún nivel; para no tener que
ocuparse de sus faltas y sus dramas, la Moda nunca habla de amor (…) ¿Conoce el
dinero? Apenas. Sin duda sabe distinguir los medianos presupuestos de los grandes; la
Moda enseña a “adaptar “una vestimenta, no a hacerla durar. De todos modos, las
limitaciones financieras no pesan sobre la Moda, porque precisamente la Moda tiene el
poder de evitarlas (…) La moda hunde así a la mujer, de quien habla y a quien habla,
en un estado de inocencia donde todo es mejor en el mejor de los mundos…”93
93
Système de la Mode, pp. 243 a 264.
46
3. CINE. TELEVISIÓN
La idea (y los manuales) de una gramática cinematográfica existen desde hace tiempo en la
historia de la teoría cinematográfica. También en la televisión naciente (o adolescente) se ha
planteado el problema de una gramática específica. Los realizadores del nuevo cine (que también
son críticos) reaccionaron en contra de ella y en la televisión la reacción se anuncia en la nueva ola
de realizadores y críticos: un film de autor, una obra personal, se destaca por su alejamiento de la
gramática clásica.
Pero ¿de qué gramática se trata? Gracias al análisis estructural, hoy podemos preguntarnos
si los teóricos y detractores de esta gramática la habían ubicado correctamente. ¿No habrán
cometido un error parecido al de los teóricos del buen decir, que consideraban la gramática
literaria como un conjunto de prescripciones, como una "policía" (protocolo) del lenguaje? Lo que
es necesario retener de estas investigaciones, por ejemplo de las que tratan de la compaginación,
es la intuición de que el cine funciona como un lenguaje y debe, por lo tanto, obedecer a sus
propias leyes. Los desarrollos actuales del análisis estructural nos permiten replantear este
problema, examinar en qué sentido el cine y la televisión pueden ser considerados como lenguajes;
estudiar los resortes dramáticos, encontrar las figuras de una retórica que hace que el séptimo y el
octavo arte tengan caracteres propios, pero también se integren en una cultura y una ideología más
amplias.
(Esta segunda articulación actualiza las unidades distintivas, los "fonemas" o, si se quiere,
las letras del alfabeto.) ¿Por qué? Porque no hay distancia, no hay arbitrariedad entre la expresión
y el contenido. La imagen cinematográfica (o televisiva) está pegada directamente a la cosa que
representa.
"Un espectáculo visual supone una adherencia del significante al significado que hace
imposible su desprendimiento"95.
¿A qué nivel podemos estudiar este lenguaje cinematográfico (y televisivo) que no implica
una lengua codificada?
Ante todo, desde la perspectiva de una retórica o tratamiento plástico de la imagen. Aquí
encontramos parcialmente el problema de la fotografía y sus connotaciones. Roland Barthes
destaca, entre otros procedimientos de connotación, el truco, la pose de los personajes y los
objetos, la fotogenia, el esteticismo pictórico... etc.97 Evidentemente sería necesario comprobar en
qué se convierte ese tratamiento "artístico" cuando pasamos de la imagen "fija" a la
95
Ibid., 73 a 75
96
Ibid., p. 75.
97
“Le message photografique” en Communications, 1, 1961, pp. 130 a 133.
48
b) El discurso de la imagen.
98
"La grande syntagmatique du film narratif" en Communications, 8, 1966, pp. 120 a 124. "Le cinéma moderne et
narrativité" en Cahiers du cinema, diciembre 1966, pp. 43 a 68
49
El flash-back: las imágenes se suceden para expresar algo que ha pasado anteriormente:
por ejemplo, escenas de infancia que suceden a una escena de vejez.
El flash-forward: las imágenes se suceden muy cercanas unas de otras para anticipar un
futuro lejano: por ejemplo, en la vida de un músico, el anuncio de su carrera futura cuando la
imagen nos lo acaba de mostrar como principiante.
El plano autónomo que vale por una secuencia. Se presenta con dos variantes:
— El plano secuencia que comprende las tres unidades de tiempo, lugar y ángulo de toma:
por ejemplo el mismo plano, en el mismo lugar, para encuadrar una escena de despedida.
— El plano "insert" que comprende una unidad de tiempo, de lugar, de secuencia, pero que
se ubica como suplemento en relación al desarrollo de la acción; por ejemplo un plano
retrospectivo sobre la vida de familia de dos soldados en el frente.
Todas estas figuras valen para el cine y la televisión. La principal diferencia entre uno y
otro reside en la relación específica entre lenguaje hablado e imágenes. En el cine, el lenguaje y
las imágenes forman un todo poético o novelesco, mientras que en la televisión, el lenguaje
hablado tiende a designar y comentar las imágenes, dirigiéndose directamente al espectador. Pero
aquí ya pasamos de las figuras del "discurso" a las reglas del funcionamiento.
c) Funcionamiento.
Podemos aplicar el esquema de Roman Jakobson para estudiar cómo se expresa el Emisor
(realizadores, actores) en el cine y la T. V., cómo se considera al Receptor, cómo se realiza la
referencia al contexto (realismo o ficción). (Ya hemos tratado la funci6n pática y la
metalingüística en los parágrafos precedentes.)
Al confrontar el cine y la televisión, las diferencias aparecen sobre todo en la función
conativa (receptor) y en la función pática (contacto). Por ejemplo, el cine elabora un espacio
atrayente, "centrípeto", en el que las relaciones entre personajes, objetos, paisajes, son armónicas
entre sí, mientras que la T. V. crea un espacio "centrífugo" que favorece la orientación directa
hacia el espectador. La supremacía del primer plano en T. V. subraya ese movimiento hacia
adelante. La función "pática", que consiste en interpelar directamente al espectador o en crear
redundancia para retener su atención, es igualmente específica de la T. V. El cine tiene mayores
dificultades para "mirar al espectador de frente", para hablarle. Por eso, le es más arduo el
"distanciamiento".
Al reflexionar sobre los "lenguajes sin lengua" (cine y T. V.), hemos notado la ausencia de
la segunda y primera articulación (alfabeto y léxico). Y son precisamente las articulaciones,
particularmente la segunda, el alfabeto, las que permiten al hombre "distanciarse" del mundo para
interpretarlo. Los medios audiovisuales poseen el poder de fascinar en la medida en que las
imágenes están "pegadas" a su significado. Para encontrar los poderes de significación e
interpretación, y crear las condiciones de un "distanciamiento" propio, deben desarrollar a nivel
del "discurso" lo que les falta a nivel de las estructuras elementales.
4. INFORMACIÓN Y PUBLICIDAD
50
a) El análisis de contenido
Hasta los anos 50 la sociología de los medios de comunicación social se había constituido,
según el esquema de Laswell: ¿Quién dice qué? ¿A quién? ¿Con qué efectos?99
No estudiaremos todos los intentos actuales por elaborar nuevos esquemas de conjunto. La
segunda pregunta, el ¿qué?, ha dado lugar a lo que se conoce con el nombre de análisis de
contenido: mensajes de la prensa, radio, publicidad, etc. Las dificultades metodológicas que
ofrecen estos análisis pretendidamente científicos, originaron la necesidad de recurrir al análisis
estructural. Analizaremos esta evolución.
El pionero del análisis de contenido, Bernard Berelson, había planteado la inmanencia
como primera regla del método. Era necesario analizar el contenido (de los diarios, de la radio…)
en sí mismo, y no con referencia a los emisores (a su psicología, a su estrategia) o a los efectos (a
los resultados sobre los individuos o los medios sociales). Este contenido debía ser recortado en
unidades materiales, un editorial de diario, una página de publicidad, parte de una emisión, y
dividido en categorías, es decir, en especies nocionales como "religión", "patria", "trabajo", etc.
Luego, el método debía ser resueltamente estadístico y cuantitativo. La configuración de los
mensajes emitidos se obtenía por el número y la proporción de las categorías por unidades.
Un método tan masivo no iba a tardar en recibir toda clase de críticas en beneficio de
perspectivas más intuitivas ("análisis de no-frecuencia"); de métodos que recurren a las
asociaciones y combinaciones más que al simple cúmulo de unidades ("análisis de contingencia" o
análisis asociativo).
Pero ninguna de estas nuevas perspectivas de estudio había revisado seriamente la
segmentación de Berelson entre unidades materiales y categorías nocionales100.
En Francia, Kayser101 emplea técnicas completamente diferentes. Con paciencia y
minuciosidad artesanal registra todos los procedimientos de valorización de un mensaje dado:
superficie impresa, tipografía, título, ilustración, etc. El método estudia el tratamiento de la
especialidad, exactamente lo que los periodistas llaman compaginación. Los análisis de Kayser no
dejan de parecerse a los que los primeros teóricos de cine hacían sobre puesta en escena.
La obra de Violette Morin constituye una revolución en este plano 102. En lugar de oponer
unidades materiales y categorías nocionales, como se opondrían el material y la idea en él
inscripta, Violette Morin recorta "unidades de base", "unidades de articulación" y "temas de
articulación" en el interior de un mismo dato semántico. La unidad de base, la unidad de
información es la "noticia", lo que responde a la pregunta: ¿de qué se habla? Lo importante, desde
el punto de vista de la coherencia metodológica, es que las pequeñas y grandes unidades se
recortan en la misma trama semántica. Krutschev sopesa el maíz. Importa poco que se lo diga en
título, subtítulo, leyenda, editorial…; la unidad de información es la misma: "Krutschev
campesino". Un gran título puede abarcar numerosas unidades y por eso ser "captado"; pero si no
99
"The theory of political propaganda" en The american political science review, 1927
100
Ithiel de Sola—Pool, Trends in content analysis, Urbana, University of Illinois, 1959.
101
Le quotidien francais, A. Collin, 1963
102
"Un análisis de prensa, el viaje de Krutschev en Francia", en Communications, 1, 1961
51
c) Análisis estructural.
"Tomemos como ejemplo una publicidad Panzani: paquetes de pasta, una caja, un sachet,
tomates, cebollas, morrones, un hongo, todo saliendo de una red semiabierta, en tintes
amarillos y verdes sobre fondo rojo. Tratemos de 'discernir' los diferentes mensajes que
puede contener.
Ante todo la imagen admite un primer mensaje cuya sustancia es lingüística, sus
soportes son la leyenda en el margen y las etiquetas que están insertadas, como en un
'vacío', en la escena; el código del cual ha salido este mensaje no es otro que el de la
lengua francesa; para ser descifrado, el mensaje no exige otro saber que el conocimiento
de la escritura y del francés…
Dejando de lado el mensaje lingüístico, queda la imagen pura (aún cuando las
etiquetas forman parte de ésta a titulo anecdótico). Esta imagen emite inmediatamente
una serie de signos discontinuos. Ante todo se trata de una escena que representa el
regreso del mercado; este significado implica dos valores eufóricos: el de la frescura de
los productos y el de la preparación puramente casera a la que están destinados; su
significante es la red entreabierta que deja desparramarse las provisiones sobre la mesa,
como 'desempaquetando'. Para leer este primer signo, es suficiente un saber implantado
en los usos de una civilización en la que "hacer uno mismo las compras” se opone al
aprovisionamiento expeditivo (conservas, heladeras) de una civilizaci6n más 'mecánica'.
Un segundo signo es casi tan evidente como el primero; su significante es la reunión del
tomate. el morrón y el colorido tricolor (amarillo, verde, rojo) del afiche; su significado
es Italia o, más bien, la italianidad; este signo está en relación de redundancia con el
signo connotado del mensaje lingüístico (la sonoridad italiana del nombre Panzani; el
saber movilizado por este signo es ya más particular: es un saber propiamente 'francés'
(los italianos no podrían percibir ni las connotaciones del nombre propio ni,
probablemente, la italianidad del tomate y del morrón), fundado en el conocimiento de
algunos estereotipos turísticos. Otros signos: el de una 'cocina total', el de una referencia
107
La Persuasión Clandestine, de V. Packard, sigue siendo un modelo del género. (Hay trad, cast.: Las formas
ocultas de la propaganda, Ed. Sudamericana. [N. del T,])
108
"Rhétorique de l'image" en Communications, 4, 1964.
53
estética de 'naturaleza muerta'... A estos cuatro se puede agregar una última información:
la que nos dice que se trata de una publicidad…"109.
"En publicidad, estos signos están 'llenos', destinados a procurar una mejor lectura; la
imagen publicitaria es franca o, al menos, enfática."
Hasta ahora, el análisis de esos amplios fenómenos culturales, los mitos, los cuentos de
tradición popular, relatos literarios o desarrollados por una técnica particular (cine, historieta) se
distribuían según dos polos: el estudio histórico de los documentos y la observación (psicológica,
sociológica, etnográfica) de los comportamientos de los grupos humanos. Sigue siendo útil y
necesario distinguir minuciosamente los estratos de redacción de un relato, inventariar las diversas
variantes a través del tiempo y del espacio, observar cómo cuentan los hombres y qué mentalidad
revelan a través de sus mitos y relatos. Lo que simplemente queremos mostrar aquí, a partir de
algunos ejemplos, es cómo el análisis estructural puede contribuir a la solución del más difícil de
los problemas planteados: el de la "comparación" entre mitos (cuentos, relatos) diferentes y entre
variantes de una misma tradición mítica o narrativa y, por lo tanto, el de la permanencia de la
tradición mítica o narrativa.
Aquí volvemos a encontrar a Claude Lévi-Strauss. Más que enumerar los recientes trabajos
del etnólogo, conviene remontarse a los esfuerzos de reflexión metodológica 110 que han preparado
los trabajos actuales.
"El estudio de los mitos nos lleva a constataciones contradictorias. Todo puede ocurrir en
un mito; pareciera que la sucesión de acontecimientos no estuviese subordinada a
ninguna regla lógica o de continuidad. Cualquier sujeto puede tener cualquier predicado;
toda relación concebible es posible. Sin embargo, esos mitos, en apariencia arbitrarios, se
reproducen con los mismos caracteres, y frecuentemente con los mismos detalles, en
distintas regiones del mundo. Esto plantea un problema: si el contenido del mito es
completamente contingente, ¿cómo comprender que, de un extremo a otro de la Tierra, se
parezcan tanto?111"
Gran número de mitólogos (estudiosos del mito), persuadidos con Jung que los mitos
109
Ibid, pp. 41-42
110
"La structure des mythes" en Anthropologie structurale, pp. 227 a 255
111
Ibid., p. 14.
54
"Las verdaderas unidades constitutivas del mito no son relaciones aisladas sino paquetes
de relaciones."
"El método nos libera de una dificultad que ha constituido hasta ahora uno de los
principales obstáculos al progreso de los estudios mitológicos, a saber, la búsqueda de la
versión auténtica o primitiva. Nosotros proponemos, en cambio, definir cada mito por el
conjunto de sus versiones. Dicho de otra manera, el mito sigue siendo mito en tanto sea
112
Le cru et le cuit está armado según una estrecha analogía con las composiciones musicales: fuga, cantata, etc
55
Esta última declaración plantea, una vez más, el problema de la estructura permanente y de
la historia. Reconozcamos ya que si es necesario dar cuenta de la permanencia, de la continuidad
de un mito a través de innumerables versiones, hay que recurrir a un método válido capaz de
detectar las unidades permanentes y las reglas de combinación y de transformación.
Objeto
Sujeto
Tomemos un ejemplo: Ulises (sujeto) desea entrar a Itaca y encontrar a Penélope; éste es el
objeto de sus esfuerzos. En el camino, múltiples ayudas y múltiples contrariedades: Ayudante/
Oponente. Por encima de los periplos y dificultades, las intervenciones de los dioses favorables:
Donante-Beneficiario, se orientan en el mismo sentido que los esfuerzos de Ulises, apuntan hacia el
mismo objeto: reencuentro con el hogar y la patria119.
— Mientras que Greimas reconstituye una "gramática general" del relato, Claude Bremond
se dedica más especialmente a una lógica de los encadenamientos120.
"Todo relato consiste en un discurso que integra una sucesión de acontecimientos de
115
Claude Lévi-Strauss, "La structure et la forme" en Cahiers de l’lnstltut de Science économique apliquèe, marzo
I960, pp. 3 a 36. Claude Bremond, "Le message narratif" en Communications, 4, 1964, pp. 4 a 32.
116
Les 200.000 situations dramatiques, Flammarion, 1950.
117
Connaissance de la Littérature, t. l’oeuvre et ses techniques, Nizet, 1957.
118
Sémantique structurale, pp. 172 a 191. Nos tomamos ciertas libertades con los términos empleados pero no con el
esquema
119
Es evidente que tomamos el mito de Ulises más que el contenido de la Odisea. Sobre este tema cf, T. Todorov,
"El relato primitivo" en Tel quel, 3er. trimestre de 1967: "Hay dos Ulises en la Odisea, uno que corre las aventuras,
otro que las cuenta". (p. 53).
120
La logique des possibles narratifs" en Communications, 8, pp. 60 y ss.
* Communications, 8, 1966, pp. 94 a 101.
57
interés humano en la unidad de una misma acción. Donde no hay sucesión no hay relato, sino, por
ejemplo, descripción (...) deducción (...) efusión lírica (...). Donde no hay integración en la unidad
de una acción tampoco hay relato sino solo cronología (…)." El relato trata de acontecimientos
que interesan al proyecto humano, y que hacen participar a personajes o fuerzas personificadas.
"Los acontecimientos del relato pueden clasificarse según favorezcan o contrarresten ese proyecto
en dos tipos fundamentales que se desarrollan según las secuencias siguientes:
En los dos tipos de relato, Claude Bremond encuentra el aliado y el adversario, los dos
papeles analizados por Greimas (ayudante/oponente). En cambio, en lugar de considerar un solo
donante (maravilloso, sobrenatural) benéfico, desdobla este papel en retribuyente-que-recompensa
y retribuyente-que-castiga; este análisis presenta la ventaja de estructurar mejor el nivel
"sobrenatural" del relato.
— Paralelamente a este estudio de los modelos, el análisis de un relato de prensa sobre "los
últimos días de un gran hombre" ilustra los esquemas de Claude Bremond de un modo tanto más
notable cuanto que el reportaje de prensa, consagrado a recoger día a día sus informaciones, se
constituye, no obstante, en relato y se pliega a las leyes narrativas. Por ejemplo, seis días de agonía
se ordenan según un ritmo ternario: enfermedad fatal-cura posible-empeoramiento irremediable.
Aun cuando el enfermo estuviese en un largo coma inexpresivo (Winston Churchill), la necesidad
de introducir signos de una cura posible, y por lo tanto un "suspenso" narrativo, es más fuerte que
la realidad de las informaciones. Este análisis de prensa ilustra igualmente una regla propuesta por
Claude Bremond, en contra de Vladimir Propp, que plantea que una secuencia de relato no
desemboca necesariamente en otra, sino que abre una alternativa: mejoramiento
obtenido/mejoramiento no obtenido, degradación obtenida/degradación evitada. En el caso de un
relato de agonía, la alternativa adquiere una doble forma:
La disyunción: ¿curara?/ ¿no curará?
El dilema: permanecer acostado/levantarse (en los dos casos, resultado fatal).
El famoso "suspenso" de los relatos de prensa, de los films, de las novelas policiales, no
só1o es el escalofrío que sienten los lectores o espectadores, sino realmente una de las "figuras"
del relato.
A diferencia de los relatos míticos, de los cuentos populares, de los relatos vehiculizados
58
por la cultura de masas, que se caracterizan por un predominio casi exclusivo de la historia (que
Aristóteles llamaba fábula), el relato literario desarrolla, bajo esta historia, un discurso que es
esencialmente el punto de vista del relator sobre su propio relato.
"En el nivel más general, la obra literaria tiene dos aspectos: es al mismo tiempo una
historia y un discurso. Es historia en el sentido de que evoca cierta realidad,
acontecimientos que habrían ocurrido, personajes que, desde este punto de vista, se
confunden con los de la vida real. Pero la obra es, al mismo tiempo, discurso: existe un
narrador que relata la historia, y frente a él hay un lector que la percibe. En este nivel, no
son los acontecimientos relatados los que importan, sino la manera en que el narrador nos
los hace conocer"121,
"En este caso, el narrador sabe más que su personaje. No se preocupa por explicarnos
como ha adquirido este conocimiento: ve a través de las paredes de la casa como a través
del cráneo de su héroe. Los personajes no tienen secretos para él" 123.
Gran número de novelas "clásicas" responden a este modelo: Balzac, Tolstoi, etc…
"Esta segunda forma está también muy difundida en literatura, sobre todo en la época
moderna. En este caso, el narrador sabe tanto como los personajes, no puede darnos una
explicación de los acontecimientos antes que los personajes la hayan encontrado.. ."
Entran en esta categoría las novelas que adoptan sucesivamente el punto de vista estricto
de cada personaje (por ej. Les Reins et les Coeurs de Lesort) o incluso las novelas que se ordenan
alrededor de un personaje único, el yo ficticio del narrador.
121
T. Todorov, "Les catégories du récit littéraire", en Communications, 8, p. 120.
122
Problémes de linguistique générale, pp. 239 a 242
123
Todorov, Op. cit., p. 141
59
"En este tercer caso, el narrador sabe menos que cualquiera de sus personajes. Puede
describirnos únicamente lo que se ve, oye, etc., pero no tiene acceso a ninguna conciencia
(...) Este procedimiento recién aparece en el siglo veinte" 124. Un ejemplo son las novelas
de Hemingway.
Existen dos modos principales de presentar a los personajes: el modo objetivo y el modo
subjetivo"125.
"Tomemos un ejemplo. La frase 'El señor Dupont salió de su casa el 18 de marzo a las 10
horas", tiene un carácter esencialmente objetivo; a primera vista no suministra ninguna
información sobre el sujeto de la enunciación (...) En cambio otras frases tienen una
significación que concierne casi exclusivamente al sujeto de la enunciación, p. ej. "¡Eres
un imbécil!"; esta frase es ante todo un acto para el que la pronuncia, una injuria, aunque
conserve también un valor objetivo…
El estilo directo está vinculado al aspecto subjetivo del lenguaje; a menos que se trate de
una simple convención. Inversamente la palabra del narrador pertenece habitualmente al plano
objetivo, pero cuando empleamos una metáfora, una reflexión general sobre la naturaleza humana,
la subjetividad (del narrador) reaparece126.
De un modo más general, esta manera de presentar los personajes puede llamarse personal
(yo/ tú) o a-personal (él). En la práctica es necesario prestar gran atención porque lo personal y lo
a-personal se entrecruzan frecuentemente. Así esta frase de Goldfinger, a veces nos coloca "en el
lugar" del personaje (personal), y a veces nos mantiene en el exterior de él (a-personal):
"Sus ojos -> personal
gris azulados -> a-personal
estaban fijos sobre los de Au Pont que no sabia qué
postura tomar -> personal
porque esa mirada fija suponía una mezcla de candor, ironía y auto-desprecio -> a-
personal"127.
d) El sistema narrativo.
El relato mítico, popular, literario, de cine comercial o cine de vanguardia, supone una
lógica o, si se prefiere, una gramática fundamental. Esta gramática se basa en una ambigüedad que
la escolástica llamaba: post a.C. ergo horópter a.C. = lo que sigue en el tiempo está causado por lo
que precede. Se confundía la cronología con la causalidad. El análisis narrativo intenta
precisamente revelar las leyes de esta causalidad particular, a la vez ambigua y profundamente
124
Todorov, op. cit., pp. 141 a 142.
125
Utilizamos, igual que Todorov, una distinción hecha por John Austin y retomada por Benveniste, entre
constatif (enunciado objetivo) y performatif (enunciado en primera persona).
126
Todorov, Op. cit., pp. 145 y 146.
127
Texto transcripto por Roland Barthes, "Introduction a l'analyse struclurale des récits", en Communications,
8, 1966, p. 20.
60
"Es posible que los hombres proyecten incesantemente en el relato lo que han vivido y
conocido; al menos es una forma que triunfó sobre la repetición e instituyó el modelo de
un devenir"130.
128
Según este recorte, la secuencia de un relato se presenta como "una serie, serie lógica de núcleos unidos
entre sí por una relación de solidaridad: la secuencia se abre cuando uno de sus términos no tiene antecedente
solidario, y se cierra cuando no tiene consecuente": ordenar un servicio… consumirlo… pagarlo, son tres
funciones para una secuencia (Roland Barthes, op. cit., pp. 13-14).
129
Roland Barthes, op. cit, en Communications, 8, p. 18.
130
Roland Barthes, op. cit., p. 26.
61
6. LA LITERATURA
La literatura es el campo de aplicación del análisis estructural que ha dado lugar a las más
vivas discusiones, a múltiples malentendidos, a una "polémica entre la nueva crítica y la crítica
universitaria", o más aún a una "nueva polémica entre los Antiguos y los Modernos". Todo esto
dificulta nuestro propósito y se hace necesario aclarar algunos malentendidos.
El primer malentendido consiste en una especie de amalgama. Se ubican en las filas de la
"nueva" crítica una sociología de los temas de la literatura (Lucien Goldmann), un psicoanálisis o
más bien una psicocrítica de los escritos (Charles Mauron), una fenomenología de las
significaciones (Serge Doubrovsky), análisis de las configuraciones de los mitos, temas, símbolos
(Bachelard, Poulet, Richard, Starobinsky...) y por fin, el análisis estructural tal como lo hemos
definido, es decir, inspirado por el modelo lingüístico (Gérard Genette, Tzvetan Todorov, Roland
Barthes...). Al manipular en todo sentido los términos "estructura y "estructuralismo", siguiendo
múltiples causas, polémicas o apologéticas, se llega a una total confusión. Por lo tanto, la primer
tarea es de clasificación; es evidente que todas las corrientes aquí indicadas pertenecen a la
"nueva crítica", en el sentido de que utilizan nuevos métodos en relación a métodos más
tradicionales que se fundan en la crítica histórica y filológica de los textos (siempre válida), en
una historia de los medios literarios (aún válido), en una psicología de las "facultades humanas"
(francamente superada) 131. En cambio el manejo de los términos "estructura” y "estructuralismo"
provoca demasiados malentendidos. Para evitar las amalgamas aplicaremos estrictamente la
distinción entre "structurel” y "structural” para reservar la calificación de "structural" a todo
esfuerzo de inventario y de análisis que adopte y aplique con coherencia el modelo lingüístico.
"Formalismo fue la palabra que designó, en la acepción peyorativa que le concedieron sus
adversarios, la corriente de crítica literaria que se desarrolló en Rusia entre los años 1915
y 1930. La doctrina formalista está en el origen de la lingüística estructural, al menos de
131
Evitemos llamar "universitaria" a la crítica “tradicional”, ya que muchos investigadores de la “nueva” crítica
también son universitarios
132
Sería mejor decir literaridad, traduciendo el literaturnost' ruso: "el objeto de la ciencia literaria no es la literatura,
sino la literaridad, es decir, lo que hace que una obra sea una obra literaria" (Roman Jakobson, citado por Todorov en
Théorie de la littérature, Seuil, 1965, p.
62
Siguiendo a T. Todorov, recordemos algunas de las reglas formuladas por esos pioneros
del análisis estructural.
Aquí podemos reconocer la primera regla (inmanencia) del análisis structural. Que las
preocupaciones de los formalistas rusos nos parezcan hoy banales, no debe ocultarnos la audacia del
proyecto.
"Otra idea importante para la primera fase del formalismo es la que V. Chkloski resumió
en el título de uno de sus artículos: el Arte como procedimiento. Rechazando toda mística
que solo puede ocultar el acto de la creación, y la obra misma, los formalistas intentan
describir su fabricación en términos técnicos".
Así se originan los estudios de las relaciones entre la lengua de las emociones y la lengua
poética, de la constitución fónica de los versos, la entonación, la métrica, el ritmo y su relación con
los significados poéticos, la estructura del Cuento Fantástico, etc, Los formalistas rusos nos liberan
de una mística de la inspiración —sea romántica o surrealista— y concentran la atención en el
código (o códigos) que utiliza el escritor si quiere expresar literariamente su propia palabra.
133
Ibid., pp. 16 a 20
63
b) Recuperación de la Retórica
134
Tomachevski, "Thématique" en T. Todorov, Théorie de la littérature, p. 302
135
Sería necesario aclarar este problema histórico: la influencia de ciertos recortes y categorías de la 1ógica formal
sobre la lingüística.
136
Si bien hacemos referencia a la distinción de Jakobson entre metonimia y metáfora, no la comentaremos a causa de
ciertas imprecisiones de contenido
64
"Un manual reciente estima que el famoso plan tesis/antítesis/síntesis, cumbre de la técnica
de la disertación, es el que le conviene al 70 % de los temas (...) El plan ternario pretende responder
a un movimiento del espíritu (...) Debe considerarse que un tema de disertación plantea —
explícitamente o no— un problema y las tres partes interesadas como momentos de esta
problemática; es natural examinar primero un aspecto del problema, luego otro, y por fin resolverlo,
no conciliando "cómodamente, verbalmente, formalmente los inconciliables", sino siguiendo la
naturaleza del espíritu que se enfrenta a una contradicción y la resuelve buscando otro punto de vista
por el cual se aclara o desaparece como tal"137.
Este predominio de dispositio tiene por consecuencia que los problemas de inventio "se
reducen de hecho a problemas de orientación y adaptación al movimiento", y que elocutio (estilo)
debe adaptarse estrechamente a la "composición".
A este estilo muy ligado al plan, "estilo funcional" se diría en otros campos, solo se le
reconoce una cualidad (como beneficio extraordinario, no buscado): lo brillante.
El análisis estructural tiene entonces por tarea retomar el problema de las dimensiones de la
obra. Pero ya estamos en presencia de una extensión: la de la crítica. Mientras que la retórica
tradicional se reduce perdiendo su dimensión literaria para dejar lugar a la crítica, la crítica se
introduce en la obra literaria misma.
137
Gérard Genette, "Enseignement et rhétorique au XX siècle" en Annales, marzo 1966, pp. 300-301. Entre otros,
puede consultarse el manual de disertación de Chassang y Senninger, la Dissertation litteraire, Hachette, 1967.
138
Op, cit., pp. 304-305
65
“Ante la imposibilidad de dominar todas las frases de una lengua, el lingüista acepta
establecer un modelo hipotético redescripción, a partir del cual pueda explicar cómo se
engendran las frases infinitas de una lengua. Cualesquiera sean las correcciones
necesarias, no hay ninguna razón para no intentar aplicar este método a las obras de la
literatura: estas obras son semejantes a inmensas "frases" derivadas de la lengua general
de los símbolos a través de un cierto numero de transformaciones regladas, o de un modo
mas general, a través de cierta 1ógica significante que es preciso describir". En otros
términos, la ciencia de la literatura recibe de la lingüística este principio de toda ciencia:
"disponer de algunas reglas para explicar algunos resultados".
¿Por qué las formas literarias, por qué son aceptables sus sentidos? En virtud
precisamente de reglas elaboradas más allá del autor, las "reglas lingüísticas del símbolo".
"No son imágenes, ideas o versos lo que la voz mítica de la Musa sugiere al escritor; lo
que existe es la gran lógica de los símbolos.
Será entonces necesario aceptar redistribuir los objetos de la ciencia literaria. El
autor, la obra, no son más que el punto de partida de un análisis cuyo horizonte es un
lenguaje; no puede haber una ciencia de Dante, de Shakespeare o de Racine, sino solo
una ciencia del discurso. Esta ciencia tendrá dos grandes territorios según los signos de
que trate: el primero comprenderá los signos inferiores al frase” (figuras de retórica,
signos de connotación), “brevemente, todos los rasgos del lenguaje literario en su
conjunto; el segundo comprenderá todos los signos superiores a la frase” (historia,
mensaje poético, discurso…).
Cada clase de unidad requerirá los procedimientos de descripción adecuados a su nivel, pero
todas sus clases (de las pequeñas unidades prosódicas a las grandes unidades del discurso) deben
conectarse entre sí en virtud de la regla de integración. El análisis estructural de los relatos ya está
muy avanzado, pero queda un largo camino por recorrer respecto a los mensajes poéticos y a las
estructuras del discurso.
Precisamente, la retórica aristotélica quería ser una primera ciencia de la obra aceptable por
el gran público en virtud de una lógica de lo verosímil. Las frases de la lengua francesa son
aceptadas por el "sentimiento lingüístico" de los franceses.
"La ciencia de la literatura describirá según qué lógica se engendran los sentidos de un
modo que pueda ser aceptada por la lógica simbólica de los hombres" 139.
"En sí, un lenguaje no es verdadero o falso, es válido o no lo es. Válido, significa decir
139
Todas las citas desde el principio del párrafo, fueron tomadas de Roland Barthes, Critique et Vérité, Seuil, 1966,
pp. 56 a 63.
66
que constituye un sistema coherente de signos. Los signos que sostienen el lenguaje
literario no implican la conformidad de este lenguaje a lo real (cualesquiera sean las
pretensiones de las escuelas realistas), sino solo su sumisión al sistema de signos que se
ha fijado el autor..."
La crítica no tiene que preguntarse si los personajes de un autor son claves para la
comprensión de personas reales, menos aún si las descripciones de la obra reflejan el paisaje o la
sociedad...
"Su único papel es el de elaborar un lenguaje cuya coherencia 1ógica, es decir, cuyo
sistema pueda recoger o, mejor aún, 'integrar la mayor cantidad posible de lenguaje (del
autor)"140.
Más que de verdad, es necesario hablar de coherencia, de validez o, mejor aún, de ajuste.
APERTURAS
1. INCONSCIENTE/CONSCIENTE
140
Roland Barthes, Essais critiques, Seuil, 1964, pp. 255-256.
67
Es necesario destacar en Claude Lévi-Strauss una forma especial de humor que lo lleva a
desmistificar toda cuestión concerniente a su filosofía subyacente y que expresa de modo ingenioso
y ocurrente. Así, durante un debate con Paul Ricoeur se declara cercano al "materialismo vulgar", en
otras circunstancias aceptará ser tratado de "kantiano sin sujeto trascendental".
En las líneas que preceden, Ricoeur no se refiere al análisis estructural como método
científico, sino a la filosofía que podría estar vinculada a este método.
Es inquietante constatar que las producciones del espíritu humano desde el "bricolage"
mítico hasta las obras más elaboradas de la literatura obedecen a leyes de ordenación y
transformación, leyes inscriptas en una especie de inconsciente y natural. ¿Es esto la negación del
espíritu humano, de la cultura? Los estructuralistas responden a esta pregunta de dos modos
diferentes; por un lado, sostienen una especie de naturalismo que sumerge las actividades
conscientes del hombre en una "arqueología" 143 de reglas fundamentales e inconscientes; por otro
lado los investigadores estructuralistas detectan el nivel a partir del cual se opera el pasaje de la
naturaleza a la cultura; prohibición del incesto, cocción de alimentos, segunda articulación... De este
modo el estructuralismo puede integrarse a una filosofía de la cultura. ¿Estas respuestas son
irreductibles? Simplemente quisiéramos sugerir que la investigación estructuralista puede ayudar a
superar una anti-naturaleza en la que se complacían tantos filósofos contemporáneos, y favorecer
una recuperación del grave problema naturaleza/cultura al que en definitiva remite el debate
consciente/inconsciente.
2. CÓDIGO/SENTIDO
si y del ser.
La decodificación, es decir, el análisis de los significados del código, debe de ser la etapa
objetiva de una interpretación existencial del sentido, de un desciframiento para la comprensión de sí
y del ser, sin el cual “el pensamiento estructural es un pensamiento que no piensa”144.
Claude Lévi Strauss: “De ningún modo excluyó –por otra parte sería imposible- que el
sentido pueda recuperarse; tal vez la diferencia proviene de que para mí, esto tiene lugar
como un medio suplementario del que disponemos para intentar controlar posteriormente
la validez de nuestras operaciones sintácticas. Ya que hacemos “ciencias humanas” ya
que somos hombres que estudiamos hombres, no podemos ofrecer el lujo de colocarnos
en lugar de ellos. Pero éste es el último momento, la última satisfacción que nos
concedemos haciéndonosla pregunta: ¿esto funciona?, ¿si lo intento sobre mí, funciona?
En consecuencia la recuperación del sentido me parece secundaria y derivada, desde el
punto de vista del método, en relación al trabajo esencial que consiste en desmontar el
mecanismo de un pensamiento objetivado” 145
¡No se podría ser más claro! Volviendo años más tarde al mismo problema, Paul Ricoeur se
esfuerza por realizar una “promoción del sentido” en el “medio mismo de la lengua”, de “hacer
advenir el sistema como acto de la estructura, como acontecimiento”. Dicho de otro modo, en lugar
de “implantar” una fenomenología del sentido en un análisis científico de la lengua, lo propone
como una “inteligencia integral del lenguaje”. Para hacerlo, va a descubrir (con cierto
apresuramiento), las dificultades, los hiatos, los saltos del análisis estructural para establecer que esta
inteligencia integral del lenguaje llenas las lagunas. Así encuentra el problema de la palabra: debido
a la multiplicidad de sus significados, “la palabra es un intermediario entre el sistema y el acto, entre
la estructura y el acontecimiento”. Ricoeur señala, respecto de la frase, las afinidades entre los
conceptos dinámicos de la gramática generativa y los esfuerzos de una fenomenología por
comprender el lenguaje en tanto que acto vivo. Conviene esperar el estudio ulterior anunciado por
el filósofo para juzgar la validez de sus confrontaciones y de su proyecto final:
144
Op. Cit., en Espirit, noviembre 1963, p. 617. Pourquoi la nouvelle critique? De Serge Doubrovsky, Mercure de
France, 1966, constituye un excelente ejemplo de fenomenología del lenguaje literario.
145
“Réponses a vuelques questions”en Espirit, noviembre 1963, pp. 639-640.
69
En el estado actual de los debates, sentimos cierta molestia cuando vemos al filósofo
servirse de puntos dificultosos del análisis estructural para proponer la respuesta salvadora.
Volvemos en definitiva al problema de lengua y habla, por el que había comenzado el
análisis estructural. Ningún analista serio afirmará que en tanto hombre hablante (y filósofo)
encontrará el misterio de la palabra vivida. Simplemente y por rigor de método eligió el sistema, la
lengua. Si se "remonta más allá" (metodológicamente) del habla, será para encontrar un
sistema, un código, allí donde todo parecía habla y libertad creadora (por ejemplo la moda, la
frase, la literatura). Al filósofo le corresponde recordar la palabra viva, pero debe cuidar que su
apresuramiento no le impida ver el sistema en que este se instaura.
3. ESTRUCTURA/PRAXIS
Para evitar toda amalgama hemos propuesto la' distinción entre "stractural” que remite a
la lengua, al sistema, y "structurel" que remite a la realidad efectiva. Así, las infraestructuras
(en Marx) son de orden "structurel". Pero entonces el problema surge inevitablemente: ¿qué
relaciones pueden establecerse entre lo "structurel" y lo "structural", entre la lengua y las
realidades socio-económicas?
"El estructuralismo encuentra aquí su mayor dificultad. Que el análisis y ubicación de las
realidades históricas puedan ser structurales, ¿implica acaso que éstas lo sean en sí
mismas? Que las relaciones sean structurales no dice que las ha constituido...
Frecuentemente se plantea el problema como si se tratara de fijar una prioridad, de
describir una génesis: ¿la estructura producto de la praxis y marcada por esta, o la praxis
determinada por la estructura?"146.
"El marxismo —aunque no Marx mismo— razonó con demasiada frecuencia como si las
prácticas derivasen inmediatamente de la praxis. Sin cuestionar el indiscutible primado de
las infraestructuras creemos que entre praxis y prácticas se intercala siempre un esquema
146
Jean Pouillon, "Présentation, un essai de définition" en Temps modernes, noviembre 1966, pp. 787-788
147
"La structure chez Mart", en Temps modernes, pp. 857-858. (Hay trad. cast, en Problemas del estructuralismo,
Siglo XXI, 1967. [N. del T.])
70
conceptual por mediación del cual, una materia y una forma, desprovistas una y otra de
existencia independiente, se realizan como estructuras, es decir, como entes a la vez
empíricos e inteligibles. Es a esta teoría de las superestructuras, apenas esbozadas por
Marx, que deseamos contribuir..."
4. HISTORIA/ESTRUCTURA
"Todas estas fechas no forman una serie, pertenecen a especies diferentes. Para referirnos
a un solo ejemplo, el código que utilizamos en prehistoria no es preliminar al que nos
sirve para la historia moderna y contemporánea: cada código remite a un sistema de
significaciones que, al menos teóricamente, es aplicable a la totalidad virtual de la
historia humana. Los acontecimientos significativos para un Código no lo son para otro.
Codificados en el sistema de la prehistoria, los episodios más famosos de la historia mo -
derna dejan de ser pertinentes" 151.
"Sin dejar nuestra sociedad, estamos seguros a priori de poder comprender las otras
proyectándolas en la unidad de nuestro devenir, pero al precio de una doble reducción: las
sociedades distintas en el espacio serán etapas anteriores de nuestro desarrollo (...) La
historia que han recorrido las otras sociedades será asimilada a un fragmento de nuestra
historia pasada (...) Entre las sociedades pasadas y presentes no habría otra diferencia que
la de las etapas de una génesis, donde todos los aspectos de la vida social (técnicos,
intelectuales, artísticos) se desarrollarían simultáneamente por "aproximación" y
"complicación progresiva"152.
Frente a estos presupuestos se impone una revisión. Sin embargo, a pesar de los riesgos
e ilusiones de la subjetividad, la historia, en lo que tiene de específico, será el acto de
recuperación e interpretación del historiador que dialoga con el pasado y con lo diferente a
partir del hoy, del hic y nunc. A su manera, el estructuralista posibilita ese diálogo histórico
porque reconoce que los significados desbordan siempre a los significantes, y que la lengua
efectúa incesantes reajustes de estructura, en síntesis, que la lengua está en estado permanente
de equilibrio (o de desequilibrio) dinámico. Pero en sus exigencias de objetividad, de
sistematización, corre el riesgo de caer en una tentación inversa y sistemática a la del
historiador (o del filósofo de la historia): referir toda diferencia a la unidad de una Naturaleza
en sí.
Agregaremos tres observaciones antes de terminar este estudio. La primera se refiere a
las confrontaciones precedentes. De un modo general, pensamos que un mayor distanciamiento
al juzgar y criticar el análisis estructural beneficiaría al filósofo y al historiador. Es siempre
peligroso insinuarse en análisis aún no terminados, para señalar incertidumbre y fallas, y
entonces proponer respuestas que sólo son pertinentes respecto a otros marcos teóricos. Por el
contrario un esquema de funcionamiento como el presentado por Jakobson (emisor / receptor)
ofrece una oportunidad para el diálogo, ya que para cada término surgen los problemas del
yo/tú, del Mundo, de las categorías del espíritu.
La segunda observación deriva de la precedente. Por un "distanciamiento"
metodológico, que es un modo de "ascesis" científico, el estructuralismo hace retroceder lo más
lejos posible el encuentro del yo/tú del Mundo. De esta manera corre el riesgo de negar, por lo
tanto, de extrapolar. Pero por ese acrecentamiento de la atención y del rigor, crea la posibilidad
151
Claude Lévi-Strauss, La pensée sauvage, p. 344.
152
Anthropologie structurale et histoire" en Esprit, noviembre 1963, p. 581.
72
de descubrir y analizar los lenguajes e ideologías que se intercalan sin cesar entre el hombre y
la realidad. Pensemos por ejemplo en las ideologías que han pretendido apoyarse en la
naturaleza de la mujer y han retardado una auténtica reflexión sobre la vocación femenina. El
verdadero dialogo con el estructuralista comenzará solo cuando se reconozca la intención
realista de ese distanciamiento. Una filosofía de consentimiento al Ser está sin duda mejor
equipada para ese diálogo.
La última observación consistirá en una manera de reconocimiento. Sobreponiéndose a
las hegemonías culturales de Occidente y a la opinión — "aún profundamente enraizada"— de
que existe un "Salvaje" pre-lógico y un civilizado adulto en su lógica, el análisis estructural
identifica en los lenguajes humanos los signos de una profunda unidad del hombre.
ÍNDICE
Prólogo
Primera Parte: MODELOS
A Semiología
1....................................................Lengua y habla
2....................................................Significante y significado
76
a)..............................................El significante
b)..............................................El significado
c)...............................................La relación de significación
d)..............................................El valor
3.....................................................Sintagma y sistema
a)...............................................El sintagma
b)..............................................El sistema
4.....................................................Denotación y Connotación
5.....................................................Lenguaje objeto y Metalenguaje
B. Semántica
1....................................................Las estructuras elementales
2....................................................Análisis sémico
3......................................................Niveles y resortes del discurso
a)..............................................El nivel práctico y el nivel mítico
b)-----------------------------------Actantes y predicados del mensaje
1....................................................La cocina
2.....................................................La moda vestimentaria
3.................................................Cine-televisión
a)¿El cine y la televisión son lenguajes?
b)...........................................El discurso de la imagen
c)...........................................Funcionamiento
4.....................................................Información y publicidad
a)...........................................El análisis de contenido
b)...........................................Hacia el análisis estructural
c)...........................................Análisis estructural
77
APERTURAS
1.................................................Inconsciente y consciente
2.................................................Código y Sentido
3.................................................Estructura y Praxis
4.................................................Historia y Estructura
Pequeño Léxico estructuralista