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PARA COMPRENDER

EL ESTRUCTURALISMO
2

S erie ma yor / ens a yo s


3

JEAN- BAPTISTE FAGES

PARA COMPRENDER

EL ESTRUCTURALISMO

Conservación: Dr. Rafael Reséndiz Rodríguez


Coordinación de Ciencias de la Comunicación
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Scaneo: Patricia Gómez Cabrera

EDITORIAL GALERNA
4

Titulo de la edición original:


Comprendre le structuralisme
Edouard Privat, éditeur 1967

Traducción: JORGE JINKIS Y MARTA CARLISKY


Revisión técnica: ANA MARÍA NETHOL Y HÉCTOR SCHMUCLEP

Tapa: ISAÜEL CAHHALLO


© de la edición original: Edouard Privat, éditeur
© de la edición argentina y de la traducción al castellano:
EDITORIAL GALERNA S. R. L.
Derechos exclusivos para todos los países de lengua española.
Prohibida la reproducción parcial o total sin la autorización
de la Editorial.

IMPRESO EN LA ARGENTINA.
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723,
© 1969, EDITORIAL GALERNA
Sociedad de Responsabilidad Limitada,
Calle Boulogne Sur Mer 580, Buenos Aires, Argentina.
5

Prólogo

"Llegará inevitablemente el día en que el análisis estructural pasará a la


categoría de lenguaje-objeto 1 y será incorporado a .un sistema superior que a
su vez lo explicará ( . . . ) El estructuralismo intenta precisamente comprender
esta necesidad, el semiólogo es el que expresa su muerte futura en los mismos
términos en que ha nombrado y comprendido el mundo" 2.

Esta noble y estoica aceptación de uno de los representantes más calificados del
estructuralismo, resuelve con éxito la prueba de la "moda" y de lo "démodé" situando al
estructuralismo como un momento que habrá sido necesario en la progresión de las ciencias
humanas.
Este libro surge de un proyecto restringido, deliberadamente limitado: comprender y
traducir en términos claros, accesibles a los no-iniciados, las principales reglas del análisis
estructural y sus principales campos de aplicación.
De ningún modo este proyecto pretende instaurar ese "sistema superior" que, según
Roland Barthes, explicará el estructuralismo. Quiere hacer obra de iniciación, ni más ni
menos. De "vulgarización" si se quiere. Si en las ciencias físicas y "naturales" fue posible
hacerlo sin que las hipótesis, las pruebas y los resultados hayan sufrido notables
deformaciones o excesivas simplificaciones, ¿por qué no sería posible en las ciencias
humanas?

¿El estructuralismo todavía está de moda? "Lo exasperante de la moda es que al criticarla
también se cae en ella. Por otra parte esto permite reconocerla: está de moda aquello de lo
que hay que hablar, sin que importe si es a favor o en contra. Así por la etiqueta se aprecia
la mercancía, y se busca el estructuralismo donde se lo afirma sin que se encuentre
forzosamente allí, mientras se lo desconoce donde en realidad se lo practica, pero sin
proclamarlo ruidosamente. En otras palabras, no se reduce al entusiasmo que suscita y, sobre
todo, es preciso desembarazarlo de las falsas interpretaciones que éste favorece"3.

Estamos de acuerdo en buscar el estructuralismo "donde se lo practica" realmente sin


desdeñar lo que sea entusiasmo pasajero: la moda, a pesar de todas las críticas que se le
formulan, es la expresión exacerbada de una opinión pública, de una necesidad de
participación social y puede llevar a profundas tomas de conciencia, ffelizmente este libro
aparece en el momento indeciso en que la moda se convierte en preocupación seria para
gran parte del público, mientras que el snobismo se dirige hacia otros temas más originales.
Comienza a ser "démodé" lo que se usa con frecuencia y entra en una etapa de utili -
1
Subrayado por nosotros en el texto. Para evitar reiteraciones y facilitar la lectura, todos los términos
técnicos en itálica serán definidos en el "Pequeño Léxico". También serán explicados oportunamente en el
curso de la exposición.
2
Roland Barthes, Système de la Mode, Seuil, 1967, p. 293.
3
Jean Pouillon, "Présentation, un essai de définitíon", en Temps modernes, noviembre 1966, p. 769. (Hay trad.
cast: en Problemas del estructuralismo, Siglo XXI, 1967. [N. del T.]).
6

zación normal.

¿De qué estructuralismo se trata? "la noción de 'estructura', declara Kroeber, no es


probablemente más que una concesión a la moda" (decididamente volvemos a ella)... "sin
duda una personalidad típica puede ser considerada desde el punto de vista de su es -
tructura. Pero lo mismo es verdad para una disposición fisiológica, un organismo, una
sociedad cualquiera o una cultura, para un cristal o una máquina. Cualquier cosa —a con-
dición de no ser amorfa— posee una estructura. De este modo parecería que el término
estructura no agrega más que una agradable sensación a lo que ya sabemos cuando lo em-
pleamos"4.

El educador hablará de un espíritu "estructurado" para designar un alumno con ideas


claras y netas; del mismo modo el profesor dirá que una disertación está "estructurada" para
valorizar un plan bien hecho. El industrial y el sindicalista, emplearán la palabra "estructura"
para designar la organización de una empresa, de un mercado. Desde Carlos Marx, los
economistas vacilan cada vez menos en designar por "infraestructuras" todas las realidades
económicas y sociales de un país dado, y los arquitectos engloban con la mis ma palabra los
cimientos y el armazón de un edificio.
En fin, los lingüistas y los que aplican sus métodos en las ciencias humanas
(etnología, sociología, historia, etc.) hablan de "estructuras" para designar las solidaridades,
los ordenamientos (por oposición o asociación) entre dos o varios rasgos de una lengua, de
un código de parentesco, de un sistema narrativo, de la cocina, de la moda vestimentaria, etc.
Todos estos empleos del término "estructura" podrían tener como denominador común la
definición del Petit Larousse: "manera en que las partes de un todo están ordenadas entre sí".
Muchos otros ejemplos tomados del derecho y la práctica administrativa, la
psicología, la estética, la geografía, la biología, las ciencias físicas y naturales... podrían
reforzarla. Pero en ese caso los términos "estructura" y "estructuralismo" corren el riesgo de
sufrir un tratamiento comparable al que han conocido "trabajo", "socialismo", "palabra",
"cultura". Grande es la, tentación de dar a estas palabras una amplitud ilimitada. El que mucho
abarca. . . El resultado es que por todo querer decir, todo se deja escapar.
Será necesario delimitar. Afortunadamente el Petit Larousse, precioso testigo de los usos,
viene en nuestra ayuda. Después de haber dado a "estructura" una extensión ilimitada, especifica
claramente el empleo del término "Estructuralismo":

"Teoría lingüística que considera la lengua como un conjunto estructurado en el que las
relaciones definen los términos".

En efecto, el uso corriente reserva "estructuralismo" a la ciencia lingüística y a las ciencias


humanas que se inspiran en el modelo lingüístico. Nosotros nos atendremos a esta delimitación.
Para hacerlo tomamos la iniciativa de proponer una distinción: structurel-structural.

"Structurel': Con este término calificamos toda forma concreta de organización,


directamente perceptible en la realidad. Todo lo que depende de la práctica efectiva, por ejemplo
4
Opinión atribuida a A. Kroeber por Claude Lévi-Strauss, en Anthropologie Structurale, Plon, 195S, p. 304. (Hay
trad. cast: Antropología estructural, Eudeba, 1968. [N. del T.]).
7

las realidades sociales y económicas de una región (las "infraestructuras"). Del mismo modo, todo
ordenamiento real que resulta de fenómenos "naturales", por ejemplo la cristalización de ciertos
minerales, las solidaridades biológicas, etc.
"Structural”: Con este término calificamos todo ordenamiento que en los lenguajes y signos
humanos produce significación, por ejemplo la oposición rojo/verde en la señalización caminera. A
diferencia del structurel, lo structural no puede ser directamente descubierto ni explicado. Para
dar cuenta de él hay que utilizar varias pruebas artificiales: reemplazar por ejemplo el rojo por el
violeta, el verde por el azul, en la señal caminera, y constatar que azul/violeta no quiere decir
nada. Dicho de otro modo, para estudiar lo structural, hay que ' reconstruirlo",
En el curso de este libro se hablará de estructura en el sentido structural y de
estructuralismo en tanto esté presente el modelo lingüístico.
Las precisiones y delimitaciones que anteceden permiten comprender el plan a seguir.

I. En la primera parte hablaremos de los MODELOS, a saber, de las dos ramas esenciales
de toda ciencia de los lenguajes: La Semiología que es la ciencia de las formas
significantes.
La Semántica que es la ciencia de las cosas significadas.
II. En la segunda parte despejaremos las principales REGLAS del análisis estructural.
III. En la tercera parte estudiaremos algunas APLICACIONES en diversos campos, particular-
mente la cocina, la moda vestimentaria, cine y televisión, información y publicidad,
mitos, cuentos, relatos literarios y literatura.

Ya es posible prever que todos estos campos de aplicación forman parte de ese vasto
dominio en el que la humanidad produce signos para el hombre.
El orden que acabamos de describir y que seguiremos a lo largo de la obra es sin duda un
orden lógico: va de los "principios" a las "aplicaciones concretas". Si por temperamento algunos
lectores prefieren el camino inverso, el que va de lo concreto a lo abstracto, puede comenzar
por leer la III parte, la que concierne a las APLICACIONES.
Por otra parte, si la atención se concentra hoy en el análisis estructural, es por la
cantidad de campos a los que éste es aplicable: cocina, moda vestimentaria, cine, televisión,
publicidad, cuentos populares y relatos literarios, mitos y sistemas de parentesco, retórica y
literatura, etc.
Los manuales de gramática5, la enseñanza de lenguas extranjeras6, buscan igualmente
utilizar pedagógicamente el estructuralismo.
¿Cómo se llega a ser estructuralista? La sabrosa anécdota que nos relata Bernard Pingaud
sobre Claude Lévi-Strauss, tiene aire de apólogo:
"Un domingo se dedica a contemplar una flor de diente de león. Ninguna razón aparenté
explica la forma perfecta de ese modesto globo. Existe, y para asirlo, para verlo, sólo
puede decirse que es necesario ver al mismo tiempo Otras plantas y oponerla a aquélla.
Ese diente de león no existe —y no se hará inteligible como tal, es decir como objeto
ofrecido a los sentidos, dado en su 'mucho más'— sino por las relaciones de semejanza y
diferencia que permiten aislarlo"7.
MODELOS
5
Grammaire Larousse du Francais Contemporain, Larousse, 1964.
6
François Requédat, Les exercisses structuraux, Coll. "Le Francas dans la monde", Hachette, 1966.
7
"Comment on devient structuraliste", por Bernard Píngaud, en l'Arc, nº 26, 1965, p. 3. (Hay trad. cast: "Cómo
se llega a ser estructuralista" en "Lévi-Strauss: Estructuralismo y dialéctica", Paidós, 1968. [N. del T.]),
8

Los teóricos y los que practican el análisis estructural reconocen al lingüista Ferdinand de
Saussure como pionero e inspirador del método. Desde principio de siglo hasta la actualidad una
tradición viva se ha instaurado que tiene como germen tres cursos de lingüística general8 en la
Universidad de Ginebra (1906-1907, 1908-1909, 1910-1911) y que florece en la mayoría de las
ciencias humanas con trabajos inspirados en el modelo lingüístico. Puesto que nos referiremos con
frecuencia a los instrumentos forjados por Saussure, ahorramos una historia de sus investigaciones.
Señalemos., simplemente que para el maestro de Ginebra, la lengua es una "institución social,
mientras que el habla es un acto individual. Como institución social, la lengua es un sistema
organizado de signos que expresan ideas. La lingüística tiene por tarea estudiar las reglas de ese
sistema organizado (de la lengua y no del habla).
A diferencia de sus predecesores gramáticos que enunciaban las leyes del buen decir,
filólogos que comentaban textos, historiadores que comparaban lenguas, Saussure distingue la
"lingüística interna" de las lingüísticas externas.
"La lingüística externa puede acumular detalle sobre detalle sin sentirse oprimida en el
torniquete de un sistema. Por ejemplo, cada autor agrupará como mejor entienda los hechos
relativos a la expansión de una lengua fuera de su territorio, si se estudian los factores que han
creado una lengua literaria frente a los dialectos, siempre se podrá utilizar la simple
enumeración; si se ordenan los hechos de un modo más o menos sistemático, será únicamente por
necesidad de claridad.

Para la lingüística interna la cosa es muy distinta: (...) la lengua es un sistema qué no
conoce más que su propio orden. Una comparación con el ajedrez lo hará comprender
mejor. Aquí es relativamente fácil distinguir lo que es interno de lo que es externo: el que
haya pasado de Persia a Europa es de orden externo; interno, en cambio, todo lo que con-
cierne al sistema y sus reglas. Si reemplazo unas piezas de madera por otras de marfil, el
cambio es indiferente para el sistema; pero si disminuyo o aumento el número de las
piezas, tal cambio afecta profundamente a la "gramática" del juego"9.

Se comprende entonces que la "lingüística interna", que estudia las reglas por las que una
lengua está organizada y produce sentido, esté en los orígenes de la lingüística estructural. Para
conservar la comparación con el ajedrez, se podrá decir:
- la lingüística externa (filología) estudiará los diferentes aspectos y materiales del
ajedrez;
- la lingüística externa (histórica) estudiará la difusión del ajedrez de país en país;
- la lingüística interna (estructural) estudiará las reglas que hacen que el ajedrez se
organice de un modo diferente que el juego de damas, y también las combinaciones que
engendran necesariamente esas reglas.

Faltarían las habilidades tácticas y la manera de jugar en una partida determinada. Saussure
8
Curso elaborado mediante la confrontación de los manuscritos del maestro y las notas de algunos alumnos: Cours
de linguistique générale, publicado por Charles Bally y Albert Sechéhaye, con la colaboración de Albert Riedlinger,
Payot, 1962. (Hay trad. cast: Curso de lingüística general, Losada, 1945. [N. del T.]).
9
Cours de Linguistique générale, p. 43.
9

diría que esta última concierne al habla concreta de cada uno y que depende de la psicología. En
cuanto a las tácticas, las podemos incluir en lo que el lingüista danés Hjemslev llamará uso. Nos
encontramos en el cruce de la sociología y la lingüística estructural.
Observamos que Ferdinand de Saussure nunca habló de "estructura". Se contentó con el
término sistema para designar las reglas interiores que organizan una lengua. El término
estructura aparece en lingüística en el primer "Congreso de filólogos eslavos" (Praga, 1929) en un
manifiesto anónimo cuyos principales inspiradores son los lingüistas rusos Jakobson, Karcevsky y
Trubetzkoy. La noción .de "estructura" se vincula estrechamente a la de "relación” en el interior
de un sistema.
Designa la dependencia reciproca de dos (o varios) rasgos de una lengua. Por ejemplo: la
p de padre y la m de madre están en dependencia recíproca; estas dos consonantes tienen en
común el hecho de ser "bilabiales", pero al mismo tiempo se oponen entre sí por ser una sorda
(p) y la otra nasal (m); esta relación, esta estructura permite dos significaciones distintas.
Trubetzkoy establece una distinción que será decisiva entre:

- la fonética que estudia el funcionamiento fisiológico de la pronunciación (labios, paladar,


lengua).
- la fonología que estudia las relaciones de dependencia (estructuras) entre vocales o entre
consonantes. Una vez establecida las bases de la significación, comienza la lingüística.

Ya podemos proponer una primera definición de estructura:


Estructura: "un todo formado de fenómenos solidarios, de tal modo que cada uno depende
de los otros y no puede ser lo que es más que por su relación con ellos"10. O también: "una entidad
autónoma de dependencias internas"11.

Retomemos el ejemplo de padre madre. Tenemos aquí una estructura doble:


- Una de orden fonológico: la relación p (bilabial sorda) y m (bilabial nasal),
- La otra del orden del significado: padre y madre se distinguen por su ubicación en un eje
común: el sexo.

padre (masculinidad) <- sexo -> madre (femineidad).

Volvemos a encontrar en semántica (2ª sección) esta oposición en el plano del significado.
Ferdinand de Saussure imaginó una ciencia general de todos los lenguajes (hablados o no
hablados), de todos los signos sociales: la semiología:

"Se puede concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida
social… la llamaremos semiología (del griego seméion, 'signo'). Nos enseñará en qué
consisten los signos y cuáles son las leyes que los rigen...”12.

10
Lalande, Vocabulaire de philosophie, III.
11
Hjemslev, citado por E. Benveniste, Problémes de Linguistique Générale, Gallimard, 1966, p. 97.
12
Las itálicas en el texto, Cours de Linguistique Générale, p. 33
10

La lingüística sería entonces una rama, una parte de esta ciencia más general de los
signos; pero debido a su elaboración más rigurosa, sería al mismo tiempo su modelo, su "patrón".
Tomaremos el término semiología en un sentido más restringido.
Semiología: ciencia de las "formas" significantes (ya sea que pertenezcan al lenguaje
hablado o a otros lenguajes tales como el gesto, la imagen, la vestimenta).
Semántica: ciencia de las "cosas" significadas (o más exactamente de las representaciones
mentales de las cosas, de las "ideas").
Esta restricción en nada disminuye la exactitud del amplio proyecto de Saussure. El
análisis estructural instaura una verdadera unidad en todas las ciencias humanas que lo aplican
por la analogía de los métodos. Esta unidad se sostiene por un “patrón" común: la lingüística.
¿Fue preciso esperar a Ferdinand de Saussure para hacer análisis estructural? Después de
haber mencionado a Panini, gramático indio (siglo IV a. C), E. Benveniste señala:

"Es necesario hacer justicia a los precursores que no eran gramáticos y cuya obra, ge-
neralmente anónima, fundamental y desconocida, subsiste tan presente en todos los ins-
tantes de nuestra vida que ya no se repara en ella: estoy hablando de los inventores de
nuestros alfabetos modernos (...) Estos alfabetos constituyen los más antiguos modelos de
análisis"13.

A. SEMIOLOGÍA

Este libro no intenta reunir todos los datos de la lingüística 14 y ni siquiera resumirlos. Nos
interesa sobre todo conocer los elementos fundamentales válidos tanto para la lingüística como
para las ciencias que en ella se inspiran. De acuerdo a Roland Barthes 15 ordenaremos estos
elementos en cinco secciones:

1. Lengua y habla.
2. Significante y significado.
3. Sistema y sintagma.
4. Denotación y connotación.
5. Lenguaje-objeto y metalenguaje.

1. LENGUA Y HABLA

13
Problèmes de Linguistique Générale, p. 24
14
Ver el importante manual de André Martínet, Éléments de linguistique générale, Armand Collin, 1964. (Hay
trad. cast: Elementos de lingüística general, Gredos, [N. del T.]).
15
"Éléments de Sémiologie" en Communications, 4, 1964. (Hay trad. cast: "Elementos de semiología" en
Cuadernos de psicología, 1, Caudex, [N. del T.]}
11

Ferdinand de Saussure estableció originariamente esta distinción fundamental. Para


comunicarse, los hombres han edificado poco a poco, en el curso de los siglos, una masa de
sonidos: el lenguaje. Este conjunto multiforme es a primera vista (a primera audición) heteróclito
y se presta difícilmente a un análisis riguroso. El lenguaje presenta, a la vez, diferentes aspectos:
físico, fisiológico, psíquico, individual o social. Para que el análisis sea posible hay que
encontrar un orden, y este orden es posible si en el interior del lenguaje distinguimos la lengua y
el habla.
a) La lengua representa el aspecto social y codificado del lenguaje. Es una institución
social que resulta de un amplio acuerdo, de un conjunto de convenciones entre los hombres. El
individuo que habla y quiere hacerse comprender no puede modificar esta convención colectiva,
sino que debe ajustarse a ella. La lengua, pues, tiene consistencia propia, autonomía, y evoluciona
sólo muy lentamente. Esta consistencia está establecida y garantizada por un conjunto de reglas
que hacen de la lengua un verdadero Código.
b) El habla es un acto individual, es el hecho concreto de un hombre que habla, a su
semejante. Dispone de cierta "libertad de expresión" o de variación, porque cada individuo
tiene su manera especial de manejar las palabras y las frases. Pero es una libertad
estrechamente vigilada: combina signos pero no los crea, los combina sobre la base del código
común, sobre la base de la lengua.

Uno dirá: "Tengo un dolor en la pierna".


Otro: "En la pierna tengo un dolor".
El tercero, más afectado: "Me duele la extremidad inferior".
Pero nadie dirá: "Tengo una pierna en el dolor" o "Tengo una enfermedad
inferior", porque significaría salirse del código 16 y se volvería incomprensible17.

Lengua y habla no se oponen como dos aspectos irreductibles del lenguaje, sino que
mantienen relaciones de implicación mutua. Los actos de habla preceden a la lengua y la
construyen poco a poco; pero estos mismos actos de habla se alimentan de la reserva común y
obedecen a las reglas colectivas (esa reserva y esas reglas forman la lengua) de tal modo que,
desde otro punto de vista, la lengua precede al habla. De todos modos la cien cia semiológica
sólo puede ocuparse de lo que está organizado, de la lengua.
De todas maneras, entre lengua y habla se ubica un tercer elemento que no había previsto
Saussure: el uso (o mejor idiolecto). Por ejemplo, el modo de hablar propio de una provincia, el
"estilo" de un escritor, la escritura de una época, de un grupo, etc… Recordando el ejemplo del
ajedrez propuesto por Saussure, refirámonos al rugby:

Lengua = Conjunto de reglas que diferencian el rugby del hand-hall o del fútbol, y las
combinaciones que resultan de estas reglas.
Habla = Manera de jugar en un partido determinado: lenta o rápida, correcta o violenta.
Uso = Táctica y "estilo" de un equipo: preferencias por las aperturas, por el "tornillo",
etc.
16
En rigor, el juego de palabras es un juego con el código.
17
No podía conservarse el ejemplo del texto: "L’un dira: j’ai mal a la tete. L'autre: La tete me fait mal… mais
personne ne dira: le mal me fait la tete". (N. del T.)
12

2. SIGNIFICANTE Y SIGNIFICADO

La lengua es un sistema organizado de signos. Cada signo presenta un doble aspecto, uno
perceptible, audible: el significante; el otro, contenido en el precedente, inseparable de él: el
significado.
¿Por qué Saussure prefirió el término signo (con su doble aspecto de significante y
significado) al término símbolo? Porque en el caso del signo la relación entre significante y
significado es contractual; por ejemplo en la lengua francesa la palabra "bois" designa al mismo
tiempo la materia de un árbol y un grupo de árboles, mientras que en castellano se necesitan dos
palabras (“madera”= materia del árbol, "bosque" = grupo de árboles). Nada en la naturaleza
obliga a emplear "bois", "madera", "bosque", para designar esas realidades 18. A diferencia
del signo, el símbolo supone una relación natural y motivada entre el significante y el
significado; por ejemplo el agua: símbolo de pureza, de renovación, de vida. Mientras que en el
“signo” el significante y el significado se recubren exactamente (por un acuerdo arbitrario), en el
"símbolo" el significado, por su riqueza múltiple, desborda al significante: "el amor"
(significado) es más extenso que "fuego" (significante).
Otras distinciones: la señal (luz roja/luz verde) se refiere a una acción más que a una idea
y provoca un reflejo inmediato; el signo, en cambio, exige una reflexión aun cuando sea muy
breve; el índice es una huella incompleta, mientras que el signo está normalmente completo.
Todo el arte de una novela policial consiste en trabajar sobre índices que sólo se convertirán en
signos luego de una reflexión retrospectiva.
a) El significante: se sitúa en el plano de la expresión, es de orden material (sonidos,
gestos, imágenes, objetos…). En lo que concierne a los significantes del lenguaje hablado, hay
que hacer una distinción capital entre dos articulaciones:
— La primera articulación segmenta el léxico concierne a las palabras (“monemas”). Cada
palabra forma una unidad "significativa": papá, mamá, niño, hermano, hermana...
— La segunda articulación remite a la noción de alfabeto; sus unidades ("fonemas”) son
“distintivas”; tomadas aisladamente no significan nada, pero son necesarias para formar
"palabras", unidades que poseen el poder de significar19:
P/A/P/A… M/A/M/A…
Mientras que el número de las "unidades significativas" (palabras) de la primera
articulación es ilimitado, el número de las "unidades distintivas" (letras) de la segunda
articulación es limitado: entre 20 y 30. Se ve rápidamente la extraordinaria economía implicada
en una lengua.
La teoría de una doble articulación es de gran importancia para distinguir dos lenguas
que tienen un sistema organizado, un código, de los lenguajes que están desprovistos de éste. La
doble articulación está en la base del código, de la lengua. Estos lenguajes con doble
articulación merecen el nombre de lenguas. Por ejemplo:
— la lengua hablada con sus palabras y sus letras;

18
Sólo la onomatopeya tiene una relación directa, motivada con la naturaleza, aunque solo hasta cierto punto:
gritar "¡Ay !" para expresar dolor, no es universal.
19
Conviene señalar la diferencia que existe entre el alfabeto, noción que se refiere a la forma escrita con que ciertos
tipos de lenguas reproducen gráficamente los sonidos, y los sonidos en tanto que unidades fónicas (fonemas) que
componen a su vez las unidades de la segunda articulación. (N. del T.).
13

— La cocina con sus platos (bouillabaisse; brandade 20, paella) y los ingredientes de cada
plato (pescado de mar, de agua dulce, sal, pimienta…).
En cambio existen lenguajes sin código, sin sistema, 'lenguajes sin lengua" como la
fotografía y las imágenes cinematográficas. Cada imagen remite a varios significados, ya sea por
semejanza o por sugestión, pero los elementos que componen la imagen no pueden ser
sistematizados: blanco no quiere decir forzosamente "bueno" y negro no necesariamente
"malo"21 ".
b) El significado: se sitúa en el plano del contenido, Lo encontraremos en la segunda
sección de esta primera parte del libro, ya que la semántica lo estudia más especialmente.
Simplemente recordemos aquí que el significado no es "la cosa" misma, sino la representación
mental de la cosa,"la idea" 22
c) La relación de significación: Hemos dicho que el signo es el todo compuesto por el
significante y el significado. El vínculo entre estos dos elementos es la relación de
significación. ¿Cómo funciona esta relación? Saussure emplea diversas comparaciones
sugestivas:
— sea una hoja de papel: si la corto, corto al mismo tiempo el anverso (significante) y el
reverso (significado);
— sea una capa de agua y una capa de aire superpuestas: las olas en la superficie del
agua (significantes) indican diversas presiones de la capa de aire (significado).
Estas imágenes nos ayudan a comprender la relación estrecha y simultánea entre la
expresión (significante) y el contenido (significado) transcrita por Saussure:

Ste Significante
S= , es decir : Signo =
Sdo Significado

(la barra indica la relación de significación).

d) El valor es una noción central en análisis estructural a fin de comprender cómo está
organizada la lengua para permitir el intercambio de signos, la comunicación por significantes y
significados. Tomemos algunos ejemplos:
— sea de nuevo la hoja de papel: si escribimos las letras A, B, C, D, cada fragmento
adquirirá un valor por su posición frente a otros fragmentos: B frente a A y C…;
— sea un billete de banco de 100 pesos: su valor estará determinado por su posición
entre el billete de 50 y el de 500.

El valor de un signo está determinado por su posición. La lengua es, por así decirlo, el
sistema en el que los diferentes signos toman posición unos con respecto a otros. Roland Barthes
recurre a la imagen del cuadrante de un reloj, abanico de puntos recorrido por una aguja: el valor
20
Bouillabaisse: Sopa de pescado marsellesa; brandade: bacalao a la provenzal. (N. del T.).
21
Sobre este tema ver las decisivas reflexiones de Christian Metz: "Le cinéma; langue au langage?" en
Communications, 4, 1964
22
Saussure propone el término concepto
14

de cada punto depende de su posición con respecto a los que lo preceden y a los que lo siguen.
Cuando las agujas tocan los puntos 12 y 30, se produce un enunciado horario equivalente a la
frase "son las doce y treinta". Este enunciado es significante gracias al valor que tienen los
puntos 12 y 30, definidos por sus posiciones respecto a los otros puntos, El conjunto de los
puntos forma la reserva de significaciones, reserva a la que Barthes da el sugestivo nombre de
"memoria". La lengua es una memoria organizada23. ¿Cuál es esta organización? Lo que sigue
nos permitirá dar cuenta de ella.

3. SINTAGMA Y SISTEMA

Retomemos el ejemplo del cuadrante:


La aguja me permite enunciar: "son las doce horas, treinta minutos, cuarenta y cinco
segundos". En este enunciado hay una doble serie de relaciones.
Primera serie: 12 hs., 30m., 45s., se unen simultáneamente entre sí. Estas relaciones
actuales (in praesentia) se llaman relaciones de sintagma.
Segunda serie: 12 hs. se sitúa entre 11 hs. y 13 hs.; 30m. se sitúa entre 29m. y 31m.; 45 s.
se sitúa entre 44 s. y 46 s. La serie de las horas (de los minutos, de los segundos) forman
relaciones de "memoria" (in absentia). Estas relaciones se llaman relaciones de paradigma o de
sistema24.

Sintagma: el mulo transporta madera.


Paradigma: Mulo/Asno/Caballo/Buey.

Todo enunciado es entonces comprensible por el juego del sintagma y del sistema: el
sintagma se lee horizontalmente y el sistema verticalmente

El caballo transporta piedra


Sintagmas El mulo trasporta madrea
El asno transporta paja
El buey transporta chatarra
m
a
e
s

s
i

23
Système de la Mode, Seuil, p. 189
24
La terminología de Jakobson, menos usual, es tal vez más fácil de retener: llama “contigüidad” al sintagma y
“similaridad” al paradigma.
15

Otras comparaciones a la manera de Roland Barthes 25

SINTAGMA SISTEMA

Vestimenta... El traje: saco/campera/gabán.


saco + pantalón. - pantalón/short/bermuda.

Menú: - palmitos/fiambre/langostino/palta.
Alimento... palmitos + peceto - peceto/bife/pollo/pescado/cordero.
+ papas asadas. - papas/arvejas/cauchas/zanahorias.

Mobiliario... Cama + mesa diversos estilos de camas, de armario,


+ armario. de mesa.

Arquitectura... Columnas + diversos estilos de capiteles, columnas,


capiteles + arcos. Arcos.

Para obtener las unidades del sintagma hay que practicar la operación de segmentación;
para situar las unidades del sistema hay que instaurar la clasificación. Si segmento la frase “el
mulo transporta madera... ", se establece el significado de “mulo" por oposición a caballo, asno,
buey...
a) El sintagma. El ejemplo más corriente es ese continuo, ese encadenamiento de
palabras que se llama "frase". El sintagma, pues, está muy cerca del habla; las frases se agregan
unas a otras, el sintagma toma el aspecto de un "texto sin fin". Es necesario segmentarlo para
obtener unidades significativas.
Para hacerlo se utiliza la prueba artificial que los lingüistas llaman conmutación. Esta
prueba consiste "en introducir artificialmente un cambio en el plano de la expresión
(significantes) y en observar sí este cambio implica una modificación correlativa en el plano del
contenido (significados)" 26.
Si el cambio de un significante implica el cambio de un significado, obtenemos una
unidad significativa.

Por ejemplo: tengo un dolor en la pierna


en la pierna tengo un dolor,
25
En el cuadro transcripto se pueden ver en línea horizontal las relaciones entre componentes simultáneos de una
expresión (sintagma) y en la línea vertical las oposiciones entre elementos que se encuentran dentro de un mismo
sistema (paradigma). El sistema o paradigma del primer sustantivo lo constituye caballo/mulo/asno/buey. (N. del T ).
26
Roland Barthes: “Éléments de sémiologie”, en Communications, 4, p. 118.
16

hasta ahora, cualquiera sea la forma de la frase y el orden de las palabras, el sentido sigue siendo
el mismo.
Voy a practicar tres pruebas de conmutación:
— Yo/tú/él -> yo tengo/tú tienes/él tiene
— dolor /calor/frío -> tengo dolor/tengo calor/tengo frío
— pierna/cabeza/brazo -> en la pierna/en la cabeza/en el brazo

Esta triple prueba hace surgir tres unidades significativas: yo-dolor-pierna, ya que toda
conmutación de yo (tú, él), de dolor (calor, frío), y de pierna (cabeza, brazo), implica un cambio
de sentido.
Por el contrarío, en las frases:
tengo un dolor en la pierna
en la pierna tengo un dolor
el cambio de orden no determina cambio de sentido. La conmutación no ha dado resultado, ya
que se obtienen las mismas unidades: yo-dolor-pierna.
Una vez segmentadas las unidades, será necesario establecer las reglas del
encadenamiento sintagmático. El flujo de las palabras y las frases parece deslizarse con toda
libertad, pero observando más detenidamente, esta libertad de combinación está "vigilada", está
sometida a cierta coacción. (Ya veremos que es preciso buscar las reglas de algunos "lenguajes"
como el cine en esta perspectiva.) Se pueden presentar varios tipos de relaciones sintagmáticas:
— relación de solidaridad, cuando dos unidades se implican necesariamente una a la
otra: "el general tiene un grado superior al coronel";
— relación de implicación simple, cuando una obliga a la otra (pero no recíprocamente):
"el cirujano opera al enfermo";
— relación de combinación cuando ninguna obliga a la otra: "el profesor es
'abucheado' en clase".
Agreguemos a lo anterior las relaciones que se repiten con tal frecuencia que terminan
por convertirse en "sintagmas fijos", tales como: pasado mañana, hasta luego, para que. El orden
de estas secuencias no puede alterarse.
Estas reglas de ordenamiento se estudian sobre todo en las tendencias más recientes de la
lingüística, particularmente la de Chomsky: "la gramática generativa"27. Hasta la frase en
apariencia más simple, resulta de una serie de transformaciones cuyas reglas es necesario
encontrar. De este modo se podría llegar a prever las transformaciones ulteriores de frases que
aún no han sido pronunciadas.
Por ejemplo, la frase: "Pedro cree que Pablo está enfermo" resulta de la transformación
de otras dos: "Pedro cree algo", y "Pablo está enfermo".
Estas tendencias actuales de la lingüística logran entonces encontrar reglas hasta en la
dinámica de la frase hablada. Cuando dos hombres se hablan deben estar en condiciones de
comprender las nuevas frases que crean e incluso detectar las frases mal construidas. Se
comprenden, porque los dos obedecen a las mismas reglas que guían el dinamismo de las frases.
(Esta es la razón por la cual en nuestras comparaciones con el ajedrez y el rugby hemos
vinculado las reglas y las combinaciones engendradas por esas reglas.)

27
"La grammaire générative", en Langages, diciembre 1966
17

b) El sistema. Durante mucho tiempo, el sintagma había ofrecido serias dificultades a la


lingüística en su intento de hallar las reglas verdaderas del encadenamiento de las palabras y de
las frases (su desarrollo es muy reciente, cf. arriba). Por el contrario, en el plano del sistema
había realizado los más importantes progresos en la dirección señalada por Saussure. El sistema
(o también "reserva", "memoria") es el campo en el que las oposiciones se articulan unas con
respecto a las otras. Estas oposiciones reciben el nombre de paradigmas. Las unidades son aquí
distintivas, y precisamente las diferencias —según Saussure— permiten que una lengua
funcione y signifique.
Ya es tiempo de citar ejemplos: bala/pala/mala/ cala. Las desemejanzas, las diferencias
entre b/ p/m/ son las que distinguen los significantes.
Lo mismo ocurre entre: simultáneamente/especialmente/verdaderamente. Interesa señalar
el régimen de todo o nada de este género de diferencias u oposiciones. Por pequeña que sea la
diferencia entre b y p, entre bala y pala, es suficiente para que haya un "salto" de significación.
Los puntos intermedios no existen.
Siguiendo a Cantineau y Roland Barthes 28 es posible presentar una clasificación de los
diversos tipos de diferencias (o de oposiciones paradigmáticas)29:
1) Oposiciones bilaterales. El elemento común de los términos no se encuentra en ninguna
de las demás oposiciones del código. Por ejemplo 30: entre las figuras E/F.
2) Oposiciones multilaterales. El elemento común se encuentra en otras oposiciones del
código: por ejemplo la oposición entre las figuras P/R es multilateral porque la forma
también se encuentra en B.
3) Oposiciones proporcionales. La diferencia obedece a un modelo común a otras
oposiciones del sistema, por ejemplo: emos/eis (1ª y 2ª persona del plural) en
queremos/queréis, hacemos/hacéis.
4) Oposiciones aisladas. No tiene ningún "patrón" común con otras; por ejemplo:
caballo/yegua.
5) Oposiciones privativas. Son las más frecuentes, las más conocidas: un término está
marcado por un índice especial, excepcional, en relación a un segundo término no
marcado. Por ejemplo: flores está marcado en relación a flor, que es el término no
marcado, respecto a "pluralidad", guita está marcado y dinero es no marcado (respecto a
"vulgaridad"), honorarios está marcado y salario no marcado (respecto a "distinción").
Se adivina toda la fecundidad de esta distinción para el estudio de los rasgos propios del
lenguaje literario respecto del lenguaje corriente. El grado cero designa la ausencia de
marca. Una escritura tiende al grado cero cuando suprime los rasgos distintivos de la
literatura reconocida31. El grado cero por excelencia es, sin duda, el estilo telegráfico.
6) Oposiciones equivalentes. A diferencia de las oposiciones precedentes, éstas no
privilegian ninguno de los dos términos que tienen la misma importancia; por ejemplo:
burro/burra, gato/gata, semental/yegua. Teóricamente son las más numerosas en la
28
Op. cit, Communications, 4, 1964, pp. 123 a 126.
29
Las oposiciones 1), 2), 3) y 4), están clasificadas según sus relaciones con el conjunto del sistema; las oposiciones
5) y 6), están clasificadas según la relación entre los términos de la oposición; las oposiciones 7) y 8), están
clasificadas según la extensión de su poder de diferenciación. (N. del T.).
30
Los ejemplos de las oposiciones 1) y 2), se refieren al alfabeto latino escrito. (N.delT.)
31
Cf. Roland Barthes, Le dégré zéro de l’écriture, Seuil, 1953. (Hay trad. cast: El grado cero de la escritura, Jorge
Àlvarez, [N. del T.])
18

lengua, pero el uso tiende frecuentemente a marcar un término más que otro, sobre
todo en francés32, donde el masculino y el neutro se superponen: doctora está "marcado",
mientras que doctor es "no marcado"; diácono es "no marcado", mientras que diaconisa
está "marcado".
7) Oposiciones constantes: yo trabajo/nosotros trabajamos 33
8) Oposiciones suprimibles: II travaille/ils travaillent; tienen la misma pronunciación 34.
Un tema permanece aún muy discutido entre los lingüistas: ¿Todas estas oposiciones
pueden reducirse a dos términos, o son series más amplias? Mientras Jakobson se inclina por el
sistema binario, Martinet, continuando a Saussure, es partidario del sistema serial, por ejemplo:
los colores del arco iris. Es de destacar que, sin embargo, las técnicas de la comunicación (el
alfabeto morse) y la programación de los ordenadores se inclinan por el sistema binario.
Hasta ahora hemos clasificado las oposiciones pertinentes, es decir, las que producen
significación: la oposición entre las consonantes p y m (padre/madre) es pertinente. No hemos
destacado las oposiciones que normalmente no tienen ninguna incidencia sobre la significación
(no-pertinentes); por ejemplo: la distinta pronunciación de la misma palabra (alargamiento
vocálico) por un cordobés y un porteño 35
Sin embargo, en ciertas circunstancias, estas oposiciones no-pertinentes se vuelven
importantes: en teatro, la pronunciación provinciana respecto de la pronunciación porteña puede
ser significativa. Otro ejemplo: los distintos matices del queso Roquefort. Estas oposiciones no-
pertinentes toman el nombre de variantes combinatorias36.

4. DENOTACIÓN Y CONNOTACIÓN

La distinción entre denotación y connotación interesa principalmente a todos aquellos


que analizan los sistemas de comunicación que suponen la presencia de procedimientos
retóricos, de orquestación ideológica o de tratamiento artístico: la literatura, la moda, el cine, la
publicidad, etc. Utilizada primero por Roland Barthes, retomada en términos diferentes por
Greimas (práctica/mítica), esta distinción se impone cada vez más en la medida que el análisis
estructural se esfuerza por delimitar y sistematizar todos los hechos que rebasan el lenguaje
primero o lenguaje de base.
Ante todo, algunos ejemplos:
Un amigo acaba de obtener un puesto importante. Le escribo para felicitarlo y decirle
cuánto me alegro. Eventualmente, puedo (como en un telegrama) decirle todo en pocas palabras:

32
También en español (N. del T).
33
Es el caso de los significados que siempre tienen significantes diferentes (primera persona del singular y del
plural). (N. del T.).
34
En francés, a la oposición semántica "tercera persona del singular/tercera persona del plural" corresponden a ve ces
significantes diferentes, y a veces, como en el ejemplo (travaille/travaillent = trabaja/trabajan), significantes fo-
néticamente idénticos. (N. del T.).
35
Hemos sustituido el ejemplo en francés por uno equivalente en nuestra lengua. (N. del T.)
36
En el análisis de un sistema pueden distinguirse dos tipos de variantes: las combinatorias están determinadas por el
contexto (a nivel de unidades de primera articulación la variación e cuando la conjunción copulativa y se encuentra
ante inicial i de palabra), y las facultativas que responden a modalidades individuales o comunes a un grupo (por
ejemplo la diferente pronunciación de r en el habla porteña y del norte de Argentina, [N. del T.])
19

"Felicitaciones... me alegra mucho." Pero ni las relaciones sociales, ni las formalidades sociales,
ni las formas por las que debe expresarse la amistad permiten este lenguaje de base. Es necesario
que mis palabras, mi carta, testimonien mis sentimientos de un modo que salga de lo ordinario,
que sea "personal". Yo diría: "Sin duda debes estar sumergido en mensajes de felicitación... a
pesar de todo, quiero decirte que tu ascenso me ha alegrado en lo más profundo de mí mismo..."
Denotación: lenguaje de base o lenguaje primero;
Connotación: lenguaje "decorativo" o lenguaje segundo 37.
Pero no siempre es necesario agregar nuevas frases o términos afectados para instituir el
lenguaje segundo, el lenguaje de la connotación. Roland Barthes toma un ejemplo de Valéry:

"Soy un alumno de quinto en un liceo francés; abro mi gramática latina y leo una frase de
Esopo o Fedro; 'quia ego nominor leo'. Me detengo y reflexiono; hay una ambigüedad en
esta proposición: por un lado las palabras tienen un sentido simple: 'porque yo me llamo
león'. Por otro lado la frase está allí para significar otra cosa: en la medida en que se
dirige a mí, alumno de quinto, me dice claramente: soy un ejemplo de gramática
destinado a ilustrar la concordancia del atributo. Debo reconocer que la frase de ningún
modo significa su sentido, no intenta hablarme del león ni de cómo se llama; su
significación verdadera y última es la de imponerse a mí como presencia de una cierta
concordancia del atributo"38.

Denotación: el león y sus características (lenguaje primero);


Connotación: el ejemplo de gramática (lenguaje segundo).

Una distinción de este tipo sirve para comprender el lenguaje publicitario:


Denotación: característica de fabricación de la radio Marconi;
Connotación: musicalidad, italianidad.

Varios señores de vacaciones, se sientan en un café. El mozo: "¿Qué desean?"


—"Whisky con soda", dice el primero.
—"Pastis"39, dice el segundo.
—"Cognac con soda", dice el tercero.
Para los tres, la denotación: bebida refrescante.
Para el primero, la connotación: pertenezco a un medio "selecto".
Para el segundo, la connotación: me gusta la familiaridad meridional.
Para el tercero, la connotación; me opongo a todo snobismo.
Retomemos lo dicho por Saussure:

Ste. = Significante
37
Este ejemplo puede ampliarse con una definición del propio Roland Barthes: "En oposición a los metalenguajes,
las connotaciones impregnan las lenguas sociales en las cuales un primer mensaje o mensaje literal (denotación)
sirve de soporte a un sentido segundo, de orden afectivo o ideológico general" (Systéme de la mode, ed. du Seuil).
Este tema ha sido tratado ampliamente pot Luis Hjemslev, para quien el problema se presenta por la coinciden cia de
dos sistemas semánticos dentro de un solo enunciado (cf. L. Hjemslev, Essais linguistiques, ed. Mouton).
38
Mythologies, Seuil, pp. 223-225
39
Anisado. {N del T.)
20

Sdo. Significado

El signo de base (denotación) va a formar un todo, un nuevo significante en relación a


una segunda significación que se sitúa a nivel de la connotación:

Ste. Sdo.
Ste. | Sdo.

Este esquema nos permite ver que el segundo lenguaje de la connotación es un derivado
"desprendido" del primer lenguaje de denotación. Se comprenderá sin dificultad que en las
relaciones humanas, el segundo lenguaje estará siempre presente y con frecuencia devorará al
primero. Los signos de connotación, presentes en toda forma de ideología (los "connotadores")
son numerosos, visibles o imperceptibles, burdos o sutiles. Greimas y Roland Barthes llaman
mítico al lenguaje de connotación, mientras que la denotación es de orden práctico.

5. LENGUAJE-OBJETO Y METALENGUAJE

Es una segunda forma de "desprendimiento" respecto del lenguaje usual (ya sea el
primero o el segundo, de denotación o de connotación). Cada vez que los hombres se distancian
del lenguaje que manipulan corrientemente, para interrogarlo o criticarlo, o incluso para
proponer otro lenguaje más preciso, más "científico", practican una operación llamada
"metalenguaje".
El lenguaje primero (denotación) y el lenguaje segundo (connotación) se convierten
entonces en lenguaje objeto, es decir, lenguaje tratado como un objeto. El tercer lenguaje o
metalenguaje es el que toma a su cargo y trata como objeto a los otros dos.
En una conversación normal, dos hombres hablan de "conductor". En un momento dado,
se dan cuenta que mantienen un "diálogo de sordos". Se detienen y preguntan: "¿Qué entiende
usted por 'conductor?'" Uno es físico y hablaba de algunos fenómenos eléctricos ("los
conductores de electricidad"); el segundo pensaba ingenuamente en el chofer. La operación de
verificación es una operación de metalenguaje.
Toda investigación científica tiene su propio metalenguaje: la fonética empleará términos
fisiológicos para estudiar los sonidos del lenguaje; la sociología tendrá su propio vocabulario
para estudiar la palabra humana; también el análisis estructural; la filosofía o la teología que
estudian al estructuralismo emplean su propio metalenguaje. Los metalenguajes son múltiples en
tanto el hombre multiplica sus pruebas de verificación y sus investigaciones científicas.
El esquema que puede ilustrar el metalenguaje se dispone en sentido inverso al que
ilustraba la connotación:
2. | Ste. Sdo. Metalenguaje
1. Ste. | Sdo. Lenguaje objeto

El lenguaje empleado en el nivel 1 es tratado como objeto de estudio por el


21

metalenguaje del nivel 2. Este lenguaje se manifiesta por sus propios signos, por su terminología
técnica y verificadora,
Esta sección de la primera parte ha comenzado por donde la lingüística estructural
inició su camino y tomó su mayor impulso. Antes de pasar a una segunda etapa, el análisis de
los significados, la lingüística se desarrolló como semiología o ciencia de los significantes.
Permitió la aparición y las primeras investigaciones de otras semiologías de lenguajes no
hablados (el código caminero, la fotografía) o lenguajes mixtos de habla y otra sustancia
(moda, publicidad, cine, prensa escrita...).
¿Por qué se comenzó por los significantes? Simplemente porque aquí el sistema era
menos evidente. Las palabras, imágenes, gestos, presentan en sus aspectos significantes, un
espectáculo rico y anárquico; no sistemático. El significado (mental) parecía, al contrario,
implicar por sí mismo un orden, una lógica, un sistema. La revolución de Saussure —la
palabra no es exagerada— consistió en descubrir un sistema en el aspecto más aparente, más
exterior de los signos, a nivel del significante.
Solo entonces se generaliza el problema, pero, nos preguntamos: ¿los estudios
tradicionales están suficientemente desarrollados como para permitir un análisis sistemático a
nivel del significado?

B. SEMÁNTICA

La semántica, segunda rama de la lingüística (ciencia del significado), conoció un


relativo abandono mientras la semiología (ciencia del significante) concentraba la atención de
los estudiosos. Este abandono está hoy en gran parte compensado por trabajos como los de
Greimas. Éste reacciona con energía y sensatez contra la influencia de las teorías lingüísticas
norteamericanas, según las cuales se deben estudiar los comportamientos previos, productores
de significación, y no el sentido mismo.
Era común considerar a la semántica misma carente de sentido. Y sin embargo, como lo
observa Jakobson con toda justeza al hablar de quienes afirman que "las cuestiones de sentido
no tienen sentido para ellos", cuando dicen: "no tienen sentido", una de dos: o bien saben lo que
quieren decir, y por lo tanto el sentido tiene un sentido, o bien no lo saben, y entonces su
fórmula no tiene ningún sentido"...
Dicho de otra manera, emitir signos de afirmación, de negación o de duda, supone
siempre algún significado "detrás" de estas manifestaciones o proclamaciones.

"El atraso histórico de los estudios semánticos, las dificultades propias de la definición de
su objeto y el auge del formalismo40 han sido determinantes y explican las reticencias de
los lingüistas respecto a las investigaciones sobre la significación.
Todo esto muestra la posición incómoda de aquel que, consciente de los problemas
semánticos, desea reflexionar sobre las condiciones que harían posible un estudio
científico de la significación"41.
40
Subrayado por nosotros. Se llama formalismo al estudio de las formas significantes que excluye los conte nidos
significados.
41
Sémantique structurale, Recherche et methode, Larousse, 1966, p. 7.
22

Admitir y desarrollar una ciencia de los significados, la semántica, y hacerlo según los
métodos estructurales, contribuye a disociar claramente el estructuralismo del formalismo.
Algunos críticos confunden con frecuencia estructuralismo y formalismo: partiendo de esta
asimilación acusan al análisis estructural de centrar su atención sobre las formas significantes
en detrimento de los contenidos significados42. Oponiéndose al formalista ruso (Vladimir
Propp), Claude Lévi-Strauss responde sin ambigüedad:

"El estructuralismo se niega a oponer lo concreto a lo abstracto y reconocer al segun do un


valor privilegiado (...) La forma se define por oposición a una materia que le es extraña;
pero la estructura no tiene un contenido distinto de ella; es el contenido aprendido en una
organización lógica concebida como una propiedad"43.

Recordamos las comparaciones de Saussure (anverso/reverso de una hoja, capa de agua y


capa de aire superpuestas) cuando subrayaba que el corte del significante y del significado eran
simultáneos. Por lo mismo, el significado (el contenido) es susceptible de derecho de un
análisis científico del mismo modo que el significante (la forma), La semántica, ciencia del
significado, se ubica al lado de la semiología, ciencia del significante. Presentimos grandes
afinidades de métodos entre semántica y semiología; las indicaciones de Saussure ya las
anunciaban.
Sin embargo, esas mismas indicaciones —y las comparaciones que las ilustran— podían
hacer creer que el estudio del significado no sería más que el anverso (algo así como un doble)
del estudio del significante. Precisamente, el estudioso de semántica, rechaza desde el
comienzo esta perspectiva44.
¿Analogía, afinidad de métodos? Sí…, pero no calco y uniformidad. Ya los sinónimos
nos recuerdan que un mismo significado implica significantes muy diferentes (por ejemplo:
andar y caminar), mientras que los homónimos nos recuerdan que un mismo significante remite
a significados muy diferentes (bala tiene un significado como sustantivo y otro muy distinto
como forma verbal).

"El análisis de los dos planos debe realizarse separadamente aunque con los mismos
métodos (...) La unión de significado y significante, una vez realizada en la
comunicación, está destinada a ser disuelta desde el instante en que se quiere hacer
progresar el análisis de uno u otro plano del lenguaje. Lo que es necesario retener, es la
posibilidad y la necesidad de servirse del significado para estudiar el significante y del
significante para estudiar el significado" 45.

Dicho de otra manera, la semiología aborda el lenguaje por su cara significante haciendo
referencia a los significados, mientras que la semántica se introduce en los contenidos
42
Algunas expresiones utilizadas con frecuencia por los estructuralistas pueden prestarse a este tipo de acusación:
"formalizar", "formalización". En realidad, solo se trata de dar al meta-lenguaje científico el máximo de economía,
de rigor y de coherencia, y no sistematizar las formas con exclusión de los contenidos,
43
"La structure et la forme, réflexion sur un ouvrage de Vladimir Propp", en Cahiers de l’Institut de Science
economique appliquée, marzo 1960, p. 25.
44
Para los lingüistas americanos, influidos por el behaviorismo (Bloomfield, Z. Harris), solo cuenta el aná lisis del
significante, por ejemplo, el análisis de las distribuciones (de letras, de palabras) en el interior del discurso.
45
Greimas, Sémantique structurale, p. 31
23

(significados) haciendo referencia a los significantes (las formas que permiten la significación).
Por ejemplo la oposición padre/hijo es del orden del significado, pero para que funcione
es necesario que los significantes “padre” e “hijo” se distingan de otros términos (en el plano
del significante); “padre” se opondrá a “madre”, “ijo” a “ojo”. Las oposiciones entre p y m
y entre o e i permiten este funcionamiento; el significado de “padre” se determinará por
oposición al de “ijo”46
Esta sección se ordena de acuerdo con el siguiente plan 1º estructuras elementales de la
significación; 2º el análisis sémico que divide una gran unidad de comunicación en pequeñas
unidades de significación; 3º los niveles y resortes del discurso, es decir, los niveles en que se
manifiesta el discurso y los modelos según los cuales se organiza.

1. LAS ESTRUCTURAS ELEMENTALES

En la sección precedente (semiología) hemos definido la estructura elemental con el


término paradigma, es decir, oposición sobre una base común: padre/madre,
especialmente/verdaderamente. ¿Es posible utilizar esta disposición en semántica, es decir, en
el plano de los significados?

ruta nacional/ruta provincial


grande/pequeño Algunos ejemplos al
niño/niña modo de Greimas

Los dos términos así opuestos son bi-polares (se sitúan como dos polos). Estos términos
tienen un elemento común, un eje que los une: el eje semántico. Al mismo tiempo ambos se
diferencian en los límites de este eje. En el caso de “ruta nacional/ruta provincial” el eje común
es la “ruta”; en el caso de “niño/niña” sería el “sexo”; en el caso de “grande/pequeño”, el eje
sería el “tamaño”.
Los dos términos que se articulan tienen un elemento que los diferencia respecto de este
eje común, por ejemplo:

niño (masculinidad) / niña (femineidad)

Este elemento, este rasgo diferencial toma el nombre de sema, la más pequeña unidad
semántica. Ya podemos definir la estructura elemental desde el punto de vista semántico:

“La estructura es el modo de existencia de la significación, caracterizada por la presencia


de la relación articulada entre dos semas”

¿También en este nivel, estamos en presencia de un sistema binario? La pregunta está


abierta. Observemos simplemente que en numerosos casos la estructura elemental del
significado puede estar constituida por tres términos, los dos términos, bi-polares y el término
intermedio que toma el nombre de neutro (ni… ni) o de complejo (los dos a la vez):
46
La omisión de la grafía h en el caso de hijo se realiza para poder establecer fonológicamente la diferencia entre el
segmento ojo e hijo ya que la h no tiene valor fónico en español.
24

estructura con término neutro: grande/mediano/pequeño;


estructura con término complejo: mañana/día/ tarde.

2. ANÁLISIS SÉMICO

Las estructuras elementales nos permiten identificar los semas, es decir, las más
pequeñas unidades semánticas. A partir de esto, podemos emprender el análisis sémico o
estudio sistemático de los elementos que constituyen el significado.
Ante todo, ya sea al leer o al oír, encontramos una unidad significante que recubre
globalmente una cantidad de semas: el lexema, por ejemplo, el lexema cabeza 47
Dentro de esa "urna" de significaciones encontramos varios empleos posibles: la cabeza
en tanto extremidad (del organismo), en tanto parte de un conjunto (pagar tanto por cabeza).
Cada uno de estos empleos es una colección "particular" de semas. Esta colección se llama
semema.
¿Cómo se organizan las unidades más pequeñas (semas) en el interior de cada colección?
Tomemos por ejemplo el empleo de cabeza en tanto extremidad:
— En la expresión, "de la cabeza a los pies", podemos encontrar los semas:
extremidad + preeminencia + verticalidad + continuidad.
— En las expresiones: "estar a la cabeza de un .ejército", "estar a la cabeza de una
empresa", "ponerse a la cabeza de...":
extremidad + preminencia + verticalidad (jerarquía) + discontinuidad.
— En las expresiones: "cabeza de línea", "cabeza de fresado":"
extremidad + preeminencia + horizontalidad + continuidad.
— En las expresiones; "encabezamiento de un capítulo", "cabeza de una columna
(militar)", "cabeza de puente":
extremidad + preeminencia + horizontalidad + discontinuidad.

Ordenemos y reagrupemos las series precedentes:


extremidad + preeminencia + verticalidad + continuidad,
extremidad + preminencia + verticalidad (jerarquía) + discontinuidad.
extremidad + preeminencia + horizontalidad + continuidad.
extremidad + preeminencia + horizontalidad + discontinuidad.

Se ve rápidamente que en la colección (semema) o en este empleo particular de cabeza,


extremidad + preeminencia se encuentran invariablemente. Este invariante se llama núcleo
sémico.

Los semas que no pertenecen a este núcleo, por ejemplo los de “continuidad” o
“discontinuidad”, son semas variables.
Notemos en fin, que algunos semas que no pertenecen al núcleo, figuran en dos (o varias)

47
Conservamos el ejemplo propuesto por Greimas en Semántica estructural. (El ejemplo está ligeramente alterado
para adaptarlo al castellano, [N. del T.]).
25

series, por ejemplo “verticalidad” y “horizontalidad”. Los llamaremos clasemas porque


tendrán un papel en la clasificación de los lexemas y sus diversos empleos según su grado de
parentesco (o de alejamiento). Cuantas más unidades mínimas comunes de significado
(clasemas) tengan dos lexemas, más emparentados estarán.

“Este fenómeno general de imbricación o exclusión de las unidades, esta especie de


migración del sentido a través de las palabras, sentido en apariencia específico de cada
una de ellas, lo que constituye el objeto principal del análisis sémico ”48

3. NIVELES Y RESORTES DEL DISCURSO

La frase y su prolongación, el discurso, ¡están estructurados, organizados? Volveremos


frecuentemente a este problema tan delicado.
“Es evidente que el discurso (como conjunto de frases) está organizado y que por esta
organización aparece como el mensaje de otra lengua…: el discurso tiene sus unidades,
sus reglas, su gramática”49

Desde el punto de vista semántico, nos interesa conocer los distintos niveles y resortes de
esta organización de las frases y el discurso. Será preciso despejar la noción de isotopía o de
coherencia del discurso antes de analizar su funcionamiento.
a) El nivel práctico y el nivel mítico: distinción que en semántica coincide con la que
Roland Barthes instauró en semiología entre la denotación y la connotación. Parece posible una
estructuración a ambos niveles.
Pongamos un ejemplo: león, "gran mamífero carnívoro de la familia de los felinos, de
pelaje amarillento" (Petit Larousse): manifiestamente estamos aquí en un nivel práctico en el
que los términos descriptivos (pelaje) y técnicos (mamíferos felinos) permiten distinguir al león
de otros animales que pertenecen a especies y familias diferentes (batracios, primates).
En la metáfora este hombre es un león, accedemos a un nivel mítico donde "noble"
(como el león) se opone a "taimado" (zorro), a "cruel" (tigre), a "traicionera" (serpiente), etc.
b) Actantes y predicados del mensaje
Esta nueva distinción no divide los niveles del discurso sino que segmenta las unidades
que se organizan entre sí. Conocemos en gramática la distinción entre "sustantivo" y "adjetivo".
Preguntamos: ¿es suficientemente rigurosa? Comparemos dos enunciados: un hombre valeroso
= sustantivo + adjetivo; un hombre de valor = sustantivo + sustantivo.
En estos dos ejemplos, las formas gramaticales son diferentes y, sin embargo, el
significado idéntico. Por lo tanto es necesario recurrir a un corte más estricto. Para ello nos va a
ayudar la noción de unidad discreta: entre p de pala y b de bala podemos imaginarnos matices
intermediarios de pronunciación, pero llega un momento en que el corte se efectúa, el sentido
varía completamente: ningún punto intermedio es posible. Estamos en presencia de dos
unidades discretas. Podemos trasladar esta noción al nivel del significado. Tomemos, por

48
Roland Barthes, presentación en J. P. Boons y J. J. Brochier, L’analyse terminologique du langage des sciences
sociales, CECMAS, 1966 (miméog.).
49
Roland Barthes , “Introduction a l’analyse structurale des récits”, en Communications, 8, 1966, p. 3.
26

ejemplo, "el león valeroso". No es posible ser león un poco, mucho o enormemente; se es león
o gato o lince, sin puntos intermedios. Por el contrario, se puede ser un poco valeroso,
mucho o enormemente.
El actante designa entonces la unidad discreta: el león.
El predicado designa la unidad integrada: valeroso.
— Diversas categorías de actantes. Para evitar sobrecargar esta exposición remitimos
este análisis a la tercera parte de la sección análisis narrativo, donde tendremos
especial necesidad de estas categorías (sujeto, objeto, emisor, receptor, ayudante,
opositor).
— Dos modelos de predicado. Si examinamos la significación de los predicados, unos
aparecen como más "dinámicos" y nos informan sobre la actividad50 del actante; los otros,
más "estáticos", nos informan sobre su estado:
Pedro lee.
Pedro soporta la lectura.
En el primer caso "leer" designa una actividad (dinámica), en el segundo caso "soportar" un
estado (estático). Llamamos funciones a los predicados dinámicos y calificaciones a los predicados
estáticos51.
Con la ayuda de los niveles y modelos así despejados, retomamos con alguna libertad de
formulación el cuadro de los pequeños universos semánticos, tal como lo presenta Greimas52.

FUNCIONALES CALIFICATIVOS
MODELOS /
(dinámicos) (estáticos)
N IVELES
PRÁCTICO OPERATIVOS INDICADORES

MÍTICO MITOGÉNICOS MITOLÓGICOS

Ejemplo: "el lobo devora al cordero": nivel práctico + modelo funcional = universo
operativo; "el lobo tiene pelaje gris": nivel práctico + modelo calificativo = universo indicador; "el
cobarde huyó como un conejo": nivel mítico + modelo funcional = universo mitogénico; "el
hombre es un lobo para el hombre": nivel mítico + modelo calificativo = universo mitológico.
Resumiendo, el universo significado se manifiesta a veces a nivel práctico y a veces a nivel
mítico (con todas las posibilidades de transferencia de un nivel a otro). Se organiza en actantes y
predicados, y estos últimos pueden ser funcionales o calificativos.
REGLAS

"Así como la exagerada multiplicidad de leyes es con frecuencia excusa de las

50
El término lingüístico apropiado sería proceso.
51
Los modelos así despejados pueden ayudarnos a distinguir diferentes tipos de relato o escritura: los predicados
funcionales predominarán en los textos narrativos (fabulación, dice Greimas), los predicados calificativos
predominarán en los textos descriptivos (cháchara, dice Greimas menos felizmente).
52
Op. cit., p. 128.
27

infracciones, y del mismo modo que los Estados mejor organizados son los que
dictan pocas leyes, pero de rigurosa observancia, creí que, en lugar de los
numerosos preceptos que contiene la lógica, bastaban cuatro reglas, pero
cumplidas de tal modo que ni por una sola vez fueron infringidas bajo ningún
precepto"53.

No parece excesivo afirmar que en la mayoría de los sectores de las ciencias humanas se
recurre a los modelos lingüísticos para aplicarlos a los inventarios, los análisis, las clasificaciones,
del" mismo modo en que "los teóricos de las ciencias físicas recurrían antes al "Discurso del
Método", Ya adivinamos — y esto se manifestará en la tercera parte— que estos modelos son
retomados y utilizados con variada libertad según los investigadores y el campo de aplicación. Pero
para comprender el paso de los modelos a las aplicaciones, es importante explicitar las reglas del
modelo lingüístico que mas claramente se impusieron a los autores estructuralistas.

1. REGLA DE INMANENCIA

Conocemos la declaración decisiva de Saussure: "La lengua es un sistema que solo conoce su
propio orden"54 . El maestro de Ginebra, oponía a la "lingüística interna" que estudia el sistema
interior de la lengua, la lingüística externa, que estudia los problemas de origen, de influencia, de
difusión, etc. De este modo establece el principio primordial de inmanencia para el análisis
estructural.
Demos algunos ejemplos:
— Lengua: si planteo el problema del origen del lenguaje humano a la manera de Rousseau, o
de Bonald, instauro una reflexión metafísica que irnplica relaciones entre la lengua, el hombre, Dios,
y el mundo.
También puedo hacer psicología individual o colectiva: cómo se manifiestan el individuo
Pedro o el medio obrero de las fabricas Renault, a través de su lenguaje.
Puedo hacer sociología, etnografía, estadísticas. En la gramática clásica encontrare las reglas
del buen decir, etc.
Pero el análisis inmanente exige que se descarten metodológicamente todos los puntos de
vista precedentes. El análisis inmanente estudia las leyes internas de funcionamiento y de
significación: las oposiciones y asociaciones, las compatibilidades e incompatibilidades, etc.
— Cine, televisión: puedo estudiar los sistemas de producción, la psicología del espectador, la
frecuencia de la audiencia, estudiar un autor, hacer critica de cine o de las emisiones, hacer una
sociología de las "estrellas".
Pero el análisis inmanente se ocupará de las reglas de organización interior de las imágenes,
de las palabras, de la sonorización, de la música, y de las leyes de construcción del relato.
— Prensa: puedo hacer estudios de mercado, o calcular la superficie de los artículos, la
tipografía de los títulos y subtítulos, la disposición de las fotografías y dibujos…
Pero el análisis inmanente estudia las reglas que rigen la escritura periodística, las leyes del
53
René Descartes, Discours de la méthode, Hachette, 1937, p. 35. (La cita fue transcripta de la trad, cast.:
Discurso del método, Edit. Schapire, 1965, p. 16, [N. del T.])
54
Cours de Linguistique Générale, p. 43
28

relato, la "gramática" de la diagramación.


En resumen, la regla de inmanencia exige que el análisis se centre en el objeto para estudiar su
funcionamiento y que abandone (a otros métodos) toda consideración sobre el mundo exterior.

2. REGLA DE PERTINENCIA

En un sentido amplio, la pertinencia designa el punto de vista en el que se ubica una disciplina
científica o una estética para estudiar su objeto por ejemplo, pertinencia literaria, pictórica,
estadística, científica, etc., en el estudio de un árbol55.
"Frente al mismo árbol, un observador notará la majestad de su aspecto y el carácter
imponente de su follaje; otro observará las resquebrajaduras del tronco y los reflejos de sus hojas
tornasoladas; un tercero precisará cifras estadísticas; un cuarto indicará la forma característica de
cada órgano. Toda descripción será aceptable a condición de que sea coherente, es decir, construida
desde un punto de vista determinado. Una vez adoptado ese punto de vista, es necesario retener
ciertos rasgos llamados pertinentes; los otros, no pertinentes, deben ser resueltamente descartados. Es
evidente que desde el punto de vista del aserrador, el color o la forma de las hojas no son pertinentes,
como no es pertinente desde el punto de vista del pintor, el poder calorífico de la madera. Cada
ciencia supone la elección de un punto de vista particular: lo único pertinente en aritmética son los
números; en geometría, las formas; en calorimetría, las temperaturas"56.
¿Qué es pertinente en análisis estructural? En la introducción hemos distinguido claramente
entre “structural” y “structurel”. “Structural remite a la estructura como sintaxis, structurel remite a
la estructura como realidad “57

"El físico acústico y el fisiólogo estudian la realidad del sonido o de los órganos que lo
emiten. Una fracci6n cualquiera de la cadena sonora, puede ser considerado como un
fenómeno físico, como una serie de vibraciones que el físico acústico puede registrar
gracias a sus aparatos, y que describirá en términos de frecuencia y de amplitud. Un
fisiólogo podrá examinar su emisión, notará que órganos entran en juego y de qué modo
lo hacen. Así el físico acústico y el fisiólogo habrán contribuido a facilitar la tarea
descriptiva, pero de ningún modo la del lingüista.
El trabajo del lingüista solo comienza cuando se ha logrado aislar, de todos los hechos
físicos o fisiológicos, aquellos que contribuyen directamente al establecimiento de la
comunicación (...) Sólo son pertinentes en lingüística los elementos que proveen
información”58
Puesto que nos referimos al estructuralismo según el modelo lingüístico (el "structural" y no el
"structurel"), diremos que la pertinencia, en análisis estructural, caracteriza un cierto tipo de
elección de rasgos diferenciales que, en virtud de sus mismas diferencias, constituyen las
articulaciones del sistema y permiten las combinaciones del sintagma.

Paradigma = Diferencias distintivas


55
Los escolásticos hablaban de objeto formal (= pertinencia) para désigner el punto de vista desde el cual se
estudiaba al objeto material.
56
A. Martinet, Eléments de linguistique générale, p. 38.
57
Jean Pouillon, op. Cit. En Temps Modernes, noviembre 1966, p. 780.
58
A, Martinet, op. cit., p, 38. Subrayado por nosotros en el texto.
29

entre; caballo/mulo/asno/buey
entre: piedra/madera/paja/chatarra
Sintagma = Combinación
entre: mulo -> transporta -> madera
Diferencias distintivas
entre: campera/gabán/saco
entre: pantalón/short/bermudas
Combinación entre: pantalón + saco -> traje

El estudio de Roland Barthes sobre la moda constituye uno de los intentos más notables por
alcanzar la pertinencia rigurosa en el análisis de un sistema. Es necesario hacer una primer
elección entre vestimenta tecnológica (los “patrones” de los modistos), vestimenta-imagen (las
fotos de moda), vestimenta real (efectivamente usada), y vestimenta escrita. Los signos y la
ideología de la Moda están presentes en la vestimenta escrita, es decir, en la vestimenta de las
revistas de moda: no se trata de estudiar la lengua francesa ni la escritura de la revista en tanto
revista, sino el sistema soportado por esta escritura, es decir, las articulaciones y las combinaciones
(escritas) que significan y hacen a la Moda:

"La vestimenta escrita… solo existe en función de una información, para transmitir una
información cuyo contenido es la Moda" 59.

3. REGLA DE CONMUTACIÓN

En la primera parte (sección Semiología) hemos visto como funciona la prueba de


conmutación, que consiste en introducir artificialmente un cambio en el significante para observar si
este cambio, arrastra uno equivalente en el significado. En el primer nivel, esta prueba permite
identificar las unidades distintivas: basta con cambiar la r de rata por la l de lata para evidenciar el
poder que tienen r y l de modificar la significación. En el segundo nivel esta prueba permite
identificar las unidades significativas: si solo digo "se ha perdido un gato" el significado gato es
ambiguo; pero si cambio perdido por escuchado: "Se ha escuchado un gato" identifico el sentido de
gato-animal: "perdido" y "escuchado" son dos unidades significantes y gato implica dos unidades
significativas.
La conmutación no es solo un ejercicio artificial de verificación. Es una regla de
significación: no puedo clasificar validamente los términos de una frase, los platos de un menú, hasta
que no logro discernir su función significante mediante una conmutación. Si tengo que hacer una
clasificación (sistemática) de objetos — por ejemplo los carteles de señalización caminera—, hasta
que no haya hecho la última prueba de conmutación no tendré una clasificación terminada y
completa. Esta regla explica como una clasificación estructural puede pretender legítimamente ser
exhaustiva en su orden propio, puesto que todo lo que es conmutable se vuelve clasificable.
Tomemos un ejemplo cinematográfico: se dice comúnmente que los planos tornados desde
ángulo alto significan aplastamiento del hombre (A la hora señalada) mientras que los de ángulo
bajo significan exaltación (Otelo de Orson Welles) ¿Es ésta una articulación de la "lengua"
cinematográfica? Para saberlo aplico la conmutación; en realidad ciertos efectos de ángulo alto
59
Système de la mode, p. 18.
30

pueden crear un halo de intimidad feliz alrededor de dos seres (Le chemin du ciel) mientras que los
de ángulo bajo ridiculizan al personaje (el tirano en Onze fioretti de Francois d'Assise). La prueba de
conmutación concluye negativamente: la oposición ángulo alto/bajo aparece como un
procedimiento técnico de uso polivalente y no como un rasgo básico de la "lengua" cinematográfica.
En cambio es necesario respetar la relación perseguidor/perseguido. La prueba de conmutación
arrastraría una alteración del sentido (¡el perseguidor se convertiría bruscamente en perseguido!) o un
cambio de registro (transformación de la tragedia en comedia). Puedo entonces considerar que este
tipo de alternancia forma parte de la "gramática" del relato cinematográfico.
La regla de conmutación revela que en un sistema de signos, el significado de un término
resulta de la posición de este con respecto a los otros términos más que de su relación con las cosas.

4. REGLA DE COMPATIBILIDAD/INCOMPATIBILIDAD

En gran medida esta regla está incluida en la precedente, ya que la prueba de conmutación
evidencia la validez de una combinación de términos: comer una granada-fruta es valido, en cambio
no es valido aplicar "comer" a la granada-explosivo… Sin embargo agrega nuevas precisiones,
puesto que permite distinguir lo que depende del sistema de oposiciones y lo que depende del
sintagma. Roland Barthes lo formula así:

"Lo sintagmáticamente incompatible (...) está sistemáticamente asociado; lo


sintagmáticamente compatible, sólo puede pertenecer a especies diferentes" 60

En el terreno de la moda, bota/sandalia/pantufla son incompatibles sintagmáticamente —no


pueden ser usados al mismo tiempo-- y pertenecen a la misma especie, al mismo sistema, mientras
que saco/camisa/corbata son compatibles sintagmáticamente pero no pertenecen a la misma especie.
En el campo de las comunicaciones de masas, esta regla de compatibilidad/incompatibilidad
permite estudiar los lugares comunes, lo verosímil para la opinión pública.
Es verosímil todo lo compatible en un género dado e inverosímil, lo incompatible. Es
inverosímil (incompatible) que un justiciero de western baga triunfar al villano. Es inverosímil que
Popeye no sienta la benéfica acción energética de las espinacas. Es verosímil que la Guía Azul61 diga
que una iglesia romántica es pintoresca, pero inverosímil que le atribuya valor turístico a un campo
de papas. Las obras producidas por la cultura de masas se caracterizan por un juego estricto y cerrado
de todas las compatibilidades e incompatibilidades. En cambio todos los esfuerzos del "nuevo" cine y
de la literatura de "vanguardia" tienden a abrir y flexibilizar este juego de
compatibilidades/incompatibilidades62. Aunque estas seguirán existiendo —ya que se trata de una
ley de inteligibilidad del lenguaje humano— habrá que buscarlas en redes más complejas y sutiles.
Las tendencias actuales de la lingüística en la gramática generativa aplican la regla de
compatibilidad/incompatibilidad de un modo prospectivo. Estudian las reglas según las cuales el
60
Op. Cit., p. 102.
61
Famosa guía turística francesa.
62
Umberto Eco, en Oeuvre ouverte, Seuil, 1966, toma como ejemplo de flexibilidad, la secuencia del film
L’Aventura, en que el arquitecto desilusionado vuelca la tinta de un joven colega; mientras que en un western la
pelea hubiese sido inevitable (compatibilidad), en el film de Antonioni, la ausencia de pelea significa y subraya el
absurdo; la compatibilidad y lo verosímil se sitúan a otro nivel, a un segundo grado. (Hay trad, cast.: Obra abierta
Seix Barral, 1966, [N. del T.]).
31

hombre está capacitado para construir frases gramaticalmente correctas y distinguirlas de las
incorrectas. La noción de frase correcta o incorrecta es independiente, desde un punto de vista
gramatical, de la noción de estilo elegante, puesto que el lenguaje popular también tiene su propia
gramática.
Tampoco está necesariamente vinculada a la noción de frase comprensible; por ejemplo:
"Juan me ofrece ir a Paris" es gramaticalmente correcto, pero equivoco, mientras que:
"Juan me ofrece que yo vaya a Paris" es gramaticalmente incorrecto, pero inequívoco63. Las
reglas que determinan la corrección/incorrección de la construcción de las frases permiten evaluar los
grados de desviación y hacen posible la previsión del carácter correcto/incorrecto de frases que aún
no han sido "engendradas". No profundizaremos más esta reseña de las más recientes investigaciones
en lingüística. Queremos sugerir simplemente que la regla de compatibilidad/incompatibilidad
acrecienta su valor operativo"64.

5. REGLA DE INTEGRACIÓN

Recordemos lo analizado en la primera sección, respecto a las dos articulaciones (sección


semiología), a las estructuras elementales, al análisis sémico y al discurso (sección semántica).
—Segunda articulación: Identifica las unidades distintivas d/t, b/p… Estas unidades permiten
el sentido pero no son en si, significativas.
—Primera articulación: identifica las unidades significativas padre/madre, hijo/hija, es decir
unidades portadoras de sentido.
Las unidades de la primera articulación están constituidas por combinaciones de unidades de
la segunda articulación.
En la sección semántica, hemos establecido que la estructura elemental era la articulación de
dos o mas unidades mínimas a lo largo de un eje semántico: niño (masculinidad) ->sexo <- niña
(femineidad). El eje común (sexo) asume en este caso la función de integración.
También hemos establecido las relaciones jerárquicas, es decir, la inserción de varias
unidades pequeñas (semas) dentro de una unidad mayor de comunicación (lexema). Esta integración
se produce porque los diferentes empleos del lexema están unidos entre sí por unidades menores
comunes (clasemas); por ejemplo, el lexema "cabeza" tiene varios empleos (la cabeza en tanto
extremidad, la cabeza en tanto redonda, la cabeza en tanto parte de un todo), pero entre todos esos
empleos hay pequeñas unidades que aseguran los vínculos,
En la frase, los términos se integran por la relación actante-predicado, cualquiera sea su forma
gramatical, por ejemplo:

Un hombre muy inteligente comportan el mismo actante


Un hombre de gran inteligencia (hombre) y el mismo
predicado.
63
Si bien la sintaxis española puede aceptar estas dos expresiones como correctas (la primera es más aceptable que la
segunda para el oído del hablante), en francés la primera (Jean m'offre d'aller a Paris) es gramaticalmente correcta
mientras que la segunda (Jean m'offre que j'aille a Paris) es incorrecta ya que el verbo "offrir" solo admite como
complemento una construcción de infinitivo o complemento directo.
64
Roland Barthes lo utilizó experimentalmente al estudiar el "sistema de la moda", que a primera vista presenta
una superabundancia de "frases" vestimentarias.
32

Continuemos con la integración de la frase en el conjunto del discurso. Una seria objeción
hecha al análisis estructural subraya aquí una real dificultad:

"La jerarquía de los niveles del lenguaje implica algo más que una serie de sistemas
articulados… Cambiamos verdaderamente de nivel cuando pasamos de las unidades de la
lengua a la nueva unidad constituida por la frase o el enunciado.
Esta unidad ya no pertenece a la lengua sino al habla o al discurso" 65.

La dificultad para los lingüistas es entonces la frase y su mas allá. Paul Ricoeur expresaba lo
que ya había dicho Emile Benveniste:

"La frase, creación indefinida, variedad sin limites, es la vida misma del lenguaje en
acción. Concluimos que con la frase abandonamos el campo de la lengua como sistema
de signos, y entramos en otro universo, el de la lengua como instrumento de
comunicación cuya expresión es el discurso"66.

Durante mucho tiempo, esta dificultad impidió buscar una estructuración del más allá de la
frase. Los estudios de Greimas sobre la coherencia o isotropía de los diversos niveles del discurso se
basan en el reconocimiento de que esa estructuración solo es posible si la integración en una unidad
más alta también lo es, es decir, que la regla de integración debe seguir actuando.
Ya habíamos hablado de los intentos de la gramática generativa por regular el dinamismo de
las frases. Ahora, el análisis estructural de los relatos hace intervenir la integración hasta en la
construcción narrativa: las funciones del relato (fraude, traición, lucha, contacto, seducción) se
prestan a oposiciones y combinaciones similares a las que hemos analizado para las palabras y las
frases.
—Las funciones se integran en las acciones o "caracteres" (Aristóteles) de los personajes; de
donde surge una nueva estructuración, la de los diferentes tipos de personajes.
—Estas acciones se integran a su vez en la narración, cuyas reglas son de orden retórico.

6. REGLAS DE VARIACIÓN DIACRÓNICA

Los términos de una lengua se transforman: del "caballus" en latín vulgar, al "cavallo" en
italiano, al "chabal" en lengua de Oc, al "cheval" en francés, la trayectoria es evidente, y desde hace
tiempo ha concentrado la atención de los filólogos. El sentido se transforma, "civil" como opuesto a
"criminal” (sentido judicial) se aplicó a la sociedad global: "sociedad civil". Las frases se
transforman: "Pedro declaró que vendría", es el resultado de la transformación de dos o más frases:
Pedro hizo una declaración —esta declaración enuncia su intención de venir— su intención se
realizará en el futuro.
La gramática generativa se ocupa precisamente de las reglas de transformación de las frases.
Los relatos se transforman; esto es cierto tanto para las civilizaciones sin "memoria histórica" (por
65
Paul Ricoeur, "La structure, le mot, l’evénement" en Esprit, mayo 1967, p. 804.
66
Problèmes de linguistique générale, p. 130.
33

ejemplo los análisis de Claude Lévi-Strauss sobre las narraciones mitológicas de los indígenas de
América) como para las civilizaciones con "memoria histórica" (la Canción de Rolando, el Romance
del Cid).
Ferdinand de Saussure propuso una distinción decisiva: la sincronía, o "relaciones entre
términos coexistentes" de una lengua en un momento dado; y la diacronía o "relaciones entre
términos sucesivos que se substituyen en el tiempo"67.
El análisis estructural fue objetado y desconocido en su real alcance debido a que comenzó
por estudiar relaciones simultáneas, en "sincronía", y a que se limitó durante mucho tiempo a ese
nivel. Las objeciones se refieren a consideraciones históricas e implican problemas filosóficos de los
que hablaremos al final de este libro. El desconocimiento afecta un aspecto del programa que
Saussure había trazado con toda claridad:

"En efecto, la inmovilidad no existe: todas las partes de la lengua están sometidas al
cambio; a cada periodo corresponde una evolución más o menos considerable.
Ésta puede variar de rapidez o intensidad sin que el principio sea afectado; el río de la
lengua corre sin interrupción; que su curso sea apacible o torrencial es una consideraci6n
secundaria"68.

Puesto que el análisis estructural estudia los rasgos distintivos en el piano del significante y
del significado, ningún obstáculo de principio se opone a que las mismas variaciones estén marcadas
por los efectos de una evolución temporal.

"Es inútil abandonar el análisis estructural para describir el dinamismo que impide que
las cosas permanezcan siempre en el mismo estado. Por otra parte, si no se modificasen
nunca, el estructuralismo no tendría razón de ser: su objeto es dar cuenta de las varia -
ciones; el cambio es un modo particular de variación; por lo tanto, no puede desmentir al
estructuralismo. Es cierto que éste se dedicó en un principio al estudio de organizaciones
sincrónicas y de sistemas cerrados. Pero su historia demuestra que no se le puede
condenar por esto"69.

Sin abrir juicio sobre la noción de "historia", podemos constatar que para el estructuralismo el
tiempo no tiene una función privilegiada. Hablar de "diacronía" en lugar de hablar de historia es
afirmar precisamente que las diferencias sucesivas pueden ser estudiadas del mismo modo que las
diferencias en el espacio, o también que las transformaciones obedecen a reglas y que estas reglas son
susceptibles de un análisis estructural.

"Que los distintos sistemas de parentesco se realicen sucesivamente en una sociedad o


simultáneamente en sociedades diferentes, no constituye una diferencia esencial para la
antropología" (estructural); “la diversidad de los estados de una sociedad en el tiempo no
es sino un caso particular de la diversidad que coexiste en el espacio” 70

Tomemos algunos ejemplos; el primero, bastante extraordinario por cierto, es un análisis


67
Cours de linguistique générale, p. 193
68
Ibid., p. 193
69
Jean Pouillon, en Temps Modernes, noviembre 1966, p. 784.
70
Marc Gaboriau, "Anthropologie structural et histoire" en Esprit, noviembre 1963, p. 585
34

lingüístico de Saussure sobre las variaciones de la a en las lenguas indo-europeas: haciendo un


análisis estructural de esas variaciones, el lingüista descubre que una de ellas tiene una doble función:
la a es a la vez vocal y consonante. Pero en 1878, cuando Saussure descubría por simples
consideraciones sistemáticas esta misteriosa a, el conocimiento de las lenguas indo-europeas no
indicaban su existencia efectiva. ¿Se trataba entonces de una fantasía o simplemente de fanatismo
lógico? Fue necesario esperar hasta 1927 para que un importante filólogo, Kutylowicz, descifrara una
lengua hasta entonces desconocida, el hitita, y descubriese la famosa a, prevista y señalada por
Saussure.
Segundo ejemplo: el esquema de Claude Lévi-Strauss sobre las diversas versiones del mito de
Edipo71.

"Para cada una de esas variantes, se establecerá un cuadro donde cada elemento estará
dispuesto como para permitir la comparación con el elemento correspondiente de los
otros cuadros (...) Se obtendrán así varios cuadros de dos dimensiones dedicados cada
uno a una variante, y se los superpondrá como si fuesen pianos paralelos para obtener un
conjunto tridimensional, que puede ser "leído" de tres modos diferentes: de izquierda a
derecha, de arriba para abajo, de adelante para atrás, (o inversamente). Estos cuadros no
serán nunca exactamente idénticos. Pero la experiencia prueba que los rasgos
diferenciales que se observen, ofrecen entre si correlaciones significativas que permiten
someterlos a operaciones lógicas por simplificaciones sucesivas, hasta llegar finalmente a
la ley estructural del mito considerado".

Este esquema de Lévi-Strauss nos sugiere una comparación sumaria que pueda, tal vez, resultar útil.
El análisis estructural de términos simultáneos, en sincronía, puede ser comparado con las
operaciones de la geometría plana. El análisis estructura de términos sucesivos, en diacronía, puede
ser comparado con las operaciones de la geometría del espacio; o, si queremos complicar esta
comparación y hacer intervenir el coeficiente “tiempo” (4ª dimensión), podemos recordar que desde
los cálculos de Einstein sobre la relatividad, este coeficiente temporal también puede plegarse a las
reglas matemáticas.

71
Claude Lévi-Strauss, Anthropologie structurale, Plon, 1958, p. 241.
35

Último ejemplo: Vladimir Propp, uno de los pioneros del análisis estructural (al que se le
reprocha haber estudiado las formas excluyendo los contenidos) analiza las transformaciones de los
cuentos populares rusos a través del tiempo. El análisis revela que estas transformaciones no son
anárquicas ni dependen de la fantasía de los cuentistas, sino que están sometidas a leyes: reducción,
amplificación, deformación, inversión, intensificación, debilitamiento, substitución, asimilación, etc.

"el diablo rapta a la hija del rey


el rey rapta a la hija del pope
el dragón rapta a la hija del rey
el dragón tortura a la hija del rey"72.

"La idea de una historia estructural no tiene por qué escandalizar a los historiadores… No
es contradictorio que una historia de los símbolos y de los signos engendre desarrollos
imprevisibles, aun cuando utilice un número limitado de combinaciones estructurales. Es
un caleidoscopio, combinaciones de elementos idénticos producen resultados siempre
nuevos"73

7. REGLAS DE FUNCIONAMIENTO

Gracias a que las exigencias de rigor y coherencia son cada vez más estrictas, el análisis
estructural puede emplearse en campos que a primera vista parecían escapar a su competencia.
Hemos seguido este proceso hasta más allá de la frase, hasta el discurso. De este modo hemos
pasado de una especie de "anatomía" del sistema a un estudio "fisiológico" de su funcionamiento.
Pero sería necesario preguntarse si el funcionamiento total del lenguaje también puede ser
sistematizado. En otros términos, si pertenece al orden del habla, del acontecimiento; o al orden de
la lengua, es decir de la estructura.
Es posible responder afirmativamente si se logran descubrir las reglas de su funcionamiento
dentro del mismo lenguaje, y no a nivel de la psicología de los usuarios. Roman Jakobson descubrió
y sistematizó las reglas de funcionamiento precisamente por un análisis inmanente. Presentemos
antes que nada el esquema de las funciones74
72
Tzentan Todorov, Théorie de la litterature, Seuil, 1965, pp. 234 a 262.
73
Claude Lévi-Strauss, lección inaugural en el College de France, citado por Marc Gaboriau, en Esprit, noviembre
1963, p. 587. Estas hipótesis sobre las leyes de transformación de los cuentos podrían ser verificadas
experimentalmente si se hiciese un análisis estructural del rumor, sobre las transformaciones sufridas por un relato a
lo de la cadena.
74
Essais de linguistique générale, Ed. de Minuit, 1963
36

CONTEXTO
(Función Referencial)

EMISOR MENSAJE RECEPTOR


(Función Expresiva) (Función Poética) (Función Conativa)

CONTACTO
(Función Pática)

CÓDIGO
(Función Metalingüística)

Comentemos brevemente el significado de las formulas propuestas por el celebre lingüista:


a) "La función expresiva o emotiva, centrada sobre el emisor, apunta a una expresión directa de la
actitud del sujeto respecto de aquello de lo que habla"75.

b) La función conativa acentúa el mensaje con el objeto de hacerlo efectivo sobre el receptor,
mediante, por ejemplo, el uso del imperativo.
Estas dos primeras funciones son correlativas: Yo/Tú.
En lo que concierne a este punto remitimos a los análisis de Emilio Benveniste sobre la
"estructura de las relaciones de persona en el verbo" 76.

"En las dos primeras personas se reconocen a la vez una persona implicada y un discurso
sobre esta persona. Yo designa al que habla e implica al mismo tiempo un enunciado
sobre yo; diciendo yo no puedo no hablar de mí.
En la segunda persona, tú es designado necesariamente por el yo y no puede ser pensado
fuera de una situación que no parte del yo" 77.

En cambio él designa la no-persona, lo a-personal. Es el "ausente" de los gramáticos


árabes.
Es fácil prever la importancia de estas distinciones en el análisis de obras literarias. En
campos conexos como el cine y la televisión, puede notarse hasta qué punto estas funciones
determinan el estilo de la puesta en escena: cine de autor en primera persona (Pasolini, Godard,
Bergman), cine impersonal de gran espectáculo. La televisión, que en un principio era impersonal
(transmisión técnica), en segunda persona (saludo a los espectadores), ofrece cada vez más obras
en primera persona (Santelli, J. M. Drot, Knapp). En el teatro, la función conativa se ejerce a
través de un espacio escénico abierto sobre el espectador, mientras que en la televisión, la imagen
se orienta hacia él por un movimiento centrifugo.

c) La función poética abarca un campo más amplio de lo que se entiende tradicionalmente por
"poesía". Engloba todos los procedimientos, todos los signos palpables que transforman el
lenguaje primero, en arte perceptible. Más precisamente, designa el tratamiento "artístico" en
75
Ibid., p. 214.
76
Problémes de linguistiquegénérale, pp. 225 a 236
77
Ibid., p. 228
37

tanto que se refiere al mensaje mismo.


Aquí se ubican las grandes figuras de la ret6rica.
d) La función pática tiene como objeto mantener el contacto entre el emisor y el receptor, o
verificar si se mantiene normalmente. Por ejemplo, "¿Hola… Me oye?". Además de la
interpelación directa, esta función abarca todo lo que, en el lenguaje, es redundancia pura, todo lo
que es utilizado para retener la atención de los sujetos implicados en el acto de comunicación: los
detalles aparentemente inútiles de un relato, las frases rituales en una entrevista. Las
conversaciones ofrecen muchos ejemplos de esta función. Roger Louis, periodista de la TV
contaba cómo luego de haber sido capturado por rebeldes congoleses que lo amenazaban
seriamente de muerte, logró salvarse solo porque forzaba la atención de sus guardias
multiplicando las palabras; su vida dependía de ese hilo…
El cine, por contracción narrativa o por la dificultad de interpelar al espectador 78 no
desarrolló la función pática. En cambio la TV, heredera en este sentido de la radio, recurre a ella
con frecuencia; podría decirse que el animador, el locutor, la locutora, encarnan esta función.

e) La función referencial remite a un contexto, es decir a un mundo percibido o imaginado al que


el emisor y el receptor pueden referirse. Llegamos así a uno de los puntos más delicados del
análisis estructural. Éste nació precisamente a partir del manifiesto de Saussure: "Para algunos, la
lengua, llevada a su principio esencial, es una nomenclatura, es decir una lista de términos, cada
uno de los cuales corresponde a una cosa"… En su aspecto más ingenuo, esta concepción haría
del signo un calco de la cosa. Para refutarla, Saussure prosigue: "el lazo que une el significante
con el significado es arbitrario. Así, no hay ninguna relación interior que una la idea "hermana"
con la serie de sonidos E-R-M-A-N-A que le sirve de significante; ésta podría ser representada
por cualquier otra serie, como lo prueban las diferencias entre lenguas y la existencia de lenguas
diferentes. El significado "buey" tiene por significante B-U-E-Y en Argentina, B-A-L-O-K
(bullock), en EE. UU.79
Por supuesto, tal como Emile Benveniste lo precisó más tarde 80, lo arbitrario es la relación
entre el significante y la cosa o elemento de la realidad (realidad que puede ser percibida, onírica,
surrealista o espiritual).
El análisis estructural no se pronuncia en cuanto a la realidad efectiva del mundo
(percibido, surreal, espiritual), sino que abandona esta preocupación a la fenomenología, a la
economía, a la teología. Estudia lo que en el lenguaje es referencia al mundo pero no la realidad
misma del referente. Salvo el caso de las onomatopeyas (y aun las mismas onomatopeyas varían
de un país a otro) no encontramos referencias en el plano del significante.
En cambio el significado asume casi enteramente la función de referencia; es por
excelencia el simulacro de la realidad. Por lo tanto, todos los problemas de realismo y de ficción,
es decir los problemas que remiten a cierto tipo de realidad, deben ser estudiados en el plano del
significado, ya se trate de un significado de denotación (lenguaje primero, práctico) o de un
significado de connotación (lenguaje segundo, retórico o ideológico).

f) La función metalingüística toma al lenguaje como objeto.


78
La tentativa de Max Ophuls en Lola Montes, fue excepcional y no muy bien comprendida. El nuevo cine hace
frecuentemente signos de complicidad a los iniciados.
79
Op. Cit., pp. 97 a 100
80
Op. Cit., pp. 49 a 55
38

Se la utiliza cuando emisor y receptor verifican si emplean el mismo léxico, la misma


gramática, el mismo código. Por ejemplo: ¿Qué quiere decir Ud. al hablar de "conductor"? Ya
hemos notado en la primera parte (sección semiológica) que dentro del lenguaje se pronuncian
rupturas que permitían interrogar y verificar el lenguaje empleado'' 81. En las conversaciones
"ingeniosas" vemos desarrollarse ciertos giros de frases, ciertos retruécanos, que son juegos con
el lenguaje o, por así decirlo, ejercicios metalingüísticos. Hemos dejado de lado los problemas de
traducción, de programación, de comentario, de explicación, o de lenguaje científico. Solo
trataremos tres ejemplos corrientes de aplicación de la función metalingüística.
Para comprenderlos, es necesario, siguiendo a Greimas, hacer intervenir la noción de
isotropía, es decir, de coherencia interna del sentido a un mismo nivel del discurso82.
Juego con el sentido; Ejemplo83:
La señora en la frutería: — "¿Cuánto cuestan las granadas?"
Frutero: — "Pregúntele al general".
El juego de palabras se basa en la ambigüedad de un término conector (granada) que
remite precisamente a dos variaciones de sentido, o isotropías diferentes. La conversación
"ingeniosa" practica, con diferentes grados de sutileza, este juego entre distintos niveles de
significación.
La definición muestra cómo la función meta-lingüística provoca una expansión del
discurso. Efectivamente, la definición es una fórmula en expansión, que plantea la equivalencia
entre su significación y la de una unidad más pequeña, Vamos de lo simple a lo complejo. El
diccionario se presenta como una antología de definiciones. Pequeño Larousse: "abacá: bananero
cultivado en las Filipinas por sus largas hojas, cuyos pecíolos dan el cáñamo de Manila".
"Descenso: desplazamiento de un cuerpo hacia un nivel inferior". "Zython: cerveza que los
egipcios fabricaban con cebada fermentada".
La denominación: aquí el movimiento es inverso al precedente: vamos de lo más
complejo a lo más simple. Mientras que la definición se hace por expansión, la denominación se
hace por condensación. El enfermo que va a ver al medico para "saber el nombre" de su
enfermedad, el cliente que en un negocio describe el objeto para hacerse indicar su nombre, están
buscando una denominación.

Un ejemplo notable es el de las palabras cruzadas;

Puede ser preparado por adelantado,


incluso en el campo militar ........ posición
Inflamaba los corazones……….. eros
Lo que demuestra el coraje…….. prueba
Los de marzo fueron fatales para
Cesar………………………. . idus

81
Cuando en la televisión un señor se presenta en la pantalla para "explicar" la obra de teatro que se va a
desarrollar luego, cumple una función metalingüística. ¡Aprovechemos esta nota para exigir el máximo de claridad
hacia los telespectadores!
82
Op. Cit., pp. 39 a 104
83
Los ejemplos dados en el texto, fueron tornados del articulo "l'histoire drole" de Violette Morin, en
Communications, 8, 1966, p. 109, y que nos hemos visto obligados a reemplazar. [N. del T.])
39

La denominación se presenta bajo diferentes formas84:


— La derivación, procedimiento frecuente, por ejemplo en el lenguaje de los oficios;
torno, tornero, tornería.
— El préstamo, muy utilizado en el lenguaje científico, por ejemplo a partir del griego:
electrónica, biopsia, ornitología.
— La fijación de una definición: maquina de coser, maquina de escribir, ojo de buey,
fondo de botella.
— La denominación figurativa: funciona un poco a la manera de derivación, pero dentro
del mismo campo semántico: cabeza de puente, cabeza de alfiler.
— La denominación translativa: funciona como efecto de una transferencia o préstamo
de un campo semántico a otro, por ejemplo85:
Cabeza de turco, por "chivo emisario".
Medialuna, por pequeño pan con el que se acompaña el desayuno.
"Esta distinción entre denominaciones figurativas y denominaciones translativas ayuda a
aclarar un problema secundario, pero que inquieta a los etimologistas: si la denominación
figurativa va de lo concreto a lo abstracto, la denominación translativa puede estar orientada en
sentido inverso"86.
Al término de esta segunda parte dedicada a las reglas, estamos en condiciones de
entender lo que los lingüistas llaman el carácter cerrado del lenguaje o de un sistema de signos.
Mientras que el habla concreta e interpersonal se presenta como acontecimiento abierto a todas
las creaciones, a todos los imprevisibles, la lengua revela en el análisis su carácter cerrado en
tanto sistema o estructura que reposa sobre un pequeño número de reglas. ¿Es esta una
contradicción definitiva? Los ejemplos citados precedentemente demuestran con evidencia que
basta un número restringido de reglas para explicar infinitas variaciones y combinaciones. Esto
ocurre con el juego de ajedrez, con el rugby, con el caleidoscopio, con la conversación, etc. Los
teóricos de la gramática generativa van aún más lejos al estudiar las reglas que engendran el
dinamismo del discurso.
También estamos en condiciones de dar una idea de lo que podríamos llamar ética del
estructuralismo, es decir, su forma de honestidad. Hemos trazado, por ejemplo, el esquema de
Jakobson sobre el funcionamiento del lenguaje. Es evidente que el estructuralismo "rechaza" cada
vez mas la realidad del Yo, del Tú, del Mundo (Referente). Si bien existe el peligro, del que
volveremos a hablar, de que este distanciamiento se convierta en negación, escepticismo, gracias
a este "distanciamiento metodológico", el estructuralismo identifica y analiza elementos de
lenguaje e ideología, hasta en los campos más "naturales" y refractarios a la estructura. De este
modo se interna profundamente en la cultura y obliga al hombre a reconocer la marca de la
humanidad hasta en los campos más extraños y asumir así sus responsabilidades. En arte, en
literatura, la responsabilidad se convertirá en franqueza de los signos.

84
Greimas, op. Cit., p. 75
85
Los ejemplos fueron modificados para adaptarlos al castellano. [N. del T,]).
86
Ibid., p. 78. Volveremos a encontrar estas categorías en las figuras de ret6rica: figura sintagmática = denominación
figurativa; figura sustitutiva paradigmática = denominación translativa.
40

CAMPOS DE APLICACIÓN

En esta tercera parte, no pretendemos agotar el inventario de las aplicaciones del análisis
estructural, ni analizar minuciosamente todas las investigaciones y publicaciones que se proclaman
"estructurales". Se trata simplemente de inventariar algunos campos, algunos "objetos" que
constituyen un sistema de significaciones, y observar cómo se practica o podría practicarse el
análisis estructural.
41

1. LA COCINA

¿Qué necesidad es más profunda y manifiestamente natural que la de comer?


Precisamente por este arraigamiento, esta "animalidad", es importante examinar hasta qué punto el
comer se ha integrado a una cultura, a una ideología, a una mitología. Lamentamos no haber
comenzado con Claude Lévi-Strauss este estudio de los modelos, por el lugar preeminente que
ocupa en el análisis estructural; pero él mismo nos remite a la lingüística, reconociendo el alcance
decisivo que tuvo para sus propias investigaciones, su encuentro con el lingüista Roman Jakobson.
El sistema culinario ocupa un amplio lugar en su obra, desde los primeros estudios etnológicos
hasta los más recientes87. A continuación, transcribimos algunos extractos de un ensayo sobre el
triangulo culinario. Lévi-Strauss se refiere primero a los análisis de Roman Jakobson que
establecen un triángulo de vocales y un triángulo de consonantes, por el juego de una doble
oposición entre lo compacto y lo difuso, lo agudo y lo grave:

a k
u i p t

"Pareciera que el principio metodológico que inspira estas distinciones pudiera


trasladarse a otros campos, particularmente al de la cocina, de la que no se señaló con
suficiente frecuencia que, junto con el lenguaje, constituye una forma de actividad
humana verdaderamente universal: así como no existe sociedad sin lenguaje, tampoco
existe una sociedad que, de un modo u otro, no cocine alguno de sus alimentos…"

El triángulo culinario, verdadero campo semántico, está compuesto por tres vértices: lo
crudo, lo cocido y lo podrido. "Es claro que, en relación a la cocina, lo crudo constituye el polo no
marcado, mientras que los otros dos lo están fuertemente pero en direcciones opuestas; en efecto,
lo cocido es una transformación cultural de lo crudo, mientras que lo podrido es una
transformación natural. Bajo el triángulo primordial, subyace una doble oposición entre
elaborado / no-elaborado por un lado, y entre cultura / naturaleza, por otro".
Estas primeras observaciones no solo son válidas para la cocina "salvaje": nuestra cultura
occidental también utiliza lo fermentado o pasado (donde lo podrido figura como elemento) y
redescubre los alimentos crudos. A partir del triángulo fundamental se originan distintas
modalidades y combinaciones de lo crudo, cocido y podrido.
Tomemos la cocción en sus dos modalidades: lo asado y lo hervido; el alimento asado está
directamente expuesto al fuego.

"mientras que el alimento hervido está doblemente mediatizado: por el agua en la que se
lo sumerge y por el recipiente que los contiene a los dos.
En consecuencia, podemos decir que lo hervido está doblemente del lado de la
cultura: en la realidad, porque lo hervido requiere el uso de un recipiente, objeto cultural;
simbólicamente, porque la cultura es una mediación de las relaciones del hombre y del
mundo, y la cocción por ebullición exige una mediación (por el agua) de la relación entre
el alimento y el fuego, ausente en el caso de lo asado..."

87
Mythologiques: le cru et le cuit, Plon, 1964. (Hay edic. castellana: F.C.E., México, 1969 [N. del T.]). Mytho -
logiques; du miel aux cendres, Plon, 1969
42

De allí la opinión universalmente difundida de que lo asado precede a la cocción en la


historia de la humanidad. Si esto es así para la oposición naturaleza / cultura, ¿qué ocurre con la
oposición elaborado / no elaborado? Diversos rasgos distintivos entran en juego: afinidad de lo
asado con lo crudo y de lo hervido con lo podrido; o incluso:

"Lo hervido esta cocido desde adentro (de un recipiente), mientras quo lo asado
lo está por fuera; uno evoca entonces lo cóncavo y el otro, lo convexo (...) por lo tanto lo
hervido remite a lo que se podría llamar una "endococina", hecha para el uso intimo y
destinada a un pequeño grupo cerrado; mientras que lo asado remite a la exo-cocina, la
que se ofrece a los invitados. En la antigua Francia, se comía la gallina a la cacerola en la
cena de familia, y la carne asada en el banquete..."

En el interior del triángulo se ubica por fin un tercer término, lo ahumado, que tiene gran
afinidad con lo cocido. En los dos casos interviene el utensilio, pero mientras que el de la cocción
subsiste, el que corresponde a lo ahumado es rápidamente destruido: duradero / provisorio. Por el
contrario, los resultados de lo ahumado son mas duraderos que los de la cocción, la relación
duradero / provisorio se invierte. Entre lo ahumado y lo asado hay un elemento común, el aire, y
una doble oposición: proximidad del fuego (para lo asado) / alejamiento (para lo ahumado);
rapidez (asado)/lentitud (ahumado).
A través de todas estas oposiciones o paralelismos, encontramos constantemente la
relación naturaleza/cultura. Toda adquisición cultural (por ejemplo la conservación de los
alimentos ahumados) implica una concesión a la naturaleza (destrucción de los utensilios). Del
mismo modo lo asado "quemado de un lado, cocido del otro, o tostado por fuera, poco hecho por
dentro... encarna la ambigüedad de lo crudo y lo cocido, de la naturaleza y la cultura".

A continuación, transcribimos el esquema triangular en el que la naturaleza esta


representada por el aire o el agua: "La frontera entre naturaleza y cultura que se imaginará
paralela al eje del agua o del aire, ubica, en cuanto a los medios, lo asado y lo ahumado
del lado de la naturaleza; en cuanto a los resultados, lo ahumado del lado de la cultura y
lo hervido del lado de la naturaleza" 88:

CRUDO
asado
(-) (-)
AIRE AGUA
(+) (+)
ahumado hervido
COCIDO PODRIDO

88
Los signos (-) y (+), recuerdan que de un lado hay ausencia(o menor utilización) y del otro lado presencia del aire
y del agua
43

A partir de esta estructura elemental, son posibles diversas combinaciones: frito, a la


parrilla, al horno, estofado, cocido a vapor, etc....

"Así, para cada caso particular es posible descubrir en qué sentido la cocina de una
sociedad constituye un lenguaje por el que traduce inconcientemente su estructura, a
menos que se resigne, siempre de manera inconciente, a revelar en él sus
contradicciones"89

Claude Lévi-Strauss nos presenta así las estructuras elementales del sistema culinario y
sugiere también el análisis de cocinas más elaboradas. Para no tomar más que el caso de Francia
sería interesante estudiar los sistemas de preparación: aceite/ grasa / manteca; de acornpañamiento:
salado / dulce…; de bebida: vino / cerveza / sidra. Luego sería necesario analizar las reglas de
asociación, simultanea (el plato) o sucesivas {el menú) y la retórica en los protocolos; y a través
de todos estos signos, la cultura, las ideologías del país, etc.

2. LA MODA VESTIMENTARIA

Los trabajos de Roland Barthes en este campo están ahora a disposición del público 90.
Antes que intentar un resumen imposible o arriesgar una traición demasiado evidente, es mejor
anticipar algunos extractos. En primer lugar, transcribimos algunos textos poco conocidos donde el
"investigador" comenta sus propios trabajos.

"La opinión publica, alimentada y sostenida por la prensa, los cronistas, etc., piensa que
la moda es un fenómeno caprichoso, surgido de la capacidad de invención del modisto.
Para la opinión, la moda se sitúa en una mitología de la creación libre y escapa a lo
sistemático, a la regularidad; mito de la profusión creadora, espontánea, en definitiva,
bastante romántica.
¿No se dice acaso que los modistos hacen todo con nada?"

¿Somos víctimas de una ilusión óptica? Las renovaciones anuales de la moda


impresionan por su profusión, por su Libertad sin fin; pero estas variaciones rápidas son
reabsorbidas en los grandes ritmos regulares de la historia de la vestimenta.

"Uno de los descubrimientos de la ciencia histórica contemporánea ha sido constatar (...)


que la historia está constituida por varios tiempos de diferente duración que se
superponen. Hay acontecimientos absolutamente puntuales; hay situaciones que duran
más tiempo y, por fin, estructuras que duran aún más tiempo. La vestimenta conoce esos
tres tiempos. El tiempo más largo es ocupado por las formas arquetípicas de la vestimenta
en una civilización dada..." (túnicas de los orientales, kimono de los japoneses, poncho de
los mexicanos)... "Es el basic-pattern, modelo de base de una sociedad. En el interior de
este tiempo tienen lugar las variaciones medias pero perfectamente regulares. .."
(ciclos de la moda femenina cada 50 anos).

89
Textos citados en "Claude Lévi-Strauss", l’Arc, nº 26, 1965, pp. 19 a 29.
90
Le Système de la mode, Seuil, 1967
44

"El tercer tiempo, breve, podría llamarse el tiempo de las micro-modas"


Es evidente que si el ritmo de las variaciones medias fuese perturbado, por ejemplo, por los
efectos de la comunicación de masa y el consumo creciente, esta transformación revelaría un
profundo cambio de civilización y confirmaría aún más la función significante de la vestimenta.

"Así se constata que la vestimenta participa en la actividad que consiste en dar un sentido
a los objetos. La vestimenta siempre tuvo la función de codificar. Esto lleva a revisar un
punto de vista tradicional, a primera vista, sensato, que sostiene que el hombre inventó la
vestimenta por tres motivos: como protección contra la intemperie; por pudor, para
ocultar su desnudez; y como adorno para hacerse notar. Esto es valido, pero hay que
agregar otra función que me parece más importante: la función de significación. El hom-
bre se viste para ejercer su actividad significante. Vestirse es un profundo acto de
significación... por lo tanto un acto profundamente social instalado en el corazón mismo
de la dialéctica de las sociedades"91.

Es importante, entonces, buscar el sistema de significaciones hasta en las variaciones de la


moda.

"En la vestimenta escrita, es decir, descripta por una revista de Moda mediante el
lenguaje articulado, no hay, por así decirlo, “habla”: la vestimenta descripta nunca
corresponde a una ejecución individual de las reglas de la Moda, es un conjunto
sistemático de signos y de reglas: es una lengua en estado puro..."

Aunque esto parezca extraño, puede comprenderse si se recuerda que la vestimenta


descripta se refiere a las decisiones de un fashion-groupe (los grandes modistos) y no al uso real
de la vestimenta… y que esta literatura de moda está adscripta a las significaciones más que a la
práctica.
"La vestimenta fotografiada (suponiendo, para simplificar, que no está doblada por una
descripción verbal) ( . . . ) es un estado semi-sistemático de la vestimenta"… (seudorreal). "La
vestimenta es llevada por la modelo fotografiada que es, por decirlo así, un individuo normativo
elegido en función de su generalidad canónica..."

Por fin, en la vestimenta usada (o real), como lo había sugerido Trubetzkoy, se encuentra
la distinción clásica de Lengua y Habla. La lengua vestimentaria está constituida por 1)
las oposiciones de piezas, "detalles" cuya variación arrastra un cambio de sentido (llevar
una boina o un sombrero-hongo no tiene el mismo sentido); 2) las reglas que presiden) la
asociación de las piezas entre sí, ya sea a lo largo del cuerpo o superpuestas, "El habla
vestimentaria comprende todos los hechos (...) de uso individual (talle de la vestimenta,
grado de limpieza, de desgaste, manías personales, asociaciones libres de las piezas.. .)" 92.

Los significados de la vestimenta escrita, pueden ser expresados, en la literatura de moda,


por una palabra ("week-end") o un grupo de palabras ("largos paseos por el campo"), pueden
igualmente "ajustarse" tan estrechamente a los significantes que remitan al carácter imperativo de
91
"La Mode et les sciences humaines" en Exchanges, agosto 1966. (Opiniones recogidas en una entrevista).
92
Eléments de la sémiologie, en Communications, 4, 1964, p. 99.
45

la moda: hay que caminar con escarpines bicolores... porque esa es la moda. En este último caso (y
más indirectamente en el primero) el significado no es más que la moda misma. Rechazar o
descuidar los signos de moda equivale a ser sancionado como "démodé".

Entre las connotaciones de la Moda (retórica e ideología) Roland Barthes analiza (entre
otras) la cultura, lo afectivo, lo serio, el detalle, la euforia.

— Cultura: “El vestido que Manet hubiese querido pintar... Esta cultura es una cultura
'mundana', es decir, en definitiva escolar: Historia, Geografía, Arte, Historia natural.
Es la clasificación del saber de una alumna. Los modelos que propone la Moda están
tornados del bagaje de una joven 'sensata y al día' (como diría la Moda) que sigue los
cursos de la École du Louvre, visita algunas exposiciones, los museos cuando viaja y
leyó algunas grandes novelas"...
— Afectivo: "Se trata de un lenguaje doméstico articulado en la oposición de dos
términos principales: lo bueno y lo pequeño (...) Bueno (la buena ropa de lana gruesa)
supone una idea compleja de protección, de calor, de rectitud, de simplicidad, de salud,
etc; pequeño también remite a valores atractivos, pero el centro de la noción es una
idea de seducción más que de protección (lindo, graciosos forman parte del área de los
pequeño)… “
— Serio: “La retórica vestimentaria participa en suma de la ambigüedad misma de las
vestimentas infantiles en la sociedad moderna: el niño es excesivamente infantil en la
casa y excesivamente en la escuela; y este exceso debe ser tomado en su significación
literal; la moda es, a la vez, demasiado seria y demasiado fútil (…) Es probable, por
otra parte, que la yuxtaposición de lo excesivamente serio y de lo excesivamente fútil,
que funda la retórica de la Moda, no haga más que reproducir a nivel de la vestimenta
la situación mítica de la Mujer en la civilización occidental: sublime e infantil a la
vez.”
— Detalles: “Una nada que cambia todo (…) El detalle basta para transformar lo
“démodé” en Moda y, sin embargo, un detalle no cuesta caro; por esta técnica
semántica particular, la Moda deja lo lujosos y parece participar de una práctica de la
vestimenta accesible a los presupuestos modestos; pero sublimado, al mismo tiempo,
con el nombre de descubrimiento, ese mismo detalle de poco precio participa de la
dignidad de la idea: gratuito y glorioso como ella, el detalle consagra una democracia
de los presupuestos, respetando una aristocracia de los gustos…”
— Euforia (la mujer de la Moda): “No conoce el mal a ningún nivel; para no tener que
ocuparse de sus faltas y sus dramas, la Moda nunca habla de amor (…) ¿Conoce el
dinero? Apenas. Sin duda sabe distinguir los medianos presupuestos de los grandes; la
Moda enseña a “adaptar “una vestimenta, no a hacerla durar. De todos modos, las
limitaciones financieras no pesan sobre la Moda, porque precisamente la Moda tiene el
poder de evitarlas (…) La moda hunde así a la mujer, de quien habla y a quien habla,
en un estado de inocencia donde todo es mejor en el mejor de los mundos…”93

93
Système de la Mode, pp. 243 a 264.
46

3. CINE. TELEVISIÓN

La idea (y los manuales) de una gramática cinematográfica existen desde hace tiempo en la
historia de la teoría cinematográfica. También en la televisión naciente (o adolescente) se ha
planteado el problema de una gramática específica. Los realizadores del nuevo cine (que también
son críticos) reaccionaron en contra de ella y en la televisión la reacción se anuncia en la nueva ola
de realizadores y críticos: un film de autor, una obra personal, se destaca por su alejamiento de la
gramática clásica.
Pero ¿de qué gramática se trata? Gracias al análisis estructural, hoy podemos preguntarnos
si los teóricos y detractores de esta gramática la habían ubicado correctamente. ¿No habrán
cometido un error parecido al de los teóricos del buen decir, que consideraban la gramática
literaria como un conjunto de prescripciones, como una "policía" (protocolo) del lenguaje? Lo que
es necesario retener de estas investigaciones, por ejemplo de las que tratan de la compaginación,
es la intuición de que el cine funciona como un lenguaje y debe, por lo tanto, obedecer a sus
propias leyes. Los desarrollos actuales del análisis estructural nos permiten replantear este
problema, examinar en qué sentido el cine y la televisión pueden ser considerados como lenguajes;
estudiar los resortes dramáticos, encontrar las figuras de una retórica que hace que el séptimo y el
octavo arte tengan caracteres propios, pero también se integren en una cultura y una ideología más
amplias.

a) ¿El cine y la televisión son lenguajes?

Debemos terminar aquí con un equivoco; la confusi6n entre técnica y lenguaje.


"Si consideramos las obras dedicadas al 'lenguaje' cinematográfico, veremos que, ante
todo, son repertorios de procedimientos de realización. Se habla de planos, de encuadres,
de ángulos de toma, de iluminación, de movimientos, de aparatos, de compaginación,
trucos de laboratorio y banda sonora. Se cuenta que Orson Welles, antes de realizar
Citizen Kane, pasó varias semanas en un estudio haciéndose explicar el uso y las
posibilidades de los aparatos y que se hizo proyectar la totalidad de los archivos
cinematográficos del Museum of Modern Art de New York a fin de conocer todos los
procedimientos cinematográficos usados… e inventar otros. Desde este punto de vista,
Citizen Kane es una 'suma'. Los autores de libros sobre el 'lenguaje' cinematográfico no
parten de un catálogo de procedimientos, llegan a él” 94.

En lingüística habíamos encontrado una confusión análoga entre "fonética" o estudio


fisiológico de la emisión vocal (papel de los distintos órganos) y la "fonología" o estudio de las
relaciones sonoras que permiten la significación. Los procedimientos técnicos del cine y la T. V.
son, en relación a los órganos audiovisuales, lo que las cuerdas vocales, el paladar, los labios son
en relación al lenguaje hablado. Pero el lenguaje propiamente dicho comienza cuando los
procedimientos técnicos asumen una significación.
¿Podemos dar a esos eventuales lenguajes el nombre de lengua? Para esto sería necesario
que el cine y la T. V. tuviesen el equivalente de la segunda articulación (alfabeto) y de la primera
(léxico). Christian Metz en sus análisis sobre el cine " niega la existencia de tales articulaciones.
También podemos pronunciarnos negativamente en lo que respecta a la televisión.
94
Michel Tardy, Le professeur et les images, PUF., 1966, p. 77
47

"El cine no tiene nada que corresponda a la segunda articulación, ni siquiera


metafóricamente."

(Esta segunda articulación actualiza las unidades distintivas, los "fonemas" o, si se quiere,
las letras del alfabeto.) ¿Por qué? Porque no hay distancia, no hay arbitrariedad entre la expresión
y el contenido. La imagen cinematográfica (o televisiva) está pegada directamente a la cosa que
representa.

"Un espectáculo visual supone una adherencia del significante al significado que hace
imposible su desprendimiento"95.

La contrapartida es que la imagen no necesita ser traducida, es inmediatamente universal.


Aun faltándoles un alfabeto, ¿el cine y la T. V. no tendrán una primera articulación que
actualice las "palabras" y funde el léxico? Las insuperables dificultades que encontraron quienes
han buscado en el cine el equivalente de las palabras, de las frases, del léxico, nos conducen
igualmente a una respuesta negativa en cuanto a la existencia de esta primera articulación. Si
tomamos, por ejemplo, un plano único que representa un alpinista aferrado a una roca, resulta
imposible considerar a este piano como una sola palabra: es más bien el equivalente de la frase
"Pedro está ascendiendo…" En el caso de una sucesión de panorámicas sobre la nieve, esta serie
de movimientos de cámara y de planos corresponde a una palabra única: "nieve".
No encontramos "palabras" ni equivalentes de las estructuras elementales basadas en
oposiciones de término a término. Los westerns primitivos intentaron oposiciones del tipo "blanco
= personaje bueno/ negro = personaje malo", pero este paradigma rudimentario no se sostuvo
mucho tiempo. Del mismo modo, hemos visto (segunda parte, regla de conmutación) que la
oposición técnica entre ángulo alto/ángulo bajo estaba lejos de tener, en todos los casos, las
mismas significaciones. Cuando el ocurrente Jean-Christophe Averty juega con los contrastes de
negro y blanco no produce nuevas significaciones, sino que crea un clima de fantasía insólita.
Todas estas consideraciones valen para el color: existe un rojo alegre y un rojo trágico, un verde
de esperanza y un verde de espanto, etc.

Este balance negativo nos conduce a ratificar la conclusión de Christian Metz:

"Nos parece conveniente considerar el cine como un lenguaje sin lenguaje"96.

¿A qué nivel podemos estudiar este lenguaje cinematográfico (y televisivo) que no implica
una lengua codificada?
Ante todo, desde la perspectiva de una retórica o tratamiento plástico de la imagen. Aquí
encontramos parcialmente el problema de la fotografía y sus connotaciones. Roland Barthes
destaca, entre otros procedimientos de connotación, el truco, la pose de los personajes y los
objetos, la fotogenia, el esteticismo pictórico... etc.97 Evidentemente sería necesario comprobar en
qué se convierte ese tratamiento "artístico" cuando pasamos de la imagen "fija" a la
95
Ibid., 73 a 75
96
Ibid., p. 75.
97
“Le message photografique” en Communications, 1, 1961, pp. 130 a 133.
48

"compaginación" cinematográfica o televisiva. A veces el cine y la T. V. confirman y asumen la


estética fotográfica, a veces la descuidan ostensiblemente con fines narrativos, dramáticos o
evocativos. Pero el mismo "descuido" es un signo de connotación.

b) El discurso de la imagen.

El "lenguaje" del cine y la T. V. se elabora sobre todo a nivel de la "lógica de implicación"


(Jean Mitry) y, por lo mismo, de las grandes figuras de construcción de imágenes. Desde el
momento en que una imagen sigue a otra, las une una corriente discursiva: quieren decir algo. Las
famosas experiencias de Koulechov lo han probado suficientemente: el mismo rostro con la misma
expresión es interpretado en forma diferente (por el público) según las imágenes de agrado o
desagrado que lo acompañan. Todas las teorías sobre la "compaginación" cinematográfica, hoy
caducas, habían intuido, sin embargo, lo que era el "discurso de imágenes sucesivas".
Recordemos los principales tipos de construcción según Christian Metz98.
La escena: varios planos en una unidad de tiempo y lugar (dos amigos se encuentran en el
andén de la estación).
La secuencia: varios planos y varios lugares, pero una unidad de acción (la policía persigue
a los criminales). .
La compaginación con sus tres variantes:
— La compaginación alternativa: un contrapunto de imágenes en la misma duración
temporal: por ejemplo, dos jugadores de tenis o el piano-contraplano de una
conversación.
— La compaginación alternada: el ir y venir de una imagen a otra hace intervenir el
tiempo, por ejemplo el perseguidor y el perseguido.
— La compaginación paralela: la aproxirnación es simbólica, por ejemplo el rico y el
pobre, estudioso y perezoso. Este tipo de compaginación se presta normalmente al
juego de las antítesis y contrapuntos.
La repetición con sus tres variantes:
— La repetición cíclica que expresa un estado más que una sucesión: por ejemplo el
cantor de éxito, con imágenes rápidas de varias giras.
— La repetición evolutiva que hace intervenir la sucesión en el tiempo: por ejemplo las
imágenes que resumen una vida o varios años de una vida.
— La repetición por enlace, serie de breves alusiones a varios acontecimientos semejantes
(escenas de huelgas).
La descripción apoyada sobre un eje espacial más que sobre la sucesión temporal, por
ejemplo, el mismo edificio visto bajo ángulos diferentes.
La metáfora: la imagen remite a una significación segunda; por ejemplo, la tempestad
evoca la cólera.
La sobreimpresión: una imagen más "floue", más "fantástica" aparece en filigrana bajo una
imagen más visible: por ejemplo, un hombre que duerme, netamente dibujado y las imágenes de
los sueños. Es, tal vez, el único campo en el que la televisión recurre a un procedimiento
comúnmente abandonado por los cineastas actuales.

98
"La grande syntagmatique du film narratif" en Communications, 8, 1966, pp. 120 a 124. "Le cinéma moderne et
narrativité" en Cahiers du cinema, diciembre 1966, pp. 43 a 68
49

El flash-back: las imágenes se suceden para expresar algo que ha pasado anteriormente:
por ejemplo, escenas de infancia que suceden a una escena de vejez.
El flash-forward: las imágenes se suceden muy cercanas unas de otras para anticipar un
futuro lejano: por ejemplo, en la vida de un músico, el anuncio de su carrera futura cuando la
imagen nos lo acaba de mostrar como principiante.
El plano autónomo que vale por una secuencia. Se presenta con dos variantes:
— El plano secuencia que comprende las tres unidades de tiempo, lugar y ángulo de toma:
por ejemplo el mismo plano, en el mismo lugar, para encuadrar una escena de despedida.
— El plano "insert" que comprende una unidad de tiempo, de lugar, de secuencia, pero que
se ubica como suplemento en relación al desarrollo de la acción; por ejemplo un plano
retrospectivo sobre la vida de familia de dos soldados en el frente.
Todas estas figuras valen para el cine y la televisión. La principal diferencia entre uno y
otro reside en la relación específica entre lenguaje hablado e imágenes. En el cine, el lenguaje y
las imágenes forman un todo poético o novelesco, mientras que en la televisión, el lenguaje
hablado tiende a designar y comentar las imágenes, dirigiéndose directamente al espectador. Pero
aquí ya pasamos de las figuras del "discurso" a las reglas del funcionamiento.

c) Funcionamiento.

Podemos aplicar el esquema de Roman Jakobson para estudiar cómo se expresa el Emisor
(realizadores, actores) en el cine y la T. V., cómo se considera al Receptor, cómo se realiza la
referencia al contexto (realismo o ficción). (Ya hemos tratado la funci6n pática y la
metalingüística en los parágrafos precedentes.)
Al confrontar el cine y la televisión, las diferencias aparecen sobre todo en la función
conativa (receptor) y en la función pática (contacto). Por ejemplo, el cine elabora un espacio
atrayente, "centrípeto", en el que las relaciones entre personajes, objetos, paisajes, son armónicas
entre sí, mientras que la T. V. crea un espacio "centrífugo" que favorece la orientación directa
hacia el espectador. La supremacía del primer plano en T. V. subraya ese movimiento hacia
adelante. La función "pática", que consiste en interpelar directamente al espectador o en crear
redundancia para retener su atención, es igualmente específica de la T. V. El cine tiene mayores
dificultades para "mirar al espectador de frente", para hablarle. Por eso, le es más arduo el
"distanciamiento".

Al reflexionar sobre los "lenguajes sin lengua" (cine y T. V.), hemos notado la ausencia de
la segunda y primera articulación (alfabeto y léxico). Y son precisamente las articulaciones,
particularmente la segunda, el alfabeto, las que permiten al hombre "distanciarse" del mundo para
interpretarlo. Los medios audiovisuales poseen el poder de fascinar en la medida en que las
imágenes están "pegadas" a su significado. Para encontrar los poderes de significación e
interpretación, y crear las condiciones de un "distanciamiento" propio, deben desarrollar a nivel
del "discurso" lo que les falta a nivel de las estructuras elementales.

4. INFORMACIÓN Y PUBLICIDAD
50

a) El análisis de contenido

Hasta los anos 50 la sociología de los medios de comunicación social se había constituido,
según el esquema de Laswell: ¿Quién dice qué? ¿A quién? ¿Con qué efectos?99
No estudiaremos todos los intentos actuales por elaborar nuevos esquemas de conjunto. La
segunda pregunta, el ¿qué?, ha dado lugar a lo que se conoce con el nombre de análisis de
contenido: mensajes de la prensa, radio, publicidad, etc. Las dificultades metodológicas que
ofrecen estos análisis pretendidamente científicos, originaron la necesidad de recurrir al análisis
estructural. Analizaremos esta evolución.
El pionero del análisis de contenido, Bernard Berelson, había planteado la inmanencia
como primera regla del método. Era necesario analizar el contenido (de los diarios, de la radio…)
en sí mismo, y no con referencia a los emisores (a su psicología, a su estrategia) o a los efectos (a
los resultados sobre los individuos o los medios sociales). Este contenido debía ser recortado en
unidades materiales, un editorial de diario, una página de publicidad, parte de una emisión, y
dividido en categorías, es decir, en especies nocionales como "religión", "patria", "trabajo", etc.
Luego, el método debía ser resueltamente estadístico y cuantitativo. La configuración de los
mensajes emitidos se obtenía por el número y la proporción de las categorías por unidades.
Un método tan masivo no iba a tardar en recibir toda clase de críticas en beneficio de
perspectivas más intuitivas ("análisis de no-frecuencia"); de métodos que recurren a las
asociaciones y combinaciones más que al simple cúmulo de unidades ("análisis de contingencia" o
análisis asociativo).
Pero ninguna de estas nuevas perspectivas de estudio había revisado seriamente la
segmentación de Berelson entre unidades materiales y categorías nocionales100.
En Francia, Kayser101 emplea técnicas completamente diferentes. Con paciencia y
minuciosidad artesanal registra todos los procedimientos de valorización de un mensaje dado:
superficie impresa, tipografía, título, ilustración, etc. El método estudia el tratamiento de la
especialidad, exactamente lo que los periodistas llaman compaginación. Los análisis de Kayser no
dejan de parecerse a los que los primeros teóricos de cine hacían sobre puesta en escena.

b) Hacia el análisis estructural.

La obra de Violette Morin constituye una revolución en este plano 102. En lugar de oponer
unidades materiales y categorías nocionales, como se opondrían el material y la idea en él
inscripta, Violette Morin recorta "unidades de base", "unidades de articulación" y "temas de
articulación" en el interior de un mismo dato semántico. La unidad de base, la unidad de
información es la "noticia", lo que responde a la pregunta: ¿de qué se habla? Lo importante, desde
el punto de vista de la coherencia metodológica, es que las pequeñas y grandes unidades se
recortan en la misma trama semántica. Krutschev sopesa el maíz. Importa poco que se lo diga en
título, subtítulo, leyenda, editorial…; la unidad de información es la misma: "Krutschev
campesino". Un gran título puede abarcar numerosas unidades y por eso ser "captado"; pero si no
99
"The theory of political propaganda" en The american political science review, 1927
100
Ithiel de Sola—Pool, Trends in content analysis, Urbana, University of Illinois, 1959.
101
Le quotidien francais, A. Collin, 1963
102
"Un análisis de prensa, el viaje de Krutschev en Francia", en Communications, 1, 1961
51

lo sigue una información seria, tiene pocas posibilidades de imponerse. En consecuencia, el


recorte de Violette Morin ya es estructural, aunque el término no figure en sus primeros trabajos:
unidades de información integradas a unidades de articulación que a su vez se integran a temas de
articulación, Por ejemplo:
Tema central: Gira por Francia.
Unidades centrales: Acogida parisiense. Acogida provincial.
Unidades de información: 47 noticias. 16 noticias,
Esto en cuanto al nivel de denotación. Las connotaciones (que Violette Morin llama
"tonalidades") serán codificadas según tres índices:
información positiva/información neutra/información negativa.
La escritura particular de cada diario se manifestará según la cantidad y la distribución de
las unidades y, más aún, según la manera en que el diario valorice o desvalorice esas unidades:
llueve abundantemente en Le Figaro, mientras que un sol radiante, el de l’Humanité, acompaña la
gira por Francia103.

c) Análisis estructural.

La principal objeción al método se refería a la importancia asignada a la contabilidad, a la


cantidad. Es interesante seguir la progresión de las investigaciones de Violette Morin. En los
análisis de "la historia cómica"104 el método se vuelve totalmente estructural; una historia cómica
se presenta como un relato desglosado:
a) Introducción de los personajes en la situación; b) enclave o problema a resolver; c)
disyunción o bifurcación hacia lo cómico. Por ejemplo:

a) Dos locos discuten (situación).


b) Uno: Me hice construir una cama vertical (enclave).
c) El otro: ¡Bah105! es un cuento como para dormirse parado (disyunción)106.

La clasificación de las historias cómicas se realiza de acuerdo con la naturaleza del


disyuntor. En el ejemplo precedentemente citado, el disyuntor es la multiplicidad de sentidos del
término "vertical". La disyunción es de orden semántico cuando se refiere a la relación entre
significante y significado (por ejemplo la significación de "vertical"). Es de orden referencial,
cuando se refiere a la relación del signo con la realidad; por ejemplo: a) dos escoceses pelean; b)
uno rompe su botella sobre la cabeza del otro; c) el mismo: ¡Ay! había dejado una seña; no es la
significación de la botella lo que cuenta, sino su relación con el precio.
En cada una de las dos series interviene el factor "tiempo", en el sentido de que la
disyunción puede referirse a la simultaneidad, a un pasado o a un futuro. Obtendremos la
clasificación siguiente:
Disyunción semántica (inversión o ambigüedad de los signos): simultaneidad-pasado-
futuro.
103
Le Figaro, diario parisino de centro derecha; l’Humanité, órgano oficial del partido comunista francés.
104
Communications, 8, 1966
105
Juego de palabras en francés: une histoire a dormir debout, dice literalmente, "un cuento como para dormir
parado", pero como frase hecha, significa "cuento muy aburrido". [N. del T.]).
106
Ibid., p. 107
52

Disyunción referencial (multiplicidad de las referencias): simultaneidad-pasado-futuro.


La historia cómica se presenta en definitiva como el "vuelco" de un relato que había
comenzado normalmente, en un relato paralelo y parásito que termina por devorar al primero.

d) Las imágenes publicitarias.

Si hay un campo particularmente abierto a los análisis estructurales, es el de la publicidad.


En efecto, en un mensaje publicitario tenemos: —el producto mismo con sus características
técnicas, objeto de una información totalmente denotada (tal automóvil, tal cilindrada, tal sistema
de frenos); —el halo afectivo o poético que rodea al producto, es decir, todo el juego de las
connotaciones (seducción, poder, vacaciones…); —las justificaciones racionales dadas de
antemano (comodidad, solidez, confort…), que funcionan como connotaciones camufladas en
motivos objetivos.
Hasta ahora, sin embargo, los análisis de contenidos publicitarios son, ante todo,
psicológicos; tienden a un psicoanálisis del usuario, o a una psicología social muy afinada 107.
Según nuestro cocimiento, el único análisis estructural de los mensajes publicitarios —más
especialmente de las imágenes— es el de Roland Barthes108

"Tomemos como ejemplo una publicidad Panzani: paquetes de pasta, una caja, un sachet,
tomates, cebollas, morrones, un hongo, todo saliendo de una red semiabierta, en tintes
amarillos y verdes sobre fondo rojo. Tratemos de 'discernir' los diferentes mensajes que
puede contener.
Ante todo la imagen admite un primer mensaje cuya sustancia es lingüística, sus
soportes son la leyenda en el margen y las etiquetas que están insertadas, como en un
'vacío', en la escena; el código del cual ha salido este mensaje no es otro que el de la
lengua francesa; para ser descifrado, el mensaje no exige otro saber que el conocimiento
de la escritura y del francés…
Dejando de lado el mensaje lingüístico, queda la imagen pura (aún cuando las
etiquetas forman parte de ésta a titulo anecdótico). Esta imagen emite inmediatamente
una serie de signos discontinuos. Ante todo se trata de una escena que representa el
regreso del mercado; este significado implica dos valores eufóricos: el de la frescura de
los productos y el de la preparación puramente casera a la que están destinados; su
significante es la red entreabierta que deja desparramarse las provisiones sobre la mesa,
como 'desempaquetando'. Para leer este primer signo, es suficiente un saber implantado
en los usos de una civilización en la que "hacer uno mismo las compras” se opone al
aprovisionamiento expeditivo (conservas, heladeras) de una civilizaci6n más 'mecánica'.
Un segundo signo es casi tan evidente como el primero; su significante es la reunión del
tomate. el morrón y el colorido tricolor (amarillo, verde, rojo) del afiche; su significado
es Italia o, más bien, la italianidad; este signo está en relación de redundancia con el
signo connotado del mensaje lingüístico (la sonoridad italiana del nombre Panzani; el
saber movilizado por este signo es ya más particular: es un saber propiamente 'francés'
(los italianos no podrían percibir ni las connotaciones del nombre propio ni,
probablemente, la italianidad del tomate y del morrón), fundado en el conocimiento de
algunos estereotipos turísticos. Otros signos: el de una 'cocina total', el de una referencia
107
La Persuasión Clandestine, de V. Packard, sigue siendo un modelo del género. (Hay trad, cast.: Las formas
ocultas de la propaganda, Ed. Sudamericana. [N. del T,])
108
"Rhétorique de l'image" en Communications, 4, 1964.
53

estética de 'naturaleza muerta'... A estos cuatro se puede agregar una última información:
la que nos dice que se trata de una publicidad…"109.

Todos estos signos se organizan del siguiente modo:

— El mensaje lingüístico; la leyenda, las etiquetas;


— El mensaje literal de la imagen (denotación): tomate, morón, etc....
— El mensaje "simbólico" de la imagen (connotación): hacer las compras, italianidad,
cocina total, naturaleza muerta…

"En publicidad, estos signos están 'llenos', destinados a procurar una mejor lectura; la
imagen publicitaria es franca o, al menos, enfática."

5. MITOS, CUENTOS, RELATOS

Hasta ahora, el análisis de esos amplios fenómenos culturales, los mitos, los cuentos de
tradición popular, relatos literarios o desarrollados por una técnica particular (cine, historieta) se
distribuían según dos polos: el estudio histórico de los documentos y la observación (psicológica,
sociológica, etnográfica) de los comportamientos de los grupos humanos. Sigue siendo útil y
necesario distinguir minuciosamente los estratos de redacción de un relato, inventariar las diversas
variantes a través del tiempo y del espacio, observar cómo cuentan los hombres y qué mentalidad
revelan a través de sus mitos y relatos. Lo que simplemente queremos mostrar aquí, a partir de
algunos ejemplos, es cómo el análisis estructural puede contribuir a la solución del más difícil de
los problemas planteados: el de la "comparación" entre mitos (cuentos, relatos) diferentes y entre
variantes de una misma tradición mítica o narrativa y, por lo tanto, el de la permanencia de la
tradición mítica o narrativa.

a) Estructura de los mitos.

Aquí volvemos a encontrar a Claude Lévi-Strauss. Más que enumerar los recientes trabajos
del etnólogo, conviene remontarse a los esfuerzos de reflexión metodológica 110 que han preparado
los trabajos actuales.
"El estudio de los mitos nos lleva a constataciones contradictorias. Todo puede ocurrir en
un mito; pareciera que la sucesión de acontecimientos no estuviese subordinada a
ninguna regla lógica o de continuidad. Cualquier sujeto puede tener cualquier predicado;
toda relación concebible es posible. Sin embargo, esos mitos, en apariencia arbitrarios, se
reproducen con los mismos caracteres, y frecuentemente con los mismos detalles, en
distintas regiones del mundo. Esto plantea un problema: si el contenido del mito es
completamente contingente, ¿cómo comprender que, de un extremo a otro de la Tierra, se
parezcan tanto?111"

Gran número de mitólogos (estudiosos del mito), persuadidos con Jung que los mitos
109
Ibid, pp. 41-42
110
"La structure des mythes" en Anthropologie structurale, pp. 227 a 255
111
Ibid., p. 14.
54

derivan de algunos arquetipos fundamentales, inherentes a la estructura humana, mantenían una


confusión análoga a la de los lingüistas del último siglo que planteaban una relación natural entre
los signos y las cosas. Un análisis sistemático de los mitos, solo será posible si se descubren
unidades y combinaciones permanentes, es decir, estructuras por encima de las versiones
particulares. Dicho de otra manera, será retomada la distinción lengua/habla, pero a un nivel
elevado, el de un código formado por el ordenamiento de grandes unidades. Se adivina que la
principal dificultad consiste en el descubrimiento de esas grandes unidades o mitemas. De donde
surge la hipótesis:

"Las verdaderas unidades constitutivas del mito no son relaciones aisladas sino paquetes
de relaciones."

La predilección de Claude Lévi-Strauss por las composiciones musicales 112 lo lleva a


ilustrar esta hipótesis con la siguiente comparación: imaginemos a futuros arqueó1ogos de otro
planeta, registrando documentos terráqueos después que la vida haya desaparecido de nuestro
planeta; reconstruirán los alfabetos pero encontraran serias dificultades ante las partituras
musicales.
"Sin duda estos sabios se dedicarán a leer los pentagramas uno después de otro,
comenzando por lo alto de la página y siguiendo sucesivamente; luego se darán cuenta que
algunos grupos de notas se repiten a intervalos, de modo idéntico o parcial, y que algunos
contornos melódicos, aparentemente alejados unos de otros, ofrecen analogías entre sí. Entonces,
tal vez se pregunten si esos contornos, en vez de ser abordados en orden sucesivo, no deberían ser
tratados como los elementos de un todo que es necesario aprehender globalmente. Habrán
descubierto entonces el principio de lo que puede llamarse armonía (...) Dicho de otra manera,
todas las notas colocadas sobre la misma línea vertical forman una gran unidad constitutiva, un
paquete de relaciones…"
Siguiendo a Claude Lévi-Strauss, tomemos el mito de Edipo, tan importante en la cultura
antigua y en la actualidad (Freud y sus discípulos). Dispongamos las secuencias de izquierda a
derecha para el relato ordenado y en columnas verticales para las semejanzas de contenido (ver
cuadro):
"Si tuviéramos que contar el mito, no tendríamos en cuenta la disposición en columnas, y
leeríamos las líneas de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Pero desde el momento en que
se trata de comprender el mito... la lectura se hace siguiendo una columna después de la otra,
tratando a cada columna como un todo..."
— Primera columna: "relaciones de parentesco sobreestimadas".
— Segunda columna: "relaciones de parentesco subestimadas".
— Tercera columna: el hombre domina las fuerzas terrestres.
— Cuarta columna: el hombre sometido (parcialmente) a las fuerzas terrestres.

"El método nos libera de una dificultad que ha constituido hasta ahora uno de los
principales obstáculos al progreso de los estudios mitológicos, a saber, la búsqueda de la
versión auténtica o primitiva. Nosotros proponemos, en cambio, definir cada mito por el
conjunto de sus versiones. Dicho de otra manera, el mito sigue siendo mito en tanto sea

112
Le cru et le cuit está armado según una estrecha analogía con las composiciones musicales: fuga, cantata, etc
55

percibido como tal"113.


Sentido de la 1 2 3 4
Lectura 
Relaciones Cadmos
busca a su
hermana
raptada por
Zeus
Cadmo mata
al dragón
Los
espartamos se
exterminan
mutuamente
Labdcos
(padre de
Laio) = cojo
Laio (padre
de Edipo) =
zurdo
Edipo mata a
su padre
Laio
Edipo inmola
a la esfinge
Edipo= pie
hinchado
Edipo se casa
con Yocasta,
su madre
Edipo mata a
su hermano
Polinice
Nueva Antífona
secuencia entierra a
Polinice, su
hermano,
violando la
prohibición

Esta última declaración plantea, una vez más, el problema de la estructura permanente y de
la historia. Reconozcamos ya que si es necesario dar cuenta de la permanencia, de la continuidad
de un mito a través de innumerables versiones, hay que recurrir a un método válido capaz de
detectar las unidades permanentes y las reglas de combinación y de transformación.

b) Los cuentos populares.

— El análisis estructural de los relatos, digamos para simplificar, el análisis narrativo,


tiene en Vladimir Propp114 un pionero universalmente reconocido e inevitablemente
criticado. Estudiando una centena de cuentos rusos, Propp llega a la conclusión de que
estos relatos se desarrollan según un encadenamiento de funciones, encadenamiento
113
Ibid., pp. 236 a 240.
114
Morphology of the Folktale, Publication Ten of the Indiana University, Research Center in Anthropology, Folk-
lore and Linguistics, 1958.
56

lineal y cronológico: Prohibición, Trasgresión, Engaño, Fechoría, Lucha, etc... Un


cuento ideal estaría formado exactamente por 31 funciones. Las críticas formuladas a
este esquema se resumen en dos principales: por una parte, el análisis formalista de
Propp excluye los contenidos; por otra parte, sus encadenamientos lineales y
cronológicos no permiten ningún juego, ninguna alternativa entre varias opciones
posibles115.
— Desde entonces, y a partir de Propp, se ha desarrollado el análisis narrativo según
modelos más rigurosos. Greimas recupera igualmente los estudios de Etienne
Souriau116 y de Guy Michaud117. Combinando un modelo gramatical y un modelo
psicoanalítico, propone el siguiente modelo:
— El Sujeto desea el Objeto.
— Los personajes y fuerzas que ayudan al sujeto en su búsqueda pueden agruparse en una
única clase Ayudante, mientras que las oposiciones se agrupan en la de Opositor.
— Todo apoyo que viene de un nivel superior (maravilloso, sobrenatural), de un nivel que
de algún modo domina la acción, adopta el siguiente movimiento: Donante-Acción
benéfica-Beneficiario.
— El esquema global se presenta así118
Donante Beneficiario

Objeto

Ayudante Deseo Opositor

Sujeto

Tomemos un ejemplo: Ulises (sujeto) desea entrar a Itaca y encontrar a Penélope; éste es el
objeto de sus esfuerzos. En el camino, múltiples ayudas y múltiples contrariedades: Ayudante/
Oponente. Por encima de los periplos y dificultades, las intervenciones de los dioses favorables:
Donante-Beneficiario, se orientan en el mismo sentido que los esfuerzos de Ulises, apuntan hacia el
mismo objeto: reencuentro con el hogar y la patria119.
— Mientras que Greimas reconstituye una "gramática general" del relato, Claude Bremond
se dedica más especialmente a una lógica de los encadenamientos120.
"Todo relato consiste en un discurso que integra una sucesión de acontecimientos de
115
Claude Lévi-Strauss, "La structure et la forme" en Cahiers de l’lnstltut de Science économique apliquèe, marzo
I960, pp. 3 a 36. Claude Bremond, "Le message narratif" en Communications, 4, 1964, pp. 4 a 32.
116
Les 200.000 situations dramatiques, Flammarion, 1950.
117
Connaissance de la Littérature, t. l’oeuvre et ses techniques, Nizet, 1957.
118
Sémantique structurale, pp. 172 a 191. Nos tomamos ciertas libertades con los términos empleados pero no con el
esquema
119
Es evidente que tomamos el mito de Ulises más que el contenido de la Odisea. Sobre este tema cf, T. Todorov,
"El relato primitivo" en Tel quel, 3er. trimestre de 1967: "Hay dos Ulises en la Odisea, uno que corre las aventuras,
otro que las cuenta". (p. 53).
120
La logique des possibles narratifs" en Communications, 8, pp. 60 y ss.
* Communications, 8, 1966, pp. 94 a 101.
57

interés humano en la unidad de una misma acción. Donde no hay sucesión no hay relato, sino, por
ejemplo, descripción (...) deducción (...) efusión lírica (...). Donde no hay integración en la unidad
de una acción tampoco hay relato sino solo cronología (…)." El relato trata de acontecimientos
que interesan al proyecto humano, y que hacen participar a personajes o fuerzas personificadas.
"Los acontecimientos del relato pueden clasificarse según favorezcan o contrarresten ese proyecto
en dos tipos fundamentales que se desarrollan según las secuencias siguientes:

Proceso de Mejoramiento obtenido


- Mejoramiento a mejoramiento Mejoramiento no obtenido
a obtener
Ausencia de proceso de mejoramiento

- Degradación Proceso de Degradación Producida


previsibles degradación Degradación evitada

Ausencia de proceso de degradación*

En los dos tipos de relato, Claude Bremond encuentra el aliado y el adversario, los dos
papeles analizados por Greimas (ayudante/oponente). En cambio, en lugar de considerar un solo
donante (maravilloso, sobrenatural) benéfico, desdobla este papel en retribuyente-que-recompensa
y retribuyente-que-castiga; este análisis presenta la ventaja de estructurar mejor el nivel
"sobrenatural" del relato.
— Paralelamente a este estudio de los modelos, el análisis de un relato de prensa sobre "los
últimos días de un gran hombre" ilustra los esquemas de Claude Bremond de un modo tanto más
notable cuanto que el reportaje de prensa, consagrado a recoger día a día sus informaciones, se
constituye, no obstante, en relato y se pliega a las leyes narrativas. Por ejemplo, seis días de agonía
se ordenan según un ritmo ternario: enfermedad fatal-cura posible-empeoramiento irremediable.
Aun cuando el enfermo estuviese en un largo coma inexpresivo (Winston Churchill), la necesidad
de introducir signos de una cura posible, y por lo tanto un "suspenso" narrativo, es más fuerte que
la realidad de las informaciones. Este análisis de prensa ilustra igualmente una regla propuesta por
Claude Bremond, en contra de Vladimir Propp, que plantea que una secuencia de relato no
desemboca necesariamente en otra, sino que abre una alternativa: mejoramiento
obtenido/mejoramiento no obtenido, degradación obtenida/degradación evitada. En el caso de un
relato de agonía, la alternativa adquiere una doble forma:
La disyunción: ¿curara?/ ¿no curará?
El dilema: permanecer acostado/levantarse (en los dos casos, resultado fatal).
El famoso "suspenso" de los relatos de prensa, de los films, de las novelas policiales, no
só1o es el escalofrío que sienten los lectores o espectadores, sino realmente una de las "figuras"
del relato.

c) Los relatos literarios.

A diferencia de los relatos míticos, de los cuentos populares, de los relatos vehiculizados
58

por la cultura de masas, que se caracterizan por un predominio casi exclusivo de la historia (que
Aristóteles llamaba fábula), el relato literario desarrolla, bajo esta historia, un discurso que es
esencialmente el punto de vista del relator sobre su propio relato.

"En el nivel más general, la obra literaria tiene dos aspectos: es al mismo tiempo una
historia y un discurso. Es historia en el sentido de que evoca cierta realidad,
acontecimientos que habrían ocurrido, personajes que, desde este punto de vista, se
confunden con los de la vida real. Pero la obra es, al mismo tiempo, discurso: existe un
narrador que relata la historia, y frente a él hay un lector que la percibe. En este nivel, no
son los acontecimientos relatados los que importan, sino la manera en que el narrador nos
los hace conocer"121,

La distinción historia/discurso está sólidamente corroborada por los análisis lingüísticos de


Emile Benveniste sobre las relaciones de tiempo en el verbo. La enunciación histórica comprende
tres tiempos:

"El aoristo (pasado simple o pasado definido), el imperfecto (que comprende el


condicional), el pluscuamperfecto (. . .). El registro de los tiempos verbales es mucho más
amplio en el discurso; en efecto, todos los tiempos son posibles, salvo el aoristo" 122.

En la sección siguiente de nuestro libro (Literatura) volveremos a encontrar los problemas


del "discurso". Siguiendo con la "historia", en un relato literario, la relación entre el narrador y el
personaje va a revestir particular importancia. Luego de presentarnos los personajes, esta relación
supone una cierta manera de percibirlos. La percepción de los personajes se opera según tres tipos
principales:

—El narrador es superior al personaje: visión "desde atrás".

"En este caso, el narrador sabe más que su personaje. No se preocupa por explicarnos
como ha adquirido este conocimiento: ve a través de las paredes de la casa como a través
del cráneo de su héroe. Los personajes no tienen secretos para él" 123.

Gran número de novelas "clásicas" responden a este modelo: Balzac, Tolstoi, etc…

—El narrador es el igual del personaje: visión "con".

"Esta segunda forma está también muy difundida en literatura, sobre todo en la época
moderna. En este caso, el narrador sabe tanto como los personajes, no puede darnos una
explicación de los acontecimientos antes que los personajes la hayan encontrado.. ."

Entran en esta categoría las novelas que adoptan sucesivamente el punto de vista estricto
de cada personaje (por ej. Les Reins et les Coeurs de Lesort) o incluso las novelas que se ordenan
alrededor de un personaje único, el yo ficticio del narrador.
121
T. Todorov, "Les catégories du récit littéraire", en Communications, 8, p. 120.
122
Problémes de linguistique générale, pp. 239 a 242
123
Todorov, Op. cit., p. 141
59

—El narrador es inferior al personaje: visión "desde afuera".

"En este tercer caso, el narrador sabe menos que cualquiera de sus personajes. Puede
describirnos únicamente lo que se ve, oye, etc., pero no tiene acceso a ninguna conciencia
(...) Este procedimiento recién aparece en el siglo veinte" 124. Un ejemplo son las novelas
de Hemingway.

Existen dos modos principales de presentar a los personajes: el modo objetivo y el modo
subjetivo"125.

"Tomemos un ejemplo. La frase 'El señor Dupont salió de su casa el 18 de marzo a las 10
horas", tiene un carácter esencialmente objetivo; a primera vista no suministra ninguna
información sobre el sujeto de la enunciación (...) En cambio otras frases tienen una
significación que concierne casi exclusivamente al sujeto de la enunciación, p. ej. "¡Eres
un imbécil!"; esta frase es ante todo un acto para el que la pronuncia, una injuria, aunque
conserve también un valor objetivo…

El estilo directo está vinculado al aspecto subjetivo del lenguaje; a menos que se trate de
una simple convención. Inversamente la palabra del narrador pertenece habitualmente al plano
objetivo, pero cuando empleamos una metáfora, una reflexión general sobre la naturaleza humana,
la subjetividad (del narrador) reaparece126.
De un modo más general, esta manera de presentar los personajes puede llamarse personal
(yo/ tú) o a-personal (él). En la práctica es necesario prestar gran atención porque lo personal y lo
a-personal se entrecruzan frecuentemente. Así esta frase de Goldfinger, a veces nos coloca "en el
lugar" del personaje (personal), y a veces nos mantiene en el exterior de él (a-personal):
"Sus ojos -> personal
gris azulados -> a-personal
estaban fijos sobre los de Au Pont que no sabia qué
postura tomar -> personal
porque esa mirada fija suponía una mezcla de candor, ironía y auto-desprecio -> a-
personal"127.

d) El sistema narrativo.

El relato mítico, popular, literario, de cine comercial o cine de vanguardia, supone una
lógica o, si se prefiere, una gramática fundamental. Esta gramática se basa en una ambigüedad que
la escolástica llamaba: post a.C. ergo horópter a.C. = lo que sigue en el tiempo está causado por lo
que precede. Se confundía la cronología con la causalidad. El análisis narrativo intenta
precisamente revelar las leyes de esta causalidad particular, a la vez ambigua y profundamente
124
Todorov, op. cit., pp. 141 a 142.
125
Utilizamos, igual que Todorov, una distinción hecha por John Austin y retomada por Benveniste, entre
constatif (enunciado objetivo) y performatif (enunciado en primera persona).
126
Todorov, Op. cit., pp. 145 y 146.
127
Texto transcripto por Roland Barthes, "Introduction a l'analyse struclurale des récits", en Communications,
8, 1966, p. 20.
60

arraigada en la imaginación humana.


La primera tarea de este análisis es el estudio de las unidades, las "grandes unidades" decía
Claude Lévi-Strauss (ver arriba). Roland Barthes distingue las dos clases de unidades que
Aristóteles atribuía a la "fábula" y a los "caracteres". Las unidades de la "fábula" son horizontales,
se encadenan unas a continuación de las otras. Roland Barthes las llama funciones: comprar el
revolver y usarlo, descolgar el teléfono y colgarlo. De estas funciones, se llaman cardinales o
nucleares, las que introducen los riesgos y permiten las alternativas del relato: el teléfono suena,
recién entonces es posible descolgarlo o dejarlo sonar. Las otras funciones aseguran que el relato
se llene totalmente, son los detalles, constituyen el lujo del relato y retienen la atención del lector
(del espectador): el teléfono suena, James Bond se dirige al escritorio, deja su cigarrillo, etc.128
Junto a estas funciones, unidades que pertenecen a la primera clase, se ubican las unidades
de la segunda clase, los índices, que remiten a los "caracteres" (Aristóteles) de los personajes, al
ambiente, etc. Mientras que las funciones se ordenan horizontalmente, los índices convergen
verticalmente en un papel o una atmósfera. Que haya numerosos teléfonos alrededor de James
Bond no tiene ninguna incidencia sobre la acción, pero evoca poder administrativo, alta técnica,
etc.
La segunda tarea de este análisis es el estudio del estatuto de los "personajes", integrando
las unidades, funciones e índices precedentemente estudiados. Más que de "personajes", cuyas
siluetas son múltiples (200.000 diría Etienne Souriau), conviene hablar de actantes, es decir, de
clases de acciones, según el esquema de Greimas (cf. arriba los cuentos populares). Sin embargo,
queda abierto un problema.

"¿Existe una clase privilegiada de actores? Nuestra novela nos ha acostumbrado a


acentuar, de un modo u otro, a veces retorcido (negativo), uno de los personajes en
relación a otros. Pero este privilegio no está presente en toda la literatura narrativa. Así,
en muchos relatos dos adversarios se ubican alrededor de una situación clave en igualdad
de condiciones; el sujeto es entonces verdaderamente doble sin que se lo pueda reducir
por sustitución; incluso tal vez sea una forma arcaica corriente, como si el relato, a
semejanza de algunas lenguas, también hubiese conocido un dual de persona" 129.

La tercera tarea del análisis narrativo es el estudio de la narración misma, de la relación


entre narrador y personajes (cf. parágrafo precedente sobre los "relatos literarios"), y de las rasgos
característicos de la narración por oposición al discurso (cf. parágrafo precedente). Más allá de
este análisis comienza la historia o la sociología de los relatos en las sociedades.
El relato es en definitiva una forma de creación, o más bien de espectáculo, por la que el
hombre intenta emanciparse de la repetición.

"Es posible que los hombres proyecten incesantemente en el relato lo que han vivido y
conocido; al menos es una forma que triunfó sobre la repetición e instituyó el modelo de
un devenir"130.
128
Según este recorte, la secuencia de un relato se presenta como "una serie, serie lógica de núcleos unidos
entre sí por una relación de solidaridad: la secuencia se abre cuando uno de sus términos no tiene antecedente
solidario, y se cierra cuando no tiene consecuente": ordenar un servicio… consumirlo… pagarlo, son tres
funciones para una secuencia (Roland Barthes, op. cit., pp. 13-14).
129
Roland Barthes, op. cit, en Communications, 8, p. 18.
130
Roland Barthes, op. cit., p. 26.
61

6. LA LITERATURA

La literatura es el campo de aplicación del análisis estructural que ha dado lugar a las más
vivas discusiones, a múltiples malentendidos, a una "polémica entre la nueva crítica y la crítica
universitaria", o más aún a una "nueva polémica entre los Antiguos y los Modernos". Todo esto
dificulta nuestro propósito y se hace necesario aclarar algunos malentendidos.
El primer malentendido consiste en una especie de amalgama. Se ubican en las filas de la
"nueva" crítica una sociología de los temas de la literatura (Lucien Goldmann), un psicoanálisis o
más bien una psicocrítica de los escritos (Charles Mauron), una fenomenología de las
significaciones (Serge Doubrovsky), análisis de las configuraciones de los mitos, temas, símbolos
(Bachelard, Poulet, Richard, Starobinsky...) y por fin, el análisis estructural tal como lo hemos
definido, es decir, inspirado por el modelo lingüístico (Gérard Genette, Tzvetan Todorov, Roland
Barthes...). Al manipular en todo sentido los términos "estructura y "estructuralismo", siguiendo
múltiples causas, polémicas o apologéticas, se llega a una total confusión. Por lo tanto, la primer
tarea es de clasificación; es evidente que todas las corrientes aquí indicadas pertenecen a la
"nueva crítica", en el sentido de que utilizan nuevos métodos en relación a métodos más
tradicionales que se fundan en la crítica histórica y filológica de los textos (siempre válida), en
una historia de los medios literarios (aún válido), en una psicología de las "facultades humanas"
(francamente superada) 131. En cambio el manejo de los términos "estructura” y "estructuralismo"
provoca demasiados malentendidos. Para evitar las amalgamas aplicaremos estrictamente la
distinción entre "structurel” y "structural” para reservar la calificación de "structural" a todo
esfuerzo de inventario y de análisis que adopte y aplique con coherencia el modelo lingüístico.

El segundo malentendido proviene de la aplicación del término "crítica" a un análisis


estructural de los hechos literarios, puede hacer creer que éste es una nueva escuela, con sus
preferencias y sus exclusiones, algún nuevo Parnaso sin cielo de París. En realidad el análisis
estructural es una empresa científica cuyo campo puede ser la obra de Bossuet como la de
Rousseau, la de Mallarmé como la de la Comtesse de Segur, la de Valery como la de Barbulle.
Nada de lo que es "Literatura" 132 o institución literaria le es extraño. Si existe una preferencia es
solo por vía indirecta, en consecuencia, ética; a partir del momento en que la obra literaria se
revela como un lenguaje particular con sus propias relaciones de signos (con sus instituciones),
la preferencia final de los investigadores se orientará hacia las obras que juegan francamente con
los signos más que hacia aquellas que los disimulan.

a) Los formalistas rusos.

"Formalismo fue la palabra que designó, en la acepción peyorativa que le concedieron sus
adversarios, la corriente de crítica literaria que se desarrolló en Rusia entre los años 1915
y 1930. La doctrina formalista está en el origen de la lingüística estructural, al menos de
131
Evitemos llamar "universitaria" a la crítica “tradicional”, ya que muchos investigadores de la “nueva” crítica
también son universitarios
132
Sería mejor decir literaridad, traduciendo el literaturnost' ruso: "el objeto de la ciencia literaria no es la literatura,
sino la literaridad, es decir, lo que hace que una obra sea una obra literaria" (Roman Jakobson, citado por Todorov en
Théorie de la littérature, Seuil, 1965, p.
62

la corriente representada por el Circulo Lingüístico de Praga".

Siguiendo a T. Todorov, recordemos algunas de las reglas formuladas por esos pioneros
del análisis estructural.

"Poner la obra en el centro de sus preocupaciones (...); rechazan la perspectiva


psicológica, filosófica o sociológica que dominaba entonces la crítica literaria rusa. Es
por eso que los formalistas rusos se distinguen principalmente de sus predecesores: la
obra no se puede explicar a partir de una biografía del escritor ni de un análisis de la vida
social contemporánea".

Aquí podemos reconocer la primera regla (inmanencia) del análisis structural. Que las
preocupaciones de los formalistas rusos nos parezcan hoy banales, no debe ocultarnos la audacia del
proyecto.

"Otra idea importante para la primera fase del formalismo es la que V. Chkloski resumió
en el título de uno de sus artículos: el Arte como procedimiento. Rechazando toda mística
que solo puede ocultar el acto de la creación, y la obra misma, los formalistas intentan
describir su fabricación en términos técnicos".
Así se originan los estudios de las relaciones entre la lengua de las emociones y la lengua
poética, de la constitución fónica de los versos, la entonación, la métrica, el ritmo y su relación con
los significados poéticos, la estructura del Cuento Fantástico, etc, Los formalistas rusos nos liberan
de una mística de la inspiración —sea romántica o surrealista— y concentran la atención en el
código (o códigos) que utiliza el escritor si quiere expresar literariamente su propia palabra.

La distinción entre "forma" y "función" instaurada por J. Tynianov, prefigura la realizada


entre denotación y connotación. Los significantes literarios (formas) se adhieren al lenguaje común
y, desde este punto de vista, expresan significados corrientes (comer, viajar...). Pero en literatura,
estos significantes ("formas") del lenguaje común están dispuestos —por los procedimientos de
fabricación— de tal modo que aseguran significaciones ("funciones") de segundo grado.

"Así el viaje picaresco en el siglo XVIII se convierte en un simple procedimiento que


puede tener varias funciones: le permite al autor vincular diferentes situaciones
conservando el mismo héroe (primera función), expresar sus impresiones sobre los
lugares visitados (segunda función) o presentar los retratos de los personajes que de otro
modo no serian compatibles en un mismo relato (tercera función), etc...." 133

En definitiva, la función, en el sentido en que la entienden los formalistas rusos, es lo que


permite a los signos del lenguaje corriente acceder a significaciones de segundo grado propiamente
literarias.
Más aún, estas funciones literarias se distinguen entre sí por un juego de oposiciones
(paradigma literario); se combinan entre sí (el sintagma), y se manifiestan a varios niveles (regla de
integración). Esto hace posible el estudio de las "series" literarias o artísticas (teatro, música...),

"Observamos en la literatura existente una agrupación de procedimientos; estos

133
Ibid., pp. 16 a 20
63

procedimientos se combinan en algunos sistemas que existen simultáneamente, pero se


aplican en obras diferentes. Según los procedimientos utilizados, se establece una
diferenciación más o menos neta de las obras… Así se crean clases particulares de obras
(los géneros) que se caracterizan por una agrupación de procedimientos alrededor de los
procedimientos perceptibles, que llamamos rasgos del género" 134.

b) Recuperación de la Retórica

La cita anterior de Tomachevski prueba que el análisis estructural no es un manantial nacido


en el desierto, sino más bien la sistematización de las más só1idas tradiciones del análisis literario
prosodia, estudio de los géneros...). Asistimos a una reinterpretación de la retórica y la poética
aristotélica, cuyo éxito y continuidad (verdaderamente institucional) desde Aristóteles hasta el siglo
XIX son bien conocidos. Incluso, sin que resulte demasiado paradójico, se podría calificar el análisis
literario estructural de "neo-aristotélico"135.
De los instrumentos de análisis forjados por Aristóteles, ya hemos retenido (cf. sección
precedente) las nociones de fábula (mythos) y de caracteres (éthè). Para la comprensión de los
lugares comunes, de lo que la opinión pública considera verdadero, disponemos igualmente de la
noción de verosímil (eikos). Sabemos que Aristóteles había concebido, junto al razonamiento
demostrativo, "científico", un tipo de razonamiento retórico referido precisamente a la verosimilitud
del público. A este razonamiento, Aristóteles le da el nombre de enthymema y la función do obtener
del tema la persuasión que requiere. Por ultimo, debemos a Aristóteles un inventario de las
principales figuras del estilo.
Las tentativas actuales por lograr una clasificación estructural de las figuras del estilo
confirman esta recuperación de la retórica aristotélica. Ya hemos encontrado en semántica las
denominaciones figurativas y las denominaciones translativas de Greimas, las primeras designan
una extensión del significado (cabeza de puente), mientras que las últimas designan las sustituciones
del significado cabeza de turco = "chivo emisario" 136. En el mismo sentido, Roland Barthes
distingue las figuras sintagmáticas que operan sobre el desarrollo del discurso y las figuras
sustitutivas sistemáticas que operan en la erección de los significados (en el mismo significante).
—Figuras sintagmáticas: elipse, reticencia, suspensión, supresión de las coordinaciones
(veni, vidi, vici), la repetición, etc.
—Figuras sustitutivas sistemáticas: metáfora, alegoría, juego de palabras, antifrasis. También
la metonimia (que opera las sustituciones horizontalmente sobre la cadena de los significados, por
ej. "la vela" para designar todo el barco).
La retórica aristotélica asignaba en forma pedagógica, tres dimensiones principales a la obra
literaria: el inventio (el tema), la dispositio (el plan), elocutio (el estilo). ¿Qué pasa hoy con esta
tripartición? Si seguimos los finos análisis de Gérard Genette asistimos, en la enseñanza de la
retórica, a un tal predominio del dispositio (plan) que las otras dos dimensiones se adecuan a éste.
Una "mística del plan" anima algunos vestigios de enseñanza retórica, mística cuya expresión
suprema podría ser una dialéctica hegeliana.

134
Tomachevski, "Thématique" en T. Todorov, Théorie de la littérature, p. 302
135
Sería necesario aclarar este problema histórico: la influencia de ciertos recortes y categorías de la 1ógica formal
sobre la lingüística.
136
Si bien hacemos referencia a la distinción de Jakobson entre metonimia y metáfora, no la comentaremos a causa de
ciertas imprecisiones de contenido
64

"Un manual reciente estima que el famoso plan tesis/antítesis/síntesis, cumbre de la técnica
de la disertación, es el que le conviene al 70 % de los temas (...) El plan ternario pretende responder
a un movimiento del espíritu (...) Debe considerarse que un tema de disertación plantea —
explícitamente o no— un problema y las tres partes interesadas como momentos de esta
problemática; es natural examinar primero un aspecto del problema, luego otro, y por fin resolverlo,
no conciliando "cómodamente, verbalmente, formalmente los inconciliables", sino siguiendo la
naturaleza del espíritu que se enfrenta a una contradicción y la resuelve buscando otro punto de vista
por el cual se aclara o desaparece como tal"137.
Este predominio de dispositio tiene por consecuencia que los problemas de inventio "se
reducen de hecho a problemas de orientación y adaptación al movimiento", y que elocutio (estilo)
debe adaptarse estrechamente a la "composición".
A este estilo muy ligado al plan, "estilo funcional" se diría en otros campos, solo se le
reconoce una cualidad (como beneficio extraordinario, no buscado): lo brillante.
El análisis estructural tiene entonces por tarea retomar el problema de las dimensiones de la
obra. Pero ya estamos en presencia de una extensión: la de la crítica. Mientras que la retórica
tradicional se reduce perdiendo su dimensión literaria para dejar lugar a la crítica, la crítica se
introduce en la obra literaria misma.

"En el momento en que la situación retorcía se ocultaba en la enseñanza, se la veía


reaparecer, bajo una nueva forma, en la misma literatura que con Mallarmé, Proust,
Valery, Blanchot se esforzaba en reflexionar sobre sí misma; en un sentido, nuestra litera-
tura actual, en lo que tiene de más profundo y a pesar de su anti-retórica de principio (su
terrorismo, diría Paulhan), es una retórica, ya que es literaria y al mismo tiempo discurso
sobre la literatura"138.

c) Para una ciencia de la literatura.

Si bien el análisis estructural constata un semi-fracaso de la retórica tradicional-escolar, se


orienta, no obstante, hacia los orígenes de la retórica, particularmente hacia la obra de Aristóteles,
porque la reconoce como el primer intento por conocer la naturaleza del objeto literario. Para que
sea posible una ciencia de la literatura hay que superar la biografía de los autores, la historia y la
sociología de su época, los comentarios filológicos de los textos y admitir que la escritura tiene sus
propias reglas de generación y ordenamiento. El modelo de esta ciencia es lingüístico. Hemos
reconocido la fecundidad de los análisis de Benveniste sobre las personas yo/tú y la no-persona él,
en el problema de las relaciones entre el narrador y la cosa contada. Del mismo modo, el análisis de
los tiempos verbales ha permitido distinguir la historia del discurso; ya hemos analizado la historia,
la narratividad, podemos ahora ocuparnos más especialmente del discurso literario.
Sin duda, los progresos de esta ciencia serán favorecidos en el futuro con los
descubrimientos de la gramática generativa.

137
Gérard Genette, "Enseignement et rhétorique au XX siècle" en Annales, marzo 1966, pp. 300-301. Entre otros,
puede consultarse el manual de disertación de Chassang y Senninger, la Dissertation litteraire, Hachette, 1967.

138
Op, cit., pp. 304-305
65

“Ante la imposibilidad de dominar todas las frases de una lengua, el lingüista acepta
establecer un modelo hipotético redescripción, a partir del cual pueda explicar cómo se
engendran las frases infinitas de una lengua. Cualesquiera sean las correcciones
necesarias, no hay ninguna razón para no intentar aplicar este método a las obras de la
literatura: estas obras son semejantes a inmensas "frases" derivadas de la lengua general
de los símbolos a través de un cierto numero de transformaciones regladas, o de un modo
mas general, a través de cierta 1ógica significante que es preciso describir". En otros
términos, la ciencia de la literatura recibe de la lingüística este principio de toda ciencia:
"disponer de algunas reglas para explicar algunos resultados".

¿Por qué las formas literarias, por qué son aceptables sus sentidos? En virtud
precisamente de reglas elaboradas más allá del autor, las "reglas lingüísticas del símbolo".

"No son imágenes, ideas o versos lo que la voz mítica de la Musa sugiere al escritor; lo
que existe es la gran lógica de los símbolos.
Será entonces necesario aceptar redistribuir los objetos de la ciencia literaria. El
autor, la obra, no son más que el punto de partida de un análisis cuyo horizonte es un
lenguaje; no puede haber una ciencia de Dante, de Shakespeare o de Racine, sino solo
una ciencia del discurso. Esta ciencia tendrá dos grandes territorios según los signos de
que trate: el primero comprenderá los signos inferiores al frase” (figuras de retórica,
signos de connotación), “brevemente, todos los rasgos del lenguaje literario en su
conjunto; el segundo comprenderá todos los signos superiores a la frase” (historia,
mensaje poético, discurso…).

Cada clase de unidad requerirá los procedimientos de descripción adecuados a su nivel, pero
todas sus clases (de las pequeñas unidades prosódicas a las grandes unidades del discurso) deben
conectarse entre sí en virtud de la regla de integración. El análisis estructural de los relatos ya está
muy avanzado, pero queda un largo camino por recorrer respecto a los mensajes poéticos y a las
estructuras del discurso.
Precisamente, la retórica aristotélica quería ser una primera ciencia de la obra aceptable por
el gran público en virtud de una lógica de lo verosímil. Las frases de la lengua francesa son
aceptadas por el "sentimiento lingüístico" de los franceses.

"La ciencia de la literatura describirá según qué lógica se engendran los sentidos de un
modo que pueda ser aceptada por la lógica simbólica de los hombres" 139.

Hemos comenzado esta sección evocando el problema crítico y hemos desarrollado


reflexiones alrededor de los proyectos de una ciencia de la literatura. Entre esta ciencia y la lectura
efectiva de los hombres (lectura cuyo rol específico será necesario respetar plenamente) se ubica una
empresa más arriesgada que se refiere tanto a la lengua (ciencia) como al habla (lectura): la crítica
literaria, mientras espera poder integrarse a una ciencia de la literatura, que puede intentar esta
crítica.

"En sí, un lenguaje no es verdadero o falso, es válido o no lo es. Válido, significa decir
139
Todas las citas desde el principio del párrafo, fueron tomadas de Roland Barthes, Critique et Vérité, Seuil, 1966,
pp. 56 a 63.
66

que constituye un sistema coherente de signos. Los signos que sostienen el lenguaje
literario no implican la conformidad de este lenguaje a lo real (cualesquiera sean las
pretensiones de las escuelas realistas), sino solo su sumisión al sistema de signos que se
ha fijado el autor..."

La crítica no tiene que preguntarse si los personajes de un autor son claves para la
comprensión de personas reales, menos aún si las descripciones de la obra reflejan el paisaje o la
sociedad...

"Su único papel es el de elaborar un lenguaje cuya coherencia 1ógica, es decir, cuyo
sistema pueda recoger o, mejor aún, 'integrar la mayor cantidad posible de lenguaje (del
autor)"140.

Más que de verdad, es necesario hablar de coherencia, de validez o, mejor aún, de ajuste.

APERTURAS

La única intención o ambición de este libro es la clarificación o "vulgarización". Esperamos


que este intento no haya implicado grandes traiciones. De cualquier modo, la honestidad nos obliga
a reservar un juicio crítico. Son conocidas, en las relaciones ciencia-filosofía, ciencia-apologética,
las formas de proceso que juzgan perentoriamente una disciplina científica después de haberla
simplificado al extremo. En cuanto al peligro contrario, el de extrapolación por parte de los
investigadores científicos, es evidentemente más común en el campo de las ciencias humanas.
En lugar de una discusión crítica sobre el estructuralismo, inadecuada para el género y nivel
de nuestro ensayo, es más adecuado indicar ciertas "aperturas" por las cuales el estructuralismo entra
inevitablemente en contacto con otras disciplinas como la historia, la psicología y sobre todo la
filosofía. De este modo tendremos un inventario de los problemas planteados por el estructuralismo,

1. INCONSCIENTE/CONSCIENTE

140
Roland Barthes, Essais critiques, Seuil, 1964, pp. 255-256.
67

"El conocimiento no se basa en una renuncia o en un trueque, sino que consiste en la


selección de aspectos verdaderos, es decir, aquellos que no coinciden con las propiedades
de mi pensamiento. Tampoco porque éste ejerza sobre las cosas inevitables
constricciones, como lo pretendían los neo-kantianos, sino más bien porque mi
pensamiento mismo es un objeto. Al ser de este mundo, participa de su misma
naturaleza"141.

Es necesario destacar en Claude Lévi-Strauss una forma especial de humor que lo lleva a
desmistificar toda cuestión concerniente a su filosofía subyacente y que expresa de modo ingenioso
y ocurrente. Así, durante un debate con Paul Ricoeur se declara cercano al "materialismo vulgar", en
otras circunstancias aceptará ser tratado de "kantiano sin sujeto trascendental".

"Las leyes lingüísticas, declaraba Paul Ricoeur, designan un nivel inconsciente en un


sentido no-reflexivo, no histórico del espíritu, este inconsciente no es el inconsciente
freudiano de la pulsión, del deseo, del poder de simbolización; es más un inconsciente
kantiano que freudiano, un inconsciente categorial, combinatorio; es un orden finito o la
finitud de un orden, pero un orden que se ignora. Digo inconsciente kantiano pero solo
por su organización, porque se trata más bien de un sistema categorial sin referencia a un
sujeto hablante (...) Del mismo modo este espíritu inconsciente puede ser homologado a
la naturaleza, incluso, tal vez sea naturaleza" 142.

En las líneas que preceden, Ricoeur no se refiere al análisis estructural como método
científico, sino a la filosofía que podría estar vinculada a este método.
Es inquietante constatar que las producciones del espíritu humano desde el "bricolage"
mítico hasta las obras más elaboradas de la literatura obedecen a leyes de ordenación y
transformación, leyes inscriptas en una especie de inconsciente y natural. ¿Es esto la negación del
espíritu humano, de la cultura? Los estructuralistas responden a esta pregunta de dos modos
diferentes; por un lado, sostienen una especie de naturalismo que sumerge las actividades
conscientes del hombre en una "arqueología" 143 de reglas fundamentales e inconscientes; por otro
lado los investigadores estructuralistas detectan el nivel a partir del cual se opera el pasaje de la
naturaleza a la cultura; prohibición del incesto, cocción de alimentos, segunda articulación... De este
modo el estructuralismo puede integrarse a una filosofía de la cultura. ¿Estas respuestas son
irreductibles? Simplemente quisiéramos sugerir que la investigación estructuralista puede ayudar a
superar una anti-naturaleza en la que se complacían tantos filósofos contemporáneos, y favorecer
una recuperación del grave problema naturaleza/cultura al que en definitiva remite el debate
consciente/inconsciente.

2. CÓDIGO/SENTIDO

El segundo problema, muy ligado al precedente, es el de las relaciones entre el análisis


estructural de los sistemas codificados y la "hermenéutica", que en fenomenología consiste en la
operación por la cual el hombre descifra el sentido, actividad que se inscribe en una comprensión de
141
Claude Lévi-Strauss, Tristes tropiques, Plon, 1955, p. 42
142
Paul Ricoeur, "Structure et herméneutique", en Esprit, noviembre de 1963, p. 600.
143
Esta expresión remite sobre todo a la obra de Michel Foucault, Les Mots et les choses, Gallimard, 1966. Si
bien esta obra "atraviesa" en muchos sentidos al análisis estructural, hemos evitado deliberadamente
amalgamarla a él. (Hay trad. cast,: "Las palabras y las cosas", Siglo XXI, México, 1968. [N. del T.]).
68

si y del ser.

Paul Ricoeur: "Así como la antropología estructural me parece convincente en tanto se


comprende a sí misma como la extensión gradual de una explicación que primero obtuvo
buenos resultados en lingüística, luego en los sistemas de parentesco, y por último poco a
poco, según el juego de afinidades con el modelo lingüístico, en todas las formas de la
vida social, del mismo modo me parece sospechosa cuando se erige en filosofía; un orden
planteado como inconsciente nunca puede ser más que una etapa abstractamente separada
de una inteligencia de sí para sí; el orden en sí es el pensamiento en el exterior de sí
mismo”. Análisis riguroso de los códigos… sí, pero “a condición de que el pensamiento
no se aliene en la objetividad de los códigos”

La decodificación, es decir, el análisis de los significados del código, debe de ser la etapa
objetiva de una interpretación existencial del sentido, de un desciframiento para la comprensión de sí
y del ser, sin el cual “el pensamiento estructural es un pensamiento que no piensa”144.

Claude Lévi Strauss: “De ningún modo excluyó –por otra parte sería imposible- que el
sentido pueda recuperarse; tal vez la diferencia proviene de que para mí, esto tiene lugar
como un medio suplementario del que disponemos para intentar controlar posteriormente
la validez de nuestras operaciones sintácticas. Ya que hacemos “ciencias humanas” ya
que somos hombres que estudiamos hombres, no podemos ofrecer el lujo de colocarnos
en lugar de ellos. Pero éste es el último momento, la última satisfacción que nos
concedemos haciéndonosla pregunta: ¿esto funciona?, ¿si lo intento sobre mí, funciona?
En consecuencia la recuperación del sentido me parece secundaria y derivada, desde el
punto de vista del método, en relación al trabajo esencial que consiste en desmontar el
mecanismo de un pensamiento objetivado” 145

¡No se podría ser más claro! Volviendo años más tarde al mismo problema, Paul Ricoeur se
esfuerza por realizar una “promoción del sentido” en el “medio mismo de la lengua”, de “hacer
advenir el sistema como acto de la estructura, como acontecimiento”. Dicho de otro modo, en lugar
de “implantar” una fenomenología del sentido en un análisis científico de la lengua, lo propone
como una “inteligencia integral del lenguaje”. Para hacerlo, va a descubrir (con cierto
apresuramiento), las dificultades, los hiatos, los saltos del análisis estructural para establecer que esta
inteligencia integral del lenguaje llenas las lagunas. Así encuentra el problema de la palabra: debido
a la multiplicidad de sus significados, “la palabra es un intermediario entre el sistema y el acto, entre
la estructura y el acontecimiento”. Ricoeur señala, respecto de la frase, las afinidades entre los
conceptos dinámicos de la gramática generativa y los esfuerzos de una fenomenología por
comprender el lenguaje en tanto que acto vivo. Conviene esperar el estudio ulterior anunciado por
el filósofo para juzgar la validez de sus confrontaciones y de su proyecto final:

"Se trata de encontrar instrumentos de pensamiento capaces de dominar el lenguaje, que


no son ni la estructura ni el acontecimiento, sino la conversión incesante de uno en otro
en el discurso".

144
Op. Cit., en Espirit, noviembre 1963, p. 617. Pourquoi la nouvelle critique? De Serge Doubrovsky, Mercure de
France, 1966, constituye un excelente ejemplo de fenomenología del lenguaje literario.
145
“Réponses a vuelques questions”en Espirit, noviembre 1963, pp. 639-640.
69

En el estado actual de los debates, sentimos cierta molestia cuando vemos al filósofo
servirse de puntos dificultosos del análisis estructural para proponer la respuesta salvadora.
Volvemos en definitiva al problema de lengua y habla, por el que había comenzado el
análisis estructural. Ningún analista serio afirmará que en tanto hombre hablante (y filósofo)
encontrará el misterio de la palabra vivida. Simplemente y por rigor de método eligió el sistema, la
lengua. Si se "remonta más allá" (metodológicamente) del habla, será para encontrar un
sistema, un código, allí donde todo parecía habla y libertad creadora (por ejemplo la moda, la
frase, la literatura). Al filósofo le corresponde recordar la palabra viva, pero debe cuidar que su
apresuramiento no le impida ver el sistema en que este se instaura.

3. ESTRUCTURA/PRAXIS

Para evitar toda amalgama hemos propuesto la' distinción entre "stractural” que remite a
la lengua, al sistema, y "structurel" que remite a la realidad efectiva. Así, las infraestructuras
(en Marx) son de orden "structurel". Pero entonces el problema surge inevitablemente: ¿qué
relaciones pueden establecerse entre lo "structurel" y lo "structural", entre la lengua y las
realidades socio-económicas?

"El estructuralismo encuentra aquí su mayor dificultad. Que el análisis y ubicación de las
realidades históricas puedan ser structurales, ¿implica acaso que éstas lo sean en sí
mismas? Que las relaciones sean structurales no dice que las ha constituido...
Frecuentemente se plantea el problema como si se tratara de fijar una prioridad, de
describir una génesis: ¿la estructura producto de la praxis y marcada por esta, o la praxis
determinada por la estructura?"146.

Algunos analistas de Marx revisan la interpretación habitual de ciertos textos: "El


análisis por parte de Marx de la noción fundamental de la contradicción entre estructuras" (ya
sean infraestructuras o superestructuras) "podría vincularse a la práctica científica más
moderna. Esta noción explicitaría algunas prioridades objetivas de las estructuras" (tanto las
relaciones económicas como en las ideologías), "los límites objetivos de sus posibilidades de
reproducirse, de permanecer esencialmente invariantes..."
De este modo Maurice Godelier 147 muestra que la obra de Marx es una búsqueda de
"correspondencias" entre relaciones de producción y estructuras (de lenguaje, de parentesco),
más que una ordenación causalista mecánica. Estas correspondencias implican que las
estructuras (lengua, sistema de parentesco) funcionan al mismo tiempo como relaciones de
signos y relaciones de producción. De allí el papel dominante de las estructuras y el
determinante en última instancia de la economía.
A su modo, Claude Lévi-Strauss rechaza una división radical entre praxis y estructura:

"El marxismo —aunque no Marx mismo— razonó con demasiada frecuencia como si las
prácticas derivasen inmediatamente de la praxis. Sin cuestionar el indiscutible primado de
las infraestructuras creemos que entre praxis y prácticas se intercala siempre un esquema

146
Jean Pouillon, "Présentation, un essai de définition" en Temps modernes, noviembre 1966, pp. 787-788
147
"La structure chez Mart", en Temps modernes, pp. 857-858. (Hay trad. cast, en Problemas del estructuralismo,
Siglo XXI, 1967. [N. del T.])
70

conceptual por mediación del cual, una materia y una forma, desprovistas una y otra de
existencia independiente, se realizan como estructuras, es decir, como entes a la vez
empíricos e inteligibles. Es a esta teoría de las superestructuras, apenas esbozadas por
Marx, que deseamos contribuir..."

Después de haber resuelto rápidamente la objeción eventual de los marxistas situándose


a nivel de las superestructuras, Lévi-Strauss recuerda que estas superestructuras deben ser
estudiadas como el lenguaje, por la elaboración de un sistema de signos 148
Sartre, por su parte, concibe la relación entre praxis y estructura no como una relación
fija entre causa y efecto, entre acción y producto, sino como un intercambio dialéctico que no
se podría delimitar privilegiando uno de sus términos: el hombre está siempre condicionado y
siempre supera sus condicionamientos, pero para instalarse en otros que serán a su vez
superados. "En estas condiciones, preguntarse por una prioridad equivaldría a hacer conocer
una nueva transformación de la ridícula aporía del huevo y la gallina" 149.
Por lo tanto, los problemas planteados por el análisis estructural conducen a una
flexibilización de la relación infraestructura/superestructura, o a una recuperación hegeliana de
la dialéctica salvadora. La rapidez con que Lévi-Strauss resuelve la cuestión prueba que las
preocupaciones de este investigador no se detienen en este campo. Esto nos remite, finalmente,
a las relaciones fundamentales entre el hombre y la naturaleza, a la cultura. Acción productora
y lenguaje humano son originarios, irreductibles uno al otro. El hombre emer ge de la naturaleza
en tanto que ser laborioso y hablante, porque su misión es dominar e interpretar el mundo,
nombrarlo.

4. HISTORIA/ESTRUCTURA

Al explicar la noción estructuralista de "diacronía", establecimos que el análisis estructural no


se limitaba a cortes estáticos de las relaciones de signos considerados en un estado de
coexistencia; en efecto, este análisis estudia las variaciones y transformaciones sucesivas,
históricas, pero se niega a conceder al “tiempo” una causalidad exterior y, misteriosa. O más
exactamente, solo retiene del tiempo los marcos en los cuales se expresa la temporalidad.
Frente a la insistencia de los historiadores sobre el carácter irreversible de los fenómenos
históricos, el estructuralista responde:

"Es posible en efecto que la originalidad de las transformaciones diacrónicas resida en el


carácter irreversible de su movimiento: para ello bastaría poder definir con precisión un
cierto tipo de correlaciones que permitieran situarlo del modo siguiente: dadas dos
estructuras de contenido E1 y E2 y la correlación R que existe entre ellas, la estructura E2
puede ser la transformación de la estructura E1 y no inversamente"150.

Resumiendo, sería necesario establecer ciertas reglas de transformación fundadas en las


relaciones en las que un solo término obliga al otro sin reciprocidad,
Para el estructuralista es posible incluso analizar los marcos y categorías que utiliza
148
La pensée sauvage, Plon, 1962, pp. 173-174. (Hay t.rad. cast: El pensamiento salvaje, F. C. E., 1964- [N, del T.]).
149
Jean Pouillon, en Temps modernes, noviembre 1966, p. 788.
150
Greimas, "Structure et histoire", en Temps modernes, noviembre 1966, pp. 826-827. El autor remite también a "a
noción de uso del lingüista Hjemslev, adecuada para recoger (estructuralmente) gran número de fenómenos
históricos, (Hay trad. cast., en Problemas del estructuralismo, Siglo XXI, 1967. [N. del T.]).
71

habitualmente el historiador; la pre-historia, milenios, siglos, años, "jornadas".

"Todas estas fechas no forman una serie, pertenecen a especies diferentes. Para referirnos
a un solo ejemplo, el código que utilizamos en prehistoria no es preliminar al que nos
sirve para la historia moderna y contemporánea: cada código remite a un sistema de
significaciones que, al menos teóricamente, es aplicable a la totalidad virtual de la
historia humana. Los acontecimientos significativos para un Código no lo son para otro.
Codificados en el sistema de la prehistoria, los episodios más famosos de la historia mo -
derna dejan de ser pertinentes" 151.

Apoyándose en el estructuralismo, Marc Gaboriau propone a los historiadores y


filósofos de la historia un examen crítico de algunos postulados:

"Sin dejar nuestra sociedad, estamos seguros a priori de poder comprender las otras
proyectándolas en la unidad de nuestro devenir, pero al precio de una doble reducción: las
sociedades distintas en el espacio serán etapas anteriores de nuestro desarrollo (...) La
historia que han recorrido las otras sociedades será asimilada a un fragmento de nuestra
historia pasada (...) Entre las sociedades pasadas y presentes no habría otra diferencia que
la de las etapas de una génesis, donde todos los aspectos de la vida social (técnicos,
intelectuales, artísticos) se desarrollarían simultáneamente por "aproximación" y
"complicación progresiva"152.

Frente a estos presupuestos se impone una revisión. Sin embargo, a pesar de los riesgos
e ilusiones de la subjetividad, la historia, en lo que tiene de específico, será el acto de
recuperación e interpretación del historiador que dialoga con el pasado y con lo diferente a
partir del hoy, del hic y nunc. A su manera, el estructuralista posibilita ese diálogo histórico
porque reconoce que los significados desbordan siempre a los significantes, y que la lengua
efectúa incesantes reajustes de estructura, en síntesis, que la lengua está en estado permanente
de equilibrio (o de desequilibrio) dinámico. Pero en sus exigencias de objetividad, de
sistematización, corre el riesgo de caer en una tentación inversa y sistemática a la del
historiador (o del filósofo de la historia): referir toda diferencia a la unidad de una Naturaleza
en sí.
Agregaremos tres observaciones antes de terminar este estudio. La primera se refiere a
las confrontaciones precedentes. De un modo general, pensamos que un mayor distanciamiento
al juzgar y criticar el análisis estructural beneficiaría al filósofo y al historiador. Es siempre
peligroso insinuarse en análisis aún no terminados, para señalar incertidumbre y fallas, y
entonces proponer respuestas que sólo son pertinentes respecto a otros marcos teóricos. Por el
contrario un esquema de funcionamiento como el presentado por Jakobson (emisor / receptor)
ofrece una oportunidad para el diálogo, ya que para cada término surgen los problemas del
yo/tú, del Mundo, de las categorías del espíritu.
La segunda observación deriva de la precedente. Por un "distanciamiento"
metodológico, que es un modo de "ascesis" científico, el estructuralismo hace retroceder lo más
lejos posible el encuentro del yo/tú del Mundo. De esta manera corre el riesgo de negar, por lo
tanto, de extrapolar. Pero por ese acrecentamiento de la atención y del rigor, crea la posibilidad
151
Claude Lévi-Strauss, La pensée sauvage, p. 344.
152
Anthropologie structurale et histoire" en Esprit, noviembre 1963, p. 581.
72

de descubrir y analizar los lenguajes e ideologías que se intercalan sin cesar entre el hombre y
la realidad. Pensemos por ejemplo en las ideologías que han pretendido apoyarse en la
naturaleza de la mujer y han retardado una auténtica reflexión sobre la vocación femenina. El
verdadero dialogo con el estructuralista comenzará solo cuando se reconozca la intención
realista de ese distanciamiento. Una filosofía de consentimiento al Ser está sin duda mejor
equipada para ese diálogo.
La última observación consistirá en una manera de reconocimiento. Sobreponiéndose a
las hegemonías culturales de Occidente y a la opinión — "aún profundamente enraizada"— de
que existe un "Salvaje" pre-lógico y un civilizado adulto en su lógica, el análisis estructural
identifica en los lenguajes humanos los signos de una profunda unidad del hombre.

PEQUEÑO LÉXICO ESTRUCTURALISTA

Aceptable: Designa una frase, un procedimiento literario, conformes al "sentimiento


lingüístico" de una sociedad hablante.
Acción: Conjunto de manifestaciones de un actante en el relato.
Actante: En el plano semántico: la unidad discreta que no soporta las variaciones de más y de
menos (el sustantivo). En el plano narrativo: clase o agrupación de papeles. Por ejemplo: el
adversario, el aliado.
Articulación (primera): Identifica las unidades significativas. (Por ejemplo: las palabras).
Articulación (segunda): Identifica las unidades distintivas. (Por ejemplo: las letras).
Ayudante: Clase de papeles que tienen en común ayudar al sujeto del relato (aliado).
Bilateral (oposición): Oposición entre dos términos. (Por ejemplo entre E y F).
Binario: Sistema en el cual las oposiciones son entre dos términos (niño/niña).
Calificativo (predicado): Predicado de carácter estático (se opone a funcional).
Cerrado (carácter de un sistema): Economía por la cual una lengua descansa sobre un número
limitado de reglas y de unidades distintivas.
Clasema: Unidad menor de significado que es idéntica bajo términos diferentes. (Por ejemplo:
inmediatez, común a olfato e intuición).
Clasificación: Operación consistente en ordenar los términos del sistema.
Código: Conjunto de reglas de la lengua.
Combinación: Relación simple según la cual dos términos se suceden en el continuo hablado sin
que uno condicione al otro.
Compatibilidad: Capacidad de dos o más términos para combinarse y formar un sintagma.
Competencia: Capacidad del locutor de construir o discernir las frases bien o mal formadas.
Complejo: Término que implica a la vez los significados de dos términos opuestos, (cf. Mixto).
Conativa (función): Función del lenguaje en tanto tenga en cuenta al receptor.
Concepto: Parte oculta, inmaterial del signo (cf. Significado).
Conector: Término que une dos fragmentos del discurso cuya isotopía es diferente (la misma
palabra).
Conmutación: Prueba que consiste en introducir artificialmente un término en el discurso para
verificar las variaciones de sentido. (Por ejemplo: introducir "escuchar" para determinar el
sentido de "gato").
Connotación: Lenguaje segundo (y parásito) soportado por/en un juego de palabras, por
73

oposición al lenguaje primero (corriente y "objetivo").


Constricciones: Reglas.
Contacto: Función del lenguaje por la cual el Emisor verifica la recepción por parte del receptor
(cf. Función Pática).
Contexto: Función del lenguaje en que se hace referencia al mundo. (cf. Referencia,
Referente).
Definición: Ampliación del discurso para explicar los significados de un término
Denominación; Condensación del discurso para recubrir los significados con un solo término.
Denotación: Lenguaje primero, corriente y "objetivo".
Diacronía: Cambio del sistema a otro estado; la historia, en tanto analizable según reglas de
transformación.
Discurso: En sentido amplio: la cadena hablada. En sentido restringido: nivel de la obra en el
cual se manifiestan el narrador o los personajes.
Distintiva (unidad): Unidad menor que permite aparecer la significaci6n, sin ser ella misma
significativa. Por ejemplo: vocales, consonantes.
Efecto de sentido: Empleo particular de un lexema (palabra).
Eje semántico: Base común entre dos unidades de significado. Por ejemplo, sexo entre masculinidad
y femineidad.
Emisor: El que ejerce la función expresiva del lenguaje.
Equipolencia (oposición): Oposición entre dos términos, sin que uno este especialmente marcado
en relación al otro.
Estructura: Un todo formado de fenómenos solidarios, tal que cada uno depende de los otros y
no puede ser lo que es más que en su relación con ellos.
Expresión: Plano de los significantes (por oposición al contenido) (cf. Forma, Significante).
Expresiva (función): Función del lenguaje por la que el Emisor se expresa personalmente.
Figurativa (Denominación): Extensión de la significación (cf. figura sintagmática). Por ejemplo,
"cabeza de puente",
Filología: Estudio descriptivo e histórico de las palabras y los textos.
Fonema: Unidad mínima distintiva del lenguaje {vocal, consonante).
Fonética; Ciencia que estudia el funcionamiento fisiológico de la emisión vocal.
Fonología: Ciencia que estudia las relaciones entre los sonidos {vocales o consonantes).
Forma: Todo aspecto significante del lenguaje, por oposici6n al contenido (Expresión).
Formalismo: En sentido histórico: corriente rusa de investigación lingüística. En sentido
peyorativo: estudio de las formas con exclusión del contenido.
Función; En sentido amplio: papel característico asignado al lenguaje. En el sentido de los
formalistas rusos; empleo del lenguaje segundo (connotación). En sentido restringido:
unidades de acción de un relato.
Generativa (gramática): Gramática que estudia las reglas del dinamismo de las frases.
Grado cero: En la oposición marcado/no marcado, designa el término no marcado.
Habla: El lenguaje en tanto es hablado concretamente por un individuo.
Idiolecto: Hábitos individuales o colectivos del lenguaje (cf. Uso).
Implicación: Relación entre dos términos del sintagma, por la que un término obliga al otro,
pero no recíprocamente, (por ejemplo: el cirujano opera al enfermo).
Incompatibilidad: Imposibilidad de dos o más términos de pertenecer al mismo sintagma.
Indicador: Predicado, estático y práctico a la vez que se opone a operativo. Por ejemplo: el
lobo tiene no pelaje gris.
Índice: Por oposición a Signo: significante reducido al estado de huella.
Por oposición a función narrativa: rasgo que caracteriza a un personaje del relate
Inmanencia: Principio según el cual el análisis se atiene al plano propio de la lengua,
74

independientemente de toda referencia al uso y a la realidad.


Integración: Inserción de varios términos en un plano superior de significación.
Isotropía: Coherencia de los significados en el discurso.
Lengua: Institución social de signos codificables.
Lenguaje: Término global que se refiere a la vez a la lengua y al habla.
Lenguaje-objeto: El lenguaje en tanto es objeto sometido a análisis.
Lexema: Unidad de comunicación; la palabra con su sentido global.
Marcado (mareado/no marcado): Oposición en la que el primer término recibe una
significación especial, en tanto que el segundo está más próximo a la neutralidad.
Memoria: Repertorio de signos relevantes de un mismo sistema de oposiciones (cf. Reserva).
Mensaje: En sentido amplio: sinónimo de Habla.
En sentido restringido: función del lenguaje en la que los términos reciben un tratamiento
poético.
Metalenguaje: Lenguaje que tiene por objeto otro lenguaje.
Mixto: Término que implica a la vez los significados de los términos opuestos (cf. Complejo).
Modelo: Esquema según el cual se ordenan las operaciones científicas.
Ordenamiento: Término que sirve para designar todo lo que se vincula en el lenguaje, (cf.
Combinación, Implicación, Sintagma).
Paradigma; Oposición significante entre dos o varios términos (in absentia) que pertenecen a
una misma "reserva".
Pática (función): Función del lenguaje por la que el Emisor verifica la recepción del Receptor
(cf. Contacto).
Pertinencia (pertinente-no pertinente): Sentido metodológico general: el punto do vista de una
disciplina científica sobre su objeto de investigación.
En sentido restringido: punto de vista de la lingüística, es decir, aspecto según el cual un
rasgo, un término, permite o soporta la significación.
Práctico (plano): Plano de denotación en los significados (opuesto a Mítico).
Predicado: Lo que se relaciona al Actante (sustantivo) y se integra en él, (por ejemplo:
adjetivo, verbo).
Rasgo: Carácter distintivo de un significante.
Referencia-Referente: Función del lenguaje, en la cual el Emisor y Receptor se refieren a la
Realidad la
cual toma el nombre de Referente o Mundo.
Reserva: Repertorio de signos relevantes de un mismo sistema de oposiciones (cf. Mernoria).
Restricciones: Reglas.
Segmentación: Operación que consiste en dividir los sintagmas en unidades constitutivas.
Sema: Unidad semántica mínima (por ejemplo: extremidad, preeminencia en cabeza).
Semántica: Ciencia de los signos, desde el punto de vista de los significados.
Semema: Empleo de un lexema (palabra) y colección de pequeñas unidades semánticas (por
ejemplo, la cabeza en tanto rostro, la cabeza en tanto cráneo).
Semiología: En sentido amplio: ciencia de los signos en general, hablados o no hablados.
En sentido restringido: ciencia de los signos desde el punto de vista de los significantes.
Señal: Signo que apunta a una respuesta inmediata.
Serial (oposición): Oposición tomada en una serie (por ejemplo, los colores del arco iris).
Significación: Relación entre significante y significado.
Significado: Parte del signo oculto e inmaterial (cf. Concepto).
Significante: Parte material del signo, perceptible, visible, audible...
Significativa (unidad); Unidad depositaria de una significación (por ejemplo, la palabra).
75

Signo: El todo formado por el significante y el significado.


Símbolo: Signo en el que las relaciones entre signifi cantes y significados comportan cierta
analogía.
Simulacro: Reproducción (arbitraria) de la realidad a nivel de los signos.
Sincronía: Abstracción según la cual un sistema significante es estudiado independientemente
del tiempo.
Sintagma: En sentido amplio: el discurso en tanto continuo organizado de signos.
En sentido restringido: parte del discurso en el que los signos se combinan entre ellos
(relaciones in praesentia).
Sistema: En sentido amplio: conjunto de funciones paradigmáticas (cf. Oposición,
paradigma).
En sentido estricto: el conjunto de oposiciones paradigmáticas (cf. Oposición, paradigma).
Solidaridad: Relación de doble implicación; dos términos están relacionados y se obligan
recíprocamente.
(Por ejemplo, el general tiene un grado superior al coronel).
Structural: Todo arreglo sometido a las reglas de la lingüística.
Structurel: Toda forma de organización perceptible en la "realidad".
Substancia: Materia de la que está constituido el significante (sonora, visual).
Substitutiva (Figura): Figura que opera una substitución de significados (cf. denominación
translativa).
Transformación: En sentido restringido: modificación en el tiempo sometida a reglas.
En sentido amplio: pasaje de un nivel del sistema a otro.
Translativa (denominación): Substitución de significados bajo un mismo término (cf. figura
substitutiva sistemática).
Unidad: El más pequeño elemento discontinuo de la forma o del contenido.
Uso: Entre una lengua codificada y el habla individual, designa todo lo fijado por una
utilizaci6n colectiva (cf. Idiolecto).
Valor: Capacidad de un término para significar que proviene de la posición que este término
tenga en el sistema o en el sintagma.
Variación: Diferencia distintiva entre dos o más términos de la estructura (cf. Oposición).
Variante combinatoria: Variante que no tiene incidencia sobre la significación (por ejemplo,
pronunciación de la ll según las distintas provincias argentinas).

ÍNDICE

Prólogo
Primera Parte: MODELOS

A Semiología
1....................................................Lengua y habla
2....................................................Significante y significado
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a)..............................................El significante
b)..............................................El significado
c)...............................................La relación de significación
d)..............................................El valor
3.....................................................Sintagma y sistema
a)...............................................El sintagma
b)..............................................El sistema
4.....................................................Denotación y Connotación
5.....................................................Lenguaje objeto y Metalenguaje

B. Semántica
1....................................................Las estructuras elementales
2....................................................Análisis sémico
3......................................................Niveles y resortes del discurso
a)..............................................El nivel práctico y el nivel mítico
b)-----------------------------------Actantes y predicados del mensaje

...................................................Segunda Parte: REGLAS


1.................................................Reglas de inmanencia
2.................................................Reglas de pertinencia
3.................................................Reglas de conmutación
4.....................................................Reglas de compatibilidad e incompatibilidad
5.................................................Reglas de integración
6.................................................Reglas de variación diacrónica
7.......................................................Reglas de funciomamiento
a)...........................................La función expresiva
b)...........................................La función conativa
c)...........................................La función poética
d)...........................................La función pática
e)...........................................La función referencial
f)............................................La función metalingüística

...................................................Tercera Parte-. CAMPOS DE APLICACIÓN

1....................................................La cocina
2.....................................................La moda vestimentaria
3.................................................Cine-televisión
a)¿El cine y la televisión son lenguajes?
b)...........................................El discurso de la imagen
c)...........................................Funcionamiento
4.....................................................Información y publicidad
a)...........................................El análisis de contenido
b)...........................................Hacia el análisis estructural
c)...........................................Análisis estructural
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d)...........................................Las imágenes publicitarias


5....................................................Mitos, cuentos, relatos
a)...........................................Estructura de los mitos
b)...........................................Los cuentos populares
c)...........................................Los relatos literarios
d)...........................................El sistema narrativo
6....................................................La literatura
a) Los formalistas rusos
b) Recuperación de la retórica
c) Para una ciencia de la literatura

APERTURAS
1.................................................Inconsciente y consciente
2.................................................Código y Sentido
3.................................................Estructura y Praxis
4.................................................Historia y Estructura
Pequeño Léxico estructuralista

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