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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

CURSO:

DERECHO procesal del trabajo

DOCENTE:

TITULAR: WUILBE JAIME GONZALES SANTOS

TEMA:

“Proceso de ejecución laboral-ley 29497”

ALUMNO:

Walter Ramírez Ávila


CICLO: V I – B CHIMBOTE – 2017

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Introducción.

El proceso de ejecución previsto en la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N° 29497, en
adelante NLPT, define la competencia en el conocimiento de dicho proceso básicamente en
razón a la cuantía, salvo el caso de la cobranza de los aportes previsionales del Sistema
Privado de Pensiones, en cuyo caso la competencia es exclusiva de los Juzgados de Paz
Letrados, resultando irrelevante el importe materia de cobranza.

La regulación prevista sobre el proceso de ejecución en la NLPT, requiere establecer


previamente qué debemos entender como proceso de ejecución y qué como título ejecutivo,
sobre aquello se tratará de definir su diferencia con el proceso de conocimiento, su
estructura y finalidad y en cuanto al título ejecutivo, se tratará de verificar su contenido, es
decir, la obligación que este puede contener y la limitación de las defensas que contra el
mismo, se puede generar.

Se revisará qué títulos ejecutivos ha señalado expresamente la NLPT, pueden ser


tramitados mediante el proceso de ejecución, haciéndose énfasis en los referidos a la
cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, dado que los mismos
constituyen aproximadamente el noventa por ciento (90%) de los expedientes que conocen
los Juzgados de Paz Letrados, verificándose entonces en ellos las incidencias que surgen en
la cobranza de los referidos títulos ejecutivos.

Finalmente, serán materia de análisis los supuestos de suspensión extraordinaria de la


ejecución, la multa por contradicción temeraria, definiendo para ello, lo que se debería
entender por conducta temeraria y distinguirla de la conducta procesal de mala fe, para
luego ingresar a la revisión del incumplimiento injustificado al mandato de ejecución, en el
caso de las obligaciones de hacer y no hacer y las consecuencias que se proponen
legislativamente y la forma de cálculo de los derechos accesorios.

II.- Proceso de ejecución.

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La NLPT en el Título II, en su Capítulo V, desde el artículo 57 a 63, trata sobre el proceso
de ejecución.

En cuanto a la competencia el inciso 2º del artículo 1 de la NLPT, señala que los procesos
con título ejecutivo cuando la cuantía no supere las cincuenta (50) Unidades de referencia
procesal (URP) son competencia de los Jueces de Paz Letrados; salvo cuando se trata de la
cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones retenidos por el
empleador, en cuyo caso los Jueces de Paz Letrados son competentes con prescindencia de
la cuantía.

Por su parte, el artículo 57 de la NLPT específicamente señala qué títulos ejecutivos, van a
ser tramitados mediante el proceso de ejecución. De esa forma, debemos tener presente dos
conceptos: el de proceso de ejecución y el de título ejecutivo.

Así, para el Juez Supremo ARÉVALO VELA, el proceso de Ejecución Laboral es un


conjunto de actos procesales a través de los cuales el acreedor de un derecho persigue el
cumplimiento por parte de su deudor de una obligación de dar, hacer y no hacer, para lo
cual sustenta su pretensión en la existencia de un proceso previo, donde se ha declarado su
derecho, o del documento denominado título al cual la ley le otorga la presunción de
legitimidad.

En esa misma línea, ANACLETO GUERRERO señala que la finalidad del juicio ejecutivo
no consiste en lograr un pronunciamiento judicial que declare la existencia o inexistencia
de un derecho sustancial incierto, sino en obtener la satisfacción de un crédito que la ley
presume existente, en virtud de la peculiar modalidad que reviste el documento que lo
comprueba. Por ello, los dos extremos principales que ha de reunir el título son suficiencia
e integración; es decir, debe bastarse a sí mismo, sin que pueda ser completado con prueba
de otra índole, porque el título mismo es una suerte de prueba.

Al respecto PRIORI POSADA señala que, el proceso de ejecución supone partir de la


certeza que genera el título ejecutivo, por lo que únicamente corresponde ejecutar el
derecho. Con ello, lo que se hace frente a una demanda que cumple los requisitos es la
emisión de un mandato de ejecución que ordena al ejecutado cumplir con su obligación.

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Por ello, la defensa que puede realizar un ejecutado es muy limitada: consiste únicamente
en oponerse al mandato de ejecución a través de una contradicción.

Por otro lado, para VINATEA y TOYAMA en los procesos de ejecución ya no se discute la
existencia del derecho contenido en el título ejecutivo, pues ya está reconocido en el propio
título, aunque naturalmente se concede al demandado, llamado ejecutado, mecanismos de
defensa destinados a cuestionar únicamente la validez del título o la exigibilidad de la
obligación, entre otros motivos taxativamente contemplados. Señalan además los citados
autores, que dicho proceso tiene por fin último la materialización de las decisiones
judiciales o de los derechos reconocidos por las partes, o declarados por un tercero,
satisfaciéndose así los intereses respecto de los cuales se solicita tutela jurisdiccional.

Por su parte, PAREDES INFANZON señala que el proceso de ejecución es uno diferente al
proceso de conocimiento, tanto por su contenido como por su estructura y finalidad, ya que
aquel no parte del conflicto de derechos, que es atendido más bien por este último, el que lo
resuelve en forma declarativa o constitutiva a través de una sentencia. El proceso de
ejecución no tiene por finalidad resolver un conflicto, por lo que en su interior no existe
debate posicional, ni actuación probatoria ni expedición de una sentencia, sino por el
contrario se inicia con la acreditación de un derecho reconocido o declarado a través de un
Título que se encuentre pendiente de cumplimiento para luego de calificarlo debidamente
se expida un Mandato de ejecución que no permite la discusión del origen del derecho, sino
únicamente la argumentación sobre la exigibilidad de la obligación que contiene el título, la
misma que en caso no tener fundamento adecuado, induce al Juez a emplear todos los
medios imperativos, forzosos, coactivos o coercitivos que la Ley franquea para lograr el
cumplimiento de la obligación de parte del deudor y ofensor. Ello determina que sea un
proceso breve, expeditivo y conminatorio que no admite mayor debate entre las partes,
prohibiéndose los artículos de nulidad y la concesión de medios impugnatorios con efecto
suspensivo, hasta que no se haya dado cumplimiento a la obligación ejecutada.

A lo anteriormente expuesto por la doctrina citada, debo agregar que la única excepción por
la cual el proceso de ejecución no termina con la expedición de un auto, sino con la emisión
de una sentencia, será aquel referido a la cobranza de aportes previsionales del Sistema
Privado de Pensiones, como se explicará más adelante, por lo demás, el proceso de

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ejecución como se ha señalado, es aquel referido a una serie o sucesión de actos procesales,
mediante los cuales se pretende hacer cumplir forzosamente y consecuentemente
materializar en forma objetiva y efectiva, lo resuelto por una autoridad judicial, autoridad
administrativa, por los árbitros o lo acordado o transado por las partes y finalmente,
también el documento (liquidación) emitido para la cobranza de aportes previsionales del
Sistema Privado de Pensiones, en el entendido de que los mismos reflejan un derecho cierto
y auténtico; es decir, les otorga la Ley una presunción de certeza y autenticidad, por ello las
defensas son taxativamente enumeradas por el artículo 690-D del Código Procesal Civil y
en su caso, por el artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, estableciendo en ellos plazos breves y perentorios.

II.- Títulos ejecutivos.

Un título ejecutivo, señala ARÉVALO VELA es una declaración contenida en un


documento, por el cual una persona natural o jurídica reconoce una obligación cierta y
exigible a su cargo.

Continúa señalando el citado jurista, que el título ejecutivo tiene dos requisitos uno de
fondo y otro de forma. El requisito de fondo está dado por el reconocimiento de la
existencia de una obligación, mientras que el requisito de forma está dado por la existencia
de un documento donde conste el reconocimiento antes mencionado.

Para VINATEA y TOYAMA solamente se puede promover un proceso de ejecución si el


derecho del acreedor, que demanda (llamado ejecutante) está contenido en el título
ejecutivo donde conste que el deudor que es demandado (llamado ejecutado) se obliga o es
obligado a satisfacer cierto crédito. Cabe precisar que los derechos contenidos en los títulos
ejecutivos, y que habilitan a iniciar un proceso de ejecución de estas características, no
solamente pueden referirse a obligaciones de dar sumas de dinero o bienes determinados,
sino también a obligaciones de hacer y de no hacer. Naturalmente, en los casos regulados

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en este artículo las obligaciones a ejecutar deben estar referidas o derivarse de una relación
laboral.

En línea de lo anteriormente señalado, mediante el proceso de ejecución se va promover


este, en virtud de títulos ejecutivos de naturaleza judicial o aquellos como los señala LINO
PALACIO citado por HINOSTROZA MINGUEZ, denominados títulos ejecutivos
extrajudiciales, los mismos que la ley, en razón de tratarse de documentos que contienen
una auto declaración de certeza del derecho proveniente del deudor o de la administración
pública, asigna efectos equivalentes a los de una sentencia condenatoria.

Esto por cuanto, ya no existe un tratamiento diferenciado desde las modificaciones


realizadas al Código Procesal Civil por el Decreto Legislativo N° 1069 del 28 de junio del
año 2008, entre títulos ejecutivos y títulos de ejecución, ahora todos se denominan títulos
ejecutivos y así se refleja en la NLPT de fecha 15 de enero del año 2010.

Siendo que cuando el artículo 690-A del Código Procesal Civil indica que a la demanda se
debe acompañar el título ejecutivo, además de los requisitos y anexos provenientes en los
artículos 424 y 425 y los que se especifiquen en las disposiciones especiales, es por qué en
este tipo de procesos señala PAREDES INFANZÓN el contradictorio se invierte. La sola
afirmación contenida en la demanda y sustentada en el título que se adjunta es suficiente
para que el órgano jurisdiccional expida el mandato ejecutivo.

De lo hasta aquí expuesto, los títulos ejecutivos deben contener como requisito
indispensable, una obligación cierta o veraz, expresa es decir indubitable y exigible, por lo
que, si está sujeta a plazo debe encontrarse vencido y si la obligación está sujeta a
condición, ésta debe haberse cumplido. Cuando se trata de un título que contiene una
obligación de dar suma de dinero, ésta debe ser, además, líquida o liquidable mediante una
simple operación aritmética.

En tal sentido, para la NLPT son títulos ejecutivos los siguientes:

1. Las resoluciones judiciales firmes.


Se ejecutan exclusivamente ante el juez que conoció la demanda y dentro del mismo
expediente, es decir, si la demanda si hubiese iniciado ante una Sala Laboral, es competente

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el Juez especializado de trabajo de turno, siendo que en este caso ya no existe el turno, será
competente el Juez especializado de Trabajo, en forma aleatoria según su ingreso al
Sistema Integrado Judicial (SIJ).

Se trata entonces de aquellas decisiones judiciales autos y sentencias emitidas y que tengan
la condición de consentidas o ejecutoriadas, para ARÉVALO VELA son aquellas que
gozan de autoridad de cosa juzgada, es decir que contiene una decisión inimpugnable,
inmutable y coercible, no siendo ejecutables en esta vía agrega el citado autor, las
resoluciones judiciales expedidas en procesos referidos a otras materias.

Siendo que dichas resoluciones deben establecer una condena, es decir, aquellas en la que
se tenga que cumplir una obligación de dar, de hacer o de no hacer.

Las actas de conciliación judicial.

Son aquellos acuerdos totales o parciales a los que arribaron las partes, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 30 de la NLPT, teniendo las mismas la autoridad de cosa juzgada
y que se ejecutan exclusivamente también ante el juez que conoció la demanda y dentro del
mismo expediente. De igual manera, que en el caso anterior si la demanda se hubiese
iniciado ante una Sala Laboral, sería competente el Juez Especializado de Trabajo, en
forma aleatoria en la medida que ya no existe el turno, como forma de determinar la
competencia.

Los laudos arbitrales firmes que, haciendo las veces de sentencia, resuelven un
conflicto jurídico de naturaleza laboral.

En palabras de ARÉVALO VELA, el laudo puede definirse como decisión final que emiten
los árbitros dentro de un proceso arbitral condenando a una de las partes a cumplir una
obligación de dar, hacer o no hacer.

Sin embargo, debemos estar frente un laudo arbitral firme, por el cual se haya resuelto un
conflicto jurídico y no aquellos que resuelvan conflictos económicos de naturaleza

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laboral, el que va ser tramitado conforme a la norma general de arbitraje, prevista en el
Decreto Legislativo N° 1071, en los que no se haya otorgado facultades de ejecución a los
árbitros, según inciso 1) del artículo 67 del referido Decreto Legislativo, pudiéndose tratar
de laudos arbitrales firmes emitidos en derecho o en equidad.

Por su parte, entre otro supuestos cuando estamos frente a una controversia jurídica entre el
empleador y el trabajador, ambos acuerden firmar un convenio arbitral y la remuneración
mensual del trabajador supere las setenta (70) unidades de referencia procesal, el laudo
arbitral que se emita, una vez firme, constituirá un título ejecutivo.

Las resoluciones de la autoridad administrativa de trabajo firmes que reconocen


obligaciones.

Se refiere a resoluciones firmes, es decir, aquellas contra las cuales ya no cabe interponer
recurso impugnatorio alguno en la vía administrativa, las que se constituirán en títulos
ejecutivos.

Estas resoluciones pueden ser emitidas por el Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo o por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral – SUNAFIL, a través
de las cuales se reconocen obligaciones.

ELIAS MANTERO señala que las resoluciones administrativas por su propia naturaleza
pueden ser cuestionadas en la vía judicial a través del proceso contencioso administrativo,
siendo el requisito esencial de procedencia la interposición de la demanda dentro del
término de tres meses señalados en el artículo 17 de la Ley N° 27584, (Ley que Regula el
Proceso Contencioso Administrativo). La interposición de la demanda no determina de por
si la interrupción de la ejecución, en cuyo caso se requeriría una medida cautelar, no
necesariamente fácil de obtener en razón de que los pronunciamientos de la autoridad están
premunidos de una presunción de legalidad, lo que hace difícil, aunque no imposible,
cumplir con el requisito de la apariencia del buen derecho o verosimilitud dela obligación.

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El documento privado que contenga una transacción extrajudicial; en donde se hayan
abordado asuntos laborales.

Son títulos ejecutivos en este caso las transacciones extrajudiciales, cuando las mismas
aborden asuntos laborales, no debe tratarse de aquellos casos en los cuales ya existe un
proceso judicial, sino previas al mismo y que contengan concesiones recíprocas y no
equivalentes.

En estos casos el Juez al calificar el título ejecutivo deberá observar especial cuidado, es
decir, verificar de lo expuesto en los documentos y en su caso requerir a la parte, que señale
si existe algún tercero que pueda afectarse con lo acordado en la transacción extrajudicial,
por cuanto, muchas veces mediante estos documentos, se quiere generar supuestas
obligaciones para otorgarles un derecho preferencial y/o generar un derecho persecutorio y
burlar de esa forma el cobro de acreedores reales y no ficticios; así como, deberá apreciarse
al calificar el título ejecutivo, que el trabajador en la transacción no este renunciando a
derechos laborales.

El acta de conciliación extrajudicial, privada o administrativa.

La conciliación extrajudicial es el acuerdo de las partes para poner fin una controversia
evitando que la misma llegue a la vía judicial.

Sobre la conciliación extrajudicial privada, esta posibilidad se encuentra prevista en el


artículo 7 de la Ley N° 26872 – Ley de Conciliación, que establece que la conciliación en
materia laboral se llevará a cabo respetando el carácter irrenunciable de los derechos del
trabajador reconocidos por la Constitución Política del Perú y la Ley. Se indica además que
la misma será atendida por los Centros de Conciliación Gratuitos del Ministerio de Justicia,
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y por los Centros de Conciliación privados
para lo cual deberán de contar con conciliadores acreditados en esta materia por el
Ministerio de Justicia. En la audiencia de conciliación en materia laboral las partes podrán
contar con un abogado de su elección o, en su defecto, deberá de estar presente al inicio de
la audiencia el abogado verificador de la legalidad de los acuerdos.

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Por su parte, la Cuarta Disposición Final de la Ley de Conciliación, Ley N° 26872 señaló
que la Conciliación Administrativa a que se refiere el Capítulo III del Título III del Decreto
Legislativo N° 910, Ley General de Inspección del Trabajo y Defensa del Trabajador,
mantiene su plena vigencia.

La liquidación para cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de


Pensiones.

La NLPT viene siendo implementada en nuestro país y no dudo que con éxito, sin embargo,
la misma fue diseñada bajo el criterio de especialidad y bajo el modelo del Despacho
Judicial Corporativo, conforme a la Resolución Administrativa N° 127-2012-CE-PJ de
fecha 4 de julio del año 2012, dicho modelo requiere de al menos un Juzgado de Paz
Letrado y un Juzgado Especializado de Trabajo para su funcionamiento.

1. La liquidación para cobranza:


Es un documento con mérito ejecutivo, emitido por una Administradora de Fondo de
Pensiones en el cual se determina el monto de los aportes adeudados por el empleador.

2. Normas que rigen la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de


Pensiones:
Conforme a la modificatoria realizada por la Segunda Disposición Modificatoria de la
NLPT al artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N° 054-97-EF, en
la misma se señala que la cobranza se efectuará de acuerdo con el Título II de la Sección
Séptima de la NLPT, estableciendo a continuación reglas especiales para dicha ejecución,
es decir, que si bien el proceso de cobranza de los aportes se tramita con arreglo a la NLPT,
lo cierto es que existen en el Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, reglas especiales que priman sobre las
disposiciones generales que son las establecidas por la NLPT.

3. Resolución que pone fin al proceso:

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Habíamos ya señalado que en el caso del proceso de ejecución de las liquidaciones para
cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, el proceso no concluía
con un auto sino con una sentencia.

Para ello debemos indicar que conforme a lo precedentemente expuesto, existen dos
supuestos:

 Con contradicción: Es supuesto está previsto expresamente por la referida norma


especial, que señala que formulada contradicción con la absolución o sin ella, se emite
sentencia e interpuesto el recurso de apelación, en este caso, en aplicación supletoria del
artículo 691 del Código Procesal Civil, en el plazo de 3 días contados, desde el día
siguiente a su notificación, la resolución que se emite en revisión de los actuados,
conforme se señala en la norma especial, es la de una sentencia de vista.

Resolución que pone fin al proceso:

Habíamos ya señalado que en el caso del proceso de ejecución de las liquidaciones para
cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, el proceso no concluía
con un auto sino con una sentencia.

Para ello debemos indicar que conforme a lo precedentemente expuesto, existen dos
supuestos:

 Con contradicción: Es supuesto está previsto expresamente por la referida norma


especial, que señala que formulada contradicción con la absolución o sin ella, se
emite sentencia e interpuesto el recurso de apelación, en este caso, en aplicación
supletoria del artículo 691 del Código Procesal Civil, en el plazo de 3 días contados,
desde el día siguiente a su notificación, la resolución que se emite en revisión de los
actuados, conforme se señala en la norma especial, es la de una sentencia de vista.

Oportunidad de presentación de los medios de prueba:

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Si bien el inciso b) del artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado
de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N° 054-97-EF,
señala que a la contradicción se deberá presentar acompañada de la prueba instrumental que
acredite sus fundamentos, salvo los casos a que se refiere el numeral 2 del citado artículo
(nulidad formal o falsedad de la liquidación para cobranza) y el inciso 3 del artículo 446 del
Código Procesal Civil.

Otros títulos ejecutivos.

Debemos señalar que a diferencia de lo que sucede en la norma procesal civil (inciso 11 del
artículo 688), en el caso de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, no se ha previsto que tengan
mérito de título ejecutivo, otros títulos a los que la Ley les da ese mérito, pero nada quita
que el legislador, mediante una norma de ese rango así lo establezca. Al respecto
VINATEA y TOYAMA señalan que por la redacción de este dispositivo se entiende que no
existen otros títulos ejecutivos distintos de los específicamente mencionados, a diferencia
de la norma procesal civil que utiliza el esquema de númerus apertus.

Suspensión extraordinaria de la ejecución

El artículo 60 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, indica que tratándose de la ejecución
de intereses o de monto liquidado en ejecución de sentencia, a solicitud de parte y previo
depósito o carta fianza por el total ordenado, el juez previo traslado a la parte contraria
entendemos, puede suspender la ejecución en resolución fundamentada, esto dada su
carácter extraordinario, siendo la citada resolución impugnable. Es decir, no basta que se
presenten todos los requisitos señalados en la norma, sino que, una vez verificada la
existencia de ellos, el juez debe fundamentar porque ha decidido suspender la ejecución.

Multa por contradicción temeraria

Si la contradicción no se sustenta en alguna de las causales señaladas en la norma procesal


civil, se impone al ejecutado una multa no menor de media (1/2) ni mayor de cincuenta (50)
Unidades de Referencia Procesal (URP), esto apunta a evitar los casos de temeridad que
supone una conducta procesal objetiva carente de fundamentos defendibles en derecho.

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Incumplimiento injustificado al mandato de ejecución

El artículo 62 de la norma Procesal Laboral, señala que tratándose de las obligaciones de


hacer o no hacer, a diferencia de las obligaciones de dar en las que sí es posible emplear
medidas coercitivas contra el deudor, generalmente el empleador, para que cumpla con la
prestación a su cargo, por ejemplo, con el embargo de sus bienes u otro tipo de medidas
cautelares; en las obligaciones de hacer y de no hacer que están asociadas a la conducta o
comportamiento del obligado no es posible utilizar las mismas medidas de presión, ya que
significaría emplear violencia física, lo cual está prohibido por el ordenamiento jurídico, en
ese sentido, habiéndose resuelto seguir adelante con la ejecución, el obligado no cumple,
sin que se haya ordenado la suspensión extraordinaria de la ejecución, el juez impone
multas sucesivas, acumulativas y crecientes en treinta por ciento (30%) hasta que el
obligado cumpla el mandato; y, si persistiera el incumplimiento, procede a denunciarlo
penalmente por el delito de desobediencia o resistencia a la autoridad, previsto en el Código
Penal en el artículo 368, tratándose de una persona jurídica, quien sería denunciado sería su
representante legal.

Al respecto ARÉVALO VELA señala que este artículo tiene su fundamento en el derecho a
la tutela jurisdiccional efectiva de que goza toda persona, una de cuyas dimensiones es el
cumplimiento oportuno de los mandatos judiciales, es por ello que se autoriza la utilización
de medidas de coacción para que se dé cumplimiento a lo ordenado por el Poder Judicial.

Cálculo de derechos accesorios

Finalmente, en el artículo 63 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, señala que los derechos
accesorios a los que se ejecutan, como las remuneraciones devengadas que son conocidas
también como salarios caídos no percibidos por el trabajador durante el periodo en que no
prestó efectivamente servicios por razón de haber sido despedido y encontrarse siguiendo
un proceso para lograr su readmisión en el empleo y los intereses, se liquidan por la parte
vencedora, la cual puede solicitar el auxilio del perito contable adscrito al juzgado o
recurrir a los programas informáticos de cálculo de intereses implementados por el
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
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Conclusiones.

 El proceso de ejecución es aquel referido a una serie o sucesión de actos procesales,


mediante los cuales se pretende hacer cumplir forzosamente y consecuentemente
materializar, lo contenido en el título ejecutivo.
 El título ejecutivo debe contener como requisito indispensable, una obligación cierta o
veraz, expresa o indubitable y exigible, es decir, si está sujeto a plazo este debe
encontrarse vencido y si está sujeto a condición, esta debe haberse cumplido.
 Las normas especiales previstas en el T.U.O. de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, priman sobre las generales establecidas en la
NLPT y en su caso, en el Código Procesal Civil.
 Cuando en la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, no se
formula contradicción y se emite resolución ordenando llevar adelante la ejecución,
interpuesto recurso de apelación el mismo debe ser concedido con efecto suspensivo, al
tratarse de una resolución que pone fin al proceso.
 La acreditación de la contradicción en la cobranza de aportes previsionales del Sistema
Privado de Pensiones, no está supeditada al mérito exclusivo y excluyente de ciertos
documentos, pues ello sería contrario al principio de libertad probatoria, siendo admisible
cualquier documento siempre que en forma válida, razonable y proporcional sirva para
demostrar su existencia.

Recomendación.

 Debe realizarse una modificación legislativa, para que los Juzgados de Paz Letrados
asuman competencia frente a pretensiones no cuantificables acumuladas a una
cuantificable no mayor a cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal, dado que son
órganos jurisdiccionales creados bajo el criterio de especialidad en materia laboral.
 Dado que un porcentaje significativo (90% aproximadamente) de la carga que afrontan,
los Juzgados de Paz Letrado de Especialidad Laboral, está constituido por procesos de
cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones retenidos por el
empleador, hace que sea necesario la firma de un convenio institucional entre la
Superintendencia de Banca, Seguros y AFP y el Poder Judicial, que permita que los

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Jueces Laborales puedan acceder al Sistema AFP net, con lo cual en forma directa,
podrían verificar la existencia o no de la obligación, su cumplimiento y la oportunidad
del mismo, siendo que ello contribuiría hacer efectivo el principio de celeridad y
economía procesal que inspiran al nuevo proceso laboral.

Referencias bibliográficas

ARÉVALO VELA, Javier. “Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N°
29497”, Juristas Editores, febrero 2011, página 249.

ANACLETO GUERRERO, Víctor. “Manual de Derecho del Trabajo”, LEX & IURIS
Grupo Editorial, agosto 2015, página 772.

HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. “Procesos de ejecución”, Segunda Edición, Jurista


Editores, página 16.

CABANELLAS, Guillermo. “Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual”, Tomo III, T-


Z, Editorial Hiliasta S.R.R., Buenos Aires, Argentina, Edición 1981, página 28 se señala:
“TEMERIDAD.- (…) Juicio temerario, el formulado sin la debida razón y fundamento

ELIAS MANTERO, Fernando. “Comentario Exegético de la Nueva Ley Procesal del


Trabajo”, En: Actualidad Laboral. Número 476, Mes de Febrero, Año 2016, página 13.

GOZAINI, Osvaldo Alfredo. “La Prueba en el Proceso Civil Peruano”, Normas Legales,
setiembre 1997, Página 146.

Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 293.

Obra citada. PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE
MAVILA, Carlos; SOTERO GARZÓN, Martín; PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS,
Roberto. Página 282.

Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 301.

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PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE MAVILA,
Carlos; SOTERO GARZÓN, Martín; PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS, Roberto.
“Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo”, Ara editores, 2011, página 278.

Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 250.

Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 293.

Obra citada. PAREDES INFANZÓN, Jelio. Página 361.

Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 257.

VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. “Análisis y comentarios


de la nueva Ley Procesal del Trabajo”, Gaceta Jurídica, Primera Edición noviembre 2012,
página 292-293.

PAREDES INFANZÓN, Jelio. “Análisis de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N°
29497”, Edición 2010, Editorial Multiservicios La esperanza S.A.C, página 360.

PECES-BARBA, Gregorio, FERNÁNDEZ, Eusebio, DE ASÍAS, Rafael. “Curso de


Teoría del Derecho”, Editorial Marcial Pons 2000, Madrid, Barcelona, España, Página 194.
“La máxima specialia generalibus derogant entiende que prevalece la norma especial sobre
la general en materia, espacio o sujetos afectados”.

GOZAINI, Osvaldo Alfredo. “La Prueba en el Proceso Civil Peruano”, Normas Legales,
setiembre 1997, Página 146.

Obra citada. PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE
MAVILA, Carlos; SOTERO GARZÓN, Martín; PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS,
Roberto. Página 282.

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