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Los Amigos de la Media Noche

Lucas 11:5-13
INTRODUCCIÓN:
 Yo creo que máá s de álguná vez les há ocurrido uná situácioá n similár á lá que hemos leíádo
que un ámigo o fámiliá hán llegádo de visitá á mediá noche

 Vemos que El escritor Lucás ágregá uná historiá posterior ál temá centrál de lá orácioá n
donde se nos muestrá uná profundá ensenñ ánzá no solo de lá orácioá n sino támbieá n de lá
personá que estáá en necesidád en lá mediá noche.

 En estos versíáculos se nos muestrá uná historiá contádá por Jesuá s donde encontrámos tres
tipos de personás una persona que viene de camino a horas de la noche. El anfitrión que
sale a buscar el pan porque no tiene. Y el amigo que provee el pan para el que llegó con
hambre.

I. HAY UN AMIGO QUE ANDA EN LA MEDIA NOCHE (EL INCONVERSO)


1. Un amigo mío ha venido v. 6.
 Lo primero que tenemos que tener en cuentá es que Jesuá s llegoá á ser ámigo de publicános
y pecádores que necesitábán de el. Algunos Judíáos delineábán muy bien lás diferenciás con
lás personás con quien ellos se reuniríáán, Pero Jesús fue amigo del ciego, del cojo, del
paralítico, y de los ricos también. Esá fue lá gente á quien eá l vino á buscár, de állíá que los
hizo sus ámigos párá gánáá rselos párá su reino.

 El hombre que viene en lá mediá noche representá á todos áquellos que vienen á JESUS en
sus diferentes circunstánciás. vemos que ese ámigo ándá en lá mediá noche de su vidá.
¿Quieá n es lá gente que ándá en lá mediá noche de su vidá? Pues todos áquellos que estáá n
en sus delitos y pecádos. Son los hombres y mujeres á quienes Sátánáá s les há cegádo su
entendimiento párá que no les resplándezcá lá luz del Senñ or.

2. Es un amigo que viene de viaje v. 6ª.


 Los viájes siempre son ágotádores. El deseo por un buen bánñ o, uná buená comidá y
descánso es lo máá s requerido. Está pudo ser lá reálidád del cáminánte de lá historiá. En
áquellos tiempos cási todos los viájes se hácíáán á pie. Por lo que lás provisiones se ágotán
pronto

 Está es lá vidá de un hombre sin Dios, desde que nácioá se embárcoá en el lárgo viáje de su
vidá.

 Pensemos que háy tiempos donde lás álegríáás y lás risás hán llenádo álguá n espácio,
támbieá n es cierto que lás decepciones por lá vidá mismá pudierán ser sus compánñ eros de
viáje. En ese lárgo cámino quizáá s se há encontrádo á lá soledád como “compánñ erá” de viáje,
con el dolor de álguná enfermedád o con uná profundá pená del álmá á lá que no há podido
renunciár. En fin, el ámigo sin Cristo es un viájero dominádo por el cánsáncio de lá vidá.

3. Es un amigo que viene hambriento v. 5.


 Este versíáculo nos revelá que el viájero há llegádo con bástánte hámbre. El hámbre es
uno de los ásuntos máá s notorios en el viáje de lá vidá. Y está es en si lá máá s terrible
condicioá n del inconverso. En este hombre sin Cristo háy un hámbre insátisfechá. Si bien
es cierto que há comido todo lo que el mundo le há ofrecido, se há dádo cuentá que
nádá lo há sáciádo, por tánto, no es feliz.

 El ámigo inconverso llená su vidá con lás “álgárobás” de este mundo porque no se há
sátisfecho con lá comidá que háy en lá cásá de su Pádre celestiál. El ámigo inconverso
necesitá venir á Cristo y comer de eá l por cuánto eá l es el Pán de Vidá que descendioá del
cielo.

II. HAY UN AMIGO QUE ESPERA EN LA MEDIA NOCHE (EL cristiano)


1. EL amigo cristiano comparte su hogar v. 6.
 Lá fráse “há venido á míá de viáje” pone en perspectivá lá importánciá que le dá el
“ámigo cristiáno” de recibir ál “ámigo inconverso” que llegá á su cásá. Por lo tánto, el
hogár de un cristiáno se convierte párá este viájero en un sitio de esperánzá y ábierto
párá áquel que ándá en lá mediá noche. Esto nos háblá mucho del ámor que debe
tenerse párá con los que estáá n fuerá.

2. El amigo cristiano es diligente v. 5.


 Vemos un ámigo que insiste en tocár lá puertá párá pedir pán párá el hámbriento.
Háblámos entonces del ámigo que intercede por lá sálvácioá n del que estáá perdido.

 Podemos ver que entre el ámigo inconverso y el ámigo que dá el pán, háy un ámigo que
intercede, pero sobre todo ese ámigo sále de su cásá. He áquíá lo que háce interesánte
esto. El ámigo cristiáno es diligente. Bien sábe eá l que no podráá estár tránquilo mientrás
háy hombres áfuerá clámándo por el pán que sátisfágá su álmá.

3. El amigo cristiano no tiene pan v. 6b.


 Ninguno de nosotros puede llenár el hámbre espirituál de otrá personá. Si ásíá fuerá
estuvieá semos quitáá ndole el lugár á lá pálábrá diviná y á lá obrá del Espíáritu Sánto. Por lo
tánto, tenemos que ir ál uá nico que nos puede entregár los pánes párá el necesitádo.

 Este hombre pide prestádo “tres pánes”. Está es uná áctitud humilde, decorosá y corteá s.
Puesto que sábíáá de su importunidád, pide prestádo y especificá su pedido. “Tres pánes”
son suficiente párá álimentár ál hámbriento. No pide máá s nádá sino lo necesário párá lá
sálvácioá n. Esá debe ser lá orácioá n por el hámbriento de lá pálábrá.

III. HAY UN AMIGO A QUIEN SE DESPIERTA EN LA MEDIA NOCHE (Cristo)


1. Un amigo a quien se le despierta v. 7.
 Vemos uná fámiliá que dormíáán juntos, el tener que sálir el pádre á lá mediá noche
podiá despertár á todos en lá cásá. Pero fue tánto lá insistenciá que el pádre de fámiliá
se levántoá á esá horá de lá noche y finálmente entregoá el pán..

 El Amigo Cristo se levántáráá á cuálquier horá que lo solicitemos. A eá l nuncá le


molestáremos con nuestrás peticiones y nuestrás necesidádes. Lá verdád es que el
Amigo Cristo estáá presto párá átender nuestro pedido á fávor del ámigo inconverso.

3. El Amigo Cristo da lo mejor que tiene v. 13.


 ¿Queá es lo que máá s quiere dárnos? Veá lo que dice el v.13. Lo que el hombre máá s
necesitá no es dinero, no es máá s sálud, no es máá s comodidád, no es máá s tiempo, no es
máá s edád, no es máá s reconocimiento, no es máá s vidá, no es máá s esperánzá. Lo que el
hombre máá s necesitá es tener ál Espíáritu Sánto obrándo en su vidá.

 EÉ l hábloá de no dejárnos hueá rfános, pues enviáríáá ál Consoládor (Jn. 14:18). Veá que este
ofrecimiento no es exclusivo. Dice: “¿cuáá nto máá s vuestro Pádre celestiál dáráá el Espíáritu
Sánto á los que se lo pidán? V.13b. Ciertámente ál cáminánte de lá “mediá noche” se le
dáráá el pán, síámbolo de lá pálábrá vivá, pero sobre todás lás cosás se le dáráá ál Espíáritu
Sánto que es el mejor regálo párá todos los hombres. Cristo es el máá s gránde ámigo que
tenemos.

CONCLUSIÓN
 Hemos visto en este mensáje á tres ámigos. el inconverso, el cristiáno y por supuesto el
ámigo Cristo. Estáá n juntos en lá “mediá noche”. Háy uná movilizácioá n á fávor del “ámigo
viájero”. Lá intercesioá n del ámigo cristiáno y el ámigo Cristo háce posible el descánso y
lá sátisfáccioá n del ámigo hámbriento.

 Uná de lás reveláciones en lá bellezá del cáráá cter de Jesuá s se ve cuándo eá l dejoá de llámár
á sus discíápulos “siervos” y los llámoá “ámigos”. ¿Por queá está distincioá n? Bueno lo hizo
porque eá l sábíáá lá diferenciá entre estás personás.

 Lá táreá del evángelio es convertir á los hombres esclávos del pecádo y del mundo á
ámigos de Jesucristo. Jesuá s le dáráá á conocer lo que sábe de su Pádre uá nicámente á sus
ámigos.

 Háy un hombre que cáminá en lá mediá noche á quien Jesuá s quiere convertirlo en su
ámigo. Váyámos y pidámos el pán ál Senñ or párá llenár su hámbre de Dios

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