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El constructivismo

Es una corriente pedagógica basada en la teoría del conocimiento constructivista,


que postula la necesidad de entregar al estudiante las herramientas necesarias
(generar andamiajes) que le permitan construir sus propios procedimientos para
resolver una situación problemática, lo que implica que sus ideas puedan verse
modificadas y siga aprendiendo. El constructivismo considera holísticamente al ser
humano.

El constructivismo propone un paradigma donde el proceso de enseñanza se


percibe y se lleva a cabo como un proceso dinámico, participativo e interactivo del
sujeto, de modo que el conocimiento sea una auténtica construcción operada por la
persona que aprende (por el «sujeto cognoscente»). El constructivismo en
pedagogía se aplica como concepto didáctico en la enseñanza orientada a la acción.

Como figuras clave del constructivismo destacan principalmente Jean Piaget y a Lev
Vygotski. Piaget se centra en cómo se construye el conocimiento partiendo desde la
interacción con el medio. Por el contrario, Vygotski se centra en cómo el medio social
permite una reconstrucción interna. La instrucción del aprendizaje surge de las
aplicaciones de la psicología conductual, donde se especifican los mecanismos
conductuales para programar la enseñanza de conocimiento.

PRINCIPALES REPRESENTANTES:

 JEAN PIAGET

Para Jean Piaget, la inteligencia tiene dos atributos principales: la organización y


la adaptación.

El primer atributo, la organización, se refiere a que la inteligencia está formada por


estructuras o esquemas de conocimiento, cada una de las cuales conduce a
conductas diferentes en situaciones específicas. En las primeras etapas del
desarrollo, un niño tiene esquemas elementales que se traducen en conductas
concretas y observables de tipo sensomotor: mamar, llevarse el dedo a la boca, etc.
En el niño en edad escolar aparecen otros esquemas cognoscitivos más abstractos
que se denominan operaciones. Estos esquemas o conocimientos más complejos se
derivan de los sensomotores por un proceso de internalización, en otras palabras,
por la capacidad de establecer relaciones entre objetos, sucesos e ideas. Los
símbolos matemáticos y de la lógica representan expresiones más elevadas de las
operaciones.

La segunda característica de la inteligencia es la adaptación, consta de dos procesos


simultáneos: la asimilación y la acomodación. La asimilación (del latín ad = hacia
+ similis = semejante) es un concepto psicológico introducido por Jean Piaget para
explicar el modo por el cual las personas ingresan nuevos elementos en sus
esquemas mentales preexistentes, explicando el crecimiento o sus cambios
cuantitativos. Es, junto con la acomodación, uno de los dos procesos básicos para
este autor en el proceso de desarrollo cognitivo del niño. La diferencia con ésta es
que en este caso no existe modificación en el esquema sino sólo la adición de nuevos
elementos. El esquema (o esquema de la conducta) viene a ser la trama de acciones
susceptibles de ser repetidas (Merani, 1979).

 LEV VIGOTSKY

Enfatiza la influencia de los contextos sociales y culturales en la apropiación del


conocimiento y pone gran énfasis en el rol activo del maestro mientras que las
actividades mentales de los estudiantes se desarrollan “naturalmente”, atraves de
varias rutas de descubrimientos: la construcción de significados, los instrumentos
para el desarrollo cognitivo y la zona de desarrollo próximo. (ZDP).

Su concepto básico es el de la ZDP, según la cual cada estudiante es capaz de


aprender una serie de aspectos que tienen que ver con su nivel de desarrollo, pero
existen otros fuera de su alcance que pueden ser asimilados con ayuda de un adulto
o de iguales más aventajados. En este tramo entre lo que el estudiante puede
aprender por si solo y lo que puede aprender con ayuda de otros, es lo que se
denomina ZDP.

En este sentido la teoría de Vigotsky concede al maestro un papel esencial al


considerarlo facilitador del desarrollo de estructuras mentales en el estudiante para
que sea capaz de construir aprendizajes más complejos.

Se enfatiza y se valora entonces, la importancia de la interacción social en el


aprendizaje; el estudiante aprende más eficazmente cuando lo hace en forma
cooperativa.
Vigotsky propone también la idea de la doble formación, al defender de toda función
cognitiva aparece primero en el plano interpersonal y posteriormente se
reconstruye en el plano interpersonal, es decir se aprende interacción con los demás
y se produce el desarrollo cuando internamente se controla el proceso, integrando
nuevas competencias a la estructura cognitiva existente.

La interacción entre los estudiantes y los adultos se produce atreves del lenguaje,
por lo que verbalizarlos pensamientos lleva a reorganizar las ideas, lo que facilita el
desarrollo y hace que sea necesario propiciar interacciones en el aula, cada vez más
ricas, estimulantes y saludables. En el punto de partida la responsabilidad es el
maestro y en el de llegada será el estudiante, con la consiguiente retirada del
maestro.

Las contribuciones de Vigotsky como hemos visto anteriormente, tienen gran


significado para la teoría constructivista y han logrado que el aprendizaje no sea
considerado como una actividad individual y por lo contrario sea entendido como
una construcción social.

LA EVALUACION SEGÚN EL ENFOQUE CONSTRUCTIVISTA


Los enfoques constructivistas orientan diferentes estrategias de evaluación.
Privilegian el papel activo del alumno como creador de significado, la naturaleza
auto-organizada y de evolución progresiva de las estructuras del conocimiento, es
decir abordan la evaluación formativa.

La evaluación, por tanto, debe estar orientada a evaluar los procesos personales de
construcción personal del conocimiento.

La evaluación formativa se entiende como un refuerzo que ayuda al alumno a


reconstruir el tema de evaluación y como parte del proceso generador de cambio
que puede ser utilizado y dirigido a promover la construcción del conocimiento.

Los modelos utilizados tradicionalmente centran la evaluación en cogniciones


aisladas sin considerar su conexión con el marco de conocimientos general y
personal del alumno, esta tendencia a evaluar conocimientos como unidades
ordenadas que se pueden aislar en forma artificial, no favorece la construcción del
conocimiento que exige una evaluación que considere las cadenas complejas de
significado y la interacción dinámica entre los mismos. Lo esencial en esta
perspectiva es el concepto de integración, es decir, propone que cualquier tipo de
conocimiento puede ser entendido mejor en el contexto de un sistema de
significados más amplio que lo apoye y relacione.

La evaluación tradicional mide la cantidad de conocimientos u objetivos logrados,


representados como la frecuencia de respuestas correctas en los instrumentos
estructurados.

Las técnicas tradicionales se dirigen principalmente a evaluar el presente del


alumno y en el mejor de los casos el pasado reciente (evaluación acumulativa), las
técnicas constructivistas enfatizan la evaluación del desarrollo.

La evaluación tradicional mide la cantidad de información memorizada por los


alumnos. En el enfoque constructivista, se centra la atención en el nivel de análisis,
por lo tanto, las capacidades del alumno para clasificar comparar y sistematizar son
claves para la evaluación formativa.

Esta forma de evaluación obtiene de los alumnos un conjunto de construcciones


personales y únicas con las que estructuran su propio conocimiento, mientras que
la evaluación tradicional sitúa a los alumnos en un conjunto de construcciones
validadas externamente.

La evaluación en este marco tiene la intención de dar a los estudiantes una


oportunidad para seguir aprendiendo; esto exige que el profesor reconozca las
diferencias individuales y de desarrollo de intereses, capacidades, destrezas,
habilidades y actitudes. Así, la evaluación debe partir verificando lo que los alumnos
ya saben (evaluación diagnóstica).

La evaluación constructivista mide:

• Los conocimientos adquiridos y la capacidad de los alumnos para aplicarlos en


situaciones variadas.

• El desarrollo de destreza, habilidades y cambio de actitudes.

• Si los alumnos son capaces de establecer una relación con el conocimiento que
difiere de la que demanda el profesor.
• Si los alumnos contribuyen a aportar un nuevo significado al conocimiento,
alterando incluso la dinámica de la interacción establecida por el docente en el aula.

• La validez de construcción debe verificar si se está evaluando lo que realmente se


espera que los alumnos construyan, lo que implica una clara definición de
capacidades; una declaración explícita de las normas, que deben ser justas para los
alumnos; una clara definición de criterios de evaluación, cuando será considerada
una construcción buena, mala o regular; e instrucciones comprensibles para la
comunicación de los aprendizajes.

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