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Sección: T- 611
Febrero de 2014
Biografía de Ricardo Bulmez
Nació en la ciudad venezolana de Coro, es sacerdote católico y por más de
veinte años fue capellán en varios centros penitenciarios del país. El Padre
Ricardo Bulmez conoce bien el dolor y la escasez espiritual del ser humano y sus
consecuencias. Su mensaje nace para los privados de libertad física y sale de allí para
ser ofrecido a los seres humanos privados de libertad espiritual y emocional; de los
presos aprendió a sufrir con paciencia. Ha recorrido todo el país llevando un mensaje
esperanzador, él habla para la gente sencilla, para el pueblo letrado o no, porque la
verdadera sapiencia lleva a la humildad, el pueblo sólo entiende de profundidades, no
de superficialidades. Él sabe y así lo transmite que el hombre puede transformarse, el
hombre puede sacar una lección del sufrimiento y convertirlo en alegría, el hombre
simplifica sus acciones para salvarse y encontrarse a sí mismo y en esa conversión se
encuentra con Dios. Para institucionalizar su mensaje crea en 1987 la Asociación
Civil CRECE, la cual se expande a varios países de habla hispana. Este nombre
engloba en las cinco letras los objetivos de la misma que son Creatividad,
Responsabilidad, Espiritualidad, Concientización y Educación. Su objetivo es llevar
un mensaje edificante, esperanzador que motive y concientice al ser humano a
participar como protagonista en áreas fundamentales de su vida. Apoyado en sus
estudios y conocimientos de psicología, comunicación, trabajo en equipo, relaciones
humanas, crecimiento y una gran espiritualidad, ha podido desarrollar, con un equipo
de apoyo, su gran vocación de charlista instructor llegando a grupos, parejas, niños y
otros segmentos de la población a través de talleres, charlas, seminarios,
convivencias, retiros y cursos. También se destaca como escritor de historias para
jóvenes, de las cuales destacan “el sombrero”, “el padre emilio”, “san román”, “mi
abuela no sabía nada de astrofísica”. Publica el libro «El arte de combinar el sí con el
no: una opción de libertad». Se trata de un conjunto de reflexiones en forma de
anécdota o de parábola que constituye un auxilio en nuestras meditaciones
personales, nos proporciona la brújula que nos guiará en el camino hacia la felicidad,
la libertad y la realización plena.
Venezuela.
En este libro, el autor expresa a través de las 56 reflexiones que integran la obra,
basadas en sus vivencias y parábolas, y con un lenguaje jocoso y sencillo, los valores
de la vida humana, a nivel personal, familiar, social y sobretodo espiritual. Siendo
este escritor un sacerdote fundador de la Institución de formación y crecimiento
personal CRECE (1987) resume en estos micros relatos una trayectoria de vida
llevando un mensaje fresco y nuevo para la evangelización de los pueblos. La obra se
divide en 7 capítulos titulados:
Estos capítulos a su vez, están integrados por micro relatos relacionados con el valor
que se anuncia en el nombre del mismo.
Esta obra lleva varios años dando vueltas en las manos de mi familia, hasta
que llegó a mí y se detuvo, esperando el momento propicio para leerlo. Luego de
lograr leer y metabolizar el mensaje de esta obra puedo decir que:
Tengo muchos “sombreros” que la vida me ha dado para amar: mi hijo, mis
padres, mis hermanos, mi esposa, mi familia. Que cada momento de la vida
debe ser disfrutado con grandeza.
Si lleno mi corazón de lo que estoy buscando, lo encontrare… ya encontré
varios tesoros.
La vida que llevo es igual a las decisiones que he tomado.
No basta darse a algo, ese algo debe ser para mí.
La vida está llena de 3 problemas principales: los económicos, los de salud y
las relaciones personales, ninguno tan grande como la vida misma.
He decidido dar lo mejor de mí en todo lo que hago.
No es necesario tener un corazón duro sino fuerte.
Amar no es poseer, amar es disfrutar y compartir.
Los valores fundamentales del hombre: la justicia, la paz, el amor y
la libertad.
Agradezco a Dios todo lo que me ha dado, empezando por la vida.
Descubrí que debo fomentar mi paciencia, es por desespero que las cosas no
salen bien.
Tener problemas es la mejor señal de que sigo con vida.
Ser buen padre también significa ser buen esposo.
Es importante educar a los niños en y para el amor, para que crezcan en
libertad interior.
La comunicación es la piedra anular en la familia y en las relaciones.
Estamos de paso, la vida se cuenta en años y la muerte en eternidad