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Universidad Nacional de Huancavelica

Ensayo de movilidad urbana del mañana


Erika Pamela, Paitan Poma
Anaid Brigith, Romero Quincho

Resumen
El actual ensayo pretende analizar los hechos que explican el reordenamiento del
transporte público, sin embargo el futuro del transporte público urbano está en unos
sistemas de movilidad que ofrezcan bicicletas, automóviles y otros servicios de
movilidad, uno de los grandes retos para las ciudades del siglo XXI, si se desea
mantener o mejorar la calidad de vida de las ciudades medias y grandes. Ello ha
coincidido con la creciente acogida del enfoque de movilidad sustentable, que busca
superar las políticas urbanas centradas en el automóvil y fomentar formas de
desplazamiento con una mayor sostenibilidad social y ambiental.

Abstract
The current essay aims to analyze the facts that explain the reordering of public
transport, however the future of urban public transport is in mobility systems that offer
bicycles, cars and other mobility services, one of the great challenges for the cities of
the century XXI, if you want to maintain or improve the quality of life of medium and
large cities. This has coincided with the growing acceptance of the sustainable mobility
approach, which seeks to overcome urban policies focused on the automobile and
encourage ways of traveling with greater social and environmental sustainability.

Palabras claves: economía del transporte, externalidades negativas del transporte,


movilidad urbana del mañana
Introducción
A comienzos del siglo XX nuestras ciudades eran pequeñas en extensión y sin grandes
aglomeraciones de población, sin embargo las ciudades han sido lugares densamente
poblados y no cabe duda de que seguirán siéndolo en el futuro, por otra parte varias
ciudades latinoamericanas han adoptado políticas de reordenamiento del transporte
público, que han incorporado modificaciones en la regulación de los servicios de buses
existentes con la articulación de nuevas infraestructuras de transporte masivo. Con
dichas políticas se aspira a alcanzar la igualdad tarifaria entre las distintas modalidades
de transporte colectivo, logrando una mayor eficiencia para el sistema y mejoras en la
calidad del servicio, del mismo modo que la situación del mañana ya está adquiriendo
forma: basta con echarle un vistazo a las nuevas tendencias actuales.
Tomando en cuenta dicho contexto los servicios de movilidad mixta es una alternativa
inteligente al automóvil particular en un mundo sumido en un rápido proceso de
urbanización, ya que se adaptan mejor a las necesidades de los usuarios y resultan más
aptos para los entornos metropolitanos. Para aquellos operadores de transporte público
capaces de ser innovadores y de convertir los servicios de transporte público en
servicios de movilidad combinada, estos cambios constituirán una oportunidad real de
crecimiento sostenible en las próximas décadas.
A partir del análisis del diseño e implementación del Sistema Integrado de Transporte
(SIT) y su contrastación con las experiencias de otras urbes de la región, se buscará
explicar las limitaciones de dichas políticas urbanas y plantear algunas recomendaciones
para que éstas efectivamente propicien el desarrollo de un modelo de movilidad
sustentable.
La movilidad sustentable y sistemas integrados de transporte
Las políticas públicas de las ciudades buscan adoptar un modelo de sistema integrado
de transporte. Según Lupano y Sánchez (2008), los sistemas integrados de transporte
presentarían, fundamentalmente, las siguientes características: la regulación y entidad
rectora comunes de alcance metropolitano, destinados a alcanzar estándares de servicio
uniformes y por último el desarrollo coordinado de las distintas modalidades de
transporte y su integración física, operacional, de medios de pago y tarifaria.
Sin embargo Bonells y Durán (2012: 106) señalaron que los sistemas integrados de
transporte buscan articular la totalidad del transporte público dentro de un nuevo
esquema que elimina el concepto de operación por rutas y empresas afiliadoras
privadas para dar paso a una operación gestionada por un único ente regulador y con
una remuneración distinta al pago por pasajero transportado; buscando como objetivo
global prestar mayor eficiencia en el servicio de transporte público, un menor costo en
el transporte para el usuario, la implementación de una tarifa única, la intermodalidad,
la cobertura y un alto nivel de servicio.
La implementación de dichos sistemas integrados de transporte se enmarcaría en la
progresiva adopción de un enfoque de movilidad sustentable en las políticas urbanas.
Avellaneda concluye que al añadirse al concepto de “movilidad” y el calificativo de
“sustentable” se aspira a una planificación urbana que restablezca el equilibrio entre
todos los medios de desplazamiento (automóvil, transporte público, caminata,
bicicleta), proteja el medio ambiente y que se articule a la planificación del desarrollo
urbano y ordenamiento territorial.
La finalidad de dichas políticas de movilidad sustentable sería “minimizar las
externalidades negativas sociales, económicas y ambientales y contribuir a estructurar
ciudades más compactas, seguras, limpias, resilientes, amables, activas y saludables; en
suma, con mayor calidad de vida y competitividad” (MUSAL, 2014: 18).
¿En qué se diferenciará la movilidad urbana con respecto a la actual?
La movilidad urbana de hoy es el intenso uso de los automóviles que ocasiona
externalidades negativas en lo ambiental por ello una tendencia ha futuro es el
importante renacimiento de la bicicleta. Parece que la relación afectiva que los
consumidores tenían con sus automóviles se está desplazando ahora hacia las bicicletas.
En las ciudades rurales, especialmente en barrios con inmuebles de valor elevado, la
gente ve las bicicletas, en vez de los automóviles elegantes, como un modo de crear un
estilo de vida más personal. Los padres y madres jóvenes que pueden realizar trayectos
cortos por el centro urbano llevan a sus hijos a la guardería en bicicleta.
Además, la movilidad virtual está modificando la necesidad de movilidad física al
cambiar nuestra percepción de espacio, distancia y asequibilidad. No cabe duda de que
las videoconferencias, las teleconferencias y los seminarios Web influyen en la
movilidad empresarial; y que el cambio en las ventas mediante un simple clic está
modificando drásticamente la movilidad motivada por las compras. La movilidad
urbana del mañana, se ve gran parte de que se incluirá menos viajes, que cubrirán
distancias más cortas, sin combustibles fósiles y con menor impacto medioambiental.
Esto se puede lograr mediante la proximidad, el transporte público y la movilidad local
a pie o en bicicleta.
La movilidad multimodal (elección del medio de transporte adecuado para cada viaje)
reemplazará pronto la «mono-modalidad» del automóvil.
¿Qué nuevos servicios están emergiendo?
Tomando una perspectiva de fututo, emergerán no tanto servicios de transporte público
colectivo, sino más bien de transporte público individual. El transporte individual tiene
una gran ventaja con respecto al colectivo, por el hecho de que los pasajeros pueden
tomar las riendas: uno decide adónde va y por qué ruta, y no el conductor del autobús o
del metro.
Según Jan Borghuis, Presidente de la Plataforma de Movilidad Combinada de la UITP
y CEO de Greenwheels, Países Bajos, nos hace mención a que la movilidad eléctrica es
adecuada para el entorno urbano, prácticamente todas las nuevas iniciativas de
transporte público individual se llaman «e-algo» en inglés (e-personal transporters).
La movilidad eléctrica aún se encuentra en una fase muy inicial. Pero echemos un
vistazo a los sistemas de bicicleta compartida que existen más o menos desde 2004.
Con su historial de tan sólo una década, ya hay más de 500 ciudades de 50 países con
algún sistema público de bicicleta compartida, y no sólo en capitales europeas, donde
nació la idea. En Norteamérica pueden encontrarse 21 sistemas, mientras que el número
más elevado de bicicletas compartidas se encuentra en China, donde ascienden a
370.000, siendo una tendencia que va en aumento en estas tres regiones. Y no se trata
de proyectos impulsados por su rentabilidad (contrariamente a lo que suele suceder con
el transporte público colectivo), sino que todos los sistemas públicos de bicicleta
compartida funcionan con apoyo gubernamental.
Los sistemas actuales de automóvil compartido se remontan a 1987 y en su mayor parte
comenzaron como iniciativas de base. Esto es algo de lo que han tomado conciencia los
principales fabricantes de automóviles en los últimos cinco años. Aunque haya
diferencias entre los distintos conceptos de automóvil compartido, tienden a tener entre
20 y 100 usuarios por vehículo, por lo que todos ellos son suficientemente eficientes a
nivel de ocupación de espacio en el entorno urbano. Lo que tiene en común con la
bicicleta compartida es que ofrecen «movilidad como servicio» en lugar de la posesión
del producto.
El futuro del transporte público
Si, en América Latina hacemos el 56% de viajes en transporte público. Y si, hemos
avanzado en transporte masivo con BRTs y Metros en las ciudades más importantes.
Pero no podemos ignorar los nuevos medios de transporte que trae el milenio: Carros
autónomos, bicicletas eléctricas, hoverboards, motos casi-regaladas, entre otros. ¿Vale
la pena mantener al transporte público en el centro de la estrategia de movilidad
urbana?
La respuesta rápida es que SI, y es importante que no perdamos este norte en la
conversación de la tecnología. El transporte público es el medio más eficiente para
grandes ciudades y en América Latina tenemos la densidad requerida para hacer viable
el transporte masivo. Sin embargo, el nuevo milenio trae avances exponenciales en
robótica, inteligencia artificial y capacidad computacional. ¿Qué tiene que ver esto con
transporte público?
Algunos expertos de la industria prevén un futuro donde flotas de autos Autónomos,
Compartidos y Eléctricos (ACE) van a reemplazar al automóvil privado. Imagínese
unos autos sin conductor, que transportan puerta-a-puerta y que cargan batería mientras
están estacionados. ¡En unos años, esta puede ser su mejor alternativa de transporte! ¿Y
por qué no? Del ACE, solo falta la “A”. Y aunque hoy tenemos autos con ayudas de
conducción (estacionamiento paralelo, frenado de emergencia) los fabricantes estiman
que entre 2020 y 2030 habrá autos que se harán cargo de todo el viaje (“Nivel 5” de
autonomía)
La movilidad combinada: una estrategia urbana sostenible del mañana
Aunque los nuevos servicios emergentes sean formas de transporte público individual,
eso no significa que los modos de transporte colectivo vayan a ser menos importantes.
Los trenes, los autobuses y el metro constituirán el núcleo central del sistema de
movilidad urbana del futuro.
Los operadores de transporte público deberían aspirar a que los ciudadanos puedan
elegir los medios de transporte más adecuados para cada desplazamiento y combinar
distintos modos para hacer un viaje. El elemento central de esta estrategia es la
movilidad combinada, la ampliación del transporte público convencional para incluir
los servicios de transporte público individuales. La mono-modalidad del automóvil a la
que estábamos habituados en el siglo XX se verá reemplazada por la posibilidad de que
los pasajeros tomen las riendas.
La movilidad ideal en el siglo XXI
Para Verdaguer, la movilidad ideal del presente siglo va “unida indefectiblemente a la
proximidad”: el acercamiento de trabajo y vivienda, como ejemplo de lo que se debería
hacer también en el resto de usos. Asimismo, apunta a “la recuperación del espacio
público como algo complejo”, es decir, desprenderse de la monofuncionalidad actual
que se dedica en gran medida a la circulación y al aparcamiento de vehículos en la
superficie.
Por su parte, Arévalo basa su teoría en el concepto de “calles completas”. Estas,
“cuanto más diversas, cuantas más posibilidades recogen de que todas las personas
puedan desplazarse por ellas –independientemente del modo en que quieran realizarlo–,
cuanta más diversidad de actividad y usos, son más completas”, define.
En su condición de docente, Román sostiene que la movilidad ideal del siglo XXI
“sería que cada niño de seis u ocho años pudiera ir caminando a ver a un amigo o al
colegio”. El matiz educativo es subrayado también por Arévalo: “Es importante generar
espacios de aprendizaje colectivo”. En esta línea de “aprendizaje mutuo”, habla en
primera persona del plural a la hora de ofrecer a la ciudadanía que los técnicos
especialistas en urbanismo “muestren los beneficios y otros ejemplos y realidades
existentes”, a la par que solicita a la sociedad que “nos cuenten de qué manera utilizan
la ciudad para poder facilitarles esos desplazamientos de una manera que no tengan que
recurrir al vehículo privado”.
La recién iniciada renovación de la Gran Vía madrileña suscita reflexiones en los
expertos. A Román le parece “interesante”, pero considera fundamental que “se haga
no solo en el corazón de la ciudad sino también en la periferia”. Para Verdaguer es “una
obra imprescindible que pondrá a Madrid a la altura de otras ciudades europeas”.
Mientras que, en opinión de Arévalo, lo significativo es que “cada vez más vamos a ver
cómo los coches tienen que ir cediendo espacio”.
El reto de las ciudades inteligentes
Philip Turner, nos menciona que los responsables de la toma de decisiones están viendo
que los patrones actuales de consumo de las ciudades ya no son viables para el
crecimiento económico y social. Las emisiones, y en particular las del transporte y los
edificios urbanos, encabezan la lista de cosas por mejorar. Por ejemplo, la Unión
Europea (a través de la Iniciativa sobre Ciudades y Comunidades Inteligentes) tiene el
objetivo de reducir de manera sustancial las emisiones en estos ámbitos para mejorar la
competitividad de Europa y lograr una des carbonización significativa de la economía a
través de la innovación.
Las ciudades de todo el mundo crecen a un ritmo de dos personas por segundo, por lo
que se requerirá una ampliación enorme de su capacidad para albergar a más y más
gente. La infraestructura urbana ya se encuentra sobrecargada y el rápido desarrollo
urbanístico podría aumentar mucho la congestión de tráfico y la contaminación,
haciendo que las ciudades se vuelvan ineficaces y que su competitividad y calidad de
vida se vean seriamente afectadas. Al mismo tiempo, los habitantes de las ciudades
cada vez demandan más servicios urbanos de calidad, mientras que los presupuestos
municipales van disminuyendo. La infraestructura urbana (energía, transporte,
edificios...) tendrá que volverse más eficiente para responder a estos retos.
Por otro lado uno de los retos también es que las ciudades concentran el 80% de la
producción económica. Al mismo tiempo, al ser impulsoras clave de creación de
empleo e innovación, las ciudades también son las mayores consumidoras de recursos
naturales y las principales generadoras de emisiones de CO2 y de contaminación del
planeta.
¿Qué es una ciudad inteligente?
Según G. Heipp nos dice que en todo el mundo están surgiendo casi a diario iniciativas
de ciudades inteligentes, ¿pero qué son? Una de las definiciones dice que una ciudad
inteligente recopila y analiza datos para supervisar, medir y gestionar los complejos
sistemas que facilitan la vida en los entornos urbanos. De este modo, las ciudades y sus
ciudadanos pueden entender cómo funcionan e interactúan los sistemas de energía,
agua y transporte para optimizar su funcionamiento, a nivel individual y colectivo. Por
ejemplo, pueden prever el efecto de los cambios del sistema de transporte, como los
servicios sociales, energéticos o de eliminación de residuos. Como resultado de ello,
pueden tomar decisiones seguras y fundadas que reducirán costes y mejorarán las
condiciones de vida, con el objetivo final de que la ciudad sea más sostenible.
Así pues, convertir una ciudad en inteligente es un reto multidisciplinario, que requiere
la participación de autoridades municipales, proveedores innovadores, responsables
políticos nacionales, académicos y la sociedad civil. Las ciudades orientadas hacia el
futuro no esperan la llegada de un momento mejor: actúan ahora y establecen
asociaciones eficaces para generar un cambio transformador en el funcionamiento de
sus ciudades. Una combinación adecuada de datos, políticas, asociaciones e
intervenciones permitirá a las ciudades hacer más con menos.
Argumentos a favor del transporte inteligente
La congestión es una barrera importante para que la ciudad pueda volverse inteligente:
hace malgastar miles de millones de horas y cantidades enormes de dinero, además de
generar toneladas de CO2, y todo ello afecta a la calidad de vida. El número de
automóviles presentes en las calles urbanas lleva camino de duplicarse para 2020 y está
claro que se han de desarrollar nuevas formas de movilidad inteligente más sostenibles
para que las ciudades sigan siendo impulsoras del crecimiento (U.Guida).
La aparición actual de nuevas tecnologías forma parte del avance hacia la movilidad
inteligente sostenible y la promoción de un transporte urbano más limpio,
especialmente del transporte público. Con herramientas analíticas, los operadores de
transporte público serán capaces de prever la demanda, reajustar la capacidad, integrar
modos, desplegar y compartir activos, y adaptar y conectar continuamente la
explotación de toda la red, mejorando el desplazamiento de las personas y los bienes
por toda la ciudad.
Los usuarios del transporte público disfrutarán de una mejor experiencia en sus viajes
gracias a multitud de soluciones tecnológicas innovadoras. Los encargados de la
gestión de la circulación podrán tener una visión completa de la ciudad para ayudar a
aliviar la congestión y responder rápidamente a los incidentes. Los urbanistas tendrán
una visión holística de la demanda de transporte y la planificación estratégica, al
comprender mejor las interconexiones con los sistemas regionales y urbanos
relacionados, lo que les ayudará a gestionar mejor las actividades y los activos urbanos;
y las autoridades y partes interesadas también podrán promover su planteamiento para
lograr una ciudad inteligente.
Los sistemas inteligentes de transporte ayudarán a mejorar la capacidad y la experiencia
de los viajes, haciendo que los desplazamientos sean más seguros y eficientes. Unas
soluciones de movilidad más inteligentes e integradas, que tengan al transporte público
como núcleo central, supondrán menos congestión en las calles, mejor infraestructura y
unos desplazamientos más agradables. Éste será el sello de las ciudades inteligentes del
futuro por ello las ciudades serán más competitivas y más inteligentes.
Conclusión
La tecnología para la movilidad en la ciudad inteligente ya existe. Hay experiencias en
diferentes ciudades y regiones españolas realmente novedosas y avanzadas, así que
algunas administraciones ya se han involucrado en la aplicación práctica. Y esa
tecnología está al alcance no solo de grandes ciudades.
El ciudadano es el eje del cambio. El desarrollo de estas herramientas ha reaccionado a
esta realidad y los avances tecnológicos lo han hecho posible.
El ciudadano conectado es la nueva fuente de datos y el futuro inmediato nos obliga a
trabajar en la recogida y explotación de un volumen importante de información. El gran
reto es transformarla en conocimiento.
Y en todo este contexto, la norma ha de ser un instrumento para mejorar la vida de los
ciudadanos. La nueva realidad demanda normas flexibles capaces de dar respuestas a las
necesidades de sus habitantes para hacer las ciudades más humanas.
La puesta en marcha de algunos proyectos de movilidad urbana inteligente como la
bicicleta publica, zonas peatonales, etc.; cuesta en sus inicios pero terminan teniendo
buena acogida entre los ciudadanos.
Tal vez sea el momento de plantearse un marco regulador adaptado a las necesidades
del siglo XXI. Finalmente, teniendo en cuenta nuestro ámbito competencial, cuenten
con nuestro apoyo decidido para impulsar cualquier iniciativa que contribuya a la
consecución de los objetivos.
Referencias bibliográfica
 Revista economía, sociedad y territorio, “Movilidad urbana: un reto para las
ciudades del siglo XXI”
 https://blogs.iadb.org/moviliblog/2017/12/11/futuro-del-transporte-publico/
 https://www.idealista.com/news/finanzas/tecnologia/2018/04/24/765321-asi-
sera-la-movilidad-urbana-del-futuro-y-no-pasa-por-el-coche-electrico
 Título: Análisis de la movilidad urbana. Espacio, medio ambiente y equidad Depósito
Editor: CAF Autor: Eduardo Alcântara Vasconcellos

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