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Nueva Zelanda es un conjunto de islas ubicadas en el pacífico sur, que como
país se encuentra en vías de desarrollo y que se posiciona en los primeros lugares en
múltiples parámetros internacionales a nivel económico y social, tales como, la baja en
los índices de corrupción, el alto nivel de confianza en las instituciones
gubernamentales, el nivel de educación, la libertad económica, las tasas acceso al
crédito y su alto índice de desarrollo humano. Sus ciudades se sitúan entre las de
mejor calidad de vida en el mundo, con un alto grado de urbanización.
En términos económicos, el crecimiento del PIB y PIB Per cápita ha tenido un
crecimiento positivo sostenido a lo largo del tiempo y ambos muy similares, lo que
indica la homogeneidad que ha tenido el país en su desarrollo. El acceso al crédito y la
educación no son un factor limitante a la hora de ver esta economía, ya que existen
altos niveles de escolarización y resultados sobre el promedio OCDE en evaluaciones
que miden la calidad de esta. En cuanto al acceso al crédito Nueva Zelanda posee una
tasa de interés baja y una formación bruta de capital fijo sobre un 20%.
Además, con respecto al mercado interno, la tasa de desempleo es de un 4,7%,
la cual ha convergido a la tasa NAIRU dejando la brecha de empleo en alrededor de
cero. Por otro lado, en relación al mercado externo, la balanza comercial es más bien
negativa, con un déficit en cuenta corriente de -$6,53 mil millones de dólares,
destacando el aumento de deuda privada.
Sin embargo, en los últimos años se ha estancado la productividad de Nueva
Zelanda por la poca diversificación de su canasta exportadora, a pesar de que esta
creció un 205% entre los años 1955 al 2016, la mayoría de los productos exportados
corresponden a la exportación de vegetales, alimentos y madera, es decir, a productos
de baja complejidad económica. En 1995 la proporción de estos productos
corresponde a un 61% de la canasta, mientras que en el 2016 aumentó a un 72%.
Esto se ha traducido, en que a lo largo de los años, Nueva Zelanda ha ido
disminuyendo su índice de complejidad económica, en términos de lo que es posible
medir a través de la matriz exportadora de productos del país, y que se refleja en la
posición del ranking en que se encuentra, el cual se desprende de la información que
entrega el atlas de complejidad económica de la universidad de Harvard. Esta menor
diversificación se ha traducido que en términos del ranking y producto de la dinámica
que ha experimentado el índice del país en que ha pasado de estar puesto número 35
del ranking en 1980, al n° 43 en 2005, hasta llegar al puesto número 54 en el año 2016,
lo que implica un retroceso de más de 20 posiciones en cerca de 30 años.
Este es uno de los principales hallazgos respecto a la dinámica económica del
país, el cuello de botella para el crecimiento del país, así como una de las razones de
los problemas de productividad que están limitando hoy la potencialidad y las
oportunidades de crecimiento que tiene el país. Es decir, el lastre o freno de la
economía neozelandesa se puede interpretar el estancamiento en la productividad del
país, producto de que han limitado las áreas en las que ir desarrollándose y generando
mayores avance, debido a lo limitado de su matriz de exportadora de productos.
Para sobrellevar el estancamiento que tiene Nueva Zelanda en su productividad,
proponemos ciertas políticas públicas e industriales tales como:
Para llevar a cabo estas propuestas, tenemos que tener un enfoque horizontal (H) y
vertical (V), con provisiones en bienes públicos (P) e intervenciones en el mercado (M),
tales como:
● Subsidios en el mercado de los medicamentos: se busca promover productos
de alto potencial porque ofrecen mayor complejidad (y por lo tanto predicen un
crecimiento económico más rápido), y ofrecen una mayor posibilidad de
oportunidades de diversificación ya que están conectados a productos de alta
complejidad.
● Subsidios en I+D: ya que esto da incentivos a que las personas innoven en
diversos procesos y productos que podrían ayudar a mejorar la canasta
exportadora y que esta sea más compleja.
● Educación específica para el sector de instrumentos médicos, quirúrgicos,
dentales o veterinarios con EE. UU.: Ya que son elementos de alta complejidad
económica y tienen un alto potencial que puede ser desarrollado en Nueva
Zelanda.