Eterno Resplandor de Una Mente Sin Recuerdos Escena

Los dos personajes se miran en la estación

Clementina: Hola

Juan: ¿Perdón?

C: Solo dije hola

J: Hola. Que tal. Hola

C: ¿Puedo sentarme más cerca? (se acerca hasta sentarse a su lado) ¿Hasta dónde vas?

J: Vicente Lopez

C: ¡No me digas! ¡Yo también!

J: ¿En serio?

C: ¡Que coincidencia! (silencio) ¿Te conozco, me sonas familiar? ¿Te gustan los comics, puede ser
que te haya visto en

J: Sí, puede ser

C: ¡Ahí está! ¡Ahí te ví! Soy esclava de las historietas como hace… 5 años ¿5 años ya?

J: Mmm… creo que te recordaría

C: Tal vez sea el cabello

J: ¿Puede ser?

C: ¡Sí! Cambio mucho de peinado… ¿o quizás la ropa? Hago mi propia ropa… a este color le puse
“Azul Ruina”

J: Bien…

C: Tiene estilo ¿no?

J: Me gusta

C: En fin es un pequeño emprendimiento que empecé con una amiga con nombres de colores
únicos. Yo soy la encargada de pensarlos “Amenaza Roja” “Fiebre Amarilla” “Revolución Verde” Es
mucho trabajo inventar esos nombres…
J: No me imagine que existiera un trabajo así… ¿Cuántos colores pueden inventarse? ¿20 como
mucho?

C: Yo tengo esa tarea… ¡Agente Naranja! Ese se me acaba de ocurrir… Me aplico personalidad en
pasta

J: Lo dudo

C: Bueno no me conoces así que no tenes idea ¿O sí?

J: Perdón, solo intentaba ser agradable

C: Sí, entendí… Por cierto me llamo Clementina

J: Yo soy Juan

C: Hola Juan

J: Hola

C: Nada de chistes con mi nombre… Ah no, cierto que solo sos agradable…

J: No conozco ningún chiste con tu nombre…

C: ¿No mirabas dibujitos de chico? ¿ Las aventuras de Huckleberry, Hanna Barbera?

J: No sé a qué te referís…

C: ¿No viste Huckleberry, qué no tuviste infancia? ¿Estás loco?

J: Me lo dicen muchos…

C: Tatatata tatatata tatatatata ta tatata tatata tatata tata (tararea) ¿No?

J: Perdón pero no… Es un lindo nombre igual, bonito. Religioso… ¿Viene de clemencia, no?

C: Aunque conmigo no va mucho, soy bastante vengativa

J: No pensaría eso de vos

C: ¿Por qué?

J: No lo sé… Yo solo… No lo sé… Pareces una mujer agradable, muy…

C: Ah ¿ahora soy “agradable”? ¿No conoces otro adjetivo? No necesito “ser agradable”… Ni
necesito que nadie lo sea conmigo

(Se quedan sentados en silencio)

C: ¡Juan! ¿Te llamabas Juan, no?

J: Sí

C: Perdón por gritarte. Hoy estoy un poco malhumorada… Confieso con vergüenza que me atrae un
poco que seas “agradable”, en este momento quiero decir… No sé que me atraiga en unos días
pero ahora realmente me gusta que seas así

J: Tengo algo que probablemente debería… Estoy escribiendo…

C: Uh ¡Perdoname!

J: No, no, está bien

C: Cuidate

J: Igual el próximo tren no va a salir hasta dentro de media hora… ¿Caminamos un rato hace frío?

C: Mmm… ¡Sí, claro! Hace un frío tremendo… ¿No serás un psicópata, no?

J: No lo soy. Vos me hablaste primero ¿Te acordas?

C: El truco del libro de los Psicópatas

J: ¿De verdad? ¿Hay un libro de psicópatas?

C: Sí

J: Tengo que leerlo…

C: Perdón si parecí algo demente… No lo soy

J: Esta bien, no te preocupes, no pensé que lo fueras

C: ¿Querrías tomar algo un día de estos? Podríamos… Perdón, soy una estúpida, yo no debería
haber… ¡Ahí viene el tren!

J: No…