Evitar conflagraciones y crear mecanismos de statu quo en distribución
territorial, fue asumido como objetivo por el Nuevo Orden de las NN.UU desde 1946. Evitando que aspiraciones territoriales nacionalistas, volvieran a poner en peligro la paz mundial. Un escenario jurídico territorial de limites con hitos naturales difusos, la precaria posesión de territorios, eran campo fértil de fanatismos y enardecidos espíritus del “patria o muerte” nacionalista. Los miembros del nuevo sistema, adoptaron al Comercio global como factor sustituto de reivindicaciones y nuevos intereses, alejado de heridas de conflictos territoriales pasados y sangre derramada en incipientes republicas democráticas. Y aunque NO funcionó como se preveía, se promovieron tecnologías y estrategias de desarrollo comercial, generando nuevos sometimientos internacionales. El 24 de abril del 2013, el canciller boliviano David Choquehuanca inició ante el TIJ en La Haya, procedimientos de reivindicación territorial en el Pacifico, efecto de la invasión de 1879, contra Chile, peticionando una obligación de negociar, un retorno soberano al Pacífico, cercenado por invasión y conflicto bélico desigual. Este comprometería a Chile a viabilizar un acceso a la costa, ofrecido e incumplido, mismo que siempre negó semejante obligación, por la imposición del Tratado de Paz de 1904, continuación del pacto de tregua de 1884, ante la usurpación del Litoral boliviano, bajo el principio del derecho internacional de pacta sunt servanda. FUENTE DE DERECHO DE LA DEMANDA.- El equipo, encabezado por el español Antonio Remiro Brotons, el ex canciller argelino Bendahoui -hoy procesado por vender servicios siendo juez de causa del TIJ- 2 expertos ingleses, 2 franceses y un iraní, planteó su objetivo en hallar una fuente jurídica de DIP, forzando la idea de Actos Unilaterales de los Estados, como mecanismo de restitución territorial . Un acto unilateral legitimo de Estado, mediante promesa publica, es una fuente de derechos, atribuida a manifestaciones de personero legitimado para comprometer la fe estatal produciendo efectos jurídicos obligatorios, aun sin formalismos convencionales e independientes de la voluntad de terceros. Podrían emanar de declaraciones oficiales indirectas, o solo promesas de hacerlo. Emergieron de acuerdos comerciales de tasas y aranceles, con la formalización de Convenciones internacionales. La fracasada demanda boliviana, asumió manifestaciones oficiales Chilenas, como obligaciones exigibles para acceder al mar, solicitando al TJI, declarar la obligación exigible, de buena fe y efectiva. El Acuerdo de Charaña del ´75, de Banzer y Pinochet, mas otras negociaciones del siglo XX, devendrían en promesas expresadas desde Santiago, obligándose a la solución de la mediterraneidad. DERECHO INVOCADO.- La jurisprudencia comercial fuente de DIP (derivadas de la OMC y el extinto GATT) generaron dudas, por la fe de los estados, otorgadas a gobiernos de facto. Chile rechazó los derechos expectaticios bolivianos, aludiendo obligaciones unilaterales, de existencia de Tratados tripartitos, así como la incompetencia del TIJ. Perú, manifestó que, en litigios internacionales no regulados, no era plausible debatir derechos de Tratados vinculantes (1904 y 1929) ya que este conflicto jurisdiccional, excluía incumplimientos. PROCEDIMIENTO INEXISTENTE.- La ONU delineó sus principios, incorporando mecanismos reglamentarios. La Paz mundial, la constitución de Estados, la consolidación democrática, las bases jurídicas de relaciones internacionales, misiones diplomáticas, organismos internacionales, sus fueros, los Derechos Humanos y el DIP aplicado, con protocolos normativos, denominados Convenciones, de propuestas de expertos, ponencias y debates a instancias de los interesados, propiciaron sus reglas y principios. Estas asumieron el nombre de la materia tratada y adoptadas por la ONU como protocolos jurisdiccionales. Aunque las Promesas Unilaterales de los Estados nunca se perfeccionó como Convención. El estado boliviano nunca reclamó su instrumentación y la ONU no la promovió. Así la estrategia boliviana del proceso, quedó condenada. Sin procedimiento para Promesa Unilateral, se inviabilizó la competencia del TIJ en derechos exigibles y efectos jurídicos vinculantes. La derrota jurídica entonces fue una muerte anunciada. EL CASO PERUANO-CHILENO.- El antecedente del TIJ, el pronunciamiento en favor del Perú, derivó del protocolo de mediciones y delimitaciones marítimas, de la Convención del Mar de la ONU de 1982, vigentada en 1995 con mas de 100 estados, otorgaron razón a la petición peruana, que previo proceso, tuvo el acierto de ser parte de esta Convención, promovida mucho antes de 1982. La competencia clara del TIJ, fue efecto de una Política Exterior peruana, responsable y planificada. La causa boliviana fue contrariamente, otra estafa de su clase política, a costo superior a 50 millones de $us., y propósitos desconocidos. Cíclicamente los “revolucionarios” populistas buscan yugulares de aspiraciones históricas y las manipulan. Segregan ideas de “destino nacional”, claman ser depositarios de misiones supremas, solo por mayor poder político. Territorios como santuarios a ser recuperados, de supuesta propiedad de los pueblos, nunca son reivindicados en procesos, mas aun cuando en el planeta, cabemos todos.