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Biblia, Babel y Balbuceo

Los fundamentos de la traducción bíblica

© 2001, 2003 Sociedad Bíblica Internacional

Scott Munger

Reservados todos los derechos

Sociedad Bíblica Internacional


PO Box 52224
Miami, FL 33152-2241
1-800-237-7266

ISBN 56320-325-1

18806
BIBLIA, BABEL Y BALBUCEO

LOS FUNDAMENTOS DE LA TRADUCCIÓN BÍBLICA

SCOTT MUNGER
Por eso a la ciudad se le llamó
Babel, porque fue allí donde el
S EÑOR confundió el idioma de
toda la gente
de la tierra, y
de donde los
dispersó por todo el mundo.
(Génesis 11:9, NVI1)

Después de esto miré, y


apareció una multitud
tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y

H I S TO R I A
lenguas; era tan grande que nadie podía
contarla. Estaban de pie delante del trono y del
Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas
de palma en la mano. (Apocalipsis 7:9)

INTRODUCCÍON

L os efectos de Babel continúan y no solamente entre los


modernos “constructores de torres”. Los malentendidos que
surgen por la naturaleza de todo idioma también confunden a
la iglesia, ya sea en su trabajo misionero, en el diálogo entre
culturas o en el uso de la Biblia misma. Desgraciadamente se
han esparcido muchos “balbuceos” con respecto a la
traducción de la Biblia. Dentro de la misma iglesia se dan
luchas, a veces encarnizadas, como consecuencia de la
confusión de Babel. Este trabajo, que es el resultado de un
estudio de numerosos idiomas y culturas, intenta aclarar un
poco esa confusión.

1. LA BIBLIA EN LA HISTORIA

L a capacidad para leer y escribir es probablemente el más


grande logro de la humanidad. De todo lo que se ha escrito, la
Biblia es, sin lugar a dudas, la que ha tenido mayor influencia.
Ha moldeado vidas, idiomas, culturas, sociedades y épocas
completas.

1
La Biblia empezó hace más de tres mil años con un pueblo
insignificante, los hebreos. Milagrosamente, sus descen-
dientes, idioma, cultura y Libro todavía están con nosotros.
Este libro llegó a los griegos por medio de la Septuaginta, una
H I S TO R I A

traducción que tuvo sus principios en el siglo III a.C. Después,


el verdadero Autor de este libro visitó la tierra en forma
humana. Y el mundo nunca ha vuelto a ser el mismo. Los
escritos de ese Autor aumentaron (los llamamos “El Nuevo
Testamento”), se completaron y fueron traducidos al latín,
siríaco, copto, gótico, etíope, arameo y georgiano. Las verdades
de este Libro celestial conquistaron a los conquistadores
romanos de la tierra. Después de servir como base para el
Islam—aunque, lamentablemente, en forma alterada—el Libro
se extendió hacia el norte, a los eslavos y después, durante la
época de la Reforma, llegó a los grandes idiomas del oeste de
Europa. El movimiento moderno de la traducción de la Biblia,
que empezó con Guillermo Carey en la India, ya ha abarcado
el globo terráqueo.

En la actualidad, existe por lo menos una parte de las


Escrituras traducida a más de dos mil idiomas hablados por
más del noventa por ciento de la población mundial. Se está
traduciendo la Biblia en más de mil idiomas y, aun en idiomas
donde ya ha existido por mucho tiempo, se siguen haciendo
nuevas traducciones.

«El reino de los cielos es como un grano de


mostaza.… Aunque es la más pequeña de todas las
semillas, cuando crece es la más grande de las
hortalizas y se convierte en árbol, de modo que
vienen las aves y anidan en sus ramas.» (Mateo
13:31–32)
2
2. MALENTENDIDOS COMUNES ACERCA DE LA
TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA

F icción: Si necesitas dormir, intenta traducir.


Realidad: Si traduces la Biblia puede que pierdas el sueño.
La responsabilidad es enorme, y las presiones—
religiosas, gubernamentales, administrativas y
satánicas—pueden ser intimidantes.

MALENTENDIDOS
Ficción: Quienes tienen un diccionario pueden traducir la
Biblia.
Realidad: Por lo general, quien le presta más atención a un
diccionario está menos atento a la importancia del
contexto, a la comprensión del lector y al verdadero
significado de los términos. La capacitación es vital.
Los traductores necesitan
hacer malabares no sólo
con las lenguas, sino
también con las culturas,
religiones y ambientes
políticos. Deben poseer una
buena comprensión de la
semántica, de las ciencias
bíblicas, de la arqueología,
de la sociolingüística y del
uso de las computadoras.

Ficción: Mientras más idiomática o dinámica es una


traducción, es más fácil hacerla.
Realidad: Mientras más literal es una traducción, es más fácil
hacerla (pero más difícil entenderla). Las
traducciones “contemporáneas” tienen la enfadosa
tendencia de decir cosas equivocadas en una forma
atractiva. Únicamente con gran cuidado y continua
revisión antes de la publicación puede evitarse esta
trampa.

Ficción: Traducir es como cosechar grano con unas tijeras—


se debe cortar una espiga a la vez.
Realidad: La traducción se parece más a la tarea de limpiar
una montaña cubierta no sólo de hierba, sino de

3
arbustos, árboles y rocas. Además de las palabras,
frases y versículos, el escabroso terreno de la
traducción incluye párrafos, secciones, capítulos y
verdades que se encuentran en otras partes de la
Biblia.

Ficción: La traducción es un trabajo solitario, hecho entre


libros grandes, viejos y polvorientos.
Realidad: La traducción se hace con personas. Los libros de
MALENTENDIDOS

referencia contienen muchas riquezas, pero se


supone que una traducción es para comunicar. Por
ello es que los traductores necesitan pasar tiempo
con personas a fin de probar el texto y ver si es claro
y poderoso. Los traductores deben cultivar buenas
relaciones con personas claves. Y, finalmente, ellos
deben amar a su público receptor porque sólo
entonces podrán presentar con claridad los
pensamientos de Dios.

Ficción: Los traductores bíblicos simplemente traducen.


Realidad: Los traductores bíblicos son:
• Granjeros, que producen “comida” para el mundo.
• Periodistas, que dan a conocer información
indispensable.
• Revolucionarios, que derrocan falsedades.
• Sembradores de iglesias, que ponen los cimientos
de la Iglesia.
• Narradores, que cuentan la más grandiosa historia.
• Soldados, que protegen a los indefensos e invaden
el territorio de Satanás.
• Economistas, que ayudan a las personas a
administrar los verdaderos recursos de la vida.
• Transportistas, que llevan a la gente de un reino a
otro.

Ficción: La meta de los traductores es publicar un libro.


Realidad: La meta de los traductores es transformar vidas,
culturas y sociedades—cambiar la eternidad en gran
escala. No puede haber algo más grande que esto.

4
3. ¿QUÉ ES LA TRADUCCIÓN?

F O R M A CO N T R A E L S I G N I F I C A D O
a palabra española “traducir,” del latin traducere, significa
“llevar / pasar / transportar de un lugar a otro”. Cuando nos
referimos al lenguaje, es justo preguntar, ¿Qué es lo que se
pasa de un lugar a otro? En última instancia, sólo puede haber
una respuesta:

SIGNIFICADO

La distinción fundamental entre “significado” y “forma”


siempre debe estar clara en la mente del traductor. El
significado es la idea, el sentido, el pensamiento o mensaje; la
forma es la estructura que se usa para transmitirlo de una
persona a otra. La forma puede ser escrita o hablada, visual u
oral. Está constituida de elementos tan conocidos como los
sonidos, las letras, las palabras y lo que se llama comúnmente
la “gramática”. La forma es variable, el significado no. La
forma es la envoltura, el significado es lo que está dentro de la
envoltura; la forma es la valija, y el significado el contenido; la
forma es el cuerpo, el significado el alma. El significado es
transmitido por medio de formas, pero casi siempre es distinto
a ellas.

Esto se puede demostrar con estas dos verdades paralelas: 1) el


significado puede expresarse en formas diferentes; 2) una sola
forma puede expresar diferentes significados. La amplia
diversidad existente entre los idiomas apoya claramente la
primera afirmación, pero aun en el mismo idioma se puede
expresar una idea de diferentes formas:

Ellos culparon a Juan por el problema.


Ellos le echaron la culpa a Juan del problema.
Ellos dijeron que Juan era responsable del problema.
Ellos acusaron a Juan de ser responsable del problema.
(Adaptado de un ejemplo de Ken Pike.)

Asimismo, una sola forma puede expresar diferentes


significados. Observe el siguiente modelo de formas
idénticas donde aparecen un sustantivo, la preposición
“de” y otro sustantivo.

5
FORMA SIGNIFICADO IDEA EXPRESADA
(sustantivo + de + sustantivo)
{espada} propiedad “la espada que David poseía”
{canción} de David autoría “la canción que David compuso”
{hijo} relación filial “el hijo que David engendró”
{ciudad} domicilio “la ciudad donde David vivía”
{pecado} acción “el pecado que David cometió”

En cada caso, la forma gramatical


es la misma aunque cada vez se
transmite un significado complet-
amente diferente, por medio de la
PROCESO

misma forma. Observe el


siguiente ejemplo, donde la
misma frase o “forma” en
griego—acpg
’ sot̂ heot̂ (agapē
tou theou)—tiene dos significados
diferentes:

• Romanos 8:39 Amor de Dios = El amor que Dios nos ha


manifestado
• 1 Juan 5:3 Amor de Dios = El amor (que le tenemos)
a Dios

Esto deja claro que la forma es distinta del significado.

4. EL PROCESO DE LA TRADUCCIÓN

U
El

na vez que la diferencia entre forma y significado está clara,


se puede ofrecer una definición de la traducción: La
traducción es un proceso de dos pasos, por el cual el
significado expresado en la forma de un idioma se vuelve a
expresar en la forma de otro idioma. Esto se puede demostrar
por medio del siguiente esquema (adaptado de Larson2):

6
El primer paso es descubrir o aclarar el significado del idioma
fuente del texto (en el campo del estudio de la Biblia a esto se
le llama comúnmente “exégesis”). El segundo paso es volver a
expresar ese significado de tal forma que resulte natural en el
idioma receptor. Por consiguiente, vemos que la traducción es
principalmente una transferencia de significado. Aunque la
forma del lenguaje receptor diferirá del idioma fuente, el
significado debe permanecer constante.

PROCESO
EL

7
5. LA TRADUCCIÓN Y LA BIBLIA

D espués de la discusión anterior, donde se habla de la teoría


de la traducción, a continuación presentamos cinco verdades
que muestran cómo es que realmente se lleva a cabo la
traducción de la Biblia.

• Es imposible traducir la Biblia literalmente sin sufrir una


pérdida o confusión del significado.
LITERALMENTE

• La misma Biblia nos da ejemplos de una traducción basada


en el significado.
• La Biblia no enseña la traducción literal.
• Los padres de la iglesia no enseñan la traducción literal.
• Para la mayoría de los receptores de una traducción, lo
más importante es que ésta sea precisa, clara y natural.

Ahora consideremos cada una de estas verdades.

5.1 Es imposible traducir la biblia literalmente sin sufrir


una pérdida o confusión del significado

V eamos el caso, por ejemplo, de una


traducción del castellano al ruso:
“El niño aventó la pelota.” Puesto que el
ruso no tiene artículos (definidos o
indefinidos), es imposible traducir este
enunciado literalmente. Lo más
aproximado que tendríamos es Мaльч Ик
бросИл мяч (Mal’chik brosil myach). Si
traducimos esto al castellano literal sería
“niño avientó pelota”. La oración rusa en
sí misma es ambigua. Podría significar:

• “Un niño aventó una pelota,”


• “El niño aventó una pelota,”
• “El niño aventó la pelota,” o
• “Un niño aventó la pelota.”

8
Solamente por el contexto
puede uno indicar el sentido
exacto de lo que
quiere decir el
ruso. La forma
castellana sin
embargo indica
que un niño
específico y una pelota específica son parte de un
contexto conocido. La pregunta que surge es, ¿se

LITERALMENTE
puede transferir el significado del ruso al
castellano? Indudablemente sí. Haciendo uso del
contexto—el niño y la pelota, cada uno de ellos se
da por sentado al usar “el” y “la” en la oración
original en castellano—entonces la oración en ruso es
específica:

Был/есть мальчИк с мячом. МальчИк бросИл мяч.


Byl/yest’ mal’chik s myachom.. Mal’chik brosil myach.

Esta oración, que incluye ahora parte del contexto, traducida


nuevamente al castellano dice:

“Había un niño con una pelota. El [que ya lo conocemos por


el contexto] niño aventó la [que ahora también la conocemos
por el contexto] pelota.”

Otro ejemplo de traducción del inglés al español nos puede


ayudar a comprender como no siempre se puede traducir
literalmente, ni la traducción literal es la mejor:

Traduzcamos “How do you do?”, el saludo ordinario en inglés:


“How do you do?”
¿Cómo hace usted hace?

Realmente hemos traducido sólo palabras, sin traducir el


significado y contenido de la frase.

Una traducción correcta en español es: “¿Cómo está usted?”,


aunque el verbo “estar” no aparezca en inglés.

9
Aunque podemos traducir más dinámicamente el “How do
you do?”
¿Cómo te va? ¿Qué tal?, etc.

Así vemos que sí es posible transferir el significado, pero


es imposible hacerlo traduciendo la oración literalmente
del ruso al castellano, o del inglés al español.

Entre los miles de ejemplos que podrían sacarse de la Biblia


misma, el versículo que ilustra claramente este punto es 1
LITERALMENTE

Pedro 1:10. La traducción que encontramos en la Reina-Valera


(1909) es muy literal:

De la cual salud los


profetas que profetizaron
de la gracia que había de
venir a vosotros, han
inquirido y diligente-
mente buscado.

Y sin embargo, aun aquí


los traductores no solo
agregaron algunas
palabras, “que había de
venir,” sino que también
cambiaron completa-
mente la estructura del
texto. Compare la
traducción anterior, con
la traducción que
presentamos a contin-
uación, y que sigue más
de cerca el texto griego:

Acerca la cual salvación


de buscaron y de
inquirieron profetas los
acerca la para vosotros
gracia habían profetizado...

10
¿Qué sentido tiene esta última traducción? Puede tener algún
significado para alguien que conoce bien el griego y el
castellano, pero no para una persona que solo conoce éste
último. Les guste o no, quienes quieren una traducción
completamente literal deben dejar a un lado ese deseo. Aun la
más literal de las versiones no es completamente literal ya que
las palabras y expresiones de los idiomas nunca encuentran
una equivalencia perfecta. Los pensamientos y las ideas son
esencialmente idénticos en cualquier idioma. Pero es casi
ilimitada la variedad de formas (sentidos, palabras, gramática,
etc.) que distinguen a un idioma de otro y son las formas las

INSPIRACIÓN
que deben cambiar para lograr una adecuada traducción de los
pensamientos. Aquellos que se resisten a reconocer la
necesidad de tales cambios en las formas—aquellos que
quieren que las palabras correspondan exactamente al
original—deben leer únicamente el texto en su idioma original
o no leer nada.

Frecuentemente se expresan objeciones en contra de cualquier


otra cosa que no sea una traducción “palabra por palabra”. Un
partidario del uso exclusivo de la versión tradicional King
James en inglés ha escrito:

11
¿…y qué de nuestra creencia en la inspiración
verbal? Si es solo el “pensamiento” lo que
cuenta, entonces las palabras son flexibles y
las podemos ajustar para que comuniquen
cualquier pensamiento que prefiramos. Los
’ pensamientos exactos necesitan palabras
EXACTITUD

exactas.3

Antes que nada, podemos responder señalando que el autor se


contradice a sí mismo. Si es verdaderamente “el pensamiento”
lo que cuenta, entonces los traductores obviamente no tienen
el derecho de transmitir “ningún pensamiento que ellos
prefieran”. Por el contrario, ¡ellos se atreven únicamente a
transmitir el pensamiento del traductor original!

En segundo lugar, si bien es cierto que para transmitir


correctamente los pensamientos se requiere de “palabras
exactas”, podemos hacer una pregunta: ¿Qué palabras? La
única respuesta puede ser “Las palabras del idioma al cual se
traduce el original”. Como sabe cualquiera que habla más de
un idioma, es obvio que no existe una
correspondencia palabra por palabra
entre los idiomas. Por esa razón,
ningún traductor que quiera comunicar
el significado de un idioma a receptores
típicos, debe seguir el modelo de
traducción de palabra por palabra, ni
en teoría ni en la práctica.

A fin de mostrar que la interpretación


(exégesis) es fundamental en el trabajo
del traductor, considere el ejemplo de
la Biblia dado a continuación. Debemos
preguntarnos:

12
¿Puede una traducción estar libre de la interpretación?
o
¿Qué quiere decir la palabra griega ’ccekoy?

1. Marcos 1:13
oi’ ’ccekoi digjot a’sx̂
hoi angeloi diēkonoun autōi
“los _____ estaban atendiéndolo/sirviéndole”
Pregunta: ¿Qué significa angeloi (nominativo plural) en

CO N F I A B I L I D A D
este contexto?
Respuesta: Ángeles, los servidores sobrenaturales de Dios.

2. Lucas 7:24
’Aekhsx dè sx̂ acckx
’ ’Ixáot ...
Apelthontōn de tōn angelōn Iōannou ...
“Cuando se fueron los _____ de Juan”
Pregunta: ¿Qué significa angelōn (genitivo plural) en este
contexto?
Respuesta: Mensajeros humanos, discípulos que Juan
había enviado.

Naturalmente, la pregunta surge, ¿Cómo se sabe que en Lucas


7:24 ’ccekx no significa “seres sobrenaturales”? La respuesta
es clara: sabemos lo que ’ccekx significa en Lucas 7:24 no
porque hayamos buscado la palabra en un diccionario en
griego, sino por el contexto—el contexto bíblico inmediato
(Lucas 7:18–20) y el contexto bíblico más amplio (Hebrews
1:13, etc.).

Se abren dos posibilidades


para los traductores
cuando se enfrentan a la
palabra ’ccekoy en estos
pasajes:

1. Traducirla siempre
con la misma palabra o
frase o,
2. Traducirla unas veces de
un modo y otras veces de
otro, dependiendo del
contexto.

13
La primera opción da lugar a tres interpretaciones posibles:
a) Los discípulos de Juan eran seres espirituales
sobrenaturales.
b) La “legión de ángeles” (Mateo 26:53) “ángeles en el cielo”/
“ángeles celestiales” (Marcos 13:32 etc.) o “ángeles de
Dios” (Mateo 22:30) son tan humanos como los discípulos
de Juan.
c) ’ccekoy significa simplemente “mensajeros”, y se puede
INTERPRETACIÓN

determinar si se trata de un ser espiritual (Marcos 1:13) o


de un ser humano (Lucas 7:18–19) a partir del contexto.
Puesto que a y b son posibilidades falsas, aun las traducciones
más literales han seguido sabiamente la segunda opción. Y al
hacerlo, han interpretado el original. Basados en su
interpretación, han traducido ’ccekoy de manera diferente de
acuerdo con el contexto. En una traducción bíblica donde no
se hizo esto, ¡un líder cristiano preguntó si Juan el Bautista era
realmente un “ángel” en el sentido sobrenatural!

De todo esto podemos sacar algunas conclusiones:

1. Con frecuencia se oye decir que las versiones tradicionales


más literales son “traducciones” y en consecuencia son
“confiables”, mientras que algunas otras versiones son
“paráfrasis” o “comentarios”, y, en consecuencia, están
llenas de interpretaciones que las hacen “inexactas”.

14
2. Sin embargo, como vimos en el ejemplo anterior, también
las versiones tradicionales como Reina-Valera contienen
interpretaciones, ya que ninguna traducción puede
evitarlas.
3. La cuestión no es tanto si las traducciones deben incluir o
no interpretaciones, sino hasta qué punto son necesarias, y
si éstas se han hecho consistente y correctamente,
apegándose al significado del texto y haciéndolo claro a
sus receptores.
4. Es imposible hacer siempre traducciones literales sin ser
oscuro o aun absurdo.
5. La traducción es sobre todo una “transferencia” de
significado, no de forma. No es, y nunca debe ser, una

SIGNIFICADO
tarea puramente mecánica.4
6. Lo que debiera ser obvio—que todas las traducciones
contienen interpretaciones—no siempre se entiende.
Necesita declararse enfáticamente. La palabra ’ccekoy
(mensajero) ya nos ha dado un mensaje claro.

7. El reconocer la necesidad de la interpretación en la


traducción no debe desatar un diluvio de opiniones
subjetivas. Una vez entendido correctamente y aplicado
debidamente, este principio se asemeja más a la tarea de
excavar para encontrar oro o diamantes. Debe hacerse
sabia y cuidadosamente, pero abandonar la tarea es como
relegar al auditorio a la pobreza espiritual (cf. 2 Pedro
3:16; 2 Timoteo 2:15 y Proverbios 2:1–6).

5.2 La biblia misma proporciona ejemplos de traducción


basada en el significado

M arcos, el escritor del evangelio, da un claro testimonio


del principio de traducción basado en el significado. En
Marcos 5:41 él traduce las palabras arameas de Jesús Talita cum
al griego, de esta manera:

La tomó de la mano y le dijo:


Talita cum; (que significa: Niña, a
ti te digo, ¡levántate!).

15
Una traducción más literal de los textos5 originales en griego y
arameo sería más o menos así:

aì qasray sĝy veiqòy sot̂ aid ot kcei at’sĝ


y tomando la mano de la niña dice a ella

Sakiha jotl ’ ersi


’ leheqlgetleo
niña levántate que es traducido

Sò joqrio, roì kcx ’ceiqe.


P E N S A M I E N TO S

— niña, a ti digo, levántate.

Note cuidadosamente la traducción del arameo de Jesús que


ha hecho el escritor del evangelio. Cuando comparamos las
dos palabras que Jesús usó, con la traducción que Marcos les
hizo, vemos que Marcos le añadió al griego tanto un artículo
como una cláusula completa (roì kcx “a ti te digo”). Sakiha
(Talita) significa “niña” o “doncella” y jotl (cum) significa
“levántate”. De acuerdo con el relato del evangelista mismo,
Jesús nunca pronunció la cláusula “a ti te digo”. Y sin
embargo, ¡el mismo Marcos la añadió a su traducción! ¿Por
qué? Tal vez para evitar un malentendido que estaba latente si
esa expresión no aparecía. Jesús
no fue brusco pero la expresión
“Niña, levántate”, podría dar esa
impresión.

O tal vez Marcos la añadió para


dejar en sus lectores una clara
impresión de la majestad y poder
de las palabras de Jesús. De
cualquier manera, podemos
corroborar que, de hecho, “el
pensamiento es lo que cuenta”
(como lo mencionamos en la cita anterior). La precisión de los
pensamientos y las palabras son las que dieron lugar a la
traducción precisa, pero no literal, de Marcos.6

16
Esto es muy significativo. Si bien, tales adiciones no son de
ninguna manera aceptables, desde el punto de vista de la
traducción literal, frecuentemente son indispensables cuando
se efectúa una traducción basada en el significado. Las
“añadiduras” que Marcos hizo eran necesarias para poder
traducir el arameo a un griego claro, preciso y natural. Marcos
no era literalista cuando se trataba de traducir. Para él la
claridad y naturalidad, sin sacrificar la precisión, eran
preferibles a esclavizarse a una teoría de la traducción literal.7

E N T E N D I M I E N TO
Podemos darle gracias a Dios que él no sea un traductor literal,
como muchos quisieran que fuera. Si Dios fuera un traductor
literal, muy pocos de nosotros sabríamos algo de la Biblia. En
el mejor de los casos, seríamos como muchos que pueden
“leer” (esto es, “pronunciar”) el Corán en árabe, pero que no
entienden el significado de lo que leen.

5.3 La biblia no enseña la traducción literal

M ucha gente alrededor del mundo se pregunta acerca de lo


que dice Apocalipsis 22:18–19. ¿No enseña este pasaje que ni
una sola palabra debe añadirse o quitarse del libro de
Apocalipsis, o incluso de toda la Palabra de Dios?

Yo testifico a todo aquel que oye las palabras


de la profecía de este libro:

Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá


sobre él las plagas que están escritas en este
libro. Y si alguno quitare de las palabras del
libro de esta profecía, Dios
quitará su parte del libro de la
vida, y de la santa ciudad y de las
cosas que están escritas en este
libro. Apocalipsis 22:18–19,
(Reina-Valera 1960).

17
Ciertamente estos versículos no deben tomarse a la ligera
¿Pero qué quieren decir realmente? Yo mismo no los tomo a la
ligera. Yo también le temo a su maldición. Creo que la
siguiente es una respuesta fiel:

1. El término griego kcoy (logos), que tanto la Reina-Valera


como la NVI traducen como “palabras,” puede en
ocasiones traducirse correctamente de esa manera. Pero
como en el caso anterior con respecto al término
’ccekoy , hay muchos contextos donde lo mejor es
traducirlo de otra manera.
2. El primer significado de logos no es “palabra” en el sentido
gramatical—como las palabras “graznido”, “rana” o
TRADICIÓN

“viscoso”—sino que se refiere a un conjunto de ideas que


se quiere comunicar.
3. A partir de su definición básica y el uso que se le da en el
Nuevo Testamento, logos en este pasaje significa
“verdades”, “asunto” o “proposiciones”, y no sólo “las
palabras aisladas del diccionario que se encuentran en el
texto original”. (Vea, por
ejemplo, los siguientes
pasajes donde aparece la
palabra logos: Mt 19:22;
Mr 5:36; Lc 1:29; Jn
2:22; Hch 8:4; Hch
10:29; 2 P 1:19; Ga 5:14;
1 Ti 6:3; 2 Ti 4:15; Ap
1:2; compare también He
4:12; Jn 1:1,14).
4. Aun los traductores
de la Reina-Valera tuvieron que
reconocer que al incluir la
palabra “de” en este mismo pasaje
(versículo 19, de las cosas en este
libro) tuvieron que “añadirle” a la
Palabra de Dios ¿Están ellos bajo la
maldición de Apocalipsis 22 por hacer su
traducción más clara y natural que lo que una
interpretación literal lo haría?8

18
5. El significado real del pasaje está más cercano a esto:
“Ninguno debe atreverse a distorsionar (al menos
voluntariamente, no tanto por ignorancia) las profecías del
libro de Apocalipsis”. Si aplicamos esto a la traducción,
podría decirse que una interpretación demasiado literal y
que oscurece el significado del texto bíblico, ¡es culpable
de “quitarle” palabras al mensaje!

En conclusión, podemos decir que el principio de Apocalipsis


22:18–19 de ninguna manera condenó a Marcos a realizar una
traducción literal. Y esto sigue vigente hasta nuestros días. Los
traductores, sin embargo, somos responsables de nuestro
trabajo.

META
LA

19
Es nuestra tarea hacer una transferencia de significado
responsa-ble, clara y natural de los idiomas originales (hebreo,
griego y arameo) al idioma en que se vaya a hacer la
traducción.

5.4 Los padres de la iglesia no enseñan la traducción literal

P ara quienes le dan un gran valor a la tradición de la iglesia


CO M U N I C A C I Ó N

primitiva, la afirmación de Basilio el Grande, en una carta


canónica (Número 188) dirigida a Amfiloquio, puede resultar
interesante.

Estoy sorprendido que demandes una precisión


literal en la [traducción de la] Escritura, y que
consideres que una traducción que capta
exactamente el significado de la Escritura se ha
distorsionado porque no traduce exactamente lo
que significa la palabra hebrea.9

5.5 Para la mayoría de los receptores, el objetivo principal


de una traducción es que sea correcta, clara y que suene
natural, como el idioma propio

5.5.1 El objetivo de la traducción

Para obtener la equivalencia más cercana posible


en una traducción, es necesario considerar tres
requisitos básicos: (1) la traducción debe
representar el uso acostumbrado de la lengua
nativa; (2) la traducción debe ser entendible, y
(3) la traducción debe coincidir con el
significado original.10
20
En otras palabras, la mayoría de las traducciones deberían ser:

Naturales (primer punto)


Claras (segundo punto)
Exactas (tercer punto)

Naturalidad: la traducción suena como natural para quienes la


escuchan en su idioma.
Claridad: la traducción se puede entender con claridad.

CO M U N I C A C I Ó N
Exactitud: la traducción refleja con precisión el significado de
la lengua fuente.

C + E – N = Un lenguaje “preciso”
pero que no suena como propio del
idioma.
C + N – E = Una comunicación
clara de un mensaje erróneo.
E + N – C = No se comunica el
mensaje o es mal entendido.

Una traducción que es “exacta”


pero que no comunica el mensaje correcto, no es en realidad
exacta. (Vea el ejemplo que se presenta en el próximo punto
con respecto a Hechos 2:43.)

Si el término “exacta” va a significar algo, debe tomar en


cuenta la comprensión del lector.11 Puede añadirse otras
cualidades de lo que es una buena traducción de la Biblia, y
decirse que es “dinámica”, “impactante,” “conmovedora,”
“persuasiva,” “hermosa,” “poderosa,” etc. Pero si una
traducción es completamente clara,
exacta y natural, será poderosa e
impactante.

Cuando la Palabra de Dios se traduce


correctamente, tiene su propio
poder—el poder de la verdad (Juan
17:17), el panorama de la eternidad
(Eclesiastés 12:12–14), y la
capacidad de penetrar hasta lo más
profundo del ser (Hebreos 4:12). Por
ello, no necesita que la embellezcan.

21
Si se traduce siguiendo los principios anteriores, tendrá todo el
poder para transmitir vida, con el que originalmente fue
dotada. En cuanto a su recepción, dependerá en gran medida
de la tierra en la que se siembre.

5.5.2 Cómo hacer una traducción natural, clara y exacta.

A
E N T E N D I M I E N TO

continuación presentamos un ejemplo, basado en


Hechos 2:43, de una versión interlineal griego-castellano, a fin
de ilustrar algunos de los principios que se usaron para lograr
una traducción natural, clara y exacta a uno de los idiomas
que se hablan en las Filipinas.

’Ec eso dè rg


˛ wtvĝ
˛ uboy okk se
Había2 pero1 en toda4 alma5 temor3 muchas7 y6

sqasa jaì rgleîa dià sx̂


maravillas8 y9 señales10 por medio12 de los13

a’ orskx ec eso
’ (GNT).
apóstoles14 realizaban11

Una traducción bastante literal de este versículo, es la siguiente:

Pero sobrevino a toda alma


temor: y muchas mara-
villas y señales por medio
de los apóstoles eran
hechas.

Ahora bien, si este versículo se


tradujera literalmente al idioma
higaonon de las Filipinas, lo podrían entender las personas
cuya lengua materna es el higaonon, pero el texto no
comunicaría lo que Lucas quiso decir. Esas personas, que
vienen de un trasfondo animista, interpretarían el pasaje de
esta manera:
22
Un espíritu espantoso poseía las almas de la
gente (trayendo terribles consecuencias para su
salud); además, los apóstoles (un término sin
sentido) recibieron poder (probablemente del
mismo espíritu o de otros como ese) para
realizar muchos milagros y señales
sobrenaturales (que sólo los chamanes, según se
cree, pueden efectuar).

¿Qué es lo que un lector entiende cuando lee una porción de


las Escrituras? Aunque pocas personas tendrían el valor de

SIGNIFICADO
admitirlo, en términos prácticos esta pregunta le parece a
muchos irrelevante. Para ellos el asunto no es lo que la gente
realmente entiende, sino lo que debe entender. ¿Por qué
culpar a una traducción cuando esta no logra comunicar?
Después de todo, ¿no es esa la labor del Espíritu Santo?

Es cierto que algunas porciones de las Escrituras se deben


entender de una manera determinada, pero la responsabilidad
de una buena comunicación recae no sólo en el lector, sino
también en el comunicador. Un mensaje es inaccesible en la
medida en que es ambiguo, en que da por sentado que el
lector posee cierta información (cuando en realidad no es así)
y en que emplea formas desconocidas por su lector.

Una traducción “significa” lo que el consenso de un conjunto


de lectores sin prejuicios entienden que significa, sin importar
lo que el traductor o un pastor dicen que “supuestamente”
quiere decir.

Si echamos otro vistazo al original en


griego del ejemplo anterior, notamos
que:

• “alma” significa “persona”.


• “temor” a veces significa “asombro”,
y en ese contexto es su significado más seguro.
• “maravillas y señales” produjeron el“asombro”, y ocurrieron
cronológicamente primero.

23
• ja (kai) en este contexto, no proporciona
un nuevo tema sino más bien explica el
anterior. Las “señales” dicen algo del
carácter de las “maravillas”.
• “apóstol” es la transliteración de la palabra
griega que quiere decir “embajador”,
“delegado”, “mensajero” o “enviado”.
• Era Dios el que estaba obrando por medio
de los apóstoles.
ESPIRITUALIDAD

Tomando todo esto en cuenta, el versículo se tradujo al idioma


filipino de la siguiente manera:

Y había muchas señales maravillosas que los


enviados realizaban por medio del poder de
Dios que obraba en ellos, y por ello, toda la
gente estaba asombrada.

(Daw madakol ha timan ha mga pugtubad-tubad ha hininang


ku mga talwtawan pinaagi ku gamo ku Diyus diyá ta kandan,
daw panday on paman nangatoosan su pudu ha mga otaw.)

Si no acomodamos adecuadamente la traducción a la lengua y


cultura filipinas, traerá como resultado una comunicación
equivocada. Si el término traducción va a significar algo, ese algo
debe incluir la transferencia de significado.12

Es verdad que algunos pasajes de la Biblia son “difíciles de


entender” debido a su profundo contenido (2 Pe 3:16). Sin
embargo, la terminología y el significado de las expresiones
eran, por lo general, familiares a los lectores típicos de la
lengua original. Por eso es justo preguntarnos, ¿acaso los
lectores modernos no merecen traducciones que les sean
igualmente accesibles?

24
5.5.3 Una cita notable

E n términos generales, la traducción


es tanto una ciencia como un arte.
Cuando cualquiera de los dos se
excede, produce una distorsión. Pero

F U N D A M E N TO S
más allá de ambas, especialmente en la
traducción de la Biblia, hay una
tercera dimensión, la espiritual.

Sería, por supuesto, maravilloso si los resultados


en un programa de traducción se pudieran
garantizar simplemente estableciendo principios
válidos y desarrollando procedimientos
estándares. Tal declaración de principios y
procedimientos sería útil, pero fallaría
completamente a menos que hubiera otras
características intangibles, y que son aún más
importantes que las reglas formales. En la tarea
de la traducción bíblica se debe incluir los
siguientes componentes básicos:

1. Humildad (cualidad esencial de un


LO S

erudito verdadero),
2. apertura a las sugerencias,
3. sensibilidad espiritual,
4. profunda reverencia por el mensaje y
5. un espíritu evangelizador, que es lo
único que puede hacer posible ese grado
de identificación con el lector tácito, a
fin de que se pueda producir una
traducción significativa y
verdaderamente creativa.

25
El problema real de la traducción no es técnico
sino humano; y su solución definitiva involucra
la transformación del espíritu humano.13

5.5.4 Martin Lutero y la traducción de la Biblia

Q
F U N D A M E N TO S

uienes trabajamos en el área de la


traducción de la Biblia nos inspiramos y
aprendemos de Martín Lutero, uno de
los más grandes traductores de la Biblia.
Su versión tuvo una gran influencia no
solamente en el idioma alemán, sino
también en otras traducciones europeas.
Lejos de ser un literalista, “los
procedimientos de Lutero estuvieron a
la altura de los actuales principios de
traducción de la Biblia, basados en el
significado, aunque él realizó su obra
¡cuatrocientos años antes!”14

Estos son algunos de los principios que seguía Lutero:

• Es más importante traducir el significado del original


que duplicar su forma. Lutero escribió esto:

Quiero hablar alemán y no latín o griego


puesto que es alemán lo que me he propuesto
hablar en mi traducción…. Por ello es que
debo dejar las palabras literales y aprender
cómo se dice en alemán lo que el hebreo o el
LO S

griego expresan... las palabras deben seguir y


servir al significado y no el significado a las
palabras.15

26
En el prefacio al libro de Job, Lutero escribe:

Si en todos lados se tradujera palabra por


palabra…y no de acuerdo con el sentido,
nadie lo entendería…. Hemos tenido cuidado
de usar un lenguaje que sea claro y que cual-
quiera pueda entender, sin corromper el
sentido y el significado.16

• El primer principio tiene un corolario: Para comunicar


efectivamente, una traducción debe cambiar la forma

DESAFÍO
lingüística del original. Esto es lo que Lutero escribió
acerca del Salmo 68:

Cualquiera que hable alemán no debe usar el


estilo hebreo. Es mejor que, una vez que
entienda lo que el autor hebreo quiso decir
[de allí la importancia de una exégesis
cuidadosa], se concentre en el sentido del
texto y se pregunte “¿qué diría un alemán en
semejante situación?” Una vez que ha
encontrado las palabras correctas en alemán,
que se olvide de las palabras hebreas y que
exprese libremente su significado en el mejor
alemán que conozca.17

• Una traducción debe reflejar los varios géneros literarios EL


en maneras que sean naturales en el idioma receptor.

La traducción de Lutero es la Biblia alemana


más que la Biblia en alemán. El idioma alemán
era como barro en sus manos, era como el
violín que toca un virtuoso. Los suspiros y
sollozos de algunos salmos, los grandes
aleluyas de otros, los himnos al Dios de la
salvación, la majestad armoniosa de Isaías, las
notas de lamentación de Jeremías, la profunda
intensidad de la simple dicción de Juan y el
tremendo poder del tenso, tormentoso y
telescópico estilo de Pablo, todo esto se puede
disfrutar en la traducción alemana de Lutero.18

27
• Los traductores deben mantener un contacto cercano con
sus lectores. Lutero decía:

Nosotros no tenemos que indagar en el latín


literal [la lengua que se usaba en la iglesia y en
la educación en los días de Lutero–sm] cómo
hemos de hablar el alemán…. Debemos, más
bien, indagarlo con la madre de familia, con
los niños en la calle, con el hombre ordinario
en el mercado. Debemos guiarnos por su
lenguaje y por la forma en que ellos lo hablan,
y luego hacer nuestra traducción de acuerdo
con ellos. De esa manera, ellos la entenderán y
DESAFÍO

reconocerán que les estamos hablando en


alemán.19

• No son pocas las cualidades de un buen traductor.


Lutero declaraba con osadía:

El arte de la traducción no es para todos,


como algunos santos despistados piensan. Lo
que se requiere es un corazón justo, devoto,
fiel, diligente, piadoso, cristiano, instruido,
bien versado y experimentado.20

• Finalmente, la traducción de la Biblia es posible pero no


fácil. Lutero era una de las personas más preparadas de su
época; fue doctor en teología, políglota, profesor y escritor.
EL

A pesar de su encomiable capacidad, él confesó:

He tomado la tarea de traducir la Biblia al


alemán. Era una necesidad propia; si no,
hubiera muerto algún día creyendo que yo era
un hombre educado. Quienes se creen erudito
deben tratar de hacer este trabajo.21

28
29
NOTAS AL FINAL DEL TEXTO

N OT A S A L F I N A L D E L T E X TO
1 A menos que se indique algo diferente, todas las citas son de la Nueva
Versión Internacional, 1999, derechos reservados por la Sociedad Bíblica
Internacional.
2 Mildred L. Larson, Meaning-based Translation, 1984, Lanham, Md:
University Press of America, p 4.
3 Esta cita viene de un folleto que aboga por el uso exclusivo de la versión
King James en inglés. Para no avergonzar al autor, no citamos su trabajo.
4 Por esta razón, las traducciones hechas por computadoras, aunque
pueden ser útiles en ciertos casos, no transmiten adecuada y
consistentemente el significado apropiado.
5 El Greek New Testament (GNT), cuarta edición revisada, 1994,
Stuttgart. Deutsche Bibelgesellschaft, Sociedades Bíblicas Unidas.
6 Una persona que se opone a este argumento dice que leheqlget-
leo no significa “traducido” sino más bien “quiere decir”. Podemos
responder que, siguiendo esta idea, Marcos le dio a las palabras de Cristo
su “significado”, y no necesariamente una “traducción” literal. Y esto es
precisamente lo que estamos proponiendo como la mejor manera de
realizar una traducción de “equivalencia dinámica” o “basada en el
significado.”
7 Muchas citas del Antiguo Testamento que aparecen en el Nuevo no son
traducciones del texto hebreo. Más bien siguen la fraseología de la
Septuaginta (la traducción griega del Antiguo Testamento), lo cual
muestra que los autores del Nuevo Testamento no consideraron necesario
apegarse palabra por palabra al texto original hebreo.
8 Otro problema bien conocido tiene que ver con el uso que hace la
Reina-Valera de la expresión “libro de la vida”, en lugar de “árbol de la
vida” que es más precisa. Pero eso es otro asunto.
9 Hatlfx d rot sg̀ cqallasijg̀ ajq beia
’ eì
’ sĝy Cqauĝy
a’ aisot̂soy, jaì kocifolot ’si gacjarlg
’ ersi
’ g’ kniy sĝy

eqlge ay ’
sò atsĝy e’
rglo ejdido
rgy,
’ ’ sĝy
ot’ sò jtq xy tò
’Ebqa jĝy uxĝy rglaileo lesasihe rgy.
10 Eugene A. Nida, Bible Translating, 1947, Londres: Sociedades Bíblicas
Unidas, p.13.
11 Algunas excepciones a esta regla pueden ser las traducciones con fines
lingüísticos (por ejemplo, las interlineales, diseñadas para
suministrarle a los investigadores que no conocen el idioma fuente, una
visión de su léxico y gramática), y las de ciertos tipos de documentos
legales.

31
12 Siempre es válida la pregunta, pero ¿cuánto significado? El texto
N OT A S A L F I N A L D E L T E X TO

higaonon aún no define quién era “la gente”; hay que deducirlo del
contextó inmediato. Tampoco explica el propósito de los milagros; eso
queda por contemplarse.
13 E.A. Nida y C.R. Taber, La teoría y la práctica de la traducción, 1982,
Leiden: W.J. Brill, p. 186.
14 Ernst R. Wendland, “Martin Luther, the Father of Confesional,
Functional-Equivalence Bible Translation: Parts 1 and 2” en Notes on
Translation 9:1 y 9:2 (Dallas: Summer Institute of Linguistics, 1995),
p. 20–21.
15 Citado en Wendland, p. 23.
16 Ibid., p. 24.
17 Ibid., p. 25.
18 Ewald M. Pals, This is Luther: A Character Study (St. Louis: Concordia,
1948), p. 36, citado por Wendland, p. 33.
19 Citado en Wendland, p. 26.
20 E. Arndt, ed., Martin Luther. Sendbrief vom Dolmetschen und
Summarien über die Psalmen und Ursachen des Dolmetschens.
Mit einem Anhang ausgewählter Selbstzeugnisse und
Übersetzungsproben (Halle/Saale: Max Niemeyer Verlag, 1968), citado en
Charles Atangana Nama, et. al., “Translators and the Development of
National Languages” en Translators through History, Jean Delisle y Judith
Woodsworth, eds. (Filadelfia: John Benjamins, 1995), p. 37.
21 Martín Lutero, “A Letter of Consolation to All Who Suffer Persecution
Because of God’s Word, Addressed to Hartmut von Cronberg,” Luther’s
Works, AE, vol 43, Devotional Writings: II, Gustav K. Wiencke, ed.,
Helmut T. Lehmann, gen. Ed. (Filadelfia: Fortress Press) p. 70.

32
DESCRIPCIÓN DE LAS ILUSTRACIONES

Portada: La torre de Babel, adaptada del grabado de Gustavo


Doré.
Orilla: Papiros egipcios, el papel que se usaba para hacer
los primeros manuscritos bíblicos.
Página 1: La torre de Babel en una Biblia de Lutero de 1545.

I LU S T R A C I ON E S
Página 1: El cordero ante el trono, Apocalipsis capítulos 4 y
5, de una Biblia de Lutero de 1545.
Página 2: Mapa de la tierra santa en una edición en inglés de
la Biblia de Ginebra, predecesora de la Versión
King James.
Página 3: Un artista anónimo representa a los antiguos
escribas.
Página 4: Una cruz celta.
Página 5: Arquitectura griega antigua.
Página 6: Forma abreviada de los 10 Mandamientos en
hebreo.
Página 7: Portada de la Vulgata latina, edición de 1529.
(Note el sello en la esquina inferior derecha que
dice “SOC. JESU”, la Sociedad de Jesús o jesuitas.)
Página 8: La catedral del Kremlin en Moscú.
Página 8: Escena de un salón de clases en Rusia.
Página 9: Kazaht yurt, tradicional de la Unión Soviética.
Página 9: Babushka soviética.
Página 9: Catedral de San Basilio en Moscú.
Página 10: Tabla de contenido de la Versión (Autorizada) de
King James, de una edición de 1611. Nótese que
incluye los llamados libros apócrifos.
Página 11: El Salmo 23 en una edición antigua, sin fecha, de
la Biblia en galés.
Página 11: Antiguo hito de piedra, Etchmiadzin/Ejmiastin en
Armenia, que fue la primera nación que
oficiamente acogió al cristianismo.
Página 12: Pirámides egipcias.
Página 12: Arte de la India.
Página 13: Primera página de una edición en inglés de 1595
de la Bishop’s Bible, predecesora de la Versión
King James.

33
Página 14: El “ángel poderoso” de Apocalipsis 10, en una
Biblia de Lutero de 1545.
Página 15: Un hombre del Oriente Medio.
Página 16: Juan 3:16 en chino.
Página 16: De la primera página de una Biblia en árabe.
Página 17: Cascada filipina.
Página 17: Mujer higaonona bailando.
Página 18: Santo cristiano representado en un vitral.
Página 19: Cubierta de piel grabada de una Biblia de
púlpito en sueco del año 1889.
I LU S T R A C I ON E S

Página 20: Pueblo higaonon.


Página 20: Niños higaonones.
Página 21: Familia cebuana de las Filipinas.
Página 21: Mujer higaonona.
Página 22: Escena de la isla de Camiguin, Filipinas.
Página 22: Niños higaonones con rifles de aire y ratán.
Página 23: Escena de China.
Página 24: Niño andino.
Página 24: Hombre de la India.
Página 25: Monje budista en Kyzyl, Unión Soviética.
Página 25: Martín Lutero en una Biblia de púlpito en sueco,
del año 1889.
Página 26: Un hombre de Asia central con un rebaño.
Página 26: Un mercado en Asia central.
Página 27: Cabaña rusa.
Página 29: Primera página de una Biblia luterana en alemán,
del año 1545.
Contraportada: Génesis 1:1 ss en la Vulgata latina, de una
edición de 1529.

34
Créditos

Diseño: SonLight Graphics/Kim Fiedler; Chris Gilbert


Escrito por Scott Munger
Escrituras usadas con permiso de la Sociedad Bíblica
Internacional
Fotos: Aztech (portada, 5, 12a, 12b, 15, 23, 24a, 24b, 26a,
26b, 27); Margaret Blowers (20b, 21b, 22b); Daniel
Bonnell, de los archivos de la Sociedad Bíblica
Internacional (portada y contraportada, 1a, 1b, 2, 7, 10,
11a, 14, 19, 25b, 29); Jennifer Munger (8b, 9a, 9b, 17a, 21a);
Scott Munger (8a, 9c, 11b, 17b, 20a, 22a, 25a);
Photodisc (4, 6, 18).
Traducción de Rosa María y Mariano Avila; revisión de Athala y
Luciano Jaramillo.

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