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SAN IGNACIO
DE LOYOLA
OBRAS DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
BIBLIOTECA
DE
AUTORES CRISTIANOS
Declarada de interés nacional
86
PRESIDENTE:
MADRID • MCMXCI
SAN IGNACIO DE LOYOLA
O B R A S
EDICIÓN MANUAL
M A N U E L R U I Z J U R A D O , S.I.
PROFESOR DE HISTORIA DE LA ESPIRITUALIDAD EN
LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD GREGORIANA (ROMA)
B I B L I O T E C A DE A U T O R E S C R I S T I A N O S
MADRID • MCMXCI
© Biblioteca de Autores Cristianos,
Don Ramón de la Cruz, 57. Madrid 1991
Depósito legal: M. 17.072-1991
ISBN: 84-7914-034-8
Impreso en España. Printed in Spain
A San Ignacio de hoyóla, en el
quinto centenario de su
nacimiento, y a la Compañía de
Jesús, heredera de su espíritu, en
el 4 JO aniversario de su
fundación, con espíritu filial.
ÍNDICE GENERAL
Págs.
DOCUMENTOS
BIBLIOGRAFÍA 90
1. Ediciones 90
2. Estudios 93
Prólogo del P. Nadal 95
Prólogo del P. Luis Goncalves da Cámara 97
TEXTO DE LA «AUTOBIOGRAFÍA» 100
2. EJERCICIOS
INTRODUCCIÓN 181
Págs.
BIBLIOGRAFÍA 210
3. DIRECTORIOS DE EJERCICIOS
1. Directorio autógrafo 309
2. Notas dadas de palabra 315
4. FORMA DE LA COMPAÑÍA Y OBLACIÓN (1541)
INTRODUCCIÓN 323
TEXTO 325
TEXTO 336
6. DIARIO ESPIRITUAL (1544-1545)
INTRODUCCIÓN 341
7. CONSTITUCIONES
INTRODUCCIÓN 433
Págs.
TEXTO . . . 465
BIBLIOGRAFÍA 655
TEXTO 657
9. CARTAS E INSTRUCCIONES
INTRODUCCIÓN 699
Págs.
TEXTO:
1. A Inés Pascual, 6 diciembre 1524 717
!
2. A Martín García de Oñaz, junio 1532 718
3. A Isabel Roser, 10 noviembre 1532 721
4. A Jaime Cassador, 12 febrero 1536 724
5. A sor Teresa Rejadell, 18 junio 1536 728
6. A sor Teresa Rejadell, 11 septiembre 1536 734
7. Al P. Manuel Miona, 16 noviembre 1536 736
8. A mosén Juan de Verdolay, 24 julio 1537 737
9. A Pedro Contarini, agosto 1537 740
10. A Diego de Gouvea, 23 noviembre 1538 742
11. A los señores de Loyola, 2 febrero 1539 743
12. A Beltrán de Loyola, fin de septiembre 1539 744
13. A los habitantes de Azpeitia, agosto-septiembre de 1540 747
14. A Magdalena de Loyola, 24 mayo 1541 750
15. A los PP. Broet y Salmerón, principio de septiembre
1541 751
16. Al P. Simón Rodrigues, 18 marzo 1542 754
17. Al P. Simón Rodrigues, mediados de 1542 756
18. Al P. Juan Bautista Viola, agosto 1542 760
19. Al P. Simón Rodrigues, 1 noviembre 1542 762
20. Al P. Pedro Fabro, 10 diciembre 1542 762
21. A Juan III, rey de Portugal, 8 mar20 1543 765
22. Al P. Diego Laínez, 18 marzo 1543 768
23. A Ascanio Colonna, 15 abril 1543 769
24. A Teresa Rejadell, 15 noviembre 1543 770
25. Al P. Nicolás Bobadilla, Roma, 1543 772
26. A Juan III, rey de Portugal, 15 marzo 1545 777
27. A Francisco de Borja, duque de Gandía, fines de 1545 . 779
28. Al doctor Pedro Ortiz, principios de 1546 782
«29. A los Padres enviados a Trento, principios de 1546 . . . 783
30. Al P. Pedro Canisio, 2 junio 1546 786
31. A los Padres y Hermanos del colegio de Coimbra, 8
agosto 1546 787
32. Al Sr. Doimo Nascio, 10 agosto 1546 788
33. A Francisco de Borja, duque de Gandía, 9 octubre de
1546, fecha probable 789
34. A D. Fernando de Austria, rey de romanos 791
35. Al P. Miguel de Torres, 2 marzo 1547 794
36. A los Hermanos estudiantes de Coimbra («De la perfec-
ción»), 7 mayo 1547 795
37. A Manuel Sanches, obispo de Targa, 18 mayo de 1547 806
38. Al P. Diego Laínez, 21 mayo 1547 807
39. A los PP. y HH. de Gandía, 29 julio 1547 811
40. A los PP. y HH. de Padua, 7 agosto 1547 («De la
pobreza») 817
41. A sor Teresa Rejadell, octubre 1547 822
42. Al P. Daniel Paeybroeck, 24 diciembre 1547 823
índice general XIII
Págs.
Págs.
Págs.
M. R u i z JURADO, S. I.
SIGLAS PRINCIPALES
1
Puede verse RICARDO GARCÍA-VILLOSLADA, La figura histórica de San Ignacio de
Loyola a través de cuatro siglos: Ra2Ón y Fe 153 (1956) 45-70, que utilizó la primera edición
de esta Introducción; v San Ignacio de Loyola. Nueva biografía (BAC maior 28, Madrid 1986)
p.4.20.
2
El Memorial del P. Goncalves da Cámara ed. en Monumento Histórica S. I. (MHSI,
Fontes narr. I 508-753), De aclis P. N. Ignatii, Collectanea, Dichos y Hechos de N. P. San
Ignacio recogidos por el P. Ribadeneira; los Sumarios de la vida de San Ignacio, uno
español y dos italianos, más la biografía puesta al principio del Chronicon del P. Polanco;
numerosas exhortaciones del P. Nadal, junto con noticias insertas en los Diálogos en favor
de la Compañía del mismo padre, editados en MHSI, Font. narr. v.l y 2. También
aportan noticias varias los escritos del P. Nadal publicados por el P. Nicolau en MHSI,
Commentarii de Instituto S. I. (Roma 1962).
3
MHSI, Fontes narr. I 9-10 y 54-55. Véase la introducción a Fontes narr. II.
4 Introducción general
4
LETURIA, Nuevos datos sobre San Ignacio (Bilbao 1 9 2 5 ) p.3. La edición de la carta del
P. LAÍNEZ en MHSI, Fontes narr. I 5 4 - 1 4 5 .
5
Las pláticas de Nadal en MHSI, Fontes narr. I 3 0 4 - 3 1 3 , y II 1 - 1 0 . 1 4 0 - 2 0 4 . 4 0 0 - 4 0 7 , y
en M. NICOLAU: Jerónimo Nadal. Sus obras y doctrinas espirituales (Madrid, CSIC, 1 9 4 9 ) , y
Pláticas espirituales del P. Jerónimo Nadal, S. I., en Coimbra (1561) (Granada, Facultad de
Teología S. I., 1 9 4 5 ) ; la apología en Epp. Nadal IV 8 2 0 - 8 2 6 , y Pol. Chronicon III 5 2 7 - 5 7 3 ;
los Diálogos en Fontes narr. II 2 1 9 - 2 8 0 . Edición íntegra de los Diálogos de Nadal, en MHSI,
Commentarii de Instituto S. 1.
6
Prefacio a la Autobiografía (MHSI, Fontes narr. I 3 5 6 ) .
I. Historiografía tgnaáana 5
7
MHSI, Fontes narr. I 360.
8
Todavía pueden verse más fuentes en los volúmenes de Monumenta citados en las
notas anteriores: Fontes narrativi 1-IV.
9
Cf. Historias de la Contrarreforma por el P. RIBADENEIRA. Introducciones y notas del
P. E. REY (BAC, Madrid 1945) p.6-10. Una exposición histórica de la génesis de la Vida
de San Ignacio por Ribadeneira puede verse en MHSI, Fontes narrativi IV p.3-52.
1 0
E. REY en Historias de la Contrarreforma p.16.
11
Puede verse un caso de la simplificación problemática y aun desviación en algún
punto histórico de Ribadeneira en P. LETURIA, ¿HI\O San Ignacio en Montserrat o Manresa
vida solitaria': Hispania Sacra, 3 (1950) 251-218, sobre todo 289-396.
6 Introducción general
1 2
D. BOUHOURS, La Vie de S. Ignace, fondateur de la Compagine de Je'sus (París 1 6 7 9 )
Avertissement.
1 3
Cf. SOMMERVOGEL, 5 , 2 9 6 - 2 9 7 .
I. Historiografía ignaciana 7
14
Cf. G . SCHURHAMMER, Die Bekebrung der Paraver (1535-1587): A H S I 4 (1935) 201-
233, sobre todo 225-233.
15
En la advertencia a la obra Gloria Sti. Ignatii escribe el mismo LANCICIO: «Reser-
vans caetera pro alio opúsculo quod... cupio scribere de vita Sti. Ignatii».
8 Introducción general
1 6
FR. FAVARD, La Vie dtt R. Pére Ignace de Layóla, fondateur de la Compagnk de Jésus.
Nouvellement traduicte du latin du R . P. Ribadeneira, de la dicte Compagnie, et enrubie de
plusieurs chases tirées de R. P. Pierre Maffeée (Avignon 1 5 9 9 ) .
17
Véase la lista de las obras escritas sobre San Ignacio en SOMMERVOGEL, 10, 1643-
1647.
7. Historiografía ignaciana 9
* * *
18
La cita exacta, en la bibliografía general.
19
Cf. J . ISERN, San Ignacio y su obra en el siglo de oro de la literatura castellana f 1516-1700)
(Buenos Aires 1924).
10 Introducción general
2 0
GRETSER, Duae relationes de B. Ignacio et B. Francisco Xaverio factae in Consistorio secreto
coram Sanctissimo D. N. Gregorio XV a Francisco Mariae Episcopo Portuensi S. R. E.
Cardenali a Monte (Dilinga 1622), y KASSICH, Relatio Vitae, Miraculorum et Canoni^ationis
S. P. Ignatii (Roma 1623).
21
La vie, les miracies et la Canonización de 5. Ignace de Loyola, jondateur de la Compagnie de
Jésus, tirées des informations authentiques du Procés de sa Canoni^ation (Rouen 1629).
I. Historiografía ignaciana 11
Posee un fondo mucho más rico que las anteriores y, sobre todo,
más controlado. Los datos los toma —como él mismo tiene cuidado
de promulgarlo desde el principio—, «no de ningún autor moder-
no, sino de las primeras fuentes de donde se derivaron desde el
principio las otras publicaciones; digo, de los auténticos manuscritos
del mismo Santo y de los PP. Pedro Fabro, Diego Laínez, Simón
Rodrigues, Jerónimo Nadal, Oliverio Manare, Diego Mirón, Edmun-
do Auger, Aníbal du Coudret, Diego de Guzmán y de otros que
vivieron algún tiempo con él. Además de esto, de muchos y grandes
volúmenes de cartas y de todo lo que en los procesos de canonización
22
depusieron 75 testigos» .
Esta solemne declaración y protesta de autenticidad hay que tem-
plarla con otra confesión impresa también en el pórtico de su obra,
donde afirma que no escribe el libro tanto «por historia como por
23
apología» .
2 2
Opere del P. DANIELLO BARTOLI, v . 1 3 , De/ta Vita e deti'Instituto di S. Ignacio
(Florencia 1 8 3 1 ) p.25.
2 3
Opere del P. D . BARTOLI, p . 1 7 .
2 4
Cf. SOMMERVOGEL, 1 , 1 9 0 3 - 1 9 0 4 .
2 5
Cf. SOMMERVOGEL, 5 , 1 7 3 4 - 1 7 3 5 .
12 Introducción general
31
A. MARIANI, Delta vita di S. Ignacio ed. de 1845 p.VII.
14 Introducción general
3 2
FR. GARCÍA, Vida p.4-5.
3 3
FR. GARCÍA, Vida 1.6 c.14 p.652.
/. Historiografía ignaciana 15
* * *
37
FLUVIÁ, Vida de San Ignacio, prólogo (sin paginación).
3 8
El plan de Burriel en FERNÁNDEZ ZAPICO Y LETURIA, Cincuentenario de Monumenta
Histórica S. 1. 1894-1944: AHSI 13 (1944) 2-3.
I. Historiografía ignaciana 17
3 9
Epistolae S. Ignatii Loyolae, Societatis Iesu fundatoris, libris quatuor distributae, quibus
accedit liber sententiarum eiusdem, cum praevio Commentario, quo ex Epistolis, et Sanctissimi viri
et aiiorum gesta illustrantur, compluriumque, sen deperditarum, sive latentium argumenta et frag-
menta producuntur. Nonnulla demum eiusdem Sancti Ignatii, cum certa tum dubia Opuscula et
Documenta in Appendice et alibi sparsa e re nata producuntur adiectis quatuor indicibus. A . R. M.,
olim Societatis Iesu in Castellana provincia sacerdote (Bononiae 1 8 0 4 ) .
4 0
CR. GENELLI, Das Leben des Hl. Ignatius (Innsbruck 1 8 4 8 ) Vorrede p.VI.
18 Introducción general
P. MARIANO PUYAL, jesuíta de principios del siglo xix, que con sus
búsquedas personales había logrado enriquecer el primitivo fondo de
Menchaca con 45 cartas más, casi todas inéditas. Enardecido el P.
Cabré por este providencial hallazgo, se dio a buscar nuevos docu-
mentos por diversos archivos de España, Portugal y Roma. Escribió
además a su antiguo discípulo MIGUEL MIR, quien encontró intere-
santes códices. Los dos padres consiguieron además copias de lotes
muy crecidos de cartas de San Ignacio que se encontraban en París y,
45
sobre todo, en R o m a .
Algunos años más tarde, el infatigable jesuíta francés LEONARDO
CROS emprendía un viaje de investigación científica por los archivos
de algunas ciudades relacionadas de modo particular con San Ignacio
o en las que se conservaban fondos de importancia, como Azpeitia,
Alcalá, Madrid. Los hallazgos fueron de importancia. Sus cartapacios,
conservados actualmente en Toulouse, explotados por los historiado-
res posteriores, sobre todo Dudon, han sido una mina riquísima de
noticias interesantes.
4 5
Tomo los datos de FERNÁNDEZ ZAPICO Y LETURIA, Cincuentenario de Monumento
AHS1 13 (1944) 4-5.
4 0
FERNÁNDEZ ZAPICO Y LETURIA, Cincuentenario 5-7.
4 7
Se han editado los cuatro volúmenes de Fontes narr. de MHSI, y el de Fontes
documentales preparado por el P. C. de Dalmases (Roma 1977: MHSI 115).
I. Historiografía ignaciana 21
4 5
E. GOTHEIN, Ignatius una die Gegenreformation (Halle 1895) p.III.
n
H. BÓHMER, Studien %ur Geschichte der Gesetlschaft Jesu. T.I.: Loyola (Bona 1914), y
H. STOECKTUS, Forschungen trur Lebtnsordnung der Gesetlschaft jesu im 16. Jahrhundert (Mün-
chen 1910).
22 Introducción general
50
de penetrar en la teología— y hace de él un genial psicólogo» . No
podían penetrar en la grandeza sobrenatural de la santidad de San
Ignacio, ni menos percibir la acción providencial divina. Para explicar
el fenómeno del influjo excepcional del fundador de la Compañía que
se les imponía, se volcaron sobre la personalidad externa —grande
ciertamente como pocas—, examinando sus resortes internos, su po-
tencialidad y vigor. Como sucede siempre que se reduce el campo de
acción y se excluyen otros factores, se exageró el factor natural y la
irradiación «humana», y se preparó el terreno para la estampa del
Ignacio político y fascinador, del «intrigante» diplomático, del domi-
nador de la Curia y maestro en recursos políticos, descrito por Fülóp-
Miller.
5 0
H. RAHNER, Umschau. Iñigo Lópe% de Loyola: «Stimmen der Zeit», 138 (1914) 96. A
este trabajo hay que añadir hoy el de R. GARCÍA-VILLOSLADA, en San Ignacio de Loyola.
Nueva biografía, cit. en la nota 1, como los más notables en el campo de la historiografía
ignaciana.
51
P. TACCHI VENTURI, Storia della Compagnia di Gesü in Italia narrata col sussidio di fon ti
a
inedite, 3 v. (2. ed., Roma 1950-1951); A . ASTRAÍN, Historia de la Compañía de Jesús en la
a
Asistencia de España v.l, 2 . ed. (Madrid 1902); H. FOUQUERAY, Histoíre de la Compagnie de
Jésus en France v.l (París 1910); FR. RODRIGUES, Historia da Companhia de Jesús na Assisten-
aa de Portugal v.1-2 (Porto 1931-1938); A . PONCELET, Histoire de la Compagnie de Jésus dans
les Anciens Pays-Bas (Bruselas 1927); D.DUHR, Geschichte der Jesuiten in den Lánder deutscher
Zunge v.l (Friburgo 1907).
I. Historiografía ignaciana 23
6 0
PAUL DUDON, S. lgnace de Loyola (París 1934). Es también éste el juicio del P.
RAHNER, Dudons Werk ist ohne Übertreibung, die beste Ignatius biographie, die bis hente geschrie-
ben wurde: Stimmen der Zeit, 138 (1941) 98.
61
P. DE LETURIA, El gentilhombre Iñigo Lope? de Loyola (Barcelona 1949).
/. Historiografía ignaciana 27
6 2
GARCÍA-VILLOSLADA, S. I., Ignacio de Loyola. Un español al servicio del Pontificado
a
(Zaragoza, Hechos y Dichos, 1955; 3 . ed. ib. 1961). Posteriormente corrigió los defectos
aquí notados y dio a luz el monumento que deseaba dedicar c^n piedad filial a San
Ignacio en la obra antes citada, San Ignacio de Loyola. Nueva biografía.
28 Introducción general
6 3
JOSÉ DE ARTECHE, San Ignacio de hoyóla. Biografía (Barcelona 1 9 4 1 ) .
4 4
IGINO GIORDANI, Ignacio di Loyola, Genérale di Cristo (Firenze 1 9 4 1 ) .
6 5
CHRISTOPHER HOLLIS, San Ignacio de Loyola, traducción del inglés por GINA H . DE
SALA, revisada por ANTONIO ENNIS, S. I. (Buenos Aires).
6 7
M H S I , Mon. ¡gn. Epp. 7,399. En esta edición, carta 1 2 8 .
/. Historiografía ignaciana 29
6 8
ROBERT HARVEY, Ignatius Loyola. A General in the Church Militant (Milwaukee 1936)
introducción, p.IX.
6 9
HENRY DWIGHT SEDGWICK, Ignatius Loyola (New York 1923).
7 0
PAUL VAN DYKE, Ignatius Loyola, the Founder of the jesuits (New York 1927).
^' ROSE STEWART, St. Ignatius Loyola and the Early Jesuits (Londres 1891).
30 Introducción general
* * *
7 2
R. FÜLOP-MILLER, Macht und Gebeimnis der Jesuiten (Leipzig 1 9 2 9 ) 3 7 . Parecidas
expresiones usa el mismo FÜLÓP-MILLER en Los santos que conmovieron el mundo (Buenos
Aires).
7 3
Véase la bibliografía general. Los resultados de estos trabajos en orden a la
fisonomía espiritual y mística de San Ignacio los indicamos en la introducción al Diario
espiritual. Por ello no añadimos más aquí sobre este punto tan importante.
/. Historiografía ignaciana 31
7 4
MAURICIO DE IRIARTE, S. I., Figura y carácter de San Ignacio de Loyola: Razón y Fe,
129 (1944) 166. Del mismo IRIARTE, La personalidad de Ignacio vista en sus valoraciones:
Razón y Fe, 153 (1956) 23-44.
7 5
IRIARTE, 259-260.
7 6
IRIARTE, 264-272.
7 7
IRIARTE, 606-608.
7 8
IRIARTE, 608-609.
7 9
IRIARTE, 609, donde copia la cita de RIBADENEIRA que se encuentra en la Vida del
bienaventurado P. Ignacio de Loyola 1.4 c.l8.
8 0
IRIARTE, 609-610.
81
IRIARTE, 610-616.
2
» IRIARTE, Razón y Fe, 130 (1945) 87-89.
32 Introducción general
»5 IRIARTE, 89-92.
" IRIARTE, 93-95.
» IRIARTE, 96-98.
8 6
IRIARTE, 99-100.
«' IRIARTE, 102.
** Jesuiten Lexikon, Die Gesetlschaft jesu, einst und jet^t (Paderborn 1934) p.850.
I. Historiografía ignaciana 33
8 9
Habla Castelar sobre San Ignacio en el tomo 4 de La revolución religiosa 1.10-11
(Barcelona 1883). Véase San Ignacio de Loyola según Castelar. Genialidades por ] . M. y SAJ
(JULIO ALARCÓN, S. I.) (Bilbao 1892).
9 0
CASTELAR, La revolución p.451.453-454.
91
CASTELAR, La revolución 466-470.
9 2
CASTELAR, La revolución 129.
9 3
CASTELAR, La revolución 125-126.
9 4
CASTELAR, La revolución 131.
34 Introducción general
El sistema empleado para dar con «el secreto del poder de los
jesuitas» tenía que llevarle a una deformación. Hemos hablado en la
historiografía de la progresiva valoración y ampliación de las fuentes.
Su descubrimiento e incorporación ha ido depurando y perfeccionan-
do las biografías. Pero siempre se suponía su pureza originaria.
Fülóp-Miller aprovecha como prueba documental el lodazal del
campo enemigo, que, según él, aunque esté ahora encharcado, se ha
formado con el agua de la fuente documental. Cree que, aislando el
fango, se puede recoger esa agua, perdida de otra manera para la
historia. Véase cómo él mismo da cuenta del método histórico que
9 5
CASTELAR, La revolución 4 5 8 .
9 6
CASTELAR, La revoimión 4 1 4 .
9 7
RENE FÜLÓP-MILLER, Macbt una Geheimnis der jesuiten p.30.
/. Historiografía ignaciana 35
9 8
FÜLÓP-MILLER, Machí und Geheimnis, Zur Einführung, p. V I I .
9 9
FÜLÓP-MILLER, Mache and Geheimnis p.536-537. El gran inquisidor a que se refiere
a a
se encuentra en Los Hermanos Karama^pf, 2 . parte, libro V : Pro y contra, 5. El Gran
Inquisidor, en Obras de Dostoiewski (Madrid 1943, Aguilar), v.2, 980-992, sobre todo 990.
36 Introducción general
1 0 0
LUDWIG MARCUSE, Ignatius von hoyóla (Amsterdam 1935); nueva ed. abreviada
(Leck, Clausen und Bosse, 1956). Nosotros citamos la traducción francesa: L. MARCUSE,
lgnace de hoyóla, le dictateur des ames (París 1936).
, 0 1
MARCUSE, lgnace de hoyóla p.6.
1 0 2
MARCUSE, lgnace de hoyóla p.249.
103
MARCUSE, lgnace de hoyóla p.255.
1 0 4
MARCUSE, lgnace de hoyóla p.292.
/. Historiografía ignaciana 37
1 0 5
LETURIA, Apuntes ¡¿nacíanos (Madrid 1930) p. 101. El libro de SALABERRÍA, Grandes
figuras históricas. Loyota (Madrid 1929) p.251.
1 0 6
LETURIA, Apuntes ignacianos p.116.
1 0 7
ADOLFO ALIAS, Epistolario a Clarín (Madrid 1941) p.64.
1 0 8
Citado por N. GONZÁLEZ CAMINERO, Unamuno. Tomo I: Trayectoria de su ideología y
de su crisis religiosa (Comillas 1948) p.369.
38 Introducción general
109
GONZÁLEZ CAMINERO, Unamuno p.132.
1 1 0
BLUNK, «Der schwar\e Papst». Das Leben des Ignatius von L. (Berlín 1937).
111
K . BAYER, Losung des Rátsels der jesuitiscben Sphinx (Berlín).
1 1 2
Basta ver los títulos de las siguientes obras: E. KREBS, Jesuitischer und deutscher Geist
(Friburgo 1934); G . SCHULTZE-PFAELZER, Das Jesuitenbuch. Weltgeschichte eines falschen
Priestertums (Berlín 1936); G . LOMER, Ignatius von Loyola. Von Erotiker icum Heiligen
(Leipzig 1913); H. AHLWARDT, Mehr Licht. Der Orden Jesu in seiner wahren Gelstalt und in
seinem Verháltnis %um Freimaurer und Judentum (Dresden 1910).
Ha habido también otras falsificaciones célebres, pero se han hecho en obras en las
que no se trataba directamente de San Ignacio, sino de toda la Compañía. Han estudiado
al Santo en relación con algún punto de la actividad de la Orden. Su estudio trasciende el
ámbito de esta introducción, que quiere limitarse a las semblanzas directas de la persona
de San Ignacio. Las más famosas de estas deformaciones son las realizadas por M. MIR,
Historia interna documentada de la Compañía de Jesús (Madrid 1913) 2 v.; DE RECALDE, L.,
Notes documentaires sur la Compagnie de Jésus, sobre todo su estudio tercero: Les mensonges de
I. Historiografía ignaciana 39
Si no se i l u m i n a p r i m e r o el alma de I g n a c i o , nunca se le
comprenderá en su verdadera realidad. Dice m u y bien el p a d r e
Rahner: « S i n la inteligencia del t e ó l o g o , de la teología, de la
mística y del a m o r a la Iglesia del Santo q u e hizo se entregara
totalmente a ella, la exposición a u n históricamente m á s segura
de I g n a c i o es y permanecerá una e n i g m á t i c a y una fría
115
mascarilla» .
1 , 6
Roma, IHSI, 1966: Bibliotheca Instituti Historici S. I., 25.
117
Brescia, Paideia, 1973.
118
Das dramastisebe Kirchenverstdndnis bei Ignatius von Loyola (Zürich-Einsiedeln-Kólñ,
Benziger Verlag, 1970).
1 , 9
Véase Introducción a une lecture, en Constituthns de la Compagnie de jésus II (París,
Desclée, 1967: Christus 24).
120
¿Conversión al mundo? (México, 1972: Renovación 3).
121
París, Seuil, 1971 (Col. Tel quel).
122
Ignacio di Loyola (Milano, Rusconi, 1986).
121
San Ignacio de Loyola. Panoramas de su vida (Madrid, Razón y Fe, 1967): II. La misión
de su vida (Madrid, Razón y Fe, 1984), y Espiritualidad ignaciana (Madrid 1987).
124
Priére et action. Etude de spiritualité ignatienne (París, Desclée, 1966: Christus 21).
125
S. Paolo e la vocatrione ignaciana: Rivista di ascética e mística 14 (1969) 331-344; Los
Ejercicios Espirituales, ¿son el alma de las Constituciones?: MANR 48 (1976) 129-140.
126
San Ignacio, hombre de la Iglesia: Ephemerides Carmeliticae 17 (1966) 284-304.
127
Con su edición de la Vita Ignatii Loyolae de Pedro de Ribadeneira (Roma, IHSI,
1965: MHSI 93), de Le esortasrioni del P. Laíne^ sull«Examen Constitutionum»: AHSI 35
/. Historiografía ignaciana 41
128 129
J . ITURRIOZ y el q u e aquí e s c r i b e , con otros q u e aún
trabajan cada vez m á s en el m i s m o c a m p o de estudios.
P o d r í a m o s afirmar q u e se ha señalado con m á s decisión al
discernimiento como p u n t o clave de su personalidad y de la
espiritualidad fomentada p o r él. Se h a tratado d e profundizar y
delimitar m á s específicamente los parámetros de su discerni-
130
miento espiritual con los trabajos de GRANERO , PENNING DE
1 3 1 122 133 134
VRIES , DUMEIGE , GOUVERNAIRE , DE JUANES y To-
135
NER . Se ha atendido, cada v e z con m á s interés, a su sentido
de Iglesia y d e la v i d a espiritual, con estudios notables como los
136 137 138 139
de FESSARD , GRANERO , LEDRUS , J . C . DHOTEL , MEN-
140 141
DIZÁBAL , MARTÍNEZ G A L D E A N O , etc. Hoy es visto San
I g n a c i o , sobre todo, c o m o el g r a n p r o m o t o r de experiencia
espiritual, el h o m b r e del discernimiento en su g o b i e r n o y en su
orientación espiritual.
Entre tanto, a l g u n a s tesis doctorales h a n ilustrado varia-
dos aspectos de su personalidad y de su actividad: la relación
1 4 2
con los r e y e s , el de sus instrucciones a los e n v i a d o s en mi-
1 4 3
s i ó n , el de la importancia de su concepto d e g l o r i a del
1 4 4
m u n d o y g l o r i a de D i o s , el de « b u s c a r y hallar a Dios en
145
todas las c o s a s » . E s de subrayar el h a l l a z g o y transcripción
1 6
de Colkctanea Po/anci * , q u e permite indicar con m á s precisión
(1966) 132-185; v el art. 77 processo sulla ortodossia di S. Ignacio e dri suoi compagni si'oltosi a
Roma nel 1538: ÁHSI 38 (1969) 431-453, en colaboración con M. DEL PIAZZO.
128
El peregrino de París a Roma y Primer año de San Ignacio en Roma: MANR 60 (1988)
21-43 y 343-366.
1 2 9
M. Ruiz JURADO, LOS potos de Montmartre. Historia y espiritualidad: CIS 16 (1985/2)
y Orígenes del noviciado en la Compañía de Jesús (Roma, IHSI, 1980: Bibliotheca Instituti
Historici S. I. 42).
3 0
' Los imperativos de la espiritualidad ignaciana: MANR 47 (1975) 195-212.
131
Discernimiento. Dinámica existencial de la doctrina y del espíritu de S. Ignacio de Loyola
(Bilbao, Mensajero, 1967: Espiritualidad ignaciana 7).
1 3 2
Le rote de l'Esprit et de la hiérarchie aans la vocation apostolique de S. lgnace de Loyola:
CIS 4 (1973) 97-123.
133
Quand Dieu entre a l'improviste (París, Desclée, 1980: Christus 50).
134
La elección ignaciana en el segundo y tercer tiempo (Roma, CIS, 1980).
135
A commentary on Saint Ignatius' Rutes for tbe Discernment of Spirits (St. Louis 1982).
136
La dialectique des Exercises Spirituels II (París, Aubier, 1966: Théologie 66).
137
Sentir con la Iglesia: MANR 47 (1975) 291-310.
138
Discernimento ed ele^ione (Roma, Curia delta Provincia d'Italia S. I., 1986).
139
Actualiser les Regles d'lgnace?: Christus 34 (1987) 355-368.
, 4 0
Reglas ignacianas sobre el sentido verdadero en la Iglesia (Madrid, CETE, 1982) p.193-
223.
141
Intento práctico de adaptación de las Reglas para sentir con la Iglesia: MANR 59 (1987)
99-102.
1 4 2
J . A . BORGES FLORES, Ignacio de Loyola y los Reyes, 2 vols. (Dissert. doctoral en la
PUG) (Roma 1973).
1 4 3
D. SPANU, Inviati in missione. Le istru^ioni date da S. Ignacio (Roma, CIS, 1979).
1 4 4
H. DIDIER, Gloire de Dieu el glorie du monde chez Saint lgnace de Loyola. Thése á ia
Faculté de Lettres de la Sorbonne, París 1970.
1 4 5
R. MEJÍA SALDARRIAGA, La dinámica de la integración espiritual (Roma, CIS, 1980).
1 4 0
ALOYSIUS HSU, Texts of Collectanea Potanci: «Regulae alíarum religionum» Polanco
Notae Autographae, 1973 Arch. PUG (Roma, PUG, 1970-1971) (dissert. doctor.).
42 Introducción general
1 4 7
Brugues-Paris-Montréal, Desclée-Bellarmin, 1968: Essais pour notrc temps 4.
1 4 8
Tesis doctoral en la Universidad de Lovaina (Louvain-la-Neuve 1984).
1 4 5
he sens des Exercices spirituels: Lettres du Bas-Caitada 20 (Montréal Í966) 6-46;
Conocimiento de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio (Santander, Sal Terrae, 1987), trad.
del original Connaissance des Exercices Spirituels de Saint lgnace (Montréal, Bellarmin, 1981).
1 5 0
La composición de las Constituciones de la Compañía de jesús: AHS1 42 (1973) 201-245;
Iniciación al estudio de las Constituciones (Roma, CIS, 1979). Imagen ignaciana del jesuíta en los
escritos de Polanco (Roma, CIS, 1975: Subsidia 9). Notas para un estudio de ta Fórmula del
Instituto (Roma, CIS, 1981). Ea misión, centro focal de las Constituciones ignacianas, en
Ejercicios-Constituciones. Unidad vital (Bilbao, Mensajero, 1975). Sobre los comentarios a las
diversas partes, véase la bibliografía de las Constituciones en este mismo volumen.
151
In Armut predigen (Würzburg, Echter, 1972: Studien zur Theologie des geistlichen
Lebens 6).
1 5 2
Ea obediencia religiosa ignaciana (Barcelona, Subirana, 1963).
153
Dos lineas de obediencia en la Compañía de Jesús: MANR 43 (1971) 59-78.
354
El modo perfecto de obedecer según San Ignacio (Bérríz, Angeles de las Misiones, 1967:
col. Ruach 2).
/. Historiografía ignaciana 43
155
Un chemin vers Dieu. Les Constitutions de la Compagnie de jésus (Paris, Nouvelle Cité,
1989).
356
«Insuper promitto». Los fotos solemnes peculiares de ¡as Ordenes católicas (Roma, C1S,
1975). Trad. del original alemán publicado en Roma, 1966: Analecta Gregoriana 153.
157
Le quatriéme voeu de la Compagnie (Roma, C1S, 1978).
1 5 8
En To Believe is to Exist (Denville, N. Y., 1986) c.22.
1 5 9
JOHN C. FUTRELL, The mystical Vocabulary of Ignatius in the Diario, en Dossier
«Constitutiones» A (Roma, CIS, 1972) p.143-183; M . Ruiz JURADO, En torno a la gracia de
acatamiento amoroso: MANR 35 (1963) 145-154; J . MUNITIZ, en Iñigo: Discernment Log-
Book. The Spiritual Diary of Saint Ignatius Loyola (London, Iñigo Enterprises, 1988: Iñigo
Texts Series 2).
loo Varios de ellos recogidos en Los años juveniles de Iñigo de Loyola (Valladoíid, Caja de
Ahorros Popular, 1981); y la obra en colaboración, Ignacio de Loyola en Castilla. Juventud-
Formación-Espiritualidad (Valladoíid, Caja de Ahorros Popular, 1989). Otros se citarán
más adelante.
161
M. Ruiz JURADO, Noticias inéditas sobre la casa profesa de Roma en tiempos de San
Ignacio: AHSI 53 (1984) 283-311.
44 Introducción general
1 6 2
La tercera ed. corregida es de Madrid 1986 (BAC popular 22). Tiene ya traduccio-
nes en las lenguas más conocidas de Occidente, y aun en croato, esloveno, polaco.
1 6 3
Madrid, Cristiandad, 1986.
•« Madrid 1986 (BAC maior 28).
II. Cronología de San Ignacio 45
1491
1505
1506(?)
1515
1517
1518
1520
1521
105
* Sobre la herida de San Ignacio v la rendición de Pamplona aporra nuevos datos
el articulo fundamental de Lu'is FERNÁNDEZ MARTÍN, Iñigo Lópe% de Loyola y el proceso
iontra Miguel de Herrera, alcalde de la fortaleza de Pamplona: Príncipe de Viana 140-141
(1975) 471-534.
II. Cronología de San Ignacio 47
1522
1523
166 Q
u e s a Ignacio fue por Zuasti y Larraun consta por el testimonio del mismo que
n
le llevó. Esteban de Zuasti (RECONDO, Principe de Viana 22 [1961] 5-10). No sabemos por
dónde continuó después. Arocena propone como más probable la continuación Betelu-
Lizarza (Boletín de la R.S. Vasc. de Amigos del País 17 [1961] 436-437). En este caso, lo
obvio es que hubiera continuado por Arribas, Atallo, Alzo, Vidania, Régil. Tiene la
dificultad de que no se ve cómo en este caso pudo pasar por Anzuola, punto en donde,
según declaró en el proceso de 1595 don Juan de Ozaeta, descansó unos días en este viaje
(LETURIA, Estadios ignacianos II 82). Pero ofrece tales dificultades el paso por Anzuola,
que creemos que hay una confusión del testigo sobre la ocasión de la visita y que la visita
la efectuó el Santo en otra circunstancia. Con todo, siempre queda la posibilidad de que,
por razón de seguridad, tomara algún camino más escondido y pasara por el de la sierra
de Aralar a Echegárate y Oñate.
48 Introducción general
1524
1525
1526
1527
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1529
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1550
1551
1552
1553
1554
1555
1556
Enero 11.—Ignacio, en todo el resto del mes, se siente mal, con casi
continuos dolores de estómago y fiebre.
Febrero 8.—Desde hace varios meses no puede celebrar. Comulga cada
ocho días.
Febrero 12.—La iglesia de la Compañía ha quedado muy renovada.
Febrero 25.—Todavía no están del todo acabadas las Constituciones y
Reglas. Por eso no pueden ser enviadas.
Mayo 25.—Desde este día hasta su muerte anda solícito con la erección
II. Cronología de San Ignacio 59
1595
Se instituyen los procesos ordinarios por la beatificación.
1605-1606
Procesos remisoriales apostólicos.
1609
Diciembre 3.—Beatificación por Paulo V.
1622
Mar^p 12.—Solemne canonización por Gregorio XV.
1922
1 7 2
Sobre los escritos que señaló con los nn.4, 6-10 y más abajo 11-13 véase la
introducción correspondiente a cada una de dichas obras.
1 7 3
La Deliberación de tos primeros padres, en MHSI, Const. I 1-7 y la Fórmala del
instituto, en MHSI, Const. I 14-21.
62 Introducción general
Tan sólo clamos unas pocas notas que nos han parecido necesarias
o muy convenientes para la inteligencia del mismo texto en algu
nos pasajes de más dificultad.
No se han conservado todos los escritos con la misma pureza,
ni todos provienen de San Ignacio en el m i s m o g r a d o . Por ello
no se puede dar una m i s m a n o r m a de trascripción inflexible q u e
se aplique por i g u a l a todos. En las introducciones particulares
correspondientes explicamos el criterio que h e m o s adoptado en
cada m o m e n t o .
En general podemos decir que cuanto el escrito es más de San
Ignacio en su redacción externa y última y cuanto su conservación
actual es más pura, nuestra transcripción es más rigurosa.
El Diario espiritual, autógrafo del Santo, lo hemos reproducido
tal cual salió de sus manos. Hemos querido incluir en cuanto era
posible aun las mismas expresiones tachadas, pero de modo que se
aprecie que se trata de palabras o frases eliminadas por el Santo,
usando de los artificios tipográficos que indicamos en su lugar.
Las Constituciones y los Ejercicios se han publicado ya en edicio
nes manuales con una transcripción que se puede considerar estabi
lizada y que se ha hecho ordinaria. Nos ha parecido que debíamos
nosotros seguirla, tanto más cuanto que en sus líneas fundamenta
les sigue nuestro criterio: conservar las formas típicas de San
Ignacio y dar una lectura fácil.
Las cartas son las peor conservadas. De no pocas de ellas hay
varias copias, que no sólo difieren en la ortografía, sino aun en las
construcciones sintácticas de las palabras y en otras menudencias
gramaticales. Es muy difícil, a través de esa pluralidad discordante
176
de códices rehacer el primitivo texto ortográfico . En general nos
atenemos al texto de Monumenta Ignatiana, pero a veces elegimos
otras formas que creemos tienen tanta probabilidad por lo menos
de haberlas usado San Ignacio y resultan mucho más claras.
Nunca cambiamos nada del texto primitivo. La única moderni
zación que admitimos es la ortografía. Podrán de este modo los
lectores de la B. A. C. gustar los escritos de San Ignacio en su
límpida tersura lo más cercana posible al mismo original.
El R . P. C. de Dalmases, director del Instituto Histórico, no
sólo preparó la edición de la Autobiografía, sino q u e revisó el
resto de la obra. A él se deben no pocos datos bibliográficos.
IGNACIO IPARRAGUIRRE, S. I.
y MANUEL RUIZ JURADO, S. I.
1 7 6
Hablamos, se sobrentiende, del texto filológicamente considerado, no del tenor
del escrito, que se nos ha conservado, fuera de algún caso raro, con gran fijeza.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
i. BIBLIOGRAFÍAS MODERNAS
II. BIOGRAFÍAS
Las vidas de los siglos pasados las ordenamos por años; las del
siglo actual, por orden alfabético de autores. En la introducción
66 Introducción general
SIGLO XVI
SIGLO XVII
SIGLO xvín
SIGLO XIX
SIGLO XX
En Castellano:
En portugués:
a
BRAUN, ALVINO, Santo Inácio de Loyola 3 . ed. (Petrópolis, Río de
Janeiro-Sao Paulo, Ed. Vozes, 1956).
MARIZ, Luis G., Inácio de Loyola (Río de Janeiro, Ed. Santa María
1955).
En alemán:
BOEHMER, HEINRICH, Studien £»r gerschichte der Gesellschaft Jesu, I Band,
Loyola (Bonn 1914). Reediciones en 1941 y 1951. En 1957 reedita-
do por Kurt Dietrich Schmidt el texto original íntegro, que en la
segunda edición se había acortado.
BÓMINGHAUS, E., Fiir Kirche und Papstum (Paderborn 1922).
VON DUNIN BORKOWSKI, Ignatius von Loyola (Hildesheim 1931).
HUONDER, ANTÓN, Ignatius von Loyola. Beitráge t(u seinem Charakterbild.
Herausgegeben von BALTHASAR WILHELM (Kóln 1932). Tr. italia-
a
na bajo el título: Ignacio di Loyola: Studio del carattere ( 2 . ed. La
Civiltá Catt. Roma 1953).
IMHOF, PAUL, Ignatius von Loyola, crónica histórico-biográfíca, con
ensayo de KARL RAHNER, 52 fotografías de HELMUTH NILS LOÓSE,
y 42 grabados de la Vita lgnatii de 1609 (Freiburg im Breisgau,
Herder, 1978). Ha sido traducido a diversas lenguas.
a
KIRCH, K., Ignatius von Loyola (Dusseldorf 1926). Tr. italiana ( 2 . ed.,
La Civiltá Catt., Roma 1953).
— bielden des Christentums. Ignatius von Loyola und Fran^ Xaver (Pader-
born 1931).
70 Introducción general
KOLB, VÍCTOR, Das Leben des hl. Ignatius von Loyola. Unter Benützung
der neuesten Quellen von VÍCTOR KOLB nach dessen Tod veroffen-
tlicht von Franz Hatheyer (Friburgo 1931). La edición hecha por
KOLB en Regensburg 1920. Tr. al inglés (St. Louis 1932).
WEBER, E., Der hl. Ignatius von Loyola (Wiesbaden 1924).
En francés:
AMOUDRU, BERNARD, lgnace de Loyola, maittre d'héroisme (Paris 1939).
BERNOVILLE, GAETAN, S. lgnace de Loyola (Marsella 1929). Incorporado
después como primer capítulo de su obra Les Jésuites (Paris 1934).
Traducción al español de JOSÉ G. DE ARTAMENDI (1935).
DHÓTEL, JEAN-CLAUDE, Qui es-tu lgnace de Loyola? (Toulouse 1973).
Breve semblanza histórica, muy traducida a las más diversas len-
guas.
a
DUDON, PAUL, S. lgnace de Loyola, 1 1 . ed. (Paris 1934). Traducción
a
castellana de la 3 . ed. francesa por el P. JOAQUÍN CARDOSO (MÉXI-
CO 1945).
a
JOLY, HENRI, S. lgnace de Loyola, 1 1 . ed. (Paris 1925) ( = Les Saints).
RAVIER, ANDRÉ, Les Chroniques saint lgnace de Loyola (Paris, Nouvelle
Librairie de France, 1973).
— lgnace de Loyola fonde la Compagnie de Jésus (Paris, Desclée de Brou-
wer, 1973. Collection Christus n.36).
En inglés:
BRODRICK, JAMES, Saint Ignatius Loyola. The Pilgrim Years (London,
Burns and Oates, 1956). Tr. francesa (Paris, Spes, 1956); española
(Madrid, Espasa-Calpe, 1956).
HARVEY, ROBERT, Ignatius Loyola. A general in the Church militant (Mil-
waukee 1936).
HOLLIS, CHRISTOPHER, Saint Ignatius (London 1933). Tr. española
(Buenos Aires 1946), italiana (Milano, Longanesi, 1948), holande-
sa (Haarlem, Antwerpen, J . H. Gottmer, 1949).
MARTINDALE, CYRYL, In Cod's Army: Commanders-in Chief (London
1921). Tr. francés (Paris, Lethielleux, 1930); italiano (Brescia,
Morcelliana, 1932).
PURCELL, MARYS, The First Jesuit. St. Ignatius Loyola (Dublín, M. H.
Gilí and Son, 1956). Nueva edición: Chicago, Loyola University
Press, 1981.
THOMPSON, FRANCIS, St. Ignatius Loyola (Londres 1910, Dublín-Lon-
dres 1951; edición a cargo de John H. Pollen, S. J . , Londres
1962). tr. al alemán (Kempten, J . Kósel, 1912); holandés (Leiden,
H. J . Dieben, 1915-1928).
III. OBRAS
P. C A N D I D O D E D A L M A S E S , S. I.
INTRODUCCIÓN
1
El P. Luis Goncalves da Cámara (nacido alrededor de 1519, muerto en 1575) entró
en la Compañía de Jesús, en Lisboa, el 27 de abril de 1545. Llegó a Roma el 23 de mayo
de 1553, donde recibió el cargo de Ministro de la casa, y permaneció hasta el 23 de
octubre de 1555, en que salió para Portugal. Después de la muerte de San Ignacio volvió
de nuevo a Roma en 1558 para asistir a la primera Congregación General, en la cual fue
elegido asistente de Portugal. En 1559 tuvo que regresar a su patria a instancias de la
Corte para encargarse de la formación del rey don Sebastián.
2
«Y dictaba paseando, como siempre había dictado antes». Cámara en su prólogo,
n.5*, véase p.99. La palabra dictar no tiene el sentido que ahora le damos, como puede
verse por lo que el mismo P. Cámara nos dice en su prólogo, n.3*, acerca del modo como
fue compuesta la Autobiografía. En otras ocasiones emplea otras palabras: «me empezó a
decir toda su vida» (n.2*), «el modo que el Padre tiene de narrar» (n.3*). Véase Fontes narr.
I 324.
3
Así, el P. Nadal en el título autógrafo que puso a su copia: Acta P. lgnatii ut primum
scripsit P. Ludovicus Condales excipiens ex ore tpsius Patris (Fontes narr. I 354); Ribadeneira:
«lo que se escribió casi por boca de nuestro Padre» (MHSI, Epp, Nadal III 540).
4
Los Bolandistas, siguiendo a Nadal, le pusieron el título Acta antiquissima. Sobre
esta y las demás ediciones que vamos a enumerar, véase al fin de esta introducción, donde
presentamos la lista de todas las que conocemos. El título de Acta Patris lgnatii, puesto
por Nadal, nos parece el más autorizado para citar la obra en latín, como se ha hecho en
las dos ediciones publicadas por Monumenta Histórica S. I.
5
The testament of Ignatius Loyola, edición inglesa por S. M. Rix.
6
Die Bekenntnisse des Ignatius von Loyola. Traducción alemana por H. Bóhmer.
7
Lebenserinnerungen des bl. Ignatius von Loyola. Traducción alemana por el P. Alfredo
Feder. Le dan también el nombre de Memorias (Pameti) el P. Jaroslav Ovecka en su
traducción en lengua checa, y el P. Andrés Gyenis en la traducción húngara (Visszaemlé-
kézesei). Con el nombre de Memorias es citada frecuentemente por el P. Pedro de Leturia,
2
por ejemplo, en El gentilhombre Iñigo Lópe% de Loyola p.306.
8
Le récit du pélerin. Traducción francesa por el P. Eugéne Thibaut, S.I., primera
edición de 1922. Véase, con todo, la nota siguiente. Lo ha conservado también el P. A.
Thiry en su tercera edición, enteramente refundida, de 1956. Der Bericht des Pilgers es el
título de la nueva traducción alemana del P. B. Schneider, también de 1956. Un título
parecido: Las aventuras del peregrino (De Lotgevallen van den Xwerver), lleva la traducción
holandesa por J . J . P. Creighton.
76 Autobiografía
1 4
Editada por primera vez, y según dos antiguas copias, en MHSI, Scripta de S.
Ignatio I 98-129.129-152, ha sido nuevamente publicada en Fontes narr. I 54-145, tomando
por base un manuscrito más autorizado descubierto por los editores. Además del texto
castellano, se presenta una traducción latina antigua inédita.
15
Sumario de las cosas más notables que a la institución y progreso de la Compañía de Jesús
tocan. Primera edición en Fontes narr. I 146-256. Este Sumario tiene por objeto dar a
conocer el origen y primer desarrollo de la Compañía hasta 1542; de San Ignacio
pretende decir el autor «no todas, sino algunas de las cosas más necesarias al propuesto
diseño» {Fontes narr. I 153). A pesar de esto, este Sumario es la narración antigua que nos
da más noticias acerca de la familia y la juventud de Iñigo.
16
Breve sommario dell' origine et progresso de la Compagnia di Gesu sin altanno 1548. Otra
redacción posterior varía las últimas palabras del título: insino alt anno 1551. Lo publica-
mos por vez primera según esta doble redacción en Fontes narr. I 256-298.
1 7
«... me mandó [el P. Nadal] que importunase al Padre, diciéndome muchas veces
que en ninguna cosa podía el Padre hacer más bien a la Compañía que en hacer esto, y
que esto era fundar verdaderamente la Compañía» (prólogo del P. Cámara, n.4* p.98). En
su Diario espiritual escribirá más tarde: «Scribat Ignatius vitam suam, qua re nihil potest
' nunc utilius nobis et Societati faceré. Eius aliquam partem postea scripsit per P. Lodovi-
cum Goncalves» (MHSI, Epp. Nadal IV 692; Fontes narr. II 7*).
1 8
Es ésta una idea en la que insiste repetidamente el P. Nadal. Véanse, por ejemplo,
las pláticas tenidas en el Colegio Romano en 1557 {Fontes narr. II 3-10). Sobre este tema,
v. ib. p.6*-7*, 2, 163, 178, 179, 203, 250, 260, 279, 423, 428; NICOLAU, Jerónimo Nadal. Sus
obras y doctrinas espirituales p.148-151, Pláticas espirituales... en Coimbra, p.46-84.
78 Autobiografía
2 5
Véase más adelante, p.119-120.
2 6
En el n.23 la Autobiografía dice: «siendo pasados muchos meses que le atormenta-
ban» [los escrúpulos], los cuales precedieron a la ilustración. De la carta del P. Laínez,
n.10, y del Sumario del P. Polanco, n.18, se deduce que habían pasado por lo menos
cuatro meses antes de la eximia ilustración. Véase Fontes narr. I 80.160.
27
Fontes narr. II 152 n.Jll].
2 8
Véase lo que sobre esto expusimos en Fontes narr. II p.66 nota 14, y p.152 nota 22;
Fontes narr. I 328-329.
80 Autobiografía
3 3
Fontes narr. I 345.
3 4
Prólogo del P. Cámara, n.3*. Sobre el modo de narrar propio de San Ignacio
véanse las palabras del mismo P. Cámara en el Memorial n.99: «Acordarme he...; 2.°, que
las cosas no las orna con palabras, sino con las mismas cosas, con contar tantas circuns-
tancias y tan eficaces que cuasi por la fuerza persuaden; 3.°, que su narración es simple,
clara y distinta; y tiene tanta memoria de las cosas y aun de las palabras importantes, que
cuenta una cosa que pasó diez, quince y más años, omnino como pasó, que la pone
delante de los ojos. Y plática larga sobre cosas de importancia la cuenta palabra por
palabra» {Fontes narr. I 586; véase el aparato crítico).
3 5
Prólogo, n.3* p.98.
3
' Ib.
3 7
N.99.
3 8
Pláticas de Coimbra, n.[37j. Fontes narr. II 158.
82 Autobiografía
4 2
MHSI, Epp. Nadal III 540.
84 Autobiografía
4 3
Pueden verse expuestas las diferentes opiniones por las que pasó Polanco en Fontes
narr. II p.512 nota 5. También Ribadeneira mudó varias veces de parecer, como puede
2
verse en Fontes narr. I 20*: IV 78 .
4 4
Fontes narr. II 231.
4 5
Otras supuestas equivocaciones tienen aún más fácil explicación. Si en el n.95 se
pone Venecia en lugar de Vicenza, es por un manifiesto error de uno de los copistas. A
nadie extrañará que en el n.73 dude San Ignacio si se dirigió a París en 1527 o en 1528. El
P. Beltrán de Heredia, O.P., niega que en 1526 pudiese San Ignacio estudiar las Súmulas
de Domingo Soto, que no fueron publicadas hasta 1529 (véase n.57); pero San Ignacio
pudo utilizar los apuntes copiados a mano de dicha obra, ya que Soto empezó a enseñar
a
Súmulas en Alcalá desde 1520. El P. Anselmo M. Albareda, en su obra Sant Ignasi a
Montserrat, ha encontrado dificultad en el n.18 sobre la partida del Santo de Montserrat y
bajada a Manresa. Le contestó, entre otros, el P. Arturo Codina, Sant Ignasi a Montserrat:
Archivum Historicum Societatis Iesu, 7 (1938) 105-117.257-267. Sobre los supuestos
errores de la Autobiografía véase Fontes narr. I 325-327; V. LARRAÑAGA, Obras completas de
San Ignacio vol.l p. 44-62.
Introducción del P. Dalmases 85
* * *
4 6
Prólogo, n.3*.
47
Fontes narr. I 343-344.
« Ib., p.331-332.
4 9
Un estudio minucioso de estas añadiduras puede verse ib., p.336-341.
5 0
La descripción completa de todas ellas puede verse ib-, p.331-337.
86 Autobiografía
* * *
Hoy puede p a r e c e m o s inexplicable el hecho de q u e la Auto-
biografía no haya sido publicada hasta el siglo x v n i , y aun
entonces según la traducción del P. Du Coudret, y q u e en su
texto o r i g i n a l no haya visto la luz hasta q u e en 1904 la dieron a
conocer los editores de Monumenta Histórica Societatis Iesu. En
los principios de la C o m p a ñ í a h u b o a l g u n a dificultad en que se
difundiese el mismo texto de la Autobiografía. C u a n d o San
Francisco de Borja en 1566 e n c a r g ó oficialmente al P. R i b a d e -
neira q u e escribiese la Vida de San Ignacio, m a n d ó que se reco-
giesen todos los ejemplares existentes del relato ignaciano, y
54
aun prohibió q u e se leyese y p r o p a g a s e . L a razón q u e daba
R i b a d e n e i r a de esta prohibición era que, « s i e n d o cosa imperfec-
ta [en el sentido latino de inacabada o f r a g m e n t a r i a ] , no convie-
55
ne q u e estorbe la fe de lo q u e más c u m p l i d a m e n t e se e s c r i b e » .
No fue fácil persuadir a todos del fundamento de esta orden,
q u e a l g u n o s a t r i b u y e r o n a Ribadeneira, el cual necesitó excusar-
se de esta sospecha. En realidad, el g r a n interés demostrado por
R i b a d e n e i r a en q u e se cumpliese la orden del P. General nos
persuade de q u e la intención de San Francisco de Borja era
favorecer al primer biógrafo oficial por él escogido, d a n d o a su
obra la m a y o r autoridad. En ella se contenía toda la sustancia
51
Su nombre se escribe de varias maneras: du Coudrey, du Codret, du Coudray, du
Coudret; en latín, Codretus; en italiano, Codreto o Coudreto. Nosotros, en tanta diversi-
dad, escogemos la forma du Coudret, adoptada por el historiador de la Asistencia de
2
Francia, P. Fouqueray, Histoire de la Compagnie de Jésus en France vol.l p.103 . Nacido en
1525 en Sallanches, pueblo de Alta Saboya, entró en la Compañía en 1546. Enviado a
Sicilia en 1548, volvió a Roma en 1558. En 1561 regresó a Francia. Murió en Avignon en
1599. Sobre él puede verse J . M. PRAT. Wecherches historiques et critiques sur la Compagnie de
Jésus en France vol.l p.436-442; FOUQUERAY, l.c.
5 2
Sobre estos procesos puede verse C. DE DALMASES, Una copia auténtica desconocida de
los procesos remisoriales para la canonización de San Ignacio hechos en España: Analecta Sacra
Tarraconense, 15 (1942) 129-170.
53
Fontes narr. I 335.
54
MHSI, Epp. Nadal III 402, 518.
5 5
Ib., p.490; cf. Font. narr. IV 7-8.
Introducción del P. Dalmases 87
56
Fontes narr. I 346-347.
57
Ib., I p.348; III 821-823.
s 8
Fontes narr. I 348.
88 Autobiografía
5 9
El P. Larrañaga en su edición de la Autobiografía, publicada en Obras completas de
San Ignacio vol.l, nos dice que reproduce también la edición de Fontes narr., pero
permitiéndose introducir algunos cambios (p.98). Acaso el más notable sea el del núme-
ro 87, en que vuelve a la lectura «preti» o clérigos, en lugar de la lectura «predetti»
introducida en Fontes narr. En nuestro artículo Notas ignacianas: I. Una lectura controvertida
de la Autobiografía: <(preti» o «predetti».(F.studios Eclesiásticos, 24 [1950] 91-97) creemos
Introducción del P. Dalmases 89
haber defendido la lectura «predetti» contra las dificultades que le opone el erudito
editor. Aceptamos el cambio del P. Larrañaga en la puntuación de un pasaje difícil del
n.89. El método adoptado en la transcripción de las notas marginales de Cámara,
incorporando unas en el texto entre asteriscos y relegando otras a las notas, nos parece
menos conforme con el carácter de estas añadiduras.
BIBLIOGRAFÍA
EDICIONES DE LA «AUTOBIOGRAFÍA»
Latín:
Acta antiquíssima a P. Ludovico Consalvo, S.I., ex ore Sancti excepta et a
P. Hannibale Codretto, eiusdem S.I., in Latinum conversa: Acta Sancto-
rum Iulii, t.7 p.634-654.
Acta quaedam P. N. lgnatii de Loyola primarii secundum Deum institutoris
Societatis Iesu a Ludovico Consalvo ex eiusdem ore Sancti excepta. Pari-
siis typis Julii Le Clerc et S o c , 1873 [ = Selecta Bibliotheca
Ignatiana. I].—Cuidó de esta edición el P. Elesbán de Guilhermy
(cf. SOMMERVOGEL, Bibliothéque t.2 col. 1264).
Español:
San Ignacio de Loyola. Autobiografía y Constitución canónica de la Compañía
de Jesús. Edición y traducción en parte del latín y del italiano, con
a
introducciones y notas de JOSÉ M . MARCH, sacerdote de la misma
Compañía (Barcelona 1929) [ = Biblioteca Manual sobre la Com-
pañía de Jesús. Serie primera: Textos, I].
Autobiografía. Transcripción del P. Luís GONZÁLEZ DE CÁMARA (Bue-
nos Aires, Ed. Cultural, 1943).
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espiritual. Introducción y comentarios del R. P. VICTORIANO LA-
RRAÑAGA, S.I. (Madrid, BAC, 1947).
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Lebenserinnerungen des hl. Ignatius von Loyola. Nach dem spanisch-italie-
nischen Urtext übertragen, eingeleitet und mit Anmerkungen ver-
sehen von ALFRED FEDER, S.I. Mit einem Titelbild (Regensburg
1922).
Der Bericht des Pilgers. Übersetzt und erláutert von BURKHART SCHNEI-
DER, S.I. (Verlag Herder, Freiburg [1956]. Segunda ed. 1963).
Tercera ed. 1977.
Árabe:
Yaumiyat-al-sa'ih <ala turuq-al-rabb (Minia, Egipto 1980) por el
P. JEAN FAURE.
Introducción del P. Dalmases 91
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grad, Mladost, 1987).
Checo:
Pameti svatého lgnace ^ Lqyoly %akladatele tovarysstva je^ísova prelo^il,
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Gonzalés de Cámara. Premiére traduction fracaise. EUGÉNE THI-
BAUT, S.I. (Louvain 1922).—Segunda edición en 1924: Museum
Lesianum, Section Ascétique et Mystique, n . l 5 .
Le Récit du Pélerin, autobiographie de Saint lgnace de Loyola, troisié-
me édition entiérement refondue par A. THIRY, S.I. (Louvain,
Desclée de Brouwer, 1956). Ed. reciente (Namur 1989) suprime la
introd. y reduce las notas.
Autobiographie. Trad., introd. et notes par ALAIN GUILLERMOU (París,
Seuil, 1982). Reimpresión de la ed. de 1962.
lgnace de Loyola. Récit écrit par le Pére Louis Goncalves aussitót qu'il l'eut
recueilli de la bouche méme du Pére lgnace... Trad. par ANTOINE LAU-
RAS, Introd., notes et index par J.-C. DHÓTEL (Paris, Desclée,
1988. Christus 65).
Holandés:
De Lotgevallen van den Zwerver door P. Louis GONZALES, S.I. Neder-
landsche vertailing uit het latijn van JAN J . P. CREYGHTON met
een voorwoord van Dr. L. DE JONGE, S.I. 's-Hertogenbosch.
(Imprimatur, 1937.)
Het verhaal van de pelgrim. Ignatius van Loyola. Autobiografie (Nijmegen,
B. Gottmer, y Brugge, Emmaüs, 1977), por CHRISTOF VAN BUIJ-
TENEN.
Húngaro:
Loyolai S^ent Ignác viss^aemléke\esi. Fordidotta: ANDRÁS GYENIS, S.I.
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92 Autobiografía
Inglés:
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The Testament of Ignatius Layóla. Translated by E. M. Rix. With Prefa-
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St Ignatius' own story as told to Luis González de Cámara. Tr. WILLIAM J .
YOUNG, S.I. (Chicago, Regnery, 1 9 5 6 ; nueva edición «With a
sampling of his Letters». Chicago, Loyola University Press, 1 9 6 8 ) .
The Autobiography of St. Ignatius Loyola with Kelated Documents. Tr. de
J . F. O'CALLAGHAN, introducción y notas de J . C. COLÍN (New
York, Harper and Row, 1 9 7 4 ) .
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PARMANANDARI DIVARKAR (Roma, P.U.G., 1 9 8 3 ) .
A Pilgrim's Journey. The Autobiography of Ignatius of Loyola. Introd.,
Translat. and Comment. by JOSEPH N. TYLENDA (Wilmington
Delaware, M. Glazier, 1 9 8 5 ) .
Iñigo: Original Testament. The Autobiography of St. Ignatius Loyola. Trans-
lated by WILLIAM YEOMANS. With introd. by WILLIAM HEWETT
(London, Iñigo Enterprises, 1 9 8 5 . Iñigo Text Series 1 ) .
Italiano:
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fía. Prefazione di Giovanni Papini. Cronología e bibliografía (Fi-
renze 1 9 2 8 ) . Librería Editrice Fiorentina [ = I libri della fede,
vol.35].
Autobiografía e Diario spiritua/e. Traducción de F. GUERELLO, introduc-
ción y notas de G. RAMBALDI (Firenze, Librería Editrice Fiorenti-
na, 1 9 5 9 ) .
// racconto del pellegrino. Autobiografía di sant 'Ignacio di Loyola. A cura di
ROBERTO CALASSO (Milano, Adelphi, 1 9 6 7 ) .
Autobiografía. Storia di una voca^ione e di una missione. Trad. e note di
G. BISOL-G. CASOLARI (Milano, San Fedele, 1 9 8 6 , Gesuiti: Biogra-
fíe e documenti 1 ) .
Ignacio di Loyola. Racconto di un pellegrino. Introduzione, trad. e note a
cura di GIUSEPPE DE GENNARO (Roma, Cittá Nuova, 1 9 8 8 . Spiri-
tualitá nei secoli 3 5 ) .
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nybrane. Komentar^e vol.l p. 1 6 3 - 2 6 5 (Kraków, Wydawnictwo
Apostolstwa Modlitwy, 1 9 6 8 ) .
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1 9 8 1 ) , por JARL EKMAN y HERMÁN SEILER.
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Pravat kong Nang Boon Inasio (lao doi tan Nan Boon aeng) (Krung Thap
[ = Bangkok], Chab Ras Kan Pim, 2 5 2 3 [ = 1 9 8 0 ] ) .
Introducción del P. Dalmases 93
E S T U D I O S
Árabe:
Yaumiyat-al-sa' ih <ala turuq-al-rabb (Minia, Egipto 1980), por el P.
JEAN FAURE.
Chino:
Sheng I-na-chüe Lao-yao-la t^u-shu hsiao-chuan (Taichung, Kuangchi Press,
1976), por JOSEPH T. Hou.
Finlandés:
Pyhiinvaeltajan kertomus (Helsinki, Kirjanelió, 1979). Traducción y no-
tas por SEPPO A. TEINONEN.
AUTOBIOGRAFÍA
1
PROLOGO DEL P. NADAL
Pide a San Ignacio que exponga a sus hijos la manera con que Dios le
rigió desde el principio de su conversión. Después de mucho rogarle,
lo consigue.
1
Traducimos del latín este prólogo que Nadal escribió en fecha incierta, entre 1561 y
1567. El original latino puede verse en Fontes narr. I 354-363, al pie de las páginas.
2
La Compañía de Jesús fue confirmada oficialmente por Paulo III el 27 de septiem-
bre de 1540: el libro de los Ejercicios espirituales fue aprobado por el mismo Papa el 31 de
julio de 1548; del 1547 al 1550 escribió San Ignacio las Constituciones de la Compañía.
3
Parece que debió decir 1552, porque durante todo el año 1551 permaneció Nadal en
Sicilia, de donde no volvió a Roma hasta el 5 de enero de 1552.
96 Autobiografía
4
Poncio Cogordan, francés, procurador de la casa.
5
Año 1553. Véase la nota 2. Después de hacer la profesión en Roma el 25 de marzo
de 1552, volvió Nadal a ser enviado a Sicilia. En enero de 1553 fue llamado otra vez a
Roma, desde donde, en abril, salió para España y Portugal para promulgar las Constitu-
ciones y visitar aquellas provincias de la Compañía.
6
En este punto se equivoca Nadal, puesto que en 1553 comenzó San Ignacio a dictar
sus memorias. Véase el Prólogo del P. Cámara, n.l*, 3*.
7
Sobre el P. Luis Goncalves da Cámara véase la introducción a la Autobiografía p.75
nota 1.
8
Tuvo ésta lugar en 1558.
' Sobre el P. Aníbal du Coudret véase la misma introducción, p.86 nota 51.
PROLOGO DEL P. L U I S GONCALVES
D A C Á M A R A
1
Esta parte de la antigua casa de Roma parece que se llamaba del Duque por haberla
habitado el duque de Gandía, San Francisco de Borja, cuando en 1550-1551 estuvo en
Roma con ocasión del jubileo del Año Santo. Aunque el Santo había hecho ya la solemne
profesión religiosa el 1 de febrero de 1548, todavía no había hecho pública su entrada en
la Compañía.
2
Véase más abajo, p . l l l n.36.
3
El P. Juan Alfonso de Polanco, natural de Burgos, entró en la Compañía en 1541.
A principios de 1547 fue nombrado secretario de la Compañía, cargo que desempeñó
durante los generalatos de San Ignacio, del P. Diego Laínez y de San Francisco de Borja,
hasta 1573. Murió en Roma en 1576.
98 Autobiografía
4
En el texto, n.10, se dice que algunas cosas fueron escritas en agosto. Probable-
15
mente la narración empezó a fines de este mes. Cf. Fontes narr. I 328 374.
5
Dónde se hizo esta primera interrupción, no consta con certeza. Puede asegurarse,
con todo, que tuvo que ser antes del n.30. Véase lo que sobre este punto dijimos en la
introducción a la Autobiografía p.71.
Prólogo del P. Cámara 99
6
La insistencia de Nadal en pedir a San Ignacio la relación de los hechos de su vida
proviene de un principio por él repetidas veces inculcado, y es que la Compañía tiene a
San Ignacio no sólo como autor escogido por Dios, sino como modelo al cual tiene que
imitar. Este principio lo repite, entre otros pasajes, en las pláticas pronunciadas ante los
padres y hermanos del Colegio Romano el año 1557, publicadas en Fontes narr. II 1-10.
Véanse también los otros pasajes citados en la nota 18 de la introducción a la Autobiogra-
fía p.77.
7
Se trata de la fundación del Colegio Romano con rentas fijas, deseada por Julio III
y frustrada con la muerte de este Papa (23 de marzo de 1555). Cf. MI, Epp. VIII 664;
Chron. V 12ss; Fontes narr. I 58* 606-661; RIBADENEIRA, De Actis n.37; Fontes narr. II 341-
343; Vida 1.5 c.9.
8
Trata de la misión de Etiopía, a la que fueron enviados los primeros misioneros a
fines de 1554 o principios de 1555. Véase Fontes narr. 1 361 nota 11.
9
Marcelo II (Marcelo Cervini) fue elegido el 9 de abril de 1555 y murió el 30 de
aquel mismo mes.
1 0
Paulo IV (Juan Pedro Carafa), cuya elevación al sumo pontificado tuvo lugar el 23
de mayo de 1555.
11
La llamada Forre Rossa, que se anexionó a la casa de la Compañía, fue comprada el
5 de diciembre de 1553. Cf. Fontes narr. II 484 y los pasajes allí citados; Fontes narr. III
179.767.768.
12
Los manuscritos castellanos que actualmente se conservan terminan todos en este
punto, dejando cortada la frase. El P. Ignacio Pien, que por los años 1730 y 1731 estuvo
en Roma recogiendo documentos sobre San Ignacio para su hermano Juan, bolandista,
tuvo en sus manos un manuscrito castellano, hoy día perdido, que contenía íntegro en
dicha lengua el prólogo del P. Cámara. Cf. Fontes narr. I 348. A falta del texto original,
traducimos del latín lo que queda hasta el fin del prólogo.
100 Autobiografía
C A P I T U L O I
1
1. Hasta los veintiséis años de su e d a d fue h o m b r e d a d o a
las v a n i d a d e s del m u n d o , y principalmente se deleitaba en ejer-
13 a
La regla 2. de la modestia, tal como estaba redactada en tiempo de San Ignacio,
decía así: «Los ojos se tengan commúnmente baxos, sin alearlos mucho, ni girarlos
mucho a una parte y otra; y hablando con alguno, special si es persona de respecto, no se
ternán fixos en su rostro, antes baxos, commúnmente» (MI, Kegulae Societatis lesa [1540-
1556] p.518). Aunque las reglas de la modestia no fueron promulgadas solemnemente
hasta el año 1555, puede decirse que ya antes estaban en vigor. Véase ib., p.514.
14
Del n.99 se desprende que el último coloquio de San Ignacio con el P. Cámara
tuvo lugar el 20 de octubre.
15
La parte de la Autobiografía que el P. Cámara dictó en italiano se extiende desde
empezado el n.79 hasta el final de la obra. Dicho padre y el P. Nadal salieron de Roma el
23 de octubre de 1555, el primero enviado a Portugal y el segundo a España. Aquel
mismo día salía para Flandes el joven Pedro de Ribadeneira para agenciar la admisión
de la Compañía en aquel país. Véase fontes narr. I, Chronoiogia p.59*: MI, Epp. X 38. El
P. Cámara volvió a Roma, ya muerto San Ignacio, en 1558, para asistir a la Congregación
general primera, en la que salió elegido asistente de Portugal. Véase el prólogo del P.
Nadal, n.4*.
1
Sobre la dificultad que crea este pasaje para fijar el año en que nació San Ignacio,
\ éase lo que dijimos en la Introducción (p.82-83).
Capitulo 1 101
6
El sentido que tiene aquí esta palabra parece ser el primero que da Covarrubias en
su Tesoro de la lengua castellana o española (ed. de Madrid 1611): «Mote vale tanto como
sentencia dicha con gracia y pocas palabras. El griego le llama ánótpOeyítOt, el francés,
mot; de donde nosotros decimos mote. Algunas veces significa dicho agudo y malicioso,
que en latín llamamos dicterium, v de aquí se formó el verbo motejar, que es poner falta en
alguno.»
7
Cuál fue la dama de los pensamientos de Iñigo convaleciente, no se ha podido
descubrir con certeza. Las hipótesis hasta hoy propuestas se reducen a estas tres principa-
a a
les: 1 . , D. Germana de Foix, sobrina de Luis XII de Francia y segunda esposa de
a
Fernando el Católico, muerto en 1516; 2. , Catalina, hermana de Carlos V, nacida en
a
1507, que en 1525 casó con D. Juan III, rey de Portugal; 3. , Leonor, hermana mayor del
emperador y de Catalina, esposa que fue sucesivamente de Manuel, rey de Portugal, y de
Francisco I de Francia. Las tres hipótesis presentan serias dificultades. Germana de Foix
V Leonor de Habsburgo estaban casadas en el tiempo de los ensueños de Iñigo; Catalina
no pasaba por entonces de los catorce o quince años. Como San Ignacio guardó en este
punto absoluta reserva, será difícil dilucidarlo.
8
«Término desusado para significar tregua, espacio» (Diccionario de la lengua española,
por la Real Academia Española, ed. 1970).
106 Autobiografía
9
Las experiencias de Loyola le sirvieron para cuando más adelante escribió en los
Ejercidos las Reglas de discreción de espíritus, la primera de las cuales, n.[314], dice así:
«La primera regla: en las personas que van de peccado mortal en peccado mortal, acostum-
bra comúnmente el enemigo proponerles placeres aparentes, haciendo imaginar delecta-
ciones y placeres sensuales, por más los conservar y aumentar en sus vicios y peccados, en
las quales personas el buen spíritu usa contrario modo, punzándoles las consciencias por
el sindérese de la razón.»
1 0
De este pasaje se desprende que San Ignacio empezó a dictar su Autobiografía en
agosto y no en septiembre, como por equivocación escribió el P. Cámara en su prólogo.
Véase p.98 nota 4.
Capítulo 1 107
11
Entre otros autógrafos de San Ignacio, como son algunas cartas y su voto para la
elección de general en 1541, nos quedan de su mano algunas enmiendas puestas en el
manuscrito de los Ejercicios, que por eso se llama autógrafo, aun cuando esté escrito por un
copista, y en un ejemplar manuscrito de las Constituciones de la Compañía, en el que
también existen correcciones de mano del Santo.
12
Semejantes luces y consolaciones siguió experimentando hasta el fin de su vida, y
aún hoy se muestra en las «camerette di S. Ignacio», o aposentos que ocupó en Roma, un
balcón desde el cual contemplaba el cielo y prorrumpía en aquella exclamación que
comúnmente se le atribuye: «Cuan vil y baja me parece la tierra cuando miro al cielo».
13
Trátase de la cartuja de Santa María de las Cuevas, situada en las afueras de Sevilla,
hoy día desaparecida.
14
Era ésta la cartuja de Miraflores.
108 Autobiografía
15
partirse, y dijo a su hermano: — S e ñ o r , el d u q u e de N á j e r a ,
como sabéis, ya sabe q u e estoy bueno. Será bueno q u e v a y a a
16
N a v a r r e t e (estaba entonces allí el du-
Sospechaba el hermano q ) . El h e r m a n o le llevó a una camera
u e
C A P I T U L O I I
1
13. Y así, c a b a l g a n d o en una m u í a , otro h e r m a n o s u y o
q u i s o ir con él hasta Oñate, al cual persuadió en el c a m i n o q u e
2
quisiesen tener una v i g i l i a en nuestra Señora de A r á n z a z u ;
1 5
Antonio Manrique de Lara, duque de Nájera desde 1515 y virrey de Navarra desde
1516 hasta 1521, en cuyo servicio había estado San Ignacio hasta su herida en Pamplona.
Murió el 13 de diciembre de 1535. Sobre él puede verse L. SALAZAR Y CASTRO, Historia
genealógica de la Casa de Lara II p.170 y 175.
1 6
Navarrete es un pueblo situado cerca de Logroño, entre esta ciudad y Nájera.
1 7
No consta con certeza cuándo salió Ignacio de su casa paterna, pero puede
conjeturarse que fue a finales de febrero de 1522. Cf. Fontes narr. I. Chronohgia p.28*.
1
Era, según parece, Pero López de Loyola, sacerdote, quien en 1515 había sido
procesado con San Ignacio, y a partir de 1518, aproximadamente, fue rector de la iglesia
1
de San Sebastián de Soreasu, en Azpeitia. Cf. LETURIA, El gentilhombre p.238.
2
Los manuscritos de la Autobiografía leen Arancuz. Es Aránzazu un santuario dedica-
do a la Santísima Virgen cerca de Oñate. Sobre este santuario puede verse principalmente
JOSÉ ADRIÁN DE LIZARRALDE, O.F.M., Historia de la Virgen j del santuario de Arán^a^u
(Editorial «Aránzazu», Oñate 1950). Acerca de la vigilia de San Ignacio en este santuario
merecen recordarse las palabras del mismo Santo en carta a San Francisco de Borja a 20
de agosto de 1554: «Y de mí os puedo decir que tengo particular causa para la desear;
porque cuando Dios N. S. me hizo merced para que yo hiciese alguna mutación de mi
vida, me acuerdo haber recibido algún provecho en mi ánima velando en el cuerpo de
aquella iglesia de noche» (MI, Epp. VII 422; Fontes narr. I p.380 nota 2). Es probable que
Capítulo 2 109
7
Probablemente recordó San Ignacio el acto de armar caballero del primogénito de
Amadis de Gaula y de Oriana, tal como se describe en el libro de Amadís de Gaula p.4
c.52: véase la edición de Pascual de Gayangos en la Biblioteca de Autores Españoles,
1
vol.40 p.400. Cf. LETURIA, El gentilhombre p.256-259.
8
Era D . Juan Chanon, francés, confesor de los peregrinos que acudían a Montserrat.
Véase un elogio de él en MI, Scripta II 439-488; consúltese también ALBAREDA, Sant
Ignati a Montserrat (Montserrat 1935) 27, 56-59.
9
La muía sirvió durante mucho tiempo en el monasterio. Así lo atestigua el P. Araoz
en su juicio sobre la Vida de San Ignacio compuesta por Ribadeneira: «La muía duró
muchos años en Montserrat» (MI, Scripta de S. Ignatio I 725). La espada y el puñal fueron
suspendidos de la reja del altar de la Virgen. Cf. MI, Scripta II 385. Después de algún
tiempo fueron retirados de allí, de modo que a principios del siglo XVII, cuando se
hicieron los procesos remisoriales en orden a la canonización de San Ignacio, se ignoraba
su paradero, como consta por una carta del P. Pedro Gil, postulador de la causa, escrita
hacia 1607 al P. Gabriel Alvarez: «La espada y daga y cinta y talabarte no se sabe, ni
jamás se ha sabido, dónde están» (MI, Scripta de S. Ignatio II 835 nota 1). El mismo P.
Gabriel Alvarez, en su Historia de ta Provincia de Aragón (inédita), cuyo prólogo está
firmado en 12 de marzo de 1607, y en el capítulo 2, confirma la desaparición de la espada.
Véase la nota antes citada de MI, Scripta II. Poco antes de 1674 fue entregada al colegio
de la Compañía en Barcelona una espada que se decía ser la de San Ignacio. Véase A A.
SS. lulii VII p.791 n.90; Fontes narr. III 603-604; JUAN CREIXELL, S.I., La espada de San
Ignacio de Loyola ofrendada a la Virgen de Montserrat (25 de mar%o de 1522) (Barcelona 1931);
F. SOLA, La reliquia de la espada de San Ignacio: Espíritu (Barcelona 1956) 96-99.
112 Autobiografía
C A P I T U L O I I I
1
Esta misma aparición tuvo, entre otras ocasiones, después de la eximía ilustración,
cuando se dirigió a la cruz del Tort; véase más abajo, n.31. El P. Polanco nos la explica
con más detalles y hace notar que al fin se dio cuenta Ignacio de que todo aquello
provenía del demonio: «En este mismo tiempo se le solía aparecer una serpiente de
mucho resplandor con 7 ó 8 ojos, y esto cada día sin faltar ninguno, dos, tres, cinco, seis
veces, y consolábase con su presencia, y desconsolábase cuando se le iba; y esta aparición
le duró hasta el tiempo que estuvo en París y aun en Roma, aunque él no explica el
secreto della» (Sumario; Fontes narr. I p.160). Y después de expuesta la eximia ilustración
añade Polanco en el mismo Sumario: «Vio encima della [de la cruz del Ton] la sierpe que
ordinariamente solía mostrársele, y fue certificado que era el demonio» (ib., p.161).
114 Autobiografía
2
Los diez meses largos de permanencia de San Ignacio en Manresa se pueden dividir
en tres períodos: el primero, de paz, viviendo «en un mesmo estado interior con una
grande igualdad y alegría»; el segundo, de escrúpulos y luchas; el tercero, de grandes
ilustraciones y dones interiores.
3
Parece tratarse de la iglesia de los dominicos o de la Seo.
4
No nos ha sido posible identificar a esta piadosa mujer, la cual es mencionada otra
vez en el n.37.
Capítulo 3 115
5
Es la primera vez que aparece el uso de la confesión y comunión frecuente, de la
cual se hará en adelante San Ignacio ferviente promotor. Véase el índice de materias de
los tomos de Fontes narr., en los que se señalan muchos pasajes sobre esta materia.
6
El «doctor de la Seo» con quien el Santo se confesó fue probablemente un confesor
ocasional a quien el Santo acudió en aquel período de oscuridad y lucha. Por entonces se
hospedaba en el convento de los dominicos, uno de los cuales, el P. Gal<-"rán Perelló, era
a
el confesor del Santo. Véase J . M. COLL, San Ignacio de Loyola y el coi.....' ... janto
Domingo, de Manresa; Analecta Sacra Tarraconensia, 29 (1956) 313-343; Fontes narr. III
198.
116 Autobiografía
7
Puede referirse al ejemplo que trae el Tíos Sanctorum leído por San Ignacio en
Loyola: San Andrés apóstol ayunó cinco días para conseguir de Dios el perdón para un
viejo llamado Nicolás, que había vivido en pecado sesenta años. Véase Fontes narr. I 397
nota 12, y II p.115.238; III 359.
a
El original dice en latín: «quasi vero».
0
Aquí, y poco más adelante, el original emplea el latino etiam.
Capítulo í 117
"* Como hemos indicado en la introducción, p.79, probablemente tuvo lugar aquí la
primera interrupción en el relato autobiográfico.
11
El P. Laínez dice que, «con ser hombre simple y no saber sino leer y escrebir en
romance, se puso a escrebir della [la Santísima Trinidad] un libro» (MI, Fontes narr. I 82).
El mejor testimonio de la devoción de San Ignacio a la Santísima Trinidad es su Diario
espiritual, que publicamos en este mismo volumen.
118 Autobiografía
21
de F a r i a ; y allí era curado con mucha diligencia; y por la
devoción q u e ya tenían con él m u c h a s señoras principales, le
22
venían a velar de n o c h e . Y rehaciéndose desta enfermedad,
q u e d ó todavía m u y debilitado y con frecuente dolor de estóma-
g o . Y así por estas causas, c o m o por ser el i n v i e r n o m u y frío,
le hicieron q u e se vistiese y calzase y cubriese la cabeza; y así le
hicieron tomar dos ropillas pardillas de paño m u y g r u e s o y un
bonete de lo m i s m o , c o m o media g o r r a . Y a este tiempo había
muchos días q u e él era m u y á v i d o de platicar de cosas espiritua-
les, y de hallar personas q u e fuesen capaces dellas. Ibase alle-
g a n d o el t i e m p o q u e él tenía pensado para partirse para J e r u s a -
2 3
lén .
35. Y así, al principio del año de 23, se partió para Barce-
24
lona para e m b a r c a r s e . Y a u n q u e se le ofrecían a l g u n a s compa-
ñías, no q u i s o ir sino solo; q u e toda su cosa era tener a solo
Dios por refugio. Y así un día a unos q u e le m u c h o instaban,
p o r q u e no sabía l e n g u a italiana ni latina, para que tomase una
compañía, diciéndole cuánto le a y u d a r í a , y loándosela m u c h o ,
él dijo q u e , a u n q u e fuese hijo o h e r m a n o del d u q u e de Cardo-
2 5
n a , no iría en su compañía; p o r q u e él deseaba tener tres
virtudes: caridad y fe y esperanza; y l l e v a n d o un c o m p a ñ e r o ,
cuando tuviese h a m b r e esperaría a y u d a de él; y c u a n d o cayese,
le a y u d a r í a a levantar; y así también se confiara del y le t e m í a
afición por estos respectos; y q u e esta confianza y afición y
esperanza la q u e r í a tener en solo Dios. Y esto q u e decía desta
manera, lo sentía así en su corazón. Y con estos pensamientos él
tenía deseos de embarcarse, no solamente solo, mas sin n i n g u n a
provisión. Y e m p e z a n d o a n e g o c i a r la embarcación, alcanzó del
maestro de la nave q u e le llevase de balde, pues q u e no tenía
dineros, mas con tal condición, q u e había de meter en la n a v e
a l g ú n biscocho para mantenerse, y q u e de otra manera de
n i n g ú n m o d o del m u n d o le recibirían.
36. El cual biscocho queriendo negociar, le vinieron g r a n -
des escrúpulos: — ¿ E s t a es la esperanza y la fe q u e tú tenías en
21
Véase la nota anterior.
2 2
Las piadosas señoras que más favorecieron a San Ignacio en Manresa fueron Inés
Pascual, Angela Amigant, Micaela Canyelles, Inés Clavera, Brianda Paguera.
2 5
Es curioso que San ignacio no habla de la composición de Jos Ejercicios en esta su
narración de lo que le sucedió en Manresa. Esta omisión la suplió al final de su relato
autobiográfico (véase n.99) respondiendo rápidamente a una pregunta del P. Cámara.
2 4
Como ya anotamos anteriormente (nota 11), parece que salió de Manresa el 17 ó 18
16
de febrero de 1523. Cf. Fontes narr. I 8 1 .
2 5
Todos los textos castellanos, con manifiesto error, leen Carmona. La familia de
Cardona pertenecía a la más ilustre nobleza de Cataluña. Una hermana del duque de
Cardona estaba casada con Antonio Manrique de Lara, a quien había servido San
Ignacio. Cf. SALAZAR Y CASTRO, Historia genealógica de la casa de Lara II p.176.
122 Autobiografía
2 6
Véase el prólogo del P. Luis Goncalves da Cámara, n.l* p.97.
2 7
N.21.
Capítulo 4 123
C A P I T U L O I V
1
El P. Tacchi Venturi sostiene con fundamento que se trata de la condesa Beatriz
Appiani, esposa de Vespasiano Colonna, señora de Fondi, Según esto, fue Fondi la
ciudad a la que llegó San Ignacio. Storia della Compagnia di Gesú in Italia II parte prima
(2.» ed., 1950) p.40.
2
Moneda antigua de poco valor; la palabra se usa aún hoy día en Italia para
significar, en lenguaje familiar, dinero.
3
En 1523, el Domingo de Ramos fue el día 29 de marzo.
4
Recayó aquel año la Pascua en el día 5 de abril, de donde se deduce que Ignacio
salió de Roma para Venecia el 13 ó 14 de dicho mes. El permiso para ir a Jerusalén,
otorgado por Adriano VI a San Ignacio, se conserva en el Archivo Vaticano y lleva por
fecha el 31 de marzo de 1523, es decir, dos días después de la llegada del Santo a Roma.
En él es llamado: «Enecus de Loyola, clericus pampilonensis diócesis». El texto ha sido
publicado por los PP. Leturia y Batllori en Arebivum Historicum Soc. Iesu 25 (1956) 26.
También en MI, Fontes documentales n.64.
5
Chioggia en italiano, ciudad distante 30 km. de Venecia, en la extremidad sur de la
laguna.
I
Capítulo 4 125
« N.29,4».
7
Dormía San Ignacio en la plaza de San Marcos bajo los pórticos que reciben el
nombre de Procurarte vecchie. No lejos de allí estaba el palacio del senador Marco Antonio
Trevisán (hoy palacio «Blanco Cappello»), el cual, según afirma una antiquísima tradi-
ción, no pudo descansar hasta que, saliendo a la plaza, encontró a San Ignacio y le invitó
a dormir en su casa. Véase Fontes narr. II 433 y 536; III 374; RIBADENEIRA, Vida 1.1 c.10;
Font. narr. IV 152.
8
Era éste Alonso Sánchez.
9
No hemos podido descubrir hasta ahora el nombre de este español que caritativa-
mente atendió a San Ignacio en Venecia. Más adelante, n.50, nos dirá San Ignacio que a
la vuelta de Jerusalén «le halló uno de aquellos dos que le habían acogido en su casa antes
que partiese para Jerusalén». Ya sabemos (v. nota 7) que uno de los dos fue el senador
Marco Antonio Trevisán.
1 0
Era dux de Venecia Andrea Gritti (1455-1538). Había sido elegido para aquella
dignidad el 10 de mayo de 1523, es decir, unos cuatro días antes de la llegada de San
Ignacio a Venecia. Véase Fontes narr. I p.29* nota 43.
11
El texto dice en latín: «id est».
126 Autobiografía
audiencia. El d u q u e , c o m o o y ó al p e r e g r i n o , m a n d ó q u e le
diesen embarcación en la n a v e de los g o b e r n a d o r e s q u e iban a
12
Cipro .
A u n q u e aquel año eran venidos m u c h o s p e r e g r i n o s a J e r u -
salén, los más dellos eran vueltos a sus tierras por el n u e v o caso
1 3
q u e había acaescido de la tomada de R o d a s . T o d a v í a había
14
trece en la n a v e p e l e g r i n a , q u e partió p r i m e r o , y ocho o n u e v e
15
q u e d a b a n para la de los g o b e r n a d o r e s ; la cual estando para
partirse, le viene al nuestro p e r e g r i n o una g r a v e enfermedad de
calenturas; y después de haberle tratado mal a l g u n o s días, le
dejaron, y la n a v e se partía el día q u e él había t o m a d o una
p u r g a . P r e g u n t a r o n los de casa al médico si podría embarcarse
para J e r u s a l é n , y el médico dijo q u e , para allá ser sepultado,
bien se podría embarcar; mas él se e m b a r c ó y partió aquel día; y
v o m i t ó tanto, que se h a l l ó m u y ligero y fue del todo comenzan-
do a sanar. En esta n a v e se hacían a l g u n a s suciedades y torpezas
manifiestas, las cuales él reprehendía con severidad.
44. L o s españoles q u e allí iban le avisaban n o lo hiciese,
p o r q u e trataban los de la n a v e de dejarlo en a l g u n a ínsula. M a s
quiso nuestro Señor q u e l l e g a r o n presto a C i p r o , adonde, deja-
da aquella n a v e , se fueron por tierra a otro puerto q u e se dice
16
Las S a l i n a s , q u e estaba diez leguas de allí, y entraron en la
n a v e p e l e g r i n a , en la cual tampoco n o metió más para su
m a n t e n i m i e n t o q u e la esperanza q u e llevaba en Dios, c o m o
1 2
Sobre el viaje de San Ignacio desde Venecia a Palestina nos suministran abundan-
tes datos dos diarios escritos por otros tantos compañeros de San Ignacio en aquella
peregrinación. Uno fue Peter Füssli, ciudadano de Zurich, de oficio fundidor de campa-
nas, por el cual sabemos los nombres de otros tres compañeros; el capitán Hünegg, de
Mellingen; el conciudadano de Füssli, Heinri Ziegler, y el tirolés Conrado Bernhard. La
relación de Füssli, escrita en alemán antiguo, ha sido publicada, aparte de otras ediciones,
por Bóhmer, en su obra Studien %ur Gesellschaft jesu, 1 Band: Loyola (edición de 1914). En
las dos posteriores ediciones de la obra de Bóhmer, cuidadas por Hans Leube, en 1941 y
1951, el interesante texto de Füssli ha sido omitido. El mismo Bóhmer, p.4 de sus Texten,
en la mencionada obra, nos da cuenta del otro diario compuesto por el estrasburgués
Felipe Hagen, publicado por LUDWIG CONRADY, Vier rheinische Palaestina-Pilgerschriften
(Wiesbaden 1882). Los datos más importantes que se encuentran en el diario de Füssli
pueden verse resumidos en Fontes narr. I 420-422.428-429. El mismo San Ignacio escribió
desde Jerusalén a sus amigos de Barcelona una relación de su viaje a Palestina, la cual vio
el P. Ribadeneira, como él mismo nos lo atestigua. Desgraciadamente, este documento
precioso se ha perdido. Véase Fontes narr. I 1-4.
1 5
Rodas había sido tomada por los turcos el año anterior, el 12 de diciembre de 1522.
14
Esta era la nave más pequeña, en la cual se embarcaron 13 peregrinos, entre ellos
Felipe Hagen. Zarpó de Venecia el 29 de junio.
16
Era más grande y se llamaba Negrona. Pertenecía a Benedetto Ragazzoni. En ella
hizo su viaje San Ignacio con otros peregrinos, ocho en total, entre ellos Peter Füssli,
autor del diario de que hemos hablado en la nota 12. Los españoles eran cuatro: San
Ignacio, un sacerdote cuyo nombre nos es desconocido, el comendador de la Orden de
San Juan, Diego Manes, y un criado suyo. Iba también en ella el nuevo gobernador de
Chipre, Niccoló Dolfin. En Chipre, como nos dice poco después San Ignacio, dejada la
nave Negrona, los peregrinos se juntaron con los de la nave «peregrina».
l ú
Hoy Lárnaca.
Capítulo 4 127
1 7
La puntuación de este pasaje no es la misma en todos los códices. Ninguna carece
de dificultades. Seguimos la del texto N, que se debe considerar, en general, como el
mejor de los manuscritos, y por eso se ha tomado como básico en la edición crítica de la
Autobiografía en Fontes narrativi I. Este texto, como en general los otros, dan a entender
que estas apariciones de Jesús a San Ignacio tuvieron lugar después de la partida de
Chipre. El texto Ve (Roma, Biblioteca Vittorio Emanuele, mss. gesuit. 1372) pone punto
después de «se le representaba», con lo cual no se fija el tiempo y lugar de estas
apariciones. El P. Larrañaga ha escogido esta lectura y puntuación (Obras completas de San
Ignacio I p.218). A nuestro modo de ver, la puntuación del texto Ve presenta una gran
dificultad, y es que, según ella, la frase «y esto se le representaba» parece estar de más.
1 8
No consta quién era por entonces el guardián del convento de Montesión. Este
cargo duraba un trienio y daba al que lo tenía jurisdicción sobre los demás conventos
franciscanos de Tierra Santa. El 23 de mayo de 1523, durante el Capítulo general
celebrado en Burgos, fue nombrado para aquel cargo Ángel Tassi de Ferrara, de la
provincia observante de Bolonia: pero es cierto que no se puso en camino hasta mayo de
1524. Zenobio Masi de Florencia, de la provincia observante de Toscana, elegido en 1517
v confirmado en 1518, duró en el cargo hasta 1520. De 1520 a 1523 tuvo que haber otro,
cuyo nombre ignoramos, elegido seguramente en el Capítulo general de 1521. Tomamos
estos datos de A . ARCE, O.F.M., Iñigo de Loyola en Jerusalén {1523). Nuevos datos: Tierra
Santa, 32 (Jerusalén 1957) 197-209.
128 Autobiografía
C A P I T U L O V
1
49. Partieron el otro d í a y l l e g a d o s a Cipro, los pelegri-
nos se apartaron en diversas n a v e s . Había en el puerto tres o
cuatro naves para Venecia. Una de turcos, y otra era un n a v i o
muy p e q u e ñ o , y la tercera era una nave m u y rica y poderosa de
2
un h o m b r e rico v e n e c i a n o . Al patrón desta pidieron a l g u n o s
pelegrinos quisiese llevar el p e l e g r i n o ; mas él, como supo q u e
2 1
Así eran llamados los cristianos sirios que servían en el convento de Montesión,
sin duda por el ceñidor con que sujetaban su hábito a la cintura.
1 El 23 de septiembre de 1523.
2
Jerónimo Contarini. Por el diario de Füssli conocemos los nombres de otras dos
naves grandes, una llamada Malipiera y otra Maran. En la Malipiera lograron embarcarse
Peter Füssíi y sus compañeros, no así San Ignacio, totalmente desprovisto de recursos
con que pagar el pasaje. No sabemos qué nombre tenía ni quién era el patrón del «navio
muy pequeño» en el que logró ser admitido. Cf. Fontes narr. I 428 nota 1.
130 Autobiografía
7
Estaban en guerra el emperador Carlos V y el rey de Francia Francisco I, que se
disputaban el ducado de Milán. San Ignacio hizo este viaje en febrero de 1524. Un año
más tarde se decidió aquella guerra en la batalla de Pavía, en la cual Francisco I fue hecho
prisionero y trasladado a Madrid.
132 Autobiografía
C A P I T U L O V I
1
54. L l e g a d o a B a r c e l o n a c o m u n i c ó su inclinación de estu-
2 3
diar con Guisabel R o s c e r , y con un maestro A r d é v o l , q u e
8
Su verdadero nombre era Rodrigo Portuondo, «general de las galeras de España»
(Ribadeneira). En 1524 protegió la vuelta de la escuadra imperial desde Marsella a
Genova. Murió en 1529, en lucha contra los corsarios, junto a la isla de Formentera.
Cf. Fontes narr. II 435*.
9
San Ignacio sirvió en la casa de Juan Velázquez de Cuéllar, contador mayor (o
ministro de Hacienda) del Rey Católico. En un sentido lato se podía decir, según esto,
que estuvo al servicio del Rey Católico. Como escribe el P. Fidel Fita: «el Contador
Mayor, en razón a su oficio, solía estar al lado de los Reyes, y dondequiera que éstos
iban, tenía señalada casa o alojamiento» (Boletín de la Real Academia de la Historia 17
[1890] 498 nota 4).
10
Andrea Doria (1466-1560), genovés, en 1522 siguió a Francisco I; después de la
derrota de éste en Pavía el año 1525, pasó al servicio del papa Clemente VII; finalmente,
en 1528 se pasó definitivamente a la parte de Carlos V y de España.
1
Poco más abajo, en el n.57, nos dirá San Ignacio que llegó a Barcelona «el año 24,
en la cuaresma» (9 febrero-27 marzo). Habiendo llegado a Venecia «mediado enero del
año 24» (cf. n.50), y habiendo recorrido a pie el largo trayecto de Venecia a Genova, y
después por mar la travesía hasta Barcelona, podemos conjeturar que llegó a esta última
ciudad en la segunda quincena de febrero o a principios de marzo.
2
Léase Roser. Su nombre se escribe también Roses y Rosell. Nosotros nos atenemos
a la forma empleada por el mismo San Ignacio —Roser— en carta autógrafa a Jaime
Cassador, 12 de febrero de 1536, publicada en MI, Epp. 1 93-99. Conoció a San Ignacio
ya en 1523, durante la primera permanencia de San Ignacio en Barcelona. En esta ciudad
fue su gran bienhechora durante todo el tiempo de sus estudios y siguió siéndolo cuando
el Santo se trasladó a París. En 1543 fue a Roma con otras dos compañeras y en 1545
logró su deseo de hacer la profesión solemne en la Compañía; pero, por varias dificulta-
Capítulo 6 133
des que después surgieron, consiguió San Ignacio que fuera dispensada de ella y que la
Compañía quedase en adelante libre del cargo de mujeres sujetas a su obediencia. Isabel
Roser regresó en 1547 a Barcelona, donde profesó como franciscana en el convento de
Santa María de Jerusalén, en el que piadosamente murió.
3
Jerónimo Ardévol (y no Ardébalo, como escribe el P. Ribadeneira. Vida 1.1 c.13),
siendo bachiller, regentó la cátedra de gramática en el Estudio General de Barcelona
durante el curso 1525-1526, cuando San Ignacio fue alumno de aquel Estudio, como
creemos haber probado en nuestro artículo Eos estudios de San Ignacio en Barcelona (1524-
1526): Archivum Historicum Societatis Iesu, 10 (1941) 283-293. Dijimos en aquel lugar
que antes del curso 1525-1526, probablemente el maestro Ardévol fue repetidor o
profesor especial de San Ignacio, cargo que existía en dicho Estudio conforme a los
estatutos de 1508. Según esto, pudo Ardévol ayudar al Santo en sus estudios ya en
seguida después de la llegada de éste a Barcelona. Véase también M. BATLLORI, Vuit segles
de cultura catalana a Europa p.85-100; J . M. MADURELL-C. DALMASES, Jeroni Ardévol,
maestro de San Ignacio y la enseñanza de las Humanidades en Barcelona de 1508 a 1544: AHSI 37
(1968) 370-407.
4
Tratábase sin duda de un monje cisterciense del monasterio de San Pablo, monaste-
8
rio sobre el cual hicimos alguna indicación en una nota al n.30. Véase JOSÉ M. MARCH,
¿Quién j de dónde era el monje manresano amigo de San Ignacio?: Estudios Eclesiásticos, 4
(1925) 185-193.
s
Santa María del Mar, el gran templo gótico de Barcelona, situado en las cercanías
del puerto, cuya construcción fue terminada el año 1383.
134 Autobiografía
6
Ya en Barcelona se juntaron a San Ignacio Calixto de Sa, Lope de Cáceres y Juan de
Arteaga. Véase POLANCO, Sumario de las cosas más notables, en Fontes narr. I 170 notas
8.9.10. Sobre Calixto de Sa añádase lo que decimos en la nota 16 al capítulo 8 de la
Autobiografía. De allí se deduce que nació en 1506 ó 1507.
7
Llamábase este nuevo hospital de Nuestra Señora de la Misericordia, o también por el
nombre de su fundador, de Anteyana. No consta con certeza quién era, en tiempo de San
Ignacio, el director de este hospital. Los antiguos biógrafos no mencionan su nombre. El
P. Cristóbal de Castro, en la hiscoria manuscrita del Colegio de la Compañía de Jesús en
Alcalá, dice que era Lope de Deza. En cambio, el P. Fita dice haber visto un manuscrito
dei hospital titulado Cuenta de los priostes del cabildo de este hospital de Nuestra Señora de la
Misericordia desde el 23 de enero de 1516 hasta febrero de 1533... y que en él consta como
«prioste» en 1526 un tal Juan Vázquez. Puede verse la cita del P. Fita en Boletín de la Real
Academia de la Historia (Madrid), 33 (1898) 529.
8
No consta con toda seguridad cuánto tiempo duró la estancia de San Ignacio en
Alcalá. Si estuvo dos años en Barcelona (cf. n.56), parece debió de llegar a Alcalá hacia
fines de marzo de 1526. Por otra parte, como la sentencia del último proceso que allí se
hizo sobre su conducta le fue comunicada el día 1.° de junio de 1527, y a los veinte días
de su salida de la cárcel partió de Alcalá (POLANCO, Sumario n.40, Fontes narr. I 175),
resulta que su estancia en esta ciudad se prolongaría desde fines de marzo de 1526 hasta
alrededor del 20 de junio de 1527; de modo que no llegaría al año y medio. Por otra
parte, la esposa del hospitalero del hospital de Antezana, interrogada en proceso el 19 de
noviembre de 1526, «dijo que el Iñigo y Calixto podrá haber cuatro meses que están
aquí» (MI, Scripta I p.604); según lo cual habría que colocar la llegada de Ignacio en el
mes de julio, y entonces su estancia en Alcalá no pasaría mucho de los onces meses. La
declaración de la testigo del proceso de Alcalá podría confirmarse con el hecho de que en
Barcelona los cursos del Estudio General, donde creemos que San Ignacio estudió, termi-
naban en julio (cf. C. DALMASES, Arch'wum Historicum S.I., 10 [1941] 289), y parece raro
que San Ignacio interrumpiese el curso, saliendo de Barcelona en marzo.
Capítulo 6 135
9
dos años, el a ñ o de 26 l l e g ó Alcalá, y estudió términos de S o t o ,
] 0 11
y física de A l b e r t o , y el M a e s t r o de las S e n t e n c i a s . Y estan-
do en Alcalá se ejercitaba en dar ejercicios espirituales y en
declarar la doctrina cristiana; y con esto se hacía fruto, a gloria
de Dios. Y muchas personas h u b o que vinieron en harta noticia
y g u s t o de cosas espirituales; y otras tenían varias tentacio-
nes: c o m o era una q u e queriéndose disciplinar, n o lo podía ha-
cer, c o m o que le tuviesen la m a n o , y
otras cosas símiles q u e hacían rumores Acordarme he del te-
en el p u e b l o , m á x i m e por el m u c h o con- mor que él mismo pasó
12
curso q u e se hacía adondequiera q u e él una noche ,
declaraba la doctrina. L u e g o c o m o alle-
1 3
g ó a Alcalá, t o m ó conoscimiento con D. D i e g o de G u í a , el
14
cual estaba en casa de su h e r m a n o , q u e hacía e m p r e m p t a en
Alcalá, y tenía bien el necesario. Y así le a y u d a b a n con limosnas
para mantener pobres, y tenía los tres c o m p a ñ e r o s del p e l e g r i n o
15
en su c a s a . U n a v e z , viniéndole a pedir limosna para a l g u n a s
necesidades, dijo D . D i e g o que no tenía dineros; mas abrióle
una arca en q u e tenía diversas cosas, y así le dio paramentos de
lechos de diversos colores y ciertos candeleros y otras cosas
semejantes, las cuales todas, envueltas en u n a sábana, el pelegri-
no se puso sobre las espaldas y fue a remediar los pobres.
9
Términos, es decir, Súmulas o Lógica. Las Summulae de Domingo Soto fueron
impresas por primera vez en Burgos ei año 1529, lo cual no impide que tres años antes
corrieran entre sus alumnos algunos apuntes manuscritos.
1 0
San Alberto Magno escribió, entre otras obras, Physicorum libri VIH.
11
Pedro Lombardo, llamado también el Maestro de las Sentencias, escribió su obra
Sententiarum libri quatuor, exposición sistemática de toda la teología escolástica.
1 2
A esto parece aludir el P. Polanco en su vida de San Ignacio cuando escribió de su
mano lo siguiente: «In parte tamen eius domus, quae a lemuribus infestabatur, cum
habitationem haberet, et nocturno quodam terrore concuteretur, quem vanum esse nec ei
cedendum existimabat, Deo se commendans, animo et voce daemones provocare coepit,
ut si potestatem a Deo contra ipsum aliquam accepissent, eam exercerent; se quidem
libenter quicquid placeret passurum esse; amplius quam Deus concederet ipsos nihil
posse. Et ea firmitas animi et constans fides ac confidentia ín Deo, non solutn ab omm
daemonis terrore tune eum liberavit, sed in posterum ab huiusmodi nocturnis terroribus
ímmunem, Deo adiuvante, reddidit» (Fontes narr. II p.545).
1 3
Diego de Eguia, sacerdote natural de Estella, en Navarra. En 1540 entró en la
Compañía y fue durante algún tiempo el confesor de San Ignacio. Murió en Roma el 16
3
de junio de 1556. Sobre él véase Fontes narr. I 1 1 0 . Como él, entró en la Compañía un
hermano suyo llamado Esteban.
1 4
El conocido impresor Miguel de Eguía, el cual, entre otras obras, imprimió en
1525, y de nuevo en 1526, el Enchiridion militis ebristiani, de Erasmo. Sobre él puede verse
JUAN CATALINA GARCÍA, Ensayo de una tipografía complutense (Madrid 1889) p.613; DÁMASO
ALONSO, Erasmo. El Enquir'idion o manual del caballero cristiano (Madrid 1932) p.17-18; JOSÉ
GOÑI, El impresor Miguel de Eguía, en Hispania Sacra, 1 (1948) 35-88. El hecho de que en
1526 imprimiese dos veces el Contemptus mundi o Imitación de Cristo induce a pensar que
obró movido por San Ignacio (GOÑI, p.55).
1 5
Los tres compañeros que se juntaron a San Ignacio en Barcelona eran, como ya
dijimos anteriormente (n.56 noca 6), Arteaga, Calixto de Sa y Lope Cáceres. A ellos se
añadió en Alcalá Juan Reynalde (¿Reynauld?), jovencito francés.
136 Autobiografía
1 6
Recuérdese que San Ignacio llegó a Alcalá en 1526 y que en septiembre del año
anterior la Inquisición de Toledo había alcanzado un edicto en el que se condenaban 48
proposiciones de los alumbrados. Una copia del original se conserva en el Archivo
Histórico Nacional de Madrid (Inquisición 1.1.299 ff.551r-556v). El P. Beltrán de Heredia
lo publicó, según otro ejemplar, en Revista española de teología, 10 (1950) 105-130. Véase un
análisis de este edicto hecho por Angela Selke de Sánchez en Buttetin Hispanique, 54 (1952)
125-152. A. MÁRQUEZ, LOS alumbrados. Orígenes y filosofía. 1525-1559 ([Madrid], Taurus
[1972] = Ensayistas 88), estudia en particular ese edicto de 1525. De todos modos,
Ignacio pudo escribir con toda verdad al rey de Portugal Juan III, en 1545, que «nunca
fui reprobado de una sola proposición, ni de sílaba alguna» (FN I 53). Sobre la inocencia
de San Ignacio véase JOHN E. LONGHURST, Sant Ignatius at Alcalá: AHSI 26 (1957) 252-
257.
1 7
Por eso pudo decir con toda verdad el P. Nadal en su apología de los Ejercicios
contra Fr. Tomás de Pedroche: «Aperte de persecutionibus dícendum, quod nunquam ab
inquisitoribus notatus ac ne vocatus quidem, sed ab provisonbus episcoporum». Véase
Fontes narr. I 317. En realidad, los inquisidores toledanos Miguel Carrasco y Alonso
Mejía fueron a Alcalá para examinar el caso de San Ignacio y de sus compañeros, pero sin
haberlo llamado, encomendaron todo el asunto al vicario general en Alcalá del arzobispo
de Toledo, Juan Rodríguez de Figueroa. Cómo se portó éste en el caso de San Ignacio,
lo explica el mismo Santo en lo que sigue. Más adelante, en 1538, hallándose en Roma,
tuvo ocasión de salir en defensa de Ignacio. Entre 1563 y 1566 fue presidente del Consejo
de Castilla. Murió en Madrid el 23 de marzo de 1565 (A. BALLESTEROS, Historia de España
a
t.4 2. parte p.15).
18
Juan Reynalde, a quien por ser todavía muchacho solían llamar Juanico. El
proceso se encuentra en Font. docum. p.322-331.
1 9
Parece referirse al Dr. Alfonso Sánchez, de quien refiere el P. Cristóbal de Castro
en la historia manuscrita del Colegio de Alcalá (1.1 f.3v) que, mientras se preparaba un
Capítulo 6 137
h e r e s í a — . — N o , dice F i g u e r o a , q u e si la hallaran, os q u e m a -
r a n — . — T a m b i é n os q u e m a r a n a v o s , dice el p e l e g r i n o , si os
hallaran h e r e s í a — . T i ñ e n sus vestes, c o m o les es m a n d a d o , y de
ahí a q u i n c e o veinte días le m a n d a el F i g u e r o a al p e r e g r i n o q u e
no ande descalzo, mas q u e se calce; y él hace así quietamente,
c o m o en todas las cosas de esa c u a l i d a d q u e le m a n d a b a n .
De ahí a cuatro meses, el m i s m o F i g u e r o a tornó a hacer pes-
quisas sobre ellos y, ultra de las sólitas causas, creo q u e fuese
también a l g u n a ocasión, q u e una mujer
casada y de cualidad tenía especial de- [A.] de lo que me con-
20
voción al p e r e g r i n o ; y, por no ser vis- tó Bustamante .
ta, venía cubierta, c o m o suelen en A l -
calá de Henares, entre dos luces, a la mañana, al hospital; y
e n t r a n d o se descubría, y iba a la cámara del p e r e g r i n o . M a s , ni
desta vez les hicieron nada; ni aun después de hecho el proceso
2 1
les llamaron, ni dijeron cosa a l g u n a .
60. De ahí a otros cuatro meses q u e él estaba y a en una
casilla, fuera del hospital, viene un día un alguacil a su puerta,
y le llama y dice: — V e n i o s un p o c o c o n m i g o — . Y dejándole
en la cárcel, les dice: — N o salgáis de a q u í hasta q u e os sea
2 2
ordenada otra c o s a — . Esto era en tiempo de v e r a n o , y él no
estaba estrecho, y así venían m u c h o s a visitalle; y hacía lo mis-
m o q u e libre, de hacer doctrina y dar
a
ejercicios. N o quiso n u n c a tomar a d v o - m . uno, y. era confes-
23
g a d o ni p r o c u r a d o r , a u n q u e m u c h o s se sor ,
ofrescían. A c u é r d a s e especialmente de
día para celebrar, se le acercó San Ignacio para pedirle que consagrara algunas formas. Al
principio el doctor Sánchez se resistió, pero después accedió a su petición, y no sólo esto,
sino que invitó a los compañeros a comer en su casa y en adelante los trató con
benevolencia. Cf. Fontes narr. I 173 nota 19.
2 0
Parece que debe leerse: «Acordarme he de lo que me dijo el P. Bustamante». No
sabemos a qué puede referirse. El P. Bartolomé de Bustamante fue secretario de San
Francisco de Borja cuando éste ejerció el cargo de comisario en España. Sobre él puede
verse el estudio Bartolomé de Bustamante, selección y estudio de MANUEL PEREDA DE LA
REGUERA (Santander 1950) y la semblanza biográfica por A. R. GUTIÉRREZ DE CEBALLOS
en Arcbivum hist. S.I. 32 (1963) 3-102.
21
El segundo proceso fue hecho el 6 de marzo de 1527 (véase MI, Scripta I p.608),
cerca de cuatro meses después de la sentencia dada el 21 de noviembre de 1526. Figueroa
tomó declaración a Mencía de Benavente, mujer que fue de Juan de Benavente; a su hija
Ana y a Leonor, hija de Ana de Mena, mujer de Andrés López. El proceso, en Font.
docum., p.331-333.
2 2
Poco más abajo, n.62, dice que permaneció en la cárcel cuarenta y dos días; y como
fue liberado de ella el 1 de junio, sigúese que el encarcelamiento debió de tener lugar el
18 ó 19 de abril (jueves o viernes santo de aquel año). Esto parece claro. No lo es tanto el
punto de partida a que aluden las palabras con que comienza este párrafo: «De ahí a otros
cuatro meses». Según Fontes narr. I p.446 nota 23, se señalan aquí cuatro meses transcu-
rridos desde que, hacia el 10 de diciembre, Figueroa impuso a San Ignacio la obligación
de no ir descalzo (v. n.59).
2 3
La nota marginal parece significar: «Miona era uno, y era confesor». De Manuel
Miona, portugués, sabemos, en efecto, que fue confesor de San Ignacio en Alcalá, como
138 Autobiografía
a 24
D . Teresa de C á r d e n a s , la cual le e n v i ó a visitar y le hizo
m u c h a s veces ofertas de sacarle de allí; mas no aceptó nada,
diciendo siempre: — A q u e l por c u y o a m o r aquí entré, me saca-
rá, si fuere servido dello.
6 1 . Diecisiete días e s t u v o en la prisión sin q u e le examina-
2 5
sen ni él supiese la causa d e l l o ; al fin de los cuales v i n o
F i g u e r o a a la cárcel y le e x a m i n ó de m u c h a s cosas, hasta pre-
g u n t a r l e si hacía g u a r d a r el sábado. Y si conoscía dos ciertas
mujeres, q u e eran madre y hija; y desto dijo q u e sí. Y si había
sabido de su partida antes q u e se partiesen; y dijo q u e no, por el
26
juramento q u e había r e c e b i d o . Y el vicario entonces, ponién-
dole la mano en el h o m b r o con muestra de alegría, le dijo:
— E s t a era la causa p o r q u e sois aquí v e n i d o — . Entre las mu-
chas personas q u e seguían al p e r e g r i n o había una m a d r e y una
hija, entrambas v i u d a s , y la hija m u y moza y m u y vistosa, las
cuales habían entrado m u c h o en espíritu, m á x i m e la hija; y en
tanto que, siendo nobles, eran idas a la V e r ó n i c a de J a é n a pie,
y no sé si m e n d i c a n d o , y solas; y esto hizo g r a n d e r u m o r en
27
Alcalá, y el doctor C i r u e l o , que tenía a l g u n a protección
dellas, pensó que el preso las había i n d u c i d o , y por eso le hizo
prender. Pues, como el preso vio lo que había dicho el v i c a r i o ,
le dijo: — ¿ Q u e r é i s q u e hable un poco más l a r g o sobre esta
m a t e r i a ? — Dice. — S í . — P u e s habéis de saber, dice el preso,
q u e estas dos mujeres m u c h a s veces me han instado para q u e
querían ir por todo el m u n d o servir a los pobres por unos
hospitales y por otros; y y o las he siempre desviado deste
propósito, por ser la hija tan moza y tan vistosa, etc.; y les he
dicho que, c u a n d o quisiesen visitar a pobres, lo podían hacer en
Alcalá, y ir acompañar el Santísimo S a c r a m e n t o — . Y acabadas
estas pláticas, el F i g u e r o a se fue con su notario, l l e v a n d o escrito
todo.
también más tarde en París. En 1545 dio su nombre a la Compañía, en la cual murió en
1567. Véase el Memorial del P. G. da Cámara, n.98, en Fontes narr. I p.585. A él dirigió
San Ignacio su célebre carta sobre la utilidad de los Ejercicios, 16 de noviembre de 1536
(MI, Epp. I 111-113).
2 4
Doña Teresa Enríquez (f 1529), esposa de Gutierre de Cárdenas, llamada «la loca
del Sacramento».
2 5
En las actas del proceso se dice que Figueroa fue a la cárcel para examinar a San
Ignacio el 18 de mayo de 1527 (MI, Scripta I 618-619), pero entonces ya habían pasado
treinta días desde el encarcelamiento. Suponemos que otro interrogatorio precedió al
mencionado en el proceso.
2 6
Se refiere a María del Vado y a su hija Luisa Velázquez, las cuales, contra el
parecer de San Ignacio, hicieron una peregrinación a la Verónica de Jaén, como se cuenta
más abajo. Pueden verse sus declaraciones en MI, Scripta I 620-621.
2 7
Era el doctor Pedro Ciruelo, natural de Daroca, célebre profesor de la Llniversi-
dad. Sobre él ha versado el discurso de ingreso del cardenal A. Suquía en la Real
Academia de la Historia, Un maestro y un alumno de Alcalá: Pedro Sanche^ Ciruelo e Iñigo de
Eoyola (Madrid, Real Academia de la Historia, 1988).
Capítulo 6 139
2 8
62. En aquel tiempo estaba Calixto en S e g o v i a , y sabien-
do de su prisión, se v i n o l u e g o , a u n q u e recién convalescido de
una g r a n d e enfermedad, y se metió con él en la cárcel. M a s él le
dijo q u e sería mejor irse presentar al vicario; el cual le hizo
buen tratamiento, y le dijo q u e le m a n d a r í a ir a la cárcel, p o r q u e
era menester q u e estuviese en ella hasta q u e viniesen aquellas
mujeres, para v e r si confirmaban con su dicho. Estuvo Calixto
en la cárcel a l g u n o s días; mas, v i e n d o el p e r e g r i n o que le hacía
mal a la salud corporal, por estar aún no del todo sano, le hizo
sacar por medio de un doctor, a m i g o m u c h o s u y o .
Desde el día q u e entró en la cárcel el p e r e g r i n o hasta que le
sacaron, se pasaron cuarenta y dos días; al fin de los cuales,
siendo y a venidas las dos devotas, fue el notario a la cárcel a
leerle la sentencia: q u e fuese libre, y q u e se vistiesen como los
otros estudiantes, y q u e no hablasen de cosas de la fee dentro de
cuatro años q u e hoviesen más estudiado, pues que no sabían
29
l e t r a s . P o r q u e , a la v e r d a d , el p e r e g r i n o era el que sabía más,
y ellas eran con p o c o fundamento; y ésta era la p r i m e r a cosa
q u e él solía decir c u a n d o le examinaban.
63. Con esta sentencia e s t u v o un poco dubdoso lo que
haría, p o r q u e parece q u e le tapaban la puerta para aprovechar a
las á n i m a s , no le dando causa n i n g u n a , sino porque no había
estudiado. Y en fin él se d e t e r m i n ó de ir al arzobispo de
30
T o l e d o , F o n s e c a , y poner la cosa en sus manos.
31
Partióse de A l c a l á , y halló el arzobispo en V a l l a d o í i d ; y
contándole la cosa q u e pasaba fielmente, le dijo q u e , a u n q u e no
estaba y a en su jurisdicción ni era o b l i g a d o a g u a r d a r la senten-
cia, t o d a v í a haría en ello lo q u e ordenase (hablándole de v o s ,
c o m o solía a todos). El arzobispo le recibió m u y bien, y [enten-
3 2
diendo q u e deseaba pasar a Salamanca, d i j o ] que también en
3 3
Salamanca tenía a m i g o s y un c o l e g i o , todo le ofreciendo; y le
m a n d ó l u e g o en se saliendo cuatro escudos.
2 8
Según el P. Polanco en el Sumario, n.38 (Fontes narr. I p.174), y en la Vida latina
(Fontes narr. II p.547), San Ignacio se hallaba en Segovia cuando aquellas buenas mujeres
hicieron su peregrinación.
2 9
La sentencia fue dictada el 1 de junio de 1527 (MI, Scripta I 618; Font doc. 342).
3 0
Alonso de Fonseca y Acebedo fue arzobispo de Toledo desde 1523 hasta su muerte
en 1534. Son conocidas sus amistosas relaciones con Erasmo y el apoyo que prestó a los
erasmistas españoles.
3 1
Como después de la sentencia «no estuvo en Alcalá más de veinte días» (Polanco
en el Sumario, n.40, Fontes narr. I p.175), podemos deducir que partió el 20 ó 21 de junio
de 1527.
3 2
Lo que va entre [ ] lo añadimos nosotros por parecer necesario y hallarse en la
versión latina.
3 3
Fonseca había fundado en Salamanca el Colegio Mayor de Santiago o del Arzobis-
po, para estudiantes pobres.
140 Autobiografía
C A P I T U L O V I I
1
En 1527 era prior del convento de San Esteban Fr. Diego de San Pedro, y soprior,
Fr. Nicolás de Santo Tomás.
Capítulo 7 141
2
Precisamente por aquellos días —sucedía esto en la segunda mitad de julio—, es
decir, desde el 27 de junio hasta el 13 de agosto de 1527, se estaba celebrando la conocida
conferencia teológica de Valladoíid, convocada por el inquisidor general don Alonso
Manrique, arzobispo de Sevilla, para discutir sobre 21 proposiciones sacadas de las obras
de Erasmo. En estas juntas, dominicos y franciscanos fueron los más acérrimos adversa-
rios de Erasmo.
3
«Manta o sotana de paño negro que usaban los colegiales y otras personas autoriza-
das para ello» (Diccionario de la lengua española).
4
El texto lee en latín: «Charitas íncipit a seipsa» [sic\.
142 Autobiografía
8
De eso trata en los Ejercicios, al declarar el examen de conciencia (Ejercicios nn.33-
37).
9
Francisco de Mendoza y Bobadilla (1508-1566) regentó la diócesis de Burgos desde
1550 a 1566. Había recibido el capelo cardenalicio siendo obispo de Coria, en 1545.
10
Habiéndola buscado con sumo interés, no hemos podido dar con el texto de la
sentencia.
144 Autobiografía
11
Es curioso y poco conocido, respecto a las dudas que tuvo San Ignacio sobre
abrazar el estado religioso, el dicho del P. Laínez en sus pláticas sobre el libro del Examen
de la Compañía: «Ma, vedendo poi che egli era chiamato all'aiuto degli altri, diceva che
piú presto havrebbe poi voluto essere conventuale che osservante, per potere piü aiutare
gli altri» (Fontes narr. II 137-138).
1 2
La permanencia de San Ignacio en Salamanca duró unos dos meses, desde media-
dos de julio a mediados de septiembre de 1527. Cf. Fontes narr. I p.31* y 462 nota 13.
Capitulo 8 145
C A P I T U L O V I I I
1
El P. March, en su edición de la Autobiografía, lee «según mi cuenta»; pero los
manuscritos dan la lección «me cuenta», la cual es confirmada también por la traducción
latina de Du Coudret, que dice; «ut ipse computat» (v. Fontes narr. I 465). No vemos
razón suficiente para apartarnos del texto, y más en un punto que hace variar el sentido
de la frase. No negamos, con todo, que pudo haber error en el P. Cámara o en los
copistas. Véase la nota siguiente.
2
En carta a Inés Pascual dice San Ignacio que llegó a París el 2 de febrero de 1528
(MI, Epp. I 74).
3
Felipe 11 nació en Valladoíid el 21 de mayo de 1527.
4
El Colegio de Monteagudo (Montaigu), fundado a mediados del siglo xiv por el
arzobispo de Ruán, Gilíes Aycelin de Montaigu, adquirió nuevo impulso a fines del siglo
xv por obra de Juan Standonck. En tiempo de San Ignacio se regía según el plan de
estudios que puede verse en DÜDON, Saint Ignace p.633-634. En este colegio repitió San
Ignacio el estudio de las Humanidades durante los años 1528-1529.
5
La Pascua cayó aquel año en el día 12 de abril.
146 Autobiografía
6
I n o c e n t e s . Tenía g r a n d e i n c o m o d i d a d para el estudio, p o r q u e
el hospital estaba del colesio de M o n t e a g u d o un buen trecho, y
era menester, para hallar la puerta abierta, venir al toque del
A v e m a r i a , y salir de día; y así no podía tan bien atender a sus
lecciones. Era también otro i m p e d i m e n t o el pedir limosna para
se mantener. Y a había cuasi cinco años que no le tomaba dolor
de e s t ó m a g o , y así él empezó a darse a m a y o r e s penitencias y
abstinencias. Pasando a l g ú n tiempo en esta vida del hospital
y de mendicar, y v i e n d o q u e aprovechaba poco en las letras,
empezó a pensar q u é haría; y v i e n d o q u e había a l g u n o s q u e
servían en los colegios a a l g u n o s regentes, y tenían tiempo de
estudiar, se determinó de buscar un a m o .
75. Y hacía esta consideración consigo y propósito, en el
cual hallaba consolación, i m a g i n a n d o q u e el maestro sería Cris-
to, y a u n o de los escolares pornía n o m b r e San Pedro, y a otro
San J u a n , y así a cada u n o de los apóstoles; y cuando me
m a n d a r e el maestro, pensaré q u e me m a n d a Cristo; y c u a n d o
me mandare otro, pensaré q u e me manda San Pedro. P u s o
hartas diligencias por hallar a m o : habló por una parte al bachi-
7
ller C a s t r o , y a un fraile de los Cartujos q u e conoscía m u c h o s
maestros, y a otros, y nunca fue posible q u e le hallasen un a m o .
76. Y al fin, no hallando remedio, un fraile español le dijo
un día q u e sería mejor irse cada año a Flandes y perder dos
meses, y aun m e n o s , para traer con q u é pudiese estudiar todo el
año; y este m e d i o , después de encomendarle a Dios, le paresció
bueno. Y usando de este consejo, traía cada año de Flandes con
q u e en a l g u n a manera pasaba; y una vez pasó también a Inglate-
8
rra, y trujo más limosna de la q u e solía los otros a ñ o s .
6
Es decir, más allá de la iglesia y cementerio llamados de los Inocentes. El hospital
de Saint Jacques había sido fundado por la cofradía de los peregrinos de Santiago de
Compostela. Se encontraba en la actual calle de Saint Denis. Para ir a Montaigu necesita-
ba Ignacio atravesar el Sena y recorrer un largo camino. Por la razón que alega San
Ignacio, se veía obligado a perder algunas clases. El horario de las lecciones puede verse
en DUDON, Saint lgnace p.633.
7
Juan Castro (1485-1556), burgalés, movióse a mejorar su vida por intervención de
San Ignacio. Años más tarde volvió a España, donde entró en la cartuja de Valí de
Cristo, situada cerca de Segorbe, en el término de Altura. San Ignacio fue a visitarle en
1535, como se dice más abajo, n.90. En 1542 fue nombrado prior de la cartuja de Porta
Coeli, en Valencia, donde murió en 1556.
8
Las idas a Flandes tuvieron lugar los años 1529, 1530, 1531. En este último año fue
también a Londres. Sobre estos viajes nos ha dejado más noticias el P. Polanco en la Vida
latina (Fontes narr. II 556-558). El primer año fue a Flandes durante la cuaresma (ib., 557),
y entonces tuvo lugar el encuentro con Luis Vives en Bruges; los otros dos años durante
los meses de agosto-septiembre. Puede verse I. RODRÍGUEZ-GRAHIT, lgnace de hoyóla et le
College de Montaigu; l'influence de Standonck sur lgnace: Bibliothéque d'Humanisme et Renais-
sance, 20 (1958) 388-401. Sobre los estudios de San Ignacio en París merece leerse cuanto
dice el P. SCHURHAMMER, en Frane^ Xaver, zweites Buch: Auf der Hohen Scbule von París,
donde, con ocasión de los estudios de San Francisco Javier en la Universidad de París,
trata de todas las cuestiones que interesan también para la vida de San Ignacio y sus
Capítulo 8 147
desde principios de 1526 hasta agosto de 1527; otra vez desde septiembre de 1528 hasta
alrededor de junio de 1529; nuevamente desde noviembre de 1529 hasta septiembre de
1531. Debemos estos datos a la amabilidad del P. Jorge Schurhammer. La amenaza de la
sala de que habla la Autobiografía ocurrió en el verano (agosto-septiembre) de 1529,
cuando San Ignacio aún no había empezado a oír las Artes. La Autobiografía no nos habla
más que de la amenaza de Gouveia, pero por otras fuentes sabemos que éste, después de
inaugurado el curso el 1 de octubre, estuvo a punto de ponerla por obra, y lo hubiese
hecho de no haber mostrado San Ignacio la actitud de que nos hablan Laínez en las
pláticas de 1559 (Fontes narr. II 139), RIBADENEIRA, De actis n.90 (ib., p.382-384), Vida
Anónima (ib., p.437-438). Por los datos antes indicados, esto tuvo que ocurrir en octubre
de 1529. En noviembre Gouveia salía de París. El castigo de la sala (salle) consistía en
azotar a los alumnos que habían transgredido gravemente los estatutos del colegio. El
castigo se aplicaba en una sala (de donde le venía el nombre) en presencia de los
profesores y alumnos.
1 2
Véase más arriba, n.73. La ida de San Ignacio a Ruán ocurrió en agosto o
septiembre de 1529.
13
Hasta aquí llega el texto castellano. Lo que sigue hasta el fin se vio precisado el
P. Cámara a dictarlo en italiano, por no disponer en Genova de ningún amanuense de
lengua española. El mismo nos informa de esto en su prólogo; véase p.97.
Voto autógrafo de San Ignacio para la elección de general de la Compañía de Jesús, 5 de
abril de 1541 (Roma, Archivo de la Compañía de jesús).
150 Autobiografía
14
Refieren también este caso RIBADENEIRA, De actis n.24, Fontes narr. II 334; ID.,
Vida 1.5 c.2; POLANCO, Vida latina, Fontes narr. II 555-556.
1 5
Doña Leonor Mascarenhas (1503-1584), noble portuguesa, había venido a España
con la infanta Isabel cuando ésta se casó con el emperador Carlos V. Fue aya de Felipe II
y del príncipe don Carlos. Siempre se mostró gran bienhechora de la Compañía. San
Capítulo 8 151
Traducción castellana
Ignacio le dirigió varias cartas. Véase sobre ella JOSÉ M. MARCH, El aya del rey don Felipe
y del príncipe don Carlos, doña Leonor Mascareñas. Sa vida y obras virtuosas. Relación de una
religiosa su contemporánea. Extracto del Boletín de la Sociedad Española de Excursionistas t.46
(Madrid 1942).
152 Autobiografía
16
donna s p i r i t u a l e . Et dipoi, tornato in S p a g n a , a n d o un'altra
volta alia m e d e s i m a India, et all'hora tornó in S p a g n a ricco, et
fece in Salamanca m a r a v i g l i a r tutti quelli che lo conoscevano
prima.
Caceres ritornó in S e g o v i a , che era sua patria, et la incomin-
ció a v i v e r e di tal m o d o , che pareva h a v e r smenticato del p r i m o
17
proposito .
A r t i a g a fu fatto commendatore. Dipoi, essendo g i á la C o m -
p a g n i a in R o m a , g l i hanno dato un v e s c o v a d o dell'India. E g l i
scrisse al p e l e g r i n o che lo desse ad -uno della C o m p a g n i a ; et
r i s p o n d e n d o g l i la n e g a t i v a , se n ' a n d ó in India dello i m p e r a t o -
re, fatto v e s c o v o , et la mori per un caso stranno, cioé: che
stando a m m a l a t o , et essendo dui fíaschi d ' a c q u a a rinfrescarsi,
uno d'acqua, ch'el medico le ordinava, l'altro di acqua di soli-
m a n o , venenosa, g l i fu dato per error il secondo, che lo am-
1 8
mazó .
81. II p e l e g r i n o si tornó di R u a n o a P a r i g i , et t r o v ó che
per le cose passate di Castro et di Peralta si era fatto g r a n r u m o r
sopra di lui; et che lo inquisitore lo h a v e v a fatto domandar. M a
lui non volse aspettar' piú, et se n'andó all'inquisitore, dicendo-
li che h a v e v a inteso che lo ricercava; che egli era apparecchiato
per tutto quello che esso volesse (si c h i a m a v a questo inquisitore
19
m a g i s t e r noster Ori, frate di Santo D o m e n i c o ) ; ma che lo
p r e g a v a che lo spedisse presto, perché h a v e v a a n i m o di entrar
2 0
quel Santo R e m i g i o nel corso delle A r t i ; che v o r e b b e che
queste cose fossero p r i m a passate, per poter m e g l i o attendere
alli suoi studii. M a lo inquisitore non lo c h i a m ó p i ú ; senonché
gli disse che era v e r o che g l i h a v e a n o parlato de fatti suoi, etc.
82. Di li a poco t e m p o venne Sto. R e m i g i o , che é il
principio di ottobre, et entró a sentir il corso delle arti sotto un
1 6
El nombre de esta «mujer espiritual» ha sido descubierto por M. Bataillon en su
artículo L'iñiguiste et la Beata. Premier voyage de Calixto á México: Revista de Historia de
América n.31 (México, junio de 1951) p.59-75. Se trataba de Catalina Hernández, natural
de Salamanca, «amiga y vezina de Francisca Hernández, questá presa en esos Reynos por
los de la Inquisición, muger flaca y de muy buen espíritu y vida». Así se dice en una
Carta del Abdyencia de México a Su Magestad sobre varios asuntos de gobierno, de 14 de agosto
de 1531, publicada en Colección de documentos inéditos... de América y Oceanía t.41 (Madrid
1884) p.114. En esta carta se refiere la ida a México de Catalina Hernández y otras beatas
y Calixto de Sa con ellas. De Calixto se dice que al embarcarse (en 1531) tenía veinticua-
tro o veinticinco años de edad. Más adelante, infundiendo alguna sospecha su trato con
Catalina Hernández, fue separado de ella y le fue impuesto que se internara en el país «a
servir a Dios en la conversión de los naturales». El se resistió y prefirió volver a España.
De este asunto se trata en la citada carta, p.125-130.
17
Este solo testimonio de San Ignacio bastaría para probar que este Cáceres llamado
Lope era diferente de Diego Cáceres, que se juntó con San Ignacio en París (Fontes narr.
2
II 180 .544.567).
1 8
El agua de solimán es el sublimado corrosivo. La noticia de la ida a Indias de
Calixto de Sa (en su segundo viaje) y Arteaga tiene una confirmación en la carta que el
Capitulo 8 153
obispo de Popayán, Fr. Agustín de La Coruña, escribió desde Madrid a San Francisco de
Borja el 8 de abril de 1565: «Cerca de donde yo residía estaba el señor Calixto de Sa; y
también murió allá, viniendo de acá, el señor Arteaga, que iba obispo de Chiapa. Los
cuales, en compañía del bendito P. Iñigo, juntos conversaban mucho en nuestro P. San
Agustín de Salamanca, siendo yo novicio en ella» (Archivo Romano de la Compañía de
Jesús, Hisp. 102 fol.168).
l q
El título de magister noster se daba a los profesores de teología de la Universidad de
París. «Magistrum nostrum si dicas, theologum intelligunt, praesertim Lutetiae et Lova-
nii». Así Erasmo en De conscribendis epistolis (Amsterdam 1682) p.107. El mismo Erasmo,
mofándose de los tales, escribía a Ana de Borselen: «Nunc témpora sunt, ita morem
geras, non dicam vulgo, sed etiam iis qui doctrinae principatum tenent, nemo doctus
videri potest, nisi Magister noster appelletur, etiam vetante Christo, theologorum principe»
(ALLEN, Opas epistolarum I p.345). Mateo Ory, O.P., prior del convento de Saint Jacques,
era entonces inquisidor en París.
2 0
El curso de artes o filosofía empezaba el 1 de octubre, fiesta de San Remigio.
San Ignacio iba a empezarlo en el colegio de Santa Bárbara aquel año, 1529, y de aquí
la prisa que tuvo para que se resolviese su asunto ante la Inquisición. Véase lo dicho en
la nota 11.
154 Autobiografía
2 1
maestro, chiamato M r o . Gioan P e g n a , et entró con proposito
di conservar quelli, che h a v e v a n o p r o p o s t o di s e r v i r ' al S i g n o -
re; ma non andaré piú inanzi a cercare altro, acció potesse piú
c o m m o d a m e n t e studiare.
C o m i n c i a n d o a sentiré le lettioni del corso, g l i incomincior-
no a venir le m e d e s i m e tentationi, che g l i erano venute q u a n d o
22
in Barcelona studiava g r a m m a t i c a ; et ogni volta che sentiva la
lettione non poteva stare attento con le molte cose spirituali che
g l i occorrevano. Et v e d e n d o che in quel m o d o faceva p o c o
profitto in le lettere, s'andó al suo maestro et gli fece promessa
di non mancar mai di sentir tutto il corso, mentre che potesse
t r o v a r ' pane et acqua per poter sostentarsi. Et fatta questa
promessa, tutte quelle devotioni che g l i v e n i v a n o fuor di tem-
po, lo lasciarono, et a n d o con li suoi studi avanti quietamente.
In questo tempo c o n v e r s a v a con M r o . Pietro Fabro et con
M r o . Francesco X a v i e r , li quali poi g u a d a g n ó a servitio di D i o
per mezzo degli Exercitii.
In quel tempo del corso non lo p e r s e g u i t a v a n o c o m o p r i m a ,
2 3
et a questo proposito una volta gli disse il dottor F r a g o , che
si m a r a v i g l i a v a come a n d a v a q u i e t o , senza nissuno g l i desse
fastidio; et lui gli rispóse: — L a causa é perché io non parlo a
nissuno delle cose de Dio; ma, finito il corso, tornaremo al
sólito.
83. Et p a r l a n d o insieme tutti doi, venne un frate a p r e g a r
al dottor F r a g o , che gli volesse t r o v a r una casa, perché in quella
d o v e lui h a v e v a la stanza, erano morti molti, quali pensava che
di peste, perché all'hora c o m i n c i a v a la peste in P a r i g i . II dottor
F r a g o col p e l e g r i n o volsero andaré a vedere la casa, et m e n o r n o
una donna, che se n ' i n t e n d e v a molto, la q u a l e , entrata dentro,
affermó esser peste. II p e l e g r i n o volse anche entrare; et trovan-
do un a m m a l a t o , lo consoló, toccandogli con la m a n o la p i a g a ;
et poi che l'hebbe consolato et animato un poco, se n ' a n d ó
solo; et la m a n o g l i incominció a doleré, che g l i p a r e v a haver la
peste; et questa i m a g i n a t i o n e era tanto v e h e m e n t e , che non la
poteva vincere, finché con g r a n d e i m p e t o si pose la m a n o
in boca, r i v o l t a n d o v e l a m o l t o dentro, et dicendo: — S e tu hai
la peste alia m a n o , l'haverai anche alia b o c a — . Et q u a n d o
hebbe fatto questo, se g l i l e v ó la i m a g i n a t i o n e , et la d o g l i a della
mano.
21
Juan Peña pertenecía a la diócesis de Sigüenza. Se graduó de maestro en artes en
1525 y comenzó a enseñar filosofía en 1526.
2 2
Véase más arriba, n.54-55.
2 3
El doctor Jerónimo Frago y Garcés, de la diócesis de Tarazona, natural de
Capítulo 8 155
21
Juan Peña , y entró con propósito de conservar aquellos que habían
propuesto servir al Señor, pero no seguir buscando otros, a fin de poder
estudiar más cómodamente.
2 4
El sentido de la expresión «pigliare una pietra» no aparece claro, y el mismo
Quicherat, en su Historia de Saint Barbe I 196-197, dice no haber hallado nada sobre esta
costumbre universitaria. Creemos que se trataba del examen para conseguir el grado de
bachiller, el cual probablemente se daba estando el examinando sentado en una piedra, al
modo como refiere que se hacía en la Universidad de Coimbra. BLUTEAU en el Vocabulario
portugués et latino (Lisboa 1720), en la palabra Petra: «Na Universidade de Coimbra,
quando algum estudante se ha de examinar, depois de admitido, se vay assentar por
humildade em huma pedra, deputada para esta funcáo, com a cabeca descuberta, e o
primeyro Examinador faz ao examinando as perguntas costp^nadas: como se chama, e de
que Bispado e lugar he, etc. e finalmente propoem o problema dos Physicos, e depois os
outros dous Examinadores fazem seus argumentos, etc. Acabado o primeyro exame,
toma a pedra o segundo examinando, etc.». Según esto, la duda de San Ignacio debió de
consistir en sí tomaría el grado de bachiller o si seguiría sus estudios sin títulos académi
cos. Resuelta esta dificultad al pasar el bachillerato, después siguió adelante, consiguien
do el grado de maestro en Artes. Véase Fontes narr. I 478 nota 20. El grado de bachi
ller en artes lo sacó a principios de 1532 y no en diciembre, como se dice en Fontes
narr. I 32*.
Capítulo 8 157
85. Eos médicos decían que no quedaba otro remedio que el aire
natal. Además, los compañeros le aconsejaban lo mismo y le hicieron
grandes instancias. Ya por este tiempo habían decidido todos lo que
tenían que hacer, esto es: ir a Venecia y a jerusalén, y gastar su vida en
provecho de las almas; y si no consiguiesen permiso para quedarse en
jerusalén, volver a Roma y presentarse al Vicario de Cristo, para que
los emplease en lo que juagase ser de más gloria de Dios y utilidad de las
almas. Habían propuesto también esperar un año la embarcación en
25
El tiempo que San Ignacio dedicó a los estudios en Paris se divide de la siguiente
forma: gramática y humanidades, desde febrero de 1528 hasta la cuaresma de 1529; artes
o filosofía, cursos de 1529-1530, 1530-1531, 1531-1532. Desde octubre de 1532 hasta la
Pascua de 1533 tuvo que ocuparse en los ejercicios literarios requeridos para la consecu-
ción del grado de maestro en artes. En 1533, y hasta el mes de abril de 1535, estudió
teología. El 14 de marzo de 1535 consiguió el grado de maestro en artes bajo el rector
F. Jacquart, que tuvo este cargo desde el 15 de diciembre de 1534 hasta el 24 de marzo de
1535. El título de maestro en artes puede verse publicado en Scripta de S. Ignatio II 1-2, y
en Fontes doc., doc. n.86. La Facultad de Teología certificó que había estudiado en ella
por espacio de un año y medio (MI, Scripta II 2 y Fontes doc, doc. n.98). Haber estudiado
teología «per unum annum cum dimidio» era una fórmula empleada en la Universidad de
París para declarar que se había logrado la suficiencia en dichos estudios. La misma se
empleaba con todos los estudiantes, por ejemplo, con el beato Fabro, el cual estudió
teología durante más de cinco años (MHSI, Fabri Monumenta p.6).
158 Autobiografía
C A P I T U L O I X
2 8
25 de enero.
2 9
En realidad, los compañeros de San Ignacio salieron de París el 15 de noviembre
de 1536.
3 0
Este documento no ha llegado hasta nosotros, como tampoco la copia de los
Ejercicios que dio Ignacio al inquisidor. En aquella ocasión no era ya inquisidor Fr.
Mateo Ory, como desde el P. Polanco (Sumario n.50, Fontes narr. I 180) han venido
repitiendo algunos biógrafos del Santo, sino Fr. Valentín Liévin. Véase Fontes narr. I 180
nota 32; II 561 nota 153.
160 Autobiografía
1
Así se llamaba a Guipúzcoa. Cf. Fontes narr. II 511.
I a
Martín García de Oñaz, hermano mayor de Ignacio y señor de Loyola.
2
Mantenemos la lectura «predetti» en castellano susodichos, adoptada en nuestra
edición de Fontes narr. I 482, sustituyéndola a (a lectura preti, por las razones que
adujimos en Notas ignacianas: 1. Una lectura controvertida de la Autobiografía: «preti» o
«predttti»: Estudios Eclesiásticos 24 (1950) 91-97. Según esto, rechazamos la tradición de
que San Ignacio fue recibido con solemnidad por los sacerdotes (preti) de Azpeitia,
tradición basada en una lectura equivocada.
3
Era el hospital llamado «de la Magdalena».'Véase lo que sobre la permanencia del
Capítulo 9 161
1
encontró mucho mejor. Y llegando a la Provincia dejó el camino común
y tomó el del monte, que era más solitario; por el cual caminando un
poco, encontró dos hombres armados que venían a su encuentro (y tiene
aquel camino alguna mala jama por los asesinos), los cuales, después de
haberle adelantado un poco, volvieron atrás, siguiéndole con mucha prisa,
y tuvo un poco de miedo. Con todo, habló con ellos, y supo que eran
criados de su hermano^, el cual los mandaba para buscarle. Porque,
según parece, de Bayona de Francia, donde el peregrino fue reconocido,
había tenido noticia de su venida; y así ellos anduvieron delante, y él
siguió por el mismo camino. Y un poco antes de llegar a la tierra,
1
encontró a los susodichos que le salían al encuentro, los cuales le hicieron
muchas instancias para conducirlo a casa del hermano, pero no le
1
pudieron forjar. Así se fue al hospital , y después, a hora conveniente,
fue a buscar limosna en el pueblo.
Santo en él y sobre el caballo que allí dejó escribía al mismo Ignacio el P. Miguel Ochoa
[Navarro], compañero de San Francisco de Borja, el 8 de enero de 1552, desde Loyola:
«... y de allí nos fuimos al hospital de la Magdalena, donde V. P. quiso posar cuando vino
a esta tierra, y especialmente el P. Francisco, que quiso comer en la mesma mesilla donde
V. P. solía comer, y en la mesma cámara donde solía dormir. Hallamos también el mesmo
cuartago que V. P. dejó al hospital agora diez y seis años, y está muy gordo y muy
bueno, y sirve hoy en día muy bien a la casa: es privilegiado en Azpeitia, que aunque
entre en los panes, disimulan con él. El P. Francisco dice sobre él: respexit Dominas ad
Abel et ad muñera eius...» (MHSI, L.itterae Quadrimestres I 494).
162 Autobiografía
4
Las ordenaciones para socorrer a los pobres y evitar la mendicidad han sido
publicadas en MI, Scripta I 539-543 y en Fontes documentales n.88.
5
En carta a los ciudadanos de Azpeitia, escrita en agosto o septiembre de 1540, les
recordaba Ignacio las cosas que había dejado establecidas en Azpeitia a su paso por ella:
«de hacer tocar las campanas por los que en pecado mortal se hallasen; que no hubiese
pobres mendicantes, mas que todos fuesen subvenidos; que no hubiesen juegos de cartas,
ni vendedores ni compradores de ellas; y que de poner tocados las mujeres sobre mal
fundamento y ofensa a Dios N. S., que fuese extirpado tal abuso» (MI, Epp. I 163).
6
Cambiamos la puntuación de la edición de Fontes narr. I 486, manteniendo la
adoptada por el manuscrito N y desechando la de Post. Según esto, ponemos punto
después de «a piedi» y no después de «alia sera».
7
En Toledo debió de visitar a los parientes de Alfonso Salmerón y a su antiguo
compañero en la Universidad de París el doctor Pedro de Peralta (cf. n.77), pues Polanco
nos dice que «era también en su intención tornar a cobrar, si Dios fuese servido los
compañeros que había primero dejado en España, o de París eran tornados a ella, como
Capítulo 9 163
son Arteaga, Calixto, Peralta, Castro; pero ninguno de todos elíos se dispuso a seguirle»
(Fontes narr. I 187-188). En este viaje se detuvo también en Madrid, seguramente con el
deseo de ver a Arteaga, que por entonces era preceptor de Luis de Requeséns, hijo del
comendador mayor de Castilla, don Juan de Zúñiga (cf. MARCH, Nine^y juventud de Fe-
lipe II t.2 p.96-97.222-223). Con esta ocasión vio Felipe II, niño entonces de ocho años, a
San Ignacio, como el mismo rey recordaba cincuenta años más tarde, al serle mostrado el
retrato del Santo pintado por Alonso Sánchez Coello. Fontes narr. III 245. Era aya del
príncipe doña Leonor Mascarenhas, que ya de antes conocía y admiraba a San Ignacio.
Véase n.80.
8
Véase el n.78.
9
Chaireddin, célebre pirata, jefe de la escuadra de Solimán II.
10
Cf. n.33. Creemos que probablemente la nave no hizo viaje directo de Valencia a
Genova, sino que hizo escala en Barcelona. Así se conciliaria con el relato autobiográfico
14
la narración de Polanco en el Sumario n.60 v en la Vida latina (Fontes narr. I 187-488 ;
II 571).
164 Autobiografía
11
Después de tan mal viaje hacía Bolonia y de la poco benévola acogida que tuvo en
esta ciudad, recibió algún alivio en el Colegio Mayor de San Clemente de los españoles
(cf. Fontes narr. I 188; II 572). En Bolonia comenzó San Ignacio a reanudar sus estudios
de teología, pero, no probándole el clima de la ciudad, se dirigió a Venecia para esperar a
sus compañeros. Allí se propuso completar sus estudios teológicos desde principios de
1536 hasta la cuaresma de 1537. Véase su carta a Jaime Cassador, escrita el 12 de febrero
de 1536 (MI, Epp. 1 95-96).
Capitulo 10 165
mucho, máxime una ve% que perdió el camino y empegó a andar junto a
un río, el cual estaba abajo y el camino en alto, y este camino, cuanto
más andaba, se iba haciendo más estrecho;y llegó a estrecharse tanto, que
no podía seguir adelante, ni volver atrás; de modo que empegó a andar a
gatas, y así caminó un gran trecho con gran miedo, porque cada ve% que
se movía creía que caía en el río. Y ésta fue la más grande fatiga y
penalidad corporal que jamás tuvo; pero al fin salió del apuro. Y
queriendo entrar en Bolonia, teniendo que atravesar un puentecillo de
madera, cayó abajo del puente; y así, levantándose cargado de barro y de
agua, hi\o reír a muchos que se hallaron presentes.
C A P I T U L O X
1
Pedro Contarini, noble clérigo veneciano, procurador del hospital de los Incura-
bles. Procedía de una rama diferente de la del cardenal Gaspar Contarini, que tanto había
de ayudar después a la Compañía en Roma. En 1557 fue trasladado a la diócesis de Pafos,
en Chipre. En 1562 renunció a su diócesis. Murió en Padua en 1563.
2
Gaspar de Doctis era entonces vicario del nuncio pontificio en Venecia, Jerónimo
Verallo. Fue desde 1551 gobernador de Loreto, y allí, en 1556, hizo los votos simples de
la Compañía, conservando, con todo, su traje seglar y regentando el santuario.
166 Autobiografía
3
R o c a s . Et era anchora la un altro s p a g n u o l o , che si diceva il
4
bacigliere H o z e s il quale praticava m o l t o col p e l e g r i n o , et
5
anche col v e s c o v o di C e t t e . Et q u a n t u n q u e havesse un poco
affettione di fare gli exercitii, n o n d i m e n o non gli meteva in
executione. Alia fine si rissolse di entrare a fargli; et dipoi che
gli hebbe fatto, 3 o 4 g i o r n i , disse l ' a n i m o suo al p e l e g r i n o ,
dicendogli che h a v e v a paura non gli insegnasse n e g l i exercitii
qualche dottrina cativa, per le cose che gli h a v e v a detto un tale.
Et per questa causa h a v e v a portato seco certi libri, a ció ricor-
resse a quelli, se per sorte lo volesse i n g a n n a r e . Questo si aiutó
molto notabilmente n e g l i exercitii, et alia fine si rissolse di
seguitare la vita del p e l e g r i n o . Questo fu anche il p r i m o che
mori.
93. In Venetia hebbe anche il pelegrino altra persecutione,
essendo molti che d i c e v a n o che gli era stata abbrusciata la
statua in S p a g n a et in P a r i g i . Et questa cosa ando tanto inanzi,
che si é fatto processo, et fu data la sentenza in favore del
6
pelegrino .
Li 9 c o m p a g n i vennero a Venetia il principio del 37. La si
divisero a serviré per diversi hospitali. D o p o 2 o 3 mesi se
n ' a n d o r o n o tutti a R o m a a p i g l i a r la benedittione per passare in
Hierusalem. II p e l e g r i n o non ando per causa del Dottor Ortiz,
7
et anche del n u o v o cardinale T h e a t i n o . Li c o m p a g n i vennero
da R o m a con pólice di 200 o 300 scudi, li quali gli furono dati
per elemosina per passare in Hierusalem; et loro non gli volsero
pigliare senon in pólice; li quali dipoi, non potendo andaré in
8
Hierusalem, gli rendettero a quelli che gli h a v e v a n o d a t i .
Li c o m p a g n i t o r n o r n o a Venetia del m o d o che erano andati,
cioé a piedi et m e n d i c a n d o , ma divisi in tre parti, et in tal
m o d o , che sempre erano di diverse nationi. La in Venetia si
ordinorono da messa quelli che non erano ordinati, et gli dette
licentia il nuntio che all'hora era in Venetia, che poi si chiamó il
3
Nótese el apellido Rozas o Rosas (Rocas en los mss.), que no hay que confundir
3
con Rojas. No consta con claridad de quién se trata. Cf. Fontes narr. I 490 . Parece
tratarse de un tal Rodrigo Rozas.
4
El bachiller Diego de Hoces, natural de Málaga, se juntó muy pronto con San
Ignacio y sus compañeros. Murió en 1538 en Padua mientras ejercía la predicación en
compañía del P. Juan Coduri. San Ignacio, que estaba entonces en Montecasino, vio su
alma en el cielo. Véase Polanco, en el Sumario n.74 y en la Vida latina, n.91, Fontes narr. I
195; II 583.
5
Una diócesis con semejante nombre no existe. Viseto en su traducción latina (Fontes
narr. I 491, aparato crítico) lo interpretó septensis (de Septa, forma latina de Ceuta). Según
esto, se trataría del obispo de Ceuta, que por aquel entonces era Diego de Silva. Con
todo, las circunstancias hacen que sea menos probable esta interpretación, y aconsejan
inclinarse por aquélla, según la cual Cette está puesto por Chieti. Obispo de esta diócesis,
cuyo nombre adjetivo es theatinus, de donde les vino el nombre a los Teatinos, era Juan
Pedro Carafa, cofundador de aquella Orden religiosa y futuro papa Paulo IV, que desde
Capítulo 10 167
3
español llamado por nombre Ro%as . Y estaba también allí otro espa-
4
ñol, que se llamaba el bachiller Hoces , el cual trataba mucho con el
5
peregrino y también con el obispo de Ce ite , y aunque tenía algún deseo
de hacer los ejercicios, con todo no lo ponía en ejecución. Al fin resolvió
hacerlos; y después que los hi^o, a los tres o cuatro días, expuso su
intención al peregrino, diciéndole que tenía miedo no fuese que le enseñase
en los ejercicios alguna doctrina mala, por las cosas que le había dicho un
tal. Y por eso había llevado consigo ciertos libros para recurrir a ellos en
el caso de que quisiese engañarle. Este se. ayudó muy notablemente en los
ejercicios, y al fin se resolvió a seguir el camino del peregrino. Fue
también el primero que murió.
1527 vivía en Venecia. Sobre sus dificultades con San Ignacio véase la nota 7 de este
capítulo.
6
La sentencia fue dictada por Gaspar de Doctis el 13 de octubre de 1537. Ha sido
publicada en MI Scripta I 624-627 y en Fontes documentales n.105.
7
El doctor Ortiz se había molestado en París con San Ignacio por el cambio de
conducta que se había obrado en Juan Castro y Pedro Peralta (véase más arriba, n.77).
Entre San Ignacio y Juan Pedro Carafa, creado cardenal el 22 de diciembre de 1536, no
existían buenas relaciones desde el incidente, no bien aclarado, ocurrido entre ellos en
Venecia. Cf. Fontes narr. II 575, e ib., I 582 nota 14. Véase la carta que con toda seguridad
puede decirse destinada a Juan Pedro Carafa (MI, Epp. I 114-118). Edición crítica de esta
carta en AHSI 44 (1975) 139-151.
8
Entre 60 ducados que recibieron del Papa y otros de otras personas, «traieron aquí
en zédulas 260 ducados». No pudiendo hacer la peregrinación, devolvieron este dinero.
Así lo escribía San Ignacio desde Venecia a Juan Verdolay el 24 de julio de 1537 (MI,
Epp. I 120-121). Sobre esta limosna, cf. Fontes narr. 1 116 nota 10.
168 Autobiografía
9
La ordenación tuvo lugar el 24 de junio de 1537. El título de las órdenes puede
verse en MI, Scripta I 543-546 y en Tontee documentales n.103. El obispo de Arbe (Rab. en
Dalmacia), Vicente Nigusanti, fue el que los ordenó.
Capítulo 10 169
95. Pasados los cuarenta días, llegó el Mro. Juan Coduri, y los
cuatro decidieron empegar a predicar;y dirigiéndose los cuatro a diversas
placas, en el mismo día y a la misma hora comentaron su sermón,
gritando primero fuerte y llamando a la gente con el bonete. Con estos
sermones se hi^p mucho ruido en la ciudad, y muchas personas se
movieron a devoción, y ellos tenían con más abundancia las cosas necesa-
rias para la vida.
En el tiempo que estuvo en Vicenta tuvo muchas visiones espiritua-
les^ muchas, casi ordinarias, consolaciones; y lo contrario le sucedió en
París. Principalmente, cuando comentó a prepararse para ser sacerdote
en Venecia, y cuando se preparaba para decir la misa, durante todos
aquellos viajes tuvo grandes visitaciones sobrenaturales, de aquellas que
solía tener cuando estaba en Manresa. También estando en Vicenta supo
11
que uno de los compañeros, que estaba en Bassano , se encontraba
enfermo y a punto de morir, y él se hallaba también en aquel mismo
tiempo enfermo de fiebre. Con todo, se puso en camino, y andaba tan
fuerte, que Fabro, su compañero, no le podía seguir. Y en este viaje tuvo
certidumbre de Dios, y lo dijo a Fabro, que el compañero no moriría de
aquella enfermedad. Y llegando a Bassano, el enfermo se consoló mucho y
12
sanó pronto .
Después volvieron todos a Vicenta, y estuvieron allí por algún
tiempo los die%,y algunos iban a pedir limosna por ¿os pueblos cercanos.
10 215
Se trata del monasterio titulado S. Pietro in Vivarolo (Fontes narr. 11 580 ).
11
Era éste Simón Rodrigues.
12
Refieren lo mismo con más detalles el P. Ribadeneira en De actis n.23, Fontes narr.
II 333-334, y el P. Polanco en la Vida latina, ib., p.581. Véase también Fontes narr. III
84.86.424.
170 Autobiografía
13
96. Poi, finito l ' a n n o , et non si trovando p a s s a g g i o , si
deliberorno di andaré a R o m a ; et anche il p e l e g r i n o , perché
l'altra volta che li c o m p a g n i erano andati, quelli dui, delli quali
lui dubitava, si erano mostrati molto benevoli.
A n d o r o n o a R o m a divisi in tre o quatro parti, et il pelegri-
1 4
no con Fabro et L a y n e z , et in questo v i a g g i o fu m o l t o spe-
cialmente visitato da Iddio.
H a v e v a deliberato, dipoi che fosse sacerdote, di stare un
15
anno senza diré m e s s a , preparandosi et p r e g a n d o la M a d o n n a
16
lo volesse metiere col suo F i g l i u o l o . Et essendo un g i o r n o ,
alcune m i g l i a prima che arrivasse a R o m a , in una chiesa, et
facendo oratione, ha sentita tal mutatione n e l l ' a n i m a sua, et ha
visto tanto chiaramente che Iddio Padre lo metteva con Cristo,
suo F i g l i u o l o , che non gli basterebbe l ' a n i m o di dubitare di
questo, senonché Iddio Padre lo metteva col suo F i g l i u o l o .
97. Poi, v e n e n d o a R o m a , disse alli
Et io, che scrivo queste c o m p a g n i che v e d e v a le fenestre serra-
cose, dissi al pelegrino, te, v o l e n d o diré che li h a v e v a n o di ha-
quando questo mi nar- ver molte contradittioni. Et disse an-
rava, che Laynez rac- che: — B i s o g n a che stiamo molto sopra
contava questo con al-
di noi, et non p i g l i a m o conversatione
tre particularitá, secon-
do havevo inteso. Et con donne, se non fossero i l l u s t r i — .
lui mi disse che tutto Dipoi in R o m a , per parlare di questo
18
quello dicea Laynez proposito, M. F r a n c e s c o confessava
stava il vero, perché lui una donna, et la visitava alcuna volta
non si ricordava tanto per praticare le cose spirituali, la q u a l e
particolarmente; ma che dipoi fu trovata g r á v i d a ; ma volse il
all'hora quando lo na- S i g n o r e che si scoperse colui che have-
rrava sa certo che non va fatto il maleficio. II simile accade a
ha detto senon la veritá. Gioan Coduri con una sua figliuola spi-
Questo medesimo mi
17 rituale, deprehensa con u n ' h o m o .
disse in altre cose .
13
Enriéndese el año durante el cual, según habían prometido en el voto de Montmar-
tre, tenían que esperar la navegación para Jerusalén. Cómo tenía que computarse este
año, no aparece del todo claro. En la duda parece prudente atenerse a la explícita
declaración del P. Polanco, según el cual el año tenía que empezar a contarse desde la
llegada de los compañeros de San Ignacio a Venecia, es decir, desde el 8 de enero de
1537. «Expectandus tamen erat annus, ab eo tempore, quo Venetias venerant, computan-
dus, iuxta praedicti voti tenorem» (Fontes narr. II 579-582). Otra es la opinión defendida
por el P. LETURIA, Importancia del año 1538 en el cumplimiento del «Voto de Montmartre»:
Archivum Historicum S.I., 9 (1940) 188-207. Véase la nota 14.
14
Aunque no estuviesen estrictamente obligados por el voto, retrasaron todavía
algunos meses la ida a Roma, a excepción de San Ignacio y de los PP. Fabro y Laínez, los
cuales se dirigieron a la Ciudad Eterna a fines de octubre de 1537. Les siguieron los
demás inmediatamente después de la Pascua de 1538 (21 de abril). La presentación al
Papa, en virtud del voto de Montmartre, para ofrecerse a lo que quisiese disponer de
ellos, tuvo lugar entre el 18 y el 23 de noviembre. Véase Fontes narr. I 36*.
En realidad, San Ignacio difirió un año y medio exacto la celebración de su
Capítulo 10 171
13
96. Después, acabado el año , y no encontrándose pasaje, deci-
dieron ir a Roma, y también quiso ir el peregrino, porque la otra vet^,
cuando fueron a Roma los compañeros, aquellos dos de los cuales él
dudaba, se mostraron muy benévolos.
Se dirigieron a Roma, divididos en tres o cuatro grupos, y el
H
peregrino con V abro y L,aínet ; y en este viaje fue muy especialmente
visitado del Señor.
Había determinado, después que fuese sacerdote, estar un año sin
15
decir misa , preparándose y rogando a la Virgen que le quisiese poner
16
con su Hijo . Y estando un día, algunas millas antes de llegar a Roma,
en una iglesia, y haciendo oración, sintió tal mutación en su alma y vio
tan claramente que Dios Padre le ponía con Cristo, su Hijo, que no
tendría ánimo para dudar de esto, sino que Dios Padre le ponía con su
Hijo.
primera misa, desde el 24 de junio de 1537, en que fue ordenado sacerdote, hasta la noche
de Navidad de 1538. Véase D. FERNÁNDEZ ZAPICO, ha carta de San Ignacio sobre su primera
misa: Archivum Historicum Societatis Iesu, 1 (1932) 100-104.
16
Esta experiencia significa la gracia que San Ignacio recibió en la célebre visión de
La Storta, a pocos kilómetros de Roma, de la cual se hace mención inmediatamente.
Recurre alguna otra vez en los escritos del Santo, como en su Diario espiritual; véase más
abajo, al día 23 de febrero de 1544.
17
Conservamos una relación del P. Laínez sobre esta visión de La Storta. Se halla en
una plática que hizo en Roma el año 1559 y ha sido nuevamente publicada en Fontes narr.
II 133. La identificación del lugar donde recibió San Ignacio tan extraordinaria visión,
que una antigua tradición colocaba en La Storta junto a la vía Cassia, a 16,5 kilómetros
de Roma, ha sido recientemente confirmada con el hallazgo de un documento que la hace
remontar por lo menos a 1631 (Fontes narr. II 133 nota 19), con lo cual debe completarse
lo expuesto en Fontes narr. I 498 nota 23.
18
Francisco Javier.
172 Autobiografía
1
Sobre el doctor Pedro Ortiz, a los datos que se dan en Fontes narr., añádase:
C. ABAD, Unas «anotaciones» del doctor Pedro Orti% y su hermano fray Francisco sobre los
ejercicios espirituales de San Ignacio: AHSI 25 (1956) 437-454; BERNARD-MAITRE, Les «Anno-
tations» des deux freres Ortiz sur k traite de l'élection des Exercices spirituels (vers 154U1546):
2
Revue d'Ascétique et de Mystique, 34 (1958) 393-434. MI, Exercitia spiritualia (Roma
1969) 627-645.
2
Véase el n.92.
3
Este joven español, que acababa de ser despedido de la casa y servicio del cardenal
Juan Pedro Carafa, se dirigía a Ñapóles cuando lo encontró San Ignacio. Entró en la
Compañía, donde fue célebre predicador y ocupó cargos importantes.
4
En la casa de Quirino Garzoni, situada en una viña en las laderas del monte Pincio,
cerca de la iglesia llamada Trinita dei Monti.
5
Parece tratarse de Miguel Landívar, llamado corrientemente Navarro. Llevando a
mal la conversión de San Francisco Javier, tuvo en París intención de matar a San
Ignacio. Después volvió sobre sí y llegó a querer entrar en la Compañía, pero o no lo
consiguió o estuvo en ella por poco tiempo (RIBADENEIRA, De actis n.19. Fontes narr. II
332 y pasajes citados en la nota 22. Ib., p.170; I 202).
Capítulo 10 173
C A P I T U L O X I
1
Después empegaron a perseguir Mudarra y Barreda , diciendo que
el peregrino y los compañeros eran fugitivos de España, de París y
6
Era Benedetto Conversini, obispo electo de Bertinoro, trasladado en 1540 a Jesi. El
21 de mayo de 1538 había sido nombrado gobernador de Roma.
7
Otros escriben Barrera. Estos dos españoles y otro paisano de ellos, Pedro de
Castilla, fueron los principales fautores de una verdadera persecución que se levantó en
Roma, el año 1538, contra San Ignacio y sus compañeros. Dio ocasión a ella la predica-
ción de un fraile agustino piamontés, llamado Agustín Mainardi, en la cual encontraron
aquéllos algunos errores y empezaron a combatirlos. Aquel grupo de españoles favoreció
ai predicador, y lo hizo suscitando una campaña contra San Ignacio y los compañeros,
que terminó con un decreto de absolución de éstos y con graves penas a los calumniado-
res. Esta persecución es referida por todos los biógrafos de San Ignacio y por el mismo
Santo en carta a Isabel Roser de 19 de diciembre de 1538. Puede verse en Fontes narr. I 6-
14. Respecto al proceso sobre la ortodoxia de San Ignacio y sus compañeros, terminado
con una sentencia plenamente absolutoria el 18 de noviembre de 1538, véase: M. DEL
PIAZZO-C. DALMASES, / / processo stttl'ortodossia di sant'Ignacio e dei suoi compagni, svoltosi a
Roma nel 1538: AHSI 38 (1969) 431-453: Fontes doc, n.108.
174 Autobiografía
8
El cardenal Vicente Carafa, llamado el cardenal napolitano.
9
La sentencia fue dictada el 18 de noviembre de 1538 y puede verse en MI, Scripta I
627-629 y en Fontes documentales doc. n. 108.
10
Ejercicios n.30.
Capítulo 11 175
Venecia. A.I fin, en presencia del gobernador y del que entonces era
s
legado de Roma , los dos confesaron que no tenían nada malo que decir
contra ellos, ni en las costumbres ni en la doctrina. Hl legado mandó que
se impusiese silencio en toda aquella causa, pero el peregrino no lo aceptó,
diciendo que quería la sentencia final. No gustó esto al legado ni al
gobernador, ni siquiera a aquellos que favorecían antes al peregrino; pero
al fin, después de algunos meses, vino el Papa a Roma. El peregrino
fue a Frascati para hablar con él, y le representó algunas rabones, y el
Papa se hi^p cargo y mandó se diese sentencia, la cual se dio a su fa-
9
vor , etc.
11
Véanse los n.7-9.
12
Véase el n.29,3.°-4.° Un texto castellano (ms. Varia Historia f.29) y la traducción
latina de Viseto leen de diferente manera: «como solía» y «ut solet».
176 Autobiografía
13
Del Diario espiritual de San Ignacio se conserva una parte, que es lo escrito en trece
meses, desde el 2 de febrero de 1544 hasta el 27 de febrero de 1545. Este Diario se publica
en el presente volumen, doc. n.ó.
Capítulo 11 MI
1
« L a s p á g i n a s inefablemente s i m p l e s » de los Ejercidos Espi-
rituales de San I g n a c i o de L o y o l a pertenecen a la categoría de
los pocos libros q u e , c o m o la Imitación de Cristo y las Visitas
de San Alfonso de L i g o r i o , han trascendido a toda clase de
fíeles y s i g u e n influyendo continuamente en la espiritualidad de
millones de a l m a s .
L o dijo bellamente De Causette: « L o s Ejercicios son uno de
los libros más venerables salidos de m a n o s de hombres, p o r q u e
si la Imitación de Cristo ha e n j u g a d o más l á g r i m a s , los Ejercicios
2
han p r o d u c i d o más conversiones y más s a n t o s » .
El libro de los Ejercicios ha a d q u i r i d o una difusión q u e
apenas se da en otra obra ascética. Solo o a c o m p a ñ a d o de
comentarios o explanaciones, se ha publicado más de 4.500
veces y se ha traducido a 19 l e n g u a s , entre ellas al azteca, danés,
m a l g a c h e , tamil, vasco. Se puede calcular el n ú m e r o de ejem-
plares en un m í n i m o de cuatro millones, y una media de edición
por mes a lo l a r g o de los cuatro siglos l a r g o s de existencia del
3
libro .
Estas cifras v e r d a d e r a m e n t e g i g a n t e s c a s no tocan al aspecto
más fecundo del libro i g n a c i a n o : a la práctica continuada, ya
q u e lo que le ha d a d o renombre universal y como carta de
ciudadanía d e n t r o de la Iglesia no ha sido tanto el v o l u m e n
escrito cuanto la práctica continuada del m é t o d o descrito en sus
páginas.
Para contar todos los q u e se han beneficiado de este m é t o d o
sería necesario multiplicar las cifras anteriores por g u a r i s -
m o s m u y altos. El n ú m e r o de los q u e practican actualmente los
ejercicios cerrados cada año se puede calcular, a base de datos
a p r o x i m a t i v o s , en más de dos millones. Y si se añaden los
ejercicios abiertos y las misiones, en las que, a u n q u e de m o d o
m u c h o más imperfecto y d i l u i d o , siempre queda no poco de la
esencia ignaciana, el porcentaje es todavía m u c h í s i m o m a y o r .
S e g ú n u n a estadística de la C o n g r e g a c i ó n de R e l i g i o s o s , los q u e
en 1949 practicaron a l g u n a clase de ejercitaciones o misiones
bajo la dirección de religiosos fueron 7.030.141. Y se sabe que
los sacerdotes seculares dirigen g r a n cantidad de tandas.
1
DE CAUSETTE, Mélanges oratoires (París 1876) I p.225 en el Panegírico de San
Ignacio.
2
DE CAUSETTE, Mélanges I p.455 en el Panegírico del Beato Fabro.
> Cf. HechD 23 (1948) 567-569.
182 Ejercicios espirituales
7
CASANOVAS, Comentario y explanación de los Ejercicios vol.l p.23.29.
8
MHSI, Epist. S. Ign. 1 112.
9
«Zu den Schicksalsbüchern der Menscheit», H. BÓHMER, Die Jesuiten (Leipzig 1907)
p.18.
10
R. FÜLÓP-MILLER, Macht und Geheimnis der jesuiten (Berlín, 1929) p.31.
184 Ejercicios espirituales
«Hago a Dios testigo de esta verdad, que, con haber treinta años
que estudio y muchos que leo teología, en todo este tiempo no he
sabido tanto para mi aprovechamiento, si de ello me quisiere aprove-
char, cuanto me enseñaron en la dicha casa de la Compañía [de
12
Alcalá], haciendo los ejercicios por espacio de pocos días» .
11
JANSSEN, U Allemagne et la reforme (Paris 1895) t.4 p.402 y 405.
12
Texto en M H S I , Exerc. 667. Cf. I. IPARRAGUIRRE, Historia de los Ejercicios I. p.l 14-
115.
u M H S I , Epp. Mixt. II p.233-234.
14
M H S I , Mor*. Fabri p.448.
Introducción 185
15
MHSI, Fontes narr. II p.21-22.
16
Pueden verse otros testimonios de ejercitantes en T. ARELLANO, Defensa de las
tandas de cinco días: MANR 26 (1954) 187-206: HÉCTOR ANTOÑANA, Cuando los chicos dicen
la verdad (Bilbao, Mensajero del Cor. de J . , 1962). Además, varias revistas de ejercicios,
sobre todo Avanzar (Pozuelo de Alarcón), Más allá (Montevideo), Perseverancia (Barcelo-
na). En ésta pueden verse las impresiones de los futbolistas del Club Deportivo Español.
Véase también Christus 3 (1956) p.255-265: Rivista di ascética e mística 1 (1956) 535-564.
186 Ejercicios espirituales
17
Cf. A. STRADELLI, Per la pace individúale e sociale (Turín 1936).
Introducción 187
18
hserci^i spirttuali, Prefaaione de Giov. Papini (Turín 1928) p.2l.
188 Ejercicios espirituales
19
Detalles y pruebas en la Historia de los Ejercicios t.l p.83-87.
Introducción 191
2 0
Polanco le dio los retoques y preparación convenientes para la presentación en
1547. Las dos versiones (antes y después de la intervención de Polanco) = Pl y P2, han
sido publicadas en paralelo con la de Frusio = Vulgata, y el Autógrafo en M I , Exercitia
Spirilualia (Roma 1969) p.140-415.
2 1
El texto publicado en M H S I , Exerc. p.562-563; segunda edición (1969) p.416-417 y
Tabulas 5 y 6; MARÍN, Encbiridion p.12.
2 2
MARÍN, Encbiridion p.12.
192 Ejercicios espirituales
2 3
Textos hasta 1940 en MARÍN, Enchiridion. De 1940 a 1951, ÍDEM, LOS ej. Documentos
pontificios (Zaragoza 1952). El breve Pastoralis Officii en n.753 p.406-409; MI, Exercitia
2
spiritualia p.74-78. Sobre su valor cf. I. IPARRAGUIRRE, San Ignacio de Loyola, patrono de los
E.: HechD 22 (1947) 691-<595. De las recomendaciones y aprobaciones posteriores a 1940
queremos indicar dos de singular importancia, la primera por encontrarse en una encícli
ca sobre la liturgia cristiana (encícl. Mediator Del, 20 noviembre 1947, texto en AAS 39
[1947] 586), es decir, sobre una espiritualidad que, según algunos, se oponía a la de los
ejercicios, y la otra por los términos tan laudatorios en que se expresa. Este segundo
testimonio se encuentra en el discurso pronunciado en castellano por S. S. Pío X I I el 24
de octubre de 1948, donde, entre otras cosas, dijo: «Los Ejercicios de San Ignacio serán
siempre uno de los medios más eficaces para la regeneración espiritual del mundo y para
su recta ordenación, pero con la condición de que sigan siendo auténticamente ignacia-
nos». Texto íntegro del discurso en HechD 23 (1948) 758-760. Cf. también HechD (1948)
470-481, y ENRIQUE BASASE, Expansión de los ejercicios en la Iglesia: Miscelánea Comillas, 25
(1956) 327-382.
2J
Ideas de la carta pastoral sobre ejercicios publicada por el cardenal Pía y Deniel
cuando era obispo de Salamanca. Cf. nuestro artículo en HechD (1948) 462.
Introducción 193
2 5
HechD 2 3 ( 1 9 4 8 ) 4 6 2 - 4 6 3 . Los párrafos que siguen entre comillas están tomados
de este artículo donde tratamos el tema más despacio. Véase también VENANCIO DE H.
ARAQUIL, O.F.M. Cap., ¿San Ignacio de hoyóla, doctor de la Igtesia?: Surge 6 ( 1 9 4 8 ) 2 4 8 - 2 5 3 ,
copiado en Perseverancia (Barcelona 1 9 4 9 ) 1 0 - 1 2 .
2 6
HechD 2 3 ( 1 9 4 8 ) 4 6 1 - 4 6 2 .
194 Ejercicios espirituales
A su luz «le parecían todas las cosas nuevas..., como si fuese otro
hombre y tuviese otro intelecto... De manera que en todo el discurso
de su vida, hasta pasados sesenta y dos años, coligiendo todas cuantas
ayudas haya tenido de Dios; y todas cuantas cosas ha sabido, aunque
las ayunte todas en uno, no le parece haber alcanzado tanto como de
35
aquella vez sola» .
3 3
DUDON, S. lgnace apéndice 11 p.627.
3 4
P. DE LETURIA, Estudios ignacianos II 14.
3 5
ID., Autobiografía n.30; Fontes narr. I 404.
3<1
Carta del P. Laínez, n.12: M H S I , Fontes narr. I 82.
196 Ejercicios espirituales
Zerbolt of Zutphen: Archief voor de geschíedenis van het aartsbisdom Utrecht, 19 (1950)
8-12.
41
ALBAREDA, S. Ignasi a Montserrat p.106.
4 2
Las fuentes del Ejercitatorio detalladas con toda precisión en WATRIGANT, Quelques
promoteurs de la méditation méthodique: CBE 59 (1919) 69-77, y en Dict. Spir. 2,915-917.
4 3
WATRIGANT, ha ge'nese des exercises p.36. Se puede completar con A. CODINA, hos
orígenes de los Ejercicios Espirituales (Barcelona, Balmes, 1926) c.16 y Apéndice Ili; H.
198 Ejercicios espirituales
RAHNER, Ignatius von Loyola und das geschichtliche Werden seiner Frómmigkeit (Graz, Pustet,
1949); M. Ruiz JURADO, ¿Influyó en S. Ignacio el «Ejercitatorio» de Cisneros?: MANR 51
(1979 65-75.
4 4
El P. Leturia es el que con más detención ha estudiado el proceso de San Ignacio
en Loyola. Resume sus trabajos anteriores en su libro El gentilhombre Iñigo Lópe% de Loyola
a
(Barcelona 1949) 2 . ed. c.4 sobre todo, p.160-176. Sobre el influjo de la lectura de la
Vita Christi: R. GARCÍA MATEO, La gran mutación de Iñigo a la lu^_ del Vita Christi cartujano:
MANR 61 (1989) 31-44; y A. FALKNER, Was las Iñigo de Loyola auf seinem Krankenlager:
Geist und Leben 61 (1988) 259-264.
4 5
Transcribimos de nuestro trabajo Orientaciones sobre la literatura de ejercicios: MANR
21 (1949) 261. El análisis de CODINA en Los orígenes de los ejercicios c.15 p.155-166.
Introducción 199
6 4 2
MHSI, Exercitia 429. Sobre la génesis del «Principio y fundamento»: M. Ruiz
JURADO, Hacia las fuentes del principio y fundamento de los Ejercicios: Gregorianum 58 (1977)
727-756.
(l5
Autobiografía n.67: MHSI, Fontes narr. 1 458.
<* Autobiografía n.86; Ibid. 480.
7 2
» MHSI, Exercitia 418-454.
204 Ejercicios espirituales
6 8
MHSI, Fontes narr. I 319.
M 2
MHSI, Epp. Mixlae I 22; Exercitia 33».
7 0
MHSI, Epp. Mixtae I 29; Exercitia, ibid.
7 1 2 15
MHSI, Epistolae sancti Francisci Xaverii I 47; Exercitia 33 .
Introducción 205
La edición crítica del texto en Mon. Hist. S. I., Exercitia spir. et eorum
Directoría (Madrid 1919) p.1282. Preparada con diligencia v
exactitud admirables por el P. Codina. Se editan a cuatro colum-
nas el autógrafo, la traducción primera de hacia 1534, la versión
vulgata y la traducción del P. Roothaan. Segunda edición, a
cargo de los PP. Calveras y Dalmases: Exercitia spiritualia: Tex-
tuum antiquisimorum nova editio (Roma 1969). Mon. Hist. S. I.
vol. 100.
a
Ignacio 2 . ed. (Barcelona 1950) p.430. Estudio profundo de la
armazón interna del proceso ignaciano. Un resumen vulgarizador
del libro es el folleto del P. J . ROIG GIRONELLA Teoría de los
a
Ejercicios espirituales. Estudio sintético 2 . ed. (Barcelona 1955) p.57,
y MANR 15 (1943) 341-357.
I. IPARRAGUTRRE, Eíneas directivas de los Ejercicios ignacianas (Bilbao
1949) y la edición italiana aumentada: Introdu^ione alio studio degli
Eserci\i (Roma, Pont. Universitá Gregoriana, 1951).
a
Dirección de una tanda de ejercicios 2 . ed. (Bilbao, Mensajero del Cor.
de J . , 1962) p.202; tr. italiana (Selecta, Milano 1961) p.201; tr. in-
a
glesa, 2 . ed. (The Newman Press, Westminster 1961) p.188;
tr. portuguesa (Braga, Mensageiro, 1961) p.190.
L. GONZÁLEZ-I. IPARRAGUIRRE, Ejercicios espirituales. Comentario pasto-
ral (Madrid 1965 = BAC 245). La primera parte: Comentario
histórico pastoral, por el P. Iparraguirre, presenta en una breve
síntesis las opiniones de los vatios comentaristas acerca de cada
uno de los puntos de los Ejercicios. La segunda parte: Comentario
práctico-pastoral, por el P. L. González, contiene gran cantidad de
esquemas para el desarrollo de las meditaciones y documentos de
los Ejercicios.
H. COATHALEM, Commentaire du livre des Exercises (París, Desclée
1965 = Christus 18).
Los ejercicios de San Ignacio a la lus- del Vaticano II. Edición elaborada
por CLEMENTE ESPINOSA, S. I. (Madrid, BAC 280). Reúne los
trabajos presentados por varios especialistas en el Congreso inter-
nacional de Ejercicios espirituales celebrado en Loyola, del 16 al
27 de agosto de 1966.
G. CUSSON, Pédagogie de l'expérience spirituelle personnelle. Bible et Exerci-
ces spirituels (Bruges-Paris, Desclée, 1968 = Essais pour notre
temps 4). Un estudio serio sobre la dinámica interna del proceso
espiritual que suscitan los Ejercicios en relación con sus bases
bíblicas.
W . PETERS, The Spiritual Exercises of St. Ignatius. Exposition and Inter-
pretation (Jersey City 1968). Traducción italiana: Gli Esercisj Spiri-
tuali di S. Ignacio. Esposi^ione et interpreta^ione (Padova, Ed. Grego-
riana 1971).
G. CUSSON, Conduis-moi sur le chemin d'éternité. Les Exercises dans la vie
courante (Montréal-Rome, Bellarmin-PUG, 1973). Trad. española:
Los Ejercicios en la vida corriente (Santander, Sal Terrae, 1976).
CH. A. BERNARD, Pour mieux donner les Exercices ignatiens (Roma, CIS,
1979). Trad. italiana: Per daré meglio gli Exerci^i igna^iani (Roma,
CIS 1986).
J . LEWIS, Connaissance des Exercices Spirituels de saint lgnace (Montréal,
Bellarmin 1981). Los temas claves para entender los Ejercicios,
bien explicados. Trad. española: Conocimiento de los Ejercicios Espiri-
tuales de San Ignacio (Santander, Sal Terrae, 1987).
M. VERHEECKE, L'itinéraire du chrétien d'apres les Exercises Spirituels
d'lgnace de Loyola et ses présupposés anthropologiques (Louvain la Neu-
ve 1984). Tesis doctoral en la Universidad Católica de Lovaina.
Bibliografía 215
6. COMENTARIOS-EXPOSICIONES
En latín:
A. LE GAUDIER ( 1 5 7 2 - 1 6 2 2 ) , Introductio adsolidam perfectionem per manu-
ductionem ad S.P.N. Ex. Spir. (París 1 6 4 3 , Turín 1 9 0 4 ) . Obra de
singular mérito. El Bto. La Colombiére siguió este texto en el mes
de ejercicios.
D. PAWLOWSKI ( 1 6 2 6 - 1 6 7 3 ) , Reco/lectiones decem dierum (Cracovia 1 6 7 2 ) .
Varias traducciones españolas en el siglo x i x , época en que fue
muy usado.
F. NEUMAYR, Via compendil ad perfectionem statui religioso competentem...
Pars prima. Meditationes (Augustae-Monachii-Ingolstadii, Crátz-
Summer, 1 7 5 7 ) . Para ocho días de Ejercicios.
FR. VON HUMMELAUER ( 1 8 4 2 - 1 9 1 4 ) , Meditationum et contemplationum
A
S. Ign. puncta (Friburgo 1 9 0 9 ) 2 . ed. Uno de los comentarios que
presentan mejor el enlace de las meditaciones.
En castellano:
S. IZQUIERDO ( 1 6 0 1 - 1 6 8 1 ) , Práctica de los Ejercicios (Sevilla 1 7 4 4 ) ; cf.
MANR 3 ( 1 9 2 7 ) 1 4 7 - 1 5 5 .
B. DE MONCADA ( 1 6 8 3 - 1 7 6 8 ) , Arte de la santidad explicada (Poyanne
1877).
I. BELLECIUS (polaco) ( 1 7 0 4 - 1 7 5 7 ) , Madrid (múltiples ediciones, la
última en el Apostolado de la Prensa, 1 9 4 5 ) . Obra clásica traduci-
da a las principales lenguas.
M. MESCHLER (suizo) ( 1 8 3 0 - 1 9 1 2 ) , Explanación de las meditaciones del
A
libro de los Ejercicios 6 . ed. esp. (Madrid, FAX, 1 9 5 7 ) . Obra
magnífica principalmente en las contemplaciones sobre Jesucristo.
216 Ejercicios espirituales
En francés:
A. LE GAUDIER ( 1 5 7 2 - 1 6 2 2 ) , Introductio ad solidam perfectionem per manu-
dictionem ad S.P.N. Exercitia Spiritualia integro mense obeunda (Paris
1 6 4 3 ) . Buena explicación del método. Aplicación particular a jesui-
A
tas en 3 . probación.
J . NOUET ( 1 6 0 5 - 1 6 8 0 ) , E'homme d'oraison (Paris 1 8 7 8 ) . También en
latín y castellano.
F. NEPVEU ( 1 6 3 9 - 1 7 0 8 ) , Retraite seion l'esprit et la méthode de S. lgnace
(Dijon 1 8 5 5 ) . Trad. española editada en Valladolid, 1 8 9 5 .
A. DE PONLEVOY, Retraite (Lille 1 8 6 3 ) . Análisis muy sugerentes.
G. LONGHAYE ( 1 8 3 9 - 1 9 2 0 ) , Retraite annuelle de huit jours (Paris 1 9 2 5 )
A
3 . ed. Meditaciones de pensamientos excepcionalmente bellos y
profundos. Tr. italiana (Roma, La Civiltá Catt., 1 9 5 5 ) ; tr. abrevia-
da española (México, Buena Prensa, 1 9 5 2 ) .
A
H. PINARD DE LA BOULLAYE, Exercises spirituelles 8 . ed. (Paris 1 9 5 1 -
54) 4 vols. Gran variedad y riqueza de planes y meditaciones.
Trata con gran erudición toda clase de cuestiones.
A. VALENSIN, AUX sources de la vie intérieure. Une grande retraite (Bey-
routh 1 9 4 0 - 4 1 ) 4 vols.; tr. española (Santander, Sal Terrae, 1 9 5 2 ) .
F. MOLLAT, Maitre, oú habite^ vous? Une retraite avec S. lgnace de Loyola
(Paris, Aubier, 1 9 5 8 ) . Sabe encontrar el fondo evangélico de mu-
chas meditaciones y aplica los principios ignacianos a los proble-
mas de hoy.
A. RAVIER, En retraite che^ soi (Paris, Guy Víctor, 1 9 6 7 ) .
M. LEDRUS, Thémes pour les Exercicies Spirituels de la troisiéme probation
(Roma, CIS, 1972). Tiene traducciones al español, inglés e italiano.
E. POUSSET, La vie dans la foi et la liberté. Essai sur les Exercises
spirituels de S. lgnace de Loyola (Paris, Centre d'Études et de
recherches philosophiques, 1 9 7 2 ) .
J . LAPLACE, Une expérience de vie dans l'Esprit. Dix jours dans la
A
tradition des Exercises spirituels (Lyón, Chalet, 1 9 7 3 ) ; 2 . ed. rev.,
Paris 1 9 8 6 ) . Trad. española (Santander 1 9 8 7 ) , inglesa (Chicago
1977).
B. DE MARGERIE, Retraite théologique avec des Exercices de Saint lgnace de
Loyola (Montsürs, Résiac, 1 9 8 1 ) .
A. DUCHARME, Cheminer dans famour de Dieu (Longueuil-Senegal, Villa
A
S. Rene Goupil, 1 9 8 4 ) . 3 . ed. En fascículos de hojas para distri-
buir al ejercitante, a juicio del director.
Cbercher et trouver Dieu (Paris, Assas, 1 9 8 4 ) . Comentario logrado re-
uniendo los artículos sobre Ejercicios aparecidos en la revista
Christus: n . l 2 4 de Christus, hors de serie.
H. SANSÓN, Liberté spirituelle. Retraite en terre d'ls/am (Roma, CIS,
1988).
En alemán:
J. PERGMAYR ( 1 7 1 3 - 1 7 6 5 ) , Gründliche Erwdgungen ewiger Wahrheiten
(Graz 1 9 3 4 ) .
F. LÓFFLER ( 1 8 3 4 - 1 9 1 1 ) , Exer^itien fiir Ordensleute (Innsbruck 1 9 3 0 ) .
218 Ejercicios espirituales
En italiano:
C. ETTORI (1700), Ritiramento spirituale (Venezia 1686).
J . P. PINAMONTI (1632-1703), Exercisj spirituali (Novara 1844).
G . BUCCERONI (1841-1918), Eserci^i spirituali proposti agli ecclesiastici
(Roma 1908). Trad. española en Barcelona, 1918.
P. DELL'OLIO, Esercisj spirituali (Isola dei Liri 1934).
O. MARCHETTI, Gli eserci^i spirituali. II. Ee meditasjoni (Roma 1941).
Trad. española en Bilbao, Mens. del C. de J .
P. ORSINI, Miniera ignaciana 4 vols. (Torino 1942-1950). Material
copiosísimo con abundancia de esquemas, ejemplos y material
para predicación.
G . PORTA, Ducam in solitudinem (Roma 1939-1940) 2 vols. No faltan
observaciones de gran valor para la interpretación del texto.
L. ROSA, Mese degli Esercisj spirituali (Bassano 1948). Interpreta el
pensamiento ignaciano con mucha fidelidad.
Los ejercicios de Calcagno, indicados en su traducción española.
G . GAMBONI, Gli esercisj spirituali. Testo e commento in otto giorni
(Napoli 1956).
L. AMBRUZZI, Alia scuola di S. Ignacio. II completo manuale dei santi
Esercizi (Vicenza, Favero, 1961). Ha volcado su gran experiencia
y conocimiento de los ejercicios. De sus anteriores citamos su
libro traducido al castellano Esercizi sacerdotali secando S. Ignacio y
el Vademécum del sacerdote negli esercizi.
I. IPARRAGUIRRE, Alia luce del tuo volto (Torino-Leumann, ELLE DI
CI, 1969). Ejercicios de ocho días a religiosas.
W.-H. LONGRIDGE-A. TULUMELLO, Gli Esercizi Spirituali presentati da
un anglicano (Napoli, Dehoniane, 1970). Condensación de otros
volúmenes traducidos del inglés por TULUMELLO.
A. DIONISI, SantTgna^io di Eoyola. Esercizi spirituali. Ea spiritualita del
servicio (Roma, Cittá Nuova Editrice, 1972).
Bibliografía 219
En inglés:
1
Esta conocida oración, prescrita por San Ignacio en el segundo y tercer modo de
orar y todas las veces que manda hacer los tres coloquios, se encuentra ya en varios
códices del siglo xiv. Varias veces se dice en ellos que Juan XXII (1316-1334) la había
enriquecido con tres mil días de indulgencia y otras extraordinarias. En el siglo xv se
solía incluir en los libros de Horas y en muchos manuales de devoción.
T. Natalini, estudiando manuscritos, ha llegado hasta la primera mitad del s. xv con
la redacción larga, y al s. xiv con la breve, que parece ser la primitiva: Divinitas 8 (1964)
285-295. Sobre su posible relación con una forma latina de la oración a Jesús crucificado
de Juan de Dalyatha, cf. J . MUNITIZ: Easter Churches Review 6 (1974) 170-180.
En las últimas invocaciones hay variantes muy importantes. Aun en las usadas en
España hay varios tipos. Por ello no es fácil precisar el texto exacto que usó San Ignacio,
ya que no se incluyó la letra de la oración ni en el autógrafo ni en las ediciones hechas
hasta 1576. P. DE LETURIA, Estudios lgn. 2 p.133-148; V. BAESTEN, CBE 43 (1913);
Z . GARCÍA VILLADA, Est. Eccles. 1 (1922) 376-379; H. TH-RSTON, Dict. de spirit. I 670-
672. Véase la explanación de la oración hecha por E. PÉREZ y B. MARTIN, Seele Christi,
betlige micb: Geist und Leben, 25 (1952) 137-146; STRACKE, Ziele Christi, belig mig (Tielt
1953); J . CARRASCAL, Alma de Cristo (Santander 1953). A los que rezan la oración
«Anima Christi» se les concede indulgencia parcial. Cf. Encbiridion indulgentiarum. Normas et
concesiones (Roma 1968) n.10 p.48-49; RICARDO GARCÍA-VILLOSLADA, «Anima Christi».
Origen y evolución de esta plegaria medieval: Manresa 51 (1979) 119-144; A. WALZ, Ea plegaria
«Anima Christi»: Teología espiritual 8 (1964) 125-134. Una lista de las nuevas traduccio-
nes de los Ejercicios puede verse en la p.305.
EJERCICIOS ESPIRITUALES
1 0
Respecto a las adiciones que se encuentran al ftn de la primera semana (73-90), San
Ignacio va anotando cuidadosamente en las semanas siguientes (130-131, 206, 229) los
cambios que hay que ir haciendo.
11
Hoy diríamos: «Se habla». Cf. CALVERAS, MANR 24 (1952) 367-373.
n
* La única vez que se habla explícitamente en los Ejercicios de la clásica concepción
de las tres vías. Y aun aquí San Ignacio no dice propiamente vía, sino «vida». Con todo,
existen ya directorios antiguos, como el anónimo B3, el de González Dávila y el
directorio oficial, que encuadran la doctrina de los Ejercicios dentro de esa doctrina. El
P. LA PALMA, en su Camino espiritual, es el principal y más autorizado expositor dentro de
a
esta tendencia. Véase, con todo, el P. LE GAUDIER, Introducta ad solidam perfectionem p.6.
c.31 p.332-333.
224 Ejercicios espirituales
a a
[11] 11. 1 La undécima: al que toma exercicios en la 1 .
semana aprovecha q u e no sepa cosa a l g u n a de lo q u e ha de
a a
hacer en la 2 . semana; 2 mas q u e ansí trabaje en la 1 . , para
a
alcanzar la cosa que busca, c o m o si en la 2 . n i n g u n a buena
sperase hallar.
a
[12] 12. 1 La duodécima: el q u e da los exercicios, al
q u e los rescibe ha de advertir m u c h o , q u e c o m o en cada u n o de
los cinco exercicios o contemplaciones q u e se harán cada día, ha
de estar por una hora, 2 así procure siempre q u e el á n i m o quede
harto en pensar q u e ha estado una entera hora en el exercicio, y
antes más q u e menos. 3 P o r q u e el e n e m i g o no poco suele pro-
curar de hacer acortar la hora de la tal contemplación, medita-
ción o oración.
a
[13] 13. 1 L a terdécima: a s i m i s m o es de arvertir q u e ,
como en el t i e m p o de la consolación es fácil y l e v e estar en la
contemplación la hora entera, assí en el t i e m p o de la dessola-
ción es m u y difícil complirla; 2 por tanto, la persona q u e se
exercita, por hacer contra la desolación y vencer las tentaciones,
debe siempre estar a l g u n a cosa más de la hora complida; p o r q u e
no sólo se avece a resistir al adversario, mas aun a derrocalle.
a
[14] 14. 1 La q u a t u o r d é c i m a : el q u e los da, si vee al q u e
los rescibe q u e anda consolado y con m u c h o hervor, debe
prevenir q u e no h a g a promessa ni v o t o a l g u n o inconsiderado y
precipitado; 2 y q u a n t o más le conosciere de ligera condición,
tanto más le debe p r e v e n i r y admonir. 3 Porque, dado q u e
justamente p u e d e m o v e r uno a otro a tomar religión, en la qual
se entiende hacer v o t o de obediencia, pobreza y castidad; 4 y
dado q u e la buena obra q u e se hace con v o t o es más meritoria
q u e la q u e se hace sin él, 5 m u c h o debe de m i r a r la propia
condición y subiecto, q u á n t a a y u d a o estorbo podrá hallar en
c u m p l i r la cosa q u e quisiese prometer.
a
[15] 15. 1 L a decimaquinta: el q u e da los exercicios, no
debe m o v e r al q u e los rescibe más a pobreza ni a promesas q u e
a sus contrarios, ni a un estado o m o d o de v i v i r q u e a otro.
2 Porque, d a d o q u e fuera de los exercicios lícita y meritoria-
mente p o d e m o s m o v e r a todas personas, q u e probabiliter ten-
g a n subiecto, para elegir continencia, v i r g i n i d a d , religión y
toda manera de perfección e v a n g é l i c a , 3 tamen en los tales exer-
cicios spirituales más conveniente y m u c h o mejor e s , buscando
la d i v i n a v o l u n t a d , q u e el m i s m o Criador y Señor se c o m u n i q u e
12
a la su á n i m a devota 4 a b r a z á n d o l a en su a m o r y alabanza y
1 2
Así lee el P. Codina. Véase MHSI, Exerc. p.238 nota a. La misma lectura
2
«abracándola» se adopta en MHSI, Exerc. p.154. Con todo, el P. Fernández Zapico, tan
profundo conocedor y seguro lector de documentos ignacianos, defendía \a lectura
Anotaciones 225
16
exercicios spirituales por la m i s m a orden q u e p r o c e d e n , 2 en
17
los quales por vía o r d e n a d a tanto más se aprovechará q u a n t o
más se apartare de todos a m i g o s y conoscidos y de toda solici-
tud terrena; 3 assí c o m o m u d á n d o s e de la casa donde moraba y
t o m a n d o otra casa o camera para habitar en ella, q u a n t o más
secretamente pudiere; 4 de manera q u e en su m a n o sea ir cada
1 8
día a m i s s a y a vísperas, sin temor q u e sus conoscidos le
h a g a n i m p e d i m e n t o . 5 Del qual apartamiento se siguen tres
provechos principales, entre otros muchos: 6 el p r i m e r o es q u e
en apartarse h o m b r e de m u c h o s a m i g o s y conoscidos, y asimis-
m o de m u c h o s negocios no bien ordenados, por servir y alabar
a Dios nuestro Señor, no poco meresce delante su d i v i n a majes-
tad; 7 el s e g u n d o , estando ansí apartado, no teniendo el entendi-
miento partido en m u c h a s cosas, mas p o n i e n d o todo el cuidado
en sola una, es a saber, en servir a su Criador y aprovechar a su
propia ánima, 8 usa de sus potencias naturales más libremente,
para buscar con diligencia lo q u e tanto desea; 9 el tercero,
q u a n t o más nuestra á n i m a se halla sola y apartada, se hace más
apta para se acercar y l l e g a r a su Criador y Señor, 10 y q u a n t o
más así se allega, más se dispone para rescibir gracias y dones
de la su d i v i n a y s u m m a bondad.
19
[21] EXERCICIOS ESPIRITUALES PARA VENCER A SÍ MISMO Y
2 0
ORDENAR SU VIDA SIN DETERMINARSE P O R AFFECCIÓN
2 1
ALGUNA QUE DESORDENADA S E A .
2 2
[PRESUPUESTO]
[ 2 2 ] 1 Para q u e así el q u e da los exercicios spirituales como
el q u e los rescibe, más se a y u d e n y se aprovechen, 2 se ha de
16
La vulgata inserta aquí: «y conviene escribir una recapitulación de las cosas, para
que no se vayan de la memoria».
17
vía ordenada, es decir: medio apropiado.
18
Hay que tener en cuenta que en tiempo de San Ignacio la misa era generalmente
cantada en los numerosísimos sitios en que había un capítulo, monasterio o convento.
19
Sobre el sentido del término «espiritual» con sus raíces patrísticas y monásticas, cf.
H. BACHT en Ignatius von hoyóla. Seine geistlicbe Gestalt 231-239.
2 0
En el texto se leía «sin afección alguna». San Ignacio tachó el «sin» y añadió al
margen «sin determinarse por».
21
Aquí se da como el título y la definición sintética de los ejercicios. J . L. JIMÉNEZ,
ha definición de tos ejercicios: MANR 23 (1951) 243-246. Otros números en que San Ignacio
habla del fin de los ejercicios o que sirven para iluminarlo son los n.l, 87, 1894-6, 233. En
el n.87 explica qué entiende por «vencer a sí mismo».
Sobre el fin de los ejercicios cf. J . ROVIRA, MANR 9 (1933) 23-29.107.112.209-
217.311-317; R. ORLANDIS, MANR 12 (1936) 3-35 (sobre todo p.33-34) y 97-125;
L. PEETERS, MANR 2 (1926) 306-321 (en la p.319 resumen de su posición), junto con el
juicio sobre esta obra del P. D E GUIBERT en RAM 6 (1925) 185-194; J . CALVERAS,
MANR 12 (1936) 224-245; 13 (1940) 26-37; L. PUIGGRÓS, MANR 3 (1927) 3-11; J . M.»
228 Ejercicios espirituales
[PRIMERA SEMANA]
24
[23] i PRINCIPIO Y FUNDAMENTO .
25
2 El h o m b r e es criado para alabar, hacer r e v e r e n c i a y
26
servir a Dios nuestro S e ñ o r , y mediante esto salvar su áni-
2 7 28
m a ; 3 y las otras cosas sobre la haz de la t i e r r a son criadas
para el h o m b r e y para q u e le a y u d e n en la prosecución del fin
para q u e es criado. 4 D e d o n d e se sigue q u e el h o m b r e tanto ha
de usar dellas, q u a n t o le a y u d a n para su fin, y tanto debe
29
quitarse dellas, q u a n t o para ello le i m p i d e n . 5 Por lo qual es
30
menester hacernos i n d i f e r e n t e s a todas las cosas criadas, en
todo lo q u e es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío
y no le está p r o h i b i d o ; 6 en tal manera q u e n o q u e r a m o s de
nuestra parte m á s salud que enfermedad, riqueza q u e pobreza,
honor q u e deshonor, vida larga q u e corta, y por consiguiente
en todo lo demás; 7 solamente deseando y eligiendo lo q u e m á s
31
nos conduce p a r a el fin q u e somos c r i a d o s .
2 El p r i m e r t i e m p o es q u e a la m a ñ a n a l u e g o e n l e v a n t á n d o -
se debe el h o m b r e proponer d e g u a r d a r s e c o n diligencia d e
aquel pecado particular o defecto q u e se quiere c o r r e g i r y
enmendar.
33
[25] 1 El s e g u n d o , después d e c o m e r , pedir a Dios nues-
tro Señor l o q u e h o m b r e quiere, es a saber, gracia para acordar-
se quántas veces ha caído en aquel pecado particular o defecto y
para se e m e n d a r adelante, 2 y consequenter h a g a el p r i m e r exa-
men d e m a n d a n d o cuenta a su ánima de aquella cosa proposita y
particular d e la q u a l se quiere c o r r e g i r y emendar, 3 discurrien-
do de hora en hora o d e tiempo en tiempo, comenzando desde
la hora q u e se levantó hasta la hora y puncto d e l e x a m e n
3 4
presente; 4 y h a g a en la p r i m e r a línea d e la g = tantos
punctos quantos ha i n c u r r i d o en aquel pecado particular o
defecto; S y después p r o p o n g a d e n u e v o d e emendarse hasta el
s e g u n d o examen q u e hará.
[26] 1 El tercero tiempo, después d e cenar se hará el 2.°
examen a s i m i s m o de hora e n hora, comenzando desde el p r i m e r
a
examen hasta el 2.° presente, 2 y h a g a en la 2 . línea d e la m i s m a
g = tantos punctos quantas veces ha incurrido e n aquel particu-
lar pecado o defecto.
3 2
La regulación del examen particular se ha considerado siempre como una de las
piezas más características y originales de San Ignacio. En forma precisa, concreta y
práctica ha sabido sintetizar este movimiento de control y análisis, tan necesario en todo
proceso, lo mismo material que espiritual, y usado siempre en la Iglesia, sobre todo entre
los Padres del desierto. Aun filósofos paganos, como los pitagóricos y estoicos, lo
recomendaban. Es una práctica que tiene su función dentro del sistema, y que el
individuo ha de emplear cooforme a sus necesidades y modo de ser. Por haber considera-
do estas normas aisladas de! conjunto y haber olvidado que San Ignacio las da al director
para que él las vaya aplicando conforme a su prudencia y la necesidad del dirigido, las
han juzgado absurdamente algunos como perniciosa contabilidad espiritual o egocéntrica
reconcentración de todo el ser. Cf. la evolución histórica del examen en H. WATRIGANT,
CBE 2 3 ( 1 9 0 9 ) y el comentario del P. LA PALMA, Tratado del examen de conciencia
(Barcelona 1 9 0 3 ) . Además, A. MÉNDEZ, EI educación de la voluntad j el examen particular
(México 1 9 4 9 ) ; L. PUJADAS, MANR 1 0 ( 1 9 3 4 ) 3 2 - 3 9 ; P. ZAHNEN, ZAM 5 ( 1 9 3 0 ) 5 5 - 6 3 ;
A. CODINA, MANR 1 3 ( 1 9 4 0 ) 3 8 - 4 9 , y sobre todo el trabajo más completo y sugestivo,
M. M. ESPINOSA, MANR 1 7 ( 1 9 4 5 ) 1 1 6 - 1 2 4 ; 1 8 ( 1 9 4 6 ) 2 6 9 - 2 8 2 . Un nuevo y profundo
tratamiento del tema ofrece M. LEDRUS, RivAscMist. 4 ( 1 9 5 9 ) 4 3 5 - 4 5 7 ; W . SOTO, MANR
57 (1985) 3 - 1 6 .
3 3
En tiempo de San Ignacio, la comida se tenía ordinariamente a media mañana. Por
ello hoy diríamos más bien antes de comer.
3 4
Según unos, y es la opinión más común, la letra g es la primera letra de la palabra
italiana «giorno», que significa día. Otros, basándose en Polanco, que puso al principio
del esquema el nombre de un vicio: gula, avaricia, ambición, etc., creen que es la primera
letra de la palabra gula o de otro vicio. Últimamente se ha propuesto otra interpretación,
que se nos hace todavía menos fundada. Sería el comienzo de la palabra vasca «gaur»
(hoy). San Ignacio querría decir: Faltas cometidas hoy domingo, hoy lunes, etc. Cf. C A.,
Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, 4 ( 1 9 4 8 ) 1 1 1 - 1 2 0 .
Primera semana 231
3 5
La vulgata añade que las líneas cada día son más pequeñas, porque es natural que
el número de faltas disminuya de día en día. En el autógrafo las líneas son, como las
reproducimos, todas iguales; en la vulgata, en cambio, van disminuyendo de longitud
2
por días. Lo mismo se observa en la segunda redacción de la Versio prima. Cf. Exercitia
p.171.
232 Ejercicios espirituales
37
[33] i D E L PENSAMIENTO .
36
La manera de confesarse en tiempo de San Ignacio tenía algunas modalidades muy
distintas de las actuales. Era anual o a lo más trimestral para el común de los fieles, pero
revestía una extraordinaria seriedad. La acusación de los pecados constituía un verdadero
repaso del catecismo, ya que se hacía recorriendo las oraciones, síntesis de la fe cristiana y
aun de la moral, y pasando revista a catálogos larguísimos de toda clase de pecados,
omisiones e imperfecciones. Se insistía además en la declaración de las circunstancias, no
sólo de las que mudan la especie del pecado, sino de todas las que pudieran ocurrir. Para
preparación de confesión tan detenida se señalaban uno o dos días. La acusación se
alargaba desmedidamente, si es que no se hacía por etapas. San Ignacio trata de sintetizar
la exposición doctrinal de los pecados para formar la conciencia del ejercitante. A la vez
resume la serie larguísima de los pecados descritos eh los confesionales en un esquema
central y metódico. Cf. CALVERAS, LOS confesionales: AHSI 17 (1948) 57-61.65-66. Otras
normas similares sobre la confesión que solía explicar San Ignacio se encuentran en MON.
IGN., Epp. XII 666-673.
37
San Ignacio trata en este apartado del modo cómo se puede merecer o pecar
cuando el enemigo incita al mal.
38
Es decir, de un pensamiento que se ordena a la obra externa, según la clasificación,
clásica entonces, de Ciruelo y no de la delectación morosa interna. Por tanto, no se puede
aplicar esta doctrina a la delectación morosa, de la que nada dice San Ignacio aquí. Cf.
CALVERAS, LOS confesionales: AHSI 17 (1948) 66.
3 9
Conforme a lo indicado en la nota anterior, esta negligencia se entiende respecto a
la flojedad que haya podido haber en lanzar el pensamiento de obrar mal exteriormente,
no en rechazar la delectación mala. Algunos, por haber entendido en tal sentido esta
frase, dándola un alcance que nunca tuvo en tiempo de San Ignacio, han creído que
encerraba doctrina laxa. Cf. S. MANTILLA, La doctrina del examen general sobre los pecados de
pensamiento: MANR 9 (1933) 244-257.
Primera semana 233
a
[36] 1. H a y dos maneras de pecar mortalmente: la pri-
mera es q u a n d o el h o m b r e da consentimiento al mal pensamien-
to, para obrar l u e g o así c o m o ha consentido, o para poner en
obra si pudiese.
a
[37] 2. 1 L a s e g u n d a manera de pecar mortalmente es
q u a n d o se p o n e en acto aquel pecado, y es m a y o r por tres
razones: 2 la primera, por m a y o r tiempo; la s e g u n d a , por m a y o r
intensión; la tercera, por m a y o r d a ñ o de las dos personas.
40
[38] i D E LA P A L A B R A .
4 0
La vulgata latina antepone las siguientes frases: «De palabra se ofende también a
Dios de muchas maneras, como por medio de la blasfemia y el juramento. Porque no se
ha de...» (sigue el texto del autógrafo).
234 Ejercicios espirituales
a
3. 8 La tercera es q u e en el assiduo jurar por la criatura se
ha de temer más la idolatría en los imperfectos q u e en los
perfectos.
41
[40] 1 N o decir palabra o c i o s a , la qual entiendo q u a n d o
ni a mí ni a otro aprovecha, ni a tal intención se ordena. 2 De
suerte q u e en hablar para todo lo q u e es p r o v e c h o , o es inten-
ción de aprovechar al á n i m a propia o a g e n a , al cuerpo o a
bienes temporales, nunca es ocioso; 3 ni p o r hablar a l g u n o en
cosas q u e son fuera de su estado, así c o m o si un religioso habla
de g u e r r a s o mercancías. 4 M a s en todo lo q u e está dicho hay
mérito en bien ordenar, y peccado en el mal enderezar o en
v a n a m e n t e hablar.
4 2
[41] 1 N o decir c o s a de infamar o m u r m u r a r ; p o r q u e si
descubro peccado mortal q u e no sea público, peco mortalmen-
4 3
t e ; si v e n i a l , venialmente; y si defecto, muestro defecto pro-
p r i o ; 2 y siendo la intención sana, de dos maneras se puede
hablar del pecado o falta de otro.
a
1. m a n e r a . 3 La primera: q u a n d o el pecado es público,
así c o m o de una meretriz pública, y de una sentencia dada en
juicio o de un público error q u e inficiona las ánimas q u e
conversa.
a
2. 4 S e g u n d o : q u a n d o el pecado cubierto se descubre a
a l g u n a persona para q u e a y u d e al q u e está en pecado a levantar-
le, teniendo tamen a l g u n a s coniecturas o razones probables q u e
4 4
le podrá a y u d a r .
[42] i D E LA OBRA.
45
[44] 1 CONFESSIÓN GENERAL CON LA COMUNIÓN .
44
* Interesante revalorización del examen en G. A. ASCHENBRENNER: Revue for
Religious 31 (1972) 14-21; y en D . K . TOWNSEND, The examen re-examined CIS 18 (1987/2)
11-64.
4 5
Cf. L. PUJADAS, La «Confesión general con la comunión»: MANR 9 (1933) 45-53;
J. CALVERAS, Obligación y materia de la confesión general: MANR 23 (1951) 211-217.
236 Ejercicios espirituales
46
[45] i PRIMER EXERCICIO ES MEDITACIÓN C O N LAS TRES PO-
TENCIAS SOBRE EL 1 . ° , 2 . ° Y 3 . ° PECADO; 2 CONTIENE
EN SÍ, DESPUÉS DE UNA ORACIÓN PREPARATORIA Y DOS
PREÁMBULOS, TRES PUNTOS PRINCIPALES Y UN COLO-
47
QUIO .
51
Así como San Ignacio en los n.48 y 49, con ocasión de la primera composición de
lugar y petición que presentaba, explicó la naturaleza de esos dos preámbulos, así aquí
explica el mecanismo de su famoso método de la meditación con las tres potencias, que
no es otra cosa que la aplicación sucesiva de la memoria, entendimiento y voluntad a la
consideración de una verdad con objeto de dar al entendimiento la convicción y a
la voluntad la fuerza necesaria para que puedan realizar lo que ven y deben ejecutar. Cf.
J . ROOTHAAN, Método para la meditación. Edición moderna en Los Ejercicios anotados por el
P. Rootbaanj traducidos por el P. Toni (Bilbao 1946) p.425-487; R. DE MAUMIGNY, Práctica
a a
de la oración mental tr.l p.6. c.l p.251-255; R. BROU, S. Ignace, maitre d'oraison p.3. c.1-2
p.131-157; J . B, LOTZ, ZAM 10 (1935) 1-16.112-113; G. LERCARO, Métodos de oración
mental (Madrid, Studium, 1961) p.56-79; y el profundo y sereno trabajo, lo mejor en la
materia, de CLASSEN en Ignatius von Loyola. Seine geistliche Gestalt, berausgegeben von Fr.
WULF (Würzburg 1956) p.263-300.
238 Ejercicios espirituales
5 2
Sobre el coloquio, pieza fundamental en todo método de oración ignaciana, y que,
aunque se ponga al fin, se puede hacer dentro del mismo cuerpo de la meditación, como
expresamente lo dicen varios directorios, entre ellos el Dir. oficial c.15 n.5, véase A .
a
BROU, S. lgnace, maitre doraison p.3. c.l p.144-147; L. AMBRUZZI, Gli esercisy, apéndice
p.323-333; G. REMMERT, Diálogo de misericordia. Para una cristologia de los cinco ejercicios de la
primera semana: MANR 48 (1976) 291-307 y 49 (1977) 39-53.
53
Cf. J . J . NAVATEL, La de'votion sensible, les tarmes et les exercises de S. lgnace: CBE 64
(1920); da una hermenéutica del 2.» ejercicio E. ROYÓN: MANR 54 (1982) 313-328.
Primera semana 239
2 D i x e r e s u m i e n d o , p o r q u e el entendimiento sin d i v a g a r
discurra assiduamente por la reminiscencia de las cosas contem-
5 6
La repetición no se entiende aquí como un mero volver a hacer las meditaciones,
sino en un sentido técnico, como un método distinto de meditación, tal como lo explica
San Ignacio a continuación. Quiere San Ignacio «que las ideas y principios sobrenaturales
empalmen con la vida emotiva». Así fluirán luego «fácilmente, al igual que las ideas y
deseos naturales con las tendencias naturales sensitivas, y las ideas 'tomarán carne', como
dicen los psicólogos» (E. HERNÁNDEZ, Notas manuscritas). Cf. J . ARNAIZ, Mise. Comillas
26 (1956) p.20-21.
57
En estos tres importantísimos coloquios resume San Ignacio el fruto de la primera
semana. Lo hace no en forma de meditación, sino en forma de coloquio, por tratarse de
uno de los puntos más difíciles y trascendentales, para los que se requiere una gracia
especial de Dios, y que, por consiguiente, hay que pedir de modo también especial e
insistente.
5 8
«Que se nos hagan muy claros los pecados, que los conozca por mí mismo».
CALVERAS, MANR 24 (1952) 373-375.
5 9
Calveras glosa así esta frase: «que reconozca lo desordenado, las faltas e imperfec-
ciones que hav en mis obras, sin llegar a pecado» (MANR 24 [1952] 375). Cf. j . TEI-
XIDOR, El desorden de mis operaciones. Estudio teológico de esta frase ignaciana: MANR 4 (1928)
97-119.
6 0
Es decir, las cosas que no sirven para el último fin. Cf. I. DIERTINS, Exercitia
(Amberes 1693) p.97.
61
Considerado como nuestro mediador y abogado, siempre vivo para interceder en
nuestro favor. Cf. Dir. oficial c.15 n.7.
6 2
En el sentido técnico que explica en seguida San Ignacio, y que forma otro método
de meditación típico suyo. Es un dejarse impresionar más hondamente de las mismas
Primera semana 241
63 64
[65] l QUINTO EXERCICIO ES MEDITACIÓN DEL INFIERNO ;
CONTIENE EN SÍ, DESPUÉS DE LA ORACIÓN PREPARATO-
RIA Y DOS PREÁMBULOS, CINCO PUNCTOS Y UN COLO-
QUIO.
ideas ya meditadas. Para eüo se recogen en síntesis las que han dejado más poso en el
alma y se las considera con la fijeza propia del que contempla algo sin divagar, es decir,
sin saltar mucho de una a otra, deteniéndose en los recuerdos que va dejando la fija y
profunda reflexión e impregnación de la verdad. Cf. E. HERNÁNDEZ, MANR 22 (1950)
30*-42* y Mise. Comillas 26 (1956) p.21-22.
6 3
Meditación sensible que tiene como objeto de consideración los sentidos, no una
aplicación de sentidos. Cf. J . ARNAIZ, Mise. Comillas 26 (1956) p.22-24.
6 4
Cf. J . RoviRA, La meditación del infierno y los ejercicios espirituales de San Ignacio y la
Sagrada Escritura: MANR 3 (1927) 211-216; J . M. DALMAU, MANR 3 (1927) 320-325.
Sobre esta meditación: K . RAHNER, Meditaciones sobre los Ejercicios de San Ignacio (Barcelo-
na, Herder, 1971).
242 Ejercicios espirituales
a a
2. La 2 . en su vida.
a a
3. La 3 . después de su v i d a en este m u n d o ; 3 y con esto
darle gracias, p o r q u e no me ha dexado caer en n i n g u n a destas
acabando mi vida. 4 A s i m i s m o , c ó m o hasta a g o r a siempre ha
tenido de mí tanta p i e d a d y misericordia, acabando con un
65
Pater n o s t e r .
[72] 1 Nota. El p r i m e r exercicio se hará a la media no-
che; el 2.° l u e g o en levantándose a la mañana; el 3.° antes o
después de la misa, finalmente q u e sea antes de comer; el 4.° a
la hora de vísperas; el 5.° una hora antes de cenar. 2 Esta repe-
tición de horas, más o menos, siempre entiendo en todas las cua-
tro semanas; según la edad, dispusición y temperatura, ayuda a la
persona que se exercita, para hacer los cinco exercicios o menos.
a
1 . addición. 2 L a primera addición es, después de acosta-
do, y a q u e me quiera dormir, por espacio de un A v e m a r i a
pensar a la hora que me t e n g o de levantar, y a qué, resumiendo
el exercicio q u e t e n g o de hacer.
a 67 a
[74] 2 . addición . 1 L a 2 . : q u a n d o m e despertare, no
dando l u g a r a unos pensamientos ni a otros, advertir l u e g o a lo
q u e v o y a contemplar en el p r i m e r exercicio de la media noche,
6 5
La Vulgata añade: «Si al que da los ejercicios pareciera conveniente, para el
provecho de los que se ejercitan, agregar otras meditaciones, como de la muerte y otras
penas del pecado, del juicio, etc., no juzgue que le está prohibido el hacerlo, aunque aquí
no se añadan». Fue ésta la costumbre más general desde el tiempo del láfcismo San
Ignacio. Más aún, corría ya desde los primeros años una explanación de la meditación de
la muerte, que se atribuye al Dr. Ortiz, y otra del juicio redactada por el P. Polanco. Se
añadían incluso otras. Aunque aquí la vulgata habla de «añadir», no faltan bastantes casos
en que en el mismo siglo xvi se intercalaban estas meditaciones antes de la meditación del
infierno, siguiendo el orden cronológico de los sucesos. El ñn que se solía pretender con
estas meditaciones suplementarias era el penetrar más hondamente en el aborrecimiento
indicado en los tres coloquios (n.63). A. L. DE SANTA ANA, MANR 8 (1932) 333-338;
F. M.[ORELL], MANR 13 (1940) 50-62; M. BATLLORI, MANR 24 (1952) 133-141. Una
explanación de la meditación de la muerte se encuentra en los textos Martinense y
Vallisoletano, y en la traducción italiana de los Ejercicios, hecha en 1555. Pueden verse en
2
MI, Exercitia p.606.623-624.718-720. Los dos primeros textos citados contienen también
una meditación sobre el juicio.
6 6
Las adiciones son normas complementarias para hacer mejor los ejercicios. Sirven
para orientar las potencias del alma y regular los sentidos, la imaginación y el mismo
cuerpo, no sólo durante el tiempo de las meditaciones, sino aun el resto del día.
Mantienen vivo el espíritu y ayudan a crear el clima propio de estos días. No se debe
olvidar que San Ignacio presupone un ejercitante individual y da normas solamente para
ese caso. Por ello se deben adaptar hoy a los problemas que presentan las tandas
colectivas. Cf. CL. ESPINOSA, Mise. Comillas 33 (1960) p.173-195, y Psicología de las
adiciones: Persevera 98 (Madrid 1966); relaciona las posturas del cuerpo con las diversas
semanas M. BALLESTER: MANR 61 (1989) 147-159.
6 1
Cf. J . TEIXIDOR, La segunda adición j un problema de la teología: MANR 4 (1928)
289-313.
Primera semana 243
6 8
Es que «lo esencial es dejar obrar a la gracia» (A. STEGER, NouvRevTheol 70
[1948] 565). D. S. STRACKE defiende en Ons geestelij Kerf 21 (1947) 161-189 la depen-
dencia de esta frase de antiguos textos holandeses.
6 9
Cf. J . CALVERAS, Examen de la oración. Declaración j práctica de la quinta adición
(Barcelona 1940); MANR 8 (1932) 3-27.
244 Ejercicios espirituales
a a
[80] 8 . addición. La 8 . : no reír ni decir cosa m o t i v a a
risa.
a
[81] 9 . addición. La nona: refrenar la vista, excepto al
rescibir o al despedir de la persona con quien hablare.
a
[82] 1 0 . addición. i La décima addición es penitencia,
la qual se d i v i d e en interna y externa. 2 Interna es dolerse de sus
pecados con firme propósito de no cometer aquellos ni otros
a l g u n o s ; 3 la externa, o fructo de la primera, es castigo de los
pecados cometidos, y principalmente se toma en tres maneras.
a a
[83] 1 . m a n e r a . 1 La 1 . es cerca del comer, es a saber,
q u a n d o q u i t a m o s lo superfluo no es penitencia, mas temperan-
cia; 2 penitencia es q u a n d o q u i t a m o s de lo conveniente, y q u a n -
to más y más m a y o r y mejor, sólo q u e no se corrompa el
70
s u b i e c t o ni se siga enfermedad notable.
a a
[84] 2 . m a n e r a . 1 L a 2 . : cerca del m o d o del dormir, y
a s i m i s m o no es penitencia quitar lo superfluo de cosas delicadas
o moles, 2 mas es penitencia q u a n d o en el m o d o se quita de lo
conveniente, y q u a n t o más y más mejor, sólo q u e no se corrom-
pa el subiecto, ni se siga enfermedad notable, 3 ni tampoco se
quite del sueño conveniente, si forsan n o tiene hábito v i c i o s o
de d o r m i r d e m a s i a d o , para venir al m e d i o .
a a
[85] 3 . m a n e r a . La 3 . : castigar la carne, es a saber,
dándole dolor sensible, el qual se da t r a y e n d o cilicios o s o g a s o
barras de hierro sobre las carnes, flagelándose o llagándose, y
otras maneras de asperezas.
[86] 1 L o q u e paresce más c ó m o d o y más s e g u r o de la
penitencia, es q u e el dolor sea sensible en las carnes y q u e no
entre dentro de los huesos, de manera q»#e dé dolor y no
enfermedad; 2 por lo cual paresce q u e es más conveniente lasti-
marse con cuerdas d e l g a d a s , q u e dan dolor de fuera, q u e no de
otra manera q u e cause dentro enfermedad q u e sea notable.
a
[87] 1 . nota. 1 La primera nota es q u e las penitencias
externas principalmente se hacen por tres effectos: el p r i m e r o ,
por satisfacción de los peccados passados; 2 2.°, por vencer a sí
71
m e s m o , es a saber, para q u e la s e n s u a l i d a d obedezca a la
razón, y todas partes inferiores estén más subiectas a las supe-
riores; 3 3.°, para buscar y hallar a l g u n a gracia o don q u e la
persona quiere y desea, ansí c o m o si desea haber interna contri-
ción de sus pecados 4 o llorar m u c h o sobre ellos o sobre las
7 0
«No quede inútil para lo que Dios quiere que haga» (FERRUSOLA, Exercicios p.393
n.4 not.56).
71
Sobre el sentido de sensualidad «potencia sensitiva o sensibilidad», en tiempo de
San Ignacio, cf. CALVERAS: MANR 24 (1952) 377-383. Sobre el lugar del cuerpo en los
Ejercicios: Ch. CORDONNIER: Christus 35 (1988) 508-519. Sobre los fines de la penitencia
cristiana, la constitución apostólica Paenitemini: AAS 58 (1966) 178-183.
Segunda semana 245
[SEGUNDA SEMANA]
7 2
San Ignacio en esta clásica y fundamental meditación presenta a Jesucristo como la
realización práctica del ideal del principio y fundamento. Bastará al ejercitante seguir al
«Rey», posesionarse de su ideal y de su vida, identificarse con El del modo máximo
permitido a una criatura, para realizar la norma del orden del principio y fundamento y
resolver el problema de su vida. Es la meditación más evangélica en su conjunto. Ha
extraído San Ignacio del evangelio la quintaesencia del programa de perfección lanzado
por Jesucristo. Cf. J . M. BOVER, El reino de Dios y el reino de Cristo o el evangelio y los ej. de
San Ignacio: RazFe 39 (1914) 433-442. Esta meditación constituye a la vez la preparación y
base más adecuada de los ejercicios que van a seguir. Con la visión de conjunto de la vida
de Jesús, centra el estudio detallado de los misterios que seguirán. Con excitar a una
disposición general de seguir a Jesús prepara psicológicamente al alma a las divinas
exigencias. Cf. J . ROVIRA, MANR 10 (1934) 140-145.318-326; 11 (1935) 127-136; 12
(1936) 126-135; W. SIERP, ZAM 5 (1930) 324-334 y 7 (1932) 211-229; E. IGLESIAS,
246 Ejercicios espirituales
7 3 74
g a s , villas y c a s t i l l o s p o r donde Cristo nuestro Señor predi-
75
caba .
7 6
2.° p r e á m b u l o . 4 El 2.°: d e m a n d a r la gracia q u e q u i e r o ;
será a q u í p e d i r gracia a nuestro Señor para q u e n o sea sordo a
su l l a m a m i e n t o , m a s presto y diligente para c u m p l i r su sanctís-
sima v o l u n t a d .
[92] 1.° puncto. E l p r i m e r puncto es poner delante d e
7 7
mí un rey h u m a n o , e l i g i d o de m a n o d e Dios nuestro Señor, a
q u i e n hacen reverencia y obedescen todos los príncipes y todos
78
hombres christianos .
[93] 2.° puncto. 1 El 2.°: mirar cómo este rey habla a
todos los suyos, deciendo: 2 M i v o l u n t a d es d e conquistar toda
la tierra de infieles; p o r tanto, quien quisiere venir c o n m i g o h a
de ser contento d e comer c o m o y o , y así d e beber y vestir, etc.;
7 9
3 a s i m i s m o ha d e trabajar c o n m i g o en el día y v i g i l a r en la
noche, etc.; 4 p o r q u e así después t e n g a parte c o n m i g o en la
80
victoria c o m o la h a tenido e n los t r a b a j o s .
[94] 3.° p u n c t o . 1 El 3.°: considerar q u é deben respon-
der los buenos subditos a rey tan liberal y tan h u m a n o ; 2 y, p o r
MANR 7 ( 1 9 3 1 ) 2 0 6 - 2 1 0 ; A. CAYUELA, MANR 9 ( 1 9 3 3 ) 5 4 - 6 8 ; MONIER-VINARD, en Les
grandes directives de la retraite fermée 1 4 9 - 1 7 1 ; J . CLEMENCE, RevAscMyst 3 2 ( 1 9 5 6 ) 1 4 5 - 1 7 3 ;
J. A . BRACKEN, The Double «Principie and Foundation»...: Woodstock Letters 9 8 ( 1 9 6 9 )
3 1 9 - 3 5 3 . Sobre el fundamento teológico de la llamada actual de Cristo, G . RAMBALDI,
MANR 2 8 ( 1 9 5 6 ) 1 0 5 - 1 2 0 . Cf. J . ALFARO, Teología de los misterios de la vida de Cristo, en
Ejercicios-Constituciones (Bilbao 1 9 7 5 ) p . 1 7 6 - 2 0 1 ; ] . ASHTON, The Imitation of Christ: The
Way. Supplement 1 6 ( 1 9 7 2 ) 2 8 - 4 5 . M. GIRARD lia estudiado esta meditación y su reflejo
en los autores franceses del siglo xvn, Les Exercises Spirituels de saint lgnace et la méditation
du Régne en Frunce... (tesis presentada en el Instituto Católico de París, 1 9 6 6 ) . La revista
The Way ha dedicado un número de su Supplement 1 8 ^ 1 9 7 3 ) al tema del Reino; véase
también Supplement 55 (1986) 16-40; MANR 59 (1987) 149-159.
7 3
Añadido por San Ignacio al margen después de haber tachado la palabra «tem-
plos».
7 4
¿Se refiere a los castillos edificados en tiempo de las Cruzadas que él vio durante su
permanencia en Tierra Santa? Más bien podría ser una traducción literal del término
«castella», usado en la Vulgata (Mt 9,35).
7 5
«Jesús iba recorriendo todas las ciudades y villas, ensenando en sus sinagogas y
predicando el Evangelio del Reino» (Mt 9,35).
7 6
Cf. R. CREXANS, Del segundo preámbulo del reino de Cristo: MANR 11 (1935) 225-231.
77
Sobre la parábola, L. POULLIER, CBE n.61-62 (1920) 9ss; E. D., MANR 10 (1934)
49-64. Sobre el ambiente guerrero y los sucesos que pudieron dar pie a San Ignacio para
elegir esta parábola, P. KELLERWESSEL, ZAM 7 (1932) 70-79, y R. ORLANDJS, Cristian-
dad, 7 (1950) 156-158.180-182.258-262.276-278, que ve en la parábola un eco de la
cruzada lanzada por León X contra los turcos con la bula de 6 de marzo de 1518;
R. GARCÍA MATEO: MANR 60 (1988) 135-145. Cf. J . CARRETERO, El esquema del rey
temporal en un texto de César: MANR 38 (1966) 165-172.
7 8
«Es algo característico de una época que acaba» (J. CLEMENCE, ib., p.148).
7 9
El texto decía antes «como yo». Después, otro —sin duda San Ignacio— tachó el
yo, convirtió la o final de como en g —-que es g y no y, lo demuestra la identidad con las
otras g de San Ignacio— y añadió el signo de abreviación encima de la m> quedando así la
palabra comgo. Con una tilde, señal de abreviación, sobre la m. El P. Calveras, con todo
mantiene el «como yo», diciendo que fue «corregido y repuesto» {Ejercicios p.93]. La
verdad es que todos los manuscritos, menos el autógrafo, leen «como yo». Cf. MI,
2
Exerc. p.218.
8 0
«Es toda la mentalidad de las cruzadas que resurge» (J. CLEMENCE, ib.).
Segunda semana 247
84
[101] i EL PRIMERO DÍA Y PRIMERA CONTEMPLACIÓN ES DE
84
LA E N C A R N A C I Ó N * , Y CONTIENE EN SÍ LA ORACIÓN
PREPARATORIA, 3 PREÁMBULOS Y 3 PUNCTOS Y UN
COLOQUIO.
8 6
Las últimas cinco palabras, añadidas por San Ignacio al margen.
8 7
Las seis últimas palabras, añadidas por San Ignacio al margen después de haber
tachado en el texto la frase «el diversorio».
Segunda semana 251
A
[120] L A CUARTA CONTEMPLACIÓN SERÁ REPETICIÓN DE LA 1 .
A
Y 2. DE LA MISMA MANERA QUE SE HIZO EN LA SOBRE
DICHA REPETICIÓN.
88
[121] 1 L A QUINTA SERÁ TRAER LOS CINCO S E N T I D O S SOBRE
LA PRIMERA Y SEGUNDA CONTEMPLACIÓN.
9 6
Generalmente se suelen aplicar estos dos adjetivos «hermoso y gracioso» a Jesu-
cristo, en contraposición de los dos que aplica San Ignacio a Satanás (n.140). El P. Valle,
con todo, sostiene que hay que aplicarlos al lugar ( A . VALLE, M A N R 4 [1928] 161-164).
El P. FRÍAS defiende la lectura tradicional ( M A N R 4 [1928] 218). La Versio prima los
2
aplica al lugar: «in loco humili, specioso et amoeno». Cf. M Í , Exerc. p.247.
9 7
«esto es, a quitar el amor de las riquezas y el aprecio y estima dellas, cortando con
este golpe del corazón la codicia, que es raíz de todos los males» (LA PALMA, Práctica
110).
256 Ejercicios espirituales
9 8
Uno de los términos empleados en los siglos xv y xvi en la solución de los casos de
moral para designar de modo indeterminado a alguna persona, como luego se dijo:
Ticius, Caius. Ahora diríamos «clase» de hombres.
9 9
Meditación encaminada a tomar el pulso a la voluntad inmediatamente antes de la
elección, para controlar la firmeza de sus decisiones y ver si tiene la valentía y fuerza
necesaria para entrar en la elección. En todo caso, a procurarle el temple adecuado para
entrar en una elección. Cf. J . CALVERAS, MANR 1 (1925) 31-42; E. IGLESIAS, MANR 8
(1932) 97-109; A. CODINA, MANR 7 (1931) 229-235; D. MARTINS, Rev. esp., 3 (1944) 89-
102; H.'PYDYNKOWSKI, CBE 57 (1919); I. IGLESIAS: MANR 58 (1986) 57-67.
1 0 0
Primero había escrito el copista: «no solamente». Tachó después otro esta expre-
sión y puso encima de la línea: «no pura o débitamente».
101
Significa aquí dificultad. Cf. J . CALVERAS, EOS confesionales p.78.
1 0 2
«para que, considerando yo esta diferencia de medios y de caminos en tercera
persona, donde suelen juzgar los hombres más desapasionadamente, escoja para mí lo
que fuere mejor» (LA PALMA, Camino 1.2 c.ll n.2).
Segunda semana 257
104
Usa San Ignacio este término en el sentido más bien medieval dado por Santo
Tomás y San Bernardo, como sujeción y subordinación a Dios, sin levantarse sobre lo
que está determinado por la regla divina. Cf. 2-2 q.161.162, y San Bernardo, P L 183,610.
Es «la renunciación perfecta en toda su latitud» (LA PALMA, 1.2 c.25 n.l). Es la indiferen-
cia en su sentido pleno vista a la luz del amor. Es una actitud interna del alma. San
Ignacio pretende mostrar al alma cuáles han de ser Jas disposiciones internas antes de
entrar en las elecciones y cuáles han de ser las señales de que el amor a Dios qufc se ha
encendido en los ejercicios es un amor verdadero: el que llega no sólo a la persona, sino a
todo lo que se refiere al Señor, aunque sea desagradable a la naturaleza. De hecho, en los
apuntes del Dr. Ortiz, ejercitante de San Ignacio en Monte Casino, en vez de manera de
humildad se lee «manera y grado de amor de Dios» (Miscelánea Comillas, 25 [1956] p.41);
2
MI, Exerc. p.635.
105
Estas consideraciones tienden a la ordenación del corazón, a que no se eche atrás
el ejercitante en el momento decisivo, si se ve precisado a elegir algo que le repugna. Se
trata de plantar en el corazón una atracción tal hacia Jesucristo, que sea capaz de
contrapesar la fuerza de las repugnancias. Cf. F. SUÁREZ, De religione 1.9 c.5 n.22-26;
LOISELET, en Ees grandes directives 248-259; J . CALVERAS, MANR 10 (1934) 3-14 y 97-112
(trata del sitio en que hay que colocar esta consideración); F. PRAT, RAM 2 (1921) 248-
255; V. CATHREIM, ZAM 5 (1930) 361-366 (centra en estos tres pensamientos las tres
«maneras»: Dios creador, mis pecados, Jesucristo crucificado); R. CREXANS, MANR 4
(1928) 314-322; A. TORRES, MANR 15 (1943) 193-202; J . DELPIERRE, NRT 70 (1948)
963-975; E. IGLESIAS, MANR 8 (1932) 106-108; W . SIERP, Der Geist 154-156; H. PYDYN-
KOWSKI, CBE 57 (1919), con las respuestas de HUMMELAUER, CBE 70 (1921), que más
bien cree que la determinación no está en el objeto de la voluntad divina, que cada vez
pone penas menores, sino en el motivo, que es sucesivamente de temor, amor, justicia.
Cf. también E. HERNÁNDEZ, Esquemas prácticos: MANR 9 (1933) 146-157.233-243, y la
exposición de TH. BERNARDINI, De religiosae perseverantiae praesidiis 1.3 c.l, sobre todo
Segunda semana 259
a
[165] 1 . humildad. 1 La primera manera de h u m i l d a d
es necessaria para la salud eterna, es a saber, q u e así m e baxe y
así me h u m i l l e q u a n t o en mí sea posible, para q u e en todo
obedesca a la ley de Dios nuestro Señor, 2 de tal suerte que,
a u n q u e m e hiciesen señor de todas las cosas criadas en este
m u n d o , ni por la propia vida temporal, no sea en deliberar de
q u e b r a n t a r un m a n d a m i e n t o , q u i e r d i v i n o , quier h u m a n o , q u e
me o b l i g u e a peccado mortal.
A A
[166] 2 . humildad. 1 La 2 . es más perfecta h u m i l d a d
q u e la primera, es a saber, si y o m e hallo en tal puncto q u e no
q u i e r o ni me afecto más a tener riqueza q u e pobreza, a querer
h o n o r q u e deshonor, a desear v i d a larga q u e corta, 2 siendo
igual servicio de Dios nuestro Señor y salud de mi ánima; y con
esto, q u e por todo lo criado, ni p o r q u e la vida me quitasen, no
sea en deliberar de hacer un peccado venial.
a A
[167] 3 . humildad. 1 La 3 . es h u m i l d a d perfectíssima,
es a saber, q u a n d o i n c l u y e n d o la primera y s e g u n d a , siendo
i g u a l alabanza y g l o r i a de la d i v i n a majestad, 2 por imitar y
parescer más actualmente a Cristo nuestro Señor, 3 q u i e r o y
elijo más pobreza con Cristo pobre q u e riqueza, opprobrios con
Cristo lleno dellos q u e honores, y desear más de ser estimado
1 0 6
por v a n o y loco por Cristo, q u e p r i m e r o fue tenido por tal,
1 0 7
q u e por sabio ni p r u d e n t e en este m u n d o .
[168] 1 Nota. Assí para q u i e n desea alcanzar esta tercera
h u m i l d a d , m u c h o aprovecha hacer los tres coloquios de los
binarios y a dichos, 2 pidiendo q u e el Señor nuestro le quiera
eligir en esta tercera m a y o r y mejor h u m i l d a d , para más le
imitar y servir, si i g u a l o m a y o r servicio y alabanza fuere a la su
divina majestad.
108
[169] i PREÁMBULO PARA HACER E L E C C I Ó N .
ESPINOSA, MANR 44 (1972) 25-52. Muy útil, bajo el aspecto práctico de la dirección, A.
MORTA, Pbro., Ea dirección espiritual en la elección de estado (Bilbao 1948). Cf É. LEPERS, he
piége de la decisión: Christus 32 (1985) 331-343; S. GARCÍA-LOMAS, Contemplaciónj discerni-
miento en los Ejercicios: MANR 57 (1985) 91-102.
Pueden verse también R. ORLANDIS, De la elección j de la intención previa a ella: MANR
11 (1935) 97-126; Arte e ideal. Más preliminares al estudio de la elección: MANR 11 (1935)
193-224; E. IGLESIAS, Ea elección: MANR 8 (1932) 210-221; J . DE GUIBERT, L'élection dans
les Exercices, en Ees grandes directives 172-194; Fr. ROUSTANG, État de vie: Dict. de spirit. 4
(1961) c.1387-1403; A. LAMBINO, Philippine Studies 19 (1971) 616-638. The Way. Supple-
ment, ha dedicado un número monográfico al tema: 24 (1975). Un trabajo muy serio es el
de J . SANTIAGO, Woodstock Letters 94 (1965) 165-190.
m
Cf. R. ORLANDIS, LO que cae debaxo de elección: MANR 11 (1935) 289-316.
Segunda semana 261
1 1 3
l.° tiempo. 2 El p r i m e r t i e m p o es q u a n d o Dios nuestro
Señor así m u e v e y atrae la v o l u n t a d , q u e , sin dubitar ni p o d e r
dubitar, la tal ánima devota s i g u e a lo q u e es mostrado; 3 assí
c o m o San Pablo y San M a t h e o lo hicieron en seguir a Cristo
1 1 4
nuestro S e ñ o r .
[176] 2.° t i e m p o . El s e g u n d o : q u a n d o se toma asaz cla-
ridad y c o g n o s c i m i e n t o por experiencia de consolaciones y
dessolaciones, y por experiencia de discreción de varios espíri-
1 1 5
tus .
110
Las últimas cinco palabras, añadidas por San Ignacio al margen, después de haber
tachado las siguientes palabras: «podemos decir que fuese vocación».
111
Añadida esta palabra sobre la línea.
2
i' J . CALVERAS, MANR 15 (1943) 252-270.324-340; J . CALVERAS, ¿Et ilícito querer
saber la voluntad de Dios por vía directa?: MANR 14 (1942) 247-269.
113
Se da el primer tiempo cuando las mociones traen consigo inmediatamente, sin
razonamiento ni disquisición alguna, la seguridad absoluta de que Dios quiere un objeto
determinado. Cf. el único trabajo de conjunto que existe sobre el tema: L. GONZÁLEZ-
HERNÁNDEZ, El primer tiempo de elección (Madrid, Ed. Studium, 1956).
4
i» La vocación de San Mateo en Mt 9,9; Me 2,14; Le 5,27-28. La de San Pablo en
Act 9,1-19; 22,3-16.
1 1 5
Era éste el modo preferido por San Ignacio y usado por él frecuentemente en su
vida. El ejemplo más típico es la elección que hizo para ver si las sacristías de las casas
profesas tenían que tener renta o no: Documento n.5 de este volumen. Los sentimientos
y aun visiones tenidas con esta ocasión en su famoso diario espiritual, impreso en este
mismo volumen. Su uso exige no poca experiencia en el cambio del espíritu y mucha luz
262 Ejercicios espirituales
a
1 . regla. 2 La primera es que aquel a m o r q u e me m u e v e y
me hace eligir la tal cosa, descienda de arriba del a m o r de Dios,
3 de forma que el q u e elige sienta p r i m e r o en sí q u e aquel a m o r
más o menos q u e tiene a la cosa q u e elige es sólo por su Criador
y Señor.
a a
[185] 2 . regla. 1 La 2 . : mirar a un h o m b r e que nunca
he visto ni conoscido, y desseando y o toda su perfección,
considerar lo q u e y o le diría que hiciese y eligiese para m a y o r
gloria de Dios nuestro Señor y m a y o r perfección de su ánima,
2 y haciendo y o a s i m i s m o , g u a r d a r la regla que para el otro
pongo.
a a
[186] 3 . regla. La 3 . : considerar c o m o si estuviese en
el artículo de la muerte, la forma y medida q u e entonces querría
haber tenido en el m o d o de la presente elección, y r e g l á n d o m e
por aquélla, h a g a en todo la mi determinación.
a a
[187] 4 . regla. 1 L a 4 . : m i r a n d o y considerando c ó m o
me hallaré el día del juicio, pensar c ó m o entonces querría haber
deliberado acerca la cosa presente, 2 y la regla q u e entonces
querría haber tenido, tomarla a g o r a , p o r q u e entonces me halle
con entero placer y g o z o .
117
Modo más afectivo y propio para los casos en que existe una fuerte afección que
se trata de ordenar. Por su mayor plasticidad es más apto para personas de menos
formación y altura espiritual. Las reglas son, en realidad, cuatro puntos, según el método
de la contemplación ignaciana. Cf. J . NADAL, Instructiones et Acta (MHSI, Nad. IV) p.847.
264 Ejercicios espirituales
1 1 8
[TERCERA S E M A N A ]
a
1 . regla. 2 La primera regla es q u e del pan conviene
menos abstenerse, p o r q u e no es manjar sobre el qual el apetito
1 2 3
En cJ título de la meditación a que hace referencia (n.298) se dice inclusive, no
exclusive.
1 2 4 a
Cf. F. SUÁREZ, De reiig. Soc. lesu 1.9 c.7 n.1-2; J . M. BOVER, Regias para ordenarse en
el comer. ¿Por qué en la tercera semana?: MANR 9 (1933) 128-133. En general, D . TOWN-
SEND, Digesting toe Rules for Eating: The Way. Supplement 58 (1987) 86-103. Una aplica-
ción, por analogía, a los medios de comunicación social actuales, C. GARCÍA-HIRS-
CHFELD, MANR 56 (1984) 195-204.
Tercera semana 269
1 2 8
[CUARTA SEMANA] *
1 3 0
[230] i CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR .
1 3 0
En esta contemplación, magnifico puente con que enlaza San Ignacio el ambiente
del retiro con el de la realidad en que ha de vivir el ejercitante, se condensa en una forma
superior trascendente lo más vital de los ejercicios, haciendo ver cómo lo trivial de la
vida, el servicio, se puede transformar en amor puro de Dios. Así la vida puede ser un
continuo ejercicio de amor, porque será un continuo servicio. Será también la respuesta
más apropiada a la amistad ofrecida por Dios. Mediante este intercambio de amor
realizado con esa mutua entrega se entabla la amistad formal con Dios, que luego se va
viviendo en la vida ordinaria.
En los diversos puntos de la contemplación especifica San Ignacio el modo concreto
con que se puede realizar esta síntesis de servir v amar a Dios en la vida. Cf. E. IGLESIAS,
MANR 8 (1932) 301-311; G . UBILLOS, MANR 10 (1934) 146-147; J . M. DIEZ ALECRÍA,
MANR 23 (1951) 171-193; J . VAN GOORP, CBE 61.62 (1920) 22-24; A. MERK, ZAM 7
(1932) 117-134; A. VALENSIN, en Ees grandes directives 260-273; J . SCHAACK, NouvRev-
Théol 70 (948) 976-990; A. LITTLE, The Irish Ecclesiastical Record, 73 (1950) 13-25; J .
M. MCLOSKEY, The Contemplación to attein divin love: Review for Religious 44 (1985) 268-
280; I. IGLESIAS, Ta contemplación para alcanzar amor en la dinámica de los Ejercicios Espiritua-
les: MANR 59 (1987) 373-387. Puede verse también el artículo de PINARD DE LA
BOULLAYE E'amour de Dieu dans les ex.: RevAscMyst 40 (1951/2), sobre todo p.403-407;
COLLINS, RevAscMyst 28 (1952) 305-316, que interpreta la contemplación a la luz de la
doctrina de Santa Teresa, y J . RAMÓN BIDAGOR, Persevera n.38 (abril 1961), que índica
un modo de aplicar la contemplación en ejercicios de cinco días. T. DÍAS, ¿ES cristológica
la contemplación «ad amorem»?: MANR 45 (1973) 289-308. J . ITURRIOZ, Coloquio del «primer
Ejercicio»y «contemplación para alcanzar amor»: MANR 51 (1979) 165-171. Sobre el segun-
do y tercer punto: J . GONZÁLEZ QUEVEDO, MANR 36 (1964) 317-336 y M. DE CERTEAU,
Christus 13 (1966) 175-178.
131
«El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama» (lo 14,21);
«Hijuelos míos, no amemos de palabra y con la lengua, sino con obra y de verdad» (1 lo
3,18).
132
«Poder amar a Dios en todo, enteramente, en todas las cosas, momentos y
circunstancias, supone el haber entablado seriamente amistad con El para vivirla habí-
Cuarta semana 273
1 3 6
[238] l TRES MODOS DE O R A R , Y 1 . ° SOBRE MANDAMIENTOS.
136 Nuevos métodos de oración, en los que con toda suavidad y gran penetración
psicológica tiende San Ignacio el puente entre el examen, la oración vocal y la medita-
ción. De hechura muy sencilla, pueden servir muy bien para introducir en el campo de la
meditación a las almas sencillas y de poca cultura espiritual. Son métodos a la vez muy
útiles para reavivar el sentido y espíritu de las oraciones vocales más usuales. Cf. LA
a
PUENTE, Meditaciones, Introducción IX; A. BROU, S. lgnace, maitre d'oraison p.3. c.5 p.213-
a
219; R. D E MAUMIGNY, Práctica de la oración mental tr.l p.6. p.4 y 5 p.273-278; J .
CALVERAS, LOS tres modos de orar: MANR 3 (1927) 193-202.310-319; 4 (1928) 22-33.133-
152.193-209; Los tres modos de orar en los Directorios: MANR 16 (1944) 158-172.249-
260.333-341; 17 (1945) 125-144; Los tres modos de orar en los Ejercicios espirituales de San
Ignacio (Barcelona, Edit. Librería Religiosa, 1951).
137
J . CALVERAS, Primer modo de orar: MANR 14 (1942) 165-175; El servicio de Dios,
medio de perseverancia (Barcelona, Balmes, 1946) p.32; Practiques per assegurar la perseveranca
(Barcelona 1947) p.32.
Modos de orar 275
A
[243] 1 2 . nota. Después de acabado el discurso ya di-
1 3 8
cho sobre todos los m a n d a m i e n t o s , acusándome en e l l o s y
pidiendo gracia y a y u d a para e n m e n d a r m e adelante, 2 h a s e de
acabar con un coloquio a Dios nuestro Señor según subiecta
materia.
138
2 A c e r c a de los siete peccados m o r t a l e s * , después de la
addición, se h a g a la oración preparatoria, por la manera y a
dicha, 3 sólo m u d a n d o q u e la materia aquí es de peccados, q u e
se han de evitar, y antes era de m a n d a m i e n t o s , q u e se han de
g u a r d a r , 4 y a s i m i s m o se g u a r d e la orden y regla ya dicha y el
coloquio.
[245] Para mejor conoscer las faltas hechas en los pecca-
dos mortales, mírense sus contrarios, y así para mejor evitarlos
p r o p o n g a y procure la persona con sanctos exercicios adquerir
y tener las siete v i r t u d e s a ellos contrarias.
1 3 8
Significa aquí: acusándome de ellos, es decir, de las faltas cometidas en ellos. Cf.
J. CALVERAS, LOS confesionales p.59.
138* g e e n t i e n ( i e aquí por «mortales» lo que el catecismo llama posteriormente «capi-
tales».
276 Ejercicios espirituales
139
[258] l 3.° M O D O DE ORAR SERÁ POR COMPÁS .
1.° 2 P r i m e r o : circuncidaron al N i ñ o J e s ú .
2.° 3 2.°: (El nombre del es llamado Jesús, el qual es nombrado
del ángel ante que en el vientre se concibiese).
3.° 4 3.°: tornan el N i ñ o a su M a d r e , la qual tenía compas-
sión de la sangre q u e de su Hijo salía.
141
Las dos últimas palabras, añadidas sobre la línea.
1 4 2
Las dos últimas palabras, añadidas al margen por San Ignacio después de haber
tachado la palabra «dice».
Misterios de la vida de Cristo 281
1 4 3
1.° 2 Primero: tres veces parece q u e son l l a m a d o s San
Pedro y Sant A n d r é s : p r i m e r o a cierta noticia; esto consta por
Sant J o h á n en el p r i m e r o capítulo; 3 secundariamente a s e g u i r
en a l g u n a m a n e r a a Cristo con propósito de tornar a posseer lo
que habían d e x a d o , c o m o dice S. L u c a s en el capítulo quinto;
4 terciamente para s e g u i r para siempre a Cristo nuestro Señor,
Sant M a t h e o en el 4.° capítulo, y S. M a r c o en el p r i m e r o .
Las dos últimas palabras, señaladas sobre la línea por San Ignacio.
282 Ejercicios espirituales
144
Las dos últimas palabras, añadidas al margen por San Ignacio después de haber
tachado la palabra «terremoto».
284 Ejercicios espirituales
1 4 5
l.° 2 Primero: lo llevan toda la multitud de los j u d í o s a
Pilato, y delante del lo acusan diciendo: (A éste habernos hallado
que echaba a perder nuestro pueblo y vedaba pagar tributo a César).
2 . ° 3 2 . ° : después de habello Pilato una vez y otra examina-
do, Pilato dice: (Yo no hallo culpa ninguna).
3.° 4 3.°: le fue preferido Barrabás, ladrón: (Dieron voces
todos diciendo: no dexes a éste, sino a Barrabás).
1 4 5
Las últimas cinco palabras, añadidas ai margen por San Ignacio después de haber
tachado las palabras «el pueblo menudo de los judíos».
Misterios de la vida de Cristo 289
1 4 0
Las siete últimas palabras, añadidas al margen por San Ignacio después de haber
tachado las palabras «hecho pedazos».
290 Ejercicios espirituales
l . ° 2 Primero: apareció a la V i r g e n M a r í a , lo q u a l , a u n q u e
no se d i g a en la Escriptura, se tiene por dicho, en decir q u e
aparesció a tantos otros; 3 p o r q u e la Escriptura supone que
tenemos entendimiento, c o m o está escripto: (¿También vosotros
estáys sin entendimiento?)
A
[300] i D E LA 2 . APARICIÓN ( M C ) , CAPÍTULO X V I , V . 1 - 1 1 .
1 4 7
l . ° 2 Primero: v a n m u y de mañana M a r í a M a d a l e n a ,
J a c o b i y S a l o m é , al m o n u m e n t o , diciendo: (¿Quién nos aleará la
piedra de la puerta del monumento?)
2 . ° 3 2 . ° : veen la piedra alzada y al a n g e l o que dice: (A
Jesú nazareno buscáis; ja es resucitado, no está aquí).
3.° 4 3 . ° : aparesció a M a r í a , la q u e se q u e d ó cerca del
sepulcro, después de idas las otras.
A
[301] i DE LA 3 . APARICIÓN, SANT MATHEO, ÚLTIMO CAPÍ-
TULO.
A
[302] i DE LA 4 . APARICIÓN, CAPÍTULO ÚLTIMO DE L U C A S ,
v.9-12; 33-34.
A
[303] i D E LA 5 . APARICIÓN EN EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE SAN
LUCAS.
A
[304] IDE LA 6 . APARICIÓN, J O A N , CAPÍTULO XX, v . 1 9 - 2 3 .
A
[305] i LA 7. APARICIÓN, J O A N , XX, v . 2 4 - 2 9 .
148
Las últimas dos palabras no se leen en el texto evangélico.
292 Ejercicios espirituales
A
[306] i D E LA 8 . APARICIÓN, J O A N , CAPÍTULO ÚLTIMO, V . 1 - 1 7 .
149
l . ° 2 P r i m e r o : J e s ú s aparesce a siete de sus d i s c í p u l o s
que estaban pescando, los q u a l e s por toda la noche no habían
t o m a d o nada, y estendiendo la red por su m a n d a m i e n t o (no
podían sacalla por la muchedumbre de peces).
2.° 3 2 . ° : p o r este m i l a g r o San Joan lo conosció, y dixo a
Sant Pedro: (El Señor es), el qual se echó en la m a r y v i n o
a Cristo.
3.° 4 3 . ° : les dio a c o m e r parte de un pez asado y un p a n a r
de miel; y e n c o m m e n d ó las ovejas a San Pedro, p r i m e r o exami-
nado tres veces de la charidad, y le dice: (Apacienta mis ovejas).
A
[307] i DE LA 9 . APARICIÓN, MATHEO, CAPÍTULO ÚLTIMO,
v. 1 6 - 2 0 .
A
[308] i D E LA 1 0 . APARICIÓN EN LA PRIMERA EPÍSTOLA A LOS
CORINTHIOS, CAPÍTULO x v , v.6.
A
[309] l D E LA 1 1 . APARICIÓN EN LA PRIMERA EPÍSTOLA A LOS
CORINTHIOS, CAPÍTULO XV, V . 7 .
A
[310] l D E LA 1 2 . APARICIÓN.
A A
[311] i D E LA 1 3 . APARICIÓN, 1. EPÍSTOLA CORINTHIOS, CA-
PÍTULO x v , v.8.
a
[314] 1 . regla. 1 La primera regla: en las personas q u e
van de peccado mortal en peccado mortal, acostumbra común-
151
HUMMELAUER (p.496) ve en estas últimas líneas un compendio de la cuarta
semana. Cree que así como San Ignacio al fin de la tercera semana propone un resumen
de ella (n.208 7.° día), así aquí, después de haber indicado las diversas apariciones,
sugiere una contemplación de conjunto de todas ellas.
152
Estas reglas «constituyen una disciplina metódica de la sensualidad, definen la
primera etapa decisiva de la ascensión del alma a la virilidad y a la fe plena» (CLEMENCE,
RevAscMyst 27 [1935] 375). La base de estas reglas la forman las experiencias que tuvo
San Ignacio en Loyola, como el mismo Santo lo indicó: Autobiografía n.8. De ahí el
especial interés que presenta para su interpretación la autobiografía del Santo (véanse en
este mismo volumen los números 8-9.20-22.25-26.54-55.99-101). También se pueden
considerar como breves comentarios de estas reglas las cartas dirigidas por San Ignacio a
Teresa Rejadella los días 18 de junio y 11 de septiembre de 1536 (cartas n.5 y 6) y la carta
a San Francisco de Borja en 1545 (cf. carta n.26). El comentario clásico de estas reglas es
el de A. GAGLIARDI, De discretione spirituum (Ñapóles 1851), reproducido en sus Commen-
tarii p.107-197. Cf. rambién SUÁREZ, De religione 1.9 c.5 n.30-45; c.6 n.9-11; L. AMBRUZZI,
Gli eserciiri p.275-287; L. PUJADAS, Discreción de espíritus (Zaragoza 1933) p.264; BROU, S.
lgnace, maítre doraison p.4." c.2 p.231-244; L. PEETERS, MANR 9 (1933) 134-145; CHOL-
LET, Discernements des espirits: Dict. théol. cathol. IV 1375-1415; BERETTA, Breve commento
294 Ejercicios espirituales
(Truggio 1943) p.136; J . CLÉMENCE. Le discernement des esprits dans les Ex.: RevAscMyst
27 (1951) 347-375; 28 (1952) 64-82; LAPLACE, Christus, n.4 (1954) 28-49; H. RAHNER,
Gregorianum, 37 (1956) 444-483; G. FESSARD, La dialectique des ex. (París 1956) 233-252;
las otras en Gregorianum, 37 (1956) 444-483. Tocan aspectos prácticos de dirección A.
Lefébre, NouvRevThéol 78 (1956) 673-686, y L. BEIRNAERT, Christus, 4 (1954) 50-61.
Un importante estudio histórico-redaccional de las reglas es el de L. BAKKER, Freiheit und
Erfabrung (Würzburg 1970). Sobre el fondo de la fenomenología existencial se basa el de
R. GONZÁLEZ DE MENDOZA, Stimmung und Transcendente (Berlín 1970); cf. J . C. AYESTA-
RÁN, La experiencia de la divina consolación (Roma 1975); M. BUCKLEY. The Structure of the
Rules for Discernment of Spirits: The Way. Supplement 20 (1973) 19-37; E. MALATESTA. Le
discernement des esprits, perspectivesfobanniques et ignatiennes: Axes 7 (1975) 5,25-35. Sobre sus
fundamentos paulinos, A. Tornos, MANR 60 (1988) 319-329. Aplicado a la práctica, J .
LAPLACE, en Para buscar y hallar la voluntad de Dios (México 1972) p.9-35. Un estudio,
conjunto de estudios abarcando diversas perspectivas, el de P. PENNING DE VRIES,
Discernment of Spirits (Nueva York 1973). Dos comentarios sistemáticos: uno más teórico,
de J . J . TONER, A Commentary on Saint Ignatius, Rules for the Discernment of Spirits. A guide
to the Principies and Practice (St Louis 1982); otro más pastoral, de D. GIL, Discernimiento
a
según S. Ignacio (Roma, CIS, 1980). Sobre tas reglas de la 1 . semana: M. A. FIORITO,
Discernimiento y lucha espiritual (Buenos Aires, Ed. Diego de Torres, 1985).
1 5 3
Santo Tomás define así la sindéresis: «La ley de nuestro entendimiento, en cuanto
hábito que contiene los preceptos de la ley natural, que son los primeros principios de las
obras humanas» (1-2 q.94 a.l ad 2).
1 5 4
Regla fundamental no sólo dentro de la discreción de espíritus, sino para com-
prender la posición de San Ignacio respecto al problema de la mística. La literatura es
abundantísima, sobre todo en los últimos años. El concepto de consolación espiritual y
su puesto dentro de la espiritualidad lo han estudiado L. TEIXIDOR, MANR 2 (1926) 108-
118; M. SAN MARTÍN, MANR 11 (1935) 343-351, y sobre todo R. ORLANDIS en una serie
de artículos, MANR 9 (1933) 318-335; 10 (1934) 15-31.113-139.204.230; 11 (1935) 3-30;
13 (1940) 5-25. Véase también V. LARRAÑAGA, La espiritualidad de San Ignacio. Estudio
comparativo con la de Santa Teresa (Madrid 1944), y BAC, Obras completas de San Ignacio vol.l
introducción al Diario espiritual, sobre todo p.631-666. Toca el aspecto psicológico de la
consolación, J . FONT, Discernimiento de espíritus. Ensayo de interpretación psicológica: MANR
59 (1987) 127-147; y el pastoral, I. VON GRAFENSTEIN, Korrespondenz zur Spiritualitát
der Exerzitien 51 (1986) 36-71.
Discreción de espíritus 295
5
i* L . TEIXIDOR, El concepto de desolación: MANR 2 ( 1 9 2 6 ) 2 8 9 - 3 0 5 ; B. MENDIBOURE,
Sens de la désolation spirituelle selon S. lgnace, Christus 3 5 ( 1 9 8 8 ) 2 2 7 - 2 4 0 .
1 5 6
Añadida la palabra «tercera» sobre la palabra «primera», tachada.
157
Añadida la palabra «escuridad» sobre la palabra «ceguedad», tachada.
296 Ejercicios espirituales
a 160
[329] 1 . regla. 1 L a p r i m e r a : proprio es de Dios y de
sus ángeles en sus mociones dar v e r d a d e r a alegría y g o z o spiri-
tual, quitando toda tristeza y turbación, q u e el e n e m i g o induce;
2 del qual es p r o p r i o militar contra la tal alegría y consolación
espiritual, trayendo razones aparentes, sotilezas y assiduas fala-
cias.
a
[ 3 3 0 ] 2 . regla. 1 L a segunda: sólo es de Dios nuestro
Señor dar consolación a la ánima sin causa precedente; p o r q u e
es p r o p r i o del Criador entrar, salir, hacer moción en ella, tra-
yéndola toda en a m o r de la su divina majestad. 2 D i g o sin
causa, sin n i n g ú n p r e v i o sentimiento o conoscimiento de a l g ú n
obiecto, por el qual v e n g a la tal consolación mediante sus actos
161
de entendimiento y v o l u n t a d .
1 5 5
La 14 Regle, M. VILLER, CBE 6 1 - 6 2 ( 1 9 2 0 ) 3 0 - 3 2 .
I M >
Cf. L. TEIXIDOR, La primera de las reglas: MANR 8 ( 1 9 3 2 ) 2 8 - 4 4 .
161
Después de la palabra «voluntad» fue tachada la cita siguiente: «Hoc probat Btus.
Thomas 1 - 2 q.9 a.6 et q . 1 0 a.4». Ha estudiado esta regla particularmente D. GIL, La
298 Ejercicios espirituales
a
[331] 3 . regla. 1 La tercera: con causa puede consolar
al ánima así el buen á n g e l c o m o el m a l o , por contrarios fines:
2 el buen ángel, por p r o v e c h o del ánima, para que cresca y suba
de bien en mejor, 3 y el mal ángel para el contrario, y adelante
para traerla a su dañada intención y malicia.
a
[332] 4 . regla. 1 La quarta: proprio es del á n g e l m a l o ,
q u e se forma sub a n g e l o lucis, entrar con la ánima devota y salir
c o n s i g o ; 2 es a saber, traer pensamientos buenos y sanctos con-
forme a la tal á n i m a justa, y después, poco a poco, procura de
salirse trayendo a la á n i m a a sus engaños cubiertos y perversas
intenciones.
a
[333] 5 . regla. 1 L a quinta: debemos m u c h o advertir el
discurso de los pensamientos; y si el principio, m e d i o y fin es
todo bueno, inclinado a todo bien, señal es de buen ángel; 2 mas
si en el discurso de los pensamientos que trae acaba en a l g u n a
cosa mala o distrativa, o menos buena que la q u e el ánima antes
tenía propuesta de hacer, 3 o la enflaquece o inquieta o conturba
a la ánima, q u i t á n d o l a su paz, tranquilidad y q u i e t u d q u e antes
tenía, 4 clara señal es proceder de mal spíritu, e n e m i g o de
nuestro p r o v e c h o y salud eterna.
a
[334] 6 . regla. 1 La sexta: q u a n d o el e n e m i g o de natura
h u m a n a fuere sentido y conoscido de su cola serpentina y mal
fin a q u e induce, 2 aprovecha a la persona q u e fue del tentada
m i r a r l u e g o en el discurso de los buenos pensamientos q u e le
truxo, y el principio dellos, 3 y cómo poco a poco p r o c u r ó
hacerla descendir de la s u a v i d a d y g o z o spiritual en q u e estaba,
hasta traerla a su intención depravada; 4 para q u e con la tal
experiencia conoscida y notada se g u a r d e para delante d e , s u s
acostumbrados e n g a ñ o s .
a
[335] 7 . regla. 1 L a séptima: en los q u e proceden de
bien en mejor, el buen ángel toca a la tal á n i m a dulce, leve y
suavemente, c o m o g o t a de a g u a que entra en una esponja; 2 y el
m a l o toca a g u d a m e n t e y con sonido y inquietud, como q u a n d o
la gota de a g u a cae sobre la piedra; 3 y a los q u e proceden de
mal en peor, tocan los sobredichos spíritus contrario modo;
4 cuya causa es la dispusición del ánima ser a los dichos ángeles
contraria o símile; 5 p o r q u e q u a n d o es contraria, entran con
estrépito y con sentidos, perceptiblemente; 6 y q u a n d o es símile,
entra con silencio c o m o en propria casa a puerta abierta.
a
[336] 8 . regla. 1 La octava: q u a n d o la consolación es
consolación sin causa precedente (Roma 1971); cf. la esclarecedora recensión de J. M. GRANE-
RO, MANR 44 (1972) 219-220. Posteriormente, J . GOUVERNAIRE, Quand Dieu entre á
fimproviste (París, Desclée, 1980 = Christus 50). Del mismo D. G I L , Gagliardi y la
consolación sin causa: MANR 45 (1973) 61-80.
Regias 299
162
[337] E N EL MINISTERIO DE DISTRIBUIR L I M O S N A S SE DEBEN
GUARDAR LAS REGLAS SIGUIENTES.
a
[338] 1 . regla. 1 La primera: si y o h a g o la distribución
a parientes o a m i g o s o a personas a q u i e n estoy aficionado,
tendré q u a t r o cosas q u e mirar, de las quales se ha hablado en
parte en la materia de elección. 2 L a primera es q u e aquel a m o r
q u e me m u e v e y me hace dar limosna, descienda de arriba, del
a m o r de Dios nuestro Señor, 3 de forma que sienta p r i m e r o en
mí q u e el a m o r más o menos q u e t e n g o a las tales personas es
por Dios, y q u e en la causa por q u e más las a m o reluzca Dios.
a
[339] 2 . regla, i L a s e g u n d a : q u i e r o m i r a r a un h o m b r e
q u e nunca he visto ni conoscido; 2 y deseando y o toda su
perfección en el ministerio y estado q u e tiene, como y o querría
que él tuviese m e d i o en su manera de distribuir, para m a y o r
g l o r i a de Dios nuestro Señor y m a y o r perfección de su ánima;
3 y o haciendo assí, ni más ni menos, g u a r d a r é la regla y medida
que para el otro querría y j u z g o seer tal.
A
[340] 3 . regla, i La tercera: q u i e r o considerar c o m o si
estuviese en el artículo de la muerte, la forma y medida q u e
entonces querría haber tenido en el officio de mi administra-
ción; 2 y r e g l á n d o m e p o r aquélla, g u a r d a r l a en los actos de la mi
distribución.
a
[341] 4 . regla. 1 La quarta: m i r a n d o c ó m o me hallaré
1 6 2
Estas regías, redactadas probablemente en Roma, se dirigen principalmente a los
poseedores de algún beneficio eclesiástico o con deseo de obtenerlo. Con todo, como
a
dice San Ignacio en la regla 7 . (n.344), se pueden aplicar a toda clase de estados,
guardando la debida proporción. Cf. F. SUÁREZ, De religione S. 1. 1.9 c.7 n.6. El P. P.
HANS KOLVENBACH aplica estas reglas al tema del amor preferencial por los pobres en
Compagnia di Gesú. lnviati nel mondo di oggi (Roma, CIS, 1984) p. 105-118.
300 Ejercicios espirituales
a
[346] 1 . nota. 1 L a primera: llaman v u l g a r m e n t e escrú-
p u l o el q u e procede de nuestro propio juicio y libertad, es a
1 6 3
«Ut episcopus vilem supellectilem et mensam ac victum pauperem habeat» (can. 15
del concilio cuarto —no tercero— Cartaginense). No son cánones auténticos, sino
seudodecretales recopiladas por él. Este canon no se encuentra entre los cánones auténti-
cos, sino entre las decretales seudoisidorianas (P. HINSCHIUS, Decretales Pseudo-lsidorianae
[Leipzig 1 8 6 3 ] 3 0 2 ) . Cf. MI, Exercl p.59.
1<Í
* Obsérvese que, en contra de lo que hace en las otras normas similares, aquí no da
a A
propiamente «reglas», sino sencillas «notas». De hecho hay varias, como la 1 . y 2 . , que
no son más que observaciones, aunque atinadísimas, sin contener norma ninguna de
a A
conducta. Sin embargo, en otras, como la 5 . y 6 . , se dan verdaderas reglas bien precisas
f
Reglas 301
a
[353] 1 . regla. L a primera: depuesto todo juicio, debe-
mos tener á n i m o aparejado y p r o m p t o para obedescer en todo a
la vera sposa de Cristo nuestro Señor, q u e es la nuestra sancta
168
madre Iglesia h i e r á r c h i c a .
a
[354] 2 . regla. L a segunda: alabar el confessar con
sacerdote y el rescibir del sanctíssimo sacramento una vez en el
año, y m u c h o más en cada mes, y m u c h o mejor de ocho en
ocho días, con las condiciones requisitas y debidas.
166
Esta máxima pudo leerla San Ignacio en el Flos sanctorum. Allí, en la Vida de San
Bernardo, la máxima se expresa de esta manera: «Ni por ti lo comencé, ni por ti lo
dexaré». Cf. ejemplar conservado en Loyola, fol. 131r. En la Legenda sanctorum, editada en
1493, legenda CXV, letra G , se lee: «Nec per te incepi, nec per te dimittam».
167
Son estas reglas como un epílogo de los ejercicios, criterios seguros para la
actuación del ejercitante en el campo real de la vida que le espera. Procura San Ignacio
precaver al ejercitante de los peligros que acechaban principalmente en aquel ambiente
hirviente de reformas. Pero, como siempre, el Santo amplía el horizonte y da principios
de aplicación segura para todas las novedades que se puedan ofrecer. Véase lo que hemos
dicho en la introducción particular. Entre los comentarios numerosos véase GRANERO,
Sentir con la Iglesia. Ambientación histórica de unas famosas reglas: Miscelánea Comillas 25
(1956) 203-233: J . SALAVERRI, Motivación histórica y significación teológica del ignaciano sentir
con la Iglesia: EstEccles 31 (1957) 139-171, y MANR 41 (1969) 299-314. Sobre los
problemas históricos del tiempo de composición de las reglas y" los enemigos que tiene
principalmente en la mente el Santo, P. LETURIA, Estudios ignacianos (Roma 1957) p.149-
186; V. LARRAÑAGA, AHSS 25 (1956); A. SUQUÍA, ArchivHistSI 25 (1956) 1380-1395. G .
E. GANSS, Rules for thinking with the Church: The Way. Supplement 20 (1973) 72-82. De un
particular interés y profundidad: G . FESSARD, en el vol.2 de La dialectique des Exercices
Spirituels de Saint Ignace de Loyola (Paría 1966); L. MENDIZÁBAL, Reglas ignacianas sobre el
sentido verdadero en la Iglesia, en Semanas de Teología Espiritual, 8. Sentir con la Iglesia (Madrid,
CETE, 1 9 8 3 ) .193-223; J . M. GRANERO, MANR 47 (1975) 291-310, esboza una aplica-
p
a
[ 3 5 5 ] 3 . regla. 1 La tercera: alabar el oír missa a menudo,
asimismo cantos, psalmos y largas oraciones en la iglesia y fuera
della; 2assimismo horas ordenadas a tiempo destinado para todo
169
officio d i v i n o y para toda oración y todas horas c a n ó n i c a s .
a
[356] 4 . regla. La quarta: alabar m u c h o religiones, vir-
g i n i d a d y continencia, y no tanto el m a t r i m o n i o como n i n g u n a
destas.
a
[357] 5 . regla. 1 La quinta: alabar votos de religión, de
obediencia, de pobreza, de castidad y de otras perfecciones de
supererrogación; 2 y es de advertir q u e , c o m o el v o t o sea cerca
las cosas q u e se a l l e g a n a la perfección e v a n g é l i c a , en las cosas
q u e se alexan della no se debe hacer v o t o , así c o m o de ser
mercader o ser casado, etc.
a
[358] 6 . regla. A l a b a r reliquias de sanctos, haciendo
veneración a ellas, y oración a ellos: alabando estaciones, pere-
grinaciones, i n d u l g e n c i a s , perdonanzas, cruzadas y candelas en-
cendidas en las iglesias.
a
[359] 7 . regla. A l a b a r constituciones cerca a y u n o s y
abstinencias, así como q u a r e s m a s , quatro témporas, v i g i l i a s ,
viernes y sábado; asimismo penitencias no solamente internas,
mas aun externas.
a
[360] 8 . regla. A l a b a r ornamentos y edificios de igle-
sias; assimismo i m á g e n e s , y venerarlas según q u e representan.
a
[361] 9 . regla. A l a b a r , finalmente todos preceptos de
la Iglesia, teniendo á n i m o p r o m p t o para buscar razones en su
defensa y en n i n g u n a manera en su ofensa.
a
[362] 1 0 . regla. 1 D e b e m o s ser más p r o m p t o s para
abonar y alabar assí constituciones, comendaciones c o m o cos-
tumbres de nuestros m a y o r e s ; 2 porque, dado que a l g u n a s no
sean o no fuesen tales, hablar contra ellas, quier predicando en
público, quier platicando delante del p u e b l o m e n u d o , engen-
drarían más m u r m u r a c i ó n y escándalo que provecho; 3 y assí se
indignarían el p u e b l o contra sus m a y o r e s , quier temporales,
quier spirituales. 4 D e manera q u e así c o m o hace daño el hablar
mal en absencia de los m a y o r e s a la gente menuda, así puede
hacer p r o v e c h o hablar de las malas costumbres a las m i s m a s
personas q u e pueden remediarlas.
a
[363] 1 1 . regla. 1 A l a b a r la doctrina positiva y escolás-
tica; p o r q u e assí c o m o es más p r o p r i o de los doctores positivos,
assí c o m o de Sant H i e r ó n i m o , Sant A u g u s t í n y de Sant G r e g o -
rio, etc., el m o v e r los afectos para en todo a m a r y servir a Dios
nuestro Señor, 2 assí es más proprio de los escholásticos, así
1 6 9
Cf. M . NICOLAU, Liturgiaj ejercicios: M A N R 20 (1948) 233-274; K. RICHSTAETTER,
Exer^itien und Liturgie, en HARRASER, Exer^itien Leitung III 90-101.
304 Ejercicios espirituales
a
[369] 1 7 . regla. 1 A s s i m i s m o n o debemos hablar tan
l a r g o instando tanto en la g r a c i a , q u e se e n g e n d r e veneno, para
q u i t a r la libertad. 2 De manera q u e de la fe y gracia se puede
hablar quanto sea possible mediante el auxilio d i v i n o , para
m a y o r alabanza de la su d i v i n a majestad, 3 mas n o p o r tal suerte
ni p o r tales m o d o s , m a y o r m e n t e en nuestros tiempos tan p e -
riculosos, q u e l a s obras y libero arbitrio resciban detrimento
a l g u n o o p o r nichilo se tengan.
a
[370] 1 8 . regla. 1 D a d o q u e sobre todo se h a de esti-
m a r el m u c h o servir a Dios nuestro Señor p o r p u r o amor,
debemos m u c h o alabar el temor de la su d i v i n a majestad; 2 por-
q u e n o solamente el temor filial es cosa p í a y sanctíssima, m a s
aun el temor servil, donde otra cosa mejor o más útil el h o m b r e
no alcance, a y u d a m u c h o para salir del peccado mortal; y salido
fácilmente viene al temor filial, q u e es todo acepto y g r a t o a
1 7 2
Dios nuestro Señor, p o r estar e n u n o con el a m o r d i v i n o .
FINÍS
Alemán:
Geistlkhe Übungen und erláuternde Texle. Übersetzt und erklárt von
PETER KNAUER (Leipzig, St. Benno-Verlag, 1 9 7 8 ) .
Árabe:
Al-riyadat al-ruhiya li-l-qiddis lgnatiyus di Euyula (Bayrut 1 9 8 1 ) .
Croato:
Duhovne vje^be, en Nácela jesuíta (Beograd, Mladost, 1 9 8 7 = Ideje).
Chino:
The Spiritual Exercises of St. Ignatius. Translated by JOSEPH T. Hou
(Taiching, Kuangchi Press, 1 9 7 9 ) .
Finlandés:
Hengellisiá Harjoituksia. Káánnós ja kommentaari. SEPPO A . TEINONEN
(Helsinki, 1 9 8 1 : STKJ 1 2 8 ) .
Francés:
Exercises Spirituels. Traduits de l'espagnol par JEAN RISTAT. Préface de
ROLAND BARTHES (Paris, Union Genérale d'éditions, 1 9 7 2 ) .
Exercises Spirituels. Texte définitif (1548). Traduit et commenté par
JEAN-CLAUDE GUY (Paris, Seuil, 1 9 8 2 = Point, Sagesse 2 9 . Es el
texto de la Vulgata.
IGNACE DE LOYOLA, Exercises Spirituels, Traduction du texte autogra-
1 7 2
Cf. L. TEIXIDOR, Algo sobre la regla 18: MANR 8 (1932) 312-326.
306 Ejercicios espirituales
a
phie en collaboration. 2 . édition, revisée et corrigée (Patis, Des-
clée-Bellarmin, 1987 = Christus 61).
Holandés:
Geestelijke Oefeningen, inleiding, vertaling, en Geestelijk Dagbaek... door
Pm PENNING DE VRIES (Amsterdam, Lannoo, 1977).
Húngaro:
Eojolai s^ent Ignác Eelkigyakorlatos konyve. Trad. de J . HITTER revisada
por un equipo de 6 personas. Incluye también el Directorio trad.
por J . HEVENESI (Budapest, Szent István Társulat, 1986 = A lelki
élet mesterei 2).
Inglés:
The Spiritual Exercises of St. Ignatius. A new translation based on
studies in the language of the Autograph, by Louis J . PUHL.
Ultima edición: Chicago, Loyola University Press, 1968.
The Spiritual Exercises of St. Ignatius. A literal translation and a contem-
porary reading, by DAVID L. FLEMING (St. Louis, Institute of
Jesuit sources, 1978).
ANTONIO T. DE NICOLÁS, Powers of Imagining... (Albany, State Univer-
sity of New York, 1986). Incluye una traducción de los Ejercicios.
Italiano:
Eserci^i Spirituali. Versione di GIUSEPPE DE GENNARO. Presentazione e
note di PIETRO SCHIAVONE (Alba, Edizioni Paoline, 1978). Véase
p.64. Gli scritti di Ignacio di Eoyola.
Eserci^i Spirituali. Trad. e introduz. di GIOVANNI GIUDICI (Milano,
Mondadori, 1984: Uomini e religione).
a
Eserci^j Spirituali. Tradotti e annotati dal P. VINCENZO INSOLERA, 4 .
ed. riveduta (Roma, CVX, 1986).
Eserci^i Spirituali. Traduzione e note di SALVATORE DI MEGLIO (Pado-
va, Messaggero, 1987 = Classici dello spirito 37).
Japonés:
Sei Ignacio Eoyola gencho Reisó. Trad. de J . M. VARA (Tokyo, 1982).
Sei Ignacio de Eoyola. Reisó. Trad. de J . M. VARA (Nagoya, Shinseisha,
1986).
Maltes:
S. Inja^ju ta'. E%erc¡3gi spiritwali. PAWLU MALLIA U P. ARTHUR G .
VELLA (Malta, Valletta, Instituí Komunikazzajoni Socjali, 1977).
Portugués:
Exercicios espirituais. Trad. del autógrado por VITAL DÍAS PEREIRA,
a
2. ed. (Porto, Apostolado da imprensa, 1983).
Sueco:
Andliga ovnigar. Med kommentar. HERMANN SEILER y RUÑE P. THURIN-
GER (Uppsala, Katolska Bokfórlaget, 1979).
Tamil:
Punita Ignatidrin Anmlka Payirchihal. Trad. y comentario de
C. GNÁNÁDICKAM (Dindingul, Beschi College, 1985).
3
DIRECTORIOS DE EJERCICIOS
/. DIRECTORIO AUTÓGRAFO
DE EJERCICIOS
(1553P-1556)
(MHSI, Direct. 66-81)
INTRODUCCIÓN
DIRECTORIO AUTÓGRAFO
[CAP. l.o]
1
1. Puédense mostrar las primeras a n o t a c i o n e s , y antes
puede a y u d a r q u e el contrario.
2. Sea el l u g a r donde los ha de hacer cuanto menos pueda
2
ser visto, ni platicar con n i n g u n o , dándose exactamente los
ejercicios.
3. No coma ni beba sino lo q u e pidiere.
4. M e j o r es, p o d i e n d o , q u e otro le confiese, y no el q u e le
da los ejercicios.
5. Siempre el q u e le da [los ejercicios] le demande de
consolación y desolación, y lo q u e ha pasado por él en el
ejercicio o ejercicios q u e ha hecho después q u e la última vez le
habló.
3
6. E n t r a n d o en los tres o cuatro tiempos de e l e c c i ó n ,
especialmente se encierre, sin querer ver ni sentir cosa q u e non
sea de arriba.
7. A n t e s de lo cual inmediate le d i s p o n g a a estar en todo
r e s i g n a d o a consejos o a preceptos.
8. Para estar más dispuesto a m a y o r g l o r i a divina y a su
m a y o r perfección, le d i s p o n g a a desear más los consejos q u e los
preceptos, si Dios fuese más dello servido.
9. L e d i s p o n g a y h a g a capaz, q u e son menester m a y o r e s
señales de Dios para los preceptos q u e para los consejos, pues
Cristo N . S. aconseja a los consejos y pone dificultad en el
4
poseer h a c i e n d a s , lo q u e se puede en los preceptos.
5
10. Declarando la primera parte de la e l e c c i ó n , donde no
se puede hacer fundamento para buscarla, debe venir a la se-
gunda.
6
11. La s e g u n d a , q u e es de consolación y desolación, debe
1
Se trata de las anotaciones que se encuentran al principio del libro de los Ejercicios
(n.1-20).
2
Se refiere al menos a cuando se dan los Ejercicios según la Anotación 20. Sabemos
que San Ignacio prevé otras acomodaciones, en las que el ejercitante se encuentra durante
el día en su trabajo y obligaciones ordinarias (Anotación 19).
3
San Ignacio pone sólo tres tiempos de elección (n.175-177), pero el tercer tiempo lo
divide en dos modos (n.178). Por eso puede hablar de «tres o cuatro tiempos», si da el
nombre de «tiempo» a cada uno de ios modos en que se divide el tercer tiempo.
« Mt 19,24; Me 10,25; Le 6,24; 18,23-25.
5
Se refiere al primer tiempo de elección indicado en los Ejercicios (n.l75).
6
Es decir, el segundo tiempo de elección (n.176).
Directorio autógrafo 313
[CAP. 2.o]
7
Véase la descripción de la consolación en los Ejercicios (n.316).
8
Véase la descripción de la desolación en los Ejercicios (n.317).
9
«De los mandamientos de Dios».
10
Quiere decir: dictar los puntos al ejercitante para que éste los escriba de su mano.
314 Directorios
[CAP. 3.°]
INTRODUCCIÓN
SOBRE EJERCICIOS
S í g u e n s e a l g u n a s cosas q u e N. P. M t r o . I g n a c i o quiere
1
queden por recuerdo en el l i b r o .
Sobre ejercicios.—Primero. C u a n d o uno hace ejercicios,
siempre le sea d e m a n d a d o q u é quiere comer, y désele, a u n q u e
pida u n a gallina o nonada, c o m o él tuviere devoción; en tal
m o d o q u e , c u a n d o hubiere acabado de comer, él m e s m o d i g a al
q u e le quita los platos, o le lleva el comer, lo q u e quiere cenar;
y así, después de cena, l o q u e querrá c o m e r al día siguiente;
2
p o r q u e esto j u z g a ser de las cosas q u e más a y u d a n .
2.° C u a n t o a las otras penitencias, decláresele lo que dicen
3
los E j e r c i c i o s , y en lo q u e podría pedir a l g ú n instrumento,
como disciplina, cilicio, etc., en general se ofrezca el q u e da los
ejercicios q u e le dará lo q u e pidiere.
3.° C u a n t o a los ejercicios de la p r i m e r a semana, no siente
el padre q u e se den juntos, ni él los dio nunca, sino u n o a uno,
hasta la fin q u e se h a g a n todos cinco. Y así se entiende de los
otros de otras semanas.
4.° Acerca de las elecciones, le parece q u e la p r i m e r a cosa
que se p r o p o n g a es si seguirá consejos o preceptos, declarando
4
consejos: « v e n d e l o q u e tienes, dalo a los pobres y s i g ú e m e » .
L o 2.°, si d e t e r m i n ó consejos, si en r e l i g i ó n o no, p o r q u e
podría en hospitales, etc. 3.° Si en religión, en cuál, etc. Esto
d e t e r m i n a d o , 4.°, c u á n d o se comenzará, etc., y otras particulari
dades.
5.° Q u e a los que toman ejercicios solamente de la p r i m e r a
1
EJ texto castellano, de manos de Polanco, se encuentra en ARSI, Fpp. NN.SO,
a
f.218r. La 2 . parte, latina, sólo muestra la mano de Polanco en frecuentes adiciones y
correcciones: Biblioteca Nazionale Roma, Fondo Ges. 1594, 8 bis.
2
Véase lo que a este propósito dice la regla octava de las reglas para ordenarse en el
comer (n.217).
3
En la adición 10 (n.82-86).
4
Mt 19,21; Me 10,21.
Sobre Ejercicios 317
J E S Ú S . C O M O SE D E B E H A B E R QUIEN D A L O S
EJERCICIOS C U A N D O SE D A N E X A C T A M E N T E
[Original latino]
ORDEN
MODO
5
Véase la anotación segunda (n.2).
318 Directorios
CONFESIÓN GENERAL
6
Lo incluido entre paréntesis cuadrados lo tiene sólo un códice, usado por el
P. Nadal {Inst. 221).
En el libro de Ejercicios (n.56).
Sobre Ejercicios 319
NOTAS
8
En el libro de Ejercicios (n.238-248). En la terminología ignaciana por pecados
mortales se entiende los que solemos llamar pecados capitales.
9
Véase la nota primera.
4
FORMA DE LA COMPAÑÍA
Y OBLACIÓN
INTRODUCCIÓN
1
Memorial del P. Goncalves da Cámara n.209: Fontes narr. I 651.
2
La fórmula latina «aliquid boni consulere» significa: tener algo por bueno, encon-
trarlo bien, estar satisfecho de.
324 Forma de la Compañía y oblación
3
IÑIGO» .
3
Texto en Scripta de S. Ignacio II 5 nota 4. Es autógrafo del Santo, conservado
ARSI, Hist. Soc. 1.o-, n.lX.
FORMA DE LA COMPAÑÍA
Y OBLACIÓN
(1541)*
8
Pequeña ciudad de Calabria, actual provincia de Cosenza (Italia).
9
Con todo, el P. Bobadilla, ya anciano, escribió que había mandado su voto en favor
de San Ignacio. Si no le engañó la memoria, hay que decir que no llegó el voto a tiempo
a Roma (Bobadiiiae Mon. 619; Font. narr. III 330).
10
P. Teodosio de Lodi, religioso franciscano observante de singular virtud.
Forma de la Compañía y oblación 327
1 1
6. Así I ñ i g o e s t u v o tres d í a s en confesarse con su confe-
sor; los cuales tres días estuvo retraído en Santo Pedro de
M o n t o r i o , sin venir a sus compañeros.
12
7. El p r i m e r o día de Pascua de F l o r e s , y a acabada su
confesión g e n e r a l , c o m o I ñ i g o d e m a n d a s e a su confesor que,
encomendándose a Dios nuestro Señor, se resolviese cerca lo
q u e le había de m a n d a r o declarar, le responde q u e parecía
resistir al Espíritu Santo, etc. Con todo esto I ñ i g o , r o g a n d o a
su confesor q u e , e n c o m e n d a n d o más la cosa a Dios nuestro
Señor, después con á n i m o quieto quisiese escrebir una cédula, y
aquélla sellada inviase a la Compañía, en la cual dijese su
parecer: tándem, en esto q u e d a n d o , se v u e l v e I ñ i g o a casa.
8. El tercer día su confesor e n v i a n d o una cédula sellada, y
j u n t a d o s los compañeros, se lee delante de todos; cuya resolu-
ción era q u e I ñ i g o tomase el asunto y r é g i m e n de la Compañía;
el cual acetándolo, dieron orden todos que el viernes primero
1 3
siguiente a la Pascua de F l o r e s anduviesen las siete estaciones
de las siete iglesias de R o m a , y q u e en una de ellas, es a saber,
en San Pablo, hiciesen todos sus promesas conforme a la bula
14
concedida por Su S a n t i d a d .
9. El viernes 22 de abril, de la octava de Pascua, l l e g a d o s
en San Pablo, se reconciliaron todos seis unos con otros, y fue
ordenado entre todos q u e I ñ i g o dijese misa en la m i s m a iglesia,
y q u e todos los otros recibiesen el santísimo sacramento de su
m a n o , haciendo sus votos en la manera siguiente:
10. I ñ i g o , diciendo la misa, a la hora del consumir, tenien-
do con la una mano el cuerpo de Cristo nuestro Señor sobre la
patena, y con la otra m a n o un papel, en el cual estaba escrito el
m o d o de hacer su voto, y vuelto el rostro a los compañeros
puestos de rodillas, dice a alta voce las palabras siguientes:
« E g o , Ignatius de L o y o l a , promitto omnipotenti Deo et S u m -
m o Pontifici, eius in terris V i c a r i o , coram eius V i r g i n e M a t r e et
tota caelesti curia, ac in presentía Societatis, perpetuam pauper-
tatem, castitatem et obedientiam, iuxta formam v i v e n d i in bulla
Societatis Domini nostri Iesu et in eius constitutionibus decla-
11
Para que no extrañe este espacio tan largo que empleó San Ignacio en esta
confesión y en la que hizo en 1522 en Montserrat, en la que también empleó tres días,
conviene tener presente el modo como se confesaban en el siglo xvi, en el que iban
leyendo las listas de toda clase de pecados incluidos en los confesionales o manuales de
confesión, especificando todas las circunstancias, aun las que no mudaban la especie de
pecado. Cf. J . CALVERAS, LOS «confesionales» y los Ejercicios de San Ignacio: AHSI 17 (1948)
51-101.
12
Pascua de Flores o Pascua Florida, el día de la resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo, que este año de 1541 cavó el 17 de abril.
i ' El día 22 de abril.
14
La bula Kegimini militantis Ecclesiae, de Paulo III, dada el 27 de septiembre
de 1540.
328 Forma de la Compañía y oblación
1 5
El P. Ribadeneira, en la Vida de San Ignacio, tradujo al castellano esta fórmula de
esta manera: «Yo, Ignacio de Loyola, prometo a Dios todopoderoso y al Sumo Pontífice,
su Vicario en la tierra, delante de la Santísima Virgen y Madre María y de toda la corte
celestial y en presencia de la Compañía, perpetua pobreza, castidad y obediencia, según la
forma de vivir que se contiene en la bula de la Compañía de Jesús, Señor nuestro, y en
sus Constituciones, así las ya declaradas como las que en adelante se declaren. Y también
prometo especial obediencia al Sumo Pontífice cuanto a las misiones en las mismas bulas
contenidas. ítem prometo procurar que los niños sean enseñados en la doctrina cristiana,
conforme a la misma bula y Constituciones» {Vida de San Ignacio 1.3 c.l; Font. narr. IV
369).
1 6
Véase la traducción que da también Ribadeneira de este voto: «Yo, fulano, prome-
to a Dios todopoderoso, delante de la Virgen Sacratísima, su Madre, y de toda la corte
celestial, y en presencia de la Compañía, y a vos, reverendo Padre, que tenéis el lugar de
Dios, perpetua pobreza, castidad y obediencia, según la forma de vivir contenida en la
bula de la Compañía de Jesús y en las Constituciones, así declaradas como las que se han
de declarar adelante. Y más, prometo especial obediencia al Sumo Pontífice para las
misiones contenidas en la dicha bula. Y también prometo obedecer en lo que toca a la
enseñanza de los niños, según la misma bula (Vida de San Ignacio 1.3 c.l; Font. narr. IV
369). Véanse reproducidas las dos fórmulas en Const. I 67-68.
Forma de ¡a Compañía j oblación 329
17
l á g r i m a s , dieron fin a su profesión y vocación comenzada.
Después de v e n i d o s , facta est continua et m a g n a tranquillitas,
18
con a u m e n t o ad l a u d e m D o m i n i nostri Iesu C h r i s t i .
17
El P. Ribadeneira narra en la Vida de San Ignacio (1.3 c.l) la extraordinaria consola-
ción que sintió Coduri durante todo el día. Font. narr. IV 371.
18
Es decir, se hizo grande y continua tranquilidad con aumento a gloria de Nues-
tro Señor Jesucristo. Cf. la alusión a Mt 8,26. Véase el estudio de toda la ceremonia en G.
CASTELLANI, ArchHistSI 10 (1941) 1-16.
5
DELIBERACIÓN SOBRE LA
POBREZA
INTRODUCCIÓN
1
Ejercicios n . 1 7 7 - 1 8 3 .
2
Ejercicios n . l 7 6 . Cf. CASANOVAS, Ejercicios II 2 7 2 - 2 9 5 .
3
Constituciones de 1 5 4 1 : M H S I , Const. I 3 5 .
" El texto de la bula en M H S I , Const. I 6 9 - 7 7 .
5
La bula de fundación de la Compañía es del 2 7 de septiembre de 1 5 4 0 . El texto de la
bula, en Const. I 2 9 - 3 0 . En Const. I 3 5 nota 3 ha tratado el P. Codina jurídicamente el
caso, probando que no era contra la pobreza indicada en la bula el que las sacristías de las
iglesias de la Compañía pudiesen gozar de rentas fijas.
334 Deliberación sobre la pobrera
7
En la bula Regimini militantis Ecclesiae, de Paulo III, de 27 de septiembre de 1540.
Cf. nota 5.
DELIBERACIÓN SOBRE LA POBREZA
(Autógrafo, 1544. Const. I 78-83)
1
LOS INCÓMODOS PARA EL NO TENER COSA ALGUNA DE RENTA
SON LOS CÓMODOS AL TENER EN PARTE O EN TODO
a
1. Parece q u e la Compañía, con el tener en parte o en
todo, se conservaría mejor.
a
2. T e n i e n d o , no serán así molestos ni desedificativos a
2
otros por p i d i r , m a y o r m e n t e siendo clérigos los q u e habían de
pidir.
a
3. No t e m a n tantas mociones y turbaciones a la desorde-
nada solicitud en buscarlo, teniendo.
a
4. Podrán v a c a r más ordenada y quietamente a los oficios
y oraciones concertadas.
a
5. El tiempo de d e m a n d a r o buscar se podría predicar,
confesar y darse a otras obras pías.
a
6. Parece q u e la iglesia se conservará más polida, ornada
y para más m o v e r a devoción, y así para hacerla de n u e v o .
a
7. A s i m i s m o p u e d e n mejor vacar al estudio, y con él
a y u d a r más a los prójimos en espíritu y g o b e r n a n d o mejor a sus
cuerpos.
a
8. Después q u e dos de la Compañía vieron la materia,
3
aprobaron todos los o t r o s .
a
1. T e n i e n d o , no serían tanto diligentes para a y u d a r a los
prójimos, ni tanto dispuestos para p e r e g r i n a r y pasar adversida-
des, y no se p u e d e tan bien persuadir a los prójimos a la vera
pobreza y a n e g a c i ó n propia en todo, s e g ú n q u e se s i g u e en los
c ó m o d o s al no tener cosa a l g u n a .
< L o s i n c ó m o d o s al tener en parte (ultra q u e son los c ó m o -
' Desventajas. San Ignacio en los Ejercicios dio como sinónimo de cómodos los
provechos (Ej. 181). Incómodos, por consiguiente, tiene que significar lo contrario de
provechos o ventajas. En el mismo número de los Ejercicios dice «incómodos y peligros»,
y aunque ponga la partícula^, creemos que para San Ignacio la palabra «peligros» es casi
sinónima de incómodos.
2
pedir.
3
Se refiere a la aprobación de las Constituciones de 1541, hecha por los primeros
compañeros en la primavera de dicho año. Los dos de la Compañía que vieron la materia
fueron el P. Coduri y San Ignacio.
Deliberación sobre la pobrera 337
a
dos al no tener cosa a l g u n a ) son los que siguen: 1 . Ser un
superior de los q u e tienen renta teniendo superintendencia so-
bre ella, y de los q u e no tienen a l g u n a , y tomar de la m i s m a casa
para a l g u n a s cosas necesarias para sí y para los (?) de la Compa-
4
ñía, parece q u e no suena > .
a
1. L a C o m p a ñ í a toma m a y o r e s fuerzas espirituales y ma-
yor d e v o c i ó n a s i m i l a n d o y v i e n d o al Hijo de la V i r g e n , nuestro
Criador y Señor, tanto pobre y en tantas adversidades.
a
2. En no querer cosa cierta se confunde más toda avaricia
mundana.
a
2 . [sic] Parece q u e con m a y o r afecto se une con la I g l e -
sia, seyendo uniformes en no tener cosa a l g u n a , considerando
en el sacramento a Cristo pobre.
a
3. Se facilita más a esperarlo todo en Dios nuestro Señor,
separándose de todas cosas del século.
a
4. A y u d a m á s a h u m i l l a r y a más unir con quien se
h u m i l l ó sobre todos.
a 5
4 . [sic] V i v e más o l v i d a d a de toda consolación s e c u l a r .
a
5. V i v e más en continua esperanza divina y con m a y o r
diligencia en su servicio.
a
6. Hay m a y o r edificación en general, viendo q u e no se
busca cosa deste século.
a
7. Con m a y o r libertad de espíritu y con m a y o r eficacia se
habla de todas cosas espirituales para el m a y o r p r o v e c h o de las
ánimas.
a
8. Se a y u d a y se despierta más a a y u d a r espiritualmente a
las á n i m a s , c o m o cotidianamente reciba limosnas.
a
9. Se persuade mejor a los otros a la vera pobreza, g u a r -
dando aquélla según q u e Cristo nuestro Señor m u e v e , diciendo:
6
si q u i s dimiserit patrem, e t c .
10. Parece q u e serán más diligentes para a y u d a r a los
prójimos y más dispuestos para p e r e g r i n a r y pasar a d v e r s i d a d e s .
11. La pobreza, no teniendo cosa a l g u n a de renta, es más
perfecta que teniendo en parte o en todo.
12. Esta t o m a n d o nuestro c o m ú n Señor J e s ú para sí, mos-
tró la m i s m a a sus apóstoles y discípulos q u e r i d o s , i n v i á n d o l o s
7
a predicar .
4
Lo incluido entre < > está tachado en el original.
5
Secular en el sentido de cosas agradables del mundo.
<• Mt 19,29; Me 10,29.
7
Mt 10,9-10; cf. Ejercicios, n.281,4.
338 Deliberación sobre la pobrera
8
13. Esta e l e g i e n d o todos diez, n e m i n e discrepante , toma-
m o s por cabeza al m i s m o J e s ú , nuestro Criador y Señor, para ir
debajo de su bandera para predicar y exhortar, q u e es nuestra
profesión.
14. D e esta manera nosotros p i d i e n d o , nos fue concedida
la bula, y después esperando la expedición por un a ñ o , y perse-
v e r a n d o en el m i s m o asenso, nos fue confirmada por Su Santi-
9
dad .
15. Propio es de Dios nuestro Señor ser i n m u t a b l e , y del
enemigo mutable y variable.
16. < P a r a conservarse la Compañía hay tres m o d o s :
1.°, q u e sean todos letrados o pocos menos; 2.°, para los esco-
lares para vestir, d o r m i r y viático parece q u e se podría dar
m e d i o ; 3.°, para ajuar y otras a l g u n a s cosas necesarias para la
C o m p a ñ í a , aun a l g u n o s q u e p r o b a b l e m e n t e entrarán, podrán
1 0
ayudar > .
8
Por absoluta unanimidad.
' Con todo, no creyeron los primeros compañeros, ni el propio San Ignacio, que el
que la sacristía pudiera tener rentas era contra la bula de Paulo III de 27 de septiembre
de 1540. Véase tratado este punto en Const. I 35 nota 3.
10
El n.16, tachado en el original por el mismo San Ignacio, según parece.
6
DIARIO ESPIRITUAL
2 febr. 1544-27 febr. 1545
1
ABAD, Diario espiritual p.22.
342 Diario espiritual
3
Mon. lgn. Epp. I 291.
4
Ib., 287-289.
5
Véase más adelante n.[156] del Diario.
6 a
D. Eleonor de Osorio, esposa del embajador Juan de Vega.
7
Epp. I 289-290.
8
Epp. I 290-291.
« El día 8 de marzo (n.136).
Introducción del P. Iparraguirre 345
ma T r i n i d a d ; se percibe la v i v e n c i a de la contemplación de
a m o r en su insistente palpar la acción de la T r i n i d a d en las
criaturas. En una palabra, concluimos con el P. De Guibert: « S e
p u e d e decir q u e las g r a c i a s concedidas a I g n a c i o , todo lo g r a t u i
tas e infusas q u e sean, se adaptan al m é t o d o y a constituido bajo
la inspiración d i v i n a , o q u e este método no es más q u e el eco y
la traducción práctica para el c o m ú n de las almas de gracias
1 0
parecidas recibidas en M a n r e s a » .
« N o s encontramos — l l e g a a afirmar el P. De G u i b e r t — en
presencia de una vida mística en el sentido más estricto de esta
palabra, en presencia de un a l m a conducida por Dios por las
v í a s de la contemplación infusa en el m i s m o g r a d o , si no de la
m i s m a manera, q u e un San Francisco de A s í s o un San J u a n de
1 1
la C r u z » .
Y el m i s m o autor escribe en su trabajo tantas veces citado
sobre la mística i g n a c i a n a :
« M i e n t r a s q u e los Ejercicios, sea lo q u e fuere de las perspec
tivas q u e abren y de las adaptaciones de que son susceptibles,
son en su texto m i s m o , ante todo y sobre todo, un libro de
ascesis sobrenatural, un método de esfuerzo personal para so
meterse a la acción de la gracia, el Diario nos pone desde un
p r i n c i p i o en terreno místico en el sentido más estricto de esta
palabra».
« L o s tres rasgos principales q u e los teólogos están de acuer
do en considerar c o m o caracteres esenciales de la oración infusa
se revelan aquí en cada p á g i n a : visión simple e intuitiva de las
cosas d i v i n a s , sin multiplicidad de conceptos ni discursos; pasi
v i d a d completa del conocimiento y del a m o r infusos, dados y
reiterados por Dios con soberana independencia de todos nues
tros esfuerzos. T o d o s los detalles del Diario se encuadran plena
12
mente en estas líneas maestras de la contemplación i n f u s a » .
L o s íntimos del Santo lo vieron así, tal cual le descubrimos
nosotros a través de las sublimes p á g i n a s de este m o n u m e n t o
13
incomparable .
La mística de San Ignacio es una mística preferentemente
10
DE GUIBERT, Mystique ignatienne: RAM 19 (1938) p.120.
N
DE GUIBERT, La spiritualité de la Compagnie de Jésus p.27.
12
D E GUIBERT, Mystique ignalienne: RAM 19 (1938) p.134. Cf. M. NICOLAU, S.I., San
Ignacio místico: La Vida sobrenatural 58 (1957) 241-257.329-346.
13
Véanse, v.gr., los testimonios de Laínez en MHSI (Fontes narr. I 139-140) y de
Nadal (Epp. IV 651-652).
346 Diario espiritual
14
LARRAÑAGA, Obras 6 3 5 . Estudia preferentemente este aspecto el P. Haas. Cf. nota 24.
15
DE GUIBERT, Mystique ignatienne p.118.
16
A . SUQUÍA, ha santa misa en la espiritualidad de San Ignacio de hoyóla p.141.
17
DE GUIBERT, ha spirituatité de la Compagnie p . 3 3 . 3 9 .
Introducción del P. Iparraguirre 347
18
LARRAÑAGA, Obras p.729 nota 89.
15
El P. De Guibert llega a escribir a este respecto: «Yo no conozco, por mi parte,
caso alguno de santo o de santa en quien las lágrimas hayan jugado papel tan importantes
(Mystique ignatienne p.125-126).
20 n
Carta del P. Laínez -59: Fontes narr. I 140.
21
MHSI, Const. I p.429, en la palabra «singulti».
348 Diario espiritual
L A PROBLEMÁTICA DEL « D I A R I O »
22
Mon. Ign. 2,236. Véase en nuestra edición la carta n.51.
« Aulob. n.101 p.163.
Introducción del P. Iparraguirre 349
a
1) V u e l v e a pasar por las elecciones ( 2 . ) [n.23-35].
a
2) 3 . oblación [n.36-38].
a
3) 2 . acción de g r a c i a s [n.39-43].
4) En vez de confirmación, aridez y desconfianza [n.44].
354 Diario espiritual
1) « C o n t e n t a m i e n t o y placer de á n i m a » [n.154-155].
2) A c a t a m i e n t o y reverencia [ n . l 5 6 - 1 6 0 ] .
3) H a c i e n d o elección por el n u e v o camino del acatamiento
[n.161-171].
Introducción del P. Iparraguirre 355
2) Al holandés: Geestelijk Dagboek Vertaling vit het Spanns... van een inleiding
voorzien door Ed. van Iseghem, S.I. (Tielt, Lannoo, 1953) p.63.
3) Al latín: Epbemeris Spiritualis... in latinum conversa a P. Candido luí. Sautu, S.I.
(Romae, apud Curiam Praep. Gen., 1957) p.575.
4) Al francés: Saint lgnace, Journal spirituel. Traduit et commenté par Maurice Giulia-
ni (Desclée de Brouwer, 1959) p.145 [= Christus, Textes, 1],
5) Al italiano: Autobiografía e Diario spirituale. Trad. di F. Guerello. Introduzione e
note di G. Rambaldi (Firenze, Lib. Ed. Fiorentina, 1959) p.278.
6) De nuevo al alemán: Das geisttiche Tagebuch herausgegeben von Ad. Haas, und
Peter Knauer (Herder, Freiburg 1961) p.317.
3 0
Lo hemos citado varias veces. Mystique ignatienne. A propos di Journal spirituel de Saint
lgnace de Eoyola: RAM 19 (1938) 3-22.113-140.
31
Los principales, las introducciones a las diversas traducciones.
Introducción del P. Iparraguirre 357
3 2
Cf. MHSI, Const. I p.CCXLI.
3 3
Véanse eí estudio de conjunto dei Diario Espiritual en relación con la espiritualidad
total de San Ignacio, de J . MUNITIZ, Tbe Spiritual Diary of Ignatitins Eoyola: The Way-
Supplement 16 (1972) 101-116; S. DECLOUX, Commentaries on the Le ters and Spiritual Diary
of St. Ignatius Loyola. Plus the autograph text of the Spiritual Diary (Roma, CÍS, 1980) con
particular atención al proceso de elección; los trabajos de J . C. FUTRELL, en Dossier
«Constitutiones» A (Roma, CIS, 1972) 143-183, y de G . DE GENNARO, MANR 35 (1963)
25-46, sobre el lenguaje místico de San Ignacio en el Diario; y los de G . BOTTEREAU, La
confirmation divine d'aprés le Journal spirituet de Saint Ignace de Loyola: RAM 43 (1967) 35-51;
M. Ruiz JURADO, En torno a la gracia de acatamiento amoroso: MANR 35 (1963) 145-154.
Desde el punto de vista del psicoanálisis, L. BEIRNAERT, Une lecture psychanalytique du
«Journal spirituel» d'lgnace de Loyola, en Aux Frontiéres de facte analytique (París, Seuil,
1987) p.205-218.
358 Diario espiritual
Holandés:
Húngaro:
Loyolai s%ent Ignác lelki foljegy^ései a rendalkotmány kés^ítése idejébbl (1544.
febr. 2 - 1545. febr. 27) Spanyol eredentibbí fordította: M. S. [New
York] (A ]é%us Társasága magyar rendtartományának kiadása), 1 9 7 7 .
Inglés:
The Spiritual Journal of St. Ignatius of Loyola. February 2, 1544-to Febru-
ary 27, 1545. Translated by William J . YOUNG (Roma, Centrum
Ignatianum spiritualitatis, 1 9 7 9 ) . Reprinted from Woodstock Let-
ters ( 1 9 5 8 ) .
Iñigo: Discernment Log-Book. The Spiritual Diary of St. Ignatius Loyola,
with a Foreword by W . HEWETT and a Appendix by J . FUTRELL.
edited and translated by J . A. MUNITIZ (London, Iñigo Enterpri-
ses, 1 9 8 7 : Iñigo Texts Series 2 ) .
Italiano:
Diario spirituale. Introduzione di Alessandro SCURANI, versione e note
di Gaetano BISOL e Gabriele CASOLARI. En Gli scritti di Ignacio di
Loyola, a cura di Mario GIOIA. Torino 1 9 7 7 .
Portugués:
Diario spiritual de santo lnácio de Loyola. Traducao e notas do Padre
Armando CARDOSO (Sao Paulo, Edi$oes Loyola, 1 9 7 7 ) .
D I A R I O E S P I R I T U A L
1
[1]* f Nuestra S e ñ o r a .
l.° Sábado [2 F e b r . ] . — A b u n d a n c i a de devoción en la mi-
sa, con l á g r i m a s , con crecida fiducia en nuestra Señora, y más a
2
no n a d a entonces y todo el día.
3
[2] 2.° D o m i n g o [3 F e b r . ] . — L o m i s m o , y más a no
nada entonces y t o d o el día.
[3] Nuestra Señora.
3.° L u n e s [4 F e b r . ] . — L o m i s m o , y con otros sentimientos
y más a no nada todo el día, y a la noche un a l l e g a r m e m u c h o in
afecto a nuestra Señora con mucha confianza.
[4] Nuestra Señora.
4.° M a r t e s [5 F e b r . ] . — A n t e s de la misa, en ella y después
de ella, con < m u c h a > abundancia de devoción, l á g r i m a s < in-
teriores y e s t e r i o r e s > y dolor de ojos por tantas, y ver a la
4
M a d r e y al Hijo propicios para interpelar al Padre | | estando y
m o v i e n d o más a no nada, entonces y todo el día; y a la tarde,
c o m o sentir o v e r a nuestra Señora propicia para interpelar.
[5] Nuestra Señora.
5.° M i é r c o l e s [6 F e b r . ] . — A n t e s de la misa y en ella, con
[7] De Jesú f
7.° V i e r n e s [8 F e b r . ] . — D e s p u é s de notable devoción, en
10 1 1
oración y l á g r i m a s , desdel preparar de la m i s a , y en ella
mucha abundancia de devoción y l á g r i m a s a s i m i s m o y con
11
retener la palabra, cuando podía , estando con intención de no
nada.
[8] L u e g o después de la misa con d e v o c i ó n y no sin
l á g r i m a s , pasando por las elecciones por hora y media o más, y
presentando lo q u e más me parecía por razones, y por m a y o r
m o c i ó n de v o l u n t a d , es a saber: no tener renta a l g u n a , queriendo
5
Después de «escándalo» escribe y tacha: «o destruyendo». Creemos que el comple-
mento del «destruyendo» es la Compañía. Es decir: si se admitieran rentas para todo aun
para el sustento, se destruiría la Compañía y lo propio de su Instituto. Cf. la carta del
Santo a D. Fernando de Austria de diciembre de 1546: «si saliéramos de nuestra
simplicidad... la Compañía sería del todo derrocada» (MHSI, Epp. 1 451).
6
Estante significa aquí: firme, constante.
7
Después de «no nada» ha tachado: «a lo men[os]». Como antes había tachado «hasta
la noche», parece que aquí quería decir que se sentía inclinado a no nada a lo menos
durante el día, mientras le duraba la devoción.
8
Antes había escrito: «habiendo interpelado». Se nota la precisión del Santo. Por lo
visto le quedaba alguna duda y prefiere corregir y escribir «pareciéndome».
9
Los dos mediadores son la Virgen y Jesús. Como se ve por el día siguiente [n.8],
considera a la Virgen rogando unas veces al Hijo y al Padre, otras directamente al Padre,
sea sola, sea «en compañía» del Hijo.
10
Primero había escrito «antes». Quiere después precisar la extensión de este «antes
1
de la misa» y escribe: «desde el preparar».
11
Distingue generalmente tres tiempos en la preparación de la misa. El primero
comienza en el momento mismo de levantarse. Algunos días, como el 9 de febrero [n.ll],
en que se sentía enfermo, se preparaba en la cama. El segundo tiempo lo forma un rato
de oración reposada antes de la misa. Es lo que él llama «la oración preparatoria». El
tercero, mientras se dirigía a la capilla y se revestía. Se pueden señalar muy bien los tres
tiempos los días 15 de febrero [n.28-31] y 1 de marzo [n.91].
12
Antes había escrito: «podiendo».
7-9 febrero 1544 361
13
esto presentar al Padre por m e d i o y r u e g o s de la M a d r e y del
Hijo, y p r i m e r o haciendo oración a ella, p o r q u e me ayudase con
su Hijo y Padre, y después orando al Hijo me a y u d a s e con el
1 4
P a d r e en c o m p a ñ í a de la M a d r e , sentí en mí un ir o l l e v a r m e
delante del Padre, y en este andar un levantárseme los cabellos,
y m o c i ó n c o m o ardor notabilísimo en todo el cuerpo, y conse-
cuente a esto l á g r i m a s y devoción intensísima | |.
[9] Esto después l e y e n d o , y j u z g a n d o estar bien escrito,
1 5
v e n i r m e una n u e v a d e v o c i ó n no sin a g o a a los o j o s | |; des-
pués, a c o r d á n d o m e destas gracias recibidas, una n u e v a devo-
ción.
A la tarde, por hora y media o más, andando por las elecciones
16
asimismo , y haciendo elección de no tener nada, hallándome con
devoción, me hallaba con una cierta elevación y m u y tranquila-
17
mente sin contradición a l g u n a a tener a l g u n a c o s a , y quitán-
doseme la g a n a de ir en las elecciones tanto adelante como
a l g u n o s días antes pensaba.
[11] < D e la A n u n c i a c i ó n de la V i r g e n > .
8.° < Sábado [ 9 F e b r . ] . — L a noche precedente m u y mu-
cho debilitado con mal d o r m i r , y a la oración a la mañana con
quieta mente y asaz devoción, y con un m o v i m i e n t o espiritual
con calor y a m o v e r a lacrimar.
Después al levantar, quitárseme dos veces el sentido de la
flaqueza; después para el ir de la misa, en la oración con
d e v o c i ó n y al preparar del vestir lo m i s m o y con un m o v i m i e n -
to de querer lacrimar. A la misa, con devoción continua y
flaqueza y con diversas mociones espirituales en ella y a mover-
se a lacrimar. A c a b a d a la misa a s i m i s m o y siempre con voluntad de
no tener nada, t o d o el día quieto; y d o n d e casi a los principios
1 8
pensaba estar m á s , quitárseme toda la g a n a , pareciéndome ser
clara la cosa, es a saber no tener nada > .
1 3
Antes había escrito: «presentando esto a la Ma[dre]». Practica aquí San Ignacio lo
que señala en los Ejercicios que se debe hacer al fin del primer modo del tercer tiempo de
elección: «ir... a la oración delante de Dios nuestro Señor y offrescerle la tal elección» (Ej.
n.183).
14
Un ejemplo del uso de los tres coloquios repetidamente indicados y recomendados
en los Ejercicios (n.62-64.147.156.168-199).
15
Véase nota 241 sobre el sentido de agua en los ojos.
16
Antes había escrito: «haziendo la elección», frase que volverá a escribir en seguida
sin el artículo. Quería puntualizar el aspecto personal y como de hipótesis de la elección.
Es decir, no ha hecho todavía la elección definitiva y por ello precisa que se trata de un ir
«andando por las elecciones». Mientras iba internamente considerando las ventajas de no
tener nada, palpando las fuerzas de esas razones e imaginándose internamente que era
aquél el camino que Dios quería, se halló con devoción.
17
Quiere decir: me hallaba... sin contradicción alguna o motivo que me moviera a
tener alguna cosa.
18
Añadió y tachó: «elección». Toda la frase puesta en cursiva está escrita sobre otra
tachada: «antes me parecía estar mucho en esta elección».
362 Diario espiritual
1 9
P a s a n d o por las elecciones con mucha t r a n q u i l i d a d y de-
2 0
voción, en t o d o me parecía no tener parte, ni t o d o , ni ser cosa
asaz digna para mirar en ello, teniendo por acabado y con m u c h a
t r a n q u i l i d a d de mente y así siempre me restaba con no tener
nada.
2 0
[12] M i s a del d í a * .
9.° D o m i n g o [10 F e b r . ] . — A n d a n d o por las elecciones, y
haciendo la oblación de no tener nada con m u c h a devoción y
no sin l á g r i m a s , y así antes en la oración sólita, antes de la misa,
en ella, y después della, con asaz devoción y l á g r i m a s , y siempre
con no tener nada, q u i e t á n d o m e en la oblación hecha, habiendo
21
sentido mucha claridad d i s c u r r i e n d o , y después cerca los me-
diadores ciertos sentidos < inteligencias > y no sin vista | |.
[13] A la noche, pasando por las elecciones, de todo, de
parte, de nada, haciendo la oblación de no nada, con mucha
devoción, paz interior y t r a n q u i l i d a d de ánima, con una cierta
s e g u r i d a d o asensu de ser buena elección.
[14] Del Espíritu Santo.
10.° L u n e s [11 F e b r . ] . — E n m e d i o de la oración acostum-
brada, sin elecciones, en ofrecer o en rogar a Dios nuestro Señor,
la oblación pasada fuese por la su d i v i n a majestad aceptada, con
22
asa^ d e v o c i ó n y l á g r i m a s , y después < ofreciendo > un rato
adelante c o l o q ü e n d o con el Espíritu Santo para decir su misa,
con la m i s m a devoción o l á g r i m a s me parecía verle o sentirle en
23
claridad e s p e s a o en color de flama ígnea m o d o insólito, con
24
todo esto se me asentaba la elección hecha | |.
19
Antes de «pasando» está tachado: «a la noche».
2 0
Antes había escrito: «parecía tener ni en parte ni en todo». Por la corrección se ve
que prefiere fijarse en la parte de renuncia: «no tener», más bien que en la parte de renta
con que hubiera quedado en caso de haber aceptado esa solución.
2
* Dominica de Septuagésima.
21
«Esta reflexión es mucho más que un simple movimiento intelectual. De hecho, la
palabra discurrir... indica que se va, se corre de una parte a otra, lo mismo por la intuición
del corazón que por el raciocinio de la inteligencia. El empleo que hace San Ignacio de
esta palabra en el coloquio del primer ejercicio (Ej. n.53) es significativo: ...se recomien-
da al pecador «discurrir por lo que se ofreciere», es decir, dejarse llevar por el ritmo de
las ideas o sentimientos que se le sugerirán. Este «discurriendo», que ha provocado en el
Santo una gran claridad, evoca todo un trabajo interior de la naturaleza y de la gracia
(GIULIANI, p.49).
2 2
Antes había escrito, según parece: «mu[cha]». Tal vez «mo[ciones]».
2 3
Con el adjetivo «espesa» quiere señalar la riqueza y densidad de contenido que se le
mostraba con tanta claridad. No sólo veía muy claro, sino que percibía verdades muy
fundamentales y ricas de contenido. Por ello, esta iluminación no sólo le aclaraba
intelectualmente, sino que le «asentaba» la elección.
2 4
Corregido de: «todo esto asentándome».
10-11 febrero 1544 363
A
[4. NUEVA OBLACIÓN (2. )]
2 5
Se refiere al documento sobre la elección de la pobreza que reproducimos como
doc. n.5.
2 6
Los dos grandes medios de elección. El discurrir según el tercer tiempo y el
discernir las mociones según el segundo.
27
Antes había escrito: «yva», que tachó después. Parece que se le ocurrió en este
momento la frase que añadió después: «yva la gana de ver ningunas razones», pero creyó
mejor puntualizar antes otras cosas y dejó la frase para después.
2 8
Después de «misión», tachado: «todas cosas de». «En este párrafo se encierra toda
una grandiosa teología de la misión apostólica, que bien merecía se le dedicara un análisis
a fondo. Se considera la misión de los discípulos de Jesús bajo un triple aspecto... 1.°
Misión dada por Cristo. 2.° Confirmación de esta misión por el Espíritu Santo, que envía
el don interior del espíritu y el extenor de los dones. 3.° La misión dada por el Hijo y su
confirmación y capacitación por el Espíritu Santo, que no son, en último término, otra
cosa que la extensión de las relaciones trinitarias hacia fuera, es decir, la espiración con la
que el Padre y et Hijo producen eternamente al Espíritu Santo, es decir, te envían»
(KNAUER, p.250 nota 30).
2 9
Primero escribió «y». Tachó y puso «etc.».
364 Diario espiritual
3 0
Es la primera vez que aparece en el Diario una visión del Espíritu Santo. Había
pedido al Padre y al Hijo que le dieran el Espíritu Santo «para discurrir y discernir». Las
dos personas le mandan el Espíritu Santo y ve en El la elección de tal modo «acabada»,
que quiere darla «por rata, válida» [n.16]. Pero, «como repetirá más tarde, espera
confirmación de toda la Trinidad para terminar la elección. En el descubrimiento del
Espíritu no divisa la confirmación de las tres personas y, en consecuencia, no considera
terminada la elección» (GIULIANI, p.52 nota I).
31
Estas tres palabras están sobre la frase tachada: «y al Padre y al Hijo». Es ésta, para
nosotros, la tachadura más misteriosa e importante del Diario. ¿Cómo pudo escribir en un
primer impulso haber visto las tres personas, si no las había visto? ¿Y cómo pudo escribir
después «no poder así ver ni sentir» a ninguna de las otras dos personas, si las había visto?
Se suele explicar diciendo que él había pedido la confirmación a la Santísima Trinidad y
no se siente satisfecho porque sólo le confirma la elección el Espíritu Santo.
Véase la interpretación que nos parece se deduce de la tachadura. Recordemos la
primera redacción: «a sentir el Espíritu Santo como cosa acabada, y al Padre y al Hijo».
Separa desde el principio al Espíritu Santo del Padre y del Hijo, cosa que no hace otras
veces, lo que indica que se le mostraron de modo distinto. Añade después «ver [en] cierto
modo el Espíritu Santo». En esta añadidura está, a nuestro entender, la clave. Ve al
Espíritu Santo en un modo diverso, confirmándole la elección. Al Padre y al Hijo los
siente, pero no los ve. En este caso, la frase última «no poder así ver ni sentir a ninguna
de las.otras dos personas» hay que interpretarla de este modo: No vio ni sintió así, es
decir, confirmando la elección, al Padre y al Hijo. A éstos sólo los sintió. En cambio, al
Espíritu Santo no sólo le sintió como a las otras dos Personas, sino que le vio confirman-
do la elección.
En este caso, el desasosiego y turbación del Santo provienen no del hecho de que
sólo le confirme la elección el Espíritu Santo —que no se ve bien cómo esto le podía
crear desazón—, sino del hecho de que sienta cerca de sí al Padre y el Hijo y, a pesar de
sentirlos tan cerca, no le confirman la elección. Y es esto lo que le inquieta, pues lo
considera como un acto positivo de desaprobación de algo. Y comienza a indagar qué es
lo que pudieron desaprobar las dos Personas. Pronto descubre que la causa de la
desaprobación es una falta suya, no el objeto de la elección.
3 2
Antes había escrito «o».
3 3
Antes había escrito y tachado «cansado de pasar cosas».
3 4
Escribió antes y tachó dos veces: «miércoles».
12-13 febrero 1544 365
a
[1. VUELVE A PASAR POR LAS ELECCIONES ( 2 . VEZ)]
4 0
Primero había escrito: «a Dios nuestro Señor». Luego corrigió y puntualizó: «a las
personas divinas».
41
No se trata de la acción de gracias después de la misa, sino, como se ve por lo que
acaba de escribir, de la prolongada acción de gracias por la elección realizada («no acaba
de dar gracias») que dio en la oración de antes de la misa.
4 2
Se refiere a la distracción que le ocasionó el ruido, del que hablamos en la nota 38.
No le parece que puede, reo de esa culpa, allegarse directamente a la Santísima Trinidad.
Por ello se impone la penitencia, verdaderamente mística, de no decir la misa de la
Trinidad hasta que los mediadores, cuyas misas piensa decir mientras se sienta en este
estado, no le reconcilien con las tres divinas personas. De hecho, ya a los cuatro días, el
18 de febrero, se sintió liberado [n.43], y celebró la misa de la Trinidad.
El P. Giuliani cree que se trata «en todo caso, más que de una falta casi material..., de
una infidelidad a las exigencias interiores de su oración: no ha seguido centrando su
oración en las Personas divinas para encontrar en ellas el término de su elección
(GIULIANI, p.54 nota 3). Cf. también MI, Fontes narr. III 334.
4 3
Primero había escrito: «intensa». La tachadura refuerza el valor del superlativo:
«intensísimas». Muestra que lo puso el Santo reflejamente y sustituyendo al positivo.
4 4
Primero había escrito: «sintiendo una seguridad de los intercesores ser». Se ve
también aquí que el calificar a la seguridad de «íntegra» obedece a un segundo momento
de mayor reflexión.
4 5
Debió escribir: «así del martes como del miércoles». Ya hemos notado que el Santo
había escrito antes miércoles en vez de martes [n.21] y jueves en vez de miércoles [n.23].
Se ve que escribió esto antes de haber corregido esas falsas fechas. Tal vez antes de
escribir esta línea miró el original y, fiándose de lo escrito antes, puso aquí equivocada-
mente la fecha. Después, parece que el viernes, se dio cuenta del error y corrigió las
fechas falsas anteriores, que estaban al principio y se veían fácilmente, pero no ésta, que
estaba dentro del texto.
4 6
Comenzó a escribir «viejrnes]» y, sin duda mientras estaba escribiendo, se dio
cuenta del error, tachó y escribió en seguida, con un rasgo idéntido que parece estar
escrito inmediatamente después del anterior: «jueves».
14-15 febrero 1544 367
4 7
Es decir, ia misa de la fiesta de ía Purificación de Nuestra Señora, que se celebra el
2 de febrero. Se inicia el ciclo de la Trinidad sin sentir los mediadores [n.28-64].
4 8
Se sobrentiende de la Santísima Trinidad.
4 9
Antes había escrito: «representar a».
5 0
Este movimiento ascendente-descendente, arriba-abajo-medio, es un ritmo caracte-
rístico de la mística ignaciana. El ir de la altura del Padre a la profundidad de las criaturas
por el «medio» del Hijo, el servirse de mediadores como de escalas, son sólo dos
ejemplos de esta tendencia, que forma una verdadera «mística de mediadores». Es fruto
de la síntesis armónica que contempló en el Cardoner. El método o «medio» de San
Ignacio en los ejercicios, su sentido de «mediocridad» o justa posición del medio apto
para conseguir el fin, son reflejos de esta actitud interna. Aun en este sentido más
profundo es un «peregrino» que sube y baja de las alturas de la divinidad y abraza una
concepción dinámica de la espiritualidad y del mundo. Cf. KNAUER, p.254 nota 40.
51
Antes había escrito: «Y con estas y otras inteligencias, preparando el altar».
368 Diario espiritual
52
así después de acabada la misa, en mucha parte deste tiempo de la
misa, del preparar, y después, con mucho sentir y ver a nuestra
51
Señora m u c h o propicia delante del Padre , a tanto, q u e en las
oraciones al Padre, al Hijo, y al c o n s a g r a r s u y o , n o podía q u e a
ella no sentiese o viese, c o m o q u i e n es parte o puerta de tanta
5
gracia, que en espíritu sentía *. (Al c o n s a g r a r mostrando ser su
carne en la de su Hijo) con tantas inteligencias, q u e escribir n o
55
se p o d r í a . Sin dubitar de la p r i m e r a oblación hecha.
[32] De Jesú.
15.° S á b a d o [16 F e b r . ] . — E n la oración sólita, sin sentir
los m e d i a d o r e s , sin frialdad ni tibieza, con asaz d e v o c i ó n , < y a
56
ratos v a g a n d o la mente no en cosas malas, y hacia la fin con
5 7 58
m u c h a g r a n d e serenidad y con una cierta d u l c e s a l e v a n t a d o
5 9
y vestido sin cosa notable a una parte ni a otra > , q u e r i e n d o
p r e p a r a r m e para la misa d u b i t a n d o a q u i é n me e n c o m e n d a r
p r i m e r o y c ó m o ; me puse de rodillas con este d u b i o , m i r a n d o
por d ó n d e comenzar, me parecía q u e más se me descubría del
6
Padre y me atraía a sus misericordias ®, sentiendo en mí más
61
propicio y más aparejado para impetrar lo que deseaba (no me
5 2
Otra corrección que indica el cuidado con que matiza el Santo cada uno de los
detalles. Primero había escrito «en todo este tiempo». Reflexionó después y vio que
durante alguna pequeña parte del tiempo no había tenido la consolación que señala.
Tacha lo escrito y escribe: «en mucha parte deste tiempo». Todavía tachó otra vez las
cuatro últimas palabras. Tal vez quería matizar más aún el tiempo, pero no encontró otra
expresión más exacta y volvió a escribir las mismas palabras otra vez.
5 3
Primero escribió sólo «propicia». Añadió después encima «junto al Padre». Tachó
después estas tres palabras y escribió al margen «delante del Padre». Creemos que estas
palabras nos dan la interpretación exacta de la frase que escribe en seguida, que la Virgen
«es parte o puerta». Es parte, en sentido causal, en las gracias que nos da el Hijo, porque
está junto a El, influyendo en cuanto mediadora que está junto al Hijo. Es además
«puerta», porque está delante, como toda puerta, es decir, es principio, camino, medio,
para el Padre.
5 4
Frase corregida: «de lo que tanto sentía». Después de «sentía» sigue tachado: «A
fin». Gracias a la corrección, ese genérico «lo que» queda determinado en «tanta gracia» y
puntualizado que sentía no de modo general, sino «en espíritu».
55
Sobre el significado de esta inteligencia acerca del misterio de la misa, véase
A. SUQUÍA, L<2 santa misa en la espiritualidad de San Ignacio p . 1 5 2 - 1 5 3 .
5 0
Otra vez puntualiza en la corrección. Al genérico «des[pués]>> que había comenza-
do a escribir, sustituye el más preciso: «hacia la fin».
57
Antes de «serenidad» había comenzado a escribir otra palabra. Escribió sólo tr. Tal
vez quería escribir: «tranquilidad]».
5 8
Italianismo por «dulzura».
59
Creemos que este párrafo tachado es, como en otras ocasiones, el mejor comenta-
rio del texto anterior. El Santo lo tachó, sin duda, porque le parecía que no añadía nada a
lo ya dicho; pero a nosotros nos permite precisar más el fenómeno. Estuvo «sin frialdad»
porque tuvo «mucha grande serenidad»; pero no podía decir «con calor o fervor» porque
estuvo «a ratos vagando la mente». No podía llamar a ese vagar tibieza, porque no
vagaba «en cosas malas» y sin duda era un vagar involuntario. Y tuvo «asaz devoción»,
por la «mucha grande serenidad» y la «cierta dulcesa» que experimentó al fin.
6 0
«A sus misericordias». Corregido de «a su amor».
6 1
En vez de «impetrar» había escrito antes «recibirme todo». También es importante
esta precisión. No se siente del todo purificado y le queda alguna duda de que el Padre va
a recibir todo. Pero esa miseria suya, ahora que siente más al Padre, no puede ser
16 febrero 1544 369
impedimento para que ejercite su misericordia. Por ello cambia la palabra «amor» por
«misericordias», el modo concreto con que en este estado sentía al Padre. Añade todavía
que le ve «propicio».
Puede, pues, impetrar, aunque el Padre no le «reciba todo», como lo hubiera hecho de
haber sido más justo, pero lo siente propicio y misericordioso. Y eso es lo principal en
ese estado. Tenemos aquí un ejemplo del coloquio de misericordia que propone en los
Ejercidos después de la meditación del infierno (Ej. n.61).
6 2
Sigue tachado «todo en lágrimas y tirando al Padre».
6 3
Revistiéndome.
6 4
Antes había escrito: «ciertas inteligencias que me parecían». Esta vez la corrección
refuerza, por un lado, la extensión de la gracia: pone, en vez de «ciertas», muchas; y por
otro, la seguridad personal respecto a ella. Suprime el «me parecían».
6 5
Antes había escrito: «por todas las elecciones por más de una [hora]». Prefiere
puntualizar y distingue «unas» y «otras». «Unas elecciones» significan los motivos, y
«otras», las dificultades. Siguiendo lo que recomienda en los Ejercicios (n.181), pasó
primero «por las unas elecciones», viendo las ventajas que se seguían de poseer renta, y
luego «por las otras», considerando los inconvenientes.
6 6
«Punto» en el sentido indicado antes por el Santo, de «tentación» [n.22]. Las
ventajas de poseer rentas le parecen «punco» o tentación, o, como en seguida dirá, «nudos
e impidimientos del enemigo». Creemos que se refiere a las rentas de la iglesia de la
Virgen de la Estrada, que por expresa bula Sacrosanctae de Paulo III, de 24 de junio
de 1541, fueron aplicadas a la sacristía de la dicha iglesia cuando ésta pasó a los jesuitas.
Cf J . WICKI, Pjarrseelsorge und Armut des Professbáuser: ArchivHistSI 11 (1942) 69-82.
6 7
Italianísmo por «sacando los papeles». Se refiere al documento sobre los motivos
de elección de que se habló en la nota 25 y que hemos reproducido como doc. n.5.
6 8
Sigue tachado junto con una palabra que el P. Codina no pudo leer y que creemos
nosotros «ant[esj», «en ciertas». Quiere decir «habiendo faltado en el día». Se debe
interpretar esta frase, según los editores de Monumenta, a la luz de la siguiente: «sentiendo
en mí cierta vergüenza...»; de modo que aquí se acusa de haber faltado en algún
insignificante defecto, lo cual le producía vergüenza al presentarse delante de Nuestra
Señora. Véase lo que el Santo, al fin del ano siguiente, escribió a San Francisco de Borja
sobre los defectos, aunque sean «tanto tenues en sí» (Epp. I 340), y en 1547 a Teresa
Rejadeü sobre cómo deben sernos «insufribles, qualesquiera, aunque menores, defectos
nuestros» {Epp. I 627).
6 9
Véase 13 de febrero [n.23].
370 Diario espiritual
a
[2. 3. OBLACIÓN]
7 0
Después del no, hay una «v» tachada. Creemos que pensó primero escribir «v[er]
más elecciones», pero que luego puntualizó y escribió «ver para que», es decir, no veía
motivo para continuar en la elección.
71
Después de «espirituales» escribió y tachó: «que no me podiendo levantar me
parecía». Líneas más abajo repite esta idea.
7 2
Italianismo por «dar gracias».
7 3
Disminuyéndose la devoción.
17 febrero 1544 371
a
[3. 2. ACCIÓN DE GRACIAS]
7 4
Primero había escrito: «observar lo ofrecido», pero él distingue el contenido de la
oblación y la modalidad del ofrecimiento, y añade por ello «la oblación» en sí misma, en
cuanto es expresión de una actitud interna de entrega y va acompañada de sentimientos
rectos. No le bastaba observar si al Señor le gustaba el contenido de la oblación. Quería ver
si también le gustaba el modo con que la hacía. Y de hecho vio después que había en esto
ciertas exigencias de gracias y consolaciones no tan rectas.
75
El editor de la traducción latina cree que aquí «terminando» significa, como otras
veces en el Diario, v.gr., 20 febrero [n.56], la acción de la mente que toca su objeto y
descansa en él, y que su complemento sería «a otras personas» (p.20 nota 22). Knauer, en
cambio, cree más probable que significa, como también otras veces en el Diario, el fin de
una acción, y aquí en concreto no como generalmente interpretan, de la oración, sino de
la elección. Nótese que al principio del día siguiente —o al fin de éste— escribió «fin» y
que ahí la única interpretación posible es fin de la elección.
7 6
Primero había escrito «por» [acepta]. Aquí, lo contrario de lo que sucede en otras
ocasiones, la corrección denota una actitud posterior más dudosa. Primero creyó que
estaba la elección acabada y Dios la aceptaba: «teniendo la cosa por acabada y por
acepta». Después, en cambio, muestra su duda en lo segundo y añade: «pareciéndome ser
acepta».
77
Primero había escrito «en la». Después quiere puntualizar que la devoción la tuvo
no sólo durante algún rato de la lectura, sino en toda ella. Téngase en cuenta que el
versículo que cita de la epístola es el comienzo de la epístola. Por ello, ese «donde» tiene
un valor relativo: que «comienza».
372 Diario espiritual
7 8 7 9
d a s , se me quitaba el á n i m o para hacer m á s oblaciones cerca
la oblación hecha (aunque siempre la hacía y no sin devoción),
teniendo la cosa por firme, y por otra parte la < m u c h a >
devoción q u e sentía, me tiraba a estar allí < de rodillas >
90
g o z a n d o de lo que sentía .
[42] Después consultando si iría fuera o no, y determinan-
do con m u c h a paz afirmative, y sentiendo especialmente mocio-
nes interiores y l á g r i m a s , a u n q u e parecía p o d e r m e dilatar en
ellas, l e v a n t á n d o m e con ellas, y con m u c h a satisfacción de
ánima, me partí con propósito de acabar m a ñ a n a a lo m e n o s
81
antes de comer, d a n d o gracias, pidiendo fuerzas, y r e i t e r a n d o
la oblación pasada por devoción de la santísima T r i n i d a d , de-
ciendo su misa.
82
De la T r i n i d a d y f i n .
7 8
San Ignacio corrigió esta frase dos veces. Primero había escrito: «de tantas gracias
recibidas» Tachó después estas palabras y escribió: «de tantos beneficios recibidos».
Volvió a tachar y a escribir: «tantos dones y gracias recibidas».
7 9
«Quitaba», escrito sobre la palabra «iba», tachada.
8 0
Primero había escrito el Santo: «gozando de ciertos movimientos y consolaciones
interiores».
8 1
Después de la «y» hay en el original una «t» tachada. Tal vez el Santo pensó
escribir primero «t[erminando]», pero prefirió todavía reiterar una vez más la oblación.
Lo cierto es que puso en seguida «Fin», palabra que se encuentra inmediatamente después
de la indicación de la misa. Puede ser muy bien que esta indicación la escribiera cuando
preparaba la misa, que siempre lo hacía !a víspera {Fontes narr. I 644). Cf. nota 168. En
este caso habría puesto «fin» ya este mismo día.
8 2
Aunque escribe aquí «fin», de hecho no cierra el ciclo de la elección hasta el 12 de
marzo [n.153]. Es que el Santo no se contentaba con una tenue seguridad y buscaba una
plena confirmación. Parecía que iba a acabar el día 9 de febrero, en que escribe: «teniendo
por acabado» [n.ll]. Al día siguiente hace ya la oblación y el 11 de febrero dice la misa
del Espíritu Santo para ofrecerle la oblación y pedirle que la aceptase. Siente al Espíritu
Santo en forma insólita y «con todo esto se me asentaba la elección hecha» [n.14].
Quiere, con todo, al día siguiente hacer la elección por el tercer tiempo, «aunque
hablaba ya como cosa hecha» [n.15]. Hace la oblación «con tantas lágrimas por la cara
abajo y sollozos..., dando por rata, válida» [n.16], la oblación. Con esto tiene «la cosa por
acabada si no era por dar gracias» [n.19].
Le falta, por consiguiente, sólo dar gracias por la elección ya terminada, pero «no
acaba de dar gracias». Mientras está dando gracias, se le esconden las personas divinas.
Siente que ha «mucho faltado en dejar a las personas divinas al tiempo de dar gracias»
[n.23], por la elección.
Por esta razón tiene que volver sobre lo ya decidido y conseguir que se le restituya «la
primera gracia» [n.23]. En seguida inicia de nuevo un ritmo ascendente. Siente, como
primera gracia de esta nueva etapa, una «grande seguridad de alcanzar lo perdido» [n.25].
Obsérvese. Es un retroceso respecto al estado de posesión de la gracia y seguridad de la
elección hecha, pero es un comienzo de una nueva fase: seguridad de que volvería a
alcanzar lo perdido. Tiene ahora que rehacer el camino y volver a la oblación. Es lo que
realiza estos tres días del 14 al 17 [n.26-35] con una actitud más humilde. Mientras que en
el ciclo anterior había celebrado misas del Espíritu Santo y de la Trinidad, ahora celebra,
en penitencia de su falta, únicamente de los mediadores, de Jesús. De nuevo encuentra la
seguridad ansiada, siente que las personas divinas reciben su oblación y decide dar por
terminada la elección. «Me partí con propósito de acabar mañana... dando gracias,
pidiendo fuerzas y reiterando la oblación pasada» [n.42]. Con este objeto decide decir la
misa de la Trinidad y escribe «y fin» [n.42].
Mientras está dando gracias le sucede por segunda vez un fenómeno parecido. No
encuentra la respuesta divina que espera a su oblación. Se siente «tanto pesado y desierto
de toda cosa espiritual... con ninguno o con muy poco gusto» [n.44]. No se siente culpable,
18 febrero 1544 373
E R
[3. TIEMPO: OBLACION-ACCION
DE GRACIAS]
como la vez anterior, sino árido, pero cree que necesita una nueva confirmación de la
Divina Majestad y le viene el pensamiento de ayunar tres días. Por ello se ve obligado a
rehacer por tercera ve% el camino recorrido, y lo que debía haber sido tiempo de dar gracias
se convierte en tiempo de elección.
8 3
Como nota muy bien Knauer (p.259 nota 53), para entender en su sentido exacto
esta frase hay que asociarla a una expresión similar del n.51: «quietándome y regocijándo-
me en grande manera, hasta apretarme en los pechos por el intenso amor...» En todo el
Diario espiritual, sólo en éstos dos números emplea San Ignacio las palabras «regocijo» y
«regocijarse». Las usa en dos días seguidos y las acompaña de una acción material
idéntica en los dos casos. Por ello parece que hay que entender la dos frases: «abrazándo-
me» y «apretarme en los pechos», como dos modos de expresar una misma acción: San
Ignacio, transportado de regocijo, se abrazó a sí mismo en el sentido real de la palabra:
cruzó los brazos sobre sus pechos hasta alcanzar su espalda.
Esto no quita que esta acción material fuera una manifestación externa y sensible del
abrazo espiritual de que habla el mismo Santo en (a anotación 15: «más conveniente y
mucho mejor es, buscando la divina voluntad, que el mismo Criador y Señor se comuni-
que a la su ánima devota, abrazándola en su amor y alabanza» (Ej. 15).
8 4
Primero había escrito el Santo de modo más expresivo: «con menos gusto que haya
hecho en veinte días pasados».
8 5
Es decir, la gracia de la deseada confirmación de la elección para poder acabarla.
8 6
El P. Feder, en su versión alemana, interpreta esta frase como si el Santo tratara de
retrasar la hora de la comida. Parece, con todo, mejor la interpretación dei P. Larrañaga
de que San Ignacio pensaba más bien en ayunar para hallar propicio a Dios al fin de su
elección. Cf. Obras p.701 nota 36.
374 Diario espiritual
87
hasta h a l l a r , sentía n u e v o calor y devoción a lacrimar, vestién-
88
dome con pensamiento de a b s t e n e r m e en tres días por hallar
lo q u e deseaba, veniendo un conocimiento, q u e aun el tal
pensamiento era de D i o s , venían unas n u e v a s fuerzas y calor y
devoción espiritual, y a m o v e r m e en aumento a lacrimar.
a
[2. CONFIRMA LA OBLACIÓN = 4. OBLACIÓN]
A
[3. PIDE ACEPTACIÓN DIVINA = 2. VEZ]
9 0 91
[48] Después , al preparar del altar y al v e s t i r , un v e -
J n i r m e : P a d r e e t e r n o , confirma me; Hijo e t e r n o , conffirma
8 7
Falta el complemento. Se puede suplir, o como poco antes, «hallar las personas
divinas o gracia en ellas» [n.43], o como casi a continuación, «hallar lo que deseaba»
[n.45]: cf. Autob. n.24, nota 7.
8 8
O abstenerme en la comida, ayunar. En los Ejercicios, adición décima, asigna como
uno de los fines de la penitencia externa el que aquí pretendía: «para buscar y hallar
alguna gracia o don que la persona quiere y desea» (Ej. n.87).
8 9
«Se observa aquí la perfecta línea descendente del movimiento de mediadores que
se recorre enteramente en este sitio: las divinas Personas, Hijo y la Virgen, los ángeles,
santos padres, apóstoles y discípulos, todas las personas que le habían ayudado»
(KNAUER, p.262 nota 60). Obsérvese también que antes de esta bajada se había dado la
«subida» por las mismas escalas [n.46].
w
San Ignacio traza una doble línea a lo largo de toda la página. Giuliani interpreta
«como sí quisiera él mismo indicar una cierta ruptura entre lo que precede y lo que
18 febrero 1544 375
continúa» (p.63 nota 2). Aquí por primera vez se había del misterio de la circuminsesión
trinitaria.
91
revestirme.
9 2
«sí» es aquí adverbio afirmativo. Quiere decir: «como que lo tenía por cierto».
9 3
Cf. A . LIUIMA, S.I., Devoción como rúbea in sancti Ignatii ephemeride: Gregorianum, 37
(1956) 530-541. «Parece que aquí emplea el color rojo únicamente para expresar la
intensidad de la devoción... Así, aquí el color rojo no se opone a verde, negro, morado,
colores que no se encuentran ni en la llama ni en el hierro candente, sino que está unido y
asociado a ellos, y así es apto para expresar la intensidad y el ardor interior. Hay que
concluir, pues, que San Ignacio emplea algunas cualidades de los colores para mejor
determinar su devoción..., sólo en el sentido en que el color que se encuentra en los
cuerpos ardientes y candentes es más o menos apto, aunque en sentido impropio, para
expresar la intensidad y el ardor de la devoción experimentada» (p.536).
Hay que notar, con todo, que en la mística de San Ignacio los sentidos, y en
particular el gusto y el color, tienen un reflejo y una persistencia a primera vista extraña.
Se conjugan elementos intensivos, dinámicos, sensibles. Se le representa el Ser divino «en
la misma color lúcida» [n.124]. Ve a Jesús «blanco, id est, la humanidad» [n.87]. Habla de
devoción «lúcida» [n.104.111, etc.].
9 4
Véase el cuarto punto de la contemplación para alcanzar amor (Ej. n.237) y el
cuarto punto del segundo ejercicio de los pecados (Ej. n.59).
9 5
Dos días después, el 20 de febrero [n.57], reconocerá el mal espíritu que le guiaba
en este momento.
%
Falta el complemento: el número de misas que debía todavía decir.
376 Diario espiritual
[51] 1 8 . ° Martes.
A 9 7
De la T r i n i d a d . 1 . .
[ 1 9 F e b r . ] . — A la noche pasada, acostándome y con pensa-
mientos de mirar lo q u e haría en celebrar o c ó m o , a la mañana
despertando y entrando en examen de la conciencia y en ora-
ción en mucha a b u n d a n c i a y con g r a n d e efusión de l á g r i m a s
por el rostro, y d u r a n d o la devoción intensa™ en g r a n d e manera,
con m u c h a s inteligencias o recuerdos espirituales de la santísi-
ma T r i n i d a d , q u i e t á n d o m e y regocijándome en g r a n manera,
9 9
hasta apretarme en los p e c h o s por el intenso a m o r q u e en la
santísima T r i n i d a d sentía, así t o m a n d o confianza y determinado
de decir misa de la santísima T r i n i d a d , para después v e r l o q u e
haría, a s i m i s m o al vestir con inteligencias della misma, levan-
tándome y haciendo oración b r e v e , no sin l á g r i m a s , y después
con devoción y confianza espiritual de decir arreo seis o más
misas de la santísima T r i n i d a d .
9 7
La primera de las «seis o más misas de la Santísima Trinidad que determina decir»,
como indica en seguida [n.51]. De hecho dirá el Santo 13 misas. La última el 8 de marzo
[n.134].
9 8
Antes había escrito: «inteligencias espirituales». Borró después estas palabras y
escribió: «intensa».
9 9
Cf. nota 83.
1 0 0
Comienzan ahora las frases del Diario que el Santo ha rodeado de rayas, que
reproducimos. Cf. Introducción.
101
El mismo San Ignacio en su Autobiografía, nota que le sobrevinieron parecidos
efectos en las inteligencias recibidas en la Eximia Ilustración. Véase Autobiografía n.30. El
día 21 de febrero vuelve a repetir parecidas expresiones.
1 0 2
El giro que usó al principio revela una ansia interna más profunda. Inmediata-
mente después de «con un hablar», escribió: «¿no me confirmaré[is]?» Tachó después la
palabra y prefirió poner primero los nombres de las personas divinas y sólo después de
forma más humilde y suplicante: «confirmadme». Obsérvese que poco antes [n.48] ha
pedido una idéntica confirmación, pero entonces se dirigió a cada una de las Personas:
«confirma me». Ahora, en cambio, se dirige a toda la Trinidad.
19-20 febrero 1544 377
1 0 3
El Dr. Suquía ha dedicado un capítulo entero de su obra La misa en ta espirituali
dad de San Ignacio de Loyola a la apropiación de las oraciones en la misa (c.3 p.181-206).
Según él, «quiere decir que se apropia las oraciones de la misa, hace suyos aquellos
deseos, sentimientos y afectos que la Iglesia expresa en cada una de ellas» (p.200).
1 0 4
San Ignacio se refiere al «proceden) del Espíritu Santo del Padre y del Hijo, es
decir, a las procesiones divinas. Este fijarse, más que en la procesión en sí misma, en el
Padre y el Hijo en cuanto están produciendo al Espíritu Santo, forma una actitud
característica de la espiritualidad de San Ignacio, que se observa en todas las grandes
realidades. Considera la gracia, más que en sí misma, en Dios, «autor de la gracia», que la
está comunicando al alma. Los sacramentos los ve también en Cristo, dador de ellos. El
pone de relieve esta acción personal, continua, amorosa de Dios, que está junto al alma y
le va en cada momento comunicando la gracia, el sacramento, el medio que necesita.
1 0 5
Como finamente nota Knauer (p.267 nota 74), este texto es una prueba de la
continuidad de la mística trinitaria de San Ignacio de Manresa. Allí se le representaba «en
figura de tres teclas» (Autobiografía n.28 supra p.118), aquí en formas parecidas. Aquí se
muestra más preciso, distingue las inteligencias y las representaciones.
1 0 6
El día 18 de febrero. Véase [n.43]. Se ve cómo para el Santo los números
marginales son capítulos.
1 0 7
Después de «crecida», escribió primero San Ignacio: «devoción». Borró después
esta palabra y anadió otros dos adjetivos: «quieta» y «tranquila», para matizar más la
naturaleza de la devoción.
378 Diario espiritual
108
Para dar gracias y cumplir la resolución hecha de decir «seis o más misas de la
santísima Trinidad» [n.51]. El 4 de marzo se sentia ya reconciliado, pero, con todo,
seguíó diciendo las misas, porque «quería cumplirlas» [n. 110],
109
Después de «mucho», escribió y tachó «e muy». Se ve que pensaba escribir en
seguida «e muy grande devoción», pero le pareció necesario notar antes «continua».
1 , 0
Antes había escrito y tachado después de «devoción»: «tirando a elevación con
cierta calor o claridad». Por consiguiente, la claridad y el calor son dos características de
la devoción, mientras que el gusto espiritual es una gracia diversa.
111
Corrigió dos veces esta frase. Escribió primero: «en parte a elevación». Tachó y
escribió después: «a una cierta elevación». En la mente de San Ignacio, al menos
micialmente, el sujeto del «tirando» es la devoción. La redacción corregida registra más
vitalmente las reacciones personales, pero la primera mostraba más claramente los efectos
de la devoción: atracción sobrenatural [ = tirando a elevación], claridad, fervor.
1 1 2
Antes había escrito: «una o dos».
1 , 3
Antes había escrito: «quasi que».
114
La devoción se «asentaba» en el Padre. El quería hallar devoción en la Trinidad y
no sólo en el Padre. Dios en seguida, de un modo maravilloso, le hizo ver cómo en el
Padre estaba toda la Trinidad y cómo, por consiguiente, la devoción al Padre era
devoción trinitaria.
115
2 Cor 12,2. El Santo lucha con el lenguaje para expresar del modo menos
impropio sus inefables experiencias místicas.
116
Antes había escrito «como». Tachó y escribió: «en ver que».
117
Habla aqui otra vez San Ignacio de la circuminsesión. «Esencialmente», es decir,
por la unidad de esencia, en cada una de las tres divinas Personas están las otras dos.
21-2} febrero 1544 379
[4.° T I E M P O : C L A R I D A D LUCIDA]
a 1 2 1
[65] De la T r i n i d a d . 5 . .
22.° Sábado [23 F e b r . ] . — E n la oración sólita, al princi
22
pio'' no bailando, de la mitad adelante con asaz devoción y
satisfacción de á n i m a , con a l g u n a muestra de claridad lúcida.
Juzgó San Ignacio tan extraordinaria la luz que recibió sobre este misterio o «nudo», que
prorrumpe en exclamaciones y admiraciones.
1 1 8
Primero había escrito «sentir de cualesquier».
1 1 9
En el evangelio de la misa de la Trinidad se leen los versículos 18-20 del c.28 de
San Mateo.
1 2 0
Knauer (p.269 nota 82) cree que San Ignacio se refiere, más que a los pensamien
tos, sobre la salvación que iba a veces dejando y otras tomando, al contenido de los
pensamientos, de un modo parecido a como se expresa el Santo en Ejercicios: «discurrien
do por todas las criaturas cómo me han dexado en vida y conservado en ella» (Ej. n.60).
Según esto, el Santo pensaría a veces cómo las criaturas no le habían aniquilado y
condenado, y otras cómo le habían conservado en vida. Véase también n.l32. Se ha de
tener en cuenta que el Evangelio (Me 16,16) dice: «El que crea y sea bautizado, se
salvará; el que no crea, se condenará».
121
Ciclo de Jesús, hombre-Dios, mediador único [n.65-153].
1 2 2
En el margen escribió San Ignacio: «Confirmación de Jesús».
380 Diario espiritual
1 2 3
[66] A l preparar del a l t a r , v e n i e n d o en pensamiento
J e s ú , un moverme a seguirle, p a r e c i é n d o m e internamente, seyen-
do él la cabeza < o caudillo > de la Compañía, ser m a y o r
a r g u m e n t o para ir en toda pobreza q u e todas las otras razones
h u m a n a s , a u n q u e me parecía q u e todas las otras razones pasa-
das en elección militaban a lo m i s m o , y este pensamiento me
m o v í a a devoción y a l á g r i m a s , y a una firmeza q u e , a u n q u e no
hallase l á g r i m a s en misa o en misas, etc., me parecía q u e este
sentimiento era bastante, en tiempo de tentaciones o tribulacio-
nes, para estar firme.
[67] Con estos pensamientos a n d a n d o y vestiendo, cre-
124
ciendo in c r e m e n t o , |y pareciendo u n a confirmación, a u n q u e
no recibiese consolaciones sobre esto, y p a r e c i é n d o m e en alguna
manera ser < o b r a > de la santísima T r i n i d a d el mostrarse o el
sentirse de J e s ú , v e n i e n d o en m e m o r i a cuando el Padre m e
1 2 5
p u s o con el H i j o . [
[68] A l finir del vestir, con esta intensión de imprimírse-
me tanto el n o m b r e de J e s ú , y tanto esforzado o parecer ser
confirmado para adelante, venía en n u e v a fuerza de l á g r i m a s y
sollozos, < y l u e g o > c o m e n z a n d o la misa < a la l a r g a con
126
e s p e s a s mociones > , asistente mucha gracia y devoción y con
l á g r i m a s quietas y a la larga, y aun acabada d u r á n d o m e una
127
devoción g r a n d e y mociones a l á g r i m a s hasta el d e s n u d a r .
[69] En el tiempo della sentiendo diversos sentimientos a
confirmación de lo dicho; y al tener el santísimo Sacramento en
las m a n o s , v e n i é n d o m e un hablar y un m o v e r intenso de dentro,
128
de nunca le dejar por todo el cielo o m u n d o o etc., sentiendo
nuevas mociones, devoción y g o z o espiritual. A ñ a d í a de mi
parte, haciendo cuanto era en mí, y esto último se terminaba
129
para los compañeros q u e habían firmado .
1 2 3
Primero había escrito: «un parecerme que seyendo El la cabeca de la Compañía,
juntarme».
1 2 4
En aumento.
1 2 5
Recuerda aquí San Ignacio la visión de La Storta, en la que, como él mismo se
expresa en la Autobiografía, «sintió tal mudanza en su ánima y vio tan claro que Dios le
ponía con Cristo su Hijo, que no tendría ánimo de dudar de esto, sino que Dios Padre le
ponía con su Hijo» (Autobiografía n.96).
1 2 6
Recuérdese que había ya empleado este adjetivo algo singular al hablar de «clari-
dad espesa» [n.14]. Véase la nota 23.
1 2 7
Hasta desvestirse de los ornamentos sacerdotales.
1 2 8
Antes había escrito después de «dejar por», tachando esto último: «hazíendo
quanto era en mí, por cosa crifada?]». En vez de cosa criada, expresión tan típica suya,
puso «cielo y mundo», tal vez porque la humanidad de Jesucristo sacramentado era una
cosa creada. Omitió también «haziendo quanto era en mí». Tal vez sintió que no era cosa
suya, sino de Píos, esa gracia y prefirió dejar todo en manos de El.
1 2 9
En el esbozo de las Constituciones, firmado por los primeros compañeros reunidos
en Roma en marzo de 1541, se había resuelto que las sacristías de las iglesias podían tener
24 febrero 1544 381
[71] Del d í a » o .
23.° D o m i n g o [ 2 4 F e b r . ] . — E n la oración sólita, del prin-
cipio hasta la fin inclusive, asistencia < a la l a r g a > de g r a c i a
m
m u c h o interna j suave y llena de devoción calorosa y m u c h o
dulce. En el preparar del altar y del vestir, un representárseme
el n o m b r e de J e s ú con m u c h o amor, < c o n m u c h a > confirma-
1 3 2
ción y con crecida v o l u n t a d de s e g u i r l e , y con l á g r i m a s y
sollozos.
[72] En toda la misa, a la larga m u y g r a n d e devoción y
muchas l á g r i m a s , p e r d i e n d o asaz veces la habla; y todas las
1 3 3
devociones y sentimientos se terminaban a J e s ú , no podien-
do aplicar a las otras personas, sino cuasi la primera persona™
era Padre del tal Hijo, y sobre esto réplicas espirituales: ¡cómo
Padre y cómo Hijo!
[73] A c a b a d a la misa, a la oración, con aquel m i s m o sentir
del Hijo, y c o m o y o hubiese deseada la confirmación por la
1 3 5
santísima T r i n i d a d , y sentiese que me era comunicada por
J e s ú , mostrándoseme y d á n d o m e tanta fuerza interior y seguri-
dad de confirmación, sin temer lo de adelante, v e n i é n d o m e en
mente y suplicando a J e s ú me alcanzase p e r d ó n de la santísima
T r i n i d a d , una devoción crecida, con l á g r i m a s y sollozos, y
esperanza de alcanzar la gracia, hallándome tanto recio y confir-
m a d o para adelante.
renta (MHSI, Const. I 35). Acordándose de esto San Ignacio, dice que de su parte está
decidido a que no puedan gozar de renta, pero había que someter el asunto a la decisión
de los compañeros.
1 3 0
Misa de la dominica de Quincuagésima. Hasta ahora preferentemente ha contem-
plado las procesiones trinitarias, las misiones divinas y las operaciones «ad extra». Ahora,
en cambio, comienza a penetrar en la visión obcura de las relaciones intratrinitarias.
131
Antes había escrito: «abundante».
1 3 2
Sobre el sentido de esta expresión cf. Ivo ZEIGER, S.I., Gefetgscbaft des Herrn, ein
rechtsgeschicbtticher Beitrag %u den Exer^itien des hl. Ignatius: Zeitschr. f. Asz. und Myst., 17
(1942) 1-16.
1 3 3
En el margen, escrito por San Ignacio: «Confirmación de Jesús».
1 3 4
Antes había escrito: «cuasi que era Padre».
1 3 5
Sin duda pide perdón por el sentimiento de «indignación» tenido el 18 de febrero.
[n.50]. Volverá todavía los días siguientes a pedir esta «reconciliación» [n.76.78.
110.112.118]. Parece que ahora toma conciencia del mal espíritu que le dominaba en
aquel momento. En vez de esperar a lo que Dios le quisiera comunicar, quería que le
confirmase en la forma por él preelegida, como si hubiera querido traer a Dios a su
manera.de pensar y sujetarle a sus planes.
382 Diario espiritual
1 3 6
[74] Después, al f u e g o , con n u e v o representárseme J e s ú
con mucha devoción y moción a lágrimas. Después, andando
por la calle, representándoseme J e s ú con g r a n d e s mociones y
, 3 7
l á g r i m a s . Después que hablé a Carpi , veniendo, asimismo,
sentiendo mucha devoción. Después de comer, m a y o r m e n t e después
1 3 9 1 4 0
q u e pasé por la puerta™ del V i c a r i o , |en casa de T r a n a ,
sentiendo o viendo a J e s ú , muchas mociones interiores y con
m u c h a s l á g r i m a s , | < e n todo este t i e m p o con tanta calor interior
y visitación interior > r o g a n d o y suplicando a J e s ú me alcanza-
se p e r d ó n de la santísima T r i n i d a d , y q u e d a n d o y sentiendo en
mí una confianza g r a n d e para impetrar.
[75] | En estos tiempos era en mí tanto amor, sentir o v e r a
J e s ú , que me parecía que adelante no podía venir cosa que me
141
pudiese a p a r t a r del ni hacerme dudar acerca las gracias o
confirmación recibida. |
[76] D e San M a t í a .
1 4 2
24.° L u n e s [25 F e b r . ] . — L a oración p r i m e r a con asaz
g r a n d e devoción, y adelante más con un calor y mucha gracia
asistente, a u n q u e de mi parte y por a l g u n o s impidimentos que
sentía de otros, hallaba facilidad para me apartar, no demandan-
do ni buscando confirmación, mas deseando reconciliación con
las tres personas divinas; y después, revestido para decir misa,
no sabiendo a quién me encomendar, o por dónde comenzar,
1 4 3
me viene en mente, mientras se me comunica J e s ú . Quiero
seguir adelante, y con esto entrar en la confesión, confíteor
136
Es decir, junto al brasero que tenía en el cuarto.
1 3 7
El cardenal Rodolfo Pío, de Carpi (1500-1564), que era el cardenal protector de la
Compañía. Obispo de Faenza desde 1528, fue creado cardenal el 22 de diciembre de 1536.
Cf. JOSEF WICKI, S.I., Rodolfo Pió da Carpi, erster und ein^iger Kardinalprotektor der
Gesellschaft Jesu: Miscellanea Historiae Pontificiae, 21 (1959) 243-267.
1 3 8
Primero había escrito: «ablé al».
139
El obispo vicario de Roma, Felipe Archinto (1500-1558), patricio milanés, suma-
mente perito en derecho, nombrado por Paulo III gobernador de Roma, y obispo de
Borgo S. Sepolcro. En el concilio Tridentino defendió valientemente la autoridad ponti-
ficia.
1 4 0
El cardenal Juan Domingo de Cupis, arzobispo de Trani —de donde el nombre
de Trana—, protector de la casa de catecúmenos, había unos días antes, el 15 de febrero,
obtenido para los catecúmenos el breve Ad monasteria. Cf. Epp. I 287, y TACCHI
VENTURI, Storia delta Compagnia di Gesü in Italia 1/2 p.270-273.
141
Antes había escrito: «que me apartase».
1 4 2
La oración que solía hacer antes de levantarse. Véase la nota 362.
1 4 3
«Es digno de notarse que desde el 18 de febrero hasta el 7 de marzo no aparece
más la Virgen. Parece que Ignacio, desde que Jesús le ha confirmado, se acerca a El sin la
mediación de la Virgen, que antes ocupaba un puesto tan grande y a la que le envió el
mismo Padre [n.30J. Cuando él busca «a quien me encomendaría», se dirige casi espontá-
neamente a Jesús [n.98].
25-26febrero 1544 383
[79] De la Trinidad. 6.
25.° Martes [26 F e b r . ] . — L a oración primera sin distur-
1 4 5
bo ni apartarme de ella; con asaz devoción, y de m e d i o
adelante con m u c h a más crecida, a u n q u e en ella, m a y o r m e n t e
en la p r i m e r a parte, sentía a l g u n a flaqueza o indisposición cor-
poral.
[80] Y a vestido, en cámara, y al prepararme en ella, con
n u e v a devoción y mociones interiores a lacrimar en acordarme
de J e s ú , sentiendo mucha confianza en él y pareciéndome serme
propicio para interpelar por mí, y no queriendo ni buscando
más ni m a y o r confirmación de lo pasado, q u e d a n d o quieto y
reposado en esta parte, venía a d e m a n d a r y suplicar a J e s ú para
conformarme con la v o l u n t a d de la santísima T r i n i d a d por la
146
vía q u e mejor le p a r e c i e s e .
[81] Después al revestir, creciendo este representar soco-
rro y a m o r de J e s ú , comenzando la misa no sin mucha, quieta y
reposada devoción; y con a l g ú n m o d o tenuo a lacrimar, pare-
ciéndome q u e con menos m e hallaba más satisfecho y contento
144 M 11,21, pasaje que se lee en la misa de San Matías, que dijo este día el Santo.
t
145
Italianismo por disturbio, perturbación.
146
Nos encontramos en el punto más alto de la evolución ignaciana en la actitud
espiritual ante Dios. Antes, como notamos en la nota 82, exigía una confirmación divina
de consolaciones. Ahora, por primera vez, se remite a la voluntad divina. No exige un
camino determinado ni pide una determinada confirmación: se conforma «por la vía que
mejor le pareciese». Continuará en esta línea de sentimientos: seguirá pidiendo «dejarme
gobernar» [n.81]. No quiere ya «más confirmar en ninguna manera» [n.82].
384 Diario espiritual
veces. Todo esto está haciendo ver la profundidad de la elaboración interior obrada estos
días en San Ignacio. Encontró las dos fórmulas claves de su espíritu: servicio y reveren-
cia, y el modo de conjugarlas en la realidad. Sobre el sentido del «acatamiento» en los
a
Ejercicios, véase Alfonso M . de Nebreda, S.I., en Manresa, 32 (1960) p.45-66, y en el
Diario espiritual el P. Victoriano Larrañaga, en la introducción al Diario espiritual p.651-
658.
1 5 4
Opinamos, también con Knauer, que el sujeto de esta oración: «en el pensar de
orar al Padre», es el mismo San Ignacio y no Jesucristo. Por ello hemos puesto la coma
antes del en. Es la interpretación más sencilla: el Santo mira a Jesús como mediador con
la Santísima Trinidad en todo y, cuando quiere orar al Padre, considera el modo cómo
puede serlo en la oración.
1 5 5
Nótese que este paso es el único que San Ignacio rodea de líneas por los cuatro
lados, incluso por el derecho, por el que no traza ninguna raya en todos los demás textos
interlineados.
1 5 6
El comienzo de la oración que, después del «Agnus Dei», recita el sacerdote en la
misa.
1 5 7
También aquí se observa una continuidad con Manresa, donde «se le representó...
el modo con que Dios había criado el mundo, que le parecía ver una cosa blanca...Veis.
con los ojos interiores la humanidad de Cristo y la figura, que le parecía como un cuerpo
blanco» (Autobiografía n.29).
1 5 8
Se trata de una visión de carácter distinto de las de Manresa, en la que se le
representaba más bien la divinidad. Knauer (p.279 nota 107) sospecha que se asemeja al
tipo de visión que tuvo en su peregrinación a Jerusalén cuando «le apáresela muchas
veces nuestro Señor... parescíale que vía una cosa redonda y grande, como si fuese de
oro» (Aut. n.44). Aquí es redondo, grande, de oro. En Manresa era «no muy grande ni
muy pequeño», blanco.
386 Diario espiritual
1 6 5
[92] Del d í a .
30.° D o m i n g o [2 M a r z o ] . — E n la oración sólita con mu-
1 5 9
Antes había escrito: «con una gracia asistente».
1 6 0
Primero encerró entre líneas sólo la primera línea hasta la palabra «Trinidad».
Después todo el párrafo.
161
La misa de las Cinco Llagas, que entonces se celebraba el viernes después de
Ceniza. Trae algunos trozos de esta misa A. SUQUÍA, La santa misa p.195. En la oración
después de la comunión se invoca a Jesucristo, que derramó su sangre preciosísima «in
remissionem peccarorum nostrorum», y se le pide que nos conceda entrar gozosos por las
puertas del cielo, después de la muerte. Se puede advertir la relación de las gracias
recibidas ese día por el Santo con el pensamiento de los pecados y el de la patria celeste.
1 6 2
Antes había escrito: «ponderar», expresión que usa en los Ejercicios (n.57).
1 6 3
Es de creer que se trate de la iglesia de la Virgen de la Estrada, encomendada a la
Compañía. San Ignacio tenía gran devoción a esta Virgen.
1 6 4
Misa del sábado después de Ceniza.
1 6 5
Misa de la primera dominica de Cuaresma.
29 febrero-2 mar^o 1544 387
l6ú
Es decir, fuera del cuarto, con ocasión de algún ruido que le molestaba. Cf. nota 38.
167
Antes había escrito: «veniendo».
168
Alude al evangelio del día, primer domingo de cuaresma, de las tentaciones del
Señor en el desierto (Mt 4,1-11). Cámara afirma que San Ignacio, «la tarde antes del día
en que había de dicir la misa, mandaba traer el misal y lo leía algunas veces en su cámara
y la preveía toda» (MHSI), Fontes narr. I 644). Por ello no ha de extrañar que ya antes de
la misa tuviera sentimientos del evangelio de ella.
160
Se refiere a la oración «Placeat tibi Sancta Trinitas» que decía el sacerdote poco
antes del fin de la misa.
170
Primero había escrito sólo: «con efusión de lágrimas».
171
Primero, en vez de «no sentiendo», había escrito: «Quitándoseme los».
172
Antes había escrito: «o seguridad».
175
Hay que suplir el complemento: lo que buscaba, u otra expresión parecida.
174
San Ignacio experimenta, de un modo parecido al 21 de febrero [n.63], cómo cada
una de las Personas está en las otras dos. En los días próximos verá cada vez con más
claridad el fundamento de esta circuminsesión: la unidad de Esencia.
175
El Santo cree que puede acabar la elección el día en que terminen las misas a
la Trinidad. Pero se pone en manos de Dios, que tiene la iniciativa, y deja abierta la
posibilidad a que el Señor, antes de acabadas las misas, le confirme la elección de modo
definitivo. Como esto no depende de él, no puede determinar exactamente el día en que
puede acabar la elección. Por esto escribe que cree poder acabar «acabadas las misas» o,
388 Diario espiritual
1 7 6
hallando la visitación en el c a b o , mas entonces o cuando a la su
divina majestad le pareciese ser mejor, comunicándome la tal visi-
tación.
[97] D e la T r i n i d a d . 8.
31.° L u n e s [3 M a r z o ] . — E n la oración sólita, a las diez
1 7 7
h o r a s , asaz con devoción, sin a l g u n a s mociones ni turbacio-
nes, y con a l g u n a p e s a d u m b r e de cabeza; a tanto q u e , no
osando levantarme para decir misa sin tornar a d o r m i r ,
1 7 7
[98] después, l e v a n t a n d o a catorce h o r a s * , hallándome
todo obtuso, ni sentir m a l o ni bueno, ni a quien me encomen-
daría; a la postre, m o v i é n d o m e más a J e s ú , a la oración prepara-
toria en cámara, y sentiendo en ella a l g u n a s pequeñas mociones
a devoción y a q u e r e r lacrimar con satisfacción de ánima y con
asaz confianza en J e s ú , tirándome a esperar en la santísima
Trinidad.
[99] Y así entrando en capilla, y cubriéndome una g r a n d e
devoción en la santísima T r i n i d a d , con un a m o r m u c h o crecido
y l á g r i m a s intensas, no v i e n d o así c o m o los días pasados las
personas distintas, m a s sentiendo c o m o en una claridad lúcida
una esencia, me atraía todo a su amor.
[100] Y < a s í > después, en preparar el altar y revestirme,
d u r a n d o asa% devoción j lágrimas, < c u a n d o aflojando, c u a n d o
1 7 8
creciendo tamen > siempre asistente la g r a c i a con m u c h a
satisfacción de ánima.
[101] A la entrada de la misa, de tanta devoción, a no
poder comenzar, o hallando tanto impidimiento para decir: In
1 7 9
n o m i n e Patris, e t c . En toda la misa con m u c h o a m o r y
< m u c h a > devoción y con mucha abundancia de l á g r i m a s , y la
en caso de que se adelante el Señor, «la primera vez que hállese alguna visitación». La
consecuencia de esta actitud es que «no debía definir el tiempo para acabar».
1 7 6
El cree que Dios, como tantas otras veces, le dará la visitación «al cabo» de las
misas que va a celebrar, y por ello, como acabamos de indicar, que podrá «entonces»
acabar la elección; pero si El le comunica la visitación antes, la acabará ahora. Por eso
añade otra vez «cuando a la su divina majestad le pareciese».
1 7 7
En Roma las horas se contaban a partir de media hora después de la puesta del
sol. A principios de marzo la primera hora coincidía con las 18,30 actuales. Por lo tanto,
las diez horas correspondían a las 4,30 de la mañana en el uso actual.
1 7 7
* Es decir, a eso de las ocho y media de la mañana. Esta época andaba muy
achacoso el Santo. El P. Ribadeneira resume este momento así: «Una mañana no podía
[hallar en Dios lo que deseaba] y tornó a dormir un poco y halló» (Dichosy Hechos n.20;
Fontes narr. II 475).
1 7 8
Borró el Santo estas palabras y escribió: «lágrimas quando más y quando menos».
Volvió otra vez a tachar y dejó el texto como está ahora.
1 7 0
Las palabras con que comienza el sacerdote la misa.
5-4 mar^o 1544 389
189
El introito de la misa de la Trinidad comienza así: «Benedicta sit sancta Trinitas
atque indivisa Unitas». Bendita sea la santa Trinidad e indivisa Unidad.
1 9 0
Primero había escrito: «y pareciendo que». Tachó después esto y escribió encima:
«primero».
191
Primero había escrito y tachado: «lo sentía claro».
1 9 2
Había escrito antes: «a razonar».
193
Se leía antes: «aquel intenso amor».
194
Primero había escrito: «sensible».
195
Sustituyó la palabra «no» por «con».
190
Otra distracción por el ruido producido por la conversación de algunos en la
cámara de al lado.
197
La oración que rezaba el sacerdote antes de la bendición o del último evangelio,
como se dijo ya en la nota 169.
4-5 mar^o 1544 391
[5.o T I E M P O : D E V O C I Ó N C L A R A Y C A L U R O S A :
RECONCILIACIÓN Y SUMISIÓN]
[111] De la T r i n i d a d . 10.
33.° M i é r c o l e s [5 M a r z o ] . — E n la oración sólita, de princi-
pio al fin mucha g r a c i a asistente sin trabajo de buscarla, y con
mucha devoción lúcida, clara m u c h o , y con calor asistente.
[112] Y después al vestir pareciéndome durar de la g r a c i a »
y asistencia y d e v o c i ó n a la santísima T r i n i d a d , del día pasado,
y e n d o después a la oración preparatoria para la misa, y querien-
598
El cardenal Juan Alvarez de Toledo (1488-1557), de la Orden de Predicadores,
obispo primero de Córdoba hasta 1539 y desde esta fecha hasta 1550 de Burgos. En 1550
pasó a Santiago; cardenal desde 1538. Inquisidor general, examinó por orden de Paulo III
los Ejercicios. El juicio que dio de ellos fue muy favorable. Fue siempre gran amigo de
San Ignacio y de la Compañía.
1 9 9
Hasta las tres y media de la tarde aproximadamente.
2 0 0
También el 19 de febrero [n.55] tuvo representaciones de la Santísima Trinidad
cuando andaba fuera de casa.
2 0 1
Obsérvese el proceso de San Ignacio. Primero desea celebrar misas de la Trinidad
para confirmación de la elección y en acción de gracias [n.15]. Después deja la confirma-
ción en manos de la Trinidad y celebra «sólo para reconciliarme» [n.78]. Ahora no
celebra ya «por más me reconciliar», sino sólo para cumplir el propósito hecho. Cada vez
va dependiendo más de Dios. Deja primero en sus manos la confirmación. Ahora la
misma reconciliación.
2 0 2
Había escrito antes: «mas por complirlas y gozarme».
392 Diario espiritual
203
do por ayudarme y por bajarme , comenzar por J e s ú , y represen-
tándoseme un poco más en claro la santísima T r i n i d a d y voltán-
2 0 4
dome a la su d i v i n a majestad para e n c o m e n d a r m e , etc., un
c u b r i r m e de l á g r i m a s , sollozos y a m o r intenso en ella, a tanto
que me parecía que no quería o q u e no podía mirar en mí,
acordarme de lo pasado para reconciliarme con la santísima
T r i n i d a d < y aún otra o otras veces > .
[113] Después en capilla, en oración < m u c h o > sueve y
quieta me parecía comenzando la devoción a terminar en la
santísima T r i n i d a d , me llevaba a terminar aun a otra parte,
c o m o al Padre, de m o d o q u e sentía en mí querérseme comuni-
car en diversas partes; a tanto que, adrezando el altar, y con un
sentir y hablar decía: D ó n d e me queréis, Señor, llevar, y esto
multiplicando muchas veces, < m e parecía q u e era g u i a d o > , y
me crecía m u c h a devoción, tirando a lacrimar. Después a la
oración para vestirme con m u c h a s mociones y l á g r i m a s ofre-
ciendo me g u i a s e y me llevase, etc., en estos pasos, estando
sobre mí, dónde me llevaría. Después de vestido, no sabiendo
por dónde comenzar, y después t o m a n d o a J e s ú por g u í a , y
205
apropiando las o r a c i o n e s a cada u n o , pasé hasta tercia parte
206
de la misa con asay asistencia de gracia y devoción calorosa, y
asay satisfacción del ánima, sin l á g r i m a s , ni, creo así, deseo
desordenado de haberlas, contentándome con la v o l u n t a d del
207
Señor; tamen decía, v o l t á n d o m e a J e s ú : Señor, dónde voy o
dónde, etcétera; s i g u i é n d o o s , mi Señor, y o no me podré perder.
[115] De aquí adelante fui por la misa con m u c h a s lágri-
mas, á n i m o y esfuerzo espiritual, y terminándose las m a y o r e s
visitaciones a la santísima T r i n i d a d y menos a J e s ú y m u c h o
menos al Padre, y siempre a una m a n o creciendo s e g u r i d a d
cerca la reconciliación con la santísima T r i n i d a d , a tanto que,
acabada la misa, en la oración con una tranquilidad y descanso
del ánima, q u e r i e n d o m i r a r en a l g u n a manera, no podía, o no
me adataba v e r ni sentir discordia o sinsabor alguno pasado,
208
hallándome como de cansado quien reposa con ánimo tran-
q u i l o , d e v o t o y visitado.
2 0 3
Primero había escrito: «humillarme». Las palabras tachadas iluminan el sentido del
«bajarme»: es humillarse delante de Dios y de sentirse lo bajo que es. En el mismo
sentido usa la palabra «humildad» o «humillarse» en los n.108 y 164-168 de los Ejercicios.
2 0 4
Italíanismo por volviéndome.
2 0 5
Véase la nota 103.
2 0 6
Antes había escrito: «mucha».
2 0 7
Antes había escrito: «me llev[áis].
2 0 8
Escribió primero: «como cansado de quien reposa». Tachó el de, puso encima: «ei
cuerpo», formando la siguiente frase: «como cansado el cuerpo de quien reposa». Des-
pués tachó la palabra añadida «el cuerpo». Todas estas tachaduras indican la complejidad
del fenómeno que quería describir. Trataba de indicar que sentía a la vez reposo en el
6 mar^o 1544 393
[117] De la T r i n i d a d . 11.
34.° J u e v e s [6 M a r z o ] . — A la oración sólita sin trabajo de
buscar devoción, mas asaz con ella, y adelante en m u c h o
210
a u m e n t o , con harta s u a v i d a d y claridad mezclada en c o l o r .
Después de vestido, con a l g u n a n u e v a devoción y llamamiento
a ella, terminándose a la santísima T r i n i d a d .
211
[118] En la oración preparatoria a c o s t á n d o m e más a la
santísima T r i n i d a d con m a y o r q u i e t u d o serenidad espiritual,
m o v i é n d o m e a m a y o r devoción y c o m o a lacrimar y queriendo y
2 1 2
no viendo cosa alguna de lo pasado cerca la reconciliación .
[119] En capilla con mucha quieta devoción, y al adrezar
del altar creciendo con ciertos sentimientos o mociones n u e v a s
c o m o a lacrimar, y adelante, y al vestir, y me parece a u n en
a l g u n a s partes de las pasadas, pensamientos y atenciones, q u é
quería hacer < D i o s > la santísima Trinidad de mí, es a saber,
por q u é v í a l l e v a r m e , y y o razonando c ó m o o por d ó n d e quería
213
q u e fuese, tratando c o n m i g o coniectaba y pensaba q u e por
v e n t u r a sin visitaciones de l á g r i m a s me quería hacer conten-
2 1 4
t o , sin ser á v i d o o desordenado a ellas.
[120] E n t r a n d o en la misa con una satisfacción interior y
h u m i l d e ; y p a s a n d o adelante por la misa hasta « T e i g i t u r » , con
m u c h a interna y m u c h o suave devoción, diversas veces venien-
do m u c h o tenuamente, con interna suavidad como a lacrimar.
alma y cansancio en el cuerpo. Casi siempre que corrige mucho una frase, se trata de una
gracia especial, mística. Véase, v.gr., n.63 ó 105. También aquí parece que este «reposo»
era una gracia mística, que no le dejaba sentir los efectos del casancio físico y le concedía
poder simultanear la desazón y cansancio físicos con una sensación interna de descanso y
«reposo».
209 £[ p Codina dice que, después de «mociones», San Ignacio borró «a las».
Nosotros creemos que la palabra que tachó fue «a lacr[imar]».
210 Poco después dice que se le representó el Ser divino «en la misma color lúcida»
[n.124]. Contrapone también el «lúcido» a «escuro» [n.121]. Parece por todo esto que el
color está puesto aquí por algo brillante, lúcido, como si quisiera decir que poseía una
claridad luminosa, brillante, que reverberaba como una cosa lúcida.
211
Acostándome: «inclinándome, allegándome; aún dice el pueblo 'me acuesto a su
parecer'» (ABAD, p.104 nota 94).
2 1 2
Antes se leía «en capilla lo mis[mo] y adrecando el altar, seguiéndome la devo-
ción».
2 1 3
Había escrito antes; «me quietaba en pensar».
2 U
Es decir, que Dios tal vez quería darme «contento», satisfacción, confirmación
plena, sin visitaciones de lágrimas.
394 Diario espiritual
2 1 5
[121] Al Te i g i t u r sentiendo y v i e n d o , no en escuro,
mas en lúcido j mucho lúcido, el m i s m o ser o esencia divina en
2 1 6
figura esférica un poco m a y o r de lo que el sol p a r e c e , y desta
esencia parecía ir o derivar el Padre, de m o d o q u e al decir: T e ,
id est, Pater, primero se me representaba la esencia divina que
el Padre, y en este representar y ver el ser de la santísima
T r i n i d a d sin distinción o sin visión de las otras personas, tanta
intensa d e v o c i ó n a la cosa representada, con muchas mociones
y efusión de l á g r i m a s , y así adelante pasando por la misa, en
considerar, en a c o r d a r m e , y otras veces en ver lo m i s m o , con
mucha efusión de l á g r i m a s y a m o r m u y crecido y m u y intenso
al ser de la santísima T r i n i d a d , sin ver ni d i s t i n g u i r personas,
mas del salir o derivar del Padre, c o m o dije.
[122] A c a b a n d o la misa, con tantas < satisfacción y devo-
ción > l á g r i m a s y visitaciones espirituales, no p o d i e n d o ver cosa
a l g u n a r e p u g n a n t e a la reconciliación, a u n q u e y o advertiese, y
con una g r a n d e s e g u r i d a d , sin poder dubitar de la cosa represen-
2V
tada y vista , antes en tornar a mirar y considerar en ella,
n u e v a s mociones interiores, todo l l e v á n d o m e al a m o r de la cosa
representada, a tanto q u e me parecía ver más claro, más allá de
2 1 8
los cielos q u e lo q u e acá quería considerar < o ver u n o >
con el entendimiento, ilustrándose allá, como dije.
[123] Después de d e s n u d a d o , en la oración del altar, de
219
n u e v o dejándose ver el m i s m o ser y visión esférica < m e
2 1 5
Las palabras del canon romano de la misa, después del prefacio.
2 1 6
El P. Larrañaga, después de notar que hasta cuatro veces goza este día San
Ignacio de la visión de la esencia divina en figura esférica, explica de este modo siguiendo
al P. De Guibert, la naturaleza de estas visiones: «Parecen visiones intelectuales acompa-
ñadas de algún que otro elemento de la fantasía, más bien que visiones propiamente
imaginarias... Lo que el alma recibe pasivamente en estas visiones es la luz intelectual y el
amor infuso de las divinas Personas y del Ser divino. Los elementos de imaginación que
les acompañan parecen ser el reflejo espontáneo, por repercusión de esas gracias pura-
mente espirituales en las potencias inferiores (Obras 731 nota 92). Es de notar que en la
Autobiografía indica el Santo que veía a Jesucristo de un modo similar al que aquí ve a la
divina Esencia. «Que aun ahora tenía muchas veces visiones, máxime aquellas, de las que
arriba se dijo, de ver a Cristo, como sol» (n.99). Se nota cómo en estas visiones* aparece la
divinidad en primera línea y cómo la concepción cristocéntrica del Santo se funda en lo
más profundo de la Esencia divina y de la Trinidad. Por ello, en los Ejercicios encuadra la
encarnación de Cristo dentro del misterio trinitario y la presenta como una consecuencia
de la deliberación de las tres Personas divinas (Ef. n.102).
2 1 7
Comenzó a escribir: «vista y representada]». Tachó y escribió a continuación:
«representada y vista» Se ve que en el momento en que comenzó a escribir la palabra
«representada» se dio cuenta de que primero había sido la representación y luego la vista,
y quiso que aun el orden de las palabras reflejara con plena exactitud el fenómeno que
había experimentado.
2 1 8
Después de este «que» escribió y tachó: «más acá».
2 1 9
Antes había escrito: «la misma visión».
6-7 marero 1544 395
2 2
parecía > ° , vía en a l g u n a manera todas las tres personas por el
m o d o q u e la p r i m e r a , es a saber, q u e el Padre por una parte, el
Hijo por otra, y el Espítiru Santo por otra salían o se derivaban
de la esencia d i v i n a sin salir fuera de la visión esférica, y, con
este sentir y ver, n u e v a s mociones y l á g r i m a s .
2 2 1
[124] Después, l l e g a n d o a Sant P e d r o , y comenzando a
hacer oración al C o r p u s D o m i n i , un representárseme siempre en
la misma color lúcida el m i s m o ser d i v i n o , de m o d o q u e en mí no
222
era no verle. Después entrando en la misa de s. f . de la
misma manera cerca el representar y v e r con n u e v a s mociones
interiores. D e s p u é s , de ahí a dos horas bajando al m i s m o l u g a r
del santísimo S a c r a m e n t o , y desseando hallar lo p r i m e r o , y bus
2 2 3
cando, no era verso a l g u n o .
[125] Después a la noche, a l g u n o s ratos de escribir ésta, se
representaba lo m i s m o , y con ver a l g u n a cosa el entendimiento,
a u n q u e con m u y mucha parte no tan claro, ni tan distinto, ni en
tanto g r a n d o r , mas c o m o una centella g r a n d e c i l l a , representando
al entendimiento, o tirándole a sí m i s m o , y mostrando ser el
mismo.
[126] De la T r i n i d a d . 12.
25 [bis] Viernes [7 M a r z o ] . — E n la oración sólita entrando
al principio con asaz devoción, y q u e r i e n d o < v e r a l g u n a cosa
del día pasado > no me adaptaba en crecer devoción, m i r a n d o
arriba. De la media adelante m u y mucha d e v o c i ó n continuada
con mucha claridad lúcida, calorosa y m u y suave, d u r á n d o m e
después de la oración lo m i s m o .
niño. Otra vez se observa la continuidad con Manresa en que «le trataba Dios de la
misma manera que trata un maestro de escuela a un niño» (Autob. n.27).
2 2 5
Comienzo de la misa de la Santísima Trinidad citado de memoria. Comienza:
«Benedicta sit Sancta Trinitas...».
2 2 6
Basa en este texto el P. Hugo Rahner, S.I., su estudio Ignatius der Theologe en Der
Bestándige Aufbruch, Festscbrift für Hrkb Pr^ywara, herausgegeben von Siegfried Behn.
Nürnberg, Glock und Lutz (1959) p.215-337. Reproducido en su obra: Ignatius von Lojoia
ais Menschen und Theologe (1964] p.215, y algo abreviado en Christus, 8 (1961) 355-375. El
P. Rahner encuentra aquí los límites del recorrido místico-teológico. Los extremos: su
«asiento arriba», el subir hasta Dios para asentarse en la divinidad, y «la letra», ese ir
«bajando a la letra» a lo visible, agarrando las cosas en su realidad terrestre, viendo a la
Iglesia como prolongación de Cristo y a las criaturas como término de la acción divina.
Esta realidad la palpaba San Ignacio no sólo a través de la divinidad «arriba», es decir,
viéndole en virtud de su hábito permanente de transparencia espiritual que le hacia
descubrir el fondo divino de todos los objetos, sino «más en medio», en medio de la
misma realidad, cómo y con Jesús el mediador, que encerraba y anulaba los extremos. El
apostolado era como la extensión y multiplicación de Jesús-Cabeza, del Cristo resumen y
sustituto de todas las cosas.
2 2 7
Antes había comenzado a escribir: «entra[rme]». Tachó después y escribió a
continuación «venirme».
2 2 8
Antes había escrito: «hallaba devoción y».
2 2 9
Primero había escrito «en el», de modo que se leía «terminándose cuándo en el
Padre, cuándo en el Hijo».
2 3 0
Se observa el proceso descendente de San Ignacio iniciado en este día. No siente
devoción en mirar «arriba» [n.126]. Ve que puede encontrar a Dios «en medio» [n.128] v
siente confianza que Dios se le manifestará donde sea. Por ello va bajando desde lo más
alto de la Trinidad, siguiendo por el Hijo, la Virgen, los santos. Por esto, como nota
Knauer (p.286 nota 27), quiere significar que no está apegado a ninguno de los mediado-
res, sino que pasa por todos, ya que todos le llevan a Dios y en todos le puede encontrar.
Por fin llega a sentir «tanto más gusto y visitación», «cuanto menos quería mirar arriba»
[n.135],
2 3 1
Se nota el escrúpulo de exactitud del Santo por fijar hasta el más mínimo detalle.
Había tenido devoción hasta el «Hanc igitur oblationem». Primero comienza a escribir:
«cesando a la [media]». Tacha y escribe «pasado». Vuelve a tachar y escribe: «a la media
mi[sa]». Tacha otra vez y puntualiza: «pasada la media misa». V todavía no contento, sin
duda al releer lo escrito, pone encima, con una llamada, «hasta Hanc igitur oblationem»,
7 m arito 1544 397
111
Harte igitur oblationem, y a tiempos contrariando el fuego g r a n d e
con el a g u a , por no hallar al Sacramento.
233
[130] Como quería dar fin , acabada la misa, y v e n i e n d o al
2 3 4
f u e g o , no sabiendo en q u é me resolver por buen espacio de
tiempo, si daría fin a las misas, o cuándo; después v e n i é n d o m e
in mente q u e m a ñ a n a dijese misa de la santísima T r i n i d a d , < y
q u e en ella o después della > para determinar lo q u e había de
hacer o finir del todo; me vienen m u c h a s mociones j l á g r i m a s , y
de rato en rato, por m u c h o espacio de tiempo, g r a n d e s mocio-
nes, sollozos y g r a n d e s efusiones de l á g r i m a s , tirándome todo al
a m o r de la santísima T r i n i d a d .
23
[131] Con muchos coloquios <j ratones> haciendo ^ y viendo
dispusición para más y más g o z a r destas visitaciones m u y inten-
sas, si quisiera esperar, y h u m i l l á n d o m e y pareciéndome q u e no
debo poner término para en aquel finir, mas d o n d e se me
descubriere y fuere visitado, y así p o n i é n d o m e todo para termi-
nar y g o z a r d o n d e le hallase.
[132] V e n i é n d o m e en pensamiento, y si Dios me pusiese
en el infierno, se me representaban dos partes: la una, la pena
q u e padecería allí; la otra c ó m o su n o m b r e se blasfema allí;
cerca la primera no podía sentir ni ver pena, y así m e parecía y
se me representaba serme más molesto en oír blasfemar su
santísimo nombre.
[133] Después, asentándome a comer, y cesando las lágri-
2 3 6
mas, me d u r ó todo el día en p e s o una m u c h a interna y
calorosa devoción.
para que no le quedara duda dei tiempo exacto. Aquí todavía se observa otra cosa
curiosa. Que, para el Santo, el «Hanc igitur oblationem» estaba después de pasada la
media misa. ¿Es que se alargaría mucho en el memento de los vivos? Cf. nota 284.
2 3 2
Corregido de una palabra anterior, que el P. Codina cree es «contrastando».
2 3 3
Las palabras en cursiva, puestas al margen, sin duda como una añadidura posterior.
a
' Codina lo interpreta del fuego material encendido en su cámara (Const. I, p.CXIV-
CXV). Giuliani se inclina por lo mismo (p.91 nota 1). El P. Larrañaga se inclina más al
sentido metafórico, como si el fuego y el agua significaran la consolación y la desolación
y el Santo quisiera expresar el paso de la desolación a la consolación (Obras p.734 no-
ta 99). Los editores P. Sautu, Abad y Knauer creen lo mismo. Como dice éste (p.286
nota 29), pudo muy bien suceder que el haber tenido que echar algo de agua sobre el
fuego para disminuir el calor, como se hacía entonces, según anota et P. Giuliani, fuera la
ocasión de que le brotara esta imagen, de modo similar como el 12 de marzo habla del
calor de dentro y del viento de fuera y, a la vez, varias veces el calor interior [n.22]. La
razón que inclina más a esta interpretación es la frase que añadió el Santo al margen: «por
no hallar al Sacramento». No tiene sentido el que echase agua al fuego porque no hallaba
al Sacramento.
2 3 3
También estas palabras están escritas al margen izquierdo.
2 3 6
Sin duda hay que dar aquí el segundo significado que la Academia atribuye a la
frase «en peso»: «Enteramente o del todo».
398 Diario espiritual
[134] De la T r i n i d a d . 13.
26 [bis] Sábado [8 M a r z o ] . — E n la oración sólita, de prin
cipio a la fin, a u n q u e creciendo mucha asistencia de gracia con
una devoción m u c h o clara, lúcida y calorosa, a mucha satisfac
2211
ción de á n i m a y asa^ contentamiento en la oración preparatoria
y en capilla.
[135] Al revestirme, con n u e v a s mociones, y d u r á n d o m e al
cabo con m a y o r e s , y con asaz de l á g r i m a s , mostrándoseme una
h u m i l d a d m u c h o g r a n d e , para no mirar aun el cielo, y cuanto
menos quería mirar arriba y h u m i l l a r m e y bajarme, tanto más
238
g u s t o y visitación espiritual s e n t í a .
[136] C o m e n z a n d o la misa, y pasando por toda ella con
mucha interna devoción y calor espiritual, y no sin l á g r i m a s , y
con un continuarme devoción y dispusición para lacrimar. En
239
estos e n t r é v a l o s de tiempos, dado que iba para no al%ar los ojos
del entendimiento arriba, j para procurar de ser contento de todo, imo
rogando que a igual gloria divina no me visitase con lágrimas, algunas
veces q u e el entendimiento se me iba arriba inconsiderate, me
parecía v e r a l g u n a cosa del ser d i v i n o , que otras veces, querien
do, no es en mi facultad.
2 4 0
[137] Del d í a .
27 [bis] D o m i n g o [9 M a r z o ] . — L a oración sólita, símile a
la pasada. Después de vestido, en la oración preparatoria, n u e v a
devoción y mociones a lacrimar, terminándose principalmente a
la santísima T r i n i d a d y a J e s ú .
[138] Entrando en capilla m a y o r e s mociones y l á g r i m a s ,
todo terminando a la santísima T r i n i d a d , y cuándo a J e s ú ,
c u á n d o juntos o casi juntos, en tal m o d o , q u e la terminación a
Jesú no diminuía devoción de la santísima T r i n i d a d , ni e contra, y
esta devoción d u r a n d o hasta el revestir, y cuándo con l á g r i m a s .
[139] Después en la misa con un calor exterior m o t i v o a
2 3 7
Antes había escrito solamente «así».
2 3 8
«Cuanto menos quería», se entiende, con la avidez y desorden de que habla en el
n.119. Era la renuncia más íntima a los deseos que le parecían más santos. Pero las
grandes visitaciones divinas que recibe en este «mirar abajo» le indican lo que agrada a
Dios el que se ponga totalmente en sus manos y deje la avidez que internamente le
dominaba. Este «mirar» abajo, aunque hace que se sienta movido pocas veces en este
estadio a «mirar arriba», no cierra, ni mucho menos, la dirección de lo alto. Extiende el
dominio adquiriendo una nueva posición, sin perder la que poseía. Al fin del día sentirá
«que el entendimiento se me iba arriba inconsiderate» [n. 136], y el 11 de marzo vuelve a
pedir «a manera de licencia para mirar arriba, porque me venía que el mirar arriba me era
remedio para no turbar de cosas bajas» [n.143].
2 3 9
intervalos.
2 4 0
Misa de la segunda dominica de Cuaresma.
8-11 triarlo 1544 399
241
Otra tachadura que refleja el sentido de precisión de San Ignacio. Comenzó a
escribir «a la[crimar]», pero sin duda, cuando estaba escribiendo la palabra, le pareció que
la secreción experimentada había sido demasiado insignificante para recibir el nombre de
lágrimas. Tachó por ello lo escrito y volvió a escribir «venir de lacrimar», como si
indicara un residuo de lágrimas anteriores. Pero tampoco le satisfizo esto, y por segunda
vez tachó lo escrito y escribió la sencilla y más exacta frase: «alguna agua a los ojos».
2 4 2
Es decir, tomar, o juzgar, como bueno para sí lo que el Señor ordenara. Luego
usa una expresión parecida: «como mejor para mí».
2 4 3
«En parte» hay que entenderlo en relación al tiempo, no al todo: una «parte» de
veces, no todas las veces. Es decir: vio el ser divino «muchas veces», unas veces
terminaba en la Esencia y otras veces en el Padre. La palabra tachada «después» confirma
la interpretación. Es el mismo pensamiento que ha expresado al fin del número anterior:
«viendo... cuándo el ser del Padre..., cuándo de otra manera» [n.142].
400 Diario espiritual
2 4 4
Véase nota 238, cuando le parecía que no tenía licencia para mirar arriba [n.128].
2 4 5
Las tachaduras indican la naturaleza de las dudas de San Ignacio en este momento
en que estaba pensando «qué haría». Dudaba entre decir más misas y considerar ya
suficientes las dichas. Al principio, después de «en el finir», había escrito «si diría», sin
duda más misas. Antes de «en estos intervalos» había comenzado a escribir «acab[ada]» la
misa, como continuará después.
2 4 6
Primero había escrito «uno». Tachó y escribió encima «Jesú».
2 4 7
Véase la descripción que hace el Santo de la desolación en los Ejercicios (Ej.
n. 317).
2 4 8
Un cuarto para alquilar. Nótese que hoy se cumplían los cuarenta días de elección,
y él quería en esos cuarenta días quedar consolado y satisfecho en todo. El ver que no
queda así y que no siente la confirmación deseada, le aumenta aún más el desasosiego y la
turbación interna.
2 4 9
También el día 18 de febrero, con ocasión de la falta cometida, le vinieron
pensamientos de ayunar tres días [n.45]. Otro rasgo de la continuidad con Manresa, esta
vez en la línea ascética (cf. Autobiografía n.24).
12 mar^p 1544 401
2 5 0
hacer el altar a r r i b a , y en n i n g u n a parte hallando réquiem
con un deseo de dar fin en tiempo de á n i m o consolado y
satisfecho en todo.
[146] T á n d e m m i r a n d o si debría proceder adelante, por-
q u e por una parte m e parecía q u e quería buscar demasiadas
señales, y en t i e m p o o en misas terminadas por mi satisfacción,
251
siendo la cosa en sí clara, y no buscando la c e r t i n i d a d della,
251
mas sólo q u e el dejo de todo fuese a mi gusto , p o r otra parte
me parecía q u e , si estando tanto desterrado, cesase en todo, q u e
después no sería contento, etc.
[147] T á n d e m considerando, pues en la cosa no había
dificultad, c ó m o sería m a y o r placer a Dios nuestro Señor con-
cluir sin más esperar ni buscar pruebas, o para ellas decir más
2 5 3
misas, y para esto poniendo en elección, < j u z g a b a y > sentía
q u e más placer sería a Dios nuestro Señor el concluir, y sentía en
mí volición q u e quisiera q u e el Señor condescendiera a mi de-
2 5 4
s e o , es a saber, finir en t i e m p o de h a l l a r m e m u c h o v i s i t a d o ,
l u e g o en sentir mi inclinación, y por otra parte el placer de Dios
nuestro Señor, comenzé l u e g o a advertir y q u e r e r m e llegar al
placer de Dios nuestro Señor.
[148] Y con esto comenzaron a ir de m í g r a d a t i m las
tinieblas, y v e n i r m e l á g r i m a s , y éstas y e n d o en a u m e n t o , se me
q u i t ó toda v o l u n t a d de más misas para este efecto, y veniendo
en pensamiento tres misas de la T r i n i d a d para dar gracias, me
2 5 0
Es decir, poner el altar para celebrar en algún piso de arriba. La capilla debía de
estar en el piso de abajo, y desde allí sentía el ruido de los que subían y bajaban y aun
pudo «ver bajar y de priesa».
251
certeza.
2 5 2
Antes había escrito: «satisfacción». En pocas líneas había escrito: «satisfecho»,
«satisfacción» y la palabra casi sinónima «réquiem». El alma del Santo ansiaba al término
de los cuarenta días quedar «satisfecho». Por ello puntualiza. Se fía tanto de Dios que,
aunque no encontrara esa satisfacción, sentiría «gusto», porque era ésa la voluntad divina.
Por ello, aun sin encontrar esa satisfacción, ve ser «mayor placer a Dios nuestro Señor
concluir sin más» [n.147].
2 5 3
Esta tachadura nos puede dar a entender que la lucha perduraba entre su entendi-
miento y su gusto. No se atreve a decir que «juzgaba» ser mejor acabar sin ver la certeza
plena. Pero veía que Dios le exigía una confianza ciega en El y se sometía plenamente.
Nótese que una línea más abajo escribió en un segundo tiempo «sentía mí volición»,
como para puntualizar que el sentimiento de este momento llenaba su «volición», pero no
acababa de cautivar su entendimiento. En ese momento él no quiso razonar ni discurrir,
sino someterse a Dios. Sólo después de esta aceptación plena comienzan a írsele «grada-
tim las tinieblas» y a tener la «satisfacción interior». Sólo entonces quiere razonar y
pensar, como se ve por el hecho de que la frase «con muchos, varios y diversos
razonamientos» la pone en el margen. Corresponde a este segundo tiempo de «satisfac-
ción interior», en el que puede ya dejar libre a su entendimiento para que vaya discurrien-
do a la nueva luz que se le ha dado, como premio y respuesta divina a su plena sumisión.
2 5 4
San Ignacio en este primer tiempo seguía sintiendo el deseo de que el Señor le diese
satisfacción y seguía con la «inclinación» a la confirmación. No se atreve a «juzgar»
porque eí entendimiento seguía pensando otra cosa. Esta actitud recuerda la del segundo
binario {Hj. n.154), pero el Santo venció este «deseo» y esta «inclinación» y eligió lo
contrario a ellos.
402 Diario espiritual
2 5 8
[150] Finido .
2 5 9
[151] Después de dadas decinueve h o r a s , asentando a
comer, y de ahí a buen rato, el tentador no haciendo, mas
q u e r i e n d o d a r < m e > a l g u n a muestra de hacerme dubitar, y o
súbito respondiendo sin turbación a l g u n a , antes c o m o a una
2 5 5
Primero había escrito «gozo». Obsérvese que es la corrección contraria a la hecha
antes (nota 253), en que primero había escrito satisfacción y la reemplaza por la palabra
go^p. Ahora posee las dos cosas, gozo y satisfacción, pero le interesa poner de realce esta
última nota, que le ha costado tanto conseguir.
2 5 6
Primero había escrito: «si cesaría».
2 5 7
Antes había escrito: «de lágrimas».
2 5 8
Finalmente, la elección se concluye. El proceso ha sido largo y ha influido no sólo
en la materia de la elección, sino también en la actitud interna del Santo.
Por dos veces había creído que iba a acabar la elección, el 18 de febrero [n.43-50] y el
12 de marzo [n.144], pero todavía el Señor quería realizar con él una gran labor. Había
comenzado queriendo, casi exigiendo, señales determinadas. Dios quería que se abando-
nara más plenamente en El. Le hizo sentir primero un acatamiento reverencial sumo, que
le llevó a someterse plenamente a Dios y a humillarse ante El. Vio después que lo que
Dios quería de él era el «servicio» y comenzó a preferir el «placer» de Dios a su
«satisfacción». Dios quiere enviarle al fin una fuerte desolación [n.145], como para
exigirle una confianza más ciega en El. Sólo cuando San Ignacio renuncia a las exigencias
de visitas y se pone totalmente en manos de Dios, viene no sólo la confirmación, más la
misma satisfacción y consolación, y Dios le concede mucho más de lo que él había
esperado.
2 5 9
La una y media actuales.
12 mar^p 1544 403
260 2 6 1
cosa v e n c i d a : « a tu p o s t a » , un confirmar con l á g r i m a s y
con toda s e g u r i d a d cerca todo lo determinado.
[152] D e ahí a cuarto de hora, un despertarme con conoci-
miento o claridad, cómo el tiempo q u e el tentador me traía
pensamientos contra las personas d i v i n a s y mediadores me po-
nía o quería poner dubitación en la cosa, y por el contrario
cuando sentía visitaciones y visiones de las personas divinas y
m e d i a d o r e s , toda firmeza y confirmación de la cosa, y este
sentir con un g u s t o espiritual, y como v e n i e n d o a g u a a los ojos
con m u c h a s e g u r i d a d de ánima.
[153] A l dar de las gracias en mesa, un descubrirse en
2 6 2
p a r t e , el ser del Padre, a s i m i s m o el ser de la Santísima Trini-
dad, con cierta m o c i ó n espiritual motiva a devoción y a lacri-
mar, lo q u e otro tanto todo el día no había sentido ni visto,
a u n q u e había buscado m u c h a s veces, y las g r a n d e s visitaciones
en este día no se terminaban a n i n g u n a persona en particular o
distinta, sino en general al dador de las gracias.
2 6 3
[154] Estos cuatro d í a s tomé para no mirar cosa a l g u n a
264
de C o n s t i t u c i o n e s .
2 6 5
[155] Del d í a .
2 6 0
Se refleja una actitud de vencer las tentaciones del diablo parecida a la que había
seguido en Manresa. Allí también se encara el Santo con el enemigo y le habla {Autob.
n.20).
2 6 1
«A tu posta», generalmente se interpreta a la luz del sentido: A tu puesto, a lo
tuyo.
2 6 2
«En parte» tiene el mismo sentido que notábamos en el n.143. Es correlativo de
«asimismo». Es decir: unas veces se me descubría el ser del Padre y otras el de la
Santísima Trinidad.
2 0 3
Comienza ahora una parte completamente distinta del Diario. El Santo comienza
una página nueva, a pesar de que sólo había escrito diez líneas de la anterior, que queda
casi toda en blanco. Comienza en la división del P. Abad el ciclo del acatamiento
amoroso [n.l54-220].
2 6 4
Estas palabras las añadió el Santo en la parte derecha superior de la página, «Si
Ignacio cesa durante cuatro días, su trabajo de elaboración de las Constituciones, parece
que es para tomar conciencia de los sucesos espirituales que acaban de desarrollarse,
según su costumbre de acordarse de las gracias pasadas» (GIULIANI, p.99, nota 1).
2 6 5
Encima de la línea en que comienza «En la misa...» hay dos líneas tachadas.
«Viernes del día. Antes de la misa, por toda ella y después con muchas lágrimas,
terminándose, terminándose» [sic]. Como se ve, coincide casi a la letra con lo que en
seguida escribirá del viernes. Parece por todo esto que el Santo comenzó a escribir, lo
más pronto, el viernes y que al principio no se acordó de escribir lo del jueves, tal vez
404 Diario espiritual
porque la consolación intensa del viernes le había hecho olvidar el día anterior, más
tranquilo y sin grandes consolaciones. Pero después se acordó, tachó lo escrito, escribió
los sentimientos del jueves y a continuación volvió a escribir lo del viernes casi a la letra.
Tal vez escribió todo esto no el viernes, sino el sábado, ya que se equivocó de día y
escribió primero sábado en vez de viernes, que tachó luego y sustituyó por el día exacto
de viernes.
2 6 6
Estas iniciales, que se repiten de hoy en adelante con mucha frecuencia, significan,
según prueba con todo detalle el P. Codina (MHSI, Const. I.CVIII-CIX), lo siguiente:
a: lágrimas antes de misa.
1: lágrimas durante la misa,
d: lágrimas después de la misa.
Eran siglas que servían al Santo de breve recordatorio. Sobre el significado de otras
letras iniciales que empieza a usar el 4 de octubre, véase la nota 362.
2 6 7
Este día firmó Paulo III la súplica de la bula Iniunctum nobis, por la que confirmaba
de nuevo la Compañía y quitaba la limitación del número de profesos. Texto en MHSI,
Const. I 81-86.
2 6 8
Con razón recalcaba el P. De Guibert, y, siguiendo a él, el P. Larrañaga, cómo
empieza a tomar en esta segunda parte un relieve especial y a repetirse con una frecuencia
inusitada la serie de luces y sentimientos sobre «el acatamiento y reverencia» a la Divina
Majestad. Las palabras acatamiento, reverencia y humildad se repiten todos los días y a veces
cada día varias veces, desde el día 14 al 27 de marzo (DE GUIBERT, Mystique ignatienne
122-123).
2 6 9
Ejercitándose frecuentemente.
2 7 0
Falta, como en otras ocasiones, el complemento. Se sobrentiéndelo, autor de este
acatamiento; es decir, me parecía que no era yo o algo mío la causa de este acatamiento,
sino que era el Señor, que me quería llevar por un nuevo camino.
D-16 ruarlo 1544 405
2 7 7
Se trata de las «misiones» pontificias y sin duda del documento «Constitutiones circa
missiones (MHSI, Const. I 159-164), que comenzaba entonces a preparar el Santo y que
encontraría luego su expresión definitiva en la séptima parte de las Constituciones {Const.
n.603-617). «Es de notar que San Ignacio aborda primero esta cuestión a la luz de los dos
movimientos de "acatamiento" y de servicio que brotaron juntos en su alma [n.82-83], y
que se desarrollan a la vez. La última indicación del n.160 —bien que tachada— muestra
cómo el movimiento que sitúa al hombre delante de Dios por la adoración es idéntico al
que le sitúa delante de los hombres por el servicio. La misión no se distingue del
acatamiento» (GIULIANI, p.103 nota 3).
2 7 8
«Influencia», sin duda quiere decir aquí o gracia especial o afluencia de gracias.
Sautu traduce por «motio»: «Nihil..., ñeque motionis aut gustus interioris reperiebam»
(p.49).
17-26 marico 1544 407
[172] Señora.
9.° a 1 d M a r t e s [25 M a r z o ] . — C o n l á g r i m a s antes de la
misa y después, y en ella muchas, con visión del ser divi-
no, terminando al Padre, en círculo diversas veces, y todo a acata-
2 8 3
miento .
[173] De Jesú.
10.° a - 1 M i é r c o l e s [26 M a r z o ] . — E n la misa diversas veces
con l á g r i m a s , y antes della no sin mociones a ellas. Hasta la
28
secreta *' de la misa, no solamente no podía sentir acatamien-
2 7 9
Había comenzado a escribir «en la». Tachó después estas palabras.
2 8 0
suavemente.
281
Al margen escribió San Ignacio la palabra «visión», y puso el signo 7^. Este signo
se encuentra también en el 5 de febrero [n.4] y en el 25 de marzo [n.172].
2 8 2
Misa de la cuarta dominica de Cuaresma.
2 8 3
En el margen escrito por San Ignacio: «visión», y el mismo signo de que se habla
en la nota 281.
2 8 4
Antes había escrito «cerca de la meytad». Recuérdense las tachaduras que hizo San
Ignacio de «pasada la mitad de la misa» y cómo puntualizó antes el «pasada la mitad de la
misa» con el «Hanc igitur oblationem». Parece, pues, que para el Santo la mitad de la
misa estaba en el memento de los vivos. Véase nota 231.
408 Diario espiritual
2 8 5
En la secreta de la misa, como se llamaba la oración sobre las ofrendas que dice el
sacerdote inmediatamente antes del prefacio.
2 8 6
En el margen escribió San Ignacio la palabra «visión».
2 8 7
Misa de la dominica de Pasión.
2 8 8
• En el margen, escrito por San Ignacio: «visión».
289 J7[ p Codina sospecha que San Ignacio quiso escribir «frecuentadamente» o
frecuentemente, a no ser que formara el neologismo «fientadamente», sacándolo de
«fidenter» con el sentido de confiadamente. Cf. MHSI, Const. I p.131 nota 11.
27 mar^o-2 abril 1544 409
2 9 0
desto, parecerme q u e no p a r a r í a en esto, mas q u e lo m i s m o
291
después sería con las c r i a t u r a s , es a saber, h u m i l d a d a m o r o -
sa, etc.; si no fuese en tiempos para honra de Dios nuestro Se-
2 9 2
ñor, c o m o en este e v a n g e l i o dice: Similis ero v o b i s , m e n d a x .
[180] En estos entervalos diversas veces con visión del ser
d i v i n o en figura circular c o m o antes.
2 9 3
[181] Día .
15.° . 1 . d. L u n e s [ 3 1 M a r z o ] . — E n la misa con l á g r i m a s y
2 9 4
después della, terminándose a reverencia amorosa, etc, y a ratos
j u z g a n d o q u e no era en mi facultad, ni a m o r ni reverencia, etc.
2 9 5
[182] Día .
16.° 1. M a r t e s [1 A b r . ] . — E n la misa con muchas l á g r i m a s ,
terminándose a h u m i l d a d amorosa, etc., pareciéndome q u e para
296
hallar ésta en el s a c r i f i c i o es menester en t o d o el día aprove-
charme de ella sin distraerme.
2 9 7
[183] Día .
17.° a. 1. M i é r c o l e s [2 A b r . ] . — E n la oración sólita, des-
pués en cámara, en capilla y al revestirme l á g r i m a s , y en la misa
298
con mucha a b u n d a n c i a d e l l a s . En estos intervalos con visión
del ser d i v i n o diversas veces, y c u á n d o terminándose al Padre
en el m o d o circular, con m u c h a s inteligencias y conocimientos
interiores.
[184] En tiempos de mayor conocimiento™ o de m a y o r e s
2 9 0
Antes había escrito: «este espíritu».
2 9 1
«Da a entender el Santo que esta humildad amorosa, que tan soberanamente se le
ha dado, no ha de parar sólo en su relaciones con Dios, sino que se ha de extender
también a las criaturas, viendo en ellas sin duda la imagen de ese mismo Dios» (LARRA-
ÑAGA, Obras p.759 nota 15).
2 9 2
En el evangelio de la dominica de pasión, misa que dijo ese día San Ignacio,
donde se leía el texto citado por el Santo, tomado de Jn 8,55. Tenemos aquí otro ejemplo
de la apropiación de que se habla en la nota 103.
2 9 3
Misa del lunes de pasión.
2 9 4
Después de «terminándose» había comenzado a escribir «h[umildad?]», que tachó
y sustituyó por «reverencia amorosa». Parece que al principio dejó un hueco y lo llenó
después con estas palabras, pues están escritas en tipo más pequeño, como quien tiene
miedo de que no quepan en el espacio dejado y con rasgos distintos, que parecen indicar
haber sido añadidas.
2 9 5
Misa del martes de pasión.
2 9 6
En el santo sacrificio de la misa.
2 9 7
Misa del miércoles de pasión.
2 9 8
Al margen, escrita por San Ignacio, la palabra «visión».
2 9 9
Obsérvese que también el 14 de marzo [n.157] añadió la palabra «conocimiento».
Allí a «gracia» en general, aquí a «visitaciones», lo que está indicando que lo que
espontáneamente le venía a la mente en estos momentos era el aspecto del don sentimen-
410 Diario espiritual
tal de consuelo o gracia y sólo en un segundo tiempo el conocimiento que brotaba de esa
gracia. Se siente ya intelectualmente satisfecho y tranquilo. Por ello, no le impresiona
tanto el aspecto de iluminación.
300 p q
a r e c eeste texto puede admitir dos interpretaciones: las palabras de Dios
u e
oídas durante la misa, como si se tratase de una audición divina, o las palabras de la
misma misa. Knauer (p.296 nota 2) prefiere la segunda. A San Ignacio no le parece bien
durante la misa apartar su mente del sentido de las palabras de la misa. Además,
añadimos nosotros, el Santo, siempre que quiere indicar una moción divina en la misa,
escribe «durante la misa». Parece por todo ello que este «del sacrificio» indica algo más
que el tiempo en que el Señor le habló. Es un genitivo objetivo que expresa el objeto de
la acción: las palabras de la misa misma.
301
Enumera las causas que ha encontrado de la ausencia de la visitación divina: el no
ayudarse durante todo el día de este ejercicio de la humildad amorosa o el dar lugar
alguna vez a algún otro pensamiento distinto del de la misa o de Dios. No ha encontrado
otras causas. Cf. Ej. n.322.
3 0 2
Alude a la ilustración que tuvo la víspera, 1 de abril.
3 0 3
Misa del jueves de la semana de pasión.
3 0 4
Se puede interpretar de dos maneras: o como un italianismo, en vez de «por mi
mayor bien», o entendiendo la palabra «mejor de modo adverbial: «Dios lo hacía mejor
por mí».
3 0 s
Misa del viernes de pasión.
3-12 abril 1544 411
3 0 7
[189] Día .
21.° a. 1. d. D o m i n g o [6 A b r . ] . — A n t e s de la misa con
3 0 8
l á g r i m a s y en ella después de la p a s i ó n con muchas y conti
nuadas, terminándose de conformar mi v o l u n t a d con la divina,
y después de la misa asimismo con ellas.
3 0
[190] Día '.
22.° 1 L u n e s [7 A b r . ] . — E n la misa a la larga muchas
l á g r i m a s , tirando a conformidad con la v o l u n t a d d i v i n a .
3 1 0
[191] Día .
23.° 1 M a r t e s [8 A b r . ] . — E n la misa con l á g r i m a s .
[192] 24.° 1 Miércoles [9 A b r . ] . — E n la misa con lágrimas.
[193] 25.° J u e v e s [10 A b r . ] . — S i n ellas.
3
[194] 26.° [11 A b r . ] » .
[195] 27.o | i 2 Abr.].
[196] Día.
3 0 6
Misa del sábado de pasión.
3 0 7
Misa del domingo de Ramos.
3 0 8
El evangelio de la pasión que se lee en la misa del domingo de Ramos.
3 0 9
Lunes santo.
3 1 0
Misa del martes santo.
3 1 1
Estos dos días, viernes santo, en que no se celebra misa, y sábado santo, en que no
celebró San Ignacio, vienen separados por esas dos líneas horizontales que se ven en el
texto.
412 Diario espiritual
[208] San M a r c o .
3 1 6
30 . a. 1. V i e r n e s [25 A b r . ] . — C o n ellas en la misa y y
antes della.
[209] Espíritu Santo.
31.° Sábado [26 A b r . ] . — S i n ellas.
3 1 7
[210] Día .
32.° .a 1. D o m i n g o [27 A b r . ] . — C o n ellas en la misa y
antes della.
[211] Trinitas.
33.° .a. 1. L u n e s [28 A b r . ] . — C o n ellas en la misa y antes
della.
[212] 34.° 1 M a r t e s [29 A b r . ] . — C o n l á g r i m a s .
3 1 8
[213] 35.° 1 Miércoles [30 A b r . ] . — C o n l á g r i m a s .
3 1 9
[214] 36.° 1 J u e v e s [1 M a y o ] . — C o n l á g r i m a s .
[215] 37.° V i e r n e s [2 M a y o ] . — S i n ellas.
[216] 38.° 1 Sábado [3 M a y o ] . — C o n ellas.
[217] 39.° 1 D o m i n g o [4 M a y o ] . — C o n ellas.
[218] 40.° 1 L u n e s [5 M a y o ] ] „
A* r. i » r , ' M me parece con ella. F
41.° 1 Martes [6 M a y o ] j
[219] 42.° M i é r c o l e s [7 M a y o ] ~j
43.° Jueves [8 M a y o ] \ me parece sin ellas.
44.° Viernes [9 M a y o ] j
3 1 6
Se repite otra vez la numeración del 30 al 39. Ignoramos si fue por distracción o
por algún otro motivo. Nosotros respetamos la numeración del Santo. Al llegar al
número 59 vuelve otra vez a contar desde el numero 40.
3 1 7
Misa de la dominica segunda después de Resurrección.
3 , 8
Primero había escrito: «Asimismo». Tachó luego la palabra y escribió: «Con
lágrimas».
3 1 9
Tachó y escribió lo mismo que el día anterior.
3 2 0
Se inicia el ciclo de la loqüela. Es la primera vez que en el Diario aparece este «don
de loqüela divinitus conceso». Parece que se trata de un fenómeno místico especial.
Según los datos que va aportando San Ignacio en días sucesivos, se trata de palabras
suavísimas que oye por virtud divina especial «con tanta armonía interior... sin poderla
exprimir». Son como «una música celeste» que produce un deleite singularísimo. Evocan
las armonías del cielo.
414 Diario espiritual
321
divinitus dada, habiendo d e m a n d a d o el m i s m o día p o r q u e en
toda la semana c u á n d o hallaba la loqüela externa, cuándo no
3 2 2
hallaba, y la interna menos, a u n q u e el sábado pasado h a l l a b a
un poco más a p u r a d o .
[222] A s i m i s m o en todas las misas de la semana, a u n q u e
no tan visitado de l á g r i m a s , con m a y o r quietud o contentamien-
to en toda la misa por el g u s t o de las loqüelas con < interna >
devoción que sentía q u e otras a l g u n a s veces q u e en parte de la
1 13
misa '' tenía l á g r i m a s . Las de este día me parecían m u c h o ,
31
m u c h o diversas de todas '' otras pasadas, por venir tanto lentas,
325
internas, suaves, sin e s t r é p i t o o mociones g r a n d e s , q u e pa-
3 2 6
re q u e venían tanto de dentro, sin saber explicar, y en la
loqüela interna y externa, todo m o v i é n d o m e a a m o r d i v i n o y al
don de la loqüela d i v i n i t u s conceso, con tanta armonía interior
cerca la loqüela interna, sin poderlo exprimir.
Distingue San Ignacio dos loqüelas, una interna y otra externa. En la externa siente el
deleite que le produce «el tono de la loqüela, cuanto al sonido». En la interna parece que
lo que deleita al Santo es el mismo fondo musical, es decir, la significación de la loqüela.
3 2 1
Es decir, dadas por Dios de modo divino o por virtud divina especial.
3 2 2
Falta el complemento, y por ello queda ambiguo el sentido. El P. Codina propone
dos complementos. Uno sería el mismo Santo, y en ese caso querría decir: aunque me
hallaba un poco más apurado. Otro complemento sería el negocio, y entonces se entende-
ría así el párrafo: aunque el sábado pasado hallaba el negocio más claro.
3 2 3
Antes había escrito: «della».
3 2 4
Dos veces añade la palabra «toda», antes cuando hablaba de la misa, ahora cuando
habla de las consolaciones pasadas, lo que refleja lo extraordinario de esta nueva gracia, la
continuidad de ella, lo que la diferenciaba de las demás, ya que se distingue de todas ellas.
En seguida repite dos veces la palabra «mucho», nueva confirmación de esta diversidad y
del relieve que el Santo daba a esta gracia.
3 2 5 a
Cf. la regla 7 . de la segunda serie de las reglas de discreción de espíritus para la
segunda semana: «el buen ángel toca a la tal ánima dulce, leve v suavemente, como gota
de agua que entra en una esponja» (£/. n.335).
3 2 6
Italianismo por parece.
3 2 7
El P. Codina sospecha que se trata de las Constituciones de rechazar las dignida-
des editadas en MHSI, Const. I p.165-166. Cf. ib., p.CXIX. Pero no vemos por qué no se
puede referir a las Constituciones de las misiones, que había comenzado el 17 de marzo
[n.161], a las que pudo volver ahora después de la interrupción sufrida.
12-22 mayo 1544 415
[227] De J e s ú .
50.° J u e v e s [15 M a y o ] . — S i n ellas con a l g u n a loqüela y
328
disturbo de s i l b a r , tamen no así inquieto.
[228] Espíritu Santo.
51.° a. 1 Viernes [16 M a y o ] . — A n t e s de la misa con lágri-
mas, y en ella con muchas y con loqüela.
[229] Trinidad.
52.° a. 1 Sábado [17 M a y o ] . — A n t e s de la misa con lágri-
mas y en ella muchas y continuas y con la loqüela admirable
interna.
3 2 9
[230] Día .
53.° El d o m i n g o [18 M a y o ] . — S i n ellas y con a l g u n a lo-
qüela sin fuerzas corporales ni turbaciones a l g u n a s .
330
[231] Letanías .
54.° 1. El lunes [19 M a y o ] . — C o n ellas y con loqüela.
[232] T o d o s [los] Santos.
55.° El martes [20 M a y o ] . — S i n ellas y sin turbación, con
a l g u n a loqüela.
[233] Señora.
56.° El miércoles [21 M a y o ] . — S i ellas y con mucha lo-
qüela.
[234] Ascensión.
3 3 1
57.° .a. 1. El jueves [22 M a y o ] . — A n t e s de misa en
3 2 8
Es decir, que se sintió molesto porque oyó silbar a alguno, pero sin que el ruido
llegara a producirle la inquietud que otras veces le había causado [cf. n.22 not.38].
3 2 9
Misa de la dominica quinta después de Pascua.
3 3 0
Sin duda se trata de la misa «ln litaniis maioribus», que se lee en el misal este día
del triduo antes de la Ascensión.
331
Primero había escrito: «A lo más de la misa», por lo que se ve que al principio
sólo quería escribir lo que le sucedió en la misa. Tachó y señaló las lágrimas experimenta-
das antes de la misa. Le había quedado un recuerdo más vivo en la loqüela sin lágrimas
de la misa que de las lágrimas experimentadas antes de ella.
416 Diario espiritual
[235 [ Ascensión.
58.° 1. V i e r n e s [23 M a y o ] . — C o n ellas.
[236] Espíritu Santo.
59.° Sábado [24 M a y o ] . — S i n ellas.
3 3 3 3 3 4
[237] 40 . a. 1. D o m i n g o [25 M a y o ] . — A n t e s de la
misa con muchas l á g r i m a s en cámara, y en capilla con ellas, y en
la misa m u c h a abundancia dellas y continuadas con las dos
loqüelas admirables.
[238] Ascensión.
41.° 1. L u n e s [26 M a y o ] . — E n la misa con l á g r i m a s y
loqüela interna.
[239] 42.° a. 1 M a r t e s [27 M a y o ] . — A n t e s de la misa con
l á g r i m a s , y en ella muchas con loqüela interna creciendo.
[240] Ascensión.
43.° .a 1 d. Miércoles [28 M a y o ] . — A n t e s de la misa y
después della con l á g r i m a s , y en ella con m u c h a s y loqüela
interna amirable.
3 3 2
También en Manresa se sentía «enseñado» de Dios, que «le trataba... de la misma
manera que trata un maestro de escuela a un niño, enseñándole (Autobiografía n.27).
3 3 3
San Ignacio repite otra vez los números 40-59. Sin duda equivocadamente, creyó
que el 59 que había escrito era 39 y siguió la numeración falsa.
3 3 4
Primero había escrito Ascensión. También los días siguientes tachó los enuncia-
dos de casi todos los días. Tachó el sábado y puso delante domingo; después tachó el
domingo y puso lunes, tachó lunes y puso martes. Todo está indicando que estas notas
las escribió lo más pronto el día de la Ascensión y se confundió después en eí cálculo de
los días. Nótese que también en el primer día de estas tachaduras se equivocó de
numeración.
23 mayo-15 junio 1544 417
[241] Ascensión.
44.° .a 1 d. J u e v e s [29 M a y o ] . — Antes de la misa, en ella y
después de misa l á g r i m a s .
[242] 45.° V i e r n e s [30 M a y o ] . — S i n ellas.
[243] 46.° 1 S á b a d o [31 M a y o ] . — C o n ellas.
3 3 5
[244] 47.° 1 D o m i n g o [1 J u n i o ] . — C o n ellas.
[245] 48.° L u n e s [2 J u n i o ] . — S i n ellas.
[246] 49.° Martes [ 3 J u n i o ] . — S i n ellas.
[247] 50.° .1. Miércoles [4 J u n i o ] . — C o n muchas y conti
nuadas.
[248] 51.° J u e v e s [5 J u n i o ] . — S i n ellas.
[249] 52.° V i e r n e s [6 J u n i o ] . — S i n ellas.
[250] 53.° Sábado [7 J u n i o ] . — S i n ellas.
336
[251] Trinitas .
54.° a. 1. D o m i n g o [8 J u n i o ] . — C o n < muchas > lágri
mas en cámara y en capilla antes de la misa, y en ella con
muchas y continuadas.
[252] Trinitas.
55.° .1. d L u n e s [9 J u n i o ] . — E n la misa con ellas y conti
n u a d a s , y después della con ellas.
[253] Trinitas.
56.° .1 d. M a r t e s [10 J u n i o ] . — L o mismo.
[254] Trinitas.
57.° Miércoles [11 J u n i o ] . — S i n ellas.
[255] Corpus Domini.
58.° J u e v e s [12 J u n i o ] . — S i n ellas.
[256] Corpus Domini.
59.° Viernes [13 J u n i o ] . — S i n ellas.
[257] Corpus Domini.
3 3 7
60.° 1 Sábado [14 J u n i o ] . — C o n e l l a s .
3 3 8
[258] Del d í a .
61.° D o m i n g o [15 J u n i o ] . — S i n ellas.
3 3 5
Domingo de Pentecostés.
3 3 6
Téngase en cuenta que este día era la fiesta de la Santísima Trinidad. No se trata,
por consiguiente, de misa votiva de la Trinidad, como tantas otras veces, sino de la misa
del día.
3 3 7
Conservamos una carta escrita este día por San Ignacio a Jacobo Crescencio en
que expresa varios sentimientos espirituales (MHSI, Epp. XII p.(326-327).
3 3 8
Misa de la dominica segunda después de Pentecostés, infraoctava del Corpus.
418 Diario espiritual
3 3 9
Misa de la dominica tercera de Pentecostés.
3 4 0
Misa de San Juan Bautista, cuya festividad se celebra ese día.
3 4 1
Estos dos dias escribió después del día: «s[in]». Se ve que había comenzado a
escribir sin lágrimas en la misa, pero luego prefirió dejar constancia de las lá^.i
tenidas antes de ella.
16 junio-13 julio 1544 419
3 4 2
[272] 75.° .a. D o m i n g o [29 J u n i o ] . — A n t e s de la misa
con ellas, y en ella sin ellas.
[273] Trinitas.
76.° a. 1 d. L u n e s [30 J u n i o ] . — A n t e s de la misa, en ella y
después della con muchas l á g r i m a s .
[274] Trinitas.
77.° a. 1 Martes [1 J u l i o ] . — A n t e s de la misa y en ella con
muchas l á g r i m a s .
[275] Visitación. Nuestra Señora.
78.° a. 1 d. Miércoles [2 J u l i o ] . — A n t e s de la misa, en ella
y después della con muchas l á g r i m a s .
3 4 3
[276] Plagas .
79.° .a. J u e v e s [3 J u l i o ] . — A n t e s de la misa en cámara y en
capilla con muchas l á g r i m a s , y en ella sin ellas.
[277] Trinitas.
3 4 4
40 . a. 1. d. V i e r n e s [4 J u l i o ] . — A n t e s de la misa en
cámara, en capilla, y en ella con mucha abundancia de l á g r i m a s ,
y después della con ellas.
[278] 41.° 1 Sábado [5 J u l i o ] . — C o n ellas.
3 4 5
[279] 42.° D o m i n g o [6 J u l i o ] . — S i n ellas.
[280] 43.° L u n e s [7 J u l i o ] . — S i n ellas.
[281] 44.° .a. 1 Martes [8 J u l i o ] . — A n t e s de la misa y en
ella con muchas.
[282] 45.° M i é r c o l e s [9 J u l i o ] . — S i n ellas.
[283] 46.° J u e v e s [10 J u l i o ] . — N o sé.
[284] 47.° a. 1 d. Viernes [11 J u l i o ] . — A n t e s de la misa y
en ella m u c h a abundancia dellas, y después della, todo a no
tomar placer sino en el m i s m o Señor.
[285] 48.° .a. 1 Sábado [12 J u l i o ] . — A n t e s de la misa y en
ella con m u c h a abundancia dellas, y a estar en el Señor.
3 4 6
[286] 49.° D o m i n g o [13 J u l i o ] . — S i n ellas.
3 4 2
Es extraño que, a pesar de la grao devoción que profesaba San Ignacio a San
Pedro, no especifique aquí haber dicho misa del Santo en este día de su fiesta, como
acaba de hacerlo el día de San Juan Bautista, y en seguida lo hará el día de la Visitación.
También llama la atención que nunca señale haber celebrado misa votiva del Príncipe de
los Apóstoles.
3 4 3
Misa votiva de las cinco llagas, que dijo también el día 29 de febrero. Véase nota
161.
3 4 4
Otra vez cambia la numeración. Después del 79 escribió 40 dos veces. Tachó uno
de los dos 40 y sigue repitiendo la numeración hasta el 79.
345
Dominica quinta después de Pentecostés.
3 4 6
Dominica sexta después de Pentecostés.
420 Diario espiritual
3 4 7
Dominica séptima después de Pentecostés.
3 4 8
Antes había escrito: «muchas en ella».
3 4 9
Dominica octava después de Pentecostés.
3 5 0
Dominica nona después de Pentecostés y fiesta de la Invención de San Esteban.
14 julio-23 agosto 1544 421
351
Dominica décima después de Pentecostés y fiesta de San Lorenzo.
3 5 2
Del lunes 11 de agosto al sábado 16 de agosto están tachados todos los días y
puesto encima del domingo, tachado, lunes; de lunes, tachado, martes, etc. El domingo
lo añadió entre dos líneas, sin duda después de haber escrito lo de la semana siguiente,
cuando se dio cuenta del error.
3 5 3
Dominica undécima después de Pentecostés y octava de San Lorenzo.
422 Diario espiritual
354
[328] EN ESTE MEDIO FUI ENFERMO SIN DECIR MISA .
3 5 4
Estuvo cinco días enfermo, sin celebrar desde el día 24 al 28 de agosto inclusive.
Lo tiene en cuenta en la numeración saltando de 94 a 100.
3 5 5
Dominica decimotercera después de Pentecostés.
3 5 6
Tachó primero esta palabra y escribió encima: «después». Volvió a tachar «des-
pués» y a escribir encima otra vez «antes».
3 5 7
Dominica decimocuarta después de Pentecostés.
3 5 8
Dominica decimoquinta después de Pentecostés.
29 agosto-5 octubre 1544 423
3 6 1
[362] l. a 1 El día, miércoles p r i m e r o de octubre,
antes y en ella con m u c h a s .
[363] 2.° a 1 J u e v e s , antes y en ella con m u c h a s .
[364] 3.° a 1. V i e r n e s , antes y en ella con muchas.
3 5 9
Dominica decimosexta después de Pentecostés.
3 6 0
Dominica decimoséptima después de Pentecostés.
361
La línea horizontal que precede separa el fin del mes anterior del comienzo del
siguiente. Así la podemos ver hasta febrero inclusive, de ahora en adelante. No se ve
claro por qué tra2Ó también esa línea entre el 11 y 20 de abril de 1544 y entre el 17 y 18
de febrero de 1545. Se nos ocurre que en el caso de abril precede al domingo de Pascua, y
en el de febrero, al inicio de la Cuaresma. Del día 1 al 8 están todos los números
corregidos. Primero había puesto una unidad más, 2 en vez de 1, 3 en vez de 2, etc.
424 Diario espiritual
3 6 2
Añadido al lado derecho. Desde este día comienza San Ignacio a poner puntos
sobre la letra a y a usar nuevas iniciales, O. C. Y. El P. Codina ha probado que cada letra
es la sigla de cada una de las tres oraciones que acostumbraba hacer San Ignacio cada
mañana: la primera, que él llama oración sólita u oración acostumbrada, que por su mal estado
de salud solía hacer antes de levantarse; la segunda, concebida por el Santo como oración
preparatoria a la misa, y que la hacía vestido ya dentro de la cámara, y la tercera, ya en la
capilla o iglesia (que él escribe j griega, cosa que hay que tener en cuenta para ver
la razón de la sigla «y»), mientras se preparaba de modo inmediato a la celebración de la
misa. Cf. MHSI, Const. I, p. cx-cxi. Según esto significa:
o: oración primera o acostumbrada.
c: cámara, o sea oración en la cámara.
y: yglesia, o sea oración en la iglesia o capilla.
a: antes de la misa, es decir, las tres oraciones simultáneamente. Con los... puntos
distingue cada uno de los tres tiempos,
a (con tres puntos): lágrimas en la tres oraciones,
á (con dos puntos): lágrimas en dos de las oraciones.
a (sin punto ninguno): lágrima en una de las tres oraciones. *
3 6 3
Día 5 de octubre, dominica decimoctava después de Pentecostés.
3 6 4
Es el único día en que aparece esta letra: t. Significa tarde: «después tarde muchas
[lágrimas]».
3 6 5
Día 1 2 de octubre, dominica decimonona después de Pentecostés.
4 octubre-1 noviembre 1544 425
3 6 6
Esta frase, muy densa y oscura, parece querer decir que: después, sucedió ai
pensamiento una claridad de cómo Dios estaba atento, velando por esta voluntad de
lágrimas [para que no se mezclara ningún deseo desordenado].
3 6 7
Día 19 de octubre, dominica vigésima después de Pentecostés.
3 6 8
26 de octubre, dominica vígesímoprimera después de Pentecostés.
426 Diario espiritual
3 6 9
[395] 2.° a 1 D o m i n g o , antes .O.C.Y. y en ella con
mucha abundancia dellas y continuadas.
[396] 3.° a. 1. d. L u n e s , antes .O.C.Y. y en ella mucha
abundancia dellas y continuadas, y después della con ellas.
[397] 4.° á 1 M a r t e s , antes .O.C. y en ella con muchas.
[398] 5.° á 1 M i é r c o l e s , antes .C.Y. y en ella con ellas.
[399] 6.° a 1 d J u e v e s , antes .O. y en ella y después
muchas.
[400] 7.° á 1 V i e r n e s , antes .O.Y y en ella con muchas y
continuadas.
[401] 8.° a 1 d. S á b a d o , antes .O.C.Y. y en ella con
m u c h a s y continuadas, y después con ellas.
3 7 0
[402] 9.° á 1 D o m i n g o , antes . C . Y . y en ella con
muchas.
[403] 10.° a 1 d L u n e s , antes .O.C.Y. y en ella con mu
cha abundancia dellas, y después della.
[404] 11.° a l M a r t e s , O C Y. y en ella con mucha abun
dancia dellas y continuadas.
[405] 12.° á 1 M i é r c o l e s , .C.Y. y en ella con a l g u n a s .
[406] 13.° á J u e v e s , antes O.C.
[407] 14.° á 1 d. V i e r n e s , antes .O.C. y en ella muchas y
después della.
[408] 15.° á. 1. d. S á b a d o , antes .C.Y. y en ella mucha
abundancia dellas y continuadas, y después della.
3 7 1
[409] 16.° a 1 d D o m i n g o , antes O.C.Y. y en ella
mucha abundancia dellas, y asi después.
[410] 17.° á. 1. L u n e s , antes .O.Y. y en ella con mucha
abundancia dellas y continuadas.
[411] 18.° .a. M a r t e s , antes .O.
[412] 19.° a. 1. M i é r c o l e s , antes O. y en ella con muchas.
[413] 20.° a 1 d J u e v e s , antes .C. y en ella muchas y
después della.
3 7 2
[414] 2 1 . a 1 V i e r n e s , antes .O.C.Y. y en ella con ellas
y q u i t a n d o la habla.
[415] 22.° a 1 d S á b a d o , antes .O.C.Y. y en ella con
muchas, y después della.
3 7 3
[416] 23.° a 1 d D o m i n g o , antes .O.C.Y. y en ella
3 6 9
2 de noviembre, dominica vigesimosegunda después de Pentecostés y Conmemo
ración de todos los fíeles difuntos.
3 7 0
9 de noviembre, dominica vigesimotercera después de Pentecostés.
3 7 1
16 de noviembre, dominica vigesimocuarta después de Pentecostés.
3 7 2
Los números 21 al 29 están tachados y corregidos. El Santo había puesto al
principio 20 en vez de 21, repitiendo el 20, y así hasta 29 en vez de 30.
3 7 3
23 de noviembre, dominica última después de Pentecostés.
2 noviembre-14 diciembre 1544 427
3 7 4
Se sobrentiende el complemento: misa.
3 7 5
Conservamos una carta escrita este día por el Santo a una persona tentada por el
enemigo en que habla de «internas consolaciones y gustos espirituales», y le pide «por
amor y reverencia de Dios nuestro Señor que, acordándoos de lo pasado, miréis, no de
lexos, mas de cerca, que la tierra es tierra» (Epp. I 295). Tal vez este «reverencia» sea un
eco de las gracias de estos días, pues en las cartas no suele en otras ocasiones usar esta
fórmula, y también tal vez ese mirar «mas de cerca... la tierra» puede ser un reflejo de su
actitud de esos días de «mirar en medio».
3 7 6
Día 30 de noviembre, dominica primera de Adviento y fiesta de San Andrés
apóstol.
3 7 7
Día 7 de diciembre, dominica segunda de Adviento.
178
Día 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción.
428 Diario espiritual
3 7 9
Día 14 de diciembre, dominica tercera de Adviento.
3 8 0
21 de diciembre, dominica cuarta de Adviento.
3 8 1
Hoy, de modo excepcional, pone cuatro puntos sobre la a, o, para ser más preciso,
dos pares de puntos. También pone dos eies. Se refiere a las lágrimas que tuvo en las
respectivas oraciones hechas en la cámara y en la iglesia que precedieron a la primera y
segunda misa. Antes de la tercera misa, o no hizo oración distinta o no tuvo lágrimas.
Recuérdese que era el aniversario de su primera misa.
3 8 2
Día 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes.
3 8 3
A fines de este año escribió una carta muy breve a los jesuitas de Colonia,
exhortándolos a la unión y caridad (Epp. I 295-296).
12 diciembre 1544-10 febrero 1545 429
385
[464] 1.° a 1 d Primero de H e b r e r o , D o m i n g o , antes
O C Y en misa m u c h a abundancia y continuadas; después.
3 8 6
[465] 2.° a 1 de L u n e s , antes O C Y en misa mucha
abundancia y continuadas; después.
[466] 3.° a 1 d M a r t e s , antes .O. en misa mucha abundan
cia; después.
[467] 4.° a 1 d M i é r c o l e s , antes O C Y en misa mucha
abundancia; después.
[468] 5.° a 1 d J u e v e s , antes .O C Y en misa mucha
abundancia et continuadas; después.
[469] 6.° a 1 d V i e r n e s , antes .O C Y en misa muchas;
después.
[470] 7.° a 1 d S á b a d o , antes O C Y en misa mucha
abundancia; después.
3 8 7
[471] 8.° á 1 d D o m i n g o , antes C Y en misa muchas;
después.
[472] 9.° a 1 d L u n e s , antes .Y. en misa m u c h a s ; después.
[473] 10.° á 1 d M a r t e s , antes O C en misa m u c h a s ;
después.
384
Día 11 de enero, dominica infraoctava de la Epifanía, en que San Ignacio reanudó
tas misas que había dejado de celebrar desde el día 1. Esta interrupción de nueve días es
la más larga que registra el Diario espiritual. A los dos días, el 13 de enero, comienza otra
interrupción de siete días, hasta el 20 de enero. También este día pone cuatro puntos
sobre la a, pero este día no en forma de cuadro, como el 25 de diciembre, sino seguidos.
3 8 5
Misa «Circumdederunt» (Septuagésima).
3 8 6
Día 2 de febrero, fiesta de la Purificación de María.
3 8 7
Misa «Exsurge» (Sexagésima).
430 Diario espiritual
389
[481] 18.° a 1 d M i é r c o l e s de C o a r e s m a .O C.Y en
misa mucha abundancia et continuadas; después.
[482] 19.° a 1 d J u e v e s , O C Y en misa mucha abundan-
cia et continuadas; después.
[483] 20.° a 1 d Viernes O C Y en misa mucha abundan-
cia et continuadas; después.
[484] 21.° a 1 d S á b a d o , O C Y en misa mucha abundan-
cia; después.
3 9 0
[485] 22.° a 1 d D o m i n g o , O C Y en misa mucha
abundancia et continuadas; después.
[486] 23.° a 1 d L u n e s , O C Y en misa; después.
[487] 24.° a 1 d M a r t e s , O C Y en misa muchas; después.
[488] 25.° a 1 d M i é r c o l e s , O C Y en misa; después.
[489] 26.° a 1 d J u e v e s , O C Y en misa mucha abundan-
cia et continuadas; después.
[490] 27.° a 1 d V i e r n e s , O C Y en misa mucha abundan-
cia et continuadas; después.
1
LA PALMA, Camino espiritual 1.5 c.3 Sobre este tema v. M. Ruiz JURADO, Ejercicios y
Constituciones S.I.: MANR 43 (1971) 149-166; A. DE ALDAMA, ¿EOS Ejercicios son el alma de
las Constituciones?: MANR 48 (1975) 129-140.
2
Constituciones n.307.
434 Constituciones
9
Constituciones n.134.
436 Constituciones
2 2
DUDON, S. Ignace 4 0 1 .
450 Constituciones
* * *
En esta edición d a m o s el texto q u e dejó San Ignacio al
m o r i r (texto B). Con todo, tendremos c u i d a d o de ir señalando
en notas las variantes respecto al texto aprobado por la Congre-
g a c i ó n General I (a. 1558), de m o d o q u e el q u e desee conocer
454 Constituciones
* * *
San Ignacio l l e v ó a cabo simultáneamente con el trabajo
de la redacción de las Constituciones la revisión de la Fórmula de
Paulo III.
Había en ésta a l g o i n t a n g i b l e y la tazón de ser de la n u e v a
Orden: el espíritu, el m o d o peculiar de entender la vida religio-
sa y de v i v i r l a en sus líneas fundamentales.
Pero había también aspectos q u e p r o n t o se había visto era
necesario expresarlos con más claridad, perfilarlos o completar-
los con lo q u e , aleccionado por la experiencia, iba v i e n d o qué
resultaba más conveniente para el fin que pretendían.
Y a en marzo de 1541 determinaron los primeros padres:
« í t e m q u e r e m o s q u e la bula sea reformada, id est, q u i t a n d o o
p o n i e n d o , o confirmando o alterando cerca las cosas en ella
contenidas, según q u e mejor nos parecerá, y con estas condicio-
nes q u e r e m o s y entendemos de hacer voto de g u a r d a r la
23
bula» .
Polanco, con su diligencia característica, fue p r o p o n i e n d o
las dudas q u e se le ofrecían sobre lo que se podía cambiar en la
Fórmula, sobre lo q u e se debía poner sólo en las Constituciones o
2 4
podía ir a la n u e v a b u l a . Señala también las propiedades q u e
debía poseer ésta.
E x a m i n ó « S a n Ignacio con diligencia cada u n o de los
25
p u n t o s » y presentó el n u e v o texto al papa J u l i o III, quien con
solemne aprobación v o l v i ó a confirmar la C o m p a ñ í a y a pun-
2 3
MHSI, Const. I 45 n.38.
24
Estas diversas series de dudas se imprimieron en MHSI, Const. I 268-339.
2 3
Chron. Pol. 2 p.9.
Fórmula del Instituto 455
1
Hemos querido traducir mejor «ad... se utilem exhibeat».
2
Cf. Mt 10,8.
3
La fórmula empleada parece indicar la intención del legislador de que se aplique
también en otros casos esta misma norma: «...semper statuendi ius habente». Sobre la
mayoría necesaria para cambiar las Constituciones, cf. J . NADAL, Scholia in Constitutiones
(Granada 1976) p.Í95, 239, 246. Dalmases no había traducido «semper».
4
Se determina la autoridad del General, principalmente en el c.3 de la parte IX.
Fórmula del Instituto 457
5
«Hacer la profesión» es fórmula que en las Constituciones se aplica al grado de los
profesos (de 4 votos). Pero algunos coadjutores pueden ser admitidos a profesión de 3
votos solemnes: c.2 y 3 de la parte V.
6
Alusión a Le 14,27-30.
7
Dalmases no había traducido «succinti tumbos», Cf. Le 12,35 y Ex 12,11.
458 Constituciones
8
Parte VIII c.6 y parte IX c.l.
9
La frase parece aludir al modelo de superiores eclesiásticos trazado en 1 Pe 5 , 2 - 3 ;
1 Tim 6 , 1 1 ; 2 Tim 2 , 2 2 - 2 6 , reflejo de la benigna mansedumbre y caridad de Cristo (Heb
1 0 , 3 8 ) . Cf. MHSI, Nadal Epp. 4 , 5 1 5 ; S. GREGORIO MAGNO, Sermo IV in natale eiusdem
n.3: CC 1 3 8 , 1 9 : «...quia cunctis Eclesiae rectoribus Petri forma proponitur».
i» Ef 6 , 5 - 8 .
1 1
Cf. Mt 6 , 2 5 - 3 4 .
12
Como resultado de su deliberación sobre la pobreza contenida en el Diario espiritual
quiso especificar la exclusión de las rentas y de las casas o iglesias como sujetos de
posesión, con las excepciones indicadas.
Fórmula del Instituto 459
aptitud para los estudios se preparen para operarios de la viña del
Señor, q u e sean c o m o seminario, aun de la Compañía profesa,
pueda la Compañía profesa, para la c o m o d i d a d de los estudios,
tener colegios de estudiantes, d o n d e quiera q u e a l g u n a s perso-
nas se movieren, por su devoción, para construirlos y dotar-
1 3
l o s . Y suplicamos q u e estos colegios, en cuanto fueren cons-
truidos y dotados (aunque no con los bienes cuya concesión
pertenece a la Sede A p o s t ó l i c a ) , se tengan por erigidos con
autoridad Apostólica. Y estos colegios puedan tener rentas,
censos o posesiones, q u e se hayan de aplicar a los usos y
necesidades de los estudiantes, q u e d a n d o al Prepósito o a la
Compañía todo el g o b i e r n o y superintendencia sobre dichos
colegios y estudiantes, respecto a la elección de los rectores o
directores y de los estudiantes, en lo que toca a su admisión,
despido, recepción y exclusión, a la ordenación de los estudios,
a la instrucción, enseñanza, edificación y corrección de los
m i s m o s estudiantes, al m o d o de darles alimento, vestido y las
demás cosas necesarias, y a todo lo referente al g o b i e r n o , direc-
ción y cuidado de los estudiantes; de tal m o d o que, ni los
estudiantes p u e d a n usar mal de los dichos bienes, ni la Compa-
ñía profesa los pueda aplicar para su uso propio, sino para
socorrer a las necesidades de los estudiantes. Y estos estudiantes
deben dar tales muestras de talento y de buenas costumbres,
q u e se pueda justamente esperar que, acabados los estudios,
serán aptos para los ministerios de la Compañía, y así final-
mente, una v e z conocido su aprovechamiento en v i r t u d y letras
y después de una suficiente probación, puedan ser admitidos en
nuestra Compañía.
[6] 5. Y todos los m i e m b r o s de la Compañía, dado q u e
14
han de ser p r e s b í t e r o s , sean o b l i g a d o s a decir el oficio d i v i n o
s e g ú n el rito c o m ú n de la Iglesia, p e r o en p r i v a d o y no en
c o m ú n o en coro. Y en todo lo q u e se refiere al comer, vestir y
las demás cosas exteriores seguirán el uso c o m ú n y aprobado de
los honestos sacerdotes, de manera q u e lo q u e de esto se quita-
re, o p o r necesidad o por deseo del p r o v e c h o espiritual, se
ofrezca por devoción y no por obligación, c o m o un ofrecimien-
1 5
to razonable del cuerpo a D i o s .
Estas son las cosas q u e , sometiéndolas al beneplácito de
nuestro señor Paulo III y de la Sede Apostólica, hemos p o d i d o
1 3
En esta fórmula quiso dejar explícita la posibilidad de fundar colegios aun en ciu-
dades donde no hay Universidad. Se superan los límites que había en la Fórmula de 1540.
1 4
En la parte V de las Const. se consideran también «miembros» del cuerpo de la
Compañía otros que no son presbíteros; pero en modo «propríísimo» los profesos de 4
votos (n.511). A la pregunta de Polanco si todos los profesos habían de ser sacerdotes,
San Ignacio respondió: «sí» (MI, Const. I, 310-329).
1 5
Rom 12,1.
460 Constituciones
Traducciones modernas:
En alemán: KANUER, PETER, Sat^ungen der Gesellschaft Jesu. Ed. ad instar
a
manuscripti. 4 . edición (Frankfurt, Hochschule Sankt Georgen,
1980).
En chino: le-su-huai huai-hsien. Traducción de JOSEPH T. HOU (Taipei,
Kuang-ch'i Press, 1976).
En francés: COUREL, FRANCOIS, Constitutions de la Compagnie de jésus.
Dos volúmenes. I, Traduction du texte officiel; II, Introduction á une
lecture par FRANCOIS ROUSTANG. Traduction du texte primitif [a] par
FRANC.OIS COUREL (París, Desclée de Brouwer, 1967), 315 y 291 p.
Collection Christus 23 y 24.
462 Constituciones
Estudios y comentarios:
C A P I T U L O l.o
1
[1] 3 Esta m í n i m a C o n g r e g a c i ó n , q u e p o r la Sede A p o s -
2
tólica en su p r i m e r a institución fue llamada la C o m p a ñ í a de
3
J e s ú , 4 fue p r i m e r a m e n t e aprobada p o r el Papa P a u l o I I I de
4
feliz m e m o r i a en el a ñ o 1 5 4 0 , y p o r el m e s m o después confir-
1
Este término se usa aquí en el sentido genérico de asociación de personas para la
vida religiosa, no en el específico que tuvo en el Derecho Canónico (Cf. CIC de 1917,
can.488, 2.°). En aquel sentido, la Compañía de Jesús no es «Congregación», sino
«Orden», ya que miembros de ella emiten votos solemnes.
2
Se ha hablado mucho del sentido militar de esta palabra. Sin embargo, hay que
tener en cuenta que en tiempo del Santo llevaban este nombre muchas asociaciones de
personas piadosas, entre las que sobresalía la «Compagnia del Divino Amore», y que
el mismo San Ignacio usó la palabra en este sentido genérico de reunión. Así, en el texto
de las Constituciones habla de compañías de muchachos y de mujeres {Mon. Hist. S. I.
Const. 2,600). El P. Polanco escribió que no era muy insólita esta denominación {Mon.
Ign. Epist. 12,614). Existía la «Compañía de los Siervos de los pobres», y en Módena, una
«Compagnia del Giesü» (MHSI, Quadr. 7.779). Cf. M. GIULIANI, Christus n.22, 6 (1959)
221-239; J . ITURRIOZ, Manresa 27 (1955) 43-53; TH. BAUMANN, RevAscMyst 37 (1961)
47-60.
3
En Vicenza, a fines de 1537, se propuso la cuestión del nombre. Dice Polanco «que,
tratando entre sí cómo se llamarían a quien les pidiese qué congregación era esta suya...,
comenzaron a darse a la oración y pensar qué nombre sería más conveniente, y, visto que
no tenían cabeza ninguna entre sí ni otro prepósito sino a Jesucristo, a quien sólo
deseaban servir, parecióles que tomasen nombre del que tenían por cabeza, diciéndose la
Compañía de Jesús. Y en esto del nombre tuvo tantas visitaciones el P.M.° Ignacio de
aquel cuyo nombre tomaron y tantas señales de su aprobación y confirmación de este
apellido, que le oí decir al mismo que pensaría ir contra Dios y ofenderle si dudase que
este nombre convenía» (MHSI, Fontes narr. I 204).
Ribadeneira relaciona la elección de este nombre con la visión de La Storta, en la que
ciertamente el santo Fundador se confirmó en su propósito. Añade que, «cuando se
trataba del nombre que se había de dar a la Orden, nuestro Padre pidió a todos los
compañeros que se le dejasen a él poner según su devoción, y así lo hicieron» (MHSI,
Fontes narr. II 377).
En las deliberaciones de 1539 se sancionó definitivamente este nombre.
4
Paulo III aprobó la nueva Orden primero vivae vocis oráculo en Tívoli en septiembre
de 1539 y después por la bula Regimini militantis Ecclesiae, de 27 de septiembre de 1540.
Las incidencias a que dio lugar la aprobación se narran más arriba, en la introducción a
las Constituciones p.413-414. El texto de la bula, en MHSI, Const. I 24,32.
466 Constituciones
5 6
mada en el 4 3 , y por J u l i o III su successor en el 5 0 ; 5 sin otras
veces q u e en diversos Breves y Letras Apostólicas se habla
della, concediéndole diversas gracias, presupuesta mucha apro-
bación y confirmación della.
[3] 1 El fin desta C o m p a ñ í a es no solamente attender a la
salvación y perfección de las ánimas propias con la gracia
divina, 2 mas con la mesma intensamente procurar de a y u d a r a
0 6
la salvación y perfección de las de los p r ó x i m o s * * .
[4] 1 Para mejor c o n s e g u i r este fin, hácense en ella tres
6
votos, de obediencia, de pobreza y c a s t i d a d ; 2 assí entendiendo
la pobreza q u e ni quiere ni puede tener rentas a l g u n a s para su
f
sustentación, ni para otra c o s a . L o qual se entiende no sola-
mente de los particulares, pero aun de las iglesias o Casas de la
Compañía Professa. 3 Ni tampoco (aunque a otros sería lícito)
por Missas o predicaciones, o lecciones o administración de
a l g u n o s Sacramentos, o otro pío officio a l g u n o de los q u e
puede exercitar la Compañía según su Instituto, pueden accep-
tar stipendio a l g u n o o limosna, 4 qual se suele dar en recompen-
6
[2] * A . 1-2 Este Examen suele comúnmente proponerse a to-
3
dos, después que entran en la Casa de la primera probación . 3 Con esto,
si en algún particular la discreción dictasse que se proponga otro más
sumario examen, o que se dé éste a leer, sin demandar respuesta de lo que
contiene, o si basta el conoscimiento que se tiene de alguno, 4 no sería
0
necessario examinar por éste. Vero esto el examinador lo ha de trattar
con el Superior y seguir su parecer. 5 Antes de entrar en casa, por la
mayor parte se examinarán de algunas cosas substanciales, máxime de
las exclusivas*.
5
Paulo III volvió a confirmar la Compañía el 14 de marzo de 1544 por las letras
apostólicas Iniunctum nobis. El texto dice 1543, porque se sigue en él el cómputo de
comenzar el año por el día de la Encarnación, 25 de marzo. En ese sistema, se dio la bula
uno de los últimos días del año de la Encarnación de 1543. El texto, en MHSI, Const. I
81-86.
6
La confirmación de la Compañía por Julio III en la bula Exposcit debitum, el 21 de
julio de 1550. Texto en MHSI. Const. I 373-383, y supra p.455ss.
6
* Omitimos el título «Declaraciones sobre el examen» y los encabezamientos de cada
capítulo de las «Declaraciones», que repiten a veces los títulos del capítulo respectivo de
las «Constituciones»; ya que en el texto B se escriben por separado y aquí las publicamos
al pie de la página correspondiente.
6
* * Nadal une a la explicación del fin de la Compañía, el dirigir todo «a la mayor
gloria de Dios» (Scholia, n.3). F. Suárez nota que este fin distingue a la Compañía de las
Ordenes que la han precedido. Archivo Teológico Granadino 38 (1975) 232; De Religione
S.L n.28. Cf. Ejerc. 1,169, 189.
* 146 198 199.
b
142.
' 146 196.
d
156 163 258 307 308 446 586 603 813.
c
13 14 121 527 532 535 537 540 544 547-81.
' 555 561-64 570 572 816. ^
Examen c. 1° 467
7
sa de dichos m i n i s t e r i o s , de otro q u e de Dios nuestro Señor,
8
por c u y o servicio deben hacer puramente todas c o s a s .
[5] 1 Y a u n q u e se tengan Colegios y Casas de probación
con renta para la sustentación de los Scolares, antes q u e entren
h
en la Compañía Professa o Casas d e l l a [B], 2 no pueden servir
las tales rentas para otro effecto, conforme a la Bula declarada
en las Constituciones; ni a y u d a r s e dellas las Casas de los Profes-
17
sos, ni a l g u n o dellos o de sus C o a d j u t o r e s * .
[7] 1 Así m i s m o la Compañía Professa, sin los tres dichos,
hace v o t o expresso al S u m o Pontífice, c o m o a V i c a r i o que es o
fuere de Cristo nuestro Señor, para ir dondequiera que Su
Santidad le m a n d a r e entre fieles o entre infieles, 2 sin excusación
1
y sin d e m a n d a r viático a l g u n o , para cosas que conciernen el
1 8
culto d i v i n o y bien de la religión cristiana " .
[8] 1 En lo demás la vida es común en lo exterior", por
justos respectos, m i r a n d o siempre al m a y o r servicio divino; ni
tiene a l g u n a s ordinarias penitencias o asperezas que por obliga-
ción se hayan de usar, 2 pero puédense tomar las que a cada u n o
paresciesse, con approbación del Superior [C], q u e más le han
0
de a y u d a r en su s p í r i t u , y las q u e por el m e s m o fin los
p
Superiores p o d r á n i m p o n e r l e s .
[10] 1 Las personas q u e se reciben en esta Compañía de
J e s ú s , g e n e r a l m e n t e tomada, son de quatro suertes [D], miran-
q
do lo q u e ella p r e t e n d e ; bien q u e de parte de los q u e entran,
r
todos deban ser de la quarta que se d i r á .
[12] 1 Primeramente a l g u n o s se reciben para hacer profes-
sión en ella con q u a t r o votos solennes (como está d i c h o ) ' ,
[6] B . 1 Estas Casas de "Probación son como miembros de los
Colegios, 2 adonde se acceptan y prueban por un tiempo los que se han
después de poner en los Colegios .
[9] C. 1 Este juicio estará en el superior. Y él podrá delegar sus
peces al Confessor o a otras personas, quando le paresciere convenir.
[11] D. 1 Sin estas quatro maneras de personas, algunos se ac-
ceptan a professión solenne de tres voto/, conforme a la Bula de Julio IIP.
7
Sobre este punto, Pablo VI aprobó el cambio introducido por la Congregación
General X X X I (1965-1966): AR 14 (1961-1966) 915-916 y 1006-1007.
7
* Véase la Fórmula del Instituto aprobada por Julio III, n.5 supra p.458.
8 a
Estas son propiamente las «misiones» de que se habla en las Constit. p.7. cc.l y 2.
9
Bula Exposcit debitum, de 21 de julio de 1550, n.6 supra p.459.
8
82 398 478 499 565 566 640 816. » 527 529 603 605. ' 15 72 111 132
s
" 554. » 580. 520 531 532.
1
326 419 557 763 774 815 816. ° 263 300 582. • 524-30
k
328. P 90 98 269.
1
573 574 609 610. i 511.
468 Constituciones
12
Este ano, llamado de tercera probación, no se generalizó hasta varios lustros más
tarde bajo el generalato del P. Mercuriano. El P. Aquaviva le dio su organización
definitiva en la Ordenación del a.1601: Cf. Institutum S.I. III (Florentiae 1893) pp.262-
267. Sobre ella han vuelto a legislar las Congregaciones generales X X X I (Decreto 10) y
XXXII (Decreto 7).
0
197 297 579.
k
71 98 119 336 346 514 537 544. P 98 198 199.
1
71 119 514 516. ' 190 191.
m
100 514 515. ' 98.
" 283 544. » 142 190.
470 Constituciones
C A P I T U L O 2.o
1 DE ALGUNOS CASOS QUE SE DEBE DEMANDAR SI HAN INTER-
VENIDO A QUIEN PRETENDE ENTRAR EN LA COMPAÑÍA [A]
C A P I T U L O 3.o
15
Según el canon 643 § 1,4.°, es inválida la admisión de los «que entran en la religión
inducidos por violencia, miedo grave o dolo, o de los que recibe el Superior inducido
por el mismo modo».
16
Según el canon 542,2.°, aún en el Código de 1918, era ilícita la admisión de «los
hijos que tienen que socorrer a sus ascendientes, esto es, a su padre o madre, abuelo o
abuela, que se hallen en necesidad grave,/ y los padres cuyo auxilio sea necesario para
alimentar o educar a sus hijos».
a
23.
Examen c.3.° 473
17
Actualmente prescribe el Derecho Canónico, en el can.643 § 1,2.°: «Es admitido
inválidamente al noviciado... el cónyuge, mientras dura el matrimonio».
18
Téngase en cuenta que en el siglo xvi abundaban los analfabetos, sobre todo en los
pueblos, y no faltaban ni siquiera entre gentes de posición desahogada.
c
28 173.
d e
185 188 217. 185 186.
474 Constituciones
C A P I T U L O 4.°
18
* Sobre el concepto ignaciano de mundo: M. Ruiz JURADO, MANR 4 5 ( 1 9 7 3 )
241-262.
19
Ps 1 1 1 , 9 y 2 Cor 9 , 9 .
2 0
Mt 19,21.
2 1
En un escrito anónimo contemporáneo, pero que por el estilo parece de San
Ignacio, se da la siguiente explicación a este punto: «En cosas debidas y obligatorias:
padres a hijos e hijos a padres u otras deudas o cargos. Sobre vade eí vende omnia,
Hierónimo, non dicií pariem sed totum; asimismo non dicií consanguineis, sed pauperibus.
Supósito que en igual necesidad está bien el distribuir en parientes, y forsan con alguna
ventaja en casos y sin carne ni sangre: tamen por el peligro que hay en la tal distribución,
buscando auctores sobre este caso favoreciendo a lo más bueno y perfecto se escriba un
poco largo. Porque ultra la doctrina y consejos de Cristo Nuestro Señor, el distribuir a
pobres es más perfecto y ayuda al que entrare en religión para ser más desatado del
mundo malo y de toda carne y para alcanzar mejor doctrina, no sólo para sí, mas para
todos próximos llevando la Compañía un mismo modo de proceder entre todos, para
ayudar a las ánimas. El contrario, distribuir en parientes, trae muchos incovenientes; no
es tan libre en el bien distribuir, como comúnmente el amor de la carne, sangre y
conversación pasada le tire. 2 . ° Dejando a parientes, siempre le ayuda al salir de su
profesión comenzada, como salido no le faltarán sus parientes. Después siendo novicio,
en cosas espirituales siempre se le renueva más el amor y noticia de los tales deudos sin
5
fructo alguno espiritual, antes con daño de ellos». Mon. Ign., Const. II, 4 2 .
• 30 283.
" 55.
476 Constituciones
2 5
Ahora se recomienda en diversas reglas y ordenaciones, conforme a la mente actual
de la Iglesia, la comunión frecuente y aun diaria.
h
214.
C D
247 248. 261 278 342 343 584.
\
Examen c.4.° 481
26
La cuenta de conciencia pertenece en la Compañía de Jesús a las materias substan-
ciales de primer orden en la Constitución del Instituto. Después del Derecho Canónico
de 1917, aprobó este punto Pío XI el 29 de junio de 1923. La exhortación del P. Laínez
sobre esta materia, en AHSI 35 (1966) 174-176.
27
Ex c.l n.13 [81].
u
200. * 551 764.
v v
424. 18 20 198 199.
Examen c.4.° 485
2 8
En estas ordenaciones se atiene San Ignacio a la mentalidad de la época y a las
prescripciones parecidas que había en esa materia. En los Estatutos de los Hermanos de
la Vida Común se decía: «Las confesiones de los Hermanos las oirá el mismo rector, al
que se asociará el vicerrector u otros que él designare» (MIRAEUS, Codex regularum et
Constitutionum clerhalium [Amberes 1638] p.146). Cf S. BASILIO, Regulae jusius tractatae,
interr.26: PG 31,986.
2
' P. V ce. 3 et 4 [524-546],
3 0
Se refiere a la prohibición de la bula Lieet debitum de 18 de octubre de 1549, de
Paulo III. Texto de la bula en MHSI, Const. I 357-371. El punto de que se trata aquí
véase en el n.6 del documento, p.361.
1
65 200.
* 16 71 119 336 346 514 537 544. " 8 90 269. ' 16 514 515.
486 Constituciones
3 1
Ejemplos de esta doctrina en MHSI, Mon. lgn. Epp. I 86-88 296-298; VII 446-447;
VIII 452-453; IX 382-384.450. Cf. Ejerc. n.l67; G. MARTELET, El tercer grado de humildad
como principio de apostolado, en Algunos aspectos teológicos de la espiritualidad ignaciana (Roma,
CIS 1985). Este párrafo ignaciano (n.101) es uno de los que mayor número de Institutos
religiosos posteriores han introducido en sus Constituciones propias, cuando se inspiran en
las de la Compañía.
Examen c.5.° 487
[EXAMENES PA R TICULARES]
C A P I T U L O 5.°
3 3
En tiempo de San Ignacio se permitía una mayor variedad en las ceremonias
dentro del rito latino. San Ignacio quiere uniformar las que quedaban en libertad
conforme al modo «de la Compañía». Actualmente es claro que hay que atenerse a las
normas contenidas en el Misal Romano, restaurado según los decretos del concilio
Vaticano II y promulgado por Pablo VI el 3 de abril de 1969.
d
198.
' 401 671.
' 10 15 72 132.
Examen c.6.° 489
C A P I T U L O 6.0
3 5
Cf. Eccli 17, 12. * 114 148.
d
132 148 149 305 306 364 433.
" 13 522 533-7. ' 149 364.
b
113 153. ' 349 648.
490 Constituciones
8
coadjutor t e m p o r a l ; 3 mas con toda h u m i l d a d y con toda obe-
diencia debe proceder y caminar por la m i s m a vía, que le ha
sido mostrada por quien no sabe y en quien no cabe mutación
alguna.
[117] 1 De la m i s m a manera, si a l g u n o fuere e x a m i n a d o y
instruido por coadjutor temporal (dándose en todo a las cosas
apropriadas y ordenadas al su primer l l a m a m i e n t o ) 2 no debe
pretender por una vía ni por otra passar adelante de Coadjutor
h
temporal en spiritual o Scolar o P r o f e s s o ; ni tampoco a u n q u e
quede en el m e s m o g r a d o , debe en él pretender más letras de las
que sabía q u a n d o entró; 3 mas debe perseverar con mucha
h u m i l d a d , sirviendo en todo a su Criador y Señor en la su
primera vocación, y procurar de crecer en la abnegación de sí
1
mismo y en el studio de las verdaderas v i r t u d e s .
[118] 1 Demándese a los tales Coadjutores, como cosa pro-
pia de su vocación, si serán contentos y quietos de servir a su
Criador y Señor en los officios y ministerios baxos y humildes,
en beneficio de la Casa y Compañía, qualesquiera que sean,
k
aparejados para acabar en ellos todos los días de su v i d a ;
2 creyendo en esto servir y alabar a su Criador y Señor, hacien-
do todas cosas por su d i v i n o amor y reverencia.
[119] 1 T o d o s los Coadjutores, asi spirituales como tempo-
rales, passando por dos años de experiencias y probaciones , y
1 36
uno más, si han sido S c o l a r e s " (como antes está d e c l a r a d o ) ,
queriendo q u e d a r en la Compañía, y ella o el Superior della
siendo contento, 2 han de hacer su oblación de tres v o t o s "
(públicos a u n q u e no solemnes) conforme a la Bula de J u l i o
37
I I I , de obediencia, pobreza y castidad, como al principio se
dixo; 3 y desde entonces q u e d a n por Coadjutores formados,
ahora sean spirituales, ahora temporales, 4 de tal manera que de
su parte queden ligados para siempre v i v i r y m o r i r en el Señor
nuestro en esta y con esta Compañía a m a y o r gloria de la divina
M a g e s t a d , y para m a y o r mérito y stabilidad suya [A]. 5 Con
esto la Compañía o el Superior della, q u e debe mirar al bien
común, q u a n d o viesse que dellos no se a y u d a para el m a y o r
servicio d i v i n o , antes lo contrario, los puede licenciar y apartar
de su C o n g r e g a c i ó n " , 6 q u e d a n d o ellos a la hora en todo libres
p
y sin fuerza de v o t o a l g u n o .
C A P I T U L O 7.o
41
Ex. c.4 [64-87]. 1
51 193 511.
8
212 234 539. k
64 71.
" 355-7 460 461. 1
202.
Examen c.8.° 493
C A P I T U L O 8.°
4 2
El sentido que tiene para San Ignacio aquí la palabra indiferente se explica en el cap.l
del Examen [15].
4 3
Véase D. BROWN, The Origin of the Grades in the Soeiety of Jesús (1540-1550) (Roma,
PUG, 1971).
' 15.
b
292 543 627.
c
10 15 72 111.
d
114 118.
CONSTITUCIONES DE LA COMPAÑÍA
DE JESÚS
1 IHS. PROEMIO DE LAS «CONSTITUCIONES»
C A P I T U L O l.o
d
* 141 736. 2.
e
b
308 819. 18 190.
0
18 190 193 196.
498 Constituciones
C A P I T U L O 2.o
4
* Alusión a Le 10,38-40.
5
En el sentido de recoger limosnas, no en el de darlas.
* 112 114 305 306 364 433.
b
305 334 428 431 433.
c
13 118.
" 306 433.
' 114 364.
500 Constituciones
6
Actualmente, el Derecho Canónico, en su can.643 § 7.° declara inválida la admisión
al noviciado antes de los 17 años cumplidos.
' 184 216.
» 106 183.
h
106 183.
' 3 163 258 307 446 586 603 813.
k
624 814.
' 185 186.
m
44 107 185 216.
" 34 185 187.
P.l cJ.° 501
7
r á a los que tienen c a r g o dello, t o m a d o para su m a y o r servicio
y alabanza.
C A P I T U L O 3.°
9
El principio que guía es la credibilidad del evangelizador: ALDAMA, Iniciación...,
p. 91-92.
10
Ex. c.2 [30]. Sobre las exigencias del derecho común: can.643-645, 684.
11
Según el canon 643, § 1,2.° mientras dura el matrimonio la admisión es inválida.
2
' Ex. c.2 [29].
' 25 26.
8
' 26. 28 40 41 217.
' 27. " 29.
P.l cJ.o 503
1
salmente le conviene que no se dispense en los tales . 2 Pero, quando se
viese haber algún impedimiento destos en algún particular, en quien
hubiese tales otras partes, que se tuviese por cierto podría la Compañía
en servicio de Dios nuestro Señor mucho ayudarse del, 3 supplicando el
tal al Sumo Pontífice, o a su Nuncio o summo Penitenciario, le
concediese que, no obstante las Constituciones, pudiese ser admittido en la
Compañía, no repugnando el Prepósito General della, 4 podría dar
consentimiento el tal Prepósito General, con que no se abriese la puerta
k13
para muchos, ni para ninguno sin partes, como se ha dicho, raras .
[177] 1 Otros i m p e d i m i e n t o s , a u n q u e cada u n o de por sí
no excluya de la Compañía [H], hacen que sea menos idóneo el
1
q u e desea ser r e s c i b i d o , y tanto podría ser el defecto, que no
fuese servicio de Dios q u e se acettasse con él nadie.
[179] 1 Estos i m p e d i m i e n t o s son desta manera: 2 Q u a n t o a
lo interior, passiones q u e parezcan i n d o m a b l e s , o hábitos de
pecados de q u e no se espere mucha emendación.
[180] 1 Intención no tan recta para entrar en R e l i g i ó n co-
m o c o n v e n d r í a , antes mezclada con h u m a n o s diseños.
[181] 1 Inconstancia o floxedad notable, en que pareciese
sería para poco el q u e pretiende entrar.
[182] 1 Indiscretas devociones, q u e hacen a a l g u n o s caer
en ilusiones y errores de importancia.
[183] 1 Falta de letras o aptitud de i n g e n i o o m e m o r i a para
aprendellas o l e n g u a para explicallas, en personas q u e muestran
tener intención o deseo de passar más adelante q u e suelen los
coadjutores t e m p o r a l e s " .
[184] 1 Falta de juicio, o dureza notable en el p r o p r i o
sentir", q u e en todas C o n g r e g a c i o n e s es m u y trabajosa.
[185] 1 Q u a n t o a lo exterior, falta de integridad corporal,
p
enfermedades y flaquezas o fealdades n o t a b l e s [ i ] ,
[178] H. 1 Cada uno destos segundos impedimentos de suyo po-
dría bastar para que uno no se admittiese. 2 Pero porque podría haber
tanta recompensa de otras muy buenas partes, que algún defecto destos
pareciesse en el Señor nuestro debría tolerarse, 3 queda el discernir esto en
la discreción del que tiene auctoridad de admittir, y del mesmo será en
tales casos dispensar, salvo el juicio del Superior, a quien se debrá dar
1
aviso de lo que tuviere difficultad, y seguir su parecer" .
11
El canon 684 del CIC actual regula el tránsito de un Instituto a otro. Para pasar a
un Instituto secular o a una sociedad de vida apostólica, o de éstos a un Instituto
religioso, se requiere licencia de la Santa Sede, a cuyos mandatos habrá que atenerse:
can.684, § 5.
' 23 30 164 334.
k
32. " 106 154 155 308 523.
1
186. ° 152 216.
m p
162 186 187. 44 107 216.
504 Constituciones
q
2 Edad m u y tierna o m u y c a r g a d a [K\.
r
3 Deudas y o b l i g a c i o n e s c i v i l e s [L,].
[189] 1 Des tos defectos todos q u a n t o más uno participa,
tanto es menos idóneo para en esta Compañía servir a Dios
v
nuestro Señor en a y u d a de las á n i m a s ; 2 y mire quien ha de
rescibir que la caridad particular no perjudique a la universal,
q u e siempre debe preferirse, como más importante para la
g l o r i a y honor de Cristo nuestro Señor".
[186] I. 1 Es de advertir que personas que tienen algunas fealda-
des o faltas notables, como son corcovas y otras monstruosidades, o
naturales o por accidente, como son de golpes y semejantes, no son para
esta Compañía; 2 así porque estas cosas son inconvenientes para el
Sacerdocio, como porque no ayudan para la edificación de los próximos,
con quienes es menester conversar según nuestro Instituto; 3 si no fuese,
u
como arriba se dixo , quando hubiese algunas singulares virtudes y dones
de Dios, con los quales semejantes faltas corporales se pensase acrescenta-
rían más en la edificación que disminuirían*.
[187] K. 1 Quanto a la edad menor que de 14 años para accetar
a probación y 25 para la profesión*, si en algunos subyectos por causas
speciales se juagase convenir la anticipación para el fin que se pre tiende
del mayor servicio divino, el Prepósito General podrá dispensar^ pesada
y consideradamente , 2y el mesmo, quando hay excesso de edad, verá si
es expediente para el bien universal padecer este inconveniente o no.
[188] L. 1 Acerca de las deudas se tenga mucho miramiento que
no se tome occasión de scándalo ni desasosiego, y más en las obligaciones
civiles donde el derecho provee, ultra del respecto de la edificación.
C A P I T U L O 4.°
i DEL MODO QUE SE HA DE TENER CON LOS QUE SE
ADMITIEREN
b
18 21. " 22-9 165-175. ' 51 53 126 511.
c
31 225. ' 53-103. 8
18 142 190.
506 Constituciones
16
En 1547 encontramos la práctica de este examen con personas que llegaban a la
casa de Roma, después de varios años de haber sido aceptados, en otras casas, para la
Compañía: AHSI 53 (1984) 299-307.
p
20.
s
* 93. 57.
1
' 65 98. 129.
SEGUNDA PARTE PRINCIPAL
i Del despedir los que no approb;iasen bien de los
admittidos
CAPITULO I.»
2 QUIÉNES Y POR QUIÉN PUEDAN SER DESPEDIDOS
1
El nuevo Código contempla la disciplina de la dimisión en los can.694-704. Queda
unificada la del proceso para la dimisión de los religiosos de votos temporales y de los de
votos perpetuos, de los de votos simples y de los de votos solemnes.
0
' 819. 774.
d
b
142 308 819. 31 192 208.
P.ll c. 1° 509
h
' 119 120 536. 423 662 663 666 791 820 821.
f
774. ' 31 192 205 219.
« 736. ' 211 212 215 227 297.
510 Constituciones
C A P I T U L O 2.o
i DE LAS CAUSAS POR QUE SE HAN DE DESPEDIR
2 a
La Congregación 1 . , decr.55, corrigió, ordenando que se dijera: «esperándose».
3 a
P.l. c.3 G ¡164-176].
0
119 204 208 215 222. < 217.
d
123 387. » 31 32 176.
e h
217. 73-9.
512 Constituciones
1
Conpañía ; 2 que en tales casos no es ra%ón que quede en la Conpañía
quien én ellos cae.
i Quando no tanto por la calidad o quantidad del peccado, quanto
por deshacer el escándalo que a otros ha dado, fuese menester despedir a
alguno; 3 si fuese buen sujeto en lo demás, verá la prudencia si será
expediente que se le dé licencia para ir a otra parte muy remota de las de
la Conpañía, no saliendo della.
a
[216] 1 L a 3 . , si se sintiese ser juntamente contra el bien
de la Conpañía y del particular; 2 como podría intervenir de
parte del cuerpo, si durante la probación se viesen tales enfer-
medades y flaqueza en a l g u n o , q u e paresciese en el Señor nues-
tro n o podría llevar adelante el trabajo q u e en nuestro m o d o d e
k
proceder se requiere para en él servir a Dios nuestro S e ñ o r ; 3 y
de parte del á n i m o , q u a n d o n o pudiese el q u e se acetó a
probación disponerse para v i v i r en obediencia, y hacerse al
m o d o de proceder de la Conpañía; p o r n o poder o n o querer
1
q u e b r a r su propio j u i c i o , o p o r otros naturales o habituales
inpedimentos.
a
[217] 1 L a 4 . , si se viese ser contra el bien de otros de
fuera de la Conpañía; 2 como sería descubriéndose el v í n c u l o
1
del m a t r i m o n i o , o servitud l e g í t i m a " , o deudas de impotancia",
h a b i e n d o encubierto la verdad desto en el examen".
3 Q u a l q u i e r a de estas q u a t r o causas q u e h a y a , parece se
servirá m á s Dios nuestro Señor de q u e se dé licencia honesta,
que de usar caridad indiscreta en el retener la persona en quien
cayesen.
C A P I T U L O 3.°
4
1 DEL MODO DE DESPEDIR
4
Los criterios de San Ignacio respecto a la dimisión y la conducta que siguió en la
práctica pueden verse en AICARDO, Comentario t.5 5 1 7 - 5 5 0 .
1
664 665.
K
107 185 213.
' 152 184.
M
28 173 174.
" 42 185 188.
° 213.
P.II c.3° 513
C A P I T U L O 4.°
' 140.
f
P.II c.4.o 515
5 a
Introdujo el cambio «los votos» la Congregación 1 . , decr.56.
6
Paulo III, Ucet debitum, 18 oct. 1549. El texto en MHSI. Const. I 361 n.6.
b
119 120 121 536 539.
516 Constituciones
c
98 200.
PARTE TERCERA PRINCIPAL
i Del conservar y aprovechar los que quedan
en probación
CAPITULO I.»
2 D E LA CONSERVACIÓN EN LO QUE TOCA AL ÁNIMA
Y ADELANTAMIENTO EN LAS VIRTUDES
3
Ex. c.4 n.l-5 [53-59].
' 280 281 402 814.
' 673 675.
8
428.
h k
287. 54 55 59 287 348 571.
1 1
57 570 571. 53 59.
520 Constituciones
4
Ex. c.4 n.1-5 [53-59],
4
* Sobre la aplicación de los bienes a que se renuncia: Compendinm practicum inris, S.I.
(Romae, Curia S.I., 1986) nn.378-381.
™ 55 56 59.
" 823 824.
P.III et.» 521
5
Este número ha sido también acomodado por la Congregación general 27, conforme
a las leyes vigentes sobre la comunión frecuente y a las normas sobre la elección de
confesor. Actualmente hay que tener en cuenta los can.663 y 630.
s
* Sobre el Maestro de novicios y su oficio en tiempo de San Ignacio: M. Ruiz
JURADO, Orígenes del noviciado... cit., pp.75-83, 216-221. En este volumen: «Reglas», doc.5.
6
En la actualidad, la clausura se rige por el can.667, § 1. En Compendium practicum
inris S.L, n.292.
p
813. " 35 91 92 424.
" 342 344. " 431.
' 80 278 342 343 584. " 261 278.
* 278 584. ' 9¡-7 424 551.
' 263 278. 2
8 300 582.
522 Constituciones
0
727 754.
d
8 90 98. ' 431 504-6.
' 667. • 89 304 595.
P.III c.1.° 523
h 7
mus o m n e s , conforme al a p o s t ó l o , 2 y dotrinas differentes no
se a d m i t í a n [O] de palabra en sermones ni lecciones públicas, ni
por libros, 3 los quales no se p o d r á n publicar sin aprobación y
1
licencia del Prepósito General , el qual cometerá la examinación
dellos, a lo menos a tres de buena doctrina y claro juicio en
aquella sciencia. 4 Y aun en el juicio de las cosas agibles, la
d i v e r s i d a d , quanto es posible, se evite, que suele ser madre de la
discordia y e n e m i g a de la unión de las voluntades. 5 La qual
unión y conformidad de unos y de otros debe m u y diligente-
mente procurarse y no permitirse lo contrario [P], 6 para q u e
con el v í n c u l o de la fraterna caridad, unidos entre sí, mejor
p u e d a n y más eficazmente emplearse en el servicio de Dios y
k
a y u d a de los p r ó x i m o s .
[276] 1 P o r q u e para pasar adelante en las v i r t u d e s , a y u d a
m u c h o el buen exenplo de los más a n t i g u o s , que anime a los
otros a su imitación, 2 el Superior (si otra cosa por particulares
respectos no juzgase c o n v e n i r ) hará a l g u n a vez entre año, y
todos los otros Sacerdotes que a él paresciere, el oficio o
officios de los q u e sirven, a l g ú n espacio de tiempo; 3 porque a
los otros sea más a g r a d a b l e el tal exercicio, en q u e por m a y o r
servicio y g l o r i a de Dios nuestro Señor son puestos.
[277] 1 Enséñese la doctrina cristiana a l g u n o s días cada
1
semana" y el m o d o de bien y frutuossamente confessarse" [£?],
y comunicarse, y oír M i s a y servirla y orar y meditar y leer,
cada uno hasta donde fuere capaz; 2 y téngase cuidado ansí de
que aprendan lo que conviene, como de q u e no lo dexen
olvidar, y exerciten lo aprendido; 3 dando todos a las cosas
spirituales tiempo", y p r o c u r a n d o devoción quanta la divina
gracia les comunicare; 4 para lo qual a y u d a r á q u e a los que no
los han hecho se den a l g u n o s Exercicios Spirituales o t o d o s " ,
[274] O. 1 No se deben admitir de nuevo; j si se tuviesen
algunas opiniones que discrepasen de lo que se tiene comúnmente por la
Iglesia j doctores della, deben subjetarse a lo que en la Conpañía se
determinase*, como en el Examen se ha declarado. 2 En las opiniones
que tienen Doctores católicos diversas o contrarias entre sí, también la
conformidad se debe procurar en la Compañía.
[275] P. 1 No se sufra entre ningunos de Casa pasión o enojo
alguno de unos con otros; 2y si algo desto interviniesse, véase que luego se
reconcilien con la satisjación conveniente.
8
Cf. Gen c.22.
" 30 53.
" 17 544.
' 84 85 286 342 424 547 551 618 619 627 661 765.
* 424 547 549 550.
* 84-88 434.
b
84 85 284 342 424 547 551 552 618 619 627 661 765.
526 Constituciones
C A P I T U L O 2.o
0
" 243 339 582 827. 435.
6
b
131 543 627. 81 577-81.
528 Constituciones
por ¿os grandes trabajos que se requieren en ella como por la mucha
abnegación de sí mesmos.
5 Por tanto, nos pareció a todos, deseando la conservación y augmento
della para mayor gloria y servicio de Dios nuestro Señor, que tomásemos
otra vía; 6 es a saber, de admitir mancebos que con sus buenas costumbres
e ingenio diesen speran^a de ser juntamente virtuosos y doctos para
trabajar en la viña de Cristo nuestro Señor*, 7y admittir así mesmo
2
Colegios con las condiciones que la bula dice , ahora sean en Universida-
des, ahora no,y si son en Universidades, ahora sean ellas gobernadas por
1
la Conpañía, ahora no . % Porque desta manera nos persuadimos en el
1
Señor nuestro que su divina Magestad será servida , multiplicándose en
número y ayudándose los que se han de emplear en él en las letras y
virtudes.
9 Y así primeramente se tratará de lo que toca a los Colegios, y
después de lo que toca a las Universidades. 10 Y quanto a los Colegios, en
primero lugar se tractará de lo que toca a los fundadores; 11 en 2.°, de lo
que toca a los Colegios fundados, quanto a lo material o temporal dellos;
12 en 3.°, de lo que toca a los Scolares que en ellos han de studiar, quanto
al rescibirlos y conservarlos y aprovecharlos en letras y otros medios de
ayudar al próximo y sacarlos del studio; 13 4.°, de lo que toca al
gobierno dellos.
C A P I T U L O l.o
1 D E LA MEMORIA DE LOS FUNDADORES Y BIENHECHORES
DE LOS COLEGIOS
2
La bula Wegimini müitantis Ecclesiae, de Paulo III, y la de Julio III Exposcit debitum.
Textos en MHSI, Const. I 24-32 y 372-383.
3 a
En vez de la expresión «que su divina magestad será servida», la Congregación 1 . ,
decr.58, decidió que se pusiese la frase: «que será para mayor servicio de su divina
Magestad».
' 183 334 523.
f
320 440 441 762.
532 Constituciones
• 587.
[
P.IV Í.2." 533
C A P I T U L O 2.o
1 DE LO QUE TOCA A LOS COLEGIOS QUANTO A LO MATERIAL
DELLOS
1
Fórm. del Inst. de Julio III, n.8.
d
588.
* 589 590.
' 321 441 442 762.
8
419 420 740 815.
" 421 424 490 740 757.
' 421 741 742 759.
1
5 419 557 763 774 776 816.
P.IV c.2.o 535
8
en juicio, quando fuesse así conveniente o necessario. 3 Y del mesmo será
9
el rescibir lo demás que se diesse al tal Colegio para la sustentación y
w
augmento dél en las cosas temporales.
[331] 1 En C o l e g i o s donde se pueden mantener sin los
Preceptores doce Scolares de la propria renta, n o se pidan ni
accepten limosnas ni presentes a l g u n o s , por más edificación del
p u e bl o [G]. 2 Q u a n d o fuessen rentados en aquella q u a n t i d a d ,
podríanse acceptar a l g u n a s l i m o s n a s , a u n q u e n o pedir, si tan
pobre no fuese q u e el pedir, a a l g u n o s a los menos, aún fuesse
necessario. 3 P o r q u e en tal caso, m i r a n d o siempre el m a y o r ser-
vicio d i v i n o y bien universal, podrá hacerse, y también el pedir
p
ostiatim ad t e m p u s en todas necessidades q u e lo r e q u i r i e s s e n .
[328] D. 1 Los que se disponen para ir a los Colegios son los
& 11
que están en las Casas de probación^ de que en la 6. parte se dirá ,y
los que se inbían de las Casas de la Compañía Profesa o de las de
probación a los studios.
[329] E. 1 Los que hacen las cosas de los Colegios fuera dellos,
se entienden principalmente los Procuradores, que en la curia del Summo
Pontífice o de otros príncipes tratan las cosas de la Compañía™. 2 Pero
lo que se hubiese de contribuir para estos y otros gastos necessarios, el
General, guardando la proporción debida, lo ordenará por sí o por otro.
[330] F. 1 Quando se dice que no puede ayudarse la Compañía o
el General della de la renta de los Colegios, entiéndese, conforme a lo que
12
dice la Bula , que no pueda convertise en los proprios usos la renta.
2 Con esto pueden expender en todos los que hacen provecho a los tales
Colegios, así como quando algunos hubiere Administradores, Predicado-
res, Lectores, Confessores, Visitadores y otros Profesos o personas
símiles, que atienden al tal provecho spiritual o temporal de los tales
Colegios". 3 Así mesmo sin tal causa se puede gastar alguna poca cosa
con qualquiera persona de la Compañía, dándole de comer algún día, o
algún poco de viático o cosa semejante, quando passa por el Colegio para
una parte o para otra; 4 que lo que es tan poco se reputa no ser nada; y
quítanse scrúpulos de una parte de usar inhumanidad, y de otra de hacer
0
contra la intención de la Sede Apostólica .
8
Las palabras «prepósito o a quien él lo cometiese», las añadió la Congregación
a
general 1 . , decr.59, a continuación de «mesmo». Como se ve, es sólo una aclaración, que
no cambia el sentido.
9 a
Donde el original ignaciano decía «al tal colegio», la Congregación general 1 . ,
decr.59, mandó que se pusiera: «a los tales Colegios».
10 a
La Congregación general 1 . , decr.59, cambió «del» por «dellos».
11 a
Después de la palabra «probación» suprimió la frase «de que en la 6. parte se
a
dirá», la Congregación general 1 . , decr.60.
1 2
Fórmulas del Instituto de Paulo III y de Julio III. Textos en MHSI. Const. 26-30;
377-381.
1
6.
m
591 760 806-8. ° 558 559
" 422 558. P 67 82 569.
536 Constituciones
C A P I T U L O 3.o
13
En el texto ignaciano se leía «segunda» en vez de «primera». Enmendó el texto el
P. Mercuriano en la consulta de 14 de diciembre de 1566, como consta en el archivo
romano de la Compañía de Jesús (Inst. 186c 803).
14
P.l.» c.3 n.3-7 [164-176].
C A P I T U L O 4.o
1 9 +
En el CIC actual se recomienda al sacerdote intensamente la celebración diaria
(can.904), y a todos los religiosos la diaria participación a ella (can.663, § 2).
2 0
Hay que tener en cuenta, como ya hemos observado a propósito del n.43, que San
Ignacio escribía en una época en que el analfabetismo era mucho más amplio que en el
día de hoy, sobre todo en el campo.
2
> P.5.» c.4 [540].
' 277 279 ° 544 546.
p
"> 261 342. 16 71 98 119 336 514 537 544.
540 Constituciones
C A P I T U L O 5.°
2 2
Actualmente hay que tener en cuenta las leyes que ha ido emanando la Iglesia
respecto al estudio de los religiosos, como las que tocan a la promoción de los diversos
grados académicos eclesiásticos.
" 277.
5
54 55 59 254 287 571. » 115 648.
' 247 248. ' 307 360 440.
P.IV c.5° 541
C A P I T U L O 6.o
25
El texto ignaciano decía «los que no son salidos». Suprimió la errata del «no» la
a
Congregación general 1 . , decr.62.
p
391 417. ' 456 459.
s
" 385 388 389. 378 455 456.
P.IV ce." 545
123 739.
* 518. 212.
c
381 388. 206-8.
d
374 376 388 389. 381 384 385.
' 504-6. 374 376 385.
P.IV c.7.a
547
C A P I T U L O 7.o
C A P I T U L O 8.°
3 3
Para cumplir lo indicado aquí, publicó el P. Polanco en tiempo de San Ignacio, en
1554, un directorio para confesores, con este título: Breve Directorium ad Confessarii ac
Confitentis manas rite obeundum (Roma 1554).
h
356 437 642 643.
' 437 648.
k
649.
1
437 528 645.
P.IV c.9.° 551
C A P I T U L O 9.°
34
Cf. 1 lo 2,20 ct 27. Sobre la interpretación apostólica de esta «unción del Espíritu
Santo», típica de San Ignacio, MANR 56 (1984) 219-228.
35 a
P.2. c.2 et 3 [209-230],
* P.4.» c.3 B [338].
3 7
La primera parte de este número, desde «otros» hasta «dichos», se lee en el texto
ignaciano en el cuerpo de las Constituciones, no entre las declaraciones. La Congregación
a
general 1 . , decr.28, al decretar el cambio, añadió la partícula «pero» para empalmar esta
declaración con la siguiente.
' 338.
552 Constituciones
C A P I T U L O 10
29. 379.
Con todo, ya en tiempo mismo de ian Ignacio hubo algunos profesos c¡ue fueron
3 9
rectores, como el P. Andrés de Oviedo, ¡ue hizo la profesión en 1549 y fue rector del
colegio de Ñapóles en 1552.
b b
371 391. 5 326 557 763 774 816.
c
c
473 474 476. 322 441 680 743 762 763.
0
424. " 326 327 419 740.
' 326 490 557 740 757 759.
" 326 327 420 740 815.
P.IV c.10 553
f
re el G e n e r a l , de q u i e n será ansí m e s m o quitarle y mudarle de
tal c a r g o , c o m o mejor le paresciere en el Señor nuestro.
[423] 1 El R e c t o r se procure q u e sea de m u c h o exenplo y
edificación y mortificación de todas inclinaciones siniestras,
11
specialmente p r o b a d o en la obediencia y h u m i l d a d ; 2 q u e sea
ansímesmo discreto y apto para el g o b i e r n o , y tenga uso en las
cosas a g i b l e s y speriencia en las spirituales; 3 q u e sepa mezclar la
severidad a sus tiempos con la b e n i g n i d a d ; 4 sea cuidadoso,
suffridor de trabajo y persona de letras, y finalmente de quien
se p u e d a n confiar y a quien puedan c o m u n i c a r seguramente su
auctoridad los Prepósitos Superiores; 5 pues q u a n t o m a y o r será
ésta, mejor se p o d r á n g o b e r n a r los Colegios a m a y o r gloria
k
divina .
[424] 1 El officio del Rector, después de sostener todo el
1
C o l e g i o con la oración y sanctos deseos , será hacer que se
1
g u a r d e n las Constituciones" [B], 2 v e l a n d o sobre todos con
m u c h o c u i d a d o , g u a r d á n d o l o s de inconvenientes de dentro y
fuera de casa con p r e v e n i r l o s , y si interviniesen, remediándolos,
c o m o para el bien de los particulares y para el universal convie-
ne; 3 p r o c u r a n d o se aprovechen en v i r t u d e s y letras"; 4 conser-
0
v a n d o la salud d e l l o s [C] y tanbién las cosas tenporales, ansí
stables c o m o muebles; 5 poniendo los Officiales discretamente,
y m i r a n d o c ó m o proceden, y deteniéndolos con el officio o
m u d á n d o l o s , como in D o m i n o le paresciese conveniente, 6 y
g e n e r a l m e n t e m i r a n d o q u e lo dicho en los Capítulos preceden-
tes q u e a los Colegios toca, se observe; 7 g u a r d a n d o entera-
mente la subordenación q u e debe tener no solamente al Prepó-
sito General, pero aun al Provincial, 8 avisándole y haciendo
recurso a él en las cosas de más m o m e n t o , y s i g u i e n d o la orden
q u e le fuere dada, pues es Superior s u y o , como es justo lo
h a g a n con él los de su C o l e g i o . 9 L o s quales le debrán tener en
g r a n acatamiento y reverencia, como a quien tiene l u g a r de
Cristo nuestro Señor", lOdexándole la disposición libre de sí
m e s m o s y de sus cosas con verdadera o b e d i e n c i a ' , 1 1 no le
s
teniendo cosa cerrada [D], ni aun la consciencia p r o p i a , abrién-
40
dola, c o m o en el E x a m e n está d i c h o , a tienpos determinados,
y más veces, q u a n d o se ofreciese causa, sin repugnación ni
contradicciones o demostraciones a l g u n a s de parescer contra-
rio', 12 p o r q u e con la unión de un m e s m o sentir y querer y la
debida submisión mejor se conserven y passen adelante en el
divino servicio".
[428] 1 Para el buen g o b i e r n o de la Casa, no solamente
y
debe el Rector poner Officiales quantos son m e n e s t e r , pero
aun idóneos [E] q u a n t o se pudiere para su officio; 2 dándole a
z
cada uno sus R e g l a s de lo q u e debe h a c e r [F] y m i r a n d o q u e el
uno no se entremeta en el officio del otro. 3 Sin esto, como
debe hacerlos a y u d a r q u a n d o tubieren necessidad de a y u d a , ansí
q u a n d o les sobrare tiempo, se debe hacer q u e lo enpleen fruc-
3
tuosamente en servicio de Dios nuestro S e ñ o r .
[431] 1 L o s Officiales de que tiene necessidad el Rector,
parece sea en primer l u g a r un buen M i n i s t r o , q u e sea Vicerec-
tor o M a e s t r o de Casa, para proveer en todas las cosas q u e al
bien universal convienen; 2 c o n un Síndico para lo e x t e r i o r " y
0
un otro q u e en las cosas spirituales s u p e r i n t e n d i e s e , 3 y dos o
más personas de cuya discreción y bondad m u c h o se confiase
[G] para poder conferir con ellos en las cosas en que hallase
difficultad y le paresciese ser justo c o m m u n i c a r l a s con los tales
d
a m a y o r g l o r i a d i v i n a , 4 y éstos sin los otros q u e para officios
6
más particulares son n e c e s s a r i o s [H].
[434] 1 Procure el Rector q u e se g u a r d e entera obediencia
de los del colegio a los Officiales cada uno en su officio, y de
1
los Officiales al Ministro* y al m i s m o Rector, s e g ú n la orden
q u e él les diere. 2 Y c o m ú n m e n t e los que tienen c a r g o de otros
que les han de obedecer, deben darles e x e m p l o en la obediencia
que ellos m e s m o s tendrán a los que les serán Superiores en
1
l u g a r de Cristo nuestro S e ñ o r .
[435] 1 A y u d a r á para todo el concierto del tienpo en stu-
k
diar, orar, M i s s a s , lecciones, comer y d o r m i r y lo d e m á s ,
dándose señal a horas concertadas [ / ] , 2 la cual entendida, todos
acudan l u e g o dexando la letra comenzada*. 3 Y q u a n d o estas
horas se deban m u d a r , s e g ú n los tiempos y otras causas extraor-
dinarias, mire en ello el Rector o quien presidirá, y hágase lo
q u e él ordenare.
[437] 1 El Rector debe leer o enseñar la doctrina cristiana
por quarenta días por sí m e s m o . 2 Y mire también quiénes y
hasta q u e término en Casa y fuera della deban comunicarse a los
p r ó x i m o s en conversaciones spirituales y Exercicios y Confes-
siones, y tanbién en predicar o leer o en enseñar la doctrina
cristiana, 3 parte para exercicio dellas mesmos (en special quan-
do van al cabo de sus studios), parte por el fruto de los otros de
1
Casa y fuera della" , 4 y p r o v e a en todo lo q u e sintiere, pondera-
das todas cosas, ser más a g r a d a b l e a la divina y s u m m a Bondad
y m a y o r servicio y g l o r i a suya [L,].
4 2
Después de «se dará», decía el texto ignaciano «parte», reminiscencia del texto
primitivo de 1550, en que se leía «parte con el relox, que es bien le aya, en quanto fuere
a
posible, parte con la campana». La Congregación general 1 . , decr.63, suprimió la palabra
«parte».
" 490 502 810 811.
' 148 305 334 428. ' 423 659.
( 149 306. " 294 295.
* 364. ' 284 547.
m
" 87 88 286. 362 365 400-14.
556 Constituciones
C A P I T U L O 1 2
4 4 a
La Congregación general 1 . , decr.29, introdujo aquí «y hebrea», trayendo esta
mención aquí v quitándola de la línea siguiente.
' 488 489. " ' 369 456.
d
351 353 464 467.
• 3 156 163 258 307 351 360 603 813. ' 351 352 367 460.
I
C A P I T U L O 13
i DEL MODO Y ORDEN DE TRATAR LAS FACULTADES DICHAS
¡
' 369 456. 369 456.
' 352.
h
351. * 375.
560 Constituciones
4 5
Las palabras «aprobado por el General» fueron añadidas aquí por la Congregación
a
general 1 . , decr.31. Se refiere la Constitución al tratado Katio studiorum, que, comenzado
a elaborar en tiempo de San Ignacio, se concluyó en tiempo del P. Aquaviva en 1586.
Véase la ed. reciente de MHSI, Monumenta paedagogica V (Roma 1986) cuidada por
L. LTJKÁCS.
b
395 396.
c
369 446 447 450. * 375 378.
d h
369. 378 380.
' 374 375. ' 367 368 447 449 460.
1
' 381 484. 369 452.
P.IV c.l 3 561
4 6 a
Donde el texto ignaciano decía «mes y año», ia Congregación general 1 . , decr.32,
introdujo la frase: «y de más, quando se juzgare que se debe hacer».
1
374 375.
™ 471 493 494. p
354-7 471 472.
" 357 471 472. " 355.
° 367 368 447 449. ' 356.
562 Constituciones
C A P I T U L O 1 4
4 7 a
P.4. c.5 [358].
4 8
En vez del texto ignaciano: «otra teología no contraria a ésta», la Congregación
a
general 1 . , decr.65, ordenó que se dijese: «otro autor».
4 9 a
Cf. p.4. c.5 E [359].
' 274 358.
b
351 446.
c
359.
" 359.
P.IV c.l5 563
50
Terencio , antes no se kan, 2 p o r q u e la qualidad de las cosas no offenda
la puridad de los ánimos.
51
[470] 1 En la L ó g i c a y Filosofía natural y m o r a l seguirse
ha la doctrina de Aristóteles, y en las otras Artes Liberales; 2 y
en los comentarios, así destos auctores como de los de Humani-
dad, téngase delecto y nómbrense los q u e deben v e r los discípu-
los, y también los q u e deben más s e g u i r en la doctrina que
enseñan los M a e s t r o s . 3 Y el Rector en todo lo que ordena
procederá conforme a lo q u e en la Compañía universal se j u z g a
6
más convenir a g l o r i a de Dios nuestro S e ñ o r .
C A P I T U L O 1 5
5 2
Cf. Rom 12,10.
5 3
En vez de «y los más doctos procuren los ínfimos lugares», la Congregación
a
general 1 . , decr.34, mandó escribir: «sin guardarse differentia alguna de lugares». Así
aparece escrito por Polanco en el texto B.
5 4
Cf. Gen 15,1.
c
' 390 817.
418 518 519. ' 4 82 398 495 499 565 566 640 816.
d
388 390. * 82.
P.IV c. 16 565
C A P I T U L O 1 6
C A P I T U L O 1 7
55
P.l.a c.10 [423],
' 381 456. 395 397 500.
' 403. 444.
8
360. 823.
P.IV c.17 567
3
q u i e n él lo cometiese ( c o m o sería el Provincial o el V i s i t a d o r ) ,
5 y la confirmación será siempre del General. 6 Y tendrá el
Rector quatro Consiliarios o Asistentes [B] q u e en las cosas de
su officio g e n e r a l m e n t e le puedan a y u d a r , y con quienes él trate
b
las cosas de i m p o r t a n c i a .
[493] 1 A n s i m i s m o habrá un Canciller [C], persona q u e se
señale en letras y b u e n celo, que pueda tener juicio en las cosas
q u e se le han de cometer, 2 c u y o officio sea ser instrumento
general del Rector para ordenar bien los studios, y enderezar las
disputaciones en los actos públicos, 3 y j u z g a r de la sufficiencia
de los que se han de admitir a los actos y g r a d o s , los quales dará
d
él m i s m o .
[495] 1 H a y a un Secretario de la m i s m a Compañía q u e
tenga la matrícula donde se scriban los scolares todos q u e
continúan las scuelas [D], 2 y resciba su promessa de obedecer
al Rector y g u a r d a r las Constituciones, las cuales él m i s m o
6
p r o p o r n á [E], 3 y tenga el sigilo del Rector y Universidad;
f
pero esto todo se h a g a sin costa de los S c o l a r e s .
[491] A . lCon esto no mudará los Lectores principales ni
Officiales, como el Canciller, 2 sin avisar al Provincial o General si está
más cerca, si a él no se hubiere remittido, al qual de todas cosas debe
procurar tener informado.
5
[492] B. 1 Destos Consiliarios el uno podrá ser Colateral* ,
si as sí pareciere necessario al Prepósito General, 2j si no hubiese
disposición para tantos, haráse lo mejor que se podrá.
[494] C. 1 Si bastase el mismo Rector para hacer sin su officio
el de Cancelario, podrían estos dos cargos concurrir en una persona.
[496] D. 1 Como vienen de una semana arriba continuamente,
es bien combidarles a screbirse en la matrícula; 2y leérseles han las
Constituciones, no todas, sino las que cada uno debe guardar; iy tomár-
seles ha promesa y no juramento, de obedecer y guardar las Constitucio-
nes propuestas. 4 Si no quisiessen algunos obligarse con promessa ni
screbirse en la matrícula, no por esto se les cerrará la puerta de las
scuelas, con que pacíficamente y sin seándalo conversen en ellas; 5y así se
les podrá decir; pero que se tiene más particular cargo de los Scolares
scriptos en la matrícula.
[497] E . 1 Aunque después las que todos deben observar se
pondrán donde públicamente se puedan leer, y las de cada classe, en ella
misma.
5 6
Este oficio de colateral, aunque jurídicamente no se haya abolido, de hecho no
existe actualmente. Véase la nota al n.659.
* 326 421 740 757 759. " 460 471 502.
6
431 502 810 811. * 395 396.
c
659. ' 398 478.
568 Constituciones
C A P I T U L O l.o
2 DEL ADMITTIR Y QUIÉN DEBA Y QUANDO HACERLO
2
Narra, con todo, el P. Polanco que el P. Benedicto Palmio hizo la profesión en
manos de un obispo en Padua, a pesar de estar presente al acto el P. Simón Rodrigues,
uno de los primeros profesos. Cf. MI, Const. 3 p.163 nota 1.
3
Ex. c.4 [100],
4
Actualmente queda regulada la validez del noviciado por los can.648-649.
d
682 683 699.
' 666 753. " 16 17 98 119 336 346 537 544.
' 516 519 522 523 706. ' 16 71 119 516.
g k
517 519 521-3 737. 16 100.
572 Constituciones
C A P I T U L O 2.o
C A P I T U L O 3.°
5
Como ya NADAL en su Scholia ad Constitutiones dice, desde et principio se entendió
esto en el sentido de «después de la comunión de la misa». Véase la ed. crítica (Granada,
Facultad de Teología S.I., 1976) n.525. Sobre este rito de profesión: Di^ionario degli
Istituti di perfe^ione, en la voz «professione», vol.7, col.921-924.
6
Dos palabras, «Societatis Iesu», fueron añadidas aquí al texto ignaciano por la
a
Congregación general 1 . , decr.67.
' 516 518.
b
4 547-81.
c
532 535.
d
7 602 603 605.
P.VcJ.o 575
C A P I T U L O 4.o
18
Ex. c.8 n.l-2 A [130-1321.
19
P.4.* c.4 n.5 D [346 347].
2 0 a
La Congregación general 4. , decr.55, puso «dos» en vez de «tres» en el texto
oficial.
k
116 117.
1
131 292 627. ° 346.
m
16 71 98 119 336 346 514 537. " 530.
q
" 17 283. 346 347.
SEXTA PARTE PRINCIPAL
iDe lo que toca a los ya admittidos o
encorporados en la Compañía quanto a sí
mesmos*
C A P I T U L O l.o
C A P I T U L O 2.o
3
[553] 2 La p o b r e z a * , c o m o firme m u r o de la religión, se
ame y conserve en su puridad, quanto con la divina gracia
2
possible f u e r e . 3 Y p o r q u e el e n e m i g o de la natura humana
suele esforzarse de debilitar esta defensa y reparo, q u e Dios
nuestro Señor inspiró a las R e l i g i o n e s contra él y los otros
contrarios de la perfección dellas, 4 alterando lo bien ordenado
por los primeros F u n d a d o r e s con declaraciones o innovaciones
no conformes al primer spíritu dellos; 5 para q u e se provea lo
que en nuestra m a n o fuere en esta parte, todos los q u e harán
2
Ex. c.4 [91 92].
3
La mente de la Santa Sede es que normalmente se le pidan las gracias por medio de
los Superiores o Procuradores convenientes. Esto no quita el acceso directo a ella, que
queda siempre libre a todos.
3
* Véase la tesis doctoral de G. SWITEK, «In Armut predigen» (Würzburg, Echter,
1972). Trad. española: «Predicare in paupertate». Estudios sobre el concepto de pobrera según
Ignacio de Eoyola (Roma, CIS, 1975).
1
91-7 263 424.
ra
97.
" 84 85 284 342 424 547 551 618 619 627 661 765.
• 287 816.
582 Constituciones
8 a
Las palabras «o limosna» las añadió la Congregación general 1 . , decr.37 (Inst.
2,164) en este lugar.
4 82 398 478 499 640 816.
P. VI c.2.° 585
sonas g r a n d e s , si no fuese por respectos sanctos de obras pías, o
q u a n d o fuesen íntimamente benévolas en el Señor nuestro: q u e
parezca ser debido a las veces tal officio para con ellos.
[569] 1 Estén aparejados para mendicar ostiatim q u a n d o
la obediencia o la necesidad lo pidiese". 2 Y h a y a a l g u n o o
a l g u n o s deputados para pedir limosnas de q u e se m a n t e n g a n los
de la C o m p a ñ í a , y esto llanamente d e m a n d á n d o l a s por a m o r de
Dios nuestro Señor.
[570] [H] C o m o no se p u e d e tener cosa propria en casa,
así tampoco fuera della en manos de otros, contentándose cada
uno de lo q u e le fuere d a d o del c o m ú n para su uso necessario o
conveniente sin superfluidad a l g u n a " .
[572] 1 P o r q u e mejor se conserve la p u r i d a d de la pobreza
y la q u i e t u d que c o n s i g o trae, no solamente no serán capaces de
herencia los particulares Professos o Coadjutores formados,
10
pero ni aun las Casas o iglesias o C o l e g i o s por razón d e l l o s .
2 Y así mejor se cortarán todas lites y differencias, y se conser-
vará la caridad con todos a g l o r i a de Dios nuestro Señor.
[573] 1 Q u a n d o el S u m m o Pontífice i m b í a o el Superior
los tales Professos y Coadjutores a trabajar en la viña del
s
S e ñ o r , no puedan d e m a n d a r viático a l g u n o ' , 2 mas presenten
[571] H. l Entiéndese esto absolutamente de los Professos y
0
Coadjutores formados . 2 Pero en los Scolares j otros que están en el
tiempo de su probación, esto se ha de entender de cosas que de presente
estén a su disposición; 3 que no tengan ninguna sin que lo sepa y se
1
contente dello el Superior *, y no de los bienes que tienen por ventura
lexos de allí en casas o otras haciendas; 4 pero aun quanto a éstas,
debrán estar aparejados a deshacerse dellas cada y quando que al
1
Superior le paresciere , como en el Examen está dicho''.
1 Observándose umversalmente el no heredar ni tener cosa propia,
2 con esto, quando algún particular, movido de su devoción y santa
intención a mayor gloria divina, antes de su professión hubiese facultad
de la Sede Apostólica para heredar él o la casa donde hi^o professión,
3 con que no fuesse para su proprio uso, sino para obras pías o obligato-
rias, y en todo a disposición del prepósito general, 4 no se reputaría
contra esta constitución ni la intención della.
"> Ex. c.4 [54 59].
10
En el texto había aquí un reclamo a una declaración que hemos conservado en
cursiva: «Observándose... intención deiia». Toda ella fue suprimida por el decr.38 de la
a
Congregación 1 . para evitar que en la posteridad pudiera dar lugar a una interpretación
relajadora de la pobreza: «ut paupertas sancta magis restringeretur» (Imtitutttn S.I. II
P 165).
° 67 82 331 574 610 625.
» 297 ' 54 55 59 254 255 287.
5
P 4. 1 527 529 603 605.
1
' 57 254. 1 609 610.
586 Constituciones
11
Por qué San Ignacio no puso hábito a la Compañía, lo cuenta el P. Goncalves da
Cámara en su Memorial, n.136 (MI, Fontes narr. I 609). Sobre el modo de vestir: M.
DORTEL-CLAUDOT, Le genre de vie extérieure de la Compagnie de Jésus (Roma, PUG, 1971) v
Mode de vie. Nivea// de vie et pauvreté de la Compagnie de Jesús (Roma, CIS, 1973: Recherches
4); cf. AHSI 43 (1974) 341-342.
12 a
La Congregación 1 . , decr.68, introdujo aquí el cambio de «mejores» por «más
finas».
" 82 569 609 610 625. " 18 19 297. ' 304.
" 81 296 297. c
301 339. f
81 577.
d
8. 8
637.
' 580.
P.VI cJ.o 587
edad conveniente para ella; y así, según el mayor bien particular de las
tales personas y el bien universal de otras muchas, se debe mirar y
proveer como se pudiere a mayor gloria divina.
[581] N . Un los particulares, si más o menos será menester
según las circunstancias de las personas, quedará a la discreción de los
que tienen dellos cargo proveer como conviene.
C A P I T U L O 3.°
,2
* Nadal se siente particularmente inspirado al comentar este pasaje de las Constitu-
ciones (Scbotia, ed. crít., p.158-161). Por la unión con Dios, el hombre espiritual formado
se ha hecho dócil a la unción del Espíritu. El afecto de su caridad se ejercita iluminado
por la discreción. Cf. MANR 30 (1958) 49-56.
•134. ° 292 300.
d
" 8 9 263 300. 340.
588 Constituciones
13
Como se dijo ya al hablar del n.261, es necesario tener presente hoy las normas de
Derecho canónico sobre la comunión diaria de los religiosos. Cf. can.663 y 630.
14
«Canto de órgano» no se refiere a que no se toque el órgano. Significa canto
figurado o mensurable, compuesto de notas diferentes en forma y duración. «Canto
llano» es el canto gregoriano. Cf. ALDAMA, La vida religiosa... p.332.
15
Nadal habla del tono recto: «...unitonus, in quo nulla flt vocum inflexio» (Scholia
ed. crit., n.587).
16
La Misa mayor no significa misa solemne, sino la misa principal del día, que se
celebra a una hora determinada para que concurra la generalidad del pueblo. Cf. MI,
Const. I 47.
' 80 261 342 343. « 3 307.
f
261 278. "311.
P.V1 c.3.° 589
1 k
Pontífice o sus S u p e r i o r e s , no deben tomar cura de á n i m a s ,
2 ni menos c a r g o de m u g e r e s religiosas o de otras qualesquiera,
para confessarlas por ordinario o r e g i r l a s ; a u n q u e por una
passada no r e p u g n e confessar un monasterio por causas specia-
les.
[589] Ni o b l i g a c i ó n de Missas perpetuas en sus iglesias ni
c a r g o s semejantes, q u e no se compadescen con la libertad que
1
es necessaria para nuestro m o d o de proceder in D o m i n o [C].
[591] 1 P o r q u e la Compañía más enteramente pueda atten-
der a las cosas spirituales de su professión, dexe, q u a n t o fuere
possible, todos negocios seglares (como de ser testamentarios o
executores o procuradores de cosas civiles o de cualquier mane-
ra), 2 no a d m i t t i e n d o tales cargos ni se occupando en ellos por
1
r u e g o s a l g u n o s " [D], 3 Y si los hubiere de C o l e g i o s , ellos
tengan P r o c u r a d o r q u e los trate y defienda su derecho; 4 si de
las casas de la Compañía o de todo el cuerpo della, para q u e
pueda g u a r d a r ella su paz, el m e s m o P r o c u r a d o r o a l g ú n otro
Coadjutor, o a l g u n a persona de fuera de la Compañía, o a l g u n a
familia q u e tomase la protección de la casa podría defender el
derecho de la C o m p a ñ í a a m a y o r g l o r i a divina.
[593] 1 Por la mesma razón, y por evitar occasiones de
i n q u i e t u d a g e n a de nuestra professión y mejor conservar la paz
y benevolencia con todos a m a y o r g l o r i a d i v i n a " , 2 n i n g u n o de
la Compañía profesa ni Coadjutor ni Scolar della se dexará
examinar no solamente en causas criminales, mas ni aun en las
civiles (si no es c o m p e l i d o por quien le p u e d e o b l i g a r a pecca-
do) sin licencia del S u p e r i o r [E]; 3 y él no la dará, si no fuesse
en las causas q u e tocan a la r e l i g i ó n católica o en otras pías y en
tal manera favorables a u n o , que no v e n g a n en perjuicio de
otro; 4 pues es de nuestro Instituto sin offensión de nadie, en
q u a n t o se puede, servir a todos en el Señor nuestro.
17
Obligarse a celebrar perpetuamente una o más Misas en la iglesia de la Compañía, a
cambio de una renta fija, sería una «capellanía», un verdadero «beneficio», contra la
pobreza de la Compañía. Cf. ALDAMA, La vida religiosa..., p.371; Const. n.4,325.355.
1
324 325.
m
' 82 92 304 308 603 605 626. 793 794.
k
324 325. " 823 824.
590 Constituciones
C A P I T U L O 4.o
89 272 304.
P.VI c.í.° 591
C A P I T U L O 5.o
a
424 547 746 790 826.
b
7 527 603 605.
592 Constituciones
0
d i e n c i a , 6 lo qual se podrá hacer en las cosas y personas donde
se j u z g a r e que para el bien particular de cada u n o o el universal
m u c h o conviene, 7 y en l u g a r del temor de la offensa succeda el
a m o r y desseo de toda perfección y de q u e m a y o r g l o r i a y
alabanza de Cristo nuestro Criador y Señor se siga.
1
765.
SÉPTIMA PARTE PRINCIPAL*
i De lo que toca a los ya admittidos en el cuerpo
de la Compañía para con los próximos,
repartiéndose en la viña de Cristo nuestro Señor
C A P I T U L O I.»
1
Fueron muchas las instrucciones que escribió San Ignacio con ocasión de diversas
misiones. Han sido publicadas en MHSl, S. Ignatii epistotae et instructiones, 12 volúmenes.
Se citan bastantes en Pol. Compl. II 801 annot.6. También transcribe varias AICARDO,
Comentario 3,854-884. Trata el espíritu y sentido de las misiones en la Compañía, J . M.
GRANERO, Espiritualidad ignaciana (Madrid 1987) c.7 p.303-324; M. LEDRUS, Uoperositá
delta Compagina (Messina, Ignatianum, 1968).
¡
629 630.
k
626 751. ' 603 633.
596 Constituciones
C A P I T U L O 2.°
• 749-752.
b
7 527 603. 606 633.
P. VII t.2.0 597
0
nuestro Señor le e n d e r e z a en la vía de su m a y o r servicio v
alabanza [ / ] . 10 Y así m e s m o , para que otros queden en una
parte o v a y a n a otra, no debe por medios a l g u n o s procurar
nadie, sino con v o l u n t a d del Superior s u y o , por quien el tal se
ha de g o b e r n a r en el Señor nuestro [K].
[619] A. 1 Más fácilmente se puede proveer a muchas partes
por el Superior de la Compañía y más presto (specialmente en lugares
remotos de la Sede Apostólica) que si hubiesen de ir siempre al Summo
Pontífice los que tienen necessidad de personas della. 2 Y a los particula-
res tanbién es más seguro ir con obediencia de sus Superiores que si fuesen
de suyo (aunque pudiesen) j no imbiados de quien tiene de regirlos en
6
lugar de Cristo nuestro Señor, como intérprete de su divina Voluntad .
[620] B . 1 Como puede el General exercitar los otros exercicios
por sí y por las personas inferiores, así tanbién este del imbiar, reserván-
dose las missiones que le paresciere deben reservarse.
[621] C. 1 til imbiar adonde les paresciere se entiende entre
fieles, aunque sea en las Indias, y entre infieles, specialmente donde
0
hubiese alguna habitación de fieles, como en Grecia etc. 2 Donde fuesen
más puramente infieles, el Superior debrá mucho mirar delante de Dios
nuestro Señor se debe imbiar o no, y adonde, y quiénes. 3 Y será siempre
del subdito alegremente accettar como de Dios nuestro Señor, la missión
1
suya .
[622] D. 1 Para acertar mejor en el imbiar a una parte o a
otra, tuviendo ante los ojos como regla para enderezarse el mayor servicio
9
divino y bien universal , 2 parece que se debe escoger en la viña tan
spaciosa de Cristo nuestro Señor caeteris paribus (lo qual se debe
entender en todo lo siguiente) la parte della que tiene más necessidad,
3 así por la falta de otros operarios como por la miseria y enfermedad de
los próximos en ella y peligro de su entera condenación.
4 También se debe mirar dónde es verisímil que más se fructificará
con los medios que usa la Compañía, como sería donde se viese la puerta
más abierta y mayor disposición y facilidad en la gente para aprovechar-
se, 5 la qual consiste en su mayor devoción y deseo (que se puede en parte
juagar de la instancia que hacen) o en la condición y qualidad de las
personas más idóneas para aprovecharse y conservar el frutto hecho a
gloria de Dios nuestro Señor.
6 Donde hay mayor deuda, como es donde hubiesse Casa o Colegio de
la Compañía o personas della que studiaseny recibiesen buenas obras del
tal pueblo 7 (dando caetera paria cerca el provecho spiritual), sería más
conveniente haber algunos Operarios, preferiendo por tal causa, conforme
a la perfecta caridad, estos lugares a otros.
c
84 85 284 286 342 424 547 551 661 765.
i 618 ' 606 633.
8
' 749 750 603 623 633.
598 Constituciones
1
622.
m
134 161 414 582.
" 157 158.
600 Constituciones
5
Cf. 1 lo 2,20.27. ' 631.
5
° 659 660. 615 751.
p 1
612-14 629-32. 82 92 304 308 588 603 605.
" 574 610. " 629 673 674.
P. VII c.2.° 601
1
823 824.
* 92 131 543.
' 612-14.
2
626 673 674.
602 Constituciones
C A P I T U L O 3.°
C A P I T U L O 4.o
edificar con las buenas obras q u e con las palabras los con quien
3
se t r a t a .
[638] 1 Así m e s m o se a y u d a el p r ó x i m o con los deseos
ante Dios nuestro Señor y oraciones por toda la Iglesia, 2 y en
special por los q u e son de más importancia para el bien com-
m ú n en ella [A], y por los a m i g o s y benefactores v i v o s y
defunctos, ahora ellos las pidan, ahora no; 3 y por aquellos en
cuya particular a y u d a entienden ellos y los otros de la Compa-
ñía en diversos l u g a r e s entre fieles y infieles, 4 para q u e Dios los
d i s p o n g a todos a rescibir su g r a c i a por los flacos instrumentos
desta m í n i m a Compañía.
[640] 1 T a n b i é n se puede a y u d a r en las M i s a s y en otros
b
divinos officios, no se t o m a n d o limosna n i n g u n a por e l l a s [B],
ahora se d i g a n a instancia de particulares, ahora n o , sino a
d e v o c i ó n de los q u e las dicen. 2 Y q u a n t o a esta parte de las
M i s s a s , ultra de las q u e se dicen por los fundadores", se d i g a
una o dos o más M i s s a s (según el n ú m e r o y conveniencia de
sacerdotes) ordenadas en cada semana, por los benefactores
v i v o s o muertos, 3 r o g a n d o a Dios nuestro Señor accepte por
ellos este sancto Sacrificio, y les retribuya con su infinita y
s u m m a liberalidad la q u e ellos han usado con la Compañía por
su d i v i n o a m o r y reverencia, con remuneración eterna.
[642] 1 Tanbién se podrá el p r ó x i m o a y u d a r en la a d m i n i s -
d
tración de los S a c r a m e n t o s ; specialmente en oír Confessiones
(siendo deputados a l g u n o s para tal officio por el S u p e r i o r ) [C],
6
y en la santa C o m m u n i ó n fuera de la Pascua [D] en su i g l e s i a .
5
[641] B . 1 Como en la sexta Parte se ha explicado .
[639] A. Como son los Príncipes ecclesiásticosj seglares j otras
personas que mucho pueden ayudar o estragar el bien de las ánimas y el
divino servicio.
[643] C. 1 Sin los que fueren deputados como Confessores ordi-
narios, será del Superior, en las necessidades spirituales que occurren, ver
si otros deban attender a la administración destos Sacramentos, y orde-
nar lo que cumple.
[644] D. 1 Pascua se entiende ocho días antes y después, aunque
en este tiempo los que tuviesen licencia o peregrinos, y los demás que saca
el derecho, pueden admittirse a la Communión; 2y tanbién los que
hubiesen cumplido con su parrochia,y quisiesen en estos quince días una
0 mi s
vez * communicar en nuestras iglesias.
' 402-5. H
408 437.
F
113 410 437 528. 1
409.
8
115 349. K
623.
P.VII cA.o 605
1
que se pudiere hacer de lo dicho en las C a s a s , según la oppor-
tunidad que hubiere a juicio del Superior, como es dicho.
[653] 1 Q u i e n t u v i e n d o talento para escribir libros útiles al
1
bien común, los hiciese" ; 2 no debe publicar scritto a l g u n o sin
que p r i m e r o lo vea el Prepósito General y lo haga m i r a r y
examinar, para q u e siendo cosa que se j u z g u e haya de edificar,
se p u b l i q u e , y no de otra manera".
[654] De lo q u e toca a los officios de Casa y otras cosas
0
más particulares, se verá en las reglas d e l l a , no a l a r g a n d o más
quanto a las missiones o compartición de los desta Compañía en
la v i ñ a de Cristo nuestro Señor.
1
289 400.
" 558.
" 273 389.
0
136 428 585 811.
OCTAVA PARTE PRINCIPAL
1 De lo que ayuda para unir los repartidos
con su cabeza y entre sí*
C A P I T U L O l.o
2 D E LO QUE AYUDA PARA LA UNIÓN DE LOS ÁNIMOS
se entiende turba la que tal fuere, sino gente escogida aunque mucha fuese.
[659] 1 Y p o r q u e esta unión se hace, en g r a n parte con el
b
v í n c u l o de la obediencia, m a n t é n g a s e siempre ésta en su v i g o r ;
2 y los q u e se imbian fuera para trabajar in a g r o dominico de las
Casas, en q u a n t o se pueda, sean personas exercitadas en ella [C],
3 y den buen e x e m p l o los q u e son más principales en la Compa-
ñía en esta parte a los otros, estando m u y unidos con su
0
Superior; y pronta, h u m i l d e y devotamente o b e d e c i é n d o l e . 4 Y
así quien no tuviese dada tanta experiencia desta virtud, a lo
d
menos debría ir en compañía de quien la tuviese d a d a . 5 Por-
q u e en general a y u d a r á el c o m p a ñ e r o más a p r o v e c h a d o en ella
al q u e menos lo fuese, con el favor d i v i n o . 6 Y aun sin este fin,
a quien se imbiase con a l g ú n c a r g o , se le podrá dar un Colate-
0
r a l [D], si al S u p e r i o r pareciere q u e así dará mejor razón de lo
q u e se le ha e n c o m e n d a d o , 7 el qual se habrá de tal manera con
el que tiene el c a r g o , y éste con él, q u e no se debilite la
obediencia o reverencia de los otros, y tenga verdadera y fiel
a y u d a y alivio el q u e tiene c a r g o en su Colateral, para su
2
persona y los otros q u e están a su c a r g o .
[660] C. Quando se viese por experiencia que no andan derecha-
mente en la obediencia algunos imbiados; o deben revocarse, o imbiárseles
compañero aprovechado en ella, aunque al principio imbiado no fuese.
[661] D. 1 A.unque el Colateral no esté a obediencia del Vrepó-
sito o persona a quien se da, debe interior y esteriormente tenerle re-
verencia,y en esto dar exemplo a los otros que están debaxo de la obedien-
cia del. 2 Debe así mesmo con la diligencia que podrá, ayudar al que tiene
el cargo en todas las cosas de su officio en que será del requerido.
3 Y aunque no le fuese nada preguntado, quando viesse que algo
cumple decirle acerca de su persona o cosas que son de su officio; debe
fielmente informarle y decirle su parecer con libertad y modestia cristia-
na. 4 Pero representadas sus rabones y motivos, si estuviese de contrario
parecer el Prepósito; debe el Colateral sometter su propio juicio y
conformarse con él, quando no tuviese mucha claridad de que yerra; y en
tal caso debe avisar al Superior.
5 Procure así mesmo el Colateral de acordar quanto sea posible, los
subditos entre sí y con su Prepósito inmediato; como ángel de pa%
andando entre ellos, y procurando tengan el concepto y amor que conviene
1
de su Prepósito, que tienen en lugar de Cristo nuestro Señor '.
2
Sobre el oficio de colateral, que actualmente no se suele usar, como se dijo ya en la
nota al n.492, véase A. COEMANS, Collatéral et surintendant: Archiv. Hist. S.I. 5 (1936) 293-
295.
" 284 547 551 821.
e
c
423 434. 492.
d
624. ' 84 85 286 342 424 547 551 552 618 619 627 765.
608 Constituciones
1 v
270. 821
u
690. " 30 47 273 274 821.
P.VIII c.1.° 611
y
d e m á s , q u a n t o lo compadecen las qualidades differentes de las
personas y l u g a r e s , etc.
[673] 1 A y u d a r á tanbién m u y specialmente la c o m m u n i c a -
2
ción de letras missivas entre los inferiores y S u p e r i o r e s [L],
con el saber a m e n u d o unos de otros, y entender las n u e v a s y
informaciones [N], que de unas y otras partes vienen; 2 de lo
qual tendrán c a r g o los Superiores, en special el General y los
Provinciales, dando orden cómo en cada parte se pueda saber
de las otras lo q u e es para consolación y edificación m u t u a en el
Señor nuestro.
[672] K. 1 Con los que no han studiado es bien que se procure
que todos siguan commúnmente una doctrina, la que fuere escogida en la
Compañía por la mejor y más conveniente para los suppósitos della.
2 Quien hubiese ja hecho sus studios, debe tanbién tener advertencia que
la diversidad no dañe a la unión de la caridad, y accomodarse en lo que se
puede a la doctrina que es más común en la Compañía.
[674] L. 1 Los Prepósitos locales o Rectores que son en una
provincia, y los que son imbiados para fructificar in agro Domini, deben
scribir a su Prepósito Provincial cada semana, si hay forma para ello;
2y el Provincial y los otros al General, si se halla cerca, así mesmo cada
semana; 3y siendo en reino diverso, donde no hay aquella como-
didad, así los particulares que se dixo imbiados a fructificar, y
Prepósitos locales y Rectores, como Provinciales, scribirán una ve^
al mes al Generan; 4 el qual General les hará scribir a ellos
comúnmente una ve% al mes, a lo menos a los Provinciales, y ellos a los
locales y Rectores y particulares que fuere menester, así mesmo una ve%
al mes, y más de una parte y otra, según las occurrencias en el Señor
nuestro.
[675] M. 1 Para que las nuevas de la Compañía puedan com-
municarse a todos, seguiráse la forma siguiente. 2 Los que son debaxo de
un Provincial de diversas Casas o Colegios, scriban cada principio de
quatro meses una letra que contenga solamente las cosas de edificación en
la lengua vulgar de la Provincia, y otra en latín del mesmo tenor; 3y
inbíen la una y la otra duplicada al Provincial, para que inbíe la una
copia latina y vulgar al General con otra suya, donde diga lo que hay
notable o de edificación que no tocan los particulares; Ay la otra haga
copiar tantas veces, que baste para dar noticia a los otros de su
Provincia. 5 En caso que se perdiesse mucho tiempo en imbiar al
Provincial estas letras, pueden los locales y Rectores inbiar al General
derechamente sus cartas latina y vulgar, y la copia al Provincial.
C A P I T U L O 2.o
4
i EN QUÉ CASOS SE HARÁ CONGREGACIÓN GENERAL *
C A P I T U L O 3.o
imbiará en su lugar otro, qual pareciere más idóneo entre tres que
eligieren en el tal Capítulo.
[686] 1 De los Professos q u e se hallaren en el Capítulo,
cada u n o tendrá u n a v o z sola, y el General, d o s . 2 Pero si el
n ú m e r o estuviesse i g u a l , será preferido el Provincial a los otros;
y en i g u a l d a d de Provinciales, la parte adonde se inclinare el
General, o, si no fuesse v i v o , su V i c a r i o , será preferida. 3 Por-
que c o m o les es m á s necessaria la a y u d a divina por el c a r g o q u e
tienen, así es de sperar q u e Dios nuestro Señor se la dará más
copiosamente para sentir y decir lo q u e fuere de su servicio.
[685] C. 1 Aunque los que quedan no puedan imbiar su voto en
scritto, si la cosa les fuere communicada, podrán decir en scrito lo que
sienten, y estos tales dirán el tal sentido en la Congregación General.
C A P I T U L O 4.o
C A P I T U L O 5.o
C A P I T U L O 6.o
'* Este capítulo, al contrario de los dos precedentes, debe mucho a las Constituciones
de la Orden de Predicadores: cf. ALDAMA, Unir a los repartidos, p.199; «Collectanea
Polancí», ms. Archiv. P.U.G. de Roma (F.C. 1973), f.27-28; EGAÑA, p.299,302.
' 682.
8
692 711. * 817.
618 Constituciones
12 a
Las palabras «Ego N.» las añadió aquí la Congregación 1 . , decr.70.
13
En este capítulo [701].
b
273 664.
P.VIII c.7.° 621
C A P I T U L O 7.o
copias; o las trayrá hechas cada uno de sus rabones, para que puedan ser
vistas de los que han de decir su parecer sobre ellas.
[718] C. 1 El publicar será delante de toda la casa, y después
por las Casas y Colegios, 2 entendiendo de las Ordenanzas o S fatutos que
se han concluido para que deban guardarse en todas partes. 3 Porque lo
que tocase a un Colegio solo o Casa o persona, no hay para qué
publicarse en otras partes, aunque no fuessen cosas secretas; 4 pero si lo
fuessen, mucho más se deve vedar la divulgación debaxo de grandes
censuras al arbitrio del Prepósito General.
5 Eas Ordenanzas hechas en la Congregación queden en su vigor si en
otra Congregación General no se revocassen, aunque Dios nuestro Señor
dispusiesse del Prepósito General debaxo de quien se hicieron.
NONA PARTE PRINCIPAL
i D e lo que toca a la cabeza y gobierno
que della desciende*
C A P I T U L O l.o
2 Q U E DEBA HABER PREPÓSITO GENERAL Y UNO AD VITAM
C A P I T U L O 2.°
2
1 QuÁL HAYA DE SER EL PREPÓSITO G E N E R A L
2
El P. Goncalves da Cámara escribe que San Ignacio en el «capítulo en que pinta el
general... parece averse pintado a sí mismo» (Fontes narr. I 659).
* 790 812 813.
b
667 790.
P.IX c.2.° 625
C A P I T U L O 3.o
5
P.9.» c.6 [789-808].
4
P.5." c.2 A [517].
' 512 516 522 523.
d
* 666 820. 206.
c
b
138. 512 513 517 522 523.
P.IX c3.o 627
8
Paulo III, Ucet debitum, 18 octubre 1549; Const. I 358.
9
En este capítulo, nn. [740 741].
' 621.
s
615 626. i 771 772 786 817 818.
' 666.
u
269 270 727 791. ' 326 421 490 740.
b
" 681 689 690 691. 778.
" 716. ' 740.
630 Constituciones
C A P I T U L O 4.o
• 779.
" 779.
c
779.
632 Constituciones
C A P I T U L O 5.°
12
P.9.» c.4 [768-771].
' 757.
b
768. d
774-6.
' 767 805. ' 774 777.
634 Constituciones
13
P.8.* c.6 [694-710].
f
773.
P.IX c.6.° 635
C A P I T U L O 6.0
E
756 771 772 817 818.
c
735.
d
" 719. 424 723 812.
b
667 725 735. ' 424 547 602 746 826.
636 Constituciones
° 791 820.
638 Constituciones
muchas ayudas para ello. Y así el General, para hacer bien, presta y
suavemente su officio, las ha menester.
[800] 1 Para lo p r i m e r o , de la solicitud de attender a todas
cosas, parece deba tener una persona q u e ordinariamente le
a c o m p a ñ e , q u e le sea m e m o r i a y m a n o s para todo lo q u e se ha
de escrebir y tratar, 2 y finalmente para todas las cosas de su
officio [ E ] , vistiéndose de su persona y haciendo cuenta, fuera
de la auctoridad, que tiene todo su peso sobre sí".
[802] 1 Este tal debría de ser persona de c u i d a d o y juicio, y
si se pudiesse, de doctrina, y que tuviesse presencia y m o d o de
tratar de palabra y por letras con todas suertes de personas, 2 y
sobre todo q u e fuesse persona de confianza y a m a d o r de la
C o m p a ñ í a en el Señor nuestro, para q u e mejor se pueda servir y
a y u d a r del el Prepósito General a gloria divina.
a
[803] 1 L a 2 . a y u d a de a v i s o para ordenar las cosas q u e
occurren de importancia, q u a n d o sea necessaria al General, se
p u e d e considerar de la m u l t i t u d dellas 2 y de la q u a l i d a d del
h u m a n o entendimiento q u e no basta para repartirse en tantas
partes con la consideración, o no es bastante para dar recado en
ellas.
3 Y así parece q u e debría haber en donde reside el Superior
a l g u n a s personas de lustre en letras y todas buenas partes, q u e
le assistiesen y tuviessen c a r g o de mirar con special cuidado por
las cosas universales de la Compañía q u e el General les encar-
q
g a s s e . 4 Y podríaseles repartir el c u i d a d o para q u e mejor
penetrasen todas cosas, 5 como seria q u e uno mirasse por las
cosas de las Indias, otro por las de España y P o r t u g a l , otro por
las de A l e m a n a y Francia, otro por las de Italia y Sicilia, y así
consequenter, según q u e la C o m p a ñ í a fuese esparcida en más
partes, 6 cada uno haciendo special oración y acordándose en
sus sacrificios de la parte a él specialmente cometida; y mirando
lo que p o d r í a en ella más a y u d a r para conseguir lo q u e pretien-
de la Compañía, 7 y tratándolo con los otros, q u a n d o pareciese
[801] E. 1 El officio del tal será de todas las cartas y informa-
ciones recoger la substancia y puntos que se han de proponer al Superior y
piden que se responda o se haga algo; 2y según se estendiere la commis-
sión que el General le diere, podrá responder a las letras, ahora las haya
de firmar el General, ahora el mesmo Secretario de su commissión,
3 mostrándolas al mesmo, o por su orden a los Assistentes, o a alguno
dellos o a ninguno, según la materia de que se i'ral ta y circunstancias de
la persona del Secretario lo requiere.
5
760.
" 667 677.
P.IX c.6.° 639
18
«Siempre el mismo principio: el superior debe consultar, pero la solución debe ser
suya» (ALDAMA, Et General de la Compañía, p.178).
5
431 432 490-2 820.
1
136 585 654.
DECIMA PARTE PRINCIPAL
iDe cómo se conservará y augmentará todo este
cuerpo en su buen ser*
* Comentan algunos aspectos de esta parte X : N. KOTILA, Ignatius von Loyola und die
Gesellschaft Gesu... (Roma, P U G , 1971); A. LÓPEZ-AMAT, MANR 58 (1986) 225-232.
1
La importancia que daba San Ignacio a este medio para el «buen ser» y fruto
apostólico de la Compañía se muestra en otros lugares de las Constituciones: n.424 638-640
723 790, etc.
2
San Ignacio concibe la Compañía y a sus miembros como débiles instrumentos en
las manos de Dios N. S. para ayudar a las almas. El instrumento ha de procurar
disponerse para ser útil, sobre todo con la docilidad v estando bien unido a Dios, MI,
Epp. 4,559-562; 6,367; 11,501-502, etc.
d
' 134 825. 671.
b
424 790. ' 723 790.
c
3 156 163 258 307 308 446 586 603. ' 260.
642 Constituciones
3
Es el pensamiento que se ha querido sintetizar en una de las más célebres frases
A
atribuidas a San Ignacio: G. HEVENESI, Sct'mtillae ignatianae ( 1 . ed. Viena 1705) máxima
a
2. Cf. Estudios Eclesiásticos 30 (1956) 343-361. Se puede ver con otros términos en la
carta a San Francisco de Borja (17 sept. 1555).
3
* P.4." c.11-17 [440-5091.
3 a 1
" P.6. c.2 n.7 [565], 287 553.
e m
280 402-5. 567.
"414 ° 4 554-7 561-3.
'• 5 326 330 419 557 763 774 816. ' 4 82 398 478 499 565 566 640.
" 289 307 308 333 392 440. " 5 326 330 419 557 763 774 815.
P.X Principa/ 643
q
de la Compañía , 3 con q u e todos los Professos offrezcan a
Dios nuestro Señor de no la pretender jamás y descubrir a
r
q u i e n viessen p r e t e n d e r l a , y con ser incapaz y inhábil para
prelación a l g u n a aquel a quien se pudiesse probar que la ha
s
pretendido .
4 Así m e s m o offrezcan a Dios nuestro Señor de no preten-
der fuera de la C o m p a ñ í a prelación o d i g n i d a d a l g u n a , ni con-
sentir a la elección de su persona para semejante c a r g o q u a n t o
es en ellos, si no fuesen forzados por obediencia de quien puede
m a n d a r l o s so pena de p e c c a d o ' , 5 m i r a n d o cada u n o por servir a
la ánimas conforme a nuestra professión de h u m i l d a d y baxeza
y a no deshacerse la Compañía de las personas q u e para el fin
4
s u y o son n e c e s s a r i a s .
6 Prometa también a Dios nuestro Señor q u e q u a n d o según
el m o d o dicho admitiese a l g u n a prelación fuera de la Compañía,
oirá después en q u a l q u i e r tiempo el consejo del general que
della fuere o de a l g u n o a quien él cometiese sus veces, 7 y q u e si
j u z g a r e ser lo mejor lo que se le aconseja, lo executará así [A], no
p o r q u e tenga, siendo p r e l a d o , por superior n i n g u n o de la Com-
pañía, sino p o r q u e quiere obligarse v o l u n t a r i a m e n t e ante Dios
nuestro Señor de hacer lo q u e hallare ser mejor para su divi-
no servicio, 8 y de contentarse de tener quien se lo represente con
4
caridad y libertad cristiana, a g l o r i a de Dios nuestro S e ñ o r * .
[818] A. 1 Viendo la instancia que se ha hecho por tantas vías
para hacer tomar obispados a personas de la Compañía, y habiendo
5
resistido en muchos y no se pudiendo resistir en el aceptar el patriarcado
6
y obispado de Etiopía , 2 se ha pensado en esta ayuda para aquella
empresa y otras semejantes quando no hubiese modo de resistir. 3 Pero no
4
Ya antes de 1544, San Ignacio —según narra el P. Ribadeneira—, «quitándose el
bonete y hecha la señal de la cruz, hizo voto delante del marqués [de Aguilar, embajador
de España ante la Santa Sede] de no aceptar dignidad que se le diese fuera de la
Compañía, si no fuese constreñido a tomarla del Vicario de Cristo Nuestro Señor so pena
de pecado... El mismo voto entiendo que hizo otra vez delante de un cardenal, y no sé si
fue Pacheco, entendiendo que había de ello necesidad» (MHSI, Fontes narr. 11 371).
4
* En la Casa Profesa de Roma se tuvo en 1554 una consulta sobre la conveniencia de
este voto. Puede verse el resultado, con las firmas de los que intervinieron, en MSHI,
Const. I 404-408.
5
Conocemos las gestiones que hizo San Ignacio para impedir que se llevase a efecto
el nombramiento de Jayo como obispo de Trieste. Puede verse en MHSI, Mon. Ign. Epp.
I 450-453, 460-466, y en nuestra edición, cartas n.34 y 35. Cf. también Epp. Broeti 314-334
Debió de hacer parecidas gestiones en los otros casos que se ofrecieron. Sabemos que
Laínez renunció al obispado de Mallorca (Epp. Salmerón II 738); Bobadilla, lo mismo que
Jayo, al de Trieste (Bobadilla Mon. 105-106); Broet «y otro de la Compañía —según
escribe San Ignacio— no han querido tomar dos obispados que les daban» (Mon. Ign.
Epp. I 430).
6
Sobre toda la cuestión del patriarcado de Etiopía, cf. MHSI, Mon. Ign. Epp. 8,
676-720.
" 390 478 720. ' 695 696.
' 63 695 696. • 756 771 772 786 788.
644 Constituciones
8
655. ' 424 434 662.
h
671. ™ 662 663 666 791.
' 673 675. " 298 300 339.
k
30 47 136 273 274 671. ° 258 426 489 594 626.
646 Constituciones
q 1 1
c o m e n z a d o , 3 y el buen o d o r fundado en la verdad de las
r
buenas obras, a u g m e n t a r á n la devoción de las p e r s o n a s para
ayudarse de la C o m p a ñ í a y a y u d a r a ella para el fin q u e pretende
de la g l o r i a y servicio de su d i v i n a M a g e s t a d .
[826] 13.° 1 [C] T a m b i é n a y u d a r á q u e se tenga adverten-
5
cia a la conservación de la salud de los p a r t i c u l a r e s , de q u e se
12
dice en la tercera p a r t e ; 2 y finalmente, q u e todos se den a
1
g u a r d a r las Constituciones , para lo q u a l es necessario saberlas,
a lo menos las q u e tocan a cada uno, 3 y así h a y a de leerlas o
oírlas leer cada mes.
[827] C. Para esto también conviene tener advertencia que las
Casas y Colegios se tengan en lugares sanos y de buen aire,y no en los que
13
tienen la contraria propriedad .
3
Podemos observar varias ideas afínes en ios oficios particulares, como dei refitole-
ro, portero, enfermero, etc., sobre todo si comparamos las reglas ignacianas con las
prescripciones recogidas por Polanco «Ex Instructione officialim» de los dominicos:
Arch. PUG, F. C. 1973, fol.47r-56v. Así leemos, por ejemplo, «Atienda a tener limpio el
refectorio y mesas y vasos de él, quitando las telarañas y barriéndolo o haciéndolo barrer
dos veces al día» (Regla 1: MHSI, Reg., p.448); en la regla 3: «Tenga cuidado de los
candeleros o lámparas, una o más si serán necesarias...»; en la 11: «... y tenga donde las
pueda guardar limpiamente, en la despensa o en otra parte» (ib., p.448-449). Pueden
responder a las prescripciones que se encuentran en el extracto de Polanco: «De officii
refectorarii. 1. Tempestive praeparet mensam ante comestionem decenter et munde... 4.
Apponat candelabra cum candelis cum necesse fuerit... 17. Habeat dispensam mundam,
bene aptatam ad servanda ea quae ibi reponuntur, ubi servet et quae ad victum pertinent,
ut ipsa utensilia vel mapas, etc.» (fol.50v-51r). Y así en otros casos parecidos.
4
Por lo que toca a las reglas del maestro de novicios, véase nuestro estudio paralelo
en Orígenes del noviciado..., p.77-83. Allí mismo podemos leer en el texto de los dominicos:
«... caveant... pedibus a vagis discursibus... Ut cum maturitate incedant nec se moveant
de facile sine causa... cervicem et collum mediocriter inclinent», expresiones que pasan
casi exactamente a las reglas ignacianas de la modestia, con otras ya observadas en el
texto de las reglas del maestro. Compárense con las reglas 9 y 1 de la modestia: «El andar
sea sin notable priesa, antes moderado, si la necesidad no fuese urgente; y entonces se
servará el decoro que se podrá» (9); «La cabeza no se vuelva ligeramente a una parte y
otra, antes con madureza, cuando se ha de hacer; y cuando no, se traiga derecha, con una
moderada inclinación del cuello hacia la parte anterior, sin declinación a un lado ni a
otro» (1).
3
MI, Regulae, p. 17-134.
6
Cf. Const., n.bll.
652 Reglas de la Compañía
BIBLIOGRAFÍA
Ediciones:
Estudios y comentarios:
Jesús-María
3
Ms, del ARSI, Epp. n.78, f.34v; cf. Font. narr. 3,738.
4
Mon. Paedag. I 4-5.
5
El texto español publicado en MI, Const. I, 174-178 contiene sólo una parte de estas
a
reglas. Se conserva en ARSI, lnstít. / . , f.29r-33v.
5
Sobre los comienzos del Colegio de Padua, Cbron. Pol., 1, n.37.
2
Parece que comienza ya a abandonarse la idea de no tener en casa lecciones públicas
ni privadas. En 1549 se tendrán en casa lecciones privadas: Cf. Cbron. Pol., 2, n.419.
has reglas más antiguas 659
3
San Ignacio escribía a Simón Rodrigues, a propósito de los estudiantes de Coimbra,
en 1542: «Mucho deseo los hiciésedes fundar mucho bien en latín, y después en sus cursos
de artes enteramente, sin hacer quiebra alguna» (MI, Epp. 1,209).
4
Cf. «Reglas de Coimbra» (1545), en MI, Reg., p.76, n.24.
5
Pedro Venosto, de Brescia, nació c.1526 (ARSI, Sic. 59, f,131-r-204r), entró en 1546
y fue asesinado en Sicilia en 1564 (ARSI, Hist. Soc. 174, 53r-54v).
6
Claudio du Coudret entró en la Compañía con sus hermanos Luis y Aníbal, salió en
1551; cf. MI, Epp. 3,584, nota 5.
7
Juan Bautista Tavoni, de Módena nació c.1520 (Hist. Soc. 175, 66v), entró en 1541
(Sic. 59, 143r) y murió en 1573 (Hist. Soc. 42, 72r).
8
Quizá se trate de Enrique Hucker, que hizo sus votos en Roma el 26 de octubre de
1564 (cf. Ital. 58, 129r).
9
Fulvio Cardulo, de Narni, nació c.1528, entró en 1546 (ARSI, Rom. 78b, 27),
profeso de 3 votos en 1566 (Ital. ) , 254r-255v), murió en Roma 1591 (Hist. Soc. 42, 9v).
1 0
Pedro de Ribadeneira, español, célebre escritor y biógrafo del fundador (1526-
1611).
11
Lázaro Bonamico, italiano (1479-1552): Enciclopedia Italiana VII 381-382.
660 Reglas de la Compañía
12
«Anno 1526 die 12 aprilis habitis facultatis artium comitiis... confirmara sunt... ut
cursus regentiae artium compleatur spatio trium annorun cum dimidio» (BULAEUS, Hist.
Un. Par. VI 191). Y en tos Estatutos de la Universidad de Alcalá (a.1510): «Quoniam
cursus artium, qui debet fieri more parisiensi, requirit exactam diligentiam... quilibet
regens in hac facúltate teneatur legere librum sibi assignatum quolibet anno eorum trium
cum quatuor mensibus, per quos durat cursus» (Const. insignis Col. S. lldepbonsi [Compluti
1716] p.60).
" Pedro De Smet (1516-1548), belga; cf. Cbron. Pol. 1, 231.278.
14
En las «Reglas de Coimbra» se ordenaba: «Singulis diebus dominicis et festivis
quavis hebdómada semel dialectici pet seriem, uti Índex ostenderit, conclusiones sustine-
bunt...» (MI, Reg., p.79, n.31).
has reglas más antiguas 661
2 2
Id., id., p.78-79, n.32b.
2 3
Cf. MI, Comí., n.278: «Reg. com.», n.Il: MI, Reg. p.161-2.
Introducción 663
2 9
Cf. «Reglas comunes», n.14: MI, Reg. p.162.
*> Cf. Const., n.424.
31
Cf. «Reglas comunes», n.15: MI, Reg. p.162.
3 2
Cf. Const. II 152, n.6.
3 3
«Reglas comunes» n.24: MI, Reg. p.163; Const., n.303-304.
3 4
MI, Reg, p.78-79; Const., n.294.301.
Primeras «ordenanzas» generales 665
(antes de 1547)
1
MHSI, Mon. Paedag., p.79, n.8.
2
MI, Epp. Mixt. 1,290; Chron. Pol. 1,142 (n.l), 161-162, 189-190; Mon. Vabr.,
p.327.370.398.
666 Regias de la Compañía
E
A v i s o s DE N . BTO. P . IGNACIO
(MI, Reg. p.141-143)
5
Cf. Constit., nn.84,547-552.
' Cf. 2 Cor.11,14.
7
Cf. Exercitia [n.326]: Regulae ad discernendos spíritus. 13; Const., nn.91-92, 551.
8
Cf. Flip. 4,5; «Reglas de la modestia», más adelante.
668 Reglas de ¡a Compañía
1
Cf. MI, Reg., p.285-293 y 556-565.
Ó70 Regías de la Compañía
A) t
I H S
2
Font. narr. I 545-549.
Reglas de la casa de Roma 671
3
Véase a esce respecto de las confesiones la nota al n.2ól de las Constituciones.
672 Reglas de la Compañía
4
En las reglas publicadas en MHSI lo encontramos más bien en el «Oficio del
a
Ministro», 4 . parte, n.9: Reg., p.368.
5
Se conocía con este nombre la Legenda áurea o Legenda sanctorum de J acornó de
Vorágine (Varazze t i 2 9 8 ) .
6
Así se designaba con las palabras del título del cap.I a la Imitación de Cristo,
vulgarmente llamado en nuestros tiempos el Kempis.
7
El plural alude probablemente a los dos cargos que había: ministro y sotoministro.
8
Se refiere a la costumbre devota romana de visitar una determinada iglesia cada día
de Cuaresma, y celebrar allí una ceremonia especial ese día.
9
Resulta difícil de entender el significado de esta norma. Probablemente se refiere a
evitar discusiones las personas que no se entienden entre sí fácilmente. No la he visto
reproducida en las redacciones posteriores de las Reglas.
Reglas de la casa de Roma 673
1 0
A veces se le llama «maestro de casa», en las Constituciones, al P. Ministro (MI,
Const. II 195.460.461).
11
Cf. Const., n.18-19, 297; las «Declarationes in Examen» hechas poco antes de las
reglas comunes, y el influjo que se nota en éstas de las dudas o documentos p .'
discernimiento preparados por Polanco: Mí, Const. I 253-254.258-294.
Reglas de la casa de Roma 675
1 2
El P. Ignacio tenía la costumbre de comer en su habitación con algunos invitados
para ello (Font. narr. 1 640).
1 3
El cardenal Rodolfo Pío Carpi era el cardenal protector de la Compañía, cargo que
más adelante se suprimió. Al cardenal Francisco de Mendoza se le llama Coria por la
diócesis de la que era obispo.
1 4
Fue el primer jesuíta italiano: entró ya sacerdote en 1540, fue nombrado procura-
dor de la casa (MI, Epp. 2,606-608; Font. narr. I 201)
676 Regías de la Compañía
15
En redacciones posteriores, de estas reglas se omitió esta excepción.
1 6
En redacciones poteriores, esta regla tuvo un carácter más general, sin distinción
especial para los legos.
Reglas de la casa de Roma 677
B) t
I H S
17
Esta regla está borrada en el ms. Decía así: «Ningún lego permanecerá en el huerto
mientras el P. Ignacio habla allí con los de fuera, ni los sacerdotes que estén en el
huerto se sentarán allí en algún lugar cuando hay gente de fuera» (MI, Reg., p.168).
678 Reglas de la Compañía
1
A propósito de dos napolitanos, Jacobo Calamazza y Mario Beringucci, recibidos
en Roma, San Ignacio escribía a Salmerón: «El enviarlos a Ñapóles, por ahora, siendo
plantas tan nuevas en la religión, no conviene, porque acá tendrán también mejor
comodidad de aprovecharse en espíritu y letras» (MI, Epp. 7,712).
2
MHSI, Epp. Nadal 2,8.
3
Lo publicamos ya en Orígenes del noviciado..., p.216-221.
Del maestro de novicios 681
Jesús
A
T r e s cosas se han aquí de considerar: 1 . , el fin q u e se
a
entiende y la materia correspondiente a q u e se extiende; 2 . , la
obra o el oficio q u e se ha de ejercitar para c o n s e g u i r el fin
a
predicho; 3 . , el m o d o de ejercitar bien el oficio.
l.° El fin es q u e los a d m i t i d o s en la C o m p a ñ í a se conser-
ven y aprovechen en las espirituales v i r t u d e s .
2.° La materia subiecta a q u e se extiende, pero en las cosas
espirituales, son todos aquellos q u e están en las primeras proba-
ciones y todos aquellos q u e para entrar en casa se prueban, es a
saber: toda la j u v e n t u d y los sacerdotes q u e tienen necesidad de
a y u d a , sin aquellos q u e el superior exceptúa. D o n d e parece q u e
más se debe l l a m a r confesor q u e M a e s t r o de n o v i c i o s , para que
n i n g u n o se desdeñe de someterse a él.
&
3. parte: de q u é manera h a g a bien su oficio.
l . ° C o m o atiende a conservar y aprovechar en espíritu a
los otros, ha de tener el c u i d a d o q u e cada vez sea mejor, y en
las v i r t u d e s más perfecto; para q u e de Dios N . S. sea aceptado
p o r instrumento de perfeccionar los otros, y con ejemplo más
q u e con palabra exhorte a toda perfección.
2.° Sepa q u e le es cometida cosa de g r a n d e importancia, a
la cual se ha de disponer de propósito; p o r q u e la j u v e n t u d es'
esperanza de la r e l i g i ó n , y de la su primera institución pende en
g r a n parte su aprovechamiento.
3.° Desconfiando de sus fuerzas y confiando en las divi-
nas, ore cada día, y en los sacrificios d e m a n d e g r a c i a para hacer
su oficio y el fin del. Es a saber: la conservación y el aprovecha-
miento espiritual q u e en sus hijos pretiende, también pida ahin-
cadamente.
4.° A m e con más cuidado los hijos espirituales y muestre-
seles amábil, mostrando afabilidad en el rostro y en las palabras;
y débesele acordar que les es dado oficio de instruir y de conso-
Del maestro de novicios 685
1
Cf. Regulae Col/egii Romani, I, 1: MI, Regular, p.250; Const., n.307.351.
2
Ibid, I, 3: p.252; Const., n.360.
3
Ibid. Cf. n.l.
4
Cf. Constitutiones collegiorum, II, 3: MI, Regulae, p.228; Const, n.360.
688 Regías de la Compañía
5
Ibid. 4: pp.228-229; Const., n.361.
« Ibid. p.228.
7
Ibid. pp.228-229; Const., n.340.361.
8
Reg. Colleg. Romani, II. 1: MI, Regulae, p.260.
5
Cf. MI, Const. II. 426-427.
10
Reg. Colleg. Romani, II. 1 cit.
1 0
* Por «preveer» (de «previdere»): ver con anticipación.
" Constit. Collegiorum. II, 13-15: MI, Regulae, p.230.
12 Ibid. 16: 230-231.
» Ibid.
i" Ibid. n.20: p.231-232.
Reglas de los estudiantes S. I. 689
15
16. V e m á n a disputar o a oír todos los que q u i s i e r e n .
17. Después q u e brevemente hayan p r o b a d o sus conclu-
siones, a r g ü i r á n los q u e quisieren de fuera y de dentro de
16
casa .
18. H a b r á a l g ú n presidente q u e enderece los a r g u m e n t a n -
tes y saque en l i m p i o la doctrina de lo q u e se trata, para utilidad
de los que oyen, y dé señal de acabar a los q u e disputan,
compartiendo el t i e m p o de manera q u e h a y a l u g a r en las dispu-
taciones para todos.
19. Ultra destas dos maneras de disputaciones dichas, aún
cada día debe señalarse a l g u n a hora para q u e se dispute en los
1 7
colegios, presidiendo a l g u n o , c o m o es d i c h o
20. Procúrese en estas disputas q u e se exerciten más los
i n g e n i o s y se aclaren las cosas difíciles de las dichas facultades, a
1 8
g l o r i a de Dios N . S .
21. L o s que estudian h u m a n i d a d tengan también una hora
para conferir y disputar de las cosas de su facultad cada día
delante de quien los enderece.
22. T e n g a n también los m e s m o s un d o m i n g o después de
comer conclusiones, y otro d o m i n g o se exercitarán en composi-
1 9
ciones en prosa o en v e r s o .
23. Las composiciones h a g a n , ahora de presente para v e r
la p r o n t i t u d del escolar, ahora se t r a i g a n hechas y allí se lean
p ú b l i c a m e n t e , dándoles el tema.
24. T o d o s , especialmente los humanistas, hablen latín co-
20
m ú n m e n t e , y todos tomen en la m e m o r i a l o q u e les fuere por
sus maestros señalado.
21
25. T o d o s exerciten m u c h o el estilo en c o m p o s i c i o n e s .
26. H a y a siempre q u i e n corrija las composiciones.
27. Podrán también a l g u n o s , con parescer del rector, v e r
p o r sí a l g u n o s autores fuera de los q u e oyen.
28. Y un día de cada semana después de comer, u n o de los
más p r o v e c t o s h a g a una oración latina o g r i e g a de a l g u n a cosa
con q u e se edifiquen los de dentro y los de fuera, y se animen
para las cosas de m a y o r perfección en el Señor nuestro.
29. Ultra de l o dicho, los artistas y teólogos especial-
15
Ibid.
16
Ibid.
17
Ibid. I.19: p.231.
•8 Ibid.
Ibid. n.21: ..232.
2» Ibid. n.22.
21
Ibid.
690 Reglas de la Compañía
2 2
Ibid. n.18: p.231.
2 3
Ibid.
2 4
Ibid. n.25: pp.232-233.
2 5
Ibid.
2
' Ibid. n.17: p.231.
2 7
Cf. Constit. Soc. Iesu. p.IV, c.IV, n.340.
2 8
Constit. Collegiorum, II, n.4: Mi, Regulae, p.228; Const., n.340.361.
2 9
MI, Constit. I, 175; Const. n.342.
3 0
Cf. Constit. Soc. Iesu, n.349; MI, Constit. II, 416-417.
Regias de los estudiantes S. I. 691
LAUS DEO
3i Ibid.
692 Regías de la Compañía
7. REGLAS DE EA MODESTIA
(1555)
1
MI, Font. narr. 1,539-540.
Reglas de la modestia 693
REGLAS DE LA MODESTIA
2
En algunos ejemplares, entre ellos en el latino oficial, esta introducción está ya
numerada con el n.l, con lo cual varía el número de párrafos.
3
Veste = vestido. En el texto latino oficial (a.1580) las reglas 6 y 7 aparecen reunidas
en una sola.
694 Reglas de la Compañía
L a cabeza queda.
En hablar o iscribir no dar muestra de arrogancia a l g u n a .
H a b l a n d o con otros, óyanle sin interrumpirle la plática,
para después responder. M á x i m e g u a r d á n d o s e siempre de adivi-
nar lo q u e otro quiere decir.
A n d a n d o con los m a y o r e s , tanto eclesiásticos, como secula-
res, detenerse un poco, e no nada adelante, ni en todo a la par.
C u a n d o con m a y o r , principalmente delante de a l g ú n gran-
de, dejar hablar al m a y o r , mostrando silencio y honestidad, y
no desenvoltura en hablar alto.
Cada día antes de comer, leer estas reglas, y cada día exami-
narse tres veces sobre ellas: p r i m e r o a la mañana; s e g u n d o ,
cuasi al mediodía; tercero, a la noche, antes de acostar, otro
tanto.
De ocho en ocho días dará cuenta a su confesor de su dili-
1
gencia, ora sea en confesión, ora fuera d e l l a .
4
Esta regla falta en algunos mss. y fue omitida en la ed. 1580. Pero no parece ajena al
uso del tiempo ignaciano: cf. MI, Font. narr. I, 737 (n.398).
1
Los dos últimos párrafos: «Cada día... De ocho en ocho...» se suprimen en el texto
latino.
Regias de la modestia 695
2
Cf. MI, Fontes narr. I, 611-612.
3
MI, L e , 674.
4
Codex Instit. 24a, f. 109v, se puede leer messer.
5
Cf. MI, Fontes narr., I, 613.
9
CARTAS E INSTRUCCIONES
INTRODUCCIÓN
V A L O R DEL EPISTOLARIO
1
Incluimos entre paréntesis las referencias al número que las cartas llevan en la
presente.
700 Cartas e instrucciones
* * *
2
Cartas de San Ignacio de Lqyoia (Madrid 1874) p.II-III.
3
MHSI, Epp. Xav. 2,287.
4
MHSI, Epp. Xav. 1,29.
5 MHSI, Epp. Mixtae, 1,522.
» MHSI, Chron. 2,33.
Introducción del P. Iparraguirre 703
7
Cartas dt San Ignacio de Loyola (Madrid 1874) tomo I, p.XXIII-XXV.
710 Cartas e instrucciones
13
P. BONDIOLI, S. Ignacio de hoyóla, Lettere e scritii scelti a cura di... (Milano 1928);
P. DUDON, St. lgnace de Loyola, Lettres spiritueiles choisies et traduitespar... (Paris 1933); I.
CASANOVAS, Cartes espirituals de S. Ignasi de Loyola (Barcelona 1936) 2 vols. Véase,
más adelante, la Bibliografía correspondiente a las cartas.
712 Cartas e instrucciones
14
J . M. AICARDO, Comentario a las Constituciones de la Compañía de jesús (Madrid 1919-
1932) 6 vols.; A. GOODIER-O'LEARY, Letters and lnstructions of St. Ignatius Lqyota I 1524-
1547 (Londres 1914).
Introducción del P. Iparraguirre 713
* * *
BIBLIOGRAFÍA
Ediciones:
Sancti lgnatii de Loyola Epistolae et Instructiones, 12 vols. (Madrid 1903-
1911=MHSI, ser I): edición básica sobre la que se apoyan las
demás.
A. MACIÁ, Cartas espirituales de San Ignacio de Loyola (Madrid, Aposto-
lado de la Prensa, 1944): una selección, con notas.
Alemán:
J. ISERN, Geistliche Briefe. Nueva ed. por H. RAHNER (Koln 1942): una
selección.
H. RAHNER, Ignatius von Loyola. Briefweschsel mit Frauen (Freiburg,
Herder, 1956): tiene trad. al inglés, francés, italiano y español.
— Ignatius von Loyola. Trost und Weisung. Geistliche Briefe. Ed. nue-
vamente por P. IMHOF (Einsiedeln, Benziger, 1979).
714 Cartas e instrucciones
Francés:
P. DUDON, St. Ignace de Loyola. Lettres spirituelles choisies et traduites
(París 1933).
G. DUMEIGE, Ignace de Loyola. Lettres (París, Desclée, 1959 =
Christus Texts 3): publica 200 cartas, traduc. y coment.
— Lettres dTgnace de Loyola a Francois Borgia = La Table ronde
n.106 (Paris 1956) p.91-101: traduc. y coment.
Inglés:
Letters of St. Ignatius of Loyola selected and translated by W . YOUNG
(Chicago, Loyola Umversity, 1959), ed. 228 cartas con introd. y
notas.
S. DECLOUX, en Commentaries on the Letters... (Roma 1980). Cf., a
continuación, Estudios.
Counsels for jesuits. Selected Letters and Instructions of Saint Ignatius Loyola.
Ed. by J . N. TYLENDA (Chicago, Loyola University, 1985). 40
cartas o instrucciones a jesuitas.
Italiano:
P. BONDIOLI, S. Ignacio di Loyola Lettere e scritti scelti (Milano 1928).
E. FARINELLA-A. TULUMELLO, Ignacio di Loyola. II messaggio del suo
epistolario (Roma, Stella Matutina, 1975) 2 vols.: publica 245 car-
tas.
Japonés:
V. BONET, Ignacio de Eoyola. Shokanshu (Tokio, Chuo Shuppan-
sha, 1972).
Portugués:
Cartas de Santo Inácio de Loyola. As primeiras cartas de urna vida nova.
Trad. e notas de A . CARDOSO (Sao Paulo, ed. Loyola, 1988).
26 cartas de los años 1524 a 1541, en este primer vol. de la serie.
Estudios:
L. BAKKER, Freiheit und Erfahrung (Würzburg, Echter, 1970)
p. 33-65, sobre una carta a Teresa Rejadell.
D. BERTRAND, La politique de Saint Ignace de Loyola. L'analyse sociale.
Préface de P. CHAUNU (Paris, Cerf, 1985): estudio complejo y
particularizado sobre la «sociodoxía» del epistolario.
CH. J . BLAISDELL, Calvin'S and Eoyola's Letters to Women, en Calviniana:
Ideas and influence of J. Calvin: Sixteenth Century Essays and Studies
(Kirksville Miss. 1988) p. 235-253.
G. BOTTEREAU, La «lettre» dTgnace de Loyola a dan Pietro Carafa:
A H S I 44 (1975) 139-152.
Introducción del P. Iparraguirre 715
2 A M A R T Í N G A R C Í A DE OÑAZ
1
San Ignacio pone la palabra latina «medela».
2
2 Cor 12,7. San Ignacio cita este y los demás textos de esta carta de memoria,
cambiando algunas palabras y aun frases.
A Martín García de Oña^ 719
3
oposición con la ley de mi mente ; la carne codicia contra el espíritu, y el
espíritu contra la carne*. Y tanta rebelión tenía en su ánima, q u e
viene a decir: Lo bueno que quiero, no lo hago; lo malo que no quiero,
5
eso es lo que hago; lo que hago no me lo explico . Después, en otro
tiempo más adelante, dice: Porque seguro estoy que ni la muerte, ni
la vida, ni ángeles, ni cosas futuras, ni alguna criatura será capa% de
6
apartarme del amor de Dios que está en Cristo Jesús, Señor nuestro .
En el principio no he dejado de parecerle; en el medio y fin
plega a la suma b o n d a d su entera y santísima gracia no me la
quiera n e g a r , para q u e y o parezca, imite y sirva a todos los q u e
sus v e r d a d e r o s siervos son; y si en cosa le t e n g o de enojar y en
un solo p u n t o tengo de aflojar en su santo servicio y alabanza,
antes de esta v i d a me quiera sacar.
[2] V i n i e n d o a propósito, bien ha cinco o seis años q u e
más frecuentemente os escribiera, si no me obstaran dos cosas: la
una, i m p e d i m e n t o s de estudios y m u c h a s conversaciones, mas
no temporales; la otra, en no tener probabilidad o conjeturas
suficientes para pensar q u e mis cartas podrían causar a l g ú n
servicio y alabanza a Dios N . S., y descanso a l g u n o a mis
d e u d o s y parientes según la carne, para q u e también según el
espíritu lo fuésemos y a la ve^ nos a y u d á s e m o s en las cosas q u e
para siempre nos han de durar. P o r q u e es así verdad: tanto
p u e d o en esta vida a m a r a persona, cuanto en servicio y alaban-
za de Dios nuestro Señor se a y u d a , porque no ama a Dios de todo
corazón el que ama algo por sí y no por Dios.
Si en i g u a l g r a d o dos personas a Dios nuestro Señor sirven,
7
el uno c o n j u n t o y el otro no, q u i e r e Dios nuestro Señor que
nos a l l e g u e m o s y nos afectemos más al padre natural q u e al q u e
no lo es; al bienhechor y al pariente, q u e al q u e n i n g u n o de
ellos es; al a m i g o y conocido, q u e al q u e ni uno ni otro. Por
esta fuerza v e n e r a m o s , honramos y a m a m o s más a los A p ó s t o -
les e l e g i d o s q u e a otros inferiores santos, p o r q u e más y más
sirvieron, más y más amaron a Dios nuestro Señor, porque la
caridad, sin la cual nadie puede conseguir la vida, se dice que es el amor
con que amamos a Dios nuestro Señor por sí mismo y a todas la demás
cosas por El, además que debemos alabar a Dios en sus santos, como dice
8
el Salmista .
[3] Deseo mucho y más que mucho, si hablar se puede, que en
vuestra persona, parientes y a m i g o s cupiese intensamente ese tal y
3
Rom 7,23.
4
Gal 5,17.
5
Rom 7,15.
6
Rom 8,38.39.
7
Es decir, pariente.
8
Ps 150,1.
720 Cartas e instrucciones
» 1 Cor 7,29-31.
10
San Ignacio dice en latín: «Forsan, et utinam forsan». Aunque en el texto hemos
traducido literalmente, creemos que el sentido aquí es más bien: Ojalá, ojalá hiciéramos
eso.
11 a
Su cuñada, D. Magdalena de Araoz.
12
Es ésta la primera carta conocida del Santo en que se emplea esta cláusula final,
que será bien pronto el modo ordinario con que acabará las cartas.
A Isabel Roser 721
A ñ o de 1532...
(...) Plega a la suma bondad todo se ordene en su santo
servicio y continua alabanza.
De bondad pobre, IÑIGO.
3 A ISABEL ROSER
1
Nada sabemos de esta persona, a no ser que sea el catalán Cipriano Benet, que
abandonó antes de 1532 la orden dominicana.
722 Cartas e instrucciones
4 A JAIME CASSADOR
8
El Dr. Juan Castro (1488-1556), doctor de la Sorbona, a quien dio los ejercicios San
Ignacio en París. Después de ejercitar la predicación en Burgos y otras ciudades de
España, tomó el hábito religioso en la cartuja de Valí de Cristo, cerca de Segorbe. San
Ignacio le hizo una visita en este monasterio en 1535. En 1542 fue elegido prior de la
cartuja de Porta-Coeli de Valencia.
g
De este monasterio se habla en la carta siguiente.
1 0
«Facilitar» está puesto aquí en el sentido de representar como fácil.
728 Cartas e instrucciones
5 A SOR T E R E S A R E J A D E L L
n
Forma anticuada por «vendría».
A sor Teresa Kejadell 729
nos, las monjas de Santa Clara optaron por una decisión insólita:
abandonar la regla franciscana y abrazar la benedictina. El cambio se
realizó por los años 1513-1518, de modo que, cuando San Ignacio
mantuvo correspondencia con Teresa Rejadell, ésta era monja bene-
dictina. Su monasterio, trasladado a Montserrat, persite hoy día bajo la
advocación de San Benito.
Esta carta se ha considerado siempre como un comentario y aplica-
ción de las reglas para discernir espíritus y notas sobre los escrúpulos
dadas por San Ignacio en los Ejercidos.
Comienza el Santo aprobando las decisiones de Cáceres. Después,
accediendo a los deseos de la religiosa, expone sus normas espirituales.
1. Modo abierto con que el enemigo tienta a las personas que
comienzan a servir a Dios. Les incita a falsa humildad y vanagloria.
2. Táctica del alma en este estado. Contraria a la del enemigo:
anclarse en la verdadera fe y esperanza, cuando deprime, y considerar
lo poco que puede, cuando le ensalza.
3. Tentaciones más sutiles. Ensancha más la conciencia de las
personas laxas y estrecha más la de las escrupulosas.
4. Causas de esta actitud y norma del alma: mirar quién combate.
Abajarse en la consolación y luchar contra la desolación.
5. Actividad más elevada e íntima de Dios en el alma. Atención
del alma al momento posterior a esa consolación y advertencia a los
engaños más sutiles del enemigo.
[1] I H S . L a g r a c i a y a m o r de Cristo N . S. sea siempre en
nuestro favor y en nuestra a y u d a .
L o s días pasados, recibida vuestra letra, con ella me g o c é
m u c h o en el Señor a q u i e n servís, y deseáis más servir, a q u i e n
debemos atribuir t o d o lo b u e n o q u e en las criaturas parece.
1
C o m o en la vuestra decís, q u e C á c e r e s me informará l a r g o de
vuestras cosas, así lo hizo, y no sólo dellas, mas aun de los
m e d i o s o parecer q u e para cada u n a dellas os daba. L e y e n d o lo
q u e me dice, no hallo otra cosa q u e escribir pueda, a u n q u e más
quisiera la información por vuestra letra; p o r q u e n i n g u n o pue-
de dar bien a entender las pasiones propias c o m o la m i s m a
persona q u e padece.
1
Parece que se trata de Lope de Cáceres, natural de Segovia, que se unió a San
Ignacio en Alcalá y había pertenecido al séquito del virrey de Cataluña. Después de la ida
de Ignacio a París abandonó al Santo y se volvió a su ciudad natal. En París conquistó
San Ignacio a otro Cáceres, distinto de éste, por nombre Diego.
730 Cartas e instrucciones
2 Eccl 13,10.
732 Cartas e instrucciones
3
Quiere decir: involucrar, entorpecer.
4
Se sobrentiende: divina.
A sor Teresa Kejadell 733
5
El códice Varia Historia lee: seyendo.
734 Cartas e instrucciones
6
entender; entretanto, pues tenéis más vecino a C a s t r o , creo q u e
sería bien os escribiésedes con él, que, donde d a ñ o no se pueda
seguir, a l g u n o p r o v e c h o pueda venir. Y pues en todo me decís
os escriba lo q u e en el Señor sintiere, d i g o seréis bienaventura-
da si lo q u e tenéis sabéis g u a r d a r .
Ceso r o g a n d o a la santísima T r i n i d a d por la su infinita y
suma bondad nos dé gracia cumplida, para q u e su santísima
v o l u n t a d sintamos, y aquélla enteramente la c u m p l a m o s .
De Venecia, a 18 de junio de 1536.
De bondad pobre, IGNACIO.
6
El Dr. Juan Castro, del que se habló en la nota 8 de la carta 4.
1
San Ignacio dice: «demptas».
A sor Teresa Rejadell 735
2
Véase la carta n.5, nota 1.
736 Cartas e instrucciones
7 A L P . MANUEL MIONA
J
Pedro Fabro, primer compañero de San Ignacio.
A mosén Juan de Verdolay 737
8 A MOSÉN J U A N DE V E R D O L A Y *
San Ignacio debió de haber trabado amistad con este clérigo en sus
anteriores períodos de estancia en Barcelona (1524-26, 1527-28). Se ve,
por la carta, que estaba introducido en el círculo de los conocidos y
conocidas del Santo. Ahora, desde Venecia, donde ya ha sido ordena-
do sacerdote, exactamente un mes antes, el Santo le informa sobre los
compañeros con que cuenta en su género de vida y los proyectos que
tienen. El tono de la carta y el modo de hablar del grupo en tercera
persona, distinto de cuando habla de sí mismo, hace pensar que
escribe como responsable, e invita a Verdolay a seguirlos en sus
proyectos de vida apostólica. Se observa que distingue a los nueve
primeros compañeros de los demás que se van presentando, los llama
«amigos míos en el Señor», como también «hermanos míos y vuestros
en Cristo». La carta resulta particularmente interesante por los datos
históricos que contiene y para conocer la mente de San Ignacio funda-
dor en este momento. Para entender mejor esto último no se puede
prescindir de la carta del Santo a su sobrino Beltrán, de fines de
septiembre de 1539.
Verdolay entró en la Compañía después de muerto San Ignacio, y
más tarde pasó a la Cartuja (Epp. Mixt. 5,555-556; Chron. Pol. 4,345
nota 4).
* Sobre esta carta, B. HERNÁNDEZ MONTES, Original de la carta de San Ignacio a Mosén
Verdolay: MANR 56 (1984) 321-343.
738 Cartas e instrucciones
1
Agente del emperador Carlos V en Roma para el asunto del matrimonio de Enri-
que VIII con la reina Catalina. De él habla en la Autobiografía (n.93, cf. 77) por haberle
sido contrario en París. No era cardenal. Con su influjo se dieron a conocer a Paulo III.
A mosén Juan de Verdolay 739
9 A PEDRO CONTARINI
2
A partir de aquí, hasta el final «...veamos presto. Y.», es autógrafo el original
conservado en Salamanca: cf. B. HERNÁNDEZ MONTES, art.cit. al comienzo de la carta.
i 2 Cor 6,10.
A Pedro Contarini 741
2
Mt 6,33.
3 Cf. Gen 27,28.
4
Así escribe el original, controlado directamente por nosotros y leído de la misma
manera por los Padres de Monumenta, que pusieron esta lectura en la nota. El sitio se
llamaba Vivarolo. S. Ignacio, de oídas, habría entendido la expresión en la forma que
escribe.
5
Véase la descripción que hizo San Ignacio en la Autobiografía (n.94) de esta casa
destartalada y de la vida que en ella llevaban.
742 Cartas e instrucciones
10 A DIEGO DE GOUVEA
3
2 Cor 3,5.
4
En Paris había determinado seguir a Ignacio. En 1539 llegó a Roma para intervenir
en la reunión de los primeros compañeros. El mismo año volvió a París y se ordenó de
sacerdote. En 1541 ó 1542 abandonó la Compañía de Jesús.
744 Cartas e instrucciones
12 A BELTRÁN DE LOYOLA
Roma, fin de septiembre de 1539
{Epp. 1,148-151)
1
De Araoz, véase la carta siguiente, n.12, nota 4.
2
Se había ordenado de sacerdote en Venecia el 24 de junio de 1537. Sobre la primera
misa de San Ignacio véase P. DE LETURIA, Ea primera misa de San Ignacio de Eoyola y sus
relaciones con la fundación de la Compañía: Estudios ignacianos I p.223-235
A Beltrán de Eoyola 745
Llevó esta carta el P. Antonio Araoz. Quería ser una carta de
recomendación para el Padre y de invitación a colaborar en la difusión
de la Compañía de Jesús. Exhorta a su sobrino a que trabaje por la
reforma de la clerecía de Azpeitia. Le aconseja envíe a su hermano
menor Millán a estudiar a la Universidad de París. Le cuenta cómo la
Compañía de Jesús ha sido aprobada por Paulo III. Le pide que se
interese por la nueva orden. Importante la noticia que da en la posda-
ta: ya en 1535 había hablado con su sobrino «de la Compañía que
esperaba» y ahora la ve aprobada por el Papa.
4 a
El portador de la carta, sobrino de D. Magdalena de Araoz, esposa del hermano
mayor del Santo, Martín García de Oñaz. Había nacido en Vergara en 1515. Después de
haber estudiado en Salamanca, fue a Roma en 1538, donde entró en la Compañía. Fue el
primer provincial de España. Murió en 1573.
A los habitantes de Azpeitia 747
Agosto-septiembre 1540
(Epp. 1,161-165: cf. MI, Font. doc. 655-657)
5
Prima de San Ignacio, viuda de Juan de Alzaga.
6
Magdalena de Loyola, hermana de San Ignacio, era viuda de López de Gallástegui,
a
señor de Ozaeta. Poseía a la sazón este título el hijo de D. Magdalena, Beltrán.
7
Magdalena de Araoz, madre de Beltrán, destinatario de esta carta.
1
Sobre San Ignacio, apóstol de la comunión frecuente, pueden verse las dos obras
del P. J . BEGUIRIZTAIN, San Ignacio de Eoyola, apóstol de la comunión frecuente (Barcelona
1909) y San Ignacio de Eoyola, primer apóstol de la comunión frecuente en España a principios del
siglo xvi (Buenos Aires 1922).
748 Cartas e instrucciones
2
Rom 13,8.
3
Se refiere al dominico veneciano P. Tomás Stella, que fundó en la iglesia de la
Minerva, de los dominicos de Roma, la Cofradía del Santísimo Sacramento, aprobada por
Paulo III el 30 de noviembre de 1539. El P. Stella murió obispo de Justinópolis.
4
El bachiller Antonio Araoz, del que se habló en la carta 12, nota 4.
A los habitantes de Azpeitia 749
5
El mismo San Ignacio volvió a hablar en la Autobiograpa (n.88 y 89) del apostolado
que ejerció en Azpeitia, completando algunos de los datos que da aquí.
750 Cartas e instrucciones
tres a tres días, quier de ocho a ocho días, quier de mes a mes; y
después, a lo ú l t i m o , hemos parado de año en año, por la
nuestra tanta frialdad y enfermedad, que parece q u e el n o m b r e
nos queda de ser cristianos, según a la m a y o r parte de todo el
m u n d o veréis, si con á n i m o quieto y santo le queréis contem-
plar. Pues sea de nosotros, por a m o r y espíritu de tal Señor, y
p r o v e c h o tan crecido de nuestras á n i m a s , renovar y refrescar en
a l g u n a manera las santas costumbres de nuestros pasados; y si
en todo no p o d e m o s , a lo menos en parte, confesándonos y
c o m u n i c á n d o n o s (como arriba dije) una vez en el mes. Y quien
más adelante q u e r r á pasar, sin a l g u n a duda, irá conforme a
nuestro Criador y Señor, testificando San A g u s t í n con todos los
otros doctores santos, el cual dice (después q u e dijo: No alabo ni
vitupero el comulgar diariamente); exhorto a comulgar todos los domin-
6
gos . Y p o r q u e espero q u e Dios nuestro Señor, por la bondad
infinita y por la su misericordia acostumbrada, influirá en abun-
dancia su santísima gracia en los ánimos de todos y de todas
para un servicio s u y o tan d e b i d o , y p r o v e c h o de las almas tan
claro y manifiesto, ceso p i d i e n d o , r o g a n d o y suplicando, por
a m o r y reverencia de Dios N . S., siempre que me hagáis partici-
pante en vuestras devociones, y m á x i m e en las del santísimo
Sacramento, como en las m í a s , a u n q u e pobres e i n d i g n a s , siem-
pre habréis entera parte.
De R o m a , 1541.
IGNATIO DE LOYOLA.
14 A M A G D A L E N A DE LOYOLA
servicios. Por indicación del cardenal Pole envió a Irlanda a los PP.
Broet y Salmerón. Las exigencias heréticas de Enrique VIII habían
creado una situación muy lamentable. Deseaba el Papa que sobre el
terreno procuraran tomar las medidas convenientes para poner reme-
dio a los males que había provocado el nuevo estado de cosas. Debían
visitar a los obispos, reformar los monasterios, reanimar a los fíeles,
conversar con las personas de autoridad. Salieron de Roma los padres
el 10 de septiembre de 1541, pero no pudieron llegar a su destino.
Con esta ocasión redactó San Ignacio tres instrucciones. Publica-
mos sólo ésta, en que da las normas que deben seguir en el apostolado.
Deben ponerse a disposición de todos, atraer a todos por medio de la
conversación, que debe acomodarse al carácter y modo de ser del
interloculor. Han de procurar, a imitación del enemigo, entrar con el
otro para salir con la suya y usar de otras normas de prudencia y
caridad que va señalando el Santo. Cf. N. STANDAERT, Ignatius' omgang
met anderen. Een dubbel%innige methode?: Cardoner 8 (1989) 93-102.
1
Cor 9.22.
A los PP. Broetj Salmerón 753
1
Ejerc, n.332.
3
Id., n.10.
4
Francisco Zapata, sacerdote toledano, de familia noble y acomodada, escritor apos-
tólico de la curia pontificia, hizo de ecónomo en este viaje. En 1546 decidió entrar en la
Compañía como coadjutor. Sin embargo, poco después, en 1547 o principios de 1548, fue
despedido de la Compañía. Arrepentido, entró en la Orden de los franciscanos, en la que
llevó una vida muy virtuosa.
754 Cartas e instrucciones
16 A L P . SIMÓN RODRIGUES
17 A L P . SIMÓN RODRIGUES
La protección y favor del rey Juan III a los jesuitas, desde que
conoció a los dos primeros llegados a Lisboa, Francisco Javier y
3
Reginald Pole, legado pontificio en Viterbo.
4
Espira.
5
Pascasio Broet y Alfonso Salmerón, enviados a Irlanda: cf. la carta precedente.
Al P. Simón Rodrigues 757
6
San Francisco Javier.
7
Francisco de Rojas escribirá en octubre de 1541 a Roma, sobre las tentaciones que
pasó uno de los enviados de París, en medio de los peligros en que se vieron; Epp. Mixt.
1,77-78.
Al P. Simón Rodrigues 759
18 A L P . J U A N BAUTISTA VIOLA
1
«Probablemente las Summulae logicae de Pedro Hispano, que figuraban en el progra-
ma de los dialécticos, uno de los tres cursos necesarios para conseguir el bachillerato de
artes» (DUMEIGE, p.84 nota 1).
762 Cartas e instrucciones
19 AL P . SIMÓN RODRIGUES
20 AL P . PEDRO FABRO
21 A J U A N I I I , REY DE PORTUGAL
1
En la copia que se conserva se lee lo mismo aquí que las demás veces que sale esta
palabra: «seyendo».
2
Era Francisco Botello, agente del rey de Portugal, enviado a Roma con ocasión del
negocio de la Inquisición y del cardenal Miguel de Silva.
766 Cartas e instrucciones
3
Alusión a 1 Cor 3,6.
4
Se refiere al matrimonio que se concertó entre la infanta doña Marta, hija de Juan
III, con el infante don Felipe, hijo del emperador Carlos V. El matrimonio se efectuó el
13 de noviembre de 1543.
A Juan III, rey de Portugal 161
IÑIGO.
768 Cartas e instrucciones
22 A L P. DIEGO LAÍNEZ
23 A A S C A N I O COLONNA
IÑIGO.
24 A TERESA REJADELL
(Epp. 1,274-276)
25 AL P. NICOLÁS BOBADILLA
Roma, 1543
{Epp. 1,277-282)
7
El cardenal Marcelo Cervini.
8
El cardenal Juan Morone.
A Juan III, rey de Portugal 111
26 A J U A N I I I , REY DE PORTUGAL
IGNACIO.
A Francisco de Borja, duque de Gandía 779
5 lo 14,6.
6
Juana de Meneses, hermana de Eleonor de Castro, esposa del santo duque.
7
Se trata de Antonio de Muñiz, que acaba de llegar al colegio de Valencia. Por
desgracia salió de la Compañía.
782 Cartas e instrucciones
De R o m a , etc. IGNACIO.
28 A L DOCTOR PEDRO O R T I Z
1
MI, Const. I 29.83.
A los Padres enviados a Trento 783
30 AL P. PEDRO CANISIO
Al recibir San Ignacio las noticias del fruto que realizaba San
Pedro Canisio en Colonia y otras ciudades alemanas, le escribe lleno de
gozo esta carta, en que abre su corazón y le manifiesta los sentimientos
de alegría y gratitud hacia el Señor que inundan su alma al ver el bien
que realizaban sus hijos. A la vez le exhorta a que avance en la
perfección.
1
Eph 6,10.
2
1 Cor 15,3.
3
Rom 4,25.
4
Eph 2,6.
5
Rom 12,3.
6
Flp 2,13.
7
2 Tim 2,7.
788 Cartas e instrucciones
1
v a y a tal s e g u n d o ferrier de la Compañía y interpelador fiel,
q u e y a está allá, de buena m e m o r i a , el R d o . M t r o . Pedro F a b r o ,
q u e en su día del señor San P e d r o , primero de a g o s t o , disponién-
dolo el Señor, fue liberado de los vínculos de esta muerte, yendo feliz-
mente al Señor, así como M t o . J o a n Codure, p r i m e r ferrier,
m u r i ó su día también, es de saber del señor San J u a n D e g o l l a -
2
d o , cuyas ánimas estando en el cielo juntas, sus cuerpos en
Santa M a r í a de la Estrada a c o m p a ñ a d o s , aquí nosotros en R o -
ma a s i m i s m o nos hace compañía.
Y fue en tal m o d o , permitiéndolo la b o n d a d d i v i n a , q u e
habiendo tanto tiempo, alrededor de ocho años, de su absencia
de R o m a y peregrinación por tantas partes, en santa obediencia,
entrando aquí sano y bueno a 17 de julio, y por ocho días
g o z á n d o n o s todos y sus devotos en el Señor, después otros
ocho días siendo visitado de unas tercianas dobles, finalmente el
p r i m e r o de a g o s t o , c o m o dije, y día del señor San Pedro ad
3
Vincula, siendo confesado el sábado a la n o c h e , al d o m i n g o a
la mañana o y e n d o misa y recibiendo el santísimo sacramento y
la extrema unción, entre medio día y vísperas, presentes cuantos
é r a m o s en casa, y m u c h o s de los devotos en el Señor nuestro,
que eran v e n i d o s , con m u c h a s señales de su vida pasada y de la
q u e esperaba eterna, dio su ánima a su Criador y Señor.
[2] C o m o hemos menester a m i g o s y santos, que en todas
partes intepelen por nosotros, todos esperamos en la d i v i n a
majestad, siendo su santísima v o l u n t a d complida, no menos nos
a y u d a r á allá, q u e acá pudiera. Por todo y en eterno sea la d i v i n a
y suma v o l u n t a d alabada y glorificada. A m é n . A m é n . A m é n .
De R o m a , a 8 de a g o s t o de 1546.
Por comisión del P. M t o . I g n a c i o . S u m í n i m o y i n d i g n o
hermano en el Señor nuestro, Bartolomé Verrón.
34 A D. F E R N A N D O DE A U S T R I A , REY DE ROMANOS
1
Constitución apostólica de Paulo III Kegimini militantis Ecctesiae, de 27 de septiem-
bre de 1540; cf. la introducción: MI, Const. I, 25.
A D. Fernando de Austria, rey de romanos 793
2
Habla de San Francisco Javier.
3
Se refiere al P. Simón Rodrigues.
4
Se quiso hacer obispos a los PP. Laínez, Simón Rodrigues, Broet y Bobadilla, y más
tarde a San Pedro Canisio. San Ignacio resistió siempre con gran firmeza. Cf. MHSI,
Fontes narr. 2,371.
794 Cartas e instrucciones
35 AL P. MIGUEL DE TORRES
36 A LOS H E R M A N O S E S T U D I A N T E S DE COIMBRA
1
Mt 5,48.
A los hermanos estudiantes del colegio de Coimbra 191
PARTE PRIMERA
ESTÍMULOS PARA AVANZAR
2
1 Petr 2,9.
3
1 Col 1,13.
798 Cartas e instrucciones
5 Apoc 2,17.
<• Rom 8,18.
7
2 Cor 4,17.
8 Dan 12,3.
9
Ier 48,10.
i» 1 Cor 9,24.
ii 2 Tim 2,5.
800 Cartas e instrucciones
12
Hebr 1,14.
13
Santo Tomás, en el oficio del Santísimo Sacramento ad Laudes.
A los hermanos estudiantes del colegio de Coimbra 801
PARTE SEGUNDA
14
Phil 2,21.
15
Rom 12,1.
16
Ps 98,4.
Lev 2,13.
802 Cartas e instrucciones
PARTE TERCERA
M O D O D E E J E R C I T A R E L C E L O EN T I E M P O DE
LOS ESTUDIOS
2 3
Ib., 1 . 1 c.9: PL 184,324.
2 4
Eccl 1 4 , 5 .
2 5
SAN BERNARDO, Iti Cántica, serm.19,7: PL 183.866B.
2 6
1 Sam 1 5 , 2 3 .
804 Cartas e instrucciones
2 7
lo 15,12.
2 8
Eccl 30,24.
A los hermanos estudiantes del colegio de Coimbra 805
19
hombre . De la m i s m a manera, para poner en otros la forma de
h u m i l d a d , paciencia, caridad, etc., quiere Dios q u e la causa
inmediata q u e él usa c o m o instrumento, c o m o es el predicador
o confesor, sea h u m i l d e , paciente y caritativo. En manera que,
c o m o os decía, a p r o v e c h a n d o a vosotros mismos en toda vir
tud, g r a n d e m e n t e servís a los prójimos; p o r q u e no menos, antes
más apto, instrumento para conferirles gracias aparejáis en la
vida buena que en la doctrina, bien q u e lo u n o y lo otro
requiere el perfecto instrumento.
[11. Conclusión.]
No otro por ahora, sino q u e r u e g o a Dios, nuestro Criador
y Redentor, q u e , como le p l u g o haceros tanta g r a c i a en llama
ros y daros v o l u n t a d eficaz para q u e quisiésedes enteramente
emplearos en su servicio, así le plega continuar en todos y
aumentar sus dones, para que constantemente perseveréis y
2 9
La frase procede de ARISTÓTELES, en Física II c.2: Aristoteiis opera, ed. BEKKER I
(Berlín 1831) p.194,13. La recuerda Dionisio el Cartujano, cf. Opera t.XXXIII (Tournai
Í907) p.330B, col.l, De lamine christianae íheoriae, lib. I, art.30. Más tarde la citará
ALFONSO EL TOSTADO, In Exodum c.23 q.39 (Venetiis 1615) p.481D.
Se trata del influjo del sol en la generación, por medio del clima y el aire en que se
realiza la concepción...
806 Cartas e instrucciones
38 AL P. DIEGO LAÍNEZ
1
El cardenal Enrique de Portugal.
808 Cartas e instrucciones
1
autores q u e no traigan con l e n o c i n i o de lengua; y o , cierto,
siento con V. R. cuanto al demasiado, así por la autoridad del
q u e lo escribe c o m o por los ejemplos q u e tenemos dellos, que,
comenzando otras m a y o r e s facultades y cansándose de no mu-
cha fatiga: y es ser r e g a l a d o s , usar y habituarse a no entender
sino en cosas fáciles y sabrosas; y así finalmente los espanta o
enoja el tratar cosas en q u e se hallan las cualidades contrarias,
de dificultad y desabrimiento, c o m o v e m o s en las artes y teolo-
gía escolástica. Pero, no obstante q u e siento esto del detenerse
d e m a s i a d o , no pensaría fuese demasiado (hablando también y o
en g e n e r a l ) detenerse tanto, q u e bastase para poseer estas letras
h u m a n a s , especialmente l e n g u a s , en sujetos capaces por edad e
i n g e n i o . Y m u é v o m e a esto por más motivos.
Uno es de la autoridad de los que aconsejan este estudio de
las l e n g u a s , c o m o m u y necesario a la Escritura; y d i g o autori-
dad, así de a n t i g u o s c o m o modernos; y confieso q u e en particu-
lar me m u e v e v e r lo q u e siento sentir en esta parte al Padre
M t r o . I g n a c i o , el cual tanto está puesto en querer q u e sean
buenos latinos los de esta Compañía. Y además de lo q u e en él
hay h u m a n o , de prudencia y experiencia, creo aún q u e Dios
particularmente le inspire semejantes inclinaciones y pareceres;
p o r q u e suele su providencia conferir especial influjo de su
gracia a los q u e tienen c a r g o de gobernar, para la utilidad
c o m ú n de los g o b e r n a d o s .
[2] El 2.° m o t i v o es de los ejemplos de a n t i g u o s , como
J e r ó n i m o , A g u s t i n o y los demás g r i e g o s y latinos, a los cuales
el estudio de h u m a n i d a d no embotó nada la lanza para entrar
m u y dentro en la cognición de las cosas; y esto por no entrar en
Platones y Aristóteles y otros filósofos.
[3] El 3.° m o t i v o es el uso común: que en semejantes
cosas no m u y altas, y d o n d e no e n g a ñ a o hace violencia el
apetito sensitivo, no será el error común; pero parece que en los
tiempos m u y de atrás hasta los nuestros se ha usado esto más
c o m ú n m e n t e , del comenzar por las letras h u m a n a s , dejados
a l g u n o s años, donde reinó en l u g a r de estudio la barbarie, no
menos de letras q u e de hombres. Pero dejando éstos, en Grecia
e Italia (y así creo de las otras partes), este m o d o parece coligi-
mos de proceder del fundamento bueno de letras humanas a los
demás estudios.
[4] El 4.° m o t i v o es de la experiencia, q u e nos muestra
2
q u e muchos letrados g r a n d e s , por esta i n f a n c i a , se g u a r d a n
1
Palabra usada en el sentido de atractivo.
2
Tal vez sea una errata y hubiera querido escribir insuficiencia en vez de infancia. O
simplemente toma el término «infancia» en su sentido etimológico: incapacidad de
expresarse con palabras.
Al P. Diego L,aíne% 809
a
La 4 . [sic] q u e estamos ahora en tiempos tan delicados en
esta parte, q u e , c o m o todos quieren saber l e n g u a s , así parece
tendrá poca autoridad para con ellos quien no las supiere.
a
La 5 . , q u e en esta nuestra Compañía parece especialmente
ser necesaria esta doctrina, así por el conversar con gentes de
diversas l e n g u a s en hablas o cartas, c o m o por tener con q u é
satisfacer en el predicar y conversar a personas comunes, a
quienes es más p r o p o r c i o n a d o esta de la h u m a n i d a d , así a y u d a
para con ellos.
a
La 6 . , p o r q u e , a u n q u e se aprenden a l g u n a s cosas q u e sir-
ven para lo de adelante, c o m o son historias, cosmografía, tro-
pos y figuras de hablar, y preceptos de retórica, que, a lo; que
1
aman a Dios, no d u d o que cooperarán al bien, y no poco" .
a
7 . , p o r q u e aun hay donde puede el i n g e n i o y nervios
emplearse, c u a n d o el h o m b r e se ejercita así en las disputas de
retórica, si en ella entiende, c o m o en las invenciones propias,
ahora sea con versos, ahora prosas, oraciones y epístolas.
a
8 . , p o r q u e t e n g o por m u y importante el hacerse una vez
señor de la l e n g u a , para quedarse después con ella y servirse
como cumple; l o cual no alcanzan los q u e de una vez no ponen
en esta cosa el tiempo y trabajo competente: c o m o acontece a
muchos, q u e llevan la piedra de Sísifo quasi hasta la c u m b r e y,
allí dejándola, tornan otra vez al pie de la cuesta. Y a l g o de esto
sélo por experiencia propia [...] todo esto por el no hacer de
una vez la fatiga hasta señorear la lengua; q u e después no se
despediría así fácilmente.
[6] Además de esto suéltanse las razones de la parte opuesta
al principio dichas. Porque se p u e d e decir q u e detenerse en el
estudio tanto, q u e baste para poseer las letras de h u m a n i d a d , no
hace caer en aquel inconveniente de no saber o querer ahondar
en las cosas a todos; p o r q u e , a u n q u e deje a l g u n a disposición de
parte del entendimiento y voluntad, no dejará hábito q u e difí-
cilmente se m u e v a y incline a m o d o de natura, m a y o r m e n t e a
quien no se envejece en estas letras, puesto que se pare hasta el
término dicho. Y a u n q u e moral probabilidad haya q u e la dispo-
sición dicha h a g a a m u c h o s perezosos para facultades m a y o r e s ,
una buen v o l u n t a d puede vencer tal inclinación, como por
diseños m u n d a n o s m u c h o s la vencen, y se disponen a estudiar
lo que no les a g r a d a r í a según su inclinación.
Y así parece que los desta Compañía, cuando así se hallasen
inclinados un poco, podrían vencerla con una semejante v o l u n -
tad g r a n d e , tomada por a m o r de Dios, y tendrían tres a y u d a s
más q u e los m u n d a n o s para tal efecto: una el propósito con que
4
Rom 8,28.
A los padres y hermanos de Gandía 811
• Le 2,51.
2
Mt 2,13.
' lo 21,17.
4
Hebr 13,17.
A los padres y hermanos de Gandía 813
i» Prov 2 1 , 2 8 .
11
«Qui vestri curam nobis semel credidistis, quid de vobis rursum vos intromicticis»
(SAN BERN., In Cant. serm.19: PL 1 8 3 , 8 6 6 ) .
A los padres y hermanos de Gandía 815
12
Cristo vive en mí . Y a u n q u e podría decir a l g u n o q u e todo esto
p u e d e participar q u i e n obedeciere en Cristo al prepósito general
de la C o m p a ñ í a , t e n g o por cierto q u e no tanto, con g r a n
diferencia, c o m o los q u e , v i v i e n d o en c o n g r e g a c i ó n , tienen de
cerca a q u i e n obedecer en el m i s m o Señor nuestro.
[7] Sin estos provechos espirituales y a dichos, que tocan
más a los particulares, importa esta forma de vida a la conserva-
ción del cuerpo todo de vuestra c o n g r e g a c i ó n . Porque es así
q u e n i n g u n a m u l t i t u d p u e d e en un cuerpo conservarse sin estar
unida, ni puede unirse sin orden, ni puede haber orden si una
cabeza no hay, a q u i e n sean por obediencia los otros m i e m b r o s
subordinados. Así q u e , deseando se conserve el ser de vuestra
c o n g r e g a c i ó n , es necesario desear q u e tengáis a a l g u n o q u e os
sea cabeza.
Además de la conservación, aún importa m u c h o , para el
buen g o b i e r n o de la c o n g r e g a c i ó n q u e ahí hubiere en Gandía,
tener de cerca a a l g u n o q u e entienda todas las cosas y p r o v e a en
ellas, c o m o lo haría y o estando presente. Porque y a nos muestra
la experiencia q u e de aquí es imposible p r o v e e r a muchas cosas
q u e serían de importancia: parte, p o r q u e no se puede todo
escribir y hacérsenos saber acá, no se p u d i e n d o fiar todas las
cosas a escritura; parte, p o r q u e en muchas cosas se perdería la
ocasión, en tanto q u e se pide parecer de acá y se envía.
Para q u i e n q u i e r a también q u e tuviese mi c a r g o y tanto
peso, es g r a n alivio y m u y d e b i d o , antes necesario; porque
siendo o b l i g a d o , y no p u d i e n d o atender por sí a todos los
particulares, a lo menos lo h a g a por m e d i o de otros.
[8] No poca utilidad, aun sin la dicha conservación, re-
d u n d a en todo el cuerpo de la C o m p a ñ í a , a la cual es útilísimo
q u e los estudiantes, y otros q u e la siguen, sean m u y ejercitados
en obediencia, no haciendo diferencia de quién es ministro en
sí, pero en cada u n o de ellos reconociendo a Cristo N . S.,
haciendo cuenta de obedecer al m i s m o en su vicario. Y la razón
desta utilidad es p o r q u e , con ser en toda c o n g r e g a c i ó n m u y
necesaria esta v i r t u d de la obediencia, especialísimamente lo es
en ésta, por ser personas de letras los q u e hay en ella, y ser
e n v i a d o s por el Papa y perlados, y esparcidos en lugares remotí-
simos de d o n d e reside el superior, y cabidos con personas
g r a n d e s , y otras m u c h a s causas; por las cuales, si la obediencia
no fuese señalada, parece no se p o d í a regir tal gente; y así,
n i n g ú n ejercicio t e n g o por más o p o r t u n o ni por más necesario
para el bien de la C o m p a ñ í a q u e este del obedecer m u c h o bien.
T a m b i é n , para saber presidir a otros y regirlos, es necesario
12
Gal 2,20.
816 Cartas e instrucciones
" Ps 19,17.
" Eccl 10,19.
17
«Fecunda virorum paupertas» (LUCANO, Pharsalia 1.1 v.165.166).
•8 Prov 27,21.
19
Mt 19,21.
2» Ps 17,28.
A los padres y hermanos de Padua 821
2 1
«Saepius pauper et fidelius ridet; nulla sollicitudo in alto est» (SÉNECA, Cartas a
Ludio 80,6).
822 Cartas e instrucciones
41 A SOR T E R E S A REJADELL
1
El P. Martin de Santa Cruz, rector del colegio de Coimbra, que había pasado por
Barcelona en su camino a Roma. Se embarcó en esta ciudad el 22 de agosto. Murió
pronto en Roma en 1548. Se había interesado por el asunto de Barcelona tanto, que
Rejadell, al enterarse de su fallecimiento, le considera como «abogado en el cielo» (Epp.
Mixt. II 47).
2
Ps 10,17.
Al P. Daniel Paeybroeck 823
42 AL P. DANIEL PAEYBROECK
3
El futuro Felipe II.
824 Cartas e instrucciones
43 AL P. A N T O N I O DE ARAOZ
44 AL SR. TALPINO
todo sin consultar con el director. Para quitar todo escrúpulo, escribió
a Roma pidiendo se le liberara del voto. Polanco le escribe el 25 de
junio, diciéndole se retire unos días a pensar mejor. Tal vez vea que le
conviene otra religión. En este caso se le dispensará del voto. Pero, si
sigue pensando en entrar en la Compañía, debe hacerlo sin condición
ninguna {Epp. 2,145-147). Siguió dudando Talpino, y en octubre se le
vuelve a decir que la Compañía no admite a nadie con condiciones, y
«que si él no se fía de que la Compañía tendrá tanta discreción que
baste regir a cada uno como conviene, no debe venir acá» «Epp.
2,584). Por fin dejó de entrar en la Compañía.
46 A F R A N C I S C O DE B O R J A , DUQUE DE GANDÍA
1
Las palabras que van entre comillas fueron añadidas de mano de San Ignacio.
A Francisco de Borja, duque de Gandía 831
IGNACIO.
A Jerónimo Oluja y a Teresa Wejadell 837
1
Sobre todo de las mismas dos religiosas, Antonio Araoz y Juan Queralt. Las citas
indicadas en la nota introductoria a la carta.
838 Cartas e instrucciones
2
Mercedes, la autoridad del vicario de C r i s t o ha cerrado la
puerta para tomar n i n g ú n gobierno o superintendencia de reli-
giosas, suplicándolo al principio la misma Compañía, por juz-
gar que sería para más servicio de Dios Nuestro Señor que
estuviese cuanto desembarazada pudiese, para poder acudir a
cualesquiera partes que la obediencia del S u m o Pontífice y las
necesidades del prójimo llamasen. Así que este remedio no
pienso agradaba a Dios N. S. en n i n g u n a manera, y sin él
espero en su bondad infinita que se hallará vía más conveniente
para venir a lo que desean, y todos deseamos en el Señor
nuestro, de su quietud y especial consolación.
[2] Y a u n q u e me remito a lo que allá pareciese mejor, p o r
la del M t r o . Polanco verá lo que a mí se me representaba. En
ésta no entraré en particularidades, sólo diciendo que querría
tener en esta parte crédito con Vuestras M e r c e d e s , que, para lo
que todos pretendemos, que es el m a y o r servicio de Dios
Nuestro Señor, no cumple tomar el asunto que allá se toca;
a u n q u e , si personas a l g u n a s religiosas hubiese de tomarse, a
Vuestras M e r c e d e s , p r i m e r o que a n i n g u n a s otras, se ofrecería
nuestro ministerio.
Plega a la eterna sapiencia darnos a todos sentir siempre su
santa voluntad y en ella hallar paz y contentamiento y entera-
mente cumplirla.
De R o m a , 5 de abril de 1549.
De Vuestras Mercedes siervo en el Señor nuestro,
IGNACIO.
50 A ANDRÉS LIPPOMANI
1
Se refiere a la fiesta de Pentecostés, que aquel año cayó el 9 de junio.
2
Gen 8,21.
840 Cartas e instrucciones
51 AL P. JUAN ALVAREZ
Julio de 1549
{Epp. 12,632-654)
(Escrita por Polanco por comisión de San Ignacio,
con correcciones autógrafas del Santo)
1
Véase M . Ruiz JURADO en AHSI 43 (1974) 217-266.
A Francisco de Borja, duque de Gandía 843
6
q u e cree de l i g e r o , es de corazón l i v i a n o » . Y menos excusables
serían los q u e tuviesen experiencias de semejantes e n g a ñ o s ,
como se tienen h o y g r a n d e s y m u c h a s .
1
Así q u e es muy convefnijente j mucho necesario discernir y
examinar semejantes espíritus; para lo cual Dios nuestro Señor
(como para cosa importante) da especial g r a c i a , gratis data, de
8
discreción de espíritus a siervos suyos s e g ú n el A p ó s t o l . L a
cual se a y u d a , y ejercita con la industria h u m a n a , en especial
con prudencia y doctrina.
De esta manera procediendo, a l g u n a s profecías o revelacio-
nes de las q u e corren, si no contienen cosa r e p u g n a n t e a la
razón ni buena doctrina, y antes edifican q u e l o contrario (en
especial si la persona q u e las dice y la calidad de ellas las hace
verisímiles), pueden aceptarse píamente, a u n q u e también suelen
personas espirituales y prudentes suspender su juicio en las tales
y esperar el evento para tenerlas por ciertas, bien que no las
condenen; p o r q u e aun los m i s m o s profetas no v e n todas veces
en su luz profética todas las cosas tan claras y absolutas c o m o
las p u e d e n decir. De donde procedió q u e J o n á s dijo absoluta-
9
mente: « D e aquí a cuarenta días será N í n i v e d e s t r u i d a » , no
siendo, o al menos no e x p r i m i e n d o la condición q u e habfía] en
aquella proposición en la disposición eterna de Dios nuestro
Señor, a saber, si no hiciesen penitencia.
Y acontece también q u e el v e r d a d e r o profeta se e n g a ñ e ,
cuando no v i e n d o con luz profética la cosa que dice, sino con la
luz natural de su razón o discurso, afirma lo q u e no es v e r d a d .
C o m o N a t á n se e n g a ñ ó diciendo a D a v i d q u e en n o m b r e de
Dios edificase el templo; pero después en la v e r d a d e r a y cierta
luz supernatural v i o lo contrario, y así le a v i s ó q u e , p o r q u e
1 0
había d e r r a m a d o mucha sangre, no le edificaría él, e t c . Con
esto que nos amonestan las m i s m a s Escrituras, se v e cuánto han
de ser los h o m b r e s más atientados en creer a los q u e no se sabe
aún q u e sean profetas, p u d i e n d o en tantas maneras tomar lo
falso por v e r d a d e r o .
2. C u a n d o en las tales revelaciones o profecías (aunque no
haya nada contra la buena v i d a y doctrina) hay a l g o que a la
razón no sea conforme, no sólo no creer, pero aun contradecir
4
Eccli 19,4.
7
Polanco había escrito solamente «menester». San Ignacio quiere que quede clara la
absoluta necesidad de la discreción de espíritus.
* 1 Cor 12,10.
9
Ion 3,4.
'» 2 Sam 7.
A Francisco de Borja, duque de Gandía 845
11
Primero había escrito Polanco «superiores a la razón». Después tachó las últimas
tres palabras.
12
También aquí Polanco había escrito antes «liviandad».
13
En el original, esta y las demás veces en que se habla del P. Onfroy se usa la letra
B. Lo mismo hace con otros Padres. Al P. Andrés Oviedo le llama C ; a fray Juan de
Texeda le cita con las iniciales. Nosotros pondremos siempre el nombre de la persona
que quiere significar el Santo, omitiendo las siglas.
14
Polanco había escrito: «con compasión y pena no poca».
15
El Beato Amadeo: Juan de Meneses da Silva. Nació en Ceuta en 1431. Fue
franciscano, confesor de Sixto IV, reformador y fundador de los Amadeos. Murió en
Milán el 10 de agosto de 1482. San Ignacio se refiere a su obra Apocalipsis nova. Cf.
Analecta franciscana 37 (Quaracchi 1944) 104-164, y 44 (1951) 161-190.
846 Cartas e instrucciones
16
m o de F e r r a r a , persona de g r a n d e s y singulares partes; q u e
verdaderamente es para atemorizar a cualquiera q u e en semejan-
tes cosas entra, viéndose e n g a ñ a d a persona de tanta prudencia y
letras, y, a lo q u e p o d í a verse, de tanta v i r t u d y devoción, y q u e
con tantas maneras quifso] p r o b a r su espíritu, «si era de D i o s » ,
y con todo ello se e n g a ñ ó , c o m o ya se ve, pasado el tiempo de
sus profecías.
Pero, de lo m o d e r n o hablando, es cosa de m a r a v i l l a en
nuestros días cuántos se han entremetido en esto, y entre ellos,
17
cardenales, c o m o es G a l a t i n o q u e es cosa pública (que de los
no públicos, por su h o n o r callo), que indubiamente tenían y
tienen q u e h a y a n de ser papas angélicos para reformar la Iglesia.
A q u e l camarero insigne del papa Paulo, que se decía A m b r o -
1 8
s i o , también tenía fija esta impresión, q u e parece no diera el
papado por nada menos de lo q u e valía.
Estos días también en U r b i n o uno con semejante espíritu
pasó tanto adelante, q u e se vistió de papa e hizo cardenales, y
comenzó a tener tantos secuaces, q u e le pareció al d u q u e de
Urbino no hacer poco en deshacerse de él y q u e se saliese de su
estado. Así m i s m o en otras partes de Italia, como Spoleto y
Calabria, se ha levantado otro estos días, descendiente de san
Francisco de Paula, q u e asimismo pretendía q u e había de ser
papa angélico y reformar, etc., y este m a y o pasado de ser su
elección, q u e no se ha visto.
19
Del m i s m o h u m o r se dejó poseer G u i l l e r m o P ó s t e l o , de
quien vuestra Señoría sabrá cuántas partes buenas tenía; por lo
cual le echaron de aquí de casa; y en Venecia, adonde está, ha
esperado q u e pasase el tiempo q u e él limitaba para el cumpli-
miento de sus profecías, y m u r i ó el rey de Francia Francisco,
q u e quería fuese monarca en lo temporal, y con todo ello ahora
halla salidas para defender de mentira sus profecías, diciendo
que, p o r q u e no le c r e y ó , i m p i d i ó el rey Francisco lo q u e Dios
había dispuesto, y q u e su hijo lo cumplirá, c o m o J o s u é en l u g a r
de Moisés, a quien había sido dicho que introduciría los hijos
de Israel en tierra de promisión y lo cumplió. Y tan fijas se
tienen hoy sus impresiones como nunca o más, sin que llevare
m e d i o , antes ha caído el pobre h o m b r e en otros errores tan
intolerables q u e da buena muestra de su espíritu; tanto q u e no
16
Más conocido por ei nombre de Savonarola.
17
El cardenal Pedro Colonna, llamado generalmente Galatino por haber nacido en
Galatina (Lecce). Murió en 1539. San Ignacio se refiere a su obra De arcanis catholicae
veritalis, impresa en 1518.
18
No hemos encontrado nada sobre esta persona.
" Sobre Guillermo Postel, cf. Fontes narr. 3,754-755, con la bibliografía de la p.755
nota 12.
A Francisco de Borja, duque de Gandía 847
20
El cardenal Alejandro Farnese, sobrino del Papa reinante, Paulo III. Véase sobre
todo este ambiente visionario y de profetismo el art. cit., AHSI 43 (1974) 220-225.
21
Se conservan varias cartas del P. Araoz en que va hablando de los diversos
problemas de Gandía, sobre todo una, escrita el 10 de marzo de 1549 {Epp. Mixt. 2,112-
120); pero en ninguna de ellas hemos encontrado nada referente a este asunto.
2 2
Polanco había escrito «demonio».
848 Cartas e instrucciones
23
v o l u n t a d es de Dios, e t c . » ; que es cierto la rectitud hace
m u c h o al caso para discernir.
Tercero, que el uno y el otro parece y es mucho más conveniente
24
y razonable que tengan por don especial de Jesucristo , autor de todo
lo bueno, esta gracia de discreción de espíritus cerca sus propios
25
subditos que otros de fuera , y allegándose la prudencia y expe-
riencia tanta, parece es mucha razón creerles en lo que tan por
cierto y sin duda a l g u n a tienen, tocándoles a ellos saberlo,
especialmente a nuestro Padre maestro Ignacio.
5. La tercera razón es que, cuando Dios nuestro Señor
revela semejantes cosas sobrenaturales, suele hacerlo por a l g ú n
fin bueno, pretendiendo a l g u n a utilidad de los hombres, y es
propio de estas gracias gratis datas que sean para el bien de los
26
prójimos, s e g ú n san Pablo y los d o c t o r e s ; pero m i r a n d o el fin
y a lo que estas profecías y revelaciones podían servir, no
hallamos utilidad, sino antes daño y desedificación de los de la
Compañía, si las creyesen, y de los de fuera.
Pues es cierto que decir que no está bien instituida y que se
ha de instituir mejor, haría que quien lo creyese no se quietase
en ella, y esperando lo futuro, no observase lo presente; y
como, finalmente, a y u d a el tener buen concepto y amor a la
Compañía para aprovecharse en ella, así hacer perder lo uno y
lo otro, dañaría; pues para los de fuera, decir que en su comien-
zo ya decrece en espíritu, cuanto crece en n ú m e r o , y que hay en
ella tanta necesidad, etc., vese que es de poca edificación; así
que el daño es claro, la utilidad en publicar tales cosas (especial-
mente no q u e r i e n d o decir el m o d o en que ha de ser reformada,
al superior de ella) no se ve n i n g u n a .
T o d o juntado, decimos q u e , como en las cosas dubias,
h o m b r e se ha de inclinar más a creer las que a y u d a n y edifican
siendo creídas que a las contrarias, así en éstas, que no ayudan,
se debe inclinar a creer sean falsas, como lo son.
Así que resumiendo las razones dichas por ver este género
21
de sentimientos que tantas veces e n g a ñ a n m u c h o s en nuestros
días, y ver lo que siente allá el P. A r a o z y acá el P. maestro
Ignacio, siendo superiores y tan siervos de Dios nuestro Señor,
tan prudentes, y v i e n d o que no se sigue bien, sino antes daño
de tales revelaciones, se j u z g a no sean de buen espíritu.
2 3
lo 7,17.
2 4
Antes se leía «tienen por don de Jesucristo».
2 5
Estas palabras, lo mismo que el «mucha» que se lee en seguida, fueron añadidas
por el Santo, sin que tachara nada. Entiéndase lo mismo siempre que no indiquemos
nada después de alguna frase añadida por el Santo.
2 6
Cf. 1 Cor 12,7; 1 Cor 14; Summa Theolog. 1-2 q . l l l a le y 2.
2 7
Antes se leía «a cada paso».
A Francisco de Borja, duque de Gandía 849
2 8
«El P. F. Onfroy... el ingenio tiene especulativo, pero confuso» (Epp. Mixt. 1,430;
cf. ib., 472).
2 9
«No sé yo si así sabría él enseñar, para lo cual se requiere orden y gracia particular
para dar a entender...» (ib., 1,472).
3 0
San Ignacio tachó después de «verísimas»: «y tenerlas quasi inmobibíemente, en
especial hombres malencónicos, a quienes la natura férrea del tal humor ayuda a la
estabilidad, en lo que se ponen, y así se piensa le acaece a Onfroy».
850 Cartas e instrucciones
31
Cf. Epp. Mixt. 2,286, en que se le considera tísico incurable.
3 2
Polanco primero había escrito después de «delirar»: «y será más señal desto, si se ve
que abundan en él los humores malencólicos, que dije». Se tachó esta frase y en su lugar
se puso «etc.».
A Francisco de Borja, duque de Gandía 851
q u e Dios nuestro Señor le comunica; así este espíritu muestra ser del
33
su adversario y nuestro, como se ve que mueve y pone al P. Onfroy en
m u c h a soberbia, con la cual juzga y condena a quien él ha tomado
3
por superior en lugar de Cristo nuestro Señor * y lo q u e él ordena, y
el instituto de la Compañía, etc.
a
13. 8. C o m o también la mortificación de los vicios espi-
35
rituales, así como la ostentación y v a n a g l o r i a , son señales de
buen espíritu, así ver estos apetitos inmortificados da señal del
malo. Esta inmortificación se trasluce en muchas de las proposi-
ciones q u e de él se escriben, especialmente en los n.20 y 2 1 ,
cuando habla de los q u e están en estado supernatural o lo
estarán presto. Q u e c u a n d o él tuviese revelación de estas cosas,
no parece que debría publicarlas así fácilmente; q u e los q u e
tienen cosas supernaturales y extraordinarias de Dios nuestro
Señor, suelen tomar para sí lo q u e dice Isaías: « M i secreto para
3 6
mí, mi secreto para m í » ; y si a l g u n a cosa manifiestan, es con
medida, cuanto por la edificación del p r ó j i m o , j u z g a n q u e Dios
quiere se descubra o les es m a n d a d o .
a
14. 9. A esta razón se allega la siguiente de la curiosi-
a
dad y de la temeridad y del ingerirse, q u e parecerá en la 3 .
parte q u e ahora se seguirá, y son señales g r a n d e s de su mal
espíritu como las contrarias de bueno.
En manera que de parte de su persona, el entendimiento así
confuso, la dureza del p r o p i o juicio, la lesión de los ó r g a n o s
corporales, en especial de la c o g i t a t i v a , la v o l u n t a d apasionada
y no recta en la obediencia ni devota a la observancia de lo q u e
es o b l i g a d o , y la soberbia y v a n a manifestación y curiosidad y
temeridad q u e se muestra en sus dichos, hacen que se tenga el
espíritu que los ha dictado por malo y d i g n o de ser contradi-
cho, siendo adversario padre de mentira y enemigo de todo bien. Pero
v e n g a m o s a las terceras probaciones, de parte de las mismas
cosas. Razones de parte de a l g u n a s de sus proposiciones.
N ú m e r o 1, 2, 3.
Cerca del n . l , 2, 3 y otros q u e tocan a profecías, a u n q u e no
imposibles, de s u y o deben dejar de aceptarse por las otras cosas,
inconvenientes y falsas q u e se han dicho y dirán; q u e si el
espíritu fuese bueno, uniformemente diría bien. 2.° Porque
si m i r a m o s para q u é se habían de revelar estas cosas, no halla-
ríamos fin de utilidad, antes de lo contrario, inquietar, etc.
3 3
Antes de la corrección de San Ignacio se leía: «parece del demonio, que se ve,
pone».
3 4
Antes se leía solamente «a su superior».
35
Antes se leía «quales».
36
Is 24,16.
852 Cartas e instrucciones
2 1
3.° P o r q u e razonablemente ' hablando, según hoy v a n las cosas,
no hay razón para creer tales n o v e d a d e s ; pues si se ha de
aceptar c o m o sobre razón o contra ella, a todo h o m b r e atentado
se le debrían dar a r g u m e n t o s q u e satisficiesen a un entendi-
miento puesto en razón, para q u e creyese q u e tales cosas son
reveladas de Dios nuestro Señor; pues, no constando de esto, no
es razón ponerse a p e l i g r o de errar livianamente, tanto q u e aun
a los q u e son « v e r d a d e r o s » profetas no somos o b l i g a d o s a creer
cuanto dicen, p o r q u e en las cosas q u e no les son mostradas
claramente, ellos pueden engañarse; y a las veces diciendo lo
q u e no les ha sido mostrado en la luz profética, sino ellos por el
3 8
natural discurso y propio han entendido, como arriba se d i j o
había i n t e r v e n i d o a a l g u n o s . Pues si en los v e r d a d e r o s profetas
esto es así, ¿ c u á n t o m á s recatados hemos de ser en creer a los
q u e no sabemos si tienen don de profecía, antes parece que
7
narran visiones ® del nuestro adversario o de propios humores, de los
cuales h a y tantos en nuestros días?
15. N.4, 5. No parece conveniente contención y resisten-
cia contra el V i c a r i o de Cristo, ni aun el martirio m u y de
desear, si de esta parte ha de venir. 2.° T a m p o c o parece proba-
0
ble que el Criador y Señor de todos tanto desamparara al Papa* en
las cosas generales de la Iglesia, que nunca lo ha hecho en lo
espiritual. 3.° T a m p o c o es verisímil q u e p e r s e g u i r á la Compa-
ñía, tan suya y tan dedicada a su servicio, a u n q u e la cosa en sí
sea posible.
16. N.8. Que la Compañía de tres años acá, cuanto h a y a
crecido en n ú m e r o h a y a descrecido en espíritu, en cuanto razona-
blemente se puede juzgar, creemos, sin poder dudar en el Señor nuestro,
1
que lo contrario es verdadero* ; p r i m e r o p o r lo q u e la experiencia
muestra, hablando de aquellos de quienes se tiene en estas partes
de acá noticia, profesos y no profesos, de los cuales se entiende
antes de tres años acá haber crecido en espíritu y virtud, «en el
h o m b r e interior». 2.° Y señales de esto hay en la edificación del
concilio y de diversos pueblos por acá en Italia y Sicilia, y g r a n
fruto en muchas ánimas, q u e Dios, nuestro criador y señor, ha
hecho por los de la Compañía, en Venecia, Padua, B e l l u m ,
V e r o n a , Ferrara, Bolonia, Florencia, Perusia, Foliño, R o m a ,
37
Antes se leía «humanamente».
38
En el n. 1.
3 9
Después de «visiones» tachó el Santo «de su cabeza, etc.» y añadió lo que aparece
en el texto en cursiva.
4 0
Antes se leía: «que desamparara Dios al Papa».
41
Polanco había escrito: «proposición es que ha de ser bien familiar a Dios quien de
cierto lo sabe; pero en lo que humanamente se puede juzgar, pensamos ser verdadero lo
contrario».
A Francisco de Borja, duque de Gandía 853
4 2
Antes se leía «Dios».
« Mt 7,16.
4 4
Antes se leía: «Esto no lo dictó, a lo que parece, el Espíritu Santo».
4 5
Sap 1,7.
4 6
Antes se leía: «propio (a lo que parece) que».
47
Antes se leía solamente «a reformar». San Ignacio no quiso puntualizar con todo
detalle la razón de por qué creía conveniente pensar en cambiar algunas cosas más
importantes. No era una «reforma», sino una más plena determinación de la «forma».
4 8
Antes se leía: «además de que no se pone límite ninguno a los de la Compañía, ni
aun para los estudiantes, agora ni hay cosa determinada». Véase sobre esto P. LETURIA,
Estudios ignacianos 2,189-268.
854 Cartas e instrucciones
«' lo 3,20.
50
Antes se leía: «podría algo ayudar».
50
* Alude a Num 22.
A Francisco de borja, duque de Gandía 855
51
Finalmente, parecen i m a g i n a c i o n e s ligeramente sentidas y di-
chas.
20. N.l4. T a m b i é n éstas acá parecen i m a g i n a c i o n e s sali-
das de su afición, y poco v e r i s í m i l e s , a u n q u e todo es posible a
Dios; y por no tocar donde es menester, no se a l a r g a aquí, sólo
diciendo q u e parece q u e si Fr. J u a n T e x e d a hubiese de ser
instrumento para reformar su orden, q u e n o debía faltar así en
52
algunos puntos de perfecta obediencia . L a cual falta él m i s m o no
5 3
n e g a b a acá, e t c . Si y a no fuese ésta dispensación de Dios
oculta, q u e hasta q u e se muestre sería temeridad creerla; c o m o
5 4
en el P. O v i e d o y P. Onfroy, a quienes podría s e r que de su
5 5
conversación a l g o se les hubiese a p e g a d o .
21. N.15. Pues duda, ya consta q u e no tiene revelación
de estas cosas, sino opinión. En la cual primeramente parece
hay desacato en c o m p a r a r los v i v o s y mortales con los santos, y
tal en especial c o m o san Francisco. 2.° H a y temeridad en tal
juicio: q u e a u n q u e conociese g r a n d e s cosas de Fr. J u a n Texeda,
no sabe todas las de san Francisco. 3.° Por lo que acá tenemos conocido
de Fr. Juan Texeda, y lo q u e se puede pensar q u e hay más en él,
poca dificultad nos haría tal cuestión, de quién hubiese hecho
m a y o r e s cosas; antes parece una afición ciega la q u e tal d u d a
pone.
22. N. 18. Que el P. Francisco de Borja será papa angélico,
cosa es posible j muy fácil al Señor de todos; y acá se daría poca ventaja
o ninguna a persona alguna en gomarnos en el mismo Señor nuestro de
cualquier grande empresa que la su divina Majestad de él se quisiese
servir; tamen cuanto a la tal dignidad, hasta que el tiempo lo mostrase,
es mejor hallarnos fuera de los tales pensamientos, dejando hacer el todo
56
a la su divina bondad .
51
Antes se leía «livianamente».
52
Antes se leía: «los puntos de obediencia». Como se ve, San Ignacio quiso puntuali-
zar la expresión. Sustituyó «los» por «algunos» y añadió «perfecta».
33
Fray Juan Texeda estuvo en Roma en 1547. Cf. Epp. 1,531.
54
San Ignacio prefiere hablar muy cautamente, pero Araoz (Epp. Mixt. 2,115) y
Nadal (Epp. Mixt. 1,25) señalan explícitamente el influjo de Texeda en los padres Oviedo
y Onfroy.
55
Polanco había escrito después de «apegado»: «como en todo discípulos suyos». El
Santo tachó estas palabras.
56
Se trataba de una profecía muy delicada y que se refería al destinatario de la carta.
Por ello, el Santo estudió con todo cuidado el texto de Polanco, suavizó todo lo que
pudo la forma. La primera redacción de Polanco estaba concebida en los siguientes
términos: «Que Borja será Papa angélico, etc., cosa es posible, y acá no daríamos ventaja
a nadie en holgamos de cualquier grande empresa en que Dios nuestro Señor del se
sirviese; pero quanto al papado, hasta que se vea, es mejor estar fuera y dejar hacer a
Dios nuestro Señor». Téngase en cuenta que, según dice Nadal, Borja conocía la profecía
(Epp. Nadal 2,22). Pero en el ms. consultado no se dice como conjeturó el editor de
MHSI: «Dixit mihi illa infusa [?] esse», sino «...illa inlusa [= illusa] esse» o «inlusum
[ = illusum] esse».
856 Cartas e instrucciones
5 7
Polanco había escrito: «y tomaba un poco de placer con una gata (si me acuerdo)».
Habla de esto CASIANO, Collationes, coll.24 c.21: PL 49,1312-1315. Pero no habla de gata,
sino de perdiz.
5 8
Después de este párrafo se leía en la redacción primitiva: «parece que sería como
una éxtasis perpetua, que están aún por hablar della los doctores y de por experimentarla
los santos, en quanto se puede nuestra poca noticia entender. Decir «pronto vendrá al
estado» etc. remítome a lo dicho», San Ignacio tachó todo esto y escribió sólo: «no es
creíble».
5 9
Había escrito primero Polanco: «tememos, antes tenemos por cierto nosotros que
sea aquél».
6 0
lo 8,44.
A Francisco de Borja, duque de Gandía 857
61
Este autor franciscano era uno de los más leídos en muchos círculos espirituales
del siglo xvi, sobre todo desde que publicó D. Loher sus obras en Colonia en 1538 con el
título de Theoiogia mystica. Cf. Collectanea neerlandica franciscana 2 (1931) 345-393. Sobre
la introducción dedicada a San Ignacio en la ed. de 1555, cf. Fontes narr., 1753-761, con la
bibliografía allí indicada sobre el autor.
858 Cartas e instrucciones
b2
Se ve, por el contexto, que Onfroy y Oviedo no aceptaron en su interior las
limitaciones del tiempo de oración que les mandó San Ignacio, y que condenaban al Santo
por esta orden.
6 3
Primero se leía: «no debe el P. Onfroy». San Ignacio prefiere expresarse de modo
general.
6 4
Cf. CASIANO, De coenobiorum mstitutis 1.3 c.2.4.11: PL 49,115.127-132.149-150.
A Francisco de Borja, duque de Gandía 859
65
au[n] d e v o t o s , que no todos, mas los menos y aun pocos pasan dos
6 6
horas de oración de una v e z .
5.° Si oración es pedir a Dios lo q u e nos conviene y , por
definirla más g e n e r a l m e n t e , es « l a elevación de la mente a Dios,
6 7
por afecto piadoso y h u m i l d e » , y si esto se puede hacer en
menos q u e dos horas, y aun q u e m e d i a también, ¿cómo quiere
excluir del n o m b r e y ser de oración las q u e no pasan una y dos
horas?
6.° Las oraciones «jaculatorias», tanto alabadas p o r A g u s -
tín y los santos, no serían oraciones.
7.° L o s estudiantes que para el d i v i n o servicio y bien de la
Iglesia común estudian, ¿cuánto tiempo quiere q u e den más de
esto a la oración, si han de tener las potencias del ánima
dispuestas para trabajar de aprender, y han de conservar el
cuerpo? Sería bien q u e mirase q u e no sólo se sirve Dios del
h o m b r e c u a n d o ora; q u e , si así fuese, serían cortas, si fuesen las
oraciones de menos de 24 horas al día, si se pudiese, pues todo
h o m b r e se debe dar, cuanto enteramente p u d i e r e , a Dios. Pero
es así q u e de otras cosas a tiempos se sirve más q u e de la
oración, y tanto q u e por ellas la oración h u e l g a él se deje,
cuánto más q u e se abrevie. Así q u e « c o n v i e n e orar siempre y no
68
d e s f a l l e c e r » ; mas bien entendiéndolo, c o m o los santos y doc-
tos lo entienden.
N.32. Esto si es v e r d a d , o no, mejor se podrá ver allá; si a
69
vuestra señoría pareciere que importa .
Hasta aquí parece que basta lo dicho sobre la persona del
P. Onfroy y las proposiciones q u e de él se escriben. A h o r a se
dirá a l g o de las sentencias de la persona del P. O v i e d o , más en
breve.
05
Antes se leía: «que pocos y raras veces».
66
En la primera redacción se leía después de «vez»: «en especial, y aun pocos allegan
el término dellas, y bien sería verdad si más fuesen necesarias, que en la Compañía, como
él dice, hubiese poca oración y aun fuera della».
6 7
SANTO TOMÁS, 2-2 q.83 a.l, y el texto de San Juan Damasceno citado por él y
clásico en la materia (De fide orthodoxa 1.3 C.24).
6 8
Le 18,1.
6 9
Se leía primero: «podrá verlo allá V. Sría., si querrá hacer en ello diligencia,
pareciéndole importa, etc.».
860 Cartas e instrucciones
1. L o q u e p r i m e r a y principalmente a y u d a r á es q u e , des-
confiando de sí m i s m o s , confíen con g r a n m a g n a n i m i d a d en
D i o s , y tengan un ardiente deseo, excitado y fomentado por la
obediencia y la caridad, de c o n s e g u i r el fin propuesto, lo cual
hará q u e sin cesar se acuerden y t e n g a n ante los ojos el tal fin y
lo encomienden a Dios en sus sacrificios y oraciones, y p o n g a n
con diligencia todos los otros medios que sean oportunos.
2. L o s e g u n d o , es la v i d a m u y buena y, por lo tanto,
ejemplar; de m o d o q u e no solamente lo m a l o , sino aun la
especie de mal se e v i t e , y se manifiesten c o m o dechados de
modestia, caridad y de todas las v i r t u d e s . Porque A l e m a n i a , así
como necesita m u c h o de estos ejemplos, así se a y u d a r á m u c h o
de ellos, y aun callando ellos, las cosas de la Compañía se
aumentarán, y D i o s peleará por ellos.
3. T e n g a n y muestren a todos afecto de sincera caridad, y
principalmente a los q u e tienen más importancia para el bien
1
c o m ú n , como es el m i s m o D u q u e , con quien se debe excusar
el llegar tan tarde y a quien se ha de manifestar el a m o r que
2
tanto el S u m o P o n t í f i c e y la Sede Apostólica, como nuestra
1
Guillermo IV, duque de Baviera.
2 Paulo III.
A los Padres enviados a Alemania 863
54 A L P . A N D R É S ISEREN (SIDÉREO)
[ 1 ] I H S . Carísimo en el Señor M a e s t r o A n d r é s .
Le felicitamos en el Señor de sus p r o g r e s o s en el estudio de
la teología y de los otros dones de Dios. En cambio, del
espíritu de predicar y del fervor y gracia que, según dice, el
Señor le ha concedido, no sabemos si conviene felicitarle; por-
1
que, c o m o Pablo enseña, no hay que creer a todo e s p í r i t u .
Pero nosotros deseamos y esperamos q u e sus dones estén en la
línea del espíritu mejor.
[2] El mejor m o d o de examinar si el espíritu viene o no de
Dios, es ver si le sería d u r o o molesto someterlo a la obedien-
cia. P o r q u e , si no puede someterse a los consejos del P. Adria-
2
no y del Maestro C o r n e l i o , persuádase q u e ese espíritu no es
de Dios.
Porque Dios, q u e no necesita de nuestras cualidades para
reducir las almas a sí, se sirve del ministerio de aquellos a
quienes El m i s m o se d i g n a llamar a esta tarea. Y ¿cómo puede
pensar que Dios le llama a un trabajo del q u e le aparta la
obediencia, q u e V. ha elegido c o m o intérprete de la divina
voluntad?
Le añadiré todavía, carísimo A n d r é s , que nuestro en Cristo
Padre, oído su caso, me respondió q u e tenía q u e aprender con
más diligencia la obediencia.
T e n g a , pues, á n i m o y, dejando el camino incierto y p e l i g r o -
so del propio juicio, siga el cierto y s e g u r o de la santa obedien-
cia. Y lo que dicen sus Padres y hermanos j u z g u e q u e es lo que
a g r a d a a Dios y aprovecha a V. y a los prójimos.
[3] A t i e n d a , también, le r u e g o , a la salud, y no se ejercite
más de lo debido en los trabajos espirituales. L e saludo en
1
Es San Juan quien lo dice (1 lo 4,1).
2
Los PP. Adrián Adriaenssens y Cornelio Brogelmans.
870 Cartas e instrucciones
55 A J U A N DE V E G A , VIRREY DE S I C I L I A
a
La esposa de Juan de Vega, D. Eleonor Osorio, había sido hija
espiritual de San Ignacio en los años de 1543 a 1547, en que su esposo
fue en Roma embajador de Carlos V. Ayudaba al Santo en sus princi-
pales empresas apostólicas y de caridad. Las numerosas cartas que
escribió San Ignacio a ella y a su marido son, según el P. Rahner, las
de tono más íntimo y afectuoso de todo el epistolario del Santo
(Ignatius von Loyola p.507).
Asistida por los PP. Doménech y Laínez, que habían acompañado
a
al virrey en la campaña, falleció D. Eleonor el 30 de marzo de 1550,
cuando D. Juan volvía victorioso de su campaña de África. Se com-
prende el dolor y la conmoción del Santo cuando recibió la noticia.
Une su dolor al del virrey. No pudo menos de tener hacia ella un amor
«entrañable y verdadero». Recuerda las muchas y santas obras que
realizó. Ahora en el cielo podrá hacer mucho más por las personas que
verdaderamente amó y sigue amando.
El virrey estimó en mucho esta carta (Cbron. 2,41).
1
Leonor Osorio, esposa de Juan de Vega.
A Juan de Vega, virrey de Sicilia 871
56 A J U A N DE V E G A , VIRREY DE S I C I L I A
atribuyendo a sus pecados los males que padecía. San Ignacio vuelve a
consolar al virrey, indicándole que ha de ver en eso más bien una
gracia singular de Dios. Se edifica de los frutos sobrenaturales que ha
obrado en su alma el fallecimiento de su esposa. Espera que seguirá
sintiendo su protección. Vuelve a ofrecer a sí y a toda la Compañía a
su servicio.
57 A L P. MIGUEL OCHOA
58 A J U A N BERNAL D Í A Z DE L U C O , OBISPO DE
CALAHORRA
Roma, 8 julio 1550
{Epp. 3,107-109)
59 A L EJÉRCITO DE Á F R I C A
61 A D. J U A N DE V E G A , VIRREY DE SICILIA
62 A C A R L O S DE B O R J A , MARQUÉS DE LOMBAY
1
Alvaro de Vega, hijo de D. Juan, que participó también en la empresa.
A Juan de Vega, virrey de Sicilia 879
63 A J U A N DE V E G A , VIRREY DE SICILIA
JHS
Unos meses antes había fallecido la esposa del virrey. Cf. carta n.55.
A Isabel de Vega 881
IGNACIO.
65 A ISABEL DE VEGA
67 A L P. ANTONIO BRANDÁO
1
La evolución que hubo al principio de la Compañía en este punto del tiempo que se
debía dar a la meditación, puede verse en P. LETURIA, La hora matutina de meditación en ta
Compañía naciente: Estudios Ignacianos 2,189-268.
886 Cartas e instrucciones
68 A L P . URBANO FERNANDES
2
El P. Antonio Brandao. Véase la introducción a la carta enterior, n.67.
5 1 lo 2,27.
892 Cartas e instrucciones
4
El Diccionario de la Academia pone este modismo como anticuado, con la signifi-
cación «de conformidad». Creemos, con todo, que Polanco lo usa en el sentido de
«comúnmente».
Al P. Urbano Fernandes 893
5
«Momento» en el sentido de cosa de importancia.
894 Cartas e instrucciones
69 AL P. A N T O N I O DE ARAOZ
1
San Francisco de Borja.
2
Juan de Borja, hijo de San Francisco de Borja.
Al P. Juan Pelletier 895
70 A L P . JUAN PELLETIER
Es ésta una de las instrucciones más completas que dio San Igna-
cio sobre el modo de proceder de los de la Compañía en sus ministe-
rios con los prójimos. Se envió propiamente a Ferrara; pero, como
dice el mismo título, sirvió también en sus líneas fundamentales para
otras varias casas.
En estas instrucciones recordaba San Ignacio los principios funda-
mentales que debían presidir la acción de los operarios y daba normas
fundamentales de conducta.
La instrucción se divide en tres partes:
IHS
71 AL P. CLAUDIO JAYO
1
La carta del P. Jayo en MHSI, Epp. Broeti 369-371.
2
Del rey de romanos, Fernando.
Al P. Claudio Jayo 901
72 A L P. ELPIDIO UGOLETTI
IHS
Instrucción para Don Elpidio acerca del modo de inviar los escolares
1
Andrés Lippomani. Véase ia carta 50.
2
Fernando I.
3
Pedro de Toledo, padre de Leonor, duquesa de Florencia.
4
Héctor Pignatelli.
Al P. Manuel Godinho 905
4
l e ó n ) tomará la m e s m a para las doce, q u e se han de inviar estos
días para dar principio allí a un colegio.
[3] A h o r a lo q u e habéis de hacer es, de palabra o de
escrito, c o m o hubiere c o m o d i d a d , proponer a la Excelencia de
la señora d u q u e s a estas dos vías, para q u e se tome la q u e mejor
le paresciere, q u e los escolares son cosa de su Excelencia, c o m o
lo es toda la C o m p a ñ í a ; y así el m o d o q u e le parecerá ser a
m a y o r gloria de Dios Nuestro Señor, a todos nos parecerá ser
el más acertado; q u e n o tenemos la obra y personas della por
cosa tan nuestra, c o m o lo es de su Excelencia.
73 A L P. MANUEL GODINHO
IGNACIO.
74 AL P. FRANCISCO J A V I E R
IGNACIO.
Sobre las relaciones de Felipe I I con los jesuitas, cf. L. FRÍAS, Tres
cartas de Felipe II recomendando la Compañía a los reyes cristianísimos
(1565-1567): A H S I 5 (1936) 70-76.
IGNATIO.
76 AL P. F R A N C I S C O DE BORJA
Apenas se enteró San Ignacio del asunto (abril 1552) se movió todo lo
posible para impedirlo. Hizo hablar a cuatro cardenales y él mismo
informó personalmente al Papa de los inconvenientes de la promoción
de Borja al cardenalato.
En esta carta expone San Ignacio la conducta que ha observado y
los poderosos motivos que le han inducido a ello. Al principio,
aunque se sentía inclinado a oponerse, no veía claro si debía hacerlo.
Por ello oró y mandó hacer oraciones especiales. Al tercer día vio con
toda claridad que debía trabajar en contra de la promoción. Con todo,
desea que Borja escriba manifestando su opinión en este punto.
Borja se negó con firmeza a secundar los deseos del Emperador
(MI, Epp. 4,430). En 1554, con todo, se renovó la cuestión, y el
mismo Borja escribió a la princesa Juana para que intercediese con el
príncipe Felipe para que cejase en el intento, y no se volvió a hablar
más del asunto.
77 A L P. JERÓNIMO NADAL
78 A L P . JERÓNIMO NADAL
6.
Se aligeraría la hacienda de los gastos de las guarniciones de
las costas de España e Italia.
7. Se aseguraría el paso entre España y Ñapóles.
8. Se tendría el medio eficaz de atacar a los infieles y conver-
tirlos.
9. Ganaría el crédito e influjo del emperador.
Después de exponer los motivos, va indicando el modo práctico
con que se podría allegar gente y recursos para la empresa y las
personas a quienes se podría recurrir para ello.
con tener tal armada, que los fuese a buscar en sus tierras, y no
se defendiese acá con trabajo en las propias, perdiendo mucho
del crédito y autoridad en los ánimos de los hombres, con que,
sin a r m a s , en cierta manera podría en muchas partes defender a
los suyos.
Estos son los motivos q u e mueven por via de razón a
nuestro Padre a sentir q u e debría hacerse esta armada.
a
[10] Ahora, para la 2 . parte, de cómo podría hacerse, le
ocurre lo siguiente.
Presupuesto q u e gente no ha de faltar a S. M . , que la tiene
p o r la divina g r a c i a , mejor q u e príncipe del m u n d o que se sepa;
los dineros se podrían sacar de diversas partes.
P r i m e r a m e n t e se podría dar o r d e n q u e m u c h a s religiones
ricas, q u e hay en los señorios de S. M., a las cuales bastaría
m u c h o menos de lo q u e tienen, armasen un buen n ú m e r o de
galeras, c o m o sería: la orden de San H i e r ó n i m o , tantas; la de
San Benito, tantas; la de los cartujos, tantas, etc. A q u í entran las
abadías de Sicilia y Ñapóles, donde no hay religiosos.
a
La 2 . a y u d a sería de los obispados y sus capítulos y benefi-
ciados, q u e podrían contribuir en todos sus señoríos g r a n suma
de dineros, para a r m a r muchas galeras en beneficio de la cris-
tiandad.
a
[11] La 3 . , de las cuatro religiones de caballeros, que,
como la de San J u a n , también las otras, según su institución,
debrían a y u d a r con las haciendas y personas esta a r m a d a contra
infieles. Y para lo dicho tener forma, que el Papa diese licencia
de sacarlo, o tratarlo con los superiores dellos allá en España y
en los demás señoríos s u y o s , pues es para el bien universal de la
cristiandad.
a
La 4 . es de a l g u n o s de los g r a n d e s y caballeros seglares de
sus reinos, que lo q u e se gasta por grandeza en cazas y platos y
a c o m p a ñ a m i e n t o s demasiados, más justo es y más a su honra
que se g a s t e en a r m a r galeras contra infieles a g l o r i a de Dios; y
si no sirven con sus personas, préciense de a y u d a r y servir con
sus haciendas. Y de aquí se sacaría g r a n d e n ú m e r o de galeras.
a
La 5 . es de los mercaderes, los cuales concertándose entre
sí podrían contribuir para buen n ú m e r o de naves o galeras,
pues aun a ellos sería c ó m o d o para sus mercaderías, además del
bien de la cristiandad.
a
[12] La 6 . a y u d a es de las mesmas ciudades y lugares de
sus reinos y señoríos, en especial las marítimas, que, padeciendo
tantos daños de turcos y moros y otros corsarios, lo que les
había de ser r o b a d o es m u y mejor que lo empleen en galeras,
para que no haya quien los robe; y lo que suelen gastar en
Al duque de Nájera, Juan Esteban Manrique de L.ara 915
79 A L DUQUE DE N Á J E R A , J U A N ESTEBAN
MANRIQUE DE L A R A
1
Juan de Guevara era sobrino del duque de Nájera.
2
La última carta que conservamos de San Ignacio a su familia es la que escribió el 24
de mayo a su sobrino Beltrán en 1542: MI, Epp. I, 188-190.
A los Padres que se envían a ministerios 917
3
Beltrán López de Gallaistegui, hijo de Magdalena de Loyola, hermana de San
Ignacio, era el señor de Ozaeta y tutor de Lorenza de Oñaz, junto con su primo, Martín
García de Loyola.
918 Cartas e instrucciones
81 A J U A N A DE A R A G Ó N , DUQUESA DE PALIANO
1
El original dice: «santadas».
A Juana de Aragón, duquesa de Paliano 921
82 A L P . DIEGO MIRÓ
83 A L P . DIEGO MIRÓ
86 A L P . DIEGO MIRÓ
3
Le 10,16.
4
Mt 23,2.
5
Eph 6,5.
936 Cartas e instrucciones
1 0
SAN BERNARDO, Sermo de diversis 3 5 n.4: P L 1 8 3 , 6 3 6 A-B.
938 Cartas e instrucciones
1 3
SAN BERNARDO, Serm. i de Circumcisione n.8: PL 183,140C.
" Rom 1 5 , 5 ; 1 Cor 1,10; Flp 2,2.
940 Cartas e instrucciones
[6. La representación.]
18
SAN LEÓN, De ieiunio septimi mensis serm.89 c.l: P L 54.444B.
i' Gen 22,2.3.
2» CASIANO, De coenob. instit. 1.4 c.24: P L 49.183C-185A; Ib., 1.4 c.26: P L 49.186A.
21 Cf. S. GREG., Diahg. 1.2 c.7: P L 66.146A-B.
22 De ritis Patrum 1.3 n.27: P L 73.755D-756A-B.
942 Cartas e instrucciones
88 A S A N T O T O M Á S DE VILLANUEVA
Vemos por esta carta la alta estima que tenía San Ignacio del santo
arzobispo de Valencia, Tomás de Villanueva. Comienza alabando el
celo del arzobispo. Después le promete mandar al P. Doménech, o en
caso de que éste no pudiera ir, al P. Miró.
1
La carta de Santo Tomás de Villanueva, a que alude, en Cartas de San Ignacio
(Madrid) 3,477.
2
Rebaño.
944 Cartas e instrucciones
89 AL P. FRANCISCO JAVIER
1
La carta en MHSI, Epp. Xav. 2,279-293. Está fechada el 29 de enero, no el 28,
como dice el Santo.
2
El P. Gaspar Berce (Barzeo).
Al P. Francisco Javier 945
90 AL P. JUAN VIOLA
91 A L P. GASPAR GROPILLO
1
El P. Laínez era su P. Provincial.
A toda la Compañía 949
92 A TODA LA COMPAÑÍA
1
Cf. BRAUNSBERGER, Canísii Epistutae et Acta 1,427.
950 Cartas e instrucciones
Vamos a dar los párrafos de varias cartas para poder seguir más de
cerca las diversas fases de la vocación de Juan Ottilio. Le llamaban
ordinariamente Juanito. Era un caso muy difícil. «Buen ingenio», pero
«para enseñar no era tan bueno, por no ser tan ejemplar como sería
necesario» (Mixt. 4,205). Más tarde llegó a decir que había entrado
para poder estudiar a expensas de la Compañía y casarse bien (Cbron.
4,120). Pero al principio sólo se observaba en él cierta dificultad para
adaptarse a las costumbres de la vida religiosa. El P. Rector, P.
Tavono, le aconsejó que escribiera a San Ignacio. El Santo quiso
salvarlo y para ello que se le fuera exigiendo poco a poco. Primero
debía aceptar las cosas fundamentales y no preocuparse demasiado por
la dificultad en las otras cosas.
Le escribió así el 5 de agosto de 1553 por medio de Polanco.
95 A L CARDENAL R E G I N A L D O POLE
i Rom 1 1 , 4 .
954 Cartas e instrucciones
Pero todo fue inútil. Octavio seguía cada vez peor y más disgusta-
do. Laínez, el 29 de octubre de 1558, da orden a Salmerón para que le
libre de los votos y le despida; porque le juzgaba ya «no apto para la
Compañía» (Salm. \,252). Sobre el caso de Octavio Césari, véase
AICARDO, Comentario a las Constituciones de la Compañía de Jesús vol. 2
c.2, p.694-716.
99 A J U A N L U I S GONZÁLEZ DE VILLASIMPLEZ
101 A M A R G A R I T A DE AUSTRIA
En otra carta del mismo día, escrita por medio del P. Polanco, le
dice que «exhorte a que busquen de modo razonable un párroco
sacerdote que tenga cuidado de sus almas, porque es contra el Institu-
to continuar durante tanto tiempo, aunque se puede tomar ese encargo
por algunos meses» (Epp. 6,62). A los magistrados responde con gran
cortesía y habilidad. Han visto cómo él ha hecho lo que ha podido
durante la vacante del párroco; pero como han podido nombrar otro,
no hace falta la presencia del P. Galvanello, y por ello se le ha llamado
a Venecia. Y no duda «que vuestras señorías se contentan en que
sirvamos nuestro instituto, conforme al cual estamos preparados, se-
gún nuestras débiles fuerzas, a hacer todo servicio a nuestro Señor»
(Epp. 6,241). Al P. Galvanello le escribe que, dado que «la situación se
ha tranquilizado y que debían haber provisto la comunidad de otro
pastor», no se detenga «más de quince días después de recibida la
carta» (Epp. 6,242). En una postdata, sin duda no mostrable, escrita en
otra hoja, le decía que, si juzgaba que se seguiría notable daño espiri-
tual, podía detenerse más tiempo. El término máximo era la octava de
Pascua, el 1 de abril, aproximadamente dos meses. Siguen insistiendo
los consejeros y sigue San Ignacio explicando la razón de por qué no
puede dejarle. Se le mandó para cinco o seis meses. Ha pasado mucho
más tiempo. Han podido de sobra arreglar sus asuntos. «Y cuanto toca
a nuestras constituciones e instituto lo hemos considerado durante
970 Cartas e instrucciones
1
La carta en m h s i , Mon. Ign. Epp. 5,97.
972 Cartas e instrucciones
106 A N. N.
c.1553
(Epp. 12,290-293)
Entre los medios que adoptó, uno fue el explicar a los bienhecho-
res y personas influyentes de Roma los motivos de la nueva obra, su
importancia, las ventajas que se derivaban de su fundación, los medios
de llevarla a cabo.
Se trata, según creemos, más que de una carta destinada a alguno
en particular, de un patrón que se iba mandando a los que se juzgaba
podían interesarse por el asunto.
JESÚS
Los motivos que hay para que N. huelgue de ser
fundador del Colegio de N.
Primero. Si tiene cuenta con lo que debe a Dios, q u e tan
sin su trabajo ni mérito le ha hecho tantas mercedes de todo
género de bienes internos y externos, tendrá g r a n ocasión de
mostrarse g r a t o a su divina liberalidad con emplearse en obra
de tanto servicio y g l o r i a suya, como es este c o l e g i o , q u e de
todos cuantos tiene esta Compañía en todas las partes de la
cristiandad, de n i n g u n o se piensa será tanto servido y tan
universalmente c o m o déste, lo cual la experiencia ya ha comen-
zado a mostrar.
2.° Si tiene celo del bien común y a y u d a de las ánimas, y
del a u m e n t o y dilatación de la religión cristiana, ésta es una
obra que para este fin propiamente es ordenada; porque, no
solamente se enseñará la j u v e n t u d romana, y se instruirá en
letras y buenas costumbres, pero de toda Italia y fuera della
p o d r á n con tiempo concurrir para lo mesmo; y es verisímil
concurrirán, c o m o la fama más se extienda. Además desto, aquí
se instruirán muchos de A l e m a n i a y de todas aquellas partes
septentrionales dañadas de herejías, q u e se podrán después en-
viar a ellas c o m o operarios fieles, q u e con ejemplo y doctrina
procuren reducir al g r e m i o de la santa madre Iglesia aquellas
sus naciones. T a m b i é n se instruirá m u c h o n ú m e r o de operarios
de nuestra mesma Compañía, cuyas letras se enderezan sola-
mente a este fin del bien común; y de aquí se han de enviar a
todas partes de la cristiandad d o n d e hubiere necesidad, y entre
heréticos y cismáticos, moros y gentiles; q u e , a u n q u e sea de
nuestro Instituto en todas partes, los que se instituyeren aquí,
delante los ojos del S u m o Pontífice y Sede Apostólica, serán
por razón más adoperados en lo dicho q u e los otros. Así que
este colegio será un seminario continuo de ministros desta Sede
Apostólica para servicio de la Santa Iglesia y bien de las ánimas.
3.° Si el celo de la g l o r i a d i v i n a y bien universal debe
m o v e r l e , también el de la propia utilidad; p o r q u e útil propia-
mente es aquello en cada cosa q u e a y u d a para el fin della; y de
974 Cartas e instrucciones
108 A M A G D A L E N A A N G É L I C A DOMÉNECH
1
El P. Iparraguirre había introducido aquí «evitar», pero creo que tiene sentido
mantener la traducción del texto «eccitare»: cf. la carta n.3, a T. Rejadell. A veces la frase
larga del Santo ofrece flexiones inesperadas.
2
El P. Juan Pelletier. El joven príncipe Luis, segundogénito del duque Hércules de
Este, acababa de ser nombrado obispo de Ferrara. La nueva ocupación del P. Pelletier era
iniciar en el oficio episcopal al nuevo obispo y aun enseñarle a rezar el oficio divino.
Como no había más que dos sacerdotes en el colegio de Ferrara, el P. Pelíecier estaba
sobrecargado de trabajo.
982 Cartas e instrucciones
1
Alude a las tres cartas que le escribó el 24 de diciembre de 1553. Véase en MHSI,
Mon. Ign., Epp. 6,87-92.
2
Cf. Rom 12,1.
Al P. Gaspar Berce (Barceoj 985
t
Ihs
S. C. C. M.
La suma gracia y a m o r eterno de Cristo N . S. salude y visite
a V. M . con sus santísimos dones y g r a c i a s espirituales.
M i r a n d o q u e la p r o v i d e n c i a de Dios nuestro Criador y
Señor, ha puesto a V. M . en tal g r a d o y c a r g ó , y dándole tal
á n i m o , q u e las cosas del bien universal y g l o r i a d i v i n a h a y a de
tener por p r o p i a s , y q u e la mesma ha excitado en tiempo de
V. M . esta nuestra m í n i m a C o m p a ñ í a , de c u y o ministerio se
sirve y espero h a y a de servirse cada día más en sus reinos y
otras partes de la cristiandad y fuera de ella, parecióme en el
Señor nuestro q u e , ofreciéndose un i m p e d i m e n t o g r a n d e a esta
obra del d i v i n o servicio, debía recurrir a V. M . , cuyos pensa-
mientos todos me persuado v a y a n enderezados a él, suplicando
h u m i l d e m e n t e a V. M . se d i g n e oír a l g u n a información q u e de
nuestra parte le será dada, y p r o v e e r como sintiere ser a m a y o r
g l o r i a d i v i n a , teniéndonos a todos por cosa m u y suya, como lo
somos en el Señor nuestro de V. M . , y de la del rey de
1 2
I n g l a t e r r a y serenísima p r i n c e s a , sus hijos; y del rey de roma-
3 4
n o s y reina de P o r t u g a l , sus hemanos, no solamente c o m o
vasallos q u e somos por la m a y o r parte, y a l g u n o s de casas
conocidas de V . M., pero como m u y obligados a la beneficencia
y voluntad que para levantar esta Compañía en sus principios les
ha dado N . S. y auctor de todo bien.
A q u i e n p l e g a darnos a todos su gracia c u m p l i d a para q u e
1
Felipe, el futuro Felipe II, rey de Inglaterra a causa de la boda ajustada poco tiempo
ha con María Tudor, y que se efectuó el 25 de julio de 1554.
2
Juana de Austria, hija de Carlos V, gobernadora de España.
3
Fernando I.
4
Catalina de Austria, esposa de Juan III.
Al Sumo Pontífice futió III 987
Roma, 1554
(Epp. 6,443-444. Original italiano)
Beatísimo Padre,
L a suma devoción y utilidad espiritual, m a y o r de lo q u e se
podía decir, que se s i g u i ó en el ú l t i m o jubileo a la n u e v a y santa
ordenación que hizo Vuestra Beatitud de que fueran por separa-
do a la iglesia los hombres y las mujeres, ha abierto los ojos y
m o v i d o el deseo de muchos buenos y celantes del d i v i n o servi-
cio, de suplicar a Vuestra Santidad se d i g n e , durante su pontifi-
cado, dejar este santo uso perpetuamente establecido, el de la
separación durante las estaciones de los hombres y mujeres;
para que este tesoro espiritual, q u e la Sede Apostólica tan
liberalmente concede en esta ciudad, no sea r o b a d o por el
e n e m i g o de la natura h u m a n a , q u e suele en los tiempos y
l u g a r e s santos, d o n d e se concede remisión de los pecados come-
tidos, causar otros i n n u m e r a b l e s , con la ocasión de q u e anden
juntos hombres y mujeres.
Suplicamos, por consiguiente, h u m i l d e m e n t e a V u e s t r a San-
tidad q u e se d i g n e e n c a r g a r a su V i c a r i o , o al q u e mejor le
parezca, para q u e vea de distribuir las estaciones ordinarias de
988 Cartas e instrucciones
1
Ps 105,24.
994 Cartas e instrucciones
A
121 A. D. C A T A L I N A DE CÓRDOBA, MARQUESA
DE PRIEGO
a
Pertenecía D. Catalina a una de las casas más nobles de España.
Pero sobre todo Dios le había concedido una acendrada piedad. Su
hijo, el P. Antonio de Córdoba —Don Antonio, como se le llamaba
ordinariamente—, fue un modelo de todas las virtudes entre los
jesuitas de la primitiva Compañía.
San Ignacio escribe a la señora marquesa felicitándola por los
criterios cristianos que había manifestado al pedirle permiso su hijo
para entrar en la Compañía, lo mismo que con ocasión de la muerte de
su primogénito, Pedro Fernández de Córdoba, conde de Feria. Esta
actitud era tanto más de alabar cuanto que Carlos V quería presentar
para cardenal a D. Anronio.
1
a m o r , q u e a g o r a todo se ha v u e l t o y ocupado en lo de arriba,
todavía no es de todos g u s t o s de madres g u s t a r semejante
beneficio en sus hijos. Y ha de haber m u c h o l a b r a d o y i m p r i m i -
do la divina gracia en el corazón de V. Sría. con el dar a sentir y
amar los bienes eternos, para q u e así se consolase de q u e el
Padre D. A n t o n i o por ellos dejase los temporales. Plega al q u e
es fuente de luz y de todo bien o r d e n a d o a m o r , de acrecentar a
Vuestra Sría. lo q u e ha comenzado a le c o m u n i c a r con su
infinita y suma liberalidad; y de darla esta verdadera y cristiana
consolación de v e r todos sus hijos, cada uno en su estado a que
Dios le llamare, emplearse en m u c h o servicio y alabanza suya,
c a m i n a n d o siempre m u y derechamente al ú l t i m o y bienaventu-
rado fin q u e les tiene aparejado...
1
Se refiere a la intención de Carlos V de proponerle para cardenal.
A Enrique de la Cueva 1001
vuelta» (ib.). Este clima y este ver que hacían tan poca cuenta de él le
enfrió en su propósito; y llevado, como él mismo reconoció más tarde
al P. Nadal, de «inquietud suya y poca constancia» (NADAL, I 163), se
volvió a Cuenca.
Su padre, que se había alegrado mucho de su entrada en la Compa-
ñía, llevó muy a mal su deserción y le escribió en términos muy
apremiantes para que volviera. Recomendó a San Ignacio que hiciera
lo posible para readmitirlo. Mediaba, además del voto hecho, el que
«no estaba así reposado y quieto» en su oficio de inquisidor, después
que había vuelto (NADAL, I 164). Nadal le aseguró que no sería su
enfermedad obstáculo para su entrada. El guardián de los francisca-
nos, con quien se confesó, juzgó que debía volver. Movido por esta
serie de circunstancias, en una misa, en que sucedió a momentos de
inquietud y a la voluntad de desistir de su propósito un ímpetu
vehemente de hacer los votos, reflejo del ritmo alternante de sus
decisiones, hizo los votos. El P. Nadal creyó mejor que, mientras no
realizara una visita que se le había encomendado, continuara externa-
mente como antes, manteniendo en secreto su decisión, y después
fuera a Coimbra.
El 16 de junio de 1553 escribió a San Ignacio dando cuenta de lo
sucedido. La carta llegó con mucho retraso a Roma. Sólo el 8 de
marzo de 1554 pudo responderle el Santo, alegrándose de su «muta-
ción», y esperando que sería «para mucha gloria» de Dios «y ayuda de
muchas ánimas en su santa Iglesia» {Epp. 6,431).
Duró poco el fervor del inquisidor. Pronto Araoz comenzó a
dudar de la vocación de Enrique y a creer que no era para la Compa-
ñía (Cbron. 4,441), y el cardenal De la Cueva mostró a San Ignacio una
carta de su hijo, escrita «con mala crianza», y en la que seguía ponien-
do en duda de que en la Compañía fuesen a tener «el respeto que
conviene a su honra y reputación» (Epp. 6,715). Sin duda debió de
instar a San Ignacio para que escribiera a Enrique animándole y
tranquilizándole. El Santo no pudo menos de condescender con el
cardenal, y a los pocos días le escribía la carta que presentamos. Alude
primero a la que le escribió poco antes y a la conversación con el
cardenal. Cree después que el sacrificio que ha hecho es acepto a Dios,
y puede servir al Señor en la Compañía. Le asegura que la Compañía
admite naturalezas y temperamentos muy distintos y se acomoda a la
salud y talentos de cada uno. Además, en su caso, no pueden menos de
considerar la obligación particular que tienen de atenderle.
128 A L P . PEDRO C A N I S I O
130 AL P. F R A N C I S C O DE BORJA
1
R. P. Francisco del Castillo, O.F.M., Epp. Mixt. 4,32-34.
2
La carta se encuentra en MHSI, Epp. Mixt. 4,30.
3
Juan de Borja, señor de Loyola (Epp. Borg. 1,635-636), y el P. Antonio Araoz (Epp.
Mixt. 4,239). La carta en Epp. Mixt. 4,239.
1018 Cartas e instrucciones
a
piona y Calahorra, para q u e se a y u d a s e la fábrica de N . Señora
de Aránzazu. Es v e r d a d que, c o m o el caso de aquella q u e m a fue
de g r a n d e lástima, especialmente a los q u e tenemos noticia de la
devoción de aquel l u g a r y de lo m u c h o q u e en él sea servido
Dios N . S., así los medios que para la restauración del monaste-
rio pudiesen tomarse, me paresce deban con m u c h a afición
procurarse.
Y de mí os p u e d o decir que t e n g o particular causa para la
desear; p o r q u e cuando Dios N . S. me hizo merced para que y o
hiciese a l g u n a mutación de mi vida, me acuerdo haber recibido
a l g ú n provecho en mi ánima v e l a n d o en el cuerpo de aquella
iglesia de noche.
[2] Pero, sabed, carísimo h e r m a n o , q u e de dos meses a
esta parte por mis enfermedades, de 24 horas del día, apenas las
cuatro estoy fuera de la cama, Dios loado; y también esta
materia de jubileos es concedida con harta dificultad del S u m o
Pontífice que hoy es. La vía q u e a mí me parece q u e sería
4
conveniente para haber este jubileo es que la p r i n c e s a escribie-
se a S. S. y al protector de la orden de San Francisco, que es el
cardenal de Carpi, y a mí también, si parecerá. Y entonces con
el protector o con S. S., si y o me hallare con a l g u n a salud,
p o d r é a y u d a r para q u e esta cosa haya efecto. Y siendo fácil
haber estas letras allá, a lo q u e parece, por vuestro medio, o del
Dr. Araoz, o quien paresciese, y sufriéndose la dilación de este
tiempo, q u e será breve, y o sería de parecer q u e la cosa se g u i a s e
por esta vía. Y la suma desto, si os pareciere, o la misma letra se
p o d r á mostrar a los q u e sobre este n e g o c i o me han escrito, a
quienes querría responder con las obras antes q u e con la letra.
[3] Y por no ser ésta para más, ceso, e n c o m e n d á n d o m e
m u c h o en vuestras oraciones, y r o g a n d o a Dios N. S. a todos
quiera dar su gracia c u m p l i d a para que su santísima v o l u n t a d
siempre sintamos y enteramente la c u m p l a m o s .
De R o m a , 20 de agosto de 1554.
T o d o v u e s t r o en el Señor nuestro,
IGNATIO.
4
Juana de Austria, hija de Carlos V, gobernadora de España.
A Miguel de Nóbrega 1019
131 A M I G U E L DE NÓBREGA
(Epp. 7,446-448)
132-133 A L P . J U A N FRANCISCO A R A L D O
Roma, 16 y 23 septiembre 1554
(Epp. 7,528-529.570. Original italiano las dos. La segunda, escrita por Polanco por
comisión de San Ignacio)
1
2 Cor 4,17.
2
Juan de la Goutte.
Al P. Juan Francisco Araldo 1021
1
Rom 8,28.
Al P. Cristóbal de Mendoza 1023
de la Cueva. Fue con esta misión a Ñapóles para embarcarse allí, pero
la cosa se demoró tanto que se le nombró rector del colegio. El padre
creía que se le debía un tratamiento especial, dada la nobleza de su
familia y la ayuda que había aportado a la Compañía. En concreto, al
ser destinado a La Goleta, manifestó un deseo exagerado de llevar
consigo muchos libros.
San Ignacio no veía bien esta actitud del P. Mendoza. Por ello le
indica dos cosas:
1.° Que no tenga demasiada solicitud por llevar libros. San Igna-
cio le procurará, si es necesario, todos los que necesita; y esto lo haría
lo mismo en época de escasez que de abundancia.
2.° Que procure no se note en su modo de hablar demasiada
estima de su posición social anterior.
[1] Jhus.
El m o d o de pedir limosna es: « D a d una limosna para la
Compañía de J e s ú s , por a m o r de Dios».
l . ° C u a n d o tomen a burla el n o m b r e de la Compañía, se
responderá: «Este es el n o m b r e q u e han d a d o los S u m o s Pontí-
fices a nuestra religión».
2.° C u a n d o llamen la atención sobre la g o r d u r a , se respon-
derá: « T a m b i é n los g o r d o s tienen necesidad de comer y tienen
una complexión de hombres».
3.° C u a n d o d i g a n : « V o s o t r o s sois fuertes y robustos», se
responderá: « C o n g u s t o gastaría mi salud y fuerzas en servicio
de Dios».
4.° C u a n d o d i g a n : « V a i s bien vestidos», se responderá: « S i
fuéramos ricos no p e d i r í a m o s l i m o s n a » .
5.° C u a n d o las personas de respeto pregunten: « P o r q u é
venís a pedir l i m o s n a » , se responderá: « N o s o b l i g a a esto la
necesidad, y por imitar a nuestros Padres, q u e han hecho así».
[2] L a respuesta más c o m ú n será: « H e r m a n o , dadnos li-
mosna, por a m o r de Dios».
1026 Cartas e instrucciones
138 A L P . ANTONIO A R A O Z
Padres sobre él. Debe ver el espíritu de amor con que los escribieron y
debe llenarse de benignidad y caridad en toda su conducta.
1
María Tudor v Felipe de Austria, el futuro rey de España, Felipe II.
1030 Cartas e instrucciones
141 A S A N J U A N DE A V I L A
1
Sobre la «conformidad de espíritu entre el Beato Avila y San Ignacio», véase Cartas
de San Ignacio (Madrid), 5 , 4 4 1 - 4 5 7 . Véase también M . Ruiz JURADO, San Juan de Avila y la
Compañía de Jesús: AHSI 4 0 ( 1 9 7 1 ) 1 5 3 - 1 7 2 .
Al P. Poncio Cogordán 1033
142 A L P . PONCIO C O G O R D Á N
1
El cardenal Marcelo Cervini.
1034 Cartas e instrucciones
2
Comulgar.
Al Negus Claudio de Etiopía 1035
1
Desde la antigüedad se creía que existía en el corazón del Oriente un grande reino
cristiano, gobernado por un personaje medio legendario al que se dio el nombre de preste
Juan. El rey de Portugal, Juan III, deseando entablar relaciones con este miterioso y casi
omnipotente personaje, según la mentalidad occidental, mandó como embajadores a
Pedro Couvillan y Alonso de Paiva. Como éstos no pudieran dar con el rey, ante quien
tenían que presentarse, comenzaron a creer, no se sabe si de mala fe o sinceramente, que
el rey y pueblo en cuestión era el de Etiopía. Desde entonces se difundió esta falsa
creencia por Europa, y en las relaciones del siglo xvi, como vemos en las cartas de San
Ignacio, se daba por supuesto que su rey era el buscado preste Juan.
1036 Cartas e instrucciones
donde con continua sucesión desde San Pedro, que eligió por
9
mandato de Cristo N . S., según narra San M a r c e l o m á r t i r , esta
silla, y la confirmó c o n su muerte, han perseverado los pontífi-
ces romanos, r e c o n o c i d o s por vicarios de Cristo por tantos
doctores santos, l a t i n o s y g r i e g o s , y de todas naciones, reveren-
ciados de los santos anacoretas y pontífices, y otros confesores,
confirmados con t a n t o s m i l a g r o s , y con la sangre de tantos
mártires que en esta fe y unión desta santa Iglesia romana
murieron.
Y así en el c o n c i l i o Calcedonense fue aclamado con voz
c o m ú n de los obispos c o n g r e g a d o s el papa León: Sanctísimo
11
apostólico, universal™; y en el concilio C o n s t a n c i e n s e fue conde-
nado el error de los q u e n e g a b a n el p r i m a d o del Pontífice
R o m a n o sobre todas l a s particulares iglesias; y en el Florentino,
en tiempo de E u g e n i o IV, donde se hallaron aun los g r i e g o s ,
ármenos y jacobitas, fue determinado (conforme a los concilios
pasados) en estas p a l a b r a s : Definimos que la Santa Sede Apostólica
y el Pontífice Romano tienen el primado en todo el orbe, y que es sucesor
de San Pedro y verdadero Vicario de Cristo y cabera de toda Iglesia, y
padre y doctor de todos los cristianos, y que Nuestro Señor Jesucristo le
ha concedido en la persona de San Pedro el poder de apacentar, regir y
12
gobernar a la Iglesia universal .
[4] Y así el serenísimo rey D a v i d , padre de V. A., de clara
memoria, m o v i d o del Espíritu Santo, envió su embajador a
reconocer esta santa Sede, y a dar obediencia al sumo Pontífice
romano; y entre las muchas y m u y loables hazañas, así del c o m o
de V. A., éstas serán d i g n a s de perpetua memoria y de ser
celebradas en todos sus reinos para siempre, haciendo gracias a
13
lo 16,13.
14
1 Tim 3,15.
5
1 Mt 28,20.
16
El patriarca era ei P. Juan Nuñes Barreto. Iban como sucesores del patriarca, en
caso de defunción, los PP. Andrés Oviedo y Melchor Carneiro.
17
lo 10,11.
Al Negus Claudio de Etiopia 1041
(Epp. 8,680-690)
1
Enciclopedia Católica, Ciudad del Vaticano, vol.5,691.
2
Puede consultarse en MHSI, Epp. 8,690-720, el apéndice de asuntos de Abisinia, en
que se dan diversos documentos que preparó San Ignacio con ocasión de esta expedición;
en él se puede ver el detalle y clarividencia con que organizó el Santo esta misión.
Instrucción al P. Juan Nunés, Patriarca de Etiopía 1043
IHS
Recuerdos que podrán ayudar para la reducción de los reinos del Preste
Juan a la unión de la Iglesia y Religión Católica, enviados al P. Juan
Nuñes
3
Se refiere a la carta anterior, n.143.
4
Del rey de Portugal, Juan III, que, como dijimos en la introducción a la carta
anterior, solicitó el envío del patriarca y misioneros, y había iniciado las negociaciones
con el Negus.
1044 Cartas e instrucciones
6
Cf. 1 Tim 4,8.
7
Se sabe el sentido que daba San Ignacio a la palabra «mediocridad», el de un
término medio prudencial y oportuno. Cf. Const. n.822.
1046 Cartas e instrucciones
9
Así el manuscrito con toda claridad. Sin embargo, este patriarca, el último que
hasta el tiempo de San Ignacio dependió de Alejandría, se ilamaba Marcos o, para ser más
exactos, Marqos. Murió en 1530. A su muerte quiso hacerse pasar por metropolita, lo
mismo ante el Negus que ante el papa Clemente VII, un aventurero portugués llamado
Juan Bermudes, a quien San Ignacio llama en la línea siguiente «pseudo-patriarca».
«Abuna» es el título de honor que dan los abisinios al Patriarca.
1050 Cartas e instrucciones
1
El P. Gaspar Berce (Berceo), que falleció el 18 de octubre de 1553.
2
El P. Manuel Morales, que falleció en 1553 en Goa.
3
El P. Urbano Fernandes, que falleció en la travesía, el 8 de mayo de 1553.
1052 Cartas e instrucciones
{Epp. 8,489-490)
147 A M O N S . G A S P A R J O F R E DE B O R J A , OBISPO
DE SEGORBE
1
Aragón, Cataluña y Valencia.
Al P. Roberto Claysson 1055
148 AL P. ROBERTO C L A Y S S O N
1
Se encuentra en MHSI, Litt. Quadr., 3,194.
2
San Ignacio usa la palabra griega, TÓ TtpÉTCOV.
1056 Cartas e instrucciones
151 AL P. F R A N C I S C O DE BORJA
i Cf. Mt 3,9.
1062 Cartas e instrucciones
1
Cf., sobre esta cuestión de la moda femenina, L. Rossi, Sant'lgna^io e la moda delle
donne napolitane: Palestra del Clero 67 (1988) 1497-1522 y Societas 38 (1989) 52-62.
A Francisco Jiménez de Miranda, abad de Salas 1063
DE S A L A S
1
Italianismo, por urge.
A Francisco Jiménez de Miranda, abad de Salas 1065
156 A L P . F R A N C I S C O DE B O R J A
Una de las obras que llevaba más en el corazón San Ignacio era la
fundación del Colegio Romano. Intuyó muy pronto su importancia y
Al P. Francisco de Borja 1069
1
Cf. R. GARCÍA-VILLOSLADA, Storia del collegio romano dal sito inicio (1551) fino alia
soppresione della Compagnia di Gesü (1773) (Roma 1954) p. 11-47.
1070 Cartas e instrucciones
Ihus.
158-161 A L S R . JERÓNIMO V I G N E S
Roma, 17 j 24 noviembre 1555; 18 enero 1556; 17 mayo 1556
(Epp. 10,155-156.206-208.529-530; 11,413-414. Original italiano. Escritas por Polanco
por comisión de San Ignacio)
1
El mismo día se escribió al rector de Venecia que si el P. Simón fuese allí o a Padua,
se le tratase «tan bien como se trata al rector de Venecia o Padua», y se le promete que se
le mandarán 20 escudos por año para atender a sus indisposiciones (Epp. 9,710). Casi lo
mismo se decía al superior de Bassano, a quien se añadía: «y en tanta carestía, deudas y
número de gente como tenemos a la espalda, no parece se hace poco con tal provisión. Se
haría aún mayor si fuera necesario» (Epp. 9,709).
Ai Sr. Jerónimo Vignes 1073
3
Pedro Agustín.
4
Se trata de Mateo Sebastián Morrano. A su propósito se escribía: «Padecen nuestros
devotos grandes aflicciones... Dos caballeros, que son el conservador y Morrano, lanza-
ron de la Seo, v preguntando por qué, les dijeron: porque sois de ellos» (Epp. Mixt.
4,728).
A Alejo Fontana 1079
163-165 A A L E J O FONTANA
Roma, 7 diciembre 1555; 16 febrero 1556; 31 marz*o 1556
(Epp. 10,270; 11,5-6.189-191. Escritas las dos primeras por Polanco por comisión
de San Ignacio)
1
come o cena, un sermón en italiano, fuera de los t o n o s q u e se
hacen ordinariamente; y cuida de que a l g u n o s de los q u e saben
bien la l e n g u a italiana, los a y u d e n en esto, para q u e puedan con
más facilidad componer el sermón; y a los q u e en esto faltan, se
les da una buena penitencia.
[2] Ha o r d e n a d o i g u a l m e n t e nuestro Padre que esa m i s m a
orden se escriba y g u a r d e en todas partes en la Compañía del
mejor m o d o posible, mirada la disposición de los l u g a r e s y
personas. Por este m o t i v o se escribe a V. R., para que la h a g a
g u a r d a r ; y avísenos de haberla recibido.
J e s u c r i s t o sea con todos.
De R o m a , 1.° de enero de 1556.
1
Sobre los tonos, o fórmula para ejercitar los diversos afectos o «tonos» de la predica-
ción, cf. carta n.70 nota 2.
Al Dr. Alfonso Ramírez de Vergara 1085
Prov 3,5.
Al P. Adrián Adriaenssens 1089
1
Se apellidaba Wicce, pero se le llamaba generalmente por su nombre latinizado:
Cándido.
2
P. Bernardo Oliver.
Al P. Lorenzo 1091
171 AL P. LORENZO
173 A L P . E M E R I O DE BONIS
1
Thren 3,51.
Al P. Juan Bautista de Yermo 1095
1
El P. Jerónimo Doménech, provincial.
2
El P. Eleuterio Pontano, rector del colegio.
Al H. José 1097
176 AL H. JOSÉ
1
El P. Oliverio Manare.
Al P. Fulvio Androyyj 1099
177 AL P . ALFONSO R O M Á N
178 AL P . F U L V I O ANDROZZI
que sea bajo especie de bien 969; purificar Alabar: fin del hombre —EE. 23, 169; lo
los a. menos puros 1091-1092; imperfecto que la Iglesia alaba y manda —EE. 354-
es mezclar la caridad con a. humanos 1091; 363, 370; a Dios, reconociendo sus dones
dones y cartas no necesarias son señal de a. 731; en todas y por todas sus criaturas 779;
mezclado 1091; a. naturales contrarios a la buscar su mayor alabanza 662; —EE. 169,
caridad 955; a. particulares ajenos a la cari- 189; anteponer la a. de Dios a todas las
dad universal 1091; a. santos 751. cosas 717; * para mayor alabanza (servicio)
* se requiere a. ordenado en el examen y gloria de Dios [52, 82, 103, 114, 132-133,
de los candidatos [143]; y en la dimisión 135, 137, 152, 161, 202, 250, 266, 296, 307,
[222]; en los superiores [423]; sobre todo 555, 602, 618, 693, 812].
en el General [725, 728]; escuela del a. la Albarracín: 1053.
tercera probación [516]; precaverse del a. Alcalá: S.Ign. en A. 48, 134-139; procesos de
desordenado en la renuncia de los bienes A. 136-139, 777-778; estudios en Alcalá
[55, 256, 258]; desnudarse del a. a las cria- 134-135; colegio de A. 665.
turas [288]; a. desordenados que impiden Alegría: el Señor quiere que se viva en a.
la admisión [179]; o son causa de dimisión 717; la tienen los fervorosos 798; porque
[210]; perniciosos para la unión [657]. Cf. quitan la raíz de las pasiones 798; cómo se
Afección, Afición. mete el demonio en la a. 733; a. con Cristo
Afición: examinar la a. que se tiene a las glorioso —EE. 221, 229; a. que producen
personas —EE. 338, 342; a. que se consti- las cartas de S.Ign. 702; de S.Ign. por el
tuye como fin —EE. 169; no tener tanta a. celo 725; por el fruto apostólico de sus
a las tierras por donde pasamos que nos hijos 786-787; por el fervor de Coimbra
olvidemos de la meta del cielo 993. * car- 796; por la vuelta de Inglaterra a la fe
nal, convertirla en espiritual [54, 61]; al católica 952-953, 1029; a. interior 377.
estudio o al sacerdocio [150]; por la obra Alejandro, Francisco: judío converso 365.
al autor [359, 465]. Cf. Afección, Afecto. Alemania: medios para que se extirpe la he-
Afrentas: no causan más dolor o descanso de rejía y arraigue la fe católica 861-866; soco-
cuanto son deseadas 723; mirar las que rrer con particular amor sus particulares
pasó Cristo 724; —EE. 116, 167; mérito necesidades 1011; colegios en A. 866-868;
que proporcionan 724; deseo de pasar ma- necesita mucho de ejemplos 862.
yores a. 724; —EE. 98; aun cuando fuese Alma: templo de Dios —EE. 235; imagen de
igual gloria de Dios que su contrario la Santísima Trinidad 801, 1094, —EE.
—EE. 167. 235; miembro de Jesucristo 801, 1094; por
* las desean los que siguen de veras a cada una dio Cristo su vida 801, 1072;
Cristo [101]. tener fuerzas para ayudar a las a. 1090;
África: jubileo para el ejército en A. 876; bañadas con la sangre de Cristo 1094; tan
edificación y fruto en A. 853. necesitadas de socorro 800-801; sean
* Agibles: procurar la uniformidad en las penetradas y del todo poseídas de Dios
cosas a. [273]; tener práctica en ellas [423, 822; salvación del a. fin del hombre —EE.
729]. 23; único ojo de la intención para elegir
Agradar: a Dios antes que a los hombres —EE. 169; tormentos del a. en el infierno
958; agrada a Dios lo que es razonable y 1065; cómo habla Dios al a. 733; táctica
conforme a su Sapiencia 858; elegir lo que del demonio con las a. —EE. 314, 315,
más agrada a Dios 735; —EE. 151; en 325-327; a. fervorosas 730-732, 770; a. de-
plena sumisión de voluntad 735; a. a Cris- licadas —EE. 349-351; a. laxas 731-732,
to 742-743; a. a una madre en cuanto el —EE. 349; reconducir las a. a Dios 797;
servicio divino lo consiente 958. divina gloria y bien universal de las a. 970,
Agradecimiento: estimado en el cielo y en la 996, 1006, p a s s i m ; ayuda a las a. finalidad
tierra 754; a quiénes debemos agradecer de los estudios 687; sed de la salvación de
755; a los cartujos 1056; a Juan III 754- las a. 742; táctica para aprovechar a las a.
755, 765-766; por medio de los ángeles y 733, 752-753; conversar sobre Dios con las
santos; con las misas y oraciones 871, 974; a. 727; lo mejor para aprovechar a las a.,
a Dios por sus gracias y dones 765; por la los Ejerc. 736; S.Ign. avisa del peligro que
elección hecha 352-354; en las misas 364; a corre, a un a. 1064-1066; se edifica de ver
las personas divinas 366; a la SS"* Trinidad el deseo de ayudar a las a. 967.
372, 376; a los bienhechores 722-723. Cf. * Ayuda de las almas: fin de la Compa-
Gratitud. ñía [3, 156, 258, 307-308, 446, 603, 813];
Agustín, San: el estudio de la humanidad no en la formación de los jesuitas [307-308,
embotó su penetración en las cosas 808; 351, 360, 400-414]; medios para ayudarlas
alaba las jaculatorias 859; y la comunión [400-414, 633-635, 637-640]; no tomar «cu-
frecuente 771; en el Concilio de Cartago ra de ánimas» [324-425, 588].
—EE. 344. «Alma de Cristo»: texto 220; cuándo se reza
índice de materias 1109
en Ej. —EE. 63, 147; modo de orar sobre otro a. 963; norma y principio de la elec-
ella —EE. 253, 258; por anhélitos — EE. ción —EE. 184; da la fuerza que exige la
258. abnegación 433-434; todo coopera al bien
Almazán: S.Ign. en A. 50, 162. de los que aman a Dios 780; quien ama a
Altan reverencia de S.Ign. at a. 405; quiere Dios guarda codos los mandamientos 748;
cambiarlo de sitio 400-401. excitar a los novicios al a. de Dios 682. 3)
Alumbrados: en Alcalá 136; S.Ign. nunca A Jesucristo: para seguirle más —EE. 104;
conversó con a. 778. ejercitarse en el a. puro de Jesucristo 665;
Alvarez, Juan: carta de S.Ign. sobre los me- si con la comunión aumenta en él y en su
dios humanos 840-842. mayor servicio, es mejor comulgar cada
Alvarez de Toledo, Juan: cardenal de Bur- día 771; lleva a desear pasar pobreza e
gos 391. injurias por El 434, ^EE. 98, 167. 4) A la
Amabilidad: por la humildad y candad 863. Iglesia: en su cabeza Cristo 949. 5) A las
Amadeo, Beato: reformador 845; cf. Mene- criaturas: echar lo que nos aparta del a. a
ses da Silva, Juan. . los hermanos 666; por Dios y en Dios 751;
Amargura: no quedando alguna a. de las medida del tal a. 720; se pierde con las
pasadas 387. enfermedades 722; no perder por él el del
Ambición: apartarse de toda especie de a. último fin 993; más grande cuanto más
826; sospecha de a. si se tomaran obispa- cerca de Dios 871; de los bienes eternos
dos 793; destruir la a. uno de los motivos 1000; a los hombres entrañable y verdade-
de la pobreza 337, 783. ro 871; a los contrarios y herejes 866; a lo
* se aparte muy diligentemente [720, que la obediencia ordena 940. 6) Amor
817]; aun la especie de a. [390, 478]; voto propio: oscurece el entendimiento 937, 938;
de no ambicionar dignidades [817]; y de causa de molestias 798; salir de él, medida
denunciar a los que ambicionan [695, 817]; del aprovechamiento —EE. 189; abnega-
censuras y preceptos contra los que ambi- ción del a. p. 1031; lo mortifique Dios
cionan [695-696, 709]. 1025. 7) Amor terreno: apartarlo para po-
* Ámbito: cf. Ambición. nerlo en Dios 880; los trabajos levantan el
Amigos: conservar a. a los que gobiernan a. de las cosas de esta vida para ponerlo en
863; hacerse amigos a los adversarios 865; la eterna 872. —De S.Ign.: a Dios, siempre
el miedo de perder los a., tentación del en aumento 385; por él desea toda clase de
demonio 730. cadenas 138, 143; por su a. desea las inju-
* el examinador y sus a. candidatos rias, la pobreza y aun la muerte 778, 1016;
[143]; cómo comunicarse con los que eran a sus subditos como verdadero padre 818;
a. en el siglo [60, 246]; orar por los a. a los bienhechores 722-723.
vivos y difuntos [638]; procurar y conser- * 1) la ley del a. para conservar y regir la
var los de la Compañía [426, 823-824]. Compañía [134]; 2) los que sirven a todos
Amistad espiritual: con los discípulos 865. por a. de Dios con mayor caridad son los
Amonestaciones: * de los defectos [269- que más merecen ante Dios [13]; servir por
270]; a los alumnos [488]. a. en todo [288, 602]; se ha de mover a él a
Amor: 1) En general: se debe poner más en las los alumnos [486]; principal vínculo de
obras que en las palabras —EE. 230; no en unión [617]; 3) los que aman de veras a
parte, mas todo en Dios 666, 751; verdade- Cristo desean pasar injurias y afrentas por
ro a. de la caridad 955; culmen de los Ej. y El [101]; 4) a. a todas las criaturas en Dios
de la Compañía 434; peso del alma 807; [288]; los superiores a los subditos [667,
que Dios acreciente ei a. fuerte 906; hace 727, 811]; los subditos a los superiores
más meritorias las obras 906; muy bueno [547, 551]; unos a otros en la corrección
vivir en el a. —EE. 370; Dios tiene a. fraterna [269-270]; a la Compañía [148,
especial a los que envía trabajos 976-977; 156, 189, 305, 628, 735, 790]; 5) Propio:
con a. nos espera Dios 731; y guía a sus enemigo de la unión, suele desordenarse
escogidos 977; por a. se guardan los man- en las cosas temporales [671]; abnegarlo en
damientos 748; estimar más el proceder la renuncia de los bienes [258]; cf. Bene-
por a. —EE. 370; el temor conduce al a. volencia, Caridad.
—EE. 370. 2) A Dios: pedir a. —EE. 104, Andrés apóstol, San: vocación de —EE.
233; pedir por a. de D. 751; llevado y 275.
atraído dej a. —EE. 316; intenso 390-391; Androzzi, Fulvio: carta de S.Ign. 1099-1101;
fragua que consume nuestra malicia 822; dotes personales 1100-1101.
Dios alza a su a. —EE. 330; motivos del a. Angeles: pecado de los a. —EE. 50; instru-
807; pensad que Dios os ama 735; la con- mentos de la justicia divina —EE. 60; pue-
solación atrae a todo a. 733, —EE. 316; den producir la consolación con causa pre-
aumenta desocupándose del a. a las criatu- cedente —EE. 331; en Belén —EE. 264-
ras 872, 1027; en él debe fundarse todo 265; los buenos tocan suavemente —EE.
1110 Índice de materias
315» 335; punzan y muerden —EE. 314; Aquaviva, Claudio: no publica la Autobio-
los pone Dios a nuestro ministerio 797, grafía de S.Ign., porque, según él, bastaba
800-801; S.Ign. los toma por intercesores la Vida 87.
374, —EE. 232; les da gracias 374; en los Árabe: * aprender a. [447, 449].
ministerios proceder como los a. 968; y en Aragón, Hernando de: arzobispo de Zarago-
la misa 399; la devoción como los a., sin za 1077, 1099.
lágrimas 408; subordinación de una jerar- Aragón, Juana de: casada con A. Colonna
quía a otra 942; los malos entristecen y 769; visita de S.Ign. a J. de A. 56, 919-920;
conturban —EE. 315, 329, 332-334; pue- funda el noviciado de Roma 924; cartas de
den consolar para sus fines —EE. 331-333; S.Ign. a J . de A. 919-924.
examinar su acción en el alma —EE. 334, Araldo, Juan Francisco: problemas que pre-
336. senta a S.Ign. 1021; recibe bajo obediencia
Anhélitos: orar por a. —EE. 258-260. a una señora napolitana 1020-1021.
Ansiedad: no es grata a Dios 1073. Aránzazu: S.Ign. en A. 47, 108, 1017-1018;
Antepasados: de S.Ign. se han esforzado por el santuario de A. destruido, medios para
señalarse 745; la santa costumbre de la co- restaurarlo 1018.
munión frecuente 749-750. Araoz, Antonio de: 112; cartas de S.Ign. a A.
Anzuola: S.Ign. en A. 47, 109. 825-826, 1027; de A. a S.Ign. 1017; envia-
Apariciones: de Jesucristo resucitado —EE. do a su tierra 744; en relación con Gandía
218-226, 299-312; una mujer rogaba a Dios 874; enfermo, ha de cuidar su salud 894; se
que Jesucristo apareciese a S.Ign. 114, 122; cuida poco 1060; debe moderar sus traba-
cf. Visiones. jos 894-895; relación con el duque 894; va
Apartamiento: del ejercitante 312, —EE. 20. a visitar a Ase. Colonna 769-770; en Oñate
Aplicación de sentidos: ejercicio de oración 875; A. y la oposición a los Ejercicios 190.
—EE. 121-126. Arca: * no tener a. cerrada [427]; ni en las
* Apostasia: impedimento de admisión [22, iglesias para limosnas [567].
165, 167]; apóstatas de la Compañía [239- Ardor: del cuerpo como efecto místico 361;
242); obligaciones de los superiores con del alma hacía su Creador y Señor 732,
ellos [231-232, 235-240]. 733, —EE. 316, 330; cf. Fervor.
Apostolado: Hacerse virtuoso, condición pa- Aridez espiritual: en tiempo de estudios
ra el a. 804; importa más el buen ejemplo 1005; puede proceder de desconfianza 972;
que las palabras 805. Cf. Alma, Ayuda de aceptarla de la mano de Dios 1005.
las almas, Bien de las almas, Edifica- Armada: contra los turcos propuesta por
ción, Misión. S.Ign. 911.
Apóstoles: llamamiento de Cristo a los a. Arrepentidas: obra de Santa Marta en favor
—EE. 275; condición, dones de los a. de las a. 52, 174-175.
—EE. 275; honrar y amar más a los a. 719; Ascensión: de Cristo —EE. 312.
devoción a los a. 146, —EE. 214; S.Ign. * Asistencia: de la Compañía de Jesús [803].
los pone por intercesores; envío de los a. * Asistente: 1) de la elección del General
—EE. 281, 307. [701, 703, 705-706, 782]. 2) Del General
Apropiación: de las oraciones de la misa [779-781, 803, 805]; oficio de los a. [766-
377; a cada uno 392. 767, 779, 782, 786, 799, 803, 805]; cuándo
Aprovechamiento: 1) espiritual, norma para tienen voto [219, 441-442, 803-805]; cuán-
la comunión frecuente 749-750, 771; en do pueden convocar Congregación Gene-
virtudes más que en letras 893; con inju- ral [681, 773, 782-788]; o Congregación
rias y oprobios 778; las almas deseosas con para elegir Vicario temporal [773, 786].
la conversación mutua 770; en lo difícil Asparrós (Andrés de Foix), señor de: jefe de
837; en el obedecer 774; en el estudio 897; las tropas francesas 101.
las obras que conducen al a. —EE. 367; Attino, Francisco (Mancini): su enfermedad
pedir gracia para poder a. 718; salir de su 997; carta de S.Ign. 997-999.
propio amor, medida del a. —EE. 189; 2) Augubio: colegio S.I. 978-979.
De los prójimos: cf. Ayuda de las almas. Autobiografía: de S.Ig.: texto 100-177; pró-
* 1) Se ha de procurar siempre [260, logos 78-81, 95-100; nombre 75-76; origen
280, 381, 484]; se espera continuo en los 75-82, 95-100; contenido 81-85; interrup-
novicios [98, 289, 307]; se debe procurar ciones 78-80; copias 85-86; dificultades pa-
en los escolares [424]; y en los que hacen ra la publicación 86-87; divulgación 75;
tercera probación [516]; 2) medios de a.: ediciones 87-89, 90-92; bibliografía 90-93;
penitencias [8, 90, 269, 291]; aceptar la ma- prólogo del P. Nadal 80-81, 95-96; Ribade-
nifestación de los propios defectos [63]; neira y la a. 85, 86-87; cf. Pien.
deseo de humillaciones [101-103]; cuenta * Autores: que se pueden leer [358, 464-470J;
de conciencia [93-94]; amor de la pobreza cuáles no se deben leer [359, 464-465, 468-
[81]; perfecta obediencia [284]. 469]; abstenerse de los sospechosos [465].
Índice de materias 1111
Autoridad: procurar a. con quienes se traba- platicó con su sobrino sobre la Compañía
ja 919; lo que ayuda para ganar a. 863; la a. que esperaba, en A. 747; el consejo de
ayuda para la corrección 888; tener a. de Oñate y A. escribe a S.Ign. 1017.
buena doctrina 863; tomar grados para te- Azteca: traducción de Los Ejercicios en len-
ner a. 826; ganar a las personas de a. 863- gua a. 181.
864; hacer respetar la a. 924-926; cómo
tratar a los que tienen a. 862-863.
* Lo que ayuda a la a. del superior [667,
732, 803-804]. B a j a r : queriendo, por bajarme, comenzar
* Auxiliares: del superior [760, 765, 798- por Jesús 392.
799, 800, 802, 806]; cf. Oficiales. Balax, Juan: reconciliado por S.Ign. 365.
Avaricia: para que se aparte la Compañía de Banderas: texto de la meditación de las b.
todo contagio de a. 458; en no querer cosa —EE. 136-148; origen 201-202, 254; bi-
cierta se confunde más toda a. mundana bliografía sobre las b. 254-255; germen de
337. * Evitar aun la especie de a. [567], la Compañía 201, 437.
mucho ayuda para conservar y aumentar la Barbarán (Barbera), Valentín O.F.M.: que él
Compañía [816], y sus amigos ardan en el fuego del Espíri-
Ave María: rezarla —EE. 63, 147, 253; se- tu Santo 789.
gundo modo de orar con el A. M. —EE. Barcelona: S.Ign. en B. en 1523 47, 121-122;
248, 253, 256; tercer modo de orar — EE. en 1524-25 48, 132-134; en 1527 49, 144;
258-259. deseos de ir a B. 726; debe más que a
Avila, S. Juan de: cartas de S.Ign. 832-835, ningún otro pueblo en esta vida 726; fruto
1031-1033; un mismo espíritu en él y en espiritual de la Compañía en B. 1067-1068;
ft
S.Ign. 833, 1032; amor a la Compañía 833, iglesia de Santa M. del Mar 133; monaste-
1031-1032; envía sus discípulos a la Com- rio de Santa Clara 727, 728-729; hospital
pañía 832, 1031-1032; agradecimiento de de B. 1067; colegio S.I. 1067-1068; bienhe-
S.Ign. 833, 1032; S.Ign. se le ofrece como chores de S.Ign. en B. 144, 145.
hijo espiritual 833; consejos de S.Ign. Barceo, Gaspar: carta de S.Ign. a B. 984-985;
1032. digno émulo de Javier 984; cuide de su
Avisar: cómo se ha de a. 888-889; cómo reci- salud 984-985; muerte de B. 984.
bir los avisos 1027-1028; S.Ign. pidió que Barrer: actividad del ejercitante 319.
le avisaran de sus defectos 774; avisa a un Bartoli, Daniel: autor de la biografía de
bienhechor de su peligro de condenación S.Ign. 10-11, 18; utiliza el Diario espiritual
1064-1066. 355.
Ayuda de las almas: por las cuales Cristo Bassano: S.Ign. en B. 168; Simón Rodrigues
murió 800-801; es mucho servicio de Dios en B. 168.
797; a. espiritual de la grey 943; no hay Bautismo: ha de ser uno y no muchos 1046.
ejercicio más noble ni aun entre los ánge- Bautista: comprador del colegio de Padua
les que ei de glorificar a Dios y a. a las a. 1092; carta de S.Ign. a B. sobre la tenta-
795; S.Ign. se ocupaba en a. a las a. en ción de estudiar 1092-1093.
Manresa 117; pensaba dedicarse a ello en Bayona: S.Ign. pasa por B. 160.
Tierra Santa 127; en las conversaciones Bebida: normas para su uso —EE. 211.
117, 125; decide estudiar para poder dedi- Belluno: fruto de la C.» en B. 852.
carse a la a. 130; se va de Alcalá y de Benedictinos: Regla de los B. resumida por
Salamanca porque le tapaban la puerta pa- Polanco 650.
ra la a. 139, 143-144; en Azpeitia 160-162; Beneficios: 1) de Dios 365; recordarlos
en Roma 172-175. * Fin de la Compañía —EE. 234; todo es b. de Dios 982; 2)
[3, 307]; cómo a. a las a. en casas y cole- eclesiásticos: no elegirlos como fin —EE.
gios [636-654]; de los que mueren en la 169; el jesuita no puede tener b. 783; la
Compañía [595-601]. Compañía no acepta los que le ofrecen
Ayuno: alabar los a. —- EE. 359; se guarden 782; uniendo b. se pueden fundar colegios
los a. de la Iglesia —EE. 229; ayuno de 867; * cuándo y cómo renunciar a los b.
S.Ign. en Manresa 113, 116-117; el a. exce- [59, 256].
sivo es contra la candad; medios para lle- Benevolencia: esforzarse por conservar y
gar a la discreción en el a. 803, —EE. 83, acrecentar la b. del príncipe 899; * procu-
89; normas de S.Ign. a Borja 830-831; dis- rar la b. de los enemigos [426, 824]; de los
pensa a un enfermo. * La discreta caridad que se despiden [225]; conciliar y conser-
y los superiores como norma de los a. en var la b. de ios de fuera [593]; en particular
las Const. [8, 582-583]. al sacar a los que se envían a otro sitio
Azpeitia: S.Ign. en A. 46, 159-162; lo que [626]; sobre todo del S. Pontífice y de los
hizo S.Ign. en A. 159-162, 747, 749; carta varones principales [823-824].
de S.Ign. a los habitantes de A. 747-750; Benignidad: del superior, se recomienda en
1112 Índice de materias
las bulas 458, 1028; se acuerde el General Bivona (Sicilia): colegio de B. 1096.
458. Blasfemia: en la tierra —EE. 107; en el in-
* en el gobierno [667]; se ha de unir con fierno —EE. 67; lo que más sentiría S.Ign.
la severidad y fortaleza [428, 727]. 397; dejar las b. los colegiales 898.
Berze: cf. Barceo. Bobadilla, Nicolás: en París compañero de
Betania: Jesús en B. —EE. 190-192, 286, S.Ign. 158; en Venecia 166-168, 738-739;
288; casa de obediencia 936. ida a Roma 166, 170; en Vicenza y el Vé-
Bibliografía: general 65-71; sobre la Auto- neto 168-169; su voto en la etección de
biogr. 90-93; sobre los Ejercicios 209-219, S.Ign. 326; S.Ign. dispuesto a darle su vo-
305-306; sobre las Const. 461^64; sobre el to para General 776; carta de S.Ign. a B.
D. 345-346 (notas), 355-358; sobre las Car- 772-776; sus observaciones a las Const.
tas 713-715; sobre la Fórmula 460-461; so- 653; obra de pacificación entre Ase. Colon-
bre las Reglas 655-656. na y su esposa 919.
* Biblioteca: haya en los colegios [372]; pre- Boda: de la sobrina de S.Ign. 916-917.
fecto y llave [372-373]. Boehmcr, Heinrich: trad. de la Autobiografía
Bien: las ocupaciones de b. más universal 93; elogia los Ej. 183.
450-451; preferir el b. universal 978, 979; Bolandistas: B. y la vida de S.Ign. 14-15;
Dios principio, medio y fin de todo nues- publican por vez primera la Autobiografía
tro b. 779; todo b. desciende de arriba 86-88.
—EE. 237; ayudar principalmente a los Bolonia: S.Ign. en B. 164-165; biblioteca de
que ayudan más al b. común 1005. B. 709-710; colegio de B. 852; libelos con-
* b. común: el superior ha de mirarlo al tra los jesuitas 1026; colegio de S. Cle-
despedir [119, 208]; el b. particular o el mente 164; un sacerdote de B. entra en la
universal pueden requerir mandar en vir- Compañía 1102-1103.
tud de obediencia [602]; el mayor servicio Bondad: desciende de arriba —EE. 237; el
divino y b. universal norma de discerni- demonio hace creer a los que comienzan
miento para las misiones [618, 622-623]. que tienen mucha b. 730; la b. de las cosas
Bienes: los b. eclesiásticos que son de los está en función de la vida eterna 770;
pobres y obras pías 1065; las personas más S.Ign. no puede atribuirse cosa alguna que
necesitadas o de más b. temporales en la parezca b. 780. 2) B. infinita de Dios: pas-
selección de ministerios 918; los que po- sim: infinita y suma 765, 766, 767, 875;
seen b. deben dirigirlos a Dios —EE. 169, eterna 746, 765; soberana 766; suma 746,
189; los b. temporales imperfectos 993; 765, 766, 767; autor de todo bien 884;
que el amor a los b. temporales no haga esperanza de S.Ign. 746; con igual amor
perder los eternos 993. envía las tribulaciones que la prosperidad
* 1) antes de los últimos votos [54, 59, 872, 932; da más allá de nuestros deseos y
254-255, 348, 571]; después de los últimos esperanzas 971; comunica todos los teso-
votos [4, 570-572]; posesión de los b. de la ros de su felicidad 800, 807; quiere darnos
Compañía [4-5, 326, 330-331, 398, 554- nuestra perfección mucho más que noso-
564, 569, 572]; 2) con qué espíritu se de- tros recibirla 796; acostumbra a dar sus
ben conservar [305] y administrar [305, dones a los que hacen asiento en El 779;
326-327, 424]. Cf. Administración, Re- llama a la Compañía 934.
nuncia. Bonis, Emerio de: carta a B. 1093-1094; ten-
Bienhechor: instrumento de la providencia taciones que sufría antes de ordenarse
1054; buscar y favorecer a los b. 719; ha- 1093.
cen una obra importante del servicio divi- Boquet, Juan: oidor del Consejo de Su Ma-
no 1054; Dios les pagará 746-747; agrade- jestad, favoreció a S.Ign. en Barcelona
cimiento a los b. 722-723, 871, 974. 1016; carta a la viuda de B. 1016-1017.
* Memoria y aceptación de los b. de los Borja, Carlos de: primogénito de S. F. de
colegios [309-319, 332]. Borja 790.
Binarios: meditación de tres b. —EE. 149- Borja, S. Francisco de: entrada en la Compa-
157; composición en París 203; bibliogra- ñía 790; debe graduarse doctor en teología
fía sobre los b. 256-257. 791; por qué debe reducir sus ejercicios de
Biografías: de S.Ign. 5-45, 65-71; fuentes 3- piedad 830-832; profesión 829; abogado de
5, 10-19; ampliación de fuentes y de pers- los Ejerc. 191; B. en las profecías del Papa
pectivas 19-32; anhelo de objetividad 30- Angélico 855; da Ejerc. 1084; debe aceptar
32; monografías sobre diversos temas o que haya quien cuide de su salud 1060; B.
etapas de la vida de S.Ign. 39-45; enfoques y Enrique de la Cueva 1000-1004; le quie-
modernos 22-45; en el postconcilio Vatica- ren hacer Cardenal 908-910; debe intere-
no II 39-45; b. de autores no católicos 28- sarse por el Colegio Romano 1068-1070;
30, 34-36; deformaciones de la b. de S.Ign. como General redujo y simplificó las Re-
32-39. Cf. Autobiografía. glas 654; cartas a B. 779-782, 789-791, 829-
Índice de materias 1113
832, 842-861, 1017-1018, 1059-1060, 1068- * visita a las c. [650]; la c. castigo para
1070. rebeldes [444].
Borja, Gaspar Jotre de; obispo de Segorbe, Cardoner. eximia ilustración 119, 195, 201-
bienhechor de la Compañía, carta de 203, 437-438.
S.Ign. 1053. Caridad: intensión de c. don divino 832, 882;
Botelho, Francisco: 365. su aumento en la consolación —EE. 316;
Braganza, Teotonio de: pide limosna por medio de unión y conservación de la Com-
Roma 1025. pañía 942; se acuerde el superior del decha-
Brasil: ayudar a B. 945. do de la c. 458, 1028; la ordenada c. 969,
Breviario: decirlo cada día 874. 1091; c. sólida 989; aumentar y perfeccio-
Broet, Pascasio: votos de Montmartre 158; nar la c. 882; conforme a lo que la discreta
salida de París 158; en Venecia 166-167, c. y la unción del Espíritu dictare 1050; la
738-739; dos meses en hospitales 738; viaje discreta c. exige circunspección en el man-
a Roma a pie y mendigando 166-167; a dar 948, 1022; todos hermanos en el Señor
Venecia a pie y mendigando 166-167; or- 695; 9 amigos míos en el Señor 738; aten-
denación sacerdotal 738-739; en el Véneto der más a la c. que a los gustos de la
168-169; en Roma 170; su voto para elegir devoción 1005; remedio para la ambición
General 325; profesión en S. Pablo 327- 1052; tentaciones contra la c. 666; la comu-
328; misión de nuncio a Irlanda 752; quie- nión aumenta la c. 771; obras de c. en el
ren hacerlo obispo 793; primer provincial ministerio de la Compañía 456, 764; c. de
de Italia 56; cartas de S.Ign. 751-753. S.Ign.: pide limosna para dar a pobres 112,
Brogelmans, Cornelio 869, 970. 130, 135, 145; visita y ayuda al estudiante
Brujas: S.Ign. en B. 146, que se llevó su dinero 148-150; procura las
Burgos: colegio en B. 1063-1064; S. F. de ordenanzas sobre los pobres en Azpeitia y
Borja en B. 1084. que se orase por los pecadores 162, 749.
Buscar: la voluntad de Dios —EE. 1; b. la Cf. Amor.
presencia de N.S. en todas las cosas 886; * su importancia para la Compañía [134,
ejercicio de los escolares que prepara gran- 671, 813]; medida del mérito de las obras
des visitas del Señor 886; no se adaptaba a [13]; principal vínculo de unión [671, 821];
b. ni a hallar 378. c. discreta [209, 237, 269, 582]; c. fraterna
en la manifestación de los defectos de
otros [63]; con los enfermos, moribundos
y difuntos [303-304, 576, 595, 601]; con los
C a b a l l o : de S.Ign. 158-162.
dimitidos [213, 225, 226, 489]; la c. abraza
Calor: interior 365, 370, 373, 382.
a todos [163, 572, 593, 823]; para con fun-
Calumnias: quitar ocasiones de c. 980.
dadores y bienhechores [309-310, 317-318,
Cal vino: 1009.
622]; la c. es el motivo del estudio [361];
Calzado: mandan a S.Ign. que lo use 137;
debe brillar en el General [725, 735]; cómo
normas sobre el calzado a Laínez 768.
se ha de procurar [624, 671, 821]; ejercitar-
Campana: * Se toque para los actos comunes
la en los oficios humildes [114, 282]; reco-
[435-436].
mendarla en las exhortaciones domésticas
Canciller: * de la Universidad, su nombra-
[280]; obras de c. entre los ministerios
miento y oficio [460, 491-493, 502]; quién
[623, 650].
y qué cualidades debe tener [493-494].
Canisio, S. Pedro: se le quiere hacer obispo Carisma: fundacional de S.Ign. 40, 42-44,
793; lecciones sacras 864; provincial de 436-442.
Alemania 59; cartas de S.Ign. 786-787, Carlos I: quiere promover al cardenalato a
861-868, 1009. Borja y a Antonio de Córdoba 908-910,
Cánones: alabar los c. de la Iglesia —EE. 999; S.Ign. propone a C. una armada con-
361, 363; los escolásticos se sirven de ellos tra los turcos 910-915; sentimientos de
-—EE. 363; preguntan a S.Ign. un caso de S.Ign. respecto a C. 986; carta de S.Ign.
c. 142. 986-987.
Cantos: alabar c. en la Iglesia —EE. 355; Carmelitas: 1067.
capilla de c. impropia del Instituto S.I. Carne: abstinencia de c. —EE. 212-213, 229,
1046. 359; castigación de la c. —EE. 85-86, 157;
* sobre misas cantadas [311, 586-587]; inclinación a la c. y amor carnal —EE. 97,
en el oficio de difuntos [600]; en los demás 172-173; morir a la c. 828; no me condena-
oficios [587]. ré por las imaginaciones de la c. no con-
Caraffa, Juan Pedro: cf. Paulo IV. sentidas 735; el amor carnal y mundano
Cárcel: de S.Ign. en Alcalá y en Salamanca —EE. 97.
137-138, 142-143; visitar las c. ministerio * amor carnal convertirlo en espiritual
propio de la Compañía 456, 865. [61-62].
1114 índice de materias
Cameiro, Melchor: carta de S.Ign. sobre Castigo: sentirse merecedor de c. —EE. 48,
aceptar el obispado 1052. 60, 71; c. de los alumnos 929; cuando la
Carpi, Rodolfo Pío, card.: 382, 1018. divina Bondad castiga como cuando acari-
Cartas: normas para escribir c. 657, 763-764, cia 982.
773-774; quién ha de ver las c. 676, 682; c. Castilla: S.Ign. en C. 134-140, 162-163; fruto
edificantes 684; cartas de S.Ign.: edición de en C. 793.
las c. 709-711; cómo las escribía 712-713, * Catálogo: c. cuatrimestral [676]; el General
703-709; contenido 699-701; razón de es- debe tener dos c. y renovarlos anualmente
cribirlas 719; diligencia y cuidado de la [792].
edificación 763-764; utilidad de su estudio Catecismo: cf. Doctrina cristiana.
699-701; ambiente variado 700-701, 706- Catecúmenos: casa de c. fundada por S.Ign.
707; aplicación de los Ejerc. a la dirección 174, 344.
espiritual en las c. 701-702. * Causas: 1) sobre bienes y derechos de la
* Medio de unión de los ánimos [673]; Compañía [327, 591]; prohibido el inter-
medio de gobierno [504, 507, 626, 629, venir en c. criminales o civiles [593-594];
674, 790]; qué deben contener [675]; nor- 2) aplicación de los bienes a c. pías [53-54,
mas para los novicios y en general [60, 57, 59, 254, 256].
246, 626, 629, 674]; c. para leerse en el Cautivos: jesuitas c. 1019-1020; apostolado
comedor [252]. con los c. 1019; limosnas para redimir c.
Cartuja: S.Ign. se informa sobre la c. 107; 1020.
Castro entra en la c. 147, 162; visitas de Celo: cf. Apostolado.
S.Ign. a la c. 162; afecto hacia la c. 1056- * Censura: 1) quiénes harán la c. de libros
1057; relación de la c. con la Compañía [273, 653]; cf. Cartas. 2) Pena eclesiástica
1058. contra delitos en la Congr. General [659,
Casa: c. torre en Loyola 45; de S.Ign. en 696, 709, 718]; absolución de c. [701, 704];
Roma 98; pobreza de las c. profesas 348, cf. Excomunión.
350, 458; c. de estudios 459; c. de huérfa- * Ceremonias: uniformidad en las c. de la
nos, c. de catecúmenos y c. de arrepentidas misa [110, 401, 671]; c. de Semana Santa
174, 344; Reglas de la c. de Roma 652-653, [587]; c. de los votos [524-527; 530-535,
669-678. 537-540].
* diversos tipos de c. de la Compañía [5- Cesan, Octavio: cartas sobre su caso y voca-
6, 289, 307-308, 328, 330, 421, 557-560]; ción 954-963.
condiciones para admitirlas [320-321, 324- Cielo: deseos del C. 120, -—EE. 316; se gana
325, 441, 589, 762]; dónde construirlas con la obediencia 814; solas acompañan al
[308, 603, 815, 827]; enajenación, trasla- C. las obras 872; en el C. pagará a los
ción y disolución [321-323, 420, 441, 680, bienhechores 722; se crece en poder y
743, 762-763]; ministerios en las c. y cole- amor 871; descanso de todo trabajo 872;
gios [586-588, 636-654]. Cf. Colegios, Re- nada se desea para sí, lleno de todo bien
sidencias, Universidades. 872; el premio del C. no se puede compa-
Casanova, Esteban: carta de S.Ign. a C. so- rar con los trabajos para llegar a él 799;
bre la sensualidad 1101-1102; tentaciones y imprudencia de perderlo 993; los munda-
dudas de C. 1101-1102. nos no se proveen para el C. 993-994; la
Casiano: 856, 936, 938, 941. corte celestial 374, —EE. 98, 232 * [527,
Casos de conciencia: lecciones de c. 903; 532, 535, 540].
instruirse sobre los c. 865, 1046; tomar Cilicio: se ofrezca al ejercitante que se dará si
tiempo en los c. difíciles 865; c. reservados lo pidiere 316; c. en los escolares 892.
1046. Cf. Cánones, Moral; * necesario el Circuminsesión: ilustraciones sobre la c.
estudio de los c. [407]; lecciones de c. [356, 378-379, 387.
394, 461], Circunspección: en las palabras 863; cuando
Castidad: don de c. recibido por S.Ign. 106; el celo es mayor que la c. 1022; la discreta
voto de c. de S.Ign. 108-109; S.Ign. re- caridad exige c. en el mandar 948.
prende las deshonestidades 126; voto so- * Deben procurar todos la c. [250]; so-
lemne de c. en la Compañía 455; alabar el bre todo el General [726].
voto de c. —EE. 14, 357; no mover a él,
* Cismáticos: impedimento de admisión [22,
ni a no hacerlo, en Ejercicios —EE. 15;
165, 167].
combates contra la c. y modo de vencer
1094, 1101-1102; es herejía decir que no se Cistercienses: monasterio de S. Pablo en
puede guardar la c. 951. Manresa 133.
* voto de c. que deben emitir los jesui- Claridad: 1) física: su uso en los Ejercicios
tas [4, 7, 13-14, 119, 121, 527, 532, 535, —EE. 79, 130, 229; 2) de conciencia: 685,
540]; con qué perfección se ha de guardar 887, 888; 3) en la enseñanza 864; 4) gracia
[547]; cf. Clausura, Pureza. mística 360, 365, 379, 832.
Índice de materias 1115
* Para recibir en la Compañía [18, 212- 1099; en Etiopía 1047; v. Roma: Colegio
213, 217]. Romano y Colegio Germánico.
* Clases: tiempo [472]; cuáles y cuántas Colonna, Ascanio: procura S.Ign. la pacifica-
[457]; reglas para las c. [497]. Cf. Escola* ción de su matrimonio 769, 919-924; carta
res, Colegios, Universidades. de S.Ign. 769-770.
Clásicos: necesidad de expurgarlos 839; * Colonna, Marco Antonio: comunicación con
[359]. Cf. Humanidades. S.Ign. y reconciliación con su padre 922,
Clausura: en el monasterio de Santa Clara .924.
730; * en las casas y colegios de la Compa- Colonna, Pedro: card. (Galatino) 846.
ñía [266-267], Coloquio: al fin de las meditaciones o con-
Clemencia: divina 871; * [540]. Cf. Bondad. templaciones —EE. 53, 61, 63, etc.; se
Coadjutores: espirituales y temporales 447, puede hacer dentro de la meditación
455, 460; c. para instruir en el trabajo a los —EE. 53; tres c. —EE. 63, 147, 156, 159,
novicios 685-686; reglas de los oficios de 199, 225; c. de misericordia —EE. 61, 71;
los c. temporales 651-652; cf. Enfermero. cómo hacer los c. —EE. 53-54, 63, 109,
* Quiénes se admiten a estos grados [13, 199, 225, 257.
112-113, 148-152, 365]; disposición para el Comida: reglas para ordenarse en la c.
grado [13, 116-118, 148, 542-543]; cf. Di- —EE. 210-217; penitencia en la c. —EE.
misión. 1) C, espirituales: examen para c. e. 83, 89; regular el apetito en cantidad y
[112-113, 116]; votos [533-536]; condición calidad 579, 684; atención en la c. a los de
jurídica [13, 119, 205, 511, 536]; ministe- poca salud 684; qué dar al ejercitante 312,
rios propios y oficios [113, 421, 557, 806]; 316, 319; influye en el ánimo 319; predica-
dónde deben habitar [330, 560]; 2) C tem- ción o lectura durante la c. 663, 672; tocar
porales: examen propio [112, 114-115, 117- a la c. 673-674; no poner el ánimo en la c.
118]; finalidad de este grado [148-149, 305, -—EE. 214-216; Jesucristo proveerá de lo
364]; cualidades [112, 114, 118, 148-152]; necesario 458; comportamiento en el refec-
cuántos [148-149; 305-306]; oficios [114, torio 675, 684. S.Ign. y la c: comporta-
118, 148-149, 302, 305-306, 364-365, 433]; miento 117, 125; acción de gracias y visita-
tiempo y modo de oración [279, 344-345]; ciones espirituales 403.
cómo ejercitar el celo [115]; cómo tratarlos * norma de la c. en la Compañía [81,
[276]; c. t. aprobados [539, 544]; renova- 296, 580]; c. de los enfermos [304]; expo-
ción de votos [544, 546]; c. t. formados ner al superior las necesidades [292-293].
[119, 205]. Comisario: Viola c. para Italia 988; el oficio
Cocinero: sus reglas 652; * oficio [149, 433]; del c. [141, 472, 745, 765].
cómo se le debe obedecer [84-85]; cómo Compañeros: de S.Ign. en Barcelona y Alca-
debe mandar [85). lá 134-139, 150-153; en París 148, 154-156;
Codicia: el enemigo tienta de c. —EE. 142; en Venecia 164-169, 738-740; c. definitivos
evitar toda especie de c. 458-459, 899. Cf. 156, 166-174; en los votos de Montmartte
Ambición, Avaricia. 156; ordenación 739; en Venecia y su terri-
Coduri, Juan: compañero de S.Ign. 166, 168- torio 166-169, 738-739; amigos en el Señor
169; en Venecia 738-740; su voto para ele- 738; en Roma 170-174; l o s c. que habían
gir General 325-326; profesión en S. Pablo firmado en 1541 380.
327-329; en Roma 170; encargado con Compañía de la gracia: 344.
S.Ign. de escribir las Constituciones 442- Compañía de Jesús: pasos de S.Ign. para la
443; muerte 166. fundación 439-442, 738-747; aprobación de
Cogítaciones: cf. Pensamientos. la C. 439-442, 657, 746; nombre de la C.
Coimbra: colegio de C. 787; cartas de S.Ign. 455, 747, 766; ofrecimiento al Papa 742;
a C. 787-788, 795-806; colegio para etíopes espíritu de la C. 792; si no se tiene su
en C. 1047; S.Ign. envía estudiantes a C. a espíritu, mejor estar fuera 1089; dolerse
petición de S. F. Javier 758; inicios del del daño de toda ella 969; de la obediencia
colegio de C. 756-760; criterios para enviar depende el bien de ella 942; conservación y
estudiantes a C. 757-760. aumento de su buen ser 1057; Cristo mira
* Colateral: oficio de c. [661]; ¿se puede unir por el bien de ella 1057; la mínima C. 766,
con otro oficio? [492, 505]; corresponden- 1051, 1054; el amor a Jesucristo fuera de la
cia del c. con los superiores mayores [504, C. 799, 824; ayuda a tener buen concepto y
1
507]; oficio del superior respecto al c. amor de la C. 84 ?- ^ " T u r n e m o s de Dios
[659, 661]. en la C. 804, 805, 896, 927; crecimiento en
Colegios: razones para fundarlos 973-975; espíritu y fruto 793, 852; persecuciones de
fundación de ios c. y contradicciones 1067- la C. 852, 1077, 1078, 1081, 1099; destruc-
1068, 1076-1078, 1081-1082, 1099; ministe- ción de la C. si se admite renta 782-783,
rio de los c. 866-868, 973-974; c. de Zara- 792, 795; dar a entender las cosas de la C.
goza 1053-1054, 1076-1078, 1081-1083, '762-763, 864, 866-868, 919; sería su ruina
1116 índice de materias
el aceptar dignidades 792-793; y escándalo fiesa con un compañero 101; para morir en
795; forma de la C. 323-329; Fórmula del Loyola 101; en Montserrat y Manresa 111,
Instituto de la C. 436-442, 454-461; la C 115-116; quiere confesar con frecuencia
en Alemania 866-868. 128; en Salamanca con un dominico 140;
* Origen y aprobación [1, 134, 812]; en Roma con un franciscano 326-327; an-
nombre y mínima [1, 134, 190, 638]; fin de tes de la profesión los compañeros unos
la C. [3, 156, 163, 204, 258, 307, 603, 813], con otros 327; S.Ign. dedica mucho tiem-
en los estudios y colegios [307-308, 351, po a c. a la gente 344. Cf. Confesión.
466]; se tiende a él con todos los oficios * Ministerio propio de la Compañía
[111, 114, 118, 132]; conservación y [113, 308, 528, 642], menos universal que
aumento de la C. [134, 144, 179, 204, 812- el predicar [623], gratuito [4, 398, 565-567,
826]; cf. Constituciones} Instituto. 816]; con qué frecuencia se deben c. los
Compendio: S.Ign. desea que se haga un c. alumnos [338, 395, 481-482].
de teología escolástica 1015; * c. que debe Confesión: c. frecuente 657, 662, 672, 681,
tener el General de gracias y privilegios 690, 963; atraer y exhortar a la c. 786, 865,
[792]; c. para los confesores [407, 413]; 898; alabar la c. con sacerdote y la c. fre-
para predicadores [404, 411]. cuente —EE. 354; ta c. en tiempo de Ejer-
Composición: 1) de lugar —EE. 47, 55, 65, cicios —EE. 17-19, 44; el Maestro enseñe
91, 103, 112, 138, 151, 192, 220, 232; 2) a los novicios cuándo y cómo hacer la c.
literaria 661, 689. * Hacer ejercicios de c. 681-682; c. general con el maestro de novi-
literaria [308]. cios 681, 685; la c. de mujeres 671; la c. en
* Compromisarios: para la elección del Ge- Etiopía 1046. Cf. Confesor.
neral [707]; para otros asuntos [715]. * C. general antes de entrar en el novi-
Comunicación: 1) espiritual: cf. Conversa- ciado, aun los que son recibidos de nuevo
ción, Cuenta de conciencia» Dirección [65, 98, 200, 242], cada seis meses [98],
espiritual. 2) C. fraterna: de los trabajos antes de los últimos votos [98]; se les debe
786. Cf. Cartas. enseñar cómo hacer la c. [277]; los que
Comunidad: bienes de la vida en c. 824. descuidan la c. [278]; frecuencia de La c.
Comunión: en los Ejercicios —EE. 18-19, [80, 261, 278, 342]; con quién hacer la c.
42, 44; en la primitiva Iglesia 749, 771; [98, 200, 261-262, 584].
alabar la c. frecuente y aun diaria 657, 662, Confesor: de reyes y magnates 930-932; c. de
672, 683, 690, 771, —EE. 354; inducir a la monjas 1035; no tolerarse los c. herejes
c. frecuente 749-751; normas para la recep- 1013; llevar muchos c. a Alemania 1014-
ción 750, 771; la c. frecuente guarda de 1015; los c. reciben el fruto de la predica-
caídas 963; gracias que comunica 781; la c. ción 864-865; el modo que han de tener los
a los enfermos 678, 1046; S.Ign. j la c: la c. en Etiopía 1046; Miona c. de S.Ign. 736;
recibe por viático en Loyola 101; cada do- cuenta de conciencia al c. 694.
mingo en Manresa 115; apóstol de la c. * Deberes para con el c. [263, 278, 300,
frecuente 749-751; los compañeros comul- 582]; facultades de los confesores [9, 261,
gan de sus manos 328. 300, 582]; c. estable [261, 278]; cuántos c.
* Antes de entrar el candidato a la vida se deben constituir [261-262]; estimar el
común [200]; en la ceremonia de los votos oficio de c. [642-643]; c. cíe religiosas
[530, 535, 540]; por viático [595]. [588].
Conciencia: claridad de c. con el Superior y Confianza: en Dios 862, 1007; en las dificulta-
con el director espiritual 887-888; atender des económicas 1057-1058, 1074; en que
a la c. 974, 980, 1066; cómo se comporta el guiará por medio de la obediencia 935,
demonio con las diversas c. —EE. 314- 938, 1088, 1093; en admitir vocaciones
315, 347, 349-351; cf. Examen de c , Cla- 1057-1058; no excluye el empleo de los
ridad de c , Cuenta de c. medios humanos 840-842, 1070; cuanto en
Concilios: Calcedonense 1039; Cartaginés vos desconfiáis como en vos, tanto confiad
—EE. 344; Florentino 1039; los escolásti- en Dios 1007; c. de S.Igp. no quiso tomar
cos se sirven de los c. —EE. 363. abogado 137; ciega en Dios 401; c. en solo
* Estudio de los c. [353, 467]. Dios 121-122, 124-125, 138, 150; c. en ha-
Confesar: ministerio propio de la Compañía llar las personas divinas; en la Trinidad; en
456, 930; ejercitarse en c. 865; c. haciendo el Padre 369; c. en Jesús; en la Virgen 359;
cuenta que lo que se dice a los penitentes c. de hallar en aumento de gracia.
se sabrá en público 785; a quiénes se debe * 1) C. en Dios en cuanto a la conserva-
c. 865; en la cárcel 898; S. Francisco Javier ción y aumento de La Compañía [812, 814],
confiesa 170-171; facultades para c. y ab- en cuanto al sustento de las casas profesas
solver de casos episcopales 738; con quié- [555], fin de la tercera experiencia de los
nes confesarse 657, 662-663; modo de c. y novicios [67]; fruto de la c. [414]. 2) C. en
confesarse 670-671, 887-888; S.Ign. se con- los bombrts: el Rector y los Superiores,
Índice de materias 1117
men del texto en 1594 445-446; contenido tienen que tratar personas principales [624,
de las C. 446-453; el General y las Congre- 802]; en el General [729].
gaciones ante las C. 445-446, 453-454, 456; Corazón: deseo de la ayuda de Las almas no
bibliografía sobre las C. 461-463; señal de es duro 968.
buen espíritu el conformarse con las C. de Cooperación; industriosa y diligente a la
su Instituto 969; * por qué se escribieron gracia 797; c. con ejemplos, deseos y obras
[134, 136, 746]; estilo, orden y división 804-805; el hombre da su c. al Espíritu
[135-137, 813]; las deben leer todos [18, 919.
98, 198-199, 826]; cómo se deben observar Córdoba: 976; protección de la Marquesa de
por todos [547, 602]; obligación de mirar Priego en C. 999; colegio de C. 999.
para que se observen [424-425, 746, 790]; Córdoba, Antonio de: su vocación un bene-
quién puede cambiarlas o hacer nuevas ficio de Dios 999-1000; Carlos V lo quería
[420]; dispensar en ellas [425, 746-747]. proponer como cardenal 999.
Consultas: S.Ign. usa el consultar y conferir Córdoba, Catalina, Marquesa de Priego:
1028; * ayudan para conocer la voluntad S.Ign. la felicita por su conformidad con la
de Dios [211]; para conciliar autoridad vocación de su hijo 999.
[667, 804]. 1) Del General: [743, 761, 809]; * Coro: por qué no tiene c. la Compañía
cf. Asistentes. 2) De los Superiores: por qué [586]; cf. Canto, Oficio divino.
son necesarias las c. [810]; cuántos consul- Corrección: c. de las composiciones 661,
tores y cuáles en la c. [431, 490, 501-502]; 689; de las malas costumbres para quitar
de qué cosa tratar en las c. [211, 221, 431, errores de doctrina 743; c. del maestro de
504, 507, 810]. novicios 685; fraterna: cómo hacerla 657,
Contemplación: método de oración en los 786, 888; c. de S.Ign. al P. Viola 761; a
Ejercicios —EE. 101 ss.; la c. para alcan- Bobadilla 772-776; a Fabro 762-765; S.Ign.
zar amor —EE. 230; c. de Dios en la pide que le avisen sobre la c. de sus faltas
acción 886, 906; la acción puede ser a ve- 774.
ces más meritoria que la c. 892, 906; c. de * 1) De los jesuítas: es propia del General
S.Ign.: en medio de la acción 175; c. de la [754, 791]; modo de hacerla [269-270, 727,
Trinidad 176; cf. Oración. 754]; cf. Penitencias, Reprensión. 2) De
Contento: cf. Alegría. los alumnos: quién hace la c, cuándo y có-
Contradicción: se encuentra c. a lo bueno mo [395, 397, 488-489]; cuándo recurrir a
1067; la c. no es cosa nueva 1068; S.Ign. la autoridad pública [443-444].
espera mayor fruto donde encuentra ma- Correspondencia: cf. Cartas.
yor c. 1082, 1089; Dios ha puesto su mano Corresponder: al amor de Dios 797; pedir
contra las c. 746; las c. parte de la cruz de gracia para c. a la vocación 798; necesario
Cristo 1078. espolearse para c. 797-801; S.Ign. c. al
* No temer las c. [824]; no desfallecer amor de su director espiritual invitándolo
con ninguna c. [728]; cf. Dificultades, a Ejerc. 736. Cf. Agradecimiento.
Trabajos, Persecución. Cosas: en las c. terrenas y bajas no se hace
* Contrato: quién puede hacerlo [743, uno terreno cuando las ama por Dios 807;
745]. todas las c. hechas por Dios 806; quitar de
Contrición: en los Ejercicios —EE. 4, 87. mí las c. mundanas —-EE. 63.
* Contumacia: causa de dimisión [208]. Coudret, Aníbal de: su vida 86; traductor de
Conversación: ayudar a los demás con la c. la Autobiogr. al latín 15, 86-88.
107, 898; la c. sea en Dios 717; con las c. Costumbres: no censurar las c. de los mayo-
atraer a otros a la vida de perfección 897; res ante el pueblo sencillo —EE. 362.
c. espiritual con los universitarios 1005; Creación: fin de la c. del hombre —EE. 23;
tener especial cuenta de la c. con algunos agradecer los beneficios de c. —EE. 234;
1005; honesta apariencia conveniente para Dios amado en la c. 807, —EE. 233; Dios
la c. 891; c. con los de casa 672-673, 751; c. «labora» por mí en la c. —EE. 236.
con los de fuera 673, 898; de qué materia la Crédito: ganar c. 1033.
c. 666, 691; modo de llevar a cabo la c. Credo: meditar el C. por los modos de orar
752-753, 784, 888-889; c. interna de Borja —EE. 253, 258.
779; la c. de S.Ign.: con personas espiritua- Crescencio, Jacobo: 417.
les 121, 122; cuando era invitado a comer Criaturas: 1) Humanas: imágenes de Dios
125; maravillaba su c. 778; c. de las cosas 918, 1094; templo del Espíritu Santo 918;
de Dios 107, 125, 160; sacaba provecho de no mirarlas como bellas sino como baña-
la c. con otros 727. das en la sangre de Cristo 918, 1094; las c.
* t) Entre los jesuitas: cómo debe ser ponen impedimento para lo que el Señor
[250]. 2) Con los externos: discreción y mo- quiere obrar en ellas 780; 2) Las demás c:
do de proceder [414]; en los candidatos son c. para que ayuden al hombre a conse-
[157]; en el examinador [142]; en los que guir su último fin —EE. 23; comparar las
índice de materias 1119
c. con Dios —EE. 58; las c. instrumento C h a n o n , Juan, O.S.B.: confesor en Mont-
de la divina justicia —EE. 60; Dios habita serrat 111, 199.
en las c. —EE. 235; enderezarlas al servi- Checo: trad. de la Autobiogr. 91.
cio divino 741, 993; reducir las c. al Crea- Chipre: colegio de Ch. 1047; S.Ign. en Ch.
dor de ellas en cuanto son capaces 797; 126, 129-130.
afección demasiada a las c. impide el en-
tendimiento 860; salir de la c. y entrar en
el Creador 779; lo bueno de las c. es de
Dios 729; alabar a Dios en las c. 971; ala- D a ñ o : * d. por el mal ejemplo causa de
ben y ensalcen a Dios 779; perder el miedo dimisión [212].
a las c. 722. Debilidad: cf. Flaqueza.
Cristiandad: la c. y los turcos 912. Decencia: * razón y objeto de algunas pres-
Cristo: consoléme en C. 1081; «en C.» y «en cripciones [251, 266, 268]; d. externa en el
el Señor», passim; C. poder de la fuerza de vestir [297]; debe vigilarla un síndico
Dios 787; v. Jesucristo. [431].
Cronología: de la vida de S.Ign. 45-59. Declamaciones: * en los colegios y escuelas
Cruz: amor a la c. de Cristo 1052; participa- superiores [381, 484-485].
ción a la c. de Cristo 1019-1020; ánimo Declaraciones: * de las Constituciones, su
para llevar la c. 982; la c. de Manresa 119. motivación [136], autoridad y obligación
Cf. Pruebas. [136, 548, 602].
Cuadrimestres, cartas: materia 890; * quié- Defectos: examen para quitar un d. particu-
nes y cómo las han de escribir [675]. lar —EE. 24-27; la luz divina los haga
* Cuarto: no entrar sin licencia en el c. de claros e insufribles 823; el descubrir d. de
otro 664, 672, 676; no tener el c. cerrado otros 888, —EE. 41, 362.
cuando se está dentro 664, 672; cómo se ha * 1) Físicos: se deben inquirir en los
de cerrar [427]; para los novicios [249]; no candidatos [44]; impedimentos para la ad-
entrar en c. ajeno [249]. misión [183, 185-186, 196]. 2) Morales: ma-
Cuenca: el inquisidor de C. 1000; colegio de nifestar los propios [92-93, 263]; ayudar a
C. 1084-1085. corregir los de los demás [63]; los d. de los
Cuenta de conciencia: cómo darla 888; * salidos de la Compañía [227-228]; cf. Co-
prescripción, fin e importancia [91-93, rrección.
551]; en primera probación [93, 200]; des- * Definidores: en la Congregación General,
pués [95-97, 551]. su oficio y autoridad [715-716].
Cuerpo: templo vivo de Dios 802; maltratar- Deliberación: de S.Ign. sobre la pobreza
lo en exceso es sacrilego 802; c. sano en 333-338; de 1539 sobre la fundación de la
mente sana ayuda para el servicio de Dios Compañía 439.
832; tanto amarlo cuanto ayuda al alma Demonio: el enemigo 730-732, —EE. 8, 12,
831; cuidado con el tratamiento del c. 830- 217 y passim; caudillo de los enemigos
832; dejarse llevar como un c. muerto 892; —EE. 138; su táctica 730-731, 733, 753,
c. místico de la Iglesia 949, 1040. —EE. 142, 314-315, 318, 325-327, 329,
* C físico: la deformidad del c. impedi- 332-336; pone escrúpulo y tentación
mento para la admisión [185-186]; el cui- —EE. 347, 349-351; procura que se acorte
dado conveniente del c. [251-252, 294-295, el tiempo de la oración —EE. 12; engaña
435]; cf. Salud. 2) C. de la Compañía: los 731, 733; trabaja por impedir el servicio
miembros y la cabeza [135, 671]; los miem- divino 730; llena de vanagloria a los inci-
bros en cuanto distintos de la cabeza [134- pientes 730; roba tesoros espirituales, cau-
135]; el conjunto de los unidos en la Com- sa dudas y turbaciones 730, 732, 1092; en-
pañía con los votos públicos [219, 510- flaquece al alma 731; hace creer que esta-
511, 542]; diversos modos de ser admiti- mos olvidados de Dios 732; se ayuda de
dos al c. de la C. [510-511]; c. en cuanto afectos desordenados de parientes 962; có-
distinto del espíritu [813], mo se entromete en la consolación 732-
Cueva, Bartolomé de la, card.: 1002. 733; en quiénes puede el d. obrar mucho
Cueva, Enrique de la: carácter, entrada y 728; cuanto más estorba, tanto más pode-
problemas en la Compañía 1000-1004; sa- mos esperar que Dios se servirá 1065,
lió de la Compañía 1004. 1067, 1099; no me condenaré sólo por lo
Cupis, Juan Domingo de: card. visitado por malo que me representa 735; donde no
S.Ign. 382. hace pecar, atormenta 730, 732; cómo se
* Cursos: de humanidades [471-472], de filo- coopera con el d. 962; hacer lo contrario
sofía [473-474], de teología [418, 474, 476, de lo que el d. intenta 731, —EE. 321,
518]; cómo se repiten los c. [388]; cf. Exá- 349-351.
menes, Humanidades, Filosofía, Teolo- * el d. adversario sobre todo de la po-
gía. breza [553]; guardarse de sus ilusiones
1120 Índice de materias
[260]; defender a los moribundos de sus no hacen perfecto cuando abundan, ni im-
incursiones [595]. perfecto cuando faltan 972; efecto de la
Desconfianza: de sí 862; cuanto desconfiáis consolación, el aumento de d. —EE. 322;
como en vos, confiad en Dios 1007; no es el demonio quita la d. 732; no menos d. de
propio de Dios dar d. 727; d. de hallar los estudiantes en el estudio que en la ora-
373. ción 892, 1005; comunicar las propias d.
Deseos: de la perfección en sí mismos y en 848, 890; mover a d. a los demás 785; no
los demás 797-801, 1031, 1032; de recibir demasiadas d. en la enfermedad. D. de
la gracia 796; de los dones divinos 832; de S.Ign.: clara 393, 398, 399; continua 384,
la salud de las almas 800-801, 804; se ayuda 395; intensa 390, 396; calurosa 360, 375,
al prójimo con santos d. 805; de injurias 381, 397, 398, 399; mucha abundancia de
723-724; exhortar a buenos d. 866; tener d. 360, 386, 388, 396; con lágrimas 359,
grandes d. de servir a Dios 896; las almas 360, 362, 399 y passim en el D.; como
de d. se aguzan unas a otras 770; el d. de rúbea, 375; mezclada en color 393; mucho
poder servir mejor a Dios razón decisiva dulce 381; mucho suave 393, 408; quieta
de elección —EE. 155; d. que vienen de 361; reposada 392-393; lúcida 386, 398,
Dios 731; en el mundo, tempestad de d. 399; siempre creciendo en d. 174-175; se
inútiles y nocivos 797; d. de S.Ign.: de ayu- asentaba en el Padre 378; sus d. pobres e
dar a todos 729; d. muy crecidos de ayudar indignas 750; don que Dios dispensa cuan-
espiritualmente a los de su tierra 748; d. de do conviene 1005; aumenta con la comu-
falsos testimonios y oprobios —EE. 146, nión 749-750.
167, 778; d. recibidos de Dios 748; ordenar * Con respecto a quién se aplican los
los d. —EE. 16. bienes de la renuncia [258]; en los que se
* D. en las oraciones del General y de reciben para coadjutores [148, 536]; en los
los superiores [790, 424]; de todos por la que se admiten a profesión de 3 votos
salvación del prójimo [638]; de humillacio- [521]; se debe buscar la d. sobre todo por
nes [101-102]. los novicios [250, 277, 282, 289, 580]; se
Desgracias: son visitas de Dios 722, 837; debe regular en los escolares [363]; para
ayudan para quitar el gusto a lo terreno aumentarla se hace la renovación de votos
872; no dejará de haber d. en la presente [346, 546]; en las oraciones en la mesa y
vida 822; participación en la cruz de Cristo antes de las clases [251, 487]; aceptar con
934-935. Cf. Tribulación, Cruz, Traba- d. todos los ejercicios de piedad ordenados
jos. [583]; cf. Votos de devoción.
De Smet (Fabro), Mtro. Pedro: enviado a «Diario espiritual»: de S.Ign., descripción
Padua 658; estudia y preside los ejercicios del códice 342; origen 176; ediciones y tra-
de los estudiantes 660-662. ducciones 355-358; bibliografía sobre el D.
Desobediencia: causa de expulsión 926-927; 345-346, 349, 357; interés de su contenido
Dios no acepta como instrumento suyo al 341-342; ascética reflejada en él 342-345;
desobediente 927. ejemplo de elección 343, 350-355; etapas
Desolación: descripción de sus elementos y del proceso y ritmo 349-355; la mística del
efectos 313, 731-733, —EE. 317-321; cau- D. 345-349; gracias místicas 347-348; la
sas de la d. —EE. 322; cómo comportarse pobreza elegida 348-349; acción divina
mientras dura la d. —EE. 13, 318-321, 351-352, 354-355; principio de discerni-
324; por parte del ejercitador —EE. 7; miento en el D. 349; las lágrimas 347-348;
necesidad de atender a consolaciones y d. siglas usadas por S.Ign. 356-357.
312-313, 314, —EE. 62, 118, 176; d. en Díaz de Luco, Juan Bemal, obispo de Cala-
S.Ign.: en tos escrúpulos 115-117; todo de- horra: carta de S.Ign. 874-876.
sierto de socorro alguno 400; tanto deste- Dificultades: es cosa ordinaria tener d. en lo
rrado 401; en d. se somete al placer de que importa para el servicio divino 723; en
Dios 400-402. las d. se toma experiencia del verdadero
Despedir: cf. Dimisión. provecho 837; para los que quieren de ve-
Deudas: aun teniéndolas, no se falte con los ras servir a Dios, nada hay difícil 1074. Cf.
enfermos 990; cuidado de quedarse libre Contradicciones.
de d. 983; S-Ign. y sus d. con tos bienhe- * Al juicio de quién hay que atenerse en
chores 723. * Las d. civiles impedimento las d. [48-49]; en las misiones [631]; en las
para la admisión [42, 185, 188]; tenerlas en d. para determinar la misión [618]; en el
cuenta en la distribución y renuncia de moverse por sí [633-635].
bienes [53]; las d. causa de dimisión [217]; * Difuntos: lo que se hace antes de la sepul-
las dudas sobre d. se sometan al superior tura [588-600]; anuncio de la muerte [601];
[38]. novicios, d. en la Compañía [511]; sufra-
Devoción: norma de los coloquios y de la gios por los amigos, bienhechores y funda-
postura corporal —EE. 199, 252; otras d. dores [309, 315-316, 638].
Índice de materias 1121
Dignidades: razones de S.Ign. para no acep- 997, 998; bondad infinita 971, 976, 1057;
tarlas en la Compañía 794; tomar d. sería —EE. 20, 52, 151, 157; sumo bien 963; no
destruir la Compañía 792; causa de escán- falta bien donde D. está 963; consolador
dalo 793. piadosísimo 997; remunerador überalísimo
* Voto de no aceptarlas ni pretenderlas 973-974; autor y dador de todo bien 726,
[817-818]; denunciar a los que las preten- 965, 972, 1032, 1040, 1056; más deseoso de
den [817]; censuras y preceptos [695-696]; dar que nosotros de recibir sus dones 718,
si se han de aceptar, qué hacer [817-818], 796; su divina Majestad 721, 751, 766
por parte del General [711-712, 756, 786, —EE. 5, 16, 20 y passim; sabiduría 966,
788]. 976; providencia de D. 986, 1054; inmuta-
Diligencia: en el servicio divino, motivo pa- ble 338; Señor del mundo 728; ordenador
ra la pobreza 337; harto necesaria para de todo 728; de El todo lo bueno 729,
cumplir el fin de la vocación 798, 801; la d. —EE. 237; de su parte nunca falta 718,
alcanza en breve tiempo lo que nunca la 796; no puede abandonar ni producir tanto
flojera 798; ponerse delante a Jos que suplicio 727; sabrá siempre satisfacer y pa-
muestran más d. 798; las d. que no emba- gar 747; todo lo obra para bien 728; pro-
racen 373. pio de D. dar confianza 727; quita toda
* De los maestros en sus oficios [369]; tristeza —EE. 329; de D. proceden los
de los escolares en el estudio [361, 374]; de deseos de servirle 731; mueve el alma 733;
los discípulos en las clases y ejercicios la alza a su amor 732, —EE. 316; dejar
[488]. que D. se comunique directamente al áni-
* Dimisión: 1) En general: importante para la ma devota —EE. 15; atrae la voluntad
conservación de la Compañía [819]; todos —EE. 175; no necesita de nuestras cuali-
pueden ser despedidos [204-205, 774]; or- dades 869; busca en nosotros virtudes sóli-
den en la dificultad para la d. y en la das 972; da y retira la consolación cuando
consideración del bien [204-205, 208, 212]. conviene 727-728; D. sólo da la consola-
2) Causas de la d.: cuáles [120, 211-217]; ción sin causa precedente —EE. 330; habi-
cómo se han de considerar las causas de la ta en las criaturas 779-780, —EE. 235; có-
d. [204-205, 211, 218-222]; cuándo se pue- mo trabaja por todos —EE. 236. 2) El
den manifestar a los demás [227-228]. 3) hombre y Dios: D. es nuestro fin 1066; ver-
Potestad de dar la d.: a quién toca ordinaria- dadera salud y vida nuestra 1027, 1051;
mente [119-120, 206, 736, 738]; poderes poner en D. toda esperanza 977; buscar la
del Provincial y del Superior local [206- voluntad de D. y abrazarla —EE. 1, 21,
208]. 4) Dimisión ordinaria: de los novicios 169; ofrecer a D. la elección en el tercer
[58, 205, 208, 223-224]; con votos de de- tiempo —EE. 183, 188; el hombre es cria-
voción [205, 208]; con los votos simples do para D. —EE. 23; considerar los bene-
públicos [120, 123, 204-205, 208, 387]; de ficios de D. 799-801, —EE. 234; servir y
ios profesos solemnes [205, 208, 210]. 5) amar a D. —EE. 233; traer delante de los
Dimisión extraordinaria: de los de votos ojos a D. 886, 893; procurar trabajar por
simples [208]. 6) Efectos de la dimisión [119- D. 720; por la obediencia someterse al go-
121, 123, 223-224, 234, 536]. 7) Modo de bierno de D. 896, 1103; ser por participa-
dimitir: lo que debe observar el que da la ción lo que D. es por naturaleza 800; libe-
dimisión [204, 211, 218, 222]; con los de- ralidad con D. —EE. 5; disponerse para
más de la Compañía [227-230]; con el di- recibir sus dones 796, —EE. 20; encomen-
mitido [223-226]; de la restitución de los darse a D. antes de resolver algo 1023;
bienes [58, 224], 8) Nueva admisión de los mayor reverencia cuando se había con El
salidos: cuándo es posible [231-232, 241]; —EE. 3; consolaos en D. 787; D. suplirá
examen y probación [242]. Cf. Apóstata, en lo que nosotros faltamos 1076; confor-
Fugitivo, Paso a otro Instituto. mar la voluntad con la voluntad de D.
Dinero: no tener d. propio 673; el d. de las 981; imposible arraigarse en D. con deseos
casas es de la Compañía 990; no tener en de honra propia 723; dar gracias a D. 754,
cuenta la escasez de d. para admitir 1057; ir 1071, 1077, 1080; resignarse en manos de
a la apostólica, sin d. 904; gastar d. en D. 1103; el hombre visitado de D. 981,
favor de los necesitados 720; con los enfer- 1024; buscar en todo su mayor servicio y
mos 990; modo de tratar el d. 753. alabanza 752, 976, 984, 1103, —EE. 169;
aquella parte es mejor donde D. más se
* No se tenga consigo ni en mano de
comunica 831; encomendar a D. a quien
otros [57]; depósitos prohibidos [57, 570-
deja la Compañía 1098; hay quienes quie-
571]; lo que se puede llevar en las misiones
ren que D. venga a sus aficiones —EE.
[574, 625]. Cf. Renuncia, Gratuidad,
154; el superior ha de dar cuenta a D. de
Avaricia.
todos los suyos 1093; poner en D. solo la
Dios: 1) Atributos: nuestro Criador y Señor
confianza 1060; en desolación creemos es-
971, 1019; padre tan sabio y amoroso 977,
1122 índice de materias
tar apartados de D. 732; cómo debemos 301-312; misión de losd. —EE. 145, 307;
entender la acción de D. 1070. 3) Dios j S.Ign. pone por intercesores a los d.; 2) de
S.Ign.: lo trataba como un maestro a un la Compañía: amar y atraer a los d. 865;
niño 117; confianza en solo D. 121, 124, hacerlos no sólo más doctos, sino mejores
125, 138, 150; se representó a S.Ign. cómo 864; atraerlos a la confesión y a Ejerc. 865;
D. creó el mundo 118; encontraba a D. en cf. Juventud, Escuelas.
cualquier hora que quería 175; creció en Discreción: necesidad y ventajas 801-803; la
facilidad de encontrar a D. 175; modo de d. se ejercita con prudencia y doctrina 844;
hallar a D. cuando está debilitado 361; gra- usar con d. las gracias 866; peligros en la
cias a D. 371, —EE. 43. * Suprema norma falta de d. 801-803, 938; la obediencia me-
la mayor gloria de D. [133, 258]; a D. debe dio para la d. 803; alabar, estimar y desear
dirigirse todo y amarlo en todas las cosas la d. 1045; en el apartar de los errores 865-
[250, 288, 305]; de D. se ha de esperar la 866; en el trabajo 984; en las penitencias
conservación y el fruto de la Compañía 801-810, 892, 1045-1046; la santa d. para
[134, 812, 825]; por solo D. se obedece usar las cosas criadas con la luz del Crea-
[84, 284, 547, 619]; imitar su inmutabilidad dor 1091; mejor la mediocridad de la d.,
[116]; unión y familiaridad con D. [228, para el que tiene ya señorío sobre el amor
723, 813, 817]; confianza enteramente en propio 803-804; cómo reducir las asperida-
D. [67, 414, 555, 812, 814]; su liberalidad y des a la medida de la d. 1046; d. en la
la nuestra [282-283]; preferir los medios elección de ministerios 897-898, 918; d. de
que unen el instrumento con D. [813]; es- espíritus: reglas —EE. 313-327, 328-336;
perar de solo D. el premio [82, 478]; pro- las reglas de d. que son de Manresa 202; se
mover su conocimiento [307]; reconocer a basan en la experiencia de Loyola 102-106,
D. en el prójimo como en su imagen [250, 200; instrucción sobre la d. de espíritus
446]. Cf. Jesucristo, Sabiduría, Espíritu 843-861; aplicar la d. —EE. 9, 176; Dios
Santo, Providencia divina, Trinidad, da gracias especiales de d. a sus siervos
Personas divinas, Padre. 844; espíritu para discernir 363; la d. de
Dirección espiritual: S.Ign. y la d. 23; * en S.Ign. para escribir las Reglas 650.
la Compañía [91-92, 263, 431]. Cf. Ayuda * 1) En ios personas: en los candidatos
de las almas. [154, 523]; en los que se emplean en minis-
Director: 1) D. de Ejercicios: cuando se dan terios [624]; en los Examinadores [142]; en
exactamente —EE. 2, 6-10; debe ser infor- los consultores [431 ]; en los superiores
mado por el ejercitante de la acción de los [423, 729, 735]; en el secretario de la Com-
espíritus 312, —EE. 17; visitas al ejerci- pañía [802]; en los Asistentes [779]; la un-
tante 317; materias que debe tratar y cómo ción divina enseña la d. [161, 414]; 2) para
316-318, —EE. 2, 4, 6-10, 12-18; deje las cosas: para los ejercicios espirituales
obrar al Creador con su criatura —EE. 15; [298, 300, 341, 363, 582]; en las penitencias
no mover más a un estado que a otro y correcciones [269-270, 285, 287, 300,
—EE. 14-15; preguntar al ejercitante qué 754]; en dispensar [267]; en recibir obras
desea comer 316; 2) D. espiritual: cf. Di- [650, 794]; en la distribución de oficios
rección. [149, 424, 458]; en proveer de las cosas
Directorio: 1) D. de Ejercicios: oficial 210, necesarias [581]; en el admitir y despedir
311; otros directorios 210-211, 309; valor de la Compañía [142-144, 161, 202, 204-
309-311; directorio autógrafo 312-315; no- 205, 219, 236-238].
tas tomadas por Polanco 315-319. 2) D. Dispensa: * en las prescripciones de las
para confesores: * en la Compañía [502]. Const. [425, 746-747]; en los impedimen-
Discernimiento: cf. Discreción. tos [166, 176, 178]; en el bienio de novicia-
Disciplina: 1) penitencia corporal —EE. 85- do [515]; en el orden doméstico [295].
89; se ofrezca en Ejercicios 316. 2) Materia Disponen modo de d. el alma —EE. 1, 7,
de estudio: las m. seguidas con método 15, 18, 20, 135, 213; d. Dios del alma
660-661, 688-690, 897, 902-903. —EE. 234; importa mucho disponerse a la
* 1) D. regular: cf. Observancia; d. en gracia 951; y a seguir a Jesús —EE. 91-97.
los colegios: lo que no se debe permitir Disposición: para venir en perfección 312,
[482, 486]; cómo se debe urgir [395-397, 314, 319, —EE. 135; d. de su vida —EE.
444, 482, 488-489]; 2) materia de estudio: en 1; según la d. ayudan algunas cosas —EE.
las escuelas superiores [392, 394-395, 440, 72, 205; d. del cuerpo o del alma —EE.
446-452, 483]; tiempo y cantidad [460- 252, 335.
461]. Cf. Colegios, Escuelas. * Dejar la d. de sí a los superiores [424,
Discípulos: 1) de Jesucristo: elección de los 618].
Apóstoles —EE. 145, 275; los d. en el Disputas: con doctores, obispos y cardenales
huerto —EE. 201; soledad de los d. —EE. en Roma 738; escolares 660, 668, 689. *
208; aparición de Cristo a los d. —EE. Utilidad [378-379]; cuándo se deben tener
índice de materias 1123
[378-380, 456]; cómo proceder [378-456]; 316; por la Pasión —EE. 193; con Cristo
necesidad de uno que presida [378, 380]. doloroso —EE. 195, 203, 206; d. de la
Distracciones: en la oración, se quejan los Virgen — EE. 208, 298; d. al ver los infor-
siervos de D. 856; las d. por Dios, confor- tunios 725; doctrina sobrenatural sobre el
me a la divina voluntad, son más aceptadas d. 705, 976-977, 981. Cf. Pruebas, Traba-
que el recogimiento 906. jos, Cruz.
Divinidad: siempre unida al cuerpo y al alma Doménech, Jerónimo: carta de S.Ign. 978.
de Cristo. —EE. 219; gustar la dulzura de Dominicos: y S.Ign. en Manresa 115; en Sa-
la d. —EE. 124; cómo la d. se esconde lamanca 140-144; enemigos de Erasmo
—EE. 196; cómo muestra sus verdaderos 141. Algunos personajes d.: Alvarez de Tole-
efectos —EE. 223. do 191, 206; Badía (Tomás) 440; Diego de
Doctorado: especie de d. implícito en S.Ign. S. Pedro 140; Gil Foscarari 191, 206; Lie-
193; un servidor de Dios en una enferme- vin (Mateo) 159; S. Luis Beltrán 791; Ory
dad sale hecho medio doctor 722; cf. Gra- (Mateo) 159; Soto (Domingo) 135; Stella
dos. (Tomás) 748; Santo Tomás de Aquino
Doctrina: sólida, sin muchos términos esco- —EE. 363. Cf. Tomás.
lásticos 862, 864; tener autoridad en bue- Dones: santísimos d. y gracias espirituales
na d. 862, 863; atender más a las personas 832, —EE. 20; hacen nuestros pensamien-
de d. 918; tiempo en que sospechaban tos claros y fervientes 832; antes nos can-
de nuestra d. 755; alabar la d. positiva samos en recibirlos que El en hacérnoslos
y la escolástica —EE. 363; afectarse a la 718; los que Dios da a quienes en todo
vera d. de Cristo —EE. 164; Cristo en- hacen asiento en El 718, 727; en la conso-
vía a esparcir su sagrada d. por toda con- lación todo es d. y gracia de Dios —EE.
dición de personas —EE. 145; S.Ign. no 322; no se deben estimar poco 832; fines
quiere variedad de d. en la Compañía, en por los que se deben buscar 831-832; se
lo especulativo de importancia ni en lo deben preferir a los actos corpóreos 832;
práctico 893. d. particulares ^EE. 234; acción de gra-
* Necesidad de d. y del modo de propo- cias por los d. —EE. 234; d. muy singula-
nerla [307, 814]; fin y medida de la d. que res los trabajos 976-977; publicar los d. de
se requiere [47, 273-274, 351, 358, 360, Dios 731; d. místicos de S.Ign. 347-348; d.
446, 464]; d. en los candidatos [47, 154, y gracias de ios Apóstoles —EE. 275; to-
183]; en los profesos de 4 votos [12-13, dos los bienes y d. descienden de arriba
518-519, 819]; en los superiores, en el Rec- —EE. 237.
tor y en el General [423, 729, 735]; en el Dormir: a horas concertadas 661, 664; sepa-
Secretario S.I. y en los Asistentes [802- radamente 663; penitencia en el d. —EE.
803]; cuál d. se debe tener [77, 358, 464, 84; no dormir sin camisa 677; no dormir a
672, 814]; uniformidad S.I. en la d. [47, su tiempo por pensar en la o. es falacia
273, 358, 374, 671, 821]. 735; no se reciba a d. a quien no es de la
Doctrina cristiana: enseñar la d. c. a los Compañía 664.
rudos y a los niños 865, 897; medios de * Dote: para los escolasticados y colegios [5,
ilustrarla 864-866; voto de enseñar la d. 309, 331, 398]; dotes del General [729].
328; S.Ign. enseña la d. 160-161; se alegra Duda: en el negocio del cardenalato de Borja
de que Canisio escriba un catecismo 57. 909; fortificar a los dudosos en la fe 866;
* Ministerio propio S.I. [113, 528]; en la recurso a Roma en la d. 897; dudas de
fórmula de los últimos votos [528]; cómo S.Ign. 368, 909. * En el impedimento de
se deben preparar los escolares [410]; de- homicidio [169]; de la idoneidad o firme
ben enseñar la d.: los novicios [69]; los voluntad de los candidatos [193-196]; de la
nuevos superiores [437]; se debe enseñar aptitud a los primeros votos [100, 514].
en los colegios [394-395, 483]; en las igle- Duelo: abuso perverso y diabólico 995; casti-
sias y en otras partes [645-647]; explicar la go a los que en él intervienen 995.
d. a los novicios [80, 277]. Dulzura: gustar la d. de la divinidad —EE.
* Documentos: de los primeros votos [540]; 124; d. espiritual en la vida interior de
de los últimos votos [527, 530, 532, 535]; S.Ign. 367, 368, 373.
d. que deben tener los superiores [792, * Duración: de las pruebas de la probación
811]. [18, 21, 65-67, 71, 190, 516]; d. del novi-
Dogmas: tener a mano las resoluciones sobre ciado [16, 71, 98, 119, 336, 346, 514-516,
los d. 1044; confirmarlos y defenderlos 537]; d. de los ejercicios de piedad [98,
865; tener a mano los puntos más contro- 582-583]; de los estudios [418, 471-476,
vertidos 865. 518]; de algunos ejercicios de comunidad
* Dolo: el que oculta con d. en el examen [294-295, 435]; d, de algunos cargos: Pro-
puede despedirse [213], vinciales [757-758], General [677, 719-
Dolor: por los pecados —EE. 4, 44, 55, 722].
1124 índice de materias
Durar: señalarse en las obras que han de d. la enfermedad 998-999; los e. inmoderados
719; elegir las obras que han de d. 918. quitan fuerza 1101-1102; * los e. literarios
Dureza: la d. consigo lleva a la d. con los en los colegios [380]; e. de disputas filosó-
demás 984; no suele sufrir S.Ign. la d. de ficas o teológicas [378-380].
cabeza 892. «Ejercicios Espirituales»: de S.Ign. 1) ti
libro: texto 221-305; diversos textos 205-
209; ediciones y traducciones 209-211,
215-219, 305-306; bibliografía 209-219; ca-
Leonardo von: consejero de Guiller- racterísticas de esta ed. 208-209; comenta-
mo IV duque de Bavicra 866, 868. rios y exposiciones 214-219; composición
Economía: la e. de los colegios 898; graves 199-205; fuentes 194-199, 211-212; origen
angustias por la e. en Roma 55; en Padua de la sustancia 174, 194-197; influjos 197-
817; en las estrecheces de la e. apoyarse en 199, 665; historia de los E. 181-184, 212.
Dios 928, 1074. 2) El método: naturaleza de ios E. 187-189;
* Edad: para la admisión [151, 160, 185, objetivo y finalidad 188-189, —EE. 1, 21;
187]; para los últimos votos [160, 187]; las semanas —EE. 4, 162, 209, 226-227;
para General [732]. teología de los E. 212-216; contenido doc-
* Edición: de libros con facultad para ello trinal 191-193; magisterio de la Iglesia, so-
[273, 380, 635, 653]. bre su doctrina 190-194; fuente de santidad
Edificación: cada día mejor e. 950; e. a to- y de capacitación al fruto apostólico 181-
dos sin peligro de sí 980; en la conversa- 186, 191-192, 736-737; alma de las Const.
ción 666, 685, 753, 865; especialmente con 433-436; arma muy familiar a la Compañía
los tentados y tristes 753; caminando por 1100; entre las cosas que suelen ayudar,
las calles 662, 690, 694; e. con las cartas una muy principal son los E. 1100; orden
763, 985; usar todo lo que sirve para la e. de los E. 317, —EE. 4, 19-20; adaptación
743, 893, 980; ordenar el estudio y trabajo a la vida real 185-186, 309-310, —EE. 6-
a la e. 897; e. humillándose ante los demás 19; relación entre ejercitante y director
667; modo de atender a la e. de la ciudad —EE. 6-10, 12-15, 17-18, 22, 32; los Ejer-
862, 897-898; e. del celo y amor de la cicios de la primera semana para muchos
aspereza 984; e. de la humildad y gratuidad 317, 785, 1100, —EE. 18; los E. comple-
795, 1014; e. en el uso de los privilegios tos a selectos 313-314, 1100; proyección al
866; evitar honores, para la e. en las Uni- terreno de la mística 342-345; Ejercicios y
versidades 826. «Diario espiritual» 342-345. 3) Historia:
* Se ha de tener presente en el tenor de S.Ign. hace los Ejercicios en Manresa 175,
vida [480, 580]; con las buenas obras más 194-197; los da en Alcalá, París, Venecia y
que con las palabras [637]; en la admisión Roma 139, 142-143, 147, 154, 164-166,
[148, 158, 161, 186, 188]; en la dimisión 172; los entrega a los censores en Salaman-
[224, 230]; en las experiencias de los novi- ca, en París y en Venecia 142, 158-159,
cios (68, 70, 74-77, 98]; en la renuncia de 166, 203-204; son aprobados en Roma 190-
los bienes [258]; en el ir a las escuelas 192; en Montecasino 172; Ejercicios del
públicas [349]; en los que tratan con los Dr. Ortiz 172; del Dr. Vergara 1084; de F.
novicios [247]; en el sustento de los cole- Androzzi 1099; influjo 181-186. 4) Reco-
gios [331]; en el imponer penitencias [269- mendaciones y pensamiento de S.Ign.: ministe-
270]; en el hablar y escribir [250, 675]; en rio de la Compañía 1100; carta a Miona
comunicar noticias con los NN [673, 675]; 736-737; atraer a hacerlos 1044; los de la
en la celebración de la Misa [110, 401]; en primera semana y los otros 1100.
los ministerios [402, 438, 565, 574, 625, * 1) Jesuítas: conocimiento del libro y
645]; en la enfermedad [89, 272]; en la del método [408-409]; práctica [65, 73,
muerte [595]; e. de los Superiores [431, 277, 279]; antes de los votos [98]. 2)
726, 733, 790]. —EE. para hs demás: ministerio propio de
Eficacia: usar los medios de más e. 918; la e. la Compañía [408, 437, 648].
en los ministerios, motivo pata la pobreza Ejercicios de piedad: moderados durante la
337. Cf. Ejemplo. enfermedad 885, 886; los inmoderados
Ejemplo: dar e. 897; con el e. de vida edifi- quitan fuerzas 734-735.
car y confirmar la doctrina 862-863; la efi- Elección: 1) del superior: en Gandía 816; 2)
cacia del e. 918-919; proponer los e. de los reglas de los Ejerc. para la e. —EE. 169-
santos 1045; se evite aun la especie de mal 189; directorio sobre las e. 314-315; e. or-
e. 862; con el e. conseguir vocaciones 867- denada y e. desordenada —EE. 169, 172-
868; e. en la comida 1090; buen e. en la 175, 178, 184; e. de las ocupaciones de
corte pontificia 904; S.Ign. desea dar e. a mayor servicio divino y bien más universal
los que vendrán 782. 1100; materia de la e. —EE. 1, 135, 169,
Ejercicios: moderar los e. de piedad durante 171, 189, 343; tiempos y modos de e.
índice de materias 1125
—EE. 175-188; S.Ign. pasando por las c. mo [400-414]; conservación del cuerpo y
353-355, 359-403. salud [292-306, 339, 826-827]; sacarlos de
* E. de! General [677-710, 719]; otras c. los estudios [415-418]; en las escuelas pú-
[688, 692, 770, 781]. blicas con los seglares [349]; en los oficios
Elevación de mente: don místico de S.Ign. domésticos [362, 364-365]; se les han de
347, 367, 378. recordar las reglas [439, 826]. Cf. Estu-
* Emulación: entre los escolares [383]. diantes.
* Enajenación: de bienes [322-323, 420, 441, * Escritor: en la Compañía [558, 653]; e. de
680, 743, 762-763]. libros para escolares [466].
Enemigo: de natura humana —EE. 7, 10, Escritura Sagrada: en los Ejercicios —EE.
135-136, 325-327, 334; amar a los e. —EE. 209, 303, 363.
278; conquistar todos los e. —EE. 95, * Importancia [351, 404, 446]; leer los
138-140. dos Testamentos [464]; defender la Vulga-
* E. de ta Compañía: procurar su conci- ta [367]; para la profesión de 4 votos [518];
liación [426]; deshacer la mala opinión exponer lecciones al pueblo [402-403].
creada por ellos [622]; orar por los e. Escrúpulos: diversas clases —EE. 346-347;
(824]. reglas sobre e. —EE. 345-351; con humil-
Enfermedad: visita de Dios 722; e. objeto de dad no le dañarían tanto los e. 1087; e. que
indiferencia —EE. 23; un siervo de D. se impiden hacer mayor bien en su ministerio
hace medio doctor con la e. 722. 1086; e. de S.Ign. en Manresa 115-117.
* No es menor don que la salud [272]; * Para evitar e., claridad en las Const.
impedimento para la admisión [29, 44, [136]; evitar los e. en otras ocasiones [235,
175, 185, 196]; causa de dimisión [213, 330, 359]; modo de haberse en los e. [48].
216]. * Escuelas públicas: de la Compañía [392,
Enfermero: reglas del e. 670, 677-679; el e. 440]; profesores [450-451, 456-457, 486];
sirva con alegría 678; procure los sacra- materias de enseñanza [446-452]; qué obras
mentos para el enfermo 678; * oficio de no se deben leer [464-465, 468-469]; cola-
coadjutor temporal [149]; exige sujetos ción de grados [478-498-499]; cf. Cole-
fuertes [302]; avisar al e. en caso de enfer- gios, Estudios, Universidad.
medad [304]; obediencia a] e. [89, 272]. Esencia: divina, en el D. 394-397; e. divina en
Enfermo: no tome nada sin consejo del mé- figura esférica 394; e. divina en las criatu-
dico 664, 673; tome por médico principal a ras 396; siente S.Ign. una e. divina, no
su Creador y Señor 678; interés de S.Ign. viendo las personas distintas 388; ve las
por los e. 670; visitar a los e. 678-679; los personas derivarse de la esencia 395.
primeros compañeros sirven a pobres e. Esperanza: aumenta en la consolación
738; no admitir e., si no suple algo espe- —EE. 316; ausencia en la desolación
cial; S.Ign. e. de estómago en Boloña 725. —EE. 317; e. de alcanzar la gracia 381.
* 1) De la Compañía: cuidado de los e. * En solo Dios [67, 812]; ponerla en los
[303-304]; pueden recrearse en la huerta bienes eternos [82, 595]; cómo ayuda
[559]; cómo debe comportarse el e. [89, [288]; cf. Confianza.
272, 303-304, 595]; cómo se les debe pre- Espíritu: no creer a todo espíritu 869; varios
parar a la muerte [595-596]. 2) De fuera: espíritus que agitan al alma —EE. 6, 17,
obras de caridad con los e. [605]. 176-177; reglas —EE. 313-336; bueno
* Eremitas: ¿Pueden admitirse en la Compa- —EE. 32, 314-315, 318, 336; malo —EE.
ñía? [27, 171]. 32, 315, 318, 333, 336; el mejor modo de
Error: escrúpulo por e. —EE. 346, 348; e. saber si el e. viene o no de Dios es la
público —EE. 41, 363; evitar e. en el pue- obediencia 869; resistir al mal espíritu
blo —EE. 367. —EE. 13, 313, 319, 321, 325, 331, 350-
* E. en la fe es impedimento [22, 24, 36, 351. Cf. Discreción.
165-166]; indiscreta devoción es fuente de * e. de la Compañía [134, 547, 551, 602,
e. [182]. 671].
Escolares: criterio de S.Ign. para enviar e. a Espíritu Santo: la unción del E. enseña to-
Coimbra 757-759; a París 758; conjeturas das las cosas 891, 1007, 1101; si el E. les
de S.Ign. sobre la perseverancia de los e. promete tanta gracia para esta vocación
758-759; para ser admitidos en la Compa- 457; el cuarto voto para ser más segura-
ñía 459; formación de los e. 449-450; e. mente dirigidos por el E. 457; en los
con profesión de 3 votos 460; * quiénes Ejerc. —EE. 263, 273, 304, 307, 312; en
[14, 121, 537, 539]; su unión con la Com- el D. 9 misas del E. S. 359; ver o sentir
pañía [204-205, 510-511]; cuidado del espí- al E. S. 362, 364; el E. para discutir y
ritu de los e. [243-291, 340-350, 431]; for- discernir 363.
mación en letras [307-308, 351-391, 431]; * Da la ley de la caridad [134]; da el don
formarlos en los medios de ayudar al próji- de la discreción [219]; enseñará los modos
1126 Índice de materias
que se han de usar, a quién enviar... [414, Evangelio: lectura del E. —EE. 100, 127.
624]; invocarlo en la elección [697-698, * Estudio particular de los E. del año
701]. [404].
Espirituales: S.Ign. buscaba en Manresa y Examen: 1) Elemente de los Ejerc: general
Barcelona personas e. 114, 121, 122; * los 376, —EE. 32-42, 43, 348; para mejor con-
jesuitas personas e. [582]; los superiores fesarse —EE. 44; e. del ejercicio —EE.
[423]; sobre todo el General [729]; dar el 77; e. particular —EE. 24-31, 90, 160, 207;
tiempo a las cosas e. [277, 340, 583]; ayu- el maestro enseñe a los novicios el e. parti-
darse mutuamente en las cosas e- [624J; cular y el general 682; e. antes de dormir
mayor estima de las cosas e. [813] y de los 674, 370; el e. dos veces al día 786; e. sobre
ministerios e. [591, 650]. el trato con los superiores 694. 2) Parte de
Estaciones: alabar las e. de Cuaresma —EE. las Const.: * texto del E. [1-133]; leerlo y
358; pedir permiso para ir a las e. 672, 676. considerarlo [2, 146, 198]; orden del E.
Estado: elección del e. de vida, dentro de la [33]; e. de conciencia [244, 261, 342]; e. de
Iglesia —EE. 15, 98, 135, 154, 172, 177; los candidatos [2, 18, 20, 98, 198-199]; pa-
reforma del propio e. — EE. 189. Cf. ra letrados, coadjutores espirituales y esco-
Elección, Reforma. lares [104-111]; para coadjutores sólo [112-
Estipendios: no recibir e. por misas 863; cf. 120]; para escolares antes de ser admitidos
Pobreza, Gratuidad. [121-127]; para escolares acabados sus es-
Estudiantes: haya colegios con rentas para e. tudios [128-129, 202]; para indiferentes
458-459; reglas para los e. 652, 658, 687- [130-133]; repetir el e. [242]; examinadores
691; normas para e. en las Universidades de los candidatos [2, 23, 34, 142-145, 196];
825-826; e. de la Compañía en París y Pa- e. de los estudios [383, 518]. Cf. Colegios,
dua 657-658, 687; procuren tener intención Estudios, Universidades.
recta 687, 690; sean los primeros en llegar * Excomunión: en las elecciones [695-696,
y los últimos en salir 659; criterios de 709].
S.Ign. al enviar e. a Coimbra 757, 758; Exhortaciones: domésticas a los novicios
carta de S.Ign. a los e. de Coimbra 795- 685; e. a toda perfección 684; e. sobre la
806. Cf. Escolares, Estudios. modestia 692; a los prójimos, más con el
Estudios: que los e. no entibien el amor a la ejemplo que con la palabra 684.
virtud 690; con pura intención son gratos * Domésticas [280-281, 291]; e. a los
a Dios 690; seguir el orden de los e. que externos: propias de los coadjutores [113].
marque el superior 688; finalidad de los e. Experiencia: de las cosas espirituales 682-
687-688; la oración en tiempo de e. 885, 683; e. de varios espíritus —EE. 176.
886, 890, 892; predicación en tiempo de e. * Necesaria en el General [723, 729]; en
886-887; e. de teología en Viena 901-903; los examinadores [142-143, 147, 193, 196];
e. de S.Ign. 133-135, 145-148, 152-157, las e. del noviciado [64-70, 71, 746, 748];
726. Cf. Escolares. cuándo [127]; testimonios sobre las e. [73-
* De letras no los habrá en las casas 79],
[289]; casas de e. [289-290, 307-308]; pre- Exterior: cómo comportarse en lo e. 661-
guntar sobre ellos en el Examen [47, 104- 662, 666, 683-684, 693-695.
107, 111]; e. de los escolares de la Compa- * Modo de vivir en lo e. de la Compañía
ñía [351-391]; quitar los impedimentos de [8, 81, 296, 577, 580]; excepciones [292,
los e. [362-365]; prefecto de e. y profesores 579, 581]; los ejercicios e- se han de mez-
[369, 386, 486, 493]; e. de los ya sacerdotes clar con los interiores [298-299]; los dones
y graduados [290, 582]; e. de los novicios e. de los candidatos [151, 157-161]; del
[289-290J; e. especiales [354]. Cf. Cole- General [731, 734]; se han de apreciar me-
gios, Humanidades, Filosofía, Teolo- nos que los interiores [813]; defectos e.
gía. que impiden la admisión [185-186, 188].
Etiopía: que haya muchas escuelas y colegios * Externos: en los colegios [452, 457]; e.
1047; instrucción al Patriarca de E. Juan huéspedes en las casas [194]; reuniones de
Nunes 1042-1050. e. en casas de la Compañía [651]; procurar
Eucaristía: su institución —EE. 289; santísi- la edificación de los e. [148, 161, 218, 230,
mo manjar 749; efectos 749-750; recepción 349, 637].
frecuente y aun diaria 749-750, —EE. 354; Extremaunción: * administrarla a su tiempo
e n
S-1&- J 0* E.: Manresa 114, 118; la [595]; aprender a administrarla [412-413].
profesión 327-329; Cristo pobre en la E.
337; en el D. 346, 359 y passim cf. Misa,
Comunión, Sacramento. F a b r o , B. Pedro: trato con S.Ign. 154; su
* celebración y asistencia [80, 342-344]; muerte 787-788; carta de S.Ign. sobre el
comunión cada ocho días [261, 342-344, modo de escribir 762-765-
584], Fabro, Mtro. Pedro: cf. De Smet.
índice de materias 1127
Facultades: * 1) Apostólicas; quiénes son ca- Ferrara: crisis del colegio de F. 1030; protec-
paces de ellas [113-114, 511]; cómo pedir- ción de la Fattora 979-983; vicisitudes 980-
las [552]; el General tenga un compendio 983.
de las f. [792]; comunicación y uso [66, Fervor: necesidad del f. para la vocación
753, 825]; cf. Indulto, Privilegios. 2) F. apostólica 799; estímulos del f. 797-801;
de estudios superiores: en la Compañía [446- los Ejerc. medio para recuperar el f. 951;
452]; modo y orden en las F. [453-463]; efectos del f. indiscreto B01-803.
cómo progresar en ellas [351, 357, 366, Fidelidad: * En los provinciales [797]; en el
471-480]; cf. Estudios, Universidades. secretario general [802]; en el procurador
Falacias: del enemigo —EE. 329; f. y erro- general [806]; en el síndico [504].
res del tiempo —EE. 363. Figueroa, Juan Rdz. de: vicario de Alcalá en
Faltas: las f. hacen olvidar el amor de Dios el proceso de S.Ign. 136-138.
—EE. 65; alejan la consolación —EE. Filosofía: * estudio de los jesuitas [351, 366,
322; pedir perdón por las f. —EE. 43, 241; 450, 473, 475]; materias de la f. [351, 451,
extirparlas —EE. 24-31; f. involuntarias 470]; profesores [417, 458]; ejercicios [378-
735; / . de S.Ign.: las confiesa 748; se aver- 379, 383]; se requiere para la profesión
güenza de las f. y pide perdón 365-368. solemne [518]; facultad de f. [450, 498,
* Manifestación de las f. o errores [63, 501]; doctrina que se ha de tener [47, 273-
92-98]. 274, 358, 464].
Fama: *Buena f. en los candidatos [161, 168, Fin: fin último del hombre y de las creaturas
170]; en el General [733]; los mundanos —EE. 23, 50; el f. norma de toda buena
desean la f. [101]. Cf. Afrentas, Honor, elección —EE. 169, 177, 179; traer el me-
Humillación. dio al f. y no al revés —EE. 169; conside-
Familia: relaciones de S.Ign. con la f. 718- rar los provechos o inconvenientes con
720, 743-747, 750-751; de los novicios con relación al f. —EE. 181; emplear los me-
la f. 682; de un joven con vocación y la f. dios humanos para obtener el f. 840-841; f.
954-963. primario de los enviados a Alemania el
Familiaridad: no tener f. demasiada 863, señalado por el Papa 862; f. secundario el
1094. * F. con Dios [723, 813]; f. del can- promover la Compañía 862; medios que
didato con personas buenas [46]. han de usar para los f. propuestos 862-868;
Farnese, Alejandro: bautizado por S.Ign. 53. expresiones del f. de la Compañía en
Fatiga: del trabajo de la meditación 734; la S.Ign. 338, 438, 447, 455-456; f. de los
consolación convierte la f. en descanso Ejerc. —EE. 20, 23, 152, 188, 233, 240,
732. 333, 367, 370; fin de la primera semana
Fe: viva 751; intensión de f. es don divino —EE. 4; * fin de la Compañía [3-4].
832; la consolación aumenta la f. —EE. Firmeza: de S.Ign. en la elección 782; * f. en
316; no hay salvación sin f. —-EE. 366; la vocación y propósitos [129, 240].
cómo hablar de la f. —EE. 366-369; ayu- Flandes: viajes de S.Ign. a F. 146-147.
dar en lo pertinente a la pureza de la f. Flaqueza: a que está sujeta nuestra naturale-
862; conservar en la f. católica 1011; la f. za 731, 798; apoyar nuestra f. en la fortale-
de los discípulos y de la Magdalena —EE. za divina 1073, 1095; f. corporal de S.Ign.
279-280, 282. 361, 383, 388.
* Defecto o error en la f. católica, impe- Florencia: la Compañía en F. 852; Tarquinio
dimento de admisión [22, 24, 165-167]; f. Raynaldi en F. 964-965.
en los enfermos y moribundos [272, 304, Floris, Nicolás: carta de S.Ign. 965.
595]; espíritu de fe: en la misión [606, 618, Foliño: 852.
621], en la obediencia [84-85, 284, 286, Fontana, Alejo: cartas de S.Ign. 1079.
424, 434, 547-552, 627, 661, 765], en la «Fórmula del Instituto»: texto 455-460; bi-
dirección espiritual [263], en la pobreza bliografía sobre la F. 460-461; historia de
[555). la redacción 439-442, 454-455; aprobación
Felipe II: vio a S.Ign. en Madrid 163; cartas oral de Paulo III 745-746; dificultades en
de S.Ign. 828-829, 835-836, 907-908. la aprobación de la bula 440-441; 3.000
Fermo, Juan Bautista: cf. Palanca, Domin- misas para la aprobación 441; misas y lá-
grimas de S.Ign. para componer la «Ex-
go-
poscit debitum» 853.
Femandes, Urbano: carta 889-893; muerte
* F. de los votos [527, 532, 535, 537,
1051.
540]; f. para escribir a los superiores [674,
Fernando, Rey de Romanos: príncipe verda-
790]; f. de los catálogos anuos y trienales
deramente cristiano 1011; cartas de S.Ign.
[676, 792]; f. de documentos históricos y
791-793; benevolencia con la Compañía
edificantes [673, 675].
792; quiere para el obispado de Trieste al
Fortaleza: que da Dios en la vocación 965; f.
P. Jayo 791-792; impulsa la Universidad
de S.Ign. 102, 109, 125-126.
de Viena 899-903.
1128 índice de materias
Cristo gozoso —EE. 48, 221, 229; g. en el 565-567, 640, 816]; de los grados académi-
Señor 796; S.Ign. siente g. de ver a Jesu- cos [478, 498-499].
cristo manifestándose a su Iglesia 786. Cf. Gravedad: interior y exterior 683-684, 692-
Alegría, Consolación. 694, 863.
Gracia: 1) necesaria para la salvación: —EE. Gregorio, San: doctor positivo —EE. 348,
366; con la g. se ganan méritos 723; 2) g. 363; sobre la obediencia 813.
actual: que ordene todas las intenciones, Griego: estudio del g. 896; enseñar el g. 897,
acciones y operaciones —EE. 46; g. para 901; como preparación a la teología 901. *
aprovecharse en el servicio divino 726; Necesidad de su estudio [367, 381, 447]; a
proponer la enmienda con su g. —EE. 43, los externos [457].
61, 240, 243-244, etc.; queda siempre la g. Guerra: jubileo para los que participan en la
suficiente para resistir y perseverar 746; g. contra el infiel 876; triunfo en la misma
posible que Dios viese que la persona no g. 878.
se había de aprovechar de sus g. 728, 687, Guillermo IV, duque de Baviera: invitarle a
—EE. 320, 324; hacer la oblación con su fundar un colegio 866.
g. —EE. 98; esperanza en la g. 743; efec- Gusto: g. espiritual don divino 406, 832; gus-
tos de la g. 748, —EE. 2, 44, 63, 89, 104, tar internamente en la contemplación
322, 336, etc.; g. calurosa y lúcida 379, —EE. 2, 69, 124, 252, 254; repetición so-
386; 3) en general: cómo hablar de la g. bre los pasajes donde he sentido g. espiri-
—EE. 369; cooperación a la g. 728, 796, tual —EE. 227; en la desolación, sin g.
1070; buscarla y desearla —EE. 4, 87, 89; 373, 732; g. místicos de S.Ign. 347, 367,
disponerse —EE. 20, 48, 73-74, 78, 87, 89, 381, 406.
etc.; ser restituido a la primera g. 366; 4) Guzmán, Diego de: discípulo de San Juan
los santísimos dones j g.: deseables para ma- de Avila en la Compañía 1032.
yor gloria divina y fruto apostólico —-EE.
2, 20, 87; g. intensa —EE. 320. Cf. Favor,
Dones. ( l a b i l i d a d : no basta la h. humana para el
* La g. se comunica según la necesidad apostolado 1006-1007; los jesuítas deben
[686]; buscar la devoción, según la medida tener h. para algo 891.
de la g. recibida [277]; obtenerla por me- Hábito: el h. bueno o malo ayuda o desayu-
dio de Misas y oraciones [711, 790, 812]; da 735; ventajas de los h. virtuosos 798;
con la familiaridad con Dios [723]; con por qué la Compañía no tiene h. peculiar
nuestra liberalidad, en especial con los vo- 459.
tos, nos disponemos a recibir mayores g. * Habituarse a mal comer y mal dormir
[282-283]; las g. apostólicas: cf. Faculta- [67, 81]; impedimento de haber tomado h.
des, Privilegios. religioso [27, 171-172].
Gracias: no acababa de dar g. a Dios 364- Habla: perder el h. muchas veces en la ora-
365, 371; con intenso afecto 374. Cf. ción 367, 381, 383; h. interior 380.
Agradecimiento. Hablan de qué cosas 673, 683; h. de sí sólo
Grados: tomar g. sin honores 826. * 1) G. por el bien de las almas 730; buscar el
académicos, se pueden tomar en la Compa- tiempo más propicio 1059; cómo hablar
ñía, pero sin honores ni premios [390]; 673, 694, 794: al superior 694, 1058-1059;
años de estudio y doctrina requeridos en general 695; h. largo con los tentados
[471-478]; quién y cómo los confiere para 753; instrucción sobre cómo h. en el Con-
los jesuitas y para los externos [390, 478, cilio 784; en la predicación 785; h. latín los
480, 493-499, 508]; 2) g. en la unión a la estudiantes 659, 662; aprender a hablar en
Compañía [510-511]; a quién compete la público 663, 689, 896; en la conversación
distribución de los g. [121, 512-513, 522- 752-753; procura el demonio que no hable-
523, 541, 736]; indiferencia para los g. [10, mos ni aun de cosas buenas 731; entrar
15, 72, 111, 130]; no procurar pasar a otro con la del otro para salir con la nuestra
g. [116-117, 542-543]. 753; tener en cuenta que todo ha de salir al
p. 753; con un sentir o h. decía: dónde me
Gramática: todos se funden bien en g. 658; queréis llevar 392; h. o mover intenso de
distribución adecuada 659; ejercicios de los dentro 380.
estudiantes de g. los domingos 660-661. *
* De qué cosas y cómo h. [250, 648];
Entre las Humanidades [352, 448]; en las
con los que están en probación [191, 197];
clases superiores [457]. Cf. Lenguas.
con los novicios o ellos entre sí [247, 249];
Gratitud: cf. Agradecimiento, Gracias. con los enfermos [272]; cómo debe h. el
Gratuidad: recomienda Jesús a los apóstoles General [726]; con los de fuera: los novi-
en su ministerio —EE. 281; g. en los mi- cios [60, 244, 246], los escolares [349, 362],
nisterios de la Compañía 456; * g. en los los coadjutores [115], en los ministerios
ministerios de la Compañía [4, 398, 478, [624].
1130 índice de materias
Hebreo: estudio del h. 897, 901. * Enseñanza Honra: h. de Dios fin del hombre —EE. 16,
del h. [367, 457]; el h. como preparación a 23; temor por la h. del mundo —EE. 9;
la teología [447]. que la acusación de buscar h. y dignidad
Herejes: llamarlos por su nombre, no evan- caiga por la fuerza de los hechos 931. Cf.
gélicos 1013; discreción y amor con los no Honor.
obstinados 865; no permitir gobernantes, Horas: del día, cómo se contaban 388; alabar
curas ni confesores h. 1012-1014; ayudaría las H. canónicas —EE. 355; las H. de
una suma de la verdadera doctrina 1015- Nuestra Señora 663; * rezarlas en privado
1016; atraerlos a la obediencia de la Sede [586], alguna vez en la Iglesia [587]; rezar
Apostólica 866; estudiar los libros de con- las H. de Nuestra Señora [342-343].
troversias 865-866; libros de h. 1012. Hospitales: visitar h. 865; ministerio propio
Herejía: celo en impugnar las h. manifestan- de la Compañía 456; hacer h. en Etiopía
do amor a los herejes 866; armados contra 1048; S.Ign. en el h. 134, 145-146, 160; los
las h. 861, 865-866; descubrirlas y curarlas compañeros de S.Ign. sirven en los h. 166,
865-866; medios para extirparlas 864-866, 738; * servir en h. prueba del noviciado
1009-1016; ofrecer oraciones y Misas por [66-67, 74], o de los que vuelven a la Com-
las naciones donde hay h. 953; h. en Roma pañía [240]; cuidado de los enfermos en h.
173; S.Ign. Ubre de toda h. 173-174, 777- [650].
778. Hostia: ofrecerse a Dios como h. en la obe-
* Impedimento de admisión [22, 165- diencia 939; las h. para el Santísimo en
167]. Etiopía 1046.
Herencia: abdicar la h. [572]; no ser testa- Huésped: * candidatos como h. [18, 140,
mentarios o ejecutores [591]. 190, 194]; los echados de otras partes
Hermano: Cristo en lugar de padres, h. y de [232].
todas las cosas [61]; cf. Coadjutor tempo- Humanidades: todos se funden bien en h.
ral. 897, 901; utilidad de las h. 808-811; medios
Herrera, Miguel de: en la defensa de Pam- para su estudio 689; lectores de h. 901;
plona 101. disputas y ejercicios 660-661, 689, 897; en
Hijo: siente al H. muy propicio para inter- libros que no contengan cosas nocivas pa-
pelar 367; cf. Jesucristo, Verbo, Persona ra la juventud 839.
divina. * 1) Estudios de ¡os jesuítas: qué se entien-
Hijuelas (en las canas): modo de escribirlas de por h. [352]; importancia [351]; casas
763. destinadas al estudio de h. [307-308]; libros
Historia: narrar la h. de los misterios suma- y lengua [359, 381-382]. 2) En las escuelas
riamente —EE. 2; h. de Etiopía 1049- superiores: qué se entiende por h. [338];
1050; * enseñanza de la h. [448]. importancia [447]; cuántas clases [457,
Historiografía: antes del s. xix 3-17; siglos 472]; libros y lengua [456, 468-469]. En las
xix-xx 17-39; después del Concilio Vatica- escuelas públicas [394].
no II 39-45. Humildad: necesidad de la h. 920, 940; h. en
Hoces, Diego: hizo los Ejerc. bajo la direc- todo el hombre exterior 666, 682, 684,
ción de S.Ign. 166; en el Véneto 168; 690, 693; posponerse enteramente a todos
S.Ign. ve su entrada en el cielo 172. 667; hacerse amable por la h. 863; Cristo
Holocausto: la vocación es un h. 1003; la recomienda la h. 666, 1003; la bandera de
obediencia un h. 937, 939. Cristo —EE. 146; deseos de humillaciones
Hombre: cf. Persona humana, Criaturas, conducen a la h. 730, —EE. 147; maneras
Alma, Cuerpo. de h. —EE. 164-168; h. en las consolacio-
Honesto: vestir como h. sacerdotes 459; * nes 731, —EE. 324; oír con h. las repren-
tengan apariencia h. los que se admiten siones 673; b. de S.Ign.: sentimiento de sus
[151, 158], los que tratan con personas pecados 780; se halla en todo indigno, y
principales [624], el secretario [802], y el todo él impedimento a la gracia 780; gracia
General [731]. de h. amorosa 408-411; en su trato con
Honor: no aficionarse al h. —EE. 165-166; Bobadilla 775-776; ante Rodrigues 762; de-
con el deseo de vivir en h. imposible arrai- sea más bajarse 780; el demonio procura la
garse en Dios 723; humildad y h. a los falsa h. 730, 731.
demás en el trato 694-695; indiferencia al * Todos la deben ejercitar [83, 101-102,
h. 762, —EE. 23, 166; deseo de oprobios 250, 265, 282]; el superior, ejemplo de h.
contra el h. mundano —EE. 142, 146; los [423, 725]; h. en los novicios [66, 68, 98,
que siguen al mundo desean h., los que 297]; en los Hermanos [114, 117-118, 132];
siguen de veras a Cristo, lo contrario 666, en la escuela del afecto [516]; los subditos
—EE. 167; * aborrecer los h. mundanos con los superiores [84, 284], en la cuenta
[101]; h. en el trato mutuo [38, 250]; h. de conciencia [93], en la manifestación de
debido al superior [125]. Cf. Honra. los defectos [63], en las enfermedades [89],
Índice de materias 1131
en el modo exterior de vivir y vestir [81, te 59; bibliografía 65-71; cronología 45-59.
83, 576-579, 680], pidiendo limosna [82], 2) Virtudes y escritos: (en sus respectivos
en la indiferencia para el grado [111, 130], epígrafes); claridad en el narrar 81; carác-
en los grados académicos [390]. ter de sus escritos 60-64; modo de pensar y
reaccionar 699; correspondencia con per-
sonas muy diferentes 699-701; poder de
Iglesia: 1) Templo: alabar ornamentos y edi- introspección 341-343; juicio de los enemi-
ficios de i. —EE. 360; cantos y oraciones gos de la Compañía 28-30, 32-39; se gozará
dentro y fuera de las i. —EE. 355; S.Ign. en padecer él y no los otros 789; convida a
visita las 7 i. 327. * Se admiten i. para deponer contra él 789; su carácter y tipolo-
ayuda de las almas [555]; no haya cajas gía 30-32; historiografía: hasta el s. xix 5-
para limosnas en nuestras i. [567]; ni rentas 19; después 19-39; después del Concilio
para la sustentación y culto [4, 554, 556, Vaticano II 39-45,
561, 564, 572]; los votos se hacen en la i. Iluminación: divina como gracia 347, 1102;
[525, 528, 531-532]; proponer la palabra de i. del entendimiento en los perfectos
Dios dentro y fuera de la i. [645, 647]; —EE. 39; i. en S.Ign., cf. Ilustración,
cuándo se permiten fundaciones pías [324- Luces, Inteligencias.
325, 589-590]. 2) Esposa de Cristo y Madre Ilusiones: del demonio 753; i. y engaños del
nuestra: amar todo el cuerpo de la I. en su espíritu profético 843-847, 849-851; las ilu-
cabeza Jesucristo 949; el Espíritu Santo siones de Oviedo y Onfroy 851-861. * Pre-
vivifica su cuerpo místico 1040; ver cómo caverse de las i. [260]; causas de las i.
Cristo crece y se manifiesta en su I. 786; [182].
orar por sus necesidades 785, 949; necesa- Ilustración: eximia i. del Cardoner 119, 195,
rio creer y obedecer a la I. —EE. 353, 365; 438; don místico 347.
la 1. militante, jerárquica y romana —EE. Imágenes: venerar las i. —EE. 360; los pró-
352-353; regida por el Espíritu divino jimos i. de Dios 1094; * venerar a Dios en
—EE. 365; alabar sus preceptos y consti- el prójimo como en su i. [250].
tuciones —EE. 363; una es mi Paloma Imaginación: sentidos de la i. —EE 66-70,
1038; las cosas elegibles han de militar 121; en la composición de lugar —EE. 47,
dentro de la I. —EE. 170, 177, 351; pro- 65; i. en los puntos de meditación
poner los preceptos de la I. —EE. 18; no —EE.140.
hablar de los defectos de los superiores en «Imitación de Cristo»: Leerla en Ejerc.
la I., sino a quien los puede remediar —EE. 100; influjo en S.Ign. 197-198; ed.
—EE. 362; reglas para el sentido verdade- promovida por S.Ign. 135; cf. Jesucristo.
ro en la I. —EE. 352-370; fuera de la I. no B a
Imitar: a Cristo y a N. S. en el uso de los
hay salvación 1038; la unión mayor con la sentidos —EE. 248.
I. motivo de la pobreza 335, 337; la pobre- Impaciencia: peligros de la i. en ta conversa-
za compra sus tesoros en el campo de la I. ción 752-753; no mostrar impaciencia en el
819. * Al bien de la 1. converge todo en la caminar 694, 695 * [250].
Compañía [136]; orar por las necesidades Imparcialidad: mantenerla donde existen
de la I. [638]. partidos 863.
Ignacio de Loyola, San: 1) Vida: nacimien- Impedimentos: ponemos i. a la gracia 780;
to 79-80; familia 718-721, 743-747; juven- quitar los i. —EE. 150; descargar los i.
tud 98, 100-101; conversión 101-107; en para subir a Dios 820; la pobreza ayuda a
Aránzazu 108-109, 1018-1019; en Montse- quitar i. 820; el enemigo pone i. —EE. 9,
rrat 111-112; en Manresa 112-121; carisma 315; S.Ign. se considera todo i. 780.
de fundador 95-96, 99; peregrinación 106, * I. para la admisión [22-31, 163-189,
108-112, 121-130; estudios 132-159; en 334]; quién puede dispensar [162, 166, 176,
Barcelona 121-122, 132-134, 144; en Tierra 178, 187]; en caso de duda [169]; i. secun-
Santa 127-129; en Alcalá 134-139; en Sala- darios [177-189, 196]; se han de examinar
manca 139-144; en París 145-159; viajes a los i. [23, 31-32, 35-37, 42, 44-45, 193,
Flandes e Inglaterra 146; proceso en París 196]; si se callan algún i. [212-213].
158-159; en Azpeitia 160-163; en Boloña Imperfección: sentir y aborrecer la i. 732,
164; en Venecia 125-126, 130, 164-171, 780, 887; si en la confesión se deben decir
737-740; La Storta 171; en Roma 171-176; las i. 887; cuando se ven las i. de los demás
deliberaciones de 1539 439; elección como 888; no pierde el t. la Compañía con quien
General 323-327; salidas de Roma 51, 53, no quiere apartarse de las i. 1062; el hom-
55, 56; profesión en S. Pablo 327-329; deli- bre viejo declina a toda i. 994; la bondad
beración sobre la pobreza 333-338, 348- de Dios suple nuestra i. 1073.
355; Fórmula del Instituto 436-442, 455- Impotencia: nuestra i. se apoya en la omni-
461; fundaciones en Roma 174; la casa 51, potencia divina 1095.
52, 54, 97, 669-677; gobierno 52-59; muer- Impresiones: i. divinas 347.
1132 índice de materias
1095; i. humilde y caritativo para hacer París a Venecia 166, 738; servicio en hospi-
humildes y caritativos 805-806; los bienhe- tales 166, 738; a Roma 168, 171, 738; a pie
chores son i. principales 1054. y mendigando 167; por el Véneto 168, 739;
* El apóstol es i. en las manos de Dios su voto en la elección de General 325-327;
[313-314, 638, 813]. la profesión solemne en San Pablo 327-
Inteligencias: don de D. 363, 367 y passim 329; quieren hacerle obispo de Trieste 794;
en et D.; sabrosas y mucho espirituales cartas de S.Ign. 899-903.
369; Í. sobre la Trinidad, a tanto que con Jerarquía: la materia de elección debe militar
buen estudio no supiera tanto 376, 378; las dentro de la Iglesia jerárquica —-EE. 170;
Í. de la Misa 377; muchas i. o recuerdos la Iglesia jerárquica romana —EE. 353; j .
espirituales 376; cf*. Conocimiento, Ilus- indígena en Etiopía 1047, 1049.
tración, Luces. Jerusalén: deseos de ir a J . 106; viaje de
Intención: pura para mirar sólo el benepláci- S.Ign. a J. 126-129; recogimiento antes de
to divino —EE. 46; debe ser simple en entrar en J. 127; quería quedarse en J. 127-
toda buena elección —EE. 169; la i. de 128; voto de peregrinar a J. 156-158; espe-
Cristo contraria a la del enemigo —EE. ra de los compañeros antes de viajar a J .
135; la i. del demonio —EE. 325-326, 331- 166-169; el campo de J . es el de cristo
334; rectificar la i. 687-688, 893, 896; la i. —EE. 138, 144.
con que se ofrece el trabajo ayuda al próji- Jesucristo: 1) Apelativos: Verbo eterno en-
mo 803-804; ta santa i. hace espirituales las carnado —EE. 109, 130; hijo de la Virgen,
cosas que se tratan 906; renovar la i. en el nuestro Criador y Señor 338, 936, 1075;
trabajo 804. Rey eterno y Señor universal —EE. 97;
* La i. ha de ser recta en todo [4, 288, sumo y verdadero capitán —EE. 136, 138-
813]; i. en los estudios [340, 360-361]; en la 139; cabeza y esposo de la Iglesia 1038;
enseñanza [486]; en los ministerios [618]; cabeza y caudillo de la Compañía 380, 819-
la i. menos recta impedimento secundario 820; guía 389, 741; nuestro Sumo Pontífice
de admisión [180]. —EE. 344; dechado, maestro y regla nues-
Intensidad: vale más un acto intenso que mil tra 821; vida verdadera del mundo 728;
remisos 798. precio de nuestra salud en la cruz 800, 801,
Intensión: en las virtudes 832; don místico 1066; salud nuestra 907, 1074; que no pue-
de S.Ign. 347. de engañarse ni quiere engañarnos 940; la
Intercesores: cf. Santos, Angeles, María vía más segura y derecha hacia Dios 781;
m
S. *. que dirige por el camino de la paz 728; que
Interés: salir del propio amor e i., ta medida nos ha de juzgar 744, 1065; de tan grande
del aprovechamiento —EE. 189. poder, sabiduría y bondad 741; suma gra-
Interior, mudar el hombre i. 1031; * los do- cia y amor eterno de J . 976, 1070 y passim.
nes Í. son los que dan eficacia a los exterio- 2) Su acción: de Criador ha venido... a
res [913]. morir por mis pecados —EE. 53; a través
Ira: no muestren i. los novicios 684; * no se de sus misterios muestra la vida —EE. 91,
debe tolerar i. de unos con otros [275]. 93; subdito a José —EE. 135, 271; trabaja
Iriarte, Mauricio: figura y personalidad de y sufre —EE. 116; elige para sí la pobreza
S.Ign., según I. 30-32. más perfecta 337; J . maestro y verdadero
ejemplar de pobreza 821; aconseja los con-
sejos 312; pone dificultad para las posesio-
Jaculatorias: las j . , tanto alabadas por S. nes 312; el sermón que hace a los suyos
Agustín, son oración 859. —EE. 146; envía discípulos, apóstoles y
Japón: abierto al catolicismo 907. amigos —EE. 145; llama a los Apóstoles
Javier, San Francisco: S.Ign. lo gana para la —EE. 275; a todos y a cada uno en
Compañía 154; voto de Montmartre 156; particular llama —EE. 93; las afrentas que
mes de Ejerc. 154; en Venecia 166, 738; en pasó 724; precedió con el ejemplo de obe-
el servicio de hospitales 166, 738; a Roma diencia 942; hasta dónde se humilló 666;
166, 170, 738; a pie y mendigando 166; tan caras le costaron nuestras almas 801,
ordenación sacerdotal 166-168, 738-739; 804; las almas bañadas con la sangre de
por el Véneto 168-171, 739; en Roma 170; Cristo 1094; nos ha vivificado con el pre-
en Portugal 756-757; su voto para General cio de su sangre 728; se da a sí mismo; en
325; calumnias contra él 170; en la India la Eucaristía tan grande como en et Cielo
52, 55; alegría de S.Ign. por la carta de J. 749; los prójimos miembros de Cristo
desde el Japón 907; cartas de S.Ign. 907, 1094; su oficio de consolar —EE. 224.
944-946; llamado a Roma 945; su muerte 3) Respuesta de los hombres: qué debo ha-
944. cer por J. —EE. 53; oblación a pasar toda
Jayo (le Jay), Claudio: en los votos de Mont- pobreza e injuria, siguiendo a J. —EE. 98;
martre 156-158; con los compañeros de conocerle más para amarle y seguirle mejor
1134 índice de materias
—EE. 104; verlo, oírlo y observarlo en Juez: Dios es juez 720; Jesucristo N.S. que
todos los misterios de su vida, pasión y nos ha de juzgar 720.
resurrección —EE. 106-108, 194, 222; leer Juicio: 1) j . propio: cautivar el j . propio 891;
la Imitación de J. —EE. 100; ser admitido valor de su oblación en la obediencia 939;
bajo su bandera —EE. 147; dolor con J. los que siguen el j . propio toman lo que
doloroso —EE. 203; alegrarse y gozarse habían dejado 1003; fomentar los escrúpu-
intensamente de su gozo y gloria —EE. los es dar más crédito al j . propio 1097;
221; buscar los intereses de J . 931; reves- depuesto todo j. obedecer a la Iglesia
tirse de su librea 778; distribuir vidas de J. —EE. 353; S.Ign. dispuesto a deponer su
1048; querría os excitase sobre todo el j. propio 776; el j. propio es causa de desa-
amor puro de J. 665, 799; los nuestros sosiego y turbación 939. 2) Meditación del j ,
ganaban en padecer por su servicio 1078. en Ejerc. 242.
4) Jesucristo en los superiores: a J . se obe- * El defecto de j. es impedimento para la
dece en ellos 816, 935; el superior en el admisión [28, 175, 184]; causa de dimisión
lugar de J . hace sus veces 815, 935; J. nos [216]; se requiere buen j. en los candidatos
rige por medio de ellos 813, 940; contem- [154]; claro en los censores [273]; grande
plarlo en ellos 815, 935. en el síndico [504]; grande entendimiento
5) Jesucristo y SJgn.: visiones de S.Ign.: y j . en el General [729]; ejercitarse en so-
en Loyola 106; en Manresa 113, 118-120; meter el j . [47, 263, 274, 284, 547]. Cf.
en Jerusalén 129; en Vicenza 168; en Ro- Discreción, Entendimiento, Prudencia.
ma 170-171, 174-176; se le representa J . , Julio III: confirma la Compañía en la bula
andando por la calle 382; en diversas par- «Exposcit debitum» 55; texto de la bula de
tes 174; J . presenta al Padre las oraciones J. 455-460; breve «Sacrae religionis» 56;
de S.Ign. 366, 383; en J. se terminaba su quiere hacer cardenal a S. F. de Borja 908-
devoción 385; S.Ign. puesto con J . por el 909; concede el jubileo 876; carta a J. 987-
Padre 170-171, 380; oración de S.Ign. a J . 988.
381-382; J . el mayor motivo para la pobre- Juramento: cuándo se permite —EE. 38;
za en S.Ign. 337-338, 380; 20 misas votivas por Dios y por las criaturas —EE. 38-39.
359; se le imprime tanto su nombre 380; * De los electores del General [701, 705];
seguir su bandera en su profesión 338; J. al de los Asistentes [782].
1
pie de la S. "* Trinidad 386; siguiéndole no Justicia: atributo divino —EE. 59, 237; lo
me perderé 389, 392. que debo ofrecer con mucha razón y j .
* Nombre de la Compañía [1, 51]; sólo —EE. 234; la j. original perdida —EE. 51;
en J. está su esperanza [812]; tener a J. en * Ningún derecho civil sobre bienes para
lugar de padres, hermanos... [61, 62]; ves- poderlo pedir en j . [564]; que la Universi-
tirse de su librea [101]; J . nuestra única dad pueda avisar a la j. ordinaria [444].
recompensa [478]; seguir sus consejos [50, Juventud: la j. está dispuesta a recibir y rete-
53-54, 254]; buscar su gloria en la vida y ner las impresiones 839; * importancia de
en la muerte [395, 595, 602]; poner en J. educar la j . [392, 394, 440]; la formación
su esperanza los moribundos [595-596]; se de la j. [395, 483]; frecuencia de sacramen-
une a J. quien hace los votos [17]; recono- tos, ejercicios de piedad y virtud [395, 481-
cer a J. en los superiores [85, 284, 286, 484, 486-487].
342, 424, 434, 547, 552, 618-619, 661, 765].
Jiménez de Cisneros, García: autor del
Exercitatorio 197-199. K a l kbrenner, Gerardo: prior de la Cartuja
de Colonia, carta de S.Ign. 1056; elogia los
Jiménez de Miranda, Francisco: abad de
Ejerc. 184.
Salas, carta de S.Ign. llamándolo a la con-
«Kempis»: cf. «Imitación de Cristo».
versión 1063-1067.
Juan n i , rey de Portugal: pide misioneros
para la India 756-757, 767; de cristianos L á g r i mas: don de lágrimas 347-348, y pas-
deseos e intenciones 777; funda colegio sim en el D., 967-968; 1. muy diversas,
para la Compañía 755, 765-766; su gran lentas, internas, suaves 414; propias del
celo 1036; pide un jesuita como confesor buen espíritu 347-348, —EE. 316; 1. por
929; S.Ign. media en el conflicto entre J. y los pecados 831, —EE. 4, 55, 78, 316; por
Paolo III 754-756; cartas de S.Ign. 765- la pasión de Cristo 831, —EE. 48, 195,
767, 777-778, 996-997. 203, 316; 1. en consideración o amor de las
Juana de Austria, hermana de Felipe II: ha- personas divinas 831; no está en nosotros
ce votos de la Compañía 57. traerlas —EE. 322; no por tenerlas hay
Jubileo: para la reconstrucción del santuario mayor caridad 968; el don de I. no es nece-
de Aránzazu 1017-1018; obtenido por sario 967-968; no nos disgustemos porque
S.Ign. para el ejército de África 876. nos faltan 968; mayor perfección hallar de-
índice de materias 1135
voción sin 1. 4 0 8 ; atender antes al acata- tual [277]; lectura en el comedor [251-252];
miento que a las 1. 404-405; extraordinaria- con la 1. renovar la memoria de las obliga-
mente abundantes en S.Ign. 3 4 7 ; diversas ciones [291, 4 3 9 , 8 2 6 ] ; cautelas en la 1.
clases de 1. en S.Ign.: intensísimas 3 6 6 ; [268].
continuas 408; con notable dolor de ojos Leerno, Felipe: rector de Módena, cartas de
359, 4 0 2 ; con cerrarse la palabra 378; con S.Ign. 9 7 1 - 9 7 2 , 1 0 2 2 - 1 0 2 3 .
temor de perder la vista 424; interiores Lenguas: utilidad del estudio de las 1. 688;
4 1 4 ; lentas, suaves, sin estrépito 380, 4 1 4 ; aprender la I. de la región donde residen
al escribir la Fórmula, las Constituciones, 1083; el estudio de las 1. y los jesuitas 8 0 9 -
las reglas de la modestia 853; el día de la 810.
profesión en San Pablo 328-329; Javier lee * Quiénes deben estudiar las 1. [356,
con 1. las cartas de S.Ign. 702. 358]; finalidad de su estudio [351, 3 6 7 ] ;
Laínez, Diego: en París 1 5 6 - 1 5 8 ; S.Ign. visi- con qué orden [460]; 1. de las cartas edifi-
ta a su familia en Almazán 1 6 2 ; de París a cantes [675]; el libro del Examen en la 1. de
Venecia 1 6 6 - 1 6 8 ; en Venecia 7 3 8 ; con cada nación [146]; aprender la 1. de la re-
S.Ign. en Vivarolo 1 6 8 ; su testimonio so- gión [402]; enseñanza de las 1. modernas
bre la visión de La Storta 1 7 0 ; su voto [447, 4 4 9 ] . Cf. Latín, Griego, Hebreo,
para la elección del General 325-326; pro- Caldeo, Humanidades.
fesión en S. Pablo 327-329; quieren hacer- Leticia: 1. interna don místico 3 4 7 , —EE.
lo obispo 793; capellán de la armada en 316.
África 877; expone su pensamiento sobre Letra: dejar la 1. comenzada, a la voz de la
las Humanidades 807-808; escogido para obediencia 674; más importancia que a las
teólogo de Marcelo II 1 0 6 1 ; cartas de 1. a las virtudes 893; * el estudio de las 1.
S.Ign. 7 6 8 , 8 0 7 - 8 1 1 ; ed. las Reglas 6 5 4 , grato a Dios [340]; humildad y virtud fun-
669; General de la Compañía 654. damento de las 1. [287, 3 0 7 ] ; importancia
Latín: todos los jesuitas se hagan buenos que se ha de dar a ellas [813-815]; las letras
latinos 7 5 9 , 808; hablar y componer en 1. y los coadjutores [ 1 1 2 , 1 1 4 , 1 1 , 1 5 0 ] .
6 6 1 - 6 6 2 , 689; utilidad del 1. 808-809; ense- * Letras Apostólicas: cf. Bulas.
ñar I. en Etiopía 1047; trad. al I. de los Leturia, Pedro de: en la historiografía igna-
Ejerc. 1 9 1 , 2 0 5 , 206-208. ciana 26-27, 37.
* Preguntar a los candidatos sobre el Ley: obedecer la 1. de Dios en todo —EE.
conocimiento de] 1. [104]; formación en 1. 165; Cristo consumador de la ley —EE.
que se ha de dar a los jesuitas [366, 3 8 1 , 278. * La 1. interna de la caridad [134-135];
4 5 6 ] ; enseñar 1. en las escuelas superiores necesidad de las 1. de la Compañía [134];
[447, 4 6 0 - 4 6 1 , 4 8 4 ] . Cf. Humanidades. quién dispensa de ellas [425, 746-747].
Lavandero: * oficio propio de Hermano Liberalidad: entrar en Ejerc. con gran I.
coadjutor [149, 3 0 8 , 4 3 3 ] . —EE. 5; 1. de S.Ign. 1 3 0 . * Mostrar l. con
Lecciones: 1 ) Públicas: sean doctas, claras, Dios ligándose con El [282].
con buen estilo, no prolijas 864; 1. de mo- Libertad: ofrecerla a Dios 936, —EE. 5, 234;
do que los alumnos salgan no sólo más no ponderar el lenguaje de la fe y gracia
doctos, sino mejores 864; dejarse juzgar las destruyendo la 1. —EE. 369; la 1. se perfec-
1. por los mismos de la Compañía 866. 2) ciona con la obediencia 936; la 1. de espíri-
Sacras: finalidad de las 1. 864; en las confe- tu motivo para la pobreza 3 3 7 , 820; * 1.
siones se saca el fruto de las 1. 8 6 5 . para dedicarse al servicio y ayuda de las
* 1 ) Ministerio propio de la Compañía almas [324, 586-590, 6 1 8 ] .
[623-624]; cómo y dónde realizarlo [402- Librea: de Jesucristo, los oprobios e injurias
4 0 3 , 645-647]; atraer al pueblo a las 1. sa- 778; deseos de vestirse de esa 1. 778; *
cras [587]; preparar los escolares [402, 4 0 4 , [101].
4 6 1 ] ; 1. sin estipendio [4, 5 6 5 , 8 1 6 ] 2) En Libros: aun en pobreza comprar los necesa-
los colegios y Universidades: públicas y rios 1 0 2 4 ; suplir la falta de 1. con apuntes
privadas [369-370]; oírlas y repetirlas [353, 690; S.Ign. se provee de ellos con limosnas
374-375, 4 4 2 ] ; lecciones más solemnes 146, 726; acabados los estudios mandó los
[458]; repeticiones en las escuelas superio- 1. a Barcelona 726; el maestro de novicios
res [456, 4 5 9 ] . debe conocer los 1. espirituales 6 8 5 ; 1. para
Lectura: de libros espirituales 6 7 2 , 6 8 5 ; 1. en los enfermos 998; para consolación del es-
Ejerc. —EE. 1 0 0 ; exhortar a la I. espiritual píritu 998; prohibir que se impriman 1.
994; influjo de la I. en S.Ign. 1 0 2 - 1 0 7 , heréticos 1 0 1 3 ; quemar los 1. heréticos o
1 2 9 7 - 1 9 9 ; 1. espiritual de los jesuitas 6 8 2 , mandarlos fuera 1 0 1 2 ; 1. a Etiopía 1 0 4 8 ;
685; 1. de las reglas 6 5 7 , 686; 1. durante la cuidar que los 1. de humanidades no con-
comida 6 6 3 , 672. tengan cosas nocivas para la juventud 839.
* Preguntar a los candidatos sobre sus 1. * Cuándo se pueden conceder para uso
[463]; aprender el modo de hacer 1. espiri- privado [372-373]; 1. en los colegios [268,
1136 Índice de materias
de M. Inmaculada 110; reza las Horas de [580]; cómo se le ha de obedecer [89, 282,
a
N.* S. 118; hace que se toque el Ave- 304].
María en Azpeitia 162; medianera de las Mediocridad: cf. Moderación.
gracias 359, 361, 366; ruega a M. con lo Medios: 1) en general: subordinar los m. al fin
ponga con su Hijo 170; primera Misa en —EE. 169; 2) m. humanos: es laudable usar
Santa María la Mayor 744; la profesión los m. h. para fines buenos 840-842; se ha
ante la Virgen M. 328; parte y puerta de de glorificar a Dios con los m. naturales y
tanta gracia que sentía en la Eucaristía 368; con los de gracia 841; no usarlos sería ten-
16 Misas votivas en el D. 359; al Padre tar a Dios 842; no para confiar en los m.
agrada ser rogado por M. 367; visiones 841; Dios obrará con m. o sin ellos lo que
106, 118. le place 841, * [814].
2) En los ejercicios: en la composición Meditación: en los Ejerc. —EE. 1-2, 45, 55,
195-196: coloquios con M. —EE. 63, 109, 65, 136, 149; doctrina sobre la m. 734-735;
147-148, 199; ofrecimiento en presencia de m. de los escolares 663; el Maestro enseñe
M. —EE. 98; contemplación de M. en los a meditar y dé m. 682, 685. * Enseñar m. a
misterios de Jesús —EE. 106-109, 162, los novicios [65, 277-279]; tiempo de la
208, 218-220, 262, 266, 269-270, 273, 276, meditación [340-345, 582-583]. Cf. Ora-
297, 299; imitar a M. en el uso de los ción.
sentidos —EE. 248; rezar y meditar el Melancolía: el demonio fomenta pensamien-
Ave-María o la Salve Regina —EE. 63, tos de m. 1075.
147, 241, 248, 253, 256, 258-259. Memoria: ejercicio de la m. en la meditación
3) Otras veces: M. fue pobre 818; M. —EE. 50-52, 56, 71, 234; la m. durante el
transforme nuestros espíritus 718; inter- día —EE. 58, 130, 206, 229; estudio de m.
ceda por nosotros 718, 724. * Rezo del 689; suplir la m. con apuntes 688; * m. en
rosario [344-345]; de las Horas de N.» S. a
los candidatos [106, 155, 183]; los escola-
[342-343]; los votos en presencia de M. res han de cultivar la m. [381]; traer a la m.
[532, 535, 540]. las obligaciones [291, 346, 554, 826]; ayu-
Mascarenhas, Leonor: carta de S.Ign. 150- dar a la m. de los superiores [789, 798,
151. 800].
Matemáticas: estudio de m. 892; * enseñan- Mendigar: recurrir a m. cuando hay necesi-
za de las m. [451, 458]. dad 928; m. por Roma 1025; * prueba de
m. y finalidad [67, 82]; destinados a m. en
Matrimonio: es medio y no fin —EE. 169;
las casas profesas [569]; para los colegios
cae bajo elección inmutable —EE. 172;
[331]; en los ministerios [610, 625]; todos
reforma de vida en el estado de m. —EE.
preparados a m. [569]. Cf. Limosna.
344; no hacer voto de m. —EE. 357; rela-
Mendoza, Cristóbal de: sobrino del cardenal
ciones pacíficas entre esposa y esposo 920-
de la Cueva, rector del colegio de La Gole-
925; no alabar tanto m. como virginidad
ta, carta de S.Ign. 1023-1024.
—EE. 356; S.Ign. procura la unión y paz
Menosprecios: dispuestos a recibir m. o de-
en el m. Colonna 56; cómo introducir las
seosos de ellos 315; como Cristo los eligió
formas y ceremonias del m. en Etiopía
—EE. 146, 167; * [101-102]. Cf. Opro-
1046-1047. * El vínculo de m. impedimen-
bios, Humildad.
to para la admisión [28, 40-41, 173-174,
217]. Mercurian, Everardo: 4.° General de la
Compañía, ed. de las Reglas 654; enmienda
Mediadores: ciclo de los m. 350, 359-367; la en las Const. 536.
Madre y el Hijo 360, 366, 368; Jesús ante Mérito: Dios prueba para nuestro m. 776; m.
el Padre 367; pensamientos sobre los m. en los trabajos 976-977, 1020; m. en el
366-368; no se puede adaptar a los m. 368- estudio, aunque no sirva luego 688, 690,
369; pide a todos los santos para que inter- 804; m. en la confesión general —EE. 44;
cedan ante los m. 374. Cf. Cristo, María en retirarse para vacar a solo Dios —EE.
Sma., Santos. 20; m. en la vida religiosa 1103; m. de la
Medicina: tomar las m. ordenadas por el obra por caridad 806, 906; se acrecienta
médico 678; * no tomar por sí la facultad con la obediencia 814; m. mayor con más
de m. [304]. afrentas 724.
Médicís, Leonor de: duquesa de Florencia, * M. en ligarse más con Cristo por los
carta de S.Ign. sobre 1 vocación de Tarqui- votos [17, 121, 283].
nio Raynaldi 964-966. Mesa: visitación de S.Ign. al dar gracias en la
Medico: uno elegido por el rector 678; cuán- m.; * bendecir la m. y dar gracias [251];
do hacer venir al m. 677; seguir su parecer templanza y modestia [251]; cf. Lectura.
y obedecerle 678; m. con los misioneros a Mesina: colegio y Universidad S.I. en M.
Etiopía 1048; Dios m. sapientísimo 998. * 771, 839, 1102.
Quién lo ha de elegir [304]; consultas al m. Ministerios: la pobreza da eficacia a los m.
1138 Índice de materias
35, 37; normas sobre los m. 784-785, 917- trabajos en vez de regalos 977; la m. en
919; selección de m. 918; algunos no son que versa el mundo 800-801.
propios de la Compañía 782-783, 794-795; Misericordia: infinita m. divina 823 y pas-
* dirección de los m. [612-614, 629-630, sim; acostumbrada m. de Dios 748; Dios
632]; todos deben estar preparados para ha tenido m. conmigo —EE. 61, 71; obras
los m. [82, 92, 324, 588, 749]; m. que se de m. — EE. 18; el oficio de enfermero,
pueden ejercitar en las casas y colegios obra de m. 670, 677-679.
[395, 398, 400-412, 585-588, 636-653]; las Misiones: deliberación sobre las m. 406; la
misiones de Su Santidad [603-617]; las del importancia de que se envíen idóneos a las
superior [618-632]; m. moviéndose por sí m. 945; S.Ign. y las m. 23, 944, 1006, 1042-
mismo [633-635]; m. ajenos [324-325, 586- 1050; la Trinidad y la m. en pobreza 363;
590]; m. durante el noviciado [70]; durante m. pontificias en la Compañía 450. Cf. Vo-
los estudios [362, 365, 400, 437|; ejercitar- to, Papa.
los sin ofensa de los extraños [593, 823- * 1) En general: qué son las m. en la
824]; con edificación [77, 109-110); para la Compañía [7, 603, 749]; conveniencia de
eficacia de los ministerios [812-813]. Cf. que los superiores conozcan a los que en-
Apostolado, Almas, Misiones. vían [92]; los que están en m. a quién
Ministro: el oficio del m. 673, 674-677; * el deben escribir y cuándo [630]. 2) M. de Su
m. de la casa [431-432, 434]. Santidad: voto solemne de los profesos [7,
Miona, Manuel; confesor de S.Ign. 137-138, 528-529, 573, 603, 605]; obligación de los
coadjutores [573]; el General debe decla-
736; carta de S.Ign. sobre los Ejerc. 736-
rarlo al Papa [617]; indiferencia para las m.
737.
[606-607, 633]; cómo se deben recibir
Mirón, Diego: provincial de Portugal, cartas [573-574, 609-610]; si no se designa ningu-
de S.Ign. 924-927, 929-932, 992, 994-996. no nominalmente [612-614]; otras particu-
Misa: la M. en los Ejerc. —EE. 20; alabar el laridades [615-616, 751]; cf. Ministerios.
oír M. a menudo —EE. 355; postura en la 3) M. de los superiores de la Compañía: poder
M. 673; exhortar a celebrar la M. a menu- [618, 620, 750-751]; selección de los que se
do 786; oírla cada día 661, 690; el sacrificio envían en m., a dónde y a qué se envían
de la M. 405, 409; enseñar a los novicios a [618, 621-622]; modo y tiempo [625-626];
ayudar la M. 683; por los fundadores y ayudas a los enviados en m. [629-632]; in-
bienhechores 880, 974; por la conversión diferencia en las m. [573-574, 618, 628].
de las naciones afectadas de herejía o cisma Mística: carácter de la m. de S.Ign. 341, 345-
949; S.Ign. en Manresa oía Misa diaria- 346; dones m. de S.Ign. 347-348; repercu-
mente 114, 116; la primera M. 743-744; siones sensibles 347, 374, 381, 402, 414;
celebra M. votivas 360; recibe innumera- expresiones metafóricas 377, 390, 393; in-
bles gracias místicas en la M. 176, 346; M. teligencias 369; mociones 347, 360 y pas-
para reconciliarse con la Trinidad 391; lá- sim; consolaciones 347; desolaciones 373,
grimas antes, en y después de la M. 359, 401; lágrimas 359 y passim; cf. Locuela,
360 y passim en el D.; cómo se prepara Gracias, Misa, Trinidad, Visiones.
360; ser como ángel para celebrar la M. Mociones: reglas sobre las m. que se sienten
399; no celebra por enfermedad 422; escri- —EE. 313-327; en el Diario 360, 386, 387
be las Constituciones y la Fórmula con y passim.
muchas M., oraciones y lágrimas 176-177, Moderación: en la devoción y estudios 832;
853. en los trabajos 894, 985, 1076; en los nego-
* 1) Celebrar la M.: cuántas veces [80, cios y fatigas 1076; en las penitencias exte-
584]; los novicios sacerdotes [110]; los riores 683; daños de la falta de m. 801-803;
superiores por los subditos [790, 803, 811]; * en los trabajos y en las Constituciones
los subditos por los superiores [392-393, [822]; en las disputas [456, 478]; en el Ge-
631, 711]; por la Compañía y sus ministe- neral [769, 779].
rios [640, 812]; por los fundadores y Modestia: reglas de la m. 692-694; promul-
bienhechores [309-310]; M. con especial gación 692; la m. de los jesuitas en el cami-
solemnidad [311, 586-587]; ¿fundaciones nar y conversar 662, 667, 672, 683, 694-
de M.? [324-325, 589-590]; por los difun- 695; mostrarse dechados de m. 862; ganar
tos, cf. Difuntos. 2) Oír la M.: todos los a las personas con la m. 863; influjo de las
días [342-343]; los alumnos deben oírla reglas de los dominicos 651; fruto de las
[481-482]. contemplaciones ignacianas 693. * Se vea
Miseria: la m. nuestra 727; Cristo toma nues- m. en todo [250]; para edificación de sí
tras m. para librarnos de ellas 800; la deso- mismos y de los demás [349].
lación hace mirar demasiado la m. propia Modo: dar orden y m. de orar —EE. 1-2; m.
732; sentir y aborrecer cada día las m. 823; de hacer penitencia —EE. 84, 89, 319; dos
ef
nuestra m. hace que Dios emplee a veces m. de hacer elección por el 3 . tiempo
índice de materias 1139
—EE. 178-188; tres m. de orar —EE. 18, deseos de los que aman al m. contrarios a
238-260; *modo de despedir [218-230]. los de los que aman a Cristo 720, 723; una
a
Monasterio: reforma del m. de S. Clara en vez dejado el m., no volver a tomarlo 666,
Barcelona 727-728, 822-823, 908; cómo re- 684; modo de proceder de los que dejan el
formar los m. 1033-1035. m. por Cristo 916; el m. está perdido por
Montecasino: S.Ign. da Ejerc. en M. 172- falta de obediencia 934; nunca entra en el
173. m. la paz interna 748; corrupción del m.
Montesinos, Fr. Ambrosio: trad. del Vita 793; apartar las cosas mundanas y vanas
Christi 102, 198. 684, 724, —EE. 63; Dios sacó a los escola-
Montmartre: los votos de M. 50, 156-157; res del golfo peligroso de este m. 797; no
M. y la oblación al Papa 51, 156-157, 170- hablar de cosas de m. sino para provecho
171. espiritual 666; no me condenaré por lo
Montserrat: S.Ign. en M. 111; la confesión y malo que me representa el m. 735; pedir
vela 111-112. conocimiento y aborrecimiento del m.
Moral: preferencia para el estudio de la m. —EE. 63; vano honor del m., escalón de
886. Cf. Casos de conciencia. Satán —EE. 142, 146, 173; el temor por la
Moribundos: jesuitas, * cómo ayudarlos honra del m., tentación de los que comien-
[595, 695-696]; preparación para ayudar a zan —EE. 9; aborrecer lo que el m. ama
los m. [412-413]. 723-724, —EE. 63; no desear ser estimado
Morone, Juan: amigo de S.Ign. 776. por sabio de este m. —EE. 167.
Mortificación: útil para vencerse y aumentar * Renunciar al m. desde el principio [30,
la gracia 803; necesaria 1022; preferencia a 50, 53, 61, 66, 287]; amar y desear lo con-
la m. interna 803, 830-831; cuándo se nece- trario de los que siguen al m. [101]; cosas
sita más 830-831, —EE. 89, 229; más quie- que saben a m. [576]; el desprecio del m.
re S.Ign. la m. de la honra 892; m. para ayuda a la unión [671].
curar los afectos 890; no hacer m. sin licen- Murmuración: no murmurar —EE. 41; la
cia 803; daños de la m. excesiva 801-803; falta de obediencia de juicio es ocasión de
cuándo es conveniente reprimir la sensuali- m. 939; el tomar obispados sería ocasión
dad 1102; no tienen tanto lugar las no de m. 793.
necesarias en tiempo de estudios 892; ejer- Música: * no haya instrumentos de m. [266,
citarla especialmente en el noviciado 683; * 268].
todos deben buscar la continua m. en las
cosas posibles [103]; m. del amor carnal y
del amor propio [61, 674]; m. de los novi- ^ í a d a l , Jerónimo: pide a S.Ign. que narre
a
cios y en la 3. probación [297, 516]; m. su vida 76-77, 95; prólogo de la Autobiogr.
según la d. caridad en los formados [582]; 78, 95-96; corrige la trad. latina de la Auto-
de los superiores [423, 726]; daño de su biogr. 86; escritos sobre S.Ign. 4-5; vicario
falta [557, 210, 657, 820]. Cf. Abnega- general 57; comisario general 58; promul-
ción, Penitencia. ga las Const. 445, 653; lleva a España las
Muerte: es pasar de los trabajos presentes a reglas 653-654, 680, 687; el Sumario de las
la vida eterna 976-977; visita de Dios 837, Const. 653; N. en Portugal 971; N. con-
871, 880; la fe y esperanza hacen que no vence a Simón Rodrigues 1071; señalado
nos entristezca la m. 1016-1017; cada uno para morar en el palacio de Marcelo II
haga cuenta que está para morir 774, 1061; cartas de S.Ign. 910-911, 911-915.
—EE. 186; meditación de la m. en los Nájera, duque de: cf. Manrique de Lara,
Ejerc. 242; el pensamiento de la m. en la Juan.
elección —EE. 186, 340; glorificar a Cris- Nascio, Doimio: carta de S.Ign. 788-789.
to en nuestra m. 1051; en no temer el Negocios: modo de llevar los n. apostólicos,
peligro de la m. se conocen los corazones 457.
grandes 921; el pensamiento de la muerte * Dejar n. seculares [591-592, 793-794];
consolaba extraordinariamente a S.Ign. los n. se tratan por medio del procurador
120; la m. de Fabro 787-788; S.Ign. con- [691, 806].
suela por la m. 871-873, 879-880, 1016- Negus: Claudio de Etiopía, carta de
1017; m. al mundo y a la carne 828; la m. S.Ign.sobre el primado de Roma y la uni-
de Cristo deshizo la nuestra 870; Cristo dad de la Iglesia 1035-1042.
quiso pasar por ella por amor nuestro 800, Nóbrega, Miguel de: cautivo de los turcos
852; participar en el fruto de la m. de 1019; carta de S.Ign. 1019-1020.
Cristo 870. * Glorificar a Dios en la vida y Noche: el ejercitante durante la n. —EE. 72-
en la m. [595]; ayudas y sufragios después 74, 128-129, 159, 190; oración de S.Ign. de
de la m. [598-601]; la m. por el bien de la n. 116; vela en Aránzazu y en Montserrat
Compañía [728]. 108-109, 111-112.
Mundo: morir al m. y al amor propio 724; Nombramiento: * de los superiores [421,
1140 índice de materias
490, 757, 759, 778]; n. de los oficiales [428, perfección de la o. 940-941; simplicidad y
760, 770, 781]; n. de los examinadores de magnanimidad en la o. 1088; el vínculo de
candidatos [142]. la o. une a los particulares con la Compa-
Nombre: de la Compañía 455; eficacia del n. ñía 815, 998; la o. norma de orden en los
de Jesús 786-787; visitaciones de S.Ign. afectos 969; o. en cosas buenas o indiferen-
sobre el n. de Jesús 380. tes 775; cf. Representación.
Noticias: 1) no ser fáciles en querer saber n. 3) Excelencia y valor de la o.: madre de las
del mundo 666; * no hablar de n. sino para otras virtudes 934; compendio de las de-
provecho 666; divulgar las n. que edifican más 934; regla infalible 906; medio seguro
[673, 675]. 2) Don místico de S.Ign.: n. de discreción 803-804, 813; aumenta el mé-
internas 347, 389. Cf. Ilustraciones, Inte- rito 688; hace caminar con méritos conti-
ligencias, Visión. nuos 814; evita muchos errores 813; se
Noviciado: 447-448, 449; haya en el n. una deja mover y poseer de la potencia de Dios
distribución ordenada 683; reglas del 1095; sus efectos son proporcionados a la
maestro de n. 680-686; trato con parientes mano de Dios 927; virtud más necesaria y
y amigos 675, 682; correspondencia 682; recomendada en la Compañía 934-935; el
penitencias en el n. 674, 683, 892; claridad principal medio de unión junto con la cari-
de conciencia 682; confesión de los n. 681. dad 998.
* Obligación del n. [16, 514-515]; casas 4) Exhortación a la o.: lo que más de veras
del n. o de probación [5, 289, 328, 554]; procure se guarde 891; quiere S.Ign. la
duración del n. [16, 71, 98, 119, 336-337, perfección de ella 934-935; que se señalen
346, 514, 538, 544]; separación de los n. en ella los jesuitas 934-935; amonestar a la
[60, 191, 197, 244-246]; vestido [18-19, o. 1087-1088; pérdida de tiempo por falta
197]; finalidad del n. [289, 307]; institución de o. 761; oficio del rector hacer guardar la
de los novicios [263, 277]; experiencias de o. 1089; el mundo perdido por falta de o.
los n. [64-71, 73-79, 83, 87, 285, 297]; pro- 934.
pio de los novicios coadjutores (117, 305]; 5) O. a la Santa Sede: fiel o. al Romano
unión de los novicios con la Compañía Pontífice 457; prontitud de la o. —EE.
[72, 205, 511]; los bienes de los novicios 353, 365; a lo que obliga 1052; alabar vo-
[57, 200]; cf. Admisión, Dimisión, Pro- tos de o. —EE. 357; voto de o. al Sumo
bación, Experiencias. Pontífice 328-329, 457; cf. Voto de los
Nulidad: * de la admisión [22-30, 164-176]. profesos de 4 votos.
Núñez Barreto, Juan: patriarca de Etiopía 6) Eos males de la o. imperfecta: descon-
1042; carta de S.Ign. sobre la misión 1006- tento y murmuración 939; las cortapisas y
1007; instrucción sobre Etiopía 1042-1050. distingos estragan su perfección 1088; sin
Núñez Barreto, Melchor: carta de S.Ign. so- la o. de juicio, la o. es perpetuo purgatorio
bre su nombramiento de provincial de la 886; excedéis tos límites de la santa o. y de
India 1050-1051. su madre la humildad 1021; quien no se
dispone a la o. debe dejar la Compañía
817; sin o. se tiene sólo el nombre de
^^bediencia: cartas de S.Ign. sobre la o. religioso 1093; defectos de la o. del P.
760-761, 932-942. Viola 761; esforzarse en doblegar la volun-
1) Naturaleza y grados: holocausto com- tad del superior 936-937, 1022.
pleto a Dios por medio de sus ministros 7) O. de S.lgti,: al Guardián de Monte
937; oblación sobre todo acepta 936; se Sión 128; al Vicario Figueroa 136; a la
ofrece a Dios la parte más digna del hom- sentencia de Salamanca 143; a su confesor
bre 813, 936; el primer grado no merece el 326-327; al R. Pontífice 328; S.Ign. manda
nombre de virtud 936; el 2.° de voluntad en virtud de santa o. 768, 774.
936-937; mérito 936, 939; engaños posibles * En qué consiste: naturaleza y alabanzas
937-938; o. de entendimiento 937-939; [84-85, 284, 292, 361, 424, 547-552, 659,
agradable a Dios 939. 821]; todos deben o. [547, 662-663, 821]; al
2) Modo de obedecer: con toda devoción, S. Pontífice [7, 527, 529, 547, 573, 603,
como a Cristo 458, 935; dejando al 609-610, 663-665]; a los superiores S.I. [98,
superior todo el cuidado como a quien 102, 285, 423, 547, 618, 621, 658-660]; re-
tiene el lugar de Cristo 886; como para presentación y o. [131, 292-293, 543, 618];
morir 828; con reverencia 458, 926; como obligación del voto de o. [602, 765]; algu-
cosa muerta 1088; los reparos a la o. estra- nas prescripciones particulares [552]; a los
gan el espíritu 1088; o. ciega 761; con oficiales [87-88, 286, 434]; al cocinero [84-
amor y alegría 938, 941; como a la voz de 85]; al enfermero y médicos [89, 272, 304].
Dios 877; como en cosas de fe 941; hacien- Obispado: se ofrecen o. a varios jesuitas 793,
do más cuenta de la o. que del gusto de la 794; contra el espíritu de la Compañía el
devoción 1006; medios para conseguir la aceptarlos 791-793. Cf. Dignidades.
índice de materias 1141
389; se descubría más el P. 368. 2) Padres bres ser buenos jueces 938. 2) P. de Cristo:
humanos: licencia de los p. para ser admiti- misterios de la P. —EE. 4, 190-209, 289-
dos 897; procurar consolar a los p. 992; 298; penitencia para sentir los dolores de
afectos desordenados de los p. en la voca- Cristo en la P. —EE. 87; unirse a Cristo
ción de los hijos 954-963; trato de los no- en los dolores y humillaciones de su P.
vicios con sus p. 961-963, 992. * La necesi- —EE. 195, 197, 203; lágrimas por la P.,
dad de los p. como impedimento [36-38]; efecto de la consolación —EE. 316; S.Ign.
quitar el afecto carnal y convertirlo en es- leía la P. durante la misa en Mantesa 114.
piritual [54, 61-62]. Paulo HJ: favorece a los primeros compañe-
Padua: colegio de P. y carta de S.Ign. 817- ros de S.Ign. 173-174, 738; aprueba la
821; escolares enviados a P. 658-659. Compañía 51, 440-442, 455, 746-747; bula
Paeybroeck, Daniel: carta de S.Ign. 823-825. Regimini de aprobación de la Compañía 52,
Palabras: el amor se muestra más en las 441, 455; suprime la limitación del número
obras que en las p. —EE. 230; las p. han de profesos 53, 344; da la bula Sacrosanctae
de ir acompañadas de los hechos en el 52, 333, 369; concede la admisión de coad-
ministerio 814; nuestras p. son frías sin los jutores 53, 455; aprueba los Ejerc. 54, 191-
dones divinos 832; circunspección en las p. 192; quita el cuidado de religiosas a la
863; evitar p. ociosas —EE. 40; las p. inju- Compañía 54.
riosas no causan más dolor de cuanto no Paulo IV: y S.Ign. 99; y los Colonna 924; en
son deseadas 723. el asunto de Octavio Cesari 959-961. Cf.
Palanca, Domingo: independencia y desa- Carafa.
liento de P. 1094-1095; sale de la Compa- Paz: sólo se halla en Cristo 741; don interior
ñía 1095; carta de S.Ign. 1094-1095. de Dios 362, 748; hallar en paz a Dios
Palermo: col. de P. 853. —EE. 150, 153; trae consigo los otros do-
Pamplona: S.Ign. y Pamplona 46, 79-80, 84, nes 748; efecto de la consolación —EE.
101, 1017-1018. 316; la obediencia da la p. 827, 939; tener
Papa: primado del P. 1039-1040, 1041; el P. el ánimo quieto y pacífico 830; en el mun-
sumo Vicario de Cristo 742, 852; voto de do no entra la p. interior 748; los remisos
presentarse al P. 156-159; cuarto voto de no consiguen la p. 798-799; poner en p. a
los profesos 328, 450, 457, 885-886; Dios los hombres, ministerio de la Compañía
no desampara al P. 852; por resistencia al 456; S.Ign. desea la paz en el Señor 748; la
P., ni aun el martirio es de desear, si ha de paz interior de S.Ign. 362; * interna y ex-
venir por esta causa 852; la Compañía debe tema en el jesuíta [250]; medios para con-
distinguirse en obediencia al P. 885-886; servar la p. [443, 491, 593]; quedar en p.
bendición del P. para los colegios 904-905; con el despedido [225, 229, 489]; revocar
misiones del P. 450, 457, 770; favorecidos los disidentes a la concordia [650]; no per-
por el P. 738, 746-747, 754; profecías sobre mitir a los perturbadores de la p. y unión
el P. angélico 855. [664-665].
* [603-617]; cuarto voto [4, 7, 529, 603, Pecado: 1) Actitudes: meditaciones sobre los
605]. Cf. Ministerios, Misiones. p. —EE. 45-64; ninguno se debe decir
Parientes: cambiar el amor camal a los p. en pequeño 781; no hacer p. por ningún res-
espiritual 682, 719-720; ayudar a que los p. peto 1102; antes perder la vida que hacer
lo sean también en el espíritu 719; humano p. —EE. 165-166; es necesaria penitencia
y frágil, el afecto a p. que retrae de seguir por los p. 1065; mejor purgar los p. en esta
La voluntad de Dios 1103; cuando se deja vida que en la otra 1020; la muerte acaba
todo a los p. para seguir a Cristo 726; con el peligro de p. 882; la ingratitud ori-
conducta de S.Ign. con sus p. 718-721, gen de p. 754; obligatorio reprimir la sen-
743-747, 750-751; * renuncia en favor de sualidad para evitar el p. 1102; la condena-
p. [38, 54-55, 59, 256]; cuándo se puede ción eterna reservada a los que mueren sin
dar a p. y cuándo no [38, 143, 326, 776]. penitencia de sus p. 1065; los escrúpulos y
París: S.Ign. va a P. 144-145; los Ejerc. en P. el p. —EE. 346-349; el p. y la salida de la
147, 154, 158; proceso de la Inquisición religión 952; obedecer en todo lo que no
152, 158; persecuciones en P. 147, 152, se puede afirmar que es p. 891; cuándo
154, 158; los compañeros en P. 154-158; puede obligar a p. una Regla 771; confu-
a
colegio de S. Bárbara 153-156; la Univer- sión por los p. —EE. 48, 193; dolor y
sidad de P. y S.Ign. 745, 760; cf. Mont- lágrimas por los p. —EE. 55, 87, 316; no
martre. se duerma con conciencia de p. 682; abo-
Parroquia: * en relación con el Instituto de rrecimiento de los p. —EE. 63; el demo-
la Compañía [324-325, 588]. nio procura persuadir que el p. es nada
Partidos: estar como en medio, amar a unos 732; reservación de p. 887; examen del p.
y a otros 863. particular —EE. 24-31; examen general
Pasión: 1) humana: la p. no deja a los hom- para la confesión —EE. 32-43; escribir los
1144 índice de materias
p., si fuera menester 681; examen de cada Pensamientos: controlar los p. —EE. 73-74,
a
día —EE. 43; confesión general de los p. 78; no procurando traer p. alegres en la 3.
—EE. 44. semana —EE. 206; los p. que salen de la
2) Clases de p.: mortal y venial —EE. 33, consolación son contrarios a los de la de-
35-37, 41, 52, 165, 166, 349; p. capitales solación —EE. 317; los p. que trae el ene-
—EE. 238, 244-245; guardarse de un p. migo —EE. 329, 332; los malos p. y el
particular —EE. 24. pecado —EE. 32-37; p. erróneos y escrú-
3) Doctrina: malicia y gravedad —EE. pulos —EE. 346-347; nuestros p. son fríos
57-59; modos de cometer el p. —EE. 32- sin los dones divinos 832; el alma ferviente
42; uno de los fines de la penitencia, la puede llegar a conocer aun los p. menudos
satisfacción por los p. —EE. 87; el temor 780; p. de Dios 717; p. falaces de humildad
ayuda a salir del p. —EE. 370; el p. causa 730-731; p. que se entrometen en la conso-
de la Pasión de Cristo —EE. 193, 197; no lación sin causa 773, 780, —EE. 336; no
tener por amigo a quien con lisonjas man- me condenaré por los p. que me represen-
tiene en el p. 1065. tan los ángeles malos, el mundo y la carne
4) S.Ign.y elp.: siente necesidad de peni- 735; no hacer caso de p. involuntarios 735;
tencia por sus p. 106; desde su conversión, S.Ign. embebido en sus p. 102-106; p. que
ni un mínimo consenso en cosas de carne le quitaban la devoción 114, 116; p. devo-
106; escrúpulos en Manresa sobre la confe- tos como tentación 133, 154.
sión de sus p. 115-117; descubre en Roma Peralta, Pedro: ejercitante de S.Ign. en París
todos sus p. de nuevo 326-327; manda to- y testigo en su proceso de beatificación
car las campanas por los que están en p. 147.
162-163, 749; no «sabría» hacer un p. por
ninguna cosa criada 958, 1102. Perdón: pedir p. por los pecados —EE. 43,
241; S.Ign. fácil al p. de las ofensas 1071;
Pedro, San: superior de los Apóstoles 1037; a
ayuda al que le gastó su dinero 148-150;
P. prometió Cristo y dio las llaves del rei-
alabar perdonanzas, indulgencias —EE.
no de los cielos 1037; P., y sus sucesores,
358. Cf. Absolución, Confesión.
figurado en el Sumo Pontífice Eliacim
1037-1038; P. dechado del gobierno en la Peregrinación: alabar la p. —EE. 358; la
Compañía 458; baílica de S. P. en Roma; vida comparada a una p. 993; sentido mís-
S. P. en Montorio 327; devoción de S.Ign. tico de S.Ign. peregrino 718-719; p. de
101-102; poema en honor de S. P. 60. S.Ign. a Montserrat y a Tierra Santa 106-
Peligros: * preservar a los subditos de los p. 107, 108-112; voto de p. de los compañe-
[92], ros 157-159, 168, 170; la p. de la presente
Pelletier, Juan: en Ferrara y sus visitas a la vida 993. * Entre las pruebas del noviciado
Fattora 979-983; cartas de S.Ign. 980, 983. 447, [67, 75, 82, 748]; preguntar en el exa-
Penitencia: 1) Naturaleza, motivos y actitudes: men si tiene voto de p. [45].
en los Ejerc. —EE. 82, 87; modos de ha- Perfección: 1) Recomendaciones de la p.: deseos
cer p. — EE. 83-86, 89; tiempos oportunos de p. 797-801; Cristo anima a la p. 796;
—EE. 89, 130, 22, 319; alabar las p. —EE. basta la moción de la razón para seguir lo
359; aun por defectos no culpables 657; p. más perfecto 1086; Dios desea nuestra p.
por dar mal ejemplo 667; el miedo a la p. más que nosotros mismos 796; estímulos
es tentación 730; normas para moderarla para avanzar en la p. 797-801; carta de la p.
dadas a Borja 830-832; p. por no guardar 795-806; el fervor indiscreto daña a la p.
las reglas 668, 674, 893; mover a p. volun- 801-803; no perder el tiempo con los que
tarias 683; p. de Soldevila 1087; en otras no quieren la p. 1062; asidua contempla-
religiones pueden hacernos ventaja 934; 2) ción de Dios de los perfectos —EE. 39;
S.Ign.y las p.: en Loyola 106, 107; en Man- cuánto crecerá en p. 872, —EE. 189; se
resa 113-117; p. en París 145-146; viaje de aleja uno de la p. no confiando en la obe-
París a Ruán 150; en Vicenza 166-168; en diencia 1088-1090, 1093. 2) Estado de p.:
el D. 366; no excederse en las p. exteriores atraer a la p. 897, —EE. 15; ánimo a cami-
683; las p. públicas reservadas al superior nar por la vía de p. 1103; ejemplo que da
o ministro 673, 675; moderación en p. du- Cristo en el estado de p. —EE. 135; dar
rante los estudios 804, 892; cf. Mortifica- ejercicios a los que son idóneos al estado
ción, Pecado. de p. 898; no ir de un modo más perfecto a
* P. por defectos y descuidos [8, 90, 98, otro de menos p. 782; el voto para allegar-
269, 754]; p. no por obligación [8, 296, se a la p. —EE. 357; p. mayor en no tener
580]; p. públicas [270]; discreción y apro- renta 782.
bación [8-9, 263, 300, 582]; p. en tiempo * P. propia y del prójimo, fin de la
de estudios [340-341, 362-363]. Compañía [3, 103]; aconsejar lo más per-
3) P. sacramento: cf. Confesor, Confe- fecto [259]; p. en la renuncia de los bienes
sión. [55, 256, 258-259); exhortarse mutuamente
índice de materias 1145
res aprobados [5, 326, 348, 354, 571]; de p. de S.Ign. en Azpeitia 160-161; licencia
los que toman el grado [5, 326, 330, 422, para p. 739; en Vicenza 168-169; S.Ign. se
557-559, 560, 570-572, 763, 774, 815-816]; considera predicador menor 726.
si pueden pedir viático para las misiones * Ministerio de la Compañía [113, 308,
[573]; actos prohibidos [254-257]; depósi- 528]; más universal que las confesiones
tos [57, 570-571]; ajuar, comida, etc. [81, [623]; más «aparente» que enseñar la doc-
570, 577-581]; poder de adquirir de las ca- trina [528]; requisitos para ejercitar la p.
sas [326, 561-563, 572]; p. de las casas pro- [77, 645, 749, 752]; medios a emplear [402,
fesas [561-562]; sin rentas ni ayudarse de 404-405]; lo que se debe evitar en la p. en
las de los colegios [4-5, 326, 330, 419, 554- casa [281]; asiduidad en el ejercicio [394,
559, 763, 774, 815-816]; las limosnas [557, 645-647]; gratuidad [4, 398, 565-566, 816];
560, 564, 569]; finca [561, 563]; bienes que experiencia para los novicios [70, 77]; los
pueden tener los escolasticados [5, 326- alumnos deben escuchar con frecuencia la
327, 331, 398, 774, 776]; aplicación de bie- p. [395]; p. en las escuelas superiores [481-
nes a la provincia [258], 482]; cf. Exhortación; preguntar sobre la
Poesía: S.Ign. no desecha la p. 892; * ense- p. a los candidatos sacerdotes [108]; prepa-
ñanza de la p. [448]. rarse para la p. [80, 251, 280, 402, 437];
Polanco, Juan Alfonso de: datos biográficos modo de formar mejor a la p. [404, 405,
97; secretario de la Compañía 444; P. y la 814].
vida de S.Ign. 77; su participación en la Prefecto: * 1) P. de salud: su oficio [303-304],
redacción de las Const. 444-445; trad. lati- 2) De estudios: sus cualidades y oficio [351,
na de las Const. 446; su trad. de los Ejerc. 460, 471, 493]. 3) De espíritu: su oficio
aprobada por la Santa Sede como la Vul- [263, 431-432].
gata 191; P. y las Reglas 649, 665, 668, Prelados: * Orar por los p. [638-639]; reco-
670; en las consultas de S.Ign. 843, 1009; nocer al p. como padre y señor 1008; cf.
P. y la meditación del juicio 242. Obispo.
Pole, Reginaldo: cardenal: carta de S.Ign. Presbiterado: los de la Compañía p. 459; *
1028. requisito para la profesión y últimos votos
Polonia: nuncio de P. 992. de coadjutores espirituales [12, 112]; de-
Pontano, Eleuterio: 1097. formidad del cuerpo y p. [186].
Pontífice: Sumo P., cf. Papa. Presencia divina: esforzarse por tenerla 456,
Portero: tendrá discreción 675; puede hablar 666, 1094; p. de Dios continua parece cosa
con alguno para su consuelo 673; avisará fantástica 856; repugna con el estado de
675; tocará a la predicación 674; decir al p. vía 856; buscar la p. de Dios en todas las
adonde van y cuándo vuelven 672; * oficio criaturas —EE. 235; Dios está por p-, po-
de Hermano coadjutor [149, 433]; se re- tencia y esencia en todas las cosas 886; la
quiere uno de más salud [302]. infinita Bondad quiera siempre ser presen-
Portugal: negocios de P. 344; la Inquisición te 836.
en P>365. Preste Juan: 1043-1044.
Posesión: de bienes, dirigirla a Dios 741, Primado: de Roma 1035-1039.
—EE. 169, 189; no dejarse dominar de las Principales: * procurar que no se ofendan
p. 741. Cf. Pobreza. [258]; orar por ellos [638-639, 824]; atraer
Postel, Guillermo: salió de la Compañía 846. su benevolencia [823-824]; sobre visitas y
Preceptos: 1) Estado de vida: son necesarias regalos [568]. Cf. Personas p.
más señales para p. que para consejos 312; Principio y fundamento: fuentes del texto
no bastan los p., cuando Dios inspira la 202-203; bibliografía 228-229; su formula-
vía de consejos 951; Jesús nos dio ejemplo ción 203, —EE. 23; propóngase ante todo
para p. y para consejos —EE. 135. 2) P. de 317.
obediencia: quién puede imponerlos y cuán- Privilegios: usar bien de los p. 866, 1061;
do [602, 765]. *usar de los p. con moderación [753, 825];
Predicación: una de las partes que más ayu- los novicios gozan de los p. de la Compa-
dan al prójimo 886; ministerio de la Com- ñía [511].
pañía 456, 886-887, 918; p. en pobreza 726; Probación: * cuánto dura en la Compañía
en las confesiones se recibe el fruto de la p. [16, 437, 539-540, 544]; primera p. [18-21,
865; no recibir estipendio por la p. 863; la 93-98, 190-191, 197, 200]; segunda: cf.
p. tienda a mover el afecto y formar las Noviciado; tercera p. [16, 71, 119, 514,
costumbres 864; consejos a uno oprimido 516].
por la p. 1094-1095; ejercicio de p. 685; p. Proceder: * modo nuestro de p. [134, 424,
doméstica de los escolares 896; sin detri- 602, 746, 790, 836].
mento de los estudios 868-869, 887; p. de Procesión: está bien introducirla para dar
herejías 173, 1013; p. en Alemania 864- ejemplo, pero no tan propia de nuestro
866, 1014; modo de p. en Trento 785-786; modo de proceder 1100; p. del Corpus
índice de materias 1147
Reliquias: de la consolación 733, —EE. 336; —EE. 23, 38-39, 50, 75; don místico de r.
alabar la veneración de las r. —EE. 358. 406-407; r. que se debe a las cosas de Dios
Renta: no tener r. alguna 360, 361, 362, 458, 351; r. a la Iglesia 832; a los superiores
y passim en el D.; mirando la r. dada, nu- 458, 926, 935; los novicios con los sacer-
dos e impedimentos del enemigo 369; per- dotes 684; con el maestro de novicios 685;
fección mayor en no tener r. 337, 782; si se r. mayor al hablar con D. —EE. 3; r. en la
admitieren las r. se destruiría la Compañía contemplación -—EE. 114, 125.
792, 795; para descargo de los siervos de * Por r. a Dios se han de ejercitar los
Dios hacer obras pías 974; r. a disposición oficios [111, 114, 118, 130, 132]; r. en la
del patriarca de Etiopía 1049; los colegios bendición de la mesa y acción de gracias
puedan tener r. 459; las r. de los colegios [251]; la r. que es debida a cada uno [250];
se consumen en el uso de los pobres que hacia los superiores [284, 424, 551, 659]; al
estudian 867. * No tener r. las casas [4, General [701, 707, 765].
554-557, 561]; tener r. los colegios [5, 326, Rey: meditación del R. —EE. 91-99; táctica
331, 398]; obligación de los profesos res- del R. eternal —EE. 146. Cf. Reino.
pecto a las r. de los colegios [553-554]. Ribadeneira, Pedro: y la biografía de S.Ign.
Renuncia: * de los bienes en la Compañía 86-87; usa la Autobiogr. y el Diario espiri-
[53-55, 59, 254-256, 258-259]; cuándo ha- tual 83, 85, 355; R. en Padua 659.
cer la r. [53-54, 254-255, 287, 571]; qué Rigor: * evitar el r. demasiado en las Const.
hacer si sale el renunciante [224]. [822]; en los trabajos y penitencias [298,
Repeticiones: 1) método de los Ejerc: en la 1 .a
300]; sobre todo el General [769].
a
semana —EE. 62; en la 2. —EE. 118- Riqueza: indiferencia hacia la r. 723, —EE.
a
120, 132-134, 148, 159; en la 3 . —EE. 23; la codicia de r. escalón del enemigo
a
204-209; en la 4. —EE. 226-227; 2) en los —EE. 142, 146; se deja por parecerse más
estudios 660, 688; * r. para los escolares a Cristo —EE. 167; en el Cielo no se desea
[374-375, 382]; en las clases superiores la r. 723; el amante al amado comunica r.
[456, 459, 473, 476]. —EE. 231; cf. Pobreza.
Reposo: gracia mística de S.Ign. 378, 392- * R. en los candidatos [161]; en el futuro
393. General [733-734].
Reprensión: no hacer r. a otro 673; oírlas sin Risa: refrenar la r. —EE. 80.
interrumpir al superior 673; Carvajal teme Rodino, Pantaleón: maestro de novicios en
las r. de S.Ign. 759; * modo de hacerla Sicilia 1102-1103.
[727]; ayudarse de la r. [791]; evitar la r. Rodrigues, Simón: trato con S.Ign. en París
particular en la predicación [281]. 49, 155-156, 754; en Venecia 166-169; en
Representación: en la obediencia 941-942; los hospitales 166; en Bassano enfermo
modo de hacerla 1059; no se opone a la 168-169; a Roma 170; vive en Roma y es
perfección de la obediencia 941; ejemplo enviado a la India 52, 173; en Portugal
de mala r. 978-979. 754-760, 762; su voto para elección del
Represión: puede hacerse de dos modos General 325; R. y las Reglas de Coimbra
1102; cf. Sensualidad. 651; provincial de Portugal 54; provincial
Repugnancia: modo de contrapesar la r. de Aragón 56; se le pide que se retracte y
—EE. 157; con r. no se obedece amorosa lo hace 1071; S.Ign. se alegra de su bien
y alegremente 938. 1071; le ha amado siempre 1071; uso de
Reservación: de pecados 887; * en las Const. sus escritos 11; cartas de S.Ign. 659, 754-
[35, 261]; r. de censuras [695-696, 709]. 756, 756-760, 762, 1070.
Residencias: sitio acomodado para las r. Rodríguez de Figueroa, Juan: cf. Figue-
866, 899; * ministerios en las r. [645-647]; roa.
r. más en un sitio que en otro [603, 633]. Roma: S.Ign. en Roma 123-124, 170-176; tri-
Resignación: en las enfermedades 998; bulaciones en R. 173-175; clases de italiano
S.Ign. desea r. 892; necesaria 998; la falta en R. 1083; estaciones cuaresmales 965,
de humilde r. 1021, 1097. Cf. Paciencia, 987; visita a las 7 iglesias 327; profesión en
Obediencia. S. Pablo 327-329; proceso de los compañe-
er
Respiro: en el 3 . modo de orar —EE. 258; ros 173-175, 743, 744; prosperidad de la
cf. Anhélitos. Compañía en R. 754, 1056-1058; la vida en
Resumen: modo de orar —EE. 64, 73, 131, la casa de R. 746, 755-756, 759, 877, 891-
206; en los estudios 858, 859, 885, 886, 893; colegio: primera idea de la fundación
892. 55; desarrollo 985; servicios que presta
Retórica: * estudio de la r. [352, 448, 472]; 972-975; dificultades económicas 1057-
enseñanza de lenguas en r. [457]. 1058, 1069-1070; promesas de fundación
Revelación: S.Ign. ve la entrada de Hoces en de Julio III 1069-1070; c. germánico 985,
el Cielo 172; cf. Profecías. 1015, 1057; número de alumnos 1057; *
Reverencia: a la divina Majestad 744, 764, sitio ordinario de la residencia del General
1150 índice de materias
y de la Congr. General [668-690]; del pro- Sacrificio: muy acepto a Dios el s. de entrar
curador general [806]; lo que se debe en- en la vida religiosa 1001; el s. de la Misa
viar a R. [516, 737]; catálogos [676, 792]. 405, 409. Cf. Oblación.
Román, Alfonso: carta de S.Ign. sobre el Sacristán: reglas para el s. 668; misión del s.
fruto de las contradicciones 1099. 674; *oficio de coadjutor temporal [302,
Romano, Bartolomé: escolar, carta de S.Ign. 433].
sobre su espíritu 1030. Sacristía: la pobreza de la s. de las casas 333-
Rosario: * rezar el r. de la Virgen [344-345]. 338, 348; deliberación sobre ello por el
Roser, Isabel: bienhechora de S.Ign. 132-133, tercer tiempo 334-338; en el Diario de
721; S.Ign. dice que le enviará sus libros S.Ign. 348, 359; * tener rentas para la s. es
726; pide y obtiene del Papa vivir bajo la contra la pobreza [554-555].
obediencia de la Compañía 132-133, 721; Salamanca: S.Ign. en S. 140-144.
volvió a Barcelona bajo la Regla de S. Salida: i) De casa: normas 672; s. con compa-
Francisco 721; carta de S.Ign. 721-724. ñero 664, 682, 690, 694; no s. en Carnaval
Rostro: no mirar fijamente al r. 100, 693; 676; * normas de las Const. [80, 247]; con
modestia en el r. 100, 693; * [250]. compañero [247-248, 349-350]. 2) De reli-
Ruán: S.Ign. en Ruán 150-151. gión: la s. de la Compañía 448; pecado, la s.
Ruido: perturba la oración de S.Ign. 365- de la religión 952; * cf. Dimisión.
366, 387, 390. Salmerón, Alfonso: con S.Ign. en París 155-
158; votos de Montmartre 156-158; en Ve-
necia y el Véneto 167-170, 738; ida a Roma
S a , Calixto: sigue a S.Ign. en Barcelona 134; 170-171; su voto para General a S.Ign.
en Alcalá y Salamanca 135-137, 139, 141- 325-327; en Roma en la reunión del a.
144; S.Ign. le escribe desde Ruán 150-151; 1550-51; profesión en S. Pablo 327-329;
piensa visitarle 162-163; su vida posterior nuncio a Irlanda 752; en la consulta sobre
151-153. el protestantismo 1009; en Ñapóles 963,
Sabiduría: 1) Divina: infinita y suma 903; 1021; cartas de S.Ign. 751-753, 861-868,
sabe lo que más conviene a cada uno 831; 963; instrucción para su misión a Irlanda
quiere lo que más nos cumple 1017; saca 751-753.
fruto con lo amargo y lo gustoso 976, Salmos: alabar S. —EE. 355.
1017; el superior representa a la d. S. 935; Salud: conservar la s. para el servicio divino
suplirá las faltas de su ministro 935; dejar 894, 1081; fortificarla más que debilitarla
hacer a la S. divina 1075; participar de la 830; s. y apostolado 735, 894; no quitar de
eterna luz de la S. d. 823; agrada a Dios lo lo necesario para la s. en la comida 894; no
razonable conforme a su S. 858. es poco negocio atender a conservar o re-
Sabor: interior 371. Cf. Dulzura. cobrar la s. 998; los de mala s. traten bien
Sacerdocio: cae debajo de elección inmutable su cuerpo para ser útiles 1002; la falta de
—EE. 171-172; preparación de S.Ign. al s. cosas para la s. efecto de la pobreza 928;
con muchas visitaciones espirituales 168- indiferencia a s. o enfermedad -EE. 23;
169. S.Ign. no goza de mucha s. en París ni en
Sacerdote: alabar el confesar con s. —EE. Azpeitia 156, 162; sanó en Azpeitia 162;
354; el uso de los s. honestos 459; los poca s. en Boloña y Venecia 165-168; tiene
compañeros se ordenan de s. 738-739; dar poca s. en 1547 823; interrumpe la corres-
clase de teología a los s. 898; exhortar a los pondencia por s. en 1549 55; grave su s. en
s. a celebrar con frecuencia 786; reglas de 1550 55; mediana en marzo de 1554 57;
los s. 668; normas para las confesiones poca en febrero de 1555 1032; indispuesto
663, 668; facultades para confesar 738; * en julio de 1556 58; uso que ha hecho
frecuencia de celebrar y de confesarse [80, S.Ign. de su s. 748, 762; admite en la Com-
584]; practicar los oficios domésticos pañía a uno de poca s. 1002; preocupación
[276]. por la salud de Viola 988-992; a Talpino
Sacramentos: administrar los s. ministerio que se preocupaba demasiado por su s.
de la Compañía 456, 967, 1014; no recibir 826-828. Cf. Médico, Enfermedad.
estipendios por su administración 456, * S. en los candidatos [44, 107, 151, 159,
863; dar clase de s. a los sacerdotes 898; 162]; defecto de s. impedimento [185];
frecuencia de s. 994, 1100; los s. necesarios causa de dimisión [212-213, 216]; cuidado
para la vida eterna 1016; S.Ign. ve los s. en de la s. [292-293, 296-304, 822, 827); en los
Cristo dador de ellos 337; cofradía del San- oficios [302, 624]; en las cosas espirituales
tísimo S. y la frecuencia de s. 747-750. [582]; en la pobreza [579]; en los ejercicios
* Encomendar la frecuencia de s. [584]; corporales [650]. Cf. Enfermedad.
ayudar al prójimo con la administración de Salvación: celo por la s. de las almas 1036; la
los s. [113, 406-407, 642]; tome los santos paz de Dios trae las gracias necesarias para
s. el que está en peligro [595], la s. 748; mediante esto la s. del alma
índice de materias 1151
—EE. 23; el Señor nos espera para darnos intención recta 931; * s. en la doctrina
la s. 731; bienaventurados los que se pre- [358, 464].
paran para la s. 744; la santa pobreza ase- Selección: de candidatos 824-825; de minis-
gura la s. 820; no me salvaré por la buena terios 450-451, 918, 1100; * normas de las
obra de los ángeles 735; fuera de la Iglesia Const. [616-635].
no hay s. 1044. Semanas: en los Ejerc. —EE. 4, 19, 23-90;
a
Sánches, Manuel: carta de S.Ign. sobre en- directorio para la 1 . s. 316-318; cómo la
contrar a Dios en todas las cosas 806-807. dio S.Ign. 316; no pasar adelante, si no se
Sangre: 1) De Cristo: precio de nuestras al- espera mucho fruto 313, 314, 319; ejerc.
a
mas 801, 1065-1066; con ella redimió el leves —EE. 18; 2. s. —EE. 91-189; direc-
a
cierto modo 801; se aplique eficazmente para entrar en ella 313, 319; 3 . s. —EE.
a
Dios 832; intención recta en el s. divino Soto, Domingo: estudia S.Ign. sus Termines
690; con indiscreción no se mantiene a la 135.
larga el s. 802; Cristo da el amor y gusto Storta, La: visión de S.Ign.170-171; 380-381.
en su s. 928; sobre todo se ha de estimar Suavidad: espiritual de S.Ign. 383, 391, 393.
servir a Dios por puro amor —EE. 370; el Subditos: * deben depender de los superio-
estudio para el s. divino 885; el escrúpulo res [206, 666]; recurrir a ellos [662]; desear
pone en peligro el s. divino 1096; la dema- estarles patentes [91-93, 424, 551]; cómo
siada austeridad impide el s. 802, 984; serán, depende mucho de los s. [820].
S.Ign. desea servir a los servidores de Dios Subordinación: ley general de la s. 942; la s.
729-730; constancia de S.Ign. en el s. 916- con la obediencia de entendimiento 939,
917; su mayor s. 384; propone el mayor s. 942; * utilidad [662-663]; en qué grado se
divino en las Const. 969-970; s. divino y ha de guardar [206, 662, 791, 821]; cf.
salvación de las almas 1064. Obediencia.
Severidad: * la han de unir con la benigni- Suefto: normas 874; limitar por la obediencia
dad los superiores [423, 727]. el s. 1060; * tiempo común para el s. [294-
Sicilia: J. de Vega virrey de S. 870-871, 876, 295, 435]; cuidado peculiar de los escolares
877; las necesidades de S. y S.Ign. 978-979. [339]; normas [301, 339, 435-436, 580].
Sidéreo, Andrés (Iseren): carta de S.Ign. 868- Sufragios: * por los jesuítas [598, 601]; por
870. los fundadores y bienhechores [309-310,
Sigüenza: S.Ign. pasa por S. 162. 315-316, 318-319, 638, 640].
Silencio: en los Ejerc. —EE. 20; * cuándo Sufrir: los siervos de Dios están aparejados
conviene guardarlo [250]; s. de los novi- pata s. por Cristo 315, 1090.
cios [249]; en el lugar de la elección del Sumario: * de las Const.: considerarlo en la
a
General [702]. 1. probación [20, 199]; leerlo a la mesa
Simplicidad: espíritu de la Compañía andar [826].
en toda s. y bajeza 792; saliendo de la s., Supcrfluo: * tener cuidado que no se intro-,
desharía la vocación 792; * exhibir la reve- duzca lo superfluo [297, 570].
rencia con s. [250]. Superiores: 1) Necesidady oficio: necesidad de
Sinceridad: de S.Ign. al contar su vida 174, que haya s. 811-813, 815; elección en Gan-
175; s. con un alma en peligro 1063-1066; día, en tanto se hacen las Const. 816; oficio
* en la comunicación y modo de proceder del s. 662; representa a Cristo 458, 667,
[91-93, 398, 821]. 886, 935, 1097; intérprete de la divina vo-
Sindico: * en la casa y colegio para lo exte- luntad 937, 938; gracia especial de discre-
rior [271, 431]; en la Universidad [504- ción para el gobierno 847; dé cuenta de la
507]. observancia 664; el s. oiga pareceres y de-
Soberbia: escalón del enemigo —EE. 135, termine lo que se ha de hacer 864; usar la
139, 142; s. del fervor indiscreto 802; la autoridad cuando sea necesario 947; ha de
atribuye a nosotros la consolación y devo- dar cuenta a Dios de todos los suyos 1093;
ción —EE. 322; s. en los ángeles que peca- debe conocer lo que pasa por el subdito
ron —EE. 50; la s. del juicio fomenta los 887; use de la circunspección que exige la
escrúpulos 1097; espíritu de s. 857. caridad 948; se ayude de sus oficiales 925;
* Combatir el espíritu de s. [83, 101, mire el bien universal 925; ordena los estu-
103, 265]; no dar señal alguna de s. [250]. dios 688; puede dar o quitar ciertas normas
Sobresalir: todos procuren s. en la obedien- 664.
cia 934-935, 885, 891. * [547]; s. en alguna 2) Relaciones con ios s.: ver en el s. la
disciplina quien en todas no pudiese [354]. persona de Cristo 667, 886; dejarle todo el
Socio: * en la cámara [249]; al salir de casa cuidado 886; escuchar sus reprensiones sin
[247-250]; en la misión [624, 659-660]. interrumpirlo 673; acudir a ellos 667, 685;
Soldevila, Antonio: su personalidad 1086- obedecerle como a Cto. aunque no sea
1088; carta de S.Ign. 1086-1089. sacerdote 815, 891, 940; reverenciarle co-
Solicitud: moderada en proveer al cargo mo conviene 458, 926; descubrirle el cora-
agrada a Dios 1073; la s. no debe engen- zón 667, 888; remitirse al juicio del s. 886,
drar aflicción sino diligencia 1074. 891-892, 1087; humillarse ante el s. 694,
* Necesaria en el rector y en el General 1031; reglas para tratar con los s. 694,
[423, 730, 798]; en los subditos [92, 292]; 1058-1059.
en la enfermedad la s. demasiada es repren- * 1) Importancia dei s. para el buen ser de
sible [292]; s. en el secretario de la Compa- la Compañía [797, 820]; su nombramiento
ñía [802]. [326, 421, 490, 677, 719, 740, 757, 759,
Sollozos: de S.Ign. en la oración 366, 367, y 778]; grado que deben tener [421, 511,
passim en el D.; s. y lágrimas 363, 367, y 683, 687, 699]; cualidades [276, 326, 423,
passim en el D.; casi no pudiendo levantar- 434, 671, 791, 811]; duración [719, 757-
se de s. 363. 758]. 2) Poder y oficio: en general [423-424,
índice de materias 1153
favorecen las Const. [135, 273]; el colateral boa, relaciones difíciles con los Padres
debe fomentar la u. [661]; la selección de 1007-1008; carta de S.Ign. 1007-1009.
los admitidos, medio de u. [657-658]; el Vega, Hernando: hijo mayor de Juan de V.,
comercio epistolar [673, 821]; la u., con la su muerte 879-880.
obediencia, y, sobre todo, con la caridad Vega, Isabel: hija de Juan de V., carta de
[659, 662-663, 671, 821]; u. en lo interior S.Ign. 881-883.
[273, 671], y en lo exterior, en cuanto fue- Vega, Juan de: virrey de Sicilia, cartas de
se posible [401, 671]; apartar a los autores S.Ign. a V. 870-873, 877-878, 879-880.
de división [664-665]; lo que se ha de evi- Vencer: a sí mismo, fin de los Ejerc. —EE.
tar [273, 275, 823]. 21; elementos que Íntegra 229-230; halla-
Universal: preferir el bien u. al particular mos tanta dificultad en vencernos 798; fru-
1021; agrada a Dios emplearse en el bien to de la penitencia y esfuerzos —EE. 87;
u. 1053; caridad u. de la Compañía 1091; la ventajas del diligente para v. 798-799.
Providencia divina moverá al superior al Venecia: 852, 969; S.Ign. en V. 124-126,130,
bien u. 1085; el bien más u. 931; el Empe- 165-170, 738-740; conflicto con ocasión de
rador ha de tener el bien u. como cosa las confesiones de mujeres en V. 1061-
propia 986, 1080; S.Ign. mira al bien u. 1062.
978. Verdad: modo de predicar las v. de la fe
* El bien u. fin de la Compañía [258]; —EE. 366-370; reglas para el sentido ver-
mirar el bien u. al orar por el prójimo dadero en la Iglesia —EE. 352-370; una es
[638-639], en los ministerios [50, 608, 611, la Iglesia verdadera, Esposa de Cristo
615, 618, 622-626, 629], en la renuncia de —EE. 353, 365.
los bienes [258], en la pobreza y en las Vestido: decoroso 863; normas sobre el v.
Ümosnas [331, 422, 558, 576, 579], al to- 459, 768; Cristo proveerá de lo necesario
mar obligaciones en los colegios [325]; en para el v. 458; v. pobre 684; v. de los
los estudios [354, 356, 417, 466, 508]; en la novicios 674; modestia en el v. 693; S.Ign.
dimisión [204, 208, 213, 215, 222]; la Com- se pone un v. de penitencia 110-111; da su
pañía, en su providencia con el General v. a un pobre 111; le mandan en Alcalá
[766, 773-774, 778]; lo han de mirar los que se vista como los demás estudiantes
superiores [119, 736, 739]. 136, 139.
Universidades: tomar grados en las U. evi- * Cualidades del v. en la Compañía [81,
tando los honores 826; dar ejemplo 884; 296, 577-578, 671]; tener en cuenta el fin
mandar algunos a las U. (escuelas públicas) del v. [297]; necesidades particulares [292,
897; asegurar la fe de los docrores en las 579]; v. de los novicios [18-19, 297]; v. de
U. 884, 1014; atender especialmente a los los escolares [297]; v. del General [768].
universitarios 1005; reforma de los estu- Viático: * v. que pueden dar las casas profe-
dios en la U. de Viena 900-903; introducir sas [330, 559]; v. en las misiones de S.
U. contra el mal de Alemania 884; en In- Santidad [7, 573-574, 609-610]. Cf. Comu-
golstadt 867-868. nión.
* Fin por el que se toman las U. [307, Vicario: 1) El papa V. de Cristo 746, 1038,
392, 440, 815]; condiciones [441-442, 762]; 1040-1041; misiones del V. de Cristo 450,
gobierno [490, 741]; reglas [495-497]; fa- 457; cf. Papa.
cultades [498, 501]; asignaturas [446-452]; 2) V. Genera/: * de la Compañía, cuándo
cursos y grados [471-480]; oficiales [490- se ha de nombrar [687, 773, 786-787]; gra-
509]; insignias [508-509]. Cf. Estudios, do que debe tener [683, 687-688]; tempo-
Profesores. ral, a la muerte del General [687-688]; su
Uso: * el u. de las cosas como propias, prohi- oficio en la Congr. General [686, 694-696,
bido por la pobreza [254, 257, 372-373]. 701-706]; temporal, en vida del General
[787]; cuándo es nombrado por otros [688,
773, 786]; V. perpetuo [773, 786].
V a l e n c i a : S.Ign. en V. 162. Vicenza: S.Ign. en V. 168.
Valladoíid: S.Ign. en V. 139. Vicios: cómo lleva el demonio a todos los v.
Valtelina; ministerios y parroquia 968-970. —EE. 142.
Vanagloria: temor de v. en los que comien- Vida: 1) Vida presente: hacerse indiferente a
zan en el servicio divino 730-731; táctica v. larga o breve —EE. 23; el demonio da a
del enemigo en la tentación de v. 730-731, entender que la v. será larga 730; miserias;
—EE. 351; S.Ign. trabajado por la v. 109. pensar más en la brevedad de la v. 722;
Vannucci, Francisco: Limosnero mayor de sentimientos de S.Ign. ante la brevedad de
Paulo III 365. la v. 723; ordenar la v., fin de los Ejerc.
Varazze, Jacobo: autor de la Vida de ios San- —EE. 21; conocer la v. verdadera que
tos 102. muestra Cristo —EE. 139; norma para
Vasconcelhos, Fernando: arzobispo de Lis- aprovechar en la v. espiritual —EE. 189;
1156 Índice de materias
V O L Ú M E N E S DE P R Ó X I M A A P A R I C I Ó N
B A C Maior
HISTORIA DE L A IGLESIA EN H I S P A N O A M É R I C A
(2 vols.). T. I: Aspectos generales.
B A C Normal
O B R A S C O M P L E T A S DE S A N A G U S T Í N . Ed. bilingüe.
T. XXVII: Escritos bíblicos (3.°).
BAC Popular
S A N J U A N DE LA C R U Z , por O. Steggink.