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Contenidos :
El Signo lingüístico
Concepto de lenguaje
Lenguaje, lengua, habla y norma
El proceso de la comunicación
Factores de la comunicación y funciones del lenguaje
El Signo Lingüístico
Un signo lingüístico es una entidad formada por la unión de un significado (un concepto) y de un
significante (una forma sonora o imagen acústica). Como, por ejemplo, la palabra árbol es un signo
lingüístico que asocia el concepto de árbol con la imagen sonora /'arbore/. El signo lingüístico
posibilita el intercambio de contenido entre los seres humanos a pesar de las diferentes experiencias de
cada individuo, pero estos signos lingüísticos no existen de forma aislada sino que forman parte de una
lengua. Como signos en general, encontramos los de orden Visual, los de tipo Auditivo y, el que nos
compete específicamente: el Lingüístico (Que se desprende del desarrollo lingüístico de los anteriores,
como se aclara en el siguiente esquema)
Así, evidenciamos que el Signo Lingüístico posee dos planos indivisibles en cada cultura: El del
Significado (o plano del contenido) y el del Significante (o plano de la expresión).
1. La arbitrariedad del signo: la unión entre lo significante y el significado es arbitraria (es decir
inmotivada), pues un mismo concepto puede estar asociado a imágenes acústicas diferentes
según las lenguas.
2. El carácter lineal del significante: « el significante, al ser de naturaleza auditiva, se desarrolla
en el tiempo ». Los elementos de los significantes se presentan obligatoriamente unos después
de los otros, según una sucesión lineal: forman una cadena.
3. La inmutabilidad del signo: el significante asociado a un concepto dado se imponen a la
comunidad lingüística: un locutor no pode decidir modificarlo arbitrariamente.
4. La mutabilidad del signo: los signos lingüísticos pueden no obstante ser modificados en el
tiempo, por la evolución (modificacíón del significante, del significado o de su relación).
Concepto de lenguaje
Lenguaje verbal.
Aquí podemos incluir el lenguaje oral, que es el que se da en una típica conversación, y el lenguaje
escrito, aquel que está en todo texto impreso. Sus características esenciales están en la variedad
lingüística, la selección de información y el grado de planificación del mensaje. Todo esto apunta al
carácter intencional y creativo de todo sujeto que utiliza el lenguaje.
Lenguaje no verbal.
Se integra aquí todo lo que realiza física o materialmente el hablante, pero que no es propiamente
lingüístico. Es, por tanto, lo que caracteriza la realización física, individual y concreta de cada
hablante.
Hay dos aspectos fundamentales:
a) Elementos paralingüísticos: se incluyen los aspectos propios del habla de cada persona; timbre,
entonación, ritmo, sonidos, silencios.
b) Elementos extralingüísticos: estos se refieren a las actitudes y la disposición física de cada
hablante. Deben distinguirse dos tipos de actividades: Kinésica (movimientos, posturas y gestos de
cada sujeto) y Proxémica (contacto físico y distancias interpersonales entre los hablantes). En otro
orden, pero de la misma naturaleza encontramos la Simbólico-Icónica (paloma, señales de tránsito,
etc.)
Por otro lado, la lengua es, como hemos dicho, un sistema de signos que los hablantes aprenden y
retienen en su memoria. Es un código, un código que conoce cada hablante, y que utiliza cada vez que
lo necesita (que suele ser muy a menudo). Este código es muy importante para el normal desarrollo de
la comunicación entre las personas, pues el hecho de que todos los hablantes de una lengua lo
conozcan es lo que hace que se puedan comunicar entre sí.
Y, entonces ¿qué es el habla? Es la ‘ejecución’ de la anterior, la recreación de ese modelo que conoce
toda la comunidad lingüística. Es un acto singular, por el cual una persona, de forma individual y
voluntaria, cifra un mensaje concreto, eligiendo para ello el código, los signos y las reglas que
necesita. Dicho de otra manera, es el acto por el cual el hablante a través de la fonación (emisión de
sonidos) utiliza la lengua para establecer un acto de comunicación.
Ahora bien, entre la lengua y el habla se establece una especie de estrato intermedio que los lingüistas
entienden como norma. La norma es lo que nos impide emplear algunas formas lingüísticas que,
ateniéndonos a la lógica de la lengua, podrían ser correctas. Ocurre cuando un niño dice andé, en lugar
de anduve, de la misma manera que diría jugué, miré o canté. Este tipo de normas tiene origen
histórico y, así consideradas, no constituyen ninguna irregularidad. La norma impone desvíos en
determinados aspectos de la lengua que todos aceptamos, pero el hablante no tiene por qué conocerlos
en un principio y por eso es tan común que, entre los que están aprendiendo, surjan este tipo de errores.
La norma lingüística es una convención social (o acuerdo como hemos señalado) en el uso deseable
de una determinada lengua, especialmente de una lengua estándar. Una posible definición de norma
lingüística sería: «todo aquello fijado social o tradicionalmente en la técnica del habla», o bien el
«conjunto formalizado de las realizaciones tradicionales del sistema», que abarca todo lo ya existente,
lo ya realizado en la comunidad lingüística.
El proceso de la comunicación
Se requieren ocho pasos para realizar el Proceso de Comunicación efectivamente, sin importar si éste
se realiza utilizando el habla, señales manuales, imágenes ilustradas o cualquier otro medio de
comunicación o tipo de lenguaje. Estos pasos son:
1. Desarrollo de una idea. Este primer paso es el que le da sentido a la comunicación, puesto que
primero se debe reflexionar y desarrollar la idea que se desea transmitir con determinada
intención, si esto no existiera la comunicación no tendría caso.
4. Recepción. El paso anterior permite a otra persona recibir el mensaje a través de un Canal de
recepción; los canales naturales de recepción son los órganos de los sentidos: vista, oído, olfato,
tacto y gusto. Entre más órganos sensoriales intervengan en la recepción, mejor se recibirá el
mensaje, pero esto no es una garantía; el receptor debe estar dispuesto a recibir el mensaje, para
que éste llegue más fácilmente. Si el receptor no funciona bien, o pone una barrera mental, el
mensaje se pierde.
6. Aceptación. Una vez que el mensaje ha sido recibido, descifrado e interpretado, entonces
viene la oportunidad de aceptarlo o rechazarlo, lo cual constituye el sexto paso. La aceptación es
una decisión personal que admite grados y depende de la forma en que fue percibido el mensaje, la
apreciación que se hace de su exactitud, la opinión previa o prejuicio que se tenga sobre el mismo,
la autoridad del emisor y las propias creencias y valores del receptor y sus implicaciones. Si el
mensaje es aceptado, entonces se logra el efecto deseado y el verdadero establecimiento de la
comunicación.
7. Uso. Este es el paso decisivo de acción, la reacción que se logra en el receptor y el uso que él
le da a la información contenida en el mensaje recibido.
Para que sea posible comunicarse es necesaria la intervención de varios factores que son
intrínsecamente necesarios al proceso. Para Roman Jakobson, la comunicación es una relación entre un
emisor y un receptor a través de un mensaje, que es transmitido utilizando un código de signos y
mediante un canal. Todo ello condicionado por un contexto.
Emisor
Es una entidad capacitada para elaborar y enviar un mensaje. Él cifra el mensaje según un código
(codifica).
Receptor
Es una entidad capacitada para recibir e interpretar. Él descifra el mensaje según el código
(decodifica).
Mensaje
Es el conjunto de señales portadoras de información que son transmitidas por el emisor y entendidas
por el receptor. Es un objeto, una “cosa” material que puede ser vista, escuchada, manipulada, grabada,
etc., porque su materia prima son signos que tienen una parte material (significante).
Código
Es el sistema de signos y reglas establecidas para elaborar e interpretar mensajes. Debe ser compartido
por el emisor y el receptor. El emisor transmite signos a un receptor. Los signos no existen
aisladamente, sino que forman sistemas, en los que cada signo se define por sus relaciones con los
demás. Los seres humanos disponemos de gran cantidad de códigos, que pueden ser combinados entre
sí e incluso podemos crear nuevos códigos y ampliar los existentes añadiéndoles nuevos signos.
Canal
Es el medio por el cual el emisor transmite el mensaje al receptor. Es la vía física que sirve para que la
señal “viaje” del emisor al receptor. No es un viaje “fácil”, y resulta a veces largísimo describir los
caminos que sigue la señal. Simplificando, podemos referirnos al medio material del que están
“hechos” los signos del código, como voz, gestos, ademanes, mímica, movimientos.
Contexto
Es todo el universo que rodea y envuelve la codificación, transmisión y decodificación del mensaje. Es
extracomunicativo, vale decir, existe independientemente de una comunicación particular. Es objetivo,
tiene existencia propia fuera de la comunicación.
El ruido
Es cualquier elemento, fenómeno o situación que impide que el proceso fluya limpiamente. No se
refiere sólo al ruido acústico, sino a todo factor que daña la comunicación. Puede afectar a cualquier
factor de los ya mencionados: el ruido ambiental forma parte del contexto y del canal; la tartamudez
del emisor; la miopía, del receptor; el desconocimiento del significado de una palabra, del receptor y
del código.
Funciones del lenguaje
Se enfatiza esta función con claridad en el uso de exclamaciones, la elección de algunos recursos
lingüísticos (como los diminutivos, aumentativos y despectivos) y numerosos recursos no verbales
(como los gestos). Algunos típicos textos de carácter expresivo son las descripciones valorativas, las
opiniones y otras manifestaciones subjetivas como declaraciones de amor, insultos, agradecimientos,
felicitaciones, etc.
Se centra en el receptor y se distingue en aquellas situaciones comunicativas que tienen como finalidad
apelar directamente a él, dando órdenes, solicitando, preguntando o intentando persuadir a actuar de
determinada forma. En síntesis, tratando de dirigir su conducta.
Se centra en el mensaje mismo. Se relaciona con la literatura en general, porque se refiere a cómo se
configura el mensaje, a su forma; pero se observa con claridad en muchos otros tipos de discurso de la
vida cotidiana, especialmente en la publicidad y en el habla popular.
No es lo mismo decir
La configuración rítmica y la rima interna de este segundo enunciado permiten que la comunicación
sea más efectiva que en el primero, pues capta mejor la atención y permite un fácil almacenamiento en
la memoria.
Aún más, la función poética es identificable en todos los recursos que utilizamos para destacar alguna
información modificando la forma normal y la estructura típica del mensaje: la rima, el subrayado, el
tipo de letra, la entonación especial, la musicalidad, la configuración espacial (por ejemplo, al centro
de la página), etc.
Se destaca en las fórmulas ritualizadas que son propias del saludo y la despedida. También en
enunciados apelativos del tipo “no te escucho, habla más fuerte por favor” o en interjecciones carentes
de significado temático, pero eficaces para dar a entender que se mantiene abierto el canal: “sí, sí,
claro, mmmh, OK…”
En los titulares de los diarios, se evidencia una triple función: referencial (información de un hecho),
poética (es visualmente impactante, destacado con letras grandes y coloridas) y fática (llama la
atención del potencial lector para establecer contacto).
Función metalingüística
Se centra en el código y se manifiesta cuando usamos el lenguaje para referimos a algún aspecto de sí
mismo: • Botar y votar son palabras que tienen significados distintos
La reconocemos en las preguntas y los consejos acerca de cómo redactar, los significados de las
palabras, las categorías gramaticales, etc.
Los textos metalingüísticos habituales son los diccionarios y los libros de gramática y ortografía. La
asignatura de lenguaje es una situación comunicativa predominantemente metalingüística.
Finalmente, el mismo Jakobson relaciona funciones del lenguaje con determinados factores de la
comunicación:
Carrera Ingeniería Comercial
Expresión Oral y Escrita para el Ámbito Profesional / Segundo Semestre 2010
Profesor : Carlos Barrientos Negrón
Lunes de 11.45 a 12.45 hrs. (sala V-101)
Viernes 14.15 a 16.25 hrs. (sala V-104)
DEL SIGNO LINGÜÍSTICO A LA LEXICOLOGÍA (transición a la Unidad II)
“El camino hacia la Lexicología de la Expresión”