Sunteți pe pagina 1din 79

Miguel Ángel del Barrio González

Carmelo Bueno Heras


Pedro W. García Franco
Encarnación Pérez Landáburu
Alejandro Pérez Urroz
Director de Ediciones y Producción:
J. Ramírez del Hoyo.

Jefe de Publicaciones Escolares:


S. Marsinyach Dalmases.

Jefe de Producción:
J. E. Valdepeñas.

Coordinadora de Ediciones:
C. Moreno Serrano.

Diseño gráfico y maquetación:


J. Javier Sánchez.

Ilustración:
J. Javier Sánchez.

Fotografías:
Aisa, Archivo Bruño, Colección Lladró, Godo Foto,
Index, J. Ruiz, El Norte de Castilla, Kobal, Museo
Thyssen Bornemisza, Oronoz, Rafael Velasco.

Cubierta:
2 Equipo Bruño.

Este Seminario corresponde a la materia común


de Religión y Moral católica de la etapa de Bachillerato,
y forma parte de los materiales curriculares
del proyecto de Editorial BRUÑO que ha sido
debidamente supervisado y aprobado.

© Ed~orial Bruño, 2000


Maestro Alonso, 21
28028 MADRID (España)

© Del Barrio González, M. A.; García Franco, P. W;


Pérez Landáburu, E; I.S.C.R. y C. «San Pío X»

Impreso en España por Villena, A. G.


ISBN: 84-216-3607-3
Depósito legal : M-2099S-2000

Printed in Spain

Reserva dos todo s los derechos. Ouedan rigurosamente prohibidas,


sin el permiso escrito de los titulares del copyright, la reproducción
O la transmisión total o parcial de esta obra por cualquier procedimiento
mecánico o electrónico, incluyendo la reprografía y el tratamiento informático,
y la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.
uenta una leyenda que en cierta ocasión un muchacho entró en el estudio de un artista y se quedó sorprendido
C ante un enorme bloque de mármol.
-Si lo deseas -le dijo el artista al ver el asombro del pequeño-o puedes volver dentro de tres meses para contem-
plar lo que ha sido de esta enorme piedra.

El muchacho no olvidó la invitación Y. en efecto. transcurridos los tres meses se presentó nuevamente en el estudio;
pero esta vez. en lugar del gigantesco bloque de granito encontró una grandiosa estatua ecuestre.
El muchacho. sin salir de su asombro. miró al artista con ojos como platos y le preguntó:

-¿Cómo sabías tú que dentro de la piedra había un jinete montado en su caballo? 3


Este sencillo relato nos da pie para presentarte las claves de este 4.° Seminario:

1. No es la piedra ni el pincel quienes se expresan; es el artista quien lo hace. No es lo que hay dentro de la piedra lo
que aflora. sino lo que hay en el interior del artista. En el apartado «La fe se hace arte» es esto justamente lo que
queremos decir. Los creyentes expresamos de mil formas aquello en lo que creemos. A través de los siglos.
el arte ha sido uno de los más importantes lenguajes para expresar la experiencia religiosa y la fe de la Iglesia.

2. A lo largo de la historia. el arte religioso ha cumplido diversas funciones: promover la piedad. expresar verdades de
fe. enseñar a la gente sencilla por medio de imágenes. evocar plásticamente acontecimientos de la historia de la
salvación ...; hasta tal punto la Biblia ha sido fuente de inspiración para los artistas de todas las épocas que si ex-
pusiéramos todas las obras de contenido bíblico en un museo virtual. constituirían una completa y apasionante
versión artística de la Biblia y de la historia de la Iglesia.
3. Pero el arte no sólo cumple una función descriptiva o representativa de escenas. personajes o acontecimientos.
El lenguaje artístico nos permite expresar lo difícilmente expresable: nuestra propia fe; nuestra propia experiencia
de fe.
En las composiciones escénicas encontramos los gestos. las expresiones. las actitudes. los colores ...• que en una
combinación expresiva transmiten algo que está más allá de lo que vemos. Y es que si el arte no impresiona. no
conmueve. no aporta matices que hay que descubrir. ha perdido lo más importante de su razón de ser: la comu-
nicación interpersonal. su intención de expresar a los demás algo importante. El arte religioso hunde en definiti-
va sus raíces en la expresión y celebración de la Iglesia.

4. Por eso. y para terminar. en este Seminario deseamos que aprendas a mirar cada obra de arte dialogando con ella.
con su autor y con su época. haciéndolo a partir de tu propio sentido estético y religioso. El arte tendrá sentido
para ti si tratas de leer el significado que se esconde (o se manifiesta. según se mire) tras la estética de las for-
mas. los colores. las imágenes y los detalles; puede incluso que sea para ti un modo de expresar con profundo
sentido artístico tu propio credo.

Admira cada obra de arte y no dejes de interrogar a cada autor con la misma pregunta del muchacho del relato inicial:
«¿ Cómo sabías que eso que has logrado sacar a la luz se encontraba allí?»
s E M N A R o
« El arte de expresar la fe»
Responde al Seminario : « La expresión de la fe en el arte »
[Currículo de Religión y Moral Católica de Bachillerato].

Seguimos asumiendo en este 4.° Seminario la tarea propuesta en el Currículo de Religión para Bachillerato (Orden del
5 de octubre de 1993) de: « Proporcionar a los jóvenes una formación cristiana [ ... ] que les ayude a integrar en su
identidad personal y social los valores inherentes al diálogo de la fe con la cultura . Brindarles una preparación para la
vida [ ... ]. Ofrecer a los alumnos y alumnas la orientación cristiana necesaria para responder a los problemas e inte -
rrogantes de nuestro mundo y permitirles actua r en él de manera responsable y solidaria. »

OBJETIVOS
1. Id entificar y reconocer en la realidad cultural y social el valor de la comunicación para llegar a expresar las gran-
des experiencias humana s y religiosas.
2. Valorar la importancia del hecho religioso en el arte de nuestro entorno.
3. Analizar la relación y mutua aportación de la fe y el arte en el arte religioso.
4. Conocer los contenidos cristianos en algunas manifestaciones artísticas más significativas presentes en Europa,
en España, en nuestra comunidad autónoma y en nuestra localidad.
5. Descubrir en el propio entorno las expresiones artísticas má) significativas que manifiestan la experiencia reli-
giosa de nuestros antepasados.
4
6. Aprender a leer y valorar algunas de las obras de arte a través de un método de trabajo.
7. Observar, contemplar y valorar el Credo Apostólico a través de diferentes imágenes.
8. Adquirir una actitud de valoración y responsabilidad respecto a la conservación y restauración del patrimonio ar-
tístico religioso .

C O N T E N IDO S
1. La dimensión religiosa del ser humano Id sus distintos lenguajes.
2. El sentido religioso en el arte ; las artes plásticas Id el sentido trascendente de la vida.
3. El hecho religioso en los medios de comunicación social.
4. La experiencia de la fe expresada a través de la cultura Id el arte; la catedral, un espacio que nos habla .
5. El arte al servicio de la fe : expresiones religiosas en las distintas artes que revelan el sentido religioso cristiano.
6. Jesucristo, Dios Id Hombre, por su mi sterio pascual realiza la salvación y el hombre nuevo que nace del amor de
Dios coopera y se integra en el Reino de Dios.
? La Biblia se hace arte, la imagen religiosa al servicio de la educación cristiana. El Antiguo y Nuevo Testamento en
imágenes. La salvación realizada Id ofrecida por Jesucristo, plenitud de la ley expresada artísticamente.
8. La respuesta del hombre a la oferta salvadora de Dios Id los valores fundamentales manifestados a través de la
iconografía que expresa la fe de la Iglesia .

CRITERIOS D E EVALUACiÓN
1. Analizar y saber describir el sentido religioso de algunas manifestaciones artísticas.
2. Reconocer e identificar las distintas modalidades del arte cristiano presentes en nuestra cultura.
3. Saber relacionar los contenidos del mensaje cristiano con las obras artísticas trabajadas.
4. Identificar los contenidos fundamentales de la fe a través de manifestaciones culturales y artísticas.
5. Expresar a través de diferentes obras de arte la síntesis de la fe cristiana.
SEMINARIO
4 EL ARTE
DE EXPRESAR LA FE
o LA FE SE HACE ARTE
1. Mil formas de comunicarnos. 8
2. La fe en busca de un lenguaje. 10
A. La imagen, válida expresión de las verdades cristianas. 10
8. Funcionalidad del arte religioso cristiano. 12
C. Alfabeto icon ográfico del arte cristiano. 14
3. La catedral, un espacio que nos habla . 18

00 LA BIBLIA SE HACE ARTE


1. El arte al servicio de la fe . 30
A. La imagen religiosa, pan para el pueblo cristiano. 30
B. El mensaje cristiano se hizo imagen . 33
C. Un método para leer una obra de arte. 36
2. El Antiguo Testamento en imágenes . 37
A. La creación . 37
B. Los patriarcas. 5
39
C. El éxodo. 41
D. La monarquía . 43
E. El destierro. 45
F. La vuelta del destierro. 47
3. El Nuevo Testamento en imágenes . 50
A. Jesucristo, el rostro visible de Dios. 50
B. Los cuatro evangelios. 51
C. La infancia de Jesús. 52
D. La vida pública de Jesús. 54
E. La pasión de Jesús. 57
F. La resurrección de Jesús. 60
G. Pentecostés. 63
H. Jesucristo, Señ or de la historia . 65

000 EL ARTE PROCLAMA LA FE


El arte proclama la fe 70
1. Creo en Dios Padre. 72
2. Creo en Jesuc risto. 74
3. Creo en el Espíritu Santo. 76
Síntesis final: Patrimonio cultural y de fe. 78
l - - -_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
7

1. Mil formas de comunicarnos


2. La fe en busca de un lenguaje
3. La catedral, un espacio
que nos habla
Desde hace años, personas e
InstItucfOnes se han ..forzado
notablelUnte por recupe..... y
dlr a conocer" ' ....... "10.,.
trstlco ct.1os ....... 1nvItandD
a «dejamos dalulllbrar por su
belleza».

«Las edades del Hombre» en


Valladolid, BulJOs, Salamanca,
Burgo de Osma, hienda; «Ga-
licia, no ttmpo» en Santla. de
Compostela; «Tesoros del arte
español» en SevIlla; «Mllenum,
historia y ane en la Illesla ca·
'alana» en Barcelona; «El Hijo
8 del Hombre. El rostro de Cristo
en el arte» en Madrid; «La Luz
delaslm'.n..» en Valencia,
son allunas de las exposldo-
n.. organizadas en este sentl·
do, que han contado con aran
respuesta del ptlbllco y buenf·
sima valorad'n.
-
También podemos destacar la fuerza recobrada por procesio- La historia de la humanidad nos habla de un ser limitado y tre-
nes y representaciones religiosas. mendamente frágil en sus orígenes, que se fue realizando po-
co a poco en la lucha con las realidades de su entorno, en el
¿Se trata de un acercamiento consciente a nuestras raíces
encuentro con sus semejantes y en la apertura y disponibili -
culturales y religio sas? ¿Es un nuevo modo de abrirse a esas
dad hacia el misterio, hacia Dios.
dimensiones profundas del ser humano que parecían haber
desaparecido de las inquietudes y vivencias de las gentes mo- Su apertura y el entorno que le rodeaba, grandioso y miste-
dernas? ¿Es una simple moda? rioso casi siempre, le fue llevando, no sin miedos, a conocer ese
misterio y dominarlo. A su vez, el encuentro con sus seme-
Probablemente hay un poco de todo, pero lo cierto es que, de
jantes, más allá del pequeño círculo familiar o tribal, le fue
manera más intensa en unos y más curiosa o superficial en
conduciendo a superar miedos y a afrontar duras dificultades,
otros, estas exposiciones están permitiendo recordar nues-
a establecer relaciones fecundas y realizar pactos, a conquistar
tras raíces, que son, pese a quien pese, profundamente reli-
espacios y organizar el tiempo, a planificar acciones y prever
giosas y cristianas .
el futuro. Los libros de historia nos lo cuentan .
Pero en esta aventura re-
lacional el ser humano
no se vio solo, abando-
nado a la suerte de sus
débiles fuerzas; se sin-
tió acompañado de una
realidad superior, tras-
cendente, un «algo-al-
guien» que le sostenía.
Le dio mil nombres, que
podemos recoger sim-
bólicamente en la pala-
bra «Dios», y con él fue
estableciendo una rela-
ción compleja de temor-
admiración, que también
se fue purificando y en-
riqueciendo con el tiem-
po. La historia de las re-
ligiones recoge retazos
de esta relación y de las
huellas que perviven en-
tre nosotros.

Las relaciones con el en-


9
torno, con los semejan-
tes y con la divinidad
fueron gestando todo un
mundo de sentimientos,
experiencias, saberes e
interrogantes, que pedía
salir fuera, ser puesto al
alcance de los demás.
Este mundo fue viendo
la luz a través de gestos,
palabras, posturas, imá-
genes, ritmos y danzas,
oraciones, silencio ... Y, al
comunicarse y compartirse, creció como patrimonio
colectivo, siendo plasmado en relatos míticos y le-
yendas, lugares y templos sagrados, fiestas llenas de
ritmo y colorido, obras artísticas y libros sagrados, que
han llegado hasta nosotros como retazos multicolo-
res de esta sagrada historia de la humanidad.

Mediante todas estas realidades, unas veces inde-


pendientes y otras entretejidas ritualmente, los seres
humanos han ido recordando y celebrando una y otra
vez sus experiencias fundamentales, porque en ellas ídolo,
encontraban o renovaban la cohesión del grupo y el columna
neolítica
sentido de su vida e historia. en mármol.
La. experlencl•• rell........11.... que
l•• dem6s, fueron buscando sus ........
je. y encontrando .us ví•• de comunIca-
ción. 5610 astudl.ndo I.s huell•• lleg.das
hasta nosotros, comprendiéndola. e in-
terpret'ndolas .e podr6 vislumbrar allo
de lo que nuestro. ntepa.ado••Intleron
y creyeron.
Con e.a Intenci6n abordamos el arte reli-
glo.o. Lo entendemos en sentido muy
amplio: creaciones art(st/cas realizadas
bellamente con clara Intenclonalldad reli-
giosa, cristiana en nuestro caso.

10

Hemos heredado un rico repertorio de obras religiosas lleno de bellas


imágenes. iNos parece lo más natural del mundo! Pero la imagen pasó
sus apuros hasta conseguir ser aceptada como un vehículo adecuado
para la transmisión del mensaje cristiano.

Algunos creyentes se oponían a las imá- «¿Cómo creerán en aquel a quien no


genes, pues se había tomado muy en han oído? ¿Cómo oirán sin que se les
serio el anuncio de la Buena Noticia sal- predique?» [Rm 10, 14J. Además, es-
vadora por medio de la palabra, cre- pecialmente entre quienes provenían
yendo mostrar así fidelidad al propio Je- del judaísmo, tenían muy arraigado el
sús, que había invitado a sus seguidores antiguo mandamiento «no harás ído-
a «ir a predicar» [Mc 16, 15J. San Pa- los ni imagen tallada alguna» [Éx 20,
blo lo había recordado con claridad: 4; Ot 4,15-20).
«Entré a orar y encontré allí una
cortina que pendía en las puertas
de la iglesia, con una imagen de
Cristo o de algún santo. Al verla,
irritado de que una imagen
pudiera pender en la iglesia de
Cristo, en contra de la doctrina de
la Escritura, la desgarré y aconsejé
a los guardias del lugar que la
usaran como mortaja para alguna
persona pobre.»
S. EPIFANIO OE SALAMIS. S. IV

«Una cosa es adorar una pintura,


y otra es servirse de una pintura
para conocer a quien hay que
adorar. Porque lo que un libro 11
proporciona al que lo lee, eso es lo
que una pintura ofrece a los
analfabetos que la contemplan,
pues en ella aun los ignorantes ven
cómo tienen que comportarse,
en ella leen los que no tienen
lectura ... »
S. GREGORIO MAGNO. S. VIII

Santa Faz, G. Rouou/t (1871-1958).

Otros cre~entesJ queriendo también ser fieles a la bolos identificativos y, posteriormente, a la narra-
Palabra, creían en la validez de las imágenes y en el ción figurativa de escenas y personajes, utilizando los
bien que éstas hacían, pues confesaban que Jesús, medios Id estilos propios de las distintas culturas Id
la Palabra, se había hecho carne (Jn 1, 14]. convir- épocas.
tiéndose en « la imagen visible del Dios invisible »
El Concilio de Nicea [?8?J ya invitaba abiertamente
[[01 1, 15 J que hace felices a quienes la ven [Lc 10,
al uso de las imágenes: «Oefinimos, con toda cer-
23 ; 1 Jn 1, 3J . Y si él se había hecho imagen, las imá-
teza y precisión que, lo mismo que la figura de la
genes que le hicieran visible eran valiosas, a pesar
preciosa y vivifican te cruz, las santas y venerables
de sus limitaciones.
imágenes, ya sea fabricadas en pintura, o en mo-
El arte representativo de la imagen, con el conflicto saico, ya sea en cualquier otra materia adecuada,
a cuestas, se fue desarrollando poco a poco en el deben ser propuestas en las santas iglesias de Dios,
seno de las comunidades cristianas , pasando pau- en los vasos y vestidos sagrados, en los muros y en
latinamente del decorativismo a la creación de sím- los cuadros, en las casas !J en los caminos ... »
A FUNCIONALIDAD
V DEL ARTE RELIGIOSO CRISTIANO

Reconociendo la abismal distancia Pero ¿qué fun- ejercicio estético, ni tampoco como obras meramente orna-
entre lo material, el objeto artístico ción desempe- mentales. Sus funciones principales no fueron éstas.
ñaron?, ¿para Su función, aclarada al hacer el encargo y tenida en cuenta a
concreto [cuadro, escultura, talla,
qué se crearon la hora de su creación y realización, fue primordialmente ins-
custodia ... ), y lo espiritual, la y utilizdron Ids tructivo-didáctica : se quería transmitir y confesar la fe cris-
realidad sagrada representada obras de « arte tiana, procurando impresionar y conmover los sentidos de
cristiano » ? aquellos a quienes estaban destinadas.
(Dios, Jesús, la Virgen, los santos
Actualmente Sus primeros destinatarios fueron, al decir de numerosos tes-
o las verdades de fe), las imágenes
muchas de las timonios escritos, las personas « iletradas ». Con este nuevo
se fueron afianzando en los obras religiosas lenguaje visual, quienes no dominaban la palabra escrita podían
recintos sagrados. Su creación y están situadas acceder de forma global a las verdades fundamentales de la
fuera de los lu- fe, pues la imagen pintada, esculpida, tallada, iluminada o re-
uso fueron imparables.
gares para los pujada era visualizada, haciendo dsí bastante fácil su cone-
que se crearon xión con las palabras oídas en las lecturas públicas de la Pa -
[capillas, igle- labra de Dios y en los sermones. Más tarde, también las
sias, monasterios, catedrales, pasos procesionales ... ]. Su ubi- personas cultas gustaron de las imágenes como enriqueci ·
cdción condiciona la mirada. Por ello, de entrada, afirmamos miento ornamental de sus Biblias, libros de oraciones, oratorios
que estas obras no se hicieron por « amor al arte » , por puro particulares, etcétera.

12 Esta gran funcionalidad de las imágenes se abre a matizaciones riquísimas:

Ofrecían sentido de pertenencia Instruían y catequizaban a los creyentes, ayudando a conocer


al grupo de seguidores de Jesús, lo más sobresaliente de la Biblia, la vida de Jesucristo y de María,
permitiendo visualizarla mediante de los santos, así como los contenidos dogmáticos de la Iglesia.
signos-símbolos significativos.

Sarcófago de los corderos,


Creación de Adán y Eva, Ghiberti. Puerta del Paraíso del Baptisterio
Basílica de San Apolinor (Rávena).
de San Juan [Florencia).
Representaban
y actualizaban
la salvación,
especialmente el misterio
de la Encarnación: Dios se
ha hecho hombre en Jesús
de Nazaret y con su vida,
muerte y resurrección nos
ofrece la salvación a todos
los hombres.

y movían a la devoción
personal y comunitaria:
súplica, acción de
gracias ...

La Anunciación, Fray Angélico {138?-1455}. Museo del Prado {Madrid}.

Aleccionaban y orientaban
la vida de los creyentes, 13
presentando con carácter ejemplar las biografías
de los santos Id las santas, y proponiéndolos así
como modelos de identificación y seguimiento.

Después de estas matizaciones no puede sor-


prendernos que se afirme: «Las Bellas Artes son
un lugar teológico menor.» Es « menor» en rela-
ción con la Biblia, el Credo, el Dogma, pero es «lu-
gar teológico» al fin Id al cabo, pues ayuda al cre-
~ente el pensar en Dios Id le pone en situación de
relacionarse con él Id de expresar su experiencia
de fe.

«La iglesia nunca consideró como propio nin-


gún estilo artístico, sino que, acomodándose
al carácter y las condiciones de los pueblos y
a las necesidades de los diversos ritos, aceptó
las formas de cada tiempo, creando en el cur-
so de los siglos un tesoro artístico digno de ser
conservado cuidadosamente... » (De sacra li-
turgia, Cap VII, 123 ss).

San Martín y el Mendigo, El Greco [1541-1614}.


Art institute af Chicaga.
14

Lucerna s paleocristian as, Museo Arqueológico (Barcelona).

Piedras y metales, pergaminos y libros, paredes, maderas, telas y otros materiales se


convirtieron en dignos soportes para expresar la fe. Las imágenes prendidas en ellos siguen
queriendo hablar a las personas de hoy día; sólo es necesario que éstas osen acercarse a ellas
sin prejuicios y dispuestas a leer su lenguaje, que a veces es lineal, pero otras veces está
escondido entre símbolos y signos que hay que aprender a descifrar.

Con esta intención, y reconociendo lagunas, se ofrece un breve alfabeto iconográfico, situado
a grandes rasgos en su marco cu ltural correspondiente .

• El prime r
ción » , « La salvación nos llega por medio de los Sacramen-
arte cristiano :
tos » o «Creemos en la Resurrecc ión».
Es preciso recordar la experiencia de la clandestinidad y per-
Su repertorio de signos e imágenes emblemát icas podría re-
secución de los primeros cristianos y su pronta expansión por
sumirse así: signos referidos al agua ( Bautismo ): Arca de
el mundo grecorromano. i La identidad estaba en juego!
Noé, Jonás, Moisés golpeando la roca, el pez, el áncora ... ;
Anillos, lamparitas, pequeños objetos para el culto, sarcófa- signos referidos al pan y al vino (Eucaristía) : espiga de tri-
gos, paredes ... fueron soportes en los que quedaron plas- go, racimo de uvas, multiplicación de los panes ...; signos re-
madas las verdades que daban sentido a los avatares de sus feri dos a la salvación: Isaac librado del sa crificio, jóvenes en
vidas y, por tanto, su identidad. Sus afirmaciones eran cIa- el horno, Daniel entre los leones, Sansón venciendo al león,
ras y rebosantes de optimismo : «Tenemos un Salvador» , la resurrección de Lázaro, el Buen Pastor, el cordero, el ave
« Jesús es el Maestro que nos entrega el Mensaje de Salva- fénix, el ciervo, el pavo real, etcétera .
• El arte de Bizancio y el icono:
Constantinopla es la nueva «capital del mundo », y la religión
cristiana alcanza carta de legitimidad y preferencia. Se pro-
clama por medio de manifestaciones artísticas llenas de po-
licromía, lujo y brillantez que Cristo es el Soberano de todo y
que la sociedad está organizada de acuerdo al orden estable-
cido por Dios.

En línea distinta aparece


el icono : pequeña repre-
sentación pictórica de fi-
guras o escenas sagradas
sobre tabla, considerado
en sí mismo sagrado, dig-
no de contemplación y ora- Maiestá Batlló (s. XII).
Museo de orte
ción, pues posibilita el con-
de Cataluña
tacto directo con la figura {Barcelana} .
que representa .

Sus formas son estilizadas,


geométricas, sin rasgos Iconográfica mente
personalizadores, para evi- hablando, y en un
tar así la idolatría de lo re- bosque de ador-
presentado. Las figuras, en nos vegeta les ,
tonos oscuros, están rodea- animales fantás-
das de un fondo dorado, ticos, represen-
que las espiritualiza más, taciones de las
Id expresan su participación estaciones del
de la « Luz divina ». año o de signos
zodiacales, cabe
Se va imponiendo la ima-
destacar lo si-
gen «siríaca » de Cristo so-
guiente: la « ma-
berano, de barba partida y
cabello liso y con raya; la representación de la Virgen, en sus no de Dios» que bendice y rige la vi-
múltiples facetas: trono de Dios, orante ... , y algunos otros te- da; las imágenes de Cristo, «Señor
mas como Juan Bautista y María intercediendo por nosotros del universo», ya sea como crucifi-
ante Cristo, la representación del trono de Cristo vacío, la ba- cado [con los ojos bien abiertos y co-
ronado como rey) o sentado sobre
jada de Cristo resucitado a los infiernos, la Asunción de la Vir-
el arco iris o sobre un trono (panto-
gen María, etcétera.
1
crátor acompañado de los símbo-
los que representan a los evange-
• El arte románico: listas; María, «Trono de la divinidad»;
el Crismón (letras X y P entrel;na-
El mensaje cristiano se ha extendido ya por toda Europa, gra- das); Juicio Final [san Miguel Id el pe-
cias al incansable trabajo pastoral que los monjes realizan en so de las almas); personajes bíbli-
las zonas rurales. i Los pueblos bárbaros se convierten al cris- cos significativos del Antiguo
tianismo! Testamento (escenas del Génesis, pa-
Desde los monasterios se planifica el desarrollo cultural, y el triarcas, reyes, profetas .. . ) y escenas del Nue-
arte [la música - el gregoriano- y las artes plásticas -ar- vo Testamento [nacimiento, adoración de los
quitectura, escultura, pintura, vidrieras, libros miniados-) es reyes magos, crucifixión ... ); ilustraciones fan-
puesto al servicio de la fe cri st ian a, que es vista como el ver- tásticas del libro del Apocalipsis (los « Beatos » J
dadero cimiento de la unificación europea. y retazos biográficos de los Santos.
Portada de la Iglesia de Santa María de Laguardia (Á/ova) .

• El arte gótico:
Recoge el proceso de humanización de la espiritualidad cristiana, que se expresa mediante la renuncia a
la geometrización del románico y la elección del naturalismo. La ciudad con su catedral es su símbolo.

La iconografía gótica bebe de los temas del periodo anterior, pero introduce novedades llamativas: el
«Dios Señor» aparece cada vez más como «Dios-hombre», que sufre y padece como cualquiera de
los humanos; la «Virgen-Trono» pasa a ser la «Madre de Dios», la que sonríe, juega, siente dolor...

La Virgen pasa a ocupar un espacio mucho mayor, tanto en la piedad popular como en el espacio ar-
quitectónico, siendo normal verla representada de cuerpo entero y con el niño en sus brazos en el mai-
nel de las puertas. Además, en muchos tímpanos se recogen, desde una perspectiva biográfica, algu-
nas escenas de su vida : nacimiento, visita a su prima santa Isabel, adoración de los reyes magos,
dormición, ascensión, coronación ...

• El arte renacentista:
Desde Florencia (Italia) se expande paulatinamente por Europa una nueva mentali-
dad, que incide fuertemente en todos los aspectos de la vida: «El hombre es la me-
dida de las cosas.»

Los artistas buscaron por encima de todo la imitación de la realidad, empezando por re-
presentar la belleza del cuerpo humano, la perspectiva de los paisajes o el movimien-
to de las escenas, y dejando en un segundo plano - que no olvidado- el mensaje re-
ligioso o moral.
16
Se adentraron en el mundo de la mitología clásica, pues les permitía más licencias
creativas que la temática religiosa. Sin embargo, los temas bíblicos siguieron muy
presentes, repitiendo temas clásicos de épocas anteriores e introduciendo noveda-
des: la Santa Cena, la Transfiguración del Señor, los Desposorios de María ... Cristo yacente, A. Mantegna (1431-1506).
Pinacoteca de Brera .

• El arte barroco: Se asiste a una metamorfosis iconográfica


llamativa, permitiendo que los personajes sa-
Es éste un movimiento histórico de grados de las Escrituras y los santos, repre-
extraordinarios progresos en la filo- sentados abundantemente, sean accesibles a
sofía y en la ciencia, de cambios sig- los fieles como seres de carne y hueso, su-
nificativos en lo económico y político jetos a sentimientos perceptibles desde el ex-
y, también, de un fuerte enfrenta- terior. Se recurre a modelos reales.
miento teológico entre católicos y pro-
También se exalta todo lo que los protestan-
testantes.
tes negaban o ponían en duda: la Virgen, la
Desde el punto de vista artístico exis- Eucaristía, los santos, las reliquias ... , recu-
te un complejo panorama: obras de un rriendo a un lenguaje artístico exuberante,
naturalismo apabullante y otras de un llamativo, ilusionista, propagandístico, en cier-
misticismo arrollador; obras marcada- to modo. Se intentaba introducir al creyente
mente secularizantes y otras encum- en el maravilloso mundo de Dios, el verdade-
bradoras de lo espiritual; obras des- ro mundo. (Conviene, en este sentido, recor-
bordantes de movimiento externo y dar la insistencia en el tema de las «postri-
otras repletas de dinamismo interior. merías».)
La luz, cargada de sentido diverso, En muchos cuadros ambos modos y mundos
San Francisco confortado por un ángel
aparece como elemento iconográfico músico, F. Riba/ta (1565·1628). Museo coexisten con los típicos «rompimientos» de
fundamental de esta época. de/ Prado (Madrid). nubes, ángeles y luces misteriosas.
• El arte
de los siglos
XVIII-XIX
La burguesía se hace con el
poder ~ la Iglesia deja de ser
el mecenas más notorio del
arte. Se promocionan temá-
ticas muy diferentes, al gus-
to de lo s nuevos mecenas,
que desean ver en sus ca-
sas obras más frívolas o pi-
cantes.

La temática bíblica, no obs-


tante, sigue presente, aun-
que dotada de un carácter
más teatral ~ artificioso.
Jesús en casa de Anás,
José Madraza {1?81-1859].
Museo del Prado-
Casón del Buen Retiro {Madrid].

• El arte del siglo xx:


Triunfo de la mentalidad científico-técnica y 17
proceso de descristianización.

Esta situación no ha impedido que los artis-


tas se preocupen por los asuntos religiosos;
algunas obras han sido puro ejercicio estéti-
co de « modernización», pero otras han sur-
gido de la vivencia de la fe cristiana en si-
tuaciones históricas fuertes, que nos
interrogan desde el drama del ser humano
asumido por el mismo Jesús. Será la crucifi-
xión, O escenas cercanas a este momento, el
motivo más representado en este siglo.

La oración del huerto, Manuel L. Villaseñor.


Colección Particular.

1. Preparar un pequeño cuestionario para sondear en 4_ Dialogar sobre las imágenes que se ofrecen como
el entorno inmediato la importancia que se da a los ilustración del punto B (págs. 12 y 13) con el áni-
aspectos que se afrontan en este nuevo seminario. mo de descubrir si cumplen o no la funcionalidad
Realizar un «Mural de referencia» en el que resul- que se les asigna.
te sencillo releer visualmente la apertura del ser e
5_ Repartirse los distintos apartados del punto (págs.
humano a la divinidad y los múltiples intentos de 14 a 17) y. acudiendo al repertorio de diapositivas
relacionarse con ella. disponibles en la sala de audiovisuales, preparar
3_ Ampliar la información sobre el antiguo enfrenta- una selección de imágenes que sirva como «ofer-
miento entre iconódulos e iconoclastas. Mantener ta visual» del alfabeto iconográfico.
con posterioridad una discusión abierta en torno
al tema.
18

Cuando el viajero o el turista llega a una ciudad, la visita a la catedral es Incuestionable. ¿Oué tendrá este recinto para
atraer tan intensamente a gentes de todo credo y cultura? El mejor modo de responder esta pregunta es sumergirse en
el espacio arquitect6nico, religioso y artístico de una catedral con la mente, las emociones y los sentidos dispuestos
a captar su mensaje en toda su riqueza. Eso sr, antes de hacerlo es Importante recabar toda la informacl6n que puedas
y conseguir un buen diccionario de arte que te sirva de guía. Con el fin de ayudarte a descubrir el significado humano,
artístico y religioso de una catedral, te Invitamos a emprender un recorrido literario por una catedral Imaginada a la que
hemos llamado de Santa Maria.

Catedral de Sevilla.

Nuestro profesor de Arte trataba de mostrarnos la importancia


LA MONTAÑA DE PIEDRA
de las iglesias en la sociedad explicándonos que en nuestro
He de reconocer que nunca hasta entonces había visitado una país hay más iglesias que Ayuntamientos. Y así debió ser ya
catedral. Todo cuanto sabía sobre las catedrales no era más que en Francia se construyeron más de ochenta catedrales
que las cuatro cosas que había estudiado en Historia del Arte. en menos de un siglo (1180-1270).
Sabía, por ejemplo, que la catedral es la iglesia episcopal de
Pero esos cuatro datos poco podían ayudarme a entender lo
una diócesis, que casi todas las grandes catedrales euro-
que realmente era una catedral.
peas se constru~eron en la Edad Media, que se convirtieron
en símbolo de grandeza de las ciudades y que la mayoría son El profesor de Arte nos había encargado un trabajo de campo
de estilo gótico, aunque hay catedrales románicas en todo Oc- sobre un monumento significativo. Yo veraneaba aquel año en
cidente e incluso anteriores al año 1000, como la de San Mar- una bella ciudad cuya majestuosa catedral se elevaba como una
cos de Venecia. imponente montaña de piedra sobre los tejados. Estaba cla-
ro: la catedral sería el tema de mi trabajo.
LA FACHADA chada coronada por un par de torres de más de 70 metros
de altura .
Desde mis primeros días de estancia en la ciudad comencé a
sentir la presencia permanente de la catedral; casi desde cual- Las torres se elevaban hacia el cielo pero, a la vez, la fachada
quier lugar se la veía apuntar hacia lo alto con sus torres afi- se abría hacia la ciudad, hacia la gente, como un abrazo que in-
ladas y sus capiteles como dardos a punto de dispararse ha- vitaba a entrar. Junto a mí, un guía instruía a un grupo de tu-
cia el cielo. Desde el otero observé la elegancia de su diseño ristas: « ... orientada hacia el este -comentaba el cicerone-,
con planta de cruz latina. Hacía seis siglos que el edificio se ele- hacia el amanecer, como otras catedrales. Es símbolo del re-
vaba imponente sobre la pequeña ciudad gótica que había cre- sucitado que se levanta en la mañana de Pascua renaciendo,
cido en torno a ella. No era un monumento aislado. Parecía in- como el sol, hacia una nueva vida ... »
tegrarse en la ciudad de modo natural.
Sus palabras me ayudaron a descubrir que la catedral estaba
El día que decidí comenzar mi trabajo, me dirigí a la plaza de orientada de forma estratégica, no sólo geográficamente sino
la catedral. Al llegar me encontré frente a una imponente fa- también, y sobre todo, simbólica y espiritualmente.

19

I I "1
Fachada accidental, rosetón de la catedral de León.
LA PORTADA PRINCIPAL
La portada atrajo poderosamente mi
atención. Era una puerta historiada,
con una bella información visual es-
culpida en piedra, que daba rendida
cuenta de lo que uno habría de en-
contrarse en el recinto, si es que se
decidía a franquear el dintel.

La catedral estaba dedicada a san-


ta María, que aparecía en el parte-
luz, bajo un dosel, con el niño en
brazos. En las jambas, seis a cada
lado, le acompañaban las figuras de
los doce apóstoles que se miraban
~ parecían hablarse con el rostro ~
los gestos.

En el tímpano destacaba la presen -


cia majestuosa de Jesús, rey y se-
ñor de todo, rodeado por los cuatro
evangelistas con sus símbolos: un
ángel, un león, un toro ~ un águila.

20 Bajo el tímpano, la piedra del dintel


hermosamente labrada, mostraba
una representación del juicio final:
el arcángel san Miguel pesa las al -
mas con una balanza bajo la ama-
ble mirada de María ~ del apóstol
san Juan. A su derecha, el cielo; a
su izquierda, el infierno.

Coronando el conjunto, los perso-


najes de las arquivoltas historiadas
celebran la salvación de Dios. Sobre
el pórtico, un rosetón solar simbo-
liza la presencia divina entre los se-
res humanos.

Me encontraba ya en disposición de
descifrar, al menos en parte, lo que
los artistas medieva les quisieron
transmitir a quien, como yo, se acer-
cara al templo: María, puerta del cie-
lo, mediadora entre Dios y los seres
humanos, sale al encuentro del cre-
yente para invitarle a entrar en el
recinto sagrado y celebrar con los
creyentes y coros celestiales la pre-
sencia salvadora de Dios entre los
seres humanos.
Puerta del Sarmental, catedral de Burgos.
LA NAVE CENTRAL
Ahora deseaba vivamente entrar en la cate -
dral. Nada más sencillo; cualquiera puede
hacerlo: un turista, un amante del arte, un
creyente ... basta can empujar el pesado por-
tón . Eso es lo que hice.

Tras de mí se cerró la puerta. Fuera quedó


el ruido de la ciudad estrellándose COntra
los muros. Acababa de entrar en otro mun-
do. Lo percibí con todos mis sentidos: la dis-
creta luz matizada desde lo alto por las vi-
drieras de colores de los grandes ventanales;
el aroma a cera, a humedad, a incienso; el
profundo silencio, la colosal altura de la na-
ve central con su bóveda de crucería ... Tuve
la sensación de enco ntrarme en el vientre
cálido de un gran esqueleto arquitectónico.
Me sentía pequeño y engrandecido a la vez,
como un humilde ser humano en medio de
un espacio y una atmósfera que me supe-
raban . Con sólo empujar una puerta había
pasado de la agitación y el ruido exteriores
a la calma; de la distracción al recogimien- 21
to y la concentración; de la dispersión a la
conciencia de las sensaciones y a la refle-
xión; del mundo exterior al mundo interior.

Comprendí entonces que aquella catedral te-


nía Una atmósfera particular, tenía ... alma.
Con el tiempo he ido conociendo otras cate-
drales y he descubierto que cada catedral
tiene su propia atmósfera como la tienen un
desierto, una selva , un pueblo o una ciudad.

Un puñado de artistas medievales habían


creado aquel espacio capaz de serenar mi
espíritu con un profundo sentimiento de paz
y seguridad. Y no era ~o el único que se sen-
tía impactado, a juzgar por las expresiones
y los comentarios de los visitantes que pa -
saban a mi lado. Nave central, catedral de Toledo.

Avancé por la nave central mirando hacia lo alto, admirando Salí del coro y avancé hasta el crucero. Al alzar los ojos vi una
las columnas que se elevaban como firmes raíces hacia el cie- auténtica representación del cielo. Sobre mí se abría una cú-
lo. Tras de mí brillaba la vidriera del gran rosetón bajo el que se pula con una fantástica imagen pictórica de la gloria, intensa-
alzaba la trompetería del órgano. mente iluminada por la luz que se filtraba a través de la lin-
terna. La luz blanca del interior de la cúpula contrastaba can
Rodeé el coro, me introduje en él a través de la monumental los matices dorados del resto de la catedral. Los fieles de la
verja de hierro forjado y admiré las filigranas talladas en la si- Edad Media debieron sentirse impresionados ante semejante
llería de madera. visión que evoca de forma tan viva la ciudad celeste.
EL ÁBSID E
Ahora me hallaba frente al
presbiterio, presidido por un
altar moderno cubierto, como
una mesa dispuesta para un
banquete, con un mantel
blanco, símbolo del resucita-
do. Tras él, el antiguo altar
adosado a un fastuoso reta-
blo. Por encima del retablo se
elevaban los altos ventana -
les ojivales con sus bellas vi-
drieras policromadas. La cen-
tral representaba el árbol de
Jesé, y sobre ella, presidien-
do toda la catedral, el panto-
crá tor policromado de una vi-
driera en forma de rosa
circular. Él era, sin duda, el
verdadero protagonista de la
catedral, de la atmósfera que
allí reinaba, del mensaje que
toda aquella apoteosis del ar-
22
te transmitía a los visitantes.

El retablo era toda una cate-


quesis ilustrada con más de
cien imágenes pictóricas y
una docena de tallas de ma-
dera policromada ; constituía
un espectacular conjunto en
el que escultura, arquitectu-
ra y pintura se asociaban ar-
mónicamente. Leyendo or-
denadamente las calles del
retablo se recorría toda la his-
toria de la salvación desde la
Creación hasta la Resurrec-
ción. En la calle central, la
imagen del crucificado . En el
át ico, presidiendo la historia
de la salvación, la imagen de
la Trinidad , origen y funda-
mento de todo, coronando a
María, a quien estaba dedi-
cado el templo.

Retablo,
catedral vieja
de Salamanca.
LA GIROLA Pero sabían que el dolor está presente en el ser humano ~
eran conscientes de que un arte que no lo tenga en cuenta es
Continué mi recorrido circundando la girola. A la evocación ce-
incapaz de expresar plenamente la naturaleza humana.
lestial de la estructura arquitectónica y al ámbito divino de
paz, seguridad y gloria que ella creaba, venía a sumarse aho- Las cuatro capillas de la girola, cuatro pequeñas joyas, cons-
ra el impacto de las esculturas que conferían un matiz pro- tituían el extremo oriental de la catedral. Una de ellas alber-

fundamente humano a la catedral. gaba el fastuoso sepulcro de arcosolio del noble que había co-
rrido con los gastos de la construcción de la catedral; dos
En el contraábside, se representaban auténticos dramas en ángeles velaban su cabecera ~, a los pies, un perro simboli-
piedra de gran tamaño : el nacimiento de Jesús, a quien María zaba la fidelidad.
contempla con ternura, fundiéndose las miradas de ambos,
La llamada capilla del Salvador representaba de forma suma-
mientras los re~es agasajan al niño ~ tres pastores de rostro
mente bella la muerte, resurrección Id ascensión de Jesús, to-
expresivo le ofrecen sus presentes.
do ello tallado en piedra. La capilla de San Lorenzo, patrón de
A su lado, la escena de la crucifixión, con el sufrimiento refle- la localidad, estaba presidida por una talla de madera policro-
jado en el rostro humano de Jesús; a un lado de la cruz su ma- mada. El joven, que elevaba su mirada al cielo con un gesto
dre María; al otro, Juan tratando de consolarla. de súplica, llevaba en su mano derecha la palma del martirio
~ en la izquierda una parrilla.
Más que el dolor, los artistas góticos pretendían reflejar el
amor, que es el mensaje nuclear del arte cristiano. La cuarta capilla estaba dedicada a santa María.

23

Capilla mayar; bóveda y girola, catedral de Barcelona.


24

Altar mayar y vidrieras, catedral de León.

SOLILOQUIO A estas alturas yo ya estaba plenamente convencido de que los


artistas del Medievo conocían a las mil maravillas el poder del
Tal era el cúmulo de datos que iba recibiendo que me resulta-
arte sobre el alma y los sentimientos humanos. Toda aquella
ba totalmente imposible describir todo aquel entramado de
manifestación del arte allí reunida tenía el poder de envolver
impresiones, sentimientos y evocaciones. Todo permanecía
e impresionar al visitante.
vivo a pesar de los siglos; por todos los lados había pinturas
e imágenes rodeadas de elementos vegetales. Tallas grandes Las más de 5 000 imágenes pintadas o esculpidas, los más de
y pequeñas, adomos, cuadros y esculturas representando a per- 1000 metros cuadrados de vidrios policromados tenían, ade-
sonajes del Antiguo y Nuevo Testamento, imágenes de santos más de la estética, otra finalidad. Con ese inigualable modo de
y santas, de ángeles y otros muchos personajes tocados con expresarse que es el arte, los clérigos de la Edad Media preten-
largas túnicas que les otorgaban dignidad, majestuosidad y dieron enseñar a los fieles todas las verdades de la fe cristiana.
hasta un cierto aire de eternidad . De modo que el arte religioso reunido en la catedral convertía el
Construir una catedral debía de exigir la coordinación de los recinto en un universo lleno de símbolos y de significado: la his-
mejores artistas de la época : arquitectos, pintores, esculto- toria de la salvación y la representación visual de la fe, de todo
res, vidrieros, ebanistas , orfebres, carpinteros ... aquello en lo que la comunidad cristiana cree y espera .
LAS NAVES
LATERALES
y EL CRUCERO
Salí de la girola para recorrer el crucero
~ las naves laterales de la catedral, re-
matada cada una de ellas por seis capi-
llas. Éstas estaban dedicadas a santos
~ santas protectores, a patrones de co-

fradías, a María ~ a algún apóstol, todos


ellos representados por cuadros ~ es-
tatuas. Había una capilla con el mau-
soleo de un obispo; otra con los mau-
soleos de un matrimonio noble. Los
mausoleos estaban finamente esculpi-
dos en a labastro y en sus laudas se-
pulcrales se hallaban representados,
con un realismo sobrecogedor, los per-
sonajes en actitud yacente. En algunas
capillas había manifestaciones de la fe
popular; como todo es simbólico en una
catedral, al pie de las imágenes que más
devoción inspiraban, ardían lamparillas
de oración que fieles devotos encen- 25
dían como muestra de piedad individual.

Las capillas de la Dormición ~ de la Vi-


sitación, la capilla del Santo Cristo pre-
sidida por la talla de un crucificado con
las marcas visibles de la tortura , que
parecía pedir compasión .. .

Recorrí las naves laterales y el crucero,


dejándome envolver por la penumbra ,
tocando de tiempo en tiempo las impo -
nentes columnas para sentir el frescor
amable de la piedra, alzando la vista ha-
cia las nerviaturas de la bóveda ~ hacia
las mágicas vidrieras que matizaban la
luz del exterior.

En una de las capillas, junto a la puerta


principal, se hallaba el baptisterio. En el
centro del recinto, de una gran sobrie-
dad, se encontraba la pila bautismal,
una auténtica maravilla esculpida en
piedra y ornamentada con escenas del
bautismo de Jesús y de la curación de
Naamán el Sirio en el Jordán . En el te-
cho, la talla en piedra de la paloma del
Espíritu presidía desde lo alto el bau-
Capilla del Condestable, catedral de Burgos. tismo de Jesús.
LITURGIA Al finalizar la celebración caminé hacia la salida sumergido en-
tre las notas de la preciosa cantata de Bach «Jesús, tú eres
Me hallaba absorto contemplándolo todo minuciosamente cuan-
mi alegría» . La catedral estaba espléndida 'd lograba conta-
do las potentes trompetas del órgano rompieron el espacio con
giarme su esplendor. Avancé salmodiando la melodía Id, mien-
media docena de enérgicos acordes. Casi a la vez, las campa-
tras lo hacía, comprendí que la catedral me había cautivado.
nas comenzaron a sonar multiplicándose con su volteo sono-
ro 'd festivo. El órgano desató una auténtica cascada musical. Las
notas se perseguían por las bóvedas, se deslizaban por las co-
NOCTURNO
lumnas, resonaban en las capillas, recorriendo en un eco inin-
terrumpido el espacio catedralicio, hasta fundirse con la arqui- Cuando salí, había anochecido. Ahora los sentidos me dieron a

tectura. El espacio de la catedral pareció engrandecerse. Yo entender que regresaba al trajín del mundo. Alcé la vista para
contemplar la fachada iluminada de la catedral 'd después em-
conocía bien aquella fuga de Juan Sebastián Bach, el maestro
prendí el camino de regreso a casa. Tras de mí quedaba aquel
de los maestros del órgano, capaz de sumergir toda una cate-
espacio interior capaz de dar altura 'd profundidad al alma 'd al
dral bajo la emoción de sus notas.
corazón de quien se adentrara en su interior con la actitud ade-
El espacio se convirtió en un himno de alabanza. Un numero- cuada.
so grupo de fieles se habían acomodado en los bancos, fren-
La catedral, pensé, es una enciclopedia que ha'd que saber
te al altar. Cuando la música 'd el tañido sonoro de las campa-
leer'd descifrar debido a la gran cantidad de elementos sim-
nas cesaron, el celebrante les invitó a participar en la liturgia:
bólicos que la integran; pero es también un mundo que ha'd
« ... La primera 'd más importante manifestación litúrgica es la
que saber sentir.
comunidad reunida en nombre de Jesús. Estamos juntos pa-
ra hacer realidad la presencia de Dios entre nosotros, jun- Aquella misma noche, mientras observaba desde la ventana
de mi habitación las torres iluminadas de Santa María, comencé
tos para compartir su palabra, juntos para expresar la fe,
juntos para llenarnos de su Espíritu ... » a redactar mi trabajo : «Si nunca te has sumergido en la at-
26
mósfera de silencio 'd oración de una catedral, si nunca te has
Después la asamblea comenzó a cantar 'd la catedral se con- dejado envolver por sus mil sensaciones, no estás en condi-
virtió en una modesta pero cálida plegaria comunitaria que se ciones de entender lo que es una catedral ni lo que realmen-
elevaba hacia la bóveda celeste. Me sumé a la asamblea. te pretendieron sus constructores ... »

Catedral de Palma de Mallorca.


Una vez realizado el recorrido por esta imaginaria "catedral de Santa María" y redactada la descripción de la visita, hemos ela-
borado su ficha técnica. Estas pautas te servirán de criterio de observación cuando visites una catedral. Te recomendamos
que recuerdes el vocabulario con la ayuda de un diccionario de arte

FICHA TÉCNICA DE LA CATEDRAL

C ATEDRAL
D E SAN T A M A R ÍA

Fecha de const rucción: siglos XIII-XIV. Estilo: gótico. En la fachada oeste hay un gran rosetón central que representa
Constructores: Construida bajo la dirección del maestro Pablo al sol, es decir, al resucitado.
Pérez y unos tres maestros anónimos. En el crucero se alza una bella cúpula con un fresco que
Estructura: Planta de cruz latina con orientación este-oeste, con representa la gloria. Su luminosidad atrae la mirada hacia lo alto.
dos torres y una cúpula . Consta de una portada principal hacia el
oeste (portada de Santa María) y otras dos portadas a ambos
lados del crucero: portada norte, o de San Juan, y portada sur, EL ÁBSIDE
llamada también de la Cruz.
Retablo de madera policromada con cuadros en sus calles. En las
entrecalles, doce tallas de madera; es un recorrido por la historia
de la salvación. En el ático, María es coronada por la Trinidad. En el
FACHADA
centro del retablo, una talla de Jesús crucificado. Sobre el retablo,
Fachada cuadrada dividida en tres franjas horizontales se alzan los grandes ventana les ojivales. Sobre el ventanal central,
y tres vertica les flanqueadas por dos altas torres. que representa el árbol de Jesé, se recorta un rosetón con el
En la franja central se dibuja un gran rosetón circular. pantocrátor que preside todo el espacio de la catedral.
En la franja inferior se sitúa la portada principal.

LA GIROLA
PORTADA PRINCIPAL En el cont raá bside destacan dos bellos grupos escultóricos de
La portada principal o de Santa María consta de los siguientes tamaño casi natural, representando el nacimiento y la crucifixión 27
elementos: de Jesús. Cuatro capillas rematan la girola: capilla del Salvador,
• Parteluz con imagen de la Virgen con el niño en brazos, bajo capilla de San Lorenzo, capilla de Santa María y capilla del Deán
un dosel. con tallas de piedra y cuadros de diferentes épocas.

• Dintel con bajorrelieve del juicio final.


• Tímpano con el pantocrátor rodeado de los cuatro evangelistas
NAVES LATERALES YCRUCERO
y de sus símbolos.
• Jambas. Doce jambas con las tallas de los doce apóstoles. Hay seis capillas en cada una de las dos naves laterales. De ellas
Sus gestos y ademanes espontáneos los identifican. cabe destacar el mausoleo del obispo Lope de Arce y el de los
• Arquivoltas con personajes del Antiguo Testamento, santos, nobles Isabel y Pedro de Luna, esculpidos en actitud yacente en
santas y ángeles celebrando la salvación. sus laudas sepulcrales, así como el retablo y la imagen de
madera policromada de la capilla de la Dormición.
En el transept o o crucero, están situadas las dos puertas
NAVE CENTRAL laterales, norte y sur. Hay dos capillas con sendos retablos a
cada uno de los lados del crucero, dos de estilo clásico y dos de
Nave con bóvedas de crucería, crucero, triforio y girola.
estilo barroco.
En el centro de la nave está el coro (s. xv) con sillería de nogal
ilustrada con escenas bíblicas. Bajo las misericordias hay tallas El baptisterio es una joya llena de recogimiento y sobriedad. En
satíricas criticando vicios de la época. el centro se halla la pila bautismal con bajorrelieves del bautismo
de Jesús y la curación de Naamán en el Jordán. En el centro de
Sobre el triforio, altos ventanales ojivales con vidrieras ilustradas
una pequeña bóveda, sobre la pila bautismal, preside el recinto
rebajan la luz hasta un tercio de su intensidad.
la talla en piedra de una paloma, símbo lo del Espíritu.

Visitar una catedral o una iglesia importante de tu lo- 3. Escuchar algunas obras de música clásica religiosa: de
ca lidad. Descri bir las sensaciones producidas en la vi- órgano, orquestal... Elaborar un comentario personal so-
sita y elaborar la ficha técnica de la basflica. bre las sensaciones y sentimientos que producen, so-
2. Preparar una exposición temática sobre la catedral, sir- bre su significado y su función.
viéndose de postales, ilustraciones, dibujos o esque -
mas.
29

1. El arte al servicio de la fe
2. El Antiguo Testamento en imágenes
3. El Nuevo Testamento en imágenes
Mosaico. San Vital de
Rávena (490) .

30

La Iglesia favoreció, aunque no sin


discusiones y tensiones, la comu-
nicación de la fe a través de las imá-
genes. Todos los medios son dignos
para hacer inteligible, a través de la
vista y la contemplación estética,
la fe cristiana . El ingenio y la fuer-
za creadora de los artistas a través
de los siglos han sido inconmen-
surables para convertir el mensaje
cristiano en pan que pud iera ali-
mentar la fe y los sentimientos re-
ligiosos del pueblo cristiano.

Fresco. Pantocrátor de Tahüll.


Museo de Cataluña {Barcelona].
31

Pintura. Jesucristo y la Tempestad, Giorgio De Chirico. Óleo sobre lienzo, Talla.


73 x 98 cm. Museo del Vaticano. Cristo yacente,
Gregario Fernández .
Tapiz. La Santa Cena.

32
Escultura en marfi/,
El Buen Pastor.
Musea Catedralicio
de Cádiz-Ceuta.

Pergamino.
Cantoral de Juan de Carrión.
Catedral de Ávila.

Orfebrería.
Sacra central.
Catedral de
Córdoba.

¿Oué soportes materiales y técnicos se han empleado 3. Reconocer los personajes que aparecen en estas crea-
en las diferentes obras de arte? ciones artísticas.
2. Identificar las difeqmtes escenas representadas en es- 4. Valorar el esfuerzo creador de los artistas.
tas obras de arte.
La obra de arte religioso no sólo ha sido creada para do fascinante de las imágenes y de los colores, de los perso-
el disfrute o el goce artístico, sino que pretende najes Id de sus actitudes, reacciones, creencias, miedos, ale-
33
grías, de su mensaje ... Id así poder entrar en contacto con las
comunicar un mensaje, conmover los sentimientos, experiencias, sentimientos Id creencias de estos genios de la
iluminar la fe de los creyentes, favorecer y fomentar pintura o escultura Id de la época histórica en la que vivieron.
el encuentro de las personas con Dios.

1.° Información
Desgraciadamente, las obras de arte religioso pasan inadver-
Es fundamental, en primer lugar, informarse sobre la obra de
tidas para muchas personas de nuestro tiempo_ No se nos ha
arte para realizar su ficha técnica donde aparecerán los da-
educado para saber mirar, observar, comprender y valorar el
tos que la identifiquen: tema, autor, fecha de composición, di-
mensaje que los artistas quieren expresar y comunicar con mensiones, material Id técnica empleada. Para completar esta
sus obras, de modo que no se entienden los personajes, las
primera información es interesante acercarse a la vida del au-
escenas, los símbolos, los colores que las componen. Por eso,
tor Id al contexto donde surgió la obra: momento artístico, fi-
resulta casi imposible penetrar en el mundo de la imagen re - nalidad, destinatarios, fuentes de inspiración.
ligiosa .

Para que nuestro patrimonio artístico y religioso no qued e re -


ducido a un conjunto de objetos que llenen los museos de sim - 2.° Observación e impresión
ples recuerdos del pasado y sólo sean valorados por su anti-
güedad, su trabajo artístico y valor económico, es necesario Después de haber realizado la ficha técnica de la obra de
acercarse al arte religioso como si se aprendiera un nuevo len- arte e informarse, si es posible, sobre el autor Id su época, nos
guaje. Para comprender mejor este arte es imprescindible ini - colocamos delante de la obra para un primer encuentro con
ciarse en el mundo de los artistas, en sus fuentes de inspira- ella . Para eso :
ción, en los contenidos que expresan, etc. Sólo así la im agen
a 1Contemplamos de forma sosegada Id receptiva la obra de ar-
recuperará su vida y su mensaje, porque las obras de arte fue-
te y nos vamo s poco a poco impregnando de los colores, el
ron realizadas para ser contempladas y leídas por todos.
dibujo, los gestos de los personajes, sus actitudes Id acciones,
Proponemos un método para iniciarse en el lenguaje de la ima- hasta que llega un momento en el que podemos cerrar los
gen artística. Éste aljudará a abrir la puerta Ij descubrir el mun- oios ~ ser capaces de reproducir el cuadro mentalmente.
El Ángelus, Mil/et (1814-1815). Museo del Louvre (París).

b) Introducidos en la obra de arte, nos podemos preguntar: ¿qué


34 impresiones y sensaciones nos produce su contemplación? Paz,
intranquilidad, rechazo, desasosiego, acogida, incertidumbre, ca-
lor humano, lejanía, frío_ .. ¿Oué actitudes se desprenden de los
personajes? Bondad, maldad, odio, fidelidad, amor...

3.° Descripción y análisis


Una vez abierta la puerta de la obra de arte, se comienza a describir,
descifrar y entender los múltiples elementos técnicos y materiales
que el artista ha utilizado para realizar su obra .

• Composición de la escena
y estructura del cuadro
El autor ha situado a los personajes, objetos, etc., en un determi-
nado lugar para dar importancia a un personaje, resaltar a un gru-
po, etc. Esta distribución de los diferentes elementos tiene una es-
tructura geométrica que los sustenta .

• El dibujo
Para delimitar las figuras y los objetos en el espacio, los artistas
utilizan el dibujo. Puede ser fino, sinuoso, geométrico, recto o de
trazo grueso y áspero según los intereses y finalidad del cuadro.

La Pietá, Miguel Ángel (1415-1564]. Museo de la Albertina (Viena).


• El color
Es un elemento fundamental de la obra artística, pues mati-
za ya veces sustituye al dibujo; además, cada color está car-
gado de simbolismo. Por eso es muy importante darse cuen-
ta de qué colores se han empleado y cómo se han combinado,
ya que pueden ser puros o matizados, suaves o fuertes, cáli-
dos o fríos. También habrá que fijarse y valorar el porqué el
artista, para dar más intensidad a una escena o resaltar a un
personaje, utiliza un color predominante, trazos gruesos o de-
licadas pinceladas.

• Los personajes, objetos, arquitectura


y animales
Para entender a qué hace referencia la obra de arte es nece-
sario identificar a los personajes representados a través de lo
que hacen y lo que quieren comunicarnos con sus miradas,
los gestos de sus caras, sus manos, la postura del cuerpo, sus
vestidos, adornos, peinados, edad, nivel social, profesión. Así
se podrá reconocer a Dios Padre, Jesús, María, los ángeles,
los santos, los personajes bíblicos e históricos. También es
importante fijarse en los objetos y animales que acompañan
a los personajes; muchos de ellos tienen valor connotativo-
simbólico, pues sirven para caracterizar a un personaje religioso. 35
El fino observador no tendrá que olvidar la presencia de per-
sonajes, animales y objetos raros, por ejemplo: una ballena
que se traga a un hombre, etcétera.

• La luz
El artista juega con la luz y la oscuridad para transmitirnos
sus mensajes. Por eso es importante saber de dónde procede
la luz, si es natural o artificial y si proviene de una persona u
objeto, qué y quiénes quedan iluminados y cuáles están en
penumbra, !:J cómo es la intensidad lumínica.

• El espacio
Todo artista escoge un lugar, un espacio, donde desarrollar
la escena; el sitio para cada persona u objeto y su tamaño es • En este óleo de Rembrandt [1606-1669).
importante para comunicarnos qué es lo que quiere trans- El descendimiento de la cruz, observar la distribución
mitirnos. de los personajes y los elementos del cuadro,
el trazado del dibujo, los colores ~ sus matices,
los personajes que aparecen, su situación,
4.° Mensaje e interpretación sus actitudes; el lugar del desarrollo de la escena,
El último paso del método tiene dos momentos: primero, des- el foco luminoso y su clase, los personajes que quedan
cubrir el mensaje religioso que el artista ha querido comunicar iluminados ~ los que aparecen en penumbras; el
y cómo lo ha interpretado; !:J segundo, constatar cómo lo ha material y técnica empleados por el artista. Después de
recibido el lector y qué consecuencias extrae para su cultura, esta observación, descubrir el mensaje que ha querido

su fe y experiencia religiosa. transmitir el artista y su importancia para el creyente.


1. 0 Información
• Elaboración de la ficha técnica de la obra de arte: título, au-
tor, fecha de la obra, soporte material, dimensiones y estilo.

• Enriquecimiento de los datos básicos: vida del autor, finali-


dad y destinatarios de la obra de arte, fuente de inspira -
ción.

2. 0 Observación e impresión
• Lectura fotográfica: visualizar los personajes, sus acti-
tudes, los colores y el dibujo para retener mentalmente la
obra de arte.

• Impresión y sensación: ¿Qu é sensaciones, impresio-


nes y sentimientos produce?

3. 0 Descripción y análisis
• Composición: ¿Cómo se distribuyen los personajes y los
36
elementos plásticos en la escena?

• El dibujo: ¿Cómo es el trazado del dibujo? ¿Fino, sinuoso,


recto, geométrico, grueso, áspero? ¿ Por qué?

• El color: ¿Cómo aparecen los colores? ¿Puros o matizados,


suaves o fuertes, fríos o cálidos ? ¿Cómo se ha aplicado el
color? ¿Cuáles son los más abundantes? ¿Qué significado
tienen?

• Los personajes, animales, objetos ... : ¿Qué perso-


najes aparecen en la escena y en qué actitudes? ¿Quiénes
son? ¿Cómo se identifican? ¿Oué animales y objetos apa -
recen? ¿Tienen algún significado ? ¿Qué personajes, ani -
males ~ objetos sorprendentes aparecen? ¿Por qué?

• El espacio: ¿Dónde se desarrolla la escena? ¿Qué lugar Adoración de los Pastores, El Greco [1541·1614).
Museo del Prado [Madrid) .
ocupan los personajes ~ los objetos en la esce na?

• La luz: ¿Dónde está el foco de luz? ¿Cuál es su dirección?


¿Qué clase de luz es: natural, artificial, corporal? ¿Qué per- 4. 0 Mensaje e interpretación
sonajes y objetos quedan iluminados ~ cuáles no?
• ¿Oué mensaje religioso transmite el autor? ¿Có-
• Los materiales y la técnica: ¿Qué mate riales y técni- mo lo interpreta? ¿Cómo lo entiende ~ para qué le sirve al
ca se ha empleado? ¿Por qué? lector?

1. Aplicar persona lmente el método a este cuadro y compartirlo con los otros compañeros de la clase.
Los relatos de la Creación abren las páginas
de la Biblia. Se inicia así la narración de la
aventura del mundo y de los pueblos como
una relación de los seres vivos entre sí y
con el creador. A esta grandiosa aventura de
relaciones los creyentes la llamamos histo-
ria de la salvación.

Estos relatos de los orígenes, que se reco-


gen en los once primeros capítulos del Gé-
nesis, no pretenden ofrecer una visión cien-
tífica del nacimiento del mundo o de la vida.
Presentan y evocan, sobre todo, una res-
puesta de sentido religioso a las preguntas
que toda persona se plantea en algún mo-
mento de su pequeña historia: ¿Quién soy?
¿De dónde vengo? ¿Oué busco? ¿Por qué
estoy aquí? ¿Por qué existe el mal? ¿Qué
es la felicidad? Multitud de lectores de la Bi-
blia de todos los tiempos se han visto y sen- 37
tido identificados con acontecimientos, ex-
periencias, ilusiones, interrogantes, creencias
o decisiones que se describen en las, apa-
rentemente, sencillas historias de Adán y
Eva, Caín y Abel, Noé y su familia.

Esta misma corriente de vida y de fe es la


que impulsa al artista de cada época a di-
bujar los rostros de Adán y Eva, a plasmar en
su lienzo la grandiosa belleza de un paraí-
so imaginado o a esculpir en piedra 'd ma-
dera la catástrofe de un diluvio. El arte reli-
gioso, en sus múltiples expresiones, crea
imágenes que representan el trabajo de Dios
en la obra de la Creación, la vida de Adán y
Eva en el jardín del paraíso, la maldad y co-
rrupción de los habitantes de la Tierra, la fa-
milia de Noé, el diluvio, la repoblación de la
tierra y el orgullo de poderío humano en
la construcción-destrucción de la torre de
Babel. Todos estos temas del arte religioso
suelen denominarse Ciclo de la Creación o
de los Orígenes del universo, de la vida y
de la salvación de Dios.

La creación, Jean Fauquet [1425-1480},


ilustración del Libra de Horas de Étienne
Chevalier. Biblioteca Nacional de París.
• El cuadro de J. Fouquet representa el inicio del Ciclo de En el centro y ocupando la mayor parte de la escena, se des-
la Creación; sorprende por la armonía de su conjunto y el taca la Tierra, imaginada como una gran ciudad amuralla-
aire de delicadeza, ternura y serenidad en el que se en- da. Es la ciudad de Dios con los hombres, representados
cuentran todos sus elementos. La escena presenta en imá- en Adán y Eva, que se cobijan bajo el manto y las manos
genes el primer relato de la Creación: Dios como creador, de su creador. Por encima de ellos, aparece representado
hombre y mujer a imagen y semejanza suya, los astros, el firmamento como una gigantesca bóveda apoyada en la
las aves, los árboles, los animales terrestres y marinos. Tierra, y por debajo, el abismo del mar. Las palabras fina-
Claramente se diferencian y relacionan los tres espacios del les del primer capítulo del Génesis vienen a ser la mejor
universo: el cielo, la tierra y el mar, ámbitos típicos de la an- síntesis del contenido de esta pintura: «Vio Dios cuanto
tigua cosmología. había hecho y todo estaba muy bien.»

38

La Torre de Babel, Pieter Brue9hel « El Viejo » {1525-1569 J. Pintura en tabla, 114 x 155 cm, escuela flamenca. Kunsthistorisches Museum de Viena .

• La obra de Pieter Brueghel, inspirada en el Génesis (11, no sería una amenaza para los seres vivos, que
1-9), representa la afanosa laboriosidad humana empeñada encontrarían en ella refugio y salvación. La creatividad del
en la construcción de la llamada torre de Babel , que, artista imagina la obra humana como un grandioso zigurat
asentada en la tierra, pretende levantarse hasta tocar la (torre escalonada) de siete pisos, propio sobre todo de la
bóveda del cielo. Así, la presencia de un nuevo diluvio ya arquitectura babilónica.
A LOS PATRIARCAS: «SI SOIS HIJOS DE
~ ABRAHAM, HACED LAS OBRAS DE ABRAHAM»
(Jn 8, 39)

La figura de Abraham inicia el Ciclo de los Patriarcas y con él se abre la historia de Israel. Tan importante
es Abraham que la profesión de fe del judío comienza con la evocación de su vida: «Mi padre era un arameo
errante que bajó a Egipto y residió allí como inmigrante siendo pocos aún, pero se hizo una nación grande,
fuerte y numerosa» (Dt 26, 5).

La memoria de Abraham permanece viva en este pueblo !j, así, recoge los temas de Isaac y Rebeca, Esaú y Jacob y la legen-
en las discusiones de Jesús con los judíos de su tiempo, éstos daria historia de José [Gn 12-50J . Sin embargo, los artistas
proclaman abiertamente: «Nosotros somos descendencia de han destacado, de este amplísimo Ciclo de los Patriarcas, la
Abraham!j nunca hemos sido esc lavos de nadie» (Jn 8, 33). figura de Jacob !j de sus doce hijos, que darán origen a las
doce tribus del pueblo de Israel y que anuncia la presencia
La iconografía religiosa de todas las épocas recoge en sus imá-
de los doce apóstoles, seguidores de Jesús y encarnación
genes esta importancia capital de la persona de Abraham pa-
del nuevo pueblo según el corazón de Dios. El arte cristiano
ra la fe de Israel y para la historia de la salvación. Su confian-
suele denominar a este conjunto de personajes como los 24
za en Dios a pesar de las dificultades se hace anticipo (o tipo J
ancianos del Apocalipsis [Ap S, 7-8], que aparecen con fre -
de la fidelidad de Jesús.
cuencia en el pórtico de las iglesias o rodeando la figura de Je-
Junto a la persona de Abraham y su familia, sus ganados, sus sús cuando se representa como Señor de la historia y salva-
tiendas, sus viajes y sus relaciones con Dios, el arte religioso dor del mundo.

39

La visita de los tres ángeles a Abraham en Mambré, Francesco /vIontebasso. /vIuseo diocesano de Trento (Italia).
• Génesis (18, 1-15) es el texto bíblico que narra la El autor actualiza el relato bíblico: la tienda es una casa, los
misteriosa aparición de Yahvé (bajo la apariencia de tres tres visitantes son ángeles, destaca la centralidad lumi -
personas) a Abraham en su tienda instalada bajo el encinar nosa de la mesa y el mantel. ..
de Mambré . En esta visita , Yahvé anuncia al ya anciano
patriarca el nacimiento de un hijo. Sara, en secreto, escucha Al contemplar la escena, llama la atención la maestría con
la conversación y se ríe ante tan sorprendente mensaje. Sin la que los rostros y las manos de los personajes evocan
embargo, Dios realiza lo que promete y, a los nueve meses, el instante en que se realiza la extraña promesa que Dios
Sara llamará a su primogénito Isaac (el hijo de la sonrisa) . hizo a Abraham y Sara.

40

La tú nica de J osé (163 0 ], Diego de Si/va Velázquez [1 599-1660 ). Lienzo, 223 x 250 cm. Museo del Monosterio de San Lorenzo de El Escorial [Madrid).

• Velázquez pintó esta obra, junto con La fragua de Vulcano, La hermosa historia de José evoca la estancia del pueblo
en su primer viaje a Italia. En ambos cuadros se aprecian hebreo tanto en Egipto como en la tierra de Canaán. y de
abundantes semejanzas, aunque La fragua sea de contenido ella transcribimos el texto que inspiró al autor: « Entonces
cómico y mitológico y La túnica aborde un tema bíblico y [sus hermanos] tomaron la túnica de José, y degollando
dramático. Al contemplar el cuadro por primera vez nada un cabrito, tiñeron la túnica en sangre y la enviaron ha-
indica que estemos ante una pintura religiosa o bíblica. ciéndola llegar hasta su padre con este recado: "Esto he-
Sólo la lectura del texto del Génesis y, a la vez, la con- mos encontrado. Examina si se trata de la túnica de tu hi-
templación del cuadro nos permiten captar los sentimientos jo o no. " Él [Jacob]la examinó y dijo: "iEs la túnica de mi
del corazón humano que la palabra y la imagen expresan: hijo! iAlgún animalferoz lo ha devorado! ... " Jacob desgarró
el dolor de un padre como Jacob ante la muerte de su hijo su vestido... e hizo duelo por su hijo durante muchos días»
José y la mentira envidiosa que escenifican los hermanos {Gn 31, 31-34].
de José ante su padre.
G EL ÉXODO: «Y DIJO DIOS A MOISÉS ... »

El lector que se acerca a los libros del Éxo-


do, Levítico , Números o Deuteronomio que-
da sorprendido del trato frecuente, cercano
y casi familiar de Yahvé-Dios con Moisés.
Este hombre es para su pueblo la luz, la voz
y la ley de Dios. Los descendientes de Abra-
ham y de José permanecieron en Egipto has-
ta que la opresión de los faraones y sus ca-
pataces suscitó la esperanza de la liberación
de la esclavitud. Moisés fue el llamado, el
elegido y el enviado a realizar esta obra de
la salvación: «Bien vista tengo la opresión
de mi pueblo en Egipto ... Ahora, ve, yo te en-
vío para que saques a mi pueblo, los israe-
litas, de Egipto» [Éx 3, 7-10J . Estos aconte-
cimientos liberadores marcan el inicio del
Ciclo del Éxodo que se continuará con la es-
tancia en el Sinaí y la proclamación del de-
cálogo como pacto entre Dios y el pueblo, la
penosa marcha por el desierto, la conquis-
ta de Jericó, la entrada en el país de Ca-
naán y el lento asentamiento de las doce 41
tribus en la nueva tierra.

Muy por encima de todos los temas, acon-


tecimientos y personajes de este dilatado
periodo de la historia, el arte religioso ha
destacado la figura de Moisés, salvado y sal-
vador de su pueblo, y, sobre todo, guía y le-
gislador. Por eso, parece normal que el
artista religioso haya colocado en paralelo,
en muchas ocasiones, la figura y la vida
de Moisés con la persona y la obra de Je-
sús: Moisés ofreciendo las tablas de la Ley
y Jesús enseñando en el monte las biena-
venturanzas al pueblo; la recogida del ma-
ná y la multiplicación de los panes; el paso
del mar y la pascua judía junto a la última
cena y la pasión de Jesús. Un ejemplo su-
gerente de esta relación se encuentra en la
conocida y famosa Capilla Sixtina del Vati-
cano. Su pared norte presenta la vida de Je-
sús pintada en siete grandes cuadros, y otras
siete escenas, en la pared sur, recogen la
vida de Moisés en íntima relación con las
anteriores.

Moisés, Miguel Ángel {1415-1564]. Escultura destinada a la tumba


del papa Julio 11. Iglesia de San Pedro ad Vincolo {Roma].
• La iconografía cristiana primitiva representa a Moisés que Moisés hablaba con Dios y «los israelitas veían en-
como hombre joven, imberbe, y con la vara mágica que tonces que el rostro de Moisés irradiaba (o era radian-
divide las aguas del mar o hace surgir el agua de la roca en te) ... ». San Jerónimo, en la Vulgata, tradujo como « ... el
medio del desierto. Más tarde, y así se aprecia en la obra rostro de Moisés tenía cuernos (cornutus) >>. En la Edad
de Miguel Ángel, se le caracteriza como persona madura, de Media, ya santo Tomás advirtió el posible error y sugirió el
poblada barba, legislador sereno que sostiene o muestra las término «radiante» como traducción correcta del texto he-
tablas del decálogo y con dos extraños cuernos en la frente. breo original. Artistas como Rafael y fray Angélico, entre
otros muchos y siguiendo a santo Tomás, representarán
La explicación de este sorprendente atributo tiene su ori-
a Moisés envuelto en rayos luminosos.
gen en el texto del libro del Éxodo (34, 35) cuando señala

• Josué aparece en la Biblia co-


mo el sucesor de Moisés y el
culminador de la obra liberado-
ra que él comenzó: introducir al
pueblo en la prometida tierra de
Canaán. El texto bíblico y la ico-
nografía religiosa destacan de
Josué sus capacidades como
guerrero y jefe militar.

Por ello, el escultor Berruguete


representa a este salvador con
42 la vestimenta típica del guerre-
ro de la época renacentista ade-
más del casco, el escudo y la
espada. Y, sobre todo destaca,
como símbolo que le identifica,
el disco solar que sostiene con
su mano derecha. Esta identifi-
cación está inspirada en el tex-
to del libro de Josué (10, 10-15)
que cuenta cómo este guerrero
pide a Dios-Yahvé que el sol se
detenga para acabar la batalla
y la persecución de los reyes
enemigos amorreos en Gabaón.

Josué, Alonso Berruguete (1490-1561).


Talla de modera. Sillería del coro
de lo catedral de Toledo.
~ LA MONA~OUIA: ~<YO SER~ PARA EL
':1 PADRE y EL SERA PARA MI HIJO»
(2 Sam, 7, 14)

43

Oavid con la cabeza de Goliat, Michelangelo Merisi «[aravaggio» {1571-1610 J.


Estilo tenebrista s. XVIf-XVIff. Kunsthistorisches Museum de Viena (Austria).

En el largo asentamiento de las tribus de Israel en la tierra de Sin embargo, la muerte de Salomón origina la decadencia de
Canaán, la Biblia judía destaca las acciones salvadoras de los Israel. En medio de tanto esplendor, los profetas anuncian que
no es oro todo lo que reluce y denuncian la injusticia, la co-
jueces. ¿Ouién no recuerda, por ejemplo, las prodigiosas ta-
rrupción, la falsa religiosidad y el abandono de los necesita-
reas de Sansón y sus enfrentamientos con el enemigo filis-
dos. El reino único de David se divide y la ambición de las po-
teo? Estos carismáticos líderes ocasionales y tribales, que tencias extranjeras termina por conquistar la tierra y deportar
son los jueces bíblicos, desaparecen ante los deseos del pue- a sus gentes.
blo que pide un rey al último gran juez Samuel (1 Sm 8). Por eso, el arte religioso creará, por un lado, escenas y motivos
Comienza entonces el tiempo de la monarquía política y religio- que destacan las figuras de David y Salomón como reyes, se-
sa. El reyes el enviado de Dios y en él reside todo el poder. gún el corazón de Dios, y como figuras o tipos de Jesús, el
Todo cuanto existe está a su servicio. Durante la monarquía, hijo de Dios. Por otro lado, los artistas imaginarán represen-
Israel vive tiempos de máximo esplendor y bienestar. El reino de taciones de Jerusalén y su templo como la ciudad de Dios, la
David y Salomón viene a ser como un nuevo paraíso. Los signos única y definitiva, el paraíso de los cielos y de la felicidad. y
más evidentes de esta época dorada de Israel son la majestuo- tendrán cabida también en la iconografía religiosa los profetas
sidad de Jerusalén, la capital, y el gran templo que Salomón edi- significativos de esta larga época monárquica: Natán, Elías,
fica como imagen de la presencia de Dios en la tierra. Isaías, Amós, Oseas y Jeremías.
• Los artistas del Renacimiento representan a David como novelesco tema bíblico ilustra el desigual enfrentamiento
el modelo de hombre de su época: joven, guerrero, estratega, del avanzado, ambicioso!:! poderoso pueblo filisteo contra
héroe, re!:!, pecador, humano, músico!:! poeta. Sin embargo, el rudimentario!:! débil pueblo judío al que David, a lo largo
la iconografía medieval lo había representado, sobre todo, de su reinado, elevará a la categoría de primera potencia
como monarca venerable!:! sabio escritor a quien se le de Oriente.
atribuía por tradición el libro de los Salmos. Uno de los Caravaggio, siguiendo el texto bíblico del primer Libro de
temas preferidos del arte religioso es el enfrentamiento Samuel (17, 32-54], identifica al hebreo David como joven
entre David!:! Goliat. El propio Caravaggio, además de este ·e imberbe pastor que sostiene en una mano la gran espa-
cuadro, pintó la escena en la que David se dispone a da del poder!:! en la otra la cabeza agonizante del adulto
disparar su honda contra el gigante. Este legendario !:! !:! poderoso Goliat.

44

El juicio de Salomón, escuela de Rubens. Museo del Prado [Madrid).

• La justicia es, tal vez, la primera cualidad que los pueblos Las miradas!:! los gestos de los personajes principales de
de la Antigüedad esperaban de sus reyes. Por ello, no es de la escena se dirigen hacia él suplicando o esperando su
extrañar que la iconografía religiosa [judía, musulmana !:! respuesta. Los demás personajes del cuadro se centran en
cristiana) ha!:!a destacado en sus representaciones del re!:! el niño sostenido por el ejecutor de la sentencia real.
Salomón su sabio modo de impartir justicia, que se cuenta Además de esta escena, la más popular!:! querida por los
en el primer Libro de los Re!:!es (3, 16-28). Esta narración pintores, las obras artísticas destacan de Salomón su empeño
inspiró, sin duda, al autor del cuadro. Al igual que David, en la construcción del templo!:! el esplendor, lujo!:! magnifi-
Salomón aparece identificado como re~ del pueblo: sentado cencia de que dotó a Jerusalén en su largo reinado, repre-
en su trono y en actitud de juez que escucha ~ dicta sentencia. sentado sobre todo en la visita de la reina de Saba.
,
4) EL DESTIERRO: «A ORILLAS DE LOS RIOS
DE BABILONIA NOS SENTÁBAMOS PARA LLORAR ... »
(Sal 137, 1)

Babilonia quedó para siempre en la memoria del pueblo judío El arte religioso pretenderá contar en im á-
genes la desoladora situación de los deste-
como símbolo de la más amarga experiencia nacional: el destierro.
rrados de Babilonia o los sueños ilusionados
Lo vivido en Babilonia actualizaba la dura esclavitud de sus por volver a su tierra ~ a su casa . Para ello,
antepasados en Egipto. Sin tierra, sin posesiones, sin templo, acudirá a las atrevidas narraciones literarias
o visiones del profeta Ezequiel ~ de Daniel. El
sin futuro, se sienten abandonados por su Dios. Tan sólo algunos
libro de éste, aunque se escribió mu~ pos-
profetas como Ezequiel o el llamado segundo Isaías (Is 40-55) teriormente, es el que mejor cuenta la opre-
lograron mantener viva la esperanza de volver a su tierra, a sus sión de los desterrados ~ sus esperanzas
de liberación. Por eso, será la principal fuen-
tradiciones y a su fe. La caída de Babilonia en manos del imperio
te de inspiración para los artistas religiosos.
persa y la subida al trono del rey Ciro despejaron las sombras del Por otra parte, la figura del rey persa [ira
horizonte. Y, sobre todo, el edicto de Ciro sobre los desterrados quedará descrita en las expresiones artísti-
cas con la misma categoría o identidad que
[Esd 1) abrirá las puertas para el regreso, al nuevo éxodo liberador. los monarcas, profetas o sabios judíos.

4S

La visión de Ezequiel, Francisco Col/antes [1599.1656). Tabla del s. XVII. Museo del Prado [Madrid}.
• La fuente de inspiración de esta pintura de F. Collantes medio de la desolación aparece el profeta que anuncia, en
es el texto de Ezequiel (37, 1-14). Desde los criterios del nombre de Dios, la vuelta a la vida y la hora del regreso del
pueblo a su Jerusalén y a su patria: «Así dice el Señor: he
arte renacentista, el autor imagina la gran ciudad de
aquí que yo abro vuestras tumbas; os haré salir de vuestras
Babilonia en ruinas donde el pueblo de Israel vive su
tumbas, pueblo mío, y os /levaré de nuevo al suelo de
destierro, experimenta la muerte y, sin embargo, no pierde Israel... Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis; os
la esperanza de volver a su tierra. «El valle de los huesos estableceré en vuestro suelo y sabréis que yo lo digo y lo
secos» podría titularse esta narración de Ezequiel. En hago» (w. 12-14).

46

La casta Susana, Pedro Pablo Rubens {15??·1640] . Real Academia de San Fernando {Madrid] .

• La presencia de Daniel en el arte cristiano se remonta lidad amenazada que todo judío sintió en su experiencia
a la época de las comunidades cristianas primitivas. Las de destierro. Con su peculiar estilo, Rubens representa en
paredes de las catacumbas y los bajorrelieves de los Susana la angustia del pueblo desterrado ante sus perse-
sarcófagos ya representan a Daniel (nombre que en hebreo guidores, personificados en los dos ancianos jueces co-
quiere decir «Dios es mi juez») en alguna de las tres rruptos. En Daniel se presenta al judío que se mantiene
fiel a sus opciones de fe. Posteriormente, llamó la atención
escenas que más hondo calaron en la sensibilidad popular:
de los artistas las explicaciones de sus sueños y las des-
en el foso de los leones, en el horno de fuego con los tres
cripciones de sus visiones apocalípticas que pretenden
jóvenes y como niño-juez en el caso de Susana.
anunciar un tiempo futuro de bienestar y esplendor sin la
El relato de Susana es una narración edificante de la fide- amenaza de la muerte, la persecución o el exilio.
LA VUELTA DEL DESTIERRO:
O «EN EL DESIERTO, ABRID UN CAMINO ... »
(Is 40,3)

47

Noemí, Rut y
Orfá {1795],
Wi/liam 81ake
{1757-1817].
Grabada.

El desierto y sus ásperas condiciones Pero la tierra que habitan pertenece a los grandes señores de la historia,
que ahora son persas, luego serán los griegos de Alejandro Magno y sus su-
de vida es la imagen con la que el
cesores, sobre todo, Antíoco IV y, por fin, los emperadores romanos. Tan
escritor sagrado describe la realidad sólo en un par de ocasiones gozará la nación judía de relativa libertad e in-
que encuentra el pueblo judío a la dependencia. La primera coincide con el levantamiento de la familia maca-
bea contra Antíoco IV y la presencia de la cultura griega. y un siglo más tar-
vuelta de Babilonia, después de sus
de, será Herodes el Grande quien despierte las esperanzas de este pueblo.
cuarenta años de destierro. En este
Las sorprendentes narraciones apocalípticas del Libro de Daniel y los pe-
desierto hay que abrir caminos: queños relatos de Jonás, Rut, Judit o Ester nos describen las acciones
levantar las casas caídas, reconstruir liberadoras que completan la historia de la salvación que se inició en los
días de la Creación y que culminará en la persona de Jesús. A esta larga
ciudades, reedificar el templo
época de la historia de Israel pertenece también el Libro de Job.
destruido, cultivar los campos, trazar
El arte religioso encuentra en estas narraciones de la historia y de la fe ju-
nuevas calzadas, restaurar las días abundantes motivos para sus creaciones artísticas. Tal vez, los ciclos
tradiciones e implantar de nuevo de Jonás y de Job son los que más atención suscitan en los artistas de to-
das las épocas, porque en la vida y figura de ambos se destacan significa-
la le~ de Moisés.
tivos paralelismos con la persona y obra de Jesús.
• El Libro de Rut, hablando literariamente, podría activas. El grabado de Blake expresa con sencilla naturalidad
considerarse como una novela corta protagonizada por dos la difícil situación a la que se enfrentan estas personas.
mujeres, la judía Noemí y la extranjera Rut. En él se El cuadro recoge una de las primeras e importantes escenas
representa la dura situación de la mujer dentro del pueblo del relato : «Noemí insistía: volveos. ¿ Por qué queréis venir
hebreo, y sobre todo si es viuda y sin hijos, como le sucede conmigo ? .. Ellas se echaron nuevamente a llorar. Después,
a Noemí. La única ayuda humanitaria la encontrará en Rut, Orfá besó a su suegra y volvió a su pueblo, pero Rut se
extranjera y también viuda y sin hijos. La situación de echó en brazos de Noemí. .. y le respondió: No insistas en
estas mujeres representa en todo su dramatismo la misma que te deje, alejándome de ti; donde tú vayas, iré yo; donde
situación por la que pasa su pueblo a la vuelta del destierro. tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será
Sólo la esperanza en un futuro mejor las mantiene vivas y mi Dios... » (1, 11-17).

• El Libro de Job se escribió


después del destierro, posiblemente
por varios autores y en diferentes
momentos históricos. Pero en todo él
late una cuestión muy humana: el
problema del mal. ¿Por qué existe el
mal, que nos hace sufrir y morir?
¿Dónde está la causa? Además, la
persona creyente como Job no
acierta a compaginar esta presencia
del mal en el mundo con la fe en un
48 Dios lleno de misericordia y de
bondad. En algún momento de su
vida , todo ser humano se plantea
estas cuestiones y no se suele
encontrar respuestas válidas y
definitivas. Y esto es también, entre
otras experiencias, lo que le sucede
al pueblo de Israel a la vuelta de
Babilonia.

Esta actitud parece reflejarse clara-


mente en el Job de Gruber: pensati-
vo, solo y desnudo en medio de un
mundo semivacío. Se mantiene vivo
como persona, se le ve con fuerza,
no se le aprecia acabado o vencido
por la dureza de su entorno o los pro-
blemas de su propia existencia. ¿Es-
pera, sentado, en su meditación en-
contrar el sentido a su vida? Si
pudiera hablar este Job de nuestros
días, quizá repetiría las mismas pa-
labras del Job bíblico: « Lo que más
temía me sucede, lo que más me ate-
rraba me acontece: vivo sin paz, sin
calma, sin descanso, en puro so-
bresalto» (3, 35-26) .
Job [1944 J. Franeis Gruber. Ta te Gallery [Londres J.
Comentar, siguiendo el « Método para leer una obra de 6. Descubrir los personajes, acontecimientos o temas del
arte», las doce imágenes del apartado 2 (páginas 37- A.T. que están representados en las obras de arte del
48] que presentan los personajes y acontecimientos patrimonio artístico de la ciudad o región donde se vi-
más relevantes de la historia de Israel. ve.
2. Escoger una de las doce obras de arte de este aparta- 7. Se ha dicho que la Capilla Sixtina es la Biblia del arte
do, compararla con el texto bíblico en que se ha inspi- renacentista . Identificar, comentar y valorar las esce-
rado e identificar las semejanzas y diferencias entre am- nas del A.T. pintadas en ella.
bos modos o lenguajes de contar un acontecimiento.
8. Consultar, si es posible, alguna de las llamadas « Biblias
3. Elegir un personaje significativo del A.T. [Adán, Eva, ilustradas» y valorar el trabajo de sus artistas o ilus-
Abraham, Jacob, Moisés, Samuel, David, Elías, Jonás, tradores.
Job, Daniel, Rut, Judit ... ] y comentar cómo la iconogra-
9. Visionar y valorar alguna de las muchas películas que
fía religiosa lo ha presentado a lo largo de los distintos
abordan temas, acontecimientos o personajes del A.T. ,
estilos [bizantino, románico, gótico, barroco, moder-
realizadas en distintas épocas del cine [por ejemplo, La
nismo ... ].
Biblia galardonada con un premio Emmy y editada en
4. Seleccionar un artista [Velázquez, El Greco, Goya, Sal - 16 vídeos por RBA].
cilio, Dalí. .. ], acercarse a su obra y constatar y comen-
10. Acercarse desde el mundo de la música y de la expre-
tar los temas, personajes o acontecimientos del A.T. que
sión corporal (ópera, ballet] a algunos sucesos ya sig-
ha dejado en su obra artística.
nificativas experiencias que se narran en el A.T.
5. Contar en imágenes de diferentes autores, épocas y es-
tilos una pequeña historia de las muchas que recoge el
A.T. , como la de Jonás, Rut, Tobías, José ...

49
A JESUCRISTO, EL ROSTRO VISIBLE DE DIOS:
W «OUIEN ME HA VISTO A Mí HA VISTO AL PADRE»
(Jn 14, 9)
Cuando los cristianos quieren representar La salvación de Dios se puede contemplar en la persona y en la vida de
Jesús. Su nacimiento, su bautismo, sus gestos de sanación y de perdón,
la imagen de Dios salvador acuden al
sus palabras, su pasión, muerte y resurrección son experiencias que se
rostro de Cristo. Según el apóstol Pablo, dejan ver, contemplar y sentir a través del arte cristiano.
«Él es la imagen del Dios invisible»
Desde los comienzos, los artistas cristianos emplearon una serie de recur-
(Col 1, 15), Y Juan proclama que sos plásticos y simbólicos para representar a Dios, encarnado en la perso-
«Lo que existía desde el principio, na de Jesús. En los primeros tiempos recurren a imágenes emblemáticas,
como el pez o el cordero, pero con el paso del tiempo, el repertorio cristia-
lo que oímos, lo que vieron nuestros ojos, no de inspiración neotestamentaria se irá ampliando y enriqueciendo. Ico-
lo que contemplaron y palparon nuestras nos y figuras de Cristo en oriente y occidente representarán, de múltiples
manos ... os lo anunciamos» (Jn 1, 1-3] . formas, al Dios encarnado y hecho visible en el rostro de Cristo.

50 • Sobre un fondo de tonos


oscuros aparece el rostro
luminoso de Cristo. Se realza
la profundidad de su mirada
y sus ojos parecen querer
abarcar e interiorizar todo
aquello que mira. Es una
mirada serena, llena de
ternura, cálida como todo su
rostro . Una amplia frente,
llena de luz, parece recoger
toda la realidad del mundo.
Su boca, medio abierta, invita
a los que le contemplan a una
respuesta. «Tanto tiempo que
llevo con vosotros... quien me
ve a mí está viendo al Padre»
(Jn 14,9).

Jesucristo, Georges Rouault


[1.871.1958). Museo del arte
de Cleveland (EE UU).
e LOS CUATRO EVANGELIOS

El Nuevo Testamento y muy especialmente 105 de Ezequiel (1, 5-10J Y del Apocalipsis [4, 5-8J: el hombre ala-

evangelios serán la fuente principal de inspiración do representa a Mateo porque comienza su evangelio con la ge-
nealogía de Jesús; el león alado quiere representar a Marcos
de 105 artistas cristianos. porque inicid su obrd hdblando de Id voz que clama en el de-
Los evangelistas fueron representados por los artistas de for- sierto; el toro dlddo evoca la figura de Lucas porque inicia su
mas muy diversas, bien bajo aspecto humano como discípu- relato con el sacrificio del sacerdote Zacarías; y el águila, remite
los de Jesús escrib iendo su mensaje, bien bajo formas sim- al evangelista Juan, el autor que más intenta acercarse a la
bólicas. Las más conocidas son las figuras tomadas del Libro divinidad de Jesús .

• Son las primeras esculturas neoclásicas


del arte gallego. Los evangelistas aparecen
junto a otras imágenes (instrumentos de
la pasión y virtudes teologales) como una
gran alegoría de la Eucaristía, ellos
representan la Nueva Alianza inaugurada
por Jesús. Llama especial atención el
símbolo de Mateo, ya que el hombre alado
es sustituido por un ángel que sustenta el
peso del evangelio. El rostro de Marcos, con 51
el símbolo del león bajo sus pies, manifiesta
toda la concentración y reflexión que quiere
verter en el evangelio que tiene en sus
manos. La figura de Lucas, con el símbolo
del toro, víctima para el sacrificio, parece
querer evocar a Jesús, víctima del mal de
este mundo, inicio del culto nuevo que
agrada a Dios. La figura de Juan, con el
símbolo del águila, expresa en su mirada
y en sus gestos la profundidad de lo
trascendente, su rostro aparece con una
especial luminosidad evocadora de Dios
9ue es luz \:1 palabra hecha carne gue vino
a habitar entre nosotros. «Dado que
muchos han intentado hacer una exposición
ordenada de los hechos que se han
verificado entre nosotros... los que desde
un principio fueron testigos oculares... he
resuelto yo también ... ponértelo por escrito»
(Le 1, 1-4).

Esculturas del monumento del Jueves Santo,


José Ferreiro [1772). Madera policromada
182 x 50 cm. Iglesia del monasterio de San Morriña
Pinario [Santiago de Compostela).
A LA INFANCIA DE JESUS:
V «OS HA NACIDO UN SALVADOR»
(Le 2,11)

Los relatos de la infancia se encuentran en los evangelios de es Jesús. De esta forma la Biblia y el arte cristiano sitúan a Je-
Lucas y Mateo. Mateo inicia su re lato con la genealogía de Je- sús en la confluencia entre el Antiguo y Nuevo Testamento.
sús [1, 1-?]. Se compone de una lista de 26 antepasados del El arte cristiano retomó también muchos otros acontecimien-
Mesías, hijo de David, culminando con su nacimiento. El profe - tos de la infancia de Jesús. Los más significativos podrían ser:
ta Isaías [11, 1-3 J ya había anunciado su llegada: « Saldrá un la anunciación, como preludio de la presencia histórica de Cris-
brote del tronco de Jesé y una flor nacerá de sus raíces.» Jesé to entre nosotros; la visitación; el nacimiento, como origen de
descendía de Booz y Rut, nació en Belén y su octavo hijo fue el la vida humana de Jesús; la adoración de los pastores y los
rey David. El arte crist iano se adueñó de este símbolo genealó- reye s magos; la circuncisión de Jesús y presentación en el
gico, « el árbol de Jesé» , y lo enriq ueció descifrando sus tres Templo; la matanza de los inocentes y la huida a Egipto; y por
elementos simbólicos: la raíz es Jesé, la vara es la Virgen y la flor último, cierra el Ciclo de la Infancia Jesús entre los doctores.

Anunciación (1991), Gregario Dom ínguez « Gayo» . Acrílico-tabla, 43,5 x 90 cm.

• Este acrílico sobre tabla le fue encargado al artista en Entre María y el Espíritu se encuentra un lirio morado, ex-
1997 por el Comité para el Jubileo del Año 2000. presión del futuro doloroso que la esperaba. La actitud y so-
bre todo el rostro de María parecen expresar la total dispo-
En la escena aparece la joven María abriendo la ventana,
nibilidad a la acción del Espíritu.
actitud de acogida al Espíritu que llega simbolizado en la
paloma . Su sombra se refleja en el corazón de María como «Aquí está la sierva del Señor; cúmplase en mí lo que has
signo de su maternidad. dicho » (Le 1, 38).
-- ---- - - - - - -

Son sin duda los evange lios canónicos las fuentes que inspi- gro de la pa lmera en la huida a Egipt o dando de comer al niño
raron toda la riqueza iconográfica de la infancia de Jesús. Pe- Jesús ... Esta riqueza imagi nat iva de los apócrifos fue re cogi-
ro la extrema sobriedad de sus re latos fue recreada y enri- da por la piedad y devoción popu lar. El art e cristiano se en-
quecida por los evangel ios apócrifos. Sus relatos imaginativos cargará de recrearla a través de escu lt uras en piedra, ta llas
y creativos añaden detalles, incorporan nuevas escenas, en- en madera, pinturas, bordados, tap icerías y vidrieras. Expre-
riquecen los hechos narrados de forma fantástica y mágica. siones artísticas que, a lo largo de los siglo s, pondrán de ma-
Ej emp los clásicos, ent re otros muchos, podrían ser la pre- nifiesto los primeros años de la vida de Jesús.
se ncia del buey y la mul a en el Nacimiento de Jesús, el mila -

• Todos los perso-


najes se sitúan ante
un templete que en-
cuadra el altar y re-
presenta el Templo .
Simeón sostiene al
niño, sus manos es-
tán cubiertas con el
manto en señal de
respeto ; José lleva
las dos palomas del
sacrificio; María tie-
ne una actitud de to- 53
tal acogida a su hijo,
y Ana, a la derecha
del cuadro, expresa
su admiración con
un gesto elocuente,
mientras sus manos
sostienen un rollo
donde están escritas
las profecías. «Cuan-
do llegó el tiempo,
llevaron al niño a la
ciudad de Jerusalén
para presentarlo al
Señor y ofrecer un
sacrificio... un par de
fórfolas» (Lc 2, 22) .

La presentación en el Templo, Giorro (1 304-1406). Fresco de 200 x 185 cm. Capilla de los Scrovegni, Padua (lta/ia).
A LA VIDA PUBLICA DE JESUS:
V «PASÓ HACIENDO EL BIEN»
(Hch 10,38)

Según los relatos bíblicos, el bautismo de Jesús señala el co- Pedro con las llaves, símbolo de la misión que Jesús le confiere.
mienzo de su vida pública. Este periodo ministerial, desde el Todo lo relativo a la predicación de Jesús aparece de forma
punto de vista iconográfico, se estructura en torno a dos ac- amplia ~ creativa en el arte cristiano: encuentros ~ diálogos
ciones significativas en la vida de Jesús: la predicación [dis- de Jesús con la samaritana, la mujer adúltera, Magdalena, Ni-
cursos ~ parábolas ricas en imágenes sacadas de la vida dia- codemo, Zaqueo ...; encuentros con los niños a los que pide
ria ~ el sermón del monte) ~ los milagros [curaciones que se le acerquen; parábolas como el buen samaritano, el
acompañadas de gestos de perdón, la multiplicación de ali- hijo pródigo, la oveja perdida, el trigo ~ la cizaña .. . fueron re-
mentos ~ algunas resurrecciones J. presentadas según la creatividad de los artistas cristianos e hi-
La predicación de Jesús es precedida por la llamada a los dis- cieron posible el milagro de poder contemplar ~ admirar las
cípulos, destacando, en la iconografía cristiana, la figura de palabras del mensaje salvador de Jesús.

Jesús en
Tiberíades,
Joaquín
50rolla
[1864-1923 J.
Colección
L/adró
[ValenciaJ.

54

• Toda la luz del Mediterráneo parece concentrarse en esta actitud de escucha, todos parecen entenderle, los niños y
escena de Jesús en la barca anunciando al pueblo la Buena los mayores, la gente del pasado y del presente. «Bendito
Noticia de Dios. El pasado y el presente parecen encontrarse seas, Padre... , porque has revelado estas cosas a la gente
en las figuras que aparecen en la escena: los apóstoles y sencilla» (Lc 10, 21).
el pueblo vestido con ropas más actuales. Todos están en
Los milagros también recibirán un tratamiento especial en el ciegos, sordos, leprosos, paralíticos, endemoniados, etc., y las
arte cristiano. En todos ellos se puede encontrar la manifes- tres resurrecciones del hijo de la viuda de Naín, de la hija de Jai-
tación del poder de Jesús sobre la naturaleza, especialmente ro y de Lázaro, milagros que por su sencillez y carácter sim-
sobre la enfermedad y la muerte. bólico, quieren comunicar la actividad salvadora de Jesús, que
Milagros relativos a los alimentos como la multiplicación de pasó por la vida haciendo el bien y curando a muchos de sus
los panes o la transformación del agua en vino; curaciones de enfermedades.

55

La curación de los ciegos de Jericó, Nicolás Pausin [1594-1665]. Óleo sobre lienzo, 119 x 116 cm. Museo del Louvre [París].

• La escena representa a Jesús devolviendo la vista a dos y hasta parece acariciar al enfermo. Los dos ciegos, en
ciegos de Jericó, frotando sus ojos con un poco de barro. actitud suplicante, parecen querer tocar a Jesús. Al fondo,
Al fondo queda la ciudad, su entorno parece reflejar las el resto de personajes tiene actitudes diferentes: apoyo,
ciudades de la época del autor más que el ambiente judío asombro, expectación, duda ... «Ten compasión de nosotros...
del tiempo de Jesús. En primer plano aparece Jesús con -¿ Tenéis fe en que puedo hacer eso?» [Mt 9, 27-28).
un gesto de sanación: su mano inspira bendición, ternura
56

Bodas de Caná, Fernando Gallego (1440-150?) y colaboradores. Óleo sobre tabla, 153,5 x 118, 5 cm. Iglesio parroquial de Arcenillas (Zamora).

• La escena queda encuadrada en un arco diafragma jarra ya rebosante. María contempla la escena en la puerta
rebajado; en ella aparece una sencilla habitación con muros de la sala . Los vestidos de época, los gestos de los
de sillería, dos puertas y una ventana estrecha . Se personajes y el movimiento de toda la escena parecen
representa el milagro realizado por Jesús en las bodas de expresar el significado que Jesús pudo tener para los
Caná de Galilea. En el interior de la sala hay dos grandes creyentes del siglo xv. «Esto hizo Jesús en Caná de Galilea,
tinajas y un sirviente procede a llenar de agua una de ellas, como principio de las señales... y los discípulos le dieron
mientras Jesús bendice el agua de otra de las tinajas, que su adhesión» (Jn 2, 111) .
transformada en vino es recogido por otro sirviente en una
A LA PASION DE JESUS: «NADIE ME OUITA
V LA VIDA YO LA DOY VOLUNTARIAMENTE»
(Jn 10, 18)

La pasión de Jesús es el núcleo Son numerosas las escenas iconográficas del Ciclo de la Pasión; las más repre-
central de los evangelios. Sus relatos, sentativas podrían ser: La entrada de Jesús en Jerusalén, recreada por el apó-
crifo de Nicodemo, que completa el relato evangélico, presenta a los hijos de los
enmarcados en el espacio hebreos llevando ramos y extendiendo sus ropas sobre el camino alfombrado con
y en el tiempo, permitieron al arte palmas. Otras escenas como la expulsión de los mercaderes del Templo y la
Última Cena el día anterior a la pasión, representada por el lavatorio de los pies,
cristiano representar los últimos
la cena , la celebración de la Eucaristía y el anuncio de la traición, forman parte
acontecimientos de la vida de Jesús. de los acontecimientos anteriores a su prendimiento y muerte.

57

La Última Cena, Salvador Dolí [1904 ·1989]. National Gallery [Washington].

• Versión actualizada de la última comida de Jesús con es el único que permanece erguido mientras que los após-
sus discípulos. Se observa una escena con dos planos bien toles expresan un gesto de adoración. En la mesa apenas
diferenciados por la luz: en la parte inferior se encuentra aparecen los dos símbolos de la Eucaristía, el pan y el
Jesús y sus discípulos en una semi-penumbra; en la parte vino en un vaso transparente; el fondo de la escena está
superior, mucho más luminosa, aparece la estructura dominado por un paisaje lleno de luz en el que aparece un
transparente de la casa y un cuerpo humano abarcando cuerpo de hombre, evocador del Resucitado abriendo sus
toda la escena. brazos y acogiendo toda la realidad. «Tomad, esto es mí
La centralidad de Jesús en la mesa con sus amigos y la cuerpo ... Ésta es la sangre de la alianza mía que se derra-
actitud de éstos llama poderosamente la atención. Jesús ma por todas» (Mc 14, 22-23) .
Podrían secuenciarse las
escenas de la Pasión con
todo lujo de detalles, tal co-
mo nos las presenta el ar-
58
te cristi;mo. Escenas sobre
la Oración en el Huerto de
los Olivos; el prendimiento;
la flagelación, la coronación
de espinas; el « Ecce Ha-
mo»; Jesús camino del cal-
vario, escena ésta recogida
también en los evangelios
apócrifos y puesta en es-
cena en el Teatro de los Mis-
terios, con añadidos al tema bíblico co-
mo el encuentro de Jesús con la Verónica; la
crucifixión y muerte de Jesús, prefigurada en el
Antiguo Testamento por la serpiente de bronce La Crucifixión,
elevada por Moisés en el desierto p<3r<3 s<3lv<3r <3 escuela de Lucques s. XII/.
Galería de los Ufficci,
su pueblo, serán los temas centrales de 1<3 icono-
Flarencia [Italia).
grafía cristiana.

• La figura de Cristo expresa todo el sufrimiento de su encuentro con los de Emaús. En el centro, a modo de
pasión y muerte. Los brazos abiertos parecen querer acoger división entre los dos tiempos de la historia, lo anterior a
las sucesivas escenas que dieron lugar a los últimos su muerte y la vida nueva, aparece su crucifixión .
acontecimientos de la vida de Jesús: su prendimiento, las «¿ No tenía el Mesías que padecer todo eso para entrar en
burlas y flagelación, el camino del calvario, el descenso de
su 9Ioria?» (Lc 24,26).
la cruz, el entierro, el anuncio de su resurrección y el
El final del Ciclo de la Pasión está representado por el des- la dimensión de acontecimiento único. En sus múltiples re-
cendimiento de Jesús de la cruz !:J la Virgen de la Piedad sos- presentaciones se puede descubrir el rostro de Dios Salvador,
teniendo entre sus brazos el cadáver de su hijo, !:J el Santo En- un Dios crucificado que comparte solidariamente la experien-
tierro. La pasión !:J muerte de Jesús tienen, en el arte cristiano, cia del dolor y de la muerte, con todos los seres humanos.

• En el marco de unos
tonos oscuros aparece
la escena de la Madre
presentando a su hijo
muerto. Su ropaje evo-
ca la forma de vestir de
las mujeres holande-
sas, tal vez el artista
imaginaba a María co-
mo cualquier madre en
una situación dramáti-
ca como ésta. Su ex-
presión no es ya de
dolor, es de serenidad,
aceptación, entrega to-
tal. Jesús, más que 59
muerto, parece abatido
por un cansancio mor-
tal. Contrastan los azu-
les claroscuros de Ma-
ría con el amarillo del
ropaje de Cristo y del
cielo. Tal vez esos co-
lores puedan indicar un
atisbo de esperanza en
medio de tanta desola-
ción, tanto horror, tan-
ta muerte.

«Caída ya la tarde... Jo-


sé de Arimatea... , des-
colgando a Jesús, lo
envolvió en la sába-
na ... » [Mc 15,42-45].

La Pietá, Vincent ,van Gagh


[1853-1890). Oleo sobre
lienzo, 73 x 60,5 cm. Museum
Amsterdam.
o LA RESURRECCiÓN DE JESÚS:
~ -

«No os asustéis, buscáis a Jesús de Nazaret,


el crucificado, ha resucitado, no está aquí,
irá delante de vosotros a Galilea, allí lo veréis
como os había dicho»
(Me 16,6-8)

El relato evangélico de la resurrección


de Jesús es el corazón de la fe
cristiana, su lenguaje simbólico
quiere comunicar los hechos
que se sucedieron tres días
después de la muerte
de Jesús.

Las representaciones bíblicas más


usuales en el arte cristiano suelen es-
tar relacionadas con imágenes del An-
60 tiguo Testamento como la de Jonás sa-
liendo vivo del vientre de un gran pez o la
de Sansón arrancando las puertas de Gaza
con sus hombros. Se retoman estas imáge-
nes bíblicas y se añaden también numerosos
símbolos extraídos de los Bestiarios, los más po -
pulares han sido el león resucitando a sus cacho -
rros a través de un rugido, el ave fénix que renace
de sus cenizas o el pelícano que alimenta a sus po-
lluelos con la sangre de su pecho abierto. Estas repre-
sentaciones fueron popularizadas por la Biblia « morali-
zada» y la Biblia de los «pobres» hasta finales de la Edad
Media .

• El pelícano tiene figura de águila y se apoya sobre la bo-


la del mundo. Su cuello está doblado para poder picarse en
el pecho y alimentar con su sangre a sus polluelos. Las
alas extendidas forman el atril para colocar el libro.
Las Sagradas Escrituras y la Eucaristía son las dos for-
mas más utilizadas en el arte cristiano para expre- El Pelícano. Facistol
sar la presencia del Resucitado entre los cristianos. [segunda mitad del siglo
XVIII). Bronce cincelado
«Entre vosotros, el que quiera hacerse grande ha 169 x 62 cm, pie 48 cm.
de ser servidor vuestro, y el que quiera ser primero Iglesia catedral de Jaén.
ha de ser siervo de todos, porque tampoco el hombre
ha venido para que le sirvan, sino para servir y para dar
su vida en rescate por todos» (Mc 10,42-45).
Los hechos narrados en los evange li os nada dicen sobre la re- vacía y el ánge l que les anuncia la resurrección de Jesús, una
surrecc ión de Jesús, su lenguaje simbó li co apenas cuenta los de las escenas pictóricas popu larizada por el teatro en los au-
hechos que se sucedie ron tres días después de la muerte de tos sacrame ntales; Crist o sa li endo de la tum ba , escena que
Jesús. Hechos que fue ro n recread os por la pie dad popu lar y no se apo ya en ningún texto evangé li co pero que también ha
exp resados a través del arte de todos los tiempos. sido rep resenta da con frecue ncia, com o res pu esta de la fe po-
Algunos de los hechos más sign ifi cativos representados por pular, a la necesidad de expresar en im áge nes sus conviccio-
el art e crist ia no sue len ser: el de las mujeres ante la tumba nes y creencias.

• Dominando toda la es-


cena aparece la figura de
Jesús Resucitado. Al fondo
se encuentra la ciudad ilu-
minada po r el amanecer,
mientras la noche y la luna
se van retirando. La luz y
la sombra tienen un papel
principal. Incluso la imagen
de Cristo se encuentra en-
tre la luminosidad y la ti-
niebla. Lleva las marcas de
la pasión, sus manos y su
costado las reflejan, tam- 61
bién el sudario que envuel -
ve parte de su cuerpo. Su
rostro manifiesta serenidad
y paz , pa rece querer co -
municar la experiencia vi-
vida, mostrar las señales
que le han llevado a la
muerte. Pero la luz vertida
sobre su cuerpo herido nos
revela una nueva vida, don-
de el dolor, el sufrimiento y
la muerte han sido venci-
dos para siempre. « Mirad
mis manos y mis pies; soy
yo en persona. Palpad-
me y mirad; un fantasma
no tiene carne ni huesos
como veis que tengo yo »
(Le 24, 39) .

Cristo Resucitado, Bramantina.


Óleo sobre tabla, 109 x 13 cm. Mu-
seo Thyssen Bornemisza, Palacio
de Villahermosa (Madrid).
Las apariciones a los apóstoles en
Jerusalén y en Galilea en el lago
Tiberíades y a los discípulos de
Emaús fueron recreadas artísti-
camente a lo largo de los siglos,
para así confirmar la veracidad de
estos hechos.

El arte cristiano quiere represen-


tar, de alguna manera, la acción
misteriosa de Dios en la resu-
rrección de Jesús, un aconteci-
miento que desborda la historia y
que sólo puede desvelar la fe de la
comunidad creyente. A través de
sus múltiples manifestaciones,
los artistas cristianos han querido
representa r la experiencia de la
resurrección, Dios ha resucitado
a Jesús, lo ha arrancado del po-
der de la muerte y le ha dado su
propia vida.

62
• Enmarcados en dos finas
columnas, aparecen los tres
personajes que centran la es-
cena. Se aprecia el movimien-
to de los ropajes, la postura de
brazos, piernas y pies y hasta
el sutil juego de las actitudes
y miradas de los personajes
entre sí. La majestuosidad de
la figura de Cristo, no desen-
tona con su vestimenta de pe-
regrino: el gorro, el pequeño
bastón y el zurrón que cuelga
de su cuello. Llama la aten-
ción los pies de los tres per-
sonajes, expresión de su con-
dición de peregrinos, en una
cultura vinculada a las pere-
grinaciones de los fieles de to-
das las tierras y países de Eu-
ropa. «Mientras conversaban._.
Jesús en persona se acercó y
se puso a caminar con ellos»
(Lc 24, 15).

Relieve en piedra de los discípulos de Emaús, Románico s. XII.


Monasterio de Santo Domingo de Silos [Burgos).
' ,
O PENTECOSTES: «COMO ME ENVIO MI PADRE,
Así os ENVío YO ... ¡RECIBID EL EspíRITU SANTO!»
(Jn 20, 21-22)

La historia de la salvación
no ha terminado, el Nuevo
Testamento narra los hechos
que originaron el nacimiento
de la comunidad cristiana y de
su misión en el mundo. Jesús
había prometido a los suyos el
envío de su Espíritu para que
éstos continuaran su obra.

En las representaciones artísticas del


libro de los Hechos que narran la ve-
nida del Espíritu sobre la comunidad
reunida en oración, se pueden en-
contrar alusiones al Antiguo Testa-
mento, concretamente al libro del Gé-
nesis, como el relato de la confusión
de lenguas, ~ el momento en que se 63
detiene la construcción de la Torre de
Babel. El don de lenguas, otorgado
por el Espíritu a los discípulos de Je-
sús, debe reunir a todos los que la
Torre de Babel había hecho extranje-
ros. Las figuras iconográficas más
representativas de este aconteci-
miento son, sin lugar a duda, el Es-
píritu Santo simbolizado por la luz,
que emplea motivos so lares o pla-
netarios propios de la iconografía de
los siete dones del Espíritu Santo. Las
lenguas de fuego tomaron, a veces, la
forma de cintas o cuerdas que des-
cendían sobre la cabeza de cada uno
de los presentes.
Pentecostés, Juan Bautista Maino [1578-1647). Escuela barroca madrileña.
Óleo sobre lienzo, 325 x 250 cm. Museo del Prado [depósito de San Jerónimo el Real).

• La escena representa la llegada del Espíritu bajo las triángulo María, Magdalena y un apóstol. Los gestos y las
lenguas de fuego. Aparecen los doce apóstoles junto a miradas de todos sus personajes expresan el estupor
María y Magdalena. Claramente se perciben dos planos: el producido por el acontecimiento. «Estaban todos juntos...
ámbito del Espíritu, envuelto en luz, con las nubes y las y vieron aparecer unas lenguas como de fuego ... se llenaron
cabezas de ángeles, y el ámbito del mundo, donde se hallan todos del espíritu Santo» [Hch 2, 1-4) .
las mujeres y los apóstoles. La luz parece reflejarse en el
Las representaciones de
Pentecostés prese ntes en
el arte paleocristiano apa-
recen bajo las formas de
miniaturas ~ mosaicos del
Espíritu ~ los apóstoles for-
mando un círculo en torno
a María . Más tarde, el arte
románico ~ gótico recogerá
también estas mismas re-
presentaciones.

La presencia del Espíritu de


Dios en la Iglesia también
ha tenido su importancia en
el arte cristiano. Su fuente
de inspiración fueron las pa-
labras de Jesús: «Seréis mis
testigos en Jerusalén, en to-
da Judea ~ Samaría ~ has-
ta los confines del Mundo»
(Hch 1,8) . Representar ar-
tísticamente la expansión
de la Buena Noticia del
64 evangelio fue la finalidad
que persiguieron los artis-
tas cristianos.

Numerosas obras de arte


secuencian estos hechos;
toma especial relieve la fi-
gura de Esteban, represen-
tado con la palma ~ las pie-
dras, símbolos del martirio,
~ el libro de los evangelios.
El apóstol Pablo también tie-
ne especial importancia en
la obra de la evangelización,
~a que gracias al Espíritu, el
apóstol consigue llevar la
Palabra de Dios ha sta lo s Pentecostés, Iv/. a Ángeles Merín (1990). Técnica mixta: acrílicos y óleo-tabla 96 x 60 cm. Colección particular.
confines del mundo conoci-
do, Roma . Se le suele repre-
• La obra está dividida en dos partes. En la parte de abajo aparecen doce rostros en pe-
sentar con una espada, in-
numbra, detrás de ellos surgen unos edificios. La parte superior, totalmente iluminada,
dicando el instrumento de
les envuelve como en forma de paloma, símbolo del Espíritu.
su martirio y el estilo vigo-
roso de sus cartas a las co- Los rostros expresan miedo y asombro a la vez. Están iluminados indicando la acción del
munidades que él mismo Espíritu en sus vidas y la misión que se les encomienda en el mundo, representado por
creó. los edificios. «De repente un ruido del cielo, como una violenta ráfaga de viento resonó
en la casa ... se llenaron del Espíritu Santo ... y empezaron a hablar en diferentes lenguas»
[Hch 2,1-4].
A JESUCRISTO, SEÑOR DE LA HISTORIA: «Y NO HABRÁ YA MUERTE,
W NI LLANTO, NI FATIGA, POROUE EL MUNDO VIEJO HA PASADO»
(Ap 21, 4)

Es el último libro del Nuevo Testamento, su contenido quiere El libro se sitúa en el ciclo escatológico cristiano y habla de la
expresar la esperanza de los cre~entes en Jesús Salvador, úni- segunda venida de Cristo en el día del Juicio Final. Se va des-
co mediador entre Dios y los hombres. En su composición, el cribiendo la lucha dramática de Cristo contra el Anticristo y su
Apocalipsis utiliza fuentes muy diversas: los libros de Isaías, victoria definitiva sobre el mal. Dos ciclos, estrechamente vin -
Ezequiel, Daniel \:J Zacarías del Antiguo Testamento, junto a la culados, pero con grupos iconográficos distintos, estructuran
mitología egipcia y la astrología babilónica entre otras. el libro de Apocalipsis.

Las visiones
y los cataclismos:
Las visiones son tres teofanías del Hijo de
Hombre, Cristo en Majestad \:J el Cordero
Inmolado, preludio de la lucha de Cristo con
el Anticristo.

Los cataclismos presentan a la humanidad


seducida por Satán, sufriendo la prueba de
tres avalanchas de cataclismos: la apertura
65
de los siete sellos; el sonido de las siete trom-
petas; la efusión de las siete copas de la ira
de Dios. Todo ello acompañado de prodigios
terroríficos como la oleada devastadora de los
cuatro jinetes, la caída de las estrellas, las
plagas de langostas, el dragón que intenta de-
vorar al hijo de la mujer, o el triunfo de la gran
ramera, Babilonia. Al final, el Anticristo será
vencido y sobre las ruinas del viejo mundo
aparecerá la Nueva Jerusalén que acogerá en
sus muros de oro ~ ópalo a todos los justos .

• Invitación a entrar en otra dimensión del


tiempo y del espacio. En el rostro de Juan
puede observarse una actitud serena; su
frente iluminada y su ojo derecho que pa-
rece traspasar el misterio de la vida y de la
muerte desde un fondo de sangre y oscu-
ridad.

La salvación ya llegó, aunque no está ma-


nifestada plenamente. «Yo, Juan, comparto
con vosotros la tribulación y la espera pa-
ciente del Reino» (Ap 1, 9) . Juan el Vidente, Delfín Gómez Grisa/eña {1992].
Técnica mixta, 81 x 60 cm. Apocalipsis de Pancorbo (Burgos].
,El Apocalipsis ha sido uno de los li -
bros de la Biblia más ilustrado; obras
de arte esculpidas, pintadas o gra -
badas, vidrieras y tapices recrearon
este relato judeocristiano tan com-
plejo y enigmático. Merecería espe -
cial mención los « beatos españo-
les » del siglo VIII , que reunieron
manuscritos del Apocalipsis y re-
produjeron, no el texto original, sino
los comentarios. Estas copia s se di -
fundi eron por el norte de España y
el sur de Francia. La imaginación de
los ilustradores se impregnó de es -
tos comentarios dando pie a nume-
rosas obras de arte, entre otras las
catorce xilografías de Durero publi -
cadas en 1498.

....

..
66 .
\ (
\
J
1
~
. ~

• Es la visión de un profeta y de
un pintor, la imagen de uno de los
cuatro jinetes del Apocalipsis. El
primer jinete es blanco como la ilu-
sión, altanero como la victoria, se-
guro con su arco en la mano. Hay
una espiral que envuelve al caba-
llero y que parece expresar fuerza
y violencia; lleva una corona de rey,
pero es peligroso como la ilusión
que se desvanece. Camina sobre
el polvo azul de las estrellas, des-
trozando esperanzas y utopías.
«Salió como vencedor dispuesto a
vencer» [Ap 6, 1-2).

Sobre la historia del tiempo,


cabalga el blanco jinete (1992],
Delfín Gómez Grisaleña.
Técnica mixta, 81 x 60 cm.
Apocalipsis de Pancorbo (Burgos).
Analizar, contemplar y gozar, a través del «Método pa- de Jesús. Comentar las características de este estilo ar-
ra leer una obra de arte», las diecisiete imágenes que tístico en la obra seleccionada.
aparecen en el apartado 3 (págs. 50-66) . Éstas repre-
4. Elegir un artista del pasado o de la actualidad e inves-
sentan los personajes más significativos del Nuevo Tes-
tigar alguna de sus obras más significativas en relación
tamento, destacando muy especialmente la persona de
con acontecimientos o personajes del Nuevo Testamento:
Jesús, su vida, muerte y resurrección .
analizar, describir y valorar la obra elegida.
Seleccionar una de las obras de arte propuestas y tra-
5. Seleccionar un texto bíblico del Nuevo Testamento e in-
bajarla en grupo:
tentar expresarlo a través de algunas obras de arte que
• Buscar el relato bíblico que ha inspirado la obra y com- secuencien la narración .
parar los dos lenguajes, el bíblico y el artístico.
6. Acercarse al patrimonio artístico religioso de la locali -
• Detectar semejanzas, diferencias, detalles añadidos dad, región o autonomía, y hacer un dossier de sus obras
por el artista. más significativas: iconografía, arquitectura, pintura,
música, teatro, etcétera.
3. Escoger uno de los estilos artísticos (biza nt ino, romá-
nico, gótico, barroco, modernista ... ) y aplicarlo a la figura

I OTRAS SUGERENCIAS I

1. Musicales relacionados con la persona de Je- • «Nazarín» de Buñuel (un cura reproduce la
sús: vida de Jesús).
• «Jesucristo Superstar.» • «Parábola» (un payaso reproduce la vida de
• «El Diluvio que viene.» Jesús en el circo de la vida) .
2. Películas en torno a la figura de Jesús: • «Jesús de Montreal» (un grupo de teatro van- -
guardista reproduce una especie de vía cru-
• «Jesús de Nazaret» de Zefirelli. 67
cis para la parroquiaJ.
• «Ben-Hur.»
• «El día en que Jesús murió.» (Estas películas no tratan de la vida de Jesús di-
• «El evangelio según san Mateo» de Pasolini. rectamente, sino a través de diferentes experien-
cias.)
3. Podrían verse pequeños fragmentos, para co-
mentar y contrastar con los evangelios, usando 4. Obras musicales: «La Pasión según san Mateo»
mapas o diapositivas de la tierra de Israel, de: (J. S. Bach.) . «El Mesías» (Haendel) .
69

1. Creo en Dios Padre


2. Creo en Jesucristo
3. Creo en el Espíritu Santo
EL ARTE PROCLAMA LA FE
«El arte proclama la fe» es el título de esta tercera parte del rior. Palabra e imagen quieren ser en esta s páginas como las dos
Seminario. Después de leer varias veces esta expresión se cae hojas de una sola puerta siempre abierta. y, ¿ quién es la puerta?
en la cuenta de una intencionada incorrección. El verbo procla-
El viejo narrador de la fe que es Juan cuenta en su evangelio
mar pertenece al mundo de la palabra y, sin embargo, el arte al
que Jesús es esta puerta siempre abierta: « Yo soy la puerta,
que nos hemos acercado en las páginas ha sido, sobre todo, ima-
gen. y toda imagen, en su silencio, despierta I:J evoca sentimien-
si uno entra por mí e.stará a salvo, entrará y saldrá y encon-
tos, recuerdos, acontecimientos, personas, lugares y también pro-
trará alimento» [Jn 10, 9J. Esta puerta que es Jesús es , a la
fundas experiencias humanas. Este despertar que provoca la vez, palabra e imagen humanas del Dios invisible en quien cre-
imagen es una forma de hablar, de comunicar, de expresar. Es un ía . En él escuchamos sus palabras y podemos ver y tocar su
lenguaje. De esta manera, la imagen se hace también palabra. imagen.

Por eso, ahora deseamos que la imagen y la palabra se encuen- Descubrir esta puerta y acercarse a Jesús es comenzar a vivir
tran, dialoguen y nos cuenten los secretos que llevan en su inte- la experiencia de la fe cristiana.

Esta experiencia LaJe es


como la luz
de la fe, como que vemos
y que orienta
toda experiencia con seguridad
nuestros
humana, nos pasos.
llega al corazón
70 ~ a la mente
por medio
de los sentidos_

Es como la luz
que vemos ~

que orienta
con seguridad
nuestros pasos.

Es como el aire
que respiramos ~

que nos mantiene


VIVOS.

Es como el
abrazo del amigo
que nos llena de
confianza
~ de felicidad.

Creemos en Jesús, Palabra de


Dios y buena noticia vivida,
escrita y anunciada a todos.
¿Cómo expresar este inmenso abanico de sensaciones, sen- una grandiosa inmensidad de imágenes de la fe en símbolos,
timientos, opciones ~ actitudes que pone en juego la expe- pinturas, esculturas, tapices, orfebrería ...
riencia de la fe en Jesús? En ocasiones, las comumidades cris-
y siempre, en el correr de los días de la historia, estas pala-
tianas de cada tiempo ~ lugar crearon hermosas historias tejidas
bras e imágenes de la fe fueron cobrando aliento de vida en
con palabras de sentido. Así surgieron los poemas, las can-
gestos, ritos, tradiciones, fiestas, instituciones .. . Así aparecie-
ciones, las le~endas, las preguntas ~ respuestas ~, sobre to-
ron las personas profundamente humanas, que hicieron de la
do, el credo de la fe.
fe un arte de vivir, y a quienes llamamos creyentes y testigos
En otras ocasiones, estas mismas comunidades cristianas her- de la buena noticia cristiana.
manaron formas, luces ~ colores y fue surgiendo entonces

71

Para el testigo de Jesús, la fe es un arte de vivir.

Ahora, como seguidores de Jesús, nos acercamos en silencio a contemplar la belleza del arte que proclama la fe y la con-
fianza de Dios, en Jesús y en el Espíritu:
• Escuchamos las sencillas palabras de sentido del credo o símbolo de nuestra Iglesia.
• Nos dejamos sorprender por las imagenes de esta fe, creadas en el corazón de los artistas y expresadas a través de la
iconografía.
• Acogemos, como guía, las delicadas invitaciones de la Palabra de Dios y las sencillas sugerencias de personas que en-
contraron aquí luz para sus vidas.
Creo en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucific:;ado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

74

Últi ma Cen a, Vela Zanetti. Detalle central.

<~o óoy el p an vivo ... Si uno come


de eMe pan, vivirá para ó¿em pre. »
JUAN 6. 51

-----
75

Mañana de pascua
Caspar David Friedrich
(1114-184D).
Ólea sobre lienzo,
43,1 x 34,4 cm.
Museo Thyssen
Bornemisza
(Madrid) .

Palabra que uue luz el primer día, PaLabra que óin óer palabra vana ,
y en bocaó de prouetaó uue clamor. eó carne y óangre de nueótro exiótir.
denuncia. compromióo y uuerza viva. y ríe y ll ora y óe hace voz humana
eterno reóplandor. y óabe compartir.

Palabra como zarza óiempre ardiente. Palabra que eó el "Sí" deUinitivo:


Palabra como lluvia en pedregal. "Amén» y concLuóión de nueótra Ue.
Palabra como el <'Jol en nue6tra urente: y día en que veremo<'J al Dio<'J vivo,
lmpulóo haóta el tinal. viviendo óiempre en él.

Palabra que en la tierra habitaría


A. TA ULt
cuando el tiempo llegó a la plenitud.
Palabra que en el óeno de María.
noó trajo la <'>Ulud
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén.

76

G, el autor de esta pintura, es un preso, hoy fuera de la cárcel.


Es el logotipo de «Prisioneros sin fronteras » (1982),
asociación de apoyo a los presos de África.

«La tierra era caoó y contuóión


y laó tinLeblaó cubrían el abiómo.
y el eópíritu de Dioó aleteaba
óobre laó aguaó.}}
Pentecostés, El Greco (1541-1614). GéNeSIS l. 2

Óleo sobre lienzo, 275 x 127 cm.


Museo del Prado (Madrid).
e SíNTESIS FI~AL
PATRIMONIO CULTURAL y DE FE

La Comunidad Cristiana se ha servido de


muchos medios para transmitir la Buena
Noticia vivida y predicada por Jesús de Na-
zaret. Entre estos medios está la imagen.
Después de un periodo de tensiones en la
Iglesia se aceptó que las imágenes pudie-
ran ser un medio muy válido para que el
creyente llegara a Dios y para que tuviera
conciencia de que Dios está presente en
su vida. Las imágenes no suplantan a la fe,
pero expresan a su manera que hay mu-
chas formas de acercarse y entrar en con-
tacto con Dios.
Después de dos mil años de historia, el cris-
78
tianismo ha generado un inmenso y mara-
villoso patrimonio artístico-cultural. Pero
esta enorme herencia cultural no sólo es
importante como arte que produce un goce
estético sino porque es la manifestación
de la fe de los creyentes de todos los tiem-
pos.
El trabajo de este Seminario nos ha permi-
tido conocer y valorar una parte de este pa-
trimonio religioso, artístico y cultural.

1. Se ha descubierto el porqué del arte religioso cristiano. Su hecho imagen, han entrado por los ojos ~ han conmovido el
finalidad fue primordialmente instructivo-didáctica: se que- corazón de los cristianos. y los artistas se han servido de la
ría transmitir ~ confesar la fe cristiana, procurando im- Biblia como cantera inmensa de inspiración, que ha sido una
presionar y conmover los sentidos de aquellos a quienes poderosa fuente de creatividad.
estaban destinadas. El arte religioso se convirtió en una be-
lla ayuda para que el creyente pensara y se relacionara 3. Toda la gente de nuestro tiempo puede disfrutar ante la con-
con Dios. templación de toda la belleza que tiene el patrimonio artís-
tico cristiano. Pero, sobre todo, los creyentes vemos en nues-
2. El arte y la Palabra de Dios están muy relacionados. La Pa- tra herencia cultural y artística un medio para manifestar
labra de Dios ha encontrado en el arte un nuevo medio pa- nuestra fe. Podemos proclamar nuestra fe sirviéndonos de
ra hacerse presente en la vida de los creyentes. Todos los las obras de arte que los artistas de todos los tiempos nos
grandes acontecimientos del Plan Salvador de Dios se han han dejado como patrimonio artístico.
79

Organizar una excursión para acudir en grupo a visitar un museo o alguna exposición temporal interesante
en relación con la temática que se profundiza en este Seminario.
2. Investigar el patrimonio religioso-cultural de tu entorno más inmediato (parroquia, pueblo, catedral); reali-
zar una pequeña exposición !::I valorar el significado de dicho patrimonio.
3. Pro!::lectar una pequeña Iglesia, que sea significativa para los jóvenes cre!::lentes de hO!::l día, que recuerde la
fe de sus ma!::l0res, a!::lude al recogimiento e invite a la oración personal o grupal.
4. Investigar en el mundo del cine las películas de temática bíblica y realizar una sencilla ficha técnica de ca-
da una de ellas.
IS. Rea\h.af a ?QT\iT ¿~ \~S di~ünt~c:. obras artísticas un dossier que conten~a e\ C.redo cristiano.

S-ar putea să vă placă și