El presente trabajo, pretende como su nombre lo indica, indagar acerca de
esos factores que nos están haciendo dependientes de nuestro entorno y
comprender la importancia de las situaciones que se están presentando hoy en día, para lo cual es necesario realizar un recorrido por distintas fases de esta situación, con el fin de acercarnos a nuestro objetivo de investigación.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se encuentran
integradas en nuestras vidas. Hoy en día casi todo el mundo posee en sus casas ordenador, móvil, consolas… Y esta es la razón que los hace tan peligrosos, los vemos tan cotidianos que bajamos la guardia y no nos damos cuenta que pueden llegar a engancharnos. La tecnología se ha convertido en una herramienta muy importante el día de hoy, pero ¿Qué sucede cuando abusamos de esta herramienta?, ¿podríamos volvernos realmente adictos a la tecnología?
¿Dónde está el origen de la adicción a las redes
sociales? ¿QUE sabemos de la adicción a la tecnología? ¿Cuáles podrán ser los indicadores de una adicción a la tecnología? Factores de Riesgo y Factores de protección La adicción a la tecnología en niños y adolescentes Causas de adicción a las tecnologías La adicción es un estado psicofísico de dependencia hacía una sustancia o cosa sin la cual resulta la vida no tener aliciente, ni gusto, ni merecer ser vivida. Históricamente en occidente la palabra adicción ha estado vinculada al alcohol hasta hace pocas décadas. Y no era fácil para un adolescente ser adicto al alcohol debido a la escasez de recursos que tenía y al control social para su expedición. Desde 1960 se han multiplicado las adiciones juveniles hacía las drogas y desde 1990 han entrado en el campo de las adicciones adolescentes las video consolas y los teléfonos móviles. Algunas cifras Algo más del 50% de los jóvenes de 17 años se agobia si no tiene el móvil, un 12 por ciento de los adolescentes españoles abusan del móvil o de Internet. Y el 14% de los adolescentes reconoce estar enganchado a algún videojuego, aunque aún no se sabe cuántos de estos adolescentes terminarán siendo casos patológicos. Según un estudio de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales (Castilla-La Mancha), el 14% de los jóvenes de Castilla-La Mancha reconoce que las usan bastante más de lo que deberían y que pierden mucho tiempo en ellas. Es significativo que existe ya un 5% que reconoce que está enganchado a las redes sociales y que ha desarrollado una adicción excesiva que condiciona su vida. Del total de la muestra, el 45% de los jóvenes manifiesta que usa las redes más de lo adecuado. Estos problemas ha sugerido a la Agencia Antidroga a organizar tres programas de prevención de adicción a las nuevas tecnologías en tres centros escolares de Madrid. Y han sido tratados durante la celebración del Segundo Simposio Internacional Multidisciplinar sobre el Trastorno por Déficit de Atención y trastornos de la conducta, organizado por CONFIAS (Fundación para una infancia y adolescencia saludables) y el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Según los expertos, el móvil, internet, los chats o el messenger pueden ser simples entretenimientos, pero, cuando se convierten en adicción, se producen desequilibrios en el niño que impiden su socialización y entorpecen su desarrollo. Finalmente, afirman, el niño se esclaviza al igual que ocurre con otras adicciones, lo que conlleva consecuencias como el fracaso escolar y social, alteraciones de la conducta, autismo y encerramiento progresivo en sí mismo. Para los especialistas, detrás de estas adicciones, además de un origen social (costumbres) y biológico (neurotransmisores), sobre los que se está investigando, podría haber un problema de desatención familiar; opinan que si las familias ejerciesen la función contenedora que deben tener, esto no ocurriría. Se ha investigado el cerebro humano para buscar un origen biológico que condicione dichas adicciones. Según estudios, los jóvenes se hacen adictos a una tecnología o a un comportamiento porque, al final, se convierte en algo biológico y que está relacionado con varios elementos: la dopamina (que está relacionada con los circuitos de recompensa), la noradrenalina (relacionada con la excitación) y las endorfinas (también conocidas como hormonas de la felicidad). Recomendaciones de los especialistas para modificar el comportamiento adictivo terapias de conducta que impliquen al niño, a la familia, o a ambos; fármacos que ayuden a disminuir la impulsividad o aumentar los frenos; procesos educativos, para redireccionar la conducta del menor hacia fines positivos.
Colgados del teléfono móvil o internet,
enganchados a los chats o al Messenger, pegados a la video consola… son algunas de las características que distinguen a los niños y adolescentes de nuestro tiempo y que, a simple vista, podrían pasar por meras herramientas que les distraen y entretienen. Sin embargo, cuando esas aficiones se convierten en adicción, es cuando comienzan a surgir los problemas. Como apunta el doctor Jesús de la Gándara, jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Burgos, “si bien es cierto que el uso de estas nuevas tecnologías es consecuencia de la hipermodernidad en la que nos movemos, cuando su uso se convierte en abuso el problema que ocasionan a las familias es tan grande que merece la pena estudiar estas conductas como adicciones. Además, se habla mucho de estos asuntos, dando por verdades cuestiones que no se han verificado científicamente, por lo que la reflexión y la evidencia científica determinan el hecho de que podamos abordar estas nuevas habilidades en un encuentro científico”. Si bien la adicción las nuevas tecnologías cuenta, por su reciente implantación, con escasos datos epidemiológicos en España y en el mundo en general, ya comienzan a conocerse estudios que reflejan el aumento de este incipiente problema.
Es el caso de un trabajo realizado por la oficina del Defensor del Menor de la
Comunicada de Madrid en el año 2004, para el grupo de población de entre 11 y 17 años, un 10 por ciento reaccionó “pasándolo fatal” ante la imposibilidad de usar el móvil y un 28 por ciento se sintió “agobiado”, un estado de ánimo que, según los expertos, puede ser indicativo de padecer una conducta adictiva. En opinión del doctor Javier San Sebastián, coordinador del Segundo Simposio Internacional Multidisciplinar sobre el Trastorno por Déficit de Atención y trastornos de la conducta y jefe de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, “es cierto que cada vez se da más este tipo de adicciones a las nuevas tecnologías y quizás las más invalidantes sean las de Internet, videojuegos, chat, messenger, apuestas, telefonía móvil…”
fracaso escolar y social,
alteraciones de la conducta, autismo y encerramiento progresivo en sí mismo.