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Lecciones de ética

Capítulo I: La ética como saber de fines. Los planteamientos clásico y moderno

1. Dos tesis tomistas sobre la voluntad

La ética está íntimamente relacionada con el sujeto porque está dotado de inteligencia,
voluntad y libertad que se expresan a través de sus actos que están orientados hacia
fines buenos o malos.

Las tesis tomistas son las siguientes:

Primera tesis: acerca de la Trinidad es más fácil la teología del Hijo que la del Espíritu,
porque acerca de la inteligencia sabemos más que acerca de la voluntad. Interpretación:
Hasta Santo Tomas se ha hecho más estudios acerca del entendimiento que de la
voluntad misma; por esta razón los griegos fueron intelectualistas. Los griegos
conocieron más acerca de la inteligencia que acerca de la voluntad y la razón. Segunda
interpretación: La ética sería el estudio de la voluntad, es decir, la capacidad de poder
distinguir la diferencia entre querer, desear y hacer.

Segunda tesis: el hombre aspira a lo más perfecto, pero no sabe lo que es lo más
perfecto. Esta tesis está relacionada con la ética y la perfección. Lo más perfecto es lo
más ético, sin embargo, aún lo perfecto no es del todo claro.

La crisis ética consiste en no darse cuenta de nuestra voluntad. El hombre como ser
práctico es falible; es constitutivo de la ética la posibilidad de fallo. Existe la posibilidad
de rectificar el rumbo cuando aparece una desviación, es decir, un error o una
equivocación. En este sentido el hombre se parece más bien al móvil capaz de
rectificación. Recta ratio es la capacidad de corregir de acuerdo con nuevas
informaciones que se adquieren durante la vida.

No se puede hablar de dirección sin sentido, ni de sentido sin dirección. Si existe una
recta ratio, existe la meta. Por lo tanto, existe el error moral el cual es un integrante de
la ética porque la recta ractio es razón correctora propia del sujeto.

De acuerdo a Aristóteles, la ética no puede enseñarse; se aprende al hacerla, es decir,


al practicarla porque en la práctica el sujeto se da cuenta de sus aciertos o de sus errores
que de acuerdo a su razón, voluntad y libertad los puede corregir para llegar a un buen
fin.

2. La voluntad desde Ockham

La filosofía moderna relacionada con el estudio de la ética empieza con planteamientos


voluntaristas. Según Ockham, todo es voluntad que es más importante que el
conocimiento mismo.
La voluntad es posible sin la inteligencia porque la voluntad es previa respecto de ésta;
y, además, es autosuficiente.

Para Kant, la voluntad es a priori. Hegel oscila entre voluntarismo y racionalismo


absoluto, por esta razón la dialéctica no es un buen camino para el conocimiento.

El voluntarimo de Ockham es anterior al entendimiento en cuanto que todo emerge de


la voluntad; sin embargo, la filosofía moderna intenta explicar la compatibilidad entre
la voluntad y la razón. No se ha logrado ningún progreso respecto a la explicación del
voluntarismo porque se parte de la irracionalidad de la voluntad; no ha habido
esclarecimiento.

3. Crítica al voluntarismo

La voluntad no es espontánea, y por eso el voluntarismo es falso. La voluntad, es si


anterior a la razón, está loca. La espontaneidad, por estar privada de razón, es demente.
Por haber una falta de control y auto-control posee una mínima dinámica.

Sin motivos no hay voluntad y la espontaneidad roba el motivo. Si la voluntad depende


de condiciones iniciales, le falta libertad porque lo que es espontáneo no es libre. Una
libertad espontánea no es libre; por lo tanto, sin libertad carece de sentido hablar de
voluntad.

La espontaneidad es la confusión de causa material y eficiente; ambas causas son la


misma.

4. La tetracausalidad aristotélica

La teoría aristotélica explica la causa material la cual es la más difícil de definir, es el


antes temporal. La causa material es el valor causal del antes temporal, puesto que la
prioridad del acto no lo es en sentido temporal. Es lo que podríamos llamar las
condiciones iniciales.

Que algo esté antes, no quiere decir que lo que viene después sea consecuencia. Si el
antes da lugar al después, se trata de la causa eficiente, la cual no puede ser anterior
según el tiempo. La causa eficiente no puede eficiencia nada, no vincula nada porque
no formalizado no puede ser eficienciado.

Existen distintos modelos causales. El modelo hyloérgico, lo malo de este modelo es que
en la misma medida en que se constituye un bloque entra la causa material y la causa
eficiente, no podemos preguntar el porqué, que remite a la causa formal. El modelo
hylemórfico, es un claro ejemplo del estructuralismo. El modelo morfoérgico es más
apto para estudiar fenómenos vitales, y también para la ética, por ser algo vital. El
modelo ergotélico, el actuar por fines debe tomarse como axioma en el caso del
hombre.

Otra forma de no reconocer la causa final es la teoría del acto gratuito, es decir, la teoría
que postula un actuar por nada. Aquí se intenta separar el acto de los malos fines. El
objetivo que se alcanza es la pureza del acto en el orden intencional. La conciencia
humana es morfotélica. La espontaneidad es el grado mínimo de libertad.

5. Las teorías moderna y clásica de la voluntad

En la edad moderna se observa una paradoja: junto a una actitud voluntarista no hay
una teoría coherente de la voluntad; frente a una prevalencia del espacio sobre el
tiempo hay filósofos temporalistas. Probablemente las desviaciones en ética son
debidas a la falta de compresión de la voluntad.

Este problema viene desde Grecia con Aristóteles y Sócrates hasta la época medieval
con Santo Tomas de Aquino y en la época moderna con Ockham, Kant, Hegel y
Descartes. En lo que si se está de acuerdo, es los conceptos de método o camino para
llegar a un fin.

En la teoría moderna se hace mención a la deficiencia ética porque sigue la confusión


conceptual entre causa y efecto; voluntad, razón e intelectualidad. La ética como
camino o fin, nos lleva a los actos buenos o morales; sin embargo, sin razón y sin
conocimiento, sin voluntad ni libertad cometemos errores éticos o de conducta.

APRECIACIÓN CRÍTICA

La ética a diferencia de las ciencias es difícil de definir por cuanto a su concepto o noción
es muy subjetiva; en tanto que las ciencias se refieren a hechos objetivos y tangibles, es
decir, medibles; por esta razón, desde los griegos hasta la filosofía moderna y
contemporánea se ha tratado de explicar la esencia de lo que es la ética de acuerdo a
cada posición filosófica y cada filósofo trata de sobre poner su posición frente a cada
corriente filosófica, por ejemplo: Aristóteles utilizaba los criterios de causa y efecto;
Santo Tomas de Aquino enfoca el tema desde el punto de vista teológico; Okham le da
prioridad a la voluntad; el determinismo supone que los actos del hombre esta
predeterminados, y por lo tanto, fuera de su libertad y voluntad. Lo cierto es que en el
acto ético interviene el conocimiento, la razón, la voluntad, la inteligencia y la libertad
en diferentes niveles o proporciones.

Por otra parte, el concepto de la ética depende también de la época y lugar en el que se
desarrolla el sujeto, además la cosmovisión que tiene el sujeto de su época y entorno
está muy ligado al concepto de su ética, de allí que lo que es bueno y aceptable en un
determinado lugar y época no lo es en otro lugar o época.

Otro criterio respecto a la ética es que ésta es aplicada solo al ser humano cuyos actos
deben conducirse por el buen camino para llegar a un buen fin, que sea beneficioso no
solo para el sujeto que lo realiza sino también para todos.

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