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Hechos 7
Por Bryan Smith
Usado con permiso
Introducción:
Dios tiene un plan, y haga lo que haga el hombre, no podemos frustrar el plan de Dios.
El 8 de enero de de 1956, hace casi 52 años, Jim Elliot, Nate Saint, Roger Youderian, Ed McCully, y Pete Flemings
fueron asesinados por gente de la tribu indígena de los Wuaorani (Auca) de Ecuador, a los quienes intentaban evangelizar.
Lo que parecía una victoria para el enemigo fue cambiado a una victoria de Dios cuando un año más tarde los Auca
empezaron a abrirse y a confiar en Cristo. Dios también usó el testimonio de estos cinco hombres para animar a cientos
de estudiantes a dedicar sus vidas para servir al Señor. Solo Dios sabe cuántas personas forman parte de su familia hoy en
día porque esos cinco hombres estaban dispuestos a dar sus vidas.
Dios tiene un plan, y haga lo que haga el hombre, no podemos frustrar el plan de Dios.
Esto es lo que vemos en la historia de Esteban y su defensa y muerte también. Los líderes judíos lo acusaban de blasfemia
en contra del templo y la ley de Dios. Esto era una acusación muy sería porque la religión judía de ese tiempo había
permitido que la adoración de Dios fuera reemplazada con un lugar – el templo – y con un código de leyes que ellos
mismos habían ampliado y cambiado con sus tradiciones. El templo era importante, y la ley de Moisés también, pero su
adoración de y relación con Dios era lo importante y lo habían desechado. Veremos brevemente cómo Esteban se
defiende, su muerte, y los resultados de su muerte.
Lo que une todo el relato es que Dios siempre ha tenido un plan para la redención de la humanidad, y haga lo que haga el
hombre, no podemos frustrar el plan de Dios.
*En v. 1 vemos la invitación del sumo sacerdote a Esteban para defenderse de las acusaciones que hacían contra él de
blasfemar contra el templo y la ley de Dios. Se defiende frente al Sanedrín (corte religioso de Israel) recontando parte de
la historia de Israel, enfocándose primordialmente en 4 líderes o épocas:
2. Dios proveo el lugar y todo lo necesario para desarrollar esta gran nación y cumplir con su
plan y pacto con Abraham.
3. Dios protegió a la nación y a Moisés aunque el faraón quería matar a los bebes varones para que no
siguieran fortaleciéndose. ¡Aun su propia hija del faraón fue instrumento en manos de Dios al criar a
Moisés! – v. 18-22
4. Dios llamó y usó a Moisés para librar su pueblo – v. 19-36
5. Dios dio su ley a su pueblo por medio de Moisés, pero ellos lo rechazaron – v. 37-43
6. Durante todo el tiempo en el desierto y después de toda la rebelión del pueblo de Israel, Dios los trajo a
la tierra prometida – ¡nada ni nadie podía frustrar sus planes!
D. David y Salomón (v. 44-50)
1. La tienda del tabernáculo fue establecido y construido en el desierto bajo la dirección de Moisés – v. 44
2. Fue introducido a la tierra prometida con Josué done se usó hasta los días de David – v. 45
3. David quiso construir un templo, y se logró por medio de su hijo, Salomón – v. 46-47
4. Esteban les recordó por medio del profeta Isaías que este templo realmente no podía contener a Dios –
Dios y su gran soberanía es mucho más grande que el templo – v. 48-50
*El argumento de Esteban entonces se puede resumir de la siguiente manera – el plan redentor de Dios,
empezando con su pacto con Abraham, es mucho más grande de lo que podemos comprender, y nadie ni nada
puede frustrar este plan. La Ley y el templo solo formaban parte de su gran plan. El cumplimiento de este plan y
promesa se encontraba en Jesucristo.
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III. La muerte de Esteban v. 54-60
A. Los líderes judíos habían escuchado suficiente – se enfurecieron – v. 54
B. Esteban vio una muestra del amor y protección de Dios y lo dio a conocer – v. 55-56
C. El Sanedrín lo sacó fuera de la ciudad y lo apedrearon – v. 57-58
1. Vemos por primera vez el nombre de Saulo (Pablo) quien estaba de acuerdo con matar a Esteban y
mostró con ser cómplice al guardar las ropas de los líderes – Hch. 8:1
2. Este incidente impactó a Pablo, y lo menciona en su historia en Hch. 22:20 cuando él mismo se
defendía por su fe en Cristo
D. Esteban oró algo similar a lo que oró Jesucristo y murió – v. 59-60
*Uno de los mártires que mencioné al principio, Jim Elliot, dijo “No es un tonto el que da lo que no se puede quedar para
ganar lo que no se puede perder.” Él y sus cuatro compañeros dieron sus vidas para la ganancia de más almas para el
reino eterno de Dios. Como Esteban, no supieron en esta vida el impacto de su fe y su muerte para Cristo, pero miles de
personas fueron impactadas. ¿Estaríamos dispuestos a pagar ese precio nosotros para el avance del evangelio?
Quizás no seremos llamados a morir por Cristo, pero ¿viviremos como sacrificios vivos para él y su gran plan redentor?
Romanos 12:1-2
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.