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Ch. E.

Jeanneret, Vasos, pipa y botella sobre fondo claro, 1922 (0,60 x 0,73 m)

LA FORMA PURISTA

136 El ingeniero encarna la razón y ésta, por sí sola, no puede El cuadro purista se plantea a partir de los elementos–tipo; 137
producir obra de arte. Al igual que la máquina, el ingenie- con ellos el artista proyecta, establece un sistema de rela-
ro no es capaz de emocionar. Es el artista quien recoge sus ciones, controlado por un trazado, que permite entrar en
cualidades y las transforma en arte. El ingeniero es descrito juego a cada una de las piezas de forma, que adquieran
como la perla del collar que únicamente conoce a sus dos sentido con relación a las restantes.
perlas vecinas; el arquitecto es el poeta que debe dominar En el Purismo, los ejes no se entienden como pauta para
todo el collar; conocer los medios del ingeniero, pero a su desarrollar la obra de manera indiferenciada, por el simple
vez poseer esa sensibilidad superior que le permite conver- juego de las simetrías; todo eje supone una intención, una
tir la casa en la ”machine à émouvoir”. jerarquía, una ley mediante la que el artista controla la obra
La obra de arquitectura, como toda obra de arte, es por y que, en ocasiones, transgrede para enfatizar un determi-
encima de todo algo bello. La estrategia del artista es la nado efecto; los ejes crean ritmos por compensación de
consecución de esta belleza al aunar razón y sentimiento. contrarios o modulaciones sucesivas. El cuadro es una cre-
La arquitectura es todo aquello que permanece mas allá de ación humana y, por tanto, precisa de un orden, aspiración
la construcción. superior del hombre.
Para explicar la idea del cuadro como construcción, como
integral de las relaciones, los pintores puristas lo definen
como ”peinture architecturée”, pintura edificada según leyes
geométricas y rigurosas. Esta idea podría traducirse por
”pintura estructurada”, entendida como estructura la ley que
organiza las partes en función de la unidad del todo.
En la selección de los elementos puristas, se atiende a su
volumen y contorno. El carácter espacial de las relaciones
se expresa a través del juego de transparencias y opaci-
dades. La transparencia permite visualizar, de manera obje-
tiva, la profundidad sin falsearla con la perspectiva;
mediante la transparencia, los volúmenes se asocian hasta
formar una continuidad espacial.

© Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999. © Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999.
Ch. E. Jeanneret, Estudio nº 2 para botellas, 1926 (1,09 x 0,90 m)

138 Izzo y Gubitosi (30) han analizado los distintos elementos estos mecanismos constructivos a su plenitud, desarrollán- 139
de los cuadros de Jeanneret, clasificados en dos grupos, en dolos en el espacio real. Ozenfant y Jeanneret asignan los
función de su transparencia u opacidad, y dentro de cada conceptos de concepción y composición a dos estadios dis-
grupo según el tamaño en menores, medios o mayores. En tintos en la creación de la obra de arte. La concepción, o
la categoría de elementos transparentes y pequeños están proyecto, es el conjunto de decisiones encaminadas a pro-
los vasos y las copas. Estos autores han rastreado la evolu- vocar una determinada emoción. En la concepción actúan
ción de la figura formada por dos copas invertidas en los de forma simultánea la sensibilidad y la reflexión. La com-
distintos cuadros de Jeanneret. En los primeros, las dos posición, o materialización de la obra, es el acto físico, la
copas aparecen como cuerpos diferenciados pero, poco a utilización de los recursos necesarios para transmitir la emo-
poco, se entrelazan hasta formar una única figura, en la ción. En la composición intervienen los conocimientos téc-
que resulta imposible delimitar los contornos de las copas nicos; los puristas exigen al artista el dominio de su oficio,
originales. El objeto ”dos copas” adquiere así entidad pro- de la técnica, ya que su carencia pone freno a la con-
pia al margen de los elementos generadores. Las botellas cepción. La concepción es el auténtico proceso creativo,
se consideran elementos medios. En las primeras obras apa- la ”Idea” del cuadro; es la elección de los elementos y la
recen aisladas, pero muy pronto se asocian entre sí y con determinación del ritmo.
las copas para formar un elemento, al que Jeanneret llama El ritmo es para Ozenfant y Jeanneret: “el hilo conductor del
totem, que forma parte de muchos bodegones. Se trata de ojo, le impone los desplazamientos, origen de las sensa-
dos botellas, dos copas y un vaso, figura a la vez única y ciones visuales... La invención del ritmo es uno de los
compleja, en la que se produce un complicado juego de momentos decisivos de la obra. El ritmo está ligado al ori-
transparencias y superposiciones. gen de la inspiración. ” (31)
Los elementos llenos u opacos son utilizados de forma diver- El cuadro purista ha de estar totalmente pensado antes de
sa. Tanto las pipas y fichas de dominó –por citar los más iniciarse su realización, de este modo no deja nada al
pequeños– como la guitarra, el libro o los platos, se utilizan azar, todos los elementos están escogidos y organizados
emparejados con sus sombras proyectadas, y se crea así el para que provoquen sensaciones primarias ricas en suge-
equívoco entre lo real y lo virtual. La sombra se independi- rencias secundarias.
za del objeto y adquiere corporeidad. El arquitecto maneja, como elementos, el plano, la luz y el
La arquitectura de Le Corbusier será capaz de llevar todos volumen, que se combinan espacialmente y se resumen en

© Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999. © Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999.
Ch. E. Jeanneret, Dos botellas, 1926 (1,00 x 0,81 m)

140 la planta. Le Corbusier, al llevar el problema de la arqui- relación entre las partes si se quiere conservar la idea del 141
tectura a la escala urbana, identifica el elemento con el objeto.
tipo, y la obra arquitectónica con la organización planimé- En la obra de arte auténtica, la distorsión se produce como
trica de éste. La idea de tipo no es entendida como reduc- contribución a la armonía del todo. La distorsión de las
ción de la variedad, sino como elemento universal que columnas del Partenón restablece el equilibrio del conjunto.
facilita la diversidad de ritmos, pero a su vez da claridad La arquitectura de Le Corbusier utiliza la distorsión como
al trazado. Pessac es la primera experiencia edificada de recurso para enriquecer determinadas propuestas espacia-
ordenaciones diversas a partir de un mismo tipo de edifi- les. En La casa para artistas (de planta cuadrada de 7 x 7
cación. mts) la aparición del doble espacio según la diagonal del
Ozenfant y Jeanneret consideran que la distorsión o defor- cuadrado modifica y enriquece las sensaciones.
mación es un atributo esencial del arte. Desde todos los En apariencia, los cuadros puristas no se plantean como
tiempos, el cuadro nunca ha sido una copia de la realidad, objetos abstractos, dado que en ellos los distintos objetos se
sino una interpretación de ésta en dos dimensiones. El artis- identifican con facilidad. No obstante, analizando la mane-
ta manipula los objetos y sus relaciones y los combina para ra como se construyen, se comprueba que los objetos
dotarlos del máximo potencial plástico. Las distorsiones del adquieren el valor de conceptos generales, abstractos, pri-
Greco o de Cézanne modifican la apariencia de las cosas vados de todo carácter singular o anecdótico, y cuyo senti-
a fin de expresar con mayor intensidad su visión del mundo. do se establece en relación al conjunto. Con ello se supera,
La distorsión centra el énfasis en los aspectos más relevan- por tanto, el grado de abstracción cubista. El Cubismo se
tes del objeto. El Cubismo ha recogido de Cézanne el plantea como análisis y reconstrucción de la realidad, a
mecanismo de la distorsión, pero lo ha interpretado erróne- menudo tan deformada que resulta irreconocible; el
amente al aplicarlo de manera fragmentada, sin visión de Purismo, por el contrario, no deforma sus objetos hasta
conjunto. El Cubismo modifica el objeto hasta transformarlo hacerlos irreconocibles, los utiliza para estimular en el
en algo irreconocible. Una cara, por ejemplo, no puede ser espectador el juego de las sensaciones primarias y secun-
entendida como una agrupación indiscriminada de nariz, darias. La abstracción pura impide que se desencadenen
ojos y boca. Lo que caracteriza a la cara precisamente es la las sensaciones secundarias. Por ello el cuadro, entendido
posición relativa de cada uno de estos elementos. Por ello únicamente como juego de formas y colores, es un obje-
la deformación ha de producirse siempre respetando la to agradable, que deleita la vista, pero es incapaz de

© Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999. © Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999.
Le Corbusier, Casas en serie para artistas, 1924

142 proporcionar emociones intelectuales. Si, como en el Para Ozenfant y Jeanneret, entender el arte como un hecho 143
Neoplasticismo, carece de voluntad de agradar, se con- plástico no es una singularidad del Purismo. El arte ha sido
vierte, en palabras de Ozenfant, en un ”objeto ornamental siempre un hecho artificial, una creación humana, y por ello
sin finalidad decorativa”. incapaz de reproducir la naturaleza de forma exacta. El
La abstracción es un atributo de la vida moderna; la rapi- arte debe reproducir la naturaleza con sus propias leyes. En
dez de su desarrollo obliga a convertir los hechos en esque- todas las épocas el arte auténtico transciende su carácter
mas. El telegrama es el símbolo de la modernidad. Por ello narrativo para producirse en términos de sensaciones. El
el arte moderno debe acercarse a la abstracción. No obs- arte somete siempre el tema a la plástica.
tante, la abstracción pura es tan imposible como la pura La botella purista, por tanto, no ”representa” un determina-
representación. El artista debe encontrar el equilibrio, la dis- do objeto, ni ”simboliza” la bebida; únicamente trata de
tancia justa a la que situarse frente a la naturaleza. provocar una sensación especifica en función de la calidad
Por esta razón, los puristas admiten que no puede eliminar- de su forma, enriquecida, eso sí, por todo aquello que la
se totalmente el tema del cuadro, si se entiende como tal el idea de ”botella” estimula en el espectador.
mecanismo que establece la tensión entre la realidad y la Para comprender la idea de forma que subyace en el
producción artística. El cuadro purista carece de tema a purismo, conviene insistir de nuevo en el hecho de que la
la manera tradicional. es decir, el tema como motivo singu- geometría es la base del Purismo. Éste utiliza formas geo-
lar especifico de cada cuadro. Para plantear el cuadro se métricas simples, que producen sensaciones definidas, uni-
parte siempre de los mismos elementos: los temas–objeto, versales y fácilmente transmisibles; en aquellas reside la
cuyas dimensiones se ajustan y su posición relativa se con- belleza. La geometría es una aspiración superior del hom-
trola mediante el trazado. La selección de estos objetos se bre, aquello que caracteriza toda creación humana y que
establece en función de la claridad y la carga plástica de es capaz de dominar a la naturaleza. El hombre construye
sus formas. Se eliminan por tanto aquellos portadores de su entorno con la geometría, desde el elemento más peque-
significados complejos, religiosos o simbólicos, que entor- ño hasta la ciudad. La geometría, por tanto, es el lenguaje
pecerían el mecanismo de las sensaciones. plástico del hombre, la recreación de la naturaleza por
En el Purismo la idea de tema se identifica con la de Idea. medio del intelecto.
El cuadro se valora por la calidad plástica de los elemen- Ozenfant y Jeanneret consideran que a las épocas más
tos y sus relaciones y no por sus posibilidades narrativas. oscuras y confusas del arte corresponden manifestaciones

© Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999. © Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999.
Ozenfant, Dibujo purista, 1925

144 artísticas como el Expresionismo o el Impresionismo, que Ozenfant y Jeanneret definen el estado poético como el 145
prestan poca atención a los problemas formales. Estas for- estado fisiológico–subjetivo que se produce en el hombre
mas de arte, que pueden tener sentido en un determinado cuando, por la acción de ciertas relaciones entre líneas y
momento como testimonio de una situación, no pueden colores, se desencadenan unas sensaciones que ponen en
aspirar a convertirse en arte estable y duradero. Esto corres- acción su capacidad intelectual.
ponde únicamente a las tendencias basadas en el orden y Para los puristas la forma siempre precede al color, éste se
el rigor y, por tanto, en la geometría. entiende como uno de los atributos de aquélla. Por tanto los
A lo largo de distintos artículos que firmaron conjuntamente, elementos se incorporan en el cuadro en función de su
analizan las sensaciones que provocan las formas geomé- forma. Tras el Purismo, Ozenfant elabora una nueva teoría,
tricas, descritas según los movimientos que el ojo se ve obli- la de las ”preformas”, basada también en las formas geo-
gado a realizar para recorrerlas. En las líneas se diferencian, métricas. La preforma sería la imagen previa que cada uno
a su juicio, cuatro sensaciones distintas: verticalidad o ima- posee del objeto y que le hace entrar en resonancia al con-
gen de la gravedad; horizontalidad o idea de reposo; obli- templarlo; según esto, la sensación será más intensa cuan-
cuidad o dinamismo, estado de transición hacia la vertica- to más puedan adecuarse forma y preforma.
lidad o la horizontalidad, y finalmente, curva o sensación En el análisis del potencial plástico de las distintas formas,
de suavidad y movimiento. Las sensaciones que producen los puristas concluyen que el cuerpo humano es el producto
las figuras geométricas son combinación de éstas. La línea más seleccionado de la naturaleza y, por tanto, más rico en
continua, regular, produce sensación de equilibrio, de ple- sugerencias plásticas. A pesar de ello, hasta después del
nitud; la línea quebrada, carente de ritmo, provoca confu- período purista, Ozenfant y Jeanneret no utilizarán en sus
sión, desasosiego. Sucede lo mismo con los ángulos: el cuadros la figura humana. Tal vez eso se deba al carácter
ángulo recto es el símbolo de la estabilidad, del equilibrio. didáctico de las telas, en las que resulta más fácil entender
El hombre instintivamente utiliza el ángulo recto. Los ángulos las relaciones a partir de elementos sencillos.
agudos y obtusos, por el contrario, son agresivos, en cuan- En arquitectura, las sensaciones se provocan por el juego
to violentan la idea de gravedad. El Purismo reduce los de los volúmenes y la luz; los cambios de dimensión, los
objetos a cilindros, prismas, cubos, conos, pirámides y esfe- colores, superficies y huecos refuerzan las sensaciones
ras, que en el plano se resuelven en triángulos, cuadrados, mediante el uso de la proporción y el orden, atributos que
rectángulos y círculos. proceden de la reflexión. La arquitectura, en tanto que arte

© Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999. © Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999.
Ozenfant, Envase, guitarra, vaso y botellas en la mesa, 1920 (0,81 x 1,00 m)

146 superior, no tiene como objetivo expresar la función ni evi- Los puristas clasifican los colores según tres gamas: La gran 147
denciar la estructura. Ozenfant en L’Esprit Nouveau nº6, al gama, formada por ocres, amarillos, rojos, blancos,
comentar la casa de Schowb de Le Corbusier, reconoce negros, tierras y azul ultramar. Es la gama estable; estos
que las sensaciones arquitectónicas, al igual que las musi- colores tienen propiedades constructivas y se relacionan
cales, son más intensas que las plásticas, ya que provocan fácilmente entre sí, por lo que contribuyen a la unificación
reacciones físicas más importantes e inmediatas. La gran del cuadro. Es la gama utilizada por los grandes pintores
arquitectura ha tendido siempre a depurar las formas, a sim- clásicos. La gama dinámica, que comprende el amarillo
plificarlas en aras de una expresión más rigurosa de las limón, naranja cromo y cadmio, bermellón, verde veronés y
intenciones. En Hacia una Arquitectura, Le Corbusier se azul cobalto. Son los colores que introducen movimiento en
refiere a los propileos de la Acrópolis de Atenas en estos la tela, que distorsionan al acercar o alejar los objetos. Y la
términos: ”La emoción nace de la unidad de intención. De gama de transición: el dorado, el verde esmeralda y todos
la firmeza impasible que ha tallado el mármol con la volun- aquellos colores que se utilizan como tintes, y que carecen
tad de llegar a lo más puro, a lo más económico. Se ha por tanto de valor constructivo.
rectificado y limpiado hasta el momento en que no era ya Los colores, como las formas, producen sensaciones prima-
preciso quitar nada, sino dejar las cosas concisas y violen- rias, tipificadas y uniformes, y también sensaciones secun-
tas, que sonaban claras y trágicas como trompetas de darias, según la capacidad de evocación del espectador.
bronce. ” (32) Los puristas, en sus cuadros, consideran suficiente el uso de
El color purista es un atributo de la forma. Los objetos no se la gran gama, ya que utilizan el color como medio para
colorean en función de la luz, sino de su importancia res- construir la forma, no como fin en sí mismo. Para Ozenfant,
pecto a la composición total. Por tanto el color no coincide el color es el esclavo de la forma. Una forma puede ser pen-
necesariamente con la tonalidad del objeto real, sino que sada carente de color, pero la inversa es imposible: no
se somete a la jerarquía. Los puristas dan primacía a la puede pensarse un color con independencia de su soporte.
forma, pero reconocen, no obstante, que las sensaciones Los puristas utilizan colores de la gama dinámica cuando
ópticas que producen los colores son más directas e inme- existe la voluntad de introducir en la tela un elemento per-
diatas; por tanto, un color mal aplicado puede actuar turbador. A partir de 1925 en los cuadros puristas se sus-
negativamente y falsear los contornos de las figuras o sus tituyen los colores vivos y brillantes de la gran gama por
posiciones respectivas. pasteles claros y delicados.

© Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999. © Los autores, 1999; © Edicions UPC, 1999.

Los puristas clasifican los colores según tres gamas: La gran

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