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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION

ESCUELA PROFESIONAL DE EDUCACION SECUNDARIA

PROGRAMA DE LENGUA, LITERATURA, PSICOLOGÍA Y FILOSOFÍA

LA ESCUELA ELEATICA
CURSO: Lógica Dialéctica y Formal
ESTUDIANTE: CALSIN CALSINI, Willy David
DOCENTE: BARRANTES MOROCCO ESTEFANIA
SEMESTRE: IX
PUNO-PERÚ
2018-I

ESCUELA ELEÁTICA
La escuela eleática fue una corriente originada en Grecia, esta escuela se
desarrolló y originó en el siglo VI a.C. Su nombre lo tomó de la ciudad griega de
Elea, la cual se ubica al sur de Italia. Fue fundada por el famoso filósofo
Parménides, e integrada por Zenón y Jenófanes. Parménides fue considerado
como su principal y más importante miembro, el cual siempre estuvo en contra
de Heráclito manteniendo que el Universo era una esfera indivisible e inmutable
y que todos los cambios que sucedían eran una contradicción.
REPRESENTANTES
 Jenófanes de Colofón: Fue un poeta griego famoso, un filósofo y
reformador religioso que nació en Colofón. Con el tiempo fue a vivir a
Elea, al sur de Italia. Su principal trabajo y preocupación fue defender la
unidad de Dios contra el politeísmo antropomórfico que existía en ese
tiempo. Para el, Dios estaba por encima de todas las cosas humanas.

 Parménides de Elea: Filósofo nacido en el año a.C. Fue considerado


como el miembro de más importancia y destacado dentro de la escuela.
Para Parménides el ser tiene un carácter sobrenatural y su esencia es
perceptible por medio de la razón. Para el, toda situación tenía dos
caminos, el primero era el más perfecto, pero por lo general, los
hombres elegían el segundo que en apariencia era más fácil, pero para
él, el primer camino, el camino del Ser, era el único posible.

 Zenón de Elea: Fue discípulo de Parménides e intentó demostrar la


unidad del ser, diciendo que la creencia en la realidad al cambio, al
movimiento y a la diversidad llevaban paradojas lógicas, formando un
conjunto de enigmas intelectuales. Su actitud siempre fue muy polémica.
PARMÉNIDES DE ELEA
Parménides hizo parte de la escuela Eleática, la cual negaba el movimiento y
justificaba la unidad del ser. Gran parte del pensamiento de Parménides que se
conoce hoy en día ha sido conservada a través de la obra de otros filósofos
griegos como Platón y Aristóteles. Esto incluye su única obra titulada “Sobre la
Naturaleza”.
Sobre la Naturaleza
La única obra conocida de Parménides fue su poema filosófico titulado “Sobre
la Naturaleza”.
En este poema, Parménides trata diversos temas como el ser, la verdad, el
origen de los dioses y la naturaleza misma.

La mayor novedad del poema fue la metodología de su argumentación, la cual


Parménides desarrolló con rigor.
En su argumentación Parménides realizó una discusión de principios que
sientan axiomas específicos y persiguen sus implicaciones.
Pensamiento
En la primera parte de su poema, Parménides nos expone su pensamiento
filosófico bajo una premisa fundamental: lo que es, el Ser, puede pensarse; lo
que no es, el No-ser, no puede pensarse. Es una afirmación del ser como
unidad y un rechazo del devenir o el cambio como multiplicidad. Es decir que la
unidad es la verdad, lo que existe, y todo lo que implica multiplicidad no es más
que una ilusión.
El Ser:
Una de las aportaciones principales de la filosofía de Parménides es
precisamente su definición del Ser, al que le atribuye una serie de
características.
Unidad. El ser no puede ser más que “uno”, si fuera otra cosa distinta al “uno”
sería el no-ser.
Indivisible. En relación a la unidad, el ser es indivisible y compacto. El vacío
sería el no-ser, y el no-ser no existe.
Finito. El ser es finito y esférico. Estas ideas probablemente las tomó de los
pitagóricos, que relacionaban dichas características con lo determinado.
Inmutable. El Ser no puede cambiar. Si el Ser cambia o se mueve deja de Ser.
Indestructible. El Ser es, si deja de ser ya no puede ser el Ser.
Ingénito. El Ser no ha podido ser engendrado, ya que entonces habría sido
creado por el No-ser, y el No-ser no existe.
El camino al conocimiento:
En su obra también trata el problema del conocimiento. Parménides nos
plantea dos opciones para llegar al conocimiento. Una es la vía de la verdad y
la otra es la vía de opinión. La primera vía se basa en la razón, y es el único
camino verdadero para llegar al conocimiento. La segunda vía, la de la opinión,
se basa en los sentidos que crean la ilusión de cambio y multiplicidad, por lo
que son engañosos. La vía de la opinión implica la aceptación de la existencia
del no-ser, por lo que nunca nos podrá conducir al conocimiento de la verdad.
Es trabajo del hombre elegir un camino u otro.

Conclusión
El pensamiento filosófico de Parménides, expuesto en su obra Sobre la
naturaleza puede resumirse en una serie de premisas:
 La realidad es única, y de ella no puede surgir la multiplicidad.
 Negación del cambio. El cambio y el movimiento no pueden existir, son
simples ilusiones.
 Primacía de la verdad (o razón) sobre la opinión (o sentidos). La realidad
se relaciona con la razón.
 El primer principio no es otro que el Ser: Lo que es, es. Lo que no es, no
es.
Parménides es considerado como el primer metafísico y fundador de la
ontología, por ser el primero que sitúa al ser o al ente como principio. Su
poema supone, además, un uso de la dialéctica y de la deducción lógica
totalmente novedoso en su época.
Hasta la filosofía de Parménides, la pregunta fundamental de la filosofía era
sobre el origen del universo. Él es el primero en situar al Ser como objeto
principal del pensamiento filosófico. Este hecho tendrá una gran influencia en la
filosofía desarrollada posteriormente en Grecia y en la historia de la filosofía.
ZENÓN DE ELEA
Fue un ferviente discípulo de Parménides con quien se fue a vivir a Atenas a
mediados del siglo V a.C. En este lugar, conoció a Sócrates y escribió su libro
en prosa acerca de la naturaleza buscando la manera de defender la tesis de
Parménides. Murió intentando liberar a su patria de Nearco. Fue el inventor del
razonamiento paradójico demostrando que las opiniones de sus detractores
llegaban a conclusiones menos aceptables que las suyas.
PENSAMIENTO
En cuanto al pensamiento de Zenón de Elea, fue muy conocido por sus
paradojas o aporías, principalmente por la que negaban la existencia del
movimiento del ser. Intentaba probar que el ser debía de ser de forma
homogénea, única y, por lo tanto, pensaba firmemente que el espacio no
estaba formado por elementos discontinuos, sino que, por el contrario, estaba
formado por el cosmos o el universo el cual era una única unidad. Fue defensor
de la tesis de Parménides de Elea, Parménides creía que lo que existía no
tenía ni principio ni final, no podía cambiar nunca y no tenía muchas partes. Es
por esta razón que se dice que Zenón sigue con el pensamiento de la escuela
de Parménides, pues afirmaban que las cosas no podían ser un día y luego ya
no ser. Pensaba que el movimiento era solamente ilusorio. Su pensamiento
estaba muy orientado a combatir el pluralismo.

ARJÉ DE ZENÓN DE ELEA


Zenón de Elea concibe el universo como un eterno ciclo y piensa que el
universo, el cual se inicia con el fuego, habrá de acabarse en determinado
momento y renovarse infinitamente en el fuego que todo lo purifica. Para él,
esta es la manera en la que el mundo es a la vez eterno y limitado, continuo y
repetido. Eternamente el mismo en sus eternas renovaciones.
PARADOJAS
Todas las paradojas de Zenón han sido presentadas como un gran reto para el
pensamiento y ha tenido una función decisiva dentro de la historia de la
filosofía. Son una serie de paradojas o aporías creadas por él. Fueron
enfocadas en el problema continuo y en las relaciones que se daban entre el
espacio, tiempo y movimiento. En total fueron 40 paradojas, de las cuales aún
se guardan alrededor de nueve o diez. El principal grupo se conoce como
“paradojas de movimiento”, la cual estaba enfocada al problema de
imposibilidad y que estaba formado por: Aquiles y la tortuga (paralogismo más
conocido y famoso, en el cual una persona que corriera velozmente nunca
sería capaz de alcanzar al que corría más lento si el segundo tenía una
ventaja), la paradoja de la dicotomía y la paradoja de la flecha. También se
puede mencionar la paradoja de la pluralidad y continuidad o argumento de la
densidad.
Las paradojas de Zenón de Elea siguen el principio de demostración indirecta y
están formuladas y planteadas de manera que al inicio de cada una está el
enunciado que se pretende refutar. La argumentación de Zenón se basa en una
única pregunta: ¿puede el mundo ser dividido en unidades discretas? Este
enunciado de divisibilidad nos conduce a pensar si el problema está bien o si
todo es infinitamente divisible en espacio y tiempo. Algunas historias comentan
y reflejan a Zenón orientando sus paradojas para defender las doctrinas del
maestro Parménides las cuales decían que únicamente existían lo infinito y que
todo lo que se movía era únicamente una ilusión. Con sus paradojas cuestionó
algunas concepciones acerca de lo infinitamente pequeño y grande. Las
aporías de Zenón pertenecen a la categoría de paradojas falsas.
JENÓFANES DE COLOFÓN

Los temas de los que se ocupa la filosofía de Jenófanes son principalmente


tres: 1) cuestiones teológicas, 2) la naturaleza y el mundo físico 3) el
conocimiento humano y sus límites.
1) Cuestiones teológicas
Con respecto a la teología Jenófanes comienza por realizar una crítica a los
dioses homéricos de la tradición griega. Estos dioses, afirma Jenófanes, no son
más que una invención humana, creada a imagen y semejanza del ser
humano. Dotados no solamente de cuerpos, brazos y piernas similares a las
del hombre, los dioses tienen además todos los vicios imaginables. Son
corruptos, mienten, engañan, traicionan, etc. por lo que en ningún momento
deberían ser usados con fines educativos. En este aspecto Jenófanes es
claramente un moralista preocupado por las posibles influencias que las
creencias tradicionales podían tener en los modelos de conducta de la
juventud.
La crítica al antropomorfismo es uno de los frutos de los viajes realizados por
Jenófanes y del espíritu crítico adquirido en ellos, pues no se limita a señalar
una mera semejanza general entre dioses y humanos, sino que en cada región
del mundo los dioses tienen las características de los habitantes de la zona:
"Los etíopes dicen que sus dioses son chatos y negros,
Mientras que los tracios dicen que los suyos tienen ojos azules y son pelirrojos"
Frente a estas divinidades Jenófanes propone la existencia de un único Dios
que no guardaría ningún parecido con los seres humanos. Este Dios es un
precursor del Ser de Parménides, aunque, de nuevo, a la hora de precisar las
características del Dios de Jenófanes las interpretaciones difieren. Hay común
acuerdo en atribuirle la inmovilidad, probablemente debido a que todo cambio,
ya sea espacial o de otro tipo, es visto como una imperfección, mientras que el
Dios de Jenófanes se nos presenta como un ser supremo y perfecto:
"Sin esfuerzo sobre el Todo reina con el simple pensamiento e intención.
Todo él ve, todo él conoce y todo él oye".
Por el contrario falta el acuerdo en lo que se refiere a su corporalidad. Algunos
interpretes han considerado, basándose precisamente en que el Dios de
Jenófanes "ve" y "oye", que debía tratarse de un ser corpóreo, aunque distinto
a los humanos, mientras que otros han interpretado tales términos como meras
concesiones lingüísticas para explicar de forma sencilla y accesible al Dios sin
que hayan de ser tomadas literalmente. En caso de aceptar la corporeidad
cabría discutir si la forma que adopta es esférica, como hará Parménides al
hablar del Ser o si cabe alguna otra posibilidad.
Otro punto controvertido es la identificación que algunos interpretes, como
Aristóteles y Teofrasto, han realizado de Dios con el mundo, que harían de
Jenófanes un panteísta o un hilozoísta, en la medida en la que el hilozoísmo
acepta la penetración divina en la materia. Esta postura, sin embargo,
probablemente es errónea: si, como hemos afirmados, el Dios de Jenófanes
está inmóvil y el mundo se encuentra en movimiento ¿cómo pueden
identificarse el uno con el otro?
Finalmente, por lo que al ámbito de la teología respecta, cabe considerar si
Jenófanes concibió su Dios a partir de reflexiones lógicas, como hizo
Parménides después de él, o si meramente se limitó a postular un Dios cuyas
características fuesen las opuestas a las de los dioses homéricos que
repudiaba.
2) La naturaleza y el mundo físico
En lo tocante a sus opiniones acerca de la naturaleza y de los fenómenos
físicos Jenófanes dedica su atención a los fenómenos celestes, a cuestiones
cosmológicas y, finalmente, a observaciones geológicas.
Sobre los primeros afirma que son un producto de la concentración de
"partículas ígneas" o "nubes en ignición". Esta concepción de los objetos
celestes está en concordancia con las afirmaciones relativas a la naturaleza del
sol, que es considerado como una concentración de fuego que surgía
procedente del mar. Asimismo, el arco iris es también concebido como una
nube. Toda estas afirmaciones son coherentes entre sí y muestran además un
parecido con las teorías de Heráclito, quien al parecer consideró que los
cuerpos celestes estaban llenos de fuego. El problema, sin embargo, surge a
partir de otras citas que se refieren a Jenófanes y que afirman que éste
aceptaba la existencia de innumerables soles y lunas, y con ello pasamos a
considerar las opiniones relativas a la cosmología. Para evitar la contradicción
entre las afirmaciones, o bien aceptamos que Jenófanes, al igual que Heráclito,
consideraba que el sol y la luna se encendían cada día o bien entedemos la
alusión a los innumerables soles y lunas como una mera metáfora acerca de la
renovación diaria de cada uno y la circularidad de los procesos temporales.
Todavía en el ámbito de las cuestiones cosmológicas encontramos fragmentos
que hacen alusión al elemento primigenio de Anaxímedes, el aire, y al ápeiron
de Anaximandro. De nuevo según Popper, es probable que el joven Jenófanes
se enfrentase al dilema de elegir entre el ápeiron propuesto por su maestro
Anaximandro y el aire de Anaxímedes como elemento fundamental, siendo así
que se decidió por la propuesta del primero. La alusión a éste ápeiron por
medio del término "infinito" (expresión que no es errónea pues ápeiron significa
literalmente "sin límites") tuvo sin embargo como consecuencia la
desafortunada atribución a Jenófanes por parte de Aristóteles de la teoría de
una Tierra infinita, asociación ésta que pasó a formar parte de las teorías
habitualmente relacionadas con el presocrático.
Finalmente, por lo que respecta a las observaciones geológicas, encontramos
aquí a un científico de gran agudeza. Jenófanes afirmó a partir del hallazgo de
fósiles de peces encontrados en la montaña que la Tierra debió estar toda
cubierta de agua, o, mejor dicho, de algún tipo de mezcla de la tierra y el agua
como el barro o el fango. A partir de estas observaciones Jenófanes postuló
que todos los seres vivos proceden del barro, siendo los primeros animales
similares a los peces y surgiendo después los anfibios. Posteriormente
aparecerían los seres humanos, pero igualmente tendrían su origen en las
criaturas que una vez salieron del fango originario. En su visión de los
fenómenos naturales Jenófanes concedía primacía al agua, y concretamente al
mar, la mayor agrupación de agua conocida, al que consideraba la fuente de
todos los rios así como de la lluvia y las nubes.
3) El conocimiento humano y sus límites
Acerca del conocimiento humano y de sus límites Jenófanes realizó avances
todavía más importantes y que están siendo cada vez más valorados. Los
siguientes cuatro versos son en este ámbito de importancia fundamental:
"Ningún hombre conoció ni conocerá nunca la verdad sobre
Los dioses y sobre cuantas cosas digo; pues aun cuando
Por azar resultara que dice la verdad completa, sin embargo no lo sabe.
Sobre todas las cosas no hay más que parecer"
La interpretación tradicional afirmaba que Jenófanes se limitaba a expresar
meramente la relatividad del conocimiento, al considerar que éste depende de
cada individuo. No obstante otros estudiosos consideran que, por el contrario,
Jenófanes es el fundador de la teoría del conocimiento porque en este texto,
así como en otros fragmentos, se establece una teoría de la verdad: No se trata
de que el conocimiento dependa del sujeto, sino que se está afirmando una
concepción de la verdad como algo objetivo, independiente del sujeto. La
verdad consiste en la correspondencia de aquello que decimos con la realidad,
pero no tenemos ningún medio para saber cuando dicha correspondencia se
da o no (pero ello no elimina el concepto de "verdad").
Nuestras ideas, por lo tanto, no son más que intentos más o menos
afortunados de expresar la verdad. Es posible que, con el tiempo (esto se
deduce a partir de otros fragmentos), nuestras ideas se acerquen más a la
verdad, pero estas siguen siendo conjeturas. En la concepción de Jenófanes,
por lo tanto, además de considerar la verdad como algo objetivo, se afirma que
se trata de algo distinto de la certeza, entendida ésta como un conocimiento
subjetivo.
De esta concepción del conocimiento, afirman algunos de los historiadores
mencionados, puede extraerse incluso ciertas actitudes éticas, principalmente
la tolerancia, estableciéndose así una línea de pensamiento que, partiendo de
Jenófanes, uniría a filósofos como Sócrates, Erasmo, Voltaire y Lessing.

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