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INTRODUCCIÓN

La fianza es una garantía al igual que la hipoteca, en el desarrollo de este


trabajo estudiaremos las características de ambas, siendo la fianza:
*consensual
*oneroso o gratuito dependiendo el acuerdo entre las partes
*accesorio, entre otras.
Y en la hipoteca aparte de ser una garantía, es un derecho real pero
también es accesoria al igual que la fianza ya que la acción principal es la deuda.
Seguido de las características de ambas garantías se estudiará, los efectos,
requisitos y extinción de las mismas.
La fianza es la figura típica de la garantía personal. Consiste en la
constitución, junto a la obligación garantizada, de otra de igual contenido en
cabeza de un segundo deudor y sujeta a un régimen característico. De este modo
se proporciona al acreedor mayor probabilidad de ver satisfecho su interés, ya que
se amplia su poder de agresión a un patrimonio distinto del originariamente
responsable.
El fiador asegura al acreedor el cumplimiento de la obligación del verdadero
deudor. Es una garantía personal. El fiador cubre la potencial falencia del deudor,
para que el acreedor pueda cobrar. Este contrato se celebra entre el fiador y el
acreedor, no participa el deudor. Sólo aquellos dos son parte en este Contrato.

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CONTENIDO
La Fianza.

Concepto.

Nuestro Código Civil no da una definición precisa de los que es la Fianza,


sólo se limita a establecer en su artículo 1.804, la obligación contraída por el
fiador, del análisis de la disposición legal se deduce el concepto: La Fianza es un
contrato, mediante el cual, una persona denominada fiador se compromete con
una persona, denominada acreedor, a cumplir la obligación del deudor en caso de
que éste no le cumpla. (Ver Arts. 1.804, 1.863 y 1.864 C.C.V.)

En este concepto podemos apreciar la existencia de tres sujetos bien


determinados:
• Un Acreedor

• Un Deudor

• Un Fiador

Estos tres sujetos no intervienen necesariamente en la relación jurídica, ya


que, la relación contractual se da sólo entre el acreedor y el fiador; el deudor no
interviene en el contrato de fianza.

Por lo tanto hay dos contratos:


1. Uno principal: entre el acreedor y el deudor y,
2. Uno accesorio entre el acreedor y el fiador (contrato de fianza).

El artículo 1.806 del C.C.V. expresa: "La Fianza no puede exceder de lo que
debe el deudor, ni constituirse bajo condiciones más onerosas".

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El artículo 1.805 expresa: La fianza no puede constituirse sino para
garantizar una obligación válida
. Sin embargo, es válida la fianza de la obligación contraída por una persona
legalmente incapaz, si el fiador conocía la incapacidad.

ELEMENTOS DE LA FIANZA

Para la existencia del contrato de fianza se requieren todos los elementos


necesarios para la existencia de todo tipo de contrato. Estos elementos son:

• Capacidad para contratar: es la medida de la actitud que tiene un apersona para


gozar de un derecho o para poder ejercer ese mismo derecho. La persona que va
a constituirse en fiador ha de tener capacidad suficiente para ejercer dicha función.
El artículo 1.143 del C.C.V. establece: " Pueden contratar todas las personas que
no estuvieren declaradas incapaces por la ley"; son incapaces para contratar de
acuerdo a la ley:
- Los menores
- Los entredichos
- Los inhabilitados
- Cualquier otra persona a quien la ley niegue la facultad para celebrar
determinados contratos. (Ej.: institutos de manos muertas, etc.).

• Consentimiento: Debe existir el consentimiento libremente manifestado. La fianza


se perfecciona con el consentimiento. Es un contrato que nace en el momento en
que el fiador se compromete con el acreedor a subsanar una obligación principal
en caso de incumplimiento por parte del deudor. La voluntad debe estar libre de
error, dolo o violencia.

• Objeto: El objeto deber ser posible, lícito, determinado o determinable (Ver Art.
1.155 C.C.V.). Según el artículo 1.155 del C.C.V.:

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- La cosa debe existir
- La cosa debe ser determinada
- La cosa debe pertenecer a quien la transmita.
• Causa lícita: la causa debe ser lícita; el artículo 1.157 del C.C. expresa: "La
obligación sin causa o fundada en una causa falsa o ilícita no tiene ningún efecto.
La causa es ilícita cuando es contraria a la lay, a las buenas costumbres o al orden
público".

Características.

1. Es Unilateral: porque una sola de las partes se obliga. La parte que se


obliga es el fiador frente al acreedor, a responder por la obligación principal en
caso de que éste no cumpla. Pudiera de forma excepcional presentarse la
bilateralidad en el contrato de fianza, en el caso de que el acreedor pagara cierta
suma al fiador para que sea el garante, es decir, cuando el acreedor se obliga a
remunerar esta gestión del fiador. Ahora bien, si el que paga por la fianza es el
deudor no existe bilateralidad ya que, el deudor, no es parte en el contrato de
fianza, ésta sólo se establece entre el acreedor y el fiador.

2. Es consensual: basta la simple manifestación de voluntad del garante y la


aceptación del acreedor para que quede perfeccionado el contrato de fianza. Es
un contrato que nace en el momento en que el fiador se compromete con el
acreedor a subsanar una obligación principal, en caso de incumplimiento del
deudor.
El artículo 1.808 del C.C.V. establece que la fianza no se presume, debe ser
expresa y no se puede extender más allá de los límites dentro de los cuales se ha
contraído. La Fianza Mercantil establecida en el artículo 545 del Código de
Comercio, dice: "La Fianza debe celebrarse por escrito, cualquiera que sea su
importe". El consentimiento debe estar libre de vicios, o sea de error, dolo y
violencia.

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3. En principio es gratuito: La Fianza nace como un favor que una persona le
hace a otra; la Fianza no presupone remuneración de ninguna especie, pero
puede darse el caso que la fianza sea onerosa, este caso puede darse cuando el
acreedor se obliga a remunerar al fiador para su aceptación, por lo cual se
convertirá en contrato oneroso.

4. Es conmutativo: Cuando una persona se constituye en fiador, desde el


mismo momento en que nace la obligación, sabe a que está obligado y por qué va
a responder en caso de incumplimiento del deudor (Ver Art. 1.806 C.C.V.) cuando
esa persona da su consentimiento de que quiere ser garante de una obligación, ya
sabe hasta donde llega el quantum por el cual tiene que responder.

5. Es accesorio: Depende para su existencia de una obligación principal


válida. Cuando dicha obligación es incumplida el fiador ha de responder por ella
ante el acreedor. Si no hay una obligación principal no puede haber fianza. Si la
obligación principal es nula, la obligación accesoria también será nula (Ver Art.
1.805 C.C.V.)

6. No produce efectos reales: El acreedor no tiene ningún efecto real sobre


los bienes del fiador, sino la garantía del pago de la obligación. La garantía sólo se
basa en que queda afectado al pago de la obligación del deudor, también el
patrimonio de otra persona, o sea, el patrimonio del fiador. El contrato de fianza no
produce efectos reales sobre bienes específicos o determinados, sino que afecta
todo el patrimonio del garante (fiador) (Ver Art. 1.806 C.C.V.)

Carácter accesorio.

El carácter accesorio connatural a la fianza deriva de que la obligación que


une al fiador con el acreedor de la deuda que afianza es diferente de la deuda que
une a acreedor y deudor principal, y tiene su reflejo en los arts. 1835, 1829 y 1852

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CC . Esta característica no desaparece cuando la fianza tiene carácter solidario,
aun cuando entonces la obligación se rija por las preceptos relativos a las
obligaciones de esta naturaleza (art. 1822 II CC ). Entre otros efectos, acerca de
los cuales no existe unanimidad en la doctrina ni en la jurisprudencia, prevalece lo
establecido en el artículo 1835 CC , según el cual la transacción hecha por el
fiador con el acreedor no surte efecto para con el deudor principal, frente a lo
dispuesto en el artículo 1143 CC , dentro del régimen propio de las obligaciones
solidarias, según el cual la remisión de la deuda hecha con cualquiera de los
deudores solidarios extingue la obligación. En el caso examinado la falta de efecto
de la transacción respecto del deudor principal debe ser combinada con lo
establecido en el artículo 1847 CC , que, independientemente de la extinción de la
deuda principal, aplica a la obligación del fiador las mismas causas de extinción
que a las demás obligaciones, entre las cuales figura la remisión de la deuda
(artículo 1156 CC ). Según la interpretación del negocio jurídico verificado por la
sentencia recurrida, ha existido, pues, una condonación o remisión parcial de la
fianza en el ámbito de un convenio transaccional, cuyos efectos no se proyectan
sobre la obligación principal.

El carácter accesorio es aquél que se predica de una figura que, careciendo de


autonomía, hace depender su existencia y mantenimiento de otro negocio jurídico
reputado por ello como principal. Como puede intuirse la idea de accesoriedad va
ligada a la de causa de la obligación: una realidad jurídica que sirve de sustento a
otra.
En el ámbito de la fianza, si bien se ha defendido en tiempos anteriores la
esencialidad de su carácter accesorio, las nuevas voces doctrinales y
jurisprudenciales abogan por reducir la rotundidad de tal afirmación, ya que,
aunque la accesoriedad sea un carácter básico de la idea general que se tiene de
la fianza, es posible que ésta se produzca en una situación tal que dicho requisito
se vea matizado, si no suprimido.

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Así se manifiesta de forma patente en las nuevas clases de fianza que se han
ido configurando en el tráfico jurídico actual, sobre todo en el ámbito del derecho
bancario

Carácter Subsidiario

Llámase subsidiario al negocio jurídico que despliega sus efectos en


ausencia de la efectividad de otro que le precede. La Real Academia de la Lengua
lo asocia con la idea de suplencia lo cual es un modo sencillo de presentar sus
efectos principales de donde se puede inferir que las dos notas caracterizadoras
de la misma van a ser, de un lado, la pluralidad de elementos y de otro la
necesidad de un encuadre sistemático –o cronológico, en ocasiones– de los
mismos.

En efecto, para que exista subsidiariedad debe haber más de un elemento: una
norma sólo puede ser subsidiaria si se aplica en defecto de otra, una obligación
será subsidiaria si despliega sus efectos cuando no lo ha hecho otra que la
antecedía, etc. No hay subsidiariedad pues sin multiplicidad.

La exigencia de la sistematicidad, entendida como orden –sea cronológico o de


otro tipo–, establece un criterio que permite situar a los distintos elementos a la
vez que determinar el momento de su plena operatividad.

En concreto, la regulación general de la fianza está realizada sobre la base de


una relación subsidiaria: el fiador realmente entra en juego cuando el deudor
principal incumple. El momento del incumplimiento es el punto de inflexión de la
figura, al menos de la figura en la que piensa el Código Civil, por ello se dota al
fiador de ciertos medios para repeler la posible pretensión de un acreedor que no
haya respetado el principio de accesoriedad: el llamado beneficio de excusión, que
es el derecho que tiene el fiador de poder oponerse a la ejecución de la fianza

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cuando el acreedor no se haya dirigido previa y completamente contra el deudor
reputado principal

Carácter Expreso.

• Carácter expreso (1.827 CC): La fianza no se presume ni se extiende más allá de


lo contenido en ella (no lo son las declaraciones de solvencia, o las declaraciones
de bienes).
Requisitos del Fiador.

Estos requisitos están contemplados en el artículo 1.810 del C.C.V. que


textualmente dice: "El obligado a dar fiador debe dar por tal a personas que
reúnan las cualidades siguientes:
1º.- Que sea capaz de obligarse y que no goce de ningún fuero privilegiado.
2º.- Que esté sometido o que se someta a la jurisdicción del Tribunal que
conocería del cumplimiento de la obligación principal.
3º.- Que posea bienes suficientes para responder de la obligación; pero no
se tomarán en consideración los bienes embargados o los litigiosos, ni los que
estén situados fuera del territorio de la República".

Extensión de la Fianza.

El artículo 1.806 de C.C.V., establece que "La Fianza no puede exceder de


lo que debe el deudor ni constituirse bajo condiciones más onerosas. La fianza
que excede de la deuda o que se haya constituido bajo condiciones más
onerosas, no será válida, sino en la medida de la obligación principal".
Cuando un fiador se obliga, lo hace en referencia a una obligación principal
previamente determinada, debe estar expresamente señalada en el contrato de
fianza. Nunca el fiador podrá comprometerse por una cantidad que exceda el
monto de la obligación principal.

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Efectos entre acreedor y fiador:

De los efectos de la Fianza entre el Acreedor y el Fiador.


Artículo 1.812.- No puede compelerse el fiador a pagar al acreedor, sin previa
excusión de los bienes del deudor.
Artículo 1.813.- No será necesaria la excusión:
1º.- Cuando el fiador haya renunciado expresamente a ella.
2º.- Cuando se haya obligado solidariamente con el deudor o como principal
pagador.
3º.- En el caso de haber quebrado o de haber hecho cesión de bienes el deudor.
Artículo 1.814.- La demanda contra el deudor principal podrá extenderse al fiador
para que pague inmediatamente, si no hubiere lugar a la excusión según el
artículo precedente.
Artículo 1.815.- El acreedor debe poner en conocimiento del fiador la mora del
deudor, inmediatamente que ésta ocurra.
Artículo 1.816.- La excusión no tendrá efecto si no la exigiere el fiador al contestar
la demanda.
El fiador que pida la excusión deberá indicar bienes suficientes del deudor
principal y anticipar la cantidad necesaria para hacer la excusión.
No producirá efecto la designación que haga de bienes del deudor que sean
litigiosos o que se hallen fuera del territorio de la República o de que no esté en
posesión el deudor, aunque se hallen hipotecados.
Tampoco surtirá efectos ulteriores la acusación de bienes que en el segundo acto
de remate no se hubieren rematado por falta de postor o de postor aceptable.
Artículo 1.817.- Cuando el fiador haya hecho la indicación de los bienes, de
conformidad con el artículo precedente, y haya provisto a los gastos necesarios
para la excusión, el acreedor será responsable para con el fiador hasta
concurrencia de los bienes indicados, de la insolvencia del deudor principal
sobrevenida por el retardo en la ejecución.
Artículo 1.818.- Siendo varios los fiadores de un mismo deudor y por una misma
deuda, cada uno de ellos responderá de toda la deuda.

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Artículo 1.819.- Sin embargo, podrá cada una de dichas partes exigir que el
acreedor divida preventivamente su acción, reduciéndola a la parte que a cada
cual corresponda cuando no haya renunciado al beneficio de división.
Si alguno de los fiadores no fuere solvente al tiempo en que uno de ellos haya
obtenido la división estará obligado este último proporcionalmente a la insolvencia;
pero no podrá demandarse de nuevo por razón de otra insolvencia sobrevenida
después de la división
Artículo 1.820.- El fiador del fiador no estará obligado para con el acreedor, sino
en el caso en que el deudor principal y todos los fiadores sean insolventes o hayan
quedado libertados por virtud de excepciones personales al deudor y a los
fiadores.
De los efectos de la Fianza entre el Deudor y el Fiador.
Artículo 1.821.- El fiador que haya pagado tendrá recurso contra el deudor
principal aun cuando éste no haya tenido conocimiento de la fianza dada.
El recurso procederá tanto por el capital como por los intereses y los gastos. El
fiador no tendrá, sin embargo, recurso sino por los gastos hechos por el después
que haya instruido al deudor principal de las gestiones contra él.
Artículo 1.822.- El fiador se subroga por el pago de todos los derechos que el
acreedor haya tenido contra el deudor.
Sin embargo, si hubiere transigido con el acreedor, no podrá pedir al deudor más
de lo que realmente haya pagado, a menos que el acreedor le haya hecho cesión
expresa del resto.
Artículo 1.823.- Si fueren varios los deudores principales y estuvieren obligados
solidariamente, el fiador de todos que haya pagado, podrá dirigir su acción contra
cualquiera de ellos por la totalidad de la deuda.
Artículo 1.824.- El fiador de que haya pagado no tendrá acción contra el deudor
principal que haya pagado también, cuando el pago hecho por el fiador no hubiese
sido avisado previamente al deudor.

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Si el fiador hubiere pagado sin habérsele requerido y sin haber avisado al deudor
principal, éste podrá oponer a las acciones del fiador todas las excepciones que
hubiera podido oponer al acreedor principal en el momento del pago.
En ambos casos, el fiador tiene la acción de repetición contra el acreedor.
Artículo 1.825.- El fiador tendrá derecho para que el deudor principal le obtenga el
relevo o le caucione las resultas de la fianza o consigne medios de pago, en los
casos siguientes:
1º.- Cuando se le demanda para el pago.
2º.- Cuando el deudor disipe o aventure temerariamente sus bienes.
3º.- Cuando el deudor haya quebrado o se encuentre en estado de insolvencia.
4º.- Cuando el deudor se haya obligado a obtenerle el relevo de la fianza dentro
de cierto plazo, y éste haya vencido.
5º.- Cuando resulte que haya temor fundado de que el deudor se fugue o se
separe de la República, con ánimo de establecerse en otra parte sin dejar bienes
suficientes.
6º.- Cuando haya vencido el plazo o se haya cumplido en todo o en parte la
condición que haga inmediatamente exigible la obligación principal.
7º.- Al vencimiento de cinco años, cuando la obligación principal no tenga término
fijado para el vencimiento, siempre que la obligación principal no sea de
naturaleza tal que no pueda extinguirse antes de un tiempo determinado, como
sucede respecto de la tutela, o que no haya habido estipulación en contrario.
Beneficio de Excusión (Ius Excusioni).
Es el que la Ley concede, en ciertos casos, al Fiador de una obligación civil, a fin
de que el procedimiento judicial principal se dirija, primero contra el Deudor
Principal y después contra él. Se fundamenta en que el carácter accesorio de la
garantía debe conservarse en la fase ejecutiva, servirse de ella “accesoriamente”,
ante la imposibilidad del cumplimiento del deudor y resarcimiento del Acreedor con
el patrimonio del principal obligado.

Beneficio de División (Ius Divisioni) Entre Fiador y Deudor


Puede ser ejercido en dos oportunidades:

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1) Por el Cofiador demandado por el Acreedor, solicitando que en principio divida
preventivamente la acción reduciéndola a la parte que le corresponda a cada
Cofiador. (Beneficio de Inventario) procede antes del pago.
2) Puede ser ejercido por el Fiador que pagó la deuda principal en contra de los
otros Cofiadores. (Beneficio de División Propiamente Dicho). Se fundamenta en el
principio de equidad. Todos los cofiadores deben contribuir con el pago, ya que
todos se beneficiarán con éste pago, efectuado por uno de ellos, por virtud de éste
pago, todos quedarán liberados

Efectos entre cofiadores.

El Artículo 1.826 C.C.V. señala; que cuando varias personas hayan fiado a un
mismo Deudor por una misma deuda, el Fiador que haya pagado en uno de los
casos expresados en el artículo precedente tendría acción contra los demás
fiadores por su parte respectiva. Si alguno de ellos resultare insolvente, la parte de
éste, recaerá sobre todos en proporción.

Fianza Legal
Es aquella que resulta impuesta directamente por la ley, es decir por una
disposición del Código o de una ley especial que la establezca.
Fianza Judicial.
Es exigida por los jueces basados en disposiciones especialmente del Código
Procesal a los efectos de garantizar los posibles perjuicios que la medida
ordenada en el proceso podría ocasionar. Es el juez quien ordena y exige,
debiendo puntualizarse que es muy común en el caso de los embargos o medidas
preventivas, dictadas en juicios controvertidos
En fin, es legal y/o judicial por que
Extinción de la Fianza. Principio General.

La obligación del Fiador, se extingue por la extinción de la obligación principal y


por las mismas causas que las demás obligaciones. (Artículo 1.830 C.C.V.)

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La Fianza como obligación que es, se extingue:
 Porque se extingue la obligación principal.
 Porque se extingue la Fianza misma.
Luego:
Como la Fianza es una obligación accesoria, es lógico pensar que si se extingue
la obligación principal por la cual fue contraída, consecuencialmente, también se
extinga la obligación accesoria. También se puede extinguir por: Revocación,
resolución, nulidad anulación o rescisión del contrato.
Extinción de la Fianza propiamente dicha:
 Por vía principal.
 Por voluntad de las partes.
 Por el pago
 Por la novación de la Fianza entre Acreedor y Fiador.
 Por la remisión
 Por mandato de la Ley
 Por violación de la Ley, el orden público, la moral y las buenas costumbres.
 Por error, dolo, violencia, incapacidad. También puede extinguirse la Fianza
por el vencimiento del término, por la condición resolutoria entre otros.
La Extinción de la Fianza por Vía de Consecuencia.
En razón de que la Fianza es un contrato accesorio, por vía de consecuencia al
extinguirse la obligación principal, también se extingue la obligación del Fiador.
Como la Fianza es una obligación accesoria, ésta no puede sobrevivir, cuando ha
fenecido la deuda que se garantizaba con ella.
Artículos 1.830 y 1.806 C.C.V.
Extinción de la Fianza propiamente dicha:
 Por vía principal.
 Por voluntad de las partes.
 Por el pago
 Por la novación de la Fianza entre Acreedor y Fiador.
 Por la remisión

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 Por mandato de la Ley
 Por violación de la Ley, el orden público, la moral y las buenas costumbres.
 Por error, dolo, violencia, incapacidad. También puede extinguirse la Fianza
por el vencimiento del término, por la condición resolutoria entre otros.

La Extinción de la Fianza por Vía de Consecuencia.


En razón de que la Fianza es un contrato accesorio, por vía de consecuencia al
extinguirse la obligación principal, también se extingue la obligación del Fiador.
Como la Fianza es una obligación accesoria, ésta no puede sobrevivir,
cuando ha fenecido la deuda que se garantizaba con ella.
Leer Artículos 1.830 y 1.806 C.C.V

OBLIGACIONES QUE PUEDEN SER AFIANZADAS


En principio todas las obligaciones son susceptibles de ser afianzadas,
salvo aquellas que por una causa u otra resultan más onerosas para el fiador que
para el deudor. Al respecto señala el artículo 1.805 del C.C.V. en su
encabezamiento que "la fianza no puede constituirse sino para garantizar una
obligación válida". En tal sentido hay que observar las reglas siguientes:

1. Si la obligación principal es atacada de nulidad absoluta, la fianza también será


nula.
2. Si la obligación principal está viciada de anulabilidad o nulidad relativa, la
obligación accesoria (Fianza) será válida mientras no se decrete la nulidad de la
obligación principal, la cual también es válida y surte sus efectos mientras no se
haya decretado su nulidad por el Juez respectivo. Si el deudor confirma la
obligación principal, igualmente la obligación del fiador quedará confirmada.
3. La Ley nos trae una excepción a la regla antes comentada, al decir que, sin
embargo es válida, la obligación del fiador (fianza) contraída por una persona
legalmente incapaz, si el fiador conocía la incapacidad.

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LA PROMESA DE FIANZA

Cuando decimos que la fianza es un contrato consensual estamos


señalando que basta la simple manifestación de voluntad por parte del fiador y la
aceptación por parte del acreedor para que ese contrato quede perfeccionado, no
obstante, que la ley señala que la fianza debe ser expresa; quiere decir, cuando
una persona promete constituirse en fiador de una futura obligación y el acreedor
acepta ese ofrecimiento, automáticamente queda constituida la fianza.
Existe promesa de fianza en dos situaciones:

1. En el acto mediante el cual una persona promete constituirse en fiador de


una determinada obligación. Esta promesa al ser aceptada por el acreedor, ya se
constituye en una verdadera fianza.

2. En el acto mediante el cual una persona el deudor promete o se obliga


para con el acreedor a conseguir un fiador. En este caso sí nos encontramos con
la verdadera promesa de fianza. Esta promesa del deudor, puede ser en función
de dos tipos de personas:

a. En función de una persona determinada: en este caso el deudor le promete al


acreedor una persona determinada; esta persona debe reunir los requisitos
establecidos por la Ley (Ver Art. 1.810 C.C.V.), sólo que es el acreedor quien está
obligado a comprobar o constatar si el fiador reúne las condiciones y requisitos
exigidos por él como acreedor y por la Ley.

Cuando se haya exigido o pactado fianza, de un apersona determinada la


insolvencia de ésta no obligará al deudor a dar una nueva fianza. El acreedor
quien exige el fiador, lo exige y pacta con el, si éste fiador se insolventa, no es
culpa del deudor y no se podrá exigir una nueva fianza.

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b. En atención de una persona indeterminada: En este caso el deudor promete
al acreedor conseguir un fiador (una persona desconocida); para el momento es
una persona indeterminada. Esta persona debe reunir tres requisitos para se
considerada como fiador, los cuales están contemplados en el artículo 1.810
C.C.V.

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CONCLUSIÓN

Cuando como consecuencia de la celebración de un contrato, una de las


partes resulta acreedora de la otra, el cumplimiento de las obligaciones de esta
dependerá en última instancia de su solvencia. Ni siquiera es suficiente garantía la
solvencia actual, porque muy bien puede ocurrir que un deudor originariamente
solvente deje de serlo más tarde –precisamente cuando tiene que cumplir sus
obligaciones- como consecuencia de negocios desafortunados.
El acreedor puede precaverse contra esta eventualidad, mediante las
siguientes garantías
Reales: que consisten en gravar un bien del deudor con un derecho real de
hipoteca, prenda, anticresis, etc.
Personales: consisten en extender la responsabilidad derivada del contrato a otras
personas, de tal manera que para que el acreedor quede en la imposibilidad de
cobrar su crédito, será menester que tanto el deudor originario, como el garante,
caigan en insolvencia. Esto aumenta notoriamente las probabilidades de que el
crédito será satisfecho, sobre todo porque el acreedor se encargará de exigir un
garante de conocida fortuna. La forma típica de garantía personal es la fianza;
habrá fianza cuando una de las partes se hubiere obligado accesoriamente por un
tercero y el acreedor de ese tercero aceptase su obligación accesoria. De donde
resulta que la fianza es un contrato, pues exige un acuerdo de voluntades entre el
fiador y el acreedor, cuyo crédito es garantido.
O sea que su finalidad es garantizarle al acreedor su crédito. Ya que por el
contrato de fianza una parte se obliga a pagar o cumplir por un tercero, en el caso
de que éste no lo haga.

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BIBLIOGRAFÍA

ROJINA VILLEGAS, Rafael, Derecho Civil mexicano, t.VI, vol. II, Antigua Libretia
de Robredo, Valencia, Venezuela 1961, pp.525 a 643.

ZAMORA Y VALENCIA, Miguel Ángel, Contratos Civiles, 4ª. Caracas Venezuela,


1992.

Código Civil Venezolano.

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