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Sebastián Grande
Tema 7 YACIMIENTOS MAGMATICOS
Se conocen como yacimientos magmáticos todos los depósitos de menas formados directamente a partir de la
cristalización de un magma. Generalmente se forman en cuerpos intrusivos plutónicos, pero se conocen asociados a
mantos o sills y hasta a flujos de lava. Un depósito magmático puede estar constituido por una mena masiva en
forma de masa rocosa, una estratificación composicional enriquecida en algún mineral valioso o por una mena muy
valiosa diseminada en la roca ígnea. Las menas pueden ser producto de fraccionamiento magmático temprano o
tardío, concentradas por procesos normales de diferenciación, como asentamiento gravitacional, inmiscibilidad de
líquidos, o filtrado a presión. Pueden quedar in situ o ser inyectadas como un magma mena o como cuerpos visco-
plásticos en el plutón solidificado o en la roca caja adyacente.
Según las series de diferenciación distintos tipos de magmas basálticos primarios pueden dar origen, por
fraccionamiento, a diferenciados ultramáficos tempranos (cumulados), o a diferenciados tardíos, félsicos o alcalinos.
La Fig 7-1 muestra una serie idealizada de fraccionamiento y los metales (nativos o combinados con O, S, etc.)
asociados a cada tipo de roca ígnea. Es de notar que algunos elementos son exclusivos de un determinado tipo de
roca. Así, el diamante se halla sólo en las kimberlitas o rocas similares; Ni, Pt y Cr en rocas ultramáficas (peridotitas,
komatitas); Ti y Fe en rocas gabroides; Zr, Sn y T.R. en rocas félsicas (graníticas o alcalinas); Be y Li casi
exclusivamente en las pegmatitas graníticas. Las rocas que dan origen a este tipo de depósitos se presentan como
plutones estratiformes (lopolitos o embudos), diatremas, complejos anulares, chimeneas volcánicas o flujos de lava.
A continuación se describen las asociaciones ígneas que presentan los más importantes depósitos de menas
endogénicas:
Diamante
Ti-Fe Cr-Ni-Cu-Pt-Ti-V
Kimberlita
PLUTONES DE LOPOLITOS GABROIDES
ANORTOSITA ESTRATIFORMES Nb-TR-P-Ba
Ti, Zr, Sr, Fe
Carbonatita
Nb-U-Zr-TR
Sn-W-F Depósitos neumatolíticos Li-Be-Cs
greisen pegmatitas Complejos
alcalinos
DEPOSITOS HIDROTERMALES
Sn-W-U Cu-Mo-Au
CORTEZA INFERIOR
Magmas basálticos Magmas exóticos
Fig. 7-1. Secuencia idealizada de fraccionamiento magmático indicando las menas que se pueden formar en cada tipo
de asociación ígnea. No todos los depósitos aquí indicados son de concentración magmática.
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a. b.
Fig. 7-2. (a) Esquema de un tubo o diatrema de kimberlita y su dique generador. (b) Detalle de un tubo kimberlítico en
Yakutia (Siberia) mostrando ricas zonas de enriquecimiento secundario: 1. Aluvión y suelo; 2. Kimberlita alterada
(amarilla); 3. Kimberlita alterada (verde); 4. Kimberlita poco alterada; 5. Calizas ordovícicas; 6. Pozos y excavaciones. La
zona alterada lixiviada contiene concentraciones de diamante hasta 10-15 veces más ricas que la roca madre inalterada,
constituyendo una rica zona de enriquecimiento supergénico. Tomado de Smirnoff (1978).
Los diamantes son xenocristales arrastrados por el magma kimberlítico durante su rápido ascenso desde más
de 120 km de profundidad; no se forman durante el proceso extrusivo ( 1). Algunas kimberlitas y otras rocas
volcánicas diamantiferas relacionadas (lamproitas y alnoitas) forman diques o mantos intrusivos. La mena
diamantífera aparece bastante diseminada, pero la existencia de zonas de enriquecimiento secundario, debidas a la
lixiviación de los minerales ferromagnesianos inestables, permite una concentración supergénica económica.
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(1): el diamante representa el carbono primario de nuestro planeta atrapado en el manto, donde es estable por debajo de los 120 Km de
profundidad. No siendo el carbono un elemento raro, los diamantes deben ser cosa común en el manto. Donde son muy escasos es en la
corteza, ya que deben ser traídos a la superficie por procesos especiales. La erupción de magmas kimberlíticos o similares, formados a esas
grandes profundidades, es el proceso que hace ascender este bello y extraordinario mineral a la superficie.
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En general, los yacimientos diamantíferos más ricos se hallan en forma de placeres aluviales o de playa, sobre
todo en los escudos precámbricos de Siberia, Guayana-Brasil (Fig. 7-21), la India, Borneo, Australia, Zaire y en la
costa SW de Africa (Namibia-Angola-Sudáfrica, Fig 7-23).
Es de notar que las kimberlitas fueron emplazadas sólo en dos períodos muy restringidos de la historia terrestre:
durante el Proterozoico medio (1.700-1.400 Ma) y desde el Mesozoico al Terciario (200-10 Ma). No las hay de edad
arqueana y hay pocas paleozoicas. Al parecer tanto el Proterozoico medio, como los últimos 200 Ma de la historia
terrestre, se han caracterizado por fenómenos de rifting continental a escala global. Asociadas a estos rifts fueron
emplazadas las kimberlitas, junto con carbonatitas y otras rocas exóticas, en ambientes continentales anorogénicos,
relacionados con puntos calientes (ver Temas 14 y 16).
La existencia de kimberlitas o rocas similares diamantíferas no había sido reportada en Venezuela hasta 1988.
Publicaciones de la revista INDIAQUA (¡de Sudáfrica!) reportan el hallazgo de mantos o diques de "kimberlita" en la
región de Guaniamo, estado Bolívar (Fig. 7-3). Las primeras explotaciones en el área minaron un horizonte gravoso
que corresponde a paleoplaceres soterrados, a unos 8-10 m de profundidad. Excavaciones posteriores alcanzaron
los 20-25 m de profundidad, por supuesto sobrepasando el horizonte gravoso, pero la producción de diamante siguió
en aumento. La explicación dada en el artículo parece razonable: los mineros, carentes de estudios geológicos del
área y de medios modernos de prospección, sin saberlo están explotando una zona de enriquecimiento supergénico
desarrollada sobre sills de kimberlita subhorizontales muy alterados, donde hay una alta concentración de diamante,
posiblemente más que en las gravas aluvionales explotadas inicialmente. En el área de Guaniamo sólo existen
cuerpos de kimberlita en forma de delgados sills o mantos de unos 1-3 km de largo y de espesor muy delgado (unos
0,5 -2,5 m). Los tubos diatrémicos no se han encontrado bien sea debido a lo profundo del nivel de erosión en rocas
tan antiguas o a lo intrincado de la cobertura vegetal y el difícil acceso a la zona.
(a) (b)
Fig. 7-3. Mantos o sills de kimberlita en la quebrada Grande, región de Guaniamo, W de Bolívar. a) mapa de ubicación
relativa; b) mapa de la zona minera de La Salvación (detalle de la figura anterior) mostrando en negro la ubicación de los
mantos kimberlíticos hallados, en relación con placeres aluviales en explotación (áreas sombreadas).
Las mediciones de edad K/Ar efectuadas en la flogopita (mica de K-Mg) contenida en la kimberlita de Guaniamo
arrojan una edad de 730-800 Ma aproximadamente, que corresponde a un evento regional panafricano que afectó al
supercontinente de Gondwana durante el Neoproterozoico. Incidentalmente esta kimberlita es muy diferente a otras
halladas en el mundo. Parece consistir de delgadísimos mantos o sills subhorizontales ( = 8º), de apenas 0,5-2,5 m
de espesor, en vez de los clásicos diatremas y chimeneas verticales. Mineralogicamente contiene granate piropo
cromífero primario y los diamantes tienen inclusiones de una especie de cromita potásica (yimengita) sólo hallada
hasta ahora en las kimberlitas de China, de edad y características muy similares. El granate piropo en la mayoría de
las kimberlitas mundiales proviene de los xenolitos de lherzolita granatífera o de eclogita que éstas arrastran desde el
manto superior, pero en las kimberlitas de Guaniamo y otras raras localidades mundiales, dicho mineral es parte
esencial de la propia roca kimberlítica. Las kimberlitas de la región de Yakutia (N de Siberia) tienen edades del
Proterozoico medio, igual que algunas de Sudáfrica, pero las más abundantes lavas diamantíferas al nivel mundial
corresponden al episodio inicial de ruptura de la Pangea y a los procesos de rifting que han venido ocurriendo en el
W de Africa, India, Australia y E de Sudamérica desde el Jurásico hasta el presente.
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Son cuerpos muy diferenciados, de gran tamaño, conteniendo una gran variedad de depósitos magmáticos. En los
cumulados ultramáficos tempranos son comunes capas de CROMITITA, en los diferenciados gabroides (noritas) se
hallan segregaciones inmiscibles de sulfuros masivos de Ni, Fe, Cu; también se hallan segregaciones de sulfuros de
Cu-Fe con Pt en piroxenitas y anortositas; y finalmente, segregaciones de Ti-Fe en anortositas (Figs 7-4 a 7-6).
El lopolito de Bushweld, en Sudáfrica, y otros lopolitos similares en Zimbabwe (Gran Dique), contienen las más
grandes reservas mundiales de Cr, Pt, V y Ti, en depósitos magmáticos primarios (Fig 7-22). El cromo, como cromita
(FeCr2O4) aparece en capas concordantes producto directo de fraccionamiento gravitacional en un magma basáltico
muy fluido. Las capas en el Complejo de Bushweld constituyen horizontes muy continuos de varias decenas de km
de longitud y de 30 cm a 3 m de espesor (Fig. 7-4). Otras segregaciones debidas posiblemente a inmiscibilidad de
líquidos sulfurosos originan capas o "reefs" de sulfuros de Cu-Ni-Fe estratiformes ricos en Pt, asociados a las rocas
gabroides-noríticas. El "Merensky Reef" es un horizonte de sulfuros de Fe-Cu rico en platino, con más de 20 km de
longitud, que constituye la mayor reserva mundial de dicho metal noble y de otros del grupo homónimo. Las capas
piroxeníticas, a su vez, contienen segregaciones inmiscibles de V-magnetita con gran volumen de reservas.
Fig. 7-4. Horizontes platiníferos (reefs), capas de cromitita y de V-magnetita en el complejo de Bushweld, Sudáfrica. Las
capas mineralizadas tienen de decímetros a metros de espesor, pero una gran continuidad espacial y superan los 20 km
de longitud a lo largo del rumbo. Este cuerpo ígneo contiene las mayores reservas mundiales de Cr, Pt y V del mundo.
Tomado de Sassano y Cárcano (1983).
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Otros cuerpos similares se hallan en Groenlandia (Skærgaard); en el norte del Canadá (Muskox, Fig 7-5); en el
SE del Canadá (Sudbury, Provincia de Ontario, Fig 7-6); en Oregon (Stillwater); en Minnessota (Duluth); en Bahía,
Brasil (Campo Formoso); en Australia, en las costas oriental y occidental del mar Rojo (Egipto, Yemen), en Siberia
(Norilsk) y en la India, siempre intrusionando rocas continentales antiguas (Fig. 7-7). Todos los cuerpos mencionados
son de edad Proterozoico o Arqueano, excepto el de Groenlandia y los del Mar Rojo, que son Mesozoicos a
Terciarios. Los más grandes se consideran producidos por posibles impactos de meteoritos o pequeños asteroides
con la Tierra y se denominan astroblemas. Estos proyectiles impactarían la corteza continental con tal violencia que
llegarían a perforar hasta el manto superior, donde la onda de choque térmica produciría fusión parcial con
generación de enormes volúmenes de magma basáltico.
Fig. 7-5. Esquema del lopolito de Muskox en el Artico Canadiense, mostrando las capas y horizontes de cromitita
asociadas a los diferenciados ultramáficos. ROCA CAJA: 1. Basaltos tholeíticos; 2. Calizas y dolomías; 3. Areniscas; 4.
Granito; 5. Gneis y granulitas; LOPOLITO: 6. Rocas gabro-noríticas; 7. Rocas peridotíticas; 8. Ortopiroxenitas y
websteritas; 9. Fallas post-cristalización.
Fig. 7-6. Mapa geológico simplificado del lopolito de Sudbury, Ontario, Canadá, mostrando la ubicación periférica a un
anillo de norita de los depòsitos magmáticos de inyección de sulfuros de Ni-Fe-Cu. Estos depósitos constituyen el
mayor yacimiento de Ni del mundo y producen casi el 50% del metal, con un subproducto importante de Pt. (a) Vista en
planta, en negro los depósitos de inyección de sulfuros masivos de Ni-Cu-Fe; (b) Corte NNW-SSE del Complejo de
Sudbury; (c) Reconstrucción del lopolito original antes de ser erosionado y disectado. Nótese que la masiva parte
ultramáfica (posible contenedora de cromita) ha sido totalmente erosionada y el cuerpo actual es como un satélite o
remanente marginal del gigantesco lopolito inicial, mucho más grande y voluminoso. Leyenda: GW: Grupo Whitewater:
1) Arcosas; 2) Lutitas; 3) Tobas y brechas (Fm. Onaping); LS: Lopolito de Sudbury: 4) Granofiro; 5) Norita; 6) Gabro-
troctolita-peridotita-piroxenita-dunita; BA: 7) Basamento arqueano antiguo; 8) Depósitos de sulfuros de Ni-Cu-Fe.
Fig. 7-7. Hipótesis del impacto meteorítico para explicar el origen del Complejo de Sudbury. En cada par de imágenes, la
de la izquierda es una vista aérea imaginaria, la de la derecha un corte geológico W-E: A. Un meteorito grande o
pequeño asteroide choca con la Tierra generando un cráter de vastas proporciones; B. La cuenca es rellenada por
magma basáltico (cuarzo-tholeíta) generado por fusión parcial somera del manto a raíz de la onda de choque producida
por el impacto; C. Se depositan brechas de impacto, de aspecto tobáceo (Formación Onaping); D. Se depositan clásticos
continentales del Grupo Whitewater; E. Unos 700 Ma más tarde la zona es afectada por la Orogénesis Grenvilliana y
sufre deformación, metamorfismo y fallamiento inverso.
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Fig. 7-8. Ubicación de los depósitos de Cr a escala mundial. Se diferencian aquellos situados en lopolitos estratiformes
precámbricos de los asociados a complejos ofiolíticos jóvenes. En lopolitos estratiformes: 1. Muskox (ártico
canadiense); 2. Stillwater (Montana); 3. Fisskenaesett (Groenlandia); 4. Campo Formoso (Bahía, Brasil); 5. Gran Dique
(Zimbabwe); 6. Bushweld (Sudáfrica); 7. Kemi (Finlandia); 8. Estado Orissa (India). En Cinturones arqueanos de rocas
verdes: K. Selukwe (Zimbabwe); L. Tsaratanana (Madagascar). En complejos ofiolíticos fanerozoicos: A. Cascadas
(Oregon); B. Thedford (Quebec, Canadá); C. Bay of Islands (Terranova); D. Camagüey - Moa (Cuba); E. Vourinos (Grecia);
F. Kalimash (Albania); G. Troodos (Chipre); H. Kempirzai (Urales, Kazakstán); I. Saranovsk (Perm, Urales, Rusia); J.
Ingessana Hills (Sudán); M. Semail (Omán); N. Faryab (Irán); Ñ. Kop Daglari (Turquía); O. Bela (Pakistán); P. Complejo
Zambales (Filipinas); Q. Marum (Papua-Nva. Guinea); R. Tiebaghi (Nva. Caledonia).
Fig. 7-9. Fraccionamiento gravitacional en cámaras magmáticas someras debajo de las crestas de las dorsales con
generación de cromititas podiformes y estratiformes: 1. Depresiones en el piso de la cámara magmática principal (CMP);
2. Agregados tubulares en conductos magmáticos subyacentes a la cámara; 3. Cumulados de olivino-cromita tempranos
en cámaras magmáticas transitorias (TM) en la harzburgita ascendente; 4. Bolsadas de residuos de fusión parcial
formadas anteriormente a mayores profundidades; 5. Cizallamiento de los cuerpos podiformes en concordancia con la
zona de tectonita.
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C) Complejos ofiolíticos
Las complejos estratiformes máfico-ultramáficos de las ofiolitas (cumulados dunítico-peridotíticos, casi siempre
intensamente serpentinizados) contienen lentes de cromitita, formados por fraccionamiento gravitacional de basaltos
MORB en cámaras magmáticas situadas debajo del valle axial de la dorsal centroceánica (Fig. 7-9; y ver Tema 14).
Las cromititas ofiolíticas difieren de las formadas en los cuerpos gabroides estratiformes y no forman capas continuas
sino segregaciones lenticulares; se conocen como cromititas podiformes.
Debido al emplazamiento tectónico de los cuerpos ofiolíticos, estas cromititas son deformadas y desmembradas,
a veces siendo inyectadas plásticamente en las rocas adyacentes. Son frecuentes los episodios hidrotermales
epigénicos, que pueden formar minerales secundarios como granate uvarovito-hessonita, asbestos, micas y cloritas
cromíferas, etc. Grandes cuerpos de cromititas podiformes se conocen en los complejos ofiolíticos del cinturón
apalachiano (Bay of Islands, Terranova (Fig 7-10), Thedford y Asbestos, Quebec); en los cinturones del este del
Mediterráneo (Turquía, Albania, Grecia, Chipre: Troodos), en la zona de Omán-Irán (Cinturón Zagros), en el cinturón
himalayano (Pakistán), en el cinturón uraliano (Perm); en el cinturón pacífico SW (Célebes, Filipinas, Nueva Guinea,
Nueva Caledonia) y en el área del Caribe (Cuba, Rep. Dominicana, Honduras) (ver Fig 7-8). Como se verá más
adelante (ver Tema 16), las ofiolitas también contienen depósitos de otros tipos, algunos muy importantes (Cu, Ni,
asbestos, etc.). En Venezuela se conoce un pequeño depósito de cromita en la dunita del Cerro El Rodeo, península
de Paraguaná; el lente podiforme sólo contiene unas 10.000 tm y sólo tiene valor académico. Las cromititas del norte
de la isla de Cuba (Moa, Camagüey) forman lentes de varios centenares de metros de largo y contienen reservas de
hasta 60 Mt.
Fig. 7-10. Complejo ofiolítico de Bay of Islands, Terranova, Canadá, mostrando la ubicación de las cromititas podiformes
y de las minas de Cr. El complejo fue emplazado sobre el escudo canadiense durante la orogénesis apalachiana del
Paleozoico medio. El complejo forma parte del vasto cinturón ofiolítico apalachiano, emplazado durante la colisión
ordovícica de Norteamérica y Eurasia, que causó el cierre de un proto-Atlántico denominado océano Iapetus. Se
muestra la ubicación de importantes depósitos de cromititas podiformes asociados a rocas y cumulados ultramáficos.
En este cinturón ofiolítico existen tambien imporantes depósitos de asbesto crisotilo (Thedford, Quebec).
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Son cuerpos formados por rocas ultramáficas a máficas que muestran una basta zonación desde el interior hacia
los bordes, comenzando con un núcleo de dunita, luego peridotitas sin ortopiroxenos (wherlitas), clinopiroxenitas,
hornblenditas y gabro hornbléndico o diortita marginales. Son intrusivos profundos y bien diferenciados que contienen
segregaciones primarias de V-magnetita asociadas a piroxenitas y menas de metales del grupo del Pt, diseminadas
en dunitas y piroxenitas (Fig 7-11). Son famosos los placeres de Pt-Pd-Ir provenientes de la lixiviación de los
complejos ultramáficos en los Montes Urales (Rusia), la Cordillera Occidental de Colombia y la costa SW de Alaska.
Fig. 7-11. Esquema de un complejo ultamáfico zonado concéntricamente en el sur de Alaska (Duke Island). Las dunitas y
piroxenitas contienen Pt diseminado, que se recupera en placeres derivados de dichos complejos en abanicos aluviales
de piedemonte. La zona más resaltante es la de piroxenita-hornblendo-magnetítica, donde se concentran los depósitos
de V-Ti-magnetita. La zonación observada es debida al fraccionamiento gravitacional en cámaras magmáticas muy
turbulentas situadas en las raíces profundas de arcos volcánicos tholeíticos. El carácter algo hidratado de las tholeítas
de arco de islas explicaría la abundancia de magnetita y de hornblenda, aunque gran parte de esta última pudo
generarse por metamorfismo regional posteriormente a la cristalización del cuerpo ígneo.
Fig. 7-12. Complejo de El Chacao, N-Guárico, mostrando la ubicación de los cuerpos de V-magnetita.
Fig. 7-13. Mapa del condado de Munro, en el cinturón verde de Abititi (Ontario, Canadá) mostrando mantos y flujos de komatiíta
estratiformes que contienen segregaciones basales de sulfuros de Ni-Cu-Fe y de sulfuros de Sb con Au nativo.
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(2): las komatiítas son lavas ultramáficas generadas por porcentajes de fusión parcial del manto superior de hasta 50%. Su composición es
olivino, piroxeno y plagioclasa. Fueron muy abundantes durante el arqueano y el proterozoico temprano, alcanzando espesores de hasta 3 km,
con gigantescos flujos individuales de más de 30 km de longitud, hasta 2 km de ancho y 30-100 m de espesor. Todas ellas se hallan
metamorfizadas a las facies esquistos verdes y anfibolita, donde el olivino y el piroxeno han sido sustituidos por actinolita y clorita, preservando
bastante bien la textura spinifex original. Las únicas komatiítas modernas que se conocen se hallan en complejo ofiolítico de la isla Gorgona,
frente a la costa occidental de Colombia, en el océano Pacífico, al que se le asigna una edad jurásica y un origen a partir de una pluma mantelar
suboceánica.
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Nuevos estudios en los grandes depósitos australianos (cratones de Pilbara y Yilgarn) han arrojado modelos
genéticos bastante inusuales. Las características principales de los depósitos asociados a flujos de lavas komatíticas
son: a) ocurren en, o cerca de la base de secuencias de flujos ultramáficos, que son las partes basales de ciclos
volcánicos de ultramáficos a félsicos; b) la mena se asocia a una profundización del flujo asociado, que se interpreta
como el relleno por lava muy caliente y fluida de depresiones topográficas prexistentes, a veces limitadas por fallas
superficiales anteriores a las erupciones, aunque no siempre debidas al fallamiento; c) los flujos huésped de las
mineralizaciones tienen un grosor generalmente mayor que el de los flujos no-mineralizados, con un rango típico de 20-
60 m, pero engrosándose a 100 m en la vecindad de los cuerpos de mena. Una sección típica a través de la
mineralización muestra que: 1) la mena siempre se halla en la base de los flujos; 2) hay una clara relación espacial
entre dos tipos de mena: una inferior, masiva y otra, superior, con textura reticulada, donde granos de olivino están
embebidos en una matriz de sulfuros; 3) el contacto entre ambas menas es muy definido y, en zonas poco
tectonizadas, es fácil apreciar que era originalmente horizontal. Para explicar estas características se han propuesto
varios modelos, pero el esquema propuesto recientemente por BARNES ET AL. (1996) propone una nueva clasificación
para estos depósitos, en dos tipos genéticamente diferentes:
Tipo 1: caracterizados por acumulaciones basales de menas masivas y reticuladas de sulfuros - alto tenor
Tipo 2: caracterizados por acumulaciones centrales de sulfuros diseminados - bajo tenor
Los depósitos diseminados del Tipo 2 contienen un 2% de mena de sulfuro y su origen es debido al fenómeno de
inmiscibilidad de líquidos. La consistencia del tenor de Ni y la proporción de sulfuro en la roca es una función de la
segregación en proporción cotéctica de fases olivínicas y sulfurosas en un magma saturado en sulfuro. Durante la
erupción de los flujos lávicos leves descensos de temperatura causan la cristalización de olivino, un enriquecimiento
instantáneo del magma en sulfuro (sobresaturación) y un leve descenso en la solubilidad del sulfuro en el líquido. Por
consiguiente el sulfuro es exsuelto para mantener el grado de saturación en sulfuro de la lava, lo que resulta en una
proporción casi constante de sulfuro en la roca olivínica. En este modelo se asume que todo el sulfuro estaba disuelto
en el magma komatiítico parental.
MAGMA KOMATIÍTICO
compresión CUMULADO
gravitacional DE OLIVINO
mena diseminada
(2% de sulfuros)
MENA
RETICULADA
(30-70% sulfuros)
MENA
MASIVA
(100% sulfuros)
sulfuros fundidos
Fig.17-14. Modelo de “bolas de billar” para explicar el origen de las menas reticuladas de sulfuros en flujos komatiíticos.
Las bolas blancas representan cristales cumulados de olivino, el líquido blanco, el magma komatiítico, el líquido negro,
el fundido sulfuroso. El asentamiento de nuevos cumulados presionó hacia abajo los cristales de olivino inferiores,
quedando éstos embebidos en una matriz de sulfuro. El proceso se detiene cuando los granos presionados alcanzan un
horizonte de sulfuro solidificado. Tomado de Naldrett y Campbell (1982).
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Las características del Tipo 1 y la gran abundancia de material sulfuroso presente en ellos hacen suponer una
fuente de sulfuros externa a los flujos lávicos. La alta temperatura de los flujos komatiíticos (>1.600 ºC) les permitió
provocar la fusión parcial o total del substrato sedimentario-volcánico félsico a intermedio por donde fluían. La
frecuente asociación de los depósitos grandes de sulfuros masivos y reticulados con “depresiones” en el sustrato
llevó a estos investigadores a proponer que éstas constituyen estructuras de canal de segundo orden, de unos 50 m
de profundidad y 150 m de ancho, superpuestas a canales más grandes, de 150 m x 2.000 m, y que se asocian con
cumulados de ortopiroxeno que contienen xenolitos de roca caja parcialmente asimilados y con “lagos” de lava
caracterizados por flujos laminares con textura spinifex o flujos columnares.
Las relaciones se campo en estos afloramientos australianos, excelentemente expuestos y continuos por
decenas de km, indican una relación íntima entre la mineralización y la “erosión termal” del substrato sedimentario,
por la cual estos flujos muy calientes y turbulentos fueron capaces de excavar canales erosionales fundiendo la roca
del substrato por el cual se desplazaban. Cuando el sustrato sedimentario-volcánico contenía sulfuros de origen
sedimentario-exhalativo o vulcanogénico éstos eran incorporados por fusión al magma komatítico, el cual podía
disolver tan sólo una parte de ellos; el resto del material sulfurado fundido formaba una pesada carga de fondo en el
flujo lávico, que era arrastrada por la corriente y la turbulencia de esos enormes flujos muy poco viscosos. Este
curioso mecanismo explicaría las variaciones observadas en el tenor de la mena y el hecho crucial de que los
depósitos ocurren invariablemente en la base de los flujos de lava. La contaminación de la lava con material rico en
sílice cambió su composición de subsaturada a saturada, siendo capaz de cristalizar ortopiroxenos directamente
como cumulados. La formación de las menas reticuladas superiores a los lentes masivos se explica con el modelo de
“bolas de billar”, propuesto por NALDRETT Y CAMPBELL (1982) (Fig.17-14). Estos sugirieron que después del
emplazamiento del flujo y los sulfuros basales asociados, los últimos empezaron a congelarse en los contactos
basales y laterales con la roca caja fría, dando lugar un rápido enfriamiento de una parte del sulfuro antes que una
gran cantidad de olivino hubiese tenido tiempo de cristalizar a partir del magma suprayacente. A medida que el olivino
cristalizaba, los cristales se asentaban en un fondo constituido por líquido sulfuroso remanente, aislado de la roca
caja por bordes sobrenfriados. Los sucesivos cumulados de olivino que se asentaban empujaban hacia abajo a los
cristales del fondo a través del líquido sulfuroso, deteniéndose el proceso cuando los cristales de olivino de más
abajo descansaban finalmente sobre sulfuro solidificado. De este modo las menas reticuladas, que consisten de
cristales de olivino embebidos en una matriz de sulfuro, se formaron encima de las masivas. Las menas masivas
consisten prácticamente de masas de 100% sulfuros de Ni-Cu-Fe, las reticuladas tienen de 30-70% en volumen de
sulfuros. Todas estas características casi “fluviales” de los flujos komatíticos se deben a la muy poca viscosidad de
estas lavas, cercana a la de un flujo de lodo tipo lahar o al agua con arcillas en suspensión de un gran río turbulento
(como el Orinoco). Los flujos eran submarinos, como lo atestigua la presencia de almohadillas y hialoclastitas, pero
se comportaban como ríos maduros subaéreos, teniendo meandros, canales profundos y llanuras de inundación. Al
igual que los grandes ríos, los flujos ultramáficos fueron capaces, aunque de modo totalmente diferente, de excavar
profundos canales erosionales y de formar largos cauces, de hasta 30 km de largo. Flujos similares han sido
observados en lavas basálticas en mesetas continentales y en la islas Hawai, sólo que las lavas basálticas, menos
calientes (1.100º C) y algo más viscosas que las komatíticas, no producen erosión termal en su substrato basáltico.
En la Fig.17-15 se muestra el modelo metalogénico de los sulfuros masivos y reticulados asociados a las komatitas.
Sulfuros sedimentario-vulcagénicos del sustrato Erosión termal y fusión del substrato y los sulfuros contenidos
mena
reticulada
Líquido sulfuroso no disuelto, mena masiva
50m como carga de fondo substrato sedimentario-volcánico 20m
Fig.17-15. Modelo metalogénico de los depósitos de sulfuros masivos asociados a flujos komatiíticos. a) Canal principal; b) Etapa de
flujo turbulento y erosión termal del sustrato; c) Incorporación del sulfuro sedimentario fundido como carga de fondo; d) Finalización
del movimiento de la lava, formación de cumulados de olivino, enfriamiento basal y lateral del líquido sulfuroso y formación de menas
reticuladas en la parte superior de la capa de sulfuros masivos. Los cortes están realizados en dirección perpendicular al flujo, la figura
(c) es un detalle ampliado de la (b), y la figura (d) es un detalle ampliado de la (c). Tomado y modificado de Naldrett y Campbell (1982).
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Recientemente se ha reconocido la naturaleza komatítica de las mal llamadas "anfibolitas" de El Manteco, las
cuales muestran una textura spinifex (3) reliquia formada por pseudomorfos olivino, ahora serpentina, actinolita y
clorita, producto de metamorfismo de bajo grado de komatitas del cinturón verde de Pastora. Hasta los momentos no
se ha reportado la existencia de sulfuros masivos de Ni-Cu-Fe en dichos cuerpos, los cuales se hallan muy
deformados y desmembrados por el metamorfismo y el tectonismo que los afectó. Esta unidad ha sido bautizada
como Formación Florinda y se considera como un equivalente lateral de la Formación El Callao. Igualmente, no se
han conseguido todavía cuerpos de sulfuros masivos vulcanogénicos de Cu-Zn-Fe (tipo Noranda), tan abundantes en
el Cinturón Abititi, en el SE del Canadá (ver Tema 14), de edad y litología similares a las de Pastora, aunque el
yacimiento aurífero de Las Claritas (Km-88) parece ser un lente de sulfuros masivos profundamente meteorizado
donde el Au diseminado originalmente en la mena quedó concentrado en el suelo residual laterítico (SIFONTES, R.,
com. personal).
F) Plutones de anortosita
Son grandes masas de rocas anortosíticas y gabroides que se hallan casi exclusivamente en terrenos
proterozoicos. Contienen valiosos depósitos de segregación de óxidos de Fe-Ti (Fig. 7-17). Son conocidos en todos
los terrenos proterozoicos del mundo, pero su mayor expresión se halla en el SE del Canadá, en la Península de
Labrador y en el NE de U.S.A. (Fig 7-16). Existen también en el Escudo Báltico (Noruega, Suecia, Finlandia), montes
Urales y península de Kola y Ucrania (Rusia), Australia y la India. Algunos de estos cuerpos alcanzan proporciones
batolíticas y forman sistemas montañosos elevados, como los montes Adirondack (New York, U.S.A.).
Según la forma de los cuerpos mineralizados se distinguen los filones, los lentes o bolsadas, así como
diseminaciones en forma de schlieren, en cintas e irregulares. La composición mineral de las menas se caracteriza
por tres minerales principales: rutilo, ilmenita y Ti-magnetita. Además pueden contener anatasa, brookita (polimorfos
del rutilo, TiO2), minerales del grupo de la ilmenita (Mg,Fe)TiO3, como geikielita, brannerita (U,Ca,Ce)(Ti,Fe)2O6, así
como magnetita, sulfuros de Fe-Cu y apatito. La mayoría de estos cuerpos se asocia a rocas de facies granulita,
como charnockitas félsicas a intermedias, granulitas piroxénicas, etc., y muestra minerales metamórficos derivados
de sus componentes magmáticos primarios, como granate, anfíbol, serpentina, epídoto, clorita, hematita, leucoxeno y
carbonatos. La textura de las menas puede ser maciza, bandeada, jaspeada o diseminada.
Fig. 7-16. Ubicación de los plutones de anortosita en el SE del escudo canadiense. Muchos de estos grandes cuerpos
contienen importantes reservas de Ti como segregaciones inmiscibles de óxidos de Fe-Ti. Nombres de los complejos:
Mo. Morin; A. Adirondack; SH: Lac St- Jean; L: Labrieville; N: Nain; HL: Harper Lake; Mi; Michikamau. Nótese en el
tamaño se asemejan a los batolitos, pero su origen y litología son completamente diferentes. Las zonas sombreadas
representan los cinturones apalachianos del Paleozoico medio-temprano, las áreas en blanco, el Escudo Canadiense.
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(3): la textura spinifex, nombrada según una hierba de Australia, continente donde fue reconocida por primera vez, consiste en largos cristales
aciculares o esqueletales de olivino y piroxeno, formando haces abanicados embebidos en una matriz vítrea. Se considera como una textura
debida al sobrenfriamiento de magmas komatíticos de alta temperatura (1.600° C), eruptados en el fondo oceánico arqueano como lavas
almohadilladas. Spinifex es una hierba australiana con aspecto abanicado. La matriz vítrea durante el metamorfismo se transforma en un
agregado de clorita-actinolita-epídoto.
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Los yacimientos canadienses y finlandeses son enormes, con reservas de mena de miles de Mt y reservas de Ti
superiores a 20 Mt. (Fig. 7-14). Las menas son complejas y requieren de un costoso procesamiento: contienen 10-
53% de Fe, 2-4% de TiO2 y de 0,1-0,5% de V, que entra en solución sólida en la magnetita.
Fig. 7-17. Plutón de anortosita de Marcy, Montes Adirondack (New York, U.S.A.), mostrando la ubicación de los
depòsitos de Ti y la asociación de las rocas anortosíticas con mangeritas y charnockitas (rocas cuarzo-feldespáticas
anhidras, con hipersteno). Tomado de Hall (1983).
En Venezuela existen rocas similares en un ambiente tectónico bastante peculiar. Se trata del Complejo de
Yumare, al norte del estado Yaracuy. Allí afloran bloques tectónicos de varios km de largo conteniendo las litologías
antes descritas: anortositas, leucogabros, charnockitas félsicas (mangeritas) y granulitas (4). Su emplazamiento
tectónico como bloques de basamento precámbrico los ha sometido a un metamorfismo de bajo grado y a una gran
deformación. Sin embargo, conservan sus típicos yacimientos de Ti, algunos de los cuales muestran un fuerte
enriquecimiento supergénico, con formación de una costra laterítica muy rica en Ti-magnetita e ilmenita residuales,
con reservas de unos 60 Mt de mena. Por los momentos estos depósitos no están siendo explotados. La frecuente
asociación granitos rapakivi-anortosita observada en todos los escudos del mundo explica la existencia de estos
cuerpos en el área de exposición del Batolito del Parguaza, aunque en éstos últimos no se han hallado menas de Ti.
G) Complejos sieníticos
El más importante yacimiento de Fe y Ti de Europa se halla en el distrito de Kiruna, Suecia. Las reservas de Fe
alcanzaron 750 Mt y la producción anual es de 3 Mt. El depósito más prominente es el de Kirunawara, constituido por
un cuerpo estratiforme de 3 km de longitud, con un ancho variable de 30-150 m (Fig. 7-18). Se compone
principalmente de magnetita y hematita finamente diseminadas en una matriz de apatito. La roca caja está constituida
por sienitas y sienitas cuarcíferas porfidícas. Se considera como ejemplo típico de depósito formado por segregación
magmática de líquidos inmiscibles. Los estudios realizados muestran que la fase apatito-óxidos de Fe inmiscible se
separó del magma alcalino-félsico luego de la fase intrusiva principal, en la que la roca caja fue el basamento
precámbrico del Escudo Báltico.
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(4): las charnockitas son rocas de aspecto granítico, diorítico o gabroide, formadas por feldespato, plagioclasa antipertítica, con hipersteno como
mineral máfico y carentes de biotita u hornblenda. Su origen es muy controversial, en el campo se mapean como "plutones" discretos, pero su
mineralogía y texturas son propias de rocas metamórficas de alto grado, como granulitas. Las gabroides contienen además clinopiroxeno y
olivino, por ende se asemejan a gabronoritas oliviníferas. Las mangeritas son charnockitas félsicas, similares a sienitas, pero sin minerales
hidratados.
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Fig. 7-18. Sección geológica del yacimiento de Fe de Kirunawara, Suecia, mostrando el horizonte de óxidos de Fe-apatito
asociado a rocas sieníticas de edad Paleozoico. Constituye el depósito de Fe más grande de Europa y la materia prima
para la fabricación del mejor acero del mundo, el sueco. 1. Rocas verdes arqueanas; 2. Conglomerados; 3. Sienita
porfídica; 4. Mena de magnetita-apatito; 5. Pórfido cuarcífero; 6-7-8. Sedimentos paleozoicos. Tomado de Sassano y
Cárcano, 1983.
Un yacimiento similar a éste se halla en Cerro Mercado (Durango, México). Asociadas a un plutón sienítico se
hallan segregaciones de apatito cristalizado y magnetita, con sepiolita (filosilicato de Mg). Depósitos de magnetita
producidos por magmas mena (lavas que representan fracciones inmiscibles extrusivas) se hallan en Chile y otros
arcos volcánicos. La Fig 7-19 muestra un diagrama de fase que ejemplifica el fenómeno de inmiscibilidad observado
entre líquidos silicatados alcalinos y líquidos ferroso-fosfáticos. Los diagramas triangulares muestran como los
campos de inmiscibilidad son muy reducidos cuando hay baja fugacidad de O2 y como ambos se amplían y
convergen en uno sólo muy extenso en condiciones oxigenadas. En condiciones de aire atmosférico ( AIRE) las líneas
unen líquidos inmiscibles que coexisten a temperaturas liquidus. Está claro que una fracción líquida es muy rica en
feldespato y sílice (sienita cuarcífera), mientras que la otra es muy rica en FeO (en parte Fe 2O3). Este fenómeno
podría también explicar la formación de segregaciones de Ti-magnetita en rocas anortosíticas (ver Secc.D de este
tema).
Fig. 7-19. Diagramas de fase mostrando la inmiscibilidad en sistemas de óxido de Fe-silicato. El campo de inmiscibilidad
se acrecienta en condiciones de alta fugacidad de O 2. Este diagrama podría explicar la formación de los depósitos tipo
Kiruna y de las segregaciones de Ti-Fe en las anortositas canadienses. Las líneas unen líquidos inmiscibles, de
composiciones contrastantes, que coexisten en equilibrio a la temperatura liquidus.
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a. b.
Fig. 7-20. a) Esquema de un complejo alcalino-máfico-carbonatítico (Complejo de Spitskop (Transvaal). b) Depósitos de
mena asociados a las diferentes litologías de dicho complejo. Carbonatita: pirocloro (Nb, U, Th), magnetita, baddeleyita
(Zr), carbonatos y fosfatos de T.R., barita, fluorita, estroncianita y witherita; Ijolitas, melteigitas, piroxenitas, peridotitas,
dunitas, etc.: glimmeritas (rocas de flogopita-vermiculita) y foscoritas (rocas de apatito-magnetita). Sienitas nefelínicas,
foyaitas, urtitas, etc.: pegmatitas alcalinas (sodalita, cancrinita, circón, corindón (rubí), pirocloro-columbita (Nb), etc.
Fenitización: riebeckita var. crocidolita (asbesto azul). Tomado de Heinrich (1978).
En Venezuela se infiere la existencia de un complejo carbonatítico en Cerro Impacto (Figs. 7-22 y 7-23). No hay
rocas de ese tipo aflorantes, pero se han perforado unos 300 m de lateritas que muestran en enriquecimiento
anómalo de Nb, La, Ba y otros metales qué sólo se concentran en este tipo de yacimientos. El alto contenido de
minerales de fácil alteración de las carbonatitas hace posible una profunda lateritización de estos cuerpos, sobre
todo en climas tropicales. Las lateritas generadas muestran un contenido anómalo de Nb, La, Ce, Y, Ba, Sr, Th, U y
TR y nódulos de barita. La inaccesibilidad del lugar, lo intrincado de la vegetación y la elevación del cerro (2.100 m)
hacen, por los momentos, imposible todo intento de exploración o explotación. El complejo se halla en la intersección
de grandes geofracturas o paleorifts de edad proterozoica, que representan un intento de fracturar a Amazonia,
17
Fig. 7-21. Mapa geológico de la carbonatita de Palabora, Sudáfrica. La explotación de Cu a cielo abierto se realiza en el
núcleo de carbonatita. Nótese la ubicación de las foscoritas y glimmeritas (rocas de flogopita, alteradas a vermiculita).
Fig. 7-22. Croquis geológico del Cerro Impacto, posible complejo carbonatítico profundamente erosionado y
meteorizado. Se han perforado unos 300 m de lateritas ricas en elementos raros como Nb, La, Ce, Y y Ba, pero la roca
carbonatítica no aflora debido a lo profundo de su meteorización. Tomado de Rodríguez (1972).
18
Bloque que formaba parte del supercontinente Rodinia, pero que no llegó a generar nueva corteza oceánica. Estos
rifts abortados permitieron el emplazamiento de magmas exóticos provenientes del manto superior, entre los cuales
la carbonatita de Cerro Impacto (seguramente una de las más grandes del mundo, pues se cree que es un dique de
12 km x 3 km), el granito rapakivi de Parguaza y el complejo alcalino de La Churuata, entre otros (ver Fig. 7-23). Es de
notar que todas estas rocas anorogénicas contienen valiosos yacimientos endogénicos y exogénicos de gran
importancia para la minería actual y futura en el país.
Las carbonatitas mejor expuestas y más estudiadas son las del valle rift Africano (Kenya y Tanzania) y de la
provincia de Montreal (Canadá). Todos estos cuerpos muestran una compleja historia geológica y representan
intrusiones y extrusiones multifásicas. La Fig. 7-20b muestra el modelo esquemático de un complejo volcánico
nefelinítico-ijolítico-carbonatítico. Se observa la estructura y el orden secuencial de las intrusiones, así como el
desarrollo de las aureolas de fenitización y la geomorfología superficial. Es evidente que el magma nefelinítico fue el
primero en emplazarse, éste al cristalizar en condiciones plutónicas genera ijolitas (rocas de nefelina + Na-cpx), con
cumulados de piroxenitas alcalinas (jacupirangitas) y de melilitolitas, fraccionando hacia diferenciados más félsicos,
como urtitas, foyaitas y sienitas nefelínicas. Las lavas nefeliníticas son viscosas y generan estratovolcanes, formados
por flujos de melano-nefenitita alternados con flujos piroclásticos. Es común el colapso de caldera debido al
vaciamiento de la cámara magmática subvolcánica luego de una erupción explosiva. Las carbonatitas son los últimos
magmas que se emplazan según la secuencia siguiente, que es a su vez la secuencia de intrusión y de
diferenciación: C1 es un magma calcítico, que genera la variedad sovita, de grano grueso; C2 representa la intrusión
de enjambres de diques u hojas cónicas de alvikita, una carbonatita calcítica de grano fino. La fase C3 está formada
por diques y hojas cónicas de ferrocarbonatita (con siderita y ankerita), que generalmente contiene notables
concentraciones de elementos radioactivos (U, Th). La etapa C 4 consiste de raros diques u hojas cónicas de alvikita,
donde se observa un elevado aumento en el contenido de volátiles, con formación de fluorita. Es de notar que la
extensión vertical de todo el complejo puede superar los 10 km, por ello a diferentes niveles de erosión los complejos
muestran una gran variabilidad litológica y estructural. Así, a niveles de erosión profundos (como el caso del complejo
de Sagurume (Tanzania), Palabora y Spitskop (Sudáfrica) (Figs. 7-20a y 7-21)), los complejos muestran un núcleo
central de sovita, rodeado por anillos de rocas plutónicas nefelínicas, más o menos máficas y melilitolitas; a niveles
intermedios (casos South Rangwa, Omutuma y Wasaki), los complejos se muestran extentos de rocas plutónicas y
sólo consisten de enjambres de diques y hojas cónicas de carbonatitas variadas, hipoabisales; a niveles más
someros (casos Kisingiri, Okuge y Mt. Homa), los complejos son esencialmente volcánicos y mostrarán
estratovolcanes cortados por algunos diques u hojas cónicas de carbonatitas. Es obvio que las exposiciones de estos
complejos tienen mayores diámetros relativos cuando se hallan erosionados profundamente.
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Un fenómeno que acompaña las intrusiones carbonatíticas es el proceso de fenitización. Este consiste en una
alteración metasomática de la roca caja del complejo (generalmente basamento gnéisico-granítico precámbrico). Es
un metasomatismo alcalino muy extenso (de centenares de metros a 1-2 km) que afecta a la roca caja de los
complejos, generando rocas híbridas denominadas FENITAS, formadas por feldespatos alcalinos y piroxenos o
anfíboles alcalinos (series egirina-augita y riebeckita-arfvedsonita). Al parecer existen dos tipos de fenitización: una
fenitización mayormente sódica relacionada con los intrusivos ijolíticos, que genera rocas con mineralogía de foyaita-
urtita; y otra potásica, relacionada con las carbonatitas, que ocasiona feldespatización y flogopitización de rocas
máficas, generando peridotitas y piroxenitas micáceas con glimmeritas (rocas formadas casi exclusivamente por
flogopita KMg3[AlSi3O10](OH,F)2). Concentraciones de pirocloro (Nb), barita, estroncianita, sulfuros y arseniuros de
Cu, Pb, Zn y Pt han sido halladas y explotadas en numerosas carbonatitas de Brasil, Tanzania y Sudáfrica. Las
FOSCORITAS representan segregaciones de apatito-magnetita de gran valor comercial. Algunas carbonatitas sólo
contienen magnetita y constituyen pequeños depósitos de Fe (Kaisersthul, cerca de Friburgo, Alemania). Una vez
despojadas de sus menas metálicas las carbonatitas son simplemente fuentes de calcita, cual si fueran mármoles o
calizas (Jacupirangá, Minas Gerais, Brasil). En esta localidad la chimenea central de carbonatita apatítica contenía
segregaciones marginales de pirocloro que fueron excavadas hasta casi 1 km de profundidad. Ahora la chimenea
sobresale de la excavación como un enorme obelisco blanco de casi 800 m de altura y unos 200 m de diámetro.
La composición química de una muestra de roca carbonatítica no da una verdadera idea de la composición del
magma inicial, el cual era mucho más rico en Na y K, que en Ca, Mg o Fe, con una relación Na/K = 5. Los carbonatos
de Na y K son muy solubles en agua y en un ambiente intrusivo son muy móviles y causan la fenitización antes
explicada. Las raras lavas carbonatíticas observadas en el volcán Oldoinyo Lengai de Tanzania (E - Africa) están
formadas prácticamente por Na2CO3 fundido, reflejando la verdadera composición de los magmas carbonatíticos no-
fraccionados. ¡Estas lavas blancas son disueltas por las lluvias! Muchos géiseres de carbonato sódico ocurren como
grandes espirales blancas de hasta 1 km de diámetro en el lago Natrón, Kenya. Estos están alimentados por
sistemas hidrotermales carbonatíticos que se hallan por debajo del fondo del lago y que exhalan fluidos hidrotermales
carbonatíticos a través de fracturas. El lago en sí contiene una cantidad anómala de álcalis, que precipitan en sus
riberas como cristales de gaylussita Na2Ca(CO3)·5H2O, natrón Na2CO3·10H2O y trona (o urao)
Na3(CO3)(HCO3)·2H2O (5).
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(5): en Lagunillas, Edo. Mérida, Venezuela, existe una laguna alcalina de 1 km de longitud donde desde tiempos de la Colonia se extrae urao
o trona y también ha sido reportada la gaylussita. El ambiente geotectónico en que se encuentra no es propiamente el de un valle rift continental,
pero se asocia a cuencas pull-apart relacionadas con el movimiento de bloques curvos de la Falla de Boconó. La circulación hidrotermal profunda
pudo haber generado fluidos alcalinos que son exhalados en el fondo de la laguna, de modo similar a como ocurre en el Lago Natrón, pero a
menor escala. Cercanas a Lagunillas también se hallan fuentes hidrotermales que precipitan epsomita cristalizada MgSO4·7H2O, relacionadas
con el mismo sistema de fallas.
20
100 km
Fig. 7-23. Posibles rifts continentales de edad proterozoica en el W del escudo de Guayana, identificados en imágenes
de radar. Al parecer hubo tres intentos fallidos de fracturar el continente, el más antiguo al oeste (Casiquiare), luego el
de Suapure-Mavaca, y el más reciente al este (Ventuari-Labarejuri). Asociados a los dos últimos se hallan las kimberlitas
de Guaniamo, la carbonatita de Cerro Impacto, el complejo alcalino anular de La Churuata y el Granito del Parguaza,
todas asociaciones ígneas anorogénicas intraplaca. Nótese la curiosa estructura circular o anular situada al NE del
Cerro Duida, que parece sugerir un posible impacto asteroidal de más de 30 km de diámetro. Modificado del Mapa
Tectónico del norte de Sudamérica (1988).
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Fig. 7-24. Mapa de Venezuela mostrando la ubicación de los depósitos magmáticos asociados a rocas emplazadas
durante la orogénesis cretácica y los que se hallan en terrenos precámbricos: 1) Cerro El Rodeo, Paraguaná (cromitita
podiforme); 2) Complejo de Yumare, Yaracuy (anortosita titanífera: un posible bloque tectónico de edad proterozoica); 3)
Complejo de El Chacao, Aragua (lente de magnetita vanadinífera); 4) Guaniamo, Bolívar (kimberlitas diamantíferas); 5)
carbonatita de Cerro Impacto, Bolívar (Lateritas ricas en Nb, T.R., Ba y Th); 6) Complejo ultramáfico de Supamo (posibles
hallazgos de platino nativo y cromita en aluviones). Modificado de Rodríguez (1978).
Fig. 7-25. Mapa de Sudáfrica mostrando la profusión de cuerpos ígneos anorogénicos y placeres conteniendo las más
importantes reservas de Cr, Pt, Au y diamante del mundo. Nótese las capas de cromita y magnetita y los horizontes
platiníferos en los complejos ultramáficos estratiformes de Bushweld (Sudáfrica) y el Gran Dique (Zimbabwe), los
grandes depósitos de hematita Fe y crocidolita (var. asbestiforme de riebeckita, o asbesto azul: CAZ) en formaciones
bandeadas de hierro de los cinturones verdes, y los placeres de diamante, sobre todo los depositados por el río Orange
en la costa atlántica de Namibia. Son numerosas las pegmatitas ricas en Li, Be, Ce y Sn en Namibia, Sudáfrica y
Zimbabwe. El conglomerado aurífero de Witwatersrand (Au) contiene la mitad de las reservas mundiales de ese metal e
importantes reservas de uranio. Grandes capas de metasedimentos manganesíferos Mn constituyen la más importante
reserva mundial. Modificado de Sassano y Cárcano (1983).