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Ubi libertas, ibi patria: la doctrina republicana del patriotismo / ANDRÉS ROSLER
sonas. En efecto, existen dos grandes algunos como Simón Bolívar parecen
posiciones al respecto, que vamos a creer que nacionalidades enteras pue-
describir del modo más aséptico posi- den ser coextensivas con valoraciones
ble para evitar que la etiqueta influya morales: “los venezolanos son unos
en la balanza valorativa. Es por eso que santos en comparación con esos mal-
en lugar de hablar de, por ejemplo, na- vados [los peruanos], y los quiteños y
cionalismo y cosmopolitismo, conven- los peruanos son la misma cosa: vicio-
dría hablar de particularismo y sos hasta la infamia y bajos hasta el ex-
universalismo políticos. En efecto, tremo. Los blancos tienen el carácter
mientras que el nacionalismo atraería de los indios, y los indios son todos
toda su mala prensa, el cosmopoli- truchimanes, todos ladrones, todos
tismo podría hacer otro tanto con su embusteros, todos falsos, sin ningún
buena prensa, todo esto antes de que principio moral que los guíe”.3
podamos valorar los méritos del caso Las sospechas sobre el nacionalismo
por sí mismos. se incrementan exponencialmente con
Según el particularismo político, toda tan solo recordar la historia que figura
comunidad política en el fondo es una en la Biblia sobre los galaaditas, quie-
“cosa nostra”, no porque la comunidad nes cerca del año 1200 a.C. no sola-
política sea como una familia mafiosa mente derrotaron a los efraimitas sino 21
—aunque ejemplos no faltan— sino por- que los expulsaron de sus hogares, for-
que representa a un “nosotros”, preci- zándolos a cruzar el río Jordán. Des-
samente a los que pertenecen a ella, y pués de la batalla, sin embargo,
deja afuera a “ellos”, los extranjeros. muchos efraimitas intentaron volver a
Por ejemplo, un liberal confeso y con casa tratando de sortear el control ga-
el carnet al día como Benjamin Cons- laadita del río. De ahí que para poder
tant creía que el particularismo polí- descubrir a los efraimitas que se hacían
tico era inevitable: “Ningún pueblo ha pasar por galaaditas, los galaaditas a
considerado como miembros del Es- cargo del control fronterizo les pedían
tado a todos los individuos residentes, a los viajeros que querían pasar que
de cualquiera manera que fuera, en su pronunciaran la palabra hebrea shib-
territorio”.2 boleth (espiga). De ahí que hoy en día
Ahora bien, salta a la vista que la in- la palabra shibboleth sea usada para re-
clusión y exclusión que dan forma a ferirse a cualquier identificador alta-
las comunidades políticas y sus respec- mente confiable de pertenencia a un
tivas ciudadanías son esencialmente grupo cultural, ya que se trataba de un
contingentes, ya que, por ejemplo, un
río, una batalla o quiénes son los pa-
dres suelen determinar quién es ciuda-
3 Carta de Bolívar a Santander, desde Cuzco, el
dano y quién no. Sin embargo,
9 de enero de 1824, cit. en José Antonio Aguilar
Rivera, Ausentes del universo. Reflexiones sobre el
pensamiento político hispanoamericano en la era
2 Benjamin Constant, Écrits politiques, ed. Mar- de la construcción nacional, México, Fondo de
cel Gauchet, París, Gallimard, 1997, p. 366. Cultura Económica, 2012, p. 157, n. 33.
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test muy simple pero aparentemente puede tirar la primera piedra irónica-
efectivísimo, debido a que el dialecto mente debido a que no le faltan preci-
efraimita antiguo no contaba con el samente esqueletos en su clóset. Así
sonido sh, lo cual impedía que un como al personaje representado por
efraimita pudiera pronunciar la pala- Woody Allen en “Manhattan Murder
bra en cuestión. De hecho, según la Bi- Mystery” cada vez que escucha a Wag-
blia cuarenta y dos mil efraimitas no ner le dan ganas de invadir Polonia, al-
solamente no pudieron pasar la fron- gunos parecen no poder resistir las
tera, sino que además murieron por no ganas de invadir algún país cuando es-
poder pronunciar la sh. cuchan hablar del humanismo o de la
Da la impresión de que el universa- Humanidad en general.
lismo político es el camino a tomar. Hablando de invadir Polonia, Carl
Schmitt creía que “quien dice humani-
el celo all inclusive dad quiere engañar” ya que la “huma-
nidad como tal no puede librar una
del universalismo guerra puesto que no tiene un ene-
conduce a un genuino migo, al menos en este planeta. El con-
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Juan Donoso Cortés, por su parte, creía personal aceptable sería la de un su-
que quienes defienden “la perfecta jeto cartesiano cuya única certeza es
igualdad de todos los pueblos en el que piensa y que se muestra comple-
seno de la humanidad” no advierten tamente escéptico acerca del resto de
que de su posición “resulta la negación la realidad que lo rodea, desde su pro-
de la solidaridad política. ¡Insensatos! pio cuerpo personal hasta la comuni-
Ellos ignoran que donde no hay fronte- dad política. Semejante sujeto no
ras no hay patria y que donde no hay solamente no tendría razones para ir
patria no hay hombres, aunque haya al médico si sintiera algún dolor (ya
por ventura socialistas”.9 que no está seguro de si existe su pro-
Los problemas de la abstracción uni- pio cuerpo), sino que además debería
versalista son esencialmente de dos mostrarse igual de escéptico en rela-
clases. Por un lado, según el universa- ción a la existencia de un régimen
lismo, descubrimos cuáles son nues- cosmopolita.
tros deberes a través de la reflexión El universalismo tiene, asimismo, una
abstracta sobre la condición humana y visión curiosa de la motivación ética, ya
sobre qué es lo que los demás pueden que exige que actuemos simplemente a
exigirnos. De ahí que para el universa- partir de la convicción racional de estar
24 lismo, nuestras acciones provienen de haciendo lo que la moralidad requiere,
consideraciones puramente racionales sin permitir que en la decisión influyan
en el sentido más estricto de la expre- nuestros sentimientos. Si así fueran las
sión. Consideraciones sobre nuestra cosas, sería difícil que la convicción ra-
identidad o quiénes somos, de dónde cional pudiera cumplir con el papel que
venimos, o las comunidades a las que le asigna el universalismo en el razona-
pertenecemos, son inexistentes o irre- miento ético, con la muy honrosa ex-
levantes ya que no pueden influir en cepción de un pequeño número de
nuestro razonamiento ético. Sheldon Coopers, capaces de vivir según
Sin embargo, semejante aprehensión consideraciones de puro principio. Para
respecto a la identidad es ciertamente el resto de la humanidad, la vida ética
razonable para el caso de algunas tiene que ser una institución social que
identidades tales como las del na- acomoda sentimientos naturales para
zismo, pero exagerada si con el agua con familiares, conciudadanos, etc., y
sucia del nazismo tiramos además el que apela a motivaciones tales como el
bebé de la identidad personal. Des- amor, el orgullo o la vergüenza junto a
pués de todo, si llevamos al extremo la convicción racional.10
la preocupación racionalista por la
identidad personal, la única identidad
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cia de dicho grupo a partir de una tendrán todo si ustedes forman ciuda-
fuente natural o divina.17 La combina- danos; sin eso ustedes no serán sino
ción de estos dos aspectos da lugar a malos esclavos, comenzando por los
una retórica no solamente nacionalista, jefes de Estado”.18
sino profética, la cual suele generar li- En cuanto al territorio, Hannah
derazgos igualmente nacionalistas. Arendt creía que la “libertad, en
El carácter profético, por no decir donde quiera que existió como una re-
providencial, del liderazgo naciona- alidad tangible, siempre ha estado es-
lista está fuertemente emparentado pacialmente limitada”. Y “la libertad
con los orígenes naturales o divinos en un sentido positivo es posible sola-
del grupo. De ahí que sea asimismo mente entre iguales, y la igualdad
frecuente hablar del “carisma” de di- misma no es en absoluto un principio
chos líderes, palabra que reveladora-
mente deriva del griego charis, que
el discurso
significa “gracia”, la cual sugiere que
los líderes no son simples políticos, nacionalista intenta
sino personas que han sido tocados estimular pasiones
por una mano divina y que cumplen
con un llamado que han recibido de
sociales irracionales 27
una fuente superior de verdad y jus- que despiertan
ticia. Es evidente que semejante retó- sentimientos de
rica no solamente no tiene nada que
ver con la oratoria republicana del de- identificación de un
bate y de la razón pública, sino que grupo a expensas de
además impide comprender que el
otras identidades.
gobernante es un ser mortal que
ejerce la autoridad política en repre-
sentación de la comunidad política universalmente válido sino [...] aplica-
dentro del marco del Estado de Dere- ble solamente con limitaciones e in-
cho antes que un emisario —o a veces cluso dentro de límites espaciales”.19
un empresario— divino con fuertes Ahora bien, mientras que los naciona-
rasgos narcisistas que está completa- listas confunden al territorio con la
mente por encima de los mortales. patria, el republicanismo adopta la
Para un republicano o verdadero pa- misma posición que suscribe en rela-
triota, en cambio, la patria, como dice ción a la cultura. En efecto, mientras
Rousseau, “no puede subsistir sin la
libertad, ni la libertad sin la virtud, ni
la virtud sin los ciudadanos; ustedes
18 Jean-Jacques Rousseau, Sur l’économie po-
litique, en Œuvres Complètes, eds. Bernard
Gagnebin y Marcel Raymond, París, Galli-
17 V. Bryan Garsten, Saving Persuasion. A De- mard, 1964, vol. III, p. 259.
fense of Rhetoric and Judgment, Cambridge 19 Hannah Arendt, On Revolution, Londres,
MA, Harvard University Press, 2006, p. 83. Penguin, 2006, p. 267.
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su modo, también nos provee de una tanto se aplica al viejo eslogan republi-
distinción entre el patriotismo y el na- cano: “allí donde hay libertad, ahí está
cionalismo: “una cosa es defender la mi patria” (ubi libertas, ibi patria).
patria, otra cosa es atacar los pueblos Ciertamente, habría que tener asi-
que también tienen una patria para de- mismo en cuenta que si bien hoy no está
fender. El espíritu de conquista busca atravesando su mejor hora, la Unión Eu-
confundir estas dos ideas”.24 ropea sigue concitando elogios debido a
El patriotismo, además, puede a veces su perfil cosmopolita. Sin embargo, no
ser casi tan demandante como el univer- debemos olvidar que se trata de una co-
salismo, tal como lo muestra el Elogio munidad política particular, i.e. que se
de la ciudad de Florencia (Laudatio flo- rige según criterios de inclusión y exclu-
rentinae urbis) de Leonardo Bruni, es- sión. Para decirlo al revés, no todo ser
crito en 1403/4. En efecto, Bruni
sostiene en toda república “en primer la gran diferencia
lugar ha sido provisto con todo cuidado
que el derecho sea considerado santí-
entre el patriotismo
simo, sin el cual ni puede existir la ciu- y el nacionalismo
dad ni tampoco puede ser llamada una
se puede apreciar en 29
ciudad; por lo tanto, que exista la liber-
tad, sin la cual este pueblo jamás esti- la prioridad que
maría para sí mismo que debe vivir”. Es el republicanismo le
precisamente por eso que Leonardo sos-
tiene famosamente que dado que Flo-
asigna las instituciones
rencia era una república, “mientras que políticas y a la forma
la ciudad de los florentinos sobreviva, de vida republicana.
nadie realmente pensará que carece de
patria”:25 Florencia entonces no es sola-
mente una patria para los florentinos, humano es ipso facto miembro de la UE,
sino para todos los que son víctimas de lo cual la transforma automáticamente
la dominación. O como sostiene el his- a su vez en un régimen político particu-
toriador griego Apiano: “todos los que larista. En efecto, la idea republicana es
razonan correctamente consideran a la que existan varias repúblicas —que bien
libertad, dondequiera que ellos se en- pueden ser uniones regionales— de tal
cuentren, como a su patria”.26 Otro forma de poder combinar las aspiracio-
nes morales del universalismo con las
ventajas psicológicas del particularismo,
todo esto sin perjuicio de que existan a
24 Benjamin Constant, Écrits politiques, op.
la vez organizaciones internacionales de-
cit., p. 156.
dicadas a cuestiones de alcance eviden-
25 Cit. en Maurizio Viroli, Machiavelli, Oxford,
temente global tales como la pobreza
Oxford University Press, 1998, p. 223.
26 Apiano, Historia romana, traducción de
estructural, el medio ambiente, etc.
Antonio Sancho Royo, Madrid, Gredos, 1985, En conclusión, merced a su valor su-
vol. II, pp. 214-215, traducción modificada. premo de la libertad como no domina-
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