HABILIDADES SOCIALES

Por Giovanna Osorio Romero

“Lo que realmente importa para el éxito, carácter, felicidad y logros vitales es un conjunto definido de habilidades
sociales, no solo habilidades cognitivas que son medidas por tests convencionales de coeficiente
intelectual.” (Goleman)

Los seres humanos somos seres sociales. Necesitamos de los demás para disfrutar de una vida
mental y emocionalmente sana. Para ello es importante que sepamos interactuar, relacionarnos y
comunicarnos con los demás de forma efectiva y satisfactoria.

Las habilidades sociales son un conjunto de capacidades que permiten a las personas desarrollar un
repertorio de acciones y conductas para desenvolverse eficazmente en la esfera social. El hecho de
poseerlas evita la ansiedad en situaciones sociales difíciles o novedosas, facilitando la
comunicación emocional, la resolución de problemas y la relación con los demás. Estas conductas
son aprendidas, esto quiere decir, que no nacemos con un repertorio de habilidades sociales, sino
que a lo largo de nuestro crecimiento y desarrollo, vamos incorporando algunas de estas habilidades
para comunicarnos con los demás. Estas conductas son algo complejas ya que se van formado por
un amplio abanico de ideas, creencias, sentimientos y valores que son fruto del aprendizaje y de la
experiencia de cada persona. Además la cultura y las variables sociodemográficas resultan ser
imprescindibles para evaluar y entrenar las habilidades sociales, ya que dependiendo del lugar en el
que nos encontremos, los hábitos y formas de comunicación cambian.

Las habilidades sociales permiten expresar los sentimientos, opiniones, actitudes, deseos o derechos
de modo adecuado a la situación en la cual el individuo se encuentra mientras respeta las conductas
de los otros. Así, nos hacen mejorar nuestras relaciones interpersonales, sentirnos bien, obtener lo
que queremos y conseguir que los demás no nos impidan lograr nuestros objetivos.

En un estudio longitudinal de 20 años llamado «Attributes of Successful MBAs»1 de la Universidad

de Stanford, donde se pretendía encontrar qué factores conducían al éxito profesional, se observó
que 10 años después de haber terminado los estudios eran los estudiantes con mayores habilidades
sociales y capacidad para expresarse los que habían conseguido mejores posiciones laborales. Como
ven, la importancia de las habilidades sociales es indiscutible en todo lo que hacemos, en cualquier
lugar y contexto, y con cualquier persona. Estas nos ayudan en distintos campos, por ejemplo, en
los siguientes:
• En el hogar nos ayuda a tener mejores relaciones afectuosas, mayor confianza, buena autoestima,
mayor unión familiar, mayor adaptabilidad y afrontamiento.
• En el aula nos ayuda a lograr un mayor aprendizaje significativo e integración social, a ser
alumnos activos y confiados (no agresivos ni temerosos), tener mayor comunicación entre alumno
y profesor.

1 Attributesof Successful MBAs: https://www.gsb.stanford.edu/faculty-research/working-papers/attributes-successful-mbas-twenty-

year-longitudinal-study
• En el trabajo nos ayuda a tener comportamientos laborales, afectivos y eficaces, capacidad de
trabajar en equipo y de negociar, resolver conflictos y adversidades.
• En otras situaciones nos ayuda a mantener los buenos saludos, el respeto mutuo, el correcto modo
de comportarse según la ocasión que lo amerita, el manejo de la comunicación verbal y no verbal,
el lenguaje claro y cordial, las actitudes seguras y confiables, etc.

Las habilidades sociales se dividen en dos grandes grupos: las básicas y las complejas. Algunas de
estas habilidades son:

BÁSICAS COMPLEJAS
Escuchar Empatía

Iniciar una conversación Inteligencia emocional

Formular una pregunta Asertividad

Dar las gracias Capacidad de escucha

Presentarse Capacidad de comunicar sentimientos y emociones

Presentar a otras personas Capacidad de definir un problema y evaluar soluciones

Realizar un cumplido Capacidad para admitir la ignorancia

Negociación

Modulación de la expresión emocional

Capacidad de disculparse

Reconocimiento y defensa de los derechos propios y de los demás

Capacidad para pedir ayuda

Capacidad para afrontar las críticas

Capacidad convencer a los demás

Debemos tener en cuenta que es necesario aprender antes las habilidades básicas para desarrollar
posteriormente las complejas y que cada situación demandará unas u otras, dependiendo de las
características y dificultad de las mismas.

El ‘Estudio de Desarrollo de Adultos’2 , dirigida por el psiquiatra Robert Waldinger en Harvard,

siguió la vida de 724 personas participantes durante 75 años y sus conclusiones fueron que lo que
más importa en esta vida es la calidad de nuestras relaciones. Demostrando que las buenas
relaciones nos mantienen felices y saludables. Otros estudios hechos sobre las habilidades sociales
muestran que las habilidades más difíciles de desarrollar son la comunicación, el manejo de
conflictos, el liderazgo, la construcción de lazos, la catalización del cambio, las capacidades de
equipo y la influencia. Por ejemplo las personas que son divertidas, que les agrada sonreír, y que
muestran aprecio a sus seres queridos suelen influir de manera indirecta en las demás personas. Las
personas con la habilidad de la comunicación no se sienten nerviosos cuando hablan en publico, si
alguien les enoja se lo comunican sin alterarse o cuando no están de acuerdo con alguien se lo
comunican; es decir, tienen facilidad de hacer saber a los demás lo que quieren y necesitan. Las

2 Estudio de Desarrollo de Adultos: https://www.pulzo.com/vivir-bien/nos-hace-felices-harvard-PP164581

personas que saben manejar conflictos, entre otras cosas, saben buscar soluciones para ambas partes
y no para uno mismo sin conveniencia alguna. Las personas con la habilidad del liderazgo suelen
ser visionarios, disfrutan enseñando a los demás, hacen saber a los demás cuando están haciendo un
buen trabajo y tienen la capacidad de trabajar en equipo tratando a las personas con respeto. Las
personas con la habilidad de construir lazos son personas empáticas, comprenden con facilidad
cómo se siente la gente, hacen amigos con facilidad y expresan su aprecio por sus amigos íntimos.
La persona con la habilidad de ser un catalizador del cambio logra la transformación positiva en si
mismo y en los demás aportando continuamente significados valiosos, propósitos de cambio,
nuevos valores y grandes dosis de motivación.

Por todo ello debemos tener y desarrollar las habilidades sociales constantemente en nosotros
mismos y en los demás, y sobre todo estar sinceramente dispuestos a aprenderlas. Podemos dar el
primer paso desarrollando la habilidad básica de “escuchar” recordando el consejo de Ernest
Hemingway: “Cuando la gente hable, escucha completamente. La mayoría de la gente nunca
escucha.”

BIBLIOGRAFÍA
• Goleman, D. (1995). La inteligencia emocional. Buenos Aires: Javier Vergara Editor.
• Goleman, D. (1999). La práctica de la inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.
• Elsa Punset. (2015). El mundo en tus manos: No es magia, es inteligencia social. España.