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Universidad Nacional de La Plata

Facultad de Bellas Artes


Artes Audiovisuales

Cátedra de Sonido II
Titular: María Elena Larregle
Adjunto: Germán Suracce
Ayudantes: Ezequiel Martini, Julieta Morales, Tatiana Paties.

Apunte: Ecualización y Reducción de Ruido


Autor: Germán Suracce
Ecualización y reducción de Ruido:

Ambos procedimientos están relacionados pero no necesariamente para obtener los


resultados buscados dependen uno del otro. De hecho, el principal objetivo de la ecualización
no es la reducción de ruido (ya que para eso existen herramientas específicas para ese fin) sino
que es la de brindar un adecuado balance espectral en los audios de una sesión.

El siguiente apunte no busca solucionar los problemas y técnicas que se emplean a la hora del
tratamiento espectral de sonido, ya que esa serie de saberes y conceptos fueron dados
oportunamente en clase y no pueden ser suplidos por este escrito por su brevedad y
simplicidad. La práctica real, frente a los problemas que se presentan en una grabación es
insustituible.

Descontamos que el lector comprende las diferencias entre los conceptos de nivel y espectro,
más allá que es cierto que la ecualización de un sonido puede influir en el nivel del audio, y
para compensar esto los ecualizadores tienen un nivel para ajustar la salida post ecualización.

Para comenzar podemos formular un listado de los objetivos que deberíamos alcanzar cuando
pensamos en la ecualización como un recurso o técnica para nuestros sonidos:

- Mejorar la inteligibilidad de nuestros tracks de diálogo. Este problema puede aparecer


por varias razones entre las que se encuentran una inadecuada posición del o los
micrófonos, locaciones con resonancias notables, fondos inadecuados, etc.
- Remover ruidos con características muy específicas. Si bien para esto como dijimos
más arriba existen herramientas que ayudan a este fin, podemos atacar al ruido si es
sencillo reconocer su estructura espectral para luego proceder a filtrarlo con el debido
cuidado de no afectar a lo que consideramos el “sonido útil”.
- Cambiar el carácter de un sonido. Podemos lograr usando ecualizadores sonidos más
pesados, graves, o lo contrario. Esto aplica directamente al diseño de sonido o a
efectos sonoros que necesitan algún tipo de tratamiento.
- Evita la competencia entre sonidos que tienen las mismas características espectrales.
Esto se busca en la mezcla, sobre todo cuando tenemos mucha carga espectral en una
sola zona del espectro. En la mezcla o en un conjunto de sonidos , la competencia
entre los mismos se manifiesta en el nivel, la posición en el espacio, la posición en el
tiempo y en este caso en la ocupación espectral. La manera de separar sonidos para
conseguir que unos se destaquen por sobre otros no solo corresponde al buen uso del
control de volumen sino además del uso de los ecualizadores.
- Los ecualizadores sirven para simular fuentes de sonido de diversa índole (radios, tvs,
intercomunicadores, etc). Nuevamente, existen plugins que pueden procesar sonidos
para lograr estos efectos, pero podemos llegar al mismo resultado utilizando
ecualización.
- La ecualización sirve además para compensar deficiencias en nuestro sistema de
monitoreo. Si bien esto no corresponde al procesamiento de los sonidos que
componen la estructura de una película, los ecualizadores pueden ser utilizados para
lograr que nuestro sistema de monitoreo se ajuste a una respuesta conocida que
coincida con la respuesta en frecuencia de las salas de mezcla y por consiguiente con la
exhibición industrial.
Bandas de Frecuencia:

En este apartado intentaremos una subdivisión del espectro audible para que el lector pueda
comprender que podemos escuchar en cada parte del espectro. Es necesario recordar a los
ejemplos vistos en clase.

Sub Graves :

Es la banda comprendida entre los 10 y los 100 Hz. Muchas veces esta banda es filtrada en
grabación (los mixer tienen esta opción) para evitar la carga de ruido o de fondo que
generalmente aparece en esta zona del espectro. De todas maneras, en el tratamiento de
diálogos puede aplicarse un filtro pasa-altos para dejar pasar por medio del ecualizador todo lo
que esté por encima de esta zona del espectro. Generalmente no encontraremos nada útil por
debajo de los 60 a 80 hz. Igualmente, más allá de lo que nos indiquen las gráficas
(espectrogramas) debemos hacer una escucha pormenorizada del sonido para evitar quitar
aspectos que nos interesen conservar.

Medios Bajos:

Comienzan en la zona entre los 100 y los 300 Hz. Es la región donde encontraremos la mayoría
de las frecuencias fundamentales de las voces. También, en el caso de la música
encontraremos componentes de frecuencia importantes sobre todo para la sección rítmica. En
la zona de los 300 a los 600 hz se encuentra la zona superior a los medios bajos que contiene
los primeros armónicos importantes de la voz y armónicos de instrumentos musicales que son
utilizados para la construcción melódica.

Medios:

Región del espectro comprendida entre los 600 Hz y los 1200 Hz. Es la región dominada
predominantemente por armónicos y donde hay una parte importante de la composición de
las voces femeninas. Recordemos lo visto en clase, referido a que las voces en su totalidad no
están solo en una parte del espectro sino que se reparten en distintas zonas. Lo referido más
arriba tiene que ver con encontrar partes en donde notamos que con el ecualizador podemos
influir sobre la claridad de estos sonidos.

Medios Altos:

Es la octava que va desde los 1200 a los 2400 Hz. Es una región importante para el diálogo ya
que aquí encontramos armónicos que dan forma a las vocales. Es importante también para la
ecualización de los bronces en la música.

Agudos Bajos:

Región desde los 2400 Hz a los 4800 Hz. Es una región importante para la inteligibilidad y la
presencia del diálogo. Si se aumenta demasiado puede enmascarar las zonas del
reconocimiento del habla. Aumentar el rango alrededor de 3 Khz. Puede introducir fatiga
auditiva. Se puede utilizar para bajar alrededor de los 3 Khz. las partes traseras de la mezcla y
aumentar en esa frecuencia el rango de las voces. Las separa.

Agudos medios:

Desde los 4800 Hz a 9600 Hz. Entre 4 Khz y los 6 Khz. Encontramos el rango de la presencia,
responsable de la claridad y definición de las voces y los instrumentos. Aumentar este rango
hace que el sonido se sienta cercano al receptor. Volvemos a marcar que la práctica de la
ecualización debe estar siempre enmarcada en una escucha adecuada con un monitoreo de
precisión.

Agudos altos (o simplemente agudos):

9600 hz a 20000 Hz: Todos los brillos de las voces y los instrumentos musicales. El exceso en
esta zona puede producir sibilancias.

Tipos de Ecualizadores:

Para definirlos vamos primero a observar cuales son sus funciones principales. Todos (con las
diferencias que pueden existir de una marca y modelo de equipo o plugin) tienen los siguientes
controles y las diferencias entre los tipos de ajustes que pueden hacerse de una o un conjunto
de funciones definen el tipo de ecualizador.

Gain: Es el control de nivel graduado en db que podemos ajustar para aumentar o reducir una
región del espectro. El control de gain y la cantidad de db que pueden aumentarse o reducirse
dependen estrictamente del tipo de ecualizador.

Frequency (o control de frecuencia): Es el punto del espectro en el cual nos paramos para hacer
el ajuste. Este valor se expresa en Hz.

Factor Q (O simplemente Q): Es el ancho de banda de la corrección. A valores más grandes


más fina es la corrección y lo contrario es válido para ajustes más generales (o más anchos).

Ahora si, los ecualizadores se pueden dividir en tres grandes grupos. Gráficos,
semiparamétricos y paramétricos.

Ecualizadores Gráficos: Son los que tienen bandas fijas de corrección y un factor Q fijo. El más
común es el ecualizador de octava, en el que dispondremos de 10 puntos de control, ya que el
espectro audible recorre 10 octavas que son 30 Hz, 60 HZ, 125 Hz, 250 Hz, 500 Hz, 1 KHz, 2
KHz, 4 KHz, 8 KHz, 16 KHz

Estos ecualizadores son usados para correcciones generales o correcciones de sala previos al
monitoreo.
Ecualizadores semiparamétricos: Son ecualizadores que tienen bandas fijas de corrección pero
el factor Q es móvil pero válido para todas las bandas del ecualizador.

Ecualizador Paramétrico: Es un tipo de ecualizador que tiene todas las partes que lo componen
libres de ser ajustadas. El punto de corrección (frecuencia de ajuste), ganancia y ancho de
corrección son libres. Este tipo de ecualizador es el más versátil de todos.
Reducción de Ruido:
Para empezar diremos que la reducción de ruido para que se efectiva debe haber sido
considerada como un problema de grabación, es decir, deben tomarse los recaudos necesarios
para que al momento de la toma de sonido en locación no existan (o estén lo suficientemente
minimizadas) fuentes de sonido que dañen, enmascaren o maltraten al registro de diálogos.
Tener esta política de trabajo ayudará a que nuestras grabaciones sean postproducidas de
forma eficiente, invirtiendo tiempo en potenciar lo que existe en el material y no buscando
soluciones mágicas que solo conducen a un audio degradado cargado de problemas que
acarrea el exceso de estos post-tratamientos (arrastre de armónicos importantes, generación
de artefactos y otro tipo de distorsiones).

La reducción de ruido debe pensarse como una negociación entre las señales útiles y las que
no lo son, siempre privilegiando la inteligibilidad del texto por encima de la erradicación.
Parafraseando a un colega sonidista diremos “no buscar soluciones digitales a problemas
analógicos”. Expresado de otra forma, la reducción de ruido siempre será mejor cuanto menos
ruido acumulemos en la grabación, la mejor forma de solucionar el problema es no grabando
el ruido. Siempre las recomendaciones tienen que ver con prestar especial atención a todo
tipo de fuente intrusiva: Aires acondicionados, heladeras, motores, fuentes de luz, tráfico no
deseado, telefonía y una larga lista de posibles fuentes de ruido dependiendo del entorno de la
grabación.

Toda reducción, más allá de lo expuesto más arriba sobre el cuidado en la grabación, no
comienza con el uso de las herramientas (o plugins) que sirven para atacar el ruido en
cualquiera de sus formas, sino que mediante la edición, el reemplazo y la ecualización pueden
solucionarse de mejor manera problemas (o la solución puede empezar aquí) que con
cualquiera de los reductores que ofrecen hoy los fabricantes.
En este breve escrito, mencionaremos solo algunos de estos. Recomendamos como
complemento de este texto la visualización de los videos relacionados con este tema y la
edición de diálogos de John Purcell.

Reductores de Ruido de banda Ancha:

En este tipo de reductores lo que sucede es que debemos indicarle al mismo a que estamos
llamando ruido. Esto se realiza tomando un perfil del ruido (estudio espectral del mismo) para
que el plugin pueda atenuar o erradicar estas frecuencias de la selección de audio que hicimos.
Una vez hecho esto la herramienta nos va a pedir en que porcentaje queremos hacer esta
reducción. Para tal fin la gran mayoría de estos reductores tienen un umbral o control de nivel
sobre la reducción.

Como hemos visto en clase el rudio de banda ancha está compuesto por múltiples frecuencias
y se reparte de forma diferencial en el espectro, por lo que su tratamiento debe ser hecho con
sumo cuidado para no arrastar ármonicos importantes de la voz u otro sonido que estemos
procesando.

Vale la pena aclarar que antes de procesar una región o clip conviene hacer un resguardo
(copia de la misma en un track aparte) para que si equivocamos la forma en que hacemos la
reducción tengamos algo con lo cual rescatar el audio sin el proceso.

Dentro de esta categoría de reductores podemos encontrar por ejemplo los de Izotope, como
por ejemplo el Denoiser. Existen otros fabricantes como Waves con productos como el WNS.
Reductores de ruido para sonidos de tipo impulsivo:

Un ruido impulsivo es un sonido de corta duración que puede atacarse de diferentes maneras.
Hemos reiterado en este apunte varias veces, la necesidad de pensar primero la solución
desde la edición de diálogos (uso de reemplazos, redibujar las señales cuando corresponda, o
reemplazar por fragmentos de roomtone en el caso en que este sonido no pise al texto).

Hay ruidos impulsivos como los clikcs y pops que pueden producirse en una grabación que
requieren tratamiento especial con el uso de herramientas como el declicker y/o el decrackle.

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