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CONTENIDO
1. PALABRAS DE INTRODUCCIÓN
2. LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES DEL PUEBLO
ELEGIDO DE DIOS —QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN— LO-
GRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES DE SATANÁS (1)
3. LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES DEL PUEBLO
ELEGIDO DE DIOS —QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN— LO-
GRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES DE SATANÁS (2)
4. LA VISIÓN DE LA GRAN IMAGEN: LA VISIÓN RECTORA EN EL LIBRO
DE DANIEL
5. LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES DEL PUEBLO
ELEGIDO DE DIOS —QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN— LO-
GRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES DE SATANÁS (3)
6. LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES DEL PUEBLO
ELEGIDO DE DIOS —QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN— LO-
GRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES DE SATANÁS (4)
7. LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES DEL PUEBLO
ELEGIDO DE DIOS —QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN— LO-
GRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES DE SATANÁS (5)
8. LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES DEL PUEBLO
ELEGIDO DE DIOS —QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN— LO-
GRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES DE SATANÁS (6)
9. LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR (1)
10. LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR (1)
11. LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR (2)
12. LA ECONOMÍA DE DIOS EN EL LIBRO DE DANIEL
13. EL GOBIERNO HUMANO COMBATE CONTRA DIOS Y ES DESMENU-
ZADO POR CRISTO AL VENIR CON SU NOVIA
14. LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR (3)
15. LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR (4)
16. LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR (4)
17. LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR (4)
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE UNO
PALABRAS DE INTRODUCCIÓN
Lectura bíblica: Dn. 1:1-2
Entre los muchos libros de los profetas, cuatro libros son misteriosos: Isaías, Ezequiel,
Daniel y Zacarías. Damos gracias al Señor que, a través de los años, Él nos ha abierto
estos libros. En este mensaje de introducción al estudio-vida de Daniel consideraremos
el tema, el contenido, el pensamiento central y las secciones del libro de Daniel.
I. EL TEMA
El tema del libro de Daniel es el destino de Israel determinado por Dios, esto es, el
contenido de las setenta semanas (Dn. 9:24-27). Las setenta semanas son el destino
determinado por Dios para Israel.
Este libro no solamente trata sobre el destino de Israel, sino que también trata sobre el
gobierno gentil y Cristo. La gran imagen humana descrita en Daniel 2 representa la
totalidad del gobierno humano desde Génesis 10 hasta Apocalipsis 19. Este libro es
imprescindible para entender apropiadamente la historia del pueblo judío y la historia
del gobierno gentil. El libro de Daniel nos muestra que tanto Israel como el gobierno
humano son para Cristo. Cristo es la centralidad y universalidad del mover de Dios, y
este mover está intrínsecamente vinculado con Israel y el gobierno gentil.
El libro de Daniel revela cinco aspectos particulares en cuanto a Cristo. El primer as-
pecto es la muerte de Cristo. Daniel 9:25 y 26 dicen: “Desde la salida del decreto para
restaurar y reedificar a Jerusalén hasta el tiempo del Mesías Príncipe, habrá siete se-
manas y sesenta y dos semanas [...] Y después de las sesenta y dos semanas se quitará
la vida al Mesías”. Estas palabras que afirman que se le quitará la vida al Mesías son
las más claras del Antiguo Testamento en referencia a la crucifixión de Cristo. La cru-
cifixión de Cristo es el hito demarcatorio de las eras; es el hito que marca el fin de la
vieja creación para la germinación de la nueva creación en la resurrección de Cristo.
Cristo murió una muerte todo-inclusiva. Cuando Él murió, nosotros y toda la vieja
creación morimos con Él. Por tanto, Su muerte fue una aniquilación todo-inclusiva. La
muerte aniquiladora de Cristo introdujo la resurrección, y en la resurrección se dio
inicio a la germinación de la nueva creación de Dios.
El tercer aspecto es que Cristo, como Hijo del Hombre, viene al trono de Dios para que
le sean dados dominio y un reino (7:13-14). En Lucas 19 Cristo es presentado como un
hombre de noble estirpe que se fue a un país lejano para recibir un reino y volver (v.
12). Daniel 7 describe el momento en el que Cristo va al trono de Dios para recibir el
reino de parte del Dios de los cielos. Después que Cristo reciba el reino, Él regresará.
El cuarto aspecto es la excelencia de Cristo presentada en Daniel 10. Antes de que Da-
niel hablara en los capítulos del 10 al 12 con respecto al destino de Israel, él primero
recibió una revelación de Cristo en Su excelencia. Todo aspecto de Cristo es excelente
y precioso (vs. 5-6). Debemos primero ver y conocer a este Cristo excelente antes de
poder conocer el destino del pueblo de Dios.
El último aspecto es Cristo como compañero de los testigos de Dios que sufren. En el
capítulo 3, Nabucodonosor hizo que los tres compañeros de Daniel —Ananías, Misael
y Azarías— fuesen arrojados a un horno de fuego ardiente debido a que ellos se rehu-
saban a postrarse ante la imagen de oro erigida por Nabucodonosor y adorarla (vs. 13-
23). Estos tres fueron arrojados al horno, pero para su sorpresa, Nabucodonosor vio a
una persona más dentro de aquel horno. La cuarta persona era “semejante a un hijo de
los dioses” (v. 25). Esta Persona es el Cristo excelente, quien pasa por el mismo fuego
ardiente por el que pasan Sus vencedores que sufren. Siempre que somos testigos de
Dios, es decir, personas que testifican algo por Dios, es posible que pasemos por sufri-
mientos. No obstante, en medio de nuestro sufrimiento, Cristo como Hijo del Hombre
—Aquel que es apto y capaz de mostrar conmiseración por el pueblo de Dios en todo—
viene para ser nuestro compañero.
II. EL CONTENIDO
El contenido del libro de Daniel es las setenta semanas que Dios determinó para Israel
(9:24-27). Una semana equivale a siete años. Al usar la palabra determinó queremos
indicar que Dios divide las eras en porciones determinadas.
C. La última semana
que consta de siete años
La tercera parte de las setenta semanas consistirá en una última semana que consta de
siete años, el tiempo que abarcará el pacto del anticristo con Israel, es decir, los últimos
siete años de la presente era de la gracia, período que se divide en dos mitades. La
primera mitad no será tan crucial; pero la última mitad, de tres años y medio, será muy
importante, pues será el tiempo de la gran tribulación (Mt. 24:21).
La primera parte de las siete semanas y la segunda parte de las sesenta y dos semanas
ya se han cumplido. Se promulgó un decreto para que Jerusalén fuese reedificada (Dn.
9:25), y Jerusalén fue reedificada. Además, se le quitó la vida al Mesías habiendo trans-
currido sesenta y dos semanas a partir de la reedificación de Jerusalén (v. 26). Por
tanto, estas dos partes de las setenta semanas, las cuales eran profecías, ahora son his-
toria.
El Dios de los cielos rige sobre todo gobierno humano. El gobierno humano comenzó
con Nimrod en Génesis 10. Antes de Génesis 10 no había naciones humanas; en lugar
de ello, solamente existía la humanidad como una sola entidad, sin naciones estableci-
das. Las naciones comenzaron a ser establecidas por Nimrod, quien edificó Babel, una
prefigura de Babilonia (Gn. 10:8-10). El gobierno humano concluirá con el anticristo
venidero, quien será el último césar del Imperio romano. Todo el gobierno humano,
desde Nimrod hasta el anticristo, ha estado y continuará estando bajo el gobierno de
los cielos ejercido por el Dios de los cielos.
En la economía de Dios, Cristo puso fin a la vieja creación para hacer germinar la nueva
creación en Su resurrección por medio de Su muerte. Esto fue logrado en Su primera
venida. En la economía de Dios, Cristo, mediante Su manifestación venidera, también
aplastará y desmenuzará la totalidad del gobierno humano que ha existido a lo largo
de la historia de la humanidad y establecerá el reino eterno de Dios. Todos estos asun-
tos han estado, y continuarán estando, vinculados intrínsecamente con Israel, ya sea
en un sentido positivo o negativo.
Toda la situación mundial se encuentra bajo el gobierno de los cielos ejercido por el
Dios de los cielos a fin de que dicha situación corresponda a Su economía en pro de
Cristo. Hoy en día la situación mundial, especialmente en Europa y en los países alre-
dedor del mar Mediterráneo, ha sido equilibrada y conducida a una condición propicia
para el regreso de Cristo. Él está a la puerta, y el tiempo se acerca. Al considerar esta
situación, tenemos que despertar y comprender que el mundo no es para nosotros. No-
sotros somos para Cristo, y todos los días debemos prepararnos para encontrarnos con
Él. Entonces recibiremos una recompensa de parte de Él.
El libro de Daniel aborda algunos asuntos muy importantes. Primero, este libro trata
sobre la historia de Israel. Sin este libro, el pueblo judío no podría tener un entendi-
miento adecuado de su historia. Daniel también aborda el asunto del gobierno hu-
mano, desde Nimrod hasta el anticristo. Debido a que Israel y el gobierno humano son
para Cristo, el libro de Daniel también revela ciertos aspectos de Cristo. Cristo es el
centro y la circunferencia, la centralidad y universalidad, del mover de Dios.
IV. LAS SECCIONES
El último asunto sobre el cual trataremos en este mensaje es las secciones del libro de
Daniel.
A. El resultado de la degradación
de los elegidos de Dios
En Daniel 1:1 y 2, que son las palabras de introducción, vemos el resultado de la degra-
dación de los elegidos de Dios: el cautiverio en Babilonia.
La primera visión es con respecto a las cuatro bestias que emergen del mar Mediterrá-
neo (cap. 7). Estas bestias se refieren a Babilonia, Persia, Grecia y el Imperio romano,
y, respectivamente, corresponden a la cabeza, al pecho con los brazos, al vientre con
los muslos y a las piernas con los pies de la gran imagen humana descrita en 2:31-33.
La segunda visión es con respecto al carnero y al macho cabrío con sus sucesores (cap.
8). La siguiente visión es con respecto a Israel en las setenta semanas determinadas
para ellos (cap. 9). La última visión (caps. 10—12) es con respecto al destino de Israel.
Según los capítulos 10 y 11, el destino de Israel guarda relación con el rey del sur
(Egipto) y con el rey del norte (Siria). Según el capítulo 12, el destino de Israel también
guarda relación con el hecho de que el arcángel Miguel está firmemente de parte de
Israel.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE DOS
LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES
DEL PUEBLO ELEGIDO DE DIOS
—QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN—
LOGRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES
DE SATANÁS
(1)
SOBRE LA DIETA DEMONÍACA
Lectura bíblica: Dn. 1
Los primeros seis capítulos de Daniel tratan sobre la victoria que los jóvenes descen-
dientes del pueblo elegido de Dios —que había caído en degradación— logran sobre las
estratagemas adicionales de Satanás. En este mensaje consideraremos su victoria so-
bre la dieta demoníaca.
I. EL RESULTADO DE LA DEGRADACIÓN
DE LOS ELEGIDOS DE DIOS:
EL CAUTIVERIO EN BABILONIA
El resultado de la degradación de los elegidos de Dios fue el cautiverio en Babilonia
(1:1-2). Daniel 1:2 dice que “el Señor entregó” en manos de Nabucodonosor, rey de Ba-
bilonia, a Joacim, rey de Judá, y “parte de los vasos de la casa de Dios”. El uso de la
palabra entregó aquí indica que el rey de Judá y aquellos vasos eran un regalo que Dios
dio a Nabucodonosor.
C. La completa destrucción
del testimonio de los elegidos de Dios
en relación con su adoración al único Dios
Ser llevados al cautiverio en Babilonia significó la completa destrucción del testimonio
de los elegidos de Dios en relación con su adoración al único Dios, Jehová, al ser lleva-
dos algunos vasos del templo de Dios a la tierra de Sinar y ser puestos en un templo de
ídolos (2 Cr. 36:6-7).
A. La tentación diabólica
presentada por Nabucodonosor
Daniel 1:3-7 describe la tentación diabólica presentada por Nabucodonosor.
Los manjares provistos por el rey eran alimento contaminante, impuro, debido a que
había sido ofrecido a los dioses que Nabucodonosor adoraba. Si Daniel y sus compañe-
ros hubieran comido esos alimentos, ello habría sido equivalente a ingerir la contami-
nación, a recibir los ídolos y, por tanto, hacerse uno con Satanás. Si ellos hubieran he-
cho esto, Dios habría sido derrotado y ya no tendría nada para Sí y Sus intereses sobre
la tierra. Entonces Satanás se habría podido jactar diciendo: “Dios, Tú has sido com-
pletamente derrotado. Ya no tienes nada en la tierra que te represente y que sea uno
contigo”. Dios habría sido derrotado en relación con Sus elegidos. En esta coyuntura,
si los descendientes de Sus elegidos que estaban en el cautiverio, la generación de los
más jóvenes, hubieran seguido los pasos de sus padres, Dios habría sido completa-
mente derrotado. Pero Daniel y sus compañeros vivían para Dios. Ellos estaban unidos
a Dios, se aferraron a Dios y fueron uno con Dios debido a que recibieron a Dios en su
ser.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE TRES
LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES
DEL PUEBLO ELEGIDO DE DIOS
—QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN—
LOGRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES
DE SATANÁS
(2)
SOBRE LA OBRA CEGADORA DEMONÍACA
QUE IMPIDE QUE LAS PERSONAS
VEAN LA VISIÓN DADA POR DIOS
CON RESPECTO AL GOBIERNO HUMANO
A LO LARGO DE LA HISTORIA HUMANA
Lectura bíblica: Dn. 2
En este mensaje quisiéramos considerar la victoria que los jóvenes descendientes del
pueblo elegido de Dios —que había caído en degradación— logran sobre la obra cega-
dora demoníaca que impide que las personas vean la visión dada por Dios con respecto
al gobierno humano a lo largo de la historia humana.
b. La cabeza de oro
En la gran imagen humana, la cabeza de oro, que corresponde a la primera bestia en
Daniel 7:3-4, representa a Nabucodonosor, el fundador y rey de Babilonia (2:36-38).
En la Biblia, según la imagen humana descrita en Daniel 2, hay únicamente cuatro im-
perios. Por tanto, a los ojos de Dios todo el gobierno humano a lo largo de la historia
es una composición de cuatro imperios: el Imperio babilónico, el Imperio medo-persa,
el Imperio greco-macedónico y el Imperio romano. Según la perspectiva humana, el
Imperio griego llegó a su fin con la muerte de Alejandro Magno; sin embargo, según la
perspectiva divina, este Imperio continuó con los sucesores de Alejandro —sus cuatro
generales que se dividieron el Imperio en cuatro secciones—, lo cual perduró hasta el
inicio del Imperio romano. Aparentemente también se le puso fin al Imperio romano;
pero, en realidad, el Imperio romano continúa existiendo. Según los libros de Daniel y
Apocalipsis, el Imperio romano tendrá como su último césar al anticristo, y con él es-
tarán los diez reyes representados por los diez dedos de los pies de la gran imagen. El
Imperio romano, el cual comenzó aproximadamente treinta años antes del nacimiento
de Cristo, perdurará hasta el final de los tres años y medio de la gran tribulación. La
totalidad de los imperios humanos que tuvieron su inicio con Nimrod en Babel tendrán
su consumación con el último césar del Imperio romano y sus diez reyes. Por tanto,
según la Biblia, al presente todavía nos encontramos en el Imperio romano.
Cristo, en calidad de piedra que desmenuzará la totalidad del gobierno humano que
rige sobre la humanidad, fue cortado no por manos humanas (como lo indica la frase
“no con manos” en 2:34, 45); Él fue cortado por Dios mediante Su crucifixión y resu-
rrección. Mediante Su crucifixión Él fue cortado al ser muerto (Hch. 2:23), y en Su
resurrección Él fue cortado a fin de ser, primero, la piedra angular para la edificación
de la iglesia y, después, la piedra que desmenuza para destruir la totalidad del gobierno
humano (Hch. 2:24; Mt. 21:42, 44b).
Cuando aparezca como Aquel que es la piedra no cortada por manos humanas, Cristo
desmenuzará la gran imagen desde los dedos de los pies hasta la cabeza. Esto quiere
decir que Él herirá a los diez reyes con el anticristo. Apocalipsis 19 habla de una guerra
entre Cristo y el anticristo. Con Cristo estará Su recién desposada novia, la cual está
compuesta por los vencedores, y con el anticristo estarán los diez reyes con sus ejérci-
tos. Esta guerra será un combate de la tierra contra los cielos, del hombre contra Dios.
Cristo derrotará y destruirá al anticristo y los diez reyes.
Según Daniel 2, esto conllevará que toda la imagen humana sea desmenuzada de los
pies a la cabeza. Los versículos 34 y 35 dicen: “Estabas mirando hasta que una piedra
fue cortada, no con manos, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido,
y los desmenuzó. Luego fueron desmenuzados, todos a la vez, el hierro, el barro cocido,
el bronce, la plata y el oro, y quedaron como tamo de las eras del verano; y se los llevó
el viento sin que se hallara rastro alguno de ellos. Y la piedra que hirió a la imagen se
hizo un gran monte que llenó toda la tierra”. Esto significa la completa destrucción de
todo el gobierno humano desde Nimrod hasta el anticristo. Por tanto, Cristo pondrá
fin al gobierno humano mediante Su manifestación como Aquel que es la piedra cor-
tada por Dios.
La Biblia revela que Cristo es una piedra con tres aspectos. Primero, para los creyentes
Cristo es la piedra de fundamento en quien ellos confían. Con respecto a este aspecto
de Cristo como piedra, Isaías 28:16 dice: “He aquí, pongo en Sion por fundamento una
piedra, / piedra probada, / preciosa piedra angular que pongo por fundamento firme-
mente asentado”. Segundo, para los judíos incrédulos Cristo es la piedra de tropiezo
(Is. 8:14; Ro. 9:33). En referencia a este aspecto, Mateo 21:44a dice: “Y el que caiga
sobre esta piedra se despedazará”. Tercero, para las naciones Cristo será la piedra que
hiere. “Sobre quien ella caiga, le hará polvo y como paja le esparcirá” (Mt. 21:44b).
Daniel 2 revela que Cristo es la piedra que hiere, la cual desmenuza a la gran imagen
humana y hace que se vuelva como tamo llevado por el viento.
Cuando Cristo venga como piedra que hiere, Él no vendrá solo, sino que vendrá con Su
novia. Para entonces Cristo habrá obtenido la iglesia y se habrá casado con Su novia,
según se describe en Apocalipsis 19. Después de Su boda, Él vendrá como la piedra que
hiere y como Aquel que pisa el lagar (Ap. 19:15; 14:19-20; Is. 63:2-3). El anticristo re-
unirá un número vasto de seres humanos malvados y rebeldes que rodeará Jerusalén,
con lo cual estará preparando las “uvas” para ser pisadas en el “lagar” por Cristo. Su
venida será una gran sorpresa, pues estos incrédulos serán personas que no creen en
Cristo ni en Dios, sino únicamente en ellos mismos. El anticristo incluso llegará al ex-
tremo de afirmar que él es Dios (2 Ts. 2:4; Dn. 11:36) y para su propio deleite fijará su
tienda entre la buena tierra y el mar Mediterráneo (v. 45). Entonces Cristo, la piedra
cortada por Dios, vendrá con Su novia para herir los pies de la imagen, destruyéndola
de los pies a la cabeza. De este modo, el gobierno humano será desmenuzado y aniqui-
lado.
Daniel 2:35b dice: “La piedra que hirió a la imagen se hizo un gran monte que llenó
toda la tierra”. Que la piedra llegue a convertirse en un gran monte representa el au-
mento de Cristo. El hecho de que Cristo puede crecer está claramente revelado en Juan
3. En referencia a Cristo, el versículo 30 dice: “Es necesario que Él crezca”. El creci-
miento que se menciona en este versículo es la novia mencionada en el versículo 29:
“El que tiene la novia, es el novio”. Cristo, por tanto, tiene un crecimiento, y este au-
mento es Su novia. Así como Eva era el aumento de Adán, la novia es el aumento de
Cristo, el Novio.
La iglesia hoy en día es el aumento de Cristo en vida, pero el reino eterno de Dios es el
aumento de Cristo en administración. En términos de vida, Cristo crece para llegar a
ser la iglesia; en términos de administración, Cristo crece para llegar a ser el reino
eterno de Dios. Por tanto, Cristo no solamente es la iglesia, sino también el reino de
Dios. Tanto la iglesia como el reino constituyen Su aumento.
Lo dicho en Daniel 2 con respecto a Cristo en calidad de piedra y monte revela que
Cristo es la centralidad y universalidad del mover de Dios. Podemos afirmar que en
calidad de piedra, Cristo es la centralidad del mover de Dios, y que en calidad de monte,
Él es la universalidad. La piedra es Cristo como centro, y el monte es Cristo como cir-
cunferencia, la universalidad. Verdaderamente Cristo es todo-inclusivo. Él es la piedra
y también el monte; Él es la iglesia y también el reino. Él junto con Su aumento es el
gran monte que llena toda la tierra.
III. NABUCODONOSOR
HONRA A DANIEL
En 2:46-49 vemos que Nabucodonosor honra a Daniel. Nabucodonosor se postró sobre
su rostro y adoró a Daniel; además, mandó que se le ofreciera una oblación e incienso
y declaró: “Ciertamente el Dios vuestro es el Dios de dioses, el Señor de los reyes y el
Revelador de los misterios, pues tú has podido revelar este misterio” (vs. 46-47). En-
tonces Nabucodonosor hizo de Daniel gobernante de toda la provincia de Babilonia y
jefe de los prefectos sobre todos los sabios de Babilonia. Además, en respuesta a lo
solicitado por Daniel con respecto a sus tres compañeros, Nabucodonosor los puso so-
bre la administración de la provincia de Babilonia. Por tanto, Daniel y sus tres compa-
ñeros fueron designados para gobernar en la provincia de Babilonia.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE CUATRO
LA VISIÓN DE LA GRAN IMAGEN:
LA VISIÓN RECTORA EN EL LIBRO DE DANIEL
Lectura bíblica: Dn. 2
En este mensaje quisiera decir algo más con respecto a la visión de la gran imagen en
Daniel 2. Como veremos, esta visión es la visión rectora en el libro de Daniel.
La Biblia revela que la imagen humana vista por Nabucodonosor en Daniel 2 en reali-
dad no comenzó con Nabucodonosor, sino con Nimrod, quien fundó la ciudad de Babel
(Gn. 10:9-10). La edificación de Babel realizada por Nimrod fue el inicio de Babilonia.
Desde entonces, Babilonia ha continuado a través del Imperio medo-persa, el Imperio
griego y el Imperio romano. Finalmente, ella incluirá al último césar del Imperio ro-
mano, el anticristo, con sus diez reyes, representados por los dedos de los pies de la
gran imagen (Dn. 2:41-44). El libro de Apocalipsis dice que bajo el liderazgo del anti-
cristo, quien es también el último césar, el Imperio romano será tanto la Babilonia po-
lítica como la Babilonia religiosa. Apocalipsis 18 se refiere al imperio del anticristo
como la Babilonia política y material, esto es: “Babilonia la Grande” (v. 2). Más aún,
por intermedio de Constantino el Grande, quien aceptó al cristianismo como la religión
estatal, la naturaleza del cristianismo fue mudada, con lo cual se convirtió en la Iglesia
Católica, que en Apocalipsis 17 es llamada “MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE” (v.
5). Ésta es la Babilonia religiosa. Por tanto, con base en la Biblia podemos ver que no
solamente Babilonia misma es Babilonia, sino que incluso el Imperio romano es Babi-
lonia.
Los cuatro imperios descritos en Daniel 2 corresponden a las cuatro bestias menciona-
das en Daniel 7. En el capítulo 2, Nabucodonosor vio una gran imagen humana, pero
en el capítulo 7 Daniel vio cuatro bestias. Las cuatro secciones principales de la imagen
en la visión de Nabucodonosor corresponden a las cuatro bestias en la visión de Daniel.
La cabeza de oro (2:37-38), que representa a Nabucodonosor, corresponde a la primera
bestia, la cual “era como un león, y tenía alas de águila” (7:3-4). El pecho y los brazos
de plata (2:32, 39a), que representan a Medo-Persia, corresponden a la segunda bestia,
la cual era semejante a un oso (7:5). El vientre y los muslos de bronce (2:32, 39b), que
representan a Grecia, corresponden a la tercera bestia, la cual era semejante a un leo-
pardo (7:6). Las piernas de hierro y los pies que son en parte de hierro y en parte de
barro cocido (2:40-43), que representan al Imperio romano y sus últimos diez reyes,
corresponden a la cuarta bestia, la cual es distinta de las anteriores y tiene dientes
grandes de hierro así como diez cuernos (7:7-8).
Detalles adicionales con respecto a estos imperios son hallados en los capítulos 8 y 11.
En el capítulo 8 vemos que la segunda sección de la gran imagen humana —Medo-
Persia—, que es representada por un carnero (8:3-4), fue derrotada por la tercera sec-
ción de la imagen —Grecia—, que es representada por un macho cabrío que tenía un
cuerno muy notorio (vs. 5-8). El versículo 8 dice: “Y el macho cabrío se engrandeció
sobremanera; pero en cuanto llegó a ser poderoso, aquel gran cuerno fue quebrado, y
en su lugar salieron cuatro cuernos muy visibles hacia los cuatro vientos del cielo”. Es-
tos cuatro cuernos representan a los sucesores de Alejandro Magno. Para ver más de-
talles con respecto a estos cuatro cuernos, debemos leer el capítulo 11, el cual tiene
mucho que decir sobre el rey del sur (Egipto) y el rey del norte (Siria). En particular,
este capítulo nos habla sobre Antíoco Epífanes, un destacado descendiente del sucesor
de Alejandro en Siria.
LA VISIÓN RECTORA
GUARDA DEL MUNDO AL PUEBLO DE DIOS
Espero que todos veamos la visión rectora presentada en Daniel 2 y que, a la luz de esta
visión, tengamos una clara visión con respecto al gobierno humano. A los ojos de los
seres humanos, existen diferentes clases de gobierno, algunos de ellos buenos y otros
malos. Pero a los ojos de Dios, todo gobierno humano es una bestia. Babilonia, Persia,
Grecia, el Imperio romano: todos ellos son bestias. Puedo testificar que esta visión me
ha guardado del mundo por más de sesenta años. Todos necesitamos recibir tal visión.
Si nosotros, como pueblo de Dios, vemos esta visión rectora, seremos guardados del
mundo y preparados para la venida de Cristo como piedra que hiere, la cual desmenu-
zará la totalidad del gobierno humano y se convertirá en un gran monte —el reino
eterno de Dios— que llenará toda la tierra.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE CINCO
LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES
DEL PUEBLO ELEGIDO DE DIOS
—QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN—
LOGRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES
DE SATANÁS
(3)
SOBRE LA SEDUCCIÓN DE LA IDOLATRÍA
Lectura bíblica: Dn. 3
En este mensaje consideraremos la victoria que los jóvenes descendientes del pueblo
elegido de Dios —que había caído en degradación— logran sobre la seducción de la
idolatría.
Nuestro pensamiento natural es que debemos apartarnos del fuego de nuestras cir-
cunstancias. Podríamos pensar que si tenemos un esposo problemático o una esposa
fastidiosa, debemos orar pidiendo que Dios nos libre de tal situación. Pero el Señor nos
diría: “No me gustaría librarte de esta situación en la que te encuentras en tu vida ma-
trimonial; más bien, te mantendré allí y vendré para hacer de ese entorno un lugar
placentero”.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE SEIS
LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES
DEL PUEBLO ELEGIDO DE DIOS
—QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN—
LOGRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES
DE SATANÁS
(4)
SOBRE EL VELO QUE CUBRE A LA GENTE,
EL CUAL LES IMPIDE PERCATARSE
DEL GOBIERNO DE LOS CIELOS
EJERCIDO POR EL DIOS DE LOS CIELOS
Lectura bíblica: Dn. 4
Daniel es un libro de la revelación divina concerniente a la economía de Dios. En Daniel
1—6, este libro presenta la economía de Dios no en términos teológicos ni a manera de
enseñanza, sino por medio de una serie de casos. Hay por lo menos seis casos presen-
tados en Daniel 1—6 que nos muestran qué es la economía de Dios y de qué manera
esta economía puede ser llevada a cabo. Estos seis casos sirven de ilustraciones.
Podría parecernos que los casos presentados en los primeros seis capítulos son inde-
pendientes entre sí y no guardan ninguna relación entre sí. En realidad, todos ellos
están conectados entre sí. Por ejemplo, para detectar el tema crucial del segundo caso,
la gran imagen humana descrita en el capítulo 2, es menester que nos remitamos al
capítulo 1. El secreto para entender el capítulo 2 está en el capítulo 1. Asimismo, el
secreto para entender el capítulo 3 está en el capítulo 2, y así por el estilo. El caso pre-
sentado en el capítulo 6 sirve de conclusión para los cinco casos anteriores.
A fin de describir el primer caso, en el capítulo 1, tenemos que pintar un cuadro. Pri-
mero, tenemos que pintar la figura de un general combativo y vencedor, Nabucodono-
sor, el cual acababa de regresar a Babilonia de Jerusalén trayendo consigo muchos cau-
tivos. Segundo, vemos cuatro jóvenes brillantes que están entre los cautivos. Tercero,
estos jóvenes varones fueron específicamente escogidos de entre los cautivos y se les
ofrecieron los manjares del rey. Cuarto, ellos se propusieron en sus corazones guar-
darse para Dios, por lo cual rechazaron los manjares del rey y comieron únicamente
legumbres; no obstante, estos cuatro llegaron a ser individuos simpáticos, felices y sa-
ludables. Como resultado de todo esto, la presencia de Dios así como Su sabiduría y
perspicacia estuvieron con ellos, por lo cual ellos podían entender las cosas diez veces
mejor que cualquier otro en el círculo de Nabucodonosor.
El segundo caso está en el capítulo 2. Ese gran general victorioso tuvo un sueño que no
podía entender. Debido a que estaba cegado por la gloria y el poder de este mundo, él
no pudo entender el sueño y, con el tiempo, lo olvidó. Sin embargo, había una persona
llamada Daniel, a quien no le interesaba ni el poder ni la gloria de este mundo, cuyo
corazón estaba centrado en Dios, y que tenía la habilidad y la capacidad para entender
este sueño. Él no solamente tenía la posición y perspectiva correctas, sino también la
capacidad intrínseca para entender el sueño. Por tanto, cuando este asunto tan desco-
nocido le fue llevado a Daniel, él tenía la perspicacia que se requería. Él pudo ver más
allá de la gloria y majestad mundanas que rodean al gobierno humano y le dio al rey
una visión capaz de abrirle los ojos. Pero Nabucodonosor carecía de la capacidad para
conocer internamente a Dios. Aunque externamente fue ayudado por Daniel para ver
que Dios es el Dios Altísimo, nada dentro del ser mismo de Nabucodonosor fue tocado.
Este gran general victorioso consideró a Daniel como un héroe y le adoró ofreciéndole
una oblación e incienso. Ésta es la escena al final del capítulo 2.
Al interpretar el sueño de Nabucodonosor, Daniel dijo: “Tú, oh rey, eres rey de reyes,
a quien el Dios de los cielos ha dado reinado, poder, fuerza y gloria [...] Tú eres la cabeza
de oro” (2:37-38). Al considerar la interpretación dada por Daniel, Nabucodonosor
probablemente pensó acerca de sí mismo considerándose un gran personaje. Por tanto,
en el capítulo 3 él erigió una gran imagen de oro, la cual probablemente lo representaba
a él, para que fuese adorada por el pueblo. Esta imagen no solamente tenía la cabeza
de oro, sino que toda la imagen era de oro.
I. LA ALABANZA DE NABUCODONOSOR
CON RESPECTO A DIOS
En 4:1-3 tenemos la alabanza de Nabucodonosor con respecto a Dios en cuanto a Su
grandeza, poder, reino eterno y dominio imperecedero. En los versículos 2 y 3 él dijo:
“Me ha parecido bien declarar las señales y los prodigios que Dios el Altísimo ha hecho
conmigo. ¡Cuán grandes son Sus señales, / y cuán potentes Sus maravillas! / Su reino
es un reino eterno, / y Su dominio de generación en generación”.
Según su naturaleza y su propio ser, Nabucodonosor no era un hombre sino una bestia.
Por esta razón su corazón fue cambiado para dejar de ser el corazón de un hombre y se
le dio un corazón de bestia (v. 16). Dios también le quitó el raciocinio propio de los
hombres. En esa misma hora él empezó a comer hierba como los bueyes y su cuerpo se
mojaba con el rocío del cielo hasta que su pelo creció como plumas de águilas y sus
uñas como las garras de las aves (v. 33).
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE SIETE
LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES
DEL PUEBLO ELEGIDO DE DIOS
—QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN—
LOGRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES
DE SATANÁS
(5)
SOBRE LA IGNORANCIA
CON RESPECTO AL RESULTADO
DEL LIBERTINAJE ANTE DIOS
Y DE HABER INSULTADO LA SANTIDAD DE DIOS
Lectura bíblica: Dn. 5
Daniel 5 es la continuación de Daniel 4. El capítulo 5 aborda la victoria de los jóvenes
descendientes del pueblo elegido de Dios —que había caído en degradación— sobre la
ignorancia con respecto al resultado del libertinaje ante Dios y de haber insultado la
santidad de Dios. Lo que Daniel relata en este capítulo se basa en la perspectiva espi-
ritual requerida para las lecciones espirituales. El capítulo 5 da continuación al capítulo
4 a fin de proporcionarnos una clara perspectiva de ciertas lecciones espirituales.
C. El rey clama en alta voz pidiendo que hagan venir encantadores, caldeos
y adivinos
El rey clamó en alta voz pidiendo que hicieran venir encantadores, caldeos y adivinos;
y dijo a los sabios de Babilonia: “Cualquiera que lea esta escritura y me declare su in-
terpretación, será vestido de púrpura, llevará en su cuello un collar de oro y regirá como
el tercero en el reino” (v. 7).
A. Daniel es recomendado,
llamado y traído ante el rey
Daniel fue recomendado, llamado y traído ante el rey (vs. 10-16). La reina madre reco-
mendó a Daniel, afirmando que se hallaba en él un excelente espíritu, conocimiento y
perspicacia, e interpretación de sueños, declaración de enigmas y resolución de pro-
blemas. Después ella dijo: “Llámese, pues, ahora a Daniel, y él declarará la interpreta-
ción” (v. 12b).
C. La interpretación
Del versículo 25 al 28 vemos la interpretación hecha por Daniel de la inscripción. Ésta
era la inscripción: “MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN” (v. 25). Ésta es la interpretación
hecha por Daniel del asunto: MENE: Dios ha contado el reino de Belsasar y le ha puesto
fin; TEKEL: fue pesado en balanza y hallado falto; y PERES: su reino ha sido dividido
y dado a los medos y a los persas (vs. 26-28).
D. La respuesta de Belsasar
El versículo 29 presenta la respuesta de Belsasar a la interpretación de Daniel. Belsasar
dio órdenes de vestir de púrpura a Daniel, de ponerle un collar de oro alrededor de su
cuello y de que se hiciera la proclamación indicando que Daniel regiría como el tercero
del reino.
IV. EL DESTINO
DE BELSASAR
Los versículos 30 y 31 hablan del destino de Belsasar.
En los primeros cinco capítulos de Daniel hay varias lecciones que debemos aprender.
Por ejemplo, la lección en el capítulo 1 es que no debe interesarnos aquello que el
mundo prefiere y que gusta al mundo, sino que debemos poner nuestro corazón en
Dios y desarrollar el gusto únicamente por las legumbres, esto es, por el alimento sen-
cillo. Debemos recibir únicamente las cosas sencillas. Si practicamos esto, seremos uno
con Dios y llegaremos a ser sabios.
En el capítulo 5, con relación al caso de Belsasar, vemos la importancia de tomar a Dios
en serio y no desatender ninguna lección espiritual. Belsasar no se benefició de la lec-
ción aprendida por su antepasado Nabucodonosor en el capítulo 4. El caso de Nabuco-
donosor nos enseña que debemos ser cuidadosos y no dedicarnos a contemplar aquello
que hayamos logrado. El palacio edificado por Nabucodonosor era vasto. Cuando él
paseaba por el techo de dicho palacio, se llenó de orgullo y dijo: “¿No es ésta Babilonia
la grande, que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi
majestad?” (4:30). Esto debe servirnos de advertencia en el sentido de que nuestros
logros pueden hacer que nos volvamos orgullosos, y esto podría traer el juicio de Dios.
El juicio de Dios sobre Nabucodonosor lo redujo a nada. Ésta fue la razón por la cual
él pudo decir acerca del Señor: “Todos los habitantes de la tierra son considerados
como nada, / pero Él hace según Su voluntad en el ejército del cielo / y entre los habi-
tantes de la tierra; / no hay quien detenga Su mano, / ni le diga: ¿Qué haces?” (4:35).
En 4:37, con respecto al Señor, Nabucodonosor también dijo: “Él puede humillar a los
que andan con soberbia”. Belsasar debía haber aprendido la lección con base en la ex-
periencia de Nabucodonosor; sin embargo, no aprendió la lección y, como resultado de
ello, padeció.
La situación de Belsasar debe causarnos una profunda impresión. Todos debemos ver
que si hemos recibido alguna lección de parte de Dios, tenemos que tomarla en cuenta
con toda seriedad. Si desatendemos cualquier lección, padeceremos.
En medio de todos los eventos que tuvieron lugar en el capítulo 5, o de manera paralela
a todos esos eventos, la economía de Dios era llevada a cabo. Dios sabe cómo adminis-
trar la situación mundial. No piensen que Darío el medo vino a matar a Belsasar por
casualidad. No, tal evento correspondía al hecho de que Dios estaba llevando a cabo Su
economía. Si Dios hubiera dejado el imperio en manos de los babilonios, jamás podría
haberse realizado el retorno de los cautivos a Israel. Por tanto, era necesario que el
imperio fuese cambiado de oro a plata. Esto fue realizado por Dios. Ésta era la obra
moderadora de Dios, el equilibrio administrado por Él en Su economía, con la finalidad
de llevar a cabo Su plan.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE OCHO
LA VICTORIA QUE LOS JÓVENES DESCENDIENTES
DEL PUEBLO ELEGIDO DE DIOS
—QUE HABÍA CAÍDO EN DEGRADACIÓN—
LOGRAN SOBRE LAS ESTRATAGEMAS ADICIONALES
DE SATANÁS
(6)
SOBRE LA ESTRATAGEMA SUTIL
QUE IMPEDÍA QUE LOS VENCEDORES
FUERAN FIELES EN LA ADORACIÓN A DIOS
Lectura bíblica: Dn. 6
Daniel 6 es muy crucial debido a que nos muestra la manera en que Dios lleva a cabo
Su economía con Sus elegidos con miras a la venida de Cristo. Dios desea llevar a cabo
Su economía, pero es necesario que el hombre ore por la economía de Dios en la tierra.
Dios lleva a cabo Su economía en la tierra mediante Sus fieles canales de oración. La
estrategia de Satanás consiste en obstaculizar la oración hecha en pro del mover de
Dios. Por tanto, el centro de este capítulo es la oración que hace el hombre para que se
lleve a cabo la economía de Dios.
El mover de Dios es como un tren, para cuyo mover se requiere tener los rieles corres-
pondientes. Las oraciones hechas por el hombre son como los rieles que pavimentan el
camino para el avance del mover de Dios. No hay otra manera de llevar la economía de
Dios a su plenitud y cumplimiento si no es mediante la oración. Éste es el secreto es-
condido dentro de este capítulo.
En la actualidad, la oración es la línea de vida del recobro del Señor. Cuanto más Sata-
nás intente impedir nuestra oración, más debemos orar.
Después que Daniel fue sacado del foso de los leones, el rey dio orden con respecto a
los opositores. Los que habían acusado a Daniel fueron echados al foso de los leones
junto con sus hijos y sus mujeres. Aún no habían llegado al fondo del foso cuando se
apoderaron de ellos los leones y quebraron todos sus huesos (v. 24).
La victoria de Daniel sobre la estratagema sutil que impedía que los vencedores fueran
fieles en la adoración a Dios, constituyó la última etapa de la victoria sobre las estrata-
gemas de Satanás. Sin estos vencedores, Dios habría sido completamente derrotado
por Satanás al no tener en la tierra nada para Sí mismo.
Durante el tiempo de Nimrod y Babel, los intereses de Dios también fueron menosca-
bados, pero Él encontró la manera de ganar a Abraham para que fuese Su adorador
(Hch. 7:2; Gn. 12:1-3, 8). Después que Abraham llegó a Canaán, él edificó un altar, y
esto agradó a Dios. Dios podía jactarse ante Satanás diciendo: “Mira, Satanás; todavía
tengo por lo menos un adorador. Llegará el tiempo en que los descendientes de este
adorador llegarán a ser una nación sacerdotal que me adore y me sirva”. A la postre,
como fruto procedente de Abraham, el templo para la adoración a Dios fue edificado
en Jerusalén.
Cuando Satanás envió a Nabucodonosor para que destruyera la ciudad santa con el
templo a fin de eliminar la adoración y el servicio a Dios, parecía que Dios había sido
derrotado y que Sus intereses, Su adoración y Su servicio sobre la tierra habían sido
destruidos. No obstante, por la soberanía de Dios, cuatro de los jóvenes escogidos por
Nabucodonosor para estar en el palacio del rey se convirtieron en vencedores a fin de
resguardar la adoración y el servicio a Dios. Dios tenía cuatro jóvenes vencedores que
vivían en el palacio día tras día, pese a lo cual ellos eran absolutamente uno con Dios.
Esto era una vergüenza para Satanás y algo de lo cual Dios se podía gloriar. Dios podía
decirle a Satanás: “Satanás, ¿piensas que la adoración y el servicio que se me rinden
sobre la tierra han llegado a su fin? Mira a mis vencedores. Tengo cuatro vencedores
que me adoran y me sirven en el palacio de Nabucodonosor”. Hoy en día, siempre y
cuando haya vencedores en esta tierra, independientemente de cuántos sean, Dios ten-
drá motivo de gloriarse. Cuando Dios ve a los vencedores de hoy afirmados sobre el
terreno de la iglesia, Él se siente feliz y complacido.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE NUEVE
LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR
(1)
LA VISIÓN CON RESPECTO A LAS CUATRO BESTIAS
QUE EMERGEN DEL MAR MEDITERRÁNEO
(1)
Lectura bíblica: Dn. 7:1-8, 11-12, 15-28
El libro de Daniel tiene dos secciones principales. La primera sección (1:3—6:28), que
abarca seis casos, nos habla de la victoria que, en medio de su cautiverio, los jóvenes
descendientes del pueblo elegido de Dios —que había caído en degradación— lograron
sobre las estratagemas adicionales de Satanás. La segunda sección (caps. 7—12) relata
las visiones del Daniel vencedor. La fidelidad y victoria de Daniel hicieron que él tu-
viera la posición y ángulo correctos para recibir las visiones procedentes de Dios.
Daniel recibió una visión tras otra. Él recibió visiones procedentes de Dios no sola-
mente con respecto al destino del pueblo elegido de Dios, sino también con respecto a
la eternidad de Dios. Este libro, en su punto más elevado, toca el asunto de cómo Dios
se ha propuesto pasar Su eternidad.
En los capítulos 2 y 4, Nabucodonosor, un rey gentil, vio dos grandes visiones: una gran
imagen humana y un gran árbol. Aunque Nabucodonosor vio estas visiones, fue nece-
sario que Daniel las interpretase. El gran árbol en el capítulo 4 corresponde a la cabeza
de la imagen humana en el capítulo 2: ambos representan a Nabucodonosor. Cuando
la cabeza fue tocada por Dios, el árbol fue talado, y Nabucodonosor se convirtió en una
bestia (4:16, 25).
En la primera visión, la cabeza de la gran imagen humana era de oro. Cada una de las
secciones siguientes de la imagen humana estaba hecha de diferentes metales, va-
riando de la plata al bronce para finalmente convertirse en hierro. A los ojos del hom-
bre, estos cuatro metales representan cuatro grandes gobiernos humanos y culturas.
Sin embargo, lo que Daniel vio en la visión del capítulo 7 fue muy diferente. En lugar
de cuatro metales distintos, él vio cuatro bestias crueles. Debemos estudiar cuidadosa-
mente la descripción de esas cuatro bestias.
I. EL AÑO DE LA VISIÓN
Daniel 7:1 dice: “En el primer año de Belsasar, rey de Babilonia, Daniel vio un sueño y
visiones de su cabeza mientras estaba en su cama. Luego escribió el sueño y relató la
suma del asunto”. Esto indica que el año de la visión descrita en el capítulo 7 fue el
primer año del gobierno de Belsasar como rey de Babilonia, alrededor del año 555 a. C.
El cautiverio comenzó en el año 606 a. C., y el retorno de los hijos de Israel procedentes
del cautiverio tuvo lugar el año 536 a. C., diecinueve años después que Daniel vio esta
visión.
C. La primera bestia
1. Corresponde a la cabeza de oro
de la gran imagen humana
La primera bestia (v. 4) corresponde a la cabeza de oro de la gran imagen humana des-
crita en 2:36-38, que representa a Babilonia con su fundador y rey: Nabucodonosor.
2. Es como un león
La primera bestia era como un león: el rey de las bestias, la más fiera y cruel.
5. Es levantada de la tierra
y puesta sobre dos pies a manera de hombre
“Fue levantada de la tierra y puesta sobre dos pies a manera de hombre, y le fue dado
corazón de hombre” (7:4b). Esto quiere decir que esta bestia se volvió similar a un
hombre de pie sobre la tierra y poseedor de un corazón de hombre, según se indica en
4:25b y 32b.
D. La segunda bestia
1. Corresponde al pecho y los brazos
de la gran imagen humana
La segunda bestia (7:5) corresponde al pecho y los brazos de plata de la gran imagen
humana descrita en 2:32 y 39a, que representa a Medo-Persia.
2. Es semejante a un oso
La segunda bestia era semejante a un oso. Esto significa que no era tan fuerte ni veloz
como el león, pero que todavía era muy feroz y cruel.
5. Se le ordena levantarse
y devorar mucha carne
A la segunda bestia se le ordenó levantarse y devorar mucha carne. Esto significa que
habría de devorar a más naciones.
E. La tercera bestia
1. Corresponde al vientre y los muslos de bronce
de la gran imagen humana
La tercera bestia (7:6) corresponde al vientre y los muslos de bronce de la gran imagen
humana descrita en 2:32, 39b, que representa a Grecia con su rey, Alejandro Magno.
2. Es semejante a un leopardo
La tercera bestia era semejante a un leopardo. Esto significa que ella era feroz, cruel y
veloz (Hab. 1:8a).
5. Se le da dominio
Se le dio dominio a la tercera bestia. Esto significa que le fue dada autoridad para regir
a las naciones.
F. La cuarta bestia
La cuarta bestia (7:7-8) es la bestia revelada en Apocalipsis 13:1-2.
6. El reino, el dominio
y la grandeza de los reinos debajo de todo el cielo
es dado al pueblo de los santos del Altísimo
Según 7:22 y 27, el reino, el dominio y la grandeza de los reinos debajo de todo el cielo
será dado al pueblo de los santos del Altísimo.
G. En cuanto a las demás bestias
En cuanto a las demás bestias, su dominio (su autoridad y reinado) fue quitado, pero
se les otorgó prolongación de vida (la cultura) por un tiempo y plazo (v. 12). Esto indica
que aunque a Babilonia, Persia y Grecia les fue quitado el dominio y la autoridad que
tenían, su vida, esto es, su cultura, fue prolongada y continúa existiendo. En la actuali-
dad formamos parte de la cultura occidental, la cultura romana. La cultura occidental
es la consumación de las culturas romana, griega, persa y babilónica.
Belsasar, el rey babilónico, fue derrotado por Darío el medo. Después, Alejandro
Magno vino a derrotar a Darío el persa (un Darío diferente) en el año 330 a. C. Los
cuatro generales de Alejandro le sucedieron para regir sobre cuatro reinos. En el año
27 a. C. César Augusto se convirtió en el emperador del Imperio romano, reemplazando
al Imperio griego. Aunque el Imperio romano llegó a su fin alrededor del año 476 d. C.,
su espíritu, cultura, ley, política y costumbres continúan existiendo. Por tanto, en cierto
sentido, al presente todavía formamos parte del Imperio romano.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE DIEZ
LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR
(1)
LA VISIÓN CON RESPECTO A LAS CUATRO BESTIAS
QUE EMERGEN DEL MAR MEDITERRÁNEO
(2)
Lectura bíblica: Dn. 7:9-10, 13-14, 26-27
En este mensaje consideraremos más sobre la visión presentada en Daniel 7 con res-
pecto a las cuatro bestias que emergen del mar Mediterráneo. Hemos visto que estas
cuatro bestias son espantosas y temibles, las cuales hacen lo que quieren, como si no
hubiera un Dios en el universo. Sin embargo, este capítulo nos revela que el Anciano
de Días todavía está en el trono.
A. Se establecen tronos,
y el Anciano de Días se sienta
El versículo 9a dice: “Estuve mirando / hasta que fueron puestos tronos, / y se sentó el
Anciano de Días. / Su ropa era como nieve blanca; / y el cabello de Su cabeza como
lana pura”. Esto quiere decir que Dios es anciano.
B. Su trono es llamas de fuego
Su trono era llamas de fuego; las ruedas del mismo eran fuego ardiente; y un río de
fuego procedía y salía de delante de Él (vs. 9b-10a). Todo alrededor de Él es fuego, lo
cual significa que Dios es absolutamente justo y completamente santo. Sin santidad
nadie puede ver al Señor ni contactarlo (He. 12:14).
Daniel 9:26, en referencia a la muerte de Cristo por nuestra redención, dice que se le
quitará la vida al Mesías. Éste fue un gran logro, la obra de redención, logrado por
Cristo en Su primera aparición sobre la tierra. Después que Cristo realizó la obra de
redención, Él ascendió a los cielos.
Esto puede mencionarse en Daniel 7 porque con Dios no existe el elemento del tiempo.
A los ojos de Dios, inmediatamente después de efectuar la redención, Cristo ascendió
a los cielos, yendo a Dios a fin de recibir el reino. Esto indica que desde el punto de
vista de Dios, el reino viene inmediatamente después de la redención.
Daniel no sabía acerca de la iglesia. Al igual que Abraham, David y los otros profetas,
Daniel no vio el misterio de la iglesia, misterio que estuvo escondido a lo largo de las
eras y las generaciones. Daniel no sabía que entre la primera y la segunda aparición de
Cristo habría un período de tiempo en el cual Dios realizaría una obra maravillosa y
misteriosa con base en la redención efectuada por Cristo. Esta obra consiste en rege-
nerar a Su pueblo redimido para después santificarlo, renovarlo, transformarlo y con-
formarlo a la imagen gloriosa de Cristo. Según la visión recibida por Daniel, Cristo
efectuó la redención e inmediatamente después vino a Dios en ascensión a fin de recibir
el reino.
F. La venida de Cristo
pone fin a la totalidad del gobierno humano
e introduce el reino eterno de Dios
La venida de Cristo pondrá fin a la totalidad del gobierno humano sobre la tierra desde
sus etapas finales hasta sus inicios e introducirá el reino eterno de Dios.
Al desmenuzar aquella gran imagen de los pies a la cabeza, Cristo ejecuta el juicio uni-
versal sobre la totalidad del gobierno humano, que abarca desde el anticristo hasta
Nimrod. De este modo Cristo depurará la vieja creación. En Su primera venida, Cristo
puso fin a la vieja creación mediante Su muerte en la cruz; después, en Su resurrección,
Él hizo germinar la nueva creación. Todo esto es misterioso. Externamente, el mundo
permanece igual, y el gobierno humano iniciado con Nimrod continúa existiendo. Por
esta razón, se hace necesaria la segunda venida de Cristo, Su segunda aparición, para
depurar la vieja creación de manera externa y física al aplastar la gran imagen humana.
Esa depuración de la vieja creación en cuanto a su gobierno humano introducirá el
reino eterno y universal de Dios. En el reino, el Señor disfrutará del fruto de Su obra, a
saber: ser uno con Su pueblo redimido.
Pablo dice que la muerte de Cristo puso fin a la vieja creación, pues nuestro viejo hom-
bre fue crucificado juntamente con Él (Ro. 6:6). Poner fin de este modo a la vieja crea-
ción tiene por finalidad hacer germinar la nueva creación. En 2 Corintios 5:17 Pablo
dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva creación es”. En Gálatas 6:15 él
procede a decir: “Porque ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una
nueva creación”. Esta nueva creación es la iglesia. Por medio de la resurrección de
Cristo se nos hizo germinar —esto es, se nos vivificó, fuimos regenerados— para ser
hechos hijos de Dios como nueva creación a fin de llegar a constituir el Cuerpo de
Cristo. Cuando Él se convierta en el Rey que gobierne toda la tierra, nosotros formare-
mos parte de Él. Él será el Rey, y nosotros seremos sus co-reyes.
Hay dos cosas que constituyen un problema para Dios: la vieja creación producida a
partir de Adán y el gobierno humano. Según la visión en Daniel 7, todo tipo de gobierno
humano es una bestia. El primer problema, la vieja creación, fue resuelto por medio de
la muerte de Cristo. El segundo problema, el gobierno humano, será resuelto por la
venida de Cristo como piedra cortada no con manos, que viene para desmenuzar la
gran imagen humana, con lo cual se dará fin a la era del gobierno del hombre sobre la
tierra en la vieja creación.
Es imprescindible que tengamos una clara visión del capítulo 7 de Daniel. Este capítulo
abarca un período muy amplio: desde Babilonia, la primera bestia, hasta el cielo nuevo
y la tierra nueva. Si tenemos esta clara visión, sabremos dónde estamos hoy en día con
respecto a las partes que forman la gran imagen humana. Creo que estamos cerca al
tiempo que corresponde a los diez dedos.
V. LA INTERPRETACIÓN DE LA VISIÓN
En 7:15-28 vemos que a Daniel le fue dada la interpretación de la visión que había visto
en los versículos del 1 al 14.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE ONCE
LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR
(2)
LA VISIÓN CON RESPECTO AL CARNERO
Y AL MACHO CABRÍO CON SUS SUCESORES
Lectura bíblica: Dn. 8; 9:27; 11:2-4, 30b-35; 12:3; Ap. 13:5-7; 17:11; 19:20; 2 Ts.
2:3b-4
En el capítulo 7 Daniel vio la visión de las cuatro bestias que emergían del mar Medi-
terráneo. Aquella visión fue un breve esbozo que no presentaba muchos detalles. Pero
los capítulos 8 y 11 abundan en detalles con respecto a la segunda y a la tercera bestia,
las cuales corresponden respectivamente al Imperio medo-persa y al Imperio griego.
En este mensaje abordaremos la visión de un carnero y de un macho cabrío con sus
sucesores, tal como es presentada en el capítulo 8 de Daniel.
Mientras leemos Daniel 8 podríamos preguntarnos qué tiene que ver este capítulo con
Israel. El Imperio medo-persa, el Imperio griego y el Imperio romano llegaron a tres
continentes: Asia, África y Europa. En la intersección misma de estos tres continentes
se encuentra Israel. A lo largo de las eras, Israel ha sufrido mucho debido a las luchas
suscitadas entre estos imperios en estos tres continentes, de los cuales Israel es el cen-
tro. Con frecuencia Israel fue el campo de batalla. Debido a todos los problemas y daños
causados por estas luchas, ha sido difícil para Israel, el elegido de Dios, llegar a ser algo
que verdaderamente esté en conformidad con la economía eterna de Dios. Ésta es la
razón por la cual Dios vino para mostrarle a Daniel una visión tras otra con respecto a
la situación mundial. Mientras que los capítulos 9 y 12 tratan directamente sobre Is-
rael, el capítulo 8 con su visión acerca de Medo-Persia y Grecia, así como el capítulo 11
con su visión acerca de los sucesores de Alejandro Magno, en realidad tratan indirec-
tamente sobre Israel.
I. EL AÑO DE LA VISIÓN
El año de la visión es dado en 8:1: “En el año tercero del reinado del rey Belsasar me
apareció a mí, Daniel, una visión, después de la que me había aparecido al principio”.
Esto ocurrió alrededor del año 553 a. C.
A. Un carnero
Los versículos 3 y 4 hablan de un carnero.
1. Representa a Medo-Persia
El carnero representa a Medo-Persia (vs. 3a, 20; 11:2).
B. Un macho cabrío
Los versículos del 5 al 8 hablan de un macho cabrío.
2. Un cuerno pequeño
sale de uno de los cuatro cuernos
De uno de los cuatro cuernos salió un cuerno pequeño (8:9a). Este pequeño cuerno
representa a Antíoco Epífanes de Siria en los años 175-164 a. C.
f. Su poder es grande
Su poder será grande, mas no con su poder propio. Él destruiría de manera extraordi-
naria, destruyendo a los poderosos y al pueblo santo (v. 24).
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE DOCE
LA ECONOMÍA DE DIOS
EN EL LIBRO DE DANIEL
Lectura bíblica: Dn. 9:26; 2:35, 44; 7:13-14; 3:23-25; 10:4-9; 4:17, 25-26; Ap.
19:7-9, 11-16, 19-21; 17:14
Aunque el libro de Daniel es breve, aborda muchos asuntos y habla acerca de muchos eventos
y personas; además, contiene muchas lecciones espirituales para nosotros. Pero por encima,
detrás y dentro de todas estas cosas hay algo más, y esto es la economía de Dios. Por supuesto,
la expresión economía de Dios no es hallada en Daniel; ni tampoco se halla en ninguna otra
parte del Antiguo Testamento. No obstante, la economía de Dios es revelada en este libro. To-
dos debemos ver la economía de Dios en el libro de Daniel. Si vemos esta visión de la economía
de Dios, todo nuestro ser será cambiado.
CRISTO: LA CENTRALIDAD
Y UNIVERSALIDAD DE LA ECONOMÍA DE DIOS
Cristo es la centralidad y universalidad de la economía de Dios, y la economía de Dios tiene
por finalidad que Cristo sea la centralidad y universalidad en el mover de Dios. Esto es lo que
tenemos que ver en nuestra lectura del libro de Daniel. Las diversas lecciones espirituales y
detalles históricos abordados en este libro son muy buenos, pero son secundarios. Lo primordial
es que en Su economía, en Su plan con Su arreglo, Dios desea hacer de Cristo la centralidad y
universalidad de Su mover en la tierra.
Con respecto a tal Cristo, el libro de Daniel aborda cinco puntos principales: la muerte de Cristo,
la manifestación venidera de Cristo, Cristo como Hijo del Hombre que viene al trono de Dios
para recibir dominio y un reino, Cristo como Compañero de los testigos de Dios que padecen
tribulación, y la excelencia de Cristo. Quisiera decir algo con respecto a estos puntos.
LA CRUCIFIXIÓN DE CRISTO
El primer asunto es la muerte de Cristo, Su crucifixión. Al respecto, 9:26 dice: “Y después de
las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías”. Estas palabras son sencillas, pero ricas
en lo que implican.
La muerte de Cristo fue todo-inclusiva, es decir, abarcó todo cuanto hay en el universo. El ítem
principal al que se le puso fin mediante la muerte de Cristo fue la vieja creación. Después de la
obra de Dios en la creación, Satanás intervino para corromper, envenenar, devastar y arruinar
la creación de Dios. Como resultado de ello, toda la vieja creación no solamente se volvió co-
rrupta, sino que se volvió la corrupción misma. No obstante, Dios todavía se vale de esa crea-
ción corrupta para producir la nueva creación mediante la muerte y resurrección de Cristo.
El más grande logro de Cristo en Su primera aparición consistió en poner fin a toda la creación
por medio de Su muerte. Al hacer esto, sin embargo, hay algo que se levanta, esto es: la resu-
rrección de Cristo. En Su resurrección Cristo llegó a ser el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45) a
fin de vivificar, hacer germinar, regenerar, a algunos de los que están en la vieja creación para
que sean la nueva creación. Esta nueva creación comienza con los creyentes como hijos de Dios
y los miembros de Cristo como constituyentes de Su Cuerpo. Este Cuerpo crecerá y, con el
tiempo, consumará en la Nueva Jerusalén (Ap. 21—22), que es la suma total y la consumación
de la nueva creación de Dios. Todo esto se halla implícito en la primera venida de Cristo con
Su muerte y resurrección.
En todo el universo, la muerte de Cristo con Su resurrección es el gran hito demarcatorio de las
eras. Su muerte ha depurado el universo entero al poner fin a la vieja creación en términos
espirituales.
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Aun cuando se puso fin a la vieja creación, externamente el mundo continúa igual. Por esta
razón existe la necesidad de que la segunda venida de Cristo depure el universo entero en tér-
minos físicos y materiales. En particular, existe la necesidad de que la segunda venida de Cristo
ponga fin al gobierno humano.
Según Daniel 2:35 y 44, Cristo vendrá como piedra cortada no con manos a fin de desmenuzar
la gran imagen humana de los pies a la cabeza. En Su venida como tal piedra, Él desmenuzará
al anticristo con sus diez dedos. Sin embargo, Él no vendrá solo, sino que vendrá con Su novia
(Ap. 19:11, 14). Antes de Su venida Él tendrá una boda, en la cual Sus vencedores se unirán a
Él como una sola entidad (vs. 7-9). Mientras que Daniel 2 afirma que Cristo viene como piedra
no cortada con manos, Apocalipsis 19 afirma que Cristo viene como Aquel que tiene Su novia
en calidad de ejército Suyo.
Cristo es Dios que desciende para combatir contra la humanidad rebelde, y la humanidad es
representada por un hombre que es uno con Satanás: el anticristo. Dios mismo está corporifi-
cado en Cristo; Cristo está con Su novia, los vencedores; y el anticristo es uno con Satanás y
uno con los diez reyes y sus ejércitos. Estas dos entidades —Cristo y el anticristo— combatirán
entre sí. El hombre combatirá contra Dios directamente (Ap. 19:19-21; 17:14). Las personas
más malvadas sobre la tierra serán reunidas por el anticristo en un solo lugar, esto es, las uvas
serán reunidas en el lagar (19:15; 14:19-20). Entonces Cristo vendrá no solamente para desme-
nuzar los diez dedos, sino también para pisar el lagar. Éste será el desmenuzamiento del go-
bierno humano efectuado por Cristo.
Después de desmenuzar el gobierno humano, Dios habrá depurado el universo entero. La vieja
creación se habrá ido, y el gobierno humano será hecho como tamo que el viento se lleva.
Entonces el Cristo corporativo, Cristo con Sus vencedores, se convertirá en un gran monte que
llenará la tierra entera, haciendo de toda la tierra el reino de Dios (Dn. 2:35, 44). Entonces, tanto
la tierra como el cielo serán hechos nuevos para que Dios pueda ejercer Su reinado.
CRISTO EN SU EXCELENCIA
Además, 10:4-9 revela a Cristo en Su excelencia. Todo aspecto de Cristo es excelente y
precioso. Cristo es Aquel que es excelente en el universo entero. Esta Persona excelente
es la centralidad y universalidad de la economía de Dios.
CRISTO LLEGA A SER
PARA EL PUEBLO ELEGIDO DE DIOS
SU CENTRALIDAD Y UNIVERSALIDAD
POR MEDIO DEL ENTORNO EN QUE ELLOS ESTÁN
El libro de Daniel también revela que Cristo llega a ser para el pueblo elegido de Dios
su centralidad y universalidad por medio del entorno en que ellos están. Por medio de
las naciones que constituyen el entorno de Israel, en los días venideros Dios, con el
tiempo, hará de Cristo la centralidad y universalidad de Israel. El principio que se
aplica a nosotros en la actualidad es el mismo. En la presente era del misterio, la cual
no es revelada en Daniel, Dios se vale de nuestro entorno a fin de hacer que Cristo sea
la centralidad y universalidad para nosotros.
Como personas, nosotros no somos simples. Por un lado, como creyentes en Cristo,
somos el pueblo elegido de Dios; por otro, formamos parte de la vieja creación, lo cual
incluye cosas tan negativas como las bestias descritas en Daniel 7. Por ser el pueblo
elegido de Dios, es necesario que Cristo sea forjado en nosotros como nuestra centra-
lidad y universalidad. Sin embargo, la vieja creación en nosotros es, a veces, como una
de las bestias, y otras veces, como un Nabucodonosor o un anticristo, los cuales buscan
derrotar, capturar, poseer y utilizar a los elegidos de Dios. Puesto que, de este modo,
somos personas complejas, nosotros también debemos ser un Daniel y abrir nuestras
ventanas en dirección a Jerusalén y orar pidiendo que Cristo intervenga para eliminar,
aniquilar, todo aquello en nosotros que es natural y forma parte de la vieja creación.
Como aquellos que han sido escogidos por Dios para ser Su pueblo con miras a la pre-
eminencia de Cristo, nos encontramos bajo el gobierno celestial de Dios. Al respecto,
el principio es el mismo tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Bajo el
gobierno celestial de Dios, todas las cosas cooperan para nuestro bien (Ro. 8:28). Esto
es especialmente cierto en lo referente a nuestro universo personal. Nuestro universo
nos incluye a nosotros mismos, a nuestra familia y a la iglesia. En nuestro universo,
muchas cosas suceden día tras día con el propósito de hacer que Cristo sea preemi-
nente. Debemos comprender esto y ser sumisos al gobierno celestial de Dios.
En 4:26 Daniel le dijo a Nabucodonosor: “Tu reino te quedará firme después que reco-
nozcas que son los cielos los que gobiernan”. Son los cielos los que gobiernan, no Na-
bucodonosor, ni Ciro ni Alejandro Magno, ni la enfermedad, ni el disturbio ni la rebe-
lión. La tierra está bajo el gobierno de una administración celestial. Los cielos gobier-
nan para nosotros, y Cristo es para nosotros; más aún, estamos bajo el gobierno celes-
tial de Dios para Cristo. El propósito de este gobernar celestial consiste en completar a
los elegidos de Dios, de modo que Cristo pueda ser preeminente, de modo que Él pueda
ser el primero, la centralidad, y pueda serlo todo, la universalidad.
Debido a que los cielos son los que gobiernan, Cristo está con nosotros en todas nues-
tras situaciones. Cuando estamos enfermos, Él está con nosotros. Cuando estamos en
disturbios, Él está con nosotros. Puedo testificar de que podemos disfrutar de Su pre-
sencia en medio de los disturbios y las rebeliones.
Todos tenemos que aprender estas tres cosas: que este universo está bajo la adminis-
tración de Dios; que la intención de Dios en Su administración es hacer que Cristo sea
preeminente, o sea, que Él tenga el primer lugar en todo; y que para la realización de
la intención de Dios, nosotros, Su pueblo, Sus elegidos, tenemos que brindarle nuestra
mejor coordinación y cooperación. Mediante nuestra coordinación y cooperación, Dios
llevará Su intención eterna a Su consumación al hacer que Cristo sea preeminente me-
diante el gobierno de los cielos.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE TRECE
EL GOBIERNO HUMANO COMBATE CONTRA DIOS
Y ES DESMENUZADO POR CRISTO
AL VENIR CON SU NOVIA
Lectura bíblica: Dn. 2:31-35, 41-44; Ap. 19:7-9, 11-21; 17:14
No deberíamos estudiar la Palabra ni entenderla de una manera natural, sino que de-
bemos estudiarla y entenderla conforme a la revelación e iluminación del Señor. No se
requiere iluminación para ver que Daniel oraba tres veces al día, pero ver la economía
de Dios en el libro de Daniel requiere visión, revelación e iluminación. Debido a que
necesitamos visión, revelación e iluminación, Pablo oró pidiendo que el Padre nos
diera un espíritu de sabiduría y revelación en el pleno conocimiento de Él (Ef. 1:17).
Además, tenemos necesidad de la interpretación apropiada de la Palabra.
En este mensaje me gustaría decir algo más con respecto al problema que el gobierno
humano presenta para Dios. Mi carga es hacerles ver que a la postre, el gobierno hu-
mano combatirá contra Dios y será desmenuzado por Cristo cuando Él venga con Su
novia.
EL ANTICRISTO Y SUS DIEZ REYES
COMBATEN CONTRA DIOS DIRECTAMENTE
En la gran imagen humana descrita en Daniel, la cabeza era de oro, el pecho y los brazos
eran de plata, el vientre y los muslos eran de bronce, y los pies y los dedos de los pies
eran parte de hierro y parte de barro cocido. Aparentemente, las partes que eran de
oro, plata, bronce y hierro no representaban un problema para Dios. Pero con los diez
dedos de los pies se suscita un gran problema, pues cuando el gobierno humano llega
a la etapa de estos diez dedos —la etapa del anticristo y sus diez reyes—, tal gobierno
combatirá directamente contra Dios. Por tanto, el gobierno humano no solamente se
rebela contra Dios, exalta al hombre y adora a los ídolos, sino que también combate
directamente contra Dios. Sin embargo, Cristo, la corporificación de Dios, vendrá con
Su novia para desmenuzar el gobierno humano.
EN LA NUEVA CREACIÓN,
CRISTO PREPARA UNA NOVIA PARA SÍ
Antes que el gobierno humano sea desmenuzado deberá transcurrir una larga historia,
tanto del mundo como de la nueva creación. Es en la nueva creación que Cristo prepara
una novia para Sí a fin de casarse con ella. Si Cristo no tuviera una novia, entonces Él
tendría que combatir solo contra el anticristo, pues el anticristo tendría un ejército pero
Cristo no. Sin embargo, Cristo tendrá un ejército, y este ejército será Su novia.
El libro de Efesios revela que la iglesia es no solamente la novia de Cristo, sino también
un guerrero (6:10-20). El día de Su boda, Cristo se casará con aquella que ha estado
librando una batalla contra el enemigo de Dios por años. Esto quiere decir que en Apo-
calipsis 19 Cristo se casará con los vencedores, quienes ya han vencido al maligno.
Cuando Cristo venga a combatir contra el anticristo y su ejército, lo hará como Hijo del
Hombre. Como Hijo del Hombre, Él necesitará un complemento que le corresponda y
lo complete. Este complemento será Su novia. En su venida para desmenuzar el go-
bierno humano, Cristo será el Marido junto con los vencedores como Su novia. Esto
quiere decir que antes que Él descienda a la tierra para poner fin a los diez dedos de los
pies, y luego, a toda la imagen humana, Él tendrá una boda (Ap. 19:7-9). Después de
Su boda, Él vendrá con Su novia recién casada para destruir al anticristo, quien junto
con su ejército combatirá directamente contra Dios.
Cristo tiene necesidad del Cuerpo y de la novia. Antes de Su segunda aparición, Cristo
continuará operando en la iglesia de una manera misteriosa a fin de hacer de nosotros
una nueva creación. Cuando esta nueva creación haya sido transformada y llegue a ser
madura en vida, ella será adherida a Cristo y se hará uno con Cristo para ser Su novia.
Quisiera recalcar el hecho de que la novia requiere madurez. Cristo no se casará con
una novia que sea inmadura. Únicamente cuando hayamos alcanzado la madurez, Él
nos tomará para que seamos Su novia. Tenemos que reconocer que en el recobro del
Señor todavía no hemos alcanzado la madurez; somos todavía muy jóvenes para ser
presentados a Cristo como Su novia. Por tanto, existe la urgente necesidad de que al-
cancemos la madurez. Cuando Cristo, el Novio, vea que hemos alcanzado la madurez,
Él se casará con la novia y, entonces, vendrá con ella como Su ejército para desmenuzar
el gobierno humano.
La piedra se refiere a Cristo como centralidad, y el monte se refiere a Cristo como uni-
versalidad. Como piedra, Él es el centro, la centralidad; como monte, Él es la circunfe-
rencia, la universalidad. Al presente, Cristo tiene que ser la centralidad y universalidad
en nuestra vida de iglesia, en nuestra vida familiar y en nuestra vida diaria. Si Cristo es
nuestra centralidad y universalidad de este modo, Él también será la centralidad y uni-
versalidad en la economía de Dios y en el mover de Dios.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE CATORCE
LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR
(3)
LA VISIÓN CON RESPECTO
A LAS SETENTA SEMANAS
Lectura bíblica: Dn. 9
Daniel 9:24-27 constituye el pasaje más precioso de todo el libro de Daniel. Las setenta
semanas mencionadas en estos versículos son la clave para entender las profecías de la
Biblia. En este mensaje consideraremos la visión de las setenta semanas.
I. EL AÑO DE LA VISIÓN
El año de esta visión fue el primer año de Darío (alrededor del año 538 a. C.), hijo de
Asuero (Esd. 4:6; Est. 1:1-2), un descendiente medo (Dn. 9:1-2a).
En su oración desesperada, Daniel pidió que Dios recobrase la Tierra Santa, enviase a
Su pueblo de regreso y reedificase la ciudad santa (vs. 15-19). Pero Dios le respondió
informándole, mediante el ángel Gabriel, acerca de las setenta semanas (vs. 20-27).
Esta respuesta excedió lo pedido por Daniel.
B. El propósito
El propósito de las setenta semanas es cerrar la transgresión, poner fin a los pecados,
hacer propiciación por la iniquidad, traer la justicia de los siglos, sellar la visión y al
profeta y ungir el Lugar Santísimo (v. 24b). Al presente, en la vieja creación sujeta al
gobierno humano prevalecen la transgresión, los pecados y la iniquidad. Cuando Cristo
venga a desmenuzar el gobierno humano, en el tiempo señalado, será cerrada la trans-
gresión, se pondrá fin a los pecados y se hará propiciación por la iniquidad.
Entonces vendrá la justicia de los siglos. La expresión de los siglos es una expresión
idiomática del hebreo que significa “eternidad” o “eterna”. Por tanto, la justicia de los
siglos es una justicia eterna. La era del reino venidero será una era de justicia divina y,
en el cielo nuevo y la tierra nueva, habrá justicia eterna (2 P. 3:13).
Daniel 9:24b también habla de sellar la visión y al profeta. La visión y el profeta serán
sellados debido a que todo se habrá cumplido. Por tanto, ya no habrá necesidad de
visiones ni profetas. En la era del reino, habrá únicamente reyes y sacerdotes, mas no
profetas.
El último aspecto del propósito de las setenta semanas es ungir el Lugar Santísimo. En
los tiempos en que Daniel hizo su oración, el Lugar Santísimo estaba contaminado,
profanado y devastado. Pero cuando el tiempo determinado llegue, el Lugar Santísimo
será ungido apropiadamente. Esto quiere decir que será recobrado el servicio a Dios.
¡Qué bendición!
Lo dicho aquí con respecto a que se le quitará la vida al Mesías no es una mala noticia,
sino una buena noticia. Mediante Su muerte en la cruz, Cristo puso fin a la vieja crea-
ción. Después, en Su resurrección, Él llegó a ser el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45) para
que hiciese germinar a quienes Dios escogió e hiciese de ellos una nueva creación. Si
vemos esto, comprenderemos que lo dicho en 9:26 acerca de la muerte de Cristo son
buenas nuevas.
Mientras que la primera parte del versículo 26 habla de la muerte de Cristo, el resto del
versículo habla de otro asunto. “El pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la
ciudad y el santuario” (v. 26b). Esto revela que el príncipe del Imperio romano, Tito,
vendría con su ejército a destruir la ciudad y el santuario, esto es, el templo. El Señor
Jesús también profetizó acerca de esta destrucción en Mateo 24:2. Esta destrucción
ocurrió en el año 70 d. C. Tal como dice Daniel 9:26c, su fin será con inundación, y
hasta el fin habrá guerra. Las desolaciones están determinadas.
3. La semana
que consta de siete años
Finalmente, en el versículo 27 tenemos una semana que consta de siete años. Esta se-
mana será para que el anticristo haga un pacto firme con el pueblo de Israel.
Entre la semana sesenta y nueve y la última semana hay un intervalo, el cual ha durado
por unos dos mil años. Durante este intervalo la iglesia es edificada, en secreto y de
manera misteriosa, por Cristo en Su resurrección para que ella llegue a ser el Cuerpo
de Cristo y la novia de Cristo. Además, durante este intervalo Israel ha padecido sufri-
mientos, tales como haber perdido la tierra natal de sus padres y haber sido dispersa-
dos. No obstante, Dios no ha olvidado a Su pueblo Israel, sino que continúa concedién-
doles cierto grado de misericordia. A la postre, vendrán los siete años de la última se-
mana.
a. El anticristo hace que cesen
el sacrificio y la oblación
El anticristo hará un pacto firme con el pueblo de Israel, prometiéndoles estar de su
lado. El pacto que él hará con ellos será un acuerdo de paz. Sin embargo, en medio de
la semana setenta, el anticristo cambiará de opinión, combatirá contra Dios y hará que
cesen el sacrificio y la oblación (v. 27b). Éste será el inicio de la gran tribulación (Mt.
24:21), la cual durará por tres años y medio. Durante la gran tribulación, tanto los ju-
díos fieles como los cristianos que hayan quedado sobre la tierra padecerán la perse-
cución del anticristo.
c. La destrucción completa
es derramada sobre el desolador
Finalmente, la destrucción completa —que ya está determinada— será derramada so-
bre el desolador, el anticristo (v. 27d).
Lo recibido por Daniel con respecto a las setenta semanas no solamente es una visión,
sino también un informe. Daniel entendió las setenta semanas, pero debido a que es-
tamos casi en la finalización del intervalo, creo que nosotros entendemos este asunto
incluso mejor que Daniel. Al estudiar la visión de las setenta semanas en relación con
la economía de Dios, seremos ayudados a comprender dónde estamos, qué debemos
ser y qué deberíamos estar haciendo en la actualidad.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE QUINCE
LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR
(4)
LA VISIÓN CON RESPECTO
AL DESTINO DE ISRAEL
(1)
Lectura bíblica: Dn. 10:1—11:1
Después de las visiones vistas por Daniel en los capítulos del 7 al 9, Daniel vio la visión
con respecto al destino de Israel. Sin embargo, antes de presentarnos la visión que Da-
niel vio con respecto al destino de Israel en el capítulo 11, el capítulo 10 nos muestra el
mundo espiritual que está detrás del mundo físico. Para conocer la economía de Dios
y saber que en la economía de Dios Cristo es la centralidad y universalidad del mover
de Dios, debemos ver las cosas espirituales que están detrás de las cosas físicas.
Lo que vemos externamente es el mundo físico, pero detrás del mundo físico está el
espiritual. En el mundo espiritual, Cristo es preeminente. Por tanto, en el capítulo 10
Él es mencionado primero (vs. 4-9). Allí se le describe vestido con un manto de lino,
ceñidos los lomos con un cinto de oro, y Su cuerpo era como el berilo (vs. 5-6).
Después de esta visión de Cristo, un mensajero angélico vino a hablarle a Daniel acerca
de lo que sucedía detrás del mundo físico. Le dijo a Daniel que él mismo había estado
combatiendo contra el príncipe del reino de Persia, un maligno espíritu rebelde. Des-
pués, le dijo a Daniel que había otro espíritu maligno, el príncipe de Grecia (Javán).
Además, mencionó al arcángel Miguel, un príncipe que combatía por Israel. Aquí se
habla de por lo menos cuatro espíritus.
Darío el medo fue el primero en conquistar el Imperio babilónico. Sin embargo, según
Daniel 8 el carnero, que representa a Persia, tenía dos cuernos. El segundo cuerno era
más alto que el primero, lo cual se refiere a Ciro el persa, quien asumió el poder dos
años después, el año 536 a. C. En el primer año de su reinado, Ciro promulgó un de-
creto para liberar a todos los cautivos de Israel a fin de que retornasen a la tierra de sus
antepasados y reedificasen el templo. Debido a que Ciro los sustentaba, abastecía y
protegía, Isaías declaró que Ciro era un pastor de Dios que cuidaba del pueblo de Dios
(Is. 44:28).
I. EL AÑO DE LA VISIÓN
“En el tercer año de Ciro, rey de Persia, fue revelada palabra a Daniel, llamado
Beltsasar” (10:1a). El tercer año de Ciro, el rey de Persia, el año de la visión, fue alrede-
dor del año 534 a. C., cuando Daniel tenía ochenta y siete años de edad.
Antes de mostrarle la gran aflicción, Dios le reveló a Daniel el hombre excelente des-
crito en estos versículos. Podría ser que Daniel no supiera que este hombre era el Me-
sías, pero creo que Daniel sabía que esta Persona era el Señor mismo como hombre.
Ese hombre no solamente era Jehová, sino Jehová que se hace hombre.
1. En Su sacerdocio
Primero, el Cristo excelente se apareció en Su sacerdocio a fin de cuidar de Su pueblo
escogido (v. 5a). Su sacerdocio es representado por el manto de lino. Él se apareció a
Daniel vistiendo no una armadura para combatir, sino vestido con un manto de lino,
la vestimenta sacerdotal del Antiguo Testamento. En tipología, el lino representa a la
humanidad. El hecho de que Cristo esté vestido de lino significa que Su humanidad es
Su manto sacerdotal. En los tiempos correspondientes a Daniel 10, Cristo mismo,
Aquel que es la centralidad y universalidad de Dios, era un Sacerdote que cuidaba de
los hijos de Israel en su cautiverio. Él es un Sacerdote en Su humanidad que cuida del
pueblo cautivo de Dios.
2. En Su reinado
Segundo, Cristo se apareció a Daniel en Su reinado (representado por el cinto de oro)
a fin de regir sobre todos los pueblos. El versículo 5b afirma que Sus “lomos estaban
ceñidos con oro fino de Ufaz”. Un cinto sirve para fortalecer. El reinado de Cristo está
representado no por el lino, sino por el oro. Su sacerdocio es humano, mientras que Su
reinado es divino.
3. En Su preciosidad y dignidad
Además, para suscitar el aprecio de Su pueblo, Cristo también se apareció en Su pre-
ciosidad y dignidad, según lo representa que Su cuerpo era como el berilo (v. 6a). La
palabra hebrea para berilo aquí es de difícil traducción. El término usado por Darby
fue crisólito. La palabra hebrea podría referirse a una piedra preciosa de color verde
azulado o amarillo, lo cual significa que Cristo en Su corporificación es divino (amari-
llo), está lleno de vida (verde) y es celestial (azul).
4. En Su esplendor
Más aún, Cristo se apareció en Su esplendor a fin de resplandecer sobre el pueblo. Su
esplendor está representado por el hecho de que Su rostro tuviera la apariencia de un
relámpago (v. 6b).
El Cristo a quien Daniel vio fue tal clase de Persona. Él es precioso, valioso, completo
y perfecto. En calidad de hombre, Él es la centralidad y universalidad del mover de
Dios para la realización de la economía de Dios. Él es tan precioso, esplendoroso, res-
plandeciente, iluminador y pone a prueba a las personas. En calidad de Sacerdote, Él
cuida de nosotros; en calidad de Rey, Él nos gobierna. ¡Cuán maravilloso es Él!
No fue con sus ojos físicos que Daniel vio esta visión de Cristo. El versículo 7 dice: “Sólo
yo, Daniel, vi aquella visión, porque los varones que estaban conmigo no vieron la vi-
sión”. Debido a que la visión de Cristo era espiritual y no física, ella fue vista única-
mente por Daniel y no por quienes confiaban en su vista física. En cuanto a recibir la
visión de Cristo, la perspectiva física no sirve para nada. A esto se debe que, a los ojos
de las personas mundanas, Jesús es meramente un ser humano. Pero bajo la miseri-
cordia de Dios y al tener una perspectiva espiritual, podemos ver cuán amado y pre-
cioso es Cristo. Todos debemos ver al Cristo que Daniel vio. Que todos veamos la visión
del Cristo excelente presentada en el capítulo 10 de Daniel.
Antes que la visión sobre el destino de Israel le fuese revelada a Daniel, le fue dada una
visión de la escena espiritual que tiene lugar detrás de la escena física. En esta escena
espiritual Cristo es preeminente. Además, esta escena incluye espíritus buenos y espí-
ritus malignos, los cuales están involucrados en una guerra espiritual invisible.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE DIECISÉIS
LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR
(4)
LA VISIÓN CON RESPECTO AL DESTINO DE ISRAEL
(2)
Lectura bíblica: Dn. 11:2-45
En este mensaje comenzaremos a considerar el contenido de la visión con respecto al
destino de Israel.
El capítulo 11 de Daniel habla primero del tipo, Antíoco Epífanes, y después habla del
cumplimiento de dicho tipo, el anticristo. Esto se conforma al principio hallado en
9:26-27. El versículo 26a habla de la crucifixión de Cristo; después, el resto del ver-
sículo habla de la destrucción de Jerusalén y del templo efectuada por Tito y su ejército
en el año 70 d. C. Sin embargo, el siguiente versículo no se refiere a Tito, sino al anti-
cristo, aquel que “por una semana hará un pacto firme con muchos”. En 9:26-27 pri-
mero se nos revela el tipo, y después su cumplimiento. El principio es el mismo con
respecto a Antíoco Epífanes y al anticristo en el capítulo 11.
1. El combate entre
el último rey del reino de Persia
y el reino de Grecia
Los versículos 2b y 3 hablan del combate del último rey del reino de Persia contra el
reino de Grecia y de la derrota de Persia lograda por el poderoso rey de Grecia, Alejan-
dro Magno, aproximadamente 356-323 a. C. (8:5-8a, 20-21; 7:5-6a). La muerte de Bel-
sasar en el año 538 a. C. marcó el final del Imperio Babilónico y el inicio del Imperio
medo-persa, el cual permaneció hasta el año 330 a. C. El último rey de este imperio fue
derrotado por Alejandro Magno.
f. Tipifica al anticristo
En todas las maldades arriba mencionadas Antíoco Epífanes tipifica al anticristo, quien apare-
cerá durante la última semana de las setenta semanas (9:27; Mt. 24:15; 2 Ts. 2:3b-4; Ap. 13:4-
7).
Los versículos del 21 al 35 de Daniel 11 hacen referencia a Antíoco Epífanes, mientras que los
versículos del 36 al 45 hacen referencia al anticristo. El anticristo no respetará a nadie ni a nada;
hará lo que quiera. Él se enaltecerá y se engrandecerá sobre todo dios; además, hablará cosas
extraordinarias contra el Dios de los dioses (v. 36). De los dioses de sus padres no hará caso, ni
del deseo de las mujeres, ni respetará a ningún otro dios, porque sobre todo se engrandecerá (v.
37). Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, y con la ayuda de un dios ajeno actuará
contra las fortalezas más inexpugnables (vs. 38-39). Y al tiempo del fin, el rey del sur arreme-
terá contra él, y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad; y entrará por los
países, se derramará como un torrente y pasará adelante (v. 40). Después de haber entrado en
la tierra hermosa, él extenderá su mano contra los países (vs. 41-42). Pero noticias del oriente
y del norte lo turbarán, y saldrá con gran ira para destruir y exterminar a muchos (v. 44). Él
plantará las tiendas de su palacio entre el mar Mediterráneo y el monte hermoso de Sion; pero
llegará su fin, y no tendrá quien le ayude (v. 45).
El anticristo llegará a su fin cuando Cristo, quien es la piedra no cortada por manos, venga junto
con Su novia a aplastar la gran imagen humana desde los dedos del pie hasta la cabeza. Durante
la era de la iglesia, la era del misterio, Cristo edifica la iglesia para que sea Su novia. En Apo-
calipsis 19 Cristo se casará con Su novia y luego vendrá con ella como Su ejército para ponerle
fin al anticristo y sus ejércitos, los cuales se habrán reunido alrededor de la ciudad de Jerusalén.
Puesto que el anticristo no cree en Dios ni en Cristo, sino únicamente en sí mismo, la manifes-
tación de Cristo con Su novia será una gran sorpresa para el anticristo y sus seguidores. Para
deleite suyo, el anticristo plantará las tiendas de su palacio entre el mar Mediterráneo y el her-
moso monte santo. En tales circunstancias, Cristo vendrá con Su novia para darle fin al anti-
cristo.
Según la Biblia, el anticristo destruirá el templo que está en Jerusalén. El primer templo fue
edificado por Salomón, y ese templo fue destruido por Nabucodonosor. Después de setenta
años, Ciro, rey de Persia, liberó a los cautivos de Israel para que retornasen a la tierra de sus
padres y reedificasen el templo. Después de algún tiempo, vino Antíoco Epífanes, descendiente
del rey del norte, quien desecró completamente el templo profanándolo con idolatría, fornica-
ción y ofrendas inmundas. Los macabeos derrotaron a este rey y purificaron el templo. Esa
purificación fue una justificación, por la cual se declaraba que el templo era el lugar santo para
que el pueblo de Dios le adorase. Después de la muerte de Cristo, Tito vino con el ejército
romano y destruyó nuevamente el templo en el año 70 d. C. Según la Biblia, habrá una cuarta
destrucción del templo, la cual será efectuada por el anticristo en la mitad de los últimos siete
años de esta era.
Todos estos casos muestran que el centro, el objetivo y la meta de la lucha de Satanás contra
Dios guarda relación con el templo. Dios desea obtener un lugar en la tierra donde Su pueblo
pueda adorarle, lo cual sería un testimonio de que Él todavía mantiene Sus intereses sobre la
tierra; pero Satanás siempre lucha por destruir este lugar. Si vemos esto, nos será de ayuda para
entender la Biblia.
ESTUDIO-VIDA DE DANIEL
MENSAJE DIECISIETE
LAS VISIONES DEL DANIEL VENCEDOR
(4)
LA VISIÓN CON RESPECTO AL DESTINO DE ISRAEL
(3)
Lectura bíblica: Dn. 12
El libro de Daniel abarca un amplio período de la Biblia, desde Génesis 10 hasta el final
del Nuevo Testamento, desde Babel hasta la Nueva Jerusalén. Como veremos, la visión
en Daniel 12 abarca cosas que sucederán durante los últimos tres años y medio de la
era presente, así como cosas relacionadas con la era del reino y con la eternidad.
b. Un tiempo de aflicción
Habrá un tiempo de aflicción (gran tribulación) cual nunca fue desde que hubo nación
hasta entonces (12:1b; Mt. 24:21; Jer. 30:7a).
c. Es completado el quebrantamiento
del poder del pueblo santo
Durante este tiempo de aflicción y tribulación, será completado el quebrantamiento
del poder del pueblo santo (Dn. 12:7b; 7:25b; Ap. 13:5, 7a; 11:2).
c. La porción asignada
a los santos vencedores en el reino
Daniel 12 nos muestra ciertos asuntos relacionados con la porción asignada a los santos
vencedores en el reino.
Dios tiene un plan, una economía. En esta economía Dios decidió en la eternidad ob-
tener un pueblo constituido por personas que hayan sido creadas por Él, que hayan
sido regeneradas por Él para ser Sus hijos y que, después, sean santificadas, renovadas,
transformadas y conformadas a la imagen de Su Hijo primogénito. Este grupo de per-
sonas será el Cuerpo de Cristo. Cuando el reino milenario venga, los vencedores en este
Cuerpo se casarán con Cristo, esto es, ellos irán a Cristo para ser adheridos a Él y, así,
ser uno con Él. Ellos serán co-reyes con Cristo en la sección celestial del reino de los
mil años. Ellos también serán sacerdotes con Cristo para servir a Dios.
Cuando Cristo regrese para establecer el reino, el pequeño número de judíos que haya
quedado, el remanente de Israel, también será salvo y regenerado. Sin embargo, debido
a que ellos serán los creyentes tardíos, no serán partícipes de la sección celestial del
reino en calidad de reyes y sacerdotes, sino que serán mantenidos en la tierra a fin de
ser sacerdotes de Dios en la sección terrenal del reino milenario.
Al final mismo de esta era, muchos de los malvados procedentes de las naciones serán
reunidos por el anticristo. Pero Cristo vendrá como la piedra no cortada con manos a
fin de aplastar a todos estos malvados. Para entonces, el remanente de judíos y las na-
ciones serán quienes hayan quedado en la tierra. Según Mateo 25:31-46, Cristo reunirá
delante de Él a todas las naciones y las juzgará, separándolas en dos grupos, las ovejas
(los buenos) y los cabritos (los malvados). Los cabritos se unirán al anticristo en el lago
de fuego (v. 41). Las ovejas serán restauradas (no regeneradas) a la condición original
de la creación de Dios, y Cristo las considerará como Su pueblo, Sus ciudadanos del
reino milenario. Por tanto, en el reino habrá tres grupos de personas: 1) los creyentes
vencedores, que estarán en la sección celestial del reino como reyes y sacerdotes en los
lugares celestiales; 2) los judíos que fueron salvos, quienes estarán en la tierra como
sacerdotes que enseñarán a fin de ayudar a las naciones restauradas y 3) las naciones
restauradas, quienes serán los ciudadanos bajo el gobierno de los creyentes vencedores
—que reinarán juntamente con Cristo— y también estarán bajo la enseñanza y el cui-
dado provisto por los judíos que fueron salvos.
Aunque el reino de los mil años será maravilloso, todavía formará parte de la vieja
creación. El reino milenario será la última era de la vieja creación. La vieja creación
abarca cuatro eras: la era de los patriarcas, la era de la ley, la era de la gracia y la era
del reino. Al final de los mil años de la era del reino, se suscitará una rebelión más, la
cual requerirá de purificación adicional. Después de todo esto, el cielo viejo y la tierra
vieja serán incinerados a fin de ser renovados (2 P. 3:12-13). Entonces habrá un cielo
nuevo y una tierra nueva (Ap. 21:1). En ese tiempo, los judíos que fueron salvos y rege-
nerados se unirán a todos los santos que creyeron. Además, aquellos santos que no
fueron vencedores antes del reino de mil años habrán recibido la disciplina y habrán
madurado, por lo cual se unirán a los vencedores en la Nueva Jerusalén.
La Nueva Jerusalén incluye los doce nombres de los apóstoles y los doce nombres de
las doce tribus de Israel (Ap. 21:12, 14). Esto indica que todos los creyentes que hayan
estado en comunión con los doce apóstoles y los judíos que pertenezcan a las doce tri-
bus, tendrán parte en la composición de la nueva ciudad. Esta ciudad será el taber-
náculo de Dios, la morada de Dios, la novia de Cristo y la morada mutua de todos los
santos, creyentes y judíos, por la eternidad. Las naciones que permanezcan después del
último zarandeo y purificación (Ap. 20:7-9) serán trasladadas a la tierra nueva, donde
por siempre serán ciudadanos (Ap. 21:24-26). Ése será el reino eterno de Dios, com-
puesto por personas que Dios creó, regeneró, santificó, transformó y glorificó para ha-
cerlas uno con Dios por la eternidad, las cuales reinarán sobre las naciones restauradas
y les enseñarán; estas naciones serán los ciudadanos del cielo nuevo y la tierra nueva.
PALABRAS DE CONCLUSIÓN
Ahora que hemos llegado al final del estudio-vida de Daniel, quisiera darles unas pala-
bras de conclusión.
El libro de Daniel nos muestra a un varón cuyo corazón es uno con Dios y está absolu-
tamente fijo en el destino de su pueblo, Israel. Aparentemente, el destino de Israel está
en las manos del gobierno humano, el poder de las naciones. En realidad, el destino de
Israel está en la economía del Dios que los ha escogido y quien rige sobre todo gobierno
humano con la autoridad celestial. El gobierno humano comenzó con Babilonia, repre-
sentada por Nabucodonosor, y terminará también con Babilonia, representada por el
anticristo, quien fue tipificado por Antíoco Epífanes de Siria y por Tito del Imperio
romano.
En Su economía divina, Dios perfeccionará a Israel para que sean Sus sacerdotes, y Él
preparará a Sus naciones creadas y restauradas (no regeneradas) para que sean Su
pueblo. Además de este resultado de la parte manifiesta de Su economía, en la sección
escondida de Su economía divina Dios completará la edificación de la iglesia como
Cuerpo de Cristo para que sea la familia real de Dios que gobierne como reyes en el
cielo nuevo y la tierra nueva. Al final, en la eternidad en Su reino eterno, Dios tendrá
Sus reyes, Sus sacerdotes y Su pueblo por siempre.