R E V I S T A C U A T R I M E S T R A L

(ORGANO OFICIAL DEL ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJERCITO)

S E G U N D O C U A T R I M E S T R E

A Ñ O L X X X I I I Nº 4 3 2 19 8 9

NUESTRA PORTADA

SUMARIO

Págs.

EDITORIAL:

—Gratitud Nacional 3

ACTUALIDAD:

—Gabriela Mistral 7
—150 años del Servicio de Justicia Mili-
tar del Ejército 12
—Premiados Concurso Literario Militar
ALTAR DE LA PATRIA
1989 14
—Situación económica actual 17
CONSEJO CONSULTIVO
—El Partido Comunista y el Sistema Ins-
titucional Democrático 26
a. —Jefe del Estado Mayor General del
Ejército: MGL. JAIME GONZÁLEZ VER- —Chile: Los militares y la política 80
GARA.
TECNICO PROFESIONAL:
b. —Secretarlo de Coordinación del Estado
Mayor General del Ejército: —Efectos generados por el conflicto de
CRL. FERNANDO CASTRO MARINCOVIC.
las Malvinas en el sistema interameri-
c. —Secretario de Coordinación de DINE.: cano 91
CRL. FERNANDO POLANCO GALLARDO. —Subversión: Guerra sin fronteras 102
d. —Jefe del Depto. de Relaciones Internas —Agresivos químicos modernos 112
del Ejército: CRL. MARIO SCHEIHING —El Ingeniero Militar Politécnico en
NAVARRO.
Geografía 117
e. —Jefe Depto. Relaciones Públicas del —Cuando marchamos 120
Ejército: TCL. ROBERTO HOTT KRULL
f. —Director: HISTORIA Y GEOGRAFIA:
CRL. MARIO SCHEIHING NAVARRO. —El espionaje peruano durante la Cam-
—Jefe de Colaboraciones: paña de Lima en la Guerra del Pacífi-
CAP. MARIA EUGENIA GOPEL
FISCHER. co 125
—Asesoría Periodística: —General de División don Teófilo Gómez
GABRIELA TAPIA MEJIA. Vera 138
 Págs.

LITERATURA:

-Publicaciones del Cuatrimestre 140

-Ediciones de Revistas Militares 142

N O T A I M P O R T A N T E

Toda correspondencia y el canje relacionado con esta publicación

deben dirigirse a:
Estado Mayor General del Ejército
MEMORIAL DEL EJERCITO
Correo 21
Santiago de Chile

La Dirección

"Los artículos son de responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente

el pensamiento del Estado Mayor General del Ejército o la doctrina de la Institución".
Se autoriza la reproducción parcial o total de los artículos de esta Revista. Basta in-
dicar el nombre del autor y citar el nombre de la Revista "Memorial del Ejército de Chile''.

TT. GG. INSTITUTO GEOGRAFICO MILITAR DE CHILE - 1989

EDITORIAL

GRATITUD NACIONAL

"Aquí yace esperando la resu-

rrección de la carne el Excmo.
don Bernardo O'lliggins Ri-
quelme, Director Supremo y
Capitán Genera! de la Repúbli-
ca de Chile, su Patria; Briga-
dier en la de Buenos Aires, y
Gran Mariscal en la del Perú.
Ilustró tan altos cargos con vir-
tudes católicas, militares y polí-
ticas: superiores en la vida a la
felicidad y desgracia. Murió en
la serenidad del justo el 24 de
octubre de 1842. Llorado por
los pobres, amado y admirado
por los que en las tres Repúbli-
cas vieron sus gloriosos esfuer-
zos por la Independencia y la
Libertad de América.

UN pueblo con historia tiene un legado que ofrecerá sus futuras genera-
ciones, ejemplos de valor, honestidad y amor por el suelo que los vio
nacer. Nuestro país tiene la fortuna de contar en esa historia con hombres que
lucharon por su libertad e independencia, no sólo nacional, sino americana.
Tenemos en nuestro pasado a quienes antepusieron el amor a la Patria
ante todo interés personal, que abandonaron sus vienes y familia para luchar
por uno de los más nobles ideales, la libertad.
 La presencia permanente de este ideal se encuentra desde hace 10 años
en el centro de la capital. Una obra monumental rinde homenaje al forjador de
la patria, Capitán General Bernardo O'Higgins Riquelme. La Plaza del Liber-
tador en cuyo centro se erige el monumento ecuestre del Prócer y en su interior,
el Altar de la Patria, donde la cripta de blanco mármol contiene sus restos
mortales.
De este modo el Gobierno y el pueblo de Chile saldaron la deuda de grati-
tud con la memoria y existencia del héroe, quien puso su vida y obra hasta ver
a su patria como una nación libre y democrática.
La gestación de este reconocimiento, que se debe a la iniciativa del Presi-
dente de la República y Comandante en Jefe del Ejército, Capitán General
Augusto Pinochet Ugarte, incluía dentro de las actividades conmemorativas
del Bicentenario del natalicio de O'Higgins, la construcción de una obra monu-
mental en la que descansarían los restos del héroe nacional en forma definitiva,
a fin de que su presencia fuera permanente para todos los chilenos y donde
sería objeto del homenaje popular.
En una solemne ceremonia efectuada el 20 de agosto de 1979 se dio
sepultura definitiva a los restos del Libertador y se inaugurará el Altar de la
Patria. La urna de nogal que contiene sus restos fue depositada en la cripta y
21 cañonazos sellaron este emotivo momento.
El acto finalizó, en aquella ocasión, con el desfile de cerca de 25 mil
personas, entre civiles y militares, los que rindieron su reconocimiento a este
hombre ejemplar.
Cada 20 de agosto, fecha de su natalicio, se realizan actos conmemorati-
vos tanto en Chillán, su ciudad natal, como en el Altar de la Patria. El Gobier-
no y la ciudadanía agradecen al hombre, al héroe, al Libertador, su valentía y
coraje para defender a Chile; para él estaba primero la Patria y después... la
Patria, hecho que demostró en cada acción de su vida. Y cuando el Supremo
Hacedor lo llamó a su lado, sus últimas palabras estuvieron dedicadas a nues-
tra región austral, Magallanes. Hasta el último momento de su vida, su mente
y su corazón estuvieron en su tierra, en su pueblo, en su amado Chile.
 GABRIELA MISTRAL
—Numerosos homenajes ha brindado Chile a
la poetisa en el centenario de su nacimiento.
—Gabriela Mistral recibió el más alto galar-
dón a que se puede aspirar en el mundo de
las letras, el Premio Nobel de Literatura,
"como apreciación a su elevado idealismo,
imaginación brillante y percepción espiri-
tual que caracterizan sus escritos".

A vida de Gabriela Mistral nuestro primer Premio Nobel de

L transcurrió preferentemente
en el extranjero, más de vein-
te años de su vida los pasó peregri-
nando por el mundo. Sin embargo
su vista no se alejó de su patria.
Como ella misma dijera, "eso debe
ser la nacionalidad, se me ocurre,
cierta imposibilidad de desvincu-
larse del todo". Y como desde lejos
pueden verse mejor perfilados los
contornos y situadas las cosas, la
distancia le permitió una muy espe-
cial percepción de nuestra realidad.
Esto se asemeja a su obra, aho-
ra que nuestra poetisa redondea su
centenario. A cien años de su na-
cimiento recordamos que fue ella
quien dio una nueva dimensión a las
letras de América, siendo una voz
definitiva en la poesía en castella-
no; los valores que trató en su obra
son eternos, amor a las criaturas,
fervor por los niños, fe muy Hon-
da y personal, amor, Dios, y la na-
turaleza, sus constantes y sus pode-
res. En ellos se encuentra su fuer-
za y universalidad.
A cien años de su nacimiento, los
chilenos nos sentimos orgullosos de
Literatura, el que le fue otorgado
en 1945 por la Academia Sueca
de Estocolmo por "su poesía lírica
inspirada por poderosas emociones
y que han hecho de su nombre un
símbolo de inspiración del mundo
latinoamericano".
El siete de abril último se cum-
plió el centenario de su nacimien-
to, el que ha sido recordado con una
serie de homenajes y actos conme-
morativos en establecimientos cul-
turales y educacionales de todo el
país, recordando pasajes de su vi-
da como escritora y diplomática.
Al mismo tiempo, en Chile hubo
un verdadero resurgimiento edito-
rial donde se destaca su trascen-
dencia y vigencia actual.
Mientras, entre los cerros cordi-
lleranos de Monte Grande nuestra
Gabriela duerme en paz. En ese va-
lle de Elqui que inspiró sus pri-
meras letras.
SUS ORIGENES
En abril de 1889 nace en Vicu-
ña una hija de la pareja formada
8
por Jerónimo Godoy Villanueva y
Petronila Alcayaga, a la que llama-
ron con el nombre de Lucila Godoy
Alcayaga. Lucila se llamaría más
tarde Gabriela Mistral, seudónimo
inspirado, según sus biógrafos, en
los poetas Gabriel d'Annunzio y Fe-
derico Mistral.
La poetisa pasa su infancia en
La poetisa en su juventud.
Como maestra, la trayectoria de
Gabriela Mistral es impresionante.
En 1910 dio examen de competen-
cia en la Escuela Normal de Niñas
Nº 1 de Santiago, siendo aproba-
da con distinción máxima. Al año
siguiente ingresa a la educación se-
cundaria como profesora de Biolo-
gía e Higiene. Permaneció en esta
rama de la enseñanza hasta 1922.
Monte Grande iniciando sus estu-
dios en la ciudad de Vicuña. Poste-
riormente se dedica a la pedago-
gía, cuando a los 16 años obtiene
trabajo como Ayudante en la Es-
cuela Primaria de la Compañía,
cerca de la ciudad de La Serena.
De ahí pasa a otro pueblo, La Can-
tera.
Durante su desempeño como maes-
tra, Gabriela Mistral debió trasla-
darse de un punto a otro de Chile.
En 1918 es nombrada directora del
Liceo de Niñas de Punta Arenas,
de donde pasa con el mismo cargo
a Temuco. En 1921, es nombrada
directora del recién fundado Liceo
de Niñas Nº 6 de Santiago.
Fue en esa época cuando el Mi-

nistro de Educación de México, Jo-
sé Vasconcelos, la invita a conocer
el país y colaborar en la reforma
educacional de su patria. Publica su
libro "Desolación".
VIDA DIPLOMATICA
En 1926, el Gobierno la designa
delegada ante el Instituto de Coo-
peración Intelectual de la Liga de
las Naciones, en Locarno, y al de
Protección de la Infancia, en Gine-
bra.
Gabriela Mistral era una viajera
incorregible, como ella misma se de-
finiera "una chilena errante", pasó
su vida madura viajando de un
punto a otro del mundo. Recorrió
Estados Unidos y Europa. Fue la
gran representante de Chile, dele-
9
gada ante el Congreso de la Fede-
ración Internacional Universitaria
de Madrid. En 1932 el gobierno chi-
leno la nombra Cónsul en Génova.
Luego pasa a Madrid y a Lisboa.
Es nombrada Cónsul Vitalicio, sien-
do la primera vez que una mujer
recibe este título.
Aparece en aquella época su so-
brino Juan Miguel. Con él recorre
los países del mundo y entrega el
amor a su hijo adoptivo, al que lla-
ma Yin Yin.
DISTINCIONES
En 1940, desencadenada la Se-
gunda Guerra Mundial, pide tras-
lado a Brasil, radicándose en Pe-
trópolis. Allí, durante 1945, recibe
el Premio Nobel de Literatura que
El rey Gustavo V entrega el
Premio Nobel a Gabriela
Mistral.
10
la consagra como poetisa de renom-
bre universal. Es la primera mu-
jer y también la primera escritora
iberoamericana que llega a Suecia
a recibir el homenaje. El premio le
es entregado por el Rey Gustavo V
de Suecia. Su destino está colmado
de distinciones: Doctor Honoris
Causa en California, el mismo ga-
lardón en la Universidad de Chile,
y el premio Serra de las Américas.
En 1951 Premio Nacional de Lite-
ratura, seis años después de reci-
bir el Nobel. Representa a Chile en
la Asamblea General de las Nacio-
nes Unidas, cónsul en Nápoles y
luego en Nueva York.
Al compás de sus viajes, ar-
tículos de prensa, conferencias y
actividades consulares, Gabriela va
hilvanando sus versos. Publica "Ta-
la", "Lagar". En 1966 aparece su
gran obra póstuma ''Poema de Chi-
le".
LA VIDA ETERNA
El 10 de enero de 1957 es un
día gris y en la ciudad de Nueva
York está nevando, el mundo está
consternado, Gabriela Mistral ha
iniciado su descanso eterno. Se re-
za una misa fúnebre en la Catedral
de San Patricio y recibe el homenaje
de la Academia sueca y de la pren-
sa occidental. El 19 de enero de
1957, sus restos llegan a Chile, a
la patria de la que estuvo ausente
durante muchos años, y quedan en
la Universidad de Chile donde más
de 200 mil personas pasan frente a
su féretro para rendirle postrer ho-
menaje.
El día de los funerales, que son
seguidos a pie, desde la Universidad
de Chile hasta la Catedral de San-
tiago, por el Presidente de la Re-
pública y los Ministros de Estado,
sus restos son sepultados transito-
riamente en el Cementerio Gene-
ral, mientras se construye un mau-
soleo en el pueblo nortino de Mon-
te Grande. Allí reposa ahora, en el
silencio del Valle de Elqui, en la tie-
rra que la vio crecer y a la que vol-
vió a alcanzar la vida eterna.
Gabriela Mistral fue discutida y
admirada. Sus versos han recorri-
do el mundo entero, causando la ad-
miración de los más exigentes crí-
ticos. Su obra como maestra es en-
salzada, más aún si se piensa que
fue autodidacta. Sus méritos son in-
discutibles y la colocan en un plano
de merecida universalidad.
Hoy, en su centenario, sus com-
patriotas la honramos y recorda-
mos sus palabras. "Después de mu-
chos años, cuando yo sea un mon-
toncito de polvo callado, jugad con-
migo, con la tierra de mi corazón
y de mis huesos". También nos di-
ce: "Tal vez moriré haciéndome
dormir, vuelta la madre de mí mis-
ma, como las viejitas que desva-
rían con los ojos fijos en sus ro-
dillas vanas, o como el niño del poe-
ta japonés que quería dormir su
propia canción antes de dormirse
él... "
Pero Gabriela vive en su poesía,
en su prosa, en su amor y en su do-
lor, vive en las rondas infantiles y
en el corazón de quienes se emocio-
nan y seguirán emocionándose con
su creación.
 11

Las medallas y diplomas del Premio Nobel que recibió la poetisa.

Vista de la exposición en homenaje a! centenario del nacimiento de Gabriela Mistral

efectuada en la Biblioteca Nacional.
150 AÑOS DEL SERVICIO DE JUSTICIA
MILITAR DEL EJERCITO

D IVERSOS actos se efectua- fensa Nacional, Vicealmirante Pa-

ron el 25 de abril último, con tricio Carvajal Prado.
ocasión de conmemorarse el El 25 de abril de 1839, el enton-
sesquicentenario de creación del ces Presidente de la República, don
Servicio de Justicia Militar del Joaquín Prieto, promulga el Decre-
Ejército. to Ley que formaría la base del ac-
La ceremonia principal se reali- tual Servicio de Justicia Militar,
zó en la Escuela Militar, la que fue constituyendo la Ordenanza Gene-
encabezada por el Ministro de De- ral del Ejército, primer cuerpo le-

gal militar de la República, que ri-
ge hasta el 1° de marzo de 1926
cuando entra en vigencia el actual
Código de Justicia Militar.
Con anterioridad, y desdo los
tiempos de la Colonia, se regía en
estas materias por las Ordenanzas
Generales de España.
El Ejército de Chile es la rama
más antigua de las Fuerzas Arma-
das, y su nacimiento se confunde
con el de la patria misma. En igual
forma, el Servicio de Justicia Mi-
litar del Ejército es también el más
antiguo en su género dentro de las
instituciones de la Defensa Nacio-
nal.
Sello postal conmemorativo, el cual simboliza en su imagen en cuatro planos a soldados
de la Guerra del Pacífico, de la Independencia, el pabellón patrio y la diosa de la Justicia.
13
En 1951 se fijó el día 25 de abril
como Día del Servicio de Justicia
Militar, en conmemoración de la fe-
cha de la promulgación de la Orde-
nanza General del Ejército.
Los tribunales militares conocen
de las causas que el Código de Jus-
ticia Militar y otras leyes han en-
tregado a su jurisdicción y com-
petencia.
El Servicio de Justicia Militar
entre sus funciones asesora al man-
do en materias legales y judicia-
les a través de los Tribunales Mi-
litares: Corte Marcial y Juzgados
Militares con sus respectivas fisca-
lías.
 PREMIADOS EN EL CONCURSO LITERARIO
MILITAR 1988 RECIBIERON GALARDONES
—Variedad de los temas y calidad de los tra-
bajos presentados caracterizaron este anti-
guo concurso anual.

E N una ceremonia efectuada

el 18 de mayo último fueron
entregados los premios a los
ganadores del Concurso Literario
Militar. El acto se realizó en el ga-
binete de trabajo del Jefe del Es-
tado Mayor General del Ejército y
Presidente del Consejo Consultivo
de Revistas Militares, Mayor Gene-
ral Jaime González Vergara, y a él
asistieron todos los galardoneados.
En esta oportunidad, el Primer
Premio lo obtuvo el Teniente Coro-
nel Carlos Molina Johnson, por su
obra "Chile, Unidad Nacional y
Fuerzas Armadas", trabajo que
constituye una importante contri-
bución a las investigaciones histó-

El Jefe del Estado Ma-

yor General del Ejército
entrega el diploma de
honor al Teniente Coro-
nel Carlos Molina quien
obtuvo el primer lugar
en el Concurso Litera-
rio Militar,
Los autores premiados reciben las felicitaciones del Jefe del Estado Mayor General
del Ejército.
rico-descriptivas y en él se anali-
zan pormenorizadamente algunos
aspectos que dicen relación con la
unidad nacional y las Fuerzas Ar-
madas dentro de un marco teórico
de referencia. En virtud de los an-
tecedentes analizados y del acaba-
do trabajo de investigación, la
obra del Teniente Coronel Molina
es de gran interés nacional.
El segundo lugar lo obtuvo el
BGR. Jorge Muñoz Pontony, por
su obra "Para seguir siendo inven-
cibles", donde el autor expresa sus
experiencias profesionales en un
documento que abarca un extenso
universo de la vida militar y en que
destaca que es el hombre, el solda-
do, el principal recurso de que dis-
pone el país para garantizar su so-
beranía plena e integral.
Por su parte, el tercer lugar lo
ocupó el Mayor Eduardo Alduna-
te Hermán, por su libro "Las Fuer-
zas Armadas de Chile 1891-1973 en
defensa del consenso nacional",
obra que liona un vacío en cuanto a
las situaciones en que le ha corres-
pondido actuar a las FF. AA. en la
búsqueda del consenso en un ex-
tenso período de nuestra historia,
contribuyendo al conocimiento de
hechos poco conocidos o muy dis-
persos.
Y el cuarto lugar le correspon-
dió al Teniente Coronel José Cerda
Bozzo, por su trabajo "Análisis geo-
político de la cuestión antártica: la
provincia, como vértice del espacio
político nacional", donde el autor
hace un estudio de un tema de gran
actualidad como es la Antártica y
desde una perspectiva geopolítica,
lo cual no se había intentado antes
y que agrega atractivo y novedad
al esfuerzo desplegado para recopi-
lar el material enfocado en siete ca-
pítulos.
16
También en el concurso literario
se entregaron dos menciones hon-
rosa a los trabajos del Teniente Co-
ronel (R) Arturo Sepúlveda, por
su obra "Miscelánea Militar", y al
Mayor Jorge Sanz Jofré, por su
trabajo "En resumen... Así lo veo
yo".
En la ocasión el Jefe de Estado
Mayor del Ejército felicitó a los
autores participantes y los instó a
continuar con su valioso aporte al
conocimiento institucional.
Asimismo, el Jefe del Departa-
mento de Relaciones Internas del
Ejército, CRL. Mario Scheihing Na-
varro, destacó que el Concurso Li-
terario Militar es auspiciado por la
más antigua y tradicional de nues-
tras revistas militares, como lo es
''El Memorial del Ejército", y que
en él han participado numerosos
Jefes y Oficiales, tanto en servicio
activo como en retiro, aportando
sus conocimientos y experiencias,
unidos a su inquietud de investigar
y divulgar interesantes materias di-
rectamente relacionadas con la pro-
fesión militar.
También el Coronel Scheihing hi-
zo especial referencia a la variedad
de las disciplinas consideradas por
los autores, lo novedoso de los te-
mas elegidos y la calidad de los tra-
bajos elaborados, los que, dijo, po-
nen de manifiesto el destacado ni-
vel intelectual y profesional de los
participantes.
 SITUACION ECONOMICA ACTUAL
N los últimos cinco años (1984-1988), nuestra economía ha crecido
E a una tasa promedio de 5, 5%, lo que ha permitido que nuestro
país se desarrolle y crezca, beneficiándose con ello la gran ma-
yoría de los chilenos. Por su parte, la tasa de desempleo a nivel nacio-
nal descendió a 5, 9 %, siendo la más baja de los últimos 15 años. Asi-
mismo, durante el año recién pasado se crearon más de 100 mil nuevos
empleos en los diferentes sectores de nuestra economía.
En cuanto a la inflación ésta alcanzó al 12, 7%, una de las más ba-
jas de Latinoamérica. Por su parte, los salarios reales aumentaron en
4, 3 % .
La Balanza Comercial alcanzó un superávit de 2. 218 millones de
dólares, habiéndose exportado productos por un monto superior a los
7. 000 millones de dólares. En relación a nuestra deuda externa, ésta ha
mostrado una significativa reducción a partir de 1987. Así, durante
1988 la disminución de la deuda de mediano y largo plazo alcanzó al 10
por ciento.
1. Introducción.
—La situación económica actual refleja una tendencia favorable en
todos los indicadores.
Durante el año pasado se cumplió el quinto año de crecimiento sos-
tenido (1984-1988). Lo anterior es el resultado de los esfuerzos
emprendidos a mediados de la década pasada.
—En 1973 prevalecían en Chile sustanciales desequilibrios macroeco-
nómicos, estando nuestra economía sobreintervenida con excesivos
controles microeconómicos sobre empresas públicas y privadas.
Se inicia la transformación estructural de la economía nacional en
base a reformas tendientes a dar curso libre a la iniciativa de las
personas:
* Abrir la economía al comercio exterior.
* Desarrollar el Mercado de Capitales.
* Modernizar la legislación laboral.
* Eliminar los controles de precios y regulaciones excesivas.
* Racionalizar el gasto público y el sistema tributario.
* Transferir al sector privado la propiedad de ciertas empresas
estatales.
18

Los resultados de estas reformas, emprendidas a partir de 1973,

empiezan hoy a dar sus frutos a pesar de haber enfrentado nues-
tro país condiciones internacionales adversas, como fueron la cri-
sis del petróleo en 1975 y la crisis de la deuda que sacudió a toda
América Latina entre los años 1982-1983. Frente a lo anterior la
autoridad económica reaccionó redoblando sus esfuerzos, dándoles
especial énfasis al desarrollo de nuestras exportaciones, al incre-
mento del ahorro y la inversión y a la reducción de los índices de
endeudamiento externo, en lo que se denominó un nuevo ajuste es-
tructural de la economía chilena.
2. Crecimiento Económico.
—En 1988 el Producto Geográfico Bruto creció en 7, 4%, siendo di-
cho aumento generalizado en todos los sectores productivos de la
actividad económica nacional.
Se completó así el quinto año de crecimiento consecutivo y soste-
nido, a una tasa promedio de 5, 5%, demostrándose que el proceso
de ajuste estructural ha sido sumamente exitoso, en comparación
a otros países de América Latina.
P. G. B. Mill. $ de 1977
1973 287. 750
1981 383. 551
1988 427. 530
—El aumento de la inversión ha permitido sostener este crecimien-
to económico. La inversión en capital fijo que en 1973 alcanzó a
14, 7% del P. G. B., en 1988 representó 17, 8% del P. G. B., que si
bien refleja un gran esfuerzo de los agentes económicos, es nece-
sario señalar que aún debe seguir incrementándose.
—En términos de Producto Geográfico Bruto per cápita en 1988 se
alcanzó un nivel similar al registrado en el año 1981 y, superior en
6, 7% al de 1973.
P. G. B. PER CAPITA
1973 31. 423
1981 33. 960
1988 33. 536
3. Empleo y Remuneraciones.
—La vigorosa expansión de la economía ha permitido crear 300. 000
empleos productivos en el último año, registrándose así la tasa de
desocupación más baja en los últimos 15 años, de sólo 5, 9%.
El avance en la creación de nuevos empleos ha permitido reducir
paulatinamente el número de personas adscritas a los programas
especiales de empleo PEM y POJH. Este ritmo de aumento del
empleo es consecuencia del programa económico actual y de la fle-
xibilidad y eficiencia de la legislación laboral.
 19

—Este mayor empleo junto al incremento de la productividad de la

mano de obra, ha comenzado a reflejarse en las remuneraciones
reales. En 1988 este incremento alcanzó a 4, 3%.
4. Inflación.
—En 1988 se obtuvo una tasa de 12, 7% muy superior a la inflación
registrada en 1987 que alcanzó a 21, 5%,
Esta marcada tendencia decreciente fue apoyada por factores cir-
cunstanciales tales como la reducción en la tasa del Impuesto al
Valor Agregado (IVA), y la baja en el precio internacional del
petróleo.
—La tasa de inflación del año pasado fue la más baja en el país des-
de 1961, con excepción del año 1981.
—La tasa de inflación promedio de los países latinoamericanos en
1988 alcanzó a 470%.
5. Cuentas Externas.
—En 1988 las cuentas externas superaron ampliamente lo proyecta-
do. La cuenta corriente cerró con un déficit de sólo US$ 167, 4 mi-
llones y la Balanza Comercial con un superávit de US$ 2. 218, 6 mi-
llones.
A este resultado han contribuido en forma muy importante las ex-
portaciones que en 1988 ascendieron a US$ 7. 051, 8 millones.
—En 1973 el total do exportaciones alcanzaba a US$ 1. 309 millones,
de las cuales el 82, 2% correspondían a cobre.
En 1988 se exportó US$ 7. 051, 8 millones, representando el cobre
el 48, 4%.
COMPOSICION DE LAS EXPORTACIONES

1973 1988
Mill. US$ % Mill. US$ %

Mineras 1. 132, 6 90, 8 3. 848, 3 54, 6

(Cobre) (1. 025, 0) (82, 0) (3. 416, 2) (48, 4)
Agropecuarias y 25, 5 2, 0 930, 4 13, 2
del mar
Industriales 89, 4 7, 2 , 2. 273, 1 32, 2
Totales 1. 247, 5 100, 0 7. 051, 8 100, 0

Fuente: Banco Central de Chile.

20

-El dinamismo mostrado por las exportaciones está respaldado por

el incremento del volumen exportado de los productos no cobre.
Desde 1985 a la fecha han crecido a una tasa anual superior al
10%.

Fuente: Indicadores de Comercio Exterior-

Banco Central de Chile.
6. Inversión Extranjera.
—En los últimos años ha sido notable el incremento que viene expe-
rimentando el ingreso de capitales foráneos a través de la inver-
sión extranjera, especialmente en sectores vinculados a la expor-
tación. Entre 1985 y 1988, la inversión extranjera materializada
a través del D/L. 600 suma US$ 1. 643 millones de 1988, cifra
equivalente al 31 % del total de inversión extranjera materializada
desde 1954. Por otra parte, la inversión autorizada alcanzó en los
últimos 4 años a US$ 3. 252 millones, representando el 22% del
total autorizado desde 1954.
 21
—El auge que ha adquirido la inversión extranjera en nuestro país
en comparación con su trayectoria histórica está explicado por la
estabilidad en las reglas del juego, el buen manejo económico del
país y por supuesto la existencia de numerosos y buenos proyectos
de inversión, factores que son percibidos por un número cada vez
mayor de inversionistas extranjeros.
—En comparación con América Latina, un reciente estudio, señala
que para el período 1980-1985, Chile ocupaba el segundo lugar en
la región, después de Colombia, como receptor de inversión extran-
jera, midiendo ésta en relación al P . G . B .

—Dado el gran incremento de la inversión de los últimos años es

muy probable que actualmente Chile ostente el mejor coeficiente
regional.
—Cabe señalar que el análisis anterior se refiere solamente al ingre-
so de inversión extranjera tradicional. Sin embargo, desde 1985
Chiíe también ha captado un importante flujo de inversión a tra-
vés de la capitalización de deuda externa, mediante el Capítulo
XIX. Por este concepto se han efectuado operaciones del orden de
US$ 2.000 millones desde 1985 a la fecha.
—Es así que durante 1988, la inversión extranjera materializada to-
tal alcanzó a US$ 1.073,2 millones que se desglosan en US$ 885,9
millones ingresados a través del capítulo XIX y US$ 787,3 millo-
nes vía DL. 600.
22

Este dinamismo ha continuado en el primer trimestre del año. Al

amparo del DL. 600 se aprobaron 22 solicitudes de aporte de ca-
pital por la suma de US$ 39, 2 millones. Por su parte la inversión
materializada, alcanzó a US$ 123, 7 millones. Vía capítulo XIX du-
rante el primer semestre, se materializaron operaciones por US$
200 millones.

7. Deuda Externa.

—Como resultado del proceso de ajuste estructural, nuestra econo-

mía ha obtenido una significativa reducción de la deuda externa
a partir de 1987.
Durante 1988 la disminución de la deuda externa de mediano y lar-
go plazo alcanzó a 10%.
—La favorable evolución de la deuda externa nominal ha permitido
mejorar los indicadores de solvencia de nuestro país.
 23

El crecimiento de 5 a 6% previsto para 1989, debería permitir si-

tuar la desocupación hacia fines de este año en alrededor de un 5, 5%,
lo cual indudablemente es un muy buen resultado.
En cuanto a las remuneraciones reales, es factible que éstas crezcan
en un rango de 3 a 4 por ciento.
8. Balanza Comercial y Balanza de Pagos.
El dinamismo del sector exportador unido a la mantención de bue-
nos niveles de precios a nivel internacional, permiten suponer que
en el presente año se producirá un superávit comercial bastante alto,
tal vez de US$ 2. 000 millones o más, lo cual permitirá nuevamente
acumular reservas internacionales.
PERSPECTIVAS DE LA ECONOMIA NACIONAL
EN EL MEDIANO PLAZO
De mantenerse y perfeccionarse las políticas económicas actualmen-
te en aplicación, se espera que para el período 1990-1992, nuestro país
crezca a tasas de entre el 4 y 5 por ciento. En relación al desempleo, és-
te caería a niveles del 4 por ciento, es decir, habría pleno empleo siendo
la desocupación meramente fricciona!.
En cuanto a las remuneraciones reales, se espera que hacia 1992 se
incrementen en un 15 por ciento en relación al nivel observado en la
actualidad.
Si suponemos que en el mediano plazo —hasta 1992— la economía
chilena seguirá creciendo a una tasa promedio de 5% anual y que a
más largo plazo dicha tasa debe ser superior, del orden de 6% o más
debido a los mayores niveles de inversión, generándose por lo tanto una
mayor capacidad productiva, es posible señalar que en el año 2000 nues-
tro país estaría generando un producto, en moneda de hoy en día, del
orden de 40. 000 millones de dólares, ascendiendo las exportaciones a los
15. 000 millones de dólares.
Todo esto, claro está, en tanto el país mantenga el curso de las po-
líticas que se han venido siguiendo en estos últimos años.
Políticas estables en el tiempo y cuya eficacia ha sido probada, uni-
das al esfuerzo de todos los chilenos, colocan al país en inmejorable po-
sición hacia el futuro.
 NUMERO DE PRODUCTOS EXPORTADOS

MONTO DE EXPORTACIONES CHILENAS (MILLONES DE US$)

NUMERO DE PAISES QUE ADQUIEREN PRODUCTOS CHILENOS

NUMERO DE EMPRESAS CHILENAS EXPORTADORAS

 EL PARTIDO COMUNISTA Y EL SISTEMA
INSTITUCIONAL DEMOCRATICO CHILENO
I. INTRODUCCION
ON el pronunciamiento mili-
C tar del 11 de septiembre de
1973 culmina un largo proce-
so de deterioro político, social y eco-
nómico que produce el quiebre del
sistema político chileno. Uno de los
principales actores que intervienen
en esta crisis es el Partido Comu-
nista.
La nueva institucionalidad, im-
pulsada por el Gobierno Militar a
partir de 1973 y refrendada por la
mayoría ciudadana en 1980 al apro-
bar la Constitución Política de la
República, contiene los elementos
necesarios para impedir los excesos
que llevaron a la referida crisis.
Dentro de ellos se encuentran las
normas e instituciones que evitarán,
por ejemplo, el acceso al poder po-
lítico de ideologías de carácter tota-
litario o la desestabilización del sis-
tema político como consecuencia de
cambios fundamentales en la insti-
tucionalidad acordados por mayo-
rías ocasionales.
El objeto de este trabajo es ana-
lizar el comportamiento del proscri-
to Partido Comunista a partir de la
gestación del actual Sistema Polí-
tico. Para ello se analizará, en es-
JULIO CANESSA ROBERT
Teniente General
pecial, su estrategia frente a su si-
tuación de ilegalidad, sus objetivos
y tácticas explícitamente declara-
das.
A fin de situar el accionar del
Partido Comunista en un contexto
adecuado, se recurrirá a sus ante-
cedentes de carácter doctrinario e
históricos, tanto a nivel interna-
cional como nacional.
Por otra parte, se analizarán al-
gunos aspectos del nuevo ordena-
miento político-jurídico que confor-
man los resguardos institucionales
a los que nos hemos referido y que
impedirán el advenimiento al poder
de ideologías totalitarias como el
marxismo.
En este sentido, se analizarán las
bases de la nueva institucionali-
dad, el rol de las Fuerzas Armadas
y de Orden, el del Consejo de Segu-
ridad Nacional y el del Tribunal
Constitucional.
A. Enunciado
Dentro del contexto general de la
participación de los diferentes ac-
tores políticos y sociales en el quie-
bre del sistema político chileno, que
culminó en 1973, se trata de abor-
dar el siguiente tema:

"EL PARTIDO COMUNISTA
Y EL SISTEMA INSTITUCIO-
NAL DEMOCRATICO CHILE-
NO, DESPUES DE 1973".
B. Objeto
El objeto del trabajo es analizar
cuál ha sido y es la posición del
Partido Comunista chileno después
de la crisis o quiebre del sistema po-
lítico chileno —al cual él contribu-
yó poderosamente y que culminó
con el pronunciamiento militar de
1973. Así mismo determinar cómo
el gobierno de Chile puede defender
la institucionalidad de acuerdo con
el nuevo ordenamiento político ju-
rídico (Constitución de 1980).
C. El desarrollo del tema se
orientará a dar respuesta a
las siguientes interrogantes
1. ¿ Cuál ha sido el rol que históri-
camente ha jugado el Partido
Comunista? Se detallará un tan-
to este punto porque es básico
para comprender cómo actúa el
partido político.
2. ¿Cómo ha enfrentado el Parti-
do Comunista su situación de
ilegalidad en el actual gobierno
y cuáles son sus objetivos y tác-
ticas declaradas?
3. ¿Cómo prevé el nuevo ordena-
miento político y jurídico en-
frentar la amenaza marxista en
el futuro régimen democrático?
Para responder esta última pre-
gunta, en forma muy breve, se ana-
lizarán principalmente las disposi-
ciones constitucionales relacionadas
con:
—Las bases de la nueva institucio-
nalidad.
—Las instituciones que consagra la
Constitución de 1980 y que tie-
nen un rol fundamental en la pre-
27
servación del orden institucional.
Dentro de ellas se considerará:
. EL CONSEJO DE SEGURI-
. DAD NACIONAL (CSN).
. EL TRIBUNAL CONSTITU-
CIONAL (TC).
II. ANTECEDENTES
POLITICOS PREVIOS
Partiremos haciendo una breve
enunciación de los principales con-
ceptos y antecedentes que se rela-
cionan con este trabajo:
A. Marxismo
1. Doctrina política formulada en
la primera mitad del siglo XIX por
Karl Marx (1818-1883) en una se-
rie de obras de las cuales las más
importantes fueron, "El Manifies-
to Comunista" y "El Capital". La
primera de ellas escrita en conjunto
con Friedrich Engels (1820-1895),
y la segunda cuyos manuscritos re-
cibió y organizó éste, para publicar-
los después de la muerte de aquél.
"El marxismo es una teoría dia-
léctica del progreso humano. Con
sidera la historia como el desarro-
llo de los esfuerzos del hombre por
dominar las fuerzas de la naturaleza
y, en consecuencia, las de produc-
ción ("interpretación económica de
la historia"). Dado que cualquier
producción tiene un lugar dentro
de una organización social, la his-
toria es la sucesión de cambios en
los sistemas sociales, el desarrollo
de las relaciones humanas dirigidas
a la actividad productiva ("modos
de producción"), de la que el siste-
ma económico es la "base" y todas
las demás relaciones, instituciones,
actividades y sistemas ideológicos
que constituyen la "superestructu-
ra".
"La historia es progreso porque
la capacidad del hombre de produ-
cir, sus "fuerzas de producción",
aumenta continuamente; es regre-
28
sión porque, al perfeccionarse las
fuerzas de producción, el hombre
crea una organización social, cada
vez más compleja y opresiva, que es-
capa aparentemente al control hu-
mano ("las relaciones de produc-
ción") y cuyo rasgo fundamental es
la división de la sociedad en clases.
Las clases se definen por sus rela-
ciones con los medios básicos de
producción: la clase gobernante es
el grupo de hombres que posee los
medios de producción; los que no
los poseen se ven obligados a incor-
porarse a la clase obrera". (1).
Siendo el hombre el principal ge-
nerador e impulsor de la historia,
obtiene su plena realización me-
diante las condiciones en que rea-
liza su trabajo. Despojado y sepa-
rado del producto de su trabajo, el
hombre se aliena. Contribuye po-
derosamente a lo anterior la exis-
tencia de la propiedad privada, que
es la que va estableciendo la dife-
rencia entre los hombres y consti-
tuyendo las clases sociales.
La clase dominante ha organiza-
do todo de tal manera de ir concen-
trando en sus manos el principal
producto del trabajo. De ese modo
mientras un grupo cada vez más re-
ducido en proporción, va concen-
trando cada vez mayores riquezas
(los burgueses o capitalistas), la
gran masa de la población traba-
jadora, cada vez en mayor canti-
dad se pauperiza día a día. Esto es
lo que produce la lucha de clases.
Esta situación tiene que llegar a la
gran revolución, en que la masa del
proletariado destruya la infraes-
tructura que la oprime (el Estado)
para llegar a una sociedad sin cla-
ses, en la que los hombres conquis-
ten la libertad. (2).
Cada persona trabajaría de acuer-
do a su habilidad individual y en
retribución tendría asegurado reci-
bir lo que necesita. Esto permite
terminar con la alienación a que
cada hombre está sometido. (3). En
esa sociedad ideal no sería necesa-
ria la coerción, y como no sería ne-
cesario aplicar la acción de la ley y
exigir el orden, tampoco el Estado
existiría. (4).
Marx no alcanzó en vida a ter-
minar su obra, de modo que ape-
nas alcanzó a mencionar una fase
de la evolución de su teoría que ha
tenido posteriormente una dramá-
tica trascendencia e importancia pa-
ra las sociedades que han caído en
el sistema: "la dictadura del prole-
tariado".
En efecto, antes de llegar a esa
etapa final paradisíaca que descri-
be el marxismo, hay que pasar por
la recién mencionada etapa, en la
cual el Estado debe ser robusteci-
do al máximo para destruir el sis-
tema capitalista vigente y llegar a
la situación ideal. "El socialismo
era considerado como el objetivo fi-
nal, mientras que el inmediato con-
sistía en despojar al capitalismo de
los residuos feudales y absolutistas
de naturaleza política, económica o
social". "Los Escritos" de Marx,
apenas hablan de este otro objeti-
vo intermedio: la dictadura del pro-
letariado. (6).
Engels dice: "Lo nuevo, lo que
yo he hecho saber, es haber demos-
trado: 1) que la existencia de las
clases se refiere a ciertas batallas
históricas de desarrollo de la pro-
ducción; 2) que la lucha de clases
conduce necesariamente a la dicta-
dura del proletariado; 3) que esta
misma dictadura no es más que la
transición a la supresión de todas
las clases y a la sociedad sin cla-
ses". (7).
Ahora bien, esa transición de la
sociedad capitalista a la fase de la
dictadura del proletariado, como es
natural, provoca serias resistencias
en los afectados por los cambios
violentos que produce y precisa del
empleo de una mano férrea para po-
der ser aplicada. Como consecuen-
cia, sus efectos suelen ser durísi-
mos en cuanto a destrucción y pér-
didas de vidas humanas. Solzhenit-

syn, dice refiriéndose al socialismo
que más que cualquiera otra cosa,
ha sido la causa que prospere la hi-
pocresía pública. Ha permitido a
Europa ignorar la aniquilación de
sesenta y seis millones de personas
en sus propias fronteras". (8). Y
refiriéndose a las matanzas en paí-
ses ocupados por sus satélites para
incorporarlos al comunismo, como
Cambodia o Kampuchea. "Es la ma-
nera soviética de hacer las cosas!
¡Esa es también la manera en que
nos asesinaron a partir de 1918 en
adelante!" (9).
Los chilenos contemplamos du-
rante casi tres años, desde 1971 a
1973, cómo el gobierno de la Uni-
dad Popular avanzó con gran rapi-
dez hacia la dictadura del proleta-
riado, siendo contenido en el mo-
mento final por el pronunciamien-
to militar del 11 de septiembre de
ese año, antes de conseguir su ob-
jetivo, pero cuando habían alcanza-
do un alto grado de destrucción "de
la sociedad burguesa", pero sin ha-
ber alcanzado a suprimir los pode-
res Judicial y Legislativo, ni haber
destruido o neutralizado a las Fuer-
zas Armadas y de Orden. Cada chi-
leno consciente y en su mayoría de
edad, puede recordar, lo que a pesar
de eso, significaba el estado alcan-
zado por el proceso.
2. Para el marxismo son las cau-
sas materiales y fundamentalmente
aquéllas de orden económicos las que
mueven la historia. Ella no es el
producto de las decisiones conscien-
tes de determinados actores, ni pue-
de ser identificada y descrita con
referencia a su estado mental. Marx
establece la existencia de la necesi-
dad histórica en la cual los cambios
son el resultado de un proceso dia-
léctico en el que están interactuan-
do las fuerzas productivas en una
incesante lucha de clases. Ello ha
de llevar fatalmente al choque fi-
nal, en la cual se impondrá el pro-
letariado. Esa es la esencia del MA-
TERIALISMO HISTORICO.
29
3. Hegel ha descrito el avance de
la historia como el movimiento de
la conciencia o del espíritu, a tra-
vés de las ideas, a través del pro-
ceso dialéctico, en el cual una idea
o grupo de ideas (tesis) se enfren-
ta con otro (u otros) concepto(s)
contradictorio (s), si no opuesto (s)
del todo, al menos parcialmente (an-
títesis), de cuyo enfrentamiento
surge una nueva realidad a nivel
superior (síntesis). Pero siempre
en el plano de las ideas. "El propó-
sito del método de Hegel había sido
el fin esencialmente metafísico de
establecer un orden de precedencia
o "de grados de realidad" median-
te el cual el pensamiento puede ele-
varse de las apariencias hasta la
Idea Absoluta". Marx aplicando la
dialéctica a las cosas materiales, a
las relaciones económicas y de pro-
ducción procede en sentido inverso
(con respecto al ideal, y lo hace
avanzando en lo material) y fren-
te a la tesis del proletariado opone
la antítesis de la lucha de clases,
mediante lo cual se llega al concep-
to superior de una sociedad comu-
nista sin clases. Lo que Marx "Pu-
so de pie" fue el orden de prece-
dencia, mientras que sus fuerzas de
producción, constituían una especie
de analogía material del "espíritu
absoluto" de Hegel. (10). Esta es
la esencia del MATERIALISMO
DIALECTICO.
B. El marxismo-leninismo
1. Las ideas filosóficas y políti-
cas de Marx y Engels, que irrum-
pieron en la historia desde la pri-
mera mitad del siglo XIX tuvieron
en Vladimir Ilich Ulianov (1870-
1924), que a partir de 1901 empe-
zó a usar el seudónimo de LENIN,
el hombre que habría de concretar-
las y llevarlas a la práctica. Nacido
en Simbirsk, ciudad bañada por el
río Volga, de una familia de clase
media culta (hijo de un profesor de
matemáticas y física y de una "mu-
jer de carácter indómito" que a su
30
vez era hija de un médico). De cla-
ra inteligencia y de carácter inquie-
to, se destacó desde joven por su
afición al estudio en especial de ma-
terias políticas referidas al marxis-
mo. Ingresó a la Universidad de
Kazán de la que fue expulsado en
1889 logrando ingresar como alum-
no libre a la Facultad de Derecho
de la Universidad de San Petersbur-
go, en la que consiguió el diploma
del primer ciclo de los estudios de
derecho. (11).
Lenin fue ante todo un hombre de
empuje, de una voluntad inque-
brantable. Sus escritos acerca del
partido y, en realidad, todo lo que
escribió lo revelan claramente co-
mo hombre de acción, político,
práctico, astuto y no demasiado es-
crupuloso, dispuesto a manejar su
marxismo, como manejaba general-
mente a sus aliados, para sus pro-
pios fines. Había, sin embargo, otro
aspecto sorprendente de su carácter
que raramente descubría. La idea de
la dialéctica lo fascinaba. La estu-
dió no sólo en Marx sino en Hegel,
de cuya lógica se derivó el concepto
y llenó muchos cuadernos de notas
con reflexiones acerca de esto. En
cierto sentido, lo obsesionaba el mis-
terio filosófico de la relación entre
pensamiento y realidad, o conoci-
miento y acción y creía que la dia-
léctica era la clave de ese misterio.
Esta era la raíz de su fe fanática
en el marxismo, ya que aceptaba
ciegamente la tesis de Marx sobre
Feuerbach, que los filósofos sólo
"han interpretado el mundo y lo que
hay que hacer es TRANSFOR-
MARLO". (12).
Para Lenin ''el pensamiento en
sí, no es más que una serie de abs-
tracciones, 'imágenes', 'reproduc-
ciones' mientras que 'en la vida
real' las abstracciones se unen de
alguna extraña manera para formar
algo nuevo y único. La vida es per-
petuamente nueva, está llena de au-
ténticas posibilidades"... 'es más
original'...; "o como decía He-
gel en un aforismo del agrado de
Lenin, Ninguna nación aprende na-
da de la historia. No obstante, pa-
radójicamente, no hay manera de
aprender excepto de la vida, de la
experiencia o de la historia" (13).
Sólo mediante la dialéctica, según
Lenin es posible unir abstracción c
intuición, o dogmatismo e improvi-
sación. De ahí que la dialéctica, se-
gún Sabine, sea para Lenin, más
que una ciencia, algo así como una
magia.
"El éxito político de Lenin no es
imputable a sus trabajos intelectua-
les, ya que no fue un pensador teóri-
co de envergadura". "La principal
cualidad de Lenin era su extraordi-
naria capacidad, compartida por
hombres como Bismark, para anali-
zar una situación concreta e impul-
sar los acontecimientos en la direc-
ción deseada. Desconfiaba de las
ideas abstractas como directrices
políticas, atacó a Trotsky, por usar
"palabras abstractas (y, por tanto
vacías)". (14).
Pero esto no significaba que no
fuera partidario de la teoría. "Pa-
ra él, conforme al espíritu íntimo
del marxismo, teoría y acción no se
separan". Sin teoría (escribía) re-
volucionaria no hay acción revolu-
cionaria. La teoría permitía la ac-
ción, pero la acción hacía progre-
sar la teoría, transformándola. Por-
que la teoría no debía nunca estar
retrasada con respecto a la vida. A
Lenin le gustaba citar la frase que
Goethe pone en boca de Mefistófe-
les: "la teoría es gris; lo que es
verde es el árbol eterno de la vida".
(15).
La teoría es para usarla en la vi-
da. "Nunca pensó en edificar, co-
mo un Plekhanov —el teórico ofi-
cial del marxismo ruso—, una obra
intelectual por sí misma. Lenin teó-
rico y Lenin militante eran exacta-
mente el mismo hombre. Acudía
siempre a lo más urgente. En cuan-
to percibía en algún sitio un aten-
tado al marxismo "auténtico" se
lanzaba a fondo". (16).

2. "La filosofía del comunismo
es una versión revisada del marxis-
mo, principalmente la obra de Le-
nin y por eso se le llama frecuente-
mente "marxismo - leninismo". Sta-
lin, al referirse a la relación oficial
entre Lenin y Marx (''Fundamen-
tos del Leninismo". 1924) dice que
"el leninismo es el marxismo en la
etapa del imperialismo y la revolu-
ción proletaria". Si bien se acepta
como un hecho que sea la conse-
cuencia de las ideas expuestas por
Marx en su obra "El Capital", ade-
más de la expansión colonial e im-
perialista de las grandes potencias
europeas, incluyendo la primera
guerra mundial, niega categórica-
mente que se trate de una reacción
de Lenin aplicando las ideas mar-
xistas, ante la situación de atraso
y explotación en que se encontraba
el proletariado en la Rusia Zarista,
porque ello sería reducir el leninis-
mo "a una simple adaptación ideo-
lógica local de Marx". (17).
Lenin pensaba que las relaciones
de producción son las que crean las
condiciones para la lucha del pro-
letariado por su liberación. De ahí
su citada expresión que "la emanci-
pación de la clase trabajadora co-
rresponde a la clase trabajadora
misma". Su sentido del determinis-
mo histórico le hacía diferenciar
aquella revolución proletaria "ine-
vitable" que tendría que producir-
se, de las revoluciones "fabricadas"
por los idealistas y aventureros.
Comprendiendo que era fundamen-
tal organizar al proletariado para
la lucha, sostuvo innovando el pen-
samiento tradicional marxista (por
lo que atrajo serias críticas sobre
sí) que "el razonamiento marxista
en uso, confundía la mentalidad o
la ideología del sindicalismo con la
del socialismo. Espontáneamente los
trabajadores no se hacen socialis-
tas sino sindicalistas; EL SOCIA-
LISMO TIENE QUE SERLES IN-
CULCADO DESDE FUERA POR
LOS INTELECTUALES DE CLA-
SE MEDIA". (18).
31
De esta idea es la que nace la crea-
ción del Partido Comunista. Lenin
establecía un contraste entre "con-
ciencia" y "espontaneidad".
La "conciencia" significa inteli-
gencia, comprensión, previsión, pla-
nificación a futuro. "El producto
último de la conciencia es la ley de
la historia de Marx, que permite a
un partido inclusive, por así decir-
lo, anticipar la historia misma, pla-
near sus movimientos de acuerdo
con la tendencia general del cambio
social... "; la victoria corresponde
al partido que posea la más clara
percepción del ''paso siguiente".
(19).
El "espontaneísmo", significa im-
pulso, estímulo o voluntad. En un
nivel social, dice, es un gran movi-
miento ciego e incomprensivo.
Es obvio que Lenin tenía gran
confianza en la conciencia que re-
presentan al partido y desconfian-
za en el espontaneísmo que carac-
terizan los movimientos populares
no organizados.
"Las masas encarnan el espon-
taneísmo lo mismo que el partido
encarna la conciencia". (20).
En 1916 Lenin, refiriéndose a su
vida como marxista desde 1893
(cuando tenía 23 años), decía que
se había opuesto a las necedades y
simplezas políticas y al oportunis-
mo y que seguía convencido de la
necesidad de "crear en la Rusia au-
tocrática un partido marxista, van-
guardia de la clase obrera, asignar-
le un programa preciso y una tácti-
ca eficaz, eliminar implacablemen-
te toda "desviación" con respecto al
marxismo auténtico. Tal fue desde
el principio hasta el fin la tarea que
se asignó Lenin. (21).
"El partido es una elite inteligen-
te e instruida, esencialmente despro-
vista de fuerza por sí misma, pero
capaz de una fuerza infinita, si pue-
de encaminar el enorme impulso del
descontento social de las masas y la
acción de las masas". "En el plano
universal, el partido de Lenin era
32
nada menos que un proyecto para
controlar el destino humano y re-
ducirlo a un plan a ejecutar bajo
la dirección y el control burocráti-
cos".
"Su partido estaba destinado a
ser una elite, una minoría escogida
por su superioridad intelectual y
moral, el sector más avanzado de
la clase trabajadora y, por tanto,
su VANGUARDIA". (22).
Si quisiéramos resumir las ideas
de organización revolucionaria de
Lenin podríamos hacerlo en cuatro
aspectos:
Primero: Miedo al espontaneís-
mo. Si se deja sola a la clase obre-
ra, por falta de conciencia sigue el
camino del sindicalismo, en vez de
caer en la lucha revolucionaria so-
cialista.
Segundo: La clase obrera enton-
ces tiene que ser guiada por una
vanguardia revolucionaria, política-
mente consciente.
Tercero: Esta vanguardia debe
estar constituida por un partido pe-
queño y cuidadosamente escogido de
revolucionarios profesionales, alta-
mente disciplinados.
Cuarto: Este partido debe tener
el monopolio político, ya que ningu-
na otra organización puede compe-
tir con él para tener acceso a las
masas (los sindicatos deben some-
terse al menos a la influencia ideo-
lógica del partido, e idealmente al
control directo del partido). (23).
hablando ahora del partido mis-
mo, tres son sus principales carac-
terísticas:
Primero: Profunda compenetra-
ción de la ideología marxista (con-
ciencia).
Segundo: Rígidamente discipli-
nado. Nunca fue creado para con-
vertirse en una organización de ma-
sas, ni para influir sobre electora-
dos. Sus representantes deben de-
mostrar moral e intelectualmente,
su total dedicación a la causa del
proletariado mundial.
Tercero: Organización rígida-
mente centralizada, que descarte
cualquier forma de federalismo o
autonomía nacionales o locales. Le-
nin llamó "centralismo democráti-
co" a su organización piramidal, ti-
po militar y al sistema de trabajo
en el cual se puede discutir antes
que se tomen las decisiones, pero
una vez que esto suceda, debe ha-
ber una absoluta obediencia. (24).
Lenin siempre creyó que el éxito
de su movimiento dependía de dos
factores:
—La unión material, a través de
una organización y disciplina rí-
gidas.
—La unión ideológica, a través del
marxismo como credo o como fe.
(25).
3. De acuerdo a las enseñanzas
de Marx es menester proceder pa-
so a paso ya que es imposible hacer
una revolución por la fuerza antes
que las condiciones hayan "madu-
rado" o se hayan creado a cabali-
dad. Lo contrario es proceder en
forma aventurera. Esto es, entre
otras cosas lo que le da su carácter
científico al marxismo. "Jamás po-
drá saltar ni descartar por decreto,
decía las fases naturales de su de-
sarrollo". Se puede sin embargo,
"acortar o mitigar los dolores del
parto". Por ley natural las socieda-
des deben pasar por tres etapas:
feudalismo, capitalismo y socialis-
mo. La revolución francesa había
marcado el límite entre las dos pri-
meras etapas. (26).
A este nivel del desarrollo de las
ideas, en Rusia se presentaban dos
alternativas en el seno del marxis-
mo que en ese país estaba represen-
tado por el Partido Social - Demó-
crata Obrero Ruso. Los que querían
actuar con moderación, pasando por
ciertas etapas o los que proponían
una acción más rápida o abreviada,
Lenin y Trotsky estaban en el se-

gundo grupo. Ambos estuvieron en
abierta pugna dentro del menciona-
do partido hasta 1912 en que Le-
nin y sus partidarios, que se consi-
deraban "la mayoría" o "bolchevi-
ques" se separaron de los más mo-
derados, "la minoría" o "menchevi-
ques" y constituyeron el Comité
Central Bolchevique "puro" y recla-
maron para sí el uso del nombre del
partido (Social - Demócrata Obre-
ro Ruso) que adoptó el nombre de
"Partido Comunista Ruso (Bolche-
vique) para diferenciarlo de los
otros social demócratas o socialis-
tas de Europa" a los que los bolche-
viques acusaron de traicionar la
causa revolucionaria durante la pri-
mera guerra mundial". (27).
Los "mencheviques" sostenían que
el desarrollo de una economía ca-
pitalista debía provocar primero
una revolución burguesa, y sólo en-
tonces se creaban las condiciones
para pasar al socialismo. Según
ellos en el materialismo dialéctico,
para que se pudiera crear un espí-
ritu revolucionario en el proletaria-
do era menester que se produjera
previamente una industrialización y
el liberalismo consiguiente. Por eso
pensaban que Europa Occidental, es-
pecialmente Inglaterra y Francia
eran los que estaban más maduros
para el proceso, mientras que Ale-
mania y muy especialmente la Ru-
sia Zarista estaban muy lejos de ese
estado al presentar una gran masa
de campesinos. Lo anterior obliga-
ba a que la revolución la comenza-
ra la clase media, apoyada por el
proletariado. Una vez en el gobier-
no, esa clase social debía organizar
un gobierno con instituciones polí-
ticas liberales adecuadas a una so-
ciedad burguesa. Esta liberalización
creaba las condiciones para la re-
volución socialista.
Es decir, la clase media era uti-
lizada por el proletariado, al cual
ella había explotado implacable-
mente, y luego era derrocada, sin
perdón, por éste. Se requerían en
33
consecuencia dos revoluciones y un
período previo de industrialización
y liberalización por un gobierno
burgués. Se requería pues tiempo.
La otra idea era la "bolchevi-
que", o de la "revolución perma-
nente". Desarrollada por Parvus
(Alexander Helphand) y adoptada
por León Trotsky durante y des-
pués de la Revolución de 1905. Pa-
ra Parvus y Trotsky, el atraso in-
dustrial de Rusia era una ventaja
revolucionaria antes que un incon-
veniente. A causa de la debilidad de
la burguesía rusa y su dependen-
cia del Estado, veían en el proleta-
riado la punta de lanza de una re-
volución a la vez burguesa y socia-
lista. Una vez que el proletariado
se hubiera hecho del poder, su mi-
sión era afirmarse en él y mante-
ner la revolución permanente. "La
revolución rusa, pensaba Trotsky,
sería el detonante de una serie de
revoluciones socialistas en Occiden-
te, que a su vez garantizarían el
éxito de la revolución socialista en
Rusia". "Las dos revoluciones, la
democrático-burguesa y la socialis-
ta-proletaria, se combinarían o re-
ducirían a una sola. La clase tra-
bajadora afirmaría su hegemonía
desde un principio y saltaría del
atraso industrial al socialismo".
(29).
Y eso fue lo que hizo Lenin des-
pués del corto período del gobierno
de Kerensky, una vez derrocado el
Zar, en la revolución de octubre de
1917. "Porque lo que logró Lenin
en Rusia fue hacer triunfar el mar-
xismo en un país relativamente sub-
desarrollado en la industria, con
una economía principalmente agra-
ria y una población en gran medi-
da campesina, un tipo de país que
siempre había sido impenetrable al
marxismo de la Europa occidental.
Las condiciones con que tropezó Le-
nin en Rusia eran ampliamente ca-
racterísticas de los países atrasados
y coloniales en todo el mundo... ".
(30).
34
"El leninismo puede definirse,
pues, como adaptación del marxis-
mo a las economías no industriali-
zadas y a las sociedades con una
población predominantemente cam-
pesina; su importancia mundial de-
pende de que el mundo está lleno de
esta clase de sociedades". (31).
C. El movimiento internacional
comunista
1. El marxismo y su expresión
como partido político, el comunis-
mo, fue desde la partida un movi-
miento internacional, una ideología
que corresponde al pensamiento de
que "los obreros no tienen patria",
como dice el Manifiesto de Marx y
Engels. Y Chevalier agrega: "sin
embargo el proletariado sigue sien-
do nacional" aunque en modo algu-
no en el sentido burgués de la pa-
labra, sino en el hecho de que, se-
gún se ha visto, debe "comenzar
por conquistar el poder político,
erigirse en clase nacional, consti-
tuirse él mismo en nación". (31).
Como toda ideología y/o movi-
miento político, el marxismo ha ido
evolucionando en cuanto a la for-
ma de aplicar sus ideas internacio-
nales para adaptarse a las contin-
gencias de un mundo en el que se
han producido grandes hechos que
han sacudido hasta sus cimientos a
la humanidad. Entre otros, la se-
gunda guerra mundial que afectó
grandemente a la Unión Soviética
(la hizo más fuerte), heredera de
la Rusia Zarista; el descubrimien-
to de la energía nuclear; el apare-
cimiento de nuevas potencias como
la República Popular China; junto
a otros acontecimientos políticos,
económicos y sociales. "El comunis-
mo internacional, que en sus prin-
cipios, en 1918, consideraba como
meta la revolución mundial y a la
Unión Soviética como un elemento
más en el movimiento internacio-
nal, se fue transformando por com-
pleto para convertirse simplemente
en uno de los instrumentos de la di-
plomacia soviética, en tanto que la
Rusia Soviética llegó a ser conside-
rada como la encarnación del movi-
miento. En los años posteriores a
1945 esta relación se invirtió, en un
grado no muy claro todavía, al cam-
biar el equilibrio, la estructura y la
orientación del comunismo mun-
dial". (33).
Lenin, el fundador del partido, y
Stalin su exitoso continuador, fue-
ron los que concibieron al comunis-
mo como un movimiento internacio-
nal. Lenin trató de ganar la inicia-
tiva a las social-democracias euro-
peas antes que esas naciones se re-
cuperaran, después de la primera
guerra mundial, y capitalizaran el
movimiento para sí, en desmedro del
bolcheviquismo. Esto lo preocupaba
porque el comunismo había triunfa-
do en una nación que era la más
atrasada de Europa, y además te-
mían el asalto reaccionario del ca-
pitalismo mundial sobre su país. De
ahí la concepción de Lenin de or-
ganizar la acción del movimiento
internacional de acuerdo a la idea
de:
—un partido de elite.
—jerárquicamente organizado,
—integrado en una organización in-
ternacional,
—bajo la más estricta disciplina, y
—consagrado a la revolución mun-
dial. (34).
Lénin fue quien dio las grandes
ideas, pero fue a Stalin a quien le
correspondió llevarlas a la prácti-
ca. Los partidos comunistas perma-
necieron en general dentro de un
"carácter autónomo y fraternal"
hasta 1930. Cada uno se preocupaba
de organizar su propia revolución
nacional, pero una serie de fraca-
sos (en Hungría, Alemania y Chi-
na) y su creciente debilidad, forzó
su gradual sometimiento a la auto-
ridad soviética. A esto se sumaron
la eliminación de Trotsky y las pur-
gas que siguieron.

A lo anterior se agregó la exi-
gencia de Stalin, al movimiento in-
ternacional, de la misma forma que
lo hacía en su país. De ese modo
los partidos comunistas, fuera de
su propio quehacer revolucionario,
pasaron a constituir la base de la
política exterior soviética, además
del principal elemento de sostén del
gobierno dentro del país.
Se adoptaron tácticas que se ade-
cuaban a las circunstancias de ca-
da país. "La agilidad, la flexibili-
dad, el oportunismo y el cinismo se
convirtieron en los sellos distintivos
del comportamiento político comu-
nista. Resulta un milagro político
que el movimiento comunista sobre-
viviera fuera de Rusia". (35).
2. a. Los antecedentes interna-
cionales del movimiento comunista
se manifiestan en varias etapas or-
ganizativas sucesivas a saber: en la
Primera Internacional (entre 1864-
1876) llamada también Asociación
Internacional de Trabajadores; la
Segunda Internacional o Interna-
cional Socialista (1889-1914) y la
Tercera Internacional o Comintern
(1919-1943).
Lenin rompió con la Segunda In-
ternacional durante la primera gue-
rra mundial y mientras en Europa
los partidos socialdemócratas fue-
ron absorbidos por la corriente de
la sociedad industrial de occidente,
el comunismo (bolchevique) inter-
nacional se transformó en una exi-
tosa red de partidos y grupos de iz-
quierda a lo largo y ancho del mun-
do. "Para ello, sin embargo, el mo-
vimiento ha tenido que pagar su
propio precio dialéctico; la misma
proliferación de Estados Comunis-
tas y de importantes partidos en
Europa y Asia ha introducido ten-
dencias disgregadoras en el movi-
miento, cuyas consecuencias no se
pueden prever con exactitud". (36).
b) La Tercera Internacional o Co-
mintern (1919-1943) era una red
global de partidos comunistas uni-
dos por una ideología común. El
35
principio de organización era el
"Internacionalismo Proletario" que
le proporcionaba la coordinación po-
lítica y la unidad de acción. En su
concepción se inspiraba en el par-
tido bolchevique, al contrario de la
segunda internacional que era una
federación laxa de partidos. Esta,
la tercera, era un partido comunis-
ta internacional de las que cada
partido nacional era sólo una sec-
ción.
Lo que mandaba era el principio
del "Centralismo Democrático". De-
mocrático porque primero había li-
bertad de discusión y crítica y Cen-
tralismo porque una vez que se
adoptaba una resolución debía cum-
plirse con una unidad de objetivos
y acción absolutos. Todo esto fue po-
sible porque en Rusia se había pro-
ducido el éxito de la revolución.
Trotsky criticaba esto diciendo que:
—La organización del Comintern
reemplazó al propio Comintern.
—El partido comunista soviético a
la organización, y
—El dictador al partido comunista
soviético. (37).
La más compleja organización
abierta y encubierta fue organizada
para manejar e influir en la orga-
nización en todo el mundo. Entre
1924 y 1935 se celebraron congre-
sos mundiales comunistas (al pri-
mero de ellos asistió el jefe comu-
nista chileno Recabarren).
Como muchas organizaciones
funcionaban en Alemania, al em-
pezar allí el auge del nazismo se
produjeron problemas que debilita-
ron la organización. También cons-
piró contra ella la propia policía so-
viética de seguridad y finalmente,
la invasión alemana y la guerra con-
siguiente ruso-alemana (1941). lo
que movió a Stalin en 1943 a supri-
mir la tercera internacional en ho-
nor a sus aliados occidentales, pero
"sin sacrificar nada de valor. En
cuanto a los propios partidos co-
munistas, se consideró que adies-
36
trados en la lealtad durante años,
Moscú podía seguir contando con
ellos sin necesidad de mecanismos
organizativos normales". (38).
Después de la segunda guerra
mundial, derrotada Alemania na-
zista, y sentada la Unión Soviética
en la mesa de los vencedores, el
marxismo encontró óptimas condi-
ciones para expandirse en el mun-
do. En vez de los países industria-
les de occidente el comunismo bus-
có hacerse fuerte:
—En los países de Asia y Africa
aprovechando el debilitamiento y
desaparición de los lazos colonia-
les con sus antiguas metrópolis:
Indonesia (donde se constituyó el
más fuerte), Birmania, India, Ja-
pón, Filipinas e Irak.
—En latinoamérica, en Guatemala
y Chile, principalmente.
—En Europa Oriental "las revolu-
ciones comunistas se llevaron a
cabo desde afuera y desde arriba.
El ejército rojo y los cuadros lea-
les a Stalin impusieron la revolu-
ción en aquellas zonas que los
aliados habían designado, de for-
ma oficiosa, como parte de la es-
fera de influencia soviética".
("Revolución mediante la con-
quista militar"). (39). Como ex-
cepciones a ese procedimiento se
cita Albania y Yugoslavia donde
los comunistas escalaron el po-
der por su propia cuenta y Che-
coslovaquia en la que se conju-
garon errores políticos por par-
te de los demócratas, una políti-
ca agresiva del partido comunis-
ta dominante y favorables situa-
ciones internacionales. El hecho
es que "en 1948 Polonia, Hun-
gría, Rumania, Bulgaria, Che-
coslovaquia, Albania, Yugoslavia
y Alemania Oriental estaban ba-
jo el control comunista". (40).
—La toma del poder por los comu-
nistas en China, Corea del Norte
y Vietnam del Norte, le dieron a
este partido una posición de es-
pecial fuerza en el oriente.
—El haberse aliado con las demo-
cracias occidentales les dio espe-
cial respetabilidad a los comunis-
tas en Europa occidental y surgie-
ron fuertes partidos en Italia, es-
pecialmente, y en Francia.
—En todas partes los partidos bus-
caban ganar terreno y consolidar
posiciones bajo la firme guía so-
viética de Stalin.
D. Estrategia de post guerra del
movimiento comunista
internacional
(1) Se pueden distinguir una se-
rie de etapas cuya descripción de-
tallada escapa a los límites de este
trabajo, pero que en esencia, en la
política aplicada podríamos decir
que:
—es pugnaz y busca avanzar allí
donde se crean o hay que apro-
vechar condiciones favorables.
—mantenerse presente allí donde
las condiciones no son las más
adecuadas, estar listo para avan-
zar cuando llegue el momento.
—aprovechar todos los medios posi-
bles: los económicos, comerciales,
culturales, militares y diplomáti-
cos. En este último aspecto apo-
yar incluso a quienes aparecen
muy lejos de las ideas de izquier-
da. (Caso del apoyo a las ideas
"derechistas" de Nehru en la In-
dia).
—sumergirse, pasando a la clandes-
tinidad o integrando otros parti-
dos políticos allí donde se les per-
sigue.
(2) Entre tanto podríamos enu-
merar a grandes rasgos las siguien-
tes etapas:
—El Período de la "Ofensiva"
en el cual se trataba de aprovechar
las condiciones favorables en que se
encontraban, como victoriosos en la
guerra, y con gran poder militar.
El mundo estaba dividido en dos
campos liderados por EE. UU. de
N. A. y la URSS.

Se trataba de impedir la recupe-
ración de la Europa Occidental des-
pués de la guerra y socavar los nue-
vos regímenes nacionales en Asia,
propósitos ambos en que fracasa-
ron. De este período es el COMIN-
FORM u Oficina de Información
de Partidos Comunistas y Obreros,
fundada en 1947 y constituida por
los partidos comunistas de la URSS,
Yugoslavia, Bulgaria, Hungría, Ru-
mania, Polonia y Checoslovaquia, y
de los partidos comunistas de Fran-
cia e Italia. Se trataba de conso-
lidar los nuevos estados socialistas
y desbaratar a los de Europa occi-
dental. La expulsión de Yugoslavia
y la imposibilidad de obtener sus
propósitos en occidente, marcaron
su disolución el 17 de abril de 1976.
(41).
—La Coexistencia Pacífica
de Stalin.
Se superpone en parte con el pe-
ríodo anterior. Empieza en 1951-2
con el desafío exitoso de Yugoslavia
(Tito) a la URSS (Stalin).
Se trata en general de una derro-
ta comunista en los diferentes esce-
narios de Europa (políticamente) y
de Asia (militarmente) que no le
permitió continuar su avance sin
frenos, pero sí mantener sus posi-
ciones. Pero por otra parte, se co-
sechan éxitos en Vietnam.
—La Coexistencia Competitiva
de Jruschef.
El nuevo jefe soviético buscó
conducir el movimiento comunista
internacional por otros caminos que
le imprimieron mayor flexibilidad.
Sus conclusiones fueron presenta-
das al XX Congreso de PCUS en
febrero de 1956. Entre otras ideas
contiene el "Nuevo Manifiesto Co-
munista". Se declaraba que la gue-
rra entre los estados capitalistas y
comunistas era evitable. Se autori-
zaba la ortodoxia no violenta como
37
vías al socialismo. Se admitían tam-
bién diferentes vías al socialismo,
como concesión a los yugoslavos.
Se atacó con gran dureza la era
de Stalin por el uso descontrolado
del poder y el culto al personalis-
mo, pero aquel ataque, entre otras
cosas, estaba llamado a tener un
grave efecto internacional. La Re-
pública Popular China tomándola
como pretexto decidió separar su
propio camino dentro del socialis-
mo. No habían aceptado las con-
clusiones del XX Congreso y reque-
rían más libertad, aún sin renun-
ciar al "principio del internaciona-
lismo proletario" (lealtad ala Unión
Soviética). En síntesis, considera-
ban desastrosa la gestión de Jrus-
chef, por sus ataques a Stalin, su
transición pacífica al socialismo y
su tolerancia al revisionismo del so-
cialismo yugoslavo (Mariscal Tito).
Este ha sido un hecho de vital
importancia para el comunismo in-
ternacional.
—La "detente" o distensión.
Iniciada por Jruschef continúa
adelante en especial al final de la
década del sesenta hasta la firma
del Tratado de Helsinky (1975)
en que las superpotencias se com-
prometen a ciertos controles de ar-
mas; a no modificar las fronteras
que se habían establecido en Euro-
pa después de la segunda, guerra
mundial a cambio de una serie de
condiciones de respeto a los dere-
chos humanos, que obligaban espe-
cialmente a la Unión Soviética.
Las condiciones en general no
fueron cumplidas por parte de la
URSS, en especial en lo referido a
los derechos humanos, y el movi-
miento comunista internacional ha
seguido expandiéndose. Después de
la retirada norteamericana de Viet-
nam, la caída de Vietnam del Sur,
Laos y Cambodia en poder de los
comunistas, el comunismo ha forta-
lecido extraordinariamente sus po-
siciones en el Lejano Oriente.
38
—Infiltración en Latinoamérica
Después de la caída de Batista en
Cuba en 1959, se inició un régimen
que perdura hasta hoy. Fue inicia-
do como un gobierno que se decía
democrático, para suceder la ya
mencionada administración de Ba-
tista. Pero a poco andar se fue de-
mostrando como una dictadura
marxista extremadamente dura, que
implantó la más severa ''dictadura
del proletariado" y atentó en forma
extrema contra las libertades de los
ciudadanos. Pero quizás más impor-
tantes aún, fueron sus consecuen-
cias internacionales. Cuba se trans-
formó en una gran base soviética
para expandir la revolución mar-
xista, no sólo en Latinoamérica si-
no en Africa y aun en el Medio
Oriente. Esta incluyó, por supues-
to, los métodos revolucionarios con
el consiguiente adiestramiento de
guerrilleros y terroristas. Los inten-
tos de instalación de misiles sovié-
ticos en la isla provocaron en 1962
la llamada "crisis de los misiles", al
tener que detener la Unión Sovié-
tica el proceso de instalación de los
mismos, ante la firme y categórica
actitud de los Estados Unidos de
Norte América (Presidente J. F.
Kennedy).
Cuba posee las fuerzas armadas
más poderosas del hemisferio des-
pués de los Estados Unidos de Nor-
te América, y sus hombres han ac-
tuado en Africa, especialmente en
Etiopía, Somalia y Angola. Desde
Cuba partieron también, el intento
fallido del "Che Guevara" en Boli-
via y otras acciones de fomento a la
guerrilla en Centro y Sud Améri-
ca.
Después de la caída de Somoza,
con el fuerte apoyo cubano, se es-
tableció un gobierno revolucionario
que derivó también hacia el mar-
xismo. Es el gobierno "Sandinis-
ta", del cual la cabeza visible es Or-
tega. Durante esta década ha lo-
grado también no sólo implantar la
Dictadura del Proletariado en Ni-
caragua, sino también exportar la
revolución hacia los países vecinos.
Todos los países centroamerica-
nos, a excepción de Costa Rica, tie-
nen serios problemas de subversión
marxista incluyendo por supuesto a
El Salvador, en el cual se ha pro-
ducido una guerra civil que a la fe-
cha ha costado alrededor de setenta
mil muertos. Todo se lleva adelan-
te sosteniendo un gobierno, que al
menos mantiene la fisonomía de una
democracia formal.
Costa Rica aparece hasta ahora,
como una isla de paz en ese am-
biente de agitación, ya que por los
últimos acontecimiento producidos
entre Estados Unidos y el gobierno
de Panamá (con su "hombre fuer-
te" Noriega), esta última nación
amenaza también con caer en el
caos y alejarse de Estados Unidos.
Dado los intereses de Estados Uni-
dos en la zona del Canal, el proble-
ma no es sencillo si Panamá cae en
la órbita de Cuba.
En Sudamérica, el marxismo se
encuentra sólidamente asentado en
grados variables en los diferentes
países. Sin embargo, él no aparece
normalmente en actuaciones direc-
tas subversivas de carácter violen-
to, sino que lo hace a través de gru-
pos ultra-violentistas de izquierda,
que realizan una amplia labor de
terrorismo y sabotaje.
Este fenómeno se manifiesta en
especial en los países del área andi-
na.
En Centroamérica y en especial,
Perú, Bolivia y Colombia las rela-
ciones del extremismo marxista con
el narcotráfico son evidentes.
El movimiento comunista en Chi-
le, adquiere una especial connota-
ción para el marxismo que ha bus-
cado infiltrar en el país una can-
tidad creciente de agentes violentis-
tas, incluso utilizando las vías te-
rrestres. Esa acción se refuerza con
los intentos —algunos de ellos des-
cubiertos— de internar al país una
cantidad importante de armas, en-
tre los cuales el descubrimiento de
 39

los arsenales de Carrizal Bajo al- tido en el comunista se efectuó en

canzó niveles extraordinarios (ar- el IV Congreso del Partido Obrero
mas para equipar con material ul- Socialista, realizado en Rancagua
tramoderno 5. 000 o más hombres). el 1º de enero de 1922, por 106 vo-
A ello se suma el apoyo moral, po- tos contra 12. Pasó a ser "la sec-
lítico y económico de países, orga- ción chilena de la Internacional Co-
nismos de fachada, e instituciones munista, con sede en Moscú". "Re-
religiosas y culturales. suelve: Constituirse en Sección
Chilena de la Internacional Comu-
E. El Partido Comunista nista, aceptando sus tesis, luchan-
en Chile do por el triunfo de su causa que
es la causa de la clase proletaria".
A continuación haremos una bre- El profesor Benavente Urbina,
ve enumeración de la trayectoria Andrés, en su libro el "Partido Co-
del Partido Comunista en Chile. munista Chileno: sus estrategias
Pero si previamente quisiéramos políticas (1922 - 1973)", escribe:
decir sus principales característi- "cuando se afirma que el Partido
cas, diríamos que se caracteriza Comunista es una sección depen-
por: diente del Partido Comunista so-
viético, y por lo tanto se trata de
—Su absoluta y permanente obe- un grupo político supra-nacional, no
diencia a las directivas interna- se está formulando una acusación
cionales que provienen de Moscú. falsa. Son ellos mismos; los que en
su declaración constitutiva señalan
—Su consecuente vocación totalita- su dependencia de directivas forá-
ria, moviéndose indistintamente neas". (43).
por las vías violentas y legales.
2. Etapa aislacionista. (1927 -
—Su disciplina monolítica. 1935).
El partido se muestra actuando
En Chile el partido ha pasado por en esta fase tanto en las vías lega-
las siguientes etapas: les y clandestinas, buscando apro-
vechar cualquier oportunidad favo-
1. Nacimiento del Partido. (Eta- rable para provocar una situación
pa Recabarrenista 1922- que le permita avanzar a una even-
1937). tual toma del poder. Y logra efec-
tivamente provocar serios proble-
El Partido Comunista chileno mas como "la rebelión de la mari-
nace del partido demócrata que ini- nería el año 1931" en que se logró
ció su vida en el país en la última quebrar la disciplina de una gran
parte del siglo pasado. Su primer institución, como la Armada. Des-
jefe y creador fue Luis Emilio Re- pués de iniciar la insurrección sólo
cabarren, obrero, demócrata, que en como un problema de sueldos, se
1912 abandona esa tienda política, descubre que en el fondo hay fines
para constituir el "Partido Obrero políticos revolucionarios, con la
Socialista". El alejamiento del par- participación del Partido Comunis-
tido matriz lo decidió por conside- ta, la Federación Obrera de Chile
rarlo ''oportunista". El año 1921, se (FOCH) y otros representantes del
adhirió a la Tercera Internacional proletariado.
y en 1922 tomó el nombre de Par- Como en otras oportunidades, el
tido Comunista de Chile. (42). La partido
transformación del mencionado par- mento de aprovecha cualquier mo-
debilidad institucional pa-
40
ra lanzarse a fondo, a sabiendas que
en circunstancias normales irá sin
duda al fracaso. Esa oportunidad
se le presenta con la vicepresiden-
cia de Trucco, en 1931. (44).
3. Etapa del Frente Popular.
(1935-1941).
Cumpliendo exigencias de Mos-
cú, los partidos comunistas buscan
tener acceso a los gobiernos, y pa-
ra evitar el rechazo debían buscar
alianzas con partidos burgueses de
la clase inedia. Así se constituyen,
frentes populares en Francia y Es-
paña, entre otras naciones, y no po-
día faltar Chile.
En 1939, aliado con el Partido
Radical, el más fuerte, y el PS en-
tre otros, constituyen la menciona-
da coalición que hace triunfar a don
Pedro Aguirre (frente a Gustavo
Ross) en las elecciones de 1938. De
allí en adelante el Partido Comu-
nista chileno inicia un crecimiento
electoral. Pero lo más importante:
¡ESTARA EN EL GOBIERNO!
4. Etapa de la Unión Nacional.
(1941-1947).
Uno de los pasos en falso más
grandes de Stalin lo llevó a unirse
con Hitler en agosto de 1939 para
repartirse Polonia, tan pronto Ale-
mania la derrotara militarmente, en
el mes de septiembre de 1939 (el 1º
de septiembre inicia Alemania el
ataque a Polonia, comenzando la se-
gunda guerra mundial). Y así lo
hacen, transformándose momentá-
neamente en aliados.
Pero a mediados de 1941, cuando
Alemania atacó a la URSS, el Par-
tido Comunista ordenó a todos los
partidos comunistas del mundo,
constituir alianzas con los partidos
burgueses, cesando momentánea-
mente la lucha de clases. Se trata-
ba de no despertar sospechas en las
potencias aliadas y muy especial-
mente en Estados Unidos, de que
ellos pudieran ser sus enemigos.
Necesitaban en forma urgente y vi-
tal de la ayuda aliada para poder
hacer frente a Alemania!.
Se transforman de ese modo en
excelentes aliados de lo que ellos
llamaban países capitalistas.
5. Etapa de la ilegalidad.
(1947-1958).
En 1945 terminada la segunda
guerra mundial y derrotadas defi-
nitivamente 'las potencias del eje"
(Alemania, Japón e Italia), la
URSS, pasó a formar parte del
bando vencedor, lo que la colocó con
sus ejércitos victoriosos en el cora-
zón de Europa.
La situación cambió radicalmen-
te y los soviéticos comenzaron en
los años siguientes sus maniobras
de consolidación del poder en na-
ciones ocupadas y las acciones en-
caminadas a ocupar otras. Son años
de grandes triunfos y de gran arro-
gancia de los comunistas.
El Partido Comunista chileno, de
acuerdo con las instrucciones im-
partidas, recibe la orden de deses-
tabilizar y derrocar al gobierno de
Chile, sin preocuparse mayormen-
te de que forma parte de él. Así co-
mienza su doble juego: por un lado
forma parte aquél, manteniendo mi-
nisterios y variados cargos en la ad-
ministración pública y estatal, pe-
ro, por otro lado, comienza una de-
magógica campaña de agitación de
los sectores más necesitados agitán-
dolos con respecto a precios, sala-
rios, costo de la vida. etc. en su-
ma en pos de reivindicaciones so-
ciales. Para ello los llevó a empren-
der una serie de huelgas, cuyo pro-
pósito era paralizar al país y ha-
cer caer el gobierno a la larga.
Primero realizaron los recorda-
dos paros del carbón y el cobre; y
el salitre y ferrocarriles después;
para desembocar finalmente en un
"paro general", de graves conse-
cuencias.

Sin embargo, al final fracasaron
estrepitosamente al:
—Faltarles el apoyo popular.
—No considerar la enérgica y va-
liente reacción del presidente Ga-
briel González Videla, quien tomó
todas las medidas legales y admi-
nistrativas que la situación acon-
sejaba. Rápidamente se aprobó la
"Ley de Defensa de la Democra-
cia" que colocó al comunismo fue-
ra de la ley.
Esto le permitió detener y rele-
gar a los dirigentes comunistas,
obligando de ese modo al partido a
vivir en la clandestinidad. Los co-
munistas llaman a esa ley, la Ley
Maldita.
A lo anterior se agregó también
la acción firme y decidida de las
Fuerzas Armadas y de Orden, que
les dieron el respaldo de la fuerza
a las disposiciones legales.
Los comunistas pasan fuera de la
ley el resto de la administración de
don Gabriel González Videla y ca-
si toda la administración de don
Carlos Ibáñez del Campo. (La se-
gunda).
6. La etapa de la vía pacífica.
Al acercarse el término de la se-
gunda administración, el presiden-
te Ibáñez logró hacer aprobar una
nueva "Ley de Seguridad Interior
del Estado", que reemplazó a la
"Ley de Defensa de la Democra-
cia". El Partido Comunista vuelve
a estar "en la superficie", en la le-
galidad.
A partir de entonces, se esfuerza
por tener un comportamiento de-
mocrático, igual que cualquier otro
partido político.
El cientista político don Andrés
Benavente Urbina, en la obra ya ci-
tada, dice lo siguiente sobre los as-
pactos que se indican, que cita don
Gustavo Cuevas Farren. Creo que
41
es mejor expresarlo en forma tex-
tual: ""Los ingenuos que nunca fal-
tan se sorprendieron al ver que el
Partido Comunista, al resurgir a la
vida legal en 1958, lo hacía con 5
diputados, en circunstancias que no
debían tener representantes en el
parlamento. En 1961, actuando pú-
blicamente, logra 4 senadores y 16
diputados, transformándose en el
partido más poderoso de la izquier-
da chilena"".
"También es ilustrativa la defi-
nición que de la "vía pacífica" ofre-
ce Luis Corvalán, Secretario Gene-
ral de esta organización, en 1961:
""Cuando hablamos de la revolu-
ción por la vía pacífica sólo esta-
mos señalando la posibilidad de
cambios revolucionarios sin recurrir
a la insurrección armada o a la gue-
rra civil, pero no descartando otras
formas de violencia en menor esca-
la, como la huelga general, la toma
de terrenos, etc. ""
""Las elecciones son sólo parte
del proceso. Se incurrirá en una
desviación reformista de tipo elec-
toralista, si ellos se plantearan esto
como algo despegado de la lucha
reivindicativa de las masas. Para el
partido, las elecciones son pues,
un medio, NO EL UNICO, de
conquistar el poder, pero el logro de
sus aspiraciones doctrinarias lo
VEN EN UNA ALIANZA DE
PARTIDOS POPULARES donde
ellos jueguen un papal hegemónico:
La dirección revolucionaria del mo-
vimiento popular tiene su centro de
actividad en el partido comunista,
que es el principal del FRAP"".
(Frente de Acción Revolucionaria
Popular).
"Corvalán es todavía más explí-
cito en el siguiente párrafo, que
contiene su respuesta al periodista
Eduardo Labarca, quien lo interro-
ga, durante el gobierno de la UP
acerca de la posibilidad de que es-
ta coalición pierda la elección presi-
dencial que debió realizarse en
1976, sostiene el dirigente comunis-
ta:
42

"Si nos atenemos a la letra de la actividades substantivas, mientras

Constitución no habría más que en- sus dirigentes como ciudadanos se
tregar el gobierno, pero también mueven en la superficie buscando
nuestra obligación es actuar tenien- minimizar —mediante buenos apo-
do en cuenta las realidades que se yos— la acción coercitiva que rea-
pueden crear. Y para mí la actitud liza el gobierno por las actividades
que habría que adoptar en ese mo- ilegales que paralelamente realizan.
mento, estará determinada por el Pero sus actividades principales han
curso que tome el proceso EN ES- sido buscar la acumulación de fuer-
TOS AÑOS. SE TRATA DE LLE- zas directamente en sus filas o con-
VAR ADELANTE EL PROCESO, certando alianzas con aquellos sec-
DE CONVERTIRLO EN IRRE- tores que están dispuestos a recupe-
VERSIBLE"". Hasta aquí la cita rar la democracia en Chile.
textual. (45). Una acción de suma importancia
es la que se desarrolla en el exterior,
Nota: Las doble comillas "" son ci- en países en que pueden moverse
tas que el Sr. Farren hace abiertamente. Ante todo muchos de
del Dr. Benavente; las letras sus dirigentes se preparan en di-
mayúsculas y las partes re- versos cursos de adoctrinamiento
saltadas son nuestras. político y militar; pero sin duda la
actividad principal es la de propor-
III. ETAPA DE POST cionar algunos antecedentes e infor-
PRONUNCIAMIENTO MILITAR maciones para lanzar una campa-
ña política de desprestigio contra
A. Período 1973 -1988. el Gobierno. Además buscan obte-
ner el apoyo moral y material (di-
1. Es la última etapa en la his- nero) del máximo de gobiernos y
toria del PCCH. Obviamente en es- organizaciones internacionales pú-
ta fase el partido está fuera de la blicas y privadas, especialmente de
ley, a raíz de los hechos acaecidos algunos gremios tales como el de los
en el período de la Unidad Popular portuarios, en un intento destinado
(UP) y del pronunciamiento mili- a paralizar la vida económica del
tar. Interesa ver aquí cuál es la es- país.
trategia que ha seguido en este pe- En esta época empiezan a popu-
ríodo, especialmente frente a los larizarse con éxito, los ataques a
avances del gobierno militar en el Chile por los derechos humanos y la
sentido de consolidar "una institu- denominación de gobierno fascista
cionalidad fuerte y renovada" de al que rige los destinos del país. No
acuerdo a los principios que susten- se puede negar que con el apoyo
ta el gobierno en el sentido de com- millonario especialmente de la
patibilizar la libertad individual y URSS, y sus satélites, la acción tuvo
social con el orden y la autoridad. éxito en mover sobre Chile en for-
ma coordinada, la actuación de una
2. En el período es posible dis- gran cantidad de naciones democrá-
tinguir hasta hoy tres fases: ticas.
En esta fase, a diferencia de
a) Desde 1973 hasta julio de otros partidos de izquierda, el Par-
1977. Cumpliendo lo que han expre- tido Comunista no se preocupa, al
sado sus dirigentes, el partido ha menos en apariencia de formular-
cumplido un período de reorganiza- se una autocrítica por la responsa-
ción de sus cuadros para operar la bilidad que le cupo en el colapso del
masa de él, sumergido o en la clan- régimen de la Unidad Popular.
destinidad, en lo que se refiere a sus (46).

b. Desde el Pleno de Praga
(1977 hasta 1980).
En la citada reunión internacio-
nal del marxismo se decide cambiar
la conducta en Chile, pasando de
una actitud pasiva y más de reorga-
nización y preparación a otra mu-
cho más activa introduciendo la
violencia.
La base para tomar esta resolu-
ción fue el conocimiento de que el
gobierno militar de Chile había lo-
grado consolidarse y que contaba
con el apoyo de una parte impor-
tante de la población. De seguir las
cosas en esa forma nada haría cam-
biar la situación en Chile a favor
de los comunistas. Había que ju-
garse la carta de la violencia.
Pero como de costumbre el Par-
tido Comunista chileno no deseaba
actuar solo, porque veía que no po-
día así hacer nada importante. Y
para ese propósito se decide buscar
la cooperación del Partido Demó-
crata Cristiano (DC) que hasta an-
tes del pronunciamiento era la más
importante de las fuerzas políticas
democráticas. Esto lo hacen a pe-
sar de que hasta ese momento lo
habían atacado duramente por con-
siderarlo responsable del desastre
de 1973. Esto último quizás por su
actitud no definida del todo frente
al Partido Comunista.
Hay dos hechos que además los
deciden a actuar con toda decisión
en la lucha de masas para derrocar
al Gobierno. Una es el decisivo y
categórico triunfo que éste obtiene
en el plebiscito (que significaba la
proscripción constitucional del Par-
tido Comunista) de 1980, donde al-
canzó una mayoría del 67%, y el
otro fue la elección del Presidente
Ronald Reagan en Estados Unidos,
que auguraba que al menos mien-
tras éste estuviera en la presiden-
cia, no se realizarían acciones de
envergadura y arbitrarias sobre el
Gobierno de Chile.
43
"Nuestro partido prevé un cur-
so de rebelión popular y una última
probable insurrección general; edu-
ca al propio partido y a las masas
en el sentido de no ilusionarse con
cambios pacíficos; en la necesidad
del enfrentamiento en toda la línea;
así como señala la necesidad de pre-
pararse en ese sentido. Para ello
toma todo lo precedentemente avan-
zado por la lucha del proletariado y
del conjunto de las fuerzas demo-
cráticas". (47).
En el mencionado Pleno de Pra-
ga (1977), POR PROPIA CON-
FESION DE LUIS CORVALAN
LEPE, queda en evidencia algo que
muchas veces algunos olvidan con
toda facilidad: que el Partido Co-
munista, desde su nacimiento, em-
plea todos los medios a su alcance
para lograr el poder. Es decir,
aun cuando esté participando en
la vida democrática, PARALELA-
MENTE ESTA ACTUANDO CON
PARTE DE SUS ELEMENTOS
EN LA VIA INSURRECCIONAL
(subterráneamente).
Así lo demuestran sus frías con-
fesiones acerca de que no creían que
la vía pacífica que había elegido en
1956 en vísperas a actuar dentro de
la ley, sería suficiente y que debían
prepararse para actuar con violen-
cia. Que desde 1963 habían comen-
zado a instruir sus cuadros milita-
res de combatientes, para llegar a
tener, medianamente apertrechados
dos mil hombres con instrucción
militar (defensa personal, manejo
de armas de puño).
Así mismo, hizo saber, que en el
año 1973, después de las elecciones
(fraudulentas) de marzo habían lle-
gado a la conclusión que se aveci-
naba una acción de la oposición al
gobierno para derribarlo, y que por
eso se prepararon para el enfrenta-
miento violento alistando los hom-
bres del frente militar y reuniendo
el armamento necesario. (Brigada
de Ramona Parra). O sea, que
mientras voceaban la consigna "¡No
44
a la Guerra Civil!" se estaban pre-
parando para el inevitable enfren-
tamiento. Se trataba entonces de
ganar tiempo y esperar el momen-
to oportuno. (48).
c. Desde 1980 adelante.
Es la fase que se encuentra en
pleno desarrollo y que se caracteri-
za porque el Partido Comunista
chileno ha lanzado todos sus ele-
mentos a la lucha para derrocar
por la fuerza el régimen, utilizando
además de los medios que conducen
a la violencia tales como la desobe-
diencia civil, las protestas pacíficas,
la movilización social y otros térmi-
nos ambiguos que explicaremos más
adelante, cuyo objeto es provocar
reacciones y producir problemas.
Esto combinado con terrorismo ge-
neralizado y selectivo, sabotajes,
asaltos a mano armada, asesinatos
de policías y soldados, etc.
Pero junto a estos expedientes,
y de acuerdo a su estrategia, em-
plear todos los medios, y utilizar to-
dos los recursos, recurriendo a or-
ganismos internacionales e internos,
políticos, religiosos, laborales, etc.
Es decir, moverse en los planos pa-
cíficos y legales y los violentos e
ilegales.
Las citas que siguen, que se re-
fieren a declaraciones del partido y
sus personeros, de los años 1985 a
1988 se expresan por sí solas.
B. Declaraciones oficiales impor-
tantes del Partido Comunista
de Chile (PCCH) y de sus di-
rigentes. (En especial de los
años 1985-88).
Consideramos importante repro-
ducir textualmente algunos frag-
mentos de declaraciones oficiales del
PCCH, junto a entrevistas y opi-
niones de algunos de sus principales
personeros. Es digno de hacer no-
tar la coincidencia en el fondo de
todas las afirmaciones, lo que reve-
la la sólida unidad de doctrina que
caracteriza a sus integrantes.
1. Materias que revelan la mo-
tivación que inspira al PCCH.
a. "Los planes de Pinochet para
prolongar indefinidamente la dic-
tadura están en pleno desarrollo".
(49).
b. Es necesario hacer los máxi-
mos esfuerzos para terminar con la
dictadura y avanzar a la democra-
cia antes de 1989. Esperar al 89
equivale a dejarle el camino libre
a Pinochet para mantener el régi-
men indefinidamente".
"En nuestras propuestas para
una sólida política dadas a conocer
en el mes de febrero, demostramos
que hay bases más que suficientes
para que la oposición construya un
camino común para conquistar la
democracia"... "La oposición es la
mayoría del país. Además tiene la
razón. Debe tener también la fuer-
za suficiente. La fuerza sólo la pue-
de dar la acción concertada, la lu-
cha y la unidad de todos sus inte-
grantes". (50).
c. "Las manifestaciones popula-
res de repudio al régimen de Pino-
chet que tuvieron lugar durante la
visita que hizo a Chile el Papa Juan
Pablo II, mostraron ante todo el
mundo de que nuestro pueblo no ha
sido ni será jamás doblegado por la
dictadura". (51).
d. A fines de ese mismo año
(1985) llegamos a la conclusión que
existía la posibilidad de terminar
con la tiranía en el curso de 1986 'si
todos asumíamos una posición de
combate', como expresamente seña-
lamos en un manifiesto del comité
central. La masa de izquierda, el
bloque socialista y la alianza demo-
crática coincidieron con esta apre-
ciación".

"Celebramos este Pleno en víspe-
ra del 70º aniversario de la gran
Revolución Socialista de Octubre.
Proponemos que con tal motivo,
nuestra reunión envíe un mensaje
de felicitación y amistad al Partido
Comunista de la Unión Soviética
junto al cual marchamos hombro a
hombro desde el mismo día en que
Luis Emilio Recabarren fundara
nuestro partido". (52).
e. "Luchamos por una sociedad
sin violencia, es decir, una sociedad
sin clases, luchamos por terminar
con toda la violencia, pero hoy, en
primer término luchamos por ter-
minar con la violencia máxima que
implica la dictadura fascista, para
hacerlo en el más breve plazo",
(1986). (53).
2. El PCCH no reconoce la
institucionalidad vigente.
a. "El PCCH se manifiesta vehe-
mentemente por elecciones libres y
democráticas, AHORA. Se pronun-
cia por elecciones periódicas, direc-
tas, secretas, informadas y univer-
sales. Y por unir a estos propósitos,
tanto el derrocamiento del dictador
como la conquista de las condicio-
nes que hagan posible las eleccio-
nes verdaderamente democráticas
que la mayoría anhela".
"La vía electoral bajo el fascis-
mo" en las condiciones que está im-
poniendo Pinochet, es un camino que
conviene a la política y a los intere-
ses del imperialismo norteamerica-
no. Esta es una maniobra en busca
de una solución administrada de la
crisis, que asegura la protección de
sus intereses, arrastrando a una
parte de los opositores y tratando
de aislar a las fuerzas de izquier-
da. Esta solución podría culminar,
si es necesario en un pinochetismo
sin Pinochet. Las proposiciones de
Merino, Matthei y Stange de desig-
nar un candidato civil y sacar al
tirano de primera fila, van en ese
sentido y son reveladoras de los
conflictos que han surgido en el se-
45
no del régimen. Pero son disputas
acerca del mejor modo de salvarlo
y de ningún modo de la necesidad
de cambiarlo".
"No pueden exhibir tal conducta
democrática consecuente en que
alentaron golpes de estado durante
el gobierno de Frei, ni los que faci-
litaron el golpe del 73 e impidieron
así el plebiscito honesto que Salva-
dor Allende iba a proponer el día
mismo en que se desencadenó el al-
zamiento fascista. Tampoco pueden
pretender darnos lecciones... (los)...
que aparecen como campeones de la
conquista de la democracia 'voto a
voto', colocando con el único cami-
no el de las "urnas". (54).
b. No se puede esperar hasta
el 89.
"Es necesario hacer los máximos
esfuerzos para terminar con la dic-
tadura y avanzar a la democracia
antes de 1989. Esperar hasta el 89
(el plebiscito que ordena la Consti-
tución) equivale a dejarle el camino
libre a Pinochet para mantener el
régimen indefinidamente". (55).
c. "La inscripción no asegura en
sí misma la realización de eleccio-
nes libres". (56).
d. "El Partido Comunista se di-
rige a todos los partidos de la opo-
sición proponiendo que ninguno de
ellos tramite su inscripción según
la ley de los partidos políticos dic-
tada por Pinochet. Sin la oposición
de los partidos opositores, el plebis-
cito-fraude que quiere llevar ade-
lante el tirano carecería de todo va-
lor". (57).
e. ''El Partido Comunista ha si-
do siempre partidario de elecciones
libres, pero el plebiscito del 89 no
será una elección, ni será libre. En
el plebiscito de 1980 el tirano im-
puso por secretaría una constitu-
ción a la medida de sus ambiciones
de poder, de los apetitos de las
transnacionales, de la avidez de la
vieja y nueva oligarquía". (58).
46
f. "La Constitución fascista, la
Ley sobre Inscripción Electoral y la
Ley sobre Partidos Políticos están
calculadas para insertar a estos úl-
timos como piezas en el dispositivo
institucional de la dictadura y ase-
gurar su permanencia". (59).
g. "Nuestra decisión de no pro-
mover la inscripción electoral ha te-
nido en cuenta que la Constitución
de Pinochet niega los derechos po-
líticos a los comunistas y a todos los
marxistes y la Ley Electoral permi-
te eliminarlos de los Registros Elec-
torales". "Deseamos puntualizar
que la inscripción electoral carece de
valor estratégico, o sea no define
por sí misma el pleito tiranía-demo-
cracia". (60).
h. "Hoy se cree que no existe
otra alternativa que esperar hasta
1989 y ponerse en campaña para que
ese año se pueda elegir Presidente
de la República entre dos o más
candidatos o para lograr que sea
limpio, mayúscula ingenuidad polí-
tica! — el plebiscito que contempla
la Constitución fascista". (61).
3. Objeto perseguido. Tipo
de Democracia.
a) "Nosotros luchamos para que
la dictadura fascista sea SUSTI-
TUIDA POR UN REGIMEN DE-
MOCRATICO AVANZADO CON
VISTAS AL SOCIALISMO". (62).
b) "Sólo por la movilización de
millones de chilenos y la creación de
un Estado de efervescencia social,
de desobediencia civil, de rebeldía
nacional, pueden hacer posible EL
TRANSITO a la democracia y ge-
nerar las condiciones para eleccio-
nes verdaderamente libres".
"Es necesario hacer los máximos
esfuerzos para terminar con la dic-
tadura y avanzar a la democracia
antes de 1989".
"Nuestra determinación es llevar
adelante el derecho a la rebeldía de
las masas. Así contribuiremos deci-
sivamente a la victoria. El camino
de la libertad es el de la lucha di-
recta del pueblo, que rompa con la
institucionalidad fascista e imponga
sus derechos democráticos. Impul-
saremos este camino junto a nues-
tros aliados y a las masas, con una
actitud abierta a todos los demócra-
tas para alcanzar el triunfo sobre el
socialismo". (63).
c. "Si el desafío de terminar con
la dictadura, que es primero, lo ha-
cemos de manera de asegurar un
REGIMEN AVANZADO, será me-
jor para el pueblo chileno". (64).
d) "En el pleno anterior celebra-
do en enero de 1985, se trató la
perspectiva de DERROCAR LA
DICTADURA a través de una SU-
BLEVACION DE MASAS". (65).
"Repetidamente hemos plantea-
do: TERMINEMOS CON LA DIC-
TADURA, pongámonos de acuerdo
para eso y después que el pueblo de-
cida entre los distintos proyectos".
(66).
e. ''Ahora nuestro principio es
luchar por lo que llamamos "LA
DEMOCRACIA AVANZADA" que
posiblemente no pueda conseguirse
de inmediato, pero que en el fondo
es la democratización del país, en
todos los órdenes: económico, políti-
co. Una democracia pluralista con
sistema de partidos y también con
la necesidad de democratizar las
instituciones empezando por el
Ejército". (67).
4. Emplear todas las fuerzas y
todos los medios, no importa
de dónde provengan. (Aun-
que algunos fallan).
a. (Para terminar con la tira-
nía). "Ello es posible si todos asu-
mimos una posición de combate".
"Hay que poner todas las fuer-
zas en tensión, levantar la nación
entera en la lucha contra la tira-
nía".
"Nuestro partido está dispuesto
a sentarse a la mesa con todos los
demás partidos opositores en cual-
quier momento y hasta que salga

humo blanco, hasta que salga una
propuesta". (68).
b. " . . . nosotros planteamos la
defensa de los PRINCIPIOS DE-
MOCRATICOS DE LA REVOLU-
CION FRANCESA, de la concep-
ción democrático burguesa, y los DC
ni siquiera son capaces de defender
eso, el derecho a la amplia libertad
ideológica, ya que al aceptar el ar-
tículo 8, directa o indirectamente
aceptan la restricción de la sobera-
nía popular". (69).
c. ''Es pues una realidad que el
centro político ha modificado su
actitud desde mediados del año pa-
sado. La democracia cristiana y
otros sectores iniciaron una corri-
da hacia la derecha, marcando las
tintas para enfatizar sus diferen-
cias con la oposición de izquierda
y negándose a aceptar la concerta-
ción con las fuerzas antidictatoria-
les. Ello se ha traducido también en
el abandono de planteamientos que
sustentaron antes, tales como ha-
cer el país ingobernable para la ti-
ranía y promover la desobediencia
civil". (70).
d. "Porque la DC, en esencia, no
es un partido pluriclasista en tér-
minos ideológicos; es pluriclasista
en su composición, pero es burgués
desde el punto de vista del proyec-
to que define". (71).
e. "Debemos construir un cami-
no común a toda la oposición. Y ese
camino no puede ser otro que mo-
vilizando al pueblo chileno a sus de-
mandas inmediatas y a elecciones
libres y democráticas. ¿Quién se
puede oponer a eso?
(Si cortan los otros partidos, es-
pecialmente la DC las conversacio-
nes con el Partido Comunista chi-
leno) " . . . si Patricio Aylwin adop-
ta una actitud así está creando ba-
rreras artificiales a un gran en-
tendimiento opositor"... "La úni-
ca condición para un entendimien-
to es que se haga sobre la base de
aquello que es común a todos y que
nadie renuncie a lo que es propio
o de cada cual". (72).
47
5. Uso de la Violencia. (Las re-
ferencias a esta materia son
las que más abundan además
de ser comunes a todos).
a. "Lo más probable es que las
cosas no se den precisamente así
(paso pacífico a un régimen de-
mocrático). Pinochet es un dicta-
dor fascista de tomo y lomo, en-
greído hasta la pared del frente,
con ansias ilimitadas de seguir en
el poder. De este modo no saldrá
por su propia voluntad. HABRA
QUE ECHARLO A LA FUERZA".
"La violencia es consustancial al
régimen fascista. De manera que,
si queremos terminar con ello, hay
que proceder ante todo, a terminar
con éste". (73).
b. "El camino realista para al-
canzar la victoria es la acción de
masas diaria, amplia, unitaria, re-
suelta a través de todas las formas
de lucha que ayuden a derrotar la
tiranía. Enfrentados al peligro de
perpetuación del régimen, y ante el
hecho de que algunos partidos de
oposición tienden a insertarse en el
sistema, hacemos una explícita re-
afirmación de nuestra política de
rebelión popular de masas, que con-
duce a la ruptura con las leyes y el
orden fascista y ofrece un camino
efectivo para terminar con la tira-
nía".
"Es decisivo derrotar las tenden-
cias a la conciliación y el inmovilis-
mo y retomar el proceso de con-
frontación resuelta, de desobedien-
cia civil, de ingobernabilidad para
los fascistas. Se trata de impulsar
multitudes al combate, desarrollar
iniciativa popular, enaltecer la au-
dacia, el arrojo, la valentía en la lu-
cha por la libertad"... "el pueblo
encontrará el camino para impedir
la prolongación de la tiranía". (74).
c. "Partamos por la movilización
social. En la movilización hay res-
ponsabilidades compartidas, pero
influye no sólo el desacuerdo de las
48
fuerzas democráticas sino el desa-
cuerdo en las fuerzas del movimien-
to popular. Los clásicos siempre han
planteado que el estado de ánimo y
la decisión de las vanguardias es
decisivo en el curso de la situación.
Este retroceso que se vive en los
sectores más consecuentes del mo-
vimiento democrático dificulta la
recuperación de la movilización. El
movimiento popular no tuvo fuerza
suficiente para seguir adelante más
allá de las vacilaciones en los alia-
dos".
"Exacto, el problema es otro. La
relación del F. P. M. R. (Frente Pa-
triótico Manuel Rodríguez) con el
partido, con el movimiento de ma-
sas y con toda la estructura nor-
mal tiene que ser accionada de ma-
nera especial. Porque la fuerza mi-
litar, formada en política de rebe-
lión popular para terminar con la
dictadura, o se crea contra el par-
tido —como fue en Cuba y Nica-
ragua— sino auspiciada, impulsa-
da y fomentada por el partido. Y
esa fuerza tiene como característi-
ca principal ser coadyuvante del mo-
vimiento de masas. Ahí hay una in-
suficiencia nuestra".
(Hay que evitar que grupos co-
mo el FPMR. se autonomicen. ¿Có-
mo?) "Tiene que haber elementos
destinados a impedir que la auto-
nomización se produzca. ¿Cuáles?
Uno: la formación política.
Dos: la experiencia partidaria.
Tres: el manejo orgánico.
Cuatro: la forma de adscripción
al partido de los militantes que tra-
bajan en estos aparatos". (75).
d. "El principal y primer diálo-
go que está a la orden del día es el
que debe llevarse a cabo entre los
partidos de izquierda, por un lado
y los de centro derecha por el otro.
En este diálogo deben discutirse to-
dos los problemas. Ahí debe anali-
zarse tanto la política de la rebelión
popular como las ideas de la deso-
bediencia civil, del paro nacional
prolongado y la creación de un es-
tado de ingobernabilidad".
"NO HAY SALIDA SIN LU-
CHA Y UNIDAD. La dictadura
no se irá por sí sola. Estamos
llanos a considerar con los de-
más la cuestión de cómo hacer-
lo. Hallándonos ante una dicta-
dura que se apoya en las armas,
que es hija de la violencia, que prac-
tica todos los días el terrorismo de
Estado y que hace uso de todas las
formas de lucha contra el pueblo...
será ingenuo pensar que ella sólo
puede ser combatida y derrotada por
medios pacíficos. No obstante, sí
alguna posibilidad se puede crear
para poner fin a la dictadura por
dichos medios, ella sólo puede crear-
se como resultado de la acción de-
cidida y combativa de la clase obre-
ra y del pueblo, del más amplio y
vigoroso movimiento de masas, de
la concertación política de todos los
opositores. Por lo mismo, LOS QUE
HABLAN DE UNA SALIDA PA-
CIFICA Y ESTAN A LA VEZ EN
CONTRA DE LA MOVILIZA-
CION SOCIAL y en favor de la
dispersión de fuerzas, de hecho no
trabajan por ninguna solución y
facilitan, en cambio, la permanen-
cia de Pinochet en el poder". (76).
e. Pero hay un documento del
Pleno del Comité Central del Par-
tido Comunista que habla por sí so-
lo. Veamos algunos conceptos:
"Se trata, en otras palabras de
retornar a la democracia, de incre-
mentar la movilización combativa
y multitudinaria de las masas y la
acción de hombres, elementos y es-
tructuras capaces de hacer uso de
la violencia en un grado superior
tanto en cantidad como en calidad
a la que se ha usado hasta hoy".
" . . . se hace necesario plantearse
la forma más probable como los co-
munistas prevemos será el enfren-
tamiento entre el pueblo y la dicta-
dura".

"Lo prevemos como un levanta-
miento o sublevación de masas que
involucre a toda la población, a la
mayor parte de las fuerzas políticas
y sociales, y ojalá también, a parte
de las Fuerzas Armadas que estén
contra la dictadura. Se trata de lle-
gar a un estado de rebelión genera-
lizado... "
"El éxito dependerá de nuestra
capacidad para mejorar la correla-
ción de fuerzas a nuestro favor. En
esta correlación, lo fundamental es
la participación de las masas, pero
está llamada a jugar un papel de-
cisivo en lo que seamos capaces de
generar en cuanto a DESARRO-
LLO DEL ELEMENTO MILI-
TAR".
"BAJO EL ESTADO DE SITIO
se ha hecho más complicado el desa-
rrollo de nuestra actividad y la de
toda la oposición. Pero el estado de
sitio no es ni será un obstáculo in-
salvable para seguir avanzando".
"Se ha formado el Frente Patrió-
tico Manuel Rodríguez (F. P. M. R. )
cuya valiosa acción ha conquistado
la admiración y el cariño del pue-
blo. Públicamente hemos declarado
que, AUN SIN SER EL BRAZO
ARMADO DE NUESTRO PARTI-
DO, cuenta con toda nuestra, sim-
patía y aprecio, concepto que reite-
ramos hoy".
"Como lo ha declarado el propio
Frente, no nació para desempeñar
el papel del partido político y no lo
es. Por el contrario es una organi-
zación que está al servicio del mo-
vimiento popular. Los miembros del
F. P. M. R. son combatientes de pri-
mera calidad y de firme convicción
revolucionaria".
"... el camino más corto para
terminar con la tiranía es, precisa-
mente, el del enfrentamiento". (77).
f. ''Por otra parte yo creo que
el F. P. M. R. tiene el mismo derecho
a existir que tuvo un ejército de
50 mil hombres, que creó en Chi-
le la derecha contra la dictadura
militar de Ibáñez y que se llamó
49
"Milicia Republicana" y que tenía
hasta generales civiles como el Dr.
Sótero del Río y 50 mil hombres ar-
mados". (78).
g. "La llamada Constitución del
80 declara fuera de la ley a todos los
partidos, movimientos y doctrinas
que reconocen la lucha de clases y
aceptan la violencia... "
"La lucha de clases y, consecuen-
cialmente, la violencia que es a ella
inherente, es una realidad en todas
las sociedades en que hay clases an-
tagónicas. Es por supuesto anterior
a Carlos Marx y al marxismo. Lo
que hizo Marx fue poner de relie-
ve esos fenómenos... ".
"Hay sociedades donde los traba-
jadores han conquistado, en lucha
muchas veces cruenta, derechos y
reivindicaciones y un grado de li-
bertad QUE DE HECHO LIMI-
TAN LA VIOLENCIA DE PARTE
DE LAS CLASES DOMINAN-
TES".
"El fascismo, la expresión más
violenta de la sociedad capitalista,
lleva la violencia de clase a su má-
xima expresión. " . . . "Esta es una
violencia injusta, antihumana y an-
tihistórica frente a la cual NADIE
PUEDE NEGAR EL DERECHO
A REBELARSE, A DEFENDER-
S E . . . ". (79).
h. "Se trata de desarrollar al
máximo el odio del pueblo contra el
régimen, vinculado íntimamente a
la esperanza de una salida demo-
crática viable e históricamente in-
mediata".
"Correspondientemente lograr que
las fuerzas que apoyan al régimen
sientan terror ante el avance del
movimiento popular y desesperanza
respecto a Pinochet". (80).
6. Las Fuerzas Armadas y
de Orden.
a) "Lo considero imposible (un
acuerdo con las Fuerzas Armadas)
mientras Pinochet esté en el poder.
Pero no se podrá desalojar, en tér-
50
minos categóricos, la posibilidad de
que en el curso de la lucha ascen-
dente de nuestro pueblo en contra
de la tiranía, puedan surgir y ojalá
surjan militares dispuestos a bus-
car un arreglo que facilite una sali-
da democrática". (81).
b) "Los comunistas nos hemos
guiado siempre y nos guiamos hoy
por la convicción que para derrotar
a Pinochet se necesita poner en
movimiento a la mayoría del país,
unir a todos los partidarios de la
democracia, incluso aquellos que
dentro de las Fuerzas Armadas y
Carabineros comprenden cada día
más que el fascismo los conduce a
un despeñadero. (82).
c. "Lo más probable es que un
acuerdo con las Fuerzas Armadas
en tales condiciones sería concilia-
dor (diálogo de la oposición con
las Fuerzas Armadas SIN el parti-
do comunista) en el sentido de apli-
car la política del "borrón y cuenta
nueva", de tenderles un salvavidas
a los responsables de crímenes o ar-
bitrariedades y de DEJAR más o
menos INTACTAS LAS INSTI-
TUCIONES militares. Y eso no se-
ría bueno. En todo caso nos aten-
dríamos a los hechos y obraríamos
en consecuencia". (83)
d. "Algunos políticos de oposi-
ción, y también personaros del ré-
gimen, acogen el llamado de la Igle-
sia a la conciliación como un pro-
yecto dirigido a establecer en el país
una cierta paz social y, por consi-
guiente, una conducta de concilia-
ción con el régimen dictatorial que
sigue y seguirá haciendo de las su-
yas mientras permanezca en pie".
Con respecto a los que pudieran de-
cir "borrón y cuenta nueva", dejan-
do 'la impunidad sobre los críme-
nes y los criminales'. "No es esa la
reconciliación que necesita Chile y
quiere la mayoría del país". "Esta
tiene que construirse y basarse co-
mo dice el Episcopado en la justicia
y la verdad".
"La dictadura fascista ha sem-
brado odio contra el pueblo. Este
odio sale de los fusiles que los sol-
dados disparan... y de aquellos mi-
litares que han sido moldeados en
la ideología de la guerra interna".
"Doctrina, según los marxistas, de
"Seguridad Nacional"). (84).
e. "Las fuerzas armadas tienen
una gran responsabilidad. La for-
ma en que se desarrolla el tránsito
inevitable a la democracia depende-
rá en no poca medida de su compor-
tamiento. Mientras continúen acep-
tando actuar como cancerberos, dis-
paren contra la población indefen-
sa y avalen la represión, la corrup-
ción y el crimen, ahondarán el es-
pacio que las separa del pueblo. Los
oficiales, suboficiales, clases y sol-
dados TIENEN EL DEBER DE
RECHAZAR EL PAPEL QUE
HOY DESEMPEÑAN, de instru-
mentos de la injusticia y maldad".
(85).
f. Pinochet no tiene ninguna so-
lución para ningún problema del
país. Está completamente agotado.
Controla las fuerzas armadas y no
todas las fuerzas armadas de la
misma manera. Por primera vez
aparecen al exterior síntomas que
hay diferencias... " (86).
g. (Diálogo que las fuerzas ar-
madas desean con prescindencia del
partido comunista). "En cambio el
diálogo ensoñante con las fuerzas
armadas ya no existe. Y para que
exista, a lo menos, ya no tendría
que estar Pinochet". En cambio si:
"Una coordinación que, en los mar-
cos de la única garantía de victoria
democrática que es la lucha porfia-
da, sin pausa y en todas las áreas
que se acuerde, haga ingobernable
la situación para el régimen tal co-
mo ha ocurrido en la universidad".
(87).
h. La reconciliación entre los chi-
lenos será efectiva si pasa por la
derogación de la constitución fascis-
 51

ta y el abandono de la doctrina de TANTO ORDENA, POR SOBRE

la seguridad nacional, POR LA DE- LA SOBERANIA PROPIA DEL
MOCRATIZACION DEL EJERCI- PAIS.
TO Y DEMAS INSTITUCIONES Esto significa que quienes profe-
CASTRENSES". (88). san la ideología comunista, frente
a un problema determinado, en que
i. "En Venezuela se puso térmi- se encuentren en pugna los intere-
no a la dictadura de Pérez Jimé- ses de la comunidad nacional y los
nez al margen de los militares. En del comunismo internacional, ha-
Cuba y Nicaragua las tiranías ca- rán primar este último
yeron en una lucha frontal del pue- Ahora bien, ¿ es realmente el par-
blo contra las fuerzas armadas que tido comunista una ideología inter-
las sostenían. En Chile podría dar- nacional o una ideología al servicio
se una u otra situación, con un alto de una gran potencia imperialista?
costo en el segundo de los casos ci- El comunismo nació como una
tados. Evitar este alto costo y no ideología internacional, que debería
la imposibilidad de vencer sobre, las estallar casi simultáneamente en
fuerzas armadas, es la razón que todas partes, partiendo por las na-
debe pesar para buscar un arreglo ciones industrializadas. Sin embar-
con ellas. Estas deben sentir la pre- go, como se vio, por obra de mu-
sión abrumadora de la mayoría de chas razones la revolución logró
la nación". (89). prender exitosamente, contra todo
lo previsto, en la Rusia Zarista,
C. Consecuencias que se despren- país de base agrícola y más atra-
den de las actuaciones que sado comparativamente que el resto
históricamente ha tenido el de Europa. (Octubre de 1917).
Partido Comunista y de las Tampoco, se produjeron las revolu-
declaraciones de sus dirigen- ciones que paralelamente deberían
tes. estallar en los países de Europa
Occidental. De tal manera que en-
1. El comunismo servidor de una tre las dos guerras, el movimiento
ideología internacional. sólo logró afincarse en la Unión
Soviética. El término de la segunda
Tengamos presente que nunca en guerra mundial, en la cual Alema-
la historia las ideas han tenido nia y sus aliados fueron derrotados,
fronteras. Ellas se han desplazado fortaleció aún más a los soviéticos,
en el pensamiento de los hombres de tal manera, que aunque no se
sin que nadie ni nada se pueda opo- deseara así, el comunismo interna-
ner. A lo anterior se agrega que cional pasó a identificarse con la
desde que comenzaron a aparecer Unión Soviética y sus satélites. El
los modernos medios de transmisio- comunismo chino si bien aportó su
nes o telecomunicaciones ese proce- esfuerzo en la década de los cin-
so de difusión se aceleró día a día. cuenta, pronto se separó, y entre
Las ideas y las noticias dan vuelta otras cosas acusó a los soviéticos de
al mundo en cosa de segundos, hoy expansionismo.
en día. Eso tiende cada vez más a El partido comunista internacio-
la internacionalización de las ideas. nal se identifica, o se puede con-
Pero una cosa es recibir influen- fundir, con el servicio a una gran
cias, enseñanzas, informaciones o potencia expansionista, que mantie-
aportes externos y otra es ESTAR ne hoy una línea coincidente con el
SUBORDINADOS A UNA IDEO- imperialismo histórico ruso, que
LOGIA EXTERNA, QUE ES IM- siempre ha buscado extenderse en
PERATIVA Y QUE POR LO Eurasia (como lo demuestra la in-
52
vasión de Afganistán), y salir a
mares abiertos y calientes, y ade-
más, reforzado por la teoría Brezh-
nev de la "soberanía limitada", que
se aplica a los países socialistas,
como quedó —en evidencia— en
forma tajante, por ejemplo, en
1968 en Checoslovaquia.
Lo anterior se ha evidenciado co-
mo una gran desventaja del comu-
nismo, que con fundamentos puede
ser acusado de traidor a los intere-
ses de cada uno de los países, y a la
vez, una gran ventaja para la Unión
Soviética, que ha podido expandir
su dominio en el mundo en forma
que pocos pudieron antes imaginar.
Aunque esto último es sin duda
efectivo, el comunismo responde
que su propósito irrenunciable de
lucha es defender los intereses del
proletariado.
Es indiscutible que a raíz de la
segunda guerra mundial se han for-
mado en el mundo dos superpode-
res: EE. UU. de N. A. y la URSS.
Entre ellos existen naciones que
buscan de alguna manera escapar a
la influencia de ambos: los no ali-
neados.
Ambas superpotencias represen-
tan dos sistemas de vida, dos con-
cepciones opuestas. El área geo-
gráfica principal en que ellas se
enfrentan es Europa, en la cual se
encuentran sólo naciones desarro-
lladas. Allí los poderes se equili-
bran y ambos bandos actúan con el
máximo de cautela. Sin embargo,
en los otros continentes: Asia,
Africa, América (latina) y Ocea-
nía, ambos bloques ejercen su po-
der para ganar influencias. En es-
ta lucha, pareciera que el bloque so-
viético actuara desplegando el má-
ximo de iniciativa, en busca de con-
quistar influencia, mientras el blo-
que occidental trata de mantenerla.
Esa ha llevado a que desde 1945 a
la fecha una gran cantidad de na-
ciones hayan caído en la órbita so-
viética. Sólo en limitadas ocasiones
como el caso de guerrillas al norte
de Grecia, el bloqueo de Berlín, Co-
rea y la crisis de los misiles cuba-
nos, Occidente actuó con determi-
nación y logró contener a los so-
viéticos.
El afán expansionista del mar-
xismo-leninismo se expresa donde
quiera que se hayan creado condi-
ciones favorables y haya debilidad.
América latina parece ser una de
esas áreas donde se está desarro-
llando una lucha sin cuartel y en
la que esa doctrina actúa desde den-
tro, como un "Caballo de Troya"
mientras recibe todo el apoyo de la
Unión Soviética y de sus satélites,
en este caso Cuba y Nicaragua; de
los organismos internacionales y de
otros "organismos de fachada". In-
cluso de muchas organizaciones y
personalidades influyentes de ca-
rácter democrático, que esporádica
o sistemáticamente también los apo-
yan, casi siempre con cierto grado
de ingenuidad.
Salvador, Colombia y Perú son
algunos casos dramáticos. Y Chile,
que de haber caído en la órbita so-
viética, a no ser por el pronuncia-
miento militar de 1973, se habría
transformado en otra base o saté-
lite, que habría amenazado decisi-
vamente al resto del continente al
colocarlo "entre dos fuegos".
Mientras en el área europea el
marxismo busca actuar con la má-
xima cautela tomando formas mi-
metizadas de acción como el "euro-
comunismo", en Latinoamérica ac-
túa abierta y audazmente'. Mien-
tras en Europa su influencia ha
disminuido en especial en esta úl-
tima década, en Latinoamérica ha
aumentado. Mientras el viejo
continente se esmera en ocultar
sus lazos con los grupos extremis-
tas y la URSS, en Latinoamérica
hace gala de los mismos. (Radio
Moscú y el Frente Patriótico Ma-
nuel Rodríguez (F. P. M. R. ) son
ejemplos elocuentes). Y por hacer
otra comparación más: mientras
que en los países comunistas de

Europa y en la URSS hay eviden-
cias de pérdida de fe en el mar-
xismo-leninismo como ideología, lo
que también se ha extendido a los
comunistas y aliados políticos de
Europa Occidental, en Latinoamé-
rica como en Africa y otras áreas,
la fe de los grupos comunistas y
extremistas parece ser cada día
más fuerte. ¿ A qué se debe esto?
Desde luego, porque en nuestro
continente hay mayor atraso eco-
nómico y social, lo que quiere decir
también cultural, en especial en el
aspecto cívico. En el caso de Chile
que exhibe una historia de demo-
cracia, ella se concretó en el siglo
pasado a reducidos núcleos de la
población, mientras el resto perma-
necía al margen. Sólo en este siglo,
y en especial después de los años
treinta se ha producido un aumen-
to explosivo de la masa electoral
o que participa activamente en la
determinación de su propio desti-
no.
En Chile ha existido —al me-
nos— una larga tradición institu-
cional democrática. Otras naciones
recién están despertando en este
proceso cívico y algunas aún no
lo hacen.
Este es el ambiente ideal para la
acción del comunismo. En él se
puede dar la acción de agitadores
profesionales (formados en el blo-
que soviético) y con una sólida
mística.
Es que el comunismo se presentó
aquí, más que como un partido po-
lítico, como una doctrina mesiáni-
ca, como una religión, que promete
alcanzar la felicidad, pero no en el
otro mundo sino aquí en la Tierra.
Y por desgracia no han faltado
tampoco algunos sacerdotes que
han hecho confluir sobre esas ideas
el apoyo coincidente y gravitante
de la religión. (Los cristianos para
el socialismo son una prueba).
Europa, además del mayor ade-
lanto económico y social, está en
contacto directo con la realidad
53
socialista. Nadie podría predicar
en beneficio de las bondades del
marxismo, en la República Fede-
ral Alemana, cuando los hermanos
y parientes de sus habitantes vi-
ven a pocos kilómetros su cruda
realidad. La prueba está en el MU-
RO DE BERLIN. La distancia
conspira aquí para que grandes
porcentajes de la población crean
en la propaganda comunista.
Por esa razón, el marxismo eu-
ropeo en general, y aún el comu-
nismo en lo particular, buscan ac-
tuar hoy asimilándose a las mo-
dernas orientaciones de la Social
Democracia europea: dentro de un
reformismo democrático en lo po-
lítico y del capitalismo en lo eco-
nómico. ¿Es ésta una nueva tác-
tica o una actitud realista impues-
ta por las circunstancias? El tiem-
po lo dirá. Lo mismo sucede con el
eurocomunismo.
En Europa Occidental donde la
NATO y el PACTO DE VARSO-
VIA alinean sus fuerzas listos pa-
ra un enfrentamiento apocalíptico,
nadie se atrevería a organizar
fuerzas armadas subterráneas o de
resistencia y sólo limitan su accio-
nar al terrorismo, debiendo actuar
en cambio abiertamente, sólo co-
mo un partido político más. Lo que
no obsta para que en el caso de una
crisis ellos puedan aflorar para
constituirse en "quintas colum-
nas".
En nuestro continente y en Chi-
le, y por propia declaración, ellos
actúan claramente en el terreno
constitucional y legal, mientras
que en forma paralela lo hacen sub-
terráneamente, sea directamente o
a través de grupos violentistas.
Chile lo comprobó en el gobierno
democrático del Sr. Frei con el
MIR, y Colombia, Perú y Salva-
dor son algunos ejemplos clarísi-
mos actuales, de que la democracia
no proscribe la violencia marxista-
leninista, porque esa DEMOCRA-
CIA BURGUESA, no es la que les
54
interesa. Por desgracia también la
parte violenta de la acción política
se ha coligado en muchos países,
a los cuales por felicidad escapa
Chile, con el narcotráfico que los
financia y que ha llegado, en al-
gunos países tener un real poder
político.
Es evidente que Chile tiene un
alto interés para el marxismo in-
ternacional por su:
—posición geográfica que irradia-
ría influencia hacia un área vi-
tal de Latinoamérica que queda-
ría sometida a una acción con-
vergente desde el Norte (Cuba)
y desde el Sur (con varios pun-
tos débiles en el centro).
—por el ascendiente que le da en
el área su mayor cultura y expe-
riencia cívica relativa.
—por su enorme litoral hacia el
"Océano del Futuro".
—por su estratégica ubicación, con
vistas a un conflicto mundial,
con respecto a la Antártica y la
conexión entre los océanos Pací-
fico y Atlántico.
—por razones de prestigio, para
vengar el revés de 1973.
2. Los medios que utiliza el co-
munismo. Convivencia con
fuerzas políticas democráticas
y no democráticas.
El comunismo, por todos los an-
tecedentes que hemos visto, se ca-
racteriza por su acción dentro del
mayor realismo político. Sus solu-
ciones, son profundamente pensa-
das y calculadas, por dirigentes que
normalmente se guían por reaccio-
nes frías y cerebrales. En esas de-
cisiones, lo que manda son priori-
tariamente los objetivos. Los pro-
cedimientos, los métodos varían se-
gún las circunstancias. Se puede
decir que para el comunismo, vale
ciento por ciento, el aforismo de que
el fin justifica los medios.
Las estrategias son los objetivos.
Las tácticas son los medios, los pro-
cedimientos y las oportunidades.
Por eso el comunismo actúa en
el plano legal, como un partido en
apariencia democrático, mientras
mantiene elementos, a los cuales
puede o no reconocer oficialmente,
actuando ilegalmente. Vale decir
actúa abiertamente, a la vez que
lo hace subrepticiamente. De ahí
que cuando se le coloca fuera de la
ley el partido no muere. Su organi-
zación le permite seguir actuando,
sea en compás de espera o de reor-
ganización o (cuando ha logrado
reunir las fuerzas necesarias o
cuenta con los apoyos necesarios)
en forma violenta (como el partido
comunista chileno actualmente).
Sin embargo, como lo declaran
los propios dirigentes comunistas,
cuando están fuera de la ley, todo
se les dificulta más. Su crecimien-
to y desarrollo se hace más difícil.
Podría decirse que al estar en la
clandestinidad su mística, su mo-
ral, podría tonificarse, puesto que
aleja de sus filas el oportunismo de
muchos, pero también habría que
acotar, al respecto, que su recluta-
miento se dificulta ya que no a to-
dos les gusta pertenecer a una or-
ganización proscrita, por los ries-
gos que ello supone y por lo nega-
tivo que significa socialmente ha-
blando. En consecuencia no puede
seleccionar los mejores ciudadanos.
Por eso, ha sido siempre una
táctica comunista en los países de-
mocráticos en los que buscan con-
quistar el poder, el extremar las
medidas para exhibir una conducta
moderada, buscando alianzas con
partidos políticos, lo más democrá-
ticos y lo más poderosos posibles.
Así, por ejemplo, siguiendo una
orientación soviética se constituye-
ron los frentes populares y poste-

riormente en Chile se formaron el
F. R. A. P. (Frente Revolucionario
de Acción Popular) y la U. P.
(Unidad Popular).
En países con sólidas mentalida-
des democráticas las características
del marxismo-leninismo, represen-
tadas por su carácter internacional,
su utilización de la violencia y el
atentado que para muchos repre-
senta contra la propiedad, la reli-
gión y la familia, produce en altos
porcentajes de ciudadanos un re-
chazo instintivo inmediato. Por esa
razón necesita unirse a fuerzas
democráticas que defiendan los va-
lores humanistas y cristianos, los
mismos a los que ellos asignan es-
caso o nulo valor. Una vez en el
poder, su situación cambia, porque
tratarán de afirmarse firmemente
en el poder, apoderándose por com-
pleto de él. Así lo trataron de ha-
cer en Chile en el gobierno de don
Gabriel González Videla, por ejem-
plo. En el gobierno de la U. P. no
actuaron con más cautela, puesto
que había otros, tanto o más exal-
tados que ellos (P. S.; MAPU; IC,
etc. ) que estaban realizando la ac-
ción violenta, para entregarles a
ellos el país listo para la próxima
fase.
Por sus propias declaraciones se
deduce que jamás dejan de lado,
como a veces pretenden, la lucha de
clases que constituye el motor de
su dialéctica ni el uso de los me-
dios violentos. Renunciar a esto es
como decía Solzhenitsyn-hablar de
"hielo ardiente".
Una vez establecidas en el poder
deben iniciar su acción en la otra
fase que es la dictadura del prole-
tariado. En ella TODO EL PO-
DER, en los planos político, econó-
mico, social, jurídico, legislativo,
militar, etc. debe estar en sus ma-
nos. En Chile, en 1973 se había
avanzado bastante hacia ella en el
plano económico, pero aún estaba
en pie el Congreso, el Poder Judi-
cial, la Contraloria General de la
55
República y las Fuerzas Armadas
y de Orden. Y porque estas últimas
no fueron dominadas, fue posible
revertir el proceso.
En un país no marxista aún, se-
rán para ellos buenas alianzas, las
que contribuyan a darles credibili-
dad y respetabilidad democrática,
y malas, aquéllas con otros grupos
tanto o más violentistas que ellos
(como las fracciones más extremis-
tas del socialismo y grupos abier-
tamente guerrilleros como el F. P.
M. R. ).
La persistencia —que se alimen-
ta de objetivos claros— es una de
las virtudes comunistas. No es fá-
cil Que logren hoy concertar alian-
zas porque quien entra en alianzas
con ellos de inmediato entra en te-
la de juicio sobre su verdadera in-
tención democrática y todo lo que
ello significa. Por eso buscan estas
alianzas pacientemente en sectores,
podríamos decir periféricos, con
respecto al plano político mismo:
en los gremios, en los colegios pro-
fesionales, en los sindicatos, en las
universidades, etc. A veces no en
forma permanente, sino esporádi-
ca, para una elección o jornada de
protesta específica, en la cual es
fácil que se unan a los fines per-
seguidos. Pero ahí se inicia el con-
tacto que es la primera fase.
La segunda la integran la orga-
nización de los llamados "referen-
tes", o simples acuerdos de orden
muy general, muy amplios y laxos,
que dejan entera libertad táctica.
Para este propósito nada mejor que
luchar para poner fin a la "dicta-
dura fascista", alcanzar la demo-
cracia, etc. no importa que ya el
país entero avance por UN CAMI-
NO CONSTITUCIONAL hacia ese
mismo fin. Y ese camino es en Chi-
le el de la Constitución de 1980.
Finalmente, apoyarán la forma-
ción de los Partidos Instrumenta-
les, que como su nombre lo indica
son sólo INSTRUMENTOS para su
OBJETIVO que es derribar el poder
56
establecido y llegar ellos a él. Des-
pués habrá otra fase. Esta es, pues,
una típica maniobra táctica en el
concepto de que no importan los
medios para llegar al fin. En esta
fase, si no lo han hecho antes que
es lo más probable, vendrá la infil-
tración de los partidos con los que
están en contacto, lo que como es
obvio no se hará sobre los viejos
políticos "democráticos", sino sobre
los más jóvenes, los indecisos y los
oportunistas.
En la tercera fase, ya en el po-
der junto a los otros partidos, vie-
ne el trabajo abierto y subterráneo
por llegar ellos al poder total, —pa-
ra lo cual les vale su sólida disci-
plina— indispensable, normalmen-
te, en comparación con la ausencia
de ella que reina normalmente en
el resto de los partidos, y el traba-
jo de infiltración de las otras tien-
das políticas. De allí comienza la
fragmentación de los partidos en-
tre cúpulas moderadas o doctrina-
rias y bases jóvenes, ultra revolu-
cionarias o por lo menos más in-
quietas.
Así cumple el partido su táctica
permanente de dividir, debilitar y
manejar a sus aliados políticos,
siendo siempre minoría, y llegar
por ese camino al poder. El camino
es claro: llegar como sea al poder;
consolidarse en él; extenderlo has-
ta tenerlo en su totalidad; destruir
el sistema institucional burgués; su
economía capitalista; su sociedad de
clases; sus fuerzas armadas y po-
der judicial de inspiración burgue-
sa, implantando la dictadura del
proletariado, para avanzar a través
de ella a la sociedad comunista.
En buenas cuentas, como diría
Leonardo Morlino, actuar como un
partido antisistema. Que no con-
cuerde con el sistema político. Lo
que quiere es destruirlo y reempla-
zarlo por otro coincidente con sus
ideas.
Pero entre tanto se ha servido de
todo lo que le es posible para con-
seguir su objetivo. A saber:
—de la libertad que da el sistema.
—de las garantías de respeto a los
derechos humanos que evocan
para su conveniencia.
—de las organizaciones internacio-
nales.
—del apoyo marxista internacio-
nal.
—de los partidos políticos demo-
cráticos.
—del apoyo de organismos religio-
sos.
—de la ingenuidad e ignorancia de
una cantidad creciente, por des-
gracia, de la opinión pública.
—finalmente, del TERROR que
practican colectiva o selectiva-
mente contra aquellos que se
oponen a sus propósitos.
Si miramos el espectro político
del país en las últimas décadas, y
en lo que es posible vislumbrar a
futuro, veríamos un amplio arco de
acuerdo al grado de contacto con
el marxismo.
—En el extremo izquierdo vería-
mos los grupos ultra violentistas
como el F. P. M. R. y otros, a los
cuales el partido comunista chi-
leno les da su bendición aunque
no los reconoce como de su orga-
nización. Es obvio. No han in-
gresado aún al partido comunis-
ta, pero de allí se nutre el par-
tido de sus mejores y más pro-
bados elementos. Pero en esen-
cia, son sus fuerzas, que maneja
secretamente y a distancia.
—El partido comunista chileno,
propiamente tal.
—Los partidos ultra izquierdistas,
normalmente agrupaciones mar-
xistas (no comunistas) resultan-
tes de los partidos que ha des-
membrado. Allí están la Izquier-

da Cristiana (IC); el Movimien-
to de Acción Popular Unitario
(MAPU); agrupaciones extre-
mistas del socialismo (Socialis-
tas de Almeyda, por ejemplo) y
otros, que por su acción ideoló-
gica y práctica tratan de emular
al cerebral partido comunista.
—Otros partidos izquierdistas o
que en cierta medida no se opo-
nen al marxismo, pero que no son
comunistas. Pueden ser socialis-
tas "moderados".
—Los que sin ser marxistas decla-
ran para fines de exportación
que no son totalitarios, pero que
en cada oportunidad que les es
posible firman acuerdos con el
comunismo.
—Aquellos antimarxistas, incluso
de centro derecha o derecha, que
en ciertos momentos por razones
sentimentales, personalistas de
sus jefes, u otros, hacen el juego
al comunismo con sus decisio-
nes.
—Aquellos que NADA QUIEREN
SABER, por ningún título, de
alianzas con el comunismo en par-
ticular y el marxismo en general.
Cierran el espectro en el lado de-
recho. Aquí hay una enorme ma-
sa de gente de trabajo, apolíti-
ca.
—Los grupúsculos ultra-violentis-
tas, de derecha, que nacen para
responder la violencia izquierdis-
ta.
De todos ellos, descartados los
comunistas mismos, los más peli-
grosos son aquellos grandes conglo-
merados políticos y hasta religio-
sos, que no captan, o prefieren no
captar, que el partido comunista no
es un partido democrático, sino por
el contrario uno totalitario. Ellos
les dan el aval que éste necesita pa-
ra actuar como un partido político
más.
57
Lo cierto es que la sola presen-
cia del comunismo impone una to-
nalidad especial a todo el espectro
político que tiene que pronunciar-
se:
—Sí pertenece a él.
—Si lo apoya, directa o indirecta-
mente.
—Si a veces —por finalidades tác-
ticas— podría aceptarlo como
aliado.
—Si le es indiferente (cada día
menor o de personas muy poco
realistas o ignorantes).
—Si se opone a él.
Podría parecer que esta visión
está teñida de una exageración de
la importancia del partido comu-
nista, nacional e internacional. Sin
embargo, después de analizar lo que
el partido comunista es en el mun-
do y en Chile, no nos parece así.
3. El comunismo y la economía
nacional
Ya hemos analizado brevemente
la importancia que concede el mar-
xismo en general, y el comunismo
en particular, al aspecto económi-
co. La organización política y la
evolución que ha tenido la historia
de la humanidad, para ellos obede-
ce al choque de intereses económi-
cos, en que una clase social, la bur-
guesía, que es la minoría, oprime,
explota y aliena a la gran masa que
es el proletariado, los trabajadores.
De allí resulta la lucha de clases
que lleva al final a la revolución,
en que el proletariado se apodera
de todos los medios de producción
y constituye una sociedad sin cla-
ses. Para ello es menester pasar
por el proceso de la dictadura del
proletariado, despojando a la bur-
guesía de todos los medios de pro-
ducción. Así ha sucedido en los ac-
tuales países socialistas. Así suce-
58
dió en parte importante en Chile,
desde 1971 a 1973 hasta que este
proceso fue interrumpido por el
Pronunciamiento Militar del 11 de
septiembre de 1973.
Al asumir el gobierno militar,.
en esa fecha, la economía del país
se encontraba totalmente destruida.
La gran mayoría de las industrias
y una buena cantidad de los campos
habían sido expropiados y no pro-
ducían. Las industrias carecían de
materias primas y su producción se
había reducido a los más bajos ni-
veles. No había trigo y hasta el pan
se hacía con harina de baja calidad.
La población debía hacer largas co-
las para poder conseguir algunos
de los artículos de primera necesi-
dad. Se habían agotado las reservas
de divisas y se vislumbraban ne-
gros días de hambruna y de falta
de petróleo para satisfacer las ne-
cesidades más indispensables. La
inflación había sobrepasado el 500
por ciento.
Realmente es difícil pensar (aún
sin la acción destructora del go-
bierno de la UP y sin las medidas
que adoptó el actual gobierno) có-
mo habría podido el país haber
afrontado la recesión mundial de
1974, provocada por la guerra del
Yom Kippur, ni la larga y dura re-
cesión de los comienzos de la déca-
da del ochenta. Ambas produjeron
serios deterioros en las condiciones
de intercambio del país, aún sin ha-
berse producido la destrucción de
la economía en el gobierno marxis-
ta, y menos si se considera cómo la
economía se encontraba en 1973.
Sin embargo, nada de todo lo que
se ha logrado en el curso del actual
gobierno, que ha sido motivo de ex-
celentes críticas por expertos inter-
nacionales, es reconocido por los
comunistas. Más aún, lo hecho por
este gobierno significa para ellos
un gravísimo retroceso, un desastre
en el sentido del avance hacia una
economía socialista. Muchos de los
partidos que se oponen al gobierno
militar también hacen críticas a la
economía, pero por más duros que
tratan de ser no pueden menos que
reconocer el repunte en todos los
rubros de la producción que ha lle-
vado al país en varios aspectos a
ocupar algunos de los primeros lu-
gares mundiales; el desarrollo es-
pectacular de las exportaciones; el
control de la inflación, el manejo
de la deuda externa; el desarrollo
de grandes obras públicas, etc. y
con seriedad sólo pueden introdu-
cir cambios que sólo son diferen-
cias de matices con respecto a lo
que se está haciendo. Como es ob-
vio el partido comunista chileno
plantea reeditar su experiencia del
71-73, pero en forma más rápida y
completa en su esquema de avance
hacia lo que ahora llaman "demo-
cracia avanzada".
Ni siquiera han reaccionado en
aspectos tan poco defendibles como
las "21 medidas" propuestas por los
partidos de oposición, que corres-
ponden más o menos a las "40
medidas" del gobierno de la UP,
que sí apoyaron, y que no son otra
cosa que un conjunto de aspiracio-
nes que económicamente no pueden
tomarse en serio, porque no pue-
den financiarse, se contraponen
unas a otras y son de carácter alta-
mente demagógico.
Por lo pronto la acción del comu-
nismo y sus aliados se ha manifes-
tado, fuera de su durísima crítica,
en intentos de huelgas políticas;
sabotaje a las exportaciones, sabo-
tajes en líneas férreas, obras de
arte viales, líneas eléctricas e in-
tentos de paralización del país que
no han tenido el eco esperado, ni
mucho menos.
4. El comunismo y su acción ha-
cia la sociedad nacional
Mencionaremos a grandes rasgos
su acción en la sociedad, en gene-
ral, en el aspecto educacional y en
el terreno laboral.

De todo lo que hemos leído de las
declaraciones de sus dirigentes y
de la doctrina del partido, resulta
evidente que el comunismo no pue-
de aceptar la existencia de las orga-
nizaciones intermedias de la socie-
dad que canalicen o permitan la
participación o expresión de las as-
piraciones de las comunidades loca-
les, gremios, sindicatos, organiza-
ciones culturales, deportivas, etc. La
existencia de ellas da independen-
cia y protección a sus integrantes,
y en consecuencia les permite opo-
nerse al control que el comunismo
quiere tener de la sociedad. Al co-
munismo le interesa que ellas sean
lo más débiles posibles o que no
existan.
Por esa razón buscarán infiltrar-
las, para desplazarlas hacia sus in-
tereses, dominarlas o por último
destruirlas, acusándolas de burgue-
sas y recurriendo al arma que siem-
pre utiliza: el amedrentamiento o
el terror.
Los lazos cada vez más evidentes
entre las drogas y él extremismo,
no nos permite descartar que el par-
tido use este camino, para promo-
ver la acción descontrolada de las
manifestaciones populares y debi-
litar la organización social "bur-
guesa".
En el terreno estudiantil, es de la
mayor importancia para el partido
buscar su máxima politización e
ideologización. Lo hacen porque an-
te todo buscan captar de ese medio
el máximo de agentes para su cau-
sa; concientizar la mayor cantidad
de ciudadanos para el futuro y, uti-
lizar el idealismo de los estudiantes
como "iniciador" en el proceso de
la violencia, provocando conflictos
en los que al final logren, en lo po-
sible, hermanarse estudiantes y tra-
bajadores.
Los estudiantes que puedan mo-
rir, o quedar heridos, o que sean
detenidos en los conflictos que pro-
voquen, tienen un "alto rendimien-
to" para alimentar las pasiones
59
contra la autoridad, en la lucha del
partido por el poder.
Esta acción se ha extendido a un
porcentaje de académicos. Se trata
de crear problemas como sea. Ha-
cer ingobernable la universidad. El
partido ha buscado extender tam-
bién la violencia a los colegios y es-
tablecimientos secundarios.
Si en el ámbito general del país
hay partidos que no se atreven a
hacer pactos con los comunistas pa-
ra no perder su estatus de demo-
cráticos, en el plano estudiantil hay
mayor liberalidad en los pactos del
partido, en especial con la demo-
cracia cristiana.
En el terreno laboral, se pueden
apreciar dos momentos bien defini-
dos en la actuación del partido:
antes de que hayan conquistado
el poder, en el que buscan ganar a
toda costa el control de los gremios
y sindicatos. Para ello buscan in-
filtrarlos y dominarlos recurriendo
a todos los medios, sin descartar
por supuesto el terror. Lo que bus-
can es politizarlos, hacerlos salirse
de las condiciones laborales puras
para los que fueron creados y trans-
formarlos en formidables instru-
mentos de lucha por el poder. El
ideal para ello es formar grandes
centrales y confederaciones que
manejar totalitariamente y que uti-
lizan para presionar a los gobiernos
a través de la huelga política o la
amenaza de paralizar al país.
Cuando están en el gobierno, co-
mo ha sucedido en Polonia, trans-
forman su autoridad en un absolu-
to monopolio del sector laboral. No
podrían existir sindicatos indepen-
dientes ya que sólo ellos, los comu-
nistas representan por definición
y doctrina a los trabajadores.
Por eso se oponen clara y abier-
tamente al plan laboral del gobier-
no, que ha organizado legalmente
el sistema laboral de modo que todo
el proceso de negociación de sala-
rios y condiciones de trabajo, se
hace a nivel de sindicatos y empre-
60
sas, en un proceso ordenado que
responde ciento por ciento a las ne-
cesidades laborales, pero que al ato-
mizar el mecanismo desde el punto
político, les priva a ellos de la in-
fluencia que han tenido al utilizar
la herramienta laboral, no en bene-
ficio de los trabajadores, sino para
la conquista del poder.
En resumen, combinando la ac-
ción de resistencia para paralizar
el proceso productivo y exacerban-
do el descontento social en los pla-
nos laboral y estudiantil, así como
saboteando las organizaciones in-
termedias, el comunismo busca
crear las condiciones para el gran
enfrentamiento que debe provocar
la caída del gobierno. Para ello re-
curre a todos los medios posibles,
pacíficos y violentos.
5. El partido comunista chileno y
la violencia
Pocas cosas hay que sean más
contradictorias que la actitud del
comunismo frente a la violencia.
Por un lado solidarizan con los fre-
cuentes llamados a la paz, a la re-
conciliación y hermandad que ha-
cen los partidos democráticos, las
iglesias y la ciudadanía en general,
y que constituyen, sin duda la base
de la futura conciencia nacional. En
ese sentido acusan al gobierno de
que no respeta el estado de derecho
y atropella los derechos humanos.
Pero simultáneamente, hablan con
absoluta franqueza sobre el uso de
la misma para derrocar al régimen
y la utilizan en forma sangrienta y
aterrorizadora sin manifestar re-
mordimientos y escrúpulos.
Es que en Chile se han resuelto
a actuar desembozadamente y a la
ciudadanía, al parecer, no le llama
ya la atención. Lo curioso sí, es que
muchos dirigentes políticos hagan
planes para la futura instituciona-
lidad democrática, considerando
sólo la parte buena de sus declara-
ciones.
Pero aún cuando son muy fran-
cos sobre el tema, tratan de con-
fundir especialmente a sus aliados
democráticos, empleando una serie
de términos, algunos de los cuales
son de su propia acuñación, y otros
de esporádicos aliados de algunas
jornadas. Entre ellos están los de
''protestas pacíficas", "desobedien-
cia civil" o "ingobernabilidad".
El uso de estas formas de actuar
ha llegado a ser una de las más cí-
nicas maneras de provocar violen-
cia acusando de la misma al gobier-
no, puesto que ellos saben que a su
acción "pacífica" (y algunos de los
que participan pueden ser absolu-
tamente honestos en su actuación
tranquila) se unen otros que con-
certados o no producen los efectos
señalados. Muchas veces se concier-
tan con elementos del "lumpen" o
se hacen las cosas con el aviso su-
ficiente para que éstos puedan con-
currir por su cuenta a completar
su acción, sobre personas inocentes.
Normalmente también citan a pe-
riodistas "seleccionados" de la pren-
sa internacional, para difundir en
el mundo, la lucha del pueblo con-
tra la tiranía en incidentes que ellos
provocan.
Cuando ellos convocan a estas
jornadas, no ignoran sus efectos,
sus costos en daños a la propiedad
privada y pública, los heridos y
aún muertos que se producirán. Su
técnica ha sido siempre colocar en
jaque a la fuerza pública producien-
do desmanes que gobierno alguno
en el mundo puede tolerar, y en
consecuencia lo obligan a actuar, o
bien se deja el camino abierto para
que actúen, exponiéndose a las crí-
ticas, que hasta ellos mismos res-
paldan, de que el gobierno es ya
incapaz de mantener el orden.
Como las reacciones del gobierno
son las que deben ser, y entre los
pacíficos manifestantes hay algu-
nos que no son de esa condición ya
que actúan hasta con armas de fue-
go para agredir a los encargados

del orden e incluso producir bajas
entre inocentes ciudadanos, el en-
frentamiento es inevitable, y se
produce lo que ellos tanto buscan:
muertos o heridos de los cuales res-
ponsabilizan al gobierno.
Cuando el gobierno busca aplicar
la legislación vigente sobre los pro-
motores intelectuales que han pro-
ducido el problema, entonces, den-
tro del país y a lo ancho del mundo
se alzan voces que culpan a la re-
presión y tiranía de lo que consi-
deran una arbitrariedad. Se somete
a juicio —dicen— a personas ino-
centes por ejercer el derecho ina-
lienable de protestar.
Estos intentos de alterar el orden
que se producen en sectores deter-
minados, normalmente estudianti-
les o en algunos gremios de alto
nivel intelectual, tales como los de
la salud, y de la docencia, curiosa-
mente hasta 1988 al menos, no han
encontrado eco en los sindicatos de
trabajadores.
Ha habido varios intentos de
paralizar al país, que no han temido
éxito, porque no han encontrado
respaldo dentro de la ciudadanía,
pero que han provocado alteracio-
nes a las jornadas de trabajo, por-
que la violencia de algunos grupos
—que los dirigentes dicen descono-
cer— actúan atacando los medios
de locomoción colectiva, o de trans-
porte en general, provocando da-
ños en los medios de ganarse el sus-
tento de pequeños empresarios, o
hiriendo, o matando gente inocen-
te. Por temor a estas acciones y por
no tener en qué viajar, muchos se
ven imposibilitados de llegar a su
destino, lo que les permite a los or-
ganizadores decir que la jornada
ha sido exitosa.
En los citados días de protestas,
especialmente en la obscuridad tam-
bién se producen sabotajes que cor-
tan la energía eléctrica y crean el
temor y el desconcierto hasta que
la situación se normaliza. Y tam-
61
poco faltan algunas acciones de co-
mandos terroristas que cumplen
sus funestos cometidos.
Lo curioso, lo triste, es que de
aquellos partidos que se autopro-
claman como democráticos, y aún
de ciertas autoridades religiosas,
no ha habido una clara condena a
estos hechos. Algunos los justifican
por la falta de libertad o democra-
cia y, por lo tanto, se trata de reac-
ciones de libertad espontáneas, y
otros no vacilan en declarar culpa-
bles a la violencia institucionaliza-
da o estructural propia del gobier-
no, representada por la fuerza pú-
blica o los servicios de seguridad.
Algunas personalidades, especial-
mente religiosas, que defienden el
derecho a la protesta, que dicen
es justo, suelen englobar a los he-
chores y la fuerza pública o al go-
bierno por igual, y a ambos reco-
mendarles que proscriban la vio-
lencia, con lo cual se parte en la
tergiversación de los hechos.
Se olvidan que mañana los comu-
nistas emplearán contra cualquier
gobierno democrático —aun el que
más títulos de legitimidad democrá-
tica pretende exhibir— los mismos
procedimientos, si no más violento
en proporción directa a la debilidad
del gobierno. Los que gustan for-
mar partidos instrumentales po-
drán recurrir siempre a cualquier
medio para llegar a lo que ellos lla-
man una democracia avanzada que
no puede ser otra cosa que una de-
mocracia popular o dictadura del
proletariado.
Lo que debe quedar claro es que
si no se actúa con la energía que da
la autoridad constitucional y legal-
mente establecida, de los hechos
aislados dé sabotaje y terrorismo
se pasará a la guerrilla urbana y
rural sistemática, y de ahí a la gue-
rra civil, no hay más que un paso.
Y creo que el arsenal de Carrizal
Bajo pueda dar realidad a estos
temores.
62
6. El partido comunista chileno
frente a las fuerzas armadas y
de Orden
Los últimos años han tenido la
virtud de aclarar también, para los
que tenían dudas, lo que el partido
piensa sobre el sector militar del
país, incluyendo las fuerzas de or-
den. Aquí no hay que inventar ni
imaginarse nada. Sólo hay que re-
petir lo que dicen sus documentos,
declaraciones oficiales y persone-
ros.
Desde luego han sido ellos los
que han tergiversado el concepto
de seguridad nacional, atribuyén-
dole el significado de una represión
capitalista —manifestación del im-
perialismo norteamericano— con-
tra las fuerzas progresistas, em-
pleando la fuerza de las armas pa-
ra ese propósito. Según esta teoría,
los miembros de los cuadros perma-
nentes de las fuerzas armadas (FF.
AA. y Policías) del continente ha-
brían sido especialmente instruidos
y adoctrinados para ese propósito.
Quien impartiría este entrenamien-
to sería el Departamento de De-
fensa Norteamericano ("el pentá-
gono") que sería el que también
habría inspirado y apoyado el pro-
nunciamiento militar de 1973.
Nada más falso que estas afir-
maciones. No hubo conexión algu-
na, ni menos apoyo, entre el Depar-
tamento de Defensa de EE. UU. y
la Honorable Junta de Gobierno de
Chile frente al pronunciamiento
militar de 1973. Lo que sí es efec-
tivo, es que el nexo existente entre
las FF. AA. de EE. UU. y de Chile,
constituido por el Pacto Militar de
Ayuda Mutua o (P. A. M. ) fue ter-
minado unilateralmente por los
norteamericanos, y como consecuen-
cia la venta de materiales y el en-
trenamiento de personal fue inte-
rrumpido del todo, poco después del
pronunciamiento, por la llamada
Enmienda Kennedy. Es sabido por
todos que las relaciones en ese sen-
tido están congeladas en forma ab-
soluta. ¿Cómo gozaría la oposición
en el Congreso de EE. UU. acusan-
do a su Ejecutivo de haber tras-
gredido esa Enmienda ante el me-
nor gesto de ayuda? Sería un es-
cándalo igual o superior al de Irán-
Contra.
Y en cuanto al concepto que en
Chile se aplica o enseña de seguri-
dad nacional nada tiene que ver
con el que los comunistas emplean.
En efecto, entendemos por seguri-
dad nacional a una serie de activi-
dades planificadas y ejecutadas
desde el gobierno de un país, des-
tinadas a orientar y coordinar con
vistas a la SEGURIDAD los "cam-
pos de acción", de política interna,
exterior, economía y de defensa
nacional, con el objeto de prever,
neutralizar y superar, o manejar
con iniciativa, los problemas in-
ternos y externos de seguridad que
puedan afectar al país a largo, me-
diano y corto plazo, a fin de que la
nación los pueda enfrentar en con-
diciones tales, que le permitan su
desarrollo en paz, de acuerdo al
ordenamiento constitucional y le-
gal que la rige.
Basándose en las declaraciones
que históricamente han hecho los
teóricos comunistas, los "ejércitos
permanentes" han sido siempre los
enemigos declarados del comunis-
mo y la implantación de la dicta-
dura del proletariado pasa por so-
bre su existencia. Ellos son reem-
plazados por los ejércitos del pue-
blo, aprovechando muchas veces la
existencia de milicias que normal-
mente son los actuales movimientos
violentistas o "brazos armados del
pueblo" (o de los partidos). Ellos
al menos sirven de base para su
organización. (Selección de comba-
tientes de reconocida capacidad y
decisión).
Por esta razón siempre las fuer-
zas armadas profesionales han es-
tado en la mira de los comunistas,
porque para ellos son el enemigo

inmediato, que se opone a sus logros
violentistas o revolucionarios. Na-
da se puede lograr en forma defini-
tiva mientras ellas existan. De ahí
que el comunismo trate siempre de
vencerlas y para ello puede recurrir
a los siguientes caminos:
—Infiltrarlas: en una acción per-
manente dirigida a sus diferentes
niveles jerárquicos tales como los
oficiales, los suboficiales y el con-
tingente que participa en el servicio
militar obligatorio. Esa acción per-
sistente está destinada a buscar
puntos débiles. El ideal es formar
cédulas dentro de ellas. En especial,
en cada nivel, se dirige hacia áreas
críticas: documentos clasificados,
claves, depósitos de armas, muni-
ciones, combustibles, vehículos, etc.
lugares de alojamiento o residen-
cias, etc.
Si se logra infiltrarlas en el mo-
mento crítico se logrará dividirlas
y paralizarlas.
—Dividirlas: se trata de "cortes"
horizontales y verticales. Horizon-
tales: separar las instituciones de
sus Mandos o Generales; Oficiales
de Sub-Oficiales; conscriptos de los
cuadros permanentes.
Verticales: separa o poner en
pugna una institución (por ejem-
plo, Armada, Ejército, Policía, etc. )
contra la otra.
—Descabezarlas: conociendo la
importancia que tiene el mando en
una institución armada, el lograr
un mando adecuado y leal al comu-
nismo es siempre un objetivo, qui-
zás el más importante. Se tratará
de descender en los escalafones, lo
menos posible, hasta llegar a una
persona que les ofrezca absoluta
confianza. Ojalá sea el fruto de esa
infiltración solapada previa. Ese es
el ideal, porque el traer una perso-
na desde afuera crea mayores re-
sistencias mientras más profesiona-
les sean las instituciones, y "mayo-
res tradiciones tengan, lo que en
63
ciertos casos —y por cierto en Chi-
le— provocará una reacción violen-
ta y fatal para los propósitos per-
seguidos. La autoridad designada
tendrá que contar con un equipo en
diferentes posiciones claves y reci-
bir toda la confianza de los que lo
ubicaron en esa posición, porque a
su vez tendrá una tarea muy difícil
por delante. En efecto, es de espe-
rar que se produzcan reacciones.
Tendrán que proceder con rapidez,
sorpresa y energía, en varios esca-
lones a la vez.
Sin embargo, cuando esto suce-
de, ese mando remanente de los
cuadros profesionales, será proba-
blemente uno de transición, en el
avance a la creación de un ejército
del pueblo.
Lo normal será que esto se pro-
duzca o coincida con una derrota
militar de las instituciones profe-
sionales. Ejemplo, Rusia Zarista en
1917. Cuba en 1959. Nicaragua en
1979. Si no es casi imposible y no
es, desde luego, el caso de Chile.
—Neutralizarlas: vale decir pa-
ralizarlas, impedirles actuar en un
momento determinado. Eso se pue-
de lograr de muchas maneras. Una
de ellas sería la de actuar en forma
paralizante desde ciertos puestos
claves donde hubieran logrado in-
filtrar personal, pero quizás la más
peligrosa sea aquélla en que se in-
filtra la mente de una gran canti-
dad de sus integrantes, predispo-
niéndolos o convenciéndolos de ac-
tuar con tibieza, impresionándolos
con ideas derrotistas o diciéndoles
que están siendo conducidos en for-
ma equivocada por los mandos ac-
tuales.
El solo convencer a una institu-
ción de que está sola, en mal cami-
no y aislada con respecto a las de-
más instituciones armadas y con-
tra los intereses de la mayoría del
país, es un antecedente que actúa
contra la correcta, rápida y decidi-
da actuación de ella.
64
El comunismo casi nunca actúa
solo en esto. Busca aliados políticos
en especial de cierta categoría mo-
ral e intelectual. Y por desgracia
suele encontrarlos. Siempre busca-
rá combinar estos medios de ac-
ción.
—Derrotarlas militarmente.
Puede tratarse de la derrota de
las fuerzas armadas en una guerra
externa o frente a las fuerzas re-
volucionarias. En el primer caso
se crean mejores condiciones para
su destrucción o reorganización to-
tal. En el segundo caso ya está todo
hecho. Nadie se puede, entonces,
oponer a su acción para alcanzar
la sociedad que ellos desean, a tra-
vés de la dictadura del proletaria-
do.
En síntesis, el comunista con res-
pecto a las fuerzas armadas, bus-
ca:
—desgastarlas y agotarlas;
—debilitarlas;
—dividirlas;
—amenazarlas;
—amedrentarlas (recurriendo a
atentados a sus miembros, insta-
laciones, familias, bienes priva-
dos, etc. ) ;
—ponerlas en contra del pueblo;
—desmoralizarlas, en suma.
Todo esto para disminuir su ca-
pacidad de lucha hasta el extremo
que no hagan resistencia o, even-
tualmente, faciliten su derrota ar-
mada.
Frente a eso, en Chile se les
opone:
—la disciplina y profesionalismo
de las fuerzas armadas y de or-
den;
—su cohesión monolítica;
—su profesionalismo;
—su mejor equipamiento, instruc-
ción y organización (su capaci-
dad técnica);
—su convencimiento de estar lu-
chando contra un enemigo orga-
nizado militarmente, instruido,
equipado y sirviendo intereses
foráneos;
—su concepto de honor y gloriosas
tradiciones.
7. El gran cambio de estrategias
y tácticas del comunismo
Desde hace unos dos años a esta
parte, todos hemos escuchado ha-
blar de una apertura soviética ha-
cia los medios de comunicación
(glasnost) y una reestructuración
o reforma del sistema político, eco-
nómico y social (perestroika) de
esa nación comunista.
Ese movimiento, que por prime-
ra vez se ha visto desde la década
del veinte, se ha extendido a los
satélites de la URSS y ha tenido un
amplio eco en occidente, habiendo
alcanzado alguna influencia en las
conversaciones y tratados para la
limitación y reducción de armamen-
tos nucleares firmados entre las dos
super-potencias.
Como siempre, dada la experien-
cia histórica, queda la duda de qué
es lo que realmente está sucediendo
en aquella sociedad de hecho tan
cerrada y en la que cuesta saber
lo que sucede, hasta dónde va a lle-
gar este proceso y cuáles serán sus
consecuencias internas e interna-
cionales.
El mundo no puede olvidar que
recién producida la revolución so-
viética (1917), en los primeros
años de la década del veinte, frente
a la aguda crisis económica que vi-
vía esa nación, se autorizó el renaci-
miento de una cierta actividad pri-
vada en la producción (agrícola e
industrial) y en el comercio, en pe-
queña escala, que produjo un alivio
en la situación. Es lo que se conoce
como "New Economic Policy"
(NEP). Pero ello duró poco, ter-
minando con una brutal represión
y aplicación de la economía comu-

nista, que según se dice habría cos-
tado millones de víctimas (por la
represión y hambruna).
Sea como sea, es el hecho que al-
go está sucediendo efectivamente
en la Unión Soviética que ha pro-
ducido una mayor apertura de da
sociedad y una mayor descentrali-
zación de la economía, en la cual
se han comenzado a aplicar ciertos
principios de eficiencia y competi-
tividad, aun cuando es un lento y
difícil comienzo. Se ha sabido de
algunas huelgas, de críticas abier-
tas al sistema y autoridades, inclu-
so a la máxima, y de movimientos
de autonomía regional dentro de
algunas de las Repúblicas que la
componen.
Cuando ha existido una autori-
dad tan severa que ha mantenido
las cosas en el más absoluto control,
es posible pensar que será difícil
controlar este movimiento con pos-
terioridad a este aflojamiento de
los lazos que mantenían esa situa-
ción. Hasta qué punto esto es:
—¿El producto de una evolución
imposible de sujetar dentro de una
sociedad que había postergado tan-
to la satisfacción de sus necesida-
des y por eso iba quedando reza-
gada con respecto al mundo mo-
derno? O sea, ¿el fracaso de un
sistema ?
—¿O ciertas concesiones limita-
das, mientras se obtienen beneficios
internacionales ?
—¿O una gran maniobra de en-
gaño hacia occidente?
Lo más probable es que haya al-
go de lo primero: la necesidad de
avanzar un tanto en la satisfacción
de las necesidades espirituales y
materiales de una sociedad que ha
quedado a la zaga y también algo
de lo último: de lograr que occiden-
te bale la guardia para que no opon-
ga tanta resistencia y a la vez no
obligue a gastar tanto en defensa
y armas al bloque soviético para
65
dedicarlo a aliviar su situación in-
terna. El tiempo dirá.
Mientras tanto hay que ser cau-
tos. Muy cautos puesto que un aflo-
jamiento de la voluntad de defensa
de las naciones occidentales, de Chi-
le entre ellas, lo único que haría
sería incentivar al comunismo in-
ternacional a no cumplir sus com-
promisos y a aprovechar una vez
más las situaciones favorables.
Además, en la permanente con-
frontación mundial del comunismo
por el poder, lo lógico es que apli-
que los principios de la conducción
de la guerra (en el sentido que este
enfrentamiento es como una guerra
especial, que emplea la política y la
guerra abierta y "la especial") pa-
ra conseguir sus fines. Puede tra-
tarse de una correcta aplicación de
los principios de la economía de las
fuerzas buscando la defensiva y paz
mediante la tregua en ciertos sec-
tores, con el mínimo de desgaste,
para reunir el máximo de los me-
dios donde se quiere buscar el éxito
promedio de la ofensiva y eso coin-
cide con la parte en que les es más
fácil y rentable hacerlo. Y al pare-
cer, América Latina está en este úl-
timo concepto. Todas las evidencias
parecen asegurar esto. Y Chile se
encuentra, a nuestro entender en
un lugar y momento propicio para
ellos.
IV.
COMO PREVE EL NUEVO
ORDENAMIENTO
INSTITUCIONAL ENFRENTAR
LA AMENAZA TOTALITARIA
EN EL FUTURO REGIMEN
DEMOCRATICO
A. Bases de la Institucionalidad.
Deberes y Derechos Constitu-
cionales.
1. Mediante la constitución po-
lítica del Estado, aprobada por am-
plia mayoría en el Plebiscito del 11
de Septiembre de 1980, y en vigen-
cia desde el 11 de Marzo de 1981,
66
se establecen claramente en el Ca-
pítulo I "Las Bases de la Institucio-
nalidad" en cuyos artículos, espe-
cialmente en los números 1º, 4º, 5º,
8º y 9º tán los principios funda-
mentales que permiten fundamen-
tar la protección del sistema polí-
tico frente al intento de penetración
de las ideologías totalitarias, que
una vez que logran infiltrarse bus-
can la destrucción del mismo.
En el capítulo III "De los Dere-
chos y Deberes Constitucionales"
se hace una enumeración de todos
los derechos fundamentales que la
constitución asegura a los ciudada-
nos y los deberes que a su vez se
plantean para ellos.
La importancia de estas materias
ha sido reconocida en el capítulo
XIV "Reforma de la Constitución",
en especial en el inciso segundo del
artículo 118, de acuerdo a cuyas
disposiciones resulta más difícil la
modificación de esta parte de la
Carta Fundamental (el capítulo I
al igual que los VII, X y XI).
2. De los nueve artículos del ca-
pítulo I, todos de gran importancia
como fundamentos de la institució-
nalidad, el que más relación tiene
con el tema, es el Nº 8.
El mencionado artículo declara
ilícito y contrario al ordenamiento
institucional todo acto de persona o
grupo destinado a propagar doctri-
nas que atenten contra la familia,
propugnen la violencia o una con-
cepción de la sociedad, del Estado
o del orden jurídico de carácter to-
talitario o fundado en la lucha de
clases.
Por el mismo motivo, son incons-
titucionales las organizaciones y los
movimientos o partidos políticos
que persigan esos propósitos. *
El Tribunal Constitucional debe-
rá conocer de las infracciones a las
disposiciones anteriores.
Las personas que incurran o ha-
yan incurrido en contravención a
los incisos señalados son sanciona-
das con la prohibición a optar a
cargos o funciones públicas por es-
pacio de diez años contados desde la
fecha de la Resolución del Tribu-
nal. Esto sin perjuicio de las de-
más sanciones que establezca la
Constitución y la ley. La prohibi-
ción de ejercer cargos se extiende
además al desempeño de tareas co-
mo rector, directores y cargos do-
centes, a tareas de difusión social
o de emisión de opiniones o infor-
maciones, dirigente de organizacio-
nes políticas, sindicales, estudianti-
les, gremiales, etc.
Además, junto con la declaración
del Tribunal, las personas afecta-
das por la resolución, perderán el
cargo público que estuvieron de-
sempeñando, sea éste o no de elec-
ción popular.
Finalmente, el artículo prescribe
que las personas señaladas no po-
drán ser objeto de rehabilitación
dentro del plazo de diez años esta-
blecido, y las penas se elevarán al
doble en caso de reincidencia.
La importancia que tienen estas
disposiciones es que están estable-
cidas en la Constitución.
3. Tampoco podríamos dejar
de citar la importancia del artículo
9º que condena al terrorismo como
contrario a los derechos humanos.
Se establece que una ley de quórum
calificado determinará las que son
consideradas conductas terroristas
y cuál es la penalidad que les co-
rresponde. Rigen las inhabilitacio-
nes señaladas en el artículo 8º, pe-
ro se suben a quince años, sin per-
juicio de otras inhabilidades.
Establece finalmente el artículo
que este delito será considerado
delito común y no político. No cabe
para ellos la amnistía, el indulto, ni
la libertad provisional.
4. Las mencionadas bases de la
institucionalidad son el fundamen-
to de donde se deriva el capítulo
III. en que se señalan los Derechos
y Deberes Constitucionales.

Con la correcta y fiel observan-
cia de sus artículos 19 al 23, se
tiene asegurado en una importante
medida el disfrute de las condicio-
nes ideales que la democracia ofre-
ce a todos los ciudadanos.
El cumplimiento explícito y de-
tallado de los deberes y derechos
constitucionales persigue garanti-
zar a las personas que el Estado
no podrá pasar a llevar sus dere-
chos naturales y fundamentales.
En suma, cumplir lo establecido en
el artículo 1º, que "el Estado está
al servicio de la persona humana y
su finalidad es promover el bien
común 'para permitirles' su ma-
yor realización espiritual y mate-
rial posible, con pleno respeto a los
derechos y garantías que esta Cons-
titución establece".
Además se regula la acción del
Estado y se somete a las autorida-
des al "Estado de derecho", permi-
tiendo que la relación entre las per-
sonas y aquél se dé sobre bases y
ámbitos claramente identificados y
limitados.
B. En la estructura del sistema
político y sus instituciones
Concretándonos a lo esencial, la
Constitución de 1980 hace frente a
la amenaza totalitaria en el "capí-
tulo VII Del Tribunal Constitucio-
nal"; en el capítulo X Fuerzas Ar-
madas, de Orden y Seguridad Pú-
blica y en el "capítulo XI Consejo
de Seguridad Nacional.
1. Capítulo VIL Del Tribunal
Constitucional (T. C. )
Forma parte de una serie de or-
ganismos diseñados para realizar
una acción "de equilibrio de la fa-
cultad presidencial, que conviene
diseñar en instancias más bien téc-
nicas no en una voluntad política
cuyo único contrapeso efectivo se
logra al precio de arriesgar la efi-
67
cacia de la acción gubernativa"
(90). Junto al T. C. estarían el Ban-
co Central, la Contrataría General
de la República y el Consejo de Se-
guridad Nacional (C. S. N. ).
Se rige por una ley orgánica
constitucional
El T. C. está integrado por siete
miembros de los cuales uno es de-
signado por el Presidente de la Re-
pública; tres por el Consejo de Se-
guridad Nacional (C. S. N. ); tres
por la Corta Suprema y uno por el
Senado (por mayoría absoluta de
los senadores en ejercicio).
De las atribuciones del T. C. que
señala el artículo 82, las siguientes
tienen que ver directamente con el
tema que nos ocupa:
"7º Declarar la inconstituciona-
lidad de las organizaciones, y de
los movimientos o partidos políti-
cos, en conformidad a lo dispuesto
en el artículo 8º de esta constitu-
ción.
"8º Declarar, en conformidad el
artículo 8º de esta Constitución la
responsabilidad de las personas que
atentan o hayan atentado contra el
ordenamiento institucional de la
República. Sin embargo, si la per-
sona afectada fuera el Presidente
de la República o el Presidente elec-
to, dicha declaración requerirá,
además, el acuerdo del senado adop-
tado por la mayoría de sus miem-
bros en ejercicio" (91).
Con respecto a las atribuciones
anteriores, deberá haber una acción
pública ante el tribunal para reque-
rir su intervención, y en el caso de
que la persona afectada fuera el
Presidente de la República, el re-
querimiento deberá ser formulado
por la Cámada de Diputados o por
la cuarta parte de sus miembros en
ejercicio. (92).
Contra las resoluciones del T. C.
"no procederá recurso alguno". Sin
embargo, el propio tribunal puede
corregir los errores en que de he-
cho hubiera incurrido. (93).
68
2. Fuerzas Armadas, de Orden y
Seguridad Pública
a. El capítulo X de la Constitu-
ción se refiere a los aspectos esen-
ciales de las Fuerzas Armadas, de
Orden y Seguridad Pública, seña-
lando cuáles son sus misiones; ca-
racterísticas; la procedencia del
personal que las compone; la desig-
nación y el llamado a retiro de sus
jefes máximos y la forma como se
nombra, asciende y se retiran los
oficiales que la componen.
b. De las misiones de las institu-
ciones referidas, se deduce que ellas
pasan a ser decisivas en el enfren-
tamiento de la amenaza totalitaria
a la institucionalidad.
En efecto, las Fuerzas Armadas
(Ejército, Armada y Fuerza Aérea)
además de la defensa de la patria,
son esenciales para la seguridad na-
cional y garantizar el orden institu-
cional. (94).
Las Fuerzas de Orden y Seguri-
dad Pública están integradas sólo
por Carabineros e Investigaciones
y:
—constituyen la fuerza pública;
—existen para dar eficacia al de-
recho;
—garantizan el orden público; y
—la seguridad pública interior, en
la forma que lo determinen sus
leyes orgánicas.
Carabineros, además, se integra-
rá con las Fuerzas Armadas en la
misión de garantizar el orden ins-
titucional de la República. (95).
c. El artículo 92 tiene estrecha
relación con el orden institucional
y establece que ninguna persona,
grupo u organización podrá poseer
o tener armas u otros elementos si-
milares. Una ley de quórum califi-
cado podrá otorgar la autorización
para tenencia de armas. Su inciso
segundo, encarga al Ministerio de
Defensa o a un organismo de su
dependencia de ejercer la supervi-
gilancia y control de las armas en
la forma que determina la ley. (96).
3. Consejo de Seguridad Nacional
a. El capítulo XI de la C. P. E.
1980 establece uno de los organis-
mos más importantes y a la vez
más controvertidos para el tema
que nos ocupa: el Consejo de Segu-
ridad Nacional.
b. El C. S. N. está compuesto de
siete miembros:
—El Presidente de la República,
que lo preside;
—el Presidente del Senado;
—el Presidente de la Corte Supre-
ma; y
—los Comandantes en Jefe del Ejér-
cito, Armada y Fuerza Aérea, y
Director General de Carabineros.
Actuará como Secretario, el Jefe del
Estado Mayor de la Defensa Nacio-
nal.
Participarán también como miem-
bros del Consejo, con derecho a voz,
los Ministros:
—del Interior;
—de Relaciones Exteriores;
—de Defensa Nacional,
—de Economía; y
—de Hacienda (97).
c. El C. S. N. cumple las siguien-
tes tareas:
—Asesorar al Presidente de la Re-
pública en cualquier materia
vinculada a la seguridad nacio-
nal en que éste lo solicite.
—Representar a cualquier autori-
dad establecida por la Constitu-
ción su opinión sobre cualquier
hecho, actividad o materia que
pueda afectar gravemente:
—las bases de la instituciona-
lidad, o

—comprometer la seguridad na-
cional.
—Informar previamente sobre lo
referido a la fijación de las fuer-
zas de aire, mar y tierra (mate-
ria de ley) que han de mantener-
se en tiempo de paz o de guerra,
y las normas para permitir la en-
trada de tropas extranjeras al
territorio de la República, o la
salida de tropas nacionales fuera
de él (artículo 60, inciso 13).
—Recabar todos los antecedentes
que se precisan sobre la seguri-
dad interior y exterior del Esta-
do, de las autoridades y funcio-
narios de la administración.
—Ejercer las demás atribuciones
que la Constitución le encomien-
de.
Sus acuerdos pueden ser públicos
o reservados, según lo determine el
Consejo.
C. Algunas consideraciones sobre
las mencionadas normas cons-
titucionales de protección del
sistema constitucional
1. Sobre el pluralismo limitado.
El artículo 8? de la C. P. E. decla-
ra ilícito y contrario al ordenamien-
to institucional a determinados ac-
tos de grupos o personas que aten-
tan contra la familia, propugnen la
violencia o una concepción del es-
tado o del orden jurídico, de carác-
ter totalitario o fundada en la lu.
cha de clases. Las organizaciones,
movimientos o partidos que por
sus fines o por la actividad de sus
adherentes tienden a esos objeti-
vos, son inconstitucionales.
Es natural que un artículo de es-
ta naturaleza tiene que provocar
fuertes reacciones, de los afectados,
sus aliados y de otras personas, al-
gunas muy serias y bien intencio-
nadas probablemente, pero que ol-
vidan la experiencia del país y no
consideran la de otros. Se dice que
69
por esto, la Constitución es antide-
mocrática. Agregan que el ejercicio
de la soberanía ni siquiera se radi-
ca en todos los ciudadanos ya que
excluye a algunos "que pasan a ser
parias del sistema por profesar
ciertas ideas" (98).
Para comprender verdaderamen-
te la razón de ser del artículo 8º,
debemos tener en cuenta que una
de las características de la demo-
cracia es la posibilidad que ella tie-
ne de irse adecuando a la variación
de los factores que condicionan su
desarrollo. Frente a nuevas condi-
ciones los sistemas de gobierno van
adquiriendo renovadas formas. To-
dos conocen los diferentes aconte-
cimientos que condujeron a la cri-
sis del sistema político en 1973. Así
de no mediar el Pronunciamiento
Militar, el destino de Chile habría
sido, sin duda, semejante al de Cu-
ba o Nicaragua. Es también inne-
gable la situación de enfrentamien-
to existente en numerosos países
entre las fuerzas que representan
la libertad y las que son impulsa-
das por la esclavitud totalitaria.
Además, con posterioridad a 1973,
Chile ha sido la víctima de nume-
rosos intentos de desestabilizar el
gobierno, de acciones terroristas
con fuerte apoyo internacional que
ha llegado a tener como objetivo
hasta al Jefe del Estado. Además,
está el descubrimiento de los arse-
nales de Carrizal Bajo destinado
no sólo a realizar acciones terroris-
tas, sino a apoyar guerrillas en gran
escala y quizás una guerra civil.
Frente a todos estos hechos hay
numerosos políticos y escritores que
se llaman a sí mismos democráticos
que, o no se dan cuenta de la rea-
lidad, o sencillamente desean igno-
rarla por otros motivos.
Debe considerarse, en seguida,
que es legítimo que todo Estado de-
fienda su integridad física y espi-
ritual. El profesor don José Luis
Cea, dice que todo sistema debe pro-
tegerse y que esta necesidad "no
70
sólo obedece a consideraciones teó-
ricas sino que tiene apoyo empírico,
pues los regímenes constituciona-
les, sin excepción, contemplan las
normas para su defensa y castigan
a quienes los desafían o atacan.
(99). Es una confirmación de este
hecho, el caso de la Constitución
Política de Alemania Federal, que
no sólo sanciona a partidos y movi-
mientos con la pérdida de los dere-
chos políticos, sino a las personas
que con su conducta atentan contra
las bases del sistema democrático.
(100).
Si se analiza ahora el objeto de
la norma habría que enfrentar la
crítica que la constitución sanciona
"ideas", o como dice don Manuel
Sanhueza Cruz, por "profesar cier-
tas ideas". Pero a la letra el artícu-
lo 8º habla de "todo acto" y eso fue
lo que se tuvo en vista al contem-
plarla en la Constitución. Lo que se
castiga es el acto que pueda deri-
varse de una idea, interesando que
ellas no puedan derivar en un pro-
selitismo de las mismas.
Ahora bien, el conocimiento de
las infracciones al artículo 8º de la
Constitución corresponderá a un or-
ganismo autónomo, el Tribunal
Constitucional, el que por la cali-
dad de sus miembros y la respon-
sabilidad que ellos tendrán frente
al p a í s , . . . es garantía de que ac-
tuará con la máxima seriedad.
Finalmente se puede argumentar
que nada en este precepto constitu-
cional se opone a las garantías y
derechos individuales, es decir, no
se confiere mediante ello ningún
derecho ni al Estado, grupo o per-
sona para desarrollar actividades
o actos tendientes a la supresión
de los derechos y libertades procla-
madas en la correspondiente Decla-
ración. (101).
En suma, si existe alguna limita-
ción al pluralismo ideológico es pa-
ra preservar el sistema político y el
régimen democrático legítimamen-
te constituido.
2. Sobre el Tribunal Constitucio-
nal.
a. Algunos autores han expresa-
do que el T. C. "es, junto a otros
organismos, la máxima expresión
de un cuarto poder o función cons-
titucional: el poder neutro o la fun-
ción contralora" (102).
b. También se le cuestiona por-
que no tendría una adecuada auto-
nomía, de acuerdo a la forma como
se elige a sus miembros y que ésa
podría ser una forma a través de
la cual los poderes militar y judicial
puedan ejercitar su enorme influen-
cia. (103). La respuesta a ese ar-
gumento está en que, recogiendo
experiencias anteriores, se ha pre-
ferido constituir, no un organismo
de carácter político como se sugie-
re, sino otro de carácter judicial y
técnico. (104).
c. Rivera Neuman califica al T.
C. como el "supremo guardián or-
dinario de la Constitución y máxi-
mo exponente del Poder Neutro"
ya que su finalidad es sobreguardar
el estado de derecho y proteger la
democracia. (105).
d. El T. C. carece de atribuciones
para conocer de oficio las materias
de su competencia. Sus atribucio-
nes sólo le permiten controlar el
uso de las competencias de otros
organismos. No ejerce un poder ac-
tivo. (106).
Su carácter técnico, el alto nivel
de sus integrantes, la independen-
cia que incluso ha demostrado has-
ta la fecha, permiten augurar que
el T. C. cumplirá en excelente forma
sus tareas que vienen a llenar una
sentida necesidad.
3. Sobre las Fuerzas Armadas,
de Orden y Seguridad Pública.
De las tareas que estas institu-
ciones tienen se puede deducir que
en forma directa e indirecta ellas
contribuirán en forma efectiva y
permanente a garantizar la insti-

tucionalidad frente a cualquier
amenaza totalitaria.
En efecto, apoyan esta opinión
su histórico y acendrado patriotis-
mo y profesionalismo, y el hecho
de haber sido ellas garantes del
proceso que condujo a la realización
del plebiscito de 1980 en el que se
aprobó la Constitución; el apoyo
que le han dado con posterioridad
a él, rechazando todos los embates
de sectores políticos de apartarlas
de su camino y finalmente su firme
determinación de garantizar un
plebiscito correcto, limpio y orde-
nado en 1988 para poner en plena
aplicación las disposiciones que la
mencionada carta fundamental se-
ñala.
Hay que tener presente que las
Fuerzas Armadas y de Orden han
sido siempre el más sólido baluarte
de la institucionalidad y que sólo
han entrado al campo político cuan-
do no ha habido una solución polí-
tica posible. A sus clásicas tareas
que se resumen en las de la defen-
sa de la patria, se unen las de dar
eficacia al derecho, garantizar el
orden y la seguridad pública, y aho-
ra se agrega la atribución que las
Fuerzas Armadas y Carabineros
tienen para garantizar el orden ins-
titucional de la República en forma
constitucional, a través del Consejo
de Seguridad Nacional.
Contribuyen a reforzar esta se-
guridad frente al totalitarismo los
siguientes hechos:
1º La disposición constitucional
de que el personal sólo podrá
ingresar a las instituciones a
través de sus propias escuelas
y disposiciones legales, lo que
las protege de una eventual in-
corporación espúrea de perso-
nas con fines políticos partidis-
tas.
2º El hecho que no pueden existir
otros grupos armados, y que la
tenencia de armas y explosivos
71
sea controlada por una ley es-
pecial y por los organismos
técnicos que ella determine; y
3º La gran estabilidad que gozan
en sus cargos los Comandantes
en Jefe de las Fuerzas Arma-
das y Director General de Ca-
rabineros, lo que les da inde-
pendencia en el desempeño de
sus responsabilidades y prote-
ge a las instituciones de un
sorpresivo descabezamiento.
4. Sobre el Consejo de Seguridad
Nacional (CSN).
Quizás uno de los elementos de
mayor importancia para garantizar
la protección del orden institucio-
nal, sea el C. S. N. Por eso ha sido
objeto de las más serias controver-
sias que parten de muchos sectores,
las que naturalmente son apoyadas
con gran decisión por aquellas que
con su supresión ven allanado el ca-
mino para destruir el sistema polí-
tico vigente.
Se argumenta que su existencia
significa la intromisión de las Fuer-
zas Armadas en política; que ello
equivale a declarar que al sistema
político le falta madurez y a sus
integrantes responsabilidad por lo
que tendría que ser intervenido por
elementos a los que no se le recono-
ce la facultad, ni idoneidad para
hacerlo; que lo anterior equivale a
politizar las Fuerzas Armadas, sa-
cándolas de su papel profesional, y
finalmente, que ello termina con la
democracia ya que se arrebata al
pueblo su soberanía, para hacerle
depender de un organismo cuya ta-
rea es resguardar la seguridad.
Frente a eso se podría argumen-
tar que:
—Las Fuerzas Armadas y las Fuer-
zas de Orden de Chile no se han
caracterizado por ser proclives a
intervenir en política. Son alta-
mente técnicas y profesionales.
72
—A pesar de lo anterior, en varias
oportunidades se han visto for-
zadas a entrar al campo político,
cuando su presencia, fuera de su
marco técnico, ha sido indispen-
sable y cuando —como 1973— la
ciudadanía, masivamente, pidió
su participación para salvaguar-
dar la independencia y soberanía
del país, evitando llegar a una
situación de caos irreversible.
—Que en ésta, como en anteriores
oportunidades, su actuación no
fue para usufructuar del poder,
sino para encauzar la vida nacio-
nal dentro de los marcos institu-
cionales democráticos. Esa es su
situación actual, por cuanto se
han creado los mecanismos para
entregar la soberanía al pueblo,
pero tomando los debidos res-
guardos, dado que la amenaza to-
talitaria en el mundo, continúa
latente, siendo especialmente gra-
ve en Latinoamérica y en el país.
—Que la actuación del C. S. N. es só-
lo de asesorar al Presidente de la
República en materias de segu-
ridad nacional, y representar a
las demás autoridades los hechos
o circunstancias que atentan con-
tra ella y las bases de la institu-
cionalidad. Para eso está autori-
zado para informar a quien co-
rresponda y recabar con carác-
ter de obligatorio las informacio-
nes que precisa.
—Que estas grandes preocupacio-
nes por estar estrechamente re-
lacionadas con las tareas norma-
les de las instituciones de la de-
fensa nacional han sido siempre
motivo de preocupación de los
mandos institucionales, quienes
antes tenían dificultades para
expresar o representar estas in-
quietudes, porque no existían los
canales constitucionales para ha-
cerlo, y cuando lo hacían, equi-
valía a una grave intromisión en
el terreno político. En esa forma
el C. S. N. ha venido a crear la
forma natural de materializar su
asesoría y sus inquietudes. Ac-
túa como una autorizada "válvu-
la de seguridad" contribuyendo a
la estabilidad del sistema.
Por otra parte, hay que partir de
la base que para plantear en el C.
S. N. serios problemas de seguridad
nacional y de la institucionalidad
se requiere ponerse de acuerdo y
debatir asuntos importantes entre
personas de alto nivel, de diferen-
te formación básica y representa-
tivas de intereses y realidades di-
versas. Por lo tanto, las conclusio-
nes ASESORAS, NO RESOLUTI-
VAS que salgan del C. S. N., aunque
no sean unánimes, serán un valioso
antecedente para poder elegir la
mejor alternativa. En el caso de ser
unánime, con mayor razón será una
opinión que difícilmente podrá sos-
layarse en la marcha del país. Se-
rá una opinión de opiniones respon-
sables frente a temas vitales.
Son particularmente importantes
las facultades del C. S. N. para la
declaración de los Estados de Ex-
cepción conforme a lo que señala el
Artículo 40, incisos 1º, 3º y 4º y
las orientaciones que se deriven,
para la elaboración de los planes
que deben estar hechos para afron-
tar emergencias políticas externas
o internas, y desastres naturales.
Por otra parte la existencia in-
dependiente del T. C., que puede so-
lucionar contiendas de competencia
e interpretación, hace que sea éste
el organismo que debe intervenir
con más frecuencia para resolver
asuntos de orden institucional, con
lo que se evita que el C. S. N., vale
decir las Fuerzas Armadas, se vean
obligadas a intervenir frecuente-
mente quedando, como dice Rivera
Toro, como "El Guardián Extraor-
dinario de la Constitución" (106),
o sea para el caso que los proble-
mas adquieran extrema gravedad

V. CONCLUSIONES
A. El comunismo es una FUERZA
internacional
El comunismo es una ideología
de carácter internacional. Los par-
tidos comunistas de los diferentes
países, como el partido comunista
chileno, han mantenido y mantie-
nen estrechos lazos y aún subordi-
nación jerárquica con el partido co-
munista de la Unión Soviética. Ac-
túan, en las distintas partes del
mundo, cumpliendo las órdenes del
comunismo internacional. Por eso
decimos que más qué una ideología
es una fuerza.
Lo anterior significa que por so-
bre la escala de valores que supo-
nen los intereses nacionales, el co-
munismo coloca las directivas que
emanan del comunismo internacio-
nal. Como éste se identifica con la
Unión Soviética,, el comunista se
transforma en el servidor de una
potencia extranjera.
Por sobre los intereses de su país
estarán otros de carácter foráneo.
Los trabajadores, los proletarios
según ellos no tienen Patria, pero
en realidad lo es, la superpotencia
soviética.
A eso se agregan las caracterís-
ticas de profundo dogmatismo, e in-
cluso cierta dosis de fanatismo, que
da una especial decisión y violencia
a todas sus actuaciones.
El partido comunista chileno se
ha caracterizado siempre por obe-
decer ciegamente las órdenes que
provienen de Moscú.
8. El Comunismo promueve la
lucha de clases para imponer
el Socialismo.
El comunismo busca en todas
partes impulsar el triunfo del pro-
letariado en la revolución, para lle-
gar a un estado comunista ideal.
Para eso debe finalmente llegar a
la destrucción del estado burgués
73
y construir como dicen, eufemísti-
camente, una "democracia avanza-
da o "popular", la que no es otra
cosa que la dictadura del proletaria-
do, fase intermedia, para alcanzar
el ideal.
El mecanismo que utilizan es la
lucha de clases. Un comunismo sin
ella es tan irreal "como el hielo-
ardiente".
C. Para conseguir su fin utiliza
todos los medios.
El comunismo sabe que su lucha
en Chile, como en cualquier otro
país, es difícil. Como el objetivo co-
loca en trance de vida o muerte a la
sociedad existente y ésta lucha por
defenderse con todas sus fuerzas,
el partido debe luchar recurrien-
do a la totalidad de los medios dis-
ponibles, a todos los imaginables,
sin sujetarse a principio moral al-
guno. Constituir alianzas con par-
tidos democráticos; utilizar la con-
fianza y credibilidad en ellos depo-
sitada; actuar dentro de la ley
cuando le es permitido, pero siem-
pre con una parte, o si es necesario
la totalidad de su estructura, fuera
de la ley. Usar los medios pacíficos
y violentos. Emplear "la violencia
revolucionaria" cada vez que sea
necesario. El fin, para ellos justi-
fica los medios.
La desinformación para confun-
dir y desorientar tanto a sus alia-
dos (o posibles aliados o neutrales)
y a sus adversarios es un arma, una
técnica en la cual son maestros. Pa-
ra ese propósito han inventado una
terminología que no todos —sino
los que se han especializado en sus
temas— entienden verdaderamen-
te. Con este propósito desvirtúan
el significado de los términos cono-
cidos (democracia es un ejemplo).
Esa versatilidad le permite ac-
tuar de una forma determinada, e
incluso presentarse de manera di-
versa en los países occidentales
europeos, en EE. UU. de N. A., en
74
Asia, en Latinoamérica o en Chile.
El éxito en la defensa contra él
depende de la cultura política de
los dirigentes políticos democráti-
cos, de su mayor o menor conoci-
miento de la forma que el comu-
nismo tiene para actuar.
D. Su sola presencia da un tinte
especial a todo el espectro
político, en especial en países
en vías de desarrollo.
En las democracias, y mientras
más aguda y poco definida es la
lucha política, mayor es la gravita-
ción que el partido tiene en ella. Su
sola presencia obliga a los partidos
democráticos a tener que definirse
frente a él. Porque el hecho de
aliarse o participar con los comu-
nistas en una contienda política, de
inmediato desdibuja la línea demo-
crática de ese partido —aunque lo
niegue y no lo desee— y lo hace
aparecer colaborando con elemen-
tos totalitarios. Algunos que tienen
conciencia del peligro de infiltra-
ción o división que esto significa,
cuidan de definir su situación de
total separación frente a ellos.
Otros no creen en su peligrosidad
o la consideran una exageración,
utilizada como táctica de una cam-
paña del terror. Eso piensan, a pe-
sar de las evidencias, algunos polí-
ticos chilenos, y exponen a sus co-
lectividades a lo que ha sucedido
con varios partidos democráticos
(pérdida de la disciplina partida-
ria, división, etc. ). Y a pesar de
todo, deciden correr el riesgo y se
unen con ellos en agrupaciones tác-
ticas o partidos instrumentales. Por
último, hay algunos poco realistas
que se unen a ellos con la esperanza
de sacar provecho utilizándolos.
¡Qué grave error de cálculo!
Lo peor frente a este tema, pa-
rece ser el no considerar la diferen-
cia que hay de continente a conti-
nente e incluso de país a país y
caer en la indefinición, basándose
que en Italia y en Francia, por
ejemplo, el comunismo está contro-
lado y pierde posiciones. Se olvidan
lo que sucedió en Chile entre 1970-
73 y no se consideran las declara-
ciones reales de sus dirigentes. Se
da crédito a sus declaraciones (a
una parte de ellas) en que expresan
que a lo único que ellos ahora as-
piran, es a eliminar el obstáculo que
significa el gobierno autoritario
actual y alcanzar la tan anhelada
"democracia". Pero ¿de qué demo-
cracia se habla? Eso es lo que hay
que definir porque democráticos y
comunistas cuando hablan de de-
mocracia se están refiriendo a sis-
temas políticos del todo diferentes.
E. El partido comunista dentro o
fuera de la ley.
Por eso se plantea siempre la
pregunta de si debe estar el parti-
do dentro de la ley, actuando como
un partido político más, o si debe
estar declarado fuera de la ley.
Se argumenta que cuando el par-
tido comunista está dentro de la ley,
es posible controlar abiertamente
sus acciones. Sin embargo, los que
piensan así se olvidan, que sólo ten-
drán a la vista una parte del mismo,
a la cual podrán controlar, pero no
tendrán ningún control sobre la
porción quizás más importante del
mismo que actúa siempre sumergi-
da y/o en agrupaciones paralelas
manejadas "por control remoto",
por así decirlo. ¿Hay ingenuidad en
esto?
Si examinamos la historia del
partido comunista chileno es posi-
ble ver que cuando actuó en la su-
perficie, además de los medios vio-
lentistas que siempre mantiene su-
mergidos (o que utiliza aunque no
pertenezcan a sus cuadros) los que
actúan abiertamente, tienen todas
las ventajas que la democracia les
da, para sembrar la división de la
sociedad y la lucha de clases, y cre-
cer exacerbando los problemas exis-
 75

tentes, en vez de sumarse a los es- nómico, que mucho mejor que ex-
fuerzos para solucionarlos. presiones retóricas permitan alcan-
La situación de otras sociedades, zar mejores condiciones de vida pa-
que viven etapas de desarrollos di- ra todos. Su cumplimiento integral
ferentes, como la europea, nortea- permitirá recibir los hermosos fru-
mericana, no es aplicable, a nuestro tos de una democracia, tales como el
entender, a nuestra realidad actual. respeto a la persona y la libertad
Luego, por el momento, visuali- e igualdad de oportunidades que se
zamos no sólo como muy prudentes, logra cuando todos pueden partici-
sino vitales las disposiciones cons- par en su medida y nivel en el-
titucionales y legales para defender gobierno, directamente, y a través
la sociedad de su existencia, situa- de sus representantes. Ello permi-
ción que ellos se han ganado con su tirá unir a la sociedad chilena en
comportamiento absolutamente an- torno a valores y principios comu-
tidemocrático. Ello no obsta que nes a todos, lo que obviamente con-
quizás en el futuro, cuando el país tribuirá a cimentar la legitimidad
haya aumentado su nivel socioeco- del sistema político que asegure su
nómico y de cultura cívica y quizás persistencia estable.
hayan cambiado las condiciones in- Esta estabilidad no es ni debe ser
ternacionales, esta situación pueda obtáculo, para que como toda obra
variar. En gran medida se verá si humana, la Carta Fundamental
el "glasnot" y la "perestroika" son pueda ser complementada y mejo-
una realidad positiva o una gran rada como fruto de la experiencia
maniobra más de engaño. Hay du- y en la medida que las condiciones
das, porque no se ve que el marxis- socioeconómicas del país vayan me-
mo soviético haya experimentado jorando. Porque es obvio que al in-
un revés, y que cambios de tal mag- corporarse las grandes mayorías
nitud se hagan necesarios o indis- nacionales a mejores niveles de vida
pensables. ¿ Será que el gobierno so- y a una efectiva participación en
viético ha decidido al fin poner en el proceso democrático, se habrá
primer plano el bienestar y la feli- creado en la conciencia de cada
cidad de su pueblo por sobre la lu- hombre, los anticuerpos para re-
cha por la dominación mundial? ¿y chazar esas ideas extranjeras, to-
eso obligaría necesariamente al co- talitarias y violentistas, permitien-
munismo internacional a seguir ese do mantener siempre saludable el
mismo camino? Eso es lo que dirán cuerpo social. Cuando cada ciuda-
los próximos años. dano rechace esas ideas totalitarias
y ajenas a nuestro medio y com-
F. Desafío a la sociedad y demo- prenda el verdadero sentido de la
cracia chilena. libertad y la democracia, basada en
el equilibrio entre deberes y dere-
Quizás el gran desafío que repre- chos, entonces cada vez menos se
senta nuestro anhelo de alcanzar precisará de la protección de nor-
una verdadera democracia, esté en mas y elementos coercitivos.
la forma que podamos alcanzar un Se habrán creado así las condi-
efectivo consenso que se concrete ciones para que todos los chilenos,
en la Constitución de 1980. Si ella podamos trabajar en paz y libertad,
es respetada y cumplida integral- unidos moral, intelectual y mate-
mente por todos, con lealtad y de- rialmente para realizar integral-
cisión, se podrá continuar con una mente nuestros destinos como hom-
efectiva labor de progreso socioeco- bres y como nación.
76
N O T A S
( 1 ) Enciclopedia Internacional de las
Ciencias Sociales - "AGUILAR".
Edición Española. Tomo 6 p. 768.
( 2 ) Scruton, Roger. ''A dictionary of po-
litical thought''. Hill and Wang. New
York A division of Farrar, Straus
and Ginaux. First American Paper-
back Edition, 1984. Printed in Great
Britain. pp. 289, 290.
( 3 ) Sabine, George. "Historia de la
Teoría Política". Fondo de Cultura
Económica. Méjico. Bs. As. Impre-
so en España. XV Edición. 1986.
p. 568.
( 4 ) Ibídem. Op. Cit. p. 573.
( 5 ) Held, David. "Models of Democra-
cy" (Stamford University Press.
1987). p. 131.
( 6 ) Ibídem. Op. Cit. p. 131.
( 7 ) Chevalier, Jean-JacqueS. "Los Gran-
des Textos Políticos". (Desde Mac-
chiavelo a nuestros días). Aguilar.
Traducción del francés de Antonio
Rodríguez Huéscar. 7ª edición. Cuar-
ta reimpresión. 1981. p. 286.
( 8 ) Solzhenitsyn, Alexander. "Denuncia'"
Editorial Edimpres Ltd. Nov. 1981.
pp. 126 y 127. Citado por Cuevas
Farren, Gustavo. "La Estrategia Co-
munista en Occidente y en Chile:
Algunas notas y comentarios". Uni-
versidad de Chile. Revista Política
Nº 9, Primer Semestre 1986. Insti-
tuto de Ciencia Política, UCH. p.
53.
( 9 ) Ibídem. Op. Cit. Solzhenitsyn. P.
189 Cuevas, Gustavo, p. 58.
{ 10 ) Sabine, George. Op. Cit. p. 556.
( 11 ) Enciclopedia I. C. S. "AGUILAR".
Op. Cit. Tomo 2. p. 557.
( 12 ) Sabine, George. Op. Cit. p. 588.
( 13 ) Ibídem. Op. Cit. p. 589.
( 14 ) Enciclopedia I. C. S. "AGUILAR".
Op. Cit. Tomo 2. p. 559.
( 15 ) Chevalier, Jean-Jacques. Op. Cit.
p. 347.
( 16 ) Ibídem. Op. Cit. p. 348.
( 17 ) Sabine, George, Op. Cit. p. 579.
( 18 ) Ibídem. Op. Cit. p. 584.
( 19 ) Ibídem. Op. Cit. p. 585.
( 20 ) Ibídem. Op. Cit. p. 586.
( 21 ) Chevalier, Jean-Jacques. Op. Cit.
p. 347.
( 22 ) Sabine, George. Op. Cit. p. 586.
( 23 ) Enciclopedia I. C. S. "AGUILAR".
Tomo 2. Op Cit. p. 647.
( 24 ) Sabine, George. Op. Cit. p. 587.
( 25 ) Ibídem. Op. Cit. p. 587.
( 26 ) Ibídem. Op. Cit. p. 594.
( 27 ) Enciclopedia I. C. S. "AGUILAR",
Tomo 2. Op Cit. p. 647.
( 28 ) Sabine, George. Op. Cit. pp. 594-
595.
( 29 ) Enciclopedia I. C. S. "AGUILAR".
Op. Cit. p. 646.
( 30 ) Sabine, George. Op. Cit. p. 579.
( 31 ) Ibídem. Op. Cit. p. 580.
( 32 ) Chevalier, Jean-Jacques. Op. Cit.
p. 294.
( 33 ) Enciclopedia I. C. S. "AGUILAR".
Op. Cit. Tomo. 2. p. 658.

( 34 ) Ibídem. Op. Cit. p. 658.
( 35 ) Ibídem. Op. Cit. p. 659.
( 36 ) Ibídem. Op. Cit. p. 659.
( 37 ) Ibídem. Op. Cit. p. 659.
( 38 ) Ibídem. Op. Cit. p. 660.
( 39 ) Ibídem. Op. Cit. p. 660.
( 40 ) Ibídem. Op. Cit. p. 660.
( 41 ) Ibídem. Op. Cit. pp. 660-661.
( 42 ) Góngora, Mario. "Ensayo Histórico
sobre la Noción de Estado en Chile
en los Siglos XIX y XX". Editorial
Universitaria. Septiembre, 1986. p.
108.
( 43 ) Cuevas Farren, Gustavo. Op. Cit.
p. 68.
( 44 ) Cuevas Farren, Gustavo. Op. Cit.
p. 68. (Cita a Benavente Urbina,
Andrés). Op. Cit. en el texto p. 20.
( 45 ) Cuevas Farren, Gustavo. Cita a Be-
navente Urbina, Andrés. Op. Cit.
pp. 71-72.
( 46 ) Cuevas Farren, Gustavo. "La Estra-
tegia Comunista en Occidente y en
Chile. Algunas Notas y Comenta-
rios''. Revista Política Nº 9. Primer
Semestre 1986. Instituto de Ciencia
Política U. de Chile, p. 73.
( 47 ) 01. - ''Documento Sobre el Comu-
nismo Nº 1", public. del Instituto
de Ciencia Política de la U. de Chi-
le. Sept. 1984. "La Respectiva In-
surreccional". Citado por Gustavo
Cuevas Farren. Ibídem. pp. 75-76.
( 48 ) 02. - Benavente Urbina, Andrés. "El
Partido Comunista Chileno": Su es-
trategia política entre 1973 y 1985.
Revista Política Nº 8. 1985. pp. 70-
71. Citado por Cuevas Farren, Gus-
tavo. Ibídem. pp. 74-75.
77
( 49 ) "Declaración del Partido Comunis-
ta de Chile". Separata, "SOLICI-
TADA", de Revista "Análisis". Ju-
lio, 1987. p. 1.
( 50 ) Ibídem. Op. Cit. p. 2.
( 51 ) Corvalán L., Luis, "Todos contra la
Dictadura". "Análisis". 27 de abril
- 3 de mayo, 1987.
( 52 ) Pleno del Comité Central del PCCH.
Versión de Fragmentos del Acta.
Santiago. Octubre de 1987.
( 53 ) Contreras Tapia, Víctor. Carta a los
Coordinadores del "Acuerdo Nacio-
nal". Análisis. 25 al 31 de mayo de
1986. p. 29.
( 54 ) "Declaración del Partido Comunis-
ta de Chile". Op. Cit. p. 1.
( 55 ) Ibídem. p. 2.
( 56 ) Ibídem. p. 2.
( 57 ) Ibídem. p. 3.
( 58 ) Declaración "Pleno del Comité Cen-
tral del Partido Comunista de Chi-
le". Octubre, 1987. p. 3.
( 59 ) Ibídem. p. 5.
( 60 ) Ibídem. pp. 7 y 8.
( 61 ) Corvalán L., Luis. Op. Cit. p. 3.
( 62 ) Corvalán L., Luis. ''Habla Luis Cor-
valán", Ernesto Soupault, desde
Moscú, APSI del 25 de agosto al 20
de septiembre de 1986. p. 16.
( 63 ) Declaración del Partido Comunista
de Chile. Separata. Análisis. Doc.
Op. Cit. pp. 1, 2 y 3.
( 64 ) Insunza, Jaime. Equipo Krítica. Krí-
tica Segunda Epoca, p. 31.
( 65 ) Declaración "Pleno del Comité Cen-
tral del Partido Comunista de Chi-
le". Octubre de 1987. p. 1.
78

(66) Insunza, Jaime. Op. Cit. p. 32.
(67) Volodia Teitelboim. "HAY QUE
DEVOLVERLE LA SOBERANIA
AL PUEBLO". Entrevista "Análi-
sis", Julio 1, 1986, p. 2. Olivia Mon-
keberg desde Moscú.
( 81 ) Corvalán L., Luis. Diario "Excel-
sior". (Radio Moscú. Op. Cit. "El
Siglo", p. 3).
( 82 ) "Declaración del Partido Comunista
de Chile". SOLICITADA - "ANA-
LISIS". Op. Cit. p. 3.

(68) Corvalán L., Luis. "Habla Luis Cor- ( 83 ) Corvalán L., Luis. "Habla Luis Cor-
valán''. Op. Cit. pp. 1 y 2. valán". Op. Cit. p. 16.

(69) Insunza, Jaime. Op. Cit. p. 32. ( 84 ) Corvalán L., Luis. "Todos contra la
Dictadura". Op. Cit. p. 39.
(70) Pleno del Comité Central del PCCH.
Op. Cit. p. 1. ( 85 ) Partido Comunista Comité Central.
Manifiesto. Enero, 1986. Exordio del
(71) Insunza, Jaime. Op. Cit. p. 32. Ex-Senador de la República, Ale-
jandro Toro. p. 2.
(72) Yáñez, Alejandro. La Nueva Voz
Comunista". Jorge Andrés Riohard. ( 86 ) Volodia Teitelboim. Entrevista. Op.
APSI del 24 al 30 de agosto de Cit. p. 1.
1987. p. 19.
( 87 ) Guastavino, Luis. "Enfoques" - Ha-
(73) Corvalán L., Luis. Radio Moscú en cia un Diálogo con las FF. AA.
el programa "Escucha Chile". Dia- "ANALISIS", del 9 al 15 de no-
rio Excelsior Méjico, 14. VI. 1985. viembre de 1987. p. 41.
Transcrito por "El Siglo". Separata.
Junio, 1985. p. 2.
( 88 ) Corvalán L., Luis. "Todos contra la
Dictadura". Op. Cit. p. 1.
(74) "Declaración del Partido Comunis-
ta de Chile". Separata. Solicitada a
"ANALISIS", pp. 2 y 3. ( 89) Corvalán L., Luis. Diario "Excel-
sior" (Radio Moscú). Op. Cit. "El
(75) Insunza, Jaime. Op. Cit. p. 34. Siglo", p. 4.

(76) Corvalán L., Luis. "Todos contra la ( 90 ) Guzmán, Jaime. Revista Chilena de
Dictadura". Op. Cit. p. 38. Derecho. V. 6, 1979. p. 59.

(77) Pleno del Comité Central del PC. ( 91 ) Constitución Política del Estado.
''Sublevación Nacional de las Ma- 1980. (C. P. E. ). Art. 82.
sas para abrir Camino a la Demo-
cracia", pp. 1 y 2. ( 92 ) C. P. E. 1980. Art. 82.

(78) Volodia Teitelboim. Entrevista

( 93 ) C. P. E. 1980. Art. 83. Inciso prime-
"ANALISIS". Op. Cit. p. 2.

(79) Contreras Tapia, Víctor. Op. Cit.

p. 29. ( 94 ) C. P. E. 1980. Art. 90. Inciso segun-
do.
(80) "Documentos sobre el Comunismo
Nº 1". Instituto de Ciencia Políti- ( 95 ) C. P. E. 1980. Art. 92. Inciso terce-
ca de la Universidad de Chile. ro.
 79

( 96 ) C. P. E. 1980. Art. 95. Incisos prime-
ro y segundo.
( 97 ) C. P. E. 1980. Art. 95.
( 98 ) Sanhueza Cruz, Manuel. Instituto
Chileno de Estudios Humanísticos.
Op. Cit. 92.
( 99 ) Cea Egaña, José Luis. La Nueva
Constitución Chilena. Revista Uni-
versitaria. Ediciones Universidad
Católica de Chile, p. 92.
(100) Guzmán E., Jaime. Revista Chilena
de Derecho. V. 6. 1979. p. 59.
(101) Diez Urzúa, Sergio. Una Salida Po-
lítica para Chile. Instituto Chileno
de Estudios Humanísticos. 1985. pp.
71 y 72.
(102) Rivera Neuman, Teodoro. El Tribu-
nal Constitucional. Revista Chilena
de Derecho. V. 11. 1984. p. 341.
(103) Amagada, Genaro. El Sistema Polí-
tico Chileno. Colección Estudios
CIEPLAN Nº 15. 1984. p. 341.
(104) Guzmán E., Jaime. Op. Cit. p. 68.
(105) Rivera Neuman, Teodoro. Op. Cit.
p. 339.
(106) Ibídem. Op. Cit. pp. 347 y 348.

NOTA DE LA REDACCION. El autor en uno de sus capítulos analiza artículos

de la Constitución Política del Estado, cuyas materias están contenidas en las
54 reformas sometidas a plebiscito en Julio recién pasado, las que fueron apro-
badas por la ciudadanía.
CHILE: LOS MILITARES Y LA POLITICA
CARLOS MOLINA JOHNSON
Teniente Coronel (E. M. )
Magister en Ciencia Política.

"Por eso hay militares en la ciudad, para que pue-

dan contener a los enemigos de su patria... Por
tanto el guerrero es necesario para la república
y una parte principal de la política". (Polícrato).
"Por consiguiente se necesitan guerreros en la re-
pública en todo tiempo, tanto para conservar la
paz entre los ciudadanos como para evitar los ata-
ques entre los enemigos". (Vegecio).

INTRODUCCION

N la concepción del pensamiento cristiano occidental, la política es

E considerada como aquella dimensión del hombre en cuanto ser so-
cial y en la que, dada su racionalidad, cuenta con la capacidad
para participar en la búsqueda del bien común, entendido este último
como "el conjunto de condiciones que permita a todos y cada uno de los
miembros de la sociedad alcanzar su verdadero bien individual. se
orienta a posibilitar la obtención de los bienes individuales de los hom-
bres, pero no de algunos1 de éstos, sean mayoría o minoría, sino de to-
dos y cada uno de ellos" .
Desde tal perspectiva, todos aquellos que se desenvuelven en las
sociedades sustentadas en ese mismo orden de ideas están dotados del
pleno derecho de participar en los destinos del cuerpo social al que per-
tenecen, para lo cual se organizan políticamente en función a su parti-
cular realidad social y, en tal sentido, se establecen, de común acuerdo,
aquellas instituciones que posibilitan, jurídicamente, la conducción de los
asociados hacia el fin último.

* Los antecedentes del artículo forman parte de un estudio próximo a ser publicado
por la Editorial Andrés Bello.
1
Declaración de Principios del Gobierno de Chile, 1974.
 81

En nuestra particular sociedad, como consecuencia de lo joven de

su existencia en el ámbito de las sociedades políticas, se aplicaron, hasta
septiembre de 1973, la casi totalidad de los proyectos que la teoría po-
lítica recoge en términos de modos de vida en comunidad, desde el libera-
lismo más extremo hasta el totalitarismo marxista leninista, pasando por
el radicalismo y el comunitarismo, experiencias en cada una de las cuales
la consecución del bien común —cuando se buscó efectivamente— tuvo
distintas dimensiones.
En ese contexto, la función de las Fuerzas Armadas también ocupó
diferentes posiciones, sea dándole el solo sentido de fuerza pública o in-
tentando adaptar su misión de acuerdo a los fines del gobierno de turno,
situación provocada, básicamente, por la ausencia de una definición ju-
rídica clara sobre el papel de esas instituciones en una sociedad política
organizada, en la que no hay cabida a la interesada presencia de compar-
timientos estancos.
El 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas, junto a Carabi-
neros, deben actuar por razones ya suficientemente analizadas con la ri-
gurosidad científica necesaria para que sean debidamente aceptadas, ini-
ciándose el ejercicio del gobierno militar, cuyo sentido, desde un comien-
zo y a diferencia de toda otra experiencia similar, se define como eminen-
temente fundacional y, por ende, el protagonismo político de los cuerpos
armados adquiere una connotación singular, respecto de pretéritos com-
portamientos.
No se trata aquí de elaborar un análisis de lo que han representado
estos años de gobierno, puesto que la historia aún se está escribiendo, co-
mo tampoco de las circunstancias que rodearon su gestación, sino que, par-
tiendo del fenómeno, extraer una premisa que cuente con la fuerza y tras-
cendencia debida para exigir su demostración, en este caso que las Fuer-
zas Armadas, en nuestro devenir como Nación occidental, dejan, una vez
más, de ser instrumento de los políticos y pasan a constituirse en prota-
gonistas de la política chilena.
Tal fenómeno no es nuevo en nuestro acontecer histórico, sino que
viene a constituirse en uno más de aquellos momentos en que, ante cir-
cunstancias adversas a los valores permanentes de la Nación chilena, las
instituciones establecidas como último bastión para su resguardo deben
intervenir, evitando así que otros valores ajenos a nuestra realidad social
sean impuestos.
Sin embargo, dado el carácter de la intervención militar de 1973, el
Gobierno se fijará como uno de sus principales objetivos la redacción de
una nueva Constitución Política. Conseguido, en definitiva, con la pro-
mulgación de la Carta Fundamental de 1980, en su contenido viene a de-
finirse, por primera vez en nuestra historia, el verdadero papel que les
compete a las Fuerzas Armadas en una sociedad moderna y libre, en cu-
yo interior sus miembros son iguales, con las naturales restricciones que
la misma libertad exige para su efectiva presencia y que provienen —en
lo sustantivo— de los valores permanentes que sustentan a la Patria.
DESARROLLO
La participación militar en la política
Con anterioridad, durante la presentación introductoria al trabajo,
se ha señalado una de las posibles definiciones del concepto política, en
aquel sentido que se entiende como el más apropiado para nuestra reali-
82

dad social que —en términos generales— se ajusta al marco de las socie-
dades cristiano-occidentales, en cuyo interior quienes se desenvuelven ha-
cen de la libertad su bien más preciado.
En todo caso, ello no es óbice para que, siguiendo la dimensión con-
ceptual duvergeriana2, aceptemos que también es posible —en circunstan-
cias cuando la comunidad chilena ha abandonado la ruta del bien común
como fin último— que la política se identifique con la lucha, los conflictos
y el combate por conseguir —a cualquier precio— el poder político, para,
desde allí, aplicar proyectos de sociedad de distinto origen.
Ahora bien, lo trascendente que divorcia a una de la otra (de las
dimensiones previamente descritas) no es la forma de expresión del con-
cepto política, sino que el punto de separación se manifiesta allí cuando,
en la primera, la sociedad se organiza para alcanzar, en términos racio-
nales —como también dentro de aquel marco ético en el que se desenvuel-
ven los pueblos cristianos— el bien general de sus miembros.
En tal estructura orgánica se define, naturalmente, la necesaria pre-
sencia de una fuerza militar que asegure la consecución del bien común
de la sociedad organizada para obtenerlo.
Ello tanto en relación a las amenazas externas, propias de la per-
manente evolución de las Naciones-Estados, como en cuanto a la protec-
ción interna del desenvolvimiento del cuerpo político, frente a las inten-
ciones de quienes intentan alterar o modificar los caminos institucionales
que sus propios componentes han definido, a través del ejercicio de la so-
beranía popular.
Las reflexiones previas permiten determinar, en definitiva, que a
los militares les compete —en derecho y en tanto ciudadanos con una pro-
fesión determinada— una participación intensiva y, además significativa
en la sociedad políticamente organizada; esto siempre y cuando quienes la
componen no sólo acepten sino que postulen, permanentemente, que en su
interior no caben aquellas anacrónicas divisiones de sociedades compar-
timentadas, alejadas de la realidad social.
La fuerza de la anterior conclusión arranca de dos fundamentos
principales: el primero, que cada militar es, sin discusión y dada su con-
dición ciudadana, sujeto responsable de su particular destino en el am-
biente social en que se desenvuelve y, el segundo, que es la misma socie-
dad quien impone a las Fuerzas Armadas determinadas exigencias para
permitir su normal desenvolvimiento, las que sin mediar una activa par-
ticipación en las distintas esferas en que ello se materializa, serían difí-
ciles de cumplir.
Por lo demás, si se trata de buscar un categórico sustento para lo-
grar la plena validez de la conclusión anterior, únicamente es necesario
tener en cuenta que el derecho político no sólo acepta sino que3 concibe a
las Fuerzas Armadas como parte de aquellas fuerzas políticas que se de-
senvuelven en el marco de una sociedad organizada en procura de obte-
ner su bien común.

2 DUVERGER, Maurice, "Sociología política", Ed. Ariel S. A., Barcelona, 1982.

3 SILVA BASCUÑAN, Alejandro, "Derecho político. Ensayo de una síntesis",
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1984.
 83

Los militares en la política chilena

En Chile, como en otros muchos países del nuevo mundo, ya con an-
terioridad a su consolidación como Nación-Estado la presencia militar
adquiere un carácter protagónico, puesto que serán hombres pertenecien-
tes a las fuerzas militares de la corona castellana quienes darán origen
histórico a su existencia, sea en el plano de su definición territorial como
en lo que, siendo tan simple de ver hoy día, tenía una importancia rele-
vante: el dar a este espacio de la tierra una identificación nominal.
Durante la prolongada etapa de dominación hispánica, el protagonis-
mo militar será una constante en el transitar evolutivo del país que, al-
tivo y seguro, estaba surgiendo en lo más austral del Estado Indiano. Ello
derivado, fundamentalmente, de que la conducción política del Reino de
Chile estará, en el mismo período, bajo la responsabilidad de hombres de
armas en calidad de Gobernadores.
Por otra parte, dado que la conquista definitiva del territorio cons-
tituyó uno de los objetivos principales del poder político, la fuerza mili-
tar se constituirá, también permanentemente, en un elemento prioritario
frente a las exigencias que la propia monarquía peninsular había defini-
do. Esta situación da lugar, incluso, a la creación, mientras gobierna el
Capitán Alonso de Ribera, del primer Ejército profesional.
Con ello, sus actividades se amplían respecto de las estrictamente mi-
litares, puesto que sus distintas fuerzas serán las responsables de orga-
nizar administrativamente los territorios que dominan; desarrollando,
para el efecto, actividades administrativas, económicas, sociales y, lo que
es de especial trascendencia, protectoras de la acción evangelizadora de la
cristiandad romana.
Pruebas al canto lo son la creación de un número importante de ciu-
dades, de villorrios y de fuertes; la difusión y aplicación de sistemas po-
líticos de gobierno y de administración para ellas mismas; la distribución
programada y armónica de la tierra para su explotación, y la puesta en
marcha, progresivamente en los distintos niveles que correspondían para
la época, de la actividad educacional.
A la par con las realizaciones previamente expuestas, la comunidad
chilena va a ir consolidándose, básicamente en términos de rasgos racia-
les y adquisición de determinados valores, influyendo en estos últimos no
sólo los aportes de quienes forman las huestes militares que llevan ade-
lante la conquista, sino que, además y con mucha fuerza, importantes ele-
mentos que distinguían al pueblo aborigen.
Más tarde, a raíz de la invasión napoleónica a España —con todas
sus desfavorables repercusiones sobre el poder imperial español— y dado
que la incipiente comunidad chilena había ya comenzado la búsqueda na-
tural de su independencia de las autoridades de la corona, decidirán se-
pararse de la monarquía castellana en 1810, constituyendo, al término
de un cabildo abierto en Santiago, una Junta de Gobierno, en cuya compo-
sición la presencia militar es significativa.
El trascendental acto anterior será el hito inicial del camino hacia la
anhelada libertad del criollismo chileno y para cuya consecución, junto
con conocer el almíbar de la victoria y la amargura de la derrota, los
militares, además de los roles antes expuestos, van a tener una activa
participación en el Primer Congreso Nacional, donde ocuparán, en nú-
mero importante, distintos cargos parlamentarios.
84

También es importante destacar que, como consecuencia de los inte-

reses que orientaban la acción de las primeras agrupaciones político par-
tidistas, surgirán los indicios de algo que más tarde será una de las cons-
tantes de nuestra historia: la instrumentalización de la fuerza militar pa-
ra fines políticos específicos, ejemplo de lo cual es el intento de motín
por parte del Coronel Figueroa, a instancias de una determinada corrien-
te política y con el propósito de impedir las elecciones de diputados para
el Primer Congreso Nacional.
Más adelante se producirán sucesivos intentos de intervención mi-
litar, exitosos y frustrados, en los que la participación de los hermanos
Carrera se da con especial énfasis, acciones que en todo caso no logra-
rán conseguir los objetivos previstos; pero, a la vez, no se constituirán
en impedimentos para que las fuerzas militares patriotas desarticulen el
poder español, merced a su triunfo en Chacabuco y, al poco tiempo des-
pués, consoliden la independencia en los llanos de Maipú, donde tendrá
lugar la batalla decisiva entre patriotas y realistas.
Comienza, así, el período histórico de la Patria Nueva, durante el
cual la preocupación fundamental del liderazgo nacional estará dirigi-
da hacia una definición del sistema político institucional conveniente pa-
ra los supremos intereses de la comunidad chilena. Esta etapa, en sus
momentos de mayor trascendencia, estuvo bajo la conducción política del
Director Supremo Capitán General Bernardo O'Higgins.
Durante su mandato, O'Higgins logró, entre otras realizaciones, dar
inicio al proceso del orden republicano, promulgar una Constitución Po-
lítica del Estado de Chile en 1822 —definida en una Convención Parla-
mentaria en la que participaron Oficiales de Ejército que a la fecha eran
diputados—, institucionalizar la organización administrativa del Estado
y formar definitivamente el Ejército de Chile.
A raíz del convulsionado ambiente político-social, producto de la no
aceptación de determinadas reformas por parte de ciertos grupos que se
veían afectados en términos de perder algunos de sus privilegios, O'Higgins
abdica al mando de la Nación a comienzos de 1823. Con ello se da origen
a uno de los períodos de anarquía más agudos del siglo pasado; en él se
sucederán numerosos gobiernos: unipersonales o colegiados, como ade-
más se promulgarán, en sólo cinco años, dos constituciones políticas.
Tales Cartas Fundamentales tendrán una significativa importancia
en cuanto a los cuerpos armados, derivado de que en la primera, en 1823,
se oficializa con rango constitucional una definición de la Fuerza Públi-
ca, en el sentido de que "la fuerza del Estado se compone de todos los chi-
lenos capaces de tomar las armas: mantiene la seguridad interior y la de-
fensu exterior" lo que, extrañamente, en la posterior de 1828 ya no apa-
rece.
Sin embargo, es interesante tener en cuenta que, a pesar de ello, sí
se define la composición de la Fuerza Armada, en cuanto a que "se com-
pondrá del Ejército de mar y tierra, y de la milicia activa y pasiva",
igualándose de esa manera el rango de estas últimas organizaciones, las
que, cuando la República se consolide, tendrán una importante presen-
cia como cuerpos paramilitares destinados a evitar las intervenciones mi-
litares en la política.
Sobrepasado, no sin serias consecuencias, el período de anarquía, el
país iniciará una etapa de acelerada evolución hacia el definitivo orden
republicano destacándose, en cuanto al avance institucional, la figura del
Ministro Diego Portales. Su influencia será determinante en el logro de
 85

la estabilidad que Chile necesitaba para lograr la consolidación del siste-

ma político favorable a sus objetivos, lo que se conseguirá con la promul-
gación de la Constitución de 1833 que, en cuanto a las Fuerzas Armadas,
las regresará a su condición de fuerza publica, obediente y no deliberan-
te.
Empero, la exitosa acción gubernamental en los distintos campos
de la vida nacional no lo será en cuanto a eliminar las tensiones existen-
tes en la sociedad, las que, después de mantenerse un tiempo en situa-
ción de latericia, aflorarán violentamente, fundamentalmente en el ámbi-
to de lo militar y por dos razones básicas:
1º La severa actitud gubernamental destinada a evitar la partici-
pación militar en la política, dándosele, incluso, una connotación
no conocida a la Guardia Cívica Nacional, de manera que sirva
como medio de disuasión y acción frente a probables interven-
ciones militares; y
2º Los intereses siempre presentes de la oligarquía nacional, afec-
tados seriamente por las medidas gubernamentales, tanto en
términos de espacios de participación como respecto de privile-
gios para lograr ventajas de todo tipo en beneficio de sus par-
ticulares fines.
Por tanto, se constituirá en una casi constante del "Estado Porta-
líano" la manifestación de intentos insurreccionales, a partir de 1837 y
hasta 1891 con la guerra civil. En ellos, distintos grupos o actores po-
líticos, siempre haciendo uso de determinados recursos militares, busca-
rán la transformación del sistema político de carácter presidencial por
uno de tipo parlamentario, dado que este último les otorgaba, sin dudas,
mejores herramientas para satisfacer sus intereses.
Después de los cruentos sucesos de la guerra civil de 1891, la Re-
pública se desenvolverá políticamente en el marco del parlamentarismo.
En este ambiente, las Fuerzas Armadas se comportarán, como conse-
cuencia de determinadas reformas que las afectan, como espectadoras
del acontecer político nacional. Mas, a pesar de tal actitud, ciertos po-
líticos tratarán de ejercer su influencia en los cuarteles y, desde allí, tra-
tarán de amplificarla al entorno que les convenía.
A la vez, el país será objeto de una serie de transformaciones, a raíz
de la aceptación de los contenidos del fenómeno conocido como la "cues-
tión social" por ciertos sectores de la actividad nacional. Sus efectos
significarán serias convulsiones en el desenvolvimiento del país, funda-
mentalmente como consecuencia de movimientos huelguísticos y acciones
en contra del orden establecido, conduciendo a los gobiernos a disponer
el empleo de medios militares para conseguir aplacar la agitación so-
cial.
Seguramente, sin siquiera estimarlo, con ello se estaba dando lugar
a una práctica que, más tarde y hasta 1973, se constituirá en una cons-
tante: el uso, por parte del poder político, de la fuerza militar como ins-
trumento de solución de conflictos internos.
Junto a lo anterior, algunas organizaciones políticas de reciente
creación y profundamente antimilitaristas, como aquellas que sustenta-
ban la doctrina socialista, van a atacar públicamente a las instituciones
castrenses; ello va a dar origen a síntomas de malestar en el interior de
86

ellas, los que llegan a un nivel crítico a raíz del desinterés parlamenta-
rio por las Fuerzas Armadas en términos de sueldos, ascensos, promo-
ciones y recursos materiales para ejercer la profesión.
Lo anterior dará pábulo a una serie de acciones conspirativas de
parte de distintos sectores militares, las que, en la mayor de las veces
son impulsadas por figuras políticas de la época, habida excepción de la
Revolución de Septiembre de 1924, consecuencia final de la actitud de
rechazo que asumiera la oficialidad joven del Ejército frente a los atro-
pellos del parlamento, que afectan a toda la Nación.
Los hechos que suceden a tal actitud, es decir, la presentación de
sus planteamientos por escrito a instancias del Presidente Alessandri
—con la consecuente formación de un Comité Militar—; la aprobación
de una serie de leyes pendientes en el Senado; el permiso que se le otor-
ga al mandatario para dejar el cargo por un cierto tiempo; la organi-
zación de la Junta Militar y, paralela a tal estructura, la constitución
de sucesivas Juntas de Gobierno, darán lugar al primer episodio prota-
gónico de los militares en la política nacional del siglo veinte. Sus pá-
ginas se cerrarán con el retorno de Alessandri y la promulgación de la
Constitución de 1925.
En la nueva Carta Fundamental aprobada por el veredicto popular,
no sin antes mediar la enérgica posición del General Mariano Navarre-
te frente a las dubitativas y negativas actitudes de los miembros radica-
les, conservadores y comunistas de la Comisión Consultiva encargada de
su redacción, el constituyente no concibió una definición clara sobre el
papel de las Fuerzas Armadas, limitándose a señalar en el artículo 22
que "la fuerza pública es esencialmente obediente. Ningún cuerpo arma-
do puede deliberar".
Con todo, la Revolución de Septiembre de 1924 consigue, al menos
en cuanto al régimen de gobierno, que se asome la posibilidad, ahora en
términos constitucionales, de superar los vicios que en el pasado esta-
ban complicando la conducción política del país. En el hecho, de dejar
a un lado la práctica parlamentaria que hacía imposible al poder ejecu-
tivo ejercer el mandato que, en procesos electorales legítimos, la volun-
tad popular les había entregado.
Sin embargo, no le será fácil a la clase política interesada en la exis-
tencia del parlamentarismo para conseguir sus objetivos aceptar las nue-
vas reglas, situación que provocará serias divergencias, obligando al go-
bierno de Figueroa Larraín a la adopción de severas medidas, entre las
que destacan: la deportación de dirigentes comunistas y parlamentarios
de otras corrientes, el cierre de los periódicos y diarios del Partido Co-
munista, la detención y relegación de determinados dirigentes sindicales.
Los conflictos existentes conducirán a un período de desorden po-
lítico durante el que, a pesar de no prolongarse por mucho tiempo, se
materializarán importantes sucesos que dejan al descubierto la instru-
mentalización de ciertas fuerzas militares por determinados sectores po-
líticos, los que, aún cuando postulaban abierta y públicamente su antimi-
litarismo, buscan utilizarlas para lograr sus fines.
En este contexto, se destacan la sublevación de parte de la Arma-
da en 1931 con la adhesión de un pequeño número de unidades del Ejér-
cito, levantamiento en el que la acción instigadora corrió por cuenta del
comunismo; la intervención militar de 1932, que permitirá la instaura-
ción de la República Socialista; y la deposición del Presidente Dávila por
 87

parte de los mandos superiores de las Fuerzas Armadas, quien encabe-

zaba el experimento de sociedad política de corte socialista.
Se suma a los hechos significativos del período la aparición, duran-
te el mandato provisional de Abraham Oyanedel, Presidente de la Corte
Suprema de Justicia, de las Milicias Republicanas, organizaciones para-
militares que venían a ocupar el lugar de la Guardia Cívica Nacional
de creación portaliana, en el sentido de servir de elementos destinados
a prevenir e impedir la intervención militar en la política.
Superada la etapa de anarquía, inicia su segundo período de gobier-
no Alessandri Palma, en el que se estimulará tanto desde el ejecutivo
como desde otros sectores interesados, la consolidación definitiva de la
Milicia Republicana, mediante la entrega de armas y equipos por parte
del Ejército, como también su instrucción, puesto que su presencia se
estimaba que serviría, tal como había sucedido en la época portaliana,
como elemento de contrapeso para evitar posibles intervenciones mili-
tares.
A su vez, desde los primeros años de la segunda administración de
Alessandri y durante todo el tiempo en que rigen los preceptos constitu-
cionales de 1925 y sus sucesivas reformas —cuyo quiebre definitivo en
el sentido institucional se produce en 1973— los distintos gobiernos, en
mayor o menor medida, aplicarán permanentemente la constante de sal-
var situaciones de conflicto interno mediante el empleo de medios de
las Fuerzas Armadas, ya sea fuerzas organizadas de sus cuadros o, en
algunas oportunidades, miembros calificados de ellas.
Ello no será tan grave en el plano de su responsabilidad como fuer-
za pública, que les obliga a participar en la mantención del orden inter-
no en situaciones de inestabilidad política o agitación social, puesto que
constituye una tarea propia de su rol en la sociedad y, en consecuencia,
sólo se les exigía actuar en el plano institucional.
Mas lo trágico no se encuentra allí, sino que cuando, sobrepasando
incluso el sentido moral de su presencia en la sociedad, debían suplir
la ausencia de distintos funcionarios de servicios públicos que se encon-
traban en situación de paros o huelgas, actividades todas sin dudas tre-
mendamente importante, pero ajenas a la profesión militar.
A tales circunstancias se agregan una serie de influencias intere-
sadas de diferentes elementos políticos, los que intentarán, permanente-
mente, usar a miembros o a grupos de las Fuerzas Armadas para lograr
que, mediante su intervención en la política, se manifiesten situaciones
de crisis, y, una vez alcanzados los niveles esperados de congestión, ob-
tener dividendos para sus particulares posiciones, destacándose en tales
actitudes los sectores ¡bañistas y alessandristas y, más tarde, aquellos
que ocupaban los extremos del escenario político, en los respectivos mo-
mentos.
De manera paralela, progresivamente las autoridades responsables
de la gestión administrativa del país reducirán los recursos que su de-
senvolvimiento demanda para hacerlas eficientes, con lo que sus activi-
dades profesionales se van a ir resintiendo, como también sucederá cor
la sociedad política, cuya estructura se va a ir resquebrajando, deriva-
do de las reformas a la institucionalidad y la aplicación de proyectos
de sociedad ideológicos.
Es tanto que, previo al compromiso de la Democracia Cristiana con
la Unidad Popular en 1970, destinado a permitir que Salvador Allende
ocupara el cargo de Presidente de la República, mediante una votación
88

favorable en el Congreso Pleno, el Partido Demócrata Cristiano exigió

la protocolización de un Estatuto de Garantías Constitucionales donde se
incluye, entre otras reformas a la Carta Fundamental, lo siguiente res-
pecto a las Fuerzas Armadas:
"La Fuerza pública está constituida única y exclusivamente
por las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros, insti-
tuciones esencialmente profesionales, jerarquizadas, discipli-
nadas, obedientes y no deliberantes. Sólo en virtud de una ley
podrá fijarse la dotación de estas instituciones".
La exigencia no tenía otro argumento razonable que el impedir la
organización y presencia de fuerzas paramilitares o ejércitos populares
propios de las concepciones doctrinarias de la alianza política que se ha-
ría cargo del poder político. En enero de 1971, previo proceso legislati-
vo y por la Ley Nº 17. 398, las normas pasarán a formar parte de la
Constitución Política, junto a las demás materias consideradas en el Es-
tatuto de Garantías.
No obstante las garantías previamente descritas, la Unidad Popu-
lar buscará aplicar, integralmente, su programa de gobierno, el que, da-
dos sus contenidos, es rechazado casi desde un primer momento por gran
parte de la ciudadanía, provocando distintas situaciones delicadas para
la convivencia nacional y conduciendo, en definitiva, a la ilegitimidad
de Allende y de la alianza que lo apoya para ejercer la conducción polí-
tica del Estado.
Tal condición, declarada por los organismos estatales competentes,
obligan a que las Fuerzas Armadas y Carabineros asuman, en uso del
derecho de rebelión o de resistencia a la opresión y en representación
de la sociedad, tan seria responsabilidad, sobre todo cuando el país pre-
senta una de sus más críticas condiciones, quizás la más grande de su
historia.
En consecuencia, el 11 de septiembre de 1973 se iniciará el segun-
do episodio del protagonismo militar en la vida política nacional del pre-
sente siglo, cuyas páginas aún se están escribiendo; pero, derivado de
los logros y realizaciones de la gestión del gobierno militar alcanzados
a la fecha, es posible estimar con seguridad que, a su término, la his-
toria podrá recoger valiosos testimonios en cuanto a su eficiente con-
ducción del país.
Dentro de lo sustantivo de su gestión, el actual gobierno dispuso la
redacción de una Carta Fundamental que considerara en términos mo-
dernos un sistema político institucional acorde con la realidad social chi-
lena. En ese contexto, se incluyó en el proyecto correspondiente una de-
finición clara respecto del papel de las Fuerzas Armadas.
Con ello, una vez aprobada la proposición por una contundente ma-
yoría, quedó definitivamente resuelta la otrora permanente indefinición
en cuanto a su función, evitándose así que, a futuro, sean sólo especta-
doras del acontecer político o, lo que es más grave, instrumentos de de-
terminados intereses políticos partidistas.
Una visión prospectiva
Sin dudas, no constituye misterio alguno el hecho de que proyectar
escenarios posibles de manifestar en la vida de los pueblos es uno de los
desafíos importantes a los cuales se enfrentan las ciencias sociales; ello,
 89

como consecuencia de la natural veleidosidad que caracteriza el compor-

tamiento integral de las agrupaciones humanas.
El aludido fenómeno se ha manifestado en la comunidad chilena en
numerosas oportunidades, cuando, por distintas circunstancias, quienes
la conforman han adoptado las conductas menos esperadas, básicamen-
te en el ámbito de lo político.
No obstante la validez del planteamiento anterior es también posi-
ble, en el campo del conocimiento, esbozar o aventurar potenciales si-
tuaciones que podrían expresarse en un cuerpo social, sobre la base del
análisis de sus particulares acontecimientos históricos.
Más aún, si la sociedad se encuentra políticamente organizada como
ocurre con la nuestra, cuyo desenvolvimiento está sustentado sobre las
sólidas bases de una institucionalidad moderna y acorde con la parti-
cular realidad chilena, en la que, en relación del interés medular de este
estudio, se incluyen normas claras sobre el papel de las Fuerzas Arma-
das.
Luego a partir de estas reglas, contenidas en la Constitución Polí-
tica de la República, se estima posible determinar que, en el futuro, las
Fuerzas Armadas continuarán constituyéndose en protagonistas impor-
tantes de la política nacional por las siguientes razones:
— En lo personal, cada uno de los miembros que integran sus res-
pectivas plantas está dotado del derecho ciudadano inalienable
que le permite tomar parte activa en aquellas áreas del poder so-
cial que la Carta Fundamental considera.
No obstante lo anterior, es importante señalar que su participa-
ción sólo se ve limitada por determinadas normas legales y regla-
mentarias atingentes al funcionamiento de las propias institu-
ciones militares.
— En cuanto a cuerpos armados la sola naturaleza que les compe-
te, definida en función de la tradición nacional y al moderno con-
cepto de sus tareas en las sociedades libres, les exige —funda-
mentalmente— una participación permanente en la vida nacional,
de manera de conseguir que la sociedad se desenvuelva normal-
mente en el ámbito de lo político.
Para ello, deben mantener la soberanía del territorio nacional,
asegurar la existencia de la necesaria tranquilidad social interna
en beneficio del desarrollo y, lo que es de suma trascendencia, res-
guardar el orden institucional de la República.
En lo precedentemente expuesto, específicamente en cuanto a la di-
mensión de carácter corporativo, cobra especial importancia la presen-
cia de un camino legítimo para que la participación se materialice efec-
tivamente, por cuanto, dada la institucionalización del Consejo de Segu-
ridad Nacional, será, a través de este organismo con rango constitucio-
nal, que los mandos superiores de las Fuerzas Armadas podrán dar a
conocer aquellos aspectos que, a su juicio, podrían afectar al tránsito
normal de la República hacia el objetivo permanente y final del bien
común.
90

Consecuente con ello, se estima sumamente improbable un retorno

a la práctica del intervencionismo militar del pasado, en momentos que
el ordenamiento institucional o los valores permanentes de la nación se
encuentren en peligro, ya que ahora están claramente regulados, en tér-
minos jurídicos, los canales que permiten a las Fuerzas Armadas parti-
cipar en aquellas materias que su papel les demanda. Una reforma cons-
titucional que derogue lo referido al Consejo de Seguridad Nacional se-
ría inconveniente.
Avalado por las anteriores expresiones, es ciertamente posible de-
terminar, en definitiva, que la presencia de las Fuerzas Armadas en el
desenvolvimiento nacional continuará constituyendo una inevitable rea-
lidad, tal como hoy lo es, sea en el ámbito de lo que la norma constitu-
cional —en cuanto a instituciones— les exige o mediante la participa-
ción ciudadana activa que les compete —en derecho— a quienes las in-
tegran.
Para eso, sus instituciones disponen de los recursos humanos nece-
sarios que les permiten desenvolverse en las áreas fundamentales del que-
hacer nacional y, al mismo tiempo, sustentan su accionar en un cuerpo
de valores —propios de la chilenidad— que les impiden —ética y jurí-
dicamente— actuar en dimensiones distintas a aquellas que constitucio-
nalmente les compete.
Por tanto, las Fuerzas Armadas, cumpliendo el papel que la misma
sociedad les demanda, continuarán teniendo una activa participación en
pro del progreso y desarrollo del país, al igual que lo han venido hacien-
do en los últimos años, en el marco de un sistema social basado en la li-
bertad, la igualdad y la justicia social.
EFECTOS GENERADOS POR EL CONFLICTO DE
LAS MALVINAS EN EL SISTEMA
INTERAMERICANO
INTRODUCCION
L presente trabajo es un bre-
E ve análisis de las consecuen-
cias provocadas por el con-
flicto del Atlántico Sur en el Sis-
tema Interamericano. Para su ela-
boración se ha partido de la premi-
sa de que éste surgió en el contex-
to de un proceso de cambios, que
durante la segunda mitad del pre-
sente siglo ha venido presentándo-
se en el marco de las relaciones in-
ternacionales, dentro del hemisfe-
rio occidental, tanto en las vincula-
ciones entre los países latinoame-
ricanos como en las formas en que
éstos se interrelacionan con Esta-
dos Unidos.
Este proceso ha determinado que
la operacionalidad del sistema in-
teramericano no haya dado satis-
facción a las expectativas y deman-
das de los países latinoamericanos,
producto principalmente de la asi-
metría de las relaciones entre Esta-
dos Unidos y el resto de los países
que lo integran, lo que en definiti-
va ha impuesto un replanteamien-
JULIO GUTIERREZ CAMPOS
Mayor (E. M. )
to del problema, sobre la base de
una urgente adecuación de sus ob-
jetivos y estructuras a fin de que,
efectivamente, permitan dar satis-
facción a las necesidades e intere-
ses reales de América Latina.
En lo que respecta al conflicto
del Atlántico Sur y sus consecuen-
cias en el Sistema Interamericano,
existen básicamente dos puntos de
vista. Por una parte, hay quienes
sostienen que es un conflicto neta-
mente coyuntural, por lo que esti-
man que tan pronto tenga una so-
lución, el Sistema Interamericano
volverá a su estado anterior. Para
otros, este conflicto provocará gra-
ves y permanentes consecuencias
que alterarán de manera profunda
y por un largo período las relacio-
nes intra-americanas.
Al margen de las distintas per-
cepciones, todas discutibles por su
naturaleza y características, lo con-
creto es que el conflicto de las Mal-
vinas ha demostrado que el Siste-
ma Interamericano ha fracasado
como instancia de solución pacífica
de las controversias que afectan a
92
los países de América Latina, por lo
que el prolongado período de crisis
que ha venido viviendo impone la
cristalización de las medidas de in-
tegración y cooperación que en el
marco regional han surgido, como
una manera de implementar el sis-
tema o de adecuarlo a las necesida-
des actuales de las naciones latino-
americanas.
EL SISTEMA
INTERAMERICANO DE
SEGURIDAD COLECTIVA
El Sistema Interamericano se
enmarca en el contexto de las his-
tóricas relaciones político-estratégi-
cas desarrolladas entre los Estados
Unidos y América Latina, cuya ins-
titucionalización se materializó con
la firma del Tratado Interamerica-
no de Asistencia Recíproca (TIAR)
en Río de Janeiro en 1947; la apro-
bación de la Carta de la Organiza-
ción de Estados Americanos (OEA)
en 1948, y el actualmente casi olvi-
dado Pacto de Bogotá en 1948 que,
se suponía, constituiría un marco
efectivo para la resolución pacífi-
ca de las controversias en el hemis-
ferio (1).
Este Panamericanismo no surge
en forma espontánea; muy por el
contrario, sus orígenes emergen del
legado histórico recibido de las me-
trópolis europeas en los tiempos de
la Colonia, época desde la cual se
fue forjando a lo largo de casi un
siglo de vida independiente de las
repúblicas americanas. En efecto,
la gesta emancipadora vivida en
nuestro continente no fue una suma
de hechos nacionales aislados, sino
una empresa colectiva estructu-
rada sobre la base de los estrechos
vínculos de amistad existentes en-
tre sus libertadores, con Francisco
de Miranda en la "Gran Logia
Americana", pasando por el surgi-
miento de la idea del "Hemisferio
Occidental" en el siglo XVIII, que
implicaba a los sectores cultos de
América del Norte con los de La-
tinoamérica y establecía una mar-
cada diferencia respecto del viejo
mundo; por el proyecto bolivaria-
no, la Doctrina Monroe, hasta lle-
gar a las postrimerías del siglo
XIX al surgimiento del ''Movimien-
to Panamericano", en forma simul-
tánea en los Estados Unidos y Amé-
rica Latina, que alcanzaba su épo-
ca de oro con la creación de la Or-
ganización de Estados Americanos,
como consecuencia de la política de
"Buena Vecindad" proclamada en
1933 por el Presidente Franklin
Delano Roosevelt (2).
La preocupación por la "seguri-
dad colectiva" ha sido una constan-
te en la historia de las repúblicas
americanas desde la época de su
emancipación, hecho que se puede
apreciar en todos los planteamien-
tos de política interna en América
Latina y los Estados Unidos, como
también en todos los esquemas de
agrupación o de organización inter-
nacional que han caracterizado las
diferentes etapas históricas del con-
(1) EE. UU. además promovió la im-
plementación de un verdadero "Sis-
tema Militar Interamericano" a
través de programas de asistencia
de seguridad, maniobras militares
conjuntas y ejercicios combinados
y mediante la creación de varias
instituciones militares de alcance
hemisférico. Jack Child citado en
Heraldo Muñoz "Las Causas del
auge y la declinación del Sistema
Interamericano de Seguridad: una
perspectiva latinoamericana. "Re-
vista del Instituto de Estudios In-
ternacionales de la Universidad de
Chile Nº 198, pág. 103.
(2) Ver Alberto van Klaveren: "Los
antecedentes históricos del Sistema
Interamericano" en Antecedentes,
balance y perspectivas del Sistema
Interamericano. Estudios Inter-
nacionales. Editorial Universitaria
Santiago, 1977, págs. 18-55.

tinente (3) De esta manera, el con-
cepto de "seguridad colectiva" se
incorporó como un componente cla-
ve del naciente sistema interameri-
cano con el establecimiento del
TIAR., que daba por entendido que
Estados Unidos saldría en defensa
del hemisferio, ante la eventuali-
dad de un ataque extracontinental
(4) dejando a la OEA. y al Pacto
de Bogotá como mecanismos esen-
ciales para la mediación y solución
pacífica de los conflictos regiona-
les.
El Sistema Interamericano de Se-
guridad Colectiva está basado en
concepciones políticas, nacionales,
regionales e internacionales, que in-
cluyen percepciones norteamerica-
nas y latinoamericanas que no
siempre han obedecido a intereses
comunes y, por otra parte, la reali-
dad política de América Latina y
del Sistema Internacional han im-
puesto en determinados momentos
cambios sustantivos en las situa-
ciones que deben ser reguladas por
los instrumentos establecidos para
la seguridad colectiva, motivando
las evoluciones que ha experimen-
tado el sistema.
En lo referido a las distintas per-
cepciones que se distinguen en las
concepciones centrales en que se
apoyó el sistema, se puede distin-
guir la idea del hemisferio occiden-
tal y, en segundo término, una su-
puesta igualdad entre los estados
miembros del sistema (5) que con
el correr del tiempo se transforma-
rían en mitos.
La moción de hemisferio occiden-
tal tuvo su origen en la premisa de
la existencia de "intereses comunes"
entre Estados Unidos y América
Latina, postulado que en la reali-
dad ha quedado demostrado como
falso a raíz de que desde la procla-
mación de la Doctrina Monroe en
1823, el gobierno de Washington
ha considerado al Caribe y a Amé-
rica Latina principalmente en tér-
93
minos de un área de influencia ex-
clusiva, fenómeno que se acrecentó
durante la guerra fría a través de
un claro alineamiento de América
Latina, que subordinó así sus inte-
reses a los norteamericanos.
Por otra parte, tampoco ha exis-
tido igualdad entre los miembros
del sistema, principio consagrado
en todos los tratados y declaracio-
nes acordados en su seno, ya que
en la práctica las relaciones intra-
sistema se han materializado en un
plano de clara asimetría, situación
que ha resultado más evidente en
la medida que Estados Unidos fue
consolidando su rol hegemónico en
la región, sobre el cual Washing-
ton pensaba que su seguirdad de-
pendía en gran medida. Esto fue
duramente resentido por los países
sudamericanos que veían en este
propósito el interés de rivalizar con
sus propias aspiraciones, destacan-
do en ello Argentina y Chile, paí-
ses que han sido opositores mani-
fiestos de la política hegemónica de
Estados Unidos, por la vía de una
(3) Francisco Orrego: "El Sistema
Interamericano de Seguridad Co-
lectiva: evolución política e ins-
trumentalización jurídica" Ibidem,
pág. 108.
(4) El TIAR. se basa en los princi-
pios de renuncia a la guerra, de
la no recurrencia a la amenaza o
uso de la fuerza y al de solución
pacífica de las controversias y en
el plano de la seguridad colecti-
va, el acuerdo original distinguía
entre ataque armado y otras for-
mas de agresión que no constitu-
yen ataque armado.
(5) Alberto Van Klaveren citado en
Heraldo Muñoz: "Las causas del
auge y declinación del Sistema In-
teramericano de Seguridad... ",
pág. 104.
94
política de confrontación que ha
perdurado por mucho tiempo (6).
Como consecuencia de estas fal-
sas premisas, Estados Unidos jun-
to con estructurar una política ex-
terior global después de la II. Gue-
rra Mundial, comenzó una desvin-
culación paulatina de América La-
tina, transformándola de una vin-
culación especial en una región más
de sus vastas zonas de influencia
en el orbe, cuya prioridad ha esta-
do en un plano de quinto o sexto lu-
gar (7) Ello fue generando un sen-
timiento de frustración y de resen-
timiento en las naciones latinoame-
ricanas que tenían dentro de sus ex-
pectativas un esquema de coopera-
ción económica similar al Plan
Marshall (8) y un compromiso de
la potencia del norte, con el princi-
pio de no intervención como base
para una interrelación interameri-
cana armónica.
Lo real de esta situación es que
Estados Unidos utilizó el sistema
interamericano desde su creación
para lograr resoluciones que estu-
vieran de acuerdo con sus objetivos
estratégicos, desde una condena glo-
bal al comunismo internacional has-
ta una declaración en favor de
Washington en la guerra de Corea.
Sin embargo, cuando el sistema re-
sultaba demasiado lento o ineficaz
para enfrentar lo que Estados Uni-
dos percibía como un desafío a sus
intereses, simplemente actuaba en
forma unilateral, como lo demues-
tran su intervención en Guatema-
la en 1954 y la invasión de Repú-
blica Dominicana en 1965, entre
otros ejemplos, sin considerar pa-
ra ello en forma previa la instan-
cia de la OEA.
La política seguida por Estados
Unidos respecto del sistema inter-
americano y América Latina creó
las condiciones en el sistema polí-
tico regional para que los países, in-
dividualmente, trataran de lograr
la obtención de dos objetivos que el
Sistema Interamericano había frus-
trado: la autonomía política espe-
cialmente en materia exterior y la
identidad regional.
La búsqueda de la autonomía en
la conducción de sus respectivas
políticas exteriores fue una preo-
cupación prioritaria de los Estados
sudamericanos y de México princi-
palmente. La política de indepen-
dencia seguida por Brasil, especial-
mente en el campo nuclear, la de-
terminación de Argentina de al-
canzar el status de potencia, el ini-
cio de la política tercermundista de
México y la apertura internacional
de Chile, entre otras, son pruebas
claras de ello. En lo referido a la
búsqueda de una identidad regio-
nal, desde comienzos de la década
del 60, se organizaron y pusieron en
marcha diversos procesos de inte-
gración económica en la región. La
Asociación Latinoamericana de Li-
bre Comercio, el Mercado Común
Centro Americano, la Zona de Li-
bre Comercio del Caribe, la Comu-
nidad del Caribe y el Pacto Andi-
no constituyeron las expresiones
más sobresalientes en esta materia.
En consecuencia, los caminos di-
vergentes seguidos por Estados
Unidos y América Latina, los dos
segmentos fundamentales del Siste-
(6) Francisco Orrego V.: "La Crisis
del Atlántico Sur y su influencia
en el sistema regional", Revista del
Instituto de Estudios Internacio-
nales de la Universidad de Chile
N° 60 1982, págs. 473-474.
(7) Ver Agustín Toro Dávila, "Las
prioridades del Pentágono" diario
"La Tercera de la Hora", 19. SEP.
1982, pág. 9.
(8) La Alianza para el Progreso cons-
tituyó una excepción parcial en es-
te proceso, ya que su origen debe
buscarse en la guerra fría y en el
fenómeno cubano. Op. Cit. Fran-
cisco Orrego. "La Crisis del Atlán-
tico Sur... ", pág. 475.
 95

ma Interamericano, generaron una fuerzas para ''hacer frente a la

ineludible crisis de la OEA. y del ofensiva marxista en el continen-
sistema en su conjunto, que se pre- te". Como resultado de este acerca-
sentó tanto en el plano económico miento, antes del desencadenamien-
de los organismos interamericanos to de la crisis de las Malvinas, el
—que aún perdura— (9) y que en gobierno militar argentino se mani-
el ámbito político se hizo evidente festó dispuesto a apoyar material e
con gran fuerza a raíz del proble- incluso militarmente la política es-
ma de las Malvinas. tadounidense de apoyo al régimen
Durante el gobierno del Presi- salvadoreño. Durante unos meses,
dente Carter, las relaciones de gran las relaciones entre Argentina y Es-
parte de los países latinoamerica- tados Unidos fueron mejores de lo
nos con Estados Unidos se carac- que habían sido en décadas y pare-
terizaron por su antagonismo, cía que los objetivos de Washington
creándose un vacío que el régimen en el sur del continente se estaban
del Presidente Reagan trató de re- materializando (11), situación to-
vertir desde sus inicios, por la vía da que según algunos observadores
de la valorización del papel desem- también incidió en la decisión ar-
peñado por los países amigos de gentina de ocupar las islas.
Norteamérica en la consecución de
sus objetivos, especialmente en lo Repercusiones del conflicto de las
que se refería a la contención de los Malvinas en el Sistema
avances de la Unión Soviética en Interamericano
la región y a la superación de las
causas que los habían facilitado El lunes 5 de abril de 1982, el
(10). canciller argentino Costa Méndez
Por otra parte, la política de se presentó al Consejo Permanen-
acercamiento del Presidente Rea- te de la OEA. en Washington, y de-
gan buscó el establecimiento de una claró que su país podría invocar el
relación preferente con los países TIAR, pero no lo hizo inmediata-
más fuertes del área, situación que mente. Lo anterior fue percibido
generó nuevos resentimientos en por los observadores como un sín-
los países menos desarrollados, que toma de que, en lo inmediato, Ar-
percibían una discriminación entre gentina había empezado los acerca-
países de primera y segunda clase mientos diplomáticos para obtener
que los afectaba en sus intereses. apoyos y averiguar con los de qué
Argentina constituye el caso más países contaba.
notable, en lo que a esta distinción Estados Unidos, el mismo día, co-
en las relaciones exteriores hacia menzaba una intensa gestión, a tra-
América Latina por parte de Esta- vés del Secretario de Estado Ale-
dos Unidos se refiere. En efecto, xander Haig, para buscar una so-
Buenos Aires recibió con buenos
ojos la política de acercamiento de-
sarrollada por el Presidente Rea-
gan, situación que se materializó (9) "El Mercurio", 21. JUL. 1988. A-3.
en una visita a Washington del Ge- (10) Op. Cit. Francisco Orrego, "La
neral Galtieri en 1981, antes de asu- Crisis del Atlántico Sur y su in-
mir la Presidencia de su país, opor- fluencia... ", págs. 478-480.
tunidad en que firmó un acuerdo (11) Alicia Frohmann: "Repercusiones
con el Jefe de Estado Mayor del internacionales del conflicto por
Ejército estadounidense, sobre el las Malvinas" en Revista Cono Sur.
establecimiento de un sistema per- FLACSO, Santiago, JUN. 1982,
manente de consulta entre ambas pág. 4.
96
lución diplomática a un conflicto
que había descolocado a Washing-
ton. Así, en un primer momento y
desde una "posición equidistante"
(12) a sus aliados en conflicto, bus-
có una solución pacífica que evitara
decisiones que lo comprometieran en
su política exterior de reencuentro
con América Latina. Los esfuerzos
desplegados por el Secretario de Es-
tado norteamericano no sólo fueron
vanos, sino que despertaron suspi-
cacias en ambas partes y termina-
ron con una repentina definición
de Estados Unidos y su manifes-
tación de apoyo a Gran Bretaña, su
más cercano e incondicional aliado
en la OTAN, situación que desper-
tó una fuerte sensación de resenti-
miento y un repunte del senti-
miento antinorteamericano en las
diferentes capitales latinoamerica-
nas.
Dos días después, el Consejo de
Europa acordó apoyar la Resolu-
ción 502 de la ONU. (13), pero en-
tre los 21 países miembros del Con-
sejo, España y algunos más se abs-
tuvieron de prestar ese apoyo, ha-
ciéndolo el 10 de abril en forma
conjunta, respondiendo a un pedido
británico, ratificándose así la pro-
hibición ya adoptada individual-
mente en forma previa por varios
de los países de la Comunidad Eco-
nómica Europea (C. E. E. ), de ven-
der armas y equipos militares a Ar-
gentina y, posteriormente, de sus-
pender todas las importaciones pro-
venientes desde este país por un
plazo de 30 días (14).
Este cuadro, que presentaba me-
didas que afectaban en lo económi-
co y en lo político a Argentina, fue
duramente criticado en la Asam-
blea de la OEA, por perjudicar gra-
vemente al pueblo argentino y ser
incompatible con los principios con-
sagrados en las cartas de la ONU.,
de la OEA. y con el Acuerdo Gene-
ral de Tarifas y Comercio (G. A. T.
T. ), lo que sumado a la firme deci-
sión de EE. UU. de apoyar a Gran
Bretaña y de aplicar algunas me-
didas en contra del gobierno de
Buenos Aires, habría precipitado
—según algunas opiniones— las re-
laciones interamericanas a una
grave crisis (15). Sin embargo, la
revisión de la evolución del Sistema
Interamericano indica que tanto en
la crisis producida en 1982 como el
futuro de las relaciones entre Esta-
dos Unidos y América Latina, a par-
tir de ese momento, no fue ni se-
ría consecuencia principal del con-
flicto del Atlántico Sur, sino que de
la naturaleza y de la evolución his-
tórica del sistema, por lo que la gue-
rra de las Malvinas sólo debe ser
considerada como un nuevo e im-
portante factor agravante de un
cuadro general de relaciones, en el
que se ha apreciado un claro pre-
dominio de Estados Unidos por una
parte y un alineamiento y políticas
puntuales de resentimiento y con-
frontación por otra, de parte de al-
gunas naciones sudamericanas prin-
cipalmente.
Al respecto cabe hacer mención
que la votación en la Asamblea de
Cancilleres de la OEA, convocada
por Argentina a fines de abril de
1982, para determinar la aplicación
del TIAR frente a "la amenaza de
agresión británica" en las islas
Malvinas, reflejó un acuerdo poco
(12) Op. Cit. Alicia Frohmann, pág. 4.
(13) Fue aprobada por 10 de 15 miem-
bros del Consejo de Seguridad de
la ONU.: EE. UU., Francia, Gran
Bretaña, Guyana, Irlanda, Japón,
Togo, Uganda y Zaire. Cuatro se
abstuvieron: China, España, Polo-
nia y la URSS, y sólo votó en con-
tra Panamá.
(14) Ver Alejandro Magnet: Las reper-
cusiones internacionales en "El
conflicto de las Malvinas o Fal-
kland", Academia de Humanismo
Cristiano, MAY. 1982.
(15) Ver Op. Cit. Francisco Orrego:
"La crisis del Atlántico Sur... ",
pág. 491.

común entre los diferentes países
del continente, del que sólo se abs-
tuvieron Chile, a raíz del diferendo
que mantenía con Argentina por las
islas del Beagle; Colombia que re-
chaza los reclamos nicaragüenses a
las islas de San Andrés; Estados
Unidos que adoptaría una posición
pro-británica y Trinidad Tobago
que representaba la posición de los
países angloparlantes del Caribe
(16).
Este apoyo de 17 de los 21 países
signatarios del TIAR se materiali-
zó en la calificación de Gran Bre-
taña como agresor principal, en el
apoyo a los reclamos argentinos de
soberanía sobre las Malvinas y en
la condena de las medidas de re-
presalia adoptadas por la C. E. E. y,
por otra parte, se recomendó a Ar-
gentina de abstenerse "de realizar
cualquier acción que pudiera agra-
var la situación", instándola al es-
tablecimiento de una tregua que
permitiera "la reanudación del nor-
mal desenvolvimiento de las gestio-
nes conducentes a la solución pací-
fica del conflicto" (17).
Esta Resolución, como es de su-
poner, ha creado un nuevo proble-
ma para las relaciones entre Esta-
dos Unidos y América Latina en el
marco del Sistema Interamericano
más que en el plano bilateral, ya
que, en la práctica, puede ser inter-
pretada como una clara manifesta-
ción de que éste no sirve a sus in-
tereses. Desde el punto de vista ju-
rídico-político, también originó un
grave problema, derivado de una
aplicación inconveniente del TIAR
(18), que por el precedente senta-
do podría tener graves proyeccio-
nes a futuro en el plano de las re-
laciones interlatinoamericanas, por
cuanto se violó la letra y el espíri-
tu de un tratado, que proscribe el
uso de la fuerza y que es un pacto
de seguridad colectiva contra la
agresión y en ningún caso, para
justificar o respaldar una agresión.
(19).
97
Por otra parte, el Organo de Con-
sulta sobrepasó significativamente
su competencia, al arrogarse la de
fallar cuestiones de soberanía, al in-
vocar los derechos de soberanía de
Argentina sobre las Malvinas, que
no han sido establecidos por tribu-
nal internacional alguno, como lo
hizo ver el representante de Trini-
dad Tobago, y todo ello con la sola
intención de adoptar una resolución
cuyo efecto político práctico no se
apreció en la realidad, por cuanto
el acuerdo no influyó aparentemen-
te en nada en el desarrollo poste-
rior del conflicto ni de las negocia-
ciones. (20).
Todo lo anterior —como se ha
planteado— hizo surgir con reno-
vado vigor las actitudes de descon-
fianza hacia la seguridad hemisfé-
rica que se venían planteando des-
de la suscripción del Protocolo de
Reformas al TIAR. en 1975 y la
discusión sobre el levantamiento de
las sanciones a Cuba (21), conjun-
tamente con los planteamientos de
que América Latina debía buscar
sus propios arreglos de seguridad,
prescindiendo de los Estados Uni-
dos (22).
(16) Ver Op. Cit. Alicia Frohmann, pá-
gina 3.
(17) "El Mercurio", 2. MAY. 1982, A-3.
(18) Op. Cit. Alejandro Magnet, pág. 6.
(1. 9) Tesis expuesta por Colombia. Ibi-
dem.
(20) Ibidem.
(21) Ver Op. Cit. Francisco Orrego V.:
"El Sistema Interamericano de Se-
guridad Colectiva: Evolución po-
lítica e instrumentalización jurídi-
ca", págs. 119-122.
(22) Estas propuestas van desde un
cambio de la Sede de la OEA. de
Washington a alguna capital lati-
noamericana, hasta la de crear un
nuevo organismo, la Organización
de Estados Latinoamericanos (O.
E. L. A. ). Op. Cit. Alicia Froh-
mann, pág. 3.
98
El problema de fondo en estos
planteamientos radica en que el va-
cío que se habría creado en materia
de seguridad hemisférica, desde el
momento que todos desconfían de
la eficacia de sus instrumentos, po-
dría conducir a una grave inestabi-
lidad política en América Latina,
situación que de no ser revertida,
podría a su vez generar la acelera-
ción de la carrera armamentista y
la búsqueda de alternativas de solu-
ción diferentes que podrían preci-
pitar a Latinoamérica a un siste-
ma de relaciones muy conflictivas
(23).
Según algunos observadores, el
conflicto argentino - británico sobre
las Malvinas podría ser el detonan-
te de una serie de conflictos arma-
dos entre países latinoamericanos
que mantienen disputas territoria-
les no resueltas (por ej.: Venezue-
la-Guyana, Venezuela-Colombia, Pe-
rú-Ecuador), razón por la cual el
resultado concreto de este conflic-
to sería una especie de "balcani-
zación" de América Latina, es de-
cir, un proceso de fragmentación
progresiva, debido a incontroladas
guerras en la región, lo que en la
práctica ejercería un eventual efec-
to de demostración en el resto de
Latinoamérica, desvirtuando la no-
ción de que las disputas bilaterales
pueden resolverse por métodos pa-
cíficos (24).
Cabe hacer presente, como lo sos-
tiene el profesor Heraldo Muñoz,
que este análisis no considera las
profundas diferencias que existen
entre el conflicto del Atlántico Sur
y otras controversias territoriales
de la región. En efecto, en el caso
de las Malvinas las pretensiones y
derechos argentinos fueron respal-
dados prácticamente por todos los
países latinoamericanos y en gene-
ral del Tercer Mundo, situación que
no sucede en ninguno de los otros
diferendos existentes en la actuali-
dad en América Latina. En otras pa-
labras, no existe un consenso re-
gional en cuanto a la validez de las
diversas reclamaciones de otras
disputas territoriales y, lo que es
más importante, tampoco éstas in-
volucran una dimensión Norte-Sur
(25).
Un riesgo implícito en la proble-
mática planteada lo constituiría el
grave hecho de que ante la ausen-
cia de mecanismos colectivos para
la solución pacífica de los conflic-
tos regionales, algunos países más
desarrollados se sientan llamados a
desempeñar un rol de gendarmes en
el área, situación que sin duda com-
plicaría más aún el estado de las
cosas y se prestaría para todo tipo
de pugnas de poder.
Conforme a la actual situación de
las relaciones intrarregionales, es
poco probable que en el mediano
plazo llegue a estructurarse un Sis-
tema Latinoamericano de Seguri-
dad, por cuanto ello supondría la
existencia de un intenso proceso de
cooperación política y económica y
de un grado de entendimiento entre
los países de la región, cuya fecha
de madurez todavía no se vislum-
bra. Estos fundamentos señalan
que los organismos interamerica-
nos continuarán existiendo, pero
requerirán de una profunda refor-
ma, reestructuración y adaptación
si los gobiernos latinoamericanos
quieren evitar el vacío a que se ha
(23) Op. Cit. Francisco Orrego V.: "La
crisis del Atlántico Sur y su in-
fluencia... ", pág. 494.
(24) Heraldo Muñoz: "Efectos y lec-
ciones del conflicto de las Malvi-
nas" en Op. Cit. Revista del Ins-
tituto de Estudios Internacionales
de la Universidad de Chile. Nº 60.
Pág. 508.
(25) Ibidem.
 99

hecho mención y sus peligrosas con- una solución pacífica a las contro-
secuencias (26). versias, derivado también de la po-
sición asimétrica y dominante que
CONCLUSIONES Estados Unidos tiene en ésta.
También es preciso destacar que
De la revisión efectuada a la evo- las
tomar
experiencias vividas han hecho
un mayor grado de concien-
lución histórica del Sistema ínter- cia a los
americano de Seguridad Colectiva nos sobre lagobiernos
situación
latinoamerica-
de vulnerabi-
y de los efectos generados en éste lidad que los afecta, ante
por el conflicto de las Malvinas, se ción de medidas coercitivaslaporadop-
expondrán unas reflexiones finales, te de potencias extrarregionales,par- en
a manera de conclusiones del pre- los planos político, económico, diplo-
sente trabajo. mático y militar.
En primer término, es preciso re-
calcar que el Sistema Interamerica- en Por otra parte, este incremento
no ha fracasado como esquema de nada constituye en síantes
la vulnerabilidad
una
mencio-
amena-
seguridad hemisférica ya que, en za de interferencia en el logro de
la práctica, la mayoría de los países sus objetivos de desarrollo y de se-
latinoamericanos, en la actualidad, guridad, por lo que ha comenzado a
han manifestado de una u otra for- apreciarse un esbozo de acuerdo tá-
ma que existen mejores formas de cito, en la concepción y objetivos que
proteger su seguridad que la par- debiera tener la urgente adecua-
ticipación en una alianza hemisfé- ción de las estructuras destinadas
rica que se ha caracterizado por su a garantizar la seguridad económi-
rigidez, pese a la evolución que ha ca y estratégica de la región, por la
experimentado desde su creación en vía del incremento
1947. Ello, en ningún caso, quiere de las iniciativas dey integración
cristalización
y
decir que todo el Sistema Interame- cooperación regionales y subregio-
ricano sea inútil, ya que, pese a sus
limitaciones y politización, la OEA nales.
sigue siendo una instancia valede- El conflicto del Atlántico Sur de-
ra para el tratamiento de determi- mostró con claridad meridiana que
nadas materias de interés común América Latina carece de una ca-
para América Latina. pacidad de respuesta inmediata y
orgánica, en forma previsora y
El debilitamiento y deterioro ge- contundente frente a las acciones
neral que han experimentado las re- coercitivas que en los diferentes
laciones con Estados Unidos y las planos, eventualmente, puedan lle-
políticas de resentimiento y de con- var a cabo actores extrarregionales
frontación a su política exterior ha- (por ej.: mientras la C. E. E. actuó
cia América Latina, se ha traduci- en forma inmediata y coordinada,
do en una creciente pérdida de cre- la solidaridad latinoamericana que
dibilidad —como se ha planteado— recibió Argentina se expresó sólo
en el Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca (TIAR), es-
pecialmente en lo que se refiere a
la conducta que puede adoptar la (26) "En este sentido, es en el Sistema
potencia del norte en eventuales si- Interamericano donde habrían de
tuaciones de conflicto de algún país repercutir más intensamente las
latinoamericano con algún actor ex- consecuencias del conflicto del
trarregional. Una situación simi- Atlántico Sur". Op. Cit. Francisco
lar, aunque en menor grado, ha ex- Orrego V.: "La crisis del Atlánti-
perimentado la Organización de Es- co Sur y su influencia... ", pág.
tados Americanos (OEA) para dar 495.
100
durante los primeros meses del con-
flicto y por la vía bilateral).
Finalmente, el conflicto de las
Malvinas continúa siendo un pro-
blema sin resolver y puede conver-
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SUBVERSION: GUERRA SIN FRONTERAS
OSCAR BOEHMWALD SOTO
Mayor.

"Ningún país quiere ser comunista. El

comunismo se implanta contra la volun-
tad del país, como efecto de un plan pu-
ramente criminal y artificial".

UCHOS ciudadanos acostumbrados a vivir en un país que ha es-

M tado tranquilo por años, al presenciar una súbita escalada de ac-
tos violentos de orden subversivo, manifiestan su profundo asom-
bro acerca de cómo estos hechos pueden suceder en su país. Si bien es-
te asombro podría ser aceptable, no se le puede atribuir a su acostum-
bramiento a la vida de forma ordenada y tranquila, sino a su ignorancia
o menosprecio por el hecho de que todos los países del mundo, indistinta-
mente, están ya integrados dentro de un proceso corrosivo que se expande
sigilosamente. Sí, todos los países son víctimas de una guerra que ha sido
declarada, ajena a sus voluntades y consentimientos. Es una guerra de-
clarada de tipo distinto al convencional, denominada con distintos nom-
bres, pero con un mismo significado. Llámesela guerra revolucionaria o
guerra subversiva, es una guerra que combina la esencia del accionar po-
lítico con el militar y lo sublima con el engaño, el fraude y el temor. La
característica básica de esta guerra es que aparece como factor desenca-
denante la acción agresiva de la subversión comunista.
El comunismo que llegó a su formalización con la Revolución bol-
chevique, en octubre de 1917, se ha constituido en la fuente directa o in-
directa, abierta u oculta, de todos los procesos subversivos en el mundo
actual.
Hoy día, el escenario de la guerra subversiva ha extendido su accio-
nar a todo el mundo, a toda América, a todas nuestras naciones. El ene-
migo ya no es una amenaza vaga, lo tenemos presente.
Todos los rincones del mundo sufren la misma agresión subversiva
del comunismo internacional. Su accionar, vale destacarse, ha estado ín-
timamente ligado de una forma u otra a la mayor parte de los problemas
que aquejan al mundo desde inicios del siglo actual. Estos problemas, no
importa sean del campo político, económico, psicológico, social, militar,
diplomático o cultural, son sutilmente aprovechados o creados por el co-
munismo como medidas útiles para la eventual toma de poder de una na-
ción o área y la final pretensión de la comunización del mundo entero.
 103

La revolución rusa, dirigida por Lenin en 1917, fue desde su inicio

una inmensa operación de guerra política, posiblemente la mayor opera-
ción de guerra política en los anales de la historia militar. La casa im-
perial germana de los Hohenzollern intentaba destruir y aniquilar a los
Romanov de la Rusia Zarista. El plan alemán era enviar a alguien que
tomase las riendas de una amorfa y confusa situación en Rusia, termi-
nase con la guerra civil, eliminase la familia imperial y, finalmente, se
firmase un tratado de paz dictado por los alemanes.
Lenin y sus cómplices bolcheviques tenían completo conocimiento de
esto y no estaban nada conformes con el plan, pero lo secundaron y supie-
ron esperar la llegada del momento oportuno.
Los alemanes enviaron a Lenin y sus compañeros en un coche sella-
do y secretamente fueron infiltrados en territorio ruso. Más tarde, Wins-
ton Churchill habría de comentar acerca de este hecho en los siguientes
términos:
"Los líderes alemanes echaron sobre Rusia la más espeluznante de
todas las armas. Ellos transportaron a Lenin en un camión sellado como
si fuera un bacilo de la plaga, desde Suiza a Rusia".
Lenin, con su concepto ideológico de disminuir el papel de la perso-
nalidad individual y sumergirlo detrás de la marea de las dialécticas
eternas, era un hombre no sólo de buena mente, sino también de volun-
tad decisiva en la acción. Por eso logra aprovecharse, primero, de la in-
tención alemana basada en el odio entre las pretéritas familias imperia-
les de Europa, para hacer juego de toda una gran estratagema que lo
iría a conducir al poder. Aprovéchase de la Revolución liberal de Kerens-
ky y en su momento oportuno lo derrocó. Sarcásticamente, Trotsky co-
menta posteriormente, que "Kerensky no era un revolucionario, él sim-
plemente se apegó alrededor de revolucionarios".
104

Con mucho más sarcasmo hablaría hoy con los imperceptibles so-
nidos de ultratumba, desde su nicho en la Plaza Roja de Moscú, al ver
cómo las intrigas mal intencionadas de los poderes centrales de Europa
han creado la única superpotencia en Europa y cómo décadas después,
las mismas intrigas mal intencionadas de otros vecinos al otro lado del
mundo, terminarían creando similares situaciones en el Hemisferio Occi-
dental.
Lenin estimaba que si bien Marx había luchado en el pasado para
organizar a los obreros de Europa por medio de la Primera Internacio-
nal y que Engels lo intentó después a través de la Segunda Internacio-
nal, era a la Tercera Internacional a la que le tocaría tomarse la responsa-
bilidad de difundir el comunismo en todo el mundo. De allí que al año y
a escasos meses de su triunfo, funda en marzo de 1919 en Moscú la Ter-
cera Internacional comunista, que es la base del movimiento comunista
internacional actual.
A través de sus siete congresos efectuados todos en la capital del
imperio soviético, entre ese año y agosto de 1935, se confecciona toda la
estrategia y práctica para propalar el comunismo en todo el mundo, or-
ganizar a los partidos comunistas y tratar de tomarse el poder en cada
nación.
Desde la fundación de la Tercera Internacional y para encubrir sus
ambiciones de expansionismo y agresión mundial, han enviado agentes a
todo el mundo para que organicen los partidos comunistas de todo el orbe,
La situación y condiciones actualmente imperantes en el área cen-
troamericana y el recrudecimiento del accionar subversivo en los países
de América del Sur, son resultados de la agresión marxista-leninista, que
atenta contra la democracia y la vocación libertaria de los pueblos latino-
americanos.
Quienes sirviendo a los propósitos del comunismo internacional en
América Latina recomiendan soluciones ingenuas de diálogo con la gue-
rrilla o vociferan la amenaza de la guerra total o la vietnamización de
la zona, olvidan o fingen hacerlo, la naturaleza agresiva e intervencio-
nista del comunismo, cuyo objetivo es lograr la conquista de todo el mun-
do.
La amenaza no es nueva, ha existido desde los primeros años del
presente siglo.
ESTRATEGIA DE LA SUBVERSION COMUNISTA

El accionar comunista en toda nación procura un objetivo definido:

la toma del poder político y la subsecuente transformación socio-político-
económica dentro de un patrón de control absoluto.
Todas las medidas y procedimientos que se tomen para obtener dicho
propósito constituyen la acción subversiva.
La acción subversiva del comunismo busca alterar y destruir el
orden, para producir en forma definitiva modificaciones profundas
en las estructuras vigentes, buscando como objetivo final la toma
del poder. Por lo tanto, podemos definir la subversión como: "la acción
clandestina o abierta, insidiosa o violenta, que busca la alteración o la
destrucción de los principios morales y las estructuras que conforman
la vida de un pueblo, con la finalidad de tomar el poder e imponer, desde
dicha posición de poder, una nueva forma estructural basada en una es-
cala de valores diferentes".
 105

La concepción marxista-leninista de la guerra subversiva del comu-

nismo está diseñada para llegar al dominio del mundo, sin exponerse
al peligro de una confrontación mundial abierta con el mundo libre, que
en nuestros días sería sinónimo de un holocausto suicida del mundo en-
tero. Esto, claro está, no resulta favorable o atractivo a los intereses de
dominación mundial del comunismo y a pesar de jactarse que "no
se dejarán intimidar por las fábulas de que en el evento de una nueva
guerra mundial, la civilización humana perecerá", los comunistas no pue-
den menospreciar la posibilidad de perecer también dentro de este holo-
causto colectivo.
Por lo tanto, ha sido puesta en práctica, al máximo nivel, la estra-
tegia de la aproximación indirecta. Así, guerra, conflicto, acción, pro-
ceso o revolución, son todos sinónimos de una variable semántica, que
significa para los comunistas salir siempre victoriosos. Es, por tanto,
válida la noción de que "el fin justifica los medios".
La guerra subversiva del comunismo contiene las siguientes caracte-
rísticas:
1. VOLENTA: El accionar comunista está permanentemente im-
pregnado de un alto grado de violencia. El mismo Lenin lo ha
dicho claramente:
"Los marxistas nunca han olvidado que la violencia es un acom-
pañamiento inevitable del colapso del capitalismo en su escala to-
tal y el nacimiento de una nación socialista". Esta violencia pue-
de ser física o psicológica.
2. INSIDIOSA: La insidia es una de las principales armas utiliza-
das para enfrentarse al mundo libre. Comienza por el quebran-
tamiento de los principios morales, provocando la anarquía, y pro-
sigue con el principio leninista que indica que para los comunis-
tas es moral todo aquello que sirva para destruir la antigua 'so-
ciedad explotadora".
106

La penetración ideológica del comunismo procura, precisamente,

la creación de un juego de condiciones que faciliten medidas de
engaño.

3. TOTAL: La guerra subversiva del comunismo es total, tanto en

su alcance como en su dimensión. En su dimensión total, cubrien-
do todos los campos del quehacer humano. En su alcance es uni-
versal y su objetivo final es dominar al mundo.

4. PERMANENTE: La guerra subversiva del comunismo es per-

manente y no terminará hasta que se domine todo el mundo en-
tero. Por eso, la paz es solamente una extensión o fase de la
guerra subversiva misma. Así, los comunistas cederán si lo esti-
man prudente, reajustarán sus medios, cambiarán sus planes, pe-
ro lucharán siempre y en cada momento, sin cesar.

5. PSICOLOGICA: Los comunistas procuran siempre la conquista

de las mentes de los pueblos, a través de la propaganda, en todos
sus matices.
Ellos consideran que primero se han de conquistar las mentes, pa-
ra después hacer la conquista física.
6. MASIVA: La guerra subversiva del comunismo tiene como ba-
se dé sustento a las masas populares. Bien lo dijeron los comu-
nistas chinos: "Las masas son el agua, y nosotros los peces; con
agua los peces subsisten, crecen y se reproducen". La conquista
de las masas populares es asunto de vital importancia en la sub-
versión comunista.
A través de estas características esenciales del proceso subversi-
vo comunista, vemos que resulta ser una forma de lucha activí-
sima, en la que el comunismo obtiene la mayor ventaja con el
mínimo de esfuerzos. Sus fases sistemáticas y permanentes de
lucha procuran descartar paulatinamente cualquier forma de con-
vivencia humana que no sea la esclavitud marxista. Sin embar-
go, para muchos, esta guerra no existe, ya que viven obsesionados
por el sueño de la paz. Muchas veces para Occidente, esta gue-
rra sólo se trata de crisis aisladas, que afectan únicamente a cier-
tas naciones. Se desconoce, o se pretende desconocer, la natura-
leza universal y total de la subversión marxista-leninista.
La paz para los comunistas sólo podrá concebirse cuando la hu-
manidad entera haya sido comunizada. Mientras esto no ocurra,
el estado de lucha implacable continuará indefinidamente. Esta es
la síntesis de la denominada "Pax Soviética".
Lenin define la guerra y la paz como partes de un todo perma-
nente y necesario, para obtener el fin supremo de la conquista del
Poder mundial.
Así, guerra, paz y revolución son términos intercambiables y
aplicables indistintamente, según sea la necesidad del momento en
un lugar determinado. Esta lucha permanente, que alterna la
guerra con la paz, se impulsa mediante los ideales de la lucha
de clases, materializando la lucha revolucionaria y subversiva a
través de la pretensión de una pseuda "justicia social".
 107

La guerra revolucionaria, al estar encerrada dentro del ámbito

nacional, no siempre resulta exitosa, por lo que se aplica el con-
cepto de la guerra total, de alcance internacional, que es coordi-
nada y dirigida con planes generales que delimitan fases adecua-
das para su implementacion.
La guerra subversiva pasa por etapas que van desde los prime-
ros esfuerzos de organización, la creación de un clima ideal para
la revolución, la entrada en la acción, hasta llegar a la ofensiva
108

abierta. Estas fases son intercambiables y pueden ser alteradas

de acuerdo a las características propias del país donde se aplican.
La acción subversiva del comunismo es integral, intentando afec-
tar todos los campos del quehacer nacional, para provocar una
crisis tal, que facilite el camino para su acceso al poder. Sus prin-
cipales procedimientos son:
CAMPO POLITICO
1. Desgastar y desprestigiar la imagen del Gobierno, creando,
provocando o aprovechando causas reales o ficticias.
2. Tratar de agitar las masas, para provocar desórdenes y dis-
turbios que obliguen al uso de las fuerzas legales, para el res-
tablecimiento del orden.
3. Presentar "víctimas" que inciten y aumenten el odio y los re-
sentimientos entre el Gobierno y el pueblo.
4. Infiltrarse en los diversos partidos políticos, negando ser mar-
xistas, para fomentar y provocar reacciones y disensiones, así
como para ocultar su identidad subversiva.
5. Crear un "Frente Unido", a fin de agrupar todas las tenden-
cias opositoras, con el objeto de facilitar un triunfo del comu-
nismo.
6. Procurar la legalización del Partido Comunista.
7. Procurar un reconocimiento internacional como elemento po-
lítico y/o beligerante.
8. Procurar captar sectores de la población, tales como el sector
sindical, el sector campesino, el sector religioso, etc.
9. Procurar el aislamiento del Gobierno, tanto interna como in-
ternacionalmente.
10. Aprovecharse de intelectuales y políticos frustrados.
11. Obstaculizar el proceso constitucional.
12. Conducir asesinatos políticos.
13. Inducir a la corrupción e ineficiencia administrativas.
14. Conducir una acción diplomática:
—Para buscar apoyo internacional a su causa.
—Para aislar al Gobierno internacionalmente.
—Para lograr reconocimiento de otros regímenes comunistas.
 109

CAMPO ECONOMICO

1. Subvertir y destruir la vida económica y la paz social.

2. Provocar o aprovechar conflictos que generan pobreza y para-
lizan el crecimiento económico, y que a su vez generan otros
conflictos socio-económicos.
3. Arrebatar la conducción gremial y colocarla bajo control co-
munista.
4. Mantener una situación de incertidumbre gremial, mediante
el fomento de la "lucha de clases".
5. Infiltrarse en los sectores de actividad económica, para for-
mar células clandestinas y reclutar adeptos para su sabotaje
económico.
6. Atacar y sabotear los servicios públicos esenciales para el de-
senvolvimiento económico.
7. Intimidar, ahuyentar y subordinar a la empresa privada, me-
diante sabotajes, atentados, secuestros, amenazas y anónimos,
asesinatos, etc.
8. Procurar apoyo externo, en la forma de sanciones económicas
por otras naciones u organismos internacionales.
9. Enfatizar en la distribución desigual de las riquezas (dife-
rencias de salarios).
10. Ofrecer mejores condiciones de vida y fomentar la "Reforma
Agraria".

11. Tergiversar el sentido de las interdependencias.

CAMPO PSICO-SOCIAL

1. Desarrollar la concientización política, para instigar a la po-

blación a la militancia en la revolución marxista.
2. Destruir las bases morales y éticas de la sociedad. Cambiar el
significado de valores clásicos como "Dios, Patria, Familia".
3. Divulgar la propaganda marxista, para subvertir la población.
4. Promover la decadencia social, el disconformismo, la rebeldía,
la violencia y el pesimismo.
5. Sacar provecho de regionalismos (grupos étnicos, religión, idio-
mas, etc. ) y fingir la defensa de los derechos de grupos (mu-
jer, indio, minorías, etc. ).
110

6. Despertar el nacionalismo tergiversado en los intelectuales y

clases superiores.
7. Atacar toda ideología dinámica anti-comunista.
8. Intimidación psicológica mediante la propaganda armada.
CAMPO RELIGIOSO
1. Tratar de conseguir, conscientes del carácter piadoso de la
Iglesia, su participación en campañas de defensa de los dere-
chos humanos. Promover esta campaña a través de los fami-
liares de detenidos o desaparecidos reales o imaginarios, pro-
curando ampliarla a nivel internacional.
2. Infiltrarse en la Iglesia y disfrazarse de sacerdotes. Predicar
los contenidos de la denominada "Teología de la Liberación".
3. Infiltrar u organizar grupos vinculados con la Iglesia, tales co-
mo las "comunidades eclesiales de base", "ligas de madres",
"grupos juveniles cristianos", etc., a fin de manipularlos como
fachadas para sus actividades.
4. Tergiversar la personalidad redentora de Cristo, para presen-
tarlo como "rebelde" y justificar su accionar violentista.
5. Compaginar la postura social de la Iglesia con el pseudo-socia-
lismo que predican los comunistas, tratando de buscar una su-
puesta identificación de propósitos iguales con la Iglesia.
CAMPO CULTURAL Y EDUCATIVO
1. Selección de instituciones educativas proclives a la subversión
comunista, para proceder a la infiltración y captación del es-
tudiantado.
2. Desarrollar la subversión en el campo educativo, explotando la
inmadurez del estudiantado, así como el esnobismo de ciertas
tendencias culturales contemporáneas.
3. Movilización del estudiantado mediante mítines, concentracio-
nes, manifestaciones, etc., para luchar por supuestas o reales
reivindicaciones educacionales.
4. Intimidación a funcionarios y profesores, tanto pública como
clandestinamente.
5. Impartir clases con contenidos políticos marxista-leninistas en
las escuelas, especialmente en temas tales como: historia, psico-
logía, etc.
6. Provocar paros estudiantiles con el fin de desestabilizar el pro-
ceso educativo del país.
 111

CAMPO MILITAR
1. Conducir acción psicológica para desprestigiar a las FF. AA.,
calificándolas de represivas, antidemocráticas e ineficientes.
2. Conducción de la lucha armada, mediante una organización ar-
mada, presentada como un ente "popular" de lucha.
3. Desmoralización de las FF. AA. mediante la infiltración, divi-
sión e inducción al amotinamiento y la deserción.
4. Pedir por la eliminación de las organizaciones de inteligencia
y seguridad del Estado.
En resumen, la subversión comunista incursiona en todos los ámbitos,
infiltrándose subrepticiamente en los diversos niveles del quehacer nacio-
nal, para desplegar los métodos más insidiosos y sutiles a fin de desa-
rrollar su estrategia de dominio del poder mundial.
 AGRESIVOS QUIMICOS MODERNOS
RODOLFO BAHAMONDE PRIETO
Coronel
Ingeniero Químico militar

M UCHOS son los antecedentes históricos que nos indican que el uso
de los agresivos químicos data de tiempos remotos; los griegos y
troyanos, nueve siglos antes de Cristo, ya empleaban atados de leña
empapados en azufre y aceite, para emitir gases que hacían el aire irres-
pirable para sus adversarios. Alejandro empleó contra sus enemigos pol-
vos cáusticos a base de cal viva, que impedían la visión. Los árabes,, en
el siglo XIII, produjeron gases tóxicos por combustión de sulfuros de
arsénico con sustancias opiáceas. Como éstos, son muchos los hechos que
nos demuestran la existencia del uso en épocas remotas de lo que podría-
mos denominar agresivos químicos.
Los agresivos químicos que hoy conocemos y que han sido empleados
como tal en combate debutaron, dice la historia, el día 22 de agosto de
1915, fecha en que los alemanes lanzaron gas cloro en la zona de Ipres,
causando pánico y estragos entre las tropas francesas atrincheradas, al
producir 5. 000 muertos y 15. 000 gaseados; aproximadamente un 33%
de bajas definitivas sin disparar un solo proyectil. En la operación, se
emplearon 100 toneladas de Cl. envasado en 6. 000 cilindros; el ideólogo
de tal acción fue el químico alemán Fritz Haber, a quien se le considera
el creador de la guerra química.
Durante la Primera Guerra Mundial, que ha sido la única guerra
donde las armas químicas fueron tan o más empleadas que las armas
clásicas, se desarrollaron un sinnúmero de Agresivos Químicos, como por
ejemplo, el fosgeno (CG), la lewisita o dicloroarsina (L), la Iperita o
gas mostaza (HD), la cloropicrina (PS) y otros. Las estadísticas indi-
can que en la Primera Guerra Mundial murieron aproximadamente un
total de 1. 261. 000 personas por los efectos de los agresivos químicos
empleados.
Así quedó incorporado al campo bélico el uso de compuestos tóxicos
como un arma de devastadores efectos.
Junto al desarrollo de los agresivos químicos, también se estableció
un conjunto de normas, acuerdos y tratados, que prohibían la producción
y almacenamiento de agresivos químicos, como también su uso en el
campo bélico; se destacan entre ellos, el Tratado de Paz con Alemania
(1919), Tratado de Washington (1922), Resoluciones de la ONU Nºs
2162 XXI, 2954 XXIII, 2603 XXIV y el Protocolo de Ginebra (1925);
este último fue aprobado por Chile con reserva, en el sentido de que el
citado Protocolo cesa ipsofacto, si cualquier Estado enemigo, sus Fuer-
zas Armadas o sus aliados, fallan con respecto de las prohibiciones esta-
blecidas.
 113

Como es lógico pensar, estos tratados frenaron de alguna forma el

desarrollo desmesurado de la fabricación de agresivos químicos, que
no tenían otro campo de aplicación que el bélico; así y todo, con poste-
rioridad, el gas mostaza, terrible vesicante, fue empleado en forma ais-
lada en la II Guerra Mundial.
Lo que hoy en día se denomina agresivos químicos modernos, gases
nerviosos, o agentes nerviosos, son compuestos organofosforados, que
constituyen la base de las armas químicas modernas; su descubrimiento,
como muchos otros, fue producto de la casualidad. El primero de ellos,
conocido como Tabun, fue descubierto en Alemania el año 1936 durante
el transcurso de una investigación sobre pesticidas, de los que se dife-
rencian por su alta toxicidad.
No pasó mucho tiempo antes de que al Tabun se le encontrara apli-
cación en el campo bélico; le siguió el Sarin, descubierto en 1938, con
un nuevo método para la fabricación de compuestos organofosforados;
de esta forma, se entró al campo de lo que se han denominado los agre-
sivos químicos modernos o gases nerviosos.
Los gases nerviosos en particular, de lo que se tiene conocimiento,
nunca han sido empleados masivamente en combate; se calcula que de
ser empleados el efecto sería terrible.
La forma más moderna de diseminación de tales agresivos químicos
es por medio de proyectiles binarios, que son proyectiles que llevan en
su interior compartimientos cargados de compuestos químicos, que por
sí solos no son tóxicos pero que al combinarse y reaccionar producen
un compuesto de alta toxicidad, lo que ocurre en segundos durante el
vuelo del proyectil.
114

Los gases nerviosos ejercen su acción penetrando en el cuerpo hu-

mano, por inhalación o a través de la piel, lo que no se puede impedir
con vestimentas de uso normal. El efecto que producen es la inhibición
de la acetilcolinoesteraza, enzima que actúa de catalizador en la hidró-
lisis de la acetilcolina.
El proceso patológico que se produce es explicable, a medida que
se entiende la acción de las sustancias encargadas de transmitir los im-
pulsos nerviosos a través de las sinapsis neuronales.
La transmisión de los impulsos en la sinapsis del sistema nervioso
central y uniones neuromusculares se produce a través de neurotrans-
misores y en base a procesos electroquímicos; la acetilcolina es el neuro-
transmisor de todas las terminaciones. Esta se encuentra almacenada
en las neuronas dentro de unas vesículas, las que al proceder el impulso
se rompen, así la acetilcolina inunda el espacio entre las terminaciones,
estableciendo el contacto con el receptor.

Su acción finaliza cuando es hidrolizada por la acetilcolinoesteraza,

descomponiéndose en ácido acético y colina, que son absorbidos por los
terminales nerviosos. Aquí está situada la acción o efectos de los gases
nerviosos, que impiden dicha hidrólisis, lo que produce una intoxicación
del individuo con acetilcolina, manifestándose por la aparición de tras-
tornos tales como: temor, salivación, espasmos, calambres, convulsiones,
estado de coma, asfixia y finalmente la muerte, en pocos minutos.
Hay tres compuestos organofosforados que hoy ocupan una posición
destacada y son; el metilfluorofosfato-ester de isopropilo, conocido tam-
bién como agente GB o Sarín, el metilfluorosfofato de pinacol, cono-
cido también como agente GD o Soman y el etiltioldimetil aminoetil
metilfosfonotiolato, conocido como agente VX.
El Sarín y el Soman de alta volatilidad son muy eficaces como con-
taminantes del aire. El agente VX con un grado de volatilidad próximo
a los aceites pesados para lubricación, debe ser diseminado mediante
pulverizadores, buscando su efecto por contacto directo o a través de la
contaminación del terreno.
Los gases nerviosos, llamados comúnmente neurotóxicos, han eclip-
sado también a los gases paralizantes, es decir, aquellas sustancias que
tienen como finalidad, dejar el combatiente fuera de acción por un
período de varias horas e incluso días, pero con muy escasa posibilidad
de ocasionar la muerte; aunque se ha experimentado con muchas sus-
tancias paralizantes, ninguna ha dado resultados enteramente satisfac-
torios.
En la actualidad se ha desechado de los arsenales militares los gases
paralizantes, como es el caso del 3-quinuclidinil-benzilato, más conocido
como agente BZ, y en su reemplazo se han utilizado como únicos gases
no letales contra personal, el ortocloro-benzilmalononitrilo o CS y el
 115

dibenzen (1, 4) Oxazepina o CR, que en el mundo se usan también como

gases antidisturbios.
Aunque parezca increíble, contra los terribles gases nerviosos
un antídoto que es de fácil acceso, me refiero a la atropina inyectable,
que es un compuesto químico, que bloquea la acción negativa producida
por el exceso de acetilcolina, permitiendo con esto salvar la vida del
individuo aunque con una recuperación lenta.
Indiscutiblemente, las mejores armas para luchar contra estos agen-
tes son: el entrenamiento, el equipamiento individual e idealmente, con-
tar con equipos descontaminantes.
Así y todo, ningún otro compuesto venenoso puede igualarse a los
gases nerviosos para su empleo en combate. Su gran toxicidad y rapidez
de acción, su eficacia, tanto a través de la piel como del sistema nervioso,
su facilidad de diseminación y su elevada estabilidad, los coloca muy
por encima de cualquier otro agresivo empleado en combate.
Es probable que algún día, alguien considere las armas químicas
como una alternativa económicamente factible, frente a las armas nu-
cleares.
ANEXO
Cuadro de agresivos químicos, con indicación de la categoría, desig-
nación, concentración L50 y síntomas de su acción.

AGRESIVOS QUIMICOS
116
EL INGENIERO MILITAR POLITECNICO EN
GEOGRAFIA EN EL AREA PUBLICA
L AS actividades del Ingeniero
Militar Politécnico en Geo-
grafía, ¿tanto teóricas como
prácticas, involucran a sistemas es-
peciales humanos y físicos, es de-
JAIME OJEDA TORRENT
Teniente Coronel
cir, el Geosistema y Ecosistema. Su
formación profesional tiene por una
parte los conocimientos de las cien-
cias básicas y naturales que le per-
miten una clara comprensión de
materias inherentes a la configura-
ción físico-ecológica del escenario o
espacio geográfico, tales como la
climatología, edafología, geomorfo-
logía, hidrología y la biogeografía
y, por otra parte, está capacitado
para hacer uso de las Ciencias So-
ciales, Física y Matemáticas, com-
plementadas con técnicas funda-
mentales para el análisis y com-
prensión de las formas de organi-
zación, acondicionamiento y utiliza-
ción del escenario o espacio geográ-
fico, así como sus aspectos económi-
cos, culturales, sociales y políticos.
Las fuentes de información para
el Ingeniero Militar Politécnico en
Geografía, se han ampliado, incor-
porando junto a las cartográficas,
otras más sofisticadas, como son las
imágenes fotosatelíticas, cartogra-
fía automatizada, medios audiovi-
suales, etc., donde este profesional
en Geografía posee entrenamiento
tanto en Jos métodos de extracción
de información de las diversas
fuentes que se utilizan en la actua-
lidad, como para el adecuado trata-
miento o elaboración de esta forma-
118
ción y en las técnicas de represen-
tación cartográfica y gráfica de sus
resultados.
Su conocimiento de las diferentes
ciencias sistemáticas, complementa-
das con técnicas auxiliares, como
son la informática, estadística, en-
tre otras, le permiten tener una es-
tructura adecuada para afrontar
con éxito las exigencias de la pro-
blemática geográfica, tales como:
hábitat urbano y rural, medio am-
biente, localización óptima de acti-
Plano de Santiago (Análisis Técnico de Impresión).
vidades sociales, económicas, políti-
cas, recursos artificiales y natura-
les, impacto ambiental, escenario o
espacios geográficos, catastro, re-
gionalización, cartografía, fronte-
ras y límites, materias que confor-
man los campos de acción donde el
Ingeniero Militar Politécnico en
Geografía puede investigar, estu-
diar coordinar, planificar, dirigir,
desarrollar proyectos, asesorar e
intervenir.
El Ingeniero Militar Politécnico
es un profesional al más alto nivel
universitario castrense, que se en-
cuentra preparado para resolver
problemas, efectuar investigaciones
científicas, organizar o planificar y
ejecutar o dirigir las más altas ac-
tividades en las áreas militar y pú-
blica, en relación con fenómenos o
hechos naturales o artificiales del
espacio geográfico, cimentado en
una sólida base geográfica, científi-
ca o militar.
EN EL AREA PUBLICA
El estadista, el político y el em-
presario público o fiscal tienen cons-
tantemente necesidad de integrar
sus estudios para obtener una con-
firmación de las decisiones tomadas.
Los estudios e investigaciones apli-
cados exigen la interdisciplinarie-
dad de los equipos a cargo. Ningu-
na ciencia es monolítica y dirigida
hacia un solo aspecto de un obje-
tivo requerido.

Dentro de un mundo en transfor-
mación, en el cual muchos proble-
mas de desarrollo social, económico
y de organización quedan sin resol-
verse, todos los especialistas tienen
su lugar y el Ingeniero Militar Po-
litécnico ¡en Geografía, con la ca-
pacidad que le da el conocimiento
geográfico científico, sentido de sín-
tesis y con una sólida base ingenie-
ril, podrá utilizar los elementos más
diversos para circunscribirlos en un
estudio global de interrelaciones fí-
sicas y humanas en su cuadro natu-
ral.
Si se acepta el rol y la compe-
tencia del Ingeniero Militar Geó-
grafo en los problemas del conteni-
do espacial o territorial, la proyec-
ción de su acción cubriría un amplio
espectro de posibilidades en el sec-
tor público nacional. Está especial-
mente relacionado con instituciones
u organismos de administración y
planificación territorial, dependien-
tes de gobierno.
Lo anterior queda apoyado por
los artículos 101 y 102 de la Cons-
titución de la República de Chile,
donde se dispone que en cada Re-
gión habrá un Consejo Regional de
Desarrollo, presidido por el Inten-
dente e integrado, entre otros, por
un representante de cada una de las
instituciones de las Fuerzas Arma-
das y Carabineros que tengan asien-
to en la respectiva Región, con el
objeto de participar en el progreso
económico, social y cultural de la
zona. El Ingeniero Militar Politéc-
nico en Geografía podrá asesorar al
representante del Ejército o ser él
el representante de la Institución en
esta obligación.
119
Su preparación profesional lo de-
ja en condiciones para estar pre-
sente en los diferentes organismos
del Estado, donde podrá interve-
nir, asesorando, dirigiendo y par-
ticipando en materias relacionadas
directamente con el desarrollo na-
cional, en materias tales como:
. Catastros para fines múltiples.
. Cartografía Temática y Básica
para diferentes niveles de pla-
nificación.
. Estudios geográficos específi-
cos y generales.
. En general, todas las investi-
gaciones y estudios geográficos
y cartográficos que estén diri-
gidos al desarrollo nacional,
regional, comunal y de las em-
presas del Estado.
La participación integrada de
profesionales civiles e ingenieros
militares politécnicos en Geografía
en la solución de la variedad de pro-
blemas de orden geográfico y car-
tográfico que tiene la nación, hará
que se materialicen adecuadamente
dos objetivos fundamentales, que
son el Desarrollo y la Seguridad Na-
cional.
En países como el nuestro, todos
los medios materiales y humanos
deben unirse como única forma de
obtener objetivos valederos; sólo es
posible lograr adelantos científicos
con un esfuerzo constante y un tra-
bajo de equipo, con amplia partici-
pación de profesionales militares y
civiles.
 CUANDO
hemos caminado bastante, pe-
Y ro no suficiente. Caminos y
senderos del país recorridos
metro a metro en su escarpada su-
bida que nunca parece terminar;
más caminos y senderos, allá, al
otro lado del mundo, en la India
milenaria, donde el polvo blanquea
la historia de la civilización hu-
mana; los pavimentos intermina-
bles del coloso del norte y de la
vieja Europa, los más modestos
esbozos de la América morena. Y
siempre quedó el grato final de la
jornada cumplida y gozada en la
plenitud del alma, cuando el can-
sancio físico se disipa en el bullen-
te pensar.
Hoy, más que nunca, recuerdo
tales desplazamientos que, lógica-
mente, nunca se repetirán iguales,
aunque algunos similares, no con
la nostalgia del tiempo ido sino
con el desafío al presente, ya que
constituyen una acumulación de
enseñanza que en sí, a mi juicio,
sobrepasa los textos, sin que estos
últimos sean menos importantes, ya
que antes y después de la jornada
se descansa en ellos, paseando los
ojos con tranquilidad por donde ha
poco se esforzaron las piernas.
Surge, entonces, diáfana, la ver-
dad de la vida buscada en el ideal,
al que no han logrado opacar las
ofertas de disipación de riqueza,
MARCHAMOS
JORGE MUÑOZ PONTONY
del halago, aunque ha habido que
alejar —a veces— con mayor fuer-
za la tentación.
¿Por qué, en la juventud, que-
rer ser militar? La pregunta nun-
ca podrá ser bien ni igualmente
contestada; la gama de sentimien-
tos sobrepasa dígitos conocidos y
todos de igual valor. Hay que re-
currir entonces sólo a lo más cono-
cido. Y de allí, de lo interno, sur-
gen dos conceptos trasuntados en
dos palabras: Honor-Servir.
Honor, de integrarse a una Insti-
tución en que, tanto hoy como ayer,
la palabra no es meramente tal,
sino que tiene un valor que va más
allá de sí misma y de su conserva-
ción. Honor, que ha venido repi-
tiéndose desde las primeras gene-
raciones de la nacionalidad chilena
en el supremo sacrificio heroico o
en el oscuro, aunque siempre he-
roico, laborar. Honor, depositado
sobre los hombros por nuestros an-
tepasados y que debemos entregar
sin mancha alguna a quienes su-
ceden, dándole, de ser posible, ma-
yor brillo.
Servir, a ese algo tan intangi-
ble, pero tan real, que es la Patria
y cuya fotografía, la bandera, nos
está recordando en sus pliegues,
mecidos por el viento, las palabras
lanzadas al espacio: "servir fiel-
mente... ". Servir a todos nuestros

semejantes más necesitados o afli-
gidos y que, en nuestra fortaleza,
ven la seguridad de un momento,
aunque parezcan olvidarse des-
pués.
Servir, sin servirse, con renun-
ciaciones, con hidalguía, con inte-
ligencia.
El brillo de las armas, lo más
característico de la profesión, es
fanal de la libertad, de justicia,
nunca de opresión. Estas armas
que hoy, como pudo ser ayer en
lapsos de la historia, muchos quie-
ren denigrar bajo símbolos, los
más inocentes, pacifistas. Armas
que, como todo elemento en manos
del hombre, son letales dependien-
do del empleo, pero cuyo estam-
pido es como el del trueno de
la naturaleza que anuncia el bené-
fico torrente de agua sobre la tie-
rra ardiente.
121
Por ello hoy, a veces, la juventud
vacila en aceptar la carrera de las
armas; sacrificio y renunciaciones
son partes inherentes y, también,
a veces, por no entenderla, la de-
nigran.
Pero aún así, la carrera de las
armas continúa siendo para perso-
nas que, olvidándose de sí mismas,
se ofrendan a la Patria. Pueda que
en el ir y venir de los favores hu-
manos, la profesión acoja pavos y
pavos reales, jilgueros y gorriones,
junto a las cien águilas. No se de-
be temer; paulatinamente se pro-
ducirá la eliminación natural del
organismo que se defiende ante la
plaga y resurgirán, aún más bri-
llantes, los conceptos de Honor y
Servicio.
"Para ser oficial no se necesi-
t a n . . . "; la frase grabada en bron-
ce en la Escuela Militar llama a
rebato. Sin exigencias desmedidas,
122
ubica justamente las necesidades y
los candidatos deben satisfacerlas.
Y se inicia la aventura, ondean-
te y arremolinada como un pena-
cho blanco en la brisa de septiem-
bre, ilusionante, hidalga, promete-
dora.
Sólo el esfuerzo, la dedicación y
el estudio, junto a un desarrollo
moral, intelectual y físico, permiti-
rán que el joven alférez trueque
sus presillas por las palas que van
desde el pecho a la espalda.
¡La meta parece tan lejana en
la partida y es tan corta en la lle-
gada !
Y en ese lapso, cuando marcha-
mos por la vida militar, siempre
sorprendente y sin un asomo de
rutina, ya que todo está relaciona-
do con otros semejantes que mane-
jan todo tipo de máquinas o artifi-
cios que no opacan la importancia
del ser humano, se va produciendo
este afianzamiento de la vocación,
que primero —tal vez— fue una
ilusión y que se materializa cada
día. ¡ Qué de arte tiene el mando
militar!, y es de lógica sea sencillo
el hacerlo, puesto que gran parte
de los que lo rodean tienen, tam-
bién, iguales ideales. Así lo es en
general, pero existe también esa
mala levadura que, ponzoñosamen-
te, impide marchar, tal vez, por
envidia o incapacidad. ¡Por suerte
son tan pocos! Sin embargo, el ver-
bo que mejor se conjuga para de-
finir en una palabra esos años es
enseñar. Claro que para enseñar
hay primero que saber, pero es una
palabra resumen, se enseña con la
palabra, el escrito, el gesto, el
ejemplo. En tal forma se vive en-
señando al más joven, al más inex-
perto, al más ansioso del saber,
tanto militar como de la vida. Y la
más grande satisfacción de un
maestro es saber que —con el co-
rrer de los años— quienes un día
aprendieron han superado, y con
creces, a quien tratara ha tiempo
de enseñarles.
Y la camaradería y la amistad
que, sin grandes aspavientos, va
uniendo a sus componentes sin que
siquiera se percaten que así sucede
y que, muchas veces, ni siquiera
creen. No pretendamos amistad en
su grado máximo con todos, sería
imposible. Bástenos un siempre
agradable recuerdo de tiempo jun-
tos en demanda de iguales ideales
con determinadas exigencias. A
ellas se integran familias y amis-
tades comunes conformando un so-
lo todo que a veces, sarcásticamen-
te, llamamos familia militar, sin
alcanzar a comprender que sólo en
una familia pueden producirse ro-
ces y errores que, a veces, nos ha-
cen dudar de ella. Pero existe y
cuando un eslabón se resquebraja
de verdad, y no por roces naturales,
se nota de verdad también.
Y si el afán de honor y servicio
ha sido en realidad la causal del
ingreso a la vida con las armas,
estaremos asistiendo a un aumento
geométrico de la vocación, puesto
que cada acción que la institución
o la persona emprenda tiene como
objetivo lo anterior.
Toda campaña, curso, concentra-
ción, ceremonia, tiende a unir más
sólidamente a sus integrantes dán-
doles conocimientos y fortaleza mo-
ral. Toda acción propia como leer,
tender la mano a quien la necesita,
ofrecer su trabajo sin escatimarlo
ni pedir remuneración, va consoli-
dando una vocación tan fuerte que
ya después no se olvida.
Algunos —yo no sé si llamarlo
suerte o desgracia— en este trans-
curso de servicio se enfrentan a
una guerra de cualquier tipo, pero
en que el valor humano expone la
vida por el ideal. Otros viven pe-
ríodos de larga paz, preparándose
para la guerra que no vino y, re-
pito, no sé si por suerte o por des-
gracia.
Porque la guerra es esto último,
pero la oportunidad de paliarla tie-
ne sus adalides muy determinados

que —a través de su sacrificio—
amenguan el desastre para sus con-
nacionales, dándoles finalmente la
victoria. Porque aquellos adalides
deben y están educados para ven-
cer el flagelo y traer la victoria,
ya que ello no es una nueva compe-
tencia deportiva, elegante y fría,
sino una lucha por sobrevivir y
aunque no preconicemos ni la cruel-
dad o la deshumanización en su de-
sarrollo, habrá que ser frío en el
logro.
Pero la profesión de las armas
tiene ese destino: evitar la guerra
inicialmente por la potencialidad de
su amenaza y desarrollarla con
buen éxito al fallar lo anterior. Por
ello cuando los pacifistas, vulgo en-
treguistas, o las confesiones religio-
sas, rasgan vestiduras enlodando
los uniformes militares que, según
ellos, son los agentes de la guerra,
es bueno recordarles que nadie co-
mo éstos trata de evitarla, ya que
conoce su triste cortejo, pero en to-
do caso no son ellos, precisamente,
los provocadores, sino los que pri-
mero sufren sus rigores. Y los agen-
tes de la economía y los fanáticos
religiosos y políticos de todo tipo,
son los que aguardan el final de lo
que produjeron para lucrarse de
cualquier modo.
Levántese definitivamente el car-
go en nuestras conciencias de ser
los agentes provocadores y sepamos
que somos los ejecutantes de deci-
siones políticas, económicas o reli-
giosas de niveles distintos que com-
pulsan a la conciencia nacional a
efectuar esto y aquéllo.
También, así analizado, pudiera
quedar flotando la idea de un rol
tan poco importante y tan sacrifi-
cado de la profesión militar, que
nos llevara a actitudes de conmise-
ración hacia nosotros mismos por
ser tan infelices. Lejos y muy lejos
de ello. El honor nacional y de sus
armas es de una importancia tal,
que va creando mentalidad patrió-
tica, orgullosa y serena que se irra-
123
dia en todas las actividades de la
vida de un país y, ese honor, es más
que las decisiones que grupos de
personas de alto nivel pudieran to-
mar. En defensa de ello relampa-
guean las armas y se derrama san-
gre, no de atisbos de legalidad en
frases muy hilvanadas; es por ello
la gran responsabilidad de los con-
ductores militares de no aceptar el
engaño sino descubrir la verdad, al
participar en la toma de aquellas
decisiones tan trascendentales, lo
que está avalando una presencia
que, también, se empeñan en obs-
truir.
Y mientras seguimos marchan-
do, tampoco nos percatamos clara-
mente —no porque no seamos ca-
paces o no queramos, sino por mo-
destia— que somos de una Institu-
ción columna vertebral de un siste-
ma, que está depositado, confiado,
en ella. Cuando falla se nota, cuan-
do cumple su función, es mejor ni
acordarse.
Sobre los hombros de todo sol-
dado, independiente de su grado o
puesto, está la solidez nacional que
permite el libre desarrollo político,
económico, productivo, educacional.
No es la Institución un ente pro-
ductivo del Estado, es la salvaguar-
dia de él. Sin ella no hay riqueza,
tranquilidad, economía, que pueda
mantenerse ante la rapacidad de
los semejantes. Yo diría que cuando
Dios permita que la mala levadura
de los hombres se termine, enton-
ces recién podríamos empezar a
pensar en desarmar los ejércitos.
Mientras tanto que sigan, orgullo-
sos, sirviendo de piedra angular del
mundo.
Para el joven oficial, que basó
sus primeros pasos en su bizarría y
osadía, temple indeleble que le mar-
có el Alcázar, va llegando una ma-
durez siempre resuelta, pero más
cerebral, en la que se conjuga una
serie insospechada de factores, a
cual más complejo, que le obligan
a resolver con acierto en especial
124
cuando accede al alto mando insti-
tucional, en que cada cosa que haga
traerá repercusiones de diverso ca-
rácter. Para ello aprendió a pensar
bien.
Y, en algún momento, la marcha
toca a su fin para permitir que otros
más jóvenes tomen el lugar que les
corresponde entre los hombres de
uniforme. Como a la muerte, el re-
tiro todos lo conocen, pero nadie es-
tá preparado para ello si vivió en
un ideal. El solo anuncio que está
presente acongoja a los corazones
mejor puestos, que siempre quieren
terminar algo, convencidos que só-
lo ellos podrán hacerlo bien, falacia
que el devenir del mundo se ha en-
cargado de desmentir. Nadie, abso-
lutamente nadie es indispensable.
Lo importante de esta fase de
la vida, conocida en la administra-
ción de personal militar bajo el frío
vocablo de "egreso", es que sea to-
mada sin ningún resentimiento ha-
cia nada ni hacia nadie; que, dentro
de una natural tristeza, no asome
ni un dejo de envidia o se sienta
con ánimo comparativo, sabiendo
que en su conciencia —y para él—
siempre es el mejor. Lo que fue, la
valorarán otros y su natural pro-
blema será el continuar viviendo,
con iguales ideales, en un mundo
que nunca fue totalmente suyo. Ahí,
entonces, es cuando comprenderá lo
inmenso de la profesión militar y
de todos los que la integran, pero
no para compadecerse, sino para
agradecer lo que recibió y si es po-
sible aún retribuirlo, dejando que
la Institución continúe su marcha
bajo mandos aún más capaces y
más aptos generacionalmente.
Aún así, surgirá en los labios la
frase "cuando marchamos" que re-
fleja un pasado y un presente, cual
de ambos más importante, que va
diciendo que la pertenencia no ter-
mina, porque ya no se usa unifor-
me, pero que al disminuir la exi-
gencia, naturalmente se termina la
prerrogativa del mando.
Y la larga columna de hombres
de uniforme gris continuará mar-
chando —independiente de los ros-
tros que paso a paso y metro a me-
tro se van relevando— hacia un
ideal que siempre se aleja, cuando
ya parece llegarse y que sólo es po-
sible con el constante raudal de san-
gre joven que ingresa con renovado
vigor e igual ideal.
¡Cuando marchamos... !
EL ESPIONAJE PERUANO DURANTE LA
CAMPAÑA DE LIMA EN LA GUERRA
DEL PACIFICO
SERGIO RODRIGUEZ RAUTCHER
Coronel

L espionaje es tan antiguo como la humanidad misma. Desde que

E el hombre necesitó información secreta de sus congéneres empe-
zó a utilizarlo entre sus procedimientos.
Su empleo más difundido es asociado a los conflictos armados; sin
embargo, su presencia se hace hoy efectiva en prácticamente todos los
campos de la actividad humana.
Por su propia naturaleza y métodos de acción, normalmente el es-
pionaje no deja huellas. Probablemente sólo se conozca por sus efectos,
traducidos en las medidas y contramedidas que adoptan los adversarios.
La Guerra del Pacífico no fue la excepción, pero objetivamente no
quedan muchas evidencias de su práctica. Los historiadores especializa-
dos sólo hacen menciones muy superficiales a su existencia durante el
desarrollo de la confrontación. Quizás, quienes más han contribuido a
mantener viva la certeza popular acerca de esta actividad, no exenta por
supuesto de romanticismo, son los novelistas de la Guerra de 1879. En
su fértil imaginación crearon la imagen del espía habitualmente repre-
sentado por una bella mujer, involucrada sentimentalmente con su Pa-
tria y con el Comandante en Jefe enemigo.
Tal vez, una de las etapas más decisivas de la Guerra del Pacífico
fue la Campaña de Lima. La posición internacional de Chile no era sen-
cilla y se aproximaba el instante supremo de las batallas de los grandes
ejércitos, que habrían de definir un resultado final.
Recién terminadas las batallas de Tacna y Arica con el triunfo de
las armas chilenas y ocupadas estas ciudades por las fuerzas vencedo-
ras, se iniciaron los preparativos para marchar sobre la capital del Perú.
126

El autor de este artículo logró obtener, gracias a la generosidad

de un buen amigo y bibliófilo, algunos documentos que corresponden
precisamente a esta etapa que va de noviembre de 1880 a enero de
1881 y que revelan parte del accionar de los espías peruanos. Confor-
me a la clásica modalidad historiográfica de "dejar hablar a los docu-
mentos por sí mismos", ellos serán transcritos fielmente más adelante,
de tal manera que cada lector llegue a sus propias conclusiones.
Algunos; de los textos manuscritos, evidentemente redactados en
forma apresurada, presentan numerosas dificultades para su lectura. Es
así como no fue posible identificar cabalmente ciertas palabras del ori-
ginal, por lo que se optó representarlas en la transcripción mediante es-
pacios subrayados. Era usual en la época el empleo de adornos extras
en la escritura, especialmente en las rúbricas, que crean problemas po-
co menos que insolubles para quien pretenda leerlos hoy en día. Por es-
ta razón, los nombres propios y apellidos se transcriben tal como parecen
estar expresados, pudiendo en consecuencia corresponder a una aproxi-
mación a la realidad.
Retomando el tema de la situación internacional de Chile en este
período, cabe recordar que las potencias extranjeras intentaron interve-
nir desde los comienzos mismos del conflcto. Con el pretexto de ofrecer
sus buenos oficios en la búsqueda de soluciones, en la realidad orienta-
ban los esfuerzos para su propio provecho.
Desde el 22 de octubre de 1880, se realizaron en Arica conversacio-
nes de paz entre los representantes de Chile y Perú a bordo de la cor-
beta norteamericana "Lackawanna", pero fracasaron absolutamente. Ha-
cia diciembre del mismo año, Inglaterra intentó intervenir, pero se en-
contró con la tenaz oposición del Canciller de Alemania, quien hizo pre-
sente que ninguna potencia tenía derecho a desconocer la legítima victo-
ria de Chile.
Por otra parte, Argentina no había cesado de observar con sumo
interés el desarrollo del conflicto. Tenía sus propios problemas con Chile
por el asunto de la Patagonia y del Estrecho de Magallanes. Sus inten-
ciones de intervención directa fueron frenadas sin embargo por las su-
cesivas victorias de las armas chilenas y por la firme posición de neu-
tralidad que mostró el Imperio del Brasil. El peligro a pesar de ello
continuaba latente.
En lo relativo al desarrollo de las operaciones, en julio de 1880 el
General Baquedano ya había presentado al Gobierno de Chile un plan
para expedicionar sobre Lima, el que contemplaba un desembarco en
Chilca. Desafortunadamente las interferencias políticas retrasaron la de-
cisión, dando tiempo a Piérola para organizar un fuerte sistema defen-
sivo en Chorrillos y Miraflores.
Con fecha 29 de septiembre, se organizó el Ejército chileno a base
de 3 Divisiones, con 6 brigadas de infantería, 16 regimientos y 8 bata-
llones; 3 regimientos de caballería a 2 escuadrones cada uno y 2 regi-
mientos de artillería con 6 brigadas. Contemplaba una fuerza total de
26. 413 hombres.
El 15 de noviembre zarpó de Arica la División del General Villa-
grán. Su misión era la de ocupar Pisco y localidades aledañas como se-
guridad del grueso del Ejército que desembarcaría con posterioridad.
 127

Este desembarcó finalmente en Curayaco y otras caletas cercanas para el

21 de diciembre, concentrándose en su totalidad en el campamento de
Lurín.
Conocido en Lima el arribo de las fuerzas chilenas a Chilca, el
Ejército peruano se organizó a base de cuatro cuerpos de Ejército y un
Ejército de Reserva. Con anterioridad (30 de noviembre), se había crea-
do en Arequipa otro Ejército de 13. 000 hombres, al mando del Prefecto
Don Pedro del Solar, Unidad que no tendría responsabilidades en la de-
fensa de la capital del Perú.
Interiorizados someramente de la situación general que se vivía en
el Teatro de Guerra, veamos ahora una de las manifestaciones del espio-
naje peruano expresado en sus propios documentos:
Arica, Nbre. 21 de 1880

"Señor Dr. Dn.

Pedro del Solar
Arequipa.
"Mi respetado Dr. y amigo:
"Desde el Sábado me tiene U. aquí instalado con mi fami-
lia i el 5 del presente fuí aseptado como Ajente Consular del
Ecuador en el Departamento de Tacna con residencia en este
puerto y creo que podré serle útil en las sircunstancias actua-
les, mi firma en adelante será "Talismán" con esta recibirá U.
desde el Vapor próximo mi correspondencia".

"El portador le dará a U. todos los pormenores hasta la

fecha".
" escriba y diríjase a José Alabiar (1) y U.
fírmese de la manera que crea conveniente".
'No tengo más tiempo estaba escribiendo a bordo del Va-
por".
"Deseando salud y felicidades me repito de U. afmo. ami-
go y S. S. ".
José A. Pérez (2)"

(1) y (2). Es muy poco claro el nombre escrito en el manuscrito.

Aparentemente corresponda a la transcripción de José Alabiar Pérez.
No cabe ya dudas de que se trata de una operación de espionaje en
marcha. La posición del agente en el importantísimo puerto de Arica
y además, protegido por la inmunidad diplomática es inmejorable, pues
desde allí saldría el Ejército Expedicionario Chileno.
128

Otra carta posterior de la misma procedencia, pero ya sin indica-

ción de destinatario, comienza a entregar valiosos antecedentes. Se des-
taca la información acerca del lugar preciso del futuro desembarco del
Ejército de Chile:
" Ejército que ha marchado a Lima no llega a 28. 000 hombres
de toda arma".
" Reserba en Arica 300 hombres de Artillería con una batería
de 6 cañones Crup y otra del mismo numero con cañones
de montaña".
" Id en Tacna, Caliente, Pachía 2, 000 y tantos.; esperan mas
reserva hasta completar 6, 000".
" Iquique y Pisagua 1, 500 (parte por llegar). El Batallon
Quillota con 600 plazas".
" Armamento. La mayor parte Grass que es por el estilo del
Chasseppot reformado y el resto Comblen".
" Plan de Ataque. Llevan un buque Frances pintado en plomo
con 600 toneladas de polvora y dinamita para lanzarlo so-
bre el Callao y desmontar los cañones de las baterías y ha-
cer el desembarque ultimo directamente, o sino desembarcar
por Chilca; tambien piensan tomar a todo trance "San Cris-
toval".
" Planes. Tienen varios y segun estos creen que hay minas
que parten de "San Cristoval" a la y de este so-
bre la marjen del río hasta serca de Miraflores y del otro
lado del río hasta Chorrillos, así mismo creen que hay otras
entre Chilca y Lurín".
" Temores. Mui fundadamente esperan que "La Unión" se pre-
sentara de un momento a otro en Arica y les aplicara al-
gunos torpedos. Asimismo esperan ser atacados por el Ejer-
cito de Arequipa y Bolivia, confesando que serán vencidos
por que la reserba se compone de muchachos reclutas".
" Deseos. Desean que el Ejercito nuestro salga de sus posicio-
nes para batirlos".
" Parapetos. Cada Soldado lleva un saco harinero para llenar-
lo de arena y parapetarse atras de él".
" Lanchas planas. Llevan una infinidad de ellas para acome-
ter por la mar brava".
" Cananas de lona. Cada Soldado lleva una de estas con 200
tiros, fuera de la cartuchera común".
" Mui bueno sería un ataque y recuperar este Departamento".
" Arica Diciembre 12 de 1880".
Talismán"
 129

Otra carta de fecha 30 de diciembre de 1880, perteneciente a un

segundo agente corresponsal sin identificación, adjunta un memorán-
dum de increíble precisión en su descripción de las fuerzas expediciona-
rias chilenas. Incluso fija con bastante aproximación la fecha en que se
darían las batallas.
Otro aspecto notable de ella y que da para pensarlo detenidamente,
es la alusión que hace a la fidelidad de la información obtenida: "Viene
de fuente motorizada, es decir, de las altas regiones del poder de Chile",
concepto que reitera en su Memorándum.

Diciembre 30/80

"Querido tocayo y amigo:

"Pasan de siete comunicaciones que le he mandado por la

vía de Tarata instruyendo a U. de todos los acontecimientos de
la guerra en relación al Ejército expedicionario sobre la capi-
tal, y como ninguna de ellas ha tenido contestación, temo mu-
cho que se hayan estraviado o que sea víctima de alguna in-
triga. Esta zozobra en que me encuentro me decide a dirijir
esta por la ruta de Bolivia acompañando a U. un Memorandum
de las fuerzas que efectivamente han mandado a Lima coman-
dadas por el Gral. Baquedano, y que vienen de fuente autori-
zada, es decir, de las altas regiones del poder de Chile".
"Oportunamente he participado a los nuestros todas las
circunstancias y noticias interesantes, bien al M. Bannaga o
a mi compadre Panizo; y tengo seguridad de que mis avisos
han llegado a tiempo. Dios quiera que nuestros esfuerzos ten-
gan un feliz resultado, por bien de nuestra propia Patria y de
los buenos patriotas que como U. han hecho tanto para res-
taurar su honra".
"Tanto esta ciudad como el puerto han quedado con pe-
queñas guarniciones y no dudo que abandonarán el puesto a
la simple noticia de que se acercaba con aquel ejército. No me
incumbe penetrar respecto a sus proyectos de campaña pero-
cumplo con indicarle lo que pasa. Aquí no hay mas fuerzas que
seis cañones Armstrong y 1900 reclutas, y en Arica no llegan
a 300 hombres con 12 piezas de Artillería".
"Ahora pocos días, recibió la casa de Jefferson 490 qq.
dinamita que pasaran al Morro, pero hay también trato
por tren estraordinario a donde Ritter Inibemen".
"Ya sabrá U. que el ingeniero Dn. Guillermo Sherling que
vino de Lima bajo pretesto de arreglar la testamentaria del
Coronel Inclán, fue un espía de los chilenos, pues las comuni-
caciones que le hice entregar por "La Patria" para los nues-
tros, las puso en manos de estas autoridades enemigas". Me
aseguran que está preso en la capital".
130

"Deseo que un rayo de uncion divina venga del cielo en

proteccion de nuestras armas, y con la dicha que deseo para U.
para poder celebrar el año 81 con toda la efusion del patrio-
tismo".
Afmo. y leal amigo",
(firma ininteligible)
" Espero sus ordenes
Un fuerte abrazo a Grimaldi".

MEMORANDUM
"Ejército espedicionario sobre Lima. — He aquí como va
distribuido el ejército chileno que en estos momentos se dirije
a la capital del Perú:
Jeneral en Jefe — Dn. Manuel Baquedano
Jefe de E. M. J. — Jeneral Dn. Marcos Maturana
Inspector Jeneral — Jeneral Dn. Cornelio Saavedra
Comte. Gral. de Artillería — Coronel Dn. José Velásquez
Comte. Gral. de Caballería — Tente. C. Dn. Emeterio Letelier
Intendente Gral. del Ejército — Dn. Vicente Dávila Larraín
Jefe del Servicio Sanitario — Dr. Ramón Allende Padin.
— 1 . a División. —

Jefe el Jeneral Villagran

Primera brigada al Mando del Coronel Lynch.

Rejimiento 2° de linea 1 . 200. —
Rejimiento Atacama 1 . 200. —
Talca 1 . 200. —
" Colchagua 1 . 200. —
Batallón Melipilla 600. —
Artillería (una brigada) 250. —
Un escuadrón Granaderos 300. —
5. 950. —

Segunda brigada al Mando del Coronel Amunátegui.

Rejimiento 4º de linea 1 . 200. —
" Chacabuco 1 . 200. —
" Coquimbo 1 . 200. —
Batallón Quillota 600. —
Artillería (una brigada) 250. —
2º escuadrón Granaderos . 300. —
4. 750. —
 131

—Segunda División. —
Jefe, el Jeneral Emilio Sotomayor
Primera brigada al mando del Coronel José Gana
Rejimiento Buin 1. 200. —
Esmeralda 1. 200. —
Chillan 1. 200. —
Artillería (una brigada) 250. —
Primer escuadron del Rej. Cazadores 300. —
4. 150. —

Segunda brigada al mando del Coronel Barboza

Rejimiento 3º de línea 1. 200. --
Lautaro 1. 200. —
Curicó 1. 200. —
Batallón Victoria 600. —
Segundo escuadron Cazadores 300. —
Artillería una brigada 250. —
4. 750. —

—Tercera División. —
Primera Brigada (al mando del Coronel Urriola)
Rejimiento Zapadores 1. 200. —
Aconcagua 1. 200. —
Valparaíso 1. 200. —
Batallón Navales 1. 000. —
Artillería (una brigada) 250. —
Primer escuadron Carabineros de Y u n g a i . . . . 250. —
5. 100. —
Segunda Brigada, al mando del Tnte. Corl. Barceló
Rejimiento Santiago 1. 200. —
Concepción 1. 200. —
Batallón Valdivia 600. —
Caupolicán 600. —
Bulnes 500. —
Artillería (una brigada) 250. —
Segundo escuadron Yungai 250. —
4. 600. —
132
— RESUMEN —
Primera División — 1ª Brigada.. 5. 950. —
2ª Brigada.. 4. 750. — 10. 700. —

Segunda División — 1ª Brigada.. 4. 150. —

2ª Brigada.. 4. 750. — 8. 900. —

Tercera División — 1ª Brigada.. 5. 100. —

2ª Brigada.. 4. 600. — 9. 700. —

TOTAL 29. 300. —

"Y si de este número se descuentan los enfermos
el ejército invasor no excederá de 28. 000 hombres".
"Estos datos vienen de Chile de las altas regiones de po-
der, de fecha 19 del mes en curso".
"El numero de Cuerpos o Batallones en que va distribuido
el ejército enemigo es como sigue:
2 Regimientos de Artillería
1 Id. de Artillería de Marina
3 Id. de Caballería
18 Id. de Infantería
7 Batallones
31 Cuerpos

"El Gobierno de la Moneda asegura que la cuestión en Li-

ma será resuelta del 6 al 10 de Enero proximo, y que si triun-
fan, ya tienen ahí con quien aprobar los tratados de paz——".
Se transcribe a continuación la carta de un tercer agente corres-
ponsal peruano, escrita al finalizar el año 1880. Son interesantes sus
apreciaciones sobre la calidad disciplinaria de las Unidades movilizadas
chilenas y los detalles del acantonamiento en Tacna. Sin embargo, lo
más evidente es la enseñanza que deja en cuanto al peligro de las
conversaciones descuidadas.
"Tacna, Dic. 31/80
6 1/2 a. m.
"Querido amigo:
"La presente le llegará casi un tiempo con dos que le es-
cribí ".
 133

"Las fuerzas que existen acá actualmente es la siguiente:

Linares 1. 000 a 1. 100 h.
Rengo 200. —
Maule 600. —
Artillería 200. —
Caballería 200. —
Policía 50. — esperan 200 h. mas
por todo 2. 250. — hombres
"La infantería armada de Grass".
"i Caballería i artillería Whinchester".
"Debo tambien agregar a esto que en el hospital San Ra-
mon existen poco mas o menos 300 entre enfermos i convale-
cientes, con sus ambulantes".
"El Rejimiento "Linares" esta acantonado en Calama".
"El Maule ocupa en esta población una casa vieja que
hace esquina, i que queda atras del Hotel San Carlos, donde
antes tuvo el Colejio Cacés i que tambien fué ocupado por el
batallon "Colorados".
"La Caballería esta compuesta de 200 hombres Escuadron
Maypú de los que poco mas o menos 160 ocupan Calana i Pa-
chia, i el resto en esta poblacion en unas bodegas grandes con-
tiguas a la prensa de lana".
"La jente no es buena, la del Maule sobre todo es malísi-
ma en cuanto a disciplina — El Linares mejor disciplinado y
el resto no vale gran cosa".
"No es facil el desbande por el medio indicado en razon
a que esa jente no es como la otra conocedora de estos lugares;
y casi en su totalidad es por primera vez que viene acá".
"En cuanto a Arica llegan escasamente a 300 h. Fortifi-
caciones, solo le diré que ellos tienen dinamita, que en días pa-
sados estuvo un injeniero con teodolito y cadenas tomando
medidas en el Morro, que antes de irse tuvieron ocupados a los
zapadores i que todo hace presumir que haya sido para obra
de minas, i los cañones que dejaron los peruanos; dicen que
han puesto 3 o 4 mas, pero nunca dejan subir a nadie".
"Dicen siempre que esperan 8. 000 hombres".
"En días pasados hablaban dos jefes y decían que en caso
de ataque mejor seria retirarse a Arica i que allí el Morro
haría el resto". Se necesita mucho cuidado porque con dinami-
ta de un momento a otro pueden minar las calles".
"Suyo Atte. SS -"
(sin firma legible)
134

Dos eran las posiciones ocupadas por el ejército peruano para la

defensa de su capital por el lado sur. La más adelantada aprovechaba
el cordón de cerros que se prolonga desde el Morro Solar hasta Monte-
rrico chico, con una extensión de 17 Kms.
La posición más cercana a Lima se extendía en la llanura al S. E. de
Miraflores y al Norte de la primera. Comenzaba en la playa y corría
unos 6 Kms. en línea recta hacia el N. E. hasta alcanzar el río Surco.
La línea más avanzada, donde se dio la batalla de Chorrillos, era
ocupada por el Ejército de Línea, con una fuerza de 21 a 22. 000 solda-
dos. La línea de Miraflores estaba ocupada por el Ejército de Reserva,
el que se reforzaría posteriormente con tropas provenientes del Ca-
llao y por los sobrevivientes de Chorrillos.
El 12 de enero de 1881, el Ejército chileno salió desde su campa-
mento en Lurín y avanzó hacia las posiciones peruanas de Chorrillos al
amparo de la obscuridad nocturna. Junto con el amanecer, se inició la
cruenta batalla que culminaría con la derrota de los defensores. Las
bajas peruanas ascendieron a cerca de 6. 000 hombres y las chilenas a
3. 318.
En la mañana del 14 de enero, el Ministro de Guerra de Chile envió
a su Secretario Don Isidoro Errázuriz, acompañado del Coronel perua-
no Iglesias, a negociar la rendición con el dictador Nicolás de Piérola.
Las condiciones no fueron aceptadas y el mando chileno comenzó los
preparativos para el ataque a la segunda línea defensiva.
A las 07 horas del 15 de enero, el General Baquedano recibió al
Cuerpo Diplomático, que solicitaba una tregua para formular bases pa-
ra la paz. Ello fue aceptado por el General en Jefe, fijándose como ho-
ra límite las 24, 00 del 15 de enero.
No teniendo noticias de la postura de Piérola, Baquedano comenzó
a hacer reconocimientos personales en el frente enemigo. Repentinamen-
te, una descarga de fusilería proveniente de las posiciones peruanas rom-
pió la tregua, iniciándose la batalla de Miraflores. En los primeros mo-
mentos, la situación chilena se vio muy comprometida por la sorpresa.
Gracias a la resistencia que ofreció la División del Coronel Lagos, que
otorgó el tiempo suficiente al resto del Ejército para concurrir al frente
de batalla, la suerte fue una vez más favorable a las armas chilenas.
Como consecuencias más importantes de la Campaña de Lima, está
el aniquilamiento del Ejército y Armada peruanos, la ocupación de su
capital y el desaparecimiento del gobierno central. Las bajas peruanas
ascendieron a 12. 000 hombres aproximadamente y las chilenas a 5. 343.

A los pocos días, estos acontecimientos ya eran conocidos por los

agentes peruanos residentes en Arica. Curiosamente, los tres documen-
tos que a continuaci6n se transcriben son fechados el mismo día, Dos
de ellos pertenecen a nuestro conocido Agente Consular de Ecuador, que
firma indistintamente como José Alabiar Pérez y con el seudónimo "Ta-
lismán". La tercera y última, corresponde al "Memorándum" de un agen-
te corresponsal identificado como D. Holaza (?).
 135

Las tres notas muestran la intención de informar a sus destinata-

rios sobre los resultados de las recientes batallas de Chorrillos y Mira-
flores. Trasuntan el natural dolor del vencido, pero pese a ello no pier-
den de vista su misión de entregar antecedentes del adversario.
"Arica Enero 21 de 1881.
"Sr. Dr. D.
Pedro del Solar
Arequipa
"Mi mui respetado amigo:
"Acaba de llegar el buque de Guerra Frances el "Houcsar",
he hablado con el cirujano que es amigo mío y confirmó la no-
ticia de la ocupación de Lima por el Ejercito Chileno, el Com-
bate ha tenido lugar el 14 y 15 —el lugar entre Miraflores y
Chorrillos— nuestro ejercito fué derrotado, las baterías del
Callao y todos los buques fueron bolados espresamente. El Ata-
hualpa undido, lo mismo se ha hecho con las baterías de San
Cristoval".
"Los muertos por nuestro ejercito pasa de diez mil. Don
Nicolas se ha marchado por el lado de la Orella, seguramente
tratará de unirse con U. el 16 los Almirantes estranjeros
y cuerpo diplomático fueron a Miraflores a verse con Va-
quedano para que ocupara la ciudad de Lima, pero con la con-
dición que no cometieran exesos y este dijo: que no podía com-
prometerse a ésto porque le sería imposible contener al ejér-
cito, pero los almirantes dijeron que sise cometían exesos to-
marían ellos a cargo la cuestion y los hostilisarían, con esta
amenaza combino Vaquedano en ocupar Lima con (3, 000) tres
mil hombres, como en efecto lo han hecho habiendo entrado la
Artillería y el Rejimiento Bulnes. Los billetes á 30 por un sol
plata. Como esta noticia es de bastante interes para U. man-
do a mi dependí Don Federías Albiar, muchacho que he criado
desde niño, por consiguiente es de mi confianza y puede escri-
birme lo que tenga a bien".
"Le suplico le haga proporcionar el pasaje de regreso, pues
mis sircunstancias solo me permiten proporcionarselo para la
ida, dispenseme que use de esta franqueza".
"El Coronel La Tore (3) lo conoce mucho a Federías. No
necesito decirle pero U. comprenderá que mi corazon queda des-
trozado con las noticias".
"De U. afmo. amigo y S. S. "
José A. Pérez"
(3) ¿La Torre?
oOo
136

"Amazonas" y "Angarrios" trajeron dos mil seiscientos

hombres que marcharon a Tacna".

"Fuerzas: hoy marchan a Iquique el Rengo y otro reji-

miento las dos unidades conforman dos mil cien hombres
(2, 100)".

"Quedan en Tacna mas de cinco mil hombres".

"Ayer y hoy han felicitado y felicitan la toma de Lima,

Callao, etc. ".

"Asimismo, lo se de una manera positiva que han ocupa-

do Chorrillos y Miraflores, después de un combate de doce ho-
ras el día 13, y el 16 cuatro horas; confiesan que sus perdidas
llegan a cinco mil hombres (5, 000) pero los mismos chilenos
dicen, cuando Vaquedano dice cinco, es porque son diez".

"Saben que los bolivianos vienen por la quebrada de Ca-

marones para tomar este puerto y que también se dirijen a
Iquique y Antofagasta, con tal motivo mandan en el "Matías
Cousiño" los 2, 100 hombres que digo".

"Fuerzas Peruanas saben que tienen por Tarata y Locum-

ba. Transportes han pasado para Valparaíso tocando en Iqui-
que, los que conducen a los heridos en sumas conciderables".

"Vapor de la carrera este va hasta Chorrillos llebando mu-

cha carga para el Ejercito lo que provaría que no han tomado
Lima ni el Callao como lo manifiestan Don Ajelo, mañana me
veré con él y de acuerdo le comunicaré todo lo que ocurre".

"He recibido su estimable de 8 del mes ppdo. y en con-

testación solo le diré: que cumpliré de la mejor manera posible
con todo lo que me encarga".

"Fuerzas en Arica (300) trescientos hombres".

"Arica Enero 21 de 1881".

Talisman.

oOo
 137

"MEMORANDUM"
"El buque frances "Houcsar llegó hoy en la tarde. Co-
munica que parte del Ejército Chileno ocupó la Capital el 19
en la mañana quedando una gran parte en Chorrillos".
"Nuestra flota fué incendiada toda por nuestros marinos.
El Dictador estuvo en el Callao hasta el último momento. No
hay noticias ciertas de el de los restos de nuestro
Ejército".
"Prefecto de Lima el Gral. Saavedra y del Callao el Gral.
Linch".
"El combate en Miraflores fue terrible y bien sostenido".
"Hoy ha salido para Iquique un vapor con tropas embar-
cadas en este puerto. Se dice que el Dep. de Tarapacá está
amenazado por fuerzas bolivianas".
"Estoy a las ordenes del Sr. D. Solar".
"Muy Att. SS.
O. Holaza (?)
"Arica 21 Enero/1881. "
General de División TEOFILO GOMEZ VERA
IVERSOS cargos y las más
D altas responsabilidades des-
empeñó durante su vida mi-
litar el General de División Teófilo
Gómez Vera. Su destacada carrera
la realiza en diferentes Unidades y
Reparticiones de la Institución y en
el extranjero.
Su vocación militar la inicia en
marzo de 1911, cuando ingresa co-
mo Cadete a la Escuela Militar,
egresando de ella como Teniente 2º
de Ejército en el arma de Ingenie-
ros, el 26 de enero de 1916. Su pri-
mera destinación la cumple en el
Batallón de Zapadores Nº 1 "Ata-
cama", en la Guarnición de Calde-
ra.
Luego, en febrero de 1927, con-
tinúa sus servicios en la Escuela
Militar, donde se desempeña como
Instructor y Profesor del Curso Mi-
litar en su especialidad de Zapa-
dores.
Entre los años 1930 y 1932, rea-
liza el Curso Regular de Estado

Mayor en la Academia de Guerra,
obteniendo con distinción, su título
de Oficial de Estado Mayor en ene-
ro de 1933.
En 1934 es nombrado Comandan-
te del Grupo de Comunicaciones,
cargo que desempeña por espacio de
tres años.
Por haber obtenido el primer lu-
gar de su curso en la Academia de
Guerra tuvo la oportunidad de efec-
tuar estudios en el extranjero; en
1937 es comandando en el Ejército
Alemán, permaneciendo en este
país hasta enero de 1940. Durante
su primer año de permanencia en
Alemania sirve en el VI Cuerpo de
Ejército de Guarnición de Münster
(Westfalia), y posteriormente rea-
liza el Curso de Estado Mayor en la
Academia de Guerra de Berlín. El
20 de enero de 1940, recibe el título
de Oficial de Estado Mayor del
Ejército Alemán.
Con más experiencia y mayores
conocimientos, regresa a Chile, y
con el grado de Coronel, en febrero
de 1940, es nombrado Jefe de la
Sección Confidencial de la Subse-
cretaría de Guerra, permaneciendo
al mando de esta Alta Repartición
Ministerial hasta abril de 1944, fe-
cha en que es designado Director
de la Escuela de Ingenieros Mili-
tares.
139
Al año siguiente, recibe el nom-
bramiento de Subjefe del Estado
Mayor General del Ejército.
En febrero de 1946, recibe una
nueva designación, esta vez como
Comandante en Jefe de la V Divi-
sión de Ejército e Intendente de
Magallanes. En junio del mismo
año es ascendido al grado de Gene-
ral de Brigada.
Siendo General de Brigada, en
1947, es nombrado Director del
Personal del Ejército.
Dos años más tarde, en agosto
de 1949, es designado Jefe del Es-
tado Mayor General del Ejército.
Durante el desempeño de tan alto
cargo, en 1950, alcanza el grado de
General de División.
Entre los años 1949 y 1952 efec-
túa una labor docente como profe-
sor de la asignatura de Estrategia
de la Academia de Defensa Nacio-
nal.
Culmina su brillante carrera en
octubre de 1952, cuando se acoge
a retiro tras haber permanecido en
la Institución por espacio de 42
años.
Posteriormente, entre 1981 y
1983, se desempeñó como Presiden-
te del Consejo de Generales y Al-
mirantes en Retiro de la Defensa
Nacional.
 PUBLICACIONES DEL
SECCION LIBROS
EL TOQUI PELANTARU - GUE-
RRERO DE LA CONQUISTA, por
Carlos Valenzuela Solís de Ovando,
Subteniente (Res. ) Estado Mayor
Genera] del Ejército, Biblioteca Mi-
litar. Reedición 1989. 166 pág. Obra
premiada en el Concurso Literario
Militar 1977.
CUATRIMESTRE
Los hechos narrados en esta obra
se desarrollan entre 1599 y 1610.
Donde se destaca el surgimiento de
un nuevo caudillo en la Araucanía,
"Pelantaru", quien dio un ejemplo
de cómo so debe luchar por el suelo
natal cuando se está amenazado por
fuerzas invasoras, por poderosas
que éstas sean.
Fue Pelantaru quien inició la
gran sublevación de los mapuches
y logró la ruina de las siete ciuda-
des que los hispanos habían esta-
blecido al sur del Biobío.
En la época se implantó un nue-
vo estilo guerrero que caracterizó
al siglo XVII desde sus comienzos,
y quizás el mismo hecho de su uso
favoreció a los araucanos que, mu-
cho más expertos en los ardides,
tretas y estratagemas de la guerra
y mejores conocedores del terreno
en que peleaban, les llevó al triun-
fo.
La enorme capacidad estratégi-
ca del nuevo Toqui General, unida
a la incansable y tenaz actividad
de los purenses, casta escogida den-
tro del concierto araucano, dio co-
mo resultado que el pueblo indíge-
na se hiciera dueño de todos los te-
rritorios del sur del gran río pen-
quista.
El término de las acciones de
Pelantaru constituyó un hito impor-
tantísimo en la Historia de Chile.
Se completó el período de Conquis-
ta y comenzó el de la Colonia.

LA REPUBLICA DE CHILE 1821-
1828, por Carlos Eduardo Bladth.
TT. GG. Instituto Geográfico Mili-
tar, 1989. 218 págs.
La obra de este viajero sueco ex-
pone un caudal de impresiones pin-
torescas de la vida chilena de la
época de la iniciación de la repú-
blica.
El libro, considerado una obra
de viajes, está destinado a cumplir
con lo que el autor creía un servi-
cio público y patriótico, tiene la ca-
racterística de un documento escri-
to en primera persona —excesiva
confianza en la memoria y simpli-
ficación de los hechos— para adap-
La República
de CHILE
1821 - 1 8 2 8
141
tarse a la curiosidad de un público
lejano.
Bladth desde su llegada demues-
tra las cualidades de un observador
minucioso; su visión de Valparaíso,
del camino a Santiago, son de una
frescura extraordinaria, mientras
la segunda parte del libro es de
gran interés para el estudio de la
vida social, económica y del folclor
del país.
En resumen, el valor de la obra
reside en el cuadro realista que des-
cribe la vida popular, campesina y
urbana del país en la época en que
le correspondió al autor permane-
cer en esta tierra.
EDICIONES DE REVISTAS MILITARES
BRAS do interés militar, his-
O tóricas, geográficas y bio-
gráficas, entre otras, se en-
cuentran en venta en la Sala de
Literatura Militar del Departamen-
to de Relaciones Internas del Ejér-
cito. Estas abarcan una importante
gama de materias tanto nacionales
OBRAS HISTORICAS
1. Historia del Ejército de Chile
2. Artillería en Indias
3. Breve Historia del Aisén y la
Carretera Austral
como internacionales que al militar
profesional le interesa conocer y es-
tudiar y en ella se encuentran edi-
ciones de Revistas Militares como
de otras editoriales que incremen-
tan el volumen de existencia. El si-
guiente es el listado de obras que
se puede adquirir en dicha Sala:
4. Caballería Blindada; Historia,
Evolución y Progreso
5. Carrera y la Patria Vieja
6. Cdtes. en Jefe del Ejército y
Jefes de Estado Mayor durante
la Guerra del Pacífico

7. El Mensaje del Libertador
8. Expedición de Arequipa, Puno
y Paz de Ancón
9. Historia de la Batalla de
Huamachuco
10. Historia de la Primera Guerra
Mundial
11. Historia de Nuestros Unifor-
mes
12. Historia Militar de Chile
13. La Política contra la Estrate-
gia en la Guerra del Pacífico
14. La República de Chile
15. Magallanes, Primer descubri-
dor de Chile
16. Presencia de la Iglesia Chilena
en la Guerra del Pacífico
17. Problemática del Soldado en la
Guerra del Pacífico
18. Santa Cruz y Torreblanca
19. Sinopsis Gráfica de la Historia
del Ejército de Chile
20. Reseña Histórica del Estado
Mayor General del Ejército
21. Reseña Histórica de las UU. e
Institutos del Ejército de Chile
NOVELAS HISTORICAS
1. Así Vivieron y Vencieron
2. El Paso de los Guerreros
3. El Rigor de la Corneta
4. El Toqui Pelantaru
5. Relatos Militares
6. Ritos Militares
BIOGRAFICAS
1. Baquedano
2. Diario del General Bernardo
O'Higgins Riquelme
3. Diario del BGL. don José Mi-
guel Carrera Verdugo
4. El Ejército entre las Causas
del Regionalismo de Valdivia
5. El General Manuel Bulnes
Prieto, Mariscal de Ancash
y Presidente de la República
6. El Mariscal Erwin Rommel
7. Galería de Hombres de Armas
143
8. Héroes y Soldados Ilustres del
Ejército de Chile
9. Pensamientos del Epistolario
del Libertador General don
Bernardo O'Higgins
GEOGRAFICOS
1. Atlas Político Geográfico del
Siglo XX
2. Geografía Militar
POLITICOS
1. Algunas Razones del Quiebre
de la Institucionalidad Política
2. Carrera Armamentista en el
Cono Sur de América
3. Comprendamos Nuestra
Constitución
4. Chile, Revolución Silenciosa
5. El Día Decisivo
6. El Marxismo-Leninismo
7. ¿Es la Democracia Capaz de
Enfrentar al Totalitarismo
Comunista ?
8. Geopolítica
9. Gramsci; la Nueva Forma de
Penetración Marxista
10. Hacia el Logro de una Demo-
cracia Sólida
11. La Doctrina Marxista en el
Mundo Contemporáneo
12. La Nomenklatura
13. La Participación Ciudadana en
la Constitución Política de
Chile
14. Marx y Satán
15. Observaciones y Exposición a
la memoria del ex Ministro de
la Guerra
16. Política Militar del Partido
Comunista en Chile
17. Síntesis Crítica del Marxismo-
Leninismo en Chile
18. Subversión Política y Transi-
ción
19. Transbordo Ideológico Inad-
vertido y "Diálogo"
20. Victoria sin Guerra
21. Develando el Secreto de los
Príncipes
144

INTERNACIONALES 3. El Arte de Mandar

4. El Destino de Chile
1. Conflicto Localizado o 5. Instrumentos Opticos Militares
Generalizado 6. Inteligencia Estratégica
2. Dialogando con Argentina 7. La Infantería Chilena Ataca
3. El Caso del Canal Beagle 8. La Interpenetración Político-
4. La Argentina, Potencia Emer- Estratégica
gente hacia el Año 2000 9. La Partida de Ajedrez
5. La Cuestión de las Islas 10. Manual de Entrenamiento
Falkland Físico del Ejército
6. Nuestra Verdad sobre los 11. Manual de Urbanidad
Límites en el Cono Sur 12. Oratoria y Elocuencia Militar
7. Tratados Internacionales 13. Preparación y Evaluación
8. Influencia de los Estados Socioeconómica de Proyectos
Unidos en el Proceso de la de Defensa
Independencia de Chile 14. Reflexiones y Apreciación
9. La Toma de Decisiones en las Táctica en el Marco de la
Crisis Internacionales Pequeña Unidad
15. Técnicas de Grupo
TECNICO MILITAR 16. Técnicas y Procedimientos de
Administración de Personal
1. Conferencias de Moral 17. Vigilia de Armas
2. Disuasión, Conflicto y Estra- 18. La Función Política del
tegia Ejército.