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PROFILAXIS
Para que se produzca una fractura de cadera, deben estar presentes dos condiciones
necesarias: en primer lugar la existencia de un factor predisponente por parte del anciano
como es la disminución de la masa ósea, y en segundo lugar la aparición de un factor
desencadenante que la mayor parte de las veces consiste en un traumatismo como
consecuencia de una caída casual.
Varios estudios demostraron que la disminución de la masa ósea del anciano es un factor
de riesgo mayor de fractura. La densidad mineral ósea en el anciano es consecuencia del
pico de masa ósea conseguido y de la consiguiente pérdida de masa. Después de los 70
años esta pérdida de masa ósea esta agravada por la frecuente aparición de malnutrición,
hipovitaminosis D e hiperparatiroidismo secundario, así como la carencia estrogénica en
las mujeres.
La factura de cadera en pacientes geriátricos puede ser prevenible tomando en cuenta los
factores de riesgo que tienen para sufrir una caída.
FACTORES DE RIESGO DE CAÍDAS
Se definen como las circunstancias que, con independencia de su naturaleza, inciden de
forma negativa sobre el paciente, haciéndolo más vulnerable respecto a su capacidad de
autoprotección, lo que puede provocar una caída. Los principales son los siguientes:
El perfil del paciente con riesgo de caídas se ha asociado con los criterios siguientes.
(Factores predictivos riesgo de caídas: Evidencia Best Practice 1998 ISSN 1329- 1874):
La persona debe poder caminar por su cuenta. Puede usar su calzado habitual y puede
utilizar cualquier dispositivo de ayuda que use normalmente.
1. El paciente debe sentarse en una silla con la espalda apoyada y los brazos
descansando sobre un apoyabrazos.
2. Se le pide a la persona que se levante de la silla y camine una distancia de 3
metros.
3. La persona debe dar la vuelta y volver a sentarse a la silla de nuevo. El
cronometraje se inicia cuando la persona comienza a levantarse de la silla y
termina cuando regresa y se sienta de nuevo en la silla.
Valoración en segundos:
Fig. 2. Instrucciones para realizar la prueba “levanta y anda o get up and go”
El paciente con riesgo elevado de caída debe ser remitido y evaluado por un Médico de
Atención Primaria o en una Unidad específica de prevención de caídas. Un aspecto de
interés, es considerar, cuanto antes, algunos ejercicios para movilizar y fortalecer la
musculatura de la rodilla y de la cadera, que incluso puede comenzar en su domicilio,
realizándolo siempre acompañado.
Las patologías más frecuentes son: diabetes, menopausia, insuficiencia renal, insuficiencia
venosa, artritis, varices, enermedad periférica, hipertensión y dislipidemia.
Hipertensión en el adulto mayor: se debe tratar la tensión arterial sistólica cuando es mayor
a 140 y 150 en los más ancianos, en cuanto a la tensión arterial diastólica no menor a 65
mmHg. Se deben considerar además los factores de riesgo cardiovascular como el
tabaquismo, antecedentes personales y familiares de enfermedad cardiovascular, sexo
masculino, menopausia y obesidad.
Dislipidemia :Se debe considerar con un criterio clínico para realizar el mejor tratamiento
teniendo en cuenta su patología asociada y su expectativa de vida.
EXÁMENES COMPLEMENTARIOS
Radiografía
Se deben realizar dos radiografías en proyecciones tangenciales, una ántero-posterior (AP)
de pelvis, que incluya las dos caderas, y una lateral de la cadera afectada, está ultima se
prefiere a la proyección axial. El hallazgo será una línea hipodensa con solución de
continuidad de la cortical.
El 15% de las fracturas de cadera son no desplazadas, y en ellas los cambios radiográficos
son mínimos; en alrededor del 1% de los casos la fractura no será visible en la RX simple
y por lo tanto se requerirá de un estudio adicional. En estos pacientes, la fractura de cadera
debe ser considerada diagnóstico hasta no
demostrar lo contrario.
Si aún el estudio radiográfico no evidencia el rasgo de fractura, pero los hallazgos clínicos
apoyan el diagnóstico de fractura de cadera, resulta apropiado un estudio adicional con TC,
RM o Cintigrafía con Tc 99m.
Tomografía computarizada
Ante dudas diagnósticas se puede realizar una TC de la cadera. En ella se visualiza la
solución de continuidad en la cortical ósea, se puede valorar cuerpos libres intraarticulares
y se pueden realizar reconstrucciones multiplanares y tridimensionales.
Resonancia Magnética
La RMN es útil en la identificación de fracturas que no son evidentes en el estudio
radiográfico (sensibilidad de 100 %). Se visualiza la línea de fractura como una línea
hipointensa en secuencias potenciadas en T1. El aumento de señal adyacente a la fractura
en secuencias potenciadas en T2 refleja el área de contusión o edema óseo.
Exámenes de Laboratorio
Los exámenes de laboratorio y gabinete deben ser orientados a los padecimientos
sospechados, sin embargo debido a la alta frecuencia de presentación atípica de
enfermedades en ancianos se recomienda realizar los siguientes exámenes:
Hemoglobina y Hematocrito
Leucograma
Nitrógeno ureico
Creatinina
Electrolitos
Glicemia
Electrocardiograma
Radiografía de tórax
Sí existen anomalías en el examen físico o anamnesis, los exámenes complementarios se
deben enfocar en descartar otras patologías.
Tratamiento farmacológico
El manejo del dolor se debe realizar desde el diagnóstico del paciente, además el
fármaco elegido debe ser personalizado.
Se debe administrar analgésicos intravenosos (teniendo en cuenta las
contraindicaciones dependiendo el tipo de paciente) y a su vez la respectiva
inmovilización.
La Vía Intramuscular no se recomienda en pacientes adultos mayores por ser
dolorosa y poco fiable.
De los analgésicos que se pueden utilizar se debe considerar que: AINES no son
de primera elección ya sea por su toxicidade gástrica, cardíaca y renal ni tampoco
los opiodies como la petidina, por ocasionar delírios en determinados pacientes.
Es asi que, el tratamiento de elección es:
1) Paracetamol.
2) Metamizol.
3) Tramadol.
La mayoría de guías recomiendan la prescripción de paracetamol pautado como el
analgésico de primera elección para emplear de forma sistemática. (IMSS, 2014)
(Instituto Mexicano del Seguro Social, 2018)
Escalera de la Analgesia del Dolor
Acupuntura: Método empleado para el tratamiento del dolor, el cual se realiza mediante
la introducción de unas agujas en determinados lugares anatómicos en los cuales se
encuentran células sensoriales cuya función es permitir la liberación de sustancias
inhibidoras del dolor como endorfinas.
Es así que, el adecuado control del dolor desde el preoperatorio y post operatorio reduce la
confusión y la agitación y ayuda a promover un inicio temprano y favorable de la
movilización y la recuperación funcional (Instituto Mexicano del Seguro Social, 2018).
INTERCONSULTAS
Durante el ingreso hospitalario los pacientes ingresados por problemas quirúrgicos pueden
requerir a la vez atención médica. El internista como generalista hospitalario debe asistir a
la mayoría de los problemas médicos que surjan, ya sea como consultor o formando parte
de equipos multidisciplinares, contribuyendo así a la atención integral de los pacientes
ingresados en el área quirúrgica.
Así, una de las interconsultas que pediremos es por parte de medicina interna o geriatría,
que llevará a cabo una valoración clínica encaminada a la estabilización de las
enfermedades crónicas coexistentes así como a la corrección de posibles complicaciones
relacionadas con la fractura, prestando especial atención a la corrección de trastornos
electrolíticos y de alteraciones de la volemia, para decidir, de acuerdo con los servicios de
anestesiología y traumatología, el mejor momento para la cirugía.
El retraso de la intervención quirúrgica en estos pacientes más allá de las 36-48 horas
posteriores al ingreso se ha relacionado con un aumento tanto de la morbilidad
(complicaciones infecciosas, TEP, úlceras de decúbito.) como de la mortalidad
intrahospitalaria. Por tanto, debe considerarse la cirugía precoz en los enfermos con
fractura de cadera, siempre que su condición clínica lo permita.
CUIDADOS POST-QUIRÚRGICOS
Debe promoverse la movilización precoz tras la cirugía, según indicaciones de los servicios
de Traumatología y Rehabilitación, se enseñará tanto al paciente como al cuidador/familiar
los ejercicios, los cuidados y los objetivos a conseguir. En general, deberá comenzarse, si
las condiciones generales del paciente lo permiten, en las primeras 48 horas posteriores a
la intervención, teniendo en cuenta que las osteosíntesis mediante fijaciones clavo-placa y
la artroplastia permiten la carga sobre la articulación prácticamente a las 24 horas de la
intervención quirúrgica y que la utilización de clavos endomedulares retrasa la carga
completa hasta el tercer día, tras control radiológico.
Para realizar la rehabilitación hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
Realizar los ejercicios aprendidos en la sala.
Sedestación en silla alta con las piernas separadas y no dejarse caer bruscamente al
sentarse.
Marcha con andador /bastón, de forma progresiva, regular. El andador es de apoyo, no
introducir el cuerpo dentro andador para caminar, siempre mantenerse fuera y a la
altura del trocánter.
El bastón siempre en el lado contrario a la pierna intervenida y el apoyo a la altura del
trocánter.
No mantener sedestación prolongada, alternar marcha pequeños trayectos con
sedestación.
En la cama evitar el decúbito prono y en decúbito lateral.
Decúbito lateral sobre lado sano, con una almohada entre las piernas para evitar que
la pierna intervenida produzca aducción máxima.
Utilizar elevador de inodoro en pacientes con gran dificultad para sentarse.
Los pacientes ancianos con una elevada comorbilidad asociada, déficit funcional y
mental significativos previo a la cirugía o que hayan presentado complicaciones
graves durante su ingreso, pueden beneficiarse de un programa intensivo de
rehabilitación una unidad geriátrica multidisciplinar.
Bibliografía
(s.f.).
IMSS. (2014). Manejo Médico Integral de Fractura de Cadera en el Adulto Mayor. Mexico.
IMSS. (2015). Diagnóstico y Tratamiento de las Fracturas en pacientes mayores de 65 años. Guia
de referencia rápida, 3-4.
Instituto Mexicano del Seguro Social. (2018). Intervenciones de enfermería para la atención de
adultos mayores con fractura de cadera, GPC-IMSS-603-18. Mexico. Obtenido de
http://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/guiasclinicas/603GER.pdf
LLoret R, A. J. (2016). Valoración y manejo del dolor en fracturas de cadera (Vol. 76). Obtenido de
http://publicacionesdidacticas.com/hemeroteca/articulo/076051/articulo-pdf
Monte, R., Rabuñal, R., Bal, M., & Guerrero, J. (Febrero de 2005). GUIAS CLÍNICAS DE LA SOCIEDAD
GALLEGA DE MEDICINA INTERNA. GUÍA CLÍNICA PARA LA ATENCIÓN DE LOS PACIENTES
CON FRACTURA DE CADERA. España.