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Amor propio: el primer amor de todos

Esta es la premisa básica que todos deberíamos tener para lograr


relaciones saludables con otros. Descubre cómo, a partir de esta
dimensión, es posible equilibrar tu vida y alcanzar la verdadera
felicidad, dando y recibiendo amor.

Conocer, mantener y equilibrar las dimensiones del amor en todos los


campos de nuestra vida es la mejor forma de alcanzar la plenitud y
vivir una existencia más feliz. Estas se encuentran en nuestro interior
y, si las explotamos en toda su extensión, podremos dar amor y
recibirlo de una forma saludable, asegura la periodista Nancy Pulecio,
autora del libro, Las 4 dimensiones del amor. Para ello, es necesario
entender sus distintas facetas:

• El amor interno. Esta es la dimensión que debe primar en nuestra vida.


“El amor interno es ese que nos debemos a nosotros mismos”, asegura
Pulecio. “Esta fuerza clara, correctamente enfocada, del amor interno
podrá darnos la capacidad de entendernos a nosotros mismos,
entender el mundo, cuidar de los demás y ser felices”, agrega la autora.

Construir el amor interno "significa entender, conocer, respetar y aceptar


lo que está dentro de nuestro ser". Este tiene el poder de darnos
fortaleza en situaciones difíciles y guiarnos hacia el camino acertado.
Cuando existe una carencia de este amor, se tiende a buscar en otras
personas, lo que nos alejará del rumbo hacia la felicidad. Descubre
aquí 6 claves para la felicidad y el amor propio.

•El amor real. Es ese que solo sentimos por las personas que consideramos
nuestra familia, compartamos o no lazos de sangre con ellas. “Siempre
está listo para transmitir grata energía, sin importar el tiempo o la
distancia”, afirma Pulecio. La principal extensión de esta dimensión es
el amor incondicional, y debe ser expresado de una manera natural y
sin esperar nada a cambio. Si este no cumple con dicha característica
es muy improbable que se trate de amor real. Aprende como se puede
decir adiós con amor.

• El amor abierto. Es el que dirigimos hacia todo lo que nos rodea, ya sea
físico o material. “Ese que debemos expresar al universo y a la vida”.
En ese orden de ideas, nos ayuda también a sentir gratitud por todo lo
que recibimos día a día, desde las cosas más sencillas, como poder
disfrutar de la luz del sol.

Si vivimos el amor abierto, tendremos la capacidad de perdonar con mayor


facilidad, al entregar en manos del universo los sentimientos negativos
que tenemos cuando alguien nos ocasiona algún daño y, por ende,
tener paz interior, así que probablemente sepas por qué el segundo
amor es mejor el primero.

• El amor íntegro. Según la autora, “es el más difícil de alcanzar”, ya que se


construye entre dos personas totalmente distintas en su naturaleza
(amor de pareja). Para que surja, tienen que coincidir dos energías en
un mismo espacio, tiempo y lugar.

Es necesario que, para practicar este tipo de amor, las personas no dejen
de lado al amor interno y, además, establezcan parámetros en los que
primen valores como el respeto, la comunicación y la comprensión.
Otro punto indispensable que señala la autora, para lograr un
verdadero amor íntegro, es que la pareja tenga una amistad,
previamente, pues esta es la base de la relación, antes que la atracción.

¿Qué se logra al equilibrar las cuatro dimensiones?

Al lograr este propósito, sabremos el momento exacto y con quién


explotarlas, pues estas tienen tareas específicas sobre las distintas
áreas de nuestra existencia.

Asimismo, tendremos la capacidad de ser agradecidos por todas las


situaciones que se nos presentan, positivas y negativas, y a sacar
provecho de cada una de estas.

"Cada dimensión, independientemente de la otra, nos da la respuesta y el


soporte espiritual suficiente para manejar nuestra vida a un alto nivel",
concluye Pulecio.

El lado positivo del divorcio


Te darás cuenta que listar todo lo bueno que surgió de tu divorcio no es tan
difícil como creías

Más allá de lo amigable o mutuo que sea tu divorcio, separse de quien


pensaste sería tu compañero de vida, en la mayoría de las ocasiones,
puede ser una experiencia muy dolorosa. (En otras no tanto). Pero no
deja de ser dificil. Cada aspecto de tu vida se ve afectado: las finanzas,
las propiedades, los hijos, el futuro…¿tu vida amorosa?

Pero no todo tiene que ser una pesadilla. De hecho tiene sus cosas
positivas…

Serás (muchísimo) más feliz

Indiferentemente de cuanto dolor haya existido en tu matrimonio, el


divorcio sin lugar a dudas llegará a ser un alivio, o al menos, será el
punto de partida. Tal vez eso ya lo sabías, lo que te sorprenderá es que
la verdadera felicidad del divorcio no suele ser sobre lo que dejas, sino
sobre lo que encuentras. Empezando por una fuerza que ni sabías que
tenías, habilidades que no podías desarrollar, hasta pasiones que
estaban escondidas, olvidadas o por descubrir.

Ahora que comienzas una vida sin tu pareja, te verás obligada a asumir
otras responsabilidades, a probar cosas nuevas, así sea cocinar o
aprender a arreglar el lavamanos cuando gotea. Al final, la
autosuficiencia hace que crezcas espiritualmente, cosa que no hubiera
sido posible de no haberte divorciado.
Tendrás más libertad y control

Uno de los mejores aspectos del divorcio es que vuelves a estar en control
de tu vida- y no sólo a futuro, sino a diario-. Ahora tu tiempo es tu
tiempo, tu espacio es tu espacio, y tu casa es tu casa, libre de
enfrentamientos, peleas y malas vibras. ¿Quieres ver esa serie en
Netflix? ¿Te quieres ir de viaje a este destino según tu signo del
zodiaco? ¿Quieres poner una planta en cada esquina de tu casa?
¡Adelante, todo es tuyo!

Tendrás una vida sexual completamente nueva (y potencialmente mejor)

Al igual que con los demás aspectos de tu vida después de divorciarte,


ahora es borrón y cuenta nueva. Nuevamente eres libre de tener la vida
sexual que quieras, con quien quieras y cómo quieras. Incluso darle la
oportunidad a...wait for it...el sexo casual, (dos palabras que cuando te
casaste jamás pensaste volverías a pronunciar).

Sin embargo, no estamos diciendo que no te costará llegar a ese punto. Por
poco o mucho que hayas estado casada y hayas o no tenido hijos,
seguramente ya ha pasado un buen tiempo desde que estuviste con
alguien que no fuera él, ¡ni se diga de salir en una cita! Fresca, es
normal. Estás desconectada de ti misma emocional y sexualmente, has
estado absorta en los horrores logísticos y emocionales del divorcio, en
la intensidad de ser mamá, que seguramente ya hasta se te olvidó lo
que es sentir algo por otra persona.

Pero ahora eres más madura que nunca, tienes una nueva apreciación del
poder de tu cuerpo y muchas menos concepciones sobre el sexo. Y
seguramente si hablas de ello con otras mujeres divorciadas verás que
hacen eco de este sentimiento, las relaciones sexuales posteriores al
divorcio son algunas de las mejores de toda su vida.

Ganarás una nueva sensación de confianza

No vamos a mentirte, el divorcio puede tener un efecto negativo en tu


autoestima, ¡pero no la puede destruir! De hecho, cuando vuelvas a
empezar de cero notarás un nuevo nivel de confianza en ti misma que
nunca supiste que tenías. Empiezas a aprender a amarte realmente, un
amor puro y verdadero, y las nuevas metas que te propongas serán la
chispa que encenderá el fuego que llevas dentro.

Aprende a estar sola, ¡y feliz!

Lo bueno seguirá siendo bueno

El divorcio es una etapa, una etapa larga, ardua y dolorosa, pero que si la
nutres, se transformará en una nueva y fabulosa etapa, lo que será tu
nueva vida. Si un divorcio justo para ambos toma tiempo, lo cierto es
que para una nueva tú post divorcio, también. Date ese tiempo y
cuando finalmente estés en ese punto, te estarán esperando un sin fin
de cosas positivas.

Dejarás de vivir una mentira


La mayoría de nosotras ocultamos la realidad de nuestros matrimonios a
los demás. Pero por más que tengamos a todos convencidos de ser una
pareja feliz, tú y tu esposo sabrán lo contrario. A veces porque
sentimos vergüenza, porque tememos la realidad de las cosas o porque
simplemente no queremos aceptarlas, lo ocultamos. ¡Pero se vuelve
agotador! Así que una vez que te divorcies sentirás el alivio de vivir en
la verdad.

Puedes hacer otro tipo de bonding con tus hijos

El divorcio puede llegar a ser duro para tus hijos, pero una vez superen la
etapa inicial lograrás sacar de toda esta experiencia una relación más
estrecha que nunca con ellos. Tal vez lloren, se abracen mucho,
expresarán sus sentimientos: rabia, desilusión o tristeza; pero estarás
tan cerca de ellos como te lo permitan y les darás su propio espacio
también. Empieza por implementar planes con ellos, uno a uno, no en
familia, sino ellos contigo. Así te conocerán mejor como persona y no
sólo como “mamá” y los conocerás mejor a ellos también. Sin duda no
será fácil, pero harás lo mejor que puedas, y eso es suficiente.

Tal vez jamás conozcamos a alguien divorciado que le haya parecido


placentero, pero tampoco nadie podrá refutar las cosas positivas que
surgieron por ello, como tener la cama para ti sola…¿no? Bueno es
broma, pero ¡al menos aprendiste a reirte de nuevo y a divertirte!
Apostamos que puedes encontrar muchas más, ¡considera hacer tu
propia lista!

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