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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERIA MECÁNICA Y ELÉCTRICA


UNIDAD CULHUACAN
INGENIERÍA MECÁNICA

HUMANIDADES 3

UTILITARISMO, EXISTENCIALISMO Y SU
RELACIÓN CON EL NEOLIBERALISMO

ALEJANDRO BONILLA JESUS


CABAÑAS RUIZ JUNAB ANDRES
GONZALEZ VENADO DANIEL
MACIAS MACEDO LUIS DAVID

4MM1
Existencialismo.
El existencialismo es una corriente filosófica que tuvo su origen en el siglo XIX y se prolongó
aproximadamente hasta la segunda mitad del siglo XX. Los filósofos existencialistas se centraron
en el análisis de la condición humana, la libertad y la responsabilidad individual, las emociones, así
como el significado de la vida.
No se trata de una escuela filosófica homogénea ni sistematizada, y sus seguidores se caracterizan
principalmente por sus reacciones contra la filosofía tradicional. Actualmente se consideran tres
tipos de "escuelas" existencialistas: el existencialismo cristiano, el existencialismo agnóstico y el
existencialismo ateo.
Nunca existió un acuerdo general sobre la definición de existencialismo. El término a menudo es
visto como una conveniencia histórica que fue inventada para describir a muchos filósofos, en
retrospectiva, mucho después de haber muerto. De hecho, aunque generalmente se considera que
el existencialismo se originó con la obra de Kierkegaard, fue Jean-Paul Sartre el primer filósofo
prominente en adoptar el término para describir su propia filosofía. Sartre propone la idea de que
«Todos los existencialistas tienen en común la doctrina fundamental de que la existencia precede
a la esencia» lo que significa que la consideración más importante para la persona es el hecho de
ser un ser consciente que actúa de forma independiente y responsable: «la existencia», en lugar
de ser etiquetado con roles, estereotipos, definiciones u otras categorías preconcebidas que se
ajustan al individuo: «la esencia». La vida real de la persona es lo que constituye lo que podría
llamarse su «verdadera esencia» en lugar de estar allí atribuido a una esencia arbitraria que otros
utilicen para definirla.
Según el filósofo Steven Crowell, definir el existencialismo ha sido relativamente difícil, y argumenta
que se comprende mejor como un enfoque general que se utiliza para rechazar ciertas filosofías
sistemáticas, y no como una filosofía sistemática en sí.
Uno de sus postulados fundamentales es que en el ser humano "la existencia precede a la esencia"
(Sartre), es decir, que no hay una naturaleza humana que determine a los individuos, sino que son
sus actos los que determinan quiénes son, así como el significado de sus vidas. El existencialismo
defiende que el individuo es libre y totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser
humano la creación de una ética de la responsabilidad individual, apartada de cualquier sistema de
creencias externo a él.
En líneas generales el existencialismo busca una ética que supere a los moralismos y prejuicios;
esto, al observador neófito puede resultarle contradictorio, ya que la ética buscada por el
existencialismo es una ética universal y válida para todos los seres humanos, que muchas veces
no coincide con los postulados de las diversas morales particulares de cada una de las culturas
preexistentes.
Algunos consideran que el existencialismo en sí atraviesa a toda la historia de la humanidad (por
ejemplo en la sumeria Epopeya de Gilgamesh se encuentran planteamientos llenos de angustia,
esperanza, duelo, melancolía, anhelos de eternidad, que luego reiterará siempre el existencialismo)
ya que sus temas son los capitales de cada ser humano y de todo el conjunto de la humanidad.
El existencialismo tiene sus antecedentes en el siglo XIX en el pensamiento de Søren Kierkegaard
y Friedrich Nietzsche. También, aunque menos directamente, en el pesimismo de Arthur
Schopenhauer, así como en las novelas de Fiódor Dostoyevski. En el siglo XX, entre los filósofos
más representativos del existencialismo se encuentran Lev Shestov, Martin Heidegger, Karl
Jaspers, Jean-Paul Sartre, Miguel de Unamuno, Simone de Beauvoir, Gabriel Marcel y Albert
Camus.
Sin embargo, el existencialismo adquiere su nombre en el siglo XX y, particularmente, tras las
terriblemente traumáticas experiencias que vivió la humanidad durante la Primera Guerra Mundial
y la Segunda Guerra Mundial. Durante estos dos conflictos (que podrían ser calificados por una
parte como casos extremos de la estupidez que puede tener la humanidad y por la otra -
concordando con Hannah Arendt- como las formas en las que la violencia humana llega a su
apogeo con la banalización del mal) surgieron los pensadores que luego se preguntaron ¿qué
sentido tiene la vida?, ¿para o por qué existe el ser? y ¿existe la libertad total?
Desarrollo en el siglo XX
El existencialismo nace como una reacción frente a las tradiciones filosóficas imperantes, tales
como el racionalismo o el empirismo, que buscan descubrir un orden legítimo dentro de la estructura
del mundo observable, en donde se pueda obtener el significado universal de las cosas. Entre los
años 1940 y 1950, existencialistas franceses como Jean-Paul Sartre, Albert Camus y Simone de
Beauvoir dieron a conocer escritos académicos o de ficción que popularizaron temas existenciales
del tipo de la libertad, la nada, el absurdo, entre otros. Walter Kaufmann describió el existencialismo
como "el rechazo a pertenecer a cualquier escuela de pensamiento, el repudiar la adecuación a
cualquier cuerpo de creencias, y especialmente las sistemáticas, y una marcada insatisfacción
hacia la filosofía tradicional, la cual tacha de superficial, académica y alejada de la vida".
Al existencialismo se le ha atribuido un carácter vivencial, ligado a los dilemas, estragos,
contradicciones y estupidez humana. Esta corriente filosófica discute y propone soluciones a los
problemas más propiamente inherentes a la condición humana, como el absurdo de vivir, la
significancia e insignificancia del ser, el dilema en las guerras, el eterno tema del tiempo, la libertad,
ya sea física o metafísica, la relación dios-hombre, el ateísmo, la naturaleza del hombre, la vida y
la muerte. El existencialismo busca revelar lo que rodea a la humanidad, haciendo una descripción
minuciosa del medio material y abstracto en el que se desenvuelve el individuo (existente), para
que éste obtenga una comprensión propia y pueda dar sentido o encontrar una justificación para
su existencia. Esta filosofía, a pesar de los ataques provenientes con mayor intensidad de la
religiosidad cristiana del siglo XX, busca una justificación para la existencia humana.
El existencialismo, de acuerdo a Jean-Paul Sartre, dice que en la naturaleza humana la existencia
precede a la esencia (lo que para algunos es un ataque a dogmas religiosos), pensamiento iniciado
por Aristóteles, concretado por Hegel (Fenomenología del Espíritu: «Si es cierto que el embrión es
en sí un ser humano, no lo es, sin embargo, para sí; para sí el ser humano sólo lo es en cuanto a
razón cultivada que se ha hecho a sí misma lo que es en sí». En esto y solamente en esto reside
su ('realidad'), y proseguido en Sartre, quien indica que los seres humanos primero existimos y
luego adquirimos esencia; es decir, sólo existimos y, mientras vivimos, vamos aprendiendo de los
demás humanos que han inventado cosas abstractas; desde Dios hasta la existencia de una
esencia humana previa, el humano, entiende Sartre, se libera en cuanto se realiza libremente y esa
es su esencia, su esencia parte desde sí para-sí.
El utilitarismo habla acerca de aquellas acciones cuyas consecuencias producen felicidad.
Y el existencialismo en el análisis de la condición humana.
Al tener esta referencia Los existencialistas no creen que el individuo sea una parte de un todo,
sino que cada ser humano es una integridad libre por sí misma. La existencia propia de
una persona es lo que define su esencia y no una condición humana general.
En otras palabras, el ser humano existe desde que es capaz de generar cualquier tipo de
pensamiento. El pensamiento hace que la persona sea libre: sin libertad, no hay existencia.
Entonces muchos dicen que las acciones que realice un individuo y esta generen un bien no solo
para esta persona si no para su entorno y dichas acciones deben ser de carácter propio de la
persona ya que esta dará por medio de esta su contribución de esencia y realizando lo correcto la
persona en si lograra mejorarse a sí misma y lograr tener una facultad única que ofrecer a su
entorno.

UTILITARISMO
Muy relacionado con el hedonismo, el utilitarismo es una teoría de la rama ética de la filosofía según
la cual las conductas moralmente buenas son aquellas cuyas consecuencias producen felicidad.
De este modo, hay dos elementos básicos que definen el utilitarismo: su modo de relacionar el bien
con la felicidad de los individuos y su consecuencialismo.
Esta última propiedad significa que, al contrario de lo que ocurre con algunas doctrinas filosóficas
que identifican el bien con las intenciones buenas que tiene alguien a la hora de actuar, el
utilitarismo identifica las consecuencias de las acciones como el aspecto que debe ser examinado
a la hora de juzgar si una acción es buena o mala.
El cálculo de la felicidad de Bentham
Examinar la bondad o maldad de los actos centrándose en las intenciones que tenemos puede
parecer fácil a la hora de evaluar el grado en el que somos moralmente buenos o no. A fin de
cuentas, solo tenemos que preguntarnos si con nuestras acciones buscábamos perjudicar a alguien
o más bien beneficiar a alguien.
Desde la perspectiva del utilitarismo, sin embargo, ver si nos ceñimos al bien o al mal no es tan
fácil, porque se pierde la referencia clara que son nuestras intenciones, un ámbito en el que cada
uno de nosotros somos nuestros únicos jueces. Pasamos a tener la necesidad de desarrollar un
modo de "medir" la felicidad que generan nuestras acciones. Esta empresa fue emprendida en su
forma más literal uno de los padres del utilitarismo, el filósofo inglés Jeremy Bentham, que creía
que la utilidad puede ser evaluada cuantitativamente tal y como se hace con cualquier elemento
que puede ser identificado en el tiempo y el espacio.
Este cálculo hedonista era un esfuerzo por crear una forma sistemática de establecer objetivamente
el nivel de felicidad que tienen como consecuencia nuestras acciones, y por lo tanto se ajustaba
totalmente a la filosofía utilitarista. Incluía ciertas medidas para ponderar la duración e intensidad
de las sensaciones positivas y placenteras que se experimentan y para hacer lo mismo con las
experiencias dolorosas. Sin embargo, las pretensiones de objetivar el nivel de felicidad de una
acción pueden ser puestas en duda fácilmente. A fin de cuentas, no hay un criterio único e
incuestionable acerca del grado de importancia que hay que darle a cada “variable” del nivel de
felicidad; a algunas personas les interesará más la duración de estas, a otras su intensidad, a otras
el grado de probabilidad con el que acarreará más consecuencias placenteras, etc.
John Stuart Mill y el utilitarismo
John Stuart Mill es considerado uno de los pensadores más influyentes en el desarrollo teórico del
liberalismo, y fue también un entusiasta defensor del utilitarismo. Stuart Mill se preocupó por
resolver una problemática concreta: el modo en el que los intereses del individuo pueden chocar
con los de otras personas en la búsqueda de la felicidad. Este tipo de conflictos pueden aparecer
muy fácilmente por el hecho de que la felicidad y el placer asociado a esta solo pueden ser
experimentados individualmente, y no socialmente, pero a la vez los seres humanos necesitan vivir
en sociedad para tener ciertas garantías de supervivencia
Es por eso que Stuart Mill relaciona el concepto de la felicidad con el de justicia. Tiene sentido que
lo hiciese de este modo, porque la justicia puede ser entendida como un sistema de mantenimiento
de un marco de relaciones sanas en el que cada individuo tiene garantizada la protección ante
ciertos ataques (convertidos en infracciones) a la vez que sigue gozando de libertad para perseguir
sus propios objetivos.
Los tipos de felicidad
Si para Bentham la felicidad era básicamente una cuestión de cantidad, John Stuart Mill estableció
una diferencia cualitativa entre diferentes tipos de felicidad.
Así, según él, la felicidad de naturaleza intelectual es mejor que la que se basa en la satisfacción
producida por la estimulación de los sentidos. Sin embargo, tal y como comprobarían años después
los psicólogos y los neurocientíficos, no es fácil delimitar estas dos clases de placer.
El principio de la mayor felicidad
John Stuart Mill hizo algo más por el utilitarismo con el que había entrado en contacto a través de
Bentham: le añadió definición al tipo de felicidad que debe ser perseguido desde este planteamiento
ético. De este modo, si hasta entonces se entendía que el utilitarismo era la persecución de la
felicidad que es fruto de las consecuencias de las acciones, Stuart Mill concretó el tema de quién
de experimentar esa felicidad: la mayor cantidad posible de personas.
Esta idea es la que es llamada el principio de la mayor felicidad: debemos actuar de modo que
nuestras acciones producen la mayor cantidad de felicidad en el mayor número de personas
posible, una idea que se parece un poco al modelo de moral que propuso décadas antes el filósofo
Immanuel Kant.
El utilitarismo como filosofía de vida
¿Resulta de utilidad el utilitarismo como referente filosófico a través del cual estructurar nuestra
manera de vivir? La respuesta fácil a esta cuestión es que descubrir esto depende de uno mismo y
del grado de felicidad que genere en nosotros la implementación de esta forma de ética.
Sin embargo, hay algo que sí se le puede conceder al utilitarismo como filosofía generalizable; hoy
en día hay una mayor cantidad de investigadores dispuestos a realizar estudios acerca de los
hábitos de vida que están asociados a la felicidad, lo cual significa que esta teoría filosófica puede
ofrecer unas pautas de comportamiento algo más claras que hace 100 años.

Relación Entre Utilitarismo Y Existencialismo


El utilitarismo habla acerca de aquellas acciones cuyas consecuencias producen felicidad.
Y el existencialismo en el análisis de la condición humana.
Al tener esta referencia Los existencialistas no creen que el individuo sea una parte de un todo,
sino que cada ser humano es una integridad libre por sí misma. La existencia propia de una persona
es lo que define su esencia y no una condición humana general.
En otras palabras, el ser humano existe desde que es capaz de generar cualquier tipo de
pensamiento. El pensamiento hace que la persona sea libre: sin libertad, no hay existencia.
Entonces muchos dicen que las acciones que realice un individuo y esta generen un bien no solo
para esta persona si no para su entorno y dichas acciones deben ser de carácter propio de la
persona ya que esta dará por medio de esta su contribución de esencia y realizando lo correcto la
persona en si lograra mejorarse a sí misma y lograr tener una facultad única que ofrecer a su
entorno.
Existencialismo y utilitarismo y su relación con el neoliberalismo
Después de la Segunda Guerra Mundial el mundo se organizó económica, social y culturalmente
en torno a unos parámetros de desarrollo y atención a un bienestar social que paliaran los desastres
que en todos los terrenos se produjeron hasta dar con el conflicto bélico. Keynes más los conceptos
de un Estado fuerte y del Bienestar fueron los fundamentos de un desarrollo que hemos venido
disfrutando los europeos de las postguerra. El neoliberalismo bien entendido, es decir, la corriente
que en defensa de la libertad individual apostaba por la decidida intervención del estado en asuntos
económicos y políticos (regulación de mercados y derechos individuales) era la filosofía que
predominaba
El neoliberalismo es evidentemente una ideología, con un proyecto más o menos definido de cómo
tiene que ser la sociedad, y sus bases pueden encontrarse en F. Hayek o M. Friedman. Pero el
neoliberalismo es también la configuración resultante de aplicar un determinado tipo de políticas,
las que fueron inspiradas por aquella ideología. El capitalismo no se articula siempre de la misma
forma y sus instituciones cambian (las relaciones entre capital-trabajo, entre Estado-trabajo y
otras…) bien como respuesta a su propia dinámica (como se suele postular desde la teoría
marxista) o bien como resultado de políticas concreta.

Desde la teoría económica marxista puede explicarse el neoliberalismo a partir de la óptica de


clases, como el proyecto de las clases más ricas para recuperar unos espacios de poder político y
económico que perdieron tras la segunda guerra mundial. Desde otros enfoques, complementarios
en todo caso, el neoliberalismo es un nuevo régimen de acumulación (teoría regulacionista) o una
nueva estructura social de acumulación (teóricos de la escuela radical). Hay diferencias al respecto
de qué llevó al surgimiento del neoliberalismo como nueva forma de configuración capitalista y
sobre su estabilidad a medio o largo plazo, pero no hay disensiones importantes a la hora de definir
como tal una etapa muy bien caracterizada.

Ya explicado el origen del neoliberalismo se puede determinar que el existencialismo y la


corriente que siguió después de la segunda guerra mundial ,el existencialismo fue impulsora de
las ideas neoliberalistas de la naciones al fin de esta aunque solo aplicada al pequeño sector
privado que veía con un bien general económico para las naciones la apertura de la economía al
sector privado la cual brindaría la estabilidad necesaria y en cuanto al utilitarismo marca pautas de
comportamiento del ser social buscando el bien para si mismo y sus iguales .

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