Sunteți pe pagina 1din 7

De la antigüedad al feudalismo: los tres legados

A partir del siglo ix comenzaba a organizarse en Europa occidental la sociedad feudal cuya madurez recién fue
alcanzada dos siglos después. Sus antecedentes fueron remotos y complejos, pero podemos deducir su procedencia a
partir de tres legados, el romano, el germánico y el cristianismo.
El legado romano procedía de ese enorme imperio que ocupo, a partir del siglo iii a.c, las costas del mar Mediterráneo
cuyo centro se situaba en la ciudad de Roma. El mundo urbano era el principal elemento que tenía en común el imperio
romano, cuya unidad estaba dada por un extenso sistema de vías y caminos que unían las distintas ciudades que
en mayor o menor medida adoptaban como modelo a la ciudad de Roma.
La ciudadanía romana podía caracterizarse no sólo por el hecho de que habiten una ciudad, sino que pertenecían a la
misma sociedad policía rigiéndose por el mismo derecho. Además de compartir una lengua –el latín- compartían un
estilo de vida civilizado (propio de las ciudades –civis-) enmarcando organizaciones familiares semejantes, creencias
comunes y comodidades propias de la ciudad: anfiteatros, plazas, templos y una cosmovisión realista “lo importante
es el aquí y el ahora” con ideas muy vagas y difusas acerca del trasmundo, esta le daba carácter sagrado al Estado y a
asignarle una radical trascendencia a los deberes del individuo frente a la comunidad. Los ciudadanos compartian los
mismos derechos de vida, por debajo de esa delgada capa conformada por éstos se encontraba el mundo rural, la
sociedad más numerosa, habitado por campesinos libres que cultivaban sus parcelas aunque la organización
predominante romana se basaba en la esclavitud, por lo tanto podemos definir a la sociedad romana entre los siglos
III a.C yIII d.C como una sociedad esclavista. Gran parte de la obra de mano esclava había sido obtenida en guerras de
conquista y de los esclavos dependía la producción agrícola y manufacturera, pero la pax angusta-estabilización de los
límites del imperio a fines del siglo I a.C- cuyo objetivo era terminar con las guerras u la piratería, hizo que se agotara
la principal fuente de suministros de esclavos. Pronto, los antiguos centros manufactureros entro en decadencia y
consecuentemente produjo su traslado de las ciudades a las aldeas. En el ámbito rural, los terratenientes debieron
buscar otros trabajadores, lo que llevo crecer el número de colonos (trabajadores-arrendarios) que recibían una
parcela de tierra a cambio de una parte de cada cosecha.
La contracción de recursos acompañada del constante aumento del costo de la administración imperial (puentes, etc.)
y la necesidad de reclutar ejércitos, produjo en el siglo III una crisis: la caída de la actividad agrícola se reflejó en la
caída demográfica, estallaron sublevaciones populares, fundamentalmente campesinas, bagaudas. Al mismo tiempo,
los germanos presionaban las fronteras; a partir de esa crisis, el Imperio romano aconteció transformaciones; el ee ya
no estuvo en el conjunto de los ciudadanos, sino de la fuerza militar, asumiendo rasgos cada vez más autoritarios, con
emperadores autócratas revestidos con rasgos de divinidad.
Las guerras, la inseguridad creciente y la carga de los impuestos había llevado a muchos campesinos libres a refugiarse
en los poderosos terratenientes, lazos de dependencia personal comenzaron a vincular a los productores con
un señor; todo esto se acentuó cuando el estado, escaso de recursos, empezó a transferir funciones a los
terratenientes; de este modo, la idea de derecho y la idea de estado comenzaron a diluirse, el campesino le debía
obediencia a un señor que paulatinamente se fue transformando en un amo.
Los últimos tiempos de la Republica y los primeros del imperio (el "principado"), del siglo II a.C al IId.C, constituye el
florecimiento del realismo que posteriormente, la crisis se encargó de transformarlo en el hedoismo: el individuo se
realizaba a través del goce de la vida, lo importante es el placer sensorial; los ideales parecen contradictorios pero
compartian el mismo realismo: lo importante era el aquí y el ahora, minimizando la idea de trasmundo.
El cristianismo: En un estado autocrático no había posibilidad de carrera política, anulándose el ideal romano del
individuo que se realizaba al servicio del ee y la comunidad; pero las múltiples dificultades también habían hecho
entrar en crisis al hedoismo. De este modo, la degradación de esos ideales permite comprender el éxito de diversas
religiones orientales que se instalaron en el Imperio acentuándose en el salvacionismo: según estas, los hombres no
se realizaban en esta erra, sino en unatrascendencia que ubicaban en el trasmundo.
Originado en algunos movimientos de renovación del judaísmo, en sus primeros tiempos, el cristianismo fue
considerado por los romanos como una superstición cuyos practicantes se caracteriza por si cerrada intolerancia,
siendo perseguidos en repetidas veces por la práctica de culto no autorizado y por la asociación ilícita. Sin embargo,
en el s III, el número de quienes se autodesignaban cristianos había crecido tanto que el estado podía considerarlos
como un peligro público, además los ideales romanos y el cristianismo representaban dos condiciones antitéticas de
la vida y resultaban inadmisibles en un estado autocrático donde el emperador estaba revestido de divinidad.
Finalmente, ante el creciente número de cris anos, Teodosio (379-395) declaro al cristianismo laúnica religión oficial
del imperio.
Los germanos: Teodosio había legado el Imperio a sus dos hijos, dividiéndolo en Oriente y Occidente (395) pero, a
comienzos del siglo V, tribus germánicas cruzaban la frontera e iniciaban la invasión al imperio romano de Occidente.
Los invasores incorporaron a imperio el legado germánico, eran agricultores organizados en aldeas o comunidades
campesinas que reconocían vínculos de parentesco o, por lo menos un mítico tronco común; la erra era de la
comunidad y todos los años los jefes de aldea decidían la parte del suelo que iba a ser cultivada de manera colectiva.
Sólo en épocas de guerra se elegía un jefe militar, pero los germanos consideraban la concepción de guerra como una
actividad estacional. Su ideal de vida era el ideal heroico en el que el hombre se realizaba mediante una hazaña.
Hacia el siglo V, la guerra se transformó en un negocio lucrativo de esclavos, hubo quienes abandonaron la agricultura
dedicándose exclusivamente a la guerra, surgiendo así linajes más ricos y poderosos; rodeándose de pequeños
ejércitos privados.
Lenta fusión de los legados (s vi-viii): A partir del siglo v, quedaron constituidos los llamados reinos romanos-
germánicos, dentro de estos, se profundizaban los rasgos de la crisis del impero y evolucionaba la economía agraria.
En esa economía agraria sobre la base de la sociedad romana (campesinos dependientes terratenientes) los germanos
incorporaron gran número de hombres libres que, al carecer de un ee que los defendiera de la inseguridad y de las
presiones de los poderosos, la búsqueda de protección significaba pagar contribuciones o entregar una parcela a un
señor.
Los aristócratas terratenientes conformaron entre los terratenientes romanos y los guerreros germanos que
ocupaban erras, en esta conformación las monarquías cumplieron un papel importante organizando l administración
de sus territorios a través de los miembros de su sequito, creando una innumerable fuente de conflictos ya que
muchos no consideraron tener un poder delegado del rey, tratando esas regiones como propias; la inexistencia de
normas reguladoras del poder permitía que cada uno impusiera al otro según u fuerza relativa. Ante la violencia
reiterada, la iglesia emergió como elemento de moderación imponiendo normas de convivencia. Los monarcas
encontraron en la iglesia una tradición en la que apoyarse que podía combinarse con la tradición del ee romano. Se
allí la búsqueda de que fuese la iglesia la
responsable de coronar reyes para rea rmar la idea de que el poder venia de dios. Peromientras la monarquía se
apoyaba en los legados romanos y cristiano, la nobleza afirmaba tradiciones en el legado germano: la asamblea de
guerreros como órgano supremo, debiendo elegir al jefe (en este caso monarca) y por lo tanto debía acatar las
decisiones de la asamblea.
2 LA SOCIEDAD FEUDAL
En el año 771 Carlomagno había sido consagrado el rey de los francos y después de la conquista de Italia, se declaró
emperador de Roma, en una ceremonia en la que el papa le impuso la corona imperial (800), con el apoyo de la iglesia,
se proponía reconstruir el orden ecuménico del imperio, pero a la muerte del emperador, los hijos de su hijo Ludovico
desencadenaron una larga lucha del poder cuto resultado fue la división del Imperio (tratado de verdum, 843)
A partir de la disgregación del imperio carolingio, oleadas de invasiones del siglo IX (musulmanes, esclavos y magiares)
y guerras civiles, crearon condiciones de inseguridad que debilitaron las monarquías y aumentaron el poder de la
nobleza, llevando a los señores locales de autonomizar el poder central: se apropiaron de las prerrogativas
otorgándoles carácter hereditario. Pero esta fragmentación implicaba una adaptación de la organización política a las
estructuras de la vida económica, de este modo, se afianzaron condiciones que permitieron relaciones feudales que
alcanzaron su madures en el siglo XI.
Señores y campesinos: El feudalismo es la organización de la sociedad basada en los señores y los campesinos, los
campesinos eran los productores directos, los dueños de los medios de producción (arados, hoces y animales de oro),
su objetivo principal era la subsistencia, sin embargo, su deber era producir un volumen superior al requerido para así
proveer el sustento a la nobleza, el clero y los otros sectores a través del mercado. La principal característica de la vida
campesina era la asociación de familias en comunidades mayores, villas o aldeas. Dentro de las comunidades se
desarrollaron formas de cooperación práctica, allí se trabajaba sin distención alguna sobre las erra de uno u otro
campesino, aplicándose un sistema de rotación trienal para evitar el desgaste del suelo.
Dentro de la aldea se desarrollaban economías de autoabastecimiento, como por ejemplo el hiladoy el telar, a su vez,
había artesanos más especializados en trabajar madera, cueros y metales; el más importante era el herrero,
que fabricaba las piezas para arados y carretas.
La comunidad campesina no era una comunidad de iguales, había aldeanos más pobres que sólo contaban con sus
manos y rusticas herramientas de trabajo. Otro de los grupos que formaban las comunidades rurales eran los
asalariados carentes de erra que trabajaban la tierra de los señores feudales, Vivian en barracas y trabajaban a
cambio de comida, su situación era próxima a la esclavitud.
Los señores fundaban sus derechos en el dominio sobre sus erras que habían obtenido por derecho de conquista o
por otorgamiento del rey, se consideraba que esos derechos se basaban en la protección mediante armas que
los señores ofrecían a los campesinos. La fragmentación del poder monárquico, también fragmentó la capacidad para
administrar justicia, atribuyendo ese poder a los señores bajo la forma del derecho de ban (cobro de multas, peajes e
incluso saqueos sobre las posiciones de los campesinos) sin embargo había un límite para este derecho, si los señores
sobrepasaban ese límite de memoria colectiva, podían surgir formas de resistencia, como ocurrió en el siglo XIV, y
podían desembocar en rebeliones contra el poder señorial.
La nobleza terrateniente dominaba a la sociedad incluido al resto de la nobleza, por debajo de esa minoría se
encontraban tanto familias nobles que contaban con cuantiosas riquezas y capacidad de influencia como pequeños
terratenientes cuyos recursos no superaban a los campesinos más ricos, pero esa jerarquía nobiliaria no mistaba
graduación, las distancias entre los escasos nobles u la masa de locales era abismal.
Monarquías y nobleza feudal: Otra de las característica de esa jerarquía nobiliaria era que sus miembros estaban
ligados por lazos de fidelidad y dependencia, la fragmentación del poder estaba formalizada mediante
vasallaje(vínculos directos de persona a persona), a través de esto, el monarca entregaba un feudo en forma de
dominio territorial a cambio de fidelidad, que transformaba al señor en vasallo del rey; este procedimiento podía
repetirse, el señor, a cambio de fidelidad, podía entregar feudos a otros señores y así sucesivamente. De este modo,
se conformaba una sociedad jerarquizada en cuya cúspide estaba el rey, pero cuyo poder efectivo quedaba reducido
en sus vasallos directos.
Los vasallos debían prestar consejo y ayuda a su señor, debían acudir a dar su opinión sobre temas que iban desde
la administración hasta cuestiones de guerra y paz. También podía incluir otro tipo de ayuda como auxilio militar, el
vasallo debía participar con su señor en la guerra, debían mantener un número de caballeros y escuderos que vivían
en el castillo con el señor. De esta manera, si el rey quería hacer la guerra, dependía de la fidelidad de sus vasallos y
tenía la posibilidad de quitar las tierras y desterrar del reino a los que no cumplían con su juramento.
En regiones como Francia y Alemania, los reyes fueron perdiendo cada vez más poder político y militar y se consolido
el poder de la nobleza feudal que, además del poder militar, detentaba el poder económico a través de la tierra. Al
mismo tiempo comenzó a desarrollarse un nuevo concepto de libertad como un privilegio que sustrajo enteramente
al clero y la nobleza de las presiones del poder.
Propiedad y familia señorial: La iglesia también participaba del poder feudal, en efecto de que durante mucho tiempo
reyes y señores le habían entregado erras a cambio de salvar sus almas. De esta manera, los altos dignatarios
eclesiásticos poseían erras e incluso gozaban de inmunidades. Dentro del señor podía haber clérigos que prestaban
servicios profesionales dentro de una aldea que a cambio recibía una parcela de tierra para cultivar con su familia, es
decir que los señores laicos y los señores eclesiásticos, además de formar parte de la misma clase social también
estaban relacionados por estrechos vínculos de parentesco. Según la tradición germana, para evitar fragmentación,
los hijos mayores eran los que únicamente heredaban y los segundones entraban al servicio de la iglesia, donde dado
su origen social, pronto alcanzaban altas posiciones. Las hijas solteras menores de las familias señoriales debían entrar
a la iglesia, sin embargo, hacían sus votos perpetuos a alta edad en caso de la muerte de sus hermanos mayores,
tuvieran que casarse para perpetuar los linajes.
Los varones que se negaban a entrar a la iglesia podían formar parte de la hueste del hermano mayor o deambular en
busca de una fortuna o casarse con una heredera rica.
La iglesia y el orden ecuménico: Una característica de la sociedad feudal eran los conflictos, como muchos obispos
eran también feudos, tenían una doble dependencia; esto desde fines del siglo XI, se constituyó en la fuente de un
conflicto conocido como la Querella de las Investiduras y también conflictos por el derecho de ban. La guerra era
considerada una actividad normal de las clases señoriales, sin embargo, desde las últimas etapas de la feudalización,
la iglesia intervino como factor de moderación interponiendo lo que se conoció como la Paz de Dios: Dios había
delegado a los reyes la misión de paz y justicia, pero como estos eran incapaces de cumplirla, Dios había reasumido
estos poderes y los había entregado a sus servidores los obispos. Para ejecutarla los obispos reunían a los grandes
nobles donde se impusieron normas de guerra y quien las violara caería en la excomunión: no se podía combatir los
días de la semana, en estas religiosas o días de mercado, no se podía luchar en ciertos lugares como iglesias o en los
cruces de caminos, ni se podía atacar a los sectores más vulnerables, pobres y clérigos.
Al evitar que se impusiera una economía basada en el pillaje, favoreció la consolidación del feudalismo; la paz de dios
creó una nueva moral acerca de la guerra, si contra los cristianos no se podía luchar, derivo el “espíritu de cruzada” en
defensa de la religión.
Esta moral desemboco, hacia el año 1000, una nueva sociedad que incluía sin dificultad, las relaciones de
subordinación y dependencia, presentaba las desigualdades sociales formando parte de un plan divino. En la cúspide
los ORATORES, el clero que tenía la misión de orar por la salvación de todos, en segundo lugar, los BELLATORES, la
nobleza guerrera que combatía para defender el resto de la sociedad y por último los LABORATORES, los campesinos
que debían trabajar la erra para mantener con su trabajo a la gente de oración y de guerra.
De este modo el modelo de la sociedad fue considerado enimeroco y se impuso como un orden sagrado y por lo tanto
inmutable.3 transformaciones de la sociedad feudal
El proceso de expansión
Hacia el siglo 11 las iglesias eran más grandes y lujosas y había signos de una expansión económica e incluso
demográfica
La expansión demográfica agrícola
El aumento de la productividad se vinculó con perfeccionamientos técnicos frente a la necesidad de mejores
excedentes, de allí surgieron molinos hidráulicos que exigieron obras de desagüe, el empleo de arados de hierro, el
herrado y el paulatino reemplazo de bueyes por caballos. El aumento de la producción agrícola permitía alimentar más
gente, de allí se refleja un aumento dela población pero la ocupación humana se hizo excesivamente densas que
las tierras se volvieron escasas: era necesario incorporar nuevas tierras a la actividad productiva, esto llevo a
la roturación.
Los señores, advirtiendo las ventajas del procedimiento transformaron las roturaciones en una empresa señorial en
un movimiento que cubrió el siglo 12. Este tipo de colonización implicaba el trascasamiendo de poblaciones a
distancias muy largas y además para alentar a los colonos a trasladarse, prometían ventajas como liberarlos de algunas
cargas. Dada la magnitud de esto, los señores debieron incluso contratar locatores, agentes de colonización,
encargados de dar a conocer a los campesinos las condiciones de la empresa, trasladarlos y distribuir las tierras.
La expansión hacia la periferia

Iden se encontraba estrechamente vinculada con la oleada de invasiones que habían asolado a Europa, estas
invasiones habían demostrado la impotencia de los poderes centrales frente a las amenazas obre sus extensas
fronteras y consolido el poder de los señores a quienes correspondió la protección de sus tierras, pero estas invasiones
atrajeron la atención hacia las zonas de donde provenía el ataque; en efecto, el núcleo europeo estableció contactos
con regiones con las que hasta entonces había tenido muy poca comunicación. A mediados del siglo X, la combatividad
de los agresores disminuyo y en el siglo 11 comenzó una enérgica contraofensiva. La paz de dios había confinado a la
nobleza en su carácter defensora de la cristiandad: era necesario combatir a los “infieles” enemigos de Dios.
La convención del mundo nórdico al cristianismo permitió que la organización eclesiástica se transformara en una
importante vía de conexión. De este modo se establecieron zonas periféricas con lazos económicos, políticos y
culturales.
La expansión periférica se extendió también al mediterráneo, con la caída de Jerusalén en manos de los “infieles”,
comenzó, con el objetivo de recuperar el santo sepulcro, una serie de empresas militares conocidas como cruzadas,
aunque tuvieron una existencia efímera.
La expansión mercantil y urbana
Las cruzadas crearon una intensa corriente mercantil, en efecto, “la defensa de la fe” quedaron confundidas. El
comercio marítimo se complementaba con el comercio por tierra, que beneficio sobre todo a las ciudades -puertos
convirtiéndolas en importantes centros mercantiles. De este modo, la expansión a la periferia permitió el surgimiento
de dos áreas comerciales marítimas, el mediterráneo y el área del báltico-mar del norte. Que a su vez se comunicaron
entre sí por vías fluviales y terrestres dando origen a una vasta red mercantil. A partir del siglo 11 se registró un
movimiento de expansión de la vida urbana
Transformaciones de la sociedad
Los burgueses en el mundo feudal
En el primer tercio del s 11, conforme avanzaba el desarrollo mercantil, apareció y se difundió un nuevo tipo social:
el mercader profesional. A raíz del crecimiento demográfico y la escasez de tierras, comenzaron a dedicarse al
vagabundeo y a ocuparse de actividades marginales como recoger restos de naufragios y venderlos en ferias. Estor
mercaderes realizaban viajes a lugares muy lejanos ya que la escasez de producto aumentaba su valor y les permitía
poner sus mercancías a precios altos y en busca de clientes, desembalando sus pertenecías en castillos.
Para comprar los señores debieron recurrir a sus reservas de metales preciosos: se acuñaron nuevas monedas con la
plata de las copas, brazaletes y ornamentos del altar, así también como la pimienta y las pepitas de oro. Al ser
más comunes, las monedas tuvieron menor valor, en los últimos años del siglo 11 se registró un alza de precios, los
hombres también advirtieron que las monedas no eran del todo idénticas, de allí el surgimiento de nuevos oficios
como cambistas, pesadores, recortadores y por último, prestamistas de dinero.
Los comerciantes del siglo 11 y 12 eran vagabundos que llevaban sus géneros sobre sus espaldas o sobre los lomos de
los animales de carga, se caracterizaban por ser “polvorientos” y pasaron a ser, entonces, objetos de desconfianza; las
dificultades y los peligros hicieron que los comerciantes formaran asociaciones, compañías de mercaderes y de a poco
fueron logrando mayor seguridad en los caminos, pudieron negociar con los señores para que se les redujeran
razonablemente los peajes o los derechos de mercado en los territorios de su jurisdicción; viajaban en grupo, en
carabanas disciplinadas y armadas, al ingresar al territorio del señor, a cambio de un impuesto especial “peaje” se les
aseguraba protección.
La reactivación del comercio y la intensificación de la circulación monetaria, favorecieron el desarrollo de la
producción manufacturera, pero la organización de los talleres representaba también una mayor complejidad:
integrados por un maestro y acompañado por varios oficiales y aprendices, estos podían llegar a ser oficiales en algún
momento pero a los oficiales se les dificultaba llegar a ser maestros ya que pronto los viejos maestros controlaban las
corporaciones gremiales monopolizando oficios.
El burgo era el centro de las nuevas actividades y otorgo su nombre a aquellos que lo habitaban, no estaba separado
del medio rural ni los burgueses parecían en sus hábitos y su mentalidad, demasiado diferentes de los campesinos,
aunque, la gran característica de la burguesía era la naturaleza de su fortuna, además eran más libres y estaban mejor
protegidos de las exacciones arbitrarias del señor. La sociedad urbana se había conformado a partir de diferentes
elementos sociales: mercaderes y artesanos; siervos que huían de los campos buscando mejores condiciones de vida;
pequeña nobleza, muchas veces sin tierra que había logrado juntar un capital y asociarse a algún comerciante y
extranjeros, con el fin de fomentar nuevas actividades económicas.
Los conflictos sociales: los movimientos antiseñoriales
Los burgueses eran ahenis a los tres órdenes ecuménico (oradores, guerreros y labradores), de allí se refieren a ellos
como extranjeros, pero pronto de creo una especie de acuerdo de “protección” que incluia, también negociar con los
señores, muchas veces pacíficamente beneficios. Los burgueses tenían dinero y a cambio de ciantiosos donativos y de
impuestos regulares, algunos señores concedieron franquicias que, sin suprimirlo totalmente, limitaban dentro de
la ciudad el poder señorial.
Frente a la aspiración señorial de considerar a los burgueses como siervos, los burgueses aspiraban al reconocimiento
de sus libertades, entendidas como franquicias para transitar, contar con seguridad en las ferias para explotar
los molonos y los lagares; de allí los conflictos no tardaron en estallar, un nuevo impuesto, un nuevo peaje, la
prohibición de viajar, etc. Muchas veces los insurrectos podían ver en la sublevación una oportunidad de saqueo para
satisfacer venganzas personales, asesinar al señor o al ejecutor se actos de expoliación, cuando estos movimientos
triunfaban, se ponían en tela de juicio los elementos del oren tradicional considerado eterno e inmutable y el poder
de los señores.
Oligarquías urbanas e insurrecciones populares
La burguesía que podía acceder al gobierno de la ciudad ya no constituía un grupo homogéneo, generalmente
conocido como patriarcado, se desprendió del conjunto y adquirido desde el s 12 un predominio en todas las ciudades
era el sector más rico y poderoso. Fuera de estos grupos quedaban comerciantes, grandes empresarios y banqueros
de gran poder económico sin influencia decisiva, e incluso los profesionales como notarios, médicos y farmacéuticos
formaban parte de una so urbana c/vez más diversificada. Por debajo había también otros grupos que constituían la
plebe, cuya vaguedad señala falta de prestigio y significación: pequeños comerciantes, artesanos y quienes ejercían
profesiones consideradas menores como carniceros y taberneros se confundan con una masa de gente sin oficio y un
sector de asalariados.
En efecto las manufacturas textiles, metalúrgicas e incluso la industria naviera había cread un grupo de asalariado
diferenciados del resto contribuyeron el núcleo en la lucha contra las oligarquías urbanas: los nuevos conflictos
se relacionaban con las reinvindicaciones económicas de los más pobres confundidas con las aspiraciones de
aquellos más ricos que habían quedado excluidos del poder urbano. Estos enfrentamientos fueron un fenómeno local
europeo que reflejaba el aumento de las tensiones sociales, además de actos violentos y de los motines se encontró
un método que afectaba los intereses más caros de la burguesía: el abandono del trabajo cuando la jornada se hacía
insoportables o los salarios eran insuficientes, comenzaron a conformar la huelga como una nueva forma de acción.
El objetivo inmediato de muchos fue la revisión de la política económica y fiscal de las oligarquías urbanas, para otros,
era participar del poder político y económico por el privilegio que esto significa; así debieron introducirse
modificaciones creando nuevas magistraturas que representaban los intereses de los nuevos sectores; sin embargo
las oligarquías hostigadas por el ascenso de nuevas burguesías y la inestabilidad política, necesitaban un poder que
restaurara el orden y la paz en la vía publica, recurriendo al auxilio del poder real: esto implicaba la perdida de algunas
de las viejas autonomías urbanas, pero la integración en esos ámbitos mayores, permitía regularizar la situación, asó
el patriarcado favoreció la expansión de las monarquías.
Cambios en las mentalidades- Las normas de mentalidad señorial: Los señores buscaban incidir sobre el conjunto de
la sociedad imponiendo sus normas y valores, por debajo de ellos quedaban los vastos grupos so faltos de
la autonomía para elaborar e imponer sus propias tendencias, pero que también poseían aspiraciones definidas que
irrumpían cuando se agrietase el orden feudal.
La mentalidad baronial nacía en un medio donde se había quebrado todo ordenamiento jurídico y que, a su vez, abría
infinitas posibilidades a la acción individual; en un mundo donde se imponía el más fuerte, el ideal de vida era el del
señor que se realizaba en una hazaña, defendiendo si tierra o arrebatándosela a los invasores o a sus vecinos, estas
actitudes individualistas dificultaban el ordenamiento soc. Sin embargo, la certeza de haber alcanzado una situación
hegemónica modificaría las actitudes: los señores junto con los miembros de su entorno, anteriormente moviliz,
comenzaron a instalarse, ya era posible abandonar las armas para gozar de las riquezas y la posición adquirida; de esta
manera, las primeras manifestaciones de la mentalidad cortez se esbozaron en el sig 11, donde nunca había
desaparecido totalmente el legado romano que señalaba al hediosmo como ideal de vida.
La felicidad terrenal se transfería en la aspiración suprema, la nobleza descubría la posibilidad de múltiples ocios; la
corte, en el ámbito del castillo señorial, fue el escenario de nuevas formas de convivencia: distintas ocasiones
permitían la celebración de estas, la corte también era el ámbito de justas, torneos, banquetes y diferentes
entretenimientos, de esta manera se difundió la homogeneidad a la vida cortesana.
Nuevas formas de sociabilidad incorporaron a las mujeres, cobraba mayor importancia el amor y los trovadores dieron
origen a la poesía lirica medieval. De esta manera, el ideal el señor también podía ser el de realizarse en una hazaña
pero ya no en el combate por tierras, sino en una justa o torneo con el objetivo de ganar el amor de si dama.
Los antiguos valores guerreros no habían dejado totalmente, se transformaron en aventuras lúdicas sometidas a
reglas, aunque la guerra continuaba siendo una necesidad, los señores debían ser el brazo armado de la cristiandad
según las normas impuestas por la iglesia, así, la consolidación del privilegio y la seguridad adquiridos por la nobleza
estimulaban el ideal del goce y favorecieron la aceptación de una nueva moral que implicaba la aceptación de los
ideales cristianos de la vida. Comenzó a desarrollarse la mentalidad caballeresca: el ideal era la guerra en nombre de
dios para defender su fe, bajo virtudes morales: el honor, la verdad, la generosidad, la domestia. Estos ideales
desembocaron en una doctrina de perfección espiritual y una concepción monacal de la vida selar condiciendo en el
siglo 12 a la formación de las órdenes de la caballería, órdenes religiosas integradas por guerreros, “la nueva milicia”.
La “nueva milicia” de sacerdotes-guerreros, si ben estaba conformada por pequeños núcleos de señores dispuestos a
“abandonar el mindo”, constituyo una forma de difundir nuevos ideales de vida, sin embargo, estas órdenes de
caballería quedaron como poseedoras de la mayor parte de tierras que conquistaron a las que se le agregaron
importantes donaciones de reyes y señores alcanzando el poderío y entrando en conflicto con reyes y las mismas
autoridades eclesiásticas.
Las nuevas mentalidades: La expansión económica, el surgimiento de nuevas actividades y grupos sociales, a
expansión hacia la periferia dieron factores que incidieron profundamente en las mentalidades. Mercaderes, escolares
y monjes de las grandes ordenes internacionales, contribuyeron a establecer un nuevo sistema de comunicación entre
diversas regiones y a difundir domas de vida antes desconocidas que permitían confrontar las propias actitudes con
otras semejantes o diferentes.
Los cambios mentales afectaron a toda la sociedad feudal, en el seno de la nobleza, se promovió un cambio de actitud
económica, algunos eligieron un estilo de vida diferente al tradicional abandonando sus castillos e instalándose en
esas renovadas ciudades que comenzaban a dominar el entorno rural. El hombre tomaba conciencia de ser ni criatura
de dios ni hombre de su señor, sino simplemente individuo, la iglesia denunciaba a este nuevo hombre como “esclavo
de todos los vicios” denunciando así el triunfo del hedoismo. Fue, sobre todo, la taberna, el lugar por excelencia de la
nueva sociabilidad: la conversación, la música, el juego y la bebida daban las nuevas satisfacciones vitales. Reconocerse
como un ser de la naturaleza implicaba evadirse de las normas impuestas por la vida social ( de allí la exaltación de la
embriaguez y el erotismo) pero el hombre descubriera, bien que estaba dotado de razón y que esta le
permitía moderar sus pasiones, actuar y conocer.
Estas nuevas mentalidades transformaron la idea de dios, sobre todo la de la trascendencia, ya no era importante
vivir para la muerte, sino vivir para la vida y contar en el valor de un oportuno acto de contrición. Esta concepción
ofreció a los hombres una trascendencia diferente, la trascendencia profana: se buscó así permanecer, aun después
de la muerte, en la memoria de los hombres; ésta se podía acuñar en la fortuna que heredarían las sig generaciones,
en la belleza de una broa de arte o adquirir conocimiento que darían dama de sabios, retratos, ricas tumbas, etc.
4 la crisis del siglo 14- Crisis del feudalismo: Tras la expansión de los siglos 11 y 13, en las últimas décadas del s
13 comenzaron a registrarse los primeros signos de estancamiento: suelos periféricos agotados por los cultivos, el
retroceso de la agricultura, las manufactureras presentaban dificultades (la introducción de nuevas técnicas podía
aumentar la producción generando una crisis de sobreproducción creando caída de los precios), se detuvo la
expansión a la periferia, la reducción comercial se vínculo con la escasez de moneda y la dalta de metálico (los
monarcas necesitaban pagar ejércitos que se impusiesen a las autonomías feudales, recurrieron a préstamos, lo que
provoco crisis de barios banqueros y para aumentar la masa monetaria, los reyes comenzaron a acuñar monedas de
distintas aleaciones produciendo devaluación y problemas de inflación que repercutieron en la inseguridad de
las transacciones comerciales)
Durante 1313 y 1317 se produjo la primera de muchas crisis, una mala cosecha se tradujo en un déficit de alimentos
y hambrinas, haciendo a la población, presa de pestes y epidemias y como resultado, falta de mano de obra para las
tareas rurales, sumándole los efectos de la guerra. En1348 llegaba a Europa la peste negra, transmitida por las pulgas
de las ratas que causó estragos en la población debilitada. Pero la crisis del siglo 14 fue fundamentalmente social: la
crisis de las estructuras feudales, en el transcurso se la guerra de los 100 años, los cambios en las tacticas militares con
mayor peso de la infantería y la arquería conmovieron la función guerrera de la nobleza feudal, su poder se vio
debilitado fundamentalmente por la crisis de la agricultura y la huida de los campesinos(disminución de rentas) cuya
solución intentaron encontrarla reforzando la servidumbre pero, en muchos casos, solo acentuaron los problemas.
La existencia de tierras vacantes permitió, a algunos campesinos, apropiarse de ellas, estos nuevos propietarios ya no
podían invocar antiguos derechos sobre los campesinos y consecuentemente debieron contratar mano de obra
asalariada, esto significó una disminución en la servidumbre, y por lo tanto, de la base del orden feudal.
La crisis también repercutió en las manufacturas, afectando a la producción suntuaria, de alto costo y de alta calidad,
controlada por los gremios, que entró en crisis por la dalta de mineda y restricción de sus reducidos mercados. Sin
embargo, algunos comerciantes, pudieron aprovecharse comprando la materia prima y entregándosela, junto con
instrumentos a los campesinos para luego encargarse de la comercialización de los tejidos. Si bien el acabado y el
teñido se efectuaba en las ciudades, muchas veces las manufacturas domesticas se veían como una fuerte
competencia.
También se desarrollaron profundos conflictos sociales, en primer lugar, movimientos campesinos, huida de los
campos, vagabundeo, e incluso estallidos desesperados y violentos, motivados, entre otras causas, por La falta de
consideración de los nobles, el desorden de la hacienda real y las actuaciones monetarias. Los movimientos urbanos,
ampliaron las actuaciones contra el poder político de las oligarquías urbanas, se comenzaba a invocar el derecho al
trabajo, muchos de ellos revestidos de ideas religiosas. Si la religión era el sistema cultural e ideológico de toda
sociedad, también la protesta asumía el lenguaje y normas religiosas.
En pocas palabras, los movimientos religiosos que estallaron en el siglo 14, fueron miv heretucos e igualitarios y
estaban señalando la crisis de la conciencia cristiana colectiva, esto se vinculaba también con el impacto que producía
la crisis en las mentalidades, la constante muerte, sobre todo durante los años de hambruna y peste negra,
transformaba la imagen de dios en un dios vengativo. Si bien la cristiandad continuaba siendo presentada como un
todo armónico, después de la crisis, comenzó a presentar rupturas, comenzaba a conformarse la cultura laica que
ponía su acento en la razón.
Ciudades y monarquías: El efecto más notable de la crisis del siglo 14 fue el crecimiento de las ciudades donde la
preocupación por la apariencia resultaba más notable, las disposiciones municipales buscaban el de coro, eran
ciudades donde claramente los más ricos imponían el “orden burgués”.
También la ciudad se vinculaba cada vez más con el campo, los burgueses ricos acentuaron las inversiones rurales y
al no tener conocimiento de las tareas agrícolas, arrendaban las tierras o las explotaban con ayuda de
un administrador. La constante búsqueda de la ganancia se transformaba en la medida del poder, la crisis
inmobiliaria abría las puertas del comercio de la tierra a nuevos inversores urbanos. Con esta poderosa burguesía
urbana, se recortaron nuevos grupos sociales: los juristas – hombres de leyes- funcionarios al servicio de la
administración. Indudablemente, la debilidad de los señores feudales permitía mayor fortalecimiento de las
monarquías, la consolidación de esas entidades territoriales que constituían reinos, es decir que, la profesionalización
de la guerra, la aparición de sistemas fiscales para mantenerla, la validación de la política y la administración como
una ocupación, siendo las bases del poder en los reyes y de la formación de nuevos estados.

S-ar putea să vă placă și