Bandas de Lüders: formación y efectos

sobre el comportamiento de los materiales.

 Las bandas de Lüders se presenta como un defecto superficial y su
existencia está íntimamente asociada a la presencia de un límite elástico
aparente, con deformación sin aumento de carga en la curva de tracción.
En general este tipo de situaciones se hace evidente a escala
macroscópica como marcas superficiales o depresiones que se originan por la
deformación inhomogénea de una chapa metálica, se generan en el bloqueo de
las dislocaciones por la presencia de átomos de soluto. En la figura 1 se muestra
la apariencia superficial de un material en esta condición.

Figura 1: Forma superficial que se observa en materiales con la presencia de bandas de

Lüders.

La presencia de éstas también se hace evidente en las curvas tensión

deformación en materiales deformados en tracción, aquí se presentan dos
formas típicas, tal como se aprecia en la figura 2. La curva línea llena exhibe lo
que se conoce como límite elástico agudo. En esta curva aparece una
deformación plástica con un esfuerzo casi imperceptible, punto A en éste punto
el material comienza a fluir con un descenso del esfuerzo requerido para
continuar con la deformación. Este nuevo límite, punto B, se denomina punto
elástico inferior, y corresponde a una deformación plástica apreciable mediante
un esfuerzo casi constante. A partir de allí el metal comienza a endurecer con un
aumento en el esfuerzo para una deformación adicional.

Figura 2: Curvas de tensión deformación donde se exhiben dos formas típicas línea continua
con fluencia discontinua, línea de trazas sin fluencia discontinua.
 El riego que acarrea su presencia es que pueden existir regiones de la
pieza que al aplicar un proceso de conformado, deformación plástica, que una
vez que comienza la deformación en un área determinada, el metal en tal punto
de hecho se ablanda y sufre cierta deformación plástica relativamente grande.
Esta deformación se extiende dentro del material adyacente a la región que ha
cedido debido a la concentración de esfuerzos en el límite entre las áreas
deformadas y sin deformar. Este fenómeno causa una deformación
inhomogénea en la pieza conformada.
La solución usual a este problema consiste en dar a la chapa una pequeña
reducción en frío, usualmente de 0,5 a 2% del espesor. Este tratamiento de
laminación en frío suele llamarse pasada superficial (Skin-pass), es suficiente
para eliminar el límite elástico aparente sin producir un endurecimiento por
deformación apreciable que pudiese perjudicar a la conformabilidad del material.
Sin embargo si el material envejece, esto es los átomos de soluto recomponen
los que se conoce como atmósferas de dislocaciones, durante el
almacenamiento vuelve a presentarse el límite elástico aparente y aparecerán
de nuevo las marcas de deformación con todos sus inconvenientes.
La presencia de las bandas de Lüders se debe a la composición química
del material que hace que los átomos de solutos se combinen con las
dislocaciones formando atmosferas de dislocaciones o de Cottrell, que son las
responsables de la aparición del límite elástico aparente.

Recomendaciones

Tal como se ha indicado en los párrafos anteriores aquellos materiales

que presentan este fenómeno, bandas de Lüders, y dado que el mismo está
asociado a la química del material, solamente, se podrá minimizar su efecto pero
no eliminarlo. La forma de minimizar el defecto es mediante la aplicación de una
deformación superficial al material. Ahora si el material en esta condición queda
almacenado se reconstituyen las atmósferas de dislocaciones y se revive el
defecto al someter al material a un proceso de conformado plástico.
Si se adquiere un material en tales condiciones, se debe prever la
aplicación del proceso de deformación plástica superficial, para ello se deberá
de disponer de un laminador con un ancho de tabla ligeramente mayor al ancho
de las chapas a procesar. Dicha operación se deberá realizar previa al proceso
de conformado de la pieza. No es conveniente procesar todo el material si el
mismo no va hacer utilizado inmediatamente y deberá quedar almacenado.

La Plata, 27 de agosto de 2015

Dr. Ing. Alfredo González