A día de hoy, la sociedad española vive inmersa en la necesidad de sumarse a un
bilingüismo que cada vez está más en auge. La pregunta es ¿Está nuestra sociedad preparada para subirse al tren de un nuevo idioma como pueda ser el inglés?, y si vamos un poco más allá, ¿Cómo repercute el bilingüismo en la comunidad educativa? Partimos de la base de que cuando una lengua no se desarrolla desde el mismo punto que la lengua materna, debemos de dotar a los niños/as con todas las herramientas posibles durante la etapa del periodo crítico para que ésta pueda ser asumida por el infante en sí. Cabe destacar que cuanto antes se haga, será mucho mejor a la hora de asentar unas bases ya que a medida que transcurren los años, se va estableciendo una estructura lingüística de la lengua materna. Esto puede llevar a que a la hora de tener que aprender la estructura de una lengua diferente, siempre se quiera partir de la base de la lengua materna conllevando a error en cuanto a gramática se refiere. Este proceso, se realiza de manera totalmente consciente, y es por ello que a medida que pasa el tiempo se tiende con mayor frecuencia a primero pensar en la lengua materna para luego traducir en el mismo orden a la lengua extranjera cuando lo correcto sería que surgiera de forma innata. De la misma manera sucede en el caso de la fonética ya que hay sonidos nuevos que hasta ese momento no habían sido aprendidos y por lo tanto, cuando llegue el momento de la lectura se leerá en base a la primera lengua adquirida. Ante esta situación, nos hallamos con posturas encontradas frente a la defensa o no del bilingüismo en las aulas. Hay quien lo ve como algo favorable, ya que si se lleva a cabo en edades tempranas, lo que se consigue es trabajar una doble estructura que puede dar como resultado una mayor capacitación para dar respuesta a determinadas situaciones. Si a esto luego se le suma las posibles opciones de futuro a las que se puede optar, puede ser un punto más que favorable. En contra, están todos/as aquellos/as que opinan que nos encontramos frente a un sistema que no está preparado para impartir otro idioma que no sea el materno. A esto habría que sumarle que la brecha en la distinción de clases aumenta considerablemente. Los/as niños/as que provienen de clases sociales bajas-medias no pueden optar en muchas ocasiones a este tipo de centros y en el caso de optar a ellos, puede que su rendimiento académico disminuya al no tener recursos necesarios para poder hacer frente a situaciones como tener asignaturas 100% en una lengua extranjera. Esto se debe a que aunque las familias puedan solicitar administrativamente escuelas bilingües , éstas rehúsen de hacerlo por no poder en primer lugar, ayudar a sus hijos con el idioma cuando lo necesiten pudiendo afectar a sus resultados y en segundo lugar, por no tener los recursos económicos necesarios para poder complementar sus conocimientos en otra lengua que no sea la materna fuera del horario lectivo y que de esta manera, los datos académicos puedan mejorar considerablemente. Bajo mi punto de vista, creo que forzamos una máquina que está a punto de gripar. Una máquina que todo el mundo mira y no es capaz de engrasar para de esta manera pueda ir mejorando poco a poco su estado. Todo el mundo mira con esperanza llegar a un bilingüismo que no nos separe de otras fronteras, que no nos haga ser menos que nuestros países vecinos, pero lo que no se plantea el mundo es que queremos empezar la casa por el tejado, y eso en la mayoría de las ocasiones, sale mal y hará que estemos aún más a la cola si cabe de lo que estamos ya. En estos momentos no sabemos hablar inglés pero al menos, dentro de ese aprendizaje memorístico al que estamos sometidos en las aulas, algo se quedará en nuestras retinas. Con este nuevo sistema al que nos estamos viendo sometidos, ya no es que no sepamos inglés, es que no vamos a tener ni conocimientos. ¿A qué se puede deber esto? Principalmente a que las clases políticas, por más que se empeñen en adentrarnos en un bilingüismo sin frenos, no asientan unas bases para poder mantenerlo a lo largo del tiempo haciendo de esta manera un programa sostenible y de calidad. ¿En qué plan o sistema nos encontramos en la actualidad? Solo hay que pensar que desde el año 1985, la comunidad educativa ha pasado por siete modelos diferentes en el que los docentes han tenido que ir adaptándose como camaleones sin tener los recursos necesarios. Sumado a ello, la educación en nuestro país está descentralizada y en cada comunidad se establecen unos medios y partidas presupuestarias diferentes que terminan afectando a los resultados escolares. En el párrafo anterior hacía referencia a los docentes, pues bien, continuemos por este camino. Nos obcecamos en enseñar una lengua extranjera sin tener un profesorado apto para impartirla. Voy un paso más allá y es que nos empeñamos en dar asignaturas del currículo necesarias para el alumnado en otra lengua que no ha surgido de la misma manera que la materna. Si no están los docentes preparados para ello, por qué lo van a tener que estar los alumnos y alumnas para entenderlo y desarrollarlo. ¿Saben acaso desenvolverse correctamente en esas materias en su lengua materna?¿Por qué lo van a tener que estar en otra que recién están aprendiendo? Un profesor/a que es nativo podrá desarrollar una clase perfectamente y hacerla dinámica, podrá intentar por diversos medios hacer entender la materia que tenga que impartir cada día y trasmitir lo que cada punto le pueda sugerir. En el caso contrario, el profesor/a se ciñe a una única manera de impartir la lección, se aprende un listado de palabras y sale del paso como buenamente puede. Se nos llena la boca diciendo que tenemos un modelo bilingüe y ¿no se nos llenan los ojos para ver que estamos evocados al fracaso según el modelo que hay establecido? En España tenemos lenguas cooficiales. Sigamos este modelo de enseñanza para impartir una lengua extranjera. Con la misma calidad en cuanto a medios, partidas presupuestarias y cualificación de los docentes se refiere, siempre hablando desde la perspectiva lingüística y educativa. Si en determinadas comunidades es una realidad que hablan dos lenguas correctamente, sigamos sus pautas. Terminaré mi reflexión haciendo referencia a todos aquellos países que tienen menos recursos que el nuestro. En muchos de los hogares de esos países hay televisores al igual que en nuestros hogares. Pues bien, si ellos saben hablar inglés, hagámoslo nosotros también y sintonicemos nuestras cajas en versión original. Hagámoslo desde el minuto uno y que no recaiga todo el peso en docentes, administraciones… entre todos sumamos.