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Lacan establece tres parámetros en los años 60 que ahora ya son clásicos, estos son la
estrategia, la política y la táctica, los cuales están ordenados según los grados de libertad
que tiene el analista. Respecto a la estrategia, lo relaciona directamente con lo que es la
transferencia, que sería el instrumento o la condición para intervenir, lo cual se lograría al
situar al sujeto en la transferencia. La estrategia tiene como base el parámetro político, la
cual se basa en un sustento teórico del cual nunca podremos abandonar, es decir, el
inconsciente. Lo político plantea sostener la carencia de ser, es decir, que el humano
depende de su subjetividad para resolver su posición, y en consecuencia si el analizante
quiere desconocerlo, el analista debe estar ahí para invocar al sujeto respecto a sus
producciones, es decir, el inconsciente nos determina. Este parámetro es el que menos
grado de libertad le confiere al analista, ya que el inconsciente del paciente está ahí, solo
debe ser emergido. Estos dos parámetros nombrados, se complementan para dar paso a
la tercera dimensión, la táctica, la cual es la de mayor grado de libertad para el analista,
puesto que hace referencia a la interpretación que éste realice, ya que no están sujetos a
supervisor inmediato ni a un encuadre establecido, sino que se juega en el acto cuando
se libera la posición del analista, quien al superar lo imaginario logra posicionarse como
tal y generar la intervención. Para lograr la eficacia del análisis, implica el rigor de la
escucha y que el analista intervenga con todo su ser, cosa que solo se lograra si se
atraviesa el análisis hasta el final.
La interpretación responde a una técnica de entre tantas que se puede utilizar como
medio para un fin, en este sentido la interpretación bajo el estatuto del psicoanálisis debe
ser pertinente (Freud decía que no debe caer en lo obsceno). Para Lacan, la
interpretación, se mueve dentro de la dimensión táctica ya que surge después de haber
establecido las dimensiones política y estrategia, es decir, la transferencia y la posición
del analista ya están establecidas. Respecto a esta última, es que el analista para
centrarse en el camino de la dirección de la cura, debe situarse en un lugar de carencia
de ser, esto quiere decir, que él no es el dueño del saber ni de la verdad, es decir, debe
situarse en el eje simbólico y en el lugar del gran Otro y desde ahí generar su
interpretación. Para pasar a este eje y salir del eje imaginario el analista debe frustrar la
demanda inicial del paciente, y así dar paso a lo desconocido y a la singularidad del sujeto
(a través de la asociación libre), lo cual da paso a la interpretación y el camino hacia la
dirección de la cura.
La psicología del yo plantea que los pacientes llegan a sesión por una falla o falta, por lo
que el analista debería poner en juego su yo auxiliar y generar las dinámicas adecuadas
para sostener al paciente y generar una óptima adaptación. Tiene de base la
comunicación yo – yo, por lo que sería la personalidad del analista la que se pone en
juego y no su imagen como refiere Lacan. Lacan plantea que esto no sería correcto ya
que se estaría en análisis bajo el eje imaginario, en donde el paciente al ver al analista
con su propia personalidad, este no podría dominar lo que pasa en sesión y se podrían
dar otras finalidades que no refieren al camino de la cura, en este sentido Lacan plantea
que en esta comunicación planteada por la psicología del yo, faltaría un tercero, el gran
otro que permite la significación y la interpretación.
5. ¿Qué quiere decir que el analista debe ocupar la posición del muerto según el
juego de Bridge?
En el juego del Bridge, hay cuatro jugadores que se hacen pareja, la posición del muerto
la ocupa una persona que aparece en la dupla, esta persona junto con sus cartas son
consideradas como el muerto, es en este sentido que las cartas del muerto deberán pasar
entre los participantes, la estructura del muerto se puede considerar como homólogo del
quehacer analítico, ya que es este quien hace surgir al sujeto con sus cartas, visto como
las palabras del paciente, en donde el analista deberá adivinar la lectura de los
significantes, es decir, la transferencia simbólica. En este sentido se harán las
intervenciones por el yo del analista, pero que vienen desde la posición del muerto, es
decir, del Gran Otro, permitiendo establecer la dinámica del eje simbólico. Este Otro
ocupa la posición del muerto en el juego, y es quien se encuentra en silencio pero
muestra la mano, lo que hace referencia a la situación analítica, el gran Otro no dice nada,
sin embargo permite que el yo del analista vea el juego del paciente.
Freud abandona la técnica sugestiva para adentrarse en una clínica que tenga como
elemento fundamental la resistencia. Este concepto se introduce en esta clínica como una
posición ética. La clínica sugestiva en relación a la transferencia, produce efectos de
alienación en la transferencia, lo cual para freud esta alienación podría ser aún más
dañina que el propio sufrimiento y síntomas con los cuales llegaba el paciente. entonces
freud propone en esta clínica -que tiene relación con el uso de la resistencia como un
instrumento- cuidar al analizante. Freud propone hacer lugar a la resistencia y trabajar con
esa. tomar la resistencia en la clínica como un instrumento tiene relación directa con la
transferencia, ya que resistencia es transferencia.. Freud propone que la manera
particular en la que un sujeto resiste da acceso directo al inconsciente. la manera en que
el sujeto resiste revela una posición inconsciente. entonces se dice que para el
psicoanálisis la resistencia es una posibilidad. por último se puede decir que a raíz de la
posición ética que se plantea en la clínica psicoanalítica nos encontramos con una clínica
de límites, es decir que los límites se encuentran en la posición ética que se toma al tomar
la resistencia. el paciente tiene derecho a no mostrarse a la luz del conocimiento, más
específicamente el derecho a no ser comprendidos. Entonces freud trabaja a partir de ese
límite. de la Fabián le llama la clínica de la no comprensión.
9. Según lo visto en el curso, ¿Piensa usted que podemos hacer un diagnóstico
basándonos en la contratransferencia? Fundamente su respuesta desde los
postulados lacanianos vistos en clases.
10. Refiérase a las maneras, señaladas por Lacan, por las cuáles el analista
paga en la experiencia analítica. (Palabras, interpretación/persona, soporte de la
transferencia/carencia de ser)
Paga con su palabra : por la transmutación que sufren las palabras por la operación
analítica que las eleva a su efecto de interpretación, se paga más allá ya que paga en la
interpretación y en la oferta de la palabra porque el otro puede hacer con tu palabra lo que
quiera
Paga con su persona: la presta como soporte a la transferencia, a la singularidad de los
fenómenos que se dan en la transferencia el analista se presta para quedar en posición
de objeto.
Paga con su ser: con la falta en ser para mezclarse en una acción que va al corazón del
ser, corazón del ser tiene relación con la repetición ( para lacan el goce) el analista se
pone con su falta para mezclarse y ponerse en una acción que va hacia el goce, nosotros
como analizante nos encontraremos con nuestros propios puntos de goce. en tanto
analista me embargo con mi falta a un proceso que involucra si o si la repetición y el goce,
me meto con mi falta en ser hacia el corazón del ser.
La transferencia que se da aquí como un problema según freud, tiene que ver con la
resistencia de amor de transferencia, esto ya que lo que se da en sesión son las
resistencias que sobresalen c9n el analista dentro de lo que es la transferencia y este
amor el paciente lo toma como lo más importante, lo que sería malo para la cura, puesto
que el paciente se olvida que quiere esta cura y pone todo su interés en este
enamoramiento. Freud pone de ejemplo de una mujer que se enamora del analista y lo
declara, aquí freud habla de que por parte del analista hay 3 formas de desenlace.
1. todas las circunstancias terminen con una unión legítima y permanente entre
ambos
2. que médico y paciente se separen y el análisis no se lleve a cabo ( esto es lo que
haría que la mujer vuelva a repetir esto con otros terapeutas y no sería lo ideal.)
3. una unión ilegítima entre ambos lo que no sería posible ni para la moral civil ni
para la dignidad médica
por lo tanto es aquí que el médico debe discernir que este enamoramiento es parte
de una transferencia que se ha dado por el análisis y no por el mismo.
no pareciera que esta transferencia pudiera ser algo bueno para la cura, por lo
tanto freud dice que el médico que viva esto por primera vez no encontrara facil
mantener la situacion analitica.
lo que propone freud como posición que debe tomar el analista es la abstinencia,
lo que vendría siendo denegar a la paciente la satisfacción apetecida y poder así
hacer cura por abstinencia, que se refiere a que hay que dejar subsistir en el
enfermo la necesidad y la añoranza como fuerzas pulsión antes del trabajo y
guardarse de apaciguar las mediante subrogados, la regla de abstinencia se
refiere a que el analista debe abstenerse de satisfacerse subjetivamente y de la
satisfacción de sugestionar.
Freud recibe mujer con cuadro de angustia, lo cual otro doctor le había dicho que era por
falta de sexo. Freud le dice silvestre porque no tiene tanta elaboración, muchas veces se
le dice al paciente aquello que ya sabe. El psicoanálisis requiere sutileza de intervención,
no se puede prescribir cosas a los pacientes. Un síntoma no es gratuito, permanece ahí
por algo, el concepto de pulsión de interceder en 1905, permite llevar el concepto de
sexualidad mucho más allá que el coito, si no que se lleva al principio de placer o a los
tres ensayos de la teoría sexual: al deseo. A pesar de que el conflicto neurótico tiene
relación con la insatisfacción sexual, el psicoanalista nos lleva a que el porqué del
síntoma no se encuentra donde el paciente cree, sino que está en otro lugar.
Psicoanálisis tiene tiempos lógicos no cronológicos
Lacan refiere a que existen dos tipos de demanda; (1) La demanda transitiva: que guarda
relación con el plano de la necesidad que tiene un objeto, es aquí donde está el sujeto de
demanda, la cual puede ser satisfecha por medio de la sugestión, guardando relación con
la dimensión “yo puedo darle”, dicha demanda es explicita, y es la que trae el paciente de
curación, y puede hacer remisión sintomática por medio de la sugestión. Sin embargo,
esta puede esperar, dado que por otro lado, estará (2) la demanda intransitiva: Refiere a
la demanda sin objeto, es una demanda de amor de un sujeto de deseo que formula una
demanda y que se pone en juego en transferencia y ya no en lo plano de lo subjetivo.
Esta será la que aborda el trabajo analítico y que guarda relación con el inconsciente.