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Las lentejas, una legumbre antioxidante rica en

proteínas y minerales
Las lentejas son una legumbre cuyo cultivo se inició hace miles de años, tantos
como más de 8.000. Es una de las legumbres más consumidas del planeta.
Originaria de Oriente medio, en la actualidad es consumida en todo el planeta:
popular, nutrirtiva y económica la convierten en una de las legumbres estrella en
cualquier dieta. Para que no nos cansemos, existen además muchas variedades
con sus particularidades: la lenteja castellana, la pardina, la verdina, la roja,
beluga, etc…

Propiedades de las lentejas


Todas las lentejas tienen un gran valor nutritivo. Destacan por su aporte en
cuanto a hidratos de carbono y proteínas, hierro, zinc, magnesio, sodio, potasio,
selenio, calcio y vitaminas, especialmente del complejo B: como la B2, B3, B6,
B9 (ácido fólico), vitamina A, vitamina E además de ser una buena fuente de
fósforo, manganeso, y ácido fólico, sin perder de vista la fibra, importante para
favorecer el tránsito intestinal y evitar estreñimiento. Las proteínas de bajo
contenido graso como las lentejas y otras legumbres son muy importantes para
nuestro organismo, no solo desde el punto de vista nutricional, sino que unido a
su contenido en fibra y potencial saciante, las convierte en una opción de lo más
saludable además de asequible.
Además de poder elaborar con ellas sabrosos y tradicionales potajes, las lentejas
son perfectas para la elaboración de platos perfectamente saludables y un poco
más equilibrados en relación a la costumbre extendida de añadir derivados
cárnicos grasos como panceta, chorizo o morcilla. Existen sutiles diferencias
entre las diferentes variedades y formas de cocción. Si bien y en general se
pueden cocer sin necesidad de remojo, algunas variedades como la castellana,
más grande, lo agradece, aunque no necesitamos un remojo excesivamente largo
o de toda la noche. Cuanto más pequeño es el tamaño, más fácil y rápida su
cocción.
Unas lentejas guisadas necesitarán como mínimo unos 40-50 minutos de cocción,
algo menos si usamos variedades de cocción más rápida como las verdinas,
lanzarote, o las peladas como la roja. En olla a presión el tiempo se reduce
considerablemente, tan solo unos 10-15 minutos.
La principal diferencia frente a la lenteja común viene a la hora de cocinar, las
lentejas rojas no necesitan ser remojadas en agua previamente, basta con lavarlas
en agua fría y ponerlas a cocer de diez a quince minutos, no más. Dado que
carecen de piel u hollejo, este tipo de lenteja tiende a deshacerse fácilmente, por
lo que una cocción corta es suficiente. Esta característica hace que las lentejas
rojas sean ideales para preparar cremas.

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