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Boletín del Museo

Arqueológico Nacional

Tomo VII, neos1 y 2


Boletín del Museo Arqueológico Nacional (Madrid)
VII, 1989

EL PENSAMIENTO MEDIEVAL EN LA ESCULTURA


MONUMENTAL GOTICA ESPANOLA
(APROXIMACION ICONOLOGICA)

La preocupación por encontrar medios que hagan condicionamientos existen en la España medieval, don-
evidente aquello que no lo es, puede considerarse como de los conversos y los infieles son abundantes.
una de las constantes históricas del pensamiento huma- La imagen, por otro lado, es también más apta y so-
no. Persiguiendo esta aspiración, el hombre se ha esfor- bre todo más exigida, para expresar aquello que a veces
zado siempre por alcanzar lo no perceptible mediante lo no se puede definir ni con palabras: lo sobrenatural. Va-
que es manifiesto y, de este modo, ha llegado a elaborar rios autores, como Duby por ejemplo 2, han señalado
complejos sistemas de signos que tienen como fin pri- que el arte permite, de modo más perfecto que la lectu-
mordial la comunicación de ideas y sentimientos. ra, captar la realidad sustancial del universo. Y con fre-
Numerosos historiadores y sociólogos, por su par- cuencia es ésta precisamente la idea que trata de reflejar
te, coinciden cuando resaltan el papel rector que desem- la Iglesia por medio del arte sagrado, utilizándolo para
peña la Iglesia en la Edad Media, época en la que, en efec- traspasar la frontera del mundo sensible y acceder así a
to, sus actividades trascienden del estricto campo espi- lo que será revelado a la Humanidad el día del Fin del
ritual para impregnar profundamente el contexto social, Mundo: el por qué y para qué de la Creación.
político, económico y cultural l . Desde los primeros tiempos del cristianismo el arte
El arte sagrado ha sido, sobre todo en tiempos pa- ha sido, en efecto, un instrumento en manos de la Igle-
sados, un excelente medio de comunicación para presen- sia quien lo ha utilizado, en todas sus acepciones para
tar las cuestiones teológicas ante los fieles, y ello en un expresar, difundir y defender su doctrina 3. Y es en este
doble sentido y también con una doble finalidad. contexto donde se puede apreciar con claridad esa do-
La enseñanza por medio de la imagen se ha revela- ble finalidad con la que la Iglesia se sirve del arte: ante
do en todos los tiempos como un eficaz medio de ense- todo, con un objetivo esencialmente espiritual que he-
ñanza, sobre todo en sociedades con débiles tasas de al- mos entrevisto, el adoctrinamiento del pueblo y de los
fabetización como ocurre con la España medieval; los iniciados para que puedan llegar a vislumbrar lo sobre-
sermones no son a menudo suficientes para adoctrinar natural. Pero hay que captar también unos fines más ma-
al pueblo y por lo general son algo efímero: la imagen teriales: la exaltación de la función de la Iglesia en la Tie-
es en cambio menos perecedera y más expresiva, más al rra que no conduce sino a reafirmar su poder terrenal
alcance de todos los niveles culturales; y si esta imagen y con ello su fuerza social. La suntuosidad externa del
se encuentra además en el exterior de los recintos sagra- templo gótico es una manifestación temporal que, a la
dos hace recordar su mensaje de forma permanente, des- escala de su tiempo, sólo se puede comparar con los pa-
pertando incluso la curiosidad de quienes no frecuentan lacios reales del absolutismo barroco o los rascacielos ca-
la iglesia o no profesan la fe. Sabemos que todos estos pitalistas. ¿No es aún en el siglo XX la catedral lo que

1 SCHNURER,G. (1955) La iglesia y la civilización occidental en la 2 DUBY,G . (1976). Le temps des cathédrales. París.
Edad Media. Vol. 1. Madrid. 3 TOSCANO, P. G. (1960). Ilpensiero cristiano nell'arte. 3 vols. Bér-
d a su imagen a ciudades como Burgos, León o Chartres? rán sucumbiendo a la evidencia de una separación cre-
Existen, por tanto, criterios perfectamente objetivos en ciente entre la ciencia y la teología que se plasma ya en
la percepción de obras como el templo gótico: si un edi- el Renacimiento, cuando el hombre por fín intenta in-
ficio como la catedral de Burgos asombra aún hoy día terpretar el mundo sin recurrir a la revelación.
¿qué impresión debería causar en el siglo XIII, cuando Existe pues crisis y ésta ha de manifestarse de algún
la ciudad apenas tenía la décima parte de su población modo en el arte, que como se piensa con frecuencia, es
actual? un espejo en el que se reflejan el pensamiento y las cir-
El papel preponderante que desempeña la Iglesia en cunstancias sociales del momento. El gótico, en esencia,
la Edad Media justifica por tanto la importancia y des- representa esta manifestación ya que, como señala Weis-
arrollo del arte religioso: apenas se concibe un mundo bach 5 , con él se inicia un proceso continuo de secula-
fuera del que la Iglesia enseña que debe ser. Durante el rización del arte religioso que ya no habrá de detenerse.
siglo XIII la Iglesia mantiene su control sobre la cultura El arte, en este sentido, como medio de comunica-
por medio de universidades y bibliotecas, también dicta ción utilizado por la Iglesia y en un principio fiel a sus
sus normas en la recién nacida economía urbana. La preceptos, se verá cada vez más impulsado hacia un acer-
creación de las órdenes mendicantes intensifica aún más camiento al mundo sensible: la belleza y el sentimiento,
la acción de la Iglesia y sobre todo refuerza su autori- el realismo, tienden a ser cada vez más importantes, ale-
dad moral. jándolo de primitivos conceptualismos y forjando el ca-
Pero existen, sin embargo, ya en los albores de la Ba- mino que conduce hacia el humanismo renacentista. Así,
ja Edad Media, síntomas de debilitamiento que, fermen- después de la Baja Edad Media, el arte religioso no vol-
tados y diversificados sobre todo a partir del siglo XIV, verá a tener tanta importancia en términos relativos fren-
van a perturbar gravemente la función unificadora de la te al arte profano.
Iglesia. Por un lado, dentro de la Iglesia misma, apare- Es en definitiva el mundo de las ideas el fundamento
cen movimientos críticos que tienden a combatir su ex- básico, el que determina en última instancia no solamen-
ceso de celo por las cuestiones materiales (temporales): te el formalismo de la iconografía gótica sino la esencia
San Bernardo y el ideal cisterciense son manifestaciones misma del Gótico y por ello su consideración es impres-
en este sentido, como lo serán después las propias órde- cindible para cualquier análisis iconológico del arte de
nes mendicantes 4. Frente a la acción de antiguas órde- la Baja Edad Media.
nes encerradas en sus monasterios, y a menudo acapa- La Iglesia y la crisis del mundo bajomedieval son
radoras de bienes materiales, dominicos y franciscanos el punto de partida obligado. Como todos los restantes
tratan de acercarse al pueblo con un lenguaje más pró- elementos de esta época, el mundo de las ideas gravita
ximo a la realidad y mejor entendido por todos; sus pre- también en torno a las que emanan de la Iglesia. Crisis,
dicamentos morales y doctrinales y su ideal de pobreza además, entendida como sinónimo de rápido crecimien-
inundan los espacios urbanos, donde precisamente vi- to, de evolución rápida de las ideas.
ven los más ricos. La Iglesia, en efecto, ha llegado a una Como señala Schlosser 6 , la Edad Media había re-
verdadera crisis de inmoralidad que le ha valido reitera- cibido un texto revelado por Dios que la llevaría hacia
das críticas en el siglo XIV (Clemente V, Santa Catalina un rígido dogmatismo y autoritarismo al mismo tiem-
de Siena) y en el XV (Concilio de Constanza, 1417-18). po que a una estricta separación entre lo sagrado y lo pro-
Los problemas que afectan a la Iglesia desde el mun- fano, de forma que todo lo que estuviera fuera de lo pri-
d o exterior se van agudizando a finales de la Edad Me- mero sería insuficiente por sí mismo y debería ser orien-
dia. El desarrollo del sentimiento nacional, por ejemplo, tado por una razón más elevada.
tiende a ir superando el ideal de la unidad cristiana ca- El mundo medieval parte, en efecto, de una afirma-
racterístico de las Cruzadas. Alejado el problema del ción en el realismo agustiniano ', de tradición platóni-
frente común contra el infiel, los conflictos entre los rei- ca y neoplatónica, que se mantiene con plena vigencia
nos cristianos se agudizan y en ellos la Iglesia no siem- hasta mediado el siglo XII. En esta línea de pensamien-
pre logra mantener la imparcialidad, socavando su auto- to, todas las ideas se sitúan en la mente divina en lugar
ridad sobre el poder político y sobre la nobleza. de considerarlas como existentes en un mundo inteligi-
Las amenazas más graves sobrevienen, sin embar- ble. Con esta orientación, San Anselmo dará ya en el si-
go, desde el mundo de las ideas. El redescubrimiento de glo XI su perfil definido a la escolástica medieval, para
Aristóteles va acompañado por un racionalismo y un quien todo se fundamenta en la fe que es el único punto
panteísmo averroísta que constituye un grave peligro para de partida y el medio que debe utilizar el cristiano para
la Iglesia: muchas de sus obras son prohibidas y figuras avanzar hacia la inteligencia. Fué San Anselmo con su
como San Alberto Magno y como Santo Tomás se dedi- «Intra in cubiculum mentis tuae» quien dió continuidad
carán a cristianizarlo. Los denodados esfuerzos de la a la línea de pensamiento marcada por San Agustín, se-
Iglesia por mantener la unidad del pensamiento acaba- gún la cual para conocer la verdad era preciso entrar en

gamo. En filosofía se admite (CJ FERRATER MORA,J. (1983): Diccio-


4 Cf. la síntesis de ORLANDIS, J. (1974). La iglesia antigua y medie- nario de Filosofia. Madrid. Voz realismo y voz nominalisrno) que en-
val. Madrid. tre el realismo absoluto y el nominalismo absoluto existe toda una ga-
WEISBACH. W. (1949). Reforma religiosa y arte tnedieval. Madrid. ma de términos de transición que puede resumirse en tres acepciones
pp. 206. que son las que aquí utilizamos: realismo exagerado (equivalente a rea-
6 SCHLOSSER. J. von (1981). El arte en la Edad Media. Barcelona. lismo), realismo moderado (equivalente a conceptualismo) y nomina-
uno mismo, interiorizarse: la verdad no está en las co- pitagórico de su filosofía es por tanto evidente: la belle-
sas sino en Dios, y a Dios se le encuentra en uno mismo. za es esencialmente armonía de partes, como ha señala-
La trascendencia de estas ideas en el arte medieval d o Bruyne lo. El conflicto entre el mundo sensible y lo
es manifiesta y posibilitan su interpretación analógica, sobrenatural, que aparece latente en San Buenaventura
de forma que toda imagen induce a pensamientos más resolviéndolo por subordinación, lo encontraremos tam-
elevados. EI artista, o el espectador, no deben interesar- bién en las representaciones de los tímpanos donde, por
se en la forma aparente o sensible, sino en la belleza in- ejemplo, una delicada figura femenina como la Virgen,
terior, despreciando todo lo concerniente a la belleza ex- ejerciendo una función tan humana como la intercesión,
terna en su sentido formal. De ello se deduce un arte esen- está sin embargo estrictamente sujeta a una geometri-
cialmente racional que, lejos de todo acercamiento al co- zación del espacio " .
nocimiento sensorial del mundo, se caracteriza por un La corriente aristotélica-tomista, por su parte, ad-
elevado grado de abstracción, como ocurre con la ico- mite que las entidades abstractas existen realmente -lo
nografía románica por ejemplo. que la aparta del realismo extremado- pero sólo en tanto
El siglo XIII conoce ya una evolución hacia lo que que formas de las cosas particulares -lo que la aleja del
se ha deiominado ((realismo moderado)) que acabará nominalismo. Para nosotros lo esencial es, sin embar-
triunfando con la figura de Santo Tomás. Las críticas a go, que esta corriente de pensamiento admite que el hom-
ciertos realismos extremados no provienen sólo de la co- bre puede trabajar sobre los datos revelados con su ra-
rriente filosófica opuesta, el nominalismo, sino que se zón para interpretarlos y llegar así a alcanzar un saber
dan entre los mismos realistas, como Pedro Abelardo teológico: puede existir una teología racional aunque esté
quien subraya que los misterios sólo pueden compren- fundada en los datos sobre la revelación. El tomismo es-
derse mediante analogías y semejanzas. tará también presidido por la idea de que Dios es demos-
El hecho más trascendente en la evolución del pen- trable por sus efectos visibles y finitos y mantendrá que
samiento medieval es, como ya hemos señalado, el re- todos los fines deben enderezarse hacia Dios, verdadera
descubrimiento de Aristóteles, cuya obra empieza a ser cristianización de la explicación teológica aristotélica.
recibida con asiduidad desde mediados del siglo XII y El triunfo de las ideas de San Buenaventura y San-
ante la cual la Iglesia manifiesta su cautela. En su asi- to Tomás no puede desvincularse, sin embargo, del he-
milación por parte de la teología cristiana desempeñará cho de que sus figuras no son sino representantes-
un papel de gran importancia la figura de Santo Tomás, máximos- de franciscanos y dominicos, las nuevas ór-
hasta el extremo de conformar la denominada corriente denes mendicantes surgidas en el siglo XIII y que arrai-
«aristotélico-tomista)),aunque para muchos filósofos tal garon profundamente en el sentir popular. Ambas ór-
acepción carece de sentido. denes desplegaron una gran actividad teológica y filo-
Figura de trascendental relevancia en el pensamiento sófica, preocupados los franciscanos por cuestiones de
cristiano es también en estos momentos San Buenaven- índole esencialmente moral y los dominicos más por
tura que, aunque da acogida en muchas de sus obras a cuestiones doctrinales, arraigando unos y otros con fuer-
la influencia de Aristóteles, lo hace sólo marginalmente za en las universidades. Su popularidad social, y con ello
y mantiene cierta fidelidad a la tradición agustiniano- su trascendencia artística, la debieron sobre todo a su
platónica. San Buenaventura formulará algunas de las acercamiento a los fieles, presididos por la idea de la po-
ideas que más explícitamente encontraremos en la ico- breza cristiana. Sus frailes, lejos de fundar aislados mo-
nografía gótica. Para él, el fin de todos los acontecimien- nasterios, fundaron conventos en las ciudades, donde se
tos humanos es Dios y a El se le llega a conocer por me- concentraba lo esencial de las finanzas y de la corrup-
dio de la naturaleza, por sus vestigios, es decir, todo lo ción que ellos se proponían combatir; de aquí su autori-
concerniente al mundo sensible serían indicios de la exis- dad moral en el contexto de la Iglesia, a la que ayudaron
tencia de la realidad de Dios. también a combatir herejías. A ellos se debe la difusión
San Buenaventura no abandona, sin embargo, el in- de ciertas cuestiones teológicas cuya trascendencia en-
teriorismo agustiniano al mantener que a Dios también contraremos en el arte.
se le puede conocer en su propia imagen que es la de nues- Pero ni esta renovación de la autoridad moral, ni el
tra alma. Representa, por tanto, un estado intermedio conflicto que parecía haber resuelto Santo Tomás logra-
entre el realismo y el nominalismo al admitir la impor- rán detener las inquietudes que desembocan en el cien-
tancia del mundo sensible en tanto que reflejo de Dios. tifismo renacentista. Desde el siglo XIII y sobre todo en
De aquí su insistencia en la belleza, no tanto como as- el XIV, el nominalismo vuelve a conocer un nuevo im-
pecto formal, como valor expresivo, cuanto como signo pulso con figuras tan relevantes como los franciscanos
natural: «Todo es bello, porque todo es deleitable: pero Escoto y Ockam. Esta corriente, según la cual sólo tie-
no hay belleza ni placer sin proporción, ni proporción nen existencia real los individuos o las entidades parti-
sin número; el número está en todo» ((Todo es bello culares hará volver definitivamente al hombre los ojos
porque es ordenado: Dios, que es bueno, no puede ha- al mundo y hacer una ciencia de la naturaleza. El cre-
cer nada que no se ordene a sí mismo)) 9. El entronque ciente interés por lo individual y lo sensible desemboca

lismo. 10 BRUYNE, E. (1958). Estudios de estética medieval. 3 vols. Madrid.


Itin. 11, 10 (v. 302).
8 SANBUENAVENTURA: Credos.
9 SANBUENAVENTURA:
1 Sent., 43, Art. Un., 3, concl. (1, 772). 11 La representación del Juicio Final de la Puerta de la Coronería
así en un interés por lo concreto y la naturaleza; el em- bilidades pero guiados por un fin único y último: la sal-
pirismo acabará por imponerse, exigiendo observación vación.
y experimentación, frente al dogmatismo en regresión. La catedral se concibe como un todo ordenado, ca-
Como señala Gordon Leff, el pensamiento de finales de si como reflejo del carácter enciclopédicodel pensamien-
la Edad Media está presidido por una creciente separa- to bajomedieval 13. Su concepción responde a un estric-
ción entre los hechos demostrables y los actos de fe: la to programa en el que se insertan todas las artes; todo,
crisis del pensamiento ha acabado por asestar un duro por pequeño que sea, puede tener algún significado. Pe-
golpe a la unidad medieval fundamentada en la Iglesia. dro Abelardo sugirió que las proporciones del templo
En síntesis, puede plantearse que la evolución del eran las de las consonanciasmusicales, y que era esta per-
pensamiento medieval se ha traducido en el arte, y par- fección «sinfónica» la que hacía de él una imagen del cie-
ticularmente en la iconografía, en un mayor énfasis da- lo. Antes había señalado ya San Agustín que la música
d o a la razón para por medio de ella alcanzar la fe, o lo y la arquitectura eran hermanas, como hijas del núme-
que viene a ser lo mismo, que ha existido un acercamiento ro, y que ambas poseían la misma dignidad: la Arqui-
al mundo sensible como medio de llegar con más facili- tectura era el reflejo de la armonía eterna y la Música
dad a Dios 12. de su eco 14.
La supremacía concedida a la razón como medio Desde el punto de vista arquitectónico, el edificio
para alcanzar la fe se plasma en la utilidad específica que mismo es un símbolo que representa, en esencia, el Cos-
la Iglesia hace de la iconografía como medio para adoc- mos y con él, la Creación. Se han propuesto, sin embar-
trinar al pueblo. En el arte Gótico se concibe perfecta- go, interpretaciones más precisas de su significado, no
mente la utilidad de la imagen -representante del mun- siendo en realidad ninguna de ellas excluyente; se ha visto
do sensible- como medio para lograr o al menos afir- así en el templo, una metáfora de la Virgen, como en San
mar la fe, pero se trata de la imagen como signo y del Buenaventura IS; también se ha asociado el templo con
signo en tanto que indicio con un significado simbólico la imagen de Cristo, del que la Creación no sería sino un
o incluso como indicio natural, nunca como un simple símbolo emblemático. Y hay que ver también en la cate-
icono que pretende sustituir a lo que representa, idea que dral el monumento a la exaltación terrena de divinidad
prevalece en el arte profano. De acuerdo con esta idea de Dios, tal vez como un reflejo de lo que fueran en el
la Iglesia admite que el pueblo pueda razonar lo que ve, arte imperial los monumentos triunfales erigidos en me-
es decir, que un estímulo perceptible puede evocar un es- moria y exaltación de los emperadores, cuyas hazañas
tímulo revelado. No existe en este sentido ningún impe- quedan registradas en ellos, a menudo, en forma de se-
dimento para que los signos del mundo real que se están cuencias narrativas, como encontraremos también en las
utilizando proporcionen al individuo una reacción em- escenas relativas a la vida de Cristo en las portadas de
pírica: si imito el modelo de conducta del santo cuya ima- nuestras catedrales.
gen contemplo lograré la salvación eterna. La experien- Asímismo ~ u e d e ndescubrirse sentidos simbólicos
cia como fuente de conocimiento representa así un mo- en los elementos arquitectónicos que constituyen la Ca-
delo de comportamiento que llega a producir en el indi- tedral e incluso su misma concepción responde a este sim-
viduo las reacciones que se propone la Iglesia al fijar su bolismo. La planta se asocia a la cruz, la girola a la co-
programación iconográfica. rona de espinas; la orientación, a levante, se relaciona
Aceptando por tanto que la Iglesia se sirve del arte con el amanecer y por tanto con la luz, idea que nos lle-
en todas sus acepciones con fines tanto espirituales co- va hasta el mismo Dios. La luz es el elemento esencial
mo materiales, cobra sentido la idea de que cualquiera en la arquitectura gótica, ya que como se intenta demos-
, de sus manifestaciones puede tener un cierto simbolis- trar, la luz es la fuente de toda belleza pues constituye
mo religioso. Entre ellas, la Catedral, elemento esencial la esencia misma de las cosas, identificándose con Dios.
del gótico, es probablemente la de mayor complejidad. La puerta del templo, por su parte, como ya hemos
En la ciudad, la catedral es la síntesis social del me- destacado en otra ocasión de acuerdo con las ideas de
dioevo gótico. Manifiesta el grado de dominio de las con- Hani y Burckhardt 16, puede concebirse como un verda-
diciones técnicas y refleja el mundo de las ideas; responde dero símbolo cósmico, auténtica síntesis del templo, al
a un móvil religioso al que se suman la voluntad popu- que da acceso: «Yo soy la puerta, el que por mí entrare
lar y la riqueza nobiliaria para llegar a buen fin: todos se salvará))reveló Cristo 17. Y de este modo, este umbral
contribuyen a su construcción en la medida de sus posi- que separa lo profano de lo divino, recoge lo fundamental

de la Catedral de Burgos, es un ejemplo evidente en este sentido. mances y la creación de las universidades.
12 De acuerdo con San Francisco, puesto que Dios ha creado el 14 SIMSON, 0. von (1980). La catedralgótica. Madrid. Alianza. p.
mundo, las cosas del mundo deben participar en algo de su esencia 59.
y esto es lo que precisamente debemos descubrir. De ello se deduce que 15 SANBUENAVENTURA. De Purificatione Beata K Mariae, Sermo
es misión del artista hacernos visible lo invisible y así facilitarnos esta I K Citado por SIMSON, O. von. La catedral Gótica. Madrid, p. 19.
tarea. 16 HANI, J. (1962) Le symbolisme du temple chrétien. París. pp. 86
13 El carácter enciclopédico del siglo XIII pone de manifiesto el y SS. y BURCKHARDT, T. (1953) ~ J e s u i sla Porte*, Etudes traditionne-
ideal de alcanzar una cultura universal, el interés por todo, todo se acep- Iles, junio-julio-agosto.Ya hemos aludido al valor simbólico de la puerta
ta, recurriéndose para ello a las fuentes más diversas. Claro exponen- y dentro de ella el carácter dogmático de las escenas que forman parte
te de ello en este sentido va a ser el Speculum Majus de V . de BEAU- de la decoración de un tímpano en: «Contribución metodológica al
VAIS. También son claro testimonio las Escuelas de traductores de To- análisis iconográfico del arte sagrado», Boletín de la Real Academia
ledo y el esfuerzo, hasta ahora desconocido, por secularizar la cultu- de Bellas Artes de San Fernando. Academia, n." 61, 1985. pp. 213 y SS.
ra, a lo que contribuyen poderosamente la difusión de las lenguas ro- 17 San Juan, 7-9.
de la doctrina y sus insignias, las gestas de sus héroes, familiares y seres queridos y avisa a sus «amigos», que
expresándolas en el espacio más relevante, el tímpano, son los de su Hijo -los apóstoles- para que la acom-
y completándolas en los espacios accesorios, jambas y pañen en el momento de su tránsito porque tiene miedo
arquivoltas. de estar sola. Incluso después de muerta, Cristo evita sus
En el terreno estrictamente iconográfico, por su par- temores hu-manos recogiendo personalmente su alma. El
te, el acercamiento al mundo real es el responsable del auge que conoce el tema de la Virgen en el arte gótico
énfasis que se pone cada vez más en la narratividad de es otra de las manifestaciones de esa aproximación al
los hechos a lo largo de estos siglos. La iconografía deja mundo real y no es más que el reflejo de la nueva ima-
de interesarse exclusivamente por los hechos más tras- gen que el ((amor cortés)) da de la mujer.
cendentes de la vida de Cristo y se interesa en todas sus Temas casi profanos por su alejamiento de todo
facetas, para lo que no duda en acudir a fuentes no es- dogmatismo conocen también ahora un desarrollo que
trictamente evangélicas sino que se ayuda de relatos apó- no tuvieron antes: el anuncio y la adoración de los pas-
crifos que describen con mayor riqueza de detalles el am- tores, la visita que rinde María a su prima Isabel, la ma-
biente en que se desarrolló su vida. También se acude a tanza de los inocentes, la huída de la Sagrada Familia
interpretaciones místicas que humanizan la figura de a Egipto, el camino del Calvario con la Verónica. Todo
Cristo con objeto de acercarlo más al pueblo. Otro tan- tiende a acentuar el sentido histórico de las narraciones
to ocurre con la vida de la Virgen o la de los santos. pero también están inmersos en un contexto que obliga
El hecho más importante que interesa en la evolu- a reconocer en ellos un simbolismo implícito. En esta
ción iconográfica, porque concierne a la esencia misma misma línea las composiciones se enriquecen con per-
del cristianismo, es el nuevo énfasis que se da a la huma- sonajes secundarios que complementan a los protago-
nidad de Cristo la. Su carácter divino se mantiene en el nistas: los ladrones en la Crucifixión, los soldados, in-
fondo de todas las composiciones, aludido a menudo por cluso animales, como los caballos de los Reyes que,
atributos -nimbo crucífero- o sentidos de contexto - acompañados por pajes, aguardan mientras aquéllos
milagros. Pero lo que se muestra al espectador es sobre adoran al Niño.
todo la figura humana de Cristo como medio racional El acercamiento al mundo sensible se traduce final-
para alcanzar su naturaleza divina. Los ciclos de la In- mente en una marcada tendencia al realismo iconográ-
fancia y de la Pasión cobran ahora inusitado valor co- fico. Aparecen los paisajes para ambientar la historia,
mo expresiones del acontecer terrenal de un hombre ex- o los muebles si se trata de narraciones que se desarro-
cepcional: lo veremos nacer y crecer en un contexto y llan en un interior, muebles que pueden ser fieles repro-
unas actitudes típicamente terrenales, con recelo ante el ducciones de los de la época. El realismo atañe también
sacerdote del templo, reprendido por el maestro en la es- a actitudes y caracterizacones de personajes: la alegría,
cuela, jugando con su Madre ajeno a la trascendencia la tristeza, el asombro, el dolor, la juventud o la vejez,
de los Reyes que le adoran. Lo veremos también sufrir todo contribuye a definir el significado del mensaje re-
la Pasión y morir como humano, con las manos y el cuer- huyendo cualquier hieratismo que no se deba a forma-
po crispados por el dolor, abatido por el cansancio bajo lismos arcaizantes. De las representacionespuede incluso
el peso de la cruz. Incluso en la Resurrección veremos deducirse en muchas ocasiones un preciso estudio de la
ciertas ((debilidadeshumanas» que no relatan los Evan- moda de la época: ropajes, joyas e indumentaria en ge-
gelios, como la aparición a su Madre. La Segunda Pa- neral definen el poder social de las imágenes represen-
rusía se realizará asímismo teniendo en cuenta su pasa- tadas; cuidadosos y bien trabajados pliegues denotan un
da naturaleza humana, evocada por los ángeles porta- perfecto conocimiento de la anatomía que se descubre
dores de los instrumentos de la Pasión y por la interce- por debajo de ellos.
sión de su Madre; nada más lejano a las imágenes dis- Sin embargo la belleza 19, en tanto que concepto
tantes y sobrenaturales del Apocalipsis románico. formal, no logra apartarse del idealismo agustiniano 20.
La nueva religiosidad que parece deducirse de esta Si las cosas creadas son un reflejo del Creador, deben ser
iconografía pone de manifiesto un acercamiento a la vi- bellas, por lo que solamente aquello que se considera ver-
da evangélica que se aleja del enclaustramiento en la for- daderamente apartado de Dios logra ser feo: los demo-
taleza espiritual agustiniana. Esta aproximación al mun- nios, las bocas del infierno, el mismo Satán. Todo lo de-
d o real y sus necesidades no reproduce sino el ideal de más tiende a ser bello, más cuanto más próximo a Dios,
las órdenes mendicantes que han hecho de la humani- como ocurre con la Virgen o los ángeles. Estos Últimos
dad de Dios el tema favorito de sus meditaciones junto cambian también su función en el gótico y de ser meros
al tema de las perfecciones de la mujer. instrumentos de la acción divina se humanizan acercán-
De aquí que, como Cristo y aún con más razón, las dose al hombre para protegerle o tomar el alma entre sus
representaciones de la Virgen, gocen del mismo natura- manos cuando no están ocupados en algún acontecer ce-
lismo. Aunque aparezca coronada como Reina del Cie- lestial que reproduce fielmente las músicas y los cantos
lo, por debajo de esta imagen aparece una mujer que, terrenos.
conocida la proximidad de su muerte, se despide de sus La fusión aristotélico-tomista supone, finalmente,

18 Cristo es el eje del mundo en torno a quien gira todo: «es el cen- 19 Cf. HUGODE SANVICTOR. Didascalion. Libro VII. Primer tra-
tro de todo conocimiento, tanto natural como sobrenatural». Cf. In- tado dedicado a la belleza.
troducción a SANBUENAVENTURA, Obras Completas. Vol. IZ. Jesucris- 20 Según San Agustín, el mundo es bello porque es reflejo del Ver-
to. Madrid. B.A.C. pp. 8. bo; cada cosa es bella porque es un reflejo de Dios.
un nuevo impulso de ciertos sistemas lógicos para los que nográficos nada desdeñables, considerando que la escul-
Dios es la explicación teológica: de la contemplación de tura monumental carece de los recursos plásticos de la
la naturaleza a la luz de la razón se deduce un principio pintura. Incluso los temás más conceptuales se enrique-
organizador que conduce a Dios. De aquí se infieren cier- cen con detalles ambientales, como las referencias al pai-
tos aspectos geométricos que conciernen al tímpano, su saje, o que encuadran de forma más humana su dogma-
propia estructura y la de las composiciones. tismo, como el anuncio, adoración y júbilo de los pas-
La im~ortanciaconcedida al orden asociada a la cla- tores (Puerta de la Natividad de la Catedral de Sevilla),
ridad expositiva que postula Santo Tomás se traduce en la presencia de la partera que llega tarde pero atiende a
la ordenación de los relatos en secuencias narrativas, a la Virgen (Puerta de San Juan de la Catedral de León),
modo de «historietas» que hacen del tímpano un verda- el recelo de Herodes ante la presencia de los Magos (Puer-
dero libro abierto. Los hechos se suceden con una lógi- ta del Reloj de la Catedral de Toledo) o la lectura inte-
ca evidente ante el espectador, de forma que incluso los rrumpida de la Virgen cuando se le acerca el ángel anun-
milagros llegan a parecer hechos naturales tal y como se ciador (San Martín de Oyón).
relatan, como si fueran la conclusión necesaria de la his- Estos temas sobre la infancia de Cristo se encuadran
toria. Los relatos de la vida pública de Jesús plasmados a menudo en programas iconográficos complejos, fre-
en la Puerta del Reloj de la Catedral de Toledo, por ejem- cuentemente compartiendo el espacio con otras escenas
plo, son tan explícitos que pueden interpretarse prácti- de la vida de Cristo (Santa María la Real de Olite) o de
camente sin conocimientos previos: reproducen fielmente la Virgen (Catedral de Vitoria). Desde el punto de vista
el relato evangélico. conceptual, el objeto de tales representacionesparece evi-
La estructura de los tímpanos no se mantiene sin dente: la Encarnación es la base de la Redención y, con
embargo uniforme a lo largo de la Baja Edad Media, ni ello, de la Salvación, destacando el carácter universal de
existe tampoco homogeneidad según las áreas geográ- ésta así como la doble naturaleza de Cristo y el valor de
ficas. En el área castellana las composiciones tienden en la Virgen como Mater Dei. Esta interpretación es parti-
principio a dividirse en escenas que se ordenan sucesi- cularmente evidente cuando los temas de la Infancia se
vamente en registros; éstos tienden también al principio asocian a temas de la Pasión o de la Glorificación en los
a ser cada vez más numerosos -entre dos y cinco- aun- lucillos sepulcrales (sepulcro de Fernando Alonso en la
que naturalmente condicionados por el espacio dispo- Catedral Vieja de Salamanca).
nible. En una segunda fase, sin embargo, la división en En el tratamiento del tema del ~ i de n los Tiempos
registros tenderá a desaparecer y prevalece entonces el se puede apreciar claramente cómo la imagen apocalíp-
espacio único con un único tema. A finales del siglo XV tica de San Juan deja paso a la imagen más humana de
y principios del XVI asistimos ya al desarrollo de la fa- San Mateo por medio del Juicio Final que alude a la Se-
chada como conjunto unitario donde al principio pue- gunda Parusía con referencias a la Primera, sintetizan-
de aún individualizarseel tímpano como centro de atrac- do la doble naturaleza de Cristo. Especial humanismo
ción iconográfica; más tarde, sin embargo, la escultura cobran en estas representaciones las figuras intercesoras
tiende a invadir toda la fachada como ocurre en la Igle- de la Virgen y San Juan. Esta Deesis se complementa con
sia de Santa María de Aranda de Duero, por ejemplo. escenas muy expresivas sobre los castigos que sufrirán
En el área oriental de la Península prevalece, en cambio, los condenados y los cánticos celestiales que acompa-
desde el principio el concepto de espacio único en el tím- ñarán a los justos (Catedral de León), obvio mensaje que
pano, ocupado por una escena y más frecuentementepor induce a cualquier espectador al arrepentimiento.
una sola imagen; son excepciones los casos en que se Los temas referentes a la Virgen cobran importan-
desarrollan varias escenas separadas o no en un mismo cia creciente conforme avanzamos en el tiempo, pero
tímpano. tampoco se puede hablar de homogeneidad porque en
Tampoco se puede hablar de uniformidad en cuan- este caso las provincias de Alava y Navarra son domi-
to a la importancia relativa de los temas y su situación. nantes, seguidas por las de la España oriental, donde en
La Infancia de Cristo, el Fin de los Tiempos y la Virgen cambio se prefieren las imágenes aisladas a las sucesio-
son los temas preferidos para las portadas 2 1 . nes narrativas. El carácter polisémico de la Virgen está
En el Ciclo de la Infancia, a los temas más trascen- en la base de la difusión de sus representaciones; éstas
dentes de la Anunciación, Natividad y Epifanía, se su- recogen temas no sólo relacionados con la vida de Cris-
man ahora otros pasajes esencialmente humanos y na- to (Infancia, Pasión, Piedad ...) sino también temas don-
rrativo~,como las circunstancias en que se desarrolla el de ella es protagonista por excelencia (Tránsito, Asun-
viaje de los Reyes Magos (Aranda de Duero), la Matan- ción, Coronación) 22. Aun cuando en la mayor parte de
za de los Inocentes o la Huída a Egipto, esfuerzos ico- las representaciones la Virgen puede cobrar más de un

21 De un total de 197 tímpanos góticos españoles analizados, de los Cristo Juez) van a ser los preferidos para la decoración de los sepulcros.
cuales 113 pertenecen a portadas y 84 corresponden a monumentos 22 La escultura monumental de la Catedral de Pamplona es un
funerarios, se deduce la importancia concedida a los temas del ciclo ejemplo de la importancia concedida a los temas de la Virgen. En la
de la Infancia, del Juicio Final y los relativos a pasajes sobre la Muer- Puerta Preciosa se desarrollan con gran riqueza de detalle los temas
te y Coronación de la Virgen formando parte de la decoración de un del Anuncio de la muerte, la despedida, el entierro y la Coronación.
tímpano de puerta, es decir en el exterior del templo, por el carácter En la Puerta del Amparo se representa la Dormición. En la Puerta de
emblemático v a la vez docente aue estas escenas tienen. Sin embargo. - . San José, de nuevo la Coronación. En esta misma Catedral encontra-
los temas referidos a la Pasión de Cristo, junto con los temas que pue- mos la única representación del tema apócrifo de la Aparición de Cristo
dan tener una significación en relación con la Redención (Epifanía, a su Madre despuei de la Resurrección (Puerta del Arcedianato).
sentido, éstos acaban expresando cuatro principales, in- Pedro. El discípulo preferido de Jesús ocupa así lugares
terrelacionados entre sí (María «Theotokos», María privilegiados en representaciones como la Santa Cena,
«Reina del Cielo)), María ((Corredentora))y María «In- la Crucifixión o el Juicio Final, mientras que San Pedro
tercesora))), que encubren otros secundarios (Nueva Eva, sólo suele aparecer en el contexto del apostolado.
Nueva Ley). En definitiva, los cambios sociales ante los que res-
Los temas de la Pasión son elemento muy secunda- ponde el arte con las formas góticas, favorecen un pro-
rio en las portadas y dominantes en cambio en los mo- greso hacia el naturalismo que, si no elude, al menos trata
numentos funerarios, donde se prefieren lógicamente los de humanizar los principios excesivamente conceptua-
temas referentes a la acción salvadora de Cristo: la Cru- les de la sociedad precedente.
cifixión, la Epifanía y Cristo Juez entre otros. Los temas Hasta el momento, el arte sagrado se ha caracteri-
de la Pasión, por otro lado, son esencialmente castella- zado por presentar al fiel una iconografía esencialmen-
nos, como también ocurre con el tema de la Piedad - te rica en elementos simbólicos, girando en torno a los
derivado directamente de ésta-, cuya difusión es un he- aspectos más trascendentes de la doctrina cristiana. Con
cho tardío que cobra creciente importancia a fines de la el gótico estas escenas persisten y conservan su signifi-
Edad Media, pasando desde los monumentos funerarios cado conceptual, pero se humanizan tanto en el sentido
a las fachadas de los templos ya en la transición al Re- doctrinal como en el meramente expositivo. Junto a és-
nacimiento. tas, otras escenas que hasta ahora han tenido, si no tras-
Las vidas de santos o sus imágenes aisladas son en cendencia iecundaria, si complementaria en los progra-
cambio manifestaciones esencialmente locales, relacio- mas iconográficos de los templos, trascienden en el gó-
nadas con sus advocaciones 2 3 . NO puede hablarse en tico al exterior de las iglesias, incorporándose en su de-
realidad de un santo especialmente dominante como pro- coración monumental.
tagonista de la iconografía gótica española en cuanto a
escultura monumental se refiere. Las representaciones de
santos son en cambio abundantes como complementos
23 Ejemplos claros son los tímpanos dedicados a San Saturnino
iconográficos en escenas de la vida de Cristo y de la Vir- (Artajona, Navarra), San Esteban, San Nicolás y San Lesmes en Bur-
gen; en estos casos la importancia relativa viene deter- g o ~San
, Gil (Vitoria, catedral, puerta izquierda del pórtico occiden-
minada por la que señalan los mismos textos sagrados, tal), San Pedro (Vitoria), San Miguel (Vitoria), así como el gran nú-
si bien con algún detalle de interés como, por ejemplo, mero de representaciones de figuras de Santos con una función esen-
cialmente de intercesión que encontramos en la decoración de monu-
el humanismo que encierra la figura de San Juan, que mentos funerarios. Cabe destacar, por otro lado, la ausencia de repre-
incluso quita relevancia a la figura más doctrinal de San sentaciones de santas como protagonistas de secuencias narrativas.

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