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20 Investigación Revista Síndrome de Down 23: 20-26, 2006

Un nuevo instrumento para evaluar el desarro-


llo comunicativo y lingüístico de niños
con síndrome de Down
Miguel Galeote, Pilar Soto, Antonio Serrano, Laura Pulido, Rocío Rey, Paola Martínez-Roa

RESUMEN
Los Inventarios de Desarrollo Comunicativo MacArthur-Bates (CDI) han demostrado ser
un instrumento válido y fiable para evaluar el desarrollo comunicativo y lingüístico en
niños pequeños. Sin embargo, requieren ser adaptados para su uso en poblaciones de
niños con distintas discapacidades y problemas de desarrollo. Un caso particular lo consti-
tuyen los niños con síndrome de Down. Estos niños presentan un perfil de desarrollo del
lenguaje particular con una serie de disociaciones (mejor actuación en léxico que morfo-
sintaxis, mejor comprensión que producción, etc.) que es necesario tener en cuenta. El
objetivo del presente trabajo consiste en presentar la adaptación de dichos inventarios
para la evaluación y el estudio del desarrollo del lenguaje de los niños con síndrome de
Down. Se trata de la primera adaptación específica para evaluar a estos niños teniendo
en cuenta su perfil evolutivo de desarrollo comunicativo y lingüístico. En la actualidad, esta-
mos aplicando el inventario a una muestra amplia de niños con síndrome de Down. Ello
nos permitirá ofrecer datos normativos sobre el desarrollo lingüístico y comunicativo de
estos niños que pueden ser de utilidad para padres, educadores, clínicos e investigadores.

Introducción de estos instrumentos, destacan los Inventarios


de Desarrollo Comunicativo MacArthur-Bates
La evaluación del desarrollo del lenguaje tem- (MacArthur-Bates Communicative Development
prano presenta varios problemas metodológi- Inventories -CDI-) (Fenson y col., 1991, 1993).
cos importantes. En primer lugar, la mayoría de Estos inventarios están basados y confecciona-
los niños en los estadios tempranos del desa- dos a partir de los datos proporcionados por
Miguel Galeote, rrollo del lenguaje no hablan mucho. Por tanto, distintas investigaciones sobre el desarrollo
Antonio Serrano y las sesiones habituales de 30-60 minutos de infantil y recogen de forma bastante exhaustiva
Rocío Rey pertene- grabación pueden infravalorar su repertorio lin- posibles conductas relevantes para el desarro-
cen al Departamento güístico. Sesiones de mayor duración harían llo del lenguaje, así como elementos del voca-
de Psicología educati- posible una estimación más real de sus capaci- bulario y estructuras sintácticas sencillas. Se
va y de la educación dades, pero presentan diversos problemas trata de un inventario de papel y lápiz a com-
de la Universidad de logísticos para la familia y los evaluadores. Por pletar por el cuidador principal. La tarea de los
Málaga. Pilar Soto, padres es sencilla, consistiendo principalmente
otro lado, los niños pequeños suelen mostrarse
Laura Pulido y Paola
reacios a hablar con (o delante de) desconoci- en señalar si han observado en sus hijos la pro-
Martínez-Roa perte-
necen al Departa- dos, como son los experimentadores. Tampoco ducción / comprensión de una determinada
mento de Psicología se puede obviar la influencia de factores como palabra, la producción de un gesto concreto,
educativa y de la edu- son el cansancio o la fatiga que suelen experi- etc.; y rápida, ya que se puede completar en
cación de la Universi- mentar los niños muy pequeños en situaciones aproximadamente 30 minutos.
dad Autónoma de de examen. Ello justificaría que las investigacio- Los inventarios MacArthur-Bates constan de
Madrid. nes sobre el desarrollo del lenguaje infantil se dos versiones independientes. La primera, diri-
M. Galeote: hayan centrado en el estudio de pequeños gru- gida a los niños más pequeños (de 8 a 15
Facultad de Psicología pos de individuos, siendo escasos los estudios meses), se denomina 'palabras y gestos'. Mide,
Campus de Teatinos, a gran escala. principalmente, el uso de diversos gestos y
s/n Una alternativa importante a esta situación acciones (gestos deícticos y representaciona-
29071-Málaga la constituye los instrumentos de evaluación del les, acciones simbólicas, imitación de conduc-
Correo-e: lenguaje basados en la información suministra- tas adultas, etc.) y vocabulario (tanto productivo
mgaleote@uma.es da por los padres (informes paternos). Dentro como receptivo). La segunda, para niños un
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poco mayores (de 16 a 30 meses), se denomi- morfosintaxis) o procesos lingüísticos (mejor


na 'palabras y oraciones'. Mide también voca- actuación en la comprensión que en la produc-
bulario (sólo producción), así como algunos ción en general y mejor actuación en la com-
aspectos morfosintácticos. prensión léxica que en la sintáctica). Además,
Numerosos estudios han demostrado que este retraso se hace más evidente según avan-
los Inventarios MacArthur-Bates constituyen za el desarrollo de estos niños. Por otro lado,
una herramienta altamente válida y fiable, ade- los gestos comunicativos suelen ser más nume-
más de práctica, para evaluar el desarrollo tem- rosos y complejos que los que utilizan los niños
prano del lenguaje. Por esas razones, el uso del con desarrollo normal, de tal modo que suele
CDI se ha generalizado en los últimos años para considerarse que la comunicación gestual es
la evaluación del desarrollo comunicativo y lin- un punto fuerte en los niños con síndrome de
güístico tempranos, formado parte de las bate- Down. En este sentido, algunos autores han
rías de evaluación del lenguaje infantil, junto señalado que su vocabulario productivo llega a
con otros tests estandarizados y muestras equipararse al de los niños con desarrollo nor-
espontáneas de lenguaje. Su éxito en las inves- mal cuando se tienen en cuenta estos gestos
tigaciones de lengua inglesa ha provocado el (Berglund y col., 2001; Millar y col., 1991). Todo
que haya sido adaptado a otras de muy dife- lo anterior justifica la necesidad de adaptar el
rente tipología (italiano, chino, ruso, islandés, CDI al perfil evolutivo de los niños con síndrome
sueco, finés, etc.), lo que es de una importancia de Down. Curiosamente, a pesar de haberse
crucial para la investigación interlingüística (en utilizado en las investigaciones mencionadas,
la página web de la Fundación MacArthur - los inventarios tipo CDI no han sido validados
www.sci.sdu.edu/cdi- puede verse una relación para su empleo con los niños con síndrome de
de las lenguas a las que ha sido o está siendo Down, a excepción de Millar y col., (1995), si
adaptado, así como las publicaciones a las que bien únicamente para el apartado de vocabula-
ha dado lugar). rio.
Del mismo modo, también ha sido aplicado El objetivo de este trabajo es dar a conocer
a niños de muy diferentes condiciones (niños la adaptación del CDI realizada por nuestro
nacidos antes de término, niños con dificulta- grupo de investigación al perfil evolutivo de los
des específicas del lenguaje, etc.), incluyendo niños con síndrome de Down. Esta adaptación
distintos tipos de trastornos del desarrollo. No representa el primer paso en la recogida de
obstante, como señalan Caselli y col. (1998), datos normativos sobre el desarrollo comunica-
son muy escasos los estudios que han contras- tivo y lingüístico en una muestra amplia de
tado la fiabilidad y validez de este instrumento niños españoles con este síndrome. De este
para los padres de niños con trastornos de modo, este trabajo es parte de un proyecto de
desarrollo. Sin embargo, hay razones de peso investigación más amplio cuyos objetivos están
para dudar de su validez como un instrumento centrados en el estudio y análisis de la adquisi-
general aplicable a todos estos niños ya que ción del lenguaje en este grupo de niños.
cada condición presenta su propio perfil evolu- Nuestra adaptación se basa principalmente
tivo que no siempre es reflejado en el CDI. Es en la versión original del CDI (Fenson y col.
indudable que una de las causas reside en la 1993), así como en la primera adaptación al
esforzada y costosa tarea que supone adaptar español realizada en México (Jackson-Maldona-
cualquier tipo de prueba, pero ello no exime la do y col., 1993; Jackson-Maldonado y col.,
necesidad de hacerlo si queremos contar con 2003). Algunos elementos de estas versiones
instrumentos válidos. tuvieron que modificarse para adecuarse a
Un caso particular lo representan los niños nuestro contexto lingüístico, para lo que utiliza-
con síndrome de Down, cuyo desarrollo lingüís- mos los datos procedentes de una investiga-
tico y comunicativo ha sido evaluado reciente- ción sobre el desarrollo léxico de niños españo-
mente en varias investigaciones (Miller, 1999; les que también utilizaba el CDI como instru-
Vicari y col., 2000; Berglund y col., 2001; etc.). mento (Lamela y Soto, 2003). Junto a lo ante-
De este modo, aunque hay raras excepciones rior, también se ha considerado la versión del
(ver, por ejemplo, Rondal, 1995), estos niños CDI para el gallego (Pérez Pereira y Soto, 2003)
presentan un perfil evolutivo diferente al de los y la adaptación al español de España (López-
niños con un desarrollo normal, tanto cuantita- Ornat y col., 2003), en este último caso, princi-
tiva como cualitativamente: retraso general en palmente en lo que concierne a la adaptación
el desarrollo del lenguaje en relación con otras de algunos ítems de gramática.
áreas (cognitiva, social, etc.), disociaciones A pesar de los cambios introducidos, nues-
específicas entre diferentes componentes de tra adaptación se ajusta a la estructura y pro-
lenguaje (ej.: mejor actuación en léxico que en cedimientos del CDI original, conteniendo sus
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principales apartados y categorías. En este sen- categorías. Los padres deben marcar las pala-
tido, podemos decir que nuestra adaptación es bras que sus hijos comprenden, producen y / o
totalmente comparable al mismo. A continua- se refieren a ellas mediante gestos (a continua-
ción, presentamos la estructura general del ción volvemos sobre este asunto, dado que es
inventario, describiendo sus distintos aparta- una de las modificaciones introducidas).
dos e indicando, en su caso, las modificaciones
realizadas. Modificaciones realizadas

Estructura general Las modificaciones más importantes realizadas


en esta primera parte tienen que ver con la sec-
del Inventario ción de vocabulario. Más concretamente, el
vocabulario de las dos formas del inventario (8-
Uno de los rasgos generales de nuestro inven- 15 y 16-30 meses) se ha unido en un único
tario es que las dos formas que componen el inventario, evaluándose tanto la producción
CDI (8-15 y 16-30 meses) han sido unidas en como la comprensión hasta los 30 meses de
único inventario para todo ese periodo (de 8 a edad mental. La unión de los dos inventarios se
30 meses) (en el apartado de vocabulario se justifica si tenemos en cuenta que la edad cro-
indican las razones por las se han unido las dos nológica de estos niños suele doblar su edad
formas). En el caso de los niños con síndrome mental cuando se acercan a esa edad. De este
de Down no se tendrá en cuenta la edad crono- modo, para una misma edad mental, los niños
lógica, sino la edad de desarrollo evaluada con síndrome de Down cuentan con una mayor
mediante la Escala de Desarrollo Psicomotor de experiencia con el mundo, lo que significa una
la Primera Infancia Brunet-Lezine-Revisada u mayor exposición al vocabulario, así como
otros baby-tests comparables (Bayley, etc.). Por mayores probabilidades de aprendizaje. Real-
otro lado, el inventario consta de las 3 partes mente, esto fue lo que encontraron Chapman y
generales del CDI original: primeras palabras, col., (1991) en un grupo de adolescentes con
gestos y gramática. síndrome de Down. Aunque esta posibilidad no
ha sido estudiada de manera específica con
Parte 1: Primeras palabras niños más pequeños, no puede ser descartada.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en lo que res-
El apartado de primeras palabras se divide a su pecta al desarrollo de la comunicación gestual
vez en 4 subapartados: (1) primeros signos de (Franco y Wishart, 1995; Singer-Harris y col.,
comprensión, (2) comenzando a hablar: los ini- 1997). Con ello no estamos prediciendo que los
cios de la producción, (3) uso descontextualiza- niños pequeños con síndrome de Down supe-
do del lenguaje y (4) lista de vocabulario. El ren a los niños con un desarrollo normal en el
subapartado de primeros signos de compren- número de palabras que comprenden y / o pro-
sión incluye una serie de preguntas sobre pala- ducen, sino que éstas pueden ser diferentes.
bras y frases simples y muy familiares que los Por otro lado, nuestra decisión de evaluar la
niños suelen comprender en los comienzos del comprensión del vocabulario hasta los 30
aprendizaje del lenguaje y que suelen ser utili- meses de edad mental se basa en uno de los
zadas en contextos de interacción con los niños rasgos del perfil evolutivo de los niños con sín-
('a dormir, abre la boca, dame un beso, ¿te has drome de Down: la relativa preservación de sus
hecho pis?', etc.). Este subapartado comienza habilidades de comprensión frente a las de pro-
con tres preguntas básicas para determinar si ducción del vocabulario. De este modo, es pro-
el niño ha comenzado a responder al lenguaje bable que niños de edades elevadas muestren
(ej.: si atiende a su nombre). Comenzando a un nivel de vocabulario productivo bastante
hablar: los inicios de la producción evalúa el inferior al comprensivo siendo necesario eva-
modo en que los niños comienzan a producir luar este último.
sus primeras palabras (grado de imitación de Una modificación importante dentro de este
las frases y palabras que escuchan, denomina- apartado tiene que ver con la evaluación de los
ción de los objetos que están a su alrededor, gestos simbólicos o referenciales. De este
etc.). En el subapartado de uso descontextuali- modo, junto a las clásicas columnas que evalú-
zado del lenguaje se evalúa el grado en que los an la comprensión y producción ('comprende' y
niños emplean el lenguaje para referirse a obje- 'comprende y dice'), se ha añadido una tercera
tos, personas o eventos que no están presen- columna que evalúa la utilización de gestos
tes, sucesos que han ocurrido en el pasado, para referirse a los distintos ítems de vocabula-
etc. Por último, la lista de vocabulario consiste rio incluidos en el inventario ('comprende y
en una lista de palabras divididas en diversas gesto'). Se trata de evaluar gestos que, a dife-
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Visita de los jóvenes


a una exposición

rencia de los gestos comunicativos tempranos investigaciones han mostrado que estos gestos
que normalmente se tienen en cuenta (funda- constituyen un índice de las habilidades comu-
mentalmente deícticos y de indicación -ver nicativas de los niños (Bates y col., 1979; Case-
apartado de gestos), sustituyen ítems léxicos lli, 1990), habiéndose hallado, igualmente, una
particulares (por ejemplo, unir los dedos de la correlación entre algunos de estos comporta-
mano y llevarse a la mano a la boca para indi- mientos y la aparición de las primeras palabras
car que quieren comer, ponerse los dedos índi- (Bates y col., 1979; Volterra y Erting, 1990;
ces estirados al lado de las sienes al tiempo Acredolo y col., 1999). Este apartado es espe-
que dicen 'muuu' para referirse a una vaca, cialmente importante en el caso de niños que
etc.). La inclusión de esta columna se hacía estén presentando dificultades en el lenguaje
obligada dado que la comunicación gestual es expresivo, entre los que se incluyen los niños
una característica distintiva en los niños con con síndrome de Down. Además, como podrá
síndrome de Down. En particular, es necesario comprobarse, las categorías incluidas en este
comprobar si como señalan Berglund et al. apartado representan diferentes niveles de
(2001) o Miller et al. (1991) el vocabulario pro- juego simbólico que es necesario considerar
ductivo de estos niños llega a equipararse al de para tener una imagen más exacta del desarro-
los niños con desarrollo normal cuando se tie- llo de los niños con síndrome de Down en este
nen en cuenta estos gestos. dominio.
Por último, la lista de vocabulario compren- Este apartado consta de 79 gestos y accio-
de 651 palabras divididas en 21 categorías. nes divididos en 6 categorías: (1) primeros ges-
Estas categorías se distribuyen de la siguiente tos, (2) juegos con adultos y rutinas, (3) accio-
manera: palabras socio-pragmáticas, es decir, nes con objetos, (4) jugar a ser adulto, (5) imi-
palabras que suelen emplearse en rutinas de tación de otros tipos de actividades de los adul-
interacción e intercambios comunicativos tem- tos y (6) acciones con un objeto en lugar de
pranos (tres categorías); sustantivos (ocho otro. Se trata de evaluar las habilidades de los
categorías: animales, partes del cuerpo, jugue- niños para usar gestos comunicativos (gestos
tes, vehículos, alimentos y bebidas, ropa, obje- deícticos de dar, mostrar, etc., empleo del gesto
tos y lugares de la casa y, por último, objetos y de indicación -señalar con el dedo índice exten-
lugares fuera de la casa); predicados (dos cate- dido-, decir no con la cabeza, etc.), participar en
gorías: verbos y adjetivos); palabras funcionales rutinas cotidianas y situaciones de juego social
o gramaticales (siete categorías: determinan- (cu-cú, palmas-palmitas, etc.), realizar acciones
tes, pronombres, cuantificadores, preguntas, funcionalmente adecuadas con los objetos (pei-
preposiciones, auxiliares y perífrasis y nexos narse con un peine), imitar comportamientos
oracionales;) y, por último, una categoría para de crianza y cuidado de los adultos con sus
adverbios. muñecos o animalitos de peluche (dar de
comer a una muñeca o animalito de peluche,
Parte 2: Gestos etc.), imitar comportamientos que realizan los
adultos (barrer, limpiar el polvo, tratar de escri-
La parte de gestos evalúa el uso de diferentes bir con el ordenador, etc.) y, por último, el
gestos comunicativos y simbólicos por parte del empleo de objetos para simular acciones que
niño que no dependen de la expresión verbal. se realizan con otros, lo que constituye el nivel
Estos comportamientos generalmente prece- más exigente de juego simbólico (ejemplo,
den al lenguaje o son coetáneos de las prime- simular que un zapato es un teléfono o un palo
ras formas lingüísticas de expresión. Diversas una cuchara). Los gestos de las categorías (1) y
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(2) representan lo que se denomina gestos tem- tantes respecto a otros CDI. En este apartado,
pranos. Los gestos del resto de categorías no obstante, se han introducido una serie de
representan gestos más tardíos. modificaciones.

Modificaciones realizadas Modificaciones realizadas

En la confección de esta parte, nos hemos Como acabamos de indicar, la referencia para
basado en la versión del CDI-palabras y gestos el apartado de 'complejidad morfosintáctica' es
(8-15 meses) desarrollada por Jackson-Maldo- la versión española. Ello por varias razones. En
nado et al. (1993) para el español de México, primer lugar, se basa en datos sobre la adquisi-
así como en el CDI original americano. Pese a ción del español de España. En segundo lugar,
ello, se ha introducido una serie de cambios. los distintos ítems son presentados dentro de
Por un lado, por lo que concierne a la versión un contexto que podría favorecer el recuerdo de
mexicana, algunos ítems han sido adaptados a los padres de las producciones de sus hijos.
nuestra realidad cultural, principalmente en lo Dichos contextos, por otro lado, son muy repre-
que concierne al tipo de léxico empleado. Por sentativos de los intercambios comunicativos
otro lado, se han añadido algunos ítems que entre los niños y sus padres. Por ejemplo, el
considerábamos de interés en función de los ítem que evalúa la producción de oraciones
informes de los cuidadores de los niños con sín- subordinadas causales se enuncia del siguien-
drome de Down. Por último, se han incluido te modo: "su hijo/a está jugando a pegar a su
más ejemplos en las instrucciones para facilitar muñeco. Usted le pregunta: '¿por qué pegas al
la tarea de reconocimiento de los padres de muñeco?'. Su hijo / a le responde: (a) malo, (b)
este tipo de conductas dado que las señales de es malo y (c) porque es malo".
estos niños suelen ser más tenues en las pri- Existen, no obstante, algunas diferencias
meras etapas. importantes con esa versión. En efecto, en
otros CDI, a los padres se les ofrece dos alter-
Parte 3: Gramática nativas (una menos madura y otra más madu-
ra) para que comparen con ellas las produccio-
La parte de gramática evalúa el surgimiento de nes de sus hijos (por ejemplo, Jackson-Maldo-
la sintaxis, así como el empleo de diferentes for- nado y col., 1993; 2003, para ese mismo tipo
mas morfológicas tempranas. Esta parte cons- de estructura proponen los siguientes pares:
ta de los siguientes apartados: (1) terminacio- 'no toca quemas / no lo toques porque te que-
nes de palabras, (2) verbos difíciles, (3) pala- mas'). En la versión española, como se ha podi-
bras sorprendentes, (4) frases y (5) compleji- do apreciar, se ofrecen tres alternativas. Con
dad morfosintáctica. Los tres primeros aparta- este cambio, esta versión pretende ofrecer una
dos tratan de evaluar el conocimiento morfoló- imagen más precisa del nivel de desarrollo
gico inicial de los niños (empleo de las marcas morfo-sintáctico de los niños. Pese a ello, en
de género y número en los nombres, algunas nuestros estudios previos, esta gradación no
formas verbales, etc.), así como algunas de las siempre es bien reconocida por los padres. Por
sobre-regularizaciones que realizan ('rompido' otro lado, la comparación con los datos proce-
por 'roto', 'hacido' por 'hecho', etc.). En el apar- dentes de otros CDI de diferentes lenguas se
hace más difícil. En nuestra adaptación, por
tado de frases, se pregunta a los padres si sus
hijos han comenzado a combinar palabras. En tanto, y como en el resto de CDI, sólo se han
caso de que su respuesta sea positiva, se les tenido en cuenta dos alternativas de respuesta.
pide que escriban las tres frases más largas
que últimamente les hayan oído producir. A par- Otras modificaciones
tir de estas frases se obtiene la longitud media
de enunciado (LME) en palabras. En el último
subapartado se evalúa el grado de complejidad
Apartado de información
de las estructuras sintácticas empleadas por demográfica
los niños.
En el caso de las tres primeras categorías Se ha modificado y ampliado el apartado dedi-
hemos tomado como referencia la versión para cado a la información general sobre el niño y su
el gallego de Pérez Pereira y Soto (2003). Para familia. Se trata de contar con datos más preci-
el apartado de complejidad morfosintáctica, sos sobre la condición física y socio-familiar de
hemos partido de la versión para el español de estos niños que puedan influir en su desarrollo
España de López-Ornat y col. (2003), en la cual lingüístico y comunicativo (distintos tipos de
se han realizado una serie de cambios impor- alteraciones que puedan sufrir -visuales, auditi-
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vas, neurológicas, etc.-, servicios de Atención consideraron de gran interés el haber contem-
Temprana que reciben, etc.). plado en el inventario la evaluación de los ges-
tos simbólicos o referenciales que producen
Instrucciones estos niños. De hecho, esos mismos profesio-
nales nos aportaron numerosos ejemplos de
Un aspecto que se ha cuidado especialmente este tipo de gestos que normalmente realizan
es el de las instrucciones generales que acom- estos niños. Un conjunto de esos mismos ejem-
pañan al inventario, así como las que introdu- plos se incluyeron en las instrucciones y otros
cen los distintos apartados y subapartados. Ello nos sirvieron para ofrecer más ejemplos a los
se debe a varias razones. Por un lado, en algu- padres cuando veíamos la necesidad de dejar-
nos estudios se ha encontrado que la valora- les bien claro este aspecto. Los padres, por su
ción que hacen los padres del nivel lingüístico parte, apenas si incluyeron nuevos comporta-
de sus hijos puede estar mediatizada por su mientos, coincidiendo en gran medida con los
falta de conocimiento de lo que han de evaluar profesionales. Podemos decir, por tanto, que la
(Carrillo y col., 1997; Fenson y col., 2000). Por pertinencia cultural del contenido del Inventario
otro, también se ha comprobado que diferentes está asegurada.
niveles educativos y socio-económicos, así
como las diferencias étnicas podrían influir en Valor y utilidades del Inventario
las puntuaciones del CDI. Por último, como
señalan Miller y col. (1995), los padres de niños Nuestra adaptación, al igual que los CDI, cuen-
con problemas de desarrollo pueden tener esti- ta con numerosas ventajas, tanto para clínicos
los de información diferentes a los padres de como para investigadores (Fenson y col.,
niños con un desarrollo normal. Por ejemplo, 1993): (1) podemos acceder a todo el conoci-
varios estudios han confirmado que estos miento que los padres poseen sobre las habili-
padres estiman las capacidades cognitivas de dades lingüísticas y comunicativas de sus hijos,
sus hijos por encima de lo que se observa en la (2) es un método de administración rápido y
actuación real de estos niños en las pruebas económico y (3) los datos no se ven limitados
estandarizadas (Granel y col.,1981; Hunt y por los típicos factores que influyen sobre la
Paraskevopoulos, 1980). De este modo, no se actuación de los niños durante un examen más
puede asumir la validez de los instrumentos de formal (fatiga, falta de familiaridad con el exa-
evaluación basados en los informes paternos minador, etc.). Si esto es cierto para los niños
en el caso de los niños con problemas de desa- con desarrollo normal, lo es aún más para los
rrollo (Miller y col., 1995). Por lo que respecta a niños con síndrome de Down. La observación
los niños con síndrome de Down, su desarrollo directa es un método muy costoso y no tan fia-
lingüístico y comunicativo, como señalamos, ble en esta población, especialmente en los
presenta una serie de asincronías. Ello podría niños de menor edad. Su repertorio de conduc-
hacer más difícil a sus padres informar sobre el tas lingüísticas y comunicativas es muy reduci-
desarrollo del lenguaje de sus hijos. do, lo que obligaría a observar a los niños en
múltiples ocasiones. Los informes paternos
Pertinencia cultural y lingüística del representan una alternativa importante que
contenido del Inventario nos permiten obtener una idea más completa y
representativa de las habilidades lingüísticas y
Antes de realizar la versión definitiva se les comunicativas de los niños de lo que sería posi-
mostró el inventario para su análisis a una serie ble a través de breves muestras obtenidas en la
de profesionales que trabajan en centros de clínica o el laboratorio.
Atención Temprana y Asociaciones de niños con Por último, la adaptación realizada del CDI
síndrome de Down, así como a algunos padres. permitirá realizar un estudio a gran escala para
Con ello pretendíamos aumentar la pertinencia analizar las tendencias de desarrollo y la varia-
cultural del inventario al tener en cuenta posi- ción individual en niños con síndrome de Down
bles palabras, gestos, etc. frecuentes en esta españoles. Hay que subrayar la escasez de tra-
población de niños. Pese a ello, los profesiona- bajos de este tipo realizados con estos niños y
les apenas propusieron ningún tipo de modifi- ninguno en nuestro idioma. Como subrayan
cación y todos estaban de acuerdo en conside- Pueschel y Hopmann (1993), es necesario con-
rar que el inventario incluía conductas que nor- tar con "buenos estudios normativos sobre las
malmente se observan en esos niños. Igual- habilidades comunicativas y lingüísticas asocia-
mente manifestaron que las instrucciones eran das con el síndrome de Down, como una guía
los suficientemente claras para que pudieran útil tanto para padres como para profesionales"
ser comprendidas por los padres. Por último, (p. 354). Nuestra adaptación podría, además,
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facilitar el diseño de estrategias de intervención hemos presentado supone un primer paso en


y la evaluación de su eficacia. este sentido, constituyendo la primera adapta-
ción específica para evaluar a los niños con sín-
Conclusiones drome de Down teniendo en cuenta su perfil evo-
lutivo de desarrollo comunicativo y lingüístico.
Los Inventarios de Desarrollo Comunicación En la actualidad, estamos aplicando el
MacArthur (CDI) han demostrado ser un instru- inventario a una muestra amplia de niños con
mento válido y fiable para evaluar el desarrollo síndrome de Down. Ello nos permitirá ofrecer
comunicativo y lingüístico en niños pequeños. datos normativos sobre el desarrollo lingüístico
Sin embargo, requieren ser adaptadas para su y comunicativo de estos niños que pueden ser
uso en poblaciones de niños con distintos tras- de utilidad para padres, educadores, clínicos e
tornos y discapacidades. El inventario que investigadores.

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Agradecimientos
AGRADECIMIENTOS: El presente trabajo ha sido posible gracias a una ayuda a la investigación concedida por el Ministerio de Ciencia y Tec-
nología (Dirección General de Investigación) y cofinanciada con fondos FEDER (PROYECTO: BSO2003-01934).

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