Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
II. Vivir en acuerdo razonable con la naturaleza, tanto universal como humana.
III. La razón es la guía segura para la actuación moral. El guía interior elegirá la
conducta apropiada.
IV. En los animales, la conducta es instintiva; en el hombre la elección está
mediatizada por el entendimiento.
V. Lo apropiado a cada ser, es la senda que lo lleva a la felicidad.
VI. El primer impulso de todo ser vivo es el de autoconservación.
VII. Los bienes y los males residen en el ámbito moral. Lo apropiado al ser
humano es la virtud, que proporciona una felicidad autárquica.
VIII. Todo lo que no es bueno o malo es indiferente (aquello que por sí mismo no
es malo, sino que se hace bueno o malo a partir de su uso). Aunque se
admite que hay algunas cosas que son preferibles y otras que son
rechazables.
IX. El sabio elige su conducta en atención a los objetivos de la virtud (teoría del
comportamiento conveniente).
X. Ideal de sabiduría práctica: Apatheia o imperturbabilidad: cautela contra las
emociones que podrían atentar a su serenidad.
XI. El sabio pone en práctica sus recursos para obtener el resultado apetecido,
pero el éxito o fracaso de sus empeños no lo perturba. La resignación ante
lo que el curso de la vida nos depare se trueca así en una alegre confianza
en la providente divinidad, que ha dejado en nuestro dominio aquello de
que depende la felicidad.
Ejercicios:
1. Ejercicios Iniciales.
I. Distinguir entre lo que depende y lo que no depende de nosotros.
II. Vigilancia y presencia de ánimo
a) Crítica de las representaciones.
b) Examen de conciencia
III. Hypomnémata o notas diarias.
IV. Preameditatio malorum o anticipación de los males.
V. Preparación para el día y examen vespertino
VI. Autoafirmación. Reconocimiento de logros
2. Ejercicios lógicos.
I. Definiciones físicas de las cosas.
i. Descripción.
ii. División.
II. Atenerse a las primeras representaciones.
III. Dialogar con uno mismo.
i. Dar cuenta racional de nuestras acciones.
ii. Psicagogía.
~3~
iii. Dialéctica.1
3. Ejercicios físicos:
a) Mirada desde lo alto.
b) Consentimiento con el universo.
c) Circunscribir el presente.
d) Aprender a morir.2
4. Ejercicios éticos:
a) Benevolencia con los otros.
b) Disciplina de los deberes.
c) Claridad de los objetivos con cláusula de reserva.
Atención
[Ejemplo]
1 Proceso mental que toma en consideración dos o más proposiciones aparentemente contradictorias y se
basa en ellas para que puedan surgir nuevas proposiciones.
2 “[…]el principal asunto es que el alma quede liberada, despojada de las pasiones ligadas a los sentidos
corporales […] cabe representarse mejor este ejercicio espiritual si se entiende como esfuerzo para liberarse
del punto de vista parcial y pasional. Ejercitarse para la muerte supone, ejercitarse para la muerte de la
indivudualidad, de las pasiones, con tal de contemplar las cosas desde la perspectiva de la universalidad y
objetividad.” P. Hadot, Ejercicios espirituales y filosofía antigua. Ejercicios espirituales.
~4~
En cierto sentido, los juicios de valor que nos turban se refieren siempre al pasado o al
porvenir. Nos agitamos por las consecuencias que tendrá para nosotros en el futuro un
acontecimiento presente, pero también un acontecimiento pasado, o tememos un
acontecimiento futuro.
[…] Esta delimitación del presente tiene dos aspectos principales, Se trata, por una parte,
de hacer soportables las dificultades y las pruebas reduciéndolas a una sucesión de
instantes breves; y se trata, por otro lado, de intensificar la atención dirigida a la acción o
el consentimiento en los acontecimientos que vienen a nuestro encuentro.
Meditación y memorización
[…]Conviene que uno mismo se formule la regla vital de la manera más dinámica y
concreta, debiéndose poner “ante los ojos” unos acontecimientos vitales contemplados a
la luz de esta regla fundamental. En esto consiste el ejercicio de memorización (mneme) y
de meditación (melete) [que] facilita el estar preparado para el momento en que una
circunstancia imprevista, quizá dramática, se presente. Uno debe representarse
anticipadamente los problemas propios de la existencia: la pobreza, el sufrimiento, la
muerte; hay que mirarlos de frente recordando que no son males, puesto que no
dependen de nosotros; en la memoria habrán quedado fijadas aquellas máximas
contundentes que, llegado el caso, nos ayudarán a aceptar esos acontecimientos que
forman parte de la Naturaleza.
[Ejemplos]
Para éste ejercicio, el filósofo dirige desde arriba una mirada hacia la tierra y los hombres y
los juzga en su justo valor. Mirar las cosas desde arriba es verlas desde la perspectiva de
los muertos; considerarlas con desprendimiento, perspectiva, objetividad, situándolas en
~5~
“Fijar y describir siempre el objeto cuya imagen se presenta al espíritu, de suerte que se le
vea lúcidamente, tal como es por naturaleza, desnudo, uno bajo diversos aspectos; y
decirse a sí mismo su nombre y los nombres de los objetos que lo forman y en los cuales
se desintegrará. Porque nada es tan capaz de engrandecer el ánimo, como la posibilidad
de comprobar con método y veracidad cada uno de los objetos que se presentan en la
vida, y verlos siempre de tal modo que pueda entonces comprenderse en qué orden
encaja, qué utilidad le proporciona este objeto, qué valor tiene con respecto a su conjunto,
y cuál en relación al ciudadano de la ciudad más excelsa, de la que las demás ciudades son
como casas. [Debe analizarse] qué es, y de qué elementos está compuesto y cuánto tiempo
es natural que perdure este objeto que provoca ahora en mí esta imagen, y qué virtud
preciso respecto a él: por ejemplo, mansedumbre, coraje, sinceridad, fidelidad, sencillez,
autosuficiencia, etc.” (Marco Aurelio, Meditaciones III, 11)
[Ejemplo]
[Consiste en] lo que los estoicos y Epicteto llaman las kathékonta o acciones que, según
cierta probabilidad, por buenas razones, se consideran «apropiadas» a la naturaleza
humana, conformes al instinto profundo que empuja a la naturaleza humana razonable a
actuar para conservarse. El impulso activo y la acción se ejercerán, sobre todo, en el
ámbito de la sociedad, de la ciudad, de la familia y de las relaciones entre los hombres.
Anexo.
Distinguir entre lo que depende y lo que no depende de nosotros mismos.
La aplicación de esta regla debe realizarse en dos fases. En primer lugar, la reacción inicial
frente a una representación, una imagen interior que nos inquieta o nos aterroriza porque
es «luctuosa» o «turbulenta», ha de consistir en marcar un momento de pausa y añadir
algo diferente a lo que nos muestra. Epicteto llama a esto, en griego, epilegein: «decir algo
más». […] La primera parte de la fórmula significa: «No eres sino una mera
representación», y tengo todo el derecho a dudar de ti.
La segunda etapa consistirá en decirse, tras aplicar la regla del discernimiento de lo que
depende y lo que no depende de nosotros: esta representación no puede inquietarme,
pues lo que me representa como un mal o una desgracia no es un mal o una desgracia, ya
que lo que me representa es algo, por ejemplo, la muerte, que no depende de mí.”
-Pierre Hadot, Epicteto, Filosofía para la felicidad.