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Análisis de DDU 271 y 300.

Las circulares DDU tienen como objetivo instruir sobre la aplicación de la Ley general de
Urbanismo y Construcciones y su Ordenanza General de manera general sobre un tema en
específico. La circular DDU 271 tiene como objetivo dictar y aclarar instrucciones para aplicar las
modificaciones hechas a LGUC por la ley N°20.703, que trata, entre otros temas, la modificación y
rectificación de deslindes.

En su primer inciso se cita el artículo 67 de LGUC, en donde se especifica que los proyectos
de subdivisión, loteos, urbanización o modificación de deslindes de terrenos deben ajustarse de
manera estricta a los trazados y normas del plan regulador, y en ningún caso las modificaciones de
esto pueden afectar a terceros. Acá se observan dos puntos importantes en cuanto a derecho de
propiedad se refiere, primero, identificando claramente la cosa sobre la que se tiene dominio,
delimitándola estrictamente como los trazados sobre el plan regulador. En segundo lugar, se tiene
especial un especial énfasis sobre la inhabilidad para afectar deslindes de terceros, evitando afectar
el derecho ajeno, que es, una de las limitaciones para hacer uso, goce y disposición de un objeto de
dominio.

La segunda parte de esta circular, se establecen los criterios para la aplicación de la norma,
a falta de un procedimiento y requerimientos mínimos normados por la ordenanza general de
urbanismo y construcción. Se establece explícitamente que la autorización de modificación de
deslinden, podrá ser otorgada siempre y cuando esta no afecte a terceros, si los predios contiguos
al interesado en la modificación de dichos deslindes, efectivamente afectan a los colindantes, es
menester intransable que concurran a la dirección de obras municipales, con una declaración
jurada, todos aquellos propietarios de los predios cuyos deslindes se verán modificados.
Nuevamente se aprecia el énfasis en las limitaciones del dominio y la ejecución de sus facultades,
respetando el derecho ajeno, y exigiendo que, aquellos propietarios afectados, pero no
necesariamente interesando en la modificación tengan que, de todas maneras, hacerse presente
para que la autorización pueda ser otorgada. Con respecto a los procedimientos de solicitud de
autorización, indagados en esta misma sección, se hace explícita la necesidad de dichas
declaraciones juradas de aquellos afectados parcial o completamente, es de especial interés dos
puntos mencionados en esta parte, ambas con el fin de, siguiendo la misma línea y espíritu de esta
circular, resguardar el derecho de terceros, estas son:

- Negar la autorización de modificación de deslinde a falta de declaración jurada de por lo menos


uno de los afectados (todos los involucrados deben estar presentes y entregar dicha
declaración), la ausencia no se entiende como aprobación, y, por lo tanto, a riesgo de afectar
la propiedad ajena, corresponde que la municipalidad se exima de otorgar del permiso.

- En el caso de que uno de los terrenos afectados, se encuentre con recepción definitiva o con
un permiso de edificación vigente, el director de obras municipales debe tener especial cuidado
con que, al momento de autorizar la modificación de interés, esta no afecte la condición de
legalidad bajo las normas urbanísticas con que fue construido, es decir, no puede, por culpa de
una modificación de deslindes, un proyecto quedar fuera de lo dictado por el plan regulador de
la zona donde se encuentra (por ejemplo, que al momento de modificar los límites de la
propiedad, quede con metros efectivos construidos menor a los permitidos por el coeficiente
de constructibilidad, debido que el terreno ahora es más pequeño).

También en este inciso, se exiges los documentos referenciales de ubicación, modificación y


rectificación, que faciliten y expediten la identificación de la cosa en cuestión, con la situación de
interés subsanada y con aquellos hitos que ayuden a localizar el terreno con facilidad (locales,
monumentos cercanos, hospitales, etc.)

El último punto que compete a este análisis, que trata sobre los derechos municipales, es
importante por dos razones; en primer lugar, taxativamente libera al director de obras municipales
de la responsabilidad y competencia de revisar de estudiar los títulos de dominio de propiedades,
ni exigir antecedentes sobre escrituras o recepciones, esto es exclusiva responsabilidad del
propietario del terreno, formando parte de las responsabilidades que se adquiere al ser dueño de
un inmueble. En segundo lugar, establece que, las modificaciones realizadas, para constatar su
validez y hacer efectivo los nuevos límites del terreno, deben ser inscritas en el registro de
propiedad del conservador de bienes raíces, una vez autorizadas por la municipalidad y su dirección
de obras.

Para finalizar, es importante señalar que el espíritu de esta circular, y los procesos y criterios
que se establecen para la rectificación, tienen como principal objetivo corregir imperfecciones o
defectos en la descripción de los deslindes en cuanto a su inscripción y descripción en registro se
refiere, y no busca, en estos casos, alterar la realidad física de los predios, es decir, no altera la cosa
que es objeto de dominio, sino que, afecta los registros que se tienen y describen los terrenos. En
cuanto a la modificación de los deslindes, estos casos son más variados, y pueden modificaciones a
la realidad física de los terrenos (unión de predios, servidumbres, subdivisiones, etc).

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